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Segunda prueba
¿Furulas?
Cuando los zombies nos alcancen
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
En capitulos anteriores (vistos desde Carlos)
Carlos- Joder Sergio, me aburro.
Sergio- Te vienes a disparar a los zombies? Así practicamos puntería.
Carlos- Guay.
Sergio y yo cogimos un par de rifles y nos acercamos hacia el límite del tejado, donde se podían divisar diversos zombies.
Sergio- Nos apostamos algo a ver quien mata mas?
Carlos vale, pero esto me recuerda a un tal elfo y un enano cabreado.....
Sergio- No empieces con tus frikadas jaja. Pum!
Y Sergio empezó a disparar, al momento en que disparó dos veces me acerque al filo del edificio y empecé a disparar también.
Estuvimos algo así de unos 15 minutos hasta que Rodrigo se acercó cabreado y nos corto el rollo.
Después se retiró y me senté con Sergio.
Sergio- 42.
Carlos- 42? Haha, yo no he tenido el mínimo problema en llegar a la cifra de 43.
Sergio se asomó al vacío y rápidamente volvió a disparar.
Sergio- 43.
Carlos- Eres un cabrón ya no valía.
Sergio- En la guerra todo vale amigo mio.
Carlos- Hostia puta! Mira a esos 2!!
Sergio y yo miramos hacia donde estaba kenny y lo vimos liándose con una furcia de las de aquí.
Sergio- Buah! Cabrón con suerte.
En ese instante unos disparos se empezaron a oir en las plantas bajas y fuimos a ver con los rifles encima.
Bajamos un par de pisos y cuando llegamos abajo se oían multitud de gemidos.
Carlos- Sergio! Ni se te ocurra atravesar esa puerta.
Pero Sergio no me hizo caso y pasó, cuando fui a pasar yo un zombie atacó a Sergio y lo retiró varios metros.
Sergio- Tranquilo Carlos, lo mate! Y no me ha mordido.
Uff gracias a dios. Pensé
Pero al entrar en el pasillo donde se encontraba Sergio unos zombies se habían puesto en medio y no podía llegar hasta el.
Sergio- Tranquilo, ya encontraré la forma de salir de aquí.
Muy preocupado volví a subir a la azotea, donde Roberto se encontraba dando ordenes, parecía que estaban pasando lista y cuando escuche mi nombre respondí.
Poco después un helicóptero llegó y nos subimos.
..........................................................................................................................
Volvemos a la actualidad.
El helicóptero se alejaba poco a poco de la azotea del edificio cuando de repente este explotó.
La gente se exaltó por la tremenda explosión.
No!! Sergio!... ni Alicia!.. no, no pueden haber muerto en esa explosión lo siento en mi interior.
Me cago en mi raza, Ahora sin Sergio no puedo salir de esta puta ciudad, debo encontrarlo antes de irme de aquí.
A minuto que pasaba el sol iba creciendo y saliendo de entre el horizonte, la única incógnita ahora era: Donde demonios nos llevaba este helicóptero.
Carlos- Joder Sergio, me aburro.
Sergio- Te vienes a disparar a los zombies? Así practicamos puntería.
Carlos- Guay.
Sergio y yo cogimos un par de rifles y nos acercamos hacia el límite del tejado, donde se podían divisar diversos zombies.
Sergio- Nos apostamos algo a ver quien mata mas?
Carlos vale, pero esto me recuerda a un tal elfo y un enano cabreado.....
Sergio- No empieces con tus frikadas jaja. Pum!
Y Sergio empezó a disparar, al momento en que disparó dos veces me acerque al filo del edificio y empecé a disparar también.
Estuvimos algo así de unos 15 minutos hasta que Rodrigo se acercó cabreado y nos corto el rollo.
Después se retiró y me senté con Sergio.
Sergio- 42.
Carlos- 42? Haha, yo no he tenido el mínimo problema en llegar a la cifra de 43.
Sergio se asomó al vacío y rápidamente volvió a disparar.
Sergio- 43.
Carlos- Eres un cabrón ya no valía.
Sergio- En la guerra todo vale amigo mio.
Carlos- Hostia puta! Mira a esos 2!!
Sergio y yo miramos hacia donde estaba kenny y lo vimos liándose con una furcia de las de aquí.
Sergio- Buah! Cabrón con suerte.
En ese instante unos disparos se empezaron a oir en las plantas bajas y fuimos a ver con los rifles encima.
Bajamos un par de pisos y cuando llegamos abajo se oían multitud de gemidos.
Carlos- Sergio! Ni se te ocurra atravesar esa puerta.
Pero Sergio no me hizo caso y pasó, cuando fui a pasar yo un zombie atacó a Sergio y lo retiró varios metros.
Sergio- Tranquilo Carlos, lo mate! Y no me ha mordido.
Uff gracias a dios. Pensé
Pero al entrar en el pasillo donde se encontraba Sergio unos zombies se habían puesto en medio y no podía llegar hasta el.
Sergio- Tranquilo, ya encontraré la forma de salir de aquí.
Muy preocupado volví a subir a la azotea, donde Roberto se encontraba dando ordenes, parecía que estaban pasando lista y cuando escuche mi nombre respondí.
Poco después un helicóptero llegó y nos subimos.
..........................................................................................................................
Volvemos a la actualidad.
El helicóptero se alejaba poco a poco de la azotea del edificio cuando de repente este explotó.
La gente se exaltó por la tremenda explosión.
No!! Sergio!... ni Alicia!.. no, no pueden haber muerto en esa explosión lo siento en mi interior.
Me cago en mi raza, Ahora sin Sergio no puedo salir de esta puta ciudad, debo encontrarlo antes de irme de aquí.
A minuto que pasaba el sol iba creciendo y saliendo de entre el horizonte, la única incógnita ahora era: Donde demonios nos llevaba este helicóptero.
PeKaDoR- Lich King
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Edad : 29
Localización : Almeria
Fecha de inscripción : 23/04/2010
Re: Cuando los zombies nos alcancen
Degtyarev se levantaba con mucho esfuerzo mientras trataba de recordar lo que había pasado minutos antes.
Llegó al club de strippers donde varias personas estaban reunidas en el tejado.Mientras el disparaba a diestro y siniestro a todos los zombies que de a poco le estaban rodeando.De repente un helicoptero salió de la nada y aterrizó justo encima del tejado.Varias personas se metieron en él y el helicoptero simplemente se fué dejando a Degtyarev abandonado a su suerte maldiciendo a los cuatro vientos.Ya estaba a punto de ser engullido vivo por la horda cuando del edificio salieron grandes llamaradas y escombros destrozando todo aquello que tocaran...
-¿Señor se encuentra bien?-Preguntó el niño que le sacó varios escombros de encima.
Degtyarev no le hiso caso y tomó su máscara de hockey que yacía justo delante de él.
-¿Donde están tus padres?-Preguntó mientras se la ponía.
El chico simplemente se limitó a mover la cabeza de un lado hacia otro.
-Estoy solo-Respondió.
-Bienvenido a mi mundo-Dijo Degtyarev recargando su M16.
-¿Que sucedió?-Preguntó el chico.
-Unos hijos de puta no me abrieron y escaparon en helicoptero-Explicó Degtyarev dedicandole una mirada asesina a la jaula que llevaba el chico,en su interior había una ardilla.
-Me llamo Cody y él es Willis-Se presentaron el chico y su mascota.
-¿Tienes hambre Cody?-Preguntó Degtyarev mientras miraba a su alrededor.
El chico asintió.
-Bien,sigueme y veremos que podremos desayunar ya que está amaneciendo-Comentó Degtyarev mientras que con su dedo índice señalaba hacia un fino hilo de luz que se asomaba por el horizonte.
Llegó al club de strippers donde varias personas estaban reunidas en el tejado.Mientras el disparaba a diestro y siniestro a todos los zombies que de a poco le estaban rodeando.De repente un helicoptero salió de la nada y aterrizó justo encima del tejado.Varias personas se metieron en él y el helicoptero simplemente se fué dejando a Degtyarev abandonado a su suerte maldiciendo a los cuatro vientos.Ya estaba a punto de ser engullido vivo por la horda cuando del edificio salieron grandes llamaradas y escombros destrozando todo aquello que tocaran...
-¿Señor se encuentra bien?-Preguntó el niño que le sacó varios escombros de encima.
Degtyarev no le hiso caso y tomó su máscara de hockey que yacía justo delante de él.
-¿Donde están tus padres?-Preguntó mientras se la ponía.
El chico simplemente se limitó a mover la cabeza de un lado hacia otro.
-Estoy solo-Respondió.
-Bienvenido a mi mundo-Dijo Degtyarev recargando su M16.
-¿Que sucedió?-Preguntó el chico.
-Unos hijos de puta no me abrieron y escaparon en helicoptero-Explicó Degtyarev dedicandole una mirada asesina a la jaula que llevaba el chico,en su interior había una ardilla.
-Me llamo Cody y él es Willis-Se presentaron el chico y su mascota.
-¿Tienes hambre Cody?-Preguntó Degtyarev mientras miraba a su alrededor.
El chico asintió.
