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Segunda prueba
¿Furulas?
Cuando los zombies nos alcancen
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
Por fin nos encontrábamos en aquellas alcantarillas lejos del peligro que suponía el incendio.
Yo buscaba a Sergio y Alicia, tenía que contarle a alguien lo de mis padres y sobretodo a Sergio.
Pero no encontraba a Alicia, así que agarre a Sergio, lo aparte un poco y se lo conté.
Yo- Sergio, aquella vez que me tuve que ir de tu fiesta y no volví en dos 2 dias, había ido a Huercal.
Sergio- Dos cosas: Ya no me acordaba y a que viene eso ahora?
Yo- Aquel día mis padres sufrieron un accidente y murieron al siguiente día...
Sergio- !!!!!Por eso andabas tan raro tio!, entonces cuando te llamaban maricón era por que estabas demasiado susceptible?
Perdóname Carlos, yo lo hacía sin mala intención.
Yo- Lo se, solo quería que lo supieras por si no salimos vivos de esta.
???- Bonita historia.
Sergio- Tu, mierda! Que has escuchado?
Yo- Déjalo Sergio, me da igual que lo sepa. Es más, me gustaría lo que supiera todo el mundo, seguro que ellos también tienen algún secreto y se animan a contarlo.
Yo- Chicos, me gustaría que supierais que mis padres también están muertos como los de Alex y fue por mi culpa por no ir a visitarlos. Tenía la necesidad de contárserlo a alguién.
???- Supongo que él sabe cómo te sientes pero ha desaparecido, se quedó dentro de la casa. No logró salir, al menos por aquí.
Sergio- Por tu culpa?? Ese día era mi fiesta de cumpleaños y retrasaste lo de ir a Huercal una semana.
Yo- Por eso decidieron venir ellos y tuvieron el accidente de camino hacia aquí.(eché a llorar)
Alicia- Venga, venga ya pasó dijo dándome palmaditas en la espalda.
..............................................................................................................
No escribo más por dejar que alguien cuente su secreto antes del post, si le da tiempo.
Y ya que estamos parados no puedo escribir más.
Yo buscaba a Sergio y Alicia, tenía que contarle a alguien lo de mis padres y sobretodo a Sergio.
Pero no encontraba a Alicia, así que agarre a Sergio, lo aparte un poco y se lo conté.
Yo- Sergio, aquella vez que me tuve que ir de tu fiesta y no volví en dos 2 dias, había ido a Huercal.
Sergio- Dos cosas: Ya no me acordaba y a que viene eso ahora?
Yo- Aquel día mis padres sufrieron un accidente y murieron al siguiente día...
Sergio- !!!!!Por eso andabas tan raro tio!, entonces cuando te llamaban maricón era por que estabas demasiado susceptible?
Perdóname Carlos, yo lo hacía sin mala intención.
Yo- Lo se, solo quería que lo supieras por si no salimos vivos de esta.
???- Bonita historia.
Sergio- Tu, mierda! Que has escuchado?
Yo- Déjalo Sergio, me da igual que lo sepa. Es más, me gustaría lo que supiera todo el mundo, seguro que ellos también tienen algún secreto y se animan a contarlo.
Yo- Chicos, me gustaría que supierais que mis padres también están muertos como los de Alex y fue por mi culpa por no ir a visitarlos. Tenía la necesidad de contárserlo a alguién.
???- Supongo que él sabe cómo te sientes pero ha desaparecido, se quedó dentro de la casa. No logró salir, al menos por aquí.
Sergio- Por tu culpa?? Ese día era mi fiesta de cumpleaños y retrasaste lo de ir a Huercal una semana.
Yo- Por eso decidieron venir ellos y tuvieron el accidente de camino hacia aquí.(eché a llorar)
Alicia- Venga, venga ya pasó dijo dándome palmaditas en la espalda.
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No escribo más por dejar que alguien cuente su secreto antes del post, si le da tiempo.
Y ya que estamos parados no puedo escribir más.
PeKaDoR- Lich King
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Localización : Almeria
Fecha de inscripción : 23/04/2010
Re: Cuando los zombies nos alcancen
Estaba bajando todo el grupo hacia el piso de abajo, cuando vieron que el humo invadía la planta de abajo y que empezaba a subir. Decidieron ir a la cocina y de allí al exterior por la trampilla, Alex quería hablar de la bolita de papel que se encontraron arriba pero al coger a Alicia de la mano un estruendo sonó encima de sus cabezas y cayo parte del piso de arriba, separando a Alex del grupo y propinándolo un golpe en la cabeza. Todo ardía y podía escuchar los gritos de Alicia diciendo su nombre y los de Arturo y Fernando llevándola a rastras hacia la cocina. Iba a morir allí y el sueño se apodero de todo su ser envolviéndolo en un calor confortante y una oscuridad total…
Alex estaba tirado en el suelo de un aula, con la nariz sangrando y un ojo morado. Se reincorporo y se vio a si mismo en el reflejo de un cristal mientras se escuchaba a un chico mas mayor.
Boby – Bienvenido al infierno gilipollas, jajajajaja.
Alex – Joder, pegas como una niña…
Boby – Enano de mierda, ¿Crees que esto es como los demás sitios a los que te han enviado? Aquí no va a venir ningún profesor a decir que paremos y no vas a poder largarte por mal comportamiento¿ O es que te crees que por qué acabes de llegar y te saque unos años va a pararnos alguien?. – Boby empezó a pegarle patadas y Alex según recibía solo le podía devolver un golpe o dos que caían en saco roto pues este se los paraba y no podía seguir la velocidad ni ver qué movimiento iba a hacer continuación.
Louis – Quieto Boby, ¿Otra vez pegando a los nuevos? – Mientras decía la frase agarro a Boby del brazo de manera contundente. Alex aprovecho para darle un puñetazo en la nariz, a lo que Louis soltó el brazo y Boby se enfureció sangrando por la nariz. –
Boby – Puto crio ¡Ahora veras! – Boby salió disparado hacia Alex, le cogió de la garganta y le levanto del suelo para empezar a darle golpes en la cara y todo el cuerpo, pero después de apenas tres golpes, Louis le agarro del brazo y se lo luxo con una facilidad increíble y rapidez muy superior a Boby. –
Louis – ¿Quieres que te lo parta y que nos metan a los dos en aislamiento? Yo acabo de salir y no me apetece pasar por esa mierda otra vez, así que calmémonos ¿está bien? – Apretó un poco, Boby se quejo y soltó el brazo. Des pues de mirar a Alex fijamente a los ojos se dio media vuelta y andando lentamente se fue del aula. Alex se palpo la cara, la tenia hinchada y soltó un quejido.
Louis – No sé lo que habrás hecho para cabrear a Boby pero yo que tu, tendría cuidado con él y con todos los de aquí en general.
Alex – Da igual, me echaran de aquí antes de un mes seguro… gracias…
Louis – jajajajajaja ¿en serio piensas eso? Veras Boby puede ser un imbécil y ser estúpido pero tenía razón antes, esto es el infierno y no vas a poder salir de aquí hasta que no cumplas la mayoría de edad. Y si consigues estar cuerdo entonces te meterán al ejército directamente. Aquí las cosas no son lo que parecen desde fuera, esto es la ley del mas fuerte y hacemos lo que sea por sobrevivir, así que pasa desapercibido y si tienes algún problema dímelo y te ayudare, ¿mejor tener amigos en el infierno no? – Louis sacudió la ropa de Alex y le ayudo a levantarse y le dio la mano. –
Louis tenía razón pasaron los meses y las palizas de los instructores era una cosa normal y la actitud de Alex se moldeo hasta hacerse más dócil. Valía la pena soportar ese infierno con tal de que Louis le enseñase técnicas de defensa personal de último curso. Los instructores vieron como mejoraba en esas técnicas de defensa y estaban gratos con el, pero el hecho de destacar en algo e hacia presa fácil de mas y mas palizas, y su aspecto y su estatura solo era blanco de mofas y de burlas durante todo el curso cada vez más frecuentes. El único apoyo que tenía en el mundo era Louis, que pasado el último año de la academia se hizo instructor y le libraba de las palizas y de que los castigos no fuesen tan duros, siempre podía contar con el y le respondía con una sonrisa y le daba una palmadita en el hombro. Cuando contaba con 14 años Alex empezó a darse cuenta de que sus sentimientos por Louis eran demasiado extraños, de que se sonrojaba y estaba feliz siempre que estaba junto a el. ¿Había pasado de ser como su hermano a ser algo mas? Se hacia esa pregunta a menudo y sentía siempre lo mismo, por un lado estaba mal pero por otro lado tenia que decirle lo que pasaba, y las señales que Louis le enviaba eran evidentes. Un día después de estar practicando, se decidió a decírselo.
Louis – Valla, parece que otra vez quedamos en empate jajajajaja, ya me has alcanzado en destreza y habilidad, hace un mes que no gana ninguno de los dos…
Alex – jajajaja si, hace mucho pero no hace falta que te rebajes a mi nivel y más ahora que las palizas son tan frecuentes. – Dijo eso mientras le enseñaba los moratones de las costillas que hacía una semana le dejaron Boby y su pequeña pandilla de Instructores que se dedicaban a amedrentar a los mas nuevos y a amargarle la vida a él.
Louis – Últimamente Boby y los demás no saben parar cuando deben, les meten el miedo en el cuerpo a los novatos pero a veces se pasan.
Alex – tu también das a los nuevos, ¿Por qué a mi me tratas diferente? Detienes siempre a los demás, pero te comportas como ellos con los nuevos.
Louis – No se a que te refieres… te trato así porque eres especial para mi. En estos años me gusta sentir que te he ayudado a convertirte en mejor persona a soportar estas torturas a las que os someten. – Acaricio el pelo de Alex y le miro a los ojos impidiendo que desviase la mirada, se quedaron así unos segundos y después de que Alex se sonrojase soltó la cabeza. –
Alex – Esto… yo… Te Quiero decir una cosa. Veras yo últimamente…
Louis – GUAUUUU que calor hace hoy no?¿? me tengo que ir, ya me drías lo que quieras esta tarde ok?? Adiós enano… - Se fue corriendo y dejo con la palabra en la boca de Alex, el cual confundido por lo que le estaba pasando se resigno y espero a la tarde noche para hablar con Louis –
Por fin llego la hora de hablar con el y aclararse de que es lo que le estaba pasando. Despues de esperar largo rato, Louis vino, estaba serio y sus ojos se desviaban de la mirada de Alex el cual por primera vez estaba mirando a los ojos de otra persona fijamente. Poco apoco se acerco y Alex tomo la iniciativa para empezar a hablar.
Alex – Hola… antes me has dejado con la palabra en la boca jejejeje
Louis - … ¿de que me querías hablar?
Alex – Yo… no se que me pasa últimamente… esto… creo que yo… bueno e… tu… - Salto el busca que llevaba en el cinturón y que llevaban todos los instructores, Louis le miro a los ojos a Alex y lo agarro de los hombros mientras decía unas palabras –
Louis – Lo siento, no me odies por esto.
Alex –¿ que dices?¿como te voy a odiar? Si te he traído aquí es por todo lo contrario…
Louis – ¿recuerdas lo que te dije el primer dia que nos conocimos?
Alex – Si… me idjiste que confiarse en ti para todo y que si me pasaba algo te lo dijese y me ayudarías…
Louis – No me refiero a eso, sino a lo que te dije justo antes. Te dije que aquí se hace lo que sea para sobrevivir y que esto es la ley del mas fuerte. Perdóname por lo que esta a punto de pasar lo siento mucho. – Cuando acabo su ultima disculpa Alex creía que el sabía lo que sentía por el y que le diría que no le correspondía, pero mientras caía en sus pensamientos escucho el sonido de unas pisadas y de algo metálico dando golpes rítmicos y un silbido con unas risas, al volver la cabeza vio a Boby y a un par mas de chicos con cara de haber bebido más de la cuenta.
Boby – Valla valla… así que al final resulta que eres una maricona y que te gusta que te den por el culo, me decepcionas mucho pequeño Alex… - Alex se escondió tras Louis como de costumbre y este se dio media vuelta encarándose a Boby –
Chico1 – Bueno, me parece que vamos a tener que enseñarte lo que son los hombres de verdad…
Chico2 – Si eso es, y te lo vamos a mostrar por las buenas y por las malas jajajajajajajaja… - Ante la amenaza Alex salió de atrás de Louis y miro a los tres, portaban los taser y las porras nuevas extensibles de metal para mantener a raya las peleas de los de ultimo año.
Boby – Vamos no pongas esa cara Alex… y no te ocultes detrás del Judas que te ha vendido… sabes que estás jodido y que no te va a salvar nadie verdad???
Chico2 – JAJAJA estas jodido, nunca mejor dicho jajaja…
Alex - ¿Vendido?¿a que coño se refieren Louis? Me voy a ir a mi cuarto, esto no me gusta un pelo – Se encamino a pasar entre Boby y uno de los chicos y se encontró con un calambre que le recorrió la espalda y cayo al suelo, donde recibió un pisotón en la nuca haciendo sangrar la frente contra el duro suelo.
Louis – Basta… Dijisteis que no le haríais daño.
Boby – No se lo vamos a hacer, de hecho le vamos hacer disfrutar mucho ya sabes. – Boby le piso otra vez la cabeza y Alex se quejo a lo que Louis dio un par de pasos hacia la escena y uno de los chicos se saco una bolsa y de la enseño a Louis. –
Chico1 – ¿No querrás que todas estas anfetas se vallan por el retrete verdad Romeo? Pues déjanos disfrutar de tu Julieta particular en paz como acordamos, y tendrás tu premio ¿esta bien? – Desde el suelo Alex miro a Louis y con la boca en el cemento le pidió ayuda pero solo recibió un golpe mas que le hizo perder un segundo el conocimiento.
Al recobrar el sentido estaba bocarriba con las manos y los pies atados y con una mordaza en la boca. Sintió un tirón muy fuerte y como se le desgarraba la ropa, el sabía lo que iban a hacerle pero lo que le dolía mas es que le hubiesen vendido por un puñado de drogas. La fe en cuanto había conocido se esfumo y las lágrimas rodaron por sus mejillas al tiempo que miraba al responsable de la situación. Al ver lo que pasaba Boby le dio un golpe insultándolo y le dijo que si se estaba quieto no sufriría y que al final seguro que le gustaba mientras apuraba la ultima botella de cerveza con los dos chicos y se reían. El rimero fue uno de los chicos el de la bolsa de droga, se retorció de dolor y por mucho que gritase la mordaza ahogaba sus gritos de dolor y nadie le ayudaría. Sintió como acabo el primero y dio paso al segundo chico, mas mayor y por consiguiente mas corpulento, mientras el segundo comenzaba el dolor alcanzo cotas máximas y sintió como a cada empujón se le desgarraba un poco mas de tejido hasta que acabo por desgarrarlo y los gritos de dolor se convirtieron poco a poco en llanto y en suplica. Después le toco a Boby el cual se tomo su tiempo, para cuando empezó sintió que solo tenia la oportunidad de olvidarse de aquello e imaginar que se encontraba fuera de alli y que nunca había conocido el infierno que era su vida, soñó con una familia feliz y con escapar del dolor y del sufrimiento. Pero al finalizar Boby sintió como otro mas abusaba de el y escucho gritos y risas, al mirar vio a Louis con la cara desencajada por las drogas y disfrutando de el momento. Asi se tiraron hasta completar una segundo ronda y una tercera para la cual Alex ya no sentía nada de nada… su cuerpo estaba vacío y su alma ya no existía, las paredes de la habitación se tornaron mas oscuras y sintió como una de las cuerdas de los pies se aflojaba y entonces vio esa salida con la que soñaba y decidió irse de allí a toda costa antes de que le matasen a golpes o le violasen hasta la muerte. Sin saber como se quito las cuerdas de las manos y mientras reían y se preparaban para una ronda mas se quito las de los pies y se puso lentamente de pie. Simplemente les miro allí desnudo y con el sentimiento de Vacio dentro de si avanzo dando pasos hacia los cuatro, los cuales se reían . Uno de los chicos cogió un taser y avanzo hacia Alex con intención de clavárselo, su cuerpo se movió por instinto y le agarro la mano del arma y se la luxo hacia un ángulo imposible a lo que el chico gritaba y se retorcía como una alimaña por el dolor de la fractura. Alex agarro el taser y de un movimiento seco le dio golpe en la nuca mientras este se retorcía en el suelo. Los demás reaccionaron de inmediato y cogieron las porras y los taser pero Alex no se inmuto, siguió dando corriente hasta que los ojos del chico empezaron a sangrar un poco y su boca amputo su propia lengua, después dejo el taser ahí mismo y atacaron los demás. Los esquivaba sin esfuerzo debido a su avanzado estado de embriaguez pero eso no le detendría en su venganza. El segundo taser fue a parar a la boca de el otro chico y activado en menos de un segundo, le atacaron los dos restantes y con una patada en los testículos paro al gigantesco Boby, mientras esquivo a Louis, dándolo un empujón con la mano libre y haciéndolo chocar con una de las esquinas de la habitación. Después siguió hasta que se recuperaron los dos y para cuando se quiso dar cuenta el chico del taser en la boca también empezó a convulsionar de modo que lo dejo en el suelo observándolo como emitía su ultimo suspiro. Louis estaba inconsciente y Boby se preparaba dejando la porra para enfrentarse a Alex el cual no mostraba ningún sentimiento en su rostro.
Boby – Vamos maricon hijoputa, ven aquí que te voy a destrozar con mis propias manos desgraciado… - Alex avanzo hacia el corriendo a una velocidad impresionante y le propino un puñetazo en la boca del estomago lo que provoco que empezase a vomitar toda la bebida que había ingerido antes de violarlo y de vejarlo. Cogió uno de sus brazos y se lo partió de un movimiento seco a lo que Boby grito y se retorció, Alex le miro fijamente y una sonrisa se dibujo en su cara, que dio paso a una risa de satisfacción. Boby enfureció y ataco con el brazo que le quedaba a lo que Alex le dio un puñetazo en el codo que lo hizo partirse, provocando otro grito en la habitación insonorizada que dio paso a un llanto.
Boby – Para desgraciado… sabes lo que te va a pasar si sigues con esto… AYUDAAAAAAA HAAAAAAAA…. AYUDAAAAAAAAAA… - Alex le miro y solo sonrió emitiendo una ligera risa y cogió uno de los taser del suelo le piso la entrepierna a Boby y le hundió el taser en la garganta solo un segundo para que dejase de quejarse, después le agarro la cabeza con las dos manos y con los pulgares lentamente hundió los ojos de Boby escuchando como intentaba gritar sin llegar a emitir ningún sonido gracias a la descarga de antes y apretó hasta que los espasmos cesaron y noto que no había vida dentro de el. Después se dirigió hacia el inconsciente Louis y le despertó con una patada en la espalda. Louis se incorporo y miro alrededor y la escena dantesca le provoco risa debido a las drogas que se había tomado antes, una risa histeria e incontrolable que parecía una serie de alaridos y no reconocía a la persona a la que se iba a declarar antes.
Alex – ¡CALLATE! - Alex empezó a darle golpes sin parar y después de unos minutos siguió golpeando el cuerpo ya sin vida de Louis hasta que no pudo moverse más debido al cansancio y a la experiencia traumática que acababa de tener. Miro a su alrededor atónito y recordó que mientras hacia eso estaba disfrutando, se divirtió matando a golpes y de manera despiadada esas cuatro personas, y al hacerlo se había convertido en algo peor de lo que eran ellos y eso no lo podía soportar. La puerta se abrió lentamente y Alex que estaba de espaldas miro el cuerpo de Louis destrozado se agacho y acercándose a la cara desfigurada y sin vida dijo.
Alex – Yo te quería… - La figura de la puerta sonrió y le indico que saliese con un movimiento de la mano, Alex se acerco en estado de shock mientras la figura se quitaba la chaqueta.-
Director – Bien hecho hijo, hoy te has librado de las debilidades de los hombres y has demostrado ser una joya en bruto para mi orgullo y el de esta academia. Has pasado esta prueba que te he impuesto y me has demostrado de lo que eres capaz, pero solo son los primeros de muchos, no te preocupes cuando termine contigo serás uno de mis hijos predilectos. Vosotros dos deshaceos de esta basura – Dijo mientras le tapaba con la chaqueta los hombros y miraba a dos militares que le acompañaban. –
Le despertaron unos golpes en una de las ventanas y el sonido de el cristal rompiéndose, había vuelto a su mente unas escenas que ya estaban escondidas en lo mas profundo de su ser y el humo y el fuego inundaban la mansión entera convirtiéndola en un infierno. Distinguió una enorme figura de un chico rubio, acompañado de una tipo flacucho y delgado que se acercaban a el y le ayudaron a escapar de aquella trampa mortal…
(Siento no escribir mas a menudo esta semana pero tuve problemillas con internet… aunque me gusto mucho como se desarrollo la historia.)
Alex estaba tirado en el suelo de un aula, con la nariz sangrando y un ojo morado. Se reincorporo y se vio a si mismo en el reflejo de un cristal mientras se escuchaba a un chico mas mayor.
Boby – Bienvenido al infierno gilipollas, jajajajaja.
Alex – Joder, pegas como una niña…
Boby – Enano de mierda, ¿Crees que esto es como los demás sitios a los que te han enviado? Aquí no va a venir ningún profesor a decir que paremos y no vas a poder largarte por mal comportamiento¿ O es que te crees que por qué acabes de llegar y te saque unos años va a pararnos alguien?. – Boby empezó a pegarle patadas y Alex según recibía solo le podía devolver un golpe o dos que caían en saco roto pues este se los paraba y no podía seguir la velocidad ni ver qué movimiento iba a hacer continuación.
Louis – Quieto Boby, ¿Otra vez pegando a los nuevos? – Mientras decía la frase agarro a Boby del brazo de manera contundente. Alex aprovecho para darle un puñetazo en la nariz, a lo que Louis soltó el brazo y Boby se enfureció sangrando por la nariz. –
Boby – Puto crio ¡Ahora veras! – Boby salió disparado hacia Alex, le cogió de la garganta y le levanto del suelo para empezar a darle golpes en la cara y todo el cuerpo, pero después de apenas tres golpes, Louis le agarro del brazo y se lo luxo con una facilidad increíble y rapidez muy superior a Boby. –
Louis – ¿Quieres que te lo parta y que nos metan a los dos en aislamiento? Yo acabo de salir y no me apetece pasar por esa mierda otra vez, así que calmémonos ¿está bien? – Apretó un poco, Boby se quejo y soltó el brazo. Des pues de mirar a Alex fijamente a los ojos se dio media vuelta y andando lentamente se fue del aula. Alex se palpo la cara, la tenia hinchada y soltó un quejido.
Louis – No sé lo que habrás hecho para cabrear a Boby pero yo que tu, tendría cuidado con él y con todos los de aquí en general.
Alex – Da igual, me echaran de aquí antes de un mes seguro… gracias…
Louis – jajajajajaja ¿en serio piensas eso? Veras Boby puede ser un imbécil y ser estúpido pero tenía razón antes, esto es el infierno y no vas a poder salir de aquí hasta que no cumplas la mayoría de edad. Y si consigues estar cuerdo entonces te meterán al ejército directamente. Aquí las cosas no son lo que parecen desde fuera, esto es la ley del mas fuerte y hacemos lo que sea por sobrevivir, así que pasa desapercibido y si tienes algún problema dímelo y te ayudare, ¿mejor tener amigos en el infierno no? – Louis sacudió la ropa de Alex y le ayudo a levantarse y le dio la mano. –
Louis tenía razón pasaron los meses y las palizas de los instructores era una cosa normal y la actitud de Alex se moldeo hasta hacerse más dócil. Valía la pena soportar ese infierno con tal de que Louis le enseñase técnicas de defensa personal de último curso. Los instructores vieron como mejoraba en esas técnicas de defensa y estaban gratos con el, pero el hecho de destacar en algo e hacia presa fácil de mas y mas palizas, y su aspecto y su estatura solo era blanco de mofas y de burlas durante todo el curso cada vez más frecuentes. El único apoyo que tenía en el mundo era Louis, que pasado el último año de la academia se hizo instructor y le libraba de las palizas y de que los castigos no fuesen tan duros, siempre podía contar con el y le respondía con una sonrisa y le daba una palmadita en el hombro. Cuando contaba con 14 años Alex empezó a darse cuenta de que sus sentimientos por Louis eran demasiado extraños, de que se sonrojaba y estaba feliz siempre que estaba junto a el. ¿Había pasado de ser como su hermano a ser algo mas? Se hacia esa pregunta a menudo y sentía siempre lo mismo, por un lado estaba mal pero por otro lado tenia que decirle lo que pasaba, y las señales que Louis le enviaba eran evidentes. Un día después de estar practicando, se decidió a decírselo.
Louis – Valla, parece que otra vez quedamos en empate jajajajaja, ya me has alcanzado en destreza y habilidad, hace un mes que no gana ninguno de los dos…
Alex – jajajaja si, hace mucho pero no hace falta que te rebajes a mi nivel y más ahora que las palizas son tan frecuentes. – Dijo eso mientras le enseñaba los moratones de las costillas que hacía una semana le dejaron Boby y su pequeña pandilla de Instructores que se dedicaban a amedrentar a los mas nuevos y a amargarle la vida a él.
Louis – Últimamente Boby y los demás no saben parar cuando deben, les meten el miedo en el cuerpo a los novatos pero a veces se pasan.
Alex – tu también das a los nuevos, ¿Por qué a mi me tratas diferente? Detienes siempre a los demás, pero te comportas como ellos con los nuevos.
Louis – No se a que te refieres… te trato así porque eres especial para mi. En estos años me gusta sentir que te he ayudado a convertirte en mejor persona a soportar estas torturas a las que os someten. – Acaricio el pelo de Alex y le miro a los ojos impidiendo que desviase la mirada, se quedaron así unos segundos y después de que Alex se sonrojase soltó la cabeza. –
Alex – Esto… yo… Te Quiero decir una cosa. Veras yo últimamente…
Louis – GUAUUUU que calor hace hoy no?¿? me tengo que ir, ya me drías lo que quieras esta tarde ok?? Adiós enano… - Se fue corriendo y dejo con la palabra en la boca de Alex, el cual confundido por lo que le estaba pasando se resigno y espero a la tarde noche para hablar con Louis –
Por fin llego la hora de hablar con el y aclararse de que es lo que le estaba pasando. Despues de esperar largo rato, Louis vino, estaba serio y sus ojos se desviaban de la mirada de Alex el cual por primera vez estaba mirando a los ojos de otra persona fijamente. Poco apoco se acerco y Alex tomo la iniciativa para empezar a hablar.
Alex – Hola… antes me has dejado con la palabra en la boca jejejeje
Louis - … ¿de que me querías hablar?
Alex – Yo… no se que me pasa últimamente… esto… creo que yo… bueno e… tu… - Salto el busca que llevaba en el cinturón y que llevaban todos los instructores, Louis le miro a los ojos a Alex y lo agarro de los hombros mientras decía unas palabras –
Louis – Lo siento, no me odies por esto.
Alex –¿ que dices?¿como te voy a odiar? Si te he traído aquí es por todo lo contrario…
Louis – ¿recuerdas lo que te dije el primer dia que nos conocimos?
Alex – Si… me idjiste que confiarse en ti para todo y que si me pasaba algo te lo dijese y me ayudarías…
Louis – No me refiero a eso, sino a lo que te dije justo antes. Te dije que aquí se hace lo que sea para sobrevivir y que esto es la ley del mas fuerte. Perdóname por lo que esta a punto de pasar lo siento mucho. – Cuando acabo su ultima disculpa Alex creía que el sabía lo que sentía por el y que le diría que no le correspondía, pero mientras caía en sus pensamientos escucho el sonido de unas pisadas y de algo metálico dando golpes rítmicos y un silbido con unas risas, al volver la cabeza vio a Boby y a un par mas de chicos con cara de haber bebido más de la cuenta.
Boby – Valla valla… así que al final resulta que eres una maricona y que te gusta que te den por el culo, me decepcionas mucho pequeño Alex… - Alex se escondió tras Louis como de costumbre y este se dio media vuelta encarándose a Boby –
Chico1 – Bueno, me parece que vamos a tener que enseñarte lo que son los hombres de verdad…
Chico2 – Si eso es, y te lo vamos a mostrar por las buenas y por las malas jajajajajajajaja… - Ante la amenaza Alex salió de atrás de Louis y miro a los tres, portaban los taser y las porras nuevas extensibles de metal para mantener a raya las peleas de los de ultimo año.
Boby – Vamos no pongas esa cara Alex… y no te ocultes detrás del Judas que te ha vendido… sabes que estás jodido y que no te va a salvar nadie verdad???
Chico2 – JAJAJA estas jodido, nunca mejor dicho jajaja…
Alex - ¿Vendido?¿a que coño se refieren Louis? Me voy a ir a mi cuarto, esto no me gusta un pelo – Se encamino a pasar entre Boby y uno de los chicos y se encontró con un calambre que le recorrió la espalda y cayo al suelo, donde recibió un pisotón en la nuca haciendo sangrar la frente contra el duro suelo.
Louis – Basta… Dijisteis que no le haríais daño.
Boby – No se lo vamos a hacer, de hecho le vamos hacer disfrutar mucho ya sabes. – Boby le piso otra vez la cabeza y Alex se quejo a lo que Louis dio un par de pasos hacia la escena y uno de los chicos se saco una bolsa y de la enseño a Louis. –
Chico1 – ¿No querrás que todas estas anfetas se vallan por el retrete verdad Romeo? Pues déjanos disfrutar de tu Julieta particular en paz como acordamos, y tendrás tu premio ¿esta bien? – Desde el suelo Alex miro a Louis y con la boca en el cemento le pidió ayuda pero solo recibió un golpe mas que le hizo perder un segundo el conocimiento.