-Bien,sigueme y veremos que podremos desayunar ya que está amaneciendo-Comentó Degtyarev mientras que con su dedo índice señalaba hacia un fino hilo de luz que se asomaba por el horizonte.
DarkHades- Pirómano
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Edad : 30
Localización : Refugiándome en la estación de bomberos.
Fecha de inscripción : 11/01/2010
Re: Cuando los zombies nos alcancen
Zed caminaba de espaldas hacia una luz, pero no estaba solo; iba tomado de la mano con alguien más, aún no sabía quién, pero su presencia en vez de tranquilizarlo lo alteraba más. Poco a poco la luz perdía intensidad y Zed podía recorrer con la mirada aquella mano blanca, delicada, segura… conforme subía la mirada pudo ver unos pechos prominentes, así que siguió viendo. Llegó a unos labios carnosos y con un delineado perfecto; pronto todo fue claro para él, se trataba de Agatha.
Zed se desprendió rápidamente de su mano y comenzó a correr hacia la luz, sin embargo oía unos pasos rápidos detrás de él. Aquella modelo alemana iba detrás de él, no pretendía dejarlo escapar así de fácil. Una mano fuerte tomó el tobillo de Zed, haciéndolo caer. El enorme cantante soltó una patada a la cabeza de Agatha para zafarse, aquella mano le soltó.
De pronto el hermoso rostro de Agatha se tornó más pálido de lo normal, las cuencas de sus ojos crecieron llenándolos de un líquido rojizo que pronto inundó sus globos oculares antes blancos, ahora Agatha era un zombie que perseguía a Zed, pero ya no frente a una luz, sino en un bosque. A sus espaldas, el rockero escuchaba cómo se desprendían los árboles de raíz y caían al suelo, hasta que pudo voltear… ahora Agatha era enorme, del tamaño de un gigante, daba pasos hacia Zed, hasta que estaba a punto de aplastarlo…
-Despierta, grandote –dijo Roberto Juárez en voz baja y con una tenue luz de fondo que le daba contorno a su silueta.
-Shit! I was dreaming.
-¿Pensaste en lo que te dije? –preguntó Juárez-. Pues es el momento de irnos.
-Sí, iré por Jorge y Aaron.
Zed se levantó en silencio, le costaba ver en medio de aquella insondable oscuridad, aún tenía fijo el recuerdo de Agatha persiguiéndolo en un bosque. Al pensar en ella como un gigante, Zed no pudo reprimir una ligera sonrisa… ahora estaba lejos de ella, pero debía enfrentarla de nuevo si quería volver con Alicia, Facundo y el resto. La verdad era que esa idea no le simpatizaba para nada, pero tenía la esperanza de que estuviera convertida en un zombie o desaparecida.
-Goerge! Wake up! –susurró Zed al oído de Jorge mientras le daba ligeras palmaditas en el hombro. El guitarrista estaba en un sueño profundo, que lentamente sustituyó por un estado de sopor.
-¿Qué sucede?
-Silencio, amigo, nos vamos de aquí. Avísale a Aaron, te veo fuera de la casa en dos minutos.
Zed salió a hurtadillas de la sala, iba a la salida a encontrarse con Roberto Juárez, cuando el asesino lo interceptó en medio de la oscuridad.
-¿Ya se van? Es temprano, la tienda de víveres aún no está abierta –Zed permaneció en silencio, no supo qué responderle a Michael, sólo se remitió mirarlo fijamente con el ceño fruncido-. Ya veo, no disfrutan de nuestra compañía, supongo que Degtyarev se sentía igual.
-What?
-Sí, aquel chico robusto salió hace unos minutos y no ha regresado… supongo que ya es un zombie en este momento. Menos mal que te tenemos a ti para lidiar con un podrido de ese tamaño, aunque ahora ya no estoy seguro, me parece que te ibas hace un momento.
-Veo que comprendes –repuso Zed-. Sí, nos vamos Roberto, Jorge, Aaron y yo, puedes quedarte con los demás en este refugio.
-Creo que seguiré tu ejemplo, tampoco me interesa estar encerrado en este lugar. Pero no te preocupes, no iré con ustedes, que sé que es de mí de quien huyen –Zed sólo bajó la mirada-. Creo que saldré de aquí en busca de respuestas, no quiero morir sin saber qué o quién causó esto.
-We’re ready, Zed –intervino Aaron que apareció en la estancia acompañado de Jorge.
-Jorge, espérame afuera con Roberto –ordenó Zed-. Llévate a Aaron, no tardo en alcanzarlos.
Jorge y Aaron obedecieron y salieron de la casa, estaban afuera acompañando a Roberto. Los primeros indicios del amanecer se hicieron presentes en el firmamento, ahora el cielo era púrpura en el horizonte, y azul marino el resto; algunas nubes asomaban, pero a grandes rasgos todo indicaba que aquel sería un día despejado.
-Cuida a Alex, es buen chico –dijo Zed a Michael, mientras observaba el bulto que estaba en la oscuridad roncando.
-Claro, ya no tengo intenciones de matarlo, no te preocupes.
-Y de Jim… no sé qué decir.
-Lo sé, él es la segunda persona por la que se van de aquí.
-¿Cómo lo sabes?
-La actitud de Roberto es evidente, y al verle conversando en secreto contigo, supuse que te convencería de irse por miedo a la situación.
De pronto, hubo una explosión a unas calles de ahí, la onda expansiva hizo que retumbaran las ventanas y se moviera un poco el piso de la casa de Jim.
-¿Qué… qué pasa? –se despertó Alex.
-¿Están todos bien? –dijo Jim que también despertó desconcertado.
-Creo que esa es una de las respuestas que buscaba –repuso Michael, que salió de la casa, seguido por Zed y los dos hombres que recién habían despertado.
Una vez fuera de la casa, los supervivientes no sabían qué hacer, hasta que Michael rompió el silencio:
-¿Qué esperamos? Vamos a ver qué sucedió.
Así, Roberto, Zed, Aaron, Michael, Jorge, Jim y Alex emprendieron marcha hacia el origen de dicha explosión. Serpentearon entre algunas calles pero no encontraron zombies de camino, así que llegaron rápido al lugar.
Una vez ahí, encontraron a un niño de unos 13 años con una ardilla en el hombro y a una figura conocida al lado de él, algo aturdido pero vivo.
-¡Maldito punk! ¿Qué haces con mi ropa puesta? –dijo Jim a Degtyarev, que la noche anterior se la había puesto.
-Es lo que menos importa –se interpuso Michael-. Veo que tienes dos nuevos amigos.
Cody retrocedió unos pasos, en realidad no era muy dado a conversar con extraños, y la pinta de Michael no era nada favorable para él.
-¿Cómo te llamas? –preguntó Roberto.
-Cody… me llamo Cody.
-Yo le preguntaba a la ardilla –respondió Roberto con una sonrisa.
-Se llama Willis –respondió el chico con una sonrisa, ya estaba un poco más confiado.
-Te ves muy mal, chico –le dijo Michael a Degtyarev, seguido de un golpe en la cabeza con la palma abierta (conocido como zape en México)-. Eso te enseñará a no escaparte a hurtadillas en la noche.
Ahora el grupo ya era de diez, contando a la ardilla. Después de conversar unos minutos, decidieron regresar al refugio, pese al silencio misterioso de Roberto Juárez; sin embargo, una gran sorpresa les esperaba de camino.
***
-Eah, con cuidado mujer…
-Lo siento, Arturo –respondió Alicia.
Las enormes puertas de cristal del teatro se abrieron, a través de ellas salieron Arturo, Alicia y Sergio. El médico estaba apoyado en el hombro en ambos, salía con trabajo no sólo por el golpe que había recibido en la cabeza en el derrumbe minutos antes, sino que parte de su oreja había sido cercenada por Simón minutos atrás.
-Esto es un lugar público, así que debe haber un botiquín o algo parecido –dijo Arturo.
-Sergio, sostenlo un momento –ordenó Alicia, que en el acto se fue a un mostrador donde antes eran las taquillas de aquel teatro. Abrió unos cajones, rebuscó durante unos momentos, hasta que encontró una cada metálica color rojo con una gran cruz del mismo color al centro.
Rápidamente se dirigió hacia donde había dejado a Arturo y Sergio, y se dispuso a abrir aquella caja.
-Creo que con este alcohol y vendas bastará –dijo Arturo, que extrajo dichos artículos y se dispuso a improvisar una curación.
-¿Puedo beberme el alcohol que sobra? –bromeó Sergio.
-Escucha, Bubu, ya no tienes a Yogui que se ríe de todos tus chistes –dijo Arturo mientras se colocaba el vendaje alrededor de la cabeza-. Si quieres seguir con nosotros te recomiendo que compartas mi sentido del humor más sofisticado.
-Venga, Artie –intervino Alicia-. No seas duro con el chico.
De pronto, ambos estaban tomados de la mano.
-Veo que son buenos amigos –repuso Sergio.
En ese momento, Arturo y Alicia se soltaron, ambos se sonrojaron. Después de descansar un par de minutos se incorporaron y salieron del lugar con el objetivo de buscar el helicóptero en que se fueron los demás.
-Creo que tenemos problemas… -dijo Sergio con voz temblorosa, ante ellos había una docena de zombies que iban de etiqueta, al parecer era asistentes a la obra de teatro antes de la infección.
-No lo puedo creer, debemos regresar y atrincherarnos, no estoy en condiciones de luchar –repuso Arturo.
-Por extraño que parezca, yo tampoco, vamos… -dijo Alicia, mientras empujaba las pesadas puertas de cristal para cerrar el lugar, pero antes de que lo hiciera comenzaron a caer los zombies.
-Alicia, péinate, los has matado del susto –dijo Arturo mientras reía.
-Imbécil… -contestó Alicia sonriendo, ya acostumbrada a sus bromas-. ¡Miren, es Zed acompañado de más gente!
-ALICE!!! –gritó Zed mientras corría a abrazar a su vieja amiga-. ¿Dónde están los demás? ¿Sólo ustedes sobrevivieron?
-No, el resto partió en un helicóptero. En este momento deben de darnos por muertos. ¡Veo que traes al pequeño Alex contigo!
Alex corrió a abrazar también a Alicia, ambos sonreían e intercambiaban anécdotas.
-Y bien, grandulón… -intervino Arturo-. ¿Qué pasó con mi novia? No me digas que la matyaste de un guitarrazo en la cabeza.
Pese a la sonrisa de Arturo, Zed no supo qué decir, sólo cambió su semblante y bajó la mirada.
-Te lo digo de esta manera, chico –respondió Michael-. Fue víctima de un enfermo mental que tiene predilección por matar gente, ya sabes… por mera diversión.
Arturo cayó de rodillas y soltó algunas lágrimas. Alicia se dio cuenta y no supo qué decir, dentro de ella había una lucha interna donde sentía una enorme pena por la chica, pero por otro lado, estaba sintiendo algo muy profundo por Arturo, y eso le dejaba camino libre.
-¿Y bien, quiénes son esos tipos, Zed? –preguntó Sergio.
-Bueno, pues él es Roberto Juárez, el pequeño niño es Cody, y el nombre de su rata no es importante… No recuerdo el nombre de este chico, creo que es polaco, rumano, no sé…
-Me llamo Degtyarev.
-Vaya, alguien llegó tarde a la repartición de nombres y le tocó el peor –rio Arturo, solo la mitad de los presentes lo siguieron.
-Bueno… -prosiguió Zed-. Él es Jim, tiene una casa a unas calles de aquí, hace un momento estábamos refugiados ahí.
-Creo que es nuestra siguiente parada –repuso Alicia.
-Pero, Zed… -dijo Roberto en voz baja a Zed-. ¿Por qué regresamos allí?
-Ella es mi amiga, necesita descansar, y los demás ya deben estar lejos de aquí, así que no tengo nada más que hacer fuera de la casa de Jim.
El recién conformado grupo de sobrevivientes se alejó de ahí, tomó rumbo hacia la casa de Jim Stuart, el único que estaba detrás de ellos, que caminaba con paso dudoso, era Roberto Juárez.
Zed se desprendió rápidamente de su mano y comenzó a correr hacia la luz, sin embargo oía unos pasos rápidos detrás de él. Aquella modelo alemana iba detrás de él, no pretendía dejarlo escapar así de fácil. Una mano fuerte tomó el tobillo de Zed, haciéndolo caer. El enorme cantante soltó una patada a la cabeza de Agatha para zafarse, aquella mano le soltó.
De pronto el hermoso rostro de Agatha se tornó más pálido de lo normal, las cuencas de sus ojos crecieron llenándolos de un líquido rojizo que pronto inundó sus globos oculares antes blancos, ahora Agatha era un zombie que perseguía a Zed, pero ya no frente a una luz, sino en un bosque. A sus espaldas, el rockero escuchaba cómo se desprendían los árboles de raíz y caían al suelo, hasta que pudo voltear… ahora Agatha era enorme, del tamaño de un gigante, daba pasos hacia Zed, hasta que estaba a punto de aplastarlo…
-Despierta, grandote –dijo Roberto Juárez en voz baja y con una tenue luz de fondo que le daba contorno a su silueta.
-Shit! I was dreaming.
-¿Pensaste en lo que te dije? –preguntó Juárez-. Pues es el momento de irnos.
-Sí, iré por Jorge y Aaron.
Zed se levantó en silencio, le costaba ver en medio de aquella insondable oscuridad, aún tenía fijo el recuerdo de Agatha persiguiéndolo en un bosque. Al pensar en ella como un gigante, Zed no pudo reprimir una ligera sonrisa… ahora estaba lejos de ella, pero debía enfrentarla de nuevo si quería volver con Alicia, Facundo y el resto. La verdad era que esa idea no le simpatizaba para nada, pero tenía la esperanza de que estuviera convertida en un zombie o desaparecida.
-Goerge! Wake up! –susurró Zed al oído de Jorge mientras le daba ligeras palmaditas en el hombro. El guitarrista estaba en un sueño profundo, que lentamente sustituyó por un estado de sopor.
-¿Qué sucede?
-Silencio, amigo, nos vamos de aquí. Avísale a Aaron, te veo fuera de la casa en dos minutos.
Zed salió a hurtadillas de la sala, iba a la salida a encontrarse con Roberto Juárez, cuando el asesino lo interceptó en medio de la oscuridad.
-¿Ya se van? Es temprano, la tienda de víveres aún no está abierta –Zed permaneció en silencio, no supo qué responderle a Michael, sólo se remitió mirarlo fijamente con el ceño fruncido-. Ya veo, no disfrutan de nuestra compañía, supongo que Degtyarev se sentía igual.
-What?
-Sí, aquel chico robusto salió hace unos minutos y no ha regresado… supongo que ya es un zombie en este momento. Menos mal que te tenemos a ti para lidiar con un podrido de ese tamaño, aunque ahora ya no estoy seguro, me parece que te ibas hace un momento.
-Veo que comprendes –repuso Zed-. Sí, nos vamos Roberto, Jorge, Aaron y yo, puedes quedarte con los demás en este refugio.
-Creo que seguiré tu ejemplo, tampoco me interesa estar encerrado en este lugar. Pero no te preocupes, no iré con ustedes, que sé que es de mí de quien huyen –Zed sólo bajó la mirada-. Creo que saldré de aquí en busca de respuestas, no quiero morir sin saber qué o quién causó esto.
-We’re ready, Zed –intervino Aaron que apareció en la estancia acompañado de Jorge.
-Jorge, espérame afuera con Roberto –ordenó Zed-. Llévate a Aaron, no tardo en alcanzarlos.
Jorge y Aaron obedecieron y salieron de la casa, estaban afuera acompañando a Roberto. Los primeros indicios del amanecer se hicieron presentes en el firmamento, ahora el cielo era púrpura en el horizonte, y azul marino el resto; algunas nubes asomaban, pero a grandes rasgos todo indicaba que aquel sería un día despejado.
-Cuida a Alex, es buen chico –dijo Zed a Michael, mientras observaba el bulto que estaba en la oscuridad roncando.
-Claro, ya no tengo intenciones de matarlo, no te preocupes.
-Y de Jim… no sé qué decir.
-Lo sé, él es la segunda persona por la que se van de aquí.
-¿Cómo lo sabes?
-La actitud de Roberto es evidente, y al verle conversando en secreto contigo, supuse que te convencería de irse por miedo a la situación.
De pronto, hubo una explosión a unas calles de ahí, la onda expansiva hizo que retumbaran las ventanas y se moviera un poco el piso de la casa de Jim.
-¿Qué… qué pasa? –se despertó Alex.
-¿Están todos bien? –dijo Jim que también despertó desconcertado.
-Creo que esa es una de las respuestas que buscaba –repuso Michael, que salió de la casa, seguido por Zed y los dos hombres que recién habían despertado.
Una vez fuera de la casa, los supervivientes no sabían qué hacer, hasta que Michael rompió el silencio:
-¿Qué esperamos? Vamos a ver qué sucedió.
Así, Roberto, Zed, Aaron, Michael, Jorge, Jim y Alex emprendieron marcha hacia el origen de dicha explosión. Serpentearon entre algunas calles pero no encontraron zombies de camino, así que llegaron rápido al lugar.
Una vez ahí, encontraron a un niño de unos 13 años con una ardilla en el hombro y a una figura conocida al lado de él, algo aturdido pero vivo.
-¡Maldito punk! ¿Qué haces con mi ropa puesta? –dijo Jim a Degtyarev, que la noche anterior se la había puesto.
-Es lo que menos importa –se interpuso Michael-. Veo que tienes dos nuevos amigos.
Cody retrocedió unos pasos, en realidad no era muy dado a conversar con extraños, y la pinta de Michael no era nada favorable para él.
-¿Cómo te llamas? –preguntó Roberto.
-Cody… me llamo Cody.
-Yo le preguntaba a la ardilla –respondió Roberto con una sonrisa.
-Se llama Willis –respondió el chico con una sonrisa, ya estaba un poco más confiado.
-Te ves muy mal, chico –le dijo Michael a Degtyarev, seguido de un golpe en la cabeza con la palma abierta (conocido como zape en México)-. Eso te enseñará a no escaparte a hurtadillas en la noche.