Al recobrar el sentido estaba bocarriba con las manos y los pies atados y con una mordaza en la boca. Sintió un tirón muy fuerte y como se le desgarraba la ropa, el sabía lo que iban a hacerle pero lo que le dolía mas es que le hubiesen vendido por un puñado de drogas. La fe en cuanto había conocido se esfumo y las lágrimas rodaron por sus mejillas al tiempo que miraba al responsable de la situación. Al ver lo que pasaba Boby le dio un golpe insultándolo y le dijo que si se estaba quieto no sufriría y que al final seguro que le gustaba mientras apuraba la ultima botella de cerveza con los dos chicos y se reían. El rimero fue uno de los chicos el de la bolsa de droga, se retorció de dolor y por mucho que gritase la mordaza ahogaba sus gritos de dolor y nadie le ayudaría. Sintió como acabo el primero y dio paso al segundo chico, mas mayor y por consiguiente mas corpulento, mientras el segundo comenzaba el dolor alcanzo cotas máximas y sintió como a cada empujón se le desgarraba un poco mas de tejido hasta que acabo por desgarrarlo y los gritos de dolor se convirtieron poco a poco en llanto y en suplica. Después le toco a Boby el cual se tomo su tiempo, para cuando empezó sintió que solo tenia la oportunidad de olvidarse de aquello e imaginar que se encontraba fuera de alli y que nunca había conocido el infierno que era su vida, soñó con una familia feliz y con escapar del dolor y del sufrimiento. Pero al finalizar Boby sintió como otro mas abusaba de el y escucho gritos y risas, al mirar vio a Louis con la cara desencajada por las drogas y disfrutando de el momento. Asi se tiraron hasta completar una segundo ronda y una tercera para la cual Alex ya no sentía nada de nada… su cuerpo estaba vacío y su alma ya no existía, las paredes de la habitación se tornaron mas oscuras y sintió como una de las cuerdas de los pies se aflojaba y entonces vio esa salida con la que soñaba y decidió irse de allí a toda costa antes de que le matasen a golpes o le violasen hasta la muerte. Sin saber como se quito las cuerdas de las manos y mientras reían y se preparaban para una ronda mas se quito las de los pies y se puso lentamente de pie. Simplemente les miro allí desnudo y con el sentimiento de Vacio dentro de si avanzo dando pasos hacia los cuatro, los cuales se reían . Uno de los chicos cogió un taser y avanzo hacia Alex con intención de clavárselo, su cuerpo se movió por instinto y le agarro la mano del arma y se la luxo hacia un ángulo imposible a lo que el chico gritaba y se retorcía como una alimaña por el dolor de la fractura. Alex agarro el taser y de un movimiento seco le dio golpe en la nuca mientras este se retorcía en el suelo. Los demás reaccionaron de inmediato y cogieron las porras y los taser pero Alex no se inmuto, siguió dando corriente hasta que los ojos del chico empezaron a sangrar un poco y su boca amputo su propia lengua, después dejo el taser ahí mismo y atacaron los demás. Los esquivaba sin esfuerzo debido a su avanzado estado de embriaguez pero eso no le detendría en su venganza. El segundo taser fue a parar a la boca de el otro chico y activado en menos de un segundo, le atacaron los dos restantes y con una patada en los testículos paro al gigantesco Boby, mientras esquivo a Louis, dándolo un empujón con la mano libre y haciéndolo chocar con una de las esquinas de la habitación. Después siguió hasta que se recuperaron los dos y para cuando se quiso dar cuenta el chico del taser en la boca también empezó a convulsionar de modo que lo dejo en el suelo observándolo como emitía su ultimo suspiro. Louis estaba inconsciente y Boby se preparaba dejando la porra para enfrentarse a Alex el cual no mostraba ningún sentimiento en su rostro.
Boby – Vamos maricon hijoputa, ven aquí que te voy a destrozar con mis propias manos desgraciado… - Alex avanzo hacia el corriendo a una velocidad impresionante y le propino un puñetazo en la boca del estomago lo que provoco que empezase a vomitar toda la bebida que había ingerido antes de violarlo y de vejarlo. Cogió uno de sus brazos y se lo partió de un movimiento seco a lo que Boby grito y se retorció, Alex le miro fijamente y una sonrisa se dibujo en su cara, que dio paso a una risa de satisfacción. Boby enfureció y ataco con el brazo que le quedaba a lo que Alex le dio un puñetazo en el codo que lo hizo partirse, provocando otro grito en la habitación insonorizada que dio paso a un llanto.
Boby – Para desgraciado… sabes lo que te va a pasar si sigues con esto… AYUDAAAAAAA HAAAAAAAA…. AYUDAAAAAAAAAA… - Alex le miro y solo sonrió emitiendo una ligera risa y cogió uno de los taser del suelo le piso la entrepierna a Boby y le hundió el taser en la garganta solo un segundo para que dejase de quejarse, después le agarro la cabeza con las dos manos y con los pulgares lentamente hundió los ojos de Boby escuchando como intentaba gritar sin llegar a emitir ningún sonido gracias a la descarga de antes y apretó hasta que los espasmos cesaron y noto que no había vida dentro de el. Después se dirigió hacia el inconsciente Louis y le despertó con una patada en la espalda. Louis se incorporo y miro alrededor y la escena dantesca le provoco risa debido a las drogas que se había tomado antes, una risa histeria e incontrolable que parecía una serie de alaridos y no reconocía a la persona a la que se iba a declarar antes.
Alex – ¡CALLATE! - Alex empezó a darle golpes sin parar y después de unos minutos siguió golpeando el cuerpo ya sin vida de Louis hasta que no pudo moverse más debido al cansancio y a la experiencia traumática que acababa de tener. Miro a su alrededor atónito y recordó que mientras hacia eso estaba disfrutando, se divirtió matando a golpes y de manera despiadada esas cuatro personas, y al hacerlo se había convertido en algo peor de lo que eran ellos y eso no lo podía soportar. La puerta se abrió lentamente y Alex que estaba de espaldas miro el cuerpo de Louis destrozado se agacho y acercándose a la cara desfigurada y sin vida dijo.
Alex – Yo te quería… - La figura de la puerta sonrió y le indico que saliese con un movimiento de la mano, Alex se acerco en estado de shock mientras la figura se quitaba la chaqueta.-
Director – Bien hecho hijo, hoy te has librado de las debilidades de los hombres y has demostrado ser una joya en bruto para mi orgullo y el de esta academia. Has pasado esta prueba que te he impuesto y me has demostrado de lo que eres capaz, pero solo son los primeros de muchos, no te preocupes cuando termine contigo serás uno de mis hijos predilectos. Vosotros dos deshaceos de esta basura – Dijo mientras le tapaba con la chaqueta los hombros y miraba a dos militares que le acompañaban. –
Le despertaron unos golpes en una de las ventanas y el sonido de el cristal rompiéndose, había vuelto a su mente unas escenas que ya estaban escondidas en lo mas profundo de su ser y el humo y el fuego inundaban la mansión entera convirtiéndola en un infierno. Distinguió una enorme figura de un chico rubio, acompañado de una tipo flacucho y delgado que se acercaban a el y le ayudaron a escapar de aquella trampa mortal…
(Siento no escribir mas a menudo esta semana pero tuve problemillas con internet… aunque me gusto mucho como se desarrollo la historia.)
Tatsu-Kami- Superviviente
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
Alicia y Arturo permanecieron abrazados durante unos segundos, los suficientes para que alguien gritase desde arriba si pasaba algo.
- Creo que deberíamos subir, pequeña, sino podrían sospechar - Dijo Arturo dando un último beso a Alicia.
- Sí, yo también lo creo. Ayúdame - Dijo Alicia dispuesta a subir la escalera que la conduciría a la calle.
- Bravo, queridos, bravo - Dijo Simón saliendo de su escondite, aplaudiendo - Qué escena más bonita acabo de contemplar. ¿No te pareció suficiente con mi beso? Apuesto a que aún no besaste a tu querido Fernando y no creo que le agrade enterarse de vuestro pequeño "affaire" que por cierto, parece que se repitió en el pasado... Esto no es propio de ti, Alicia.
- Simón, hijo de ...- Dijo Arturo dispuesto a golpearle.
- Yo que tú no haría eso, Arturo - Dijo Simón mostrándole un cuchillo y acercándose peligrosamente a Alicia.
- ¿Qué quieres de mí, Simón? - Dijo Alicia apuntándole con su arma.
- No vas a dispararme, lo sabes. Arturo, por favor, guarda eso. No te quedan balas. Y a ti tampoco Ali. Deberías ser más cuidadosa, tu pistola estaba en el pasillo. ¿Creiste que era tan tonto como para dejarte la pistola como si nada? Por favor... Mira dónde están las balas... - Dijo Simón haciéndolas caer al suelo una a una.
- No te creo - Dijo Arturo, disparando a Simón. No salió ninguna bala.
- Nunca me equivoco. No debiste haber hecho eso pero, de momento, lo pasaré por alto. A lo que ibamos. Estoy tan excitado... Entendedme, esto es lo último que pensaba encontrarme. Ahora yo sé vuestro pequeño secreto y estoy seguro de que no querías que nadie se enterase, así que, si no queréis que nadie se entere tendréis que hacer lo que yo os diga. Los dos. Arturo, ¿crees que podrás domar a esta fierecilla¿
- No necesito que nadie me dome.
- Cada vez tenía más ganas de acabar contigo pero creo que será más divertido jugar un poco antes de matarte. Por cierto, bonita cicatriz. ¿Recordáis aquella nota? Aún no habéis acabado con Moreno... Mmmm... Creo que es el momento de que acabéis con él. Acabéis no, Alicia, lo harás tú.
- No, yo lo haré - Dijo Arturo.
- Si lo hace ella el castigo será menos duro pero cualquiera de vosotros ha de hacerlo sino me encargaré de que pase algo muy divertido... Al menos para mí, claro... He de despedirme. Se acercan los zombies y no quiero que me encuentren aquí. Adiós tortolitos, ha sido una charla agradable.
- No tan deprisa - Gritó Alicia encarándose con él - Aún no he probado mi arma- Alicia disparó e hirió en un brazo a Simón, tan sólo fue un rasguño - Siempre queda una bala en la recámara. Lástima que no seas tan listo siempre. Eso hará que los zombies te sigan.
- Me la pagarás pequeña Alicia - Dijo Simón sujetándose el brazo herido - Recuerda nuestro trato. Matad a Moreno o Fernando se enterará de lo vuestro. Adiós.
Simón salió corriendo hacia el otro lado del túnel justo a tiempo. Dos zombies envueltos en llamas habían conseguido llegar al túnel. Arturo y Alicia subieron las escaleras y llegaron a la calle donde Zed, Fernando y todos los demás estaban preocupados esperándoles. Ante la mirada de Arturo, Fernando abrazó a Alicia y ella le devolvió el abrazo. Effy se acercó a Arturo para abrazarle y, ante la mirada de Alicia, Arturo la devolvió el abrazo.
- Chicos, ¿qué ha pasado ahí abajo? - Preguntó Fernando
- Hemos tenido un bonito reencuentro - Dijo Arturo
- Sí, con Simón. Es hora de buscar refugio y nueva munición. Mi pistola no tiene balas y la de Arturo tampoco.
- ¿Dónde vamos, tronco? - Preguntó Sergio
- No lo sé - Dijo Carlos- Pero creo que deberíamos salir por piernas de aquí si no queremos acabar como todos esos zombies que se acercan por allí.
- Mierda - Dijo Rodrigo- Estamos rodeados. Coged lo que podáis y luchar como si os fuera la vida en ello.
- Perdona, Rodrigo, la vida nos va en ello - Dijo Alicia sosteniendo su palo de golf, su única arma.
Arturo se colocó a su derecha, la miró y la sonrió, ella le devolvió la mira. A su izquierda se colocó Fernando, la dio la mano, un beso y sacó el arma que había encontrado en la casa de Alex. La lucha por la supervivencia había comenzado.
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Bueno, esta es mi parte para dar un poco más de vidilla al rol. Sé que me queda sentimental y todo lo que digais pero es mío, jiji, además, he dado juego a Simón para que postee algo Skimmer!
Ahhh, chicos, no me matéis a Arturo, por favor, que el personaje puede dar mucho juego todavía. Tengo preparado un gran final para este personaje xDDD
- Creo que deberíamos subir, pequeña, sino podrían sospechar - Dijo Arturo dando un último beso a Alicia.
- Sí, yo también lo creo. Ayúdame - Dijo Alicia dispuesta a subir la escalera que la conduciría a la calle.
- Bravo, queridos, bravo - Dijo Simón saliendo de su escondite, aplaudiendo - Qué escena más bonita acabo de contemplar. ¿No te pareció suficiente con mi beso? Apuesto a que aún no besaste a tu querido Fernando y no creo que le agrade enterarse de vuestro pequeño "affaire" que por cierto, parece que se repitió en el pasado... Esto no es propio de ti, Alicia.
- Simón, hijo de ...- Dijo Arturo dispuesto a golpearle.
- Yo que tú no haría eso, Arturo - Dijo Simón mostrándole un cuchillo y acercándose peligrosamente a Alicia.
- ¿Qué quieres de mí, Simón? - Dijo Alicia apuntándole con su arma.
- No vas a dispararme, lo sabes. Arturo, por favor, guarda eso. No te quedan balas. Y a ti tampoco Ali. Deberías ser más cuidadosa, tu pistola estaba en el pasillo. ¿Creiste que era tan tonto como para dejarte la pistola como si nada? Por favor... Mira dónde están las balas... - Dijo Simón haciéndolas caer al suelo una a una.
- No te creo - Dijo Arturo, disparando a Simón. No salió ninguna bala.
- Nunca me equivoco. No debiste haber hecho eso pero, de momento, lo pasaré por alto. A lo que ibamos. Estoy tan excitado... Entendedme, esto es lo último que pensaba encontrarme. Ahora yo sé vuestro pequeño secreto y estoy seguro de que no querías que nadie se enterase, así que, si no queréis que nadie se entere tendréis que hacer lo que yo os diga. Los dos. Arturo, ¿crees que podrás domar a esta fierecilla¿
- No necesito que nadie me dome.
- Cada vez tenía más ganas de acabar contigo pero creo que será más divertido jugar un poco antes de matarte. Por cierto, bonita cicatriz. ¿Recordáis aquella nota? Aún no habéis acabado con Moreno... Mmmm... Creo que es el momento de que acabéis con él. Acabéis no, Alicia, lo harás tú.
- No, yo lo haré - Dijo Arturo.
- Si lo hace ella el castigo será menos duro pero cualquiera de vosotros ha de hacerlo sino me encargaré de que pase algo muy divertido... Al menos para mí, claro... He de despedirme. Se acercan los zombies y no quiero que me encuentren aquí. Adiós tortolitos, ha sido una charla agradable.
- No tan deprisa - Gritó Alicia encarándose con él - Aún no he probado mi arma- Alicia disparó e hirió en un brazo a Simón, tan sólo fue un rasguño - Siempre queda una bala en la recámara. Lástima que no seas tan listo siempre. Eso hará que los zombies te sigan.
- Me la pagarás pequeña Alicia - Dijo Simón sujetándose el brazo herido - Recuerda nuestro trato. Matad a Moreno o Fernando se enterará de lo vuestro. Adiós.
Simón salió corriendo hacia el otro lado del túnel justo a tiempo. Dos zombies envueltos en llamas habían conseguido llegar al túnel. Arturo y Alicia subieron las escaleras y llegaron a la calle donde Zed, Fernando y todos los demás estaban preocupados esperándoles. Ante la mirada de Arturo, Fernando abrazó a Alicia y ella le devolvió el abrazo. Effy se acercó a Arturo para abrazarle y, ante la mirada de Alicia, Arturo la devolvió el abrazo.
- Chicos, ¿qué ha pasado ahí abajo? - Preguntó Fernando
- Hemos tenido un bonito reencuentro - Dijo Arturo
- Sí, con Simón. Es hora de buscar refugio y nueva munición. Mi pistola no tiene balas y la de Arturo tampoco.
- ¿Dónde vamos, tronco? - Preguntó Sergio
- No lo sé - Dijo Carlos- Pero creo que deberíamos salir por piernas de aquí si no queremos acabar como todos esos zombies que se acercan por allí.
- Mierda - Dijo Rodrigo- Estamos rodeados. Coged lo que podáis y luchar como si os fuera la vida en ello.
- Perdona, Rodrigo, la vida nos va en ello - Dijo Alicia sosteniendo su palo de golf, su única arma.
Arturo se colocó a su derecha, la miró y la sonrió, ella le devolvió la mira. A su izquierda se colocó Fernando, la dio la mano, un beso y sacó el arma que había encontrado en la casa de Alex. La lucha por la supervivencia había comenzado.
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Bueno, esta es mi parte para dar un poco más de vidilla al rol. Sé que me queda sentimental y todo lo que digais pero es mío, jiji, además, he dado juego a Simón para que postee algo Skimmer!
Ahhh, chicos, no me matéis a Arturo, por favor, que el personaje puede dar mucho juego todavía. Tengo preparado un gran final para este personaje xDDD
Kealah- Cazadora con medias de seda
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
El tiempo se había parado, nadie podía creer que luego de haber escapado de aquella casa en llamas se encontrarían con una masa de muertos desesperados por carne que venían en dirección a ellos, era imposible saber cómo habían notado que estaban allí, de seguro que era por instinto pero vamos, que la infección recién había comenzado y era casi imposible que el virus se allá adaptado al cuerpo de los infectados, era cómo si la plaga hubiera tomado más fuerza, y eso Rodrigo lo sabia, lo sabia o al menos lo pensaba.
Los novatos en esto de el apocalipsis estaban aterrados, Rodrigo podía notar en el aire cómo estaba todo tenso, algunos hasta lagrimeaban pensando en que la muerte estaba cerca, gritos y gemidos se acercaban a dónde aquel reducido grupo de sobrevivientes se preparaba para la lucha. Pasaron varios minutos de desesperación, algunos buscaban objetos con los que defenderse, otros ya preparados se miraban entre si intercambiando ideas, y alguno que otro miraba hacia los alrededores para buscar una salida, entre ellos se encontraba Rodrigo que ya había visto un pequeño edifico de apenas dos plantas, sin ninguna ventana visible y con una puerta del estilo antiguo, quizás de roble que podía resistir lo suficiente hasta llegar al otro lado de aquel lugar y escapar, una sonrisa se esbozo en la cara de Rodrigo, la primera en horas.
Ya no había lugar para pánico ni temor, el aire daba que respirar de sobra y la tensión se podía cortar fácilmente con un cuchillo, todos sabían a lo que se enfrentarían y ya nadie se arrepentía de haber salido de aquel agujero, o al menos nadie lo daba a reconocer por sus rostros. Hubo un segundo de silencio, ni los gemidos de los infectados que ya estaban cerca se escuchaban, el eterno silencio se terminó al escucharse las pisadas de las bestias que ya estaban más que cerca, un disparo se escuchó, este provenía del arma de Rodrigo que ya estaba humeante, dos o tres rugidos más salieron de la misma, y consigo indicaba de paso que era la hora de la verdad.
Fernando de dos disparos certeros derribó a dos zombies que se sumaron a tres cadáveres ya derribados por los anteriores disparos de Rodrigo, dos se acercaron por la derecha y Alicia golpeó a uno en la cabeza quitandole una parte del cráneo, el otro fue abatido de forma devastadora por un golpe de una tubería que Moreno había tomado minutos antes del suelo, el golpe le dio justo en la cara, deformándosela y de paso matando a ese zombie, por ese lado del callejón ya ninguno venía afortunadamente. Por delante de los demás aun habían dos o tres y por la parte de atrás no había ninguno a la vista, no todo estaba perdido pero sabían que tampoco debían de salir corriendo sin dirección, si trazar un plan porque sino todo iría mal.
Carlos arrojó un pedazo de roca bastante pesada que golpeó a uno de los infectados en la cabeza, haciendo que esta luego de un "pong", un golpe seco y el cadáver calló al suelo, derramando una especie de líquidos negros que se sumaron a una parte del cerebro reventado, era algo morboso ciertamente aquellas imágenes que se estaban presenciando aunque ya la mayoría ni cara de asco ponía, ya esa parte estaba superada y ahora todo lo importante era sobrevivir. Dos disparos del arma de Rodrigo impactaron en la frente de otro que fue derribado y Fernando remató al tercer presente de un solo disparo, todo estaba despejado pero no por mucho, el sonido de gemidos al otro lado del muro se escuchaba, sabía que eso y los disparos atraerían a más provenientes de todas partes de la ciudad, la plaga ya se había expandido.
Rodrigo miró hacia el callejón despejado y notó que al final de este se encontraba una casa parecida a la de antes, de dos plantas pero esta sin ventanas alguna, era mucho mejor ya que para entrar había una reja bastante resistente a simple vista que podían usar para aguantar a algún infectado que por allí apareciera.
- Todos al callejón ahora, muévanse hasta el final del mismo de forma sigilosa- ordenó Rodrigo, de forma milagrosa todos aceptaron aquella idea que era mucho mejor, obviamente que quedarse en medio de la calle cómo tontos esperando la muerte.
- Tengan cuidado por donde van, sean rápidos y escuchen todo sonido que haya, esos son los métodos más ruines pero eficaces para sobrevivir- añadió Alicia, todos sin decir palabra alguna más comenzaron a correr agrupados por aquel pequeño callejón, Rodrigo estaba de ultimo de pie a la espera de que llegaran hasta el final, para luego caminar de forma sigilosa por el callejón en busca de eliminar algún infectado que estuviera por allí y trajera problemas, con él se había quedado Moreno ayudándolo, hasta obligado para quedarse, ya que por su cuenta propia no lo aceptaba, pero luego de un par de miradas de parte de Rodrigo y alguna que otra palabra este terminó por aceptar, Rodrigo sabía que este tipo se traía algo entre manos, no era totalmente honesto diciendo quién era y menos lo que hacía, eso tenía que descubrirlo antes de llevarlo hasta el lugar seguro, o si no tendrían al enemigo dentro, eso Rodrigo lo había aprendido estando en Irak años atrás, un amigo puede ser un enemigo.
Todos llegaron al final sin problema, de las ventanas de algunas casas en la segunda planta salían brazos con movimientos tontos seguidos por algunas cabezas de desesperados por carne que no sabían cómo llegar hasta abajo y que de seguro si se tiraban morirían, así que por ahora estos no eran problemáticos en lo absoluto. El pequeño grupo entró en la casa de fácil manera y al parecer no se escucharon sonidos fuera de lo normal extraños, pasaron varios minutos hasta que por la puerta salió una persona del grupo haciendo una seña de que todo estaba bien allí dentro, de que era seguro y de qué Rodrigo y Moreno podían avanzar a la casa para hacer lo que tenían planeado, luego el informante se adentró en la casa que estaba a oscuras y cerró la puerta por seguridad, era la hora de que Rodrigo averiguara qué quería aquel tipo, desde un principio esa había sido la idea por la cuál excusarse luego para quedarse a la espera de ultimo.
- Estás listo? - preguntó Rodrigo, mirándolo y susurrando estas ultimas palabras.
- Claro que lo estoy, por qué me tomas? - dijo Moreno, mirando a Rodrigo un poco de reojo.
- De eso quería hablar, quién coño eres? - preguntó ahora Rodrigo, mirando hacia delante un par de veces, luego hacia atras para cerciorar de que nada hubiera y luego volver la vista al tipo.
- Vale, veo que no podré engañarte....soy un Detective enviado por el gobierno....- dijo este mismo, respirando hondo.
- A si? y para que te enviaron?...- preguntó Rodrigo, aun sin aceptar del todo aquellas palabras.
- Eso no te lo puedo decir, vaya que son imbéciles ustedes los militares, creyendo que con sus armas y su fuerza pueden hacer todo lo que se les de la gana...- dijo irritado este mismo, escupiendo luego hacia abajo cerca de donde estaba de pie Rodrigo.
- Jamás digas eso de nosotros, no todos somos iguales...- dijo Rodrigo comenzando a enojarse con el tipo este ya.
- Todos son iguales, idiota...- se dio vuelta y comenzó a caminar por el callejón de forma lenta en dirección a donde los demás habían ido.
Ya había sido suficiente para Rodrigo, estaba más que enojado y más porque Moreno lo había insultado de tal forma, Rodrigo era orgulloso y jamás dejaría que dijeran cosas cómo esas hacia él. Silenciosamente caminó detrás de él y sacando el arma sin decir palabra alguna miró a Moreno quién contento por aquel insulto hacia el otro caminaba mirando hacia delante, Rodrigo disparó a una pierna de Moreno haciendo que el mismo se cayera de costado mientras que gritaba de dolor, Rodrigo se paro junto a el y le apuntó a la cabeza sonriendo.
- Jamás debiste de haber dicho eso, ni hacer lo que hiciste...- dijo y finalmente acabó por efectuar otro disparo, este de forma fácil entro en el cráneo de Moreno entre ceja y ceja, salpicando sangre hacia todos lados y haciendo un charco de lo mismo en el suelo. Rodrigo se limpió un poco la sangre que tenía en el rostro, guardó el arma y siguió caminando de forma silenciosa, la muerte de Moreno había sido producida en una zona oscura del callejón, así que Rodrigo volteó cuándo estaba en la puerta de la casa mirando que el cadáver no se divisaba desde allá.
Abrió la puerta, se adentró un poco pero antes cerro aquella reja que había en la puerta desde la parte de afuera, era maciza y recién hecha por lo que pudo notar a la falta de oxido en el metal, eso sería mejor y aguantaría más, luego cerró la puerta y se volteó mirando el entorno, lo que pudo ver fue velas encendidas por todas partes, eran bastantes buenas ya que alumbraban las habitaciones y encima no eran llamativas así que el grupo podía pasar desapercibido un buen rato si no hacían mucho escándalo. Al pasar a la primera habitación alumbrada miró cómo un par de personas estaban sentada contra un rincón hablando sobre quién sabe que, luego por la puerta abierta se podía ver que en la otra sala había más movimiento. Así que Rodrigo se dirigió a esa zona. Apenas al entrar notó que las miradas de todos se posaron en él, quién sabe por que.
- Qué a pasado? escuchamos disparos y gritos desde afuera...- Fernando se le acercó un poco preocupado mirando hacia atrás de él ya de paso notando la ausencia de alguien. - Y el otro tipo qué estaba contigo? - preguntó luego.
- Cuándo estábamos caminando hacia acá, un infectado saltó encima de este tipo y comenzó a moverse de un lado a otro pero sin morderlo, alcancé a pegar un tiro en la espalda al podrido pero ustedes saben cómo son, intenté apuntarle otra vez a la cabeza cuándo finalmente este mismo mordió en el cuello a mi acompañante arrancándole gran parte del cuello...fue un baño de sangre- Rodrigo pausó negando con la cabeza y suspirando cómo apenado -... cayeron al suelo ambos con el pie golpeé al zombie en la cabeza reventándosela...y bueno el segundo disparo ya saben para quién fue...- levantó los hombros sin más.
Fernando negó con la cabeza - ya igual, hiciste lo que pudiste para salvarlo y no se pudo...- se dio vuelta y todos volvieron a mirar a la mesa que estaba en el centro de la ronda, cómo mirando algo, Rodrigo se acercó a ellos y miro al mismo lugar, en el medio de la mesa había un mapa extendido y un par de marcadores rojos en los costados, estaban trazando alguna ruta hacia algún lugar o algo, eso la verdad no le importaba mucho a Rodrigo así que dejó que siguieran con lo que hacían.
Había una puerta más abierta por la cuál pasó y pudo ver a Zed, la novia de Arturo entre otras personas más conocidas, pero no pudo ver ni a Arturo ni a Alicia que extrañamente habían desaparecido del lugar, era extraño claramente y Rodrigo no podía quedarse sin saber que sucedía, así que decidió tomar una vela y subir a la segunda planta la cuál parecía que nadie había, de forma silenciosa avanzó por el corredor principal apagando la vela ya que notó que alumbraba demasiado para su gusto, la dejó sobre una mesita sin hacer el más mínimo sonido y siguió avanzando, hasta que encontró una puerta entre abierta apenas, cómo si alguien la hubiera dejado de forma despistada así y desde adentro salía una luz, de una vela seguro, así que apenas asomándose introdujo la cabeza para mirar nomas que sucedía. Fue grande la sorpresa que se llevó al ver qué Alicia y Arturo estaban juntos, dándose un beso, pero qué!?, Rodrigo no podía creer lo que estaba viendo, la confusión inundo la cabeza de Rodrigo tras sentir que algo extraño pasaba, haber visto a aquellas dos personas de quién menos se esperaba que engañar a su pareja, besándose había cambiado mucho los roles.
Para no interrumpir, decidido a no meterse en temas cómo esos y ocultar aquel secreto que desde ahora sabía retiró la cabeza de entre la puerta media abierta y fue tan grande la sorpresa que se llevó que casi hasta grita, suerte que contuvo aquel sonido y los dos más presentes delante ni se enteraron de la presencia de Rodrigo. Detrás de él estaba de pie otro joven mirándolo con una gran sonrisa, algo extraño si. Rodrigo negando con la cabeza por aquel susto tan tonto que se había llevado le hizo señas de que fueran a otra habitación continua a donde estaban, para poder hablar sin levantar sospechas de Alicia y Arturo. El otro aceptó y así cerrando la puerta sigilosamente entraron a la otra habitación también cerrando la puerta sin hacer ni el más pequeño sonido.
- Tu eres? - preguntó Rodrigo, mirándolo de reojo.
- Soy Marcos, tu? - preguntó este con un tono un tanto infantil que a Rodrigo irritaba.
- Rodrigo, qué has visto? - preguntó luego.
- Lo mismo que tu, que pasada no, tío?- dijo Marcos en tonto burlon.
- La verdad es que no, es algo importante esto...nadie puede saberlo - dijo Rodrigo seriamente, mirándolo.