Ahora el grupo ya era de diez, contando a la ardilla. Después de conversar unos minutos, decidieron regresar al refugio, pese al silencio misterioso de Roberto Juárez; sin embargo, una gran sorpresa les esperaba de camino.
***
-Eah, con cuidado mujer…
-Lo siento, Arturo –respondió Alicia.
Las enormes puertas de cristal del teatro se abrieron, a través de ellas salieron Arturo, Alicia y Sergio. El médico estaba apoyado en el hombro en ambos, salía con trabajo no sólo por el golpe que había recibido en la cabeza en el derrumbe minutos antes, sino que parte de su oreja había sido cercenada por Simón minutos atrás.
-Esto es un lugar público, así que debe haber un botiquín o algo parecido –dijo Arturo.
-Sergio, sostenlo un momento –ordenó Alicia, que en el acto se fue a un mostrador donde antes eran las taquillas de aquel teatro. Abrió unos cajones, rebuscó durante unos momentos, hasta que encontró una cada metálica color rojo con una gran cruz del mismo color al centro.
Rápidamente se dirigió hacia donde había dejado a Arturo y Sergio, y se dispuso a abrir aquella caja.
-Creo que con este alcohol y vendas bastará –dijo Arturo, que extrajo dichos artículos y se dispuso a improvisar una curación.
-¿Puedo beberme el alcohol que sobra? –bromeó Sergio.
-Escucha, Bubu, ya no tienes a Yogui que se ríe de todos tus chistes –dijo Arturo mientras se colocaba el vendaje alrededor de la cabeza-. Si quieres seguir con nosotros te recomiendo que compartas mi sentido del humor más sofisticado.
-Venga, Artie –intervino Alicia-. No seas duro con el chico.
De pronto, ambos estaban tomados de la mano.
-Veo que son buenos amigos –repuso Sergio.
En ese momento, Arturo y Alicia se soltaron, ambos se sonrojaron. Después de descansar un par de minutos se incorporaron y salieron del lugar con el objetivo de buscar el helicóptero en que se fueron los demás.
-Creo que tenemos problemas… -dijo Sergio con voz temblorosa, ante ellos había una docena de zombies que iban de etiqueta, al parecer era asistentes a la obra de teatro antes de la infección.
-No lo puedo creer, debemos regresar y atrincherarnos, no estoy en condiciones de luchar –repuso Arturo.
-Por extraño que parezca, yo tampoco, vamos… -dijo Alicia, mientras empujaba las pesadas puertas de cristal para cerrar el lugar, pero antes de que lo hiciera comenzaron a caer los zombies.
-Alicia, péinate, los has matado del susto –dijo Arturo mientras reía.
-Imbécil… -contestó Alicia sonriendo, ya acostumbrada a sus bromas-. ¡Miren, es Zed acompañado de más gente!
-ALICE!!! –gritó Zed mientras corría a abrazar a su vieja amiga-. ¿Dónde están los demás? ¿Sólo ustedes sobrevivieron?
-No, el resto partió en un helicóptero. En este momento deben de darnos por muertos. ¡Veo que traes al pequeño Alex contigo!
Alex corrió a abrazar también a Alicia, ambos sonreían e intercambiaban anécdotas.
-Y bien, grandulón… -intervino Arturo-. ¿Qué pasó con mi novia? No me digas que la matyaste de un guitarrazo en la cabeza.
Pese a la sonrisa de Arturo, Zed no supo qué decir, sólo cambió su semblante y bajó la mirada.
-Te lo digo de esta manera, chico –respondió Michael-. Fue víctima de un enfermo mental que tiene predilección por matar gente, ya sabes… por mera diversión.
Arturo cayó de rodillas y soltó algunas lágrimas. Alicia se dio cuenta y no supo qué decir, dentro de ella había una lucha interna donde sentía una enorme pena por la chica, pero por otro lado, estaba sintiendo algo muy profundo por Arturo, y eso le dejaba camino libre.
-¿Y bien, quiénes son esos tipos, Zed? –preguntó Sergio.
-Bueno, pues él es Roberto Juárez, el pequeño niño es Cody, y el nombre de su rata no es importante… No recuerdo el nombre de este chico, creo que es polaco, rumano, no sé…
-Me llamo Degtyarev.
-Vaya, alguien llegó tarde a la repartición de nombres y le tocó el peor –rio Arturo, solo la mitad de los presentes lo siguieron.
-Bueno… -prosiguió Zed-. Él es Jim, tiene una casa a unas calles de aquí, hace un momento estábamos refugiados ahí.
-Creo que es nuestra siguiente parada –repuso Alicia.
-Pero, Zed… -dijo Roberto en voz baja a Zed-. ¿Por qué regresamos allí?
-Ella es mi amiga, necesita descansar, y los demás ya deben estar lejos de aquí, así que no tengo nada más que hacer fuera de la casa de Jim.
El recién conformado grupo de sobrevivientes se alejó de ahí, tomó rumbo hacia la casa de Jim Stuart, el único que estaba detrás de ellos, que caminaba con paso dudoso, era Roberto Juárez.
Re: Cuando los zombies nos alcancen
MISIÓN 4: DE REGRESO AL ORIGEN.
Tiempo: 5 publicaciones (de usuarios cuyo personaje esté en el helicóptero).
Planteamiento: Rodrigo y un puñado de sobrevivientes se alejaron en helicóptero del burdel. Ahora Rodrigo toma las riendas de la situación, y tiene en mente visitar el laboratorio donde conoció a Caín y abel, los zombies que iniciaron esta segunda infección.
Objetivo: Llegar al laboratorio y luchar contra los miembros del ejército que lo custodian, una vez superado esto, entrar e interrogar a los científicos y altos mandos en la búsqueda de una posible cura.
Restricciones: Caín y Abel deben permanecer vivos durante el desarrollo de esta misión. Quien los mate perderá una vida.
Responsable(s): .:Rodriux:. quien recibirá una amonestación por cada objetivo que no cumpla: 1) irrumpir en el laboratorio; 2) que Cain y Abel permanezcan vivos (sólo recibe amonestación si él mismo los mata, además de perder la vida correspondiente a dicho desacato); 3) que él mismo cree una teoría de cómo pueden detener la infección.
Re: Cuando los zombies nos alcancen
(Lo ocurrido antes/a la vez de la Misión 4)
Kenny y Megan estaban algo ocupados, perdiendose en la morbosidad del momento ante la atenta mirada de Sergio y Carlos, cosa que poco le importó a los dos acaramelados.
Barbie se llevó a Rodrigo, a la vez que éste se sorprendió por la rapidez que la chica le cojió. Pasó un buén rato cuando de repente, en la planta baja se escucharon gritos, haciendo que Megan se estremeciera de miedo juntandose mucho mas a Kenny, subiendo su sujetador y abrochandose la camisa a la vez. Ésta se levantó, para seguidamente hacerlo Kenny sacando las Glock duales y apuntando con la derecha su bate.
* -Coje el bate metálico, te servirá por si algún pútrido te ataca en cualquiér momento. -Soltó mientras Megan lo cojía con miedo.
* -Están aquí dentro? Joder, ahora que se ponía esto divertido..
* -Ya tendremos otro momento de jugar un poco mas coño, centrate que parece que algo va mal.
* -Lo siento joder, no te pongas así conmigo..
* -Megan, centrate.. -Se acercó a ella delicadamente para darla un beso corto y seco.
* -De acuerdo.. Pero como no tengamos en otro momento el juego que me debes, te corto los huevos. -Bromeó Megan.
* -Vale vale. -Susurró mientras la guiñaba un ojo.
Mientras Kenny y Megan estaban conversando sobre lo que harían, apareció Barbie para alertar a los dos. Al parecer Sergio y Carlos estuvieron mas atentos y cogieron sus rifles rápidamente para bajar e ir a ver y socorrer en la posición donde se producían los disparos y gritos.
* -Chicos, dejaros de noñerías para otro momento, algo esta ocurriendo ahí abajo. -Se dirijió a los dos, mas con Kenny.
* -Sí, algo va mal. Dónde esta marine?.
* -Se fué con sus dos hombres. Me dejó aquí cerrando la puerta, aparte de decirme que os alertara.
* -Sergio y Carlos bajaron también.. Sabes algo de lo que está ocurriendo?.
* -Nada, solo sé lo mismo que vosotros.
* -Y qué debemos hacer ahora?. -Preguntó Megan empuñando con fuerza el bate.
* -Pués no sé sinceramente.. Dejadme pensar..
Kenny se alejó de las dos chicas, a que hablaran sobre todo lo que esta ocurriendo. Mientras éste, se acercó a la otra punta de la terraza, apoyandose en el pequeño muro, mientras veía a los pútridos andar perdidos en la oscuridad de la noche. Guardó de nuevo los Glock en sus fundas, para pensar aún mejor. Escuchó los disparos entre cortados para al finál silenciarse del todo, a la vez que los demás se despertaban uno detrás de otro, haciendo montones de preguntas a Megan y Barbie, y éstas, se limitaron a contestar lo que ellas sabían.
Poco a poco el pánico iba progresando, y Kenny no conseguía cuadrar todo lo que estaba ocurriendo, y una vez mas se hundió en su oscuridad mental, volviendose frío y olvidandose de todo.
Al rato se abrió la puerta bruscamente, saliendo de ella Rodrigo junto con uno de sus hombres. Estuvieron dando la noticia y Kenny se acercó a Megan, ésta cojiendole de la mano para seguidamente escuchar lo que los marines notificaban al momento. Notificaron que un helicoptero iba a sacarles a todos ellos del edificio.
Hicieron las listas de los individuos vivos, los que faltan o los muertos en el grupo, y quedó así:
Individuos vivos:
-Fernando.
-Facundo.
-Barbie.
-Megan.
-Kenny.
-Agatha.
-Carlos.
-Ramón.
Individuos muertos o faltan:
-Juán.
-Alicia.
-Arturo.
-Sergio.
-Paula.
-Karen.
-Cristina.
-Lee.
-Blaz.
Después de varios minutos, el helicoptero llegó perfecto posandose en una parte de la azotea. Se subieron todos alzandose en vuelo seguidamente dejando el edificio que en poco tiempo se convirtió en una masa de humo y rocas, explosionando por completo. Kenny sujetó con fuerza la mano de Megan, sin saber ninguno de los sobrevivientes a donde se dirijía aquél helicoptero.
Kenny y Megan estaban algo ocupados, perdiendose en la morbosidad del momento ante la atenta mirada de Sergio y Carlos, cosa que poco le importó a los dos acaramelados.
Barbie se llevó a Rodrigo, a la vez que éste se sorprendió por la rapidez que la chica le cojió. Pasó un buén rato cuando de repente, en la planta baja se escucharon gritos, haciendo que Megan se estremeciera de miedo juntandose mucho mas a Kenny, subiendo su sujetador y abrochandose la camisa a la vez. Ésta se levantó, para seguidamente hacerlo Kenny sacando las Glock duales y apuntando con la derecha su bate.
* -Coje el bate metálico, te servirá por si algún pútrido te ataca en cualquiér momento. -Soltó mientras Megan lo cojía con miedo.
* -Están aquí dentro? Joder, ahora que se ponía esto divertido..
* -Ya tendremos otro momento de jugar un poco mas coño, centrate que parece que algo va mal.
* -Lo siento joder, no te pongas así conmigo..
* -Megan, centrate.. -Se acercó a ella delicadamente para darla un beso corto y seco.
* -De acuerdo.. Pero como no tengamos en otro momento el juego que me debes, te corto los huevos. -Bromeó Megan.
* -Vale vale. -Susurró mientras la guiñaba un ojo.
Mientras Kenny y Megan estaban conversando sobre lo que harían, apareció Barbie para alertar a los dos. Al parecer Sergio y Carlos estuvieron mas atentos y cogieron sus rifles rápidamente para bajar e ir a ver y socorrer en la posición donde se producían los disparos y gritos.
* -Chicos, dejaros de noñerías para otro momento, algo esta ocurriendo ahí abajo. -Se dirijió a los dos, mas con Kenny.
* -Sí, algo va mal. Dónde esta marine?.
* -Se fué con sus dos hombres. Me dejó aquí cerrando la puerta, aparte de decirme que os alertara.
* -Sergio y Carlos bajaron también.. Sabes algo de lo que está ocurriendo?.
* -Nada, solo sé lo mismo que vosotros.
* -Y qué debemos hacer ahora?. -Preguntó Megan empuñando con fuerza el bate.
* -Pués no sé sinceramente.. Dejadme pensar..
Kenny se alejó de las dos chicas, a que hablaran sobre todo lo que esta ocurriendo. Mientras éste, se acercó a la otra punta de la terraza, apoyandose en el pequeño muro, mientras veía a los pútridos andar perdidos en la oscuridad de la noche. Guardó de nuevo los Glock en sus fundas, para pensar aún mejor. Escuchó los disparos entre cortados para al finál silenciarse del todo, a la vez que los demás se despertaban uno detrás de otro, haciendo montones de preguntas a Megan y Barbie, y éstas, se limitaron a contestar lo que ellas sabían.
Poco a poco el pánico iba progresando, y Kenny no conseguía cuadrar todo lo que estaba ocurriendo, y una vez mas se hundió en su oscuridad mental, volviendose frío y olvidandose de todo.
Al rato se abrió la puerta bruscamente, saliendo de ella Rodrigo junto con uno de sus hombres. Estuvieron dando la noticia y Kenny se acercó a Megan, ésta cojiendole de la mano para seguidamente escuchar lo que los marines notificaban al momento. Notificaron que un helicoptero iba a sacarles a todos ellos del edificio.
Hicieron las listas de los individuos vivos, los que faltan o los muertos en el grupo, y quedó así:
Individuos vivos:
-Fernando.
-Facundo.
-Barbie.
-Megan.
-Kenny.
-Agatha.
-Carlos.
-Ramón.
Individuos muertos o faltan:
-Juán.
-Alicia.
-Arturo.
-Sergio.
-Paula.
-Karen.
-Cristina.
-Lee.
-Blaz.
Después de varios minutos, el helicoptero llegó perfecto posandose en una parte de la azotea. Se subieron todos alzandose en vuelo seguidamente dejando el edificio que en poco tiempo se convirtió en una masa de humo y rocas, explosionando por completo. Kenny sujetó con fuerza la mano de Megan, sin saber ninguno de los sobrevivientes a donde se dirijía aquél helicoptero.
Neno- Cazador cojonudo
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
-¿Señor se encuentra bien?-Le pregunte al Señor debajo de los escombros. sin embargo no me contesto, y en lugar de eso, tomo una mascara que se encontraba cerca y se la puso.
-¿Donde están tus padres?-Pregunto el señor pero Yo solo intentaba Olvidar.
-Estoy solo- Le dije, puesto que no queria recordar nada
el Señor tomo el arma y le quito el cartucho diciendo -Bienvenido a mi mundo-.
La curiosidad me mataba y el parecia que queria Decir algo asi que me animé y le pregunte -¿Que le sucedió?-
-Unos hijos de puta no me abrieron y escaparon en helicoptero- dijo el Señor.
Heli... que? me preguntaba en mi mente, pero eso no era importante, ademas Quedaria como un tonto al preguntarselo asi que Decidi presentarme, Solo por cortesia
-Me llamo Cody,
y él es Willis.- Le dije Sonriendo, al ver que miraba la jaula que sostenia.
Mi estomago Gruño, No habia comido desde hace mucho, y por mucho que intentara ocultarlo mi estomago seguia gruñendo
-¿Tienes hambre Cody?-Preguntó el Señor
Me Dio Verguenza ver que se percato de el sonido de mi panza y solo asinti con la cabeza
-Bien,sigueme y veremos que podemos desayunar ya que esta amaneciendo- Dijo el Señor Señalando el horizonte.
Le Segui hasta una casa, era enorme pero parecia que la explocion la habia reducido,
-Quedate aqui- Dijo el Señor, y antes de que se fuera le pregunte su nombre, pero creo que no me escucho.
Empezo a mover escombros como si fueran pelotas.. me sorprendi al ver su fuerza. yo intente mover un pedazo de escombro pero pesaba demasiado, y el lo hacia verse demasiado Facil,
Al cabo de un rato Salio con botanas y un poco de Agua.
-Es lo unico que encontre, lo demas se destrozo en la explocion, anda, come un poco- Dijo un poco cansado despues de estar buscando entre escombros
-Gracias- le dije y empeze a comer un poco, Tambien solte a wilis para que comiera un poco, ademas me parecio que a willis le agradaba este sujeto, y el señor no parecia molesto con su presencia.
Terminamos de comer y Le Agradeci Diciendole -Muchas Gracias! La Verdad no sabria como pagarte lo que has hecho!-
El señor se quedo callado por un momento aunque me parecio ver que sonrio, y luego me dijo,
-No te Preocupes, tomalo como agradecimiento por haberme Despertado de Ese Lugar..-
Cuando dijo eso, me senti un poco mejor.. aunque sentia que estaba en deuda con el...
-muy bien, Creo que debemos regresar al lugar de La Explosion- Dijo El Señor -aqui somos presa faciles-
Willis se monto en mi hombro y partimos hacia ese Lugar,
Cuando llegamos al edificio en ruinas, se oyeron unas voces y se vieron unas siluetas en el horizonte
Parecia que estaban vivos y ademas parecia que el Señor los Conocia...
no duro mucho el Reencuentro Feliz y empezaron a discutir Algo sobre la ropa, al parecer, la ropa del Señor no era de el, y el dueño le estaba reclamando. No duro mucho la pelea verbal, porque fue Interrumpida por Una voz muy grave de Un sujeto que parecia Rambo,
me espante y mi reaccion fue Dar unos pasos hacia Atras, De Repente se acerco una persona, con una pinta de Carnicero y pregunto
-¿Como te llamas?-
-Cody... - le respondi tartamudeando -me llamo cody
-Yo le preguntaba a la Ardilla- Respondio, con una sonrisa amigable.
-Se llama willis- Le respondi, un poco mas confiado...