- Cómo que nadie puede saberlo? si lo contara tío sería la bomba, voy a decírselo a todos te guste o no....- finalizó entusiasmado el mismo.
Rodrigo negó con la cabeza, no podía creerlo así que no tubo más opción, caminó de forma lenta hacia Marcos y sacando un cuchillo que anteriormente había tomado de la cocina de la misma casa, hizo un sólo movimiento levantando el cuchillo, cortando desde el comienzo del estomago hasta la garganta de Marcos, el cuál sin poder ni siquiera gritar calló por una ventana semi abierta que había en la misma sala, cayendo al suelo a la vez que impactaba con la cabeza y moría al instante por lo visto.
Rodrigo arrojó el cuchillo que cayó entre el césped sin hacer ruidos escandalosos, nadie se había enterado de aquel suceso y nadie debía hacerlo.
- Joder, dos en un rato ya es demasiado por un día....- dijo el mismo y limpiándose un poco de sangre nuevamente de la cara salió de la habitación en silencio para que nadie más lo notara.
Pero sin oportunidad de ocultarse mientras cerraba la puerta la de al lado se abrió y de la misma salieron Alicia y Arturo, mirando a Rodrigo ahora con cara de miedo por temor a que su secreto haya sido descubierto.
- Encontraron algo que sirva en esa habitación? Porque en esta no hay nada, maldita casa...- dijo Rodrigo rápidamente para que no sucediera nada incomodo, ya Alicia y Arturo sabía que Rodrigo los había descubierto pero por la forma en que había sacado un tema sabían que nada diría el.
- Mientras pasabas por acá notaste algo raro desde dentro de la habitación de la cuál salimos? - preguntó Alicia aún con un poco de temor.
Rodrigo hizo una expresión de negación con la cara y la respaldó negando con la cabeza. - Extraño? por ahora nada extraño hay en la casa, mejor bajemos que la obscuridad me está poniendo incomodo...- y así golpeando el hombro de Alicia de forma amistosa bajó primero, luego de eso Alicia y Arturo a la par bajaron, aliviados por descubrir que Rodrigo nada diría sinceramente.
La noche ya había caído en la ciudad y las luces de el fuego, de la calle y de las casas iluminaba el morboso paisaje que impregnado de sangre, muertes y infectados se volvía lo normal a los ojos de aquel grupo de sobrevivientes.
Ahora solo una pregunta reinaba entre todos, ¿Qué harían para sobrevivir y salir vivos de el infierno?
Los novatos en esto de el apocalipsis estaban aterrados, Rodrigo podía notar en el aire cómo estaba todo tenso, algunos hasta lagrimeaban pensando en que la muerte estaba cerca, gritos y gemidos se acercaban a dónde aquel reducido grupo de sobrevivientes se preparaba para la lucha. Pasaron varios minutos de desesperación, algunos buscaban objetos con los que defenderse, otros ya preparados se miraban entre si intercambiando ideas, y alguno que otro miraba hacia los alrededores para buscar una salida, entre ellos se encontraba Rodrigo que ya había visto un pequeño edifico de apenas dos plantas, sin ninguna ventana visible y con una puerta del estilo antiguo, quizás de roble que podía resistir lo suficiente hasta llegar al otro lado de aquel lugar y escapar, una sonrisa se esbozo en la cara de Rodrigo, la primera en horas.
Ya no había lugar para pánico ni temor, el aire daba que respirar de sobra y la tensión se podía cortar fácilmente con un cuchillo, todos sabían a lo que se enfrentarían y ya nadie se arrepentía de haber salido de aquel agujero, o al menos nadie lo daba a reconocer por sus rostros. Hubo un segundo de silencio, ni los gemidos de los infectados que ya estaban cerca se escuchaban, el eterno silencio se terminó al escucharse las pisadas de las bestias que ya estaban más que cerca, un disparo se escuchó, este provenía del arma de Rodrigo que ya estaba humeante, dos o tres rugidos más salieron de la misma, y consigo indicaba de paso que era la hora de la verdad.
Fernando de dos disparos certeros derribó a dos zombies que se sumaron a tres cadáveres ya derribados por los anteriores disparos de Rodrigo, dos se acercaron por la derecha y Alicia golpeó a uno en la cabeza quitandole una parte del cráneo, el otro fue abatido de forma devastadora por un golpe de una tubería que Moreno había tomado minutos antes del suelo, el golpe le dio justo en la cara, deformándosela y de paso matando a ese zombie, por ese lado del callejón ya ninguno venía afortunadamente. Por delante de los demás aun habían dos o tres y por la parte de atrás no había ninguno a la vista, no todo estaba perdido pero sabían que tampoco debían de salir corriendo sin dirección, si trazar un plan porque sino todo iría mal.
Carlos arrojó un pedazo de roca bastante pesada que golpeó a uno de los infectados en la cabeza, haciendo que esta luego de un "pong", un golpe seco y el cadáver calló al suelo, derramando una especie de líquidos negros que se sumaron a una parte del cerebro reventado, era algo morboso ciertamente aquellas imágenes que se estaban presenciando aunque ya la mayoría ni cara de asco ponía, ya esa parte estaba superada y ahora todo lo importante era sobrevivir. Dos disparos del arma de Rodrigo impactaron en la frente de otro que fue derribado y Fernando remató al tercer presente de un solo disparo, todo estaba despejado pero no por mucho, el sonido de gemidos al otro lado del muro se escuchaba, sabía que eso y los disparos atraerían a más provenientes de todas partes de la ciudad, la plaga ya se había expandido.
Rodrigo miró hacia el callejón despejado y notó que al final de este se encontraba una casa parecida a la de antes, de dos plantas pero esta sin ventanas alguna, era mucho mejor ya que para entrar había una reja bastante resistente a simple vista que podían usar para aguantar a algún infectado que por allí apareciera.
- Todos al callejón ahora, muévanse hasta el final del mismo de forma sigilosa- ordenó Rodrigo, de forma milagrosa todos aceptaron aquella idea que era mucho mejor, obviamente que quedarse en medio de la calle cómo tontos esperando la muerte.
- Tengan cuidado por donde van, sean rápidos y escuchen todo sonido que haya, esos son los métodos más ruines pero eficaces para sobrevivir- añadió Alicia, todos sin decir palabra alguna más comenzaron a correr agrupados por aquel pequeño callejón, Rodrigo estaba de ultimo de pie a la espera de que llegaran hasta el final, para luego caminar de forma sigilosa por el callejón en busca de eliminar algún infectado que estuviera por allí y trajera problemas, con él se había quedado Moreno ayudándolo, hasta obligado para quedarse, ya que por su cuenta propia no lo aceptaba, pero luego de un par de miradas de parte de Rodrigo y alguna que otra palabra este terminó por aceptar, Rodrigo sabía que este tipo se traía algo entre manos, no era totalmente honesto diciendo quién era y menos lo que hacía, eso tenía que descubrirlo antes de llevarlo hasta el lugar seguro, o si no tendrían al enemigo dentro, eso Rodrigo lo había aprendido estando en Irak años atrás, un amigo puede ser un enemigo.
Todos llegaron al final sin problema, de las ventanas de algunas casas en la segunda planta salían brazos con movimientos tontos seguidos por algunas cabezas de desesperados por carne que no sabían cómo llegar hasta abajo y que de seguro si se tiraban morirían, así que por ahora estos no eran problemáticos en lo absoluto. El pequeño grupo entró en la casa de fácil manera y al parecer no se escucharon sonidos fuera de lo normal extraños, pasaron varios minutos hasta que por la puerta salió una persona del grupo haciendo una seña de que todo estaba bien allí dentro, de que era seguro y de qué Rodrigo y Moreno podían avanzar a la casa para hacer lo que tenían planeado, luego el informante se adentró en la casa que estaba a oscuras y cerró la puerta por seguridad, era la hora de que Rodrigo averiguara qué quería aquel tipo, desde un principio esa había sido la idea por la cuál excusarse luego para quedarse a la espera de ultimo.
- Estás listo? - preguntó Rodrigo, mirándolo y susurrando estas ultimas palabras.
- Claro que lo estoy, por qué me tomas? - dijo Moreno, mirando a Rodrigo un poco de reojo.
- De eso quería hablar, quién coño eres? - preguntó ahora Rodrigo, mirando hacia delante un par de veces, luego hacia atras para cerciorar de que nada hubiera y luego volver la vista al tipo.
- Vale, veo que no podré engañarte....soy un Detective enviado por el gobierno....- dijo este mismo, respirando hondo.
- A si? y para que te enviaron?...- preguntó Rodrigo, aun sin aceptar del todo aquellas palabras.
- Eso no te lo puedo decir, vaya que son imbéciles ustedes los militares, creyendo que con sus armas y su fuerza pueden hacer todo lo que se les de la gana...- dijo irritado este mismo, escupiendo luego hacia abajo cerca de donde estaba de pie Rodrigo.
- Jamás digas eso de nosotros, no todos somos iguales...- dijo Rodrigo comenzando a enojarse con el tipo este ya.
- Todos son iguales, idiota...- se dio vuelta y comenzó a caminar por el callejón de forma lenta en dirección a donde los demás habían ido.
Ya había sido suficiente para Rodrigo, estaba más que enojado y más porque Moreno lo había insultado de tal forma, Rodrigo era orgulloso y jamás dejaría que dijeran cosas cómo esas hacia él. Silenciosamente caminó detrás de él y sacando el arma sin decir palabra alguna miró a Moreno quién contento por aquel insulto hacia el otro caminaba mirando hacia delante, Rodrigo disparó a una pierna de Moreno haciendo que el mismo se cayera de costado mientras que gritaba de dolor, Rodrigo se paro junto a el y le apuntó a la cabeza sonriendo.
- Jamás debiste de haber dicho eso, ni hacer lo que hiciste...- dijo y finalmente acabó por efectuar otro disparo, este de forma fácil entro en el cráneo de Moreno entre ceja y ceja, salpicando sangre hacia todos lados y haciendo un charco de lo mismo en el suelo. Rodrigo se limpió un poco la sangre que tenía en el rostro, guardó el arma y siguió caminando de forma silenciosa, la muerte de Moreno había sido producida en una zona oscura del callejón, así que Rodrigo volteó cuándo estaba en la puerta de la casa mirando que el cadáver no se divisaba desde allá.
Abrió la puerta, se adentró un poco pero antes cerro aquella reja que había en la puerta desde la parte de afuera, era maciza y recién hecha por lo que pudo notar a la falta de oxido en el metal, eso sería mejor y aguantaría más, luego cerró la puerta y se volteó mirando el entorno, lo que pudo ver fue velas encendidas por todas partes, eran bastantes buenas ya que alumbraban las habitaciones y encima no eran llamativas así que el grupo podía pasar desapercibido un buen rato si no hacían mucho escándalo. Al pasar a la primera habitación alumbrada miró cómo un par de personas estaban sentada contra un rincón hablando sobre quién sabe que, luego por la puerta abierta se podía ver que en la otra sala había más movimiento. Así que Rodrigo se dirigió a esa zona. Apenas al entrar notó que las miradas de todos se posaron en él, quién sabe por que.
- Qué a pasado? escuchamos disparos y gritos desde afuera...- Fernando se le acercó un poco preocupado mirando hacia atrás de él ya de paso notando la ausencia de alguien. - Y el otro tipo qué estaba contigo? - preguntó luego.
- Cuándo estábamos caminando hacia acá, un infectado saltó encima de este tipo y comenzó a moverse de un lado a otro pero sin morderlo, alcancé a pegar un tiro en la espalda al podrido pero ustedes saben cómo son, intenté apuntarle otra vez a la cabeza cuándo finalmente este mismo mordió en el cuello a mi acompañante arrancándole gran parte del cuello...fue un baño de sangre- Rodrigo pausó negando con la cabeza y suspirando cómo apenado -... cayeron al suelo ambos con el pie golpeé al zombie en la cabeza reventándosela...y bueno el segundo disparo ya saben para quién fue...- levantó los hombros sin más.
Fernando negó con la cabeza - ya igual, hiciste lo que pudiste para salvarlo y no se pudo...- se dio vuelta y todos volvieron a mirar a la mesa que estaba en el centro de la ronda, cómo mirando algo, Rodrigo se acercó a ellos y miro al mismo lugar, en el medio de la mesa había un mapa extendido y un par de marcadores rojos en los costados, estaban trazando alguna ruta hacia algún lugar o algo, eso la verdad no le importaba mucho a Rodrigo así que dejó que siguieran con lo que hacían.
Había una puerta más abierta por la cuál pasó y pudo ver a Zed, la novia de Arturo entre otras personas más conocidas, pero no pudo ver ni a Arturo ni a Alicia que extrañamente habían desaparecido del lugar, era extraño claramente y Rodrigo no podía quedarse sin saber que sucedía, así que decidió tomar una vela y subir a la segunda planta la cuál parecía que nadie había, de forma silenciosa avanzó por el corredor principal apagando la vela ya que notó que alumbraba demasiado para su gusto, la dejó sobre una mesita sin hacer el más mínimo sonido y siguió avanzando, hasta que encontró una puerta entre abierta apenas, cómo si alguien la hubiera dejado de forma despistada así y desde adentro salía una luz, de una vela seguro, así que apenas asomándose introdujo la cabeza para mirar nomas que sucedía. Fue grande la sorpresa que se llevó al ver qué Alicia y Arturo estaban juntos, dándose un beso, pero qué!?, Rodrigo no podía creer lo que estaba viendo, la confusión inundo la cabeza de Rodrigo tras sentir que algo extraño pasaba, haber visto a aquellas dos personas de quién menos se esperaba que engañar a su pareja, besándose había cambiado mucho los roles.
Para no interrumpir, decidido a no meterse en temas cómo esos y ocultar aquel secreto que desde ahora sabía retiró la cabeza de entre la puerta media abierta y fue tan grande la sorpresa que se llevó que casi hasta grita, suerte que contuvo aquel sonido y los dos más presentes delante ni se enteraron de la presencia de Rodrigo. Detrás de él estaba de pie otro joven mirándolo con una gran sonrisa, algo extraño si. Rodrigo negando con la cabeza por aquel susto tan tonto que se había llevado le hizo señas de que fueran a otra habitación continua a donde estaban, para poder hablar sin levantar sospechas de Alicia y Arturo. El otro aceptó y así cerrando la puerta sigilosamente entraron a la otra habitación también cerrando la puerta sin hacer ni el más pequeño sonido.
- Tu eres? - preguntó Rodrigo, mirándolo de reojo.
- Soy Marcos, tu? - preguntó este con un tono un tanto infantil que a Rodrigo irritaba.
- Rodrigo, qué has visto? - preguntó luego.
- Lo mismo que tu, que pasada no, tío?- dijo Marcos en tonto burlon.
- La verdad es que no, es algo importante esto...nadie puede saberlo - dijo Rodrigo seriamente, mirándolo.
- Cómo que nadie puede saberlo? si lo contara tío sería la bomba, voy a decírselo a todos te guste o no....- finalizó entusiasmado el mismo.
Rodrigo negó con la cabeza, no podía creerlo así que no tubo más opción, caminó de forma lenta hacia Marcos y sacando un cuchillo que anteriormente había tomado de la cocina de la misma casa, hizo un sólo movimiento levantando el cuchillo, cortando desde el comienzo del estomago hasta la garganta de Marcos, el cuál sin poder ni siquiera gritar calló por una ventana semi abierta que había en la misma sala, cayendo al suelo a la vez que impactaba con la cabeza y moría al instante por lo visto.
Rodrigo arrojó el cuchillo que cayó entre el césped sin hacer ruidos escandalosos, nadie se había enterado de aquel suceso y nadie debía hacerlo.
- Joder, dos en un rato ya es demasiado por un día....- dijo el mismo y limpiándose un poco de sangre nuevamente de la cara salió de la habitación en silencio para que nadie más lo notara.
Pero sin oportunidad de ocultarse mientras cerraba la puerta la de al lado se abrió y de la misma salieron Alicia y Arturo, mirando a Rodrigo ahora con cara de miedo por temor a que su secreto haya sido descubierto.
- Encontraron algo que sirva en esa habitación? Porque en esta no hay nada, maldita casa...- dijo Rodrigo rápidamente para que no sucediera nada incomodo, ya Alicia y Arturo sabía que Rodrigo los había descubierto pero por la forma en que había sacado un tema sabían que nada diría el.
- Mientras pasabas por acá notaste algo raro desde dentro de la habitación de la cuál salimos? - preguntó Alicia aún con un poco de temor.
Rodrigo hizo una expresión de negación con la cara y la respaldó negando con la cabeza. - Extraño? por ahora nada extraño hay en la casa, mejor bajemos que la obscuridad me está poniendo incomodo...- y así golpeando el hombro de Alicia de forma amistosa bajó primero, luego de eso Alicia y Arturo a la par bajaron, aliviados por descubrir que Rodrigo nada diría sinceramente.
La noche ya había caído en la ciudad y las luces de el fuego, de la calle y de las casas iluminaba el morboso paisaje que impregnado de sangre, muertes y infectados se volvía lo normal a los ojos de aquel grupo de sobrevivientes.
Ahora solo una pregunta reinaba entre todos, ¿Qué harían para sobrevivir y salir vivos de el infierno?
.:Rodriux:.- Superviviente
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
Por fin los supervivientes alcanzamos la salida de aquella apestosa cloaca y salimos hacia el exterior.
Pero en cuanto acabamos de salir alertamos a unos cuantos zombies que por allí deambulaban.
Sergio y yo nos miramos y afirmamos con la cabeza; esto ya no era un juego, la ciudad se había envuelto en un puto apocalipsis del que teníamos que escapar.
Fernando y Rodrigo dispararon algunas balas que impactaron y mataron a 3 zombies, luego Alicia y Moreno atacaron con unos utensilios de hierro.
Yo- Sergio, tengo que ayudarles, la espera me está matando.
Sergio- Tira, nadie te está cojiendo.
Yo- No vienes?
Sergio- Prefiero esperar tranquilamente.
Yo- Pues ahí te quedas.
Fui hacia donde estaba el grupo que estaba luchando y como no encontré nada útil, agarré una gran piedra y se la tiré a un zombie.
Aproveche que estaba en el suelo para tirarle la roca encima. Le acerté, y vi sus sesos entre el asfalto y parecía que ya me estaba acostumbrando.
Cuando me di cuenta, me fije en que el grupo se estaba retirando hacia un callejón y los seguimos.
Entramos en una casa de dos plantas abandonada y allí descansamos.
Sergio y yo, nos sentamos en la esquina de la primera habitación, y nos pusimos a hablar sobre que haríamos.
Sergio- Bueno Carlitos, y ahora que?
yo- como que y ahora que!
Sergio- Pues que mierda vamos a hacer tronco.
Yo- Que te has fumado?? Pues pirarnos de aquí.
Sergio- Y donde vamos?
Yo- Yo creo que lo más sensato es ir a Huercal, pero con todo este lío las carreteras de salida estarán cortadas o colapsadas, incluso llenas de zombies.
PUM!
Sergio- Eso era una pipa?
Yo- ha tenido toda la pinta.
En ese instante entró por la puerta un hombre fuerte y firme, nos miró y pasó hacia donde estaba todo el mundo.
Sergio- Quien coño era ese?
Yo- Me parece que se llamaba Rodrigo.
Sergio- Habrá sido el quien ha disparado?
Yo- Supongo, habrá aparecido algún zombie de la oscuridad.
Sergio- Tengo un mal presentimiento.
Yo- De esos que te dan un.....
Sergio- Si, como un chungo.
Yo-Miramos afuera?
Sergio-Pero con cuidado.
Sergio y yo quitamos el pestillo y salimos fuera.
Sergio- Carlos!!! mira ven!
yo- ??
Cuando me acerqué a donde Sergio me señalaba, me encontré la figura de moreno, aquel detective que nos acompañaba.
Sergio- aa... aaa..aaa sido e..eel
Yo- es un asesino!
Sergio- Debemos decírselo a los demás.
Yo- Y si nos mata?
Sergio- Es verdad! mejor no decimos nada.
Yo- Pero lo vigilaremos.
Sergio- Y si fué mordido y se suicido?
Yo- no se le veía ninguna marca de tal suceso, y el agujero lo tenía en la frente.
Sergio- Estas seguro?
Yo- Muy seguro, ya sabes que estudio medicina.
Después de contemplar esa terrible escena entramos en la casa y fuimos donde los demás.
Allí buscaban a alguien para buscar comida antes de que anocheciera.
Fernando- Tenemos que encontrar comida antes de que anochezca o no comeremos hasta mañana por la mañana.
???- Me parece que yo os ayudaré en esa tarea.
Facundo- Pues no me queda otra, yo también iré.
Sergio-Yo- Y nosotros.
Fernando- Perfecto, aquella área de la casa no está explorada y como no he visto ninguna cocina creo que está allí.
Pero también puede haber zombies así que habrá que tener cuidado.
???- Al parecer ya estamos listos.
Fernando- En marcha.
Lentamente pasamos a el otro lado de la casa que se encontraba a oscuras, pero no parecía haber ningún zombie.
Facundo- Pues esto está tranquilo, quiero decir que no hay infectados.
Fernando- Nunca hay que fiarse, lo digo por experiencia.
???- Experiencia con los zombies?
Fernando- Si, esto pasó en aquella ciudad que bombardearon con bombas nucleares.
Yo- Quieres decir que lo de las bombas solo encubría un asunto mas peliagudo?
Fernando- Si.
Sergio- Como conseguiste salir de allí?
Fernando- bla bla bla.................................................................
???- Entiendo entonces tu preocupación.
Facundi- Anda mirad , la cocina.
Sergio- Vamos a hincharnos! :p
Yo- No! tenemos que llevar la comida hasta donde están los otros.
Sergio- Vale.
Cogimos la comida que pudimos y la que no nos la comimos, después volvimos otra vez a la sala donde estaba la gente y dejamos la comida.
Me asomé a la puerta y estaba empezando a oscurecer, parece que pasaríamos nuestra primer noche allí.
Pero en cuanto acabamos de salir alertamos a unos cuantos zombies que por allí deambulaban.
Sergio y yo nos miramos y afirmamos con la cabeza; esto ya no era un juego, la ciudad se había envuelto en un puto apocalipsis del que teníamos que escapar.
Fernando y Rodrigo dispararon algunas balas que impactaron y mataron a 3 zombies, luego Alicia y Moreno atacaron con unos utensilios de hierro.
Yo- Sergio, tengo que ayudarles, la espera me está matando.
Sergio- Tira, nadie te está cojiendo.
Yo- No vienes?
Sergio- Prefiero esperar tranquilamente.
Yo- Pues ahí te quedas.
Fui hacia donde estaba el grupo que estaba luchando y como no encontré nada útil, agarré una gran piedra y se la tiré a un zombie.
Aproveche que estaba en el suelo para tirarle la roca encima. Le acerté, y vi sus sesos entre el asfalto y parecía que ya me estaba acostumbrando.
Cuando me di cuenta, me fije en que el grupo se estaba retirando hacia un callejón y los seguimos.
Entramos en una casa de dos plantas abandonada y allí descansamos.
Sergio y yo, nos sentamos en la esquina de la primera habitación, y nos pusimos a hablar sobre que haríamos.
Sergio- Bueno Carlitos, y ahora que?
yo- como que y ahora que!
Sergio- Pues que mierda vamos a hacer tronco.
Yo- Que te has fumado?? Pues pirarnos de aquí.
Sergio- Y donde vamos?
Yo- Yo creo que lo más sensato es ir a Huercal, pero con todo este lío las carreteras de salida estarán cortadas o colapsadas, incluso llenas de zombies.
PUM!
Sergio- Eso era una pipa?
Yo- ha tenido toda la pinta.
En ese instante entró por la puerta un hombre fuerte y firme, nos miró y pasó hacia donde estaba todo el mundo.
Sergio- Quien coño era ese?
Yo- Me parece que se llamaba Rodrigo.
Sergio- Habrá sido el quien ha disparado?
Yo- Supongo, habrá aparecido algún zombie de la oscuridad.
Sergio- Tengo un mal presentimiento.
Yo- De esos que te dan un.....
Sergio- Si, como un chungo.
Yo-Miramos afuera?
Sergio-Pero con cuidado.
Sergio y yo quitamos el pestillo y salimos fuera.
Sergio- Carlos!!! mira ven!
yo- ??
Cuando me acerqué a donde Sergio me señalaba, me encontré la figura de moreno, aquel detective que nos acompañaba.
Sergio- aa... aaa..aaa sido e..eel
Yo- es un asesino!
Sergio- Debemos decírselo a los demás.
Yo- Y si nos mata?
Sergio- Es verdad! mejor no decimos nada.
Yo- Pero lo vigilaremos.
Sergio- Y si fué mordido y se suicido?
Yo- no se le veía ninguna marca de tal suceso, y el agujero lo tenía en la frente.
Sergio- Estas seguro?
Yo- Muy seguro, ya sabes que estudio medicina.
Después de contemplar esa terrible escena entramos en la casa y fuimos donde los demás.
Allí buscaban a alguien para buscar comida antes de que anocheciera.
Fernando- Tenemos que encontrar comida antes de que anochezca o no comeremos hasta mañana por la mañana.
???- Me parece que yo os ayudaré en esa tarea.
Facundo- Pues no me queda otra, yo también iré.
Sergio-Yo- Y nosotros.
Fernando- Perfecto, aquella área de la casa no está explorada y como no he visto ninguna cocina creo que está allí.
Pero también puede haber zombies así que habrá que tener cuidado.
???- Al parecer ya estamos listos.
Fernando- En marcha.
Lentamente pasamos a el otro lado de la casa que se encontraba a oscuras, pero no parecía haber ningún zombie.
Facundo- Pues esto está tranquilo, quiero decir que no hay infectados.
Fernando- Nunca hay que fiarse, lo digo por experiencia.
???- Experiencia con los zombies?
Fernando- Si, esto pasó en aquella ciudad que bombardearon con bombas nucleares.
Yo- Quieres decir que lo de las bombas solo encubría un asunto mas peliagudo?
Fernando- Si.
Sergio- Como conseguiste salir de allí?
Fernando- bla bla bla.................................................................
???- Entiendo entonces tu preocupación.
Facundi- Anda mirad , la cocina.
Sergio- Vamos a hincharnos! :p
Yo- No! tenemos que llevar la comida hasta donde están los otros.
Sergio- Vale.
Cogimos la comida que pudimos y la que no nos la comimos, después volvimos otra vez a la sala donde estaba la gente y dejamos la comida.
Me asomé a la puerta y estaba empezando a oscurecer, parece que pasaríamos nuestra primer noche allí.
PeKaDoR- Lich King
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
Fernando y Facundo iban detrás cuando entraron en el salón de nuevo para llevar la comida. Pero antes de llegar habían escuchado un golpe seco en algún lugar de la casa, pero lo primero era llevar los alimentos hasta los demás,
Una vez realizada la entrega Facundo y Fernando fueron a investigar la procedencia de aquel golpe, al salir de la habitación y continuar por el pasillo volvieron a escuchar otro golpe. Fuera lo que fuese se estaban acercando al sonido.
En frente de Facundo había dos puertas, Fernando que estaba unos metros más atrás se acercó a Facundo mientras este hacia señas para que fuera en silencio. El golpe sonó ahora más fuerte que antes.
-De ahí viene el sonido- dijo Facundo señalando una de las puertas que tenía en frente.
-De acuerdo, yo abro y tu liquidas- contestó Fernando agarrando el picaporte de la puerta- Preparate Facundo, una, dos y tres...
Fernando tiró del picaporte, pero la puerta no se abrió, estaba cerrada o atrancada. Facundo con el arma en alto miro a Fernando y no pudo contener una carcajada que salió estruendosamente de su boca.
El joven avergonzado por su acción se paró en frente de la puerta, miró a Facundo, este le leía como un libro abierto y alzó el arma. Cogió carrerilla y plantó su zapatilla en la puerta pero no la abrió. Volvió hacer el mismo procedimiento.
De la habitación salió un infectado que parecía haberse infectado hacia poco, sus pasos rápidos se dirigian hacia Fernando pero un disparó certero acertó en la cabeza de la criatura. Un gemido lastimero salió de dentro de la habitación. Ahora Fernando con su arma en alto entró y vió la grotesca imagen de la familia que habitaba allí antes.
El pequeño niño que parecía ser el hijo estaba tendido en el suelo y su madre se estaba alimentando con él.
Un disparo impactó sobre la nuca de la mujer y otro sobre el niño que movía sus ojos alocadamente.
Sin mediar más palabras volvieron a la habitación principal después registrar la habitación y meter al padre dentro.
Una vez realizada la entrega Facundo y Fernando fueron a investigar la procedencia de aquel golpe, al salir de la habitación y continuar por el pasillo volvieron a escuchar otro golpe. Fuera lo que fuese se estaban acercando al sonido.
En frente de Facundo había dos puertas, Fernando que estaba unos metros más atrás se acercó a Facundo mientras este hacia señas para que fuera en silencio. El golpe sonó ahora más fuerte que antes.
-De ahí viene el sonido- dijo Facundo señalando una de las puertas que tenía en frente.
-De acuerdo, yo abro y tu liquidas- contestó Fernando agarrando el picaporte de la puerta- Preparate Facundo, una, dos y tres...
Fernando tiró del picaporte, pero la puerta no se abrió, estaba cerrada o atrancada. Facundo con el arma en alto miro a Fernando y no pudo contener una carcajada que salió estruendosamente de su boca.
El joven avergonzado por su acción se paró en frente de la puerta, miró a Facundo, este le leía como un libro abierto y alzó el arma. Cogió carrerilla y plantó su zapatilla en la puerta pero no la abrió. Volvió hacer el mismo procedimiento.
De la habitación salió un infectado que parecía haberse infectado hacia poco, sus pasos rápidos se dirigian hacia Fernando pero un disparó certero acertó en la cabeza de la criatura. Un gemido lastimero salió de dentro de la habitación. Ahora Fernando con su arma en alto entró y vió la grotesca imagen de la familia que habitaba allí antes.