Parecia que estos sujetos no eran peligrosos y por lo que veo, El Sujeto que parece Rambo se lleva bien con el Señor que me acababa de encontrar, y al parecer se llamaba Degtyarev,
Los Demas Se Saludaron y Entre Todos Decidieron ir a un Refugio, A unas calles de ahi, aunque al caminar un poco Encontraron a Otras Personas que Se veian mas Agradables..
Empeze a Escuchar sus conversaciones e intente memorizar los nombres de algunas personas, ya que me daba pena preguntarles, porque apenas los habia conocido,
Llegamos a un edificio de 2 plantas, subimos unas Escaleras y llegamos a un Departamento, al abrir la puerta se despidio un olor a humedad, que, supongo, solo yo note. El ambiente era un poco macabro.. y parecia que habia una mancha de Sangre en el piso, la verdad no sabia que decir o con quien estar, asi que decidi irme con Degtyarev, era la unica persona con la que habia pasado un Tiempo juntos....
Al parecer una Señorita Estaba herida, Me causo un poco de interes el ver si estaba bien.. asi que me acerque poco a poco a observar que problema tenia... Intente preguntarle que habia pasado pero creo que se habia quedado dormida. asi que volvi con Degtyarev que se encontraba buscando comida en la nevera..
Hola.. emm, ¿te llamas Degtyarev cierto?- le pregunte
si, ¿como lo sabes?- respondio un poco dudoso
Lo he adivinado... -le dije con una sonrisa
¿Te gustan los carros?- Le Pregunte, Cambiando de tema
Claro! la verdad es que antes trabajaba en el taller de un amigo.- respondio en un tono un poquito mas alegre
Genial!! ¿Cual es tu favorito?-....-----
le segui preguntando muchas cosas con tal de saber mas de el y y de que el supiera mas cosas sobre mi... y la verdad, ese muchacho me recordaba mucho a mi hermano mayor...su forma de ser.. sus gustos y su forma de vestir.
Terminamos de hablar y nos dimos cuenta que ya empezaba a obscurecer, ademas los otros refugiados ya se habian instalado en una parte de la casa y el guardia era Alex, un chico que, por su forma de ser, parecia un militar. todos se quedaron completamente dormidos pero yo no podia.. asi que me levante por un vaso con agua. al regresar me dio curiosidad el chico que era guardia. asi que fui con otro vaso con agua y se lo ofreci..
-niño- dijo alex - no es muy tarde para que estes despierto? Descanza si no mañana te vas a estar durmiendo en el dia-
Muy enojado le conteste -No me Llamo niño! me llamo cody y no tienes que tratarme como si tubiera 8 años-
Mucho Gusto Licenciado Cody- me respondio,
solo reí un poco y conforme paso el tiempo acompañando a alex me empezo a dar sueño y me quede dormido en la silla del guardia...
a La mañana Siguiente desperte muy tarde. me dolia la cabeza y tenia demasiado sueño a pesar de haber dormido tanto... no podia comer porque mientras agarraba la cuchara me quedaba dormido por tiempos. Alex al ver eso se acerco hacia mi y me dijo :"Te Lo Dije"
-¿Donde están tus padres?-Pregunto el señor pero Yo solo intentaba Olvidar.
-Estoy solo- Le dije, puesto que no queria recordar nada
el Señor tomo el arma y le quito el cartucho diciendo -Bienvenido a mi mundo-.
La curiosidad me mataba y el parecia que queria Decir algo asi que me animé y le pregunte -¿Que le sucedió?-
-Unos hijos de puta no me abrieron y escaparon en helicoptero- dijo el Señor.
Heli... que? me preguntaba en mi mente, pero eso no era importante, ademas Quedaria como un tonto al preguntarselo asi que Decidi presentarme, Solo por cortesia
-Me llamo Cody,
y él es Willis.- Le dije Sonriendo, al ver que miraba la jaula que sostenia.
Mi estomago Gruño, No habia comido desde hace mucho, y por mucho que intentara ocultarlo mi estomago seguia gruñendo
-¿Tienes hambre Cody?-Preguntó el Señor
Me Dio Verguenza ver que se percato de el sonido de mi panza y solo asinti con la cabeza
-Bien,sigueme y veremos que podemos desayunar ya que esta amaneciendo- Dijo el Señor Señalando el horizonte.
Le Segui hasta una casa, era enorme pero parecia que la explocion la habia reducido,
-Quedate aqui- Dijo el Señor, y antes de que se fuera le pregunte su nombre, pero creo que no me escucho.
Empezo a mover escombros como si fueran pelotas.. me sorprendi al ver su fuerza. yo intente mover un pedazo de escombro pero pesaba demasiado, y el lo hacia verse demasiado Facil,
Al cabo de un rato Salio con botanas y un poco de Agua.
-Es lo unico que encontre, lo demas se destrozo en la explocion, anda, come un poco- Dijo un poco cansado despues de estar buscando entre escombros
-Gracias- le dije y empeze a comer un poco, Tambien solte a wilis para que comiera un poco, ademas me parecio que a willis le agradaba este sujeto, y el señor no parecia molesto con su presencia.
Terminamos de comer y Le Agradeci Diciendole -Muchas Gracias! La Verdad no sabria como pagarte lo que has hecho!-
El señor se quedo callado por un momento aunque me parecio ver que sonrio, y luego me dijo,
-No te Preocupes, tomalo como agradecimiento por haberme Despertado de Ese Lugar..-
Cuando dijo eso, me senti un poco mejor.. aunque sentia que estaba en deuda con el...
-muy bien, Creo que debemos regresar al lugar de La Explosion- Dijo El Señor -aqui somos presa faciles-
Willis se monto en mi hombro y partimos hacia ese Lugar,
Cuando llegamos al edificio en ruinas, se oyeron unas voces y se vieron unas siluetas en el horizonte
Parecia que estaban vivos y ademas parecia que el Señor los Conocia...
no duro mucho el Reencuentro Feliz y empezaron a discutir Algo sobre la ropa, al parecer, la ropa del Señor no era de el, y el dueño le estaba reclamando. No duro mucho la pelea verbal, porque fue Interrumpida por Una voz muy grave de Un sujeto que parecia Rambo,
me espante y mi reaccion fue Dar unos pasos hacia Atras, De Repente se acerco una persona, con una pinta de Carnicero y pregunto
-¿Como te llamas?-
-Cody... - le respondi tartamudeando -me llamo cody
-Yo le preguntaba a la Ardilla- Respondio, con una sonrisa amigable.
-Se llama willis- Le respondi, un poco mas confiado...
Parecia que estos sujetos no eran peligrosos y por lo que veo, El Sujeto que parece Rambo se lleva bien con el Señor que me acababa de encontrar, y al parecer se llamaba Degtyarev,
Los Demas Se Saludaron y Entre Todos Decidieron ir a un Refugio, A unas calles de ahi, aunque al caminar un poco Encontraron a Otras Personas que Se veian mas Agradables..
Empeze a Escuchar sus conversaciones e intente memorizar los nombres de algunas personas, ya que me daba pena preguntarles, porque apenas los habia conocido,
Llegamos a un edificio de 2 plantas, subimos unas Escaleras y llegamos a un Departamento, al abrir la puerta se despidio un olor a humedad, que, supongo, solo yo note. El ambiente era un poco macabro.. y parecia que habia una mancha de Sangre en el piso, la verdad no sabia que decir o con quien estar, asi que decidi irme con Degtyarev, era la unica persona con la que habia pasado un Tiempo juntos....
Al parecer una Señorita Estaba herida, Me causo un poco de interes el ver si estaba bien.. asi que me acerque poco a poco a observar que problema tenia... Intente preguntarle que habia pasado pero creo que se habia quedado dormida. asi que volvi con Degtyarev que se encontraba buscando comida en la nevera..
Hola.. emm, ¿te llamas Degtyarev cierto?- le pregunte
si, ¿como lo sabes?- respondio un poco dudoso
Lo he adivinado... -le dije con una sonrisa
¿Te gustan los carros?- Le Pregunte, Cambiando de tema
Claro! la verdad es que antes trabajaba en el taller de un amigo.- respondio en un tono un poquito mas alegre
Genial!! ¿Cual es tu favorito?-....-----
le segui preguntando muchas cosas con tal de saber mas de el y y de que el supiera mas cosas sobre mi... y la verdad, ese muchacho me recordaba mucho a mi hermano mayor...su forma de ser.. sus gustos y su forma de vestir.
Terminamos de hablar y nos dimos cuenta que ya empezaba a obscurecer, ademas los otros refugiados ya se habian instalado en una parte de la casa y el guardia era Alex, un chico que, por su forma de ser, parecia un militar. todos se quedaron completamente dormidos pero yo no podia.. asi que me levante por un vaso con agua. al regresar me dio curiosidad el chico que era guardia. asi que fui con otro vaso con agua y se lo ofreci..