El pequeño niño que parecía ser el hijo estaba tendido en el suelo y su madre se estaba alimentando con él.
Un disparo impactó sobre la nuca de la mujer y otro sobre el niño que movía sus ojos alocadamente.
Sin mediar más palabras volvieron a la habitación principal después registrar la habitación y meter al padre dentro.
Toletum- Jefe de Los Barbaros
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
Otro día mas.
Me acababa de levantar, despertado por un ruido en la calle que no podía explicar. Pero por mi vagueza, ni miré ni abrí la persiana de las ventanas. Otro día mas donde no ocurría nada nuevo, ni nada interesante, por lo visto.. El balón de basket me estaba esperando en el rincón al igual que el teclado y el ratón del ordenador sobre la mesa. Los libros, apilados al lado de ella, para ese último rato libre que me siempre me quedaba.
Cojí un bol y lo llené de cerales y leche, con torpeza, cayendo por los lados la leche que vertía sobre ella. No estaba aún despierto, y sinceramente, aún tenía mucho sueño, y eso que me desperté a las 2 de la tarde.
Dirijiendome al sofá encendí la telelvisíón para ver alguna cosa que sea interesante, mientras me sentaba al sofá, con el bol en la mano. Sintonizaba aún los canales de la tele cuando lo encendí, extrañado, me levanté y dí dos golpes a la televisión. Viendo que seguía sin verse ningúna señal, lo apagué, terminando el bol de cereales mirando las telarañas del techo.
Al terminarlo, cojí el balón de basket, con la intención de tener un buén día empezando a meter canastas hasta sudar como un cerdo. Salí de mi apartamento, cerrando con llaves la puerta. Miré de izquierda a derecha mientras guardaba las llaves en mi mochilla, en los pasillos no había nadie, ni se escuchaba televisores encendidos, ni personas que estuvieran hablando ni nada de eso. Sin hacer caso de ello, bajé las escaleras hasta llegar al portal.
Antes de llegar al portal, el ruido que me despertó cesó, como si hubieran desaparecido todos.. Y al parecer, eso es lo que ocurrió. Salí de la calle, mirando de izquierda a derecha, y no había ni un alma en ella, todas las tiendas cerradas, periódicos y papeles en el suelo, como si todos hubieran huido de algo y yo sin enterrarme de nada.
Pero seguía con la intención de jugar al basket, aunque en el fondo, esa panoráma me acojonaba bastante. En el camino, hacia las canchas con toda la tranquilidad del mundo, ví una familia empaquetando sus cosas, y metiendolo todo rápidamente en el todo-terreno que tenían como vehículo. Me acerqué a ellos, queriendo preguntar una cosa.
- Buenas.. me puede decir dónde está toda la gente? Que parece que hay una invasión de extraterrestres. - Bromeé.
El hombre no me hizo caso, mandando a su mujer y a su hija meterse en el coche rápidamente, sin escusa alguna de haberse dejado cualquiér cosa en el piso.
- Debes irte de esta ciudad muchacho, llegarán en pocos minútos. -
Se subió al coche, cerrando la puerta y girando la llave del coche, haciendo que este se pusiera en marcha.
- Dígame quienes llegan, vamós!. -
Miraba la cara de aquel hombre, y lo que pintaba no era nada bueno, porque en su rostro reflejaba miedo y temor, como si hubieran visto el Big Foot en persona. me miró con los ojos fijados a las mías.
- La infectión, el virus. Ellos están llegando, vete de aquí ahora!. -
- Pero qué está pasando?!. -
Cojí al hombre de su camiseta, porque me ponía de los nervios, con tantos gritos y nervios.
- Los muertos vivientes, llegarán aquí en poco tiempo, debes abandonar esta parte de la ciudad. -
Y antes de que pudiera hacer otra pregunta, el hombre miró hacia la lejanía, dando marcha atrás de repente y saliendo de ahí a toda prisa, dejandome con la pregunta en la boca.
Miré hacia donde miró el hombre, y a lo lejos, avisté figuras humanas, que andaban como lentos, cansados, atolondrados. Me acerqué un poco mas para verlo cuando de repente, en un callejón un hombre salió dirijiendose a mí, a pasos lentos pero forzados. Me alejé del callejón, saliendo aquel hombre del callejón pudiendo ver como era su rostro, su cuerpo.
Estaba totalmente desfigurado, pálido, mordido por todas partes, sus brazos desgarrados con varios dedos rotos y algunos no estaban en la mano. Sus ojos estaban vacíos, blancos, ensangrentado por todas partes, con la sangre coagulada en su ropaje.
Le tiré en la cara el balón que tenía en la mano, corriendo después de vuelta a mi apartamento. En mi camino aparecieron mas personas, del mismo estado que aquel hombre. Hombres, mujeres, niños y niñas salieron por todas partes, algunos con los mofletes desgarrados, otros le faltaba un brazo y algunos mas que tenían la carne tan desgarrada que se podía ver el hueso.
Entré por el portal cerrandolo totalmente, me subí por las escaleras rápidamente, llegando a la puerta de mi apartamento. Lo abrí y me senté corriendo en el ordenador, para ver si había alguna información de lo que estaba pasando, y encontré el último informativo de las noticias de esa misma mañana, un vídeo hecho a medias y con prisas.
- El caos se ha apoderado de la ciudad, y están todos descontrolados. Estos seres se están comiendo a todo el mundo, iros de esta ciudad, lo mas rápido posible que podáis pero iros ya de aquí.................... FALLO EN LA CONEXIÖN. -
El pitido del fallo de conexión era lo único que se podía escuchar en mi apartamento, y hasta puede que en todo el edificio. Me quedé atónito, en blanco por todo el contenido de aquel vídeo sangriento, lleno de caos y desesperación.
Miré por la ventana, apartando un poco la persiana, y ví a algunos de esos seres vagando por la calle, sin ningún rumbo alguno. Me aparté de la ventana con el sudor frío corriendo por mi frente, pensando en lo que tenía que hacer en ese mismo instante. Y lo único que se me ocurrió fue cojer mi mochilla de deporte, meterle una camiseta limpia, un pantalón limpio, una lata de refresco y una bolsa de patatas.
Aún no sabía qué tenía que hacer, y mis acciones hacían que sea aún mas torpe de lo que soy. Con la mochilla en la espalda, miré por todos lados de mi casa buscando el bate de beisbol que utilizaba de pequeño, encontrandolo en un rincón oscuro de mi armario.
- Es pequeño, pero me servirá, digo yo. - Solté mientras miraba y agitaba de un lado a otro aquel bate.
Me acababa de levantar, despertado por un ruido en la calle que no podía explicar. Pero por mi vagueza, ni miré ni abrí la persiana de las ventanas. Otro día mas donde no ocurría nada nuevo, ni nada interesante, por lo visto.. El balón de basket me estaba esperando en el rincón al igual que el teclado y el ratón del ordenador sobre la mesa. Los libros, apilados al lado de ella, para ese último rato libre que me siempre me quedaba.
Cojí un bol y lo llené de cerales y leche, con torpeza, cayendo por los lados la leche que vertía sobre ella. No estaba aún despierto, y sinceramente, aún tenía mucho sueño, y eso que me desperté a las 2 de la tarde.
Dirijiendome al sofá encendí la telelvisíón para ver alguna cosa que sea interesante, mientras me sentaba al sofá, con el bol en la mano. Sintonizaba aún los canales de la tele cuando lo encendí, extrañado, me levanté y dí dos golpes a la televisión. Viendo que seguía sin verse ningúna señal, lo apagué, terminando el bol de cereales mirando las telarañas del techo.
Al terminarlo, cojí el balón de basket, con la intención de tener un buén día empezando a meter canastas hasta sudar como un cerdo. Salí de mi apartamento, cerrando con llaves la puerta. Miré de izquierda a derecha mientras guardaba las llaves en mi mochilla, en los pasillos no había nadie, ni se escuchaba televisores encendidos, ni personas que estuvieran hablando ni nada de eso. Sin hacer caso de ello, bajé las escaleras hasta llegar al portal.
Antes de llegar al portal, el ruido que me despertó cesó, como si hubieran desaparecido todos.. Y al parecer, eso es lo que ocurrió. Salí de la calle, mirando de izquierda a derecha, y no había ni un alma en ella, todas las tiendas cerradas, periódicos y papeles en el suelo, como si todos hubieran huido de algo y yo sin enterrarme de nada.
Pero seguía con la intención de jugar al basket, aunque en el fondo, esa panoráma me acojonaba bastante. En el camino, hacia las canchas con toda la tranquilidad del mundo, ví una familia empaquetando sus cosas, y metiendolo todo rápidamente en el todo-terreno que tenían como vehículo. Me acerqué a ellos, queriendo preguntar una cosa.
- Buenas.. me puede decir dónde está toda la gente? Que parece que hay una invasión de extraterrestres. - Bromeé.
El hombre no me hizo caso, mandando a su mujer y a su hija meterse en el coche rápidamente, sin escusa alguna de haberse dejado cualquiér cosa en el piso.
- Debes irte de esta ciudad muchacho, llegarán en pocos minútos. -
Se subió al coche, cerrando la puerta y girando la llave del coche, haciendo que este se pusiera en marcha.
- Dígame quienes llegan, vamós!. -
Miraba la cara de aquel hombre, y lo que pintaba no era nada bueno, porque en su rostro reflejaba miedo y temor, como si hubieran visto el Big Foot en persona. me miró con los ojos fijados a las mías.
- La infectión, el virus. Ellos están llegando, vete de aquí ahora!. -
- Pero qué está pasando?!. -
Cojí al hombre de su camiseta, porque me ponía de los nervios, con tantos gritos y nervios.
- Los muertos vivientes, llegarán aquí en poco tiempo, debes abandonar esta parte de la ciudad. -
Y antes de que pudiera hacer otra pregunta, el hombre miró hacia la lejanía, dando marcha atrás de repente y saliendo de ahí a toda prisa, dejandome con la pregunta en la boca.
Miré hacia donde miró el hombre, y a lo lejos, avisté figuras humanas, que andaban como lentos, cansados, atolondrados. Me acerqué un poco mas para verlo cuando de repente, en un callejón un hombre salió dirijiendose a mí, a pasos lentos pero forzados. Me alejé del callejón, saliendo aquel hombre del callejón pudiendo ver como era su rostro, su cuerpo.
Estaba totalmente desfigurado, pálido, mordido por todas partes, sus brazos desgarrados con varios dedos rotos y algunos no estaban en la mano. Sus ojos estaban vacíos, blancos, ensangrentado por todas partes, con la sangre coagulada en su ropaje.
Le tiré en la cara el balón que tenía en la mano, corriendo después de vuelta a mi apartamento. En mi camino aparecieron mas personas, del mismo estado que aquel hombre. Hombres, mujeres, niños y niñas salieron por todas partes, algunos con los mofletes desgarrados, otros le faltaba un brazo y algunos mas que tenían la carne tan desgarrada que se podía ver el hueso.
Entré por el portal cerrandolo totalmente, me subí por las escaleras rápidamente, llegando a la puerta de mi apartamento. Lo abrí y me senté corriendo en el ordenador, para ver si había alguna información de lo que estaba pasando, y encontré el último informativo de las noticias de esa misma mañana, un vídeo hecho a medias y con prisas.
- El caos se ha apoderado de la ciudad, y están todos descontrolados. Estos seres se están comiendo a todo el mundo, iros de esta ciudad, lo mas rápido posible que podáis pero iros ya de aquí.................... FALLO EN LA CONEXIÖN. -
El pitido del fallo de conexión era lo único que se podía escuchar en mi apartamento, y hasta puede que en todo el edificio. Me quedé atónito, en blanco por todo el contenido de aquel vídeo sangriento, lleno de caos y desesperación.
Miré por la ventana, apartando un poco la persiana, y ví a algunos de esos seres vagando por la calle, sin ningún rumbo alguno. Me aparté de la ventana con el sudor frío corriendo por mi frente, pensando en lo que tenía que hacer en ese mismo instante. Y lo único que se me ocurrió fue cojer mi mochilla de deporte, meterle una camiseta limpia, un pantalón limpio, una lata de refresco y una bolsa de patatas.
Aún no sabía qué tenía que hacer, y mis acciones hacían que sea aún mas torpe de lo que soy. Con la mochilla en la espalda, miré por todos lados de mi casa buscando el bate de beisbol que utilizaba de pequeño, encontrandolo en un rincón oscuro de mi armario.
- Es pequeño, pero me servirá, digo yo. - Solté mientras miraba y agitaba de un lado a otro aquel bate.
Neno- Cazador cojonudo
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
-Mierda estamos atrapados!-Gritó Degtyarev mientras observaba a su alrededor alguna ruta de escape.
-Debemos salir de aqui o moriremos asfixiados.-Dijo el chico que se habia presentado como Alex.
-He chicos!Por aqui!-Señalaba Ariel mientras le propinaba un golpe a una ventana algo estrecha.
Los tres pasaron sin dificultad,aterrizando sobre unos arbustos que quedaron destrozados al soportar el peso de cada uno de los hombres.
-Aquí tampoco estamos a salvo.-Decia Degtyarev mientras que con su llave inglesa señalaba hacia unos zombies que caminaban hacia ellos.
-Mierda vamonos a la calle que aquí no duraremos ni un segundo!-Gritó Ariel mientras corria hacia uno de los muros de la mansión y se ponia en cuatro patas para recibir el peso del chico que subiria al muro y le ayudaria a subir.
Degtyarev como la primera vez subió por encima de Ariel y aterrizo sobre el muro tendiendoles la mano a el y Ariel,ambos chicos subieron y saltaron del muro hacia la calle.
Los zombies seguian rondando por ahi pero al parecer en menor cantidad.
-Y ahora que genio?-Dijo Ariel mientras le fruncia el seño a Degtyarev.
-No lose coño,mejor busquemos un vehiculo,si es que tenemos suerte alguno que funcione.
-Bien bien,busquemos que aqui nos comerán vivos vamos!-Gritó Alex.
Los muchachos recorrieron juntos varias manzanas hasta que encontraron algo que les llamó la atención.
-Eso es un vehículo.-Dijo Degtyarev mientras señalaba con su mano izquierda un camión de Prosegur.
-Y las llaves?-Preguntó Alex.
Detrás del camión de Prosegur surgió un zombie que llevaba las ropas de un guardia de Prosegur,en su pantalón relucian unas llaves.
-Eso responde tu pregunta?-Preguntó Degtyarev.
-Dame eso!-Gritó Ariel mientras le sacaba la Browning a Degtyarev.
Ariel le lanzó tres disparos al zombie,dos impactaron en su pecho pero el tercero y ultimo acabó con este.
-Bien,quien conduce?-Preguntó Ariel mientras les mostraba las llaves a los chicos.
-Debemos salir de aqui o moriremos asfixiados.-Dijo el chico que se habia presentado como Alex.
-He chicos!Por aqui!-Señalaba Ariel mientras le propinaba un golpe a una ventana algo estrecha.
Los tres pasaron sin dificultad,aterrizando sobre unos arbustos que quedaron destrozados al soportar el peso de cada uno de los hombres.
-Aquí tampoco estamos a salvo.-Decia Degtyarev mientras que con su llave inglesa señalaba hacia unos zombies que caminaban hacia ellos.
-Mierda vamonos a la calle que aquí no duraremos ni un segundo!-Gritó Ariel mientras corria hacia uno de los muros de la mansión y se ponia en cuatro patas para recibir el peso del chico que subiria al muro y le ayudaria a subir.
Degtyarev como la primera vez subió por encima de Ariel y aterrizo sobre el muro tendiendoles la mano a el y Ariel,ambos chicos subieron y saltaron del muro hacia la calle.
Los zombies seguian rondando por ahi pero al parecer en menor cantidad.
-Y ahora que genio?-Dijo Ariel mientras le fruncia el seño a Degtyarev.
-No lose coño,mejor busquemos un vehiculo,si es que tenemos suerte alguno que funcione.
-Bien bien,busquemos que aqui nos comerán vivos vamos!-Gritó Alex.
Los muchachos recorrieron juntos varias manzanas hasta que encontraron algo que les llamó la atención.
-Eso es un vehículo.-Dijo Degtyarev mientras señalaba con su mano izquierda un camión de Prosegur.
-Y las llaves?-Preguntó Alex.
Detrás del camión de Prosegur surgió un zombie que llevaba las ropas de un guardia de Prosegur,en su pantalón relucian unas llaves.
-Eso responde tu pregunta?-Preguntó Degtyarev.
-Dame eso!-Gritó Ariel mientras le sacaba la Browning a Degtyarev.
Ariel le lanzó tres disparos al zombie,dos impactaron en su pecho pero el tercero y ultimo acabó con este.
-Bien,quien conduce?-Preguntó Ariel mientras les mostraba las llaves a los chicos.
DarkHades- Pirómano
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
Bueno es la primera vez que escribo , aver que tal :S
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Degtyarev cogio las llaves de las manos de Ariel , y este le miro , sonrio y subio a la parte trasera del camion . Degtyarev miro hacia atras y se aseguro de que no hubiera zombies, abrio la puerta , guardo su arma y entro al coche. Bajo la ventanilla y le dijo a Alex que subiera al coche. Este obedecio y entro.
Salieron del garage con seguridad, pero la puerta de la casa que daba al exterior estaba cerrada.
-¿Y ahora? quitarle las llaves a un zombie es facil , pero abrir puertas asi no. - Dijo Ariel desde la parte de atras.
-Tu agarrate fuerte , machote.- Dijo Degtyarev mientras se reia y apretaba el acelerador.
El coche cogio velocidad , Degtyarev y Alex se pusieron el cinturon , y justo despues , ¡bum! , el coche impacto contra la verja y esta se rompio . El golpe no fue mucho para los dos chicos de alante , pero para Ariel... no tuvo tanta suerte , casi se parte la cabeza del golpe , pero afortunadamente no fue nada.
-¿Y ahora que? - Pregunto Alex , que llevaba callado todo el viaje .
-Iremos a dar una vuelta por la ciudad , aver que encontramos. - Respondio Ariel desde atras , con la mano en la cabeza. Degtyarev asintio con la cabeza y empezaron a dar vueltas por la ciudad.
Todo parecia tranquilo , ningun superviviente , no habia muchos zombies..... pero de repente , algo cambio , unas luces aparecieron detras de la camioneta. Alex miro por el retrovisor y vio que era otro coche.
-Me cago en todo , es un hammer.
-¿Un hammer? los zombies no sabes conducir que demonios..... - Grito Degtyarev mientras intentaba acelerar.
Pero el coche de atras acelero , se puso a la altura de la rueda trasera de la camioneta , e hizo una maniobra como la de los juegos . Golpeo con su coche en la camioneta , el impacto hizo que este se destabilizara y empezara a derrapar por la carretera , hasta que finalmente cedio el coche , se apago el motor y se quedo en medio de la carretera. El hammer se puso en frente de la camioneta , y apago su motor , pero no las luces.
Mientras Degtyarev estaba algo herido por el impacto y Ariel estaba desmayado en la parte de atras. Degtyarev y Alex salieron del coche lo mas rapido que pudieron. Degtyarev saco su arma y apunto a la puerta del coche , aunque estaba temblando ya que no veia bien por el golpe. Alex se quedo mirando , como impresionado por lo sucedido , y de pronto , la puerta del coche se abrio , vieron un pie bajar , luego otro , y al final un cuerpo entero , sin heridas ni ''sesos'' colgando , no era un zombie.
-Perdon , creia que eran unos zombies....-Dijo el desconocido
-¿Perdon? Tu eres gilipollas , ¡¡casi nos matas!! - Dijo Degtyarev mientras Alex seguia callado.
-Ya te he dicho que lo siento , para compensaros os llevare a mi casa , no esta muy lejos... subid.
-Esta bien. - Dijo Alex , como si le conociera y confiara en el ,y eso ya era raro.
Entre Alex y el nuevo subieron a Ariel a la parte trasera del hammer , despues Degtyarev subio de copiloto y por ultimo , el conductor.
Mientras conducia , se disculpo de nuevo y se presento , para caldear el ambiente.
-Pido disculpas de nuevo... me llamo Jim , Jim Stuart , encantado de conocer a supervivientes , no sabia que hubiera mas.
- Yo soy Degtyarev , el que esta desmayado es Ariel , y el callado es Alex.
El resto del viaje transcurrio tranquilo y sin hablar. A los cinco minutos llegaron a una casa ,era un edificio de dos plantas. Bajaron y subieron las escaleras hasta el segundo piso. Llegaron a la casa y Jim abrio , entraron y dijo:
-Bueno... no es muy lujosa , pero algo es algo. Acomodaros y que durmais bien , teneis comida en la nevera y unos colchones en la habitacion de arriba..
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Degtyarev cogio las llaves de las manos de Ariel , y este le miro , sonrio y subio a la parte trasera del camion . Degtyarev miro hacia atras y se aseguro de que no hubiera zombies, abrio la puerta , guardo su arma y entro al coche. Bajo la ventanilla y le dijo a Alex que subiera al coche. Este obedecio y entro.
Salieron del garage con seguridad, pero la puerta de la casa que daba al exterior estaba cerrada.
-¿Y ahora? quitarle las llaves a un zombie es facil , pero abrir puertas asi no. - Dijo Ariel desde la parte de atras.
-Tu agarrate fuerte , machote.- Dijo Degtyarev mientras se reia y apretaba el acelerador.
El coche cogio velocidad , Degtyarev y Alex se pusieron el cinturon , y justo despues , ¡bum! , el coche impacto contra la verja y esta se rompio . El golpe no fue mucho para los dos chicos de alante , pero para Ariel... no tuvo tanta suerte , casi se parte la cabeza del golpe , pero afortunadamente no fue nada.
-¿Y ahora que? - Pregunto Alex , que llevaba callado todo el viaje .
-Iremos a dar una vuelta por la ciudad , aver que encontramos. - Respondio Ariel desde atras , con la mano en la cabeza. Degtyarev asintio con la cabeza y empezaron a dar vueltas por la ciudad.
Todo parecia tranquilo , ningun superviviente , no habia muchos zombies..... pero de repente , algo cambio , unas luces aparecieron detras de la camioneta. Alex miro por el retrovisor y vio que era otro coche.
-Me cago en todo , es un hammer.
-¿Un hammer? los zombies no sabes conducir que demonios..... - Grito Degtyarev mientras intentaba acelerar.
Pero el coche de atras acelero , se puso a la altura de la rueda trasera de la camioneta , e hizo una maniobra como la de los juegos . Golpeo con su coche en la camioneta , el impacto hizo que este se destabilizara y empezara a derrapar por la carretera , hasta que finalmente cedio el coche , se apago el motor y se quedo en medio de la carretera. El hammer se puso en frente de la camioneta , y apago su motor , pero no las luces.
Mientras Degtyarev estaba algo herido por el impacto y Ariel estaba desmayado en la parte de atras. Degtyarev y Alex salieron del coche lo mas rapido que pudieron. Degtyarev saco su arma y apunto a la puerta del coche , aunque estaba temblando ya que no veia bien por el golpe. Alex se quedo mirando , como impresionado por lo sucedido , y de pronto , la puerta del coche se abrio , vieron un pie bajar , luego otro , y al final un cuerpo entero , sin heridas ni ''sesos'' colgando , no era un zombie.
-Perdon , creia que eran unos zombies....-Dijo el desconocido
-¿Perdon? Tu eres gilipollas , ¡¡casi nos matas!! - Dijo Degtyarev mientras Alex seguia callado.
-Ya te he dicho que lo siento , para compensaros os llevare a mi casa , no esta muy lejos... subid.
-Esta bien. - Dijo Alex , como si le conociera y confiara en el ,y eso ya era raro.
Entre Alex y el nuevo subieron a Ariel a la parte trasera del hammer , despues Degtyarev subio de copiloto y por ultimo , el conductor.
Mientras conducia , se disculpo de nuevo y se presento , para caldear el ambiente.
-Pido disculpas de nuevo... me llamo Jim , Jim Stuart , encantado de conocer a supervivientes , no sabia que hubiera mas.
- Yo soy Degtyarev , el que esta desmayado es Ariel , y el callado es Alex.
El resto del viaje transcurrio tranquilo y sin hablar. A los cinco minutos llegaron a una casa ,era un edificio de dos plantas. Bajaron y subieron las escaleras hasta el segundo piso. Llegaron a la casa y Jim abrio , entraron y dijo:
-Bueno... no es muy lujosa , pero algo es algo. Acomodaros y que durmais bien , teneis comida en la nevera y unos colchones en la habitacion de arriba..
caibor- Recien llegado al refugio
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
La noche pasaba lenta, las horas muertas sin saber que hacer, los supervivientes intentaban dormir pero no podían. La inseguridad del refugio les hacia despertarse cada vez que cerraban los ojos.
Fernando estaba desvelado esa noche, no conseguía conciliar el sueño, y por más que lo intentaba no podía. En la pequeña sala estaban Arturo, Alicia, Zed y Fernando, los cuatro hablaban sobre temas que no venían al caso, sería para intentar evadirse un poco de la situación real.
Alicia y Arturo se miraban de reojo, pero parecía que el joven no se enteraba, Fernando salió de la habitación para estirar las piernas. No podía aguantar mucho más en ese refugio, no se sentía cómodo pero no parecía ser el único que pensaba aquello. Rodrigo paseaba de arriba abajo por el pasillo de la casa.
La expresión pensativa de la cara de Rodrigo le llamó la atención y se acercó a él.
-¿Qué te pasaba Rodrigo? Estas tenso- dijo Fernando mientras se acercaba a él.
-No es nada, solo que estoy pensando en como saldremos de esta- contestó Rodrigo.
-No te preocupes amigo, de peores hemos salido- respondió Fernando andando hasta la ventana más cercana.
La luz parpadeó por unos segundos, pero finalmente regresó, aunque no por mucho tiempo. A los 5 minutos de regresar se apagó por completo.
Las voces de los supervivientes ahora con tensión más que evidente se preguntaban los unos a los otros que ocurría.
Ahora todos los supervivientes se encontraban en el salón.
-¿Qué paso?- preguntó uno de los supervivientes del salón.
-Se fue la luz, pero no sé a que se debe-respondieron.
Un destello seguido por un disparo se vio por la ventana, otro disparó resonó más cerca de la casa en la que estaban.
-Están disparando fuera, necesitaran ayuda. ¿Quién me acompaña?- preguntó Fernando mientras terminaba de recargar su pistola.
-Te acompaño, voy a buscar una linterna- respondió Facundo corriendo a un armario cercano.
-No hay tiempo, vámonos hay luna llena la visibilidad es plena-respondió Fernando.
-Voy con vosotros- dijo Alicia.
-No, quedaos aquí, no hay necesidad de salir más-contestó Facundo empujando a Fernando hacia la salida.
Facundo y Fernando abrieron despacio la puerta de la casa y la cerraron al pasar, el camino estaba vació fuera quien fuese el de los disparos no estaba muy lejos. Fernando corrió a la calle del resplandor y por fin vio al superviviente que disparó. Dos cuerpos yacían sin vida en frente de Fernando. Facundo raudo se colocó en diagonal a su compañero y anduvieron hacia la silueta.
Facundo disparó a la silueta en cuanto dio media vuelta y dejó ver su cara inexistente de vida y sus ropas rasgadas y ensangrentadas. De la oscuridad de una de las calles salió otra silueta apuntando con un revólver, desconfiado el joven alzo su voz.
-¿Quién sois?- preguntó.
-Eso que importa, la cosa es que ahora estas a salvo. Siguenos- contestó Facundo.
-El es Facundo, yo soy Fernando. Hecho esto vamos a un lugar seguro. Puede haber más infectados por aquí- dijo Fernando acercandose al chico.
-Gracias, Mi nombre es Kenny. Sois las primeras personas vivas que veo en días-dijo el joven acercandose a Facundo y a Fernando mientras caminaban despacio al improvisado refugio.
Antes de llegar a la puerta, unos gemidos sonaron por la calle. Un grupo de 10 infectados se acercaban tambaleantes a su posición, tendrían que dar un rodeo o encargarse de ellos. Pero no podían delatar la posición de los demás supervivientes.
---------------------------
Bueno ahora estas conmigo te dejo decidir nuestro futuro
Fernando estaba desvelado esa noche, no conseguía conciliar el sueño, y por más que lo intentaba no podía. En la pequeña sala estaban Arturo, Alicia, Zed y Fernando, los cuatro hablaban sobre temas que no venían al caso, sería para intentar evadirse un poco de la situación real.
Alicia y Arturo se miraban de reojo, pero parecía que el joven no se enteraba, Fernando salió de la habitación para estirar las piernas. No podía aguantar mucho más en ese refugio, no se sentía cómodo pero no parecía ser el único que pensaba aquello. Rodrigo paseaba de arriba abajo por el pasillo de la casa.
La expresión pensativa de la cara de Rodrigo le llamó la atención y se acercó a él.
-¿Qué te pasaba Rodrigo? Estas tenso- dijo Fernando mientras se acercaba a él.
-No es nada, solo que estoy pensando en como saldremos de esta- contestó Rodrigo.
-No te preocupes amigo, de peores hemos salido- respondió Fernando andando hasta la ventana más cercana.
La luz parpadeó por unos segundos, pero finalmente regresó, aunque no por mucho tiempo. A los 5 minutos de regresar se apagó por completo.
Las voces de los supervivientes ahora con tensión más que evidente se preguntaban los unos a los otros que ocurría.
Ahora todos los supervivientes se encontraban en el salón.
-¿Qué paso?- preguntó uno de los supervivientes del salón.
-Se fue la luz, pero no sé a que se debe-respondieron.
Un destello seguido por un disparo se vio por la ventana, otro disparó resonó más cerca de la casa en la que estaban.
-Están disparando fuera, necesitaran ayuda. ¿Quién me acompaña?- preguntó Fernando mientras terminaba de recargar su pistola.
-Te acompaño, voy a buscar una linterna- respondió Facundo corriendo a un armario cercano.
-No hay tiempo, vámonos hay luna llena la visibilidad es plena-respondió Fernando.
-Voy con vosotros- dijo Alicia.
-No, quedaos aquí, no hay necesidad de salir más-contestó Facundo empujando a Fernando hacia la salida.
Facundo y Fernando abrieron despacio la puerta de la casa y la cerraron al pasar, el camino estaba vació fuera quien fuese el de los disparos no estaba muy lejos. Fernando corrió a la calle del resplandor y por fin vio al superviviente que disparó. Dos cuerpos yacían sin vida en frente de Fernando. Facundo raudo se colocó en diagonal a su compañero y anduvieron hacia la silueta.
Facundo disparó a la silueta en cuanto dio media vuelta y dejó ver su cara inexistente de vida y sus ropas rasgadas y ensangrentadas. De la oscuridad de una de las calles salió otra silueta apuntando con un revólver, desconfiado el joven alzo su voz.
-¿Quién sois?- preguntó.
-Eso que importa, la cosa es que ahora estas a salvo. Siguenos- contestó Facundo.
-El es Facundo, yo soy Fernando. Hecho esto vamos a un lugar seguro. Puede haber más infectados por aquí- dijo Fernando acercandose al chico.
-Gracias, Mi nombre es Kenny. Sois las primeras personas vivas que veo en días-dijo el joven acercandose a Facundo y a Fernando mientras caminaban despacio al improvisado refugio.
Antes de llegar a la puerta, unos gemidos sonaron por la calle. Un grupo de 10 infectados se acercaban tambaleantes a su posición, tendrían que dar un rodeo o encargarse de ellos. Pero no podían delatar la posición de los demás supervivientes.
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Bueno ahora estas conmigo te dejo decidir nuestro futuro
Toletum- Jefe de Los Barbaros
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
-Por mí está bien- dijo Deg.
-Yo tengo sueño, mejor voy a dormir.- murmuró Alex somnoliento.
El muchacho se fue a la habitación de arriba, mientras que Jim se dirigió a la heladera para preparar los víveres. Degtyarev y Ariel debatían silenciosamente sobre las guardias.
La idea era pasar sólo la noche en la casa para esperar noticias, pero si no venían refuerzos, se quedarían.
Todos estaban cansados, así que Ariel tuvo que ponerse en guardia. Degtyarev se acercó y le entregó la Browning:
-Toma, no puedes vigilar desarmado- le dijo Degtyarev.
-No es necesario- respondió el periodista mostrando una pistola guardada en el pantalón.
-¿Y cuándo ibas a decirme que tenías un arma?- reaccionó enojado Degtyarev.
-Solo lo utilizo en caso de emergencia-
-¿Y una invasión zombie no es emergencia suficiente?- se indignó Degty.
-Bueh, ya basta de discutir, ahora a dormir compañeros- irrumpió Jim- Mañana será un nuevo día-
-Si es que los zombies no nos comen primero- murmuró el muchacho retirándose.
-Y yo que creía que era un chico sonriente...- le susurró Jim a Ariel.
-Las apariencias engañan- contestó el reportero. Ahora tenía un nuevo trabajo.
-Yo tengo sueño, mejor voy a dormir.- murmuró Alex somnoliento.
El muchacho se fue a la habitación de arriba, mientras que Jim se dirigió a la heladera para preparar los víveres. Degtyarev y Ariel debatían silenciosamente sobre las guardias.
La idea era pasar sólo la noche en la casa para esperar noticias, pero si no venían refuerzos, se quedarían.
Todos estaban cansados, así que Ariel tuvo que ponerse en guardia. Degtyarev se acercó y le entregó la Browning:
-Toma, no puedes vigilar desarmado- le dijo Degtyarev.
-No es necesario- respondió el periodista mostrando una pistola guardada en el pantalón.
-¿Y cuándo ibas a decirme que tenías un arma?- reaccionó enojado Degtyarev.
-Solo lo utilizo en caso de emergencia-
-¿Y una invasión zombie no es emergencia suficiente?- se indignó Degty.
-Bueh, ya basta de discutir, ahora a dormir compañeros- irrumpió Jim- Mañana será un nuevo día-
-Si es que los zombies no nos comen primero- murmuró el muchacho retirándose.
-Y yo que creía que era un chico sonriente...- le susurró Jim a Ariel.
-Las apariencias engañan- contestó el reportero. Ahora tenía un nuevo trabajo.
THE-VIL-JACK-KRAJER- Cazador mediocre
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Localización : Buenos Aires, Argentina.
Fecha de inscripción : 30/05/2010
Re: Cuando los zombies nos alcancen
Armado con el pequeño bate, y un revolver que se lo quité a un oficial convertido, salí y seguí un camino sin rumbo alguno.
Llegando a un punto, estuve acorralado en una calle por varios infectados a la vez, disparando y dando golpes con el bate desquitandome de 2 o 3 de ellos. El último fué abatido, por dos desconocidos que al parecer, oyeron los disparos del revolver y se acercaron para ayudarme.
Fernando y Facundo se llamaban aquellos desconocidos, que me invitaron a su refugio cerca de ahí, pero antes de llegar a la puerta, se nos apareció un grupo de 9 o 10 infectados, que se dirijían hacia nosotros. Fernando tenía cara de preocupado, y comprendí que es por los otros supervivientes.
*Ken: Vaya, creo que al fin y al cabo, no estoy tan salvado.
*Fer: Calla y piensa en lo que debemos hacer ahora, no podemos ir directamente a la puerta con esos podridos delante.
*Ken: Ya, lo pensé cuando ví tu cara como si hubieras manchado tus gayumbos.
*Fac: Callaros de una puta vez. Esos se están acercando mas y aún no hemos decidido nada. -Soltó casi gritando.
*Ken: Creo que sería mejor acabar con 2 o 3 de ellos para llamar toda su atención y después dar toda la vuelta para despistarlos e ir a vuestro refugio.
*Fer: No es el mejor plan pero podría valer.
*Fac: Entonces vamós.
Miramos los cargadores y las balas que nos quedaban, y nos dirijimos hacia ellos con las armas preparadas. Facundo fue el primero en disparar a uno, dandole entre ceja y ceja haciendo que seguidamente bese el suelo. Fernando no se quedó atrás y disparo a tres de ellos, todos en la cabeza.
*Ken: Acabemos ya con todos ellos, que coño.
*Fer: Eso no era el plan joder!
Aunque Fernando se opuso, siguieron disparando contra aquellos putrefactos cuerpos, mientras yo, con el bate poniendo por delante, derribaba a cada zombie a base de golpes.
*Fac: Kenny cuidado!.
Fernando estuvo mas atento y disparó en toda la cabeza a uno que se me acercaba por detrás, manchandome la camiseta de sangre coagulada.
*Fer: Las gracias me los das después. -Mientras le propinaba un puñetazo a uno, disparandole después en la frente.
Solamente nos quedaba cuatro que Facundo y Fernando derribaron a sangre fría. Al final terminamos con todos, con los cuerpos podridos en el suelo de esa calle, y nosotros agotados y exhaustos por ello, mas yo, que no quise gastar ni una bala del revolver.
*Fer: En la próxima, dirijiré yo el plan. -Susurró sin aire.
Nos dirijimos después a la puerta del refugio una vez que cojimos aire. Facundo golpeó fuertemente la puerta.
*Fac: Abríd, somos nosotros, y traemos al alborotador.
Abrieron la puerta, y entré con ellos dos. La biénvenida fue de todos, ya que se juntaron todos en la entrada.
Llegando a un punto, estuve acorralado en una calle por varios infectados a la vez, disparando y dando golpes con el bate desquitandome de 2 o 3 de ellos. El último fué abatido, por dos desconocidos que al parecer, oyeron los disparos del revolver y se acercaron para ayudarme.
Fernando y Facundo se llamaban aquellos desconocidos, que me invitaron a su refugio cerca de ahí, pero antes de llegar a la puerta, se nos apareció un grupo de 9 o 10 infectados, que se dirijían hacia nosotros. Fernando tenía cara de preocupado, y comprendí que es por los otros supervivientes.
*Ken: Vaya, creo que al fin y al cabo, no estoy tan salvado.
*Fer: Calla y piensa en lo que debemos hacer ahora, no podemos ir directamente a la puerta con esos podridos delante.
*Ken: Ya, lo pensé cuando ví tu cara como si hubieras manchado tus gayumbos.
*Fac: Callaros de una puta vez. Esos se están acercando mas y aún no hemos decidido nada. -Soltó casi gritando.
*Ken: Creo que sería mejor acabar con 2 o 3 de ellos para llamar toda su atención y después dar toda la vuelta para despistarlos e ir a vuestro refugio.
*Fer: No es el mejor plan pero podría valer.
*Fac: Entonces vamós.
Miramos los cargadores y las balas que nos quedaban, y nos dirijimos hacia ellos con las armas preparadas. Facundo fue el primero en disparar a uno, dandole entre ceja y ceja haciendo que seguidamente bese el suelo. Fernando no se quedó atrás y disparo a tres de ellos, todos en la cabeza.
*Ken: Acabemos ya con todos ellos, que coño.
*Fer: Eso no era el plan joder!
Aunque Fernando se opuso, siguieron disparando contra aquellos putrefactos cuerpos, mientras yo, con el bate poniendo por delante, derribaba a cada zombie a base de golpes.
*Fac: Kenny cuidado!.
Fernando estuvo mas atento y disparó en toda la cabeza a uno que se me acercaba por detrás, manchandome la camiseta de sangre coagulada.
*Fer: Las gracias me los das después. -Mientras le propinaba un puñetazo a uno, disparandole después en la frente.
Solamente nos quedaba cuatro que Facundo y Fernando derribaron a sangre fría. Al final terminamos con todos, con los cuerpos podridos en el suelo de esa calle, y nosotros agotados y exhaustos por ello, mas yo, que no quise gastar ni una bala del revolver.
*Fer: En la próxima, dirijiré yo el plan. -Susurró sin aire.
Nos dirijimos después a la puerta del refugio una vez que cojimos aire. Facundo golpeó fuertemente la puerta.
*Fac: Abríd, somos nosotros, y traemos al alborotador.
Abrieron la puerta, y entré con ellos dos. La biénvenida fue de todos, ya que se juntaron todos en la entrada.
Neno- Cazador cojonudo
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres
(Luc 8:32)
El asesino estaba en una habitacion de la planta baja, mirando por la ventana, contemplando el cadaver del camarero, tenia el pecho y la garanta destrozadas, un corte limpio, rapido, no habia sido un novato.
Tenía una ligera idea de quien había sido, camino hasta el vestibulo, por la escalera bajaban, la novia, Alicia, si no recordaba mal, detras iban dos hombres, uno de ellos, Rodrigo habia oido que le llamaban, llevaba algo de sangre en la camiseta.
Se acercó a el.
??? - ¿Tienes un momento? -
Rodrigo - Ahora vuelvo - Les dijo a sus amigos.
Se alejaron bastante del grupo, pegados a una pared.
??? - Comprendo que hayas matado al otro tio en el callejón, si no lo hacias vendria el amiguito de Alicia a jodernos un rato -
La cara de Rodrigo se puso blanca
Rodrigo - Lo mate porque estaba infectado -
??? - ¡Oh!, vamos, no soy tan estupido como los demas, se distinguir cuando alguien miente respecto a un asesinato, se ve en los ojos. No te preocupes, yo habria hecho lo mismo, lo que no entiendo es que mataras al camarero -
Rodrigo - ¿Como coño sabes eso? -
??? - Lo he visto caer al patio, tenia un corte bastante profesional, por lo que he visto, disparas bastante bien, y si no me equivoco eras de un grupo de operaciones especiales, como tu amiga. Solo has podido ser tu -
Rodrigo - La razon de que lo matara no te incumbe -
??? - Está bien, no me lo cuenes, pero yo te voy a contar algo, asi estaremos en igualdad, yo se algo que si cuento te jodera, y tu sabras algo que si cuentas me jodera. Digamos que asi me gano tu confianza, porque sabes que no diré nada, arriesgandome a tu cuentes lo mío. Ademas, asi me desaogo. ¿Te parece bien? -
Rodrigo asintio, el asesino le conto lo que habia ocurrido años atras, con el autobus escolar.
??? - Espero que nos llevemos bien -
El asisno le tendio la mano, Rodrigo dudó unos instantes, pero finalmente le correspondió con un apreton de manos.
Fueron donde los demas, Rodrigo se fue a hablar con los demas, el asesino dió otra vuelta por la casa, buscando libros o algo con lo que entretenerse.
Al final encontro un libro que parecia interesante, en la cratla ponia ''Los hombres que no amaban a la mujeres'', lo cogió y bajo donde el resto, cuando llegó, faltaban el novio y un amigo suyo.
El asesino se sentó en un sillon y abrio el libro.
??? - Mierda, no hay luz -
El asesino cerrño el libro y se preguntó donde estarian los que faltaban, se fijo en una joven sentada en el sofa, con las manos en la cara.
???- Eh, tu, como te llamas.
Effy - ¿Yo? -
??? - Si -
Effy - Effy -
??? - Vale Effy, ¿sabes donde estan el novio y su amigo?
Effy - Han salido porque habia alguien disparando fuera, tal vez sea un superviviente -
La puerta se abrió, y entraron el novio, su amigo y un chico nuevo, todos se acercaron a darle la bienvenida, el asesino se quedo en su sillon, mirando fijamente a Effy, que parecia triste.
??? - Que coño - Se fijo que de las paredes colgaban lamparas de aceite, gogió una, y la encendió con un mechero, se volvió a sentar, y abrio el libro.
(Luc 8:32)
El asesino estaba en una habitacion de la planta baja, mirando por la ventana, contemplando el cadaver del camarero, tenia el pecho y la garanta destrozadas, un corte limpio, rapido, no habia sido un novato.
Tenía una ligera idea de quien había sido, camino hasta el vestibulo, por la escalera bajaban, la novia, Alicia, si no recordaba mal, detras iban dos hombres, uno de ellos, Rodrigo habia oido que le llamaban, llevaba algo de sangre en la camiseta.
Se acercó a el.
??? - ¿Tienes un momento? -
Rodrigo - Ahora vuelvo - Les dijo a sus amigos.
Se alejaron bastante del grupo, pegados a una pared.
??? - Comprendo que hayas matado al otro tio en el callejón, si no lo hacias vendria el amiguito de Alicia a jodernos un rato -
La cara de Rodrigo se puso blanca
Rodrigo - Lo mate porque estaba infectado -
??? - ¡Oh!, vamos, no soy tan estupido como los demas, se distinguir cuando alguien miente respecto a un asesinato, se ve en los ojos. No te preocupes, yo habria hecho lo mismo, lo que no entiendo es que mataras al camarero -
Rodrigo - ¿Como coño sabes eso? -
??? - Lo he visto caer al patio, tenia un corte bastante profesional, por lo que he visto, disparas bastante bien, y si no me equivoco eras de un grupo de operaciones especiales, como tu amiga. Solo has podido ser tu -
Rodrigo - La razon de que lo matara no te incumbe -
??? - Está bien, no me lo cuenes, pero yo te voy a contar algo, asi estaremos en igualdad, yo se algo que si cuento te jodera, y tu sabras algo que si cuentas me jodera. Digamos que asi me gano tu confianza, porque sabes que no diré nada, arriesgandome a tu cuentes lo mío. Ademas, asi me desaogo. ¿Te parece bien? -
Rodrigo asintio, el asesino le conto lo que habia ocurrido años atras, con el autobus escolar.
??? - Espero que nos llevemos bien -
El asisno le tendio la mano, Rodrigo dudó unos instantes, pero finalmente le correspondió con un apreton de manos.
Fueron donde los demas, Rodrigo se fue a hablar con los demas, el asesino dió otra vuelta por la casa, buscando libros o algo con lo que entretenerse.
Al final encontro un libro que parecia interesante, en la cratla ponia ''Los hombres que no amaban a la mujeres'', lo cogió y bajo donde el resto, cuando llegó, faltaban el novio y un amigo suyo.
El asesino se sentó en un sillon y abrio el libro.
??? - Mierda, no hay luz -
El asesino cerrño el libro y se preguntó donde estarian los que faltaban, se fijo en una joven sentada en el sofa, con las manos en la cara.
???- Eh, tu, como te llamas.
Effy - ¿Yo? -
??? - Si -
Effy - Effy -
??? - Vale Effy, ¿sabes donde estan el novio y su amigo?
Effy - Han salido porque habia alguien disparando fuera, tal vez sea un superviviente -
La puerta se abrió, y entraron el novio, su amigo y un chico nuevo, todos se acercaron a darle la bienvenida, el asesino se quedo en su sillon, mirando fijamente a Effy, que parecia triste.
??? - Que coño - Se fijo que de las paredes colgaban lamparas de aceite, gogió una, y la encendió con un mechero, se volvió a sentar, y abrio el libro.
PauTL- Mano derecha del jefe
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
Rodrigo entró a la casa, manchado de sangre, diciendo que un zombie estuvo a punto de comersele a él y a Moreno, para evitarlo tuvo que matar al zombie y al propio Moreno. Allí, reunidos en una de las habitaciones, Alicia buscó la mirada de Arturo. Estaba asustada, ahora Simón provocaría algún daño a cualquiera de sus amigos. Encontró la mirada de Arturo, perdida como la suya, pensando en lo que pasaría cuando Simón descubriese que no seguirían con su juego. La hizo un gesto para subir arriba. Fernando estaba demasiado ocupado con Facundo para darse cuenta de que Alicia y Arturo subían las escaleras. Entraron en un pequeño cuarto. No se dieron cuenta de que la puerta no podía cerrarse completamente. Una pequeña rendija dejaba entrar la luz de fuera y dejaba ver desde fuera lo que pasaba dentro:
- Arturo, ¿qué vamos a hacer ahora? - Dijo Alicia - Simón te matará, me matará, a Zed, a Fernando..!!!!
- Mierda, estúpido Rodrigo, no debió hacerlo.. No te preocupes, pequeña, algo se nos ocurrirá.
- Dios, Fernando puede enterarse de... de... todo!!!! Tenía que estar Simón ahí para escucharlo.
- Me enfrentaré a él. Tengo ganas de joder a ese cabrón. Nadie hace daño a la gente que quiero y menos a ti.
- No te enfrentarás, nos enfrentaremos a él. A ver que se le ocurre esta vez. Tengo miedo.
- Yo también pero tengo que hacerme el duro delante de ti.
Alicia y Arturo se abrazaron, se dieron un pequeño beso furtivo para después bajar de nuevo las escaleras para encontrarse con el resto. Fue entonces cuando Fernando anunció que saldrían a buscar al superviviente que estaba provocando los disparos. Alicia se ofreció voluntaria para la misión pero Facundo tajante, la impidió ir con ellos. Fernando ni siquiera se movió, estaba de acuerdo con Facundo. Alicia salió de la habitación con su palo de golf. Sólo Arturo y Zed se dieron cuenta de su marcha. Fueron tras ella.
Estaban en una habitación del fondo de la casa cuando se escuchó el portazo, Alicia estaba enfadada. Empezó a golpear fotos, cuadros y jarrones con su palo de golf para tranquilizarse.
- Siempre es lo mismo. Se larga y me deja aquí, sola, esperando que esté vivo cuando regrese. ¿Veis esa foto? - Dijo Alicia señalando una foto de una familia feliz - Pues ya no la veis - La golpeó con el palo.
- Alicia, tranquila, girl! Estás con nosotros. Cuidamos de ti - Dijo Zed, sin saber nada de lo que estaba pasando.
- Gracias Zed - Dijo Alicia, golpeando un horrible jarrón que estaba encima de la mesa- Yo también quiero salir de aquí... pero no, mi presencia sobra... Tendrían que preocuparse por mí. Encima estará Simón ahí fuera y si le encuentra le matará. Pero claro, a él eso no le importa. Arghhhhh! - Gritó Alicia dando una patada a una de las sillas del comedor - Estoy tan enfadada. Sí, debería largarme de esta estúpida casa para que se preocupe por mí, como yo me preocupo por él.
- Deja que prepare las cosas y nos iremos a matar zombies - Dijo Zed, ávido de sangre. Alicia asintió.
- Ya está bien, Alicia - Intervino Arturo intentando detenerla. Sin querer, ella le golpeó en la cara, haciéndole sangrar por el labio. - Joder, mira lo que has hecho- Dijo Arturo limpiándose la sangre. Alicia le vio y empezó a reírse a carcajada. Zed la siguió y, ante la mirada atónita de Arturo, Zed y Alicia se rieron como hacía tiempo que no lo hacían.
- Así estás muy guapo, Arturito, no sé si la gustarás a tu acompañante. ¿Dónde está?
- No lo sé. A ti te conozco de hace más tiempo, me necesitas más que ella pero deja de reirte de mí- Rió- Esto duele, cabrona, tienes una buena patada.
- Deberíamos ir con el resto - Intervino Zed - Estás más tranquila pero si quieres matar zombies.... saldremos.
- Creo que sería mejor no hacernos los héroes por el momento. Ellos conseguirán entrar tarde o temprano.
- Oh, vaya. Mi guitarra está lista para la acción. Vamos, empieza a oscurecer y no tenemos demasiada luz.
- Por cierto, Alicia - Susurró Arturo sin que Zed les escuchase - ¿Estoy guapo con el labio partido? Es tu opinión la única que me importa - La guiño un ojo. Alicia le devolvió el guiño y le acarició la mano.
Alicia, Zed y Arturo regresaron al salón con los demás supervivientes. Arturo se acercó a Effy y la acarició la cabeza. Se sentó junto a ella en el sofá y compartieron una bolsa de patatas que encontraron en la casa. Alicia miró de reojo y suspiró. No sabía muy bien qué es lo que estaba haciendo. Necesitaba salir de allí rápidamente y sabía que Zed sería la persona con la que podría hacerlo. Era un tipo grande y estaba segura de que la mantendría lejos de los zombies pero no quería dejar tirados a sus amigos.
Se sentó sola contra una pared y Rodrigo fue a hacerla compañía. No había pasado demasiado tiempo con él pero sabía que era duro y frío como una roca:
- Mataste a Moreno - Dijo Alicia sin más.
- Lo sé. Tuve que hacerlo, estaba infectado.
- Lo dudo. No te conozco mucho, Rodrigo pero también temes a los zombies. Tu mirada no era de miedo. Era ira. No debiste hacerlo. Ahora Simón nos matará. A mí la primera.
- ¿Por qué?
- Porque debía matarlo yo, ese era su juego. Quizá no me mate a mí, os irá matando uno a uno, como los Diez Negritos y me dejará para el final, para que vea como mueren mis seres queridos. Arturo y yo tuvimos una charla con él en la trampilla. Por eso tardamos.
- Lo siento, no sabía nada pero tranquila Ali, te ayudaremos cuando venga. Somos una gran familia - Dijo Rodrigo. Alicia rió- No era un chiste. ¿Qué ha sido eso? He oído un golpe en la puerta.
- Fernando - Gritó Alicia mientras se levantaba.
Allí estaban todos listos para recibir a Fernando y a Facundo. A primera vista, no estaban heridos y venían acompañados de un nuevo superviviente. Fernando la dio un beso en la mejilla y siguió celebrando su regreso. Alicia seguía enfadada con el mundo. "Joder, tenía que estar casada, celebrando mi noche de bodas con Fernando y no cuestionandome mi relación con él y mis sentimientos por Arturo mientras escapo de una maldita horda de zombies que se acerca imparable mientras me preocupo por Simón. Estúpido Simón... Siempre tú"
Decidió irse a sólas con sus pensamientos mientras los demás celebraban el regreso de Facundo y Fernando y daban la bienvenida a Kenny, según había oído que se llamaba.
Se asomó a una de las ventanas del primer piso y allí vio como una cola de numerosos zombies se acercaba peligrosamente a su posición. En la acera de enfrente, un loco disparaba su ametralladora sin ton ni son. En el silencio de la noche, después de las primeras horas de caos, un disparo suyo era como un cartel luminoso. Sin embargo, el problema era que aquel cabrón estaba delatando su posición y de paso la suya.
Alguien entró en la habitación. Alicia esperaba que fuera Fernando pero él seguía a lo suyo. Era Jorge.
- Alicia, ¿alguna novedad?
- Sí, allí hay un capullo atrayendo a los zombies. Tenemos que hacer algo. Estamos demasiado cerca de él.
- Ya oímos el tiroteo. Dicen que van a volver a salir fuera.
- ¿Quién? ¿Fernando y Facundo? - Ante la pregunta de Alicia, Jorge rió.
- Si... esta vez les acompañará Zed, y puede que Rodrigo y ese camarero... ¿Carlos?
- Perfecto, les atraerán hasta nosotros. No deberían largarse.
- ¿Y qué propones?
- Dejar que ese loco acabe como tenga que acabar. Y después encargarnos de los zombies.
- ¿Dejarle morir? Deberías bajar y decírselo antes de que se vayan.
- Sí, creo que deberíamos. Es un loco, esto ha podido con él y podría ponernos en peligro ¿Para qué voy a decir algo? Nunca me hacen caso. Sólo quieren matar y matar. No es agradable. Tú lo sabes bien.
- Te hacen más caso del que tú crees y quedandote aquí esperando a que muera ese pobre loco asustado, no es la mejor solución para que te escuchen.
- Tienes razón.
Alicia bajó finalmente y evitó que volviesen a salir fuera. Todos estaban cansados y algo asustados. No tenían apenas munición. Sería duro tener tantos zombies al otro lado de la puerta pero si cerraban bien todas las puertas y no hacían ruido, podrían resistir dentro aquella noche. Al día siguiente tendrían que buscar un refugio mejor pero lo harían con el estómago lleno y después de enfrentarse con un grupo tan numeroso de zombies. Alguno de ellos caería pero morirían luchando. Aquel loco estaba condenado. Sólo podían esperar a que se le acabase la munición o que pasase a englosar el ejército de no muertos allí abajo.
No tuvieron que esperar mucho. Una hora después, cesaron los disparos pero continuaron los gemidos. Alicia intentó conciliar el sueño apoyada en el hombro de Carlos ante la atenta mirada de Arturo que servía de almohada a Effy.
Fernando había decidido hacer la primera guardia acompañado de Facundo en la puerta principal. Rodrigo y el falso cura harían guardia en la puerta trasera y en la planta superior, los elegidos eran Zed y Jorge. Los demás, harían el segundo turno.
Alicia cerró los ojos. Esperaba tener otra pesadilla pero el sueño la venció enseguida. Unas horas después, Arturo la despertó para ir a hacer la guardia. Los zombies seguían allí, gritando y gimiendo. Alicia y Arturo harían la guardia arriba mientras el resto descansaban. Sergio haría guardia con Carlos en la parte trasera y en la puerta delantera la harían Kenny y Aaron.
Lo mejor sería que las demás mujeres descansasen porque no eran expertas en zombies, ni en el uso de armas. Zed se durmió junto a Agatha y Jorge se sentó junto a Gloria, que aún seguía aturdida por la muerte de Pablo. Los demás se repartieron por la habitación.
La primera hora de la segunda guardia transcurrió sin complicaciones pero al principio de la segunda hora, se escucharon los primeros disparos en la parte trasera de la casa. Carlos y Sergio estaban en problemas.
- Arturo, ¿qué vamos a hacer ahora? - Dijo Alicia - Simón te matará, me matará, a Zed, a Fernando..!!!!
- Mierda, estúpido Rodrigo, no debió hacerlo.. No te preocupes, pequeña, algo se nos ocurrirá.
- Dios, Fernando puede enterarse de... de... todo!!!! Tenía que estar Simón ahí para escucharlo.
- Me enfrentaré a él. Tengo ganas de joder a ese cabrón. Nadie hace daño a la gente que quiero y menos a ti.
- No te enfrentarás, nos enfrentaremos a él. A ver que se le ocurre esta vez. Tengo miedo.
- Yo también pero tengo que hacerme el duro delante de ti.
Alicia y Arturo se abrazaron, se dieron un pequeño beso furtivo para después bajar de nuevo las escaleras para encontrarse con el resto. Fue entonces cuando Fernando anunció que saldrían a buscar al superviviente que estaba provocando los disparos. Alicia se ofreció voluntaria para la misión pero Facundo tajante, la impidió ir con ellos. Fernando ni siquiera se movió, estaba de acuerdo con Facundo. Alicia salió de la habitación con su palo de golf. Sólo Arturo y Zed se dieron cuenta de su marcha. Fueron tras ella.
Estaban en una habitación del fondo de la casa cuando se escuchó el portazo, Alicia estaba enfadada. Empezó a golpear fotos, cuadros y jarrones con su palo de golf para tranquilizarse.
- Siempre es lo mismo. Se larga y me deja aquí, sola, esperando que esté vivo cuando regrese. ¿Veis esa foto? - Dijo Alicia señalando una foto de una familia feliz - Pues ya no la veis - La golpeó con el palo.
- Alicia, tranquila, girl! Estás con nosotros. Cuidamos de ti - Dijo Zed, sin saber nada de lo que estaba pasando.
- Gracias Zed - Dijo Alicia, golpeando un horrible jarrón que estaba encima de la mesa- Yo también quiero salir de aquí... pero no, mi presencia sobra... Tendrían que preocuparse por mí. Encima estará Simón ahí fuera y si le encuentra le matará. Pero claro, a él eso no le importa. Arghhhhh! - Gritó Alicia dando una patada a una de las sillas del comedor - Estoy tan enfadada. Sí, debería largarme de esta estúpida casa para que se preocupe por mí, como yo me preocupo por él.
- Deja que prepare las cosas y nos iremos a matar zombies - Dijo Zed, ávido de sangre. Alicia asintió.
- Ya está bien, Alicia - Intervino Arturo intentando detenerla. Sin querer, ella le golpeó en la cara, haciéndole sangrar por el labio. - Joder, mira lo que has hecho- Dijo Arturo limpiándose la sangre. Alicia le vio y empezó a reírse a carcajada. Zed la siguió y, ante la mirada atónita de Arturo, Zed y Alicia se rieron como hacía tiempo que no lo hacían.