-niño- dijo alex - no es muy tarde para que estes despierto? Descanza si no mañana te vas a estar durmiendo en el dia-
Muy enojado le conteste -No me Llamo niño! me llamo cody y no tienes que tratarme como si tubiera 8 años-
Mucho Gusto Licenciado Cody- me respondio,
solo reí un poco y conforme paso el tiempo acompañando a alex me empezo a dar sueño y me quede dormido en la silla del guardia...
a La mañana Siguiente desperte muy tarde. me dolia la cabeza y tenia demasiado sueño a pesar de haber dormido tanto... no podia comer porque mientras agarraba la cuchara me quedaba dormido por tiempos. Alex al ver eso se acerco hacia mi y me dijo :"Te Lo Dije"
Unit Zero W01- Aprendiz de cazador
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
-Ya has despertado. Le avisaré a Marcus- dijo una voz ronca.
Ariel se despertó. Estaba en la biblioteca a la cual se iba a dirigir. Un hombre estaba sentado en un sillón, leyendo un libro. "Guía de supervivencia zombie" se titulaba.
- ¿Interesado? Nunca pensé que habría información sobre zombies en libros, pero este me ha hecho cambiar de opinión. Es muy interesante, parece que está hecho a medida y concuerda con la situación. Si quieres uno hay varias copias en la sección Guías.-
- ¿Quién eres y dónde estoy?- dijo Ariel sin hacer caso al consejo.
-No soy el indicado para responder esa pregunta, solo cumplí tus órdenes- respondió el hombre. Su rostro estaba oculto gracias a la oscuridad del lugar. Sólo una vela lograba indicar la posición del hombre, e iluminaba hasta el cuello, por lo que no podía reconocerlo.
- Entonces, ¿quién es el indicado?- preguntó el reportero siguiéndole el juego.
- Marcus-
-¿Marcus está aquí?- preguntó Ariel- ¿En verdad estoy en la biblioteca?
El hombre tomó la vela e iluminó su rostro. Tenía una cara demencial, escalofriante. Le faltaba un ojo, pero no se molestó en ponerse un parche. Su único ojo era rojo sangre, y tenía las cejas depiladas. Era pelado, afeitado, libre de vello. En el costado del sillón se sostenía un hacha de bomberos, cuidadosamente pulida.
- Te impresiono, ¿no?- dijo el hombre con una sonrisa. Le faltaba todos los dientes, excepto los dos colmillos. Indudablemente era un compañero de Marcus.
-Entonces Marcus está aquí, ¿dónde exactamente- preguntó nuevamente.
-Marcus fue en busca de provisiones, pronto volverá. Me ha dicho que leas el libro que estoy leyendo, que te servirá mucho para lo que viene- dijo lanzándole una copia.
Ariel la cogió y le echó una ojeada. Verdaderamente interesante, pero no había tiempo para ponerse a leer.
-Tenemos todo el tiempo del mundo, Ariel. Toma asiento, estas seguro aquí, conmigo- respondió el hombre. Colocó la vela a su sitio anterior y siguió leyendo.
Ese lugar era seguro, pero tenía un compañero muy peligroso. Hasta que no llegara Marcus no estaría tranquilo. Se sentó en una silla y comenzó a leer. Llevará tiempo.
Ariel se despertó. Estaba en la biblioteca a la cual se iba a dirigir. Un hombre estaba sentado en un sillón, leyendo un libro. "Guía de supervivencia zombie" se titulaba.
- ¿Interesado? Nunca pensé que habría información sobre zombies en libros, pero este me ha hecho cambiar de opinión. Es muy interesante, parece que está hecho a medida y concuerda con la situación. Si quieres uno hay varias copias en la sección Guías.-
- ¿Quién eres y dónde estoy?- dijo Ariel sin hacer caso al consejo.
-No soy el indicado para responder esa pregunta, solo cumplí tus órdenes- respondió el hombre. Su rostro estaba oculto gracias a la oscuridad del lugar. Sólo una vela lograba indicar la posición del hombre, e iluminaba hasta el cuello, por lo que no podía reconocerlo.
- Entonces, ¿quién es el indicado?- preguntó el reportero siguiéndole el juego.
- Marcus-
-¿Marcus está aquí?- preguntó Ariel- ¿En verdad estoy en la biblioteca?
El hombre tomó la vela e iluminó su rostro. Tenía una cara demencial, escalofriante. Le faltaba un ojo, pero no se molestó en ponerse un parche. Su único ojo era rojo sangre, y tenía las cejas depiladas. Era pelado, afeitado, libre de vello. En el costado del sillón se sostenía un hacha de bomberos, cuidadosamente pulida.
- Te impresiono, ¿no?- dijo el hombre con una sonrisa. Le faltaba todos los dientes, excepto los dos colmillos. Indudablemente era un compañero de Marcus.
-Entonces Marcus está aquí, ¿dónde exactamente- preguntó nuevamente.
-Marcus fue en busca de provisiones, pronto volverá. Me ha dicho que leas el libro que estoy leyendo, que te servirá mucho para lo que viene- dijo lanzándole una copia.
Ariel la cogió y le echó una ojeada. Verdaderamente interesante, pero no había tiempo para ponerse a leer.
-Tenemos todo el tiempo del mundo, Ariel. Toma asiento, estas seguro aquí, conmigo- respondió el hombre. Colocó la vela a su sitio anterior y siguió leyendo.
Ese lugar era seguro, pero tenía un compañero muy peligroso. Hasta que no llegara Marcus no estaría tranquilo. Se sentó en una silla y comenzó a leer. Llevará tiempo.
THE-VIL-JACK-KRAJER- Cazador mediocre
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Localización : Buenos Aires, Argentina.
Fecha de inscripción : 30/05/2010
Re: Cuando los zombies nos alcancen
Alicia estaba cansada, realmente cansada después de su enfrentamiento con Simón. Simón había muerto en sus manos, ella había sido quién le había asestado el último golpe mortal y él, en lugar de odiarla, se había despedido como un caballero. Había cosas que no cambiarían nunca aunque, desgraciadamente, no se podrían volver a repetir.
Una parte de ella estaba tranquila, una parte de lo peor había pasado: Simón estaba muerto pero otra parte de ella sabía que, sin poder evitarlo, echaría de menos su presencia.
Después de practicar las primeras curas a Arturo y comprobar que Sergio no tuviera ninguna herida demasiado grave, salieron del teatro. Frente a ellos, unas puertas de cristal se abrieron y salieron 12 o 13 zombies que empezaron a caer uno tras otro. Alicia se alegró de ello, no tenía fuerzas ni ganas de pelear. Entonces vio a Zed que corrió hacia ella estrujándola entre sus brazos. Lo que para él fue un simple abrazo a Alicia casi la dejó sin respiración. Zed dijo que volverían al refugio en el que se encontraban para que descansasen.
Miró entre los presentes y allí estaba Jorge, viejo amigo de Alicia al que abrazó con muchas ganas y Aaron, al que no conocía demasiado. También vieron a otro tipo alto que se identificó como Roberto, el falso cura, a un pequeño niño que la presentaron como Cody, acompañado de un adolescente bastante guapo. Aquellos ojos y sus facciones la recordaban a alguien pero, al principio, no supo a quién se la parecida. Entre todos ellos había un tipo taciturno y callado con cara de pocos amigos. Ni siquiera se molestaron en decirla su nombre, se veía que había mal rollo.
Detrás de todos ellos estaba un chico no muy alto, con la cabeza rapada y que no dejaba de mirar al suelo. Corrió hacia él y le abrazó y sin poder evitarlo Alicia lloró. Lloró de alegría por haberse encontrado con Alex otra vez, por descubrir que estaba vivo, por todo lo que había pasado tan solo unos minutos antes y por lo que estaba por llegar. Se secó las lágrimas y continuó el camino.
Alex también parecía alegre por reencontrarse con su amiga así que la dio la mano y así, de la mano de Alex y sujetando a Arturo por la cintura, caminaron hasta el refugio.
El refugio se trataba de un edificio de dos plantas distribuído por casas que parecían deshabitadas. De ahí el fuerte olor a humedad que despedía el lugar. El ambiente era un poco lúgubre y triste, una mancha de sangre cubría el suelo. Alex advirtió a Alicia que se iba a hacer la guardia, era su turno. Alicia se tumbó en una de las camas que había en las habitaciones del piso superior. Arturo se sentó junto a su cama.
- Bueno, pequeña, no te he dado las gracias por salvar mi vida. No has podido hacer nada por mi oreja pero son minudencias... Lo importante es que estamos sanos y salvos y juntos.
- Lo sé Arturo. Me alegro de que estemos bien, aparentemente. Necesito dormir. Acabo de matar a una persona viva, no a un zombie y no sé como reaccionar. Fernando se ha ido a alguna parte y no sé si estará bien. Estoy preocupada. Y Simón está muerto...
- Estará bien, es un chico fuerte y además, está con Facundo, él le ayudará. - Dijo Arturo besándola en su mejilla - Además, ese larguirucho es un tío con suerte. Está contigo, ¿no? No le pasará nada, verás.
- Sí, supongo que estará bien - Dijo Alicia bostezando - Te quiero, Art... - Dijo antes de quedarse dormida.
- Yo también pequeña, ahora descansa - Dijo Arturo cerrando los ojos.
Alicia durmió profundamente toda la noche junto a Arturo. Se despertó y fue a la cocina. Tenía un hambre atroz. Cogió una rebanada de pan y un poco de mermelada de la nevera y comenzó a comer.
- Alice, me alegro de que estés viva. Siento haberme ido así de la casa. No estaba cómoda.