- Así estás muy guapo, Arturito, no sé si la gustarás a tu acompañante. ¿Dónde está?
- No lo sé. A ti te conozco de hace más tiempo, me necesitas más que ella pero deja de reirte de mí- Rió- Esto duele, cabrona, tienes una buena patada.
- Deberíamos ir con el resto - Intervino Zed - Estás más tranquila pero si quieres matar zombies.... saldremos.
- Creo que sería mejor no hacernos los héroes por el momento. Ellos conseguirán entrar tarde o temprano.
- Oh, vaya. Mi guitarra está lista para la acción. Vamos, empieza a oscurecer y no tenemos demasiada luz.
- Por cierto, Alicia - Susurró Arturo sin que Zed les escuchase - ¿Estoy guapo con el labio partido? Es tu opinión la única que me importa - La guiño un ojo. Alicia le devolvió el guiño y le acarició la mano.
Alicia, Zed y Arturo regresaron al salón con los demás supervivientes. Arturo se acercó a Effy y la acarició la cabeza. Se sentó junto a ella en el sofá y compartieron una bolsa de patatas que encontraron en la casa. Alicia miró de reojo y suspiró. No sabía muy bien qué es lo que estaba haciendo. Necesitaba salir de allí rápidamente y sabía que Zed sería la persona con la que podría hacerlo. Era un tipo grande y estaba segura de que la mantendría lejos de los zombies pero no quería dejar tirados a sus amigos.
Se sentó sola contra una pared y Rodrigo fue a hacerla compañía. No había pasado demasiado tiempo con él pero sabía que era duro y frío como una roca:
- Mataste a Moreno - Dijo Alicia sin más.
- Lo sé. Tuve que hacerlo, estaba infectado.
- Lo dudo. No te conozco mucho, Rodrigo pero también temes a los zombies. Tu mirada no era de miedo. Era ira. No debiste hacerlo. Ahora Simón nos matará. A mí la primera.
- ¿Por qué?
- Porque debía matarlo yo, ese era su juego. Quizá no me mate a mí, os irá matando uno a uno, como los Diez Negritos y me dejará para el final, para que vea como mueren mis seres queridos. Arturo y yo tuvimos una charla con él en la trampilla. Por eso tardamos.
- Lo siento, no sabía nada pero tranquila Ali, te ayudaremos cuando venga. Somos una gran familia - Dijo Rodrigo. Alicia rió- No era un chiste. ¿Qué ha sido eso? He oído un golpe en la puerta.
- Fernando - Gritó Alicia mientras se levantaba.
Allí estaban todos listos para recibir a Fernando y a Facundo. A primera vista, no estaban heridos y venían acompañados de un nuevo superviviente. Fernando la dio un beso en la mejilla y siguió celebrando su regreso. Alicia seguía enfadada con el mundo. "Joder, tenía que estar casada, celebrando mi noche de bodas con Fernando y no cuestionandome mi relación con él y mis sentimientos por Arturo mientras escapo de una maldita horda de zombies que se acerca imparable mientras me preocupo por Simón. Estúpido Simón... Siempre tú"
Decidió irse a sólas con sus pensamientos mientras los demás celebraban el regreso de Facundo y Fernando y daban la bienvenida a Kenny, según había oído que se llamaba.
Se asomó a una de las ventanas del primer piso y allí vio como una cola de numerosos zombies se acercaba peligrosamente a su posición. En la acera de enfrente, un loco disparaba su ametralladora sin ton ni son. En el silencio de la noche, después de las primeras horas de caos, un disparo suyo era como un cartel luminoso. Sin embargo, el problema era que aquel cabrón estaba delatando su posición y de paso la suya.
Alguien entró en la habitación. Alicia esperaba que fuera Fernando pero él seguía a lo suyo. Era Jorge.
- Alicia, ¿alguna novedad?
- Sí, allí hay un capullo atrayendo a los zombies. Tenemos que hacer algo. Estamos demasiado cerca de él.
- Ya oímos el tiroteo. Dicen que van a volver a salir fuera.
- ¿Quién? ¿Fernando y Facundo? - Ante la pregunta de Alicia, Jorge rió.
- Si... esta vez les acompañará Zed, y puede que Rodrigo y ese camarero... ¿Carlos?
- Perfecto, les atraerán hasta nosotros. No deberían largarse.
- ¿Y qué propones?
- Dejar que ese loco acabe como tenga que acabar. Y después encargarnos de los zombies.
- ¿Dejarle morir? Deberías bajar y decírselo antes de que se vayan.
- Sí, creo que deberíamos. Es un loco, esto ha podido con él y podría ponernos en peligro ¿Para qué voy a decir algo? Nunca me hacen caso. Sólo quieren matar y matar. No es agradable. Tú lo sabes bien.
- Te hacen más caso del que tú crees y quedandote aquí esperando a que muera ese pobre loco asustado, no es la mejor solución para que te escuchen.
- Tienes razón.
Alicia bajó finalmente y evitó que volviesen a salir fuera. Todos estaban cansados y algo asustados. No tenían apenas munición. Sería duro tener tantos zombies al otro lado de la puerta pero si cerraban bien todas las puertas y no hacían ruido, podrían resistir dentro aquella noche. Al día siguiente tendrían que buscar un refugio mejor pero lo harían con el estómago lleno y después de enfrentarse con un grupo tan numeroso de zombies. Alguno de ellos caería pero morirían luchando. Aquel loco estaba condenado. Sólo podían esperar a que se le acabase la munición o que pasase a englosar el ejército de no muertos allí abajo.
No tuvieron que esperar mucho. Una hora después, cesaron los disparos pero continuaron los gemidos. Alicia intentó conciliar el sueño apoyada en el hombro de Carlos ante la atenta mirada de Arturo que servía de almohada a Effy.
Fernando había decidido hacer la primera guardia acompañado de Facundo en la puerta principal. Rodrigo y el falso cura harían guardia en la puerta trasera y en la planta superior, los elegidos eran Zed y Jorge. Los demás, harían el segundo turno.
Alicia cerró los ojos. Esperaba tener otra pesadilla pero el sueño la venció enseguida. Unas horas después, Arturo la despertó para ir a hacer la guardia. Los zombies seguían allí, gritando y gimiendo. Alicia y Arturo harían la guardia arriba mientras el resto descansaban. Sergio haría guardia con Carlos en la parte trasera y en la puerta delantera la harían Kenny y Aaron.
Lo mejor sería que las demás mujeres descansasen porque no eran expertas en zombies, ni en el uso de armas. Zed se durmió junto a Agatha y Jorge se sentó junto a Gloria, que aún seguía aturdida por la muerte de Pablo. Los demás se repartieron por la habitación.
La primera hora de la segunda guardia transcurrió sin complicaciones pero al principio de la segunda hora, se escucharon los primeros disparos en la parte trasera de la casa. Carlos y Sergio estaban en problemas.
Kealah- Cazadora con medias de seda
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
La noche pasaba tranquila, por lo menos para mi y Sergio que con tanta gente no estábamos preocupados (ingenuos).
Habían organizado unas guardias para que alguien vigilara mientras los demás dormían.
En el primer turno nosotros descansábamos así que nos alejamos algo de la luz que generaba el candelabro de el asesino y las demás velas.
Al final Sergio se tumbó cerca de una esquina y yo me senté apollándome en la pared.
Alicia- Se puede?
Carlos- Claro, descansa.
Alicia se apolló en mi hombro y se quedó dormida enseguida. Yo cerré los ojos y empezé a soñar con que loszombies llegaban a mi pueblo y se comían a mis seres queridos. De repente un hombre me despertó.
Arturo- Venga, que ya es hora de la segunda guardia.
Carlos- Vale........(bostezo) Sergio, levanta anda que nos toca ya la guardia.
Sergio- aiii, déjame mama que no quiero ir al colegio hoy.
Carlos-?????? Asqueroso yo que casi no duermo y tu soñando con tu infancia; levanta!!
Sergio- No me puedes ver dormir jaja
Carlos- Nos toca la guardia de la puerta trasera.
Sergio- Llevas alguna arma?
Carlos- No, pero tu si.
Sergio- Tronco, si vamos a hacer guardia será mejor llevar más de un arma.
Carlos- A quien se la pido yo ahora??
Sergio- Al cura jajaja que parece tener un arsenal el tío.
No se porque pero hice caso a Sergio y fui a preguntarle a el asesino.
Carlos- olle, podrías dejarme algún arma por favor, es que no tengo y me toca hacer la guardia a mi.
???- Puedo fiarme de ti?
Carlos- Claro que si hombre.
???- Bueno por que eres tu, toma esta 9mm que me encontré y déjame dormir un rato.
Facundo- Bien chicos vosotros cubriréis la entrada de atrás vale?
Sergio-Carlos- Si, señor jaja.
Facundo- Anda fuera cachondeo y moveros.
Sergio y yo, recorrimos unas cuantas habitaciones hasta llegar a la parte trasera. Allí cogimos unas sillas y no sentamos.
Sergio- Carlos! ahora sería el momento de irnos.
Carlos- Pues no te digo que no pero tendríamos que encontrar vehículo.
Sergio- Echaré un vistazo fuera.
Carlos- Pero a donde vas!
No pude detener a Sergio así que le acompañé fuera, allí había una persona.
Sergio- Y tu quien coño eres! Dijo apuntándole fijamente.
???- Modera ese tono chaval, yo solo soy un viandante que pasaba por aquí a traeros una carta.
Esa sombra dejó aquella extraña carta en el suelo y se fue.
Carlos- Que mierda pone?
Sergio- Pone de simón para sus amigos?
Carlos- Simón!! No es el psicópata que andaban buscando?
Sergio- Lee la carta!
-Antes de leer esta carta espero que disfrutéis de este regalo
Carlos- Regalo?
Antes de darse cuenta en aquel otro callejón había aparecido una horda de zombies.
Sergio- Joder, joder, joder. Dispara a matar!
Con una velocidad exaltante nos pusimos en posición dentro del edificio y empezamos a disparar.
Carlos- Joder rápido cierra la puerta!
Sergio- Está atascada!
Carlos- Mierda! SOCORRO!! ALERTA!! ZOMBIES!!
Ambos retrocedimos a otra habitación cuando llegaron unos cuantos supervivientes.
Zed- Que ocurre?
Sergio- Han conseguido entrar en la casa, no pudimos cerrar la puerta.
Fernando- Y que hacía abierta.
Carlos-... Era simón, nos ha dado esta carta para vosotros.
Alicia- Simón!!!!! Y por que no le habéis dado un tiro.
Sergio- Aparecieron los zombies y se escapó.
Rodrigo- Matemos a estos zombies y ya hablaremos!
Fernando- Estoy de acuerdo.
Y los que estábamos allí nos dispusimos a hacerles frente.
Habían organizado unas guardias para que alguien vigilara mientras los demás dormían.
En el primer turno nosotros descansábamos así que nos alejamos algo de la luz que generaba el candelabro de el asesino y las demás velas.
Al final Sergio se tumbó cerca de una esquina y yo me senté apollándome en la pared.
Alicia- Se puede?
Carlos- Claro, descansa.
Alicia se apolló en mi hombro y se quedó dormida enseguida. Yo cerré los ojos y empezé a soñar con que loszombies llegaban a mi pueblo y se comían a mis seres queridos. De repente un hombre me despertó.
Arturo- Venga, que ya es hora de la segunda guardia.
Carlos- Vale........(bostezo) Sergio, levanta anda que nos toca ya la guardia.
Sergio- aiii, déjame mama que no quiero ir al colegio hoy.
Carlos-?????? Asqueroso yo que casi no duermo y tu soñando con tu infancia; levanta!!
Sergio- No me puedes ver dormir jaja
Carlos- Nos toca la guardia de la puerta trasera.
Sergio- Llevas alguna arma?
Carlos- No, pero tu si.
Sergio- Tronco, si vamos a hacer guardia será mejor llevar más de un arma.
Carlos- A quien se la pido yo ahora??
Sergio- Al cura jajaja que parece tener un arsenal el tío.
No se porque pero hice caso a Sergio y fui a preguntarle a el asesino.
Carlos- olle, podrías dejarme algún arma por favor, es que no tengo y me toca hacer la guardia a mi.
???- Puedo fiarme de ti?
Carlos- Claro que si hombre.
???- Bueno por que eres tu, toma esta 9mm que me encontré y déjame dormir un rato.
Facundo- Bien chicos vosotros cubriréis la entrada de atrás vale?
Sergio-Carlos- Si, señor jaja.
Facundo- Anda fuera cachondeo y moveros.
Sergio y yo, recorrimos unas cuantas habitaciones hasta llegar a la parte trasera. Allí cogimos unas sillas y no sentamos.
Sergio- Carlos! ahora sería el momento de irnos.
Carlos- Pues no te digo que no pero tendríamos que encontrar vehículo.
Sergio- Echaré un vistazo fuera.
Carlos- Pero a donde vas!
No pude detener a Sergio así que le acompañé fuera, allí había una persona.
Sergio- Y tu quien coño eres! Dijo apuntándole fijamente.
???- Modera ese tono chaval, yo solo soy un viandante que pasaba por aquí a traeros una carta.
Esa sombra dejó aquella extraña carta en el suelo y se fue.
Carlos- Que mierda pone?
Sergio- Pone de simón para sus amigos?
Carlos- Simón!! No es el psicópata que andaban buscando?
Sergio- Lee la carta!
-Antes de leer esta carta espero que disfrutéis de este regalo
Carlos- Regalo?
Antes de darse cuenta en aquel otro callejón había aparecido una horda de zombies.
Sergio- Joder, joder, joder. Dispara a matar!
Con una velocidad exaltante nos pusimos en posición dentro del edificio y empezamos a disparar.
Carlos- Joder rápido cierra la puerta!
Sergio- Está atascada!
Carlos- Mierda! SOCORRO!! ALERTA!! ZOMBIES!!
Ambos retrocedimos a otra habitación cuando llegaron unos cuantos supervivientes.
Zed- Que ocurre?
Sergio- Han conseguido entrar en la casa, no pudimos cerrar la puerta.
Fernando- Y que hacía abierta.
Carlos-... Era simón, nos ha dado esta carta para vosotros.
Alicia- Simón!!!!! Y por que no le habéis dado un tiro.
Sergio- Aparecieron los zombies y se escapó.
Rodrigo- Matemos a estos zombies y ya hablaremos!
Fernando- Estoy de acuerdo.
Y los que estábamos allí nos dispusimos a hacerles frente.
PeKaDoR- Lich King
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
Una bienvenida algo fría.
Al cabo de un rato, después de que me haya presentado ante todos, me marginé, sentandome en un rincón de la habitación apoyando el bate en la pared y el revolver sobre el suelo. Estaba algo cansado, exhausto después de acabar con una docena de zombies antes de entrar al refugio.
Intenté aceptar la situación, hundiendome en mis propios pensamientos y afrontar lo que estaba ocurriendo ya que, desde que me fuí del apartamento, solo había visto sangre y mas sangre, violencia y muerte, aparte de muertos. Toda esa panoráma era como un sueño, pero no.
Apoyé mi cabeza a la pared, extendiendo mis brazos y piernas, a la vez que los estiraba. Cerré los ojos y escuché que unos estaban hablando, o al parecer discutían sobre algo, pero no me importaba. Solo me importaba descansar.
*- Tu eres el nuevo, no?. -Preguntó alguién, una chica.
*- Sí, por qué?. -Sin abrir si quiera mis ojos.
*- Tendrás que hacer guardia.
*- Qué?. -Y abrí mis ojos, como platos al escuchar eso.
*- Que tendrás que hacer guardia dije. -Llamó a uno, que se llamaba Aaron.
*- Lleva al nuevo, tendréis que hacer guardia. En la puerta delantera.
*- Ok, espero que no me de problemas. -Soltó Aaron.
*- Hazme caso que no me agrada nada estar contigo a hacer guardia. -Murmullé, mientras me levantaba y cojía el bate y el revolver.
Me llevó a la puerta principal del refugio, haciendo guardia mientras todos cojían fuerzas y descansaban. Por hablar ni quería hablar, se me cerraba los ojos. Las anteriores semanas estuve andando sin parar y descansando pocas horas.
Estabamos sentandos, Aaron y yo, haciendo guardia, como dijo aquella chica que se dirijió a mi, con desgana y mala ostia, sin ni siquiera preguntar como coño me llamo. Me puse a contar las balas que aún tenía guardado en el bolsillos del pantalón.
*- Dos.. cinco.. once. Once balas me quedan y seis en el revolver, perfecto. -Guardé las balas en mi bolsillo poniendo el revolver otra vez en el suelo.
*- Tu como te llamas?. -Preguntó Aaron.
*- Y a tí que te importa eso?.
*- Bueno, estamos en el mismo refugio, tendré que saber al menos cómo te llamas. -Broméo.
*- Kenny, así me llamo. Pero llamame Ken, es mejor, o llamame como te salga, me da igual.
*- Siempre eres así?.
*- Así qué?.
*- Así de distanciado y cerrado.
*- Pués.. no lo sé, la verdad. -Contesté mirando hacia el suelo.
Me hacía muchas preguntas, demasiadas para poder contestarlas a la vez. La noche pasaba tranquílo, las primeras horas fueron un coñazo, al lado de Aaron.
*- Tu dónde vivías?. -Preguntó Aaron.
*- En un apartamento.. Oye, no puedes estar callado un momento? Aunque sea solamente un momento, por favor. -Le miré de reojo, apoyando mi cabeza a la pared.
Unos disparos.
Escuchamos unos disparos en la parte trasera del refugio, los infectados atacaban esa posición. Yo me levanté de un salto cojiendo el revolver y empuñando el bate, al igual que Aaron que cojió su Glock, pero, dudé en ir o no.
*- Vamós Ken, ayudemos a Sergio y a Carlos, que parece que necesitan ayuda.
*- No nos moveremos de aquí.
*- Qué estás diciendo? Necesitan ayuda.
*- Dijo la chica de antes que tenemos que hacer guardia esta posicion.
*- Pero debemos ir a ayudarles.
Me irritaba Aaron, y eso me tocaba mucho las narices.
*- No te vas a callar, cierto?.
*- Puede que los maten.
*- Y si intentan entrar en esta posición? Quién defenderá esta puerta?. -Pregunté.
Aaron miró hacia la dirección de los disparos. Se veía preocupado por la situación de Carlos y Sergio.
*- Quedate aquí, nos quedaremos aquí. -Afirmé.
*- Espero que repelen el ataque de esos zombis, o será peor.
*- Cuando se ponga peor, ahí sí que iremos. Hasta entonces nada.
*- De acuerdo.
Se sentó Aaron al suelo con la preocupación en el cuerpo, mientras yo me apoyé levantado en la pared, al lado de una de las ventanas, tapadas y aseguradas por unas tablas de madera clavadas con clavos, y mirando por una de las rendijas que había en ellas. Miré y estaba todo despejado.
Al cabo de un rato, después de que me haya presentado ante todos, me marginé, sentandome en un rincón de la habitación apoyando el bate en la pared y el revolver sobre el suelo. Estaba algo cansado, exhausto después de acabar con una docena de zombies antes de entrar al refugio.
Intenté aceptar la situación, hundiendome en mis propios pensamientos y afrontar lo que estaba ocurriendo ya que, desde que me fuí del apartamento, solo había visto sangre y mas sangre, violencia y muerte, aparte de muertos. Toda esa panoráma era como un sueño, pero no.
Apoyé mi cabeza a la pared, extendiendo mis brazos y piernas, a la vez que los estiraba. Cerré los ojos y escuché que unos estaban hablando, o al parecer discutían sobre algo, pero no me importaba. Solo me importaba descansar.
*- Tu eres el nuevo, no?. -Preguntó alguién, una chica.
*- Sí, por qué?. -Sin abrir si quiera mis ojos.
*- Tendrás que hacer guardia.
*- Qué?. -Y abrí mis ojos, como platos al escuchar eso.
*- Que tendrás que hacer guardia dije. -Llamó a uno, que se llamaba Aaron.
*- Lleva al nuevo, tendréis que hacer guardia. En la puerta delantera.
*- Ok, espero que no me de problemas. -Soltó Aaron.
*- Hazme caso que no me agrada nada estar contigo a hacer guardia. -Murmullé, mientras me levantaba y cojía el bate y el revolver.
Me llevó a la puerta principal del refugio, haciendo guardia mientras todos cojían fuerzas y descansaban. Por hablar ni quería hablar, se me cerraba los ojos. Las anteriores semanas estuve andando sin parar y descansando pocas horas.
Estabamos sentandos, Aaron y yo, haciendo guardia, como dijo aquella chica que se dirijió a mi, con desgana y mala ostia, sin ni siquiera preguntar como coño me llamo. Me puse a contar las balas que aún tenía guardado en el bolsillos del pantalón.
*- Dos.. cinco.. once. Once balas me quedan y seis en el revolver, perfecto. -Guardé las balas en mi bolsillo poniendo el revolver otra vez en el suelo.
*- Tu como te llamas?. -Preguntó Aaron.
*- Y a tí que te importa eso?.
*- Bueno, estamos en el mismo refugio, tendré que saber al menos cómo te llamas. -Broméo.
*- Kenny, así me llamo. Pero llamame Ken, es mejor, o llamame como te salga, me da igual.
*- Siempre eres así?.
*- Así qué?.
*- Así de distanciado y cerrado.
*- Pués.. no lo sé, la verdad. -Contesté mirando hacia el suelo.
Me hacía muchas preguntas, demasiadas para poder contestarlas a la vez. La noche pasaba tranquílo, las primeras horas fueron un coñazo, al lado de Aaron.
*- Tu dónde vivías?. -Preguntó Aaron.
*- En un apartamento.. Oye, no puedes estar callado un momento? Aunque sea solamente un momento, por favor. -Le miré de reojo, apoyando mi cabeza a la pared.
Unos disparos.
Escuchamos unos disparos en la parte trasera del refugio, los infectados atacaban esa posición. Yo me levanté de un salto cojiendo el revolver y empuñando el bate, al igual que Aaron que cojió su Glock, pero, dudé en ir o no.
*- Vamós Ken, ayudemos a Sergio y a Carlos, que parece que necesitan ayuda.
*- No nos moveremos de aquí.
*- Qué estás diciendo? Necesitan ayuda.
*- Dijo la chica de antes que tenemos que hacer guardia esta posicion.
*- Pero debemos ir a ayudarles.
Me irritaba Aaron, y eso me tocaba mucho las narices.
*- No te vas a callar, cierto?.
*- Puede que los maten.
*- Y si intentan entrar en esta posición? Quién defenderá esta puerta?. -Pregunté.
Aaron miró hacia la dirección de los disparos. Se veía preocupado por la situación de Carlos y Sergio.
*- Quedate aquí, nos quedaremos aquí. -Afirmé.
*- Espero que repelen el ataque de esos zombis, o será peor.
*- Cuando se ponga peor, ahí sí que iremos. Hasta entonces nada.
*- De acuerdo.
Se sentó Aaron al suelo con la preocupación en el cuerpo, mientras yo me apoyé levantado en la pared, al lado de una de las ventanas, tapadas y aseguradas por unas tablas de madera clavadas con clavos, y mirando por una de las rendijas que había en ellas. Miré y estaba todo despejado.
Neno- Cazador cojonudo
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
Después de la pequeña discusión, todos se fueron a dormir, excepto Ariel. Tenía que hacer guardia y proteger a sus compañeros; por ahora ellos eran todo lo que tenía, y necesitaría más de una vez una mano para librarse de futuros problemas.
La noche se hacía presente, y las numerosas estrellas brillaban en el firmamento. Pero la luna, tapada por unas pocas nubes, era la que iluminaba la ciudad entera, ahora sumida en un silencio total.
Ariel estaba sentado cara a la ventana, escudriñando la calle. Las casas estaban vacías, seguramente abandonadas hace pocas horas.
Quizá antes de largarse de la ciudad podría entrar en alguna y tomar todo lo de valor, para tener más chances de sobrevivir.
Seguramente este desastre se habría expandido a otras ciudades cercanas al amanecer, así que se tenía que apresurar y largarse de allí cuanto antes.
Primero tenía que preparar su equipo para salir sin dificultades. Sería necesario víveres, agua potable, ropa, armas, protección corporal, etc. Todo eso tendría que entrar en una mochila, algo sumamente complicado.
Esa sería otra razón para estar en grupo. Podría haber una persona que cargue con todo lo dicho anteriormente, y los demás lo protegerían, armados y ligeros al no tener que cargar con nada. Pero si pierden a este, por cualquier causa, las consecuencias serían terribles.
Esto meditaba Ariel mientras observaba la vereda. Todo aparentemente tranquilo. Las luces de la ciudad se encontraban apagados, por lo cual estar fuera era muy peligroso. Los zombies, aunque torpes y lentos, son silenciosos, a menos que lancen esos escalofriantes gemidos, pero igualmente sería difícil detectarlos si se está a oscuras.
El silencio era total, por lo tanto era fácil detectar el peligro, pero el silencio también impactaba. Tan solo el sonido del viento sobresaltaba al reportero, por lo cual estaba permanentemente alerta. Y más cuando la casa no tiene ninguna protección. La puerta parecía difícil de derribar, pero la ventana era una sencilla forma de entrar adentro. Pero lo bueno era que los dos únicos accesos al edificio estaban delante de Ariel, por lo que si un zombie entraría con éxito, él lo sabría y, por consiguiente, lo hubiera eliminado o avisado a los demás.
Las horas pasaban lentamente, muy lentamente. Después de unas horas, la guardia se tornó muy aburrida, así que Ariel buscó algo con que entretenerse.
-No, no es buena idea. Este es mi puesto de vigilancia y debo cumplir mi deber. Es como si fuera un guardia real y por esto me pagaran- pensó Ariel sin abandonar su posición. Una de sus cualidades era el cumplimiento eficaz de las metas y objetivo propuestos.
Pasó una hora más... sin cambios. Sólo perdió su monotonía cuando escuchó unos tiros de metralla, pero solo duró unos instantes. Quizá eran los militares, que acudían a su ayuda. Ojalá, pensó ante este planteamiento, aunque también podía ser un loco que se cansó de la situación y quiso sacrificarse matando todos los zombies que pudieran. Y sabía muy bien que iba a morir porque los tiros captarían la atención de otros zombies, y en unos minutos se enfrentaría a no menos que una centena de estos, un verdadero ejército de muertos vivientes.
Transcurrió otra hora más, sin cambios. Pero en la siguiente hora, ya con sueño, ocurrió algo diferente; alguien golpeó la puerta de la casa.
Al principio Ariel pensó que era el viento, pero los golpes eran sucesivos, y se oía una voz de angustia y desesperación. Al descubrir esto, el reportero vaciló.
¿Si era un zombie que quería entrar?¿O era una persona? Si era esta última, ¿estaría infectada?, ¿tendría buenas intenciones?, ¿estaría siendo perseguido por los zombies?
Todos estos interrogantes hicieron que Ariel se detuviera a pensar qué hacer.
Pero lo que pareció un gemido de desesperación se convirtió en una voz clara y concisa. Era una persona y pedía ayuda.
Ariel se levantó del asiento y dijo:
-¿Quién es y qué busca?-
La voz tardó un poco en responder.
-Soy Roberto Juaréz, un sobreviviente, y busco un refugio y compañeros- era una voz de hombre, y según su tono era mayor de 30 años.
-¿Está usted solo?-
-Así es.-
-¿Los zombies lo han tocado?-
-No tuve oportunidad de encontrarme con alguno, así que no estoy infectado-
-Un último favor, Roberto. Dirijase hacia la ventana, para que yo lo pueda ver-
El señor obedeció y se dirigió a la ventana. Efectivamente estaba sano.
-Bien, lo dejaré entrar- dijo Ariel tomando la llave para abrir la puerta.
-Muchas gracias, estoy agradecido.-
Ariel abrió la puerta y Roberto entró rápidamente, como si lo estuvieran persiguiendo una horda de zombies. El reportero cerró la puerta y se fijó en la calle, registrando que todo esté bien.
La noche se hacía presente, y las numerosas estrellas brillaban en el firmamento. Pero la luna, tapada por unas pocas nubes, era la que iluminaba la ciudad entera, ahora sumida en un silencio total.
Ariel estaba sentado cara a la ventana, escudriñando la calle. Las casas estaban vacías, seguramente abandonadas hace pocas horas.
Quizá antes de largarse de la ciudad podría entrar en alguna y tomar todo lo de valor, para tener más chances de sobrevivir.
Seguramente este desastre se habría expandido a otras ciudades cercanas al amanecer, así que se tenía que apresurar y largarse de allí cuanto antes.
Primero tenía que preparar su equipo para salir sin dificultades. Sería necesario víveres, agua potable, ropa, armas, protección corporal, etc. Todo eso tendría que entrar en una mochila, algo sumamente complicado.
Esa sería otra razón para estar en grupo. Podría haber una persona que cargue con todo lo dicho anteriormente, y los demás lo protegerían, armados y ligeros al no tener que cargar con nada. Pero si pierden a este, por cualquier causa, las consecuencias serían terribles.
Esto meditaba Ariel mientras observaba la vereda. Todo aparentemente tranquilo. Las luces de la ciudad se encontraban apagados, por lo cual estar fuera era muy peligroso. Los zombies, aunque torpes y lentos, son silenciosos, a menos que lancen esos escalofriantes gemidos, pero igualmente sería difícil detectarlos si se está a oscuras.
El silencio era total, por lo tanto era fácil detectar el peligro, pero el silencio también impactaba. Tan solo el sonido del viento sobresaltaba al reportero, por lo cual estaba permanentemente alerta. Y más cuando la casa no tiene ninguna protección. La puerta parecía difícil de derribar, pero la ventana era una sencilla forma de entrar adentro. Pero lo bueno era que los dos únicos accesos al edificio estaban delante de Ariel, por lo que si un zombie entraría con éxito, él lo sabría y, por consiguiente, lo hubiera eliminado o avisado a los demás.
Las horas pasaban lentamente, muy lentamente. Después de unas horas, la guardia se tornó muy aburrida, así que Ariel buscó algo con que entretenerse.
-No, no es buena idea. Este es mi puesto de vigilancia y debo cumplir mi deber. Es como si fuera un guardia real y por esto me pagaran- pensó Ariel sin abandonar su posición. Una de sus cualidades era el cumplimiento eficaz de las metas y objetivo propuestos.
Pasó una hora más... sin cambios. Sólo perdió su monotonía cuando escuchó unos tiros de metralla, pero solo duró unos instantes. Quizá eran los militares, que acudían a su ayuda. Ojalá, pensó ante este planteamiento, aunque también podía ser un loco que se cansó de la situación y quiso sacrificarse matando todos los zombies que pudieran. Y sabía muy bien que iba a morir porque los tiros captarían la atención de otros zombies, y en unos minutos se enfrentaría a no menos que una centena de estos, un verdadero ejército de muertos vivientes.
Transcurrió otra hora más, sin cambios. Pero en la siguiente hora, ya con sueño, ocurrió algo diferente; alguien golpeó la puerta de la casa.
Al principio Ariel pensó que era el viento, pero los golpes eran sucesivos, y se oía una voz de angustia y desesperación. Al descubrir esto, el reportero vaciló.
¿Si era un zombie que quería entrar?¿O era una persona? Si era esta última, ¿estaría infectada?, ¿tendría buenas intenciones?, ¿estaría siendo perseguido por los zombies?
Todos estos interrogantes hicieron que Ariel se detuviera a pensar qué hacer.
Pero lo que pareció un gemido de desesperación se convirtió en una voz clara y concisa. Era una persona y pedía ayuda.
Ariel se levantó del asiento y dijo:
-¿Quién es y qué busca?-
La voz tardó un poco en responder.
-Soy Roberto Juaréz, un sobreviviente, y busco un refugio y compañeros- era una voz de hombre, y según su tono era mayor de 30 años.
-¿Está usted solo?-
-Así es.-
-¿Los zombies lo han tocado?-
-No tuve oportunidad de encontrarme con alguno, así que no estoy infectado-
-Un último favor, Roberto. Dirijase hacia la ventana, para que yo lo pueda ver-
El señor obedeció y se dirigió a la ventana. Efectivamente estaba sano.
-Bien, lo dejaré entrar- dijo Ariel tomando la llave para abrir la puerta.
-Muchas gracias, estoy agradecido.-
Ariel abrió la puerta y Roberto entró rápidamente, como si lo estuvieran persiguiendo una horda de zombies. El reportero cerró la puerta y se fijó en la calle, registrando que todo esté bien.
THE-VIL-JACK-KRAJER- Cazador mediocre
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
Zed había regresado de su guardia con Jorge. En el suelo alfombrado de aquella casa estaba Agatha recostada, Zed se tendió al lado de ella. La hermosa modelo despertó sobresaltada, pero al notar que se trataba de Zed se remitió a abrazarlo.
-Du hast mir gefehlt (te extrañé) –susurró Agatha mientras le daba un delicado beso a Zed, quien se remitió a abrazarla más por costumbre que por convicción -Haben Sie noch mich hassen? (¿aún me odias?).
-Nicht (no).
-Ich liebe dich (te amo).
-Lass mich schlafen (déjame dormir).
-Nicht behandeln mich gut! (¡no me trates así!) –dijo Agatha exaltada mientras se sentaba apoyada con las palmas de sus manos, Zed por su parte se dio la vuelta ignorándola- Nicht zu vergessen die viel Sie mit meinem Vater habe, du liebst mich noch immer (no olvides el trato que hiciste con mi padre, debes amarme siempre).
-Die Welt verändert. Jetzt töten Zombies, entsprechen nicht den Launen von Prostituierten (El mundo cambió. Ahora mato zombies, no cumplo caprichos de prostitutas) –Zed estaba furioso, sabía que en este nuevo mundo ella ya no tenía poder sobre él, lo peor era que no podía despegarse de ella.
-¡Mierda! ¡SOCORRO! ¡ALERTA! ¡ZOMBIES! –gritó Carlos desde la parte trasera de la casa, Zed se incorporó de inmediato, tomó su guitarra que estaba recargada en la pared y corrió en dirección de aquel grito.
-¿Qué ocurre? –preguntó Zed.
-Han conseguido entrar en la casa, no pudimos cerrar la puerta –dijo Sergio alarmado.
Zed notó que Alicia, Fernando y Rodrigo llegaron al lugar, así que se armó de valor y se dispuso a hacerles frente. Empuñando su guitarra de mil batallas le reventó el cráneo al zombie más cercano mientras los demás seguían discutiendo sobre la carta de Simón.
Con sus enormes brazos lanzó un par de metros a un zombie que estaba cerca, pero otro se le acercó por la espalda sin que el rockero se diera cuenta. Un golpe seco tumbó a aquel engendro que cayó a los pies de Alicia, que sostenía un palo de golf.
-¿Creíste que te dejaría matar a todos, gigantón?
Zed se limitó a sonreírle a la chica; acto seguido continuó con su festín de sangre y sesos desparramados. Fernando ya tenía experiencia en aquello, pero Rodrigo era mucho más hábil debido a su fuerte entrenamiento como militar.
En cuestión de minutos, los supervivientes redujeron aquella horda. Así que entraron a la casa como grandes guerreros que regresan de invadir una aldea cercana. De todos, el único que parecía haber peleado era Zed, que tenía sangre violeta en sus manos y ropa.
-Bist du gut, Honig? (¿Estás bien, cariño?) –Agatha se lanzó sobre Zed, quien la quitó en el acto.
El ambiente se tensó en ese momento, la algarabía que sentían todos por haber sobrevivido a otra ola de infectados se vio ensombrecida por la forma tan ruda con la que Zed trataba a Agatha.
-Parece que Sansón tiene un problema cerebral –dijo Arturo-. Que desaprovechar ese monumento de mujer…
En esta ocasión Effy no volteó a verlo siquiera, tenía la vista perdida en Zed. En la mirada de la chica se reflejaba desconcierto y tristeza. No sabía la razón de la discusión de aquellas dos celebridades, pero Zed transmitía hartazgo.
Los minutos pasaron, y mientras algunos supervivientes comentaban, otros dormían y el resto deambulaba por la casa sin poder conciliar el sueño, Zed y Agatha seguían discutiendo en alemán en una de las habitaciones.
De pronto, la puerta donde discutían se abrió de golpe y Zed salió de ahí furioso. Arturo corrió a asomarse, dentro de la habitación estaba Agatha llorando, antes de que pudiera hacer o decir algo, el alboroto se hizo presente en la sala principal.
-¡Espera, Zed! –gritaba Fernando-. ¿Estás loco? ¡No puedes salir así de la casa!
-¡QUÍTATE, FERNANDO! –rugía Zed que tenía el rostro rojizo y lleno de venas tanto en el cuello como en las sienes.
-Relájate, grandulón –Alicia trataba de calmar la ira de Zed.
-¡FUERA TODOS! –gritó Zed, quien empujó a Fernando que trataba de detenerlo. El chico cayó fulminado al suelo inconsciente, la fuerza de Zed combinada con la pared habían sido la razón de su desmayo.
***
Un camionero obeso estaba huyendo de toda aquella locura. Su día había comenzado con su rutinaria tarea de llevar la pipa de gas surtiendo a los tanques estacionarios de sus clientes de la zona, cuando todo el tumulto se suscitó.
El hombre de unos 43 años había podido resguardarse en la casa de una viuda que le había dado asilo de aquella vorágine de canibalismo. Pero aquella pequeña casa no resistió los embates de los podridos y terminó por ceder.
Los zombies devoraron a aquella mujer, y al camionero obeso sólo le mordieron el brazo. Estaba muy asustado, así que decidió subirse a su pipa de gas y emprender camino en cualquier dirección.
La noche había caído, y el conductor obeso se dirigía a cualquier parte, la herida del brazo era mucho más delicada de lo que él creía. Ahora tenía que lidiar con una fiebre muy elevada y la vista borrosa, hasta que perdió el control y se despidió de su vida humana mientras conducía…
***
La discusión seguía dentro de la casa de los supervivientes, Zed terminó por imponerse y salir gritando groserías en inglés. Detrás de él salió un pequeño grupo que trataba de hacerle entrar en razón; se trataba de Aaron, Jorge, Julieta y Effy.
Por su parte, dentro de la casa Facundo trataba de calmar a los demás que querían salir.
-Debemos permanecer aquí, no tiene caso que vayamos, por favor tranquilícense –decía Facundo con la voz de mando que le caracteriza.
-No sé por qué hacen tanto caso a los desplantes de esa pseudoestrella –dijo Kenny-. Si quiere largarse y ser devorado por los zombies, allá él. Tal vez terminen tan satisfechos de comerse sus músculos que ya no vengan por nosotros.
-¡Fernando, responde! –Alicia trataba de reanimar a su casi esposo que seguía inconsciente.
De pronto, Zed corrió hacia una de las calles cercanas, los antes mencionados que le acompañaban le siguieron, excepto Julieta que permanecía indecisa de qué hacer. En eso, una pipa de gas se acercó a ellos a gran velocidad, de camino se llevó a la pobre Julieta, que murió en el acto, para luego ir a estrellarse a una casa cercana de donde se encontraban los supervivientes.
Aquello era un nido de nervios, todos gritaban y corrían, no sabían si ir a apagar el fuego, seguir a Zed, reanimar a Fernando o qué hacer, el incendio podía extenderse a las casas vecinas si no actuaban pronto, ¿pero cómo apagarlo?
A calles de ahí Zed seguía corriendo con su guitarra en mano sin hacer caso del estallido. A unas calles de ahí seguían en su búsqueda Jorge, Aaron, Effy y el falso cura que decidió seguirlos, sabía que corrían peligro y que el incendio podrían controlarlo los demás.
-Du hast mir gefehlt (te extrañé) –susurró Agatha mientras le daba un delicado beso a Zed, quien se remitió a abrazarla más por costumbre que por convicción -Haben Sie noch mich hassen? (¿aún me odias?).
-Nicht (no).
-Ich liebe dich (te amo).
-Lass mich schlafen (déjame dormir).
-Nicht behandeln mich gut! (¡no me trates así!) –dijo Agatha exaltada mientras se sentaba apoyada con las palmas de sus manos, Zed por su parte se dio la vuelta ignorándola- Nicht zu vergessen die viel Sie mit meinem Vater habe, du liebst mich noch immer (no olvides el trato que hiciste con mi padre, debes amarme siempre).
-Die Welt verändert. Jetzt töten Zombies, entsprechen nicht den Launen von Prostituierten (El mundo cambió. Ahora mato zombies, no cumplo caprichos de prostitutas) –Zed estaba furioso, sabía que en este nuevo mundo ella ya no tenía poder sobre él, lo peor era que no podía despegarse de ella.
-¡Mierda! ¡SOCORRO! ¡ALERTA! ¡ZOMBIES! –gritó Carlos desde la parte trasera de la casa, Zed se incorporó de inmediato, tomó su guitarra que estaba recargada en la pared y corrió en dirección de aquel grito.
-¿Qué ocurre? –preguntó Zed.
-Han conseguido entrar en la casa, no pudimos cerrar la puerta –dijo Sergio alarmado.
Zed notó que Alicia, Fernando y Rodrigo llegaron al lugar, así que se armó de valor y se dispuso a hacerles frente. Empuñando su guitarra de mil batallas le reventó el cráneo al zombie más cercano mientras los demás seguían discutiendo sobre la carta de Simón.
Con sus enormes brazos lanzó un par de metros a un zombie que estaba cerca, pero otro se le acercó por la espalda sin que el rockero se diera cuenta. Un golpe seco tumbó a aquel engendro que cayó a los pies de Alicia, que sostenía un palo de golf.
-¿Creíste que te dejaría matar a todos, gigantón?
Zed se limitó a sonreírle a la chica; acto seguido continuó con su festín de sangre y sesos desparramados. Fernando ya tenía experiencia en aquello, pero Rodrigo era mucho más hábil debido a su fuerte entrenamiento como militar.
En cuestión de minutos, los supervivientes redujeron aquella horda. Así que entraron a la casa como grandes guerreros que regresan de invadir una aldea cercana. De todos, el único que parecía haber peleado era Zed, que tenía sangre violeta en sus manos y ropa.
-Bist du gut, Honig? (¿Estás bien, cariño?) –Agatha se lanzó sobre Zed, quien la quitó en el acto.
El ambiente se tensó en ese momento, la algarabía que sentían todos por haber sobrevivido a otra ola de infectados se vio ensombrecida por la forma tan ruda con la que Zed trataba a Agatha.
-Parece que Sansón tiene un problema cerebral –dijo Arturo-. Que desaprovechar ese monumento de mujer…
En esta ocasión Effy no volteó a verlo siquiera, tenía la vista perdida en Zed. En la mirada de la chica se reflejaba desconcierto y tristeza. No sabía la razón de la discusión de aquellas dos celebridades, pero Zed transmitía hartazgo.
Los minutos pasaron, y mientras algunos supervivientes comentaban, otros dormían y el resto deambulaba por la casa sin poder conciliar el sueño, Zed y Agatha seguían discutiendo en alemán en una de las habitaciones.
De pronto, la puerta donde discutían se abrió de golpe y Zed salió de ahí furioso. Arturo corrió a asomarse, dentro de la habitación estaba Agatha llorando, antes de que pudiera hacer o decir algo, el alboroto se hizo presente en la sala principal.
-¡Espera, Zed! –gritaba Fernando-. ¿Estás loco? ¡No puedes salir así de la casa!
-¡QUÍTATE, FERNANDO! –rugía Zed que tenía el rostro rojizo y lleno de venas tanto en el cuello como en las sienes.
-Relájate, grandulón –Alicia trataba de calmar la ira de Zed.
-¡FUERA TODOS! –gritó Zed, quien empujó a Fernando que trataba de detenerlo. El chico cayó fulminado al suelo inconsciente, la fuerza de Zed combinada con la pared habían sido la razón de su desmayo.
***
Un camionero obeso estaba huyendo de toda aquella locura. Su día había comenzado con su rutinaria tarea de llevar la pipa de gas surtiendo a los tanques estacionarios de sus clientes de la zona, cuando todo el tumulto se suscitó.
El hombre de unos 43 años había podido resguardarse en la casa de una viuda que le había dado asilo de aquella vorágine de canibalismo. Pero aquella pequeña casa no resistió los embates de los podridos y terminó por ceder.
Los zombies devoraron a aquella mujer, y al camionero obeso sólo le mordieron el brazo. Estaba muy asustado, así que decidió subirse a su pipa de gas y emprender camino en cualquier dirección.
La noche había caído, y el conductor obeso se dirigía a cualquier parte, la herida del brazo era mucho más delicada de lo que él creía. Ahora tenía que lidiar con una fiebre muy elevada y la vista borrosa, hasta que perdió el control y se despidió de su vida humana mientras conducía…
***
La discusión seguía dentro de la casa de los supervivientes, Zed terminó por imponerse y salir gritando groserías en inglés. Detrás de él salió un pequeño grupo que trataba de hacerle entrar en razón; se trataba de Aaron, Jorge, Julieta y Effy.
Por su parte, dentro de la casa Facundo trataba de calmar a los demás que querían salir.
-Debemos permanecer aquí, no tiene caso que vayamos, por favor tranquilícense –decía Facundo con la voz de mando que le caracteriza.
-No sé por qué hacen tanto caso a los desplantes de esa pseudoestrella –dijo Kenny-. Si quiere largarse y ser devorado por los zombies, allá él. Tal vez terminen tan satisfechos de comerse sus músculos que ya no vengan por nosotros.
-¡Fernando, responde! –Alicia trataba de reanimar a su casi esposo que seguía inconsciente.
De pronto, Zed corrió hacia una de las calles cercanas, los antes mencionados que le acompañaban le siguieron, excepto Julieta que permanecía indecisa de qué hacer. En eso, una pipa de gas se acercó a ellos a gran velocidad, de camino se llevó a la pobre Julieta, que murió en el acto, para luego ir a estrellarse a una casa cercana de donde se encontraban los supervivientes.
Aquello era un nido de nervios, todos gritaban y corrían, no sabían si ir a apagar el fuego, seguir a Zed, reanimar a Fernando o qué hacer, el incendio podía extenderse a las casas vecinas si no actuaban pronto, ¿pero cómo apagarlo?
A calles de ahí Zed seguía corriendo con su guitarra en mano sin hacer caso del estallido. A unas calles de ahí seguían en su búsqueda Jorge, Aaron, Effy y el falso cura que decidió seguirlos, sabía que corrían peligro y que el incendio podrían controlarlo los demás.
Re: Cuando los zombies nos alcancen
MISIÓN 3: CADA QUIEN PARA SU SANTO
Tiempo: Del miércoles 7 de julio al miércoles 14 de julio.
Planteamiento: Los sobrevivientes se han dividido en tres grupos: los que están en una casa alejada de la masión de Alex, los invitados a la boda que se resguardaron en una casa con una explosión de una pipa de gas a las afueras, los que persiguen a Zed para hacerlo entrar en razón.
Objetivo: Cada grupo debe conseguir una tarea específica: El grupo de la casa debe buscar provisiones y medicinas para Roberto Juárez (el recién llegado), que tiene una fiebre muy peligrosa debido a una infección NO relacionada con los zombies; el grupo que persigue a Zed debe hacer entrar en razón a este último, y reunirse con el primer grupo (el de la casa a la que llegó Juárez); el grupo de la pipa de gas debe apagar el incendio y buscar nuevo refugio, debido a que la explosión alertó a zombies lejanos.
Restricciones: Todos deben postear al menos una vez referente a esta misión; sin embargo, los responsables deben publicar un post de conclusión, donde se cumpla el objetivo de su grupo. Este post de conclusión se puede publicar únicamente al día siguiente del término de la misión (jueves 15 de julio).
Responsable(s): Del grupo de la casa, el responsable es Degtyarev; del grupo de la persecusión de Zed, el responsable es PauTL; del grupo del incendio, la responsable es Kealah. Los usuarios que no participen en la misión reciben una amonestación, el responsable que no concluya su misión el día jueves, recibe una amonestación (por lo tanto, si el responsable no postea nada durante la misión, recibe dos amonestaciones).
Re: Cuando los zombies nos alcancen
Alicia intentaba despertar a Fernando. Había recibido un fuerte golpe en la cabeza contra la pared como consecuencia del empujón de Zed. Alicia estaba furiosa. Fernando estaba inconsciente, los zombies habían estado a punto de entrar en la casa por culpa de aquellos dos niñatos, Simón había escrito una carta que aún no había leído, Zed, Jorge y el falso cura acababan de largarse y tenía que aguantar a la modelo siliconada pareja de Zed. Menos mal que Rodrigo seguía al pie del cañón y junto con Arturo.
Parecía que Fernando comenzaba a abrir los ojos cuando escucharon una fuerte explosión en la parte trasera de la casa. Todo el piso retumbó y los cuadros que Alicia había dejado vivos cayeron al suelo, provocando un fuerte estruendo.
- Cariño - Dijo Alicia dulcemente a Fernando - ¿Estás bien? - Fernando asintió - No digas nada, sé que te duele la cabeza. Descansa unos minutos y luego ven a la parte trasera. Ha habido una explosión. Voy a ver que sucede. Te dejo aquí en buena compañía. Y... no me vuelvas a dar estos sustos! - Alicia se acercó donde estaba Gloria dormida y la despertó - Necesito que cuides de Fernando un momento.
- Pero Pablo.. No sé que hacer sin Pablo... - Alicia propinó un tortazo a Gloria.
- Lo siento, cielo, pero es hora de que reacciones. Pablo ha muerto y tú no. Estar así solo te hace vulnerable y te convierte en un estorbo para los demás así que puedes espabilarte o no tendré ningún problema a la hora de dejarte atrás. - Alicia jamás la dejaría atrás pero eso Gloria no lo sabía. Se levantó y se quedó con Fernando.
Cuando ALicia llegó a la parte trasera de la casa, allí estaban todos. Rodrigo, Arturo, Carlos, Sergio, Kenny y Facundo, incluso Agatha. Ninguno se movía. Todos estaban contemplando el gran incendio que se estaba produciendo tan sólo dos casas más allá.
- ¿Qué ha sucedido? - Preguntó Alicia
- Un camión cisterna se ha estrellado contra esa casa y ha explotado - Explicó Rodrigo.
- ¿Y qué vamos a hacer ahora? - Preguntó ALicia - ¿Alguien sabe como se apaga un incendio sin agua, sin mangueras y sin nada? El incendio no tardará en llegar hasta aquí. Es una casa de madera.
- Pues no sé - Dijo Arturo - Como no lo apaguemos escupiendo o a meadas a mí no se me ocurre otra manera.
- Idiota... - Sonrió Alicia a Arturo y esa complicidad surgió entre ellos. Nadie pareció darse cuenta de ello - Bueeeeeeno.... Tenemos que apagar ese incendio.
- No sé, joder, ¿en las películas no usan mantas? - Preguntó Sergio
- Si... pero para apagar el incendio de un establo - Dijo Carlos riéndose - No el de una casa.
- ¿Y qué lo mismo da?
- Podemos intentarlo. No hay agua. Mirad, allí hay una obra. Tiene que haber arena, ¿verdad? ¿Y si....? Vamos, chicos, tengo una idea - Dijo Alicia
- ¿Os podemos echar una mano? - Preguntó Fernando entrando por la pueta con Gloria - Me duele la cabeza pero sobreviviré.
- Fernando - Dijo Alicia sonriendo - Me alegro de que estés bien. ¡No me des más sustos! Sólo dime una cosa... ¿puedes conducir?
- Eso creo.
- Estupendo, vamos a apagar ese incendio.
Todos, excepto Agatha y Sergio a los que habían encomendado el encargo de custodiar la puerta de casa, salieron en dirección al incendio. No había muchos zombies por la zona, excepto los que habían ido saliendo de la casa en llamas. No fue difícil encargarse de ellos. Rodrigo mató al primero, Fernando salvó a Gloria de ser devorada por uno de ellos cuando le golpeó con una tubería, también hubo uno para Arturo que salvó a Alicia de un mordisco y para Kenny que había resultado ser muy hábil en el combate cuerpo a cuerpo. Carlos también sabía defenderse y mató no a uno sino a dos zombies.
Comenzaron a apagar el incendio con las mantas pero se había extendido demasiado. Siguieron intentándolo pero tenían miedo de que algún zombie se aproximara sin que ellos se dieran cuenta. Sin embargo, resultaba extraño lo limpia que estaba la calle de zombies a pesar de que se veían pequeños enjambres de zombies por la zona. Parecía que el fuego era lo que les hacía permanecer alejados.
- Kenny - Gritó Alicia mientras golpeaba el fuego con todas sus fuerzas.
- Coño, ¡Si sabes mi nombre!
- Desde luego que sí. Siento haber estado algo grosera antes.
- No pasa nada. ¿Qué querías?
- Diles al resto que tengo una teoría, creo que los zombies temen al fuego. Fíjate en aquel grupo. No se acerca.
- Ok. Se lo diré pero yo tengo otra teoría.
- ¿Cuál es?
- Que necesitamos algo mejor que estas putas mantas. No apagaremos el fuego en la vida.
- Tienes razón. Es hora del plan B. - Dijo Alicia moviéndose hacia la posición de Fernando- Fernando, ¿ves aquel camión de arena en la obra de al lado? Podríamos usar la arena para apagar el fuego. ¿No te parece?
- Puede ser una solución aunque no sé si podré conducirlo. Solo soy carretillero.
- Fer, confío en ti. Sé que vas a hacerlo. Usa un remolque, una grua, lo que quieras pero necesito que esa arena caiga encima de esta casa. Ve con alguien.
Facundo y Fernando salieron corriendo hacia la obra mientras el resto seguían intentando apagar el incendio con las mantas. Era una tarea ardua y cansada y todos estaban exhaustos.
Gloria se sentó, abatida un poco lejos del incendio y comenzó a llorar. Alicia no podía verla, ni ningún otro así que cuando aquel camionero de 43 años salió de entre las llamas convertido en zombies nadie se percató de su presencia. Solamente los gritos alertaron a los compañeros de Gloria. No había sido mordida, no se iba a convertir en zombie puesto que el cadáver estaba lo suficientemente calcinado para no provocar ese tipo de daños. Sin embargo, el fuego que cubría el cuerpo, incendió las ropas de Gloria y allí estaba Gloria, gritando, haciendo un extraño baile con su figura, acompañada por el zombie del camionero y quemándose viva ante la mirada del resto.
Fueron Carlos y Kenny los que reaccionaron. Golpearon al zombie en la cabeza y apagaron a Gloria con una de las mantas. Fue demasiado tarde. Gloria estaba muerta.
Alicia se derrumbó, ante un incendio y entre los brazos de Arturo lloró desconsoladamente. Por la tensión, por la pérdida de su amiga y porque su vida se iba otra vez al garete. En su bolsillo, seguía la carta de Simón que Carlos había terminado dándola y que todavía no había tenido tiempo de leer. Rodrigo lo observó desde el otro lado, sin interrumpir y se limitó a menear la cabeza.
Se separó de Arturo y con lágrimas en los ojos siguió golpeando el fuego con una manta.
Parecía que Fernando comenzaba a abrir los ojos cuando escucharon una fuerte explosión en la parte trasera de la casa. Todo el piso retumbó y los cuadros que Alicia había dejado vivos cayeron al suelo, provocando un fuerte estruendo.
- Cariño - Dijo Alicia dulcemente a Fernando - ¿Estás bien? - Fernando asintió - No digas nada, sé que te duele la cabeza. Descansa unos minutos y luego ven a la parte trasera. Ha habido una explosión. Voy a ver que sucede. Te dejo aquí en buena compañía. Y... no me vuelvas a dar estos sustos! - Alicia se acercó donde estaba Gloria dormida y la despertó - Necesito que cuides de Fernando un momento.
- Pero Pablo.. No sé que hacer sin Pablo... - Alicia propinó un tortazo a Gloria.
- Lo siento, cielo, pero es hora de que reacciones. Pablo ha muerto y tú no. Estar así solo te hace vulnerable y te convierte en un estorbo para los demás así que puedes espabilarte o no tendré ningún problema a la hora de dejarte atrás. - Alicia jamás la dejaría atrás pero eso Gloria no lo sabía. Se levantó y se quedó con Fernando.
Cuando ALicia llegó a la parte trasera de la casa, allí estaban todos. Rodrigo, Arturo, Carlos, Sergio, Kenny y Facundo, incluso Agatha. Ninguno se movía. Todos estaban contemplando el gran incendio que se estaba produciendo tan sólo dos casas más allá.
- ¿Qué ha sucedido? - Preguntó Alicia
- Un camión cisterna se ha estrellado contra esa casa y ha explotado - Explicó Rodrigo.
- ¿Y qué vamos a hacer ahora? - Preguntó ALicia - ¿Alguien sabe como se apaga un incendio sin agua, sin mangueras y sin nada? El incendio no tardará en llegar hasta aquí. Es una casa de madera.
- Pues no sé - Dijo Arturo - Como no lo apaguemos escupiendo o a meadas a mí no se me ocurre otra manera.
- Idiota... - Sonrió Alicia a Arturo y esa complicidad surgió entre ellos. Nadie pareció darse cuenta de ello - Bueeeeeeno.... Tenemos que apagar ese incendio.
- No sé, joder, ¿en las películas no usan mantas? - Preguntó Sergio
- Si... pero para apagar el incendio de un establo - Dijo Carlos riéndose - No el de una casa.
- ¿Y qué lo mismo da?
- Podemos intentarlo. No hay agua. Mirad, allí hay una obra. Tiene que haber arena, ¿verdad? ¿Y si....? Vamos, chicos, tengo una idea - Dijo Alicia
- ¿Os podemos echar una mano? - Preguntó Fernando entrando por la pueta con Gloria - Me duele la cabeza pero sobreviviré.
- Fernando - Dijo Alicia sonriendo - Me alegro de que estés bien. ¡No me des más sustos! Sólo dime una cosa... ¿puedes conducir?
- Eso creo.
- Estupendo, vamos a apagar ese incendio.
Todos, excepto Agatha y Sergio a los que habían encomendado el encargo de custodiar la puerta de casa, salieron en dirección al incendio. No había muchos zombies por la zona, excepto los que habían ido saliendo de la casa en llamas. No fue difícil encargarse de ellos. Rodrigo mató al primero, Fernando salvó a Gloria de ser devorada por uno de ellos cuando le golpeó con una tubería, también hubo uno para Arturo que salvó a Alicia de un mordisco y para Kenny que había resultado ser muy hábil en el combate cuerpo a cuerpo. Carlos también sabía defenderse y mató no a uno sino a dos zombies.
Comenzaron a apagar el incendio con las mantas pero se había extendido demasiado. Siguieron intentándolo pero tenían miedo de que algún zombie se aproximara sin que ellos se dieran cuenta. Sin embargo, resultaba extraño lo limpia que estaba la calle de zombies a pesar de que se veían pequeños enjambres de zombies por la zona. Parecía que el fuego era lo que les hacía permanecer alejados.
- Kenny - Gritó Alicia mientras golpeaba el fuego con todas sus fuerzas.
- Coño, ¡Si sabes mi nombre!
- Desde luego que sí. Siento haber estado algo grosera antes.
- No pasa nada. ¿Qué querías?
- Diles al resto que tengo una teoría, creo que los zombies temen al fuego. Fíjate en aquel grupo. No se acerca.
- Ok. Se lo diré pero yo tengo otra teoría.
- ¿Cuál es?
- Que necesitamos algo mejor que estas putas mantas. No apagaremos el fuego en la vida.
- Tienes razón. Es hora del plan B. - Dijo Alicia moviéndose hacia la posición de Fernando- Fernando, ¿ves aquel camión de arena en la obra de al lado? Podríamos usar la arena para apagar el fuego. ¿No te parece?
- Puede ser una solución aunque no sé si podré conducirlo. Solo soy carretillero.
- Fer, confío en ti. Sé que vas a hacerlo. Usa un remolque, una grua, lo que quieras pero necesito que esa arena caiga encima de esta casa. Ve con alguien.
Facundo y Fernando salieron corriendo hacia la obra mientras el resto seguían intentando apagar el incendio con las mantas. Era una tarea ardua y cansada y todos estaban exhaustos.
Gloria se sentó, abatida un poco lejos del incendio y comenzó a llorar. Alicia no podía verla, ni ningún otro así que cuando aquel camionero de 43 años salió de entre las llamas convertido en zombies nadie se percató de su presencia. Solamente los gritos alertaron a los compañeros de Gloria. No había sido mordida, no se iba a convertir en zombie puesto que el cadáver estaba lo suficientemente calcinado para no provocar ese tipo de daños. Sin embargo, el fuego que cubría el cuerpo, incendió las ropas de Gloria y allí estaba Gloria, gritando, haciendo un extraño baile con su figura, acompañada por el zombie del camionero y quemándose viva ante la mirada del resto.
Fueron Carlos y Kenny los que reaccionaron. Golpearon al zombie en la cabeza y apagaron a Gloria con una de las mantas. Fue demasiado tarde. Gloria estaba muerta.
Alicia se derrumbó, ante un incendio y entre los brazos de Arturo lloró desconsoladamente. Por la tensión, por la pérdida de su amiga y porque su vida se iba otra vez al garete. En su bolsillo, seguía la carta de Simón que Carlos había terminado dándola y que todavía no había tenido tiempo de leer. Rodrigo lo observó desde el otro lado, sin interrumpir y se limitó a menear la cabeza.
Se separó de Arturo y con lágrimas en los ojos siguió golpeando el fuego con una manta.
Kealah- Cazadora con medias de seda
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
Mientras Alicia y los demás hacían un intento de apagar el fuego con unas mantas, Carlos y yo fuimos a socorrer a Gloria, que parecía que necesitaba nuestra ayuda.
Corrimos hacia ella, y vimos que estaba siendo atacada por un gordo zombie cabrón, mientras ella estaba quemandose poco a poco.
* -Maldito hijo de.. Carlos ve a apagar ese puto fuego de una maldita vez. -Gritaba mientras hundía el bate en el cráneo del zombie gordo.
* -Es lo que intento, pero el fuego está quemandola enterro.
Me acerqué a Carlos, que tenía aún la manta en la mano. Miramos a Gloria, en el suelo, con todo el cuerpo quemado y echando humo como si fuese un pavo recién hecho al horno.
* -Tarde joder, hemos sido lentos. -
* -Alisia no va a gustar esto. -Susurró Carlos.
Nos dimos la vuelta y estaba Alicia en los brazos de Arturo, llorando. Carlos vió que había zombies por el alrededor, disparando a uno de ellos a unos 20 metros de distancia.
Le paré bajando su brazo con el arma.
* -Se puede saber qué coño haces? No ves que no se acercan por el fuego? Alicia se dió cuenta de ello, y creo que tiene razón.
* -Cierto, así que no hay que preocuparse por ellos entonces. Coje una manta y volvamos.
Nos fuimos corriendo hacia la casa en llamas, yo cojí una de las mantas que había en el suelo poniendome al lado de Alicia para apagar el fuego. Carlos se puso también manos a la obra, dando golpes con la manta que utilizó para apagar el fuego de Gloria minutos antes.
* -Aparentabas ser una chica fuerte, y me equivoqué. Y es lo que pienso, por lo que estás demostrando ahora.
* -Era amiga mía, y uno de nosotros, tu no lo comprenderías.
* -Yo comprendo como es perder a un ser querido delante tuyo. Pero llorar no te ayudará en nada, sólo te hace ser mas débil.
* -..
* -Piensa en lo que te acabo de decir. No merece la pena llorar.
Me alejé de ella, situandome en una zona donde crecía cada vez mas el fuego. Carlos se puso al lado mío a apagarlo. Pero el fuego cada vez se extendía mas, estaba pasando de mal en peor la cosa.
* -Joder, esto se está extiendo cada vez mas. Alicia donde está Fernando y Facundo?.
* -Están buscando la manera de llevar toda esa arena del camión para apagar este fuego.
* -Pués parece que están buscando el tesoro perdido de Rey Salomón de lo que tardan. Se está extendiendo el fuego cada vez mas. -Grité.
Alisia se dió la vuelta, en dirección donde estaba Fernando y Facundo. Yo y los demás seguiamos golpeando con las mantas, con el intento de apagar o ralentizar el avance del fuego.
Corrimos hacia ella, y vimos que estaba siendo atacada por un gordo zombie cabrón, mientras ella estaba quemandose poco a poco.
* -Maldito hijo de.. Carlos ve a apagar ese puto fuego de una maldita vez. -Gritaba mientras hundía el bate en el cráneo del zombie gordo.
* -Es lo que intento, pero el fuego está quemandola enterro.
Me acerqué a Carlos, que tenía aún la manta en la mano. Miramos a Gloria, en el suelo, con todo el cuerpo quemado y echando humo como si fuese un pavo recién hecho al horno.
* -Tarde joder, hemos sido lentos. -
* -Alisia no va a gustar esto. -Susurró Carlos.
Nos dimos la vuelta y estaba Alicia en los brazos de Arturo, llorando. Carlos vió que había zombies por el alrededor, disparando a uno de ellos a unos 20 metros de distancia.
Le paré bajando su brazo con el arma.
* -Se puede saber qué coño haces? No ves que no se acercan por el fuego? Alicia se dió cuenta de ello, y creo que tiene razón.
* -Cierto, así que no hay que preocuparse por ellos entonces. Coje una manta y volvamos.
Nos fuimos corriendo hacia la casa en llamas, yo cojí una de las mantas que había en el suelo poniendome al lado de Alicia para apagar el fuego. Carlos se puso también manos a la obra, dando golpes con la manta que utilizó para apagar el fuego de Gloria minutos antes.
* -Aparentabas ser una chica fuerte, y me equivoqué. Y es lo que pienso, por lo que estás demostrando ahora.
* -Era amiga mía, y uno de nosotros, tu no lo comprenderías.
* -Yo comprendo como es perder a un ser querido delante tuyo. Pero llorar no te ayudará en nada, sólo te hace ser mas débil.
* -..
* -Piensa en lo que te acabo de decir. No merece la pena llorar.
Me alejé de ella, situandome en una zona donde crecía cada vez mas el fuego. Carlos se puso al lado mío a apagarlo. Pero el fuego cada vez se extendía mas, estaba pasando de mal en peor la cosa.
* -Joder, esto se está extiendo cada vez mas. Alicia donde está Fernando y Facundo?.
* -Están buscando la manera de llevar toda esa arena del camión para apagar este fuego.
* -Pués parece que están buscando el tesoro perdido de Rey Salomón de lo que tardan. Se está extendiendo el fuego cada vez mas. -Grité.
Alisia se dió la vuelta, en dirección donde estaba Fernando y Facundo. Yo y los demás seguiamos golpeando con las mantas, con el intento de apagar o ralentizar el avance del fuego.
Neno- Cazador cojonudo
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Grupo de Degtyarev
El hombre trató de recuperar el aliento. Tenía un delantal blanco y vestimenta también blanca. Por su apariencia, era un carnicero.
-¿Estás bien?-preguntó Ariel acercándose.
El hombre se tomó unos segundos para responder. El pobre estaba exhausto.
-No quiero mentirte. Desde esta mañana me ha empezado a doler terriblemente la cabeza-
-¿Y por qué estuviste trabajando?-
-Pensaba que era una ligera jaqueca, pero después se convirtió en fiebre. Fue cuando dejé a mi compañero encargado del negocio y marché camino a casa- la expresión de su cara cambió- Y noté que mucha gente se marchaba de la ciudad, y fue cuando me encontré con un monstruo-
-¡Me has dicho que no te has encontrado con ninguno!- gritó el reportero enojado.
-Es que quería pasar, pero te lo juro, por lo que más quieras, que no me han tocado. Por favor...- el hombre se tiró a los pies de Ariel.
-¿Qué carajo es eso?- dijo una voz.
Los dos personajes giraron la cabeza. Degtyarev se encontraba en la escalera, apuntando con la browning a Roberto. Este empezó a suplicarle a Ariel.
-Tranquilo, baja el arma- dijo el reportero- es inofensivo.
El deportista hizo caso. Acto seguido bajó las escaleras, esperando una explicación.
-¿Quién es él y que hace arrodillado frente a tus piernas?- preguntó.
-Oye, oye, no pienses mal de mí- respondió Ariel- Tú, Roberto, levantate.-
Roberto obedeció.
-Hace unos momentos me he encontrado con él. No está infectado, y por su aspecto, debe ser carnicero.-
-Así es- dijo Roberto ahora más calmado- He venido aquí por ayuda, y este buen hombre me ha dejado entrar-
Degtyarev razonó esto por unos instantes.
-Está bien, tenemos a un guardia más. Ahora dejenme dormir- dijo dándose vuelta.
-Espera, espera. Tenemos un problema. Tiene fiebre y no creo que haya medicamentos aquí- lo detuvo Ariel.
-No, no hay- respondió Jim, también despertado por el barullo- Habrá que salir a buscar-
-Bien, ya he tenido suficiente. Vamos a organizarnos- Degtyarev señaló a Jim- Tú, despierta a Alex, lo necesitamos-
-Ustedes dos se quedan en la casa preparando las provisiones para el viaje- dijo el deportista a Roberto y Ariel- Además vigilarán que nadie entre.
-Pero....-
-Shssss- interrumpió Degtyarev- Yo y Alex iremos en busca de esos medicamentos, mientras ustedes prepararán todo cuando zarpemos definitivamente-
-¿Alguien me llamó?- preguntó Alexander.
-Si, yo. Coge tus armas, iremos de cacería- respondió el deportista.
-¿Estás bien?-preguntó Ariel acercándose.
El hombre se tomó unos segundos para responder. El pobre estaba exhausto.
-No quiero mentirte. Desde esta mañana me ha empezado a doler terriblemente la cabeza-
-¿Y por qué estuviste trabajando?-
-Pensaba que era una ligera jaqueca, pero después se convirtió en fiebre. Fue cuando dejé a mi compañero encargado del negocio y marché camino a casa- la expresión de su cara cambió- Y noté que mucha gente se marchaba de la ciudad, y fue cuando me encontré con un monstruo-
-¡Me has dicho que no te has encontrado con ninguno!- gritó el reportero enojado.
-Es que quería pasar, pero te lo juro, por lo que más quieras, que no me han tocado. Por favor...- el hombre se tiró a los pies de Ariel.
-¿Qué carajo es eso?- dijo una voz.
Los dos personajes giraron la cabeza. Degtyarev se encontraba en la escalera, apuntando con la browning a Roberto. Este empezó a suplicarle a Ariel.
-Tranquilo, baja el arma- dijo el reportero- es inofensivo.
El deportista hizo caso. Acto seguido bajó las escaleras, esperando una explicación.
-¿Quién es él y que hace arrodillado frente a tus piernas?- preguntó.
-Oye, oye, no pienses mal de mí- respondió Ariel- Tú, Roberto, levantate.-
Roberto obedeció.
-Hace unos momentos me he encontrado con él. No está infectado, y por su aspecto, debe ser carnicero.-
-Así es- dijo Roberto ahora más calmado- He venido aquí por ayuda, y este buen hombre me ha dejado entrar-
Degtyarev razonó esto por unos instantes.
-Está bien, tenemos a un guardia más. Ahora dejenme dormir- dijo dándose vuelta.
-Espera, espera. Tenemos un problema. Tiene fiebre y no creo que haya medicamentos aquí- lo detuvo Ariel.
-No, no hay- respondió Jim, también despertado por el barullo- Habrá que salir a buscar-
-Bien, ya he tenido suficiente. Vamos a organizarnos- Degtyarev señaló a Jim- Tú, despierta a Alex, lo necesitamos-
-Ustedes dos se quedan en la casa preparando las provisiones para el viaje- dijo el deportista a Roberto y Ariel- Además vigilarán que nadie entre.
-Pero....-
-Shssss- interrumpió Degtyarev- Yo y Alex iremos en busca de esos medicamentos, mientras ustedes prepararán todo cuando zarpemos definitivamente-
-¿Alguien me llamó?- preguntó Alexander.
-Si, yo. Coge tus armas, iremos de cacería- respondió el deportista.
THE-VIL-JACK-KRAJER- Cazador mediocre
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Localización : Buenos Aires, Argentina.
Fecha de inscripción : 30/05/2010
Re: Cuando los zombies nos alcancen
Facundo subió de un salto al remolque mientras Fernando lo ponía en marcha, a lo lejos pudieron ver como salía el camionero zombie y se lanzaba sobre Gloria.
El remolque arrancó con un carraspeo duro y grave, Fernando pisó el acelerador y lo acercó hasta el fuego. El calor que desprendía el incendio era insoportable, las gotas caían sobre su frente.
El remolque era muy diferente a un toro de carga, pero aún así el joven superviviente pudo acercarlo con la ayuda de Facundo que con la pistola en alto apuntaba a todas las sombras que se movían cerca de ellos.
-Venga, arroja parte de la tierra al incendio haber si conseguimos sofocarlo- dijo Facundo cerca de Fernando.
-De acuerdo, lo intentare- respondió.
Con un potente pitido la pala del remolque comenzó a soltar la arena sobre el fuego, que pareció disminuir un poco. Alicia se levantó y se secó las lágrimas con su mano, Arturo se levantó junto con Alicia y cogió una de las mantas del suelo.
Carlos y Sergio volvieron al grupo y golpearon con fuerza el incendio. Los zombies se acercaban poco a poco según disminuía el fuego, Fernando volcó finalmente la totalidad de la arena sobre la última esquirla incendiada.
Alicia con una manta en la mano golpeó con rabia la esquirla hasta apagarla por completo, pero con la tensión del momento no pensaron en algo. Al apagar el incendio los zombies se adelantaron hasta su posición. Facundo desde el remolque disparaba certeramente sobre aquellos cuerpos que se aproximaban. Un grupo de zombies apareció desde la otra parte del callejón, estaban rodeados y cansados, el incendio los hizo gastar fuerzas y ahora tenían que enfrentarse contra la tromba incansable de zombies.
El remolque arrancó con un carraspeo duro y grave, Fernando pisó el acelerador y lo acercó hasta el fuego. El calor que desprendía el incendio era insoportable, las gotas caían sobre su frente.
El remolque era muy diferente a un toro de carga, pero aún así el joven superviviente pudo acercarlo con la ayuda de Facundo que con la pistola en alto apuntaba a todas las sombras que se movían cerca de ellos.
-Venga, arroja parte de la tierra al incendio haber si conseguimos sofocarlo- dijo Facundo cerca de Fernando.
-De acuerdo, lo intentare- respondió.
Con un potente pitido la pala del remolque comenzó a soltar la arena sobre el fuego, que pareció disminuir un poco. Alicia se levantó y se secó las lágrimas con su mano, Arturo se levantó junto con Alicia y cogió una de las mantas del suelo.
Carlos y Sergio volvieron al grupo y golpearon con fuerza el incendio. Los zombies se acercaban poco a poco según disminuía el fuego, Fernando volcó finalmente la totalidad de la arena sobre la última esquirla incendiada.
Alicia con una manta en la mano golpeó con rabia la esquirla hasta apagarla por completo, pero con la tensión del momento no pensaron en algo. Al apagar el incendio los zombies se adelantaron hasta su posición. Facundo desde el remolque disparaba certeramente sobre aquellos cuerpos que se aproximaban. Un grupo de zombies apareció desde la otra parte del callejón, estaban rodeados y cansados, el incendio los hizo gastar fuerzas y ahora tenían que enfrentarse contra la tromba incansable de zombies.
Toletum- Jefe de Los Barbaros
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Fecha de inscripción : 12/04/2009
Re: Cuando los zombies nos alcancen
Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis.
Michel Eyquem de Montaigne
Zed corria con su guitarra por mitad de la calle, estaba enfadado, un zombie que osó interponerse en su camino acabo con un guitarrazo en las narices, los demas lo seguian intentando calmarlo.
-Venga Zed, tenemos que volver- Decía Jorge -Tenemos que ayudarlos a apagar el incendio-
Zed seguia caminando sin hacer caso, Aaron lo agarro del brazo pero este se solto, no parecia que fuese a hacer caso.
-Por favor, Zed, esto es peligroso- Dijo Effy con tono de suplica.
-Fuck all of you- Respondio Zed.
El asesino se aselanto a el y se puso delante.
-¡Vamos a volver pero ya!- Gritó este, Zed le empujo a un lado, el asesino saco su pistola y le apunto.
-¡He dicho que vamos a volver!- Gritó el asesino.
LOs demas se apartaron
-¡Y una mierda!- Solto Zed.
-¡Fiate bien! ¡Vamos por mitad de la calle caminando y pegando gritos!, ¡Somos un puto cartel parpadeante que dice comednos!-
-¡Me importa una mierda!- Grito Zed aun mas fuerte.
-Emmm, chicos...- Dijo Jorge, ninguno de los dos le hizo caso.
-¡¿Quieres que los atraigamos mas?!, por mi encantado- El asesino quito el silenciador de la pistola y disparo tres tiros seguido al aire.
-Emmm, chicos- Volvio a decir Jorge.
Zed y el asesino se giraron, varias decenas de zombies se acercban por todos lados, la unica salida era un callejon.
-¡Vamos!- Dijo Zed, se metieron en el callejon, fueron a girar al final de este, pero habia mas zombies.
-¡Shit!- Grito Zed -¡Eso es culpa tuya!
-¡No soy yo quien sale corriendo del refugio pegando gritos!
-¡Callaros los dos de una vez!- Grito Effy, ambos se sorprendieron por la reaccion de la chica -¡En lugar de pelearos podriais buscar una forma de salir de aqui!-
Michel Eyquem de Montaigne
Zed corria con su guitarra por mitad de la calle, estaba enfadado, un zombie que osó interponerse en su camino acabo con un guitarrazo en las narices, los demas lo seguian intentando calmarlo.
-Venga Zed, tenemos que volver- Decía Jorge -Tenemos que ayudarlos a apagar el incendio-
Zed seguia caminando sin hacer caso, Aaron lo agarro del brazo pero este se solto, no parecia que fuese a hacer caso.
-Por favor, Zed, esto es peligroso- Dijo Effy con tono de suplica.
-Fuck all of you- Respondio Zed.
El asesino se aselanto a el y se puso delante.
-¡Vamos a volver pero ya!- Gritó este, Zed le empujo a un lado, el asesino saco su pistola y le apunto.
-¡He dicho que vamos a volver!- Gritó el asesino.
LOs demas se apartaron
-¡Y una mierda!- Solto Zed.
-¡Fiate bien! ¡Vamos por mitad de la calle caminando y pegando gritos!, ¡Somos un puto cartel parpadeante que dice comednos!-
-¡Me importa una mierda!- Grito Zed aun mas fuerte.
-Emmm, chicos...- Dijo Jorge, ninguno de los dos le hizo caso.
-¡¿Quieres que los atraigamos mas?!, por mi encantado- El asesino quito el silenciador de la pistola y disparo tres tiros seguido al aire.
-Emmm, chicos- Volvio a decir Jorge.
Zed y el asesino se giraron, varias decenas de zombies se acercban por todos lados, la unica salida era un callejon.
-¡Vamos!- Dijo Zed, se metieron en el callejon, fueron a girar al final de este, pero habia mas zombies.
-¡Shit!- Grito Zed -¡Eso es culpa tuya!
-¡No soy yo quien sale corriendo del refugio pegando gritos!
-¡Callaros los dos de una vez!- Grito Effy, ambos se sorprendieron por la reaccion de la chica -¡En lugar de pelearos podriais buscar una forma de salir de aqui!-
PauTL- Mano derecha del jefe
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
-Me vuelven a recordar porque hacemos esto?-Preguntó Degtyarev de mala gana en el asiento del copiloto mientras se cruzaba de brazos.
-Porque necesitamos comida y medicinas para Roberto además de que casi no nos queda comida y algo de medicina no nos vendria mal,que no has escuchado?-Respondió Ariel mientras conducia el hummer con el que Jim les habia embestido un dia antes.
-Y tampoco me gusta la idea de que conduscas tu.-Reprochó Degtyarev.
-Ya callate y repasa el plan!-Ordenó Ariel.
Degtyarev le miró de reojo y apartó la mirada hacia Alex que hiba en medio de ambos mirando hacia el camino.
-Ya vale dejad de discutir que ya casi llegamos al centro comercial.-Dijo Jim mientras le señalaba la dirección a Ariel desde el asiento trasero.
-Dios chicos,me siento terriblemente mal.-Se quejaba Roberto mientras que con un paño se limpiaba el sudor de su frente.
-Señor ya casi llegamos no se preocupe.-Le tranquilizó Ariel mientras le miraba desde el asiento de delante.
-Cuidado Ariel!-Chilló Alex mientras se tapaba su rostro.
En una fracción de segundos el hummer yacia con una gran mancha roja en su espejo acelerando a toda velocidad mientras que por los aires volaba un zombie y aterrizaba ruidosamente por la calle.
-Por esto prefiero conducir yo.-Volvió a reprochar Degtyarev mientras que con un soplido levantaba un mechón de su cabello rubio morocho.
-Ya vale!Quieres conducir?Adelante!-Decia Ariel mientras se levantaba de su asiento y se dirigía hacia el de Degtyarev con el hummer en pleno movimiento.
-Ahi voy!-Gritó Degtyarev mientras hacia lo mismo.
-Pero que mierda hacen!?Nos van a matar a todos!-Gritó Alex mientras se volvia a tapar el rostro.
-Mierda chicos!-Gruñó el señor Roberto.
-Listo listo que no cunda el pánico.-Calmó Degtyarev mientras tomaba el control del hummer que ya se dirigía hacia un camión recolector de basura.
-Contento neofito?-Preguntaba Ariel mientras revisaba su pistola.
-Más de lo que te imaginas.-Respondió Degtyarev.
-Bien,ahora que no tenemos tantas probabilidades de morir en un accidente de trafico repasaremos el plan.Ariel junto con Alex irán a por las provisiones,osea comida y demás.Como no tengo tres mochilas ambos cogerán un carro de supermercado y pondrán toda la comida enlatada ahí,luego de eso lo traerán hasta el hummer y depositaremos todo en el,esta claro?-Decia Jim mientras sacaba la mochila sobre la que estaba sentado y observaba la mirada de los demás.
Alex y Ariel asintieron.
-Degtyarev se pondrá mi mochila e irá a por suministros medicos,vendajes,alcohol y demás.Por lo que se,la farmacia se encuentra en el segundo piso.Yo me quedaré aquí y tocaré la bocina si hay problemas,en el centro comercial debe de haber muchos zombies asi que cuidado.Está todo claro?
Todos asintieron.
Todos estaban en silencio contemplando la tormenta que se aproximaba,las nubes negras amenazaban con tragarse todo lo que yacia bajo ellas.
El hummer zigzagueaba la mayor parte del tiempo esquivando a los zombies que se abalanzaban sobre sus ventanas haciendo un sonoro "crack" con sus mandibulas bañadas de sangre y con algunos jirones de carne.
Un suspiro escapó de la boca de Jim cuando pudo observar que la calle en la que estaba el centro comercial estaba limpia.Degtyarev frenó en seco justo en medio de la entrada del centro comercial y observó a los pasajeros.Todos en su cara parecian decir lo mismo:"Es ahora o nunca".
-Ya ya ya vamos vamos!-Gritaba Ariel mientras abria la puerta del copiloto para que Alex pudiera salir.
-Ya estoy en la entrada!-Gritó Degtyarev mientras se colocaba su mascara de hockey y embestia la puerta enrejada del centro comercial.La primera embestida movió en gran parte a la gran puerta pero tambien tumbó a Degtyarev.
-Vamos!Rapido coño!-Gritaba Ariel mientras cargaba su pistola.
Degtyarev le dedicó una mirada de asombro a el y a Alex que estaban detrás esperando a que abriera la puerta enrejada.
Degtyarev tomó distancia y volvió a acometer contra la puerta enrejada pero esta vez rompiendo sus visagras y lanzandola hacia dentro del centro comercial haciendo un gran estruendo.
-Ustedes a lo suyo!Los alcanzaré lo mas pronto posible!No me esperen!-Gritaba Degtyarev mientras le propinaba un enorme puñetazo a un zombie,haciendole caer sobre las escaleras mecanicas.
-Mas te vale que te apresures!-Le gritó Ariel mientras tomaba de la mano a Alex y se dirigían en busca de la comida.
Lo ultimo que el grupo oyó fue un"Daros prisa chicos!" proveniente de Jim que les esperaba en el hummer.
-Porque necesitamos comida y medicinas para Roberto además de que casi no nos queda comida y algo de medicina no nos vendria mal,que no has escuchado?-Respondió Ariel mientras conducia el hummer con el que Jim les habia embestido un dia antes.
-Y tampoco me gusta la idea de que conduscas tu.-Reprochó Degtyarev.
-Ya callate y repasa el plan!-Ordenó Ariel.
Degtyarev le miró de reojo y apartó la mirada hacia Alex que hiba en medio de ambos mirando hacia el camino.
-Ya vale dejad de discutir que ya casi llegamos al centro comercial.-Dijo Jim mientras le señalaba la dirección a Ariel desde el asiento trasero.
-Dios chicos,me siento terriblemente mal.-Se quejaba Roberto mientras que con un paño se limpiaba el sudor de su frente.
-Señor ya casi llegamos no se preocupe.-Le tranquilizó Ariel mientras le miraba desde el asiento de delante.
-Cuidado Ariel!-Chilló Alex mientras se tapaba su rostro.
En una fracción de segundos el hummer yacia con una gran mancha roja en su espejo acelerando a toda velocidad mientras que por los aires volaba un zombie y aterrizaba ruidosamente por la calle.
-Por esto prefiero conducir yo.-Volvió a reprochar Degtyarev mientras que con un soplido levantaba un mechón de su cabello rubio morocho.
-Ya vale!Quieres conducir?Adelante!-Decia Ariel mientras se levantaba de su asiento y se dirigía hacia el de Degtyarev con el hummer en pleno movimiento.
-Ahi voy!-Gritó Degtyarev mientras hacia lo mismo.
-Pero que mierda hacen!?Nos van a matar a todos!-Gritó Alex mientras se volvia a tapar el rostro.
-Mierda chicos!-Gruñó el señor Roberto.
-Listo listo que no cunda el pánico.-Calmó Degtyarev mientras tomaba el control del hummer que ya se dirigía hacia un camión recolector de basura.
-Contento neofito?-Preguntaba Ariel mientras revisaba su pistola.
-Más de lo que te imaginas.-Respondió Degtyarev.
-Bien,ahora que no tenemos tantas probabilidades de morir en un accidente de trafico repasaremos el plan.Ariel junto con Alex irán a por las provisiones,osea comida y demás.Como no tengo tres mochilas ambos cogerán un carro de supermercado y pondrán toda la comida enlatada ahí,luego de eso lo traerán hasta el hummer y depositaremos todo en el,esta claro?-Decia Jim mientras sacaba la mochila sobre la que estaba sentado y observaba la mirada de los demás.
Alex y Ariel asintieron.
-Degtyarev se pondrá mi mochila e irá a por suministros medicos,vendajes,alcohol y demás.Por lo que se,la farmacia se encuentra en el segundo piso.Yo me quedaré aquí y tocaré la bocina si hay problemas,en el centro comercial debe de haber muchos zombies asi que cuidado.Está todo claro?
Todos asintieron.
Todos estaban en silencio contemplando la tormenta que se aproximaba,las nubes negras amenazaban con tragarse todo lo que yacia bajo ellas.
El hummer zigzagueaba la mayor parte del tiempo esquivando a los zombies que se abalanzaban sobre sus ventanas haciendo un sonoro "crack" con sus mandibulas bañadas de sangre y con algunos jirones de carne.
Un suspiro escapó de la boca de Jim cuando pudo observar que la calle en la que estaba el centro comercial estaba limpia.Degtyarev frenó en seco justo en medio de la entrada del centro comercial y observó a los pasajeros.Todos en su cara parecian decir lo mismo:"Es ahora o nunca".
-Ya ya ya vamos vamos!-Gritaba Ariel mientras abria la puerta del copiloto para que Alex pudiera salir.
-Ya estoy en la entrada!-Gritó Degtyarev mientras se colocaba su mascara de hockey y embestia la puerta enrejada del centro comercial.La primera embestida movió en gran parte a la gran puerta pero tambien tumbó a Degtyarev.
-Vamos!Rapido coño!-Gritaba Ariel mientras cargaba su pistola.
Degtyarev le dedicó una mirada de asombro a el y a Alex que estaban detrás esperando a que abriera la puerta enrejada.
Degtyarev tomó distancia y volvió a acometer contra la puerta enrejada pero esta vez rompiendo sus visagras y lanzandola hacia dentro del centro comercial haciendo un gran estruendo.
-Ustedes a lo suyo!Los alcanzaré lo mas pronto posible!No me esperen!-Gritaba Degtyarev mientras le propinaba un enorme puñetazo a un zombie,haciendole caer sobre las escaleras mecanicas.
-Mas te vale que te apresures!-Le gritó Ariel mientras tomaba de la mano a Alex y se dirigían en busca de la comida.
Lo ultimo que el grupo oyó fue un"Daros prisa chicos!" proveniente de Jim que les esperaba en el hummer.
DarkHades- Pirómano
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