- Hola Zed, qué susto me has dado. No te preocupes. Fue por Agatha, ¿verdad?
- Sí.. un año de estos te contaré la historia pero ahora hay cosas más importantes de las que preocuparse. ¿Dónde vamos? Tenemos que salir de aquí. Durante la noche, he estado revisando el edificio y las explosiones han debilitado los cimientos. No aguantará demasiado.
- Tienes razón. Pero creo que debemos esperar, Rodrigo vendrá a buscarme.
- Ja! ¿Cómo lo sabes Alice? Quizá esté muerto.
- ¿Rodrigo? ¿Muerto? Sabe cuidarse y cuidar de todos. Había muchas personas allí y consiguió sacarles en helicóptero. Solo nosotros tres nos quedamos fuera, que yo sepa... Y todo por culpa de Simón - Una mirada vacía de sentimiento cruzó sus ojos- ¿Ves esto? - Dijo mostrandole un pequeño aparato - Lo encontré en la capucha de mi cazadora. Es un transmisor, gps o algo de eso. Sabrá donde estoy.
- Suponiendo que siga vivo... - Dijo Zed antes de ser interrumpido por un disparo.
Alicia y Zed corrieron hacia el origen del disparo. Allí estaba Roberto Juárez en pie empuñando su pistola y sobre un charco de sangre yacía Jim Stuart, el dueño de la casa. Degtyarev llegó corriendo y se acercó al cuerpo del muchacho, comprobó su respiración. Estaba muerto.
Roberto salio corriendo, no quiso decir nada sobre lo que había pasado a pesar de que Zed intentó detenerle. Se deshizo de los brazos de Zed ya que era más corpulento que el cantante. Cómo único testigo estaba el pequeño Cody que ahora lloraba en los brazos de su recién estrenado amigo Degtyarev.
- Pequeño, ¿qué ha pasado? - Intentó preguntar Alicia
- Déjale en paz- Contestó con malos modales Degtyarev
- Es casi tan borde como su padre... - Dijo Zed
- No, dejad a Cody. ¿No veis que está llorando? - Les contestó Degtyarev- Mi padre era un héroe.
- ¿Su padre? ¿Le conocías?
- Le conocíamos. His father is Bergen. ¿Remember?
La cara de Alicia cambió de repente. Degtyarev era hijo de aquel soldado que conocieron en la anterior infección. Al principio se llevaban mal pero aquel hombre fue quién realmente salvó la vida de Alicia entrando en aquel cuarto de repente y recibiendo un disparo por su culpa. Inetntó decir algo pero se escucharon gritos y voces en el piso de abajo.
Otra vez a la carrera bajaron Zed y Alicia, dejando a Cody con Degtyarev. Roberto había intentado salir por la puerta de entrada, justo allí había dos zombies que intentaron atacarle. Fue muy hábil para quitárselos de encima. Sergio golpeó la cabeza de uno y cayó muerto en el instante.
Dos disparos mataron a otro de los zombies y alertaron al resto de la casa. Fernando y Facundo llegaban corriendo y entraron por la puerta principal.
- Alicia, por fin te encontramos. Te he echado mucho de menos, ¿sabes? No me vuelvas a asustar así.
- Me alegro de verte, cariño - Dijo ALicia entre lágrimas.
- Larguirucho, has conseguido llegar hasta aquí.
- Sí, Arturito, nos envía Rodrigo. Yo también me alegro de verte.
- Zed, qué alegría!
Nadie había cerrado la puerta principal y un tercer zombie entró en la casa. Entre los saludos, ni Arturo, nio Alicia, ni Fernando, ni Zed, ni Facundo, ni Sergio estaban atentos. Roberto había desaparecido en las habitaciones cercanas así que nadie se percató de su presencia. El zombie se acercó a la posición de Fernando y le mordió en el hombro. Con un rápido movimiento, se le quitó de encima. Alicia le arrebató el arma a Facundo y le disparó a ese zombie en la cabeza hasta casi agotar el cargador. Facundo la quitó la pistola y cerró la puerta rápidamente.
- Tenemos que acabar con él - Dijo Sergio
- Nadie va a tocar a Fernando, ¿de acuerdo? Hasta el último momento se quedará conmigo. - Dijo Alicia.
Una parte de ella estaba tranquila, una parte de lo peor había pasado: Simón estaba muerto pero otra parte de ella sabía que, sin poder evitarlo, echaría de menos su presencia.
Después de practicar las primeras curas a Arturo y comprobar que Sergio no tuviera ninguna herida demasiado grave, salieron del teatro. Frente a ellos, unas puertas de cristal se abrieron y salieron 12 o 13 zombies que empezaron a caer uno tras otro. Alicia se alegró de ello, no tenía fuerzas ni ganas de pelear. Entonces vio a Zed que corrió hacia ella estrujándola entre sus brazos. Lo que para él fue un simple abrazo a Alicia casi la dejó sin respiración. Zed dijo que volverían al refugio en el que se encontraban para que descansasen.
Miró entre los presentes y allí estaba Jorge, viejo amigo de Alicia al que abrazó con muchas ganas y Aaron, al que no conocía demasiado. También vieron a otro tipo alto que se identificó como Roberto, el falso cura, a un pequeño niño que la presentaron como Cody, acompañado de un adolescente bastante guapo. Aquellos ojos y sus facciones la recordaban a alguien pero, al principio, no supo a quién se la parecida. Entre todos ellos había un tipo taciturno y callado con cara de pocos amigos. Ni siquiera se molestaron en decirla su nombre, se veía que había mal rollo.
Detrás de todos ellos estaba un chico no muy alto, con la cabeza rapada y que no dejaba de mirar al suelo. Corrió hacia él y le abrazó y sin poder evitarlo Alicia lloró. Lloró de alegría por haberse encontrado con Alex otra vez, por descubrir que estaba vivo, por todo lo que había pasado tan solo unos minutos antes y por lo que estaba por llegar. Se secó las lágrimas y continuó el camino.
Alex también parecía alegre por reencontrarse con su amiga así que la dio la mano y así, de la mano de Alex y sujetando a Arturo por la cintura, caminaron hasta el refugio.
El refugio se trataba de un edificio de dos plantas distribuído por casas que parecían deshabitadas. De ahí el fuerte olor a humedad que despedía el lugar. El ambiente era un poco lúgubre y triste, una mancha de sangre cubría el suelo. Alex advirtió a Alicia que se iba a hacer la guardia, era su turno. Alicia se tumbó en una de las camas que había en las habitaciones del piso superior. Arturo se sentó junto a su cama.
- Bueno, pequeña, no te he dado las gracias por salvar mi vida. No has podido hacer nada por mi oreja pero son minudencias... Lo importante es que estamos sanos y salvos y juntos.
- Lo sé Arturo. Me alegro de que estemos bien, aparentemente. Necesito dormir. Acabo de matar a una persona viva, no a un zombie y no sé como reaccionar. Fernando se ha ido a alguna parte y no sé si estará bien. Estoy preocupada. Y Simón está muerto...
- Estará bien, es un chico fuerte y además, está con Facundo, él le ayudará. - Dijo Arturo besándola en su mejilla - Además, ese larguirucho es un tío con suerte. Está contigo, ¿no? No le pasará nada, verás.
- Sí, supongo que estará bien - Dijo Alicia bostezando - Te quiero, Art... - Dijo antes de quedarse dormida.
- Yo también pequeña, ahora descansa - Dijo Arturo cerrando los ojos.
Alicia durmió profundamente toda la noche junto a Arturo. Se despertó y fue a la cocina. Tenía un hambre atroz. Cogió una rebanada de pan y un poco de mermelada de la nevera y comenzó a comer.
- Alice, me alegro de que estés viva. Siento haberme ido así de la casa. No estaba cómoda.
- Hola Zed, qué susto me has dado. No te preocupes. Fue por Agatha, ¿verdad?
- Sí.. un año de estos te contaré la historia pero ahora hay cosas más importantes de las que preocuparse. ¿Dónde vamos? Tenemos que salir de aquí. Durante la noche, he estado revisando el edificio y las explosiones han debilitado los cimientos. No aguantará demasiado.
- Tienes razón. Pero creo que debemos esperar, Rodrigo vendrá a buscarme.
- Ja! ¿Cómo lo sabes Alice? Quizá esté muerto.
- ¿Rodrigo? ¿Muerto? Sabe cuidarse y cuidar de todos. Había muchas personas allí y consiguió sacarles en helicóptero. Solo nosotros tres nos quedamos fuera, que yo sepa... Y todo por culpa de Simón - Una mirada vacía de sentimiento cruzó sus ojos- ¿Ves esto? - Dijo mostrandole un pequeño aparato - Lo encontré en la capucha de mi cazadora. Es un transmisor, gps o algo de eso. Sabrá donde estoy.
- Suponiendo que siga vivo... - Dijo Zed antes de ser interrumpido por un disparo.
Alicia y Zed corrieron hacia el origen del disparo. Allí estaba Roberto Juárez en pie empuñando su pistola y sobre un charco de sangre yacía Jim Stuart, el dueño de la casa. Degtyarev llegó corriendo y se acercó al cuerpo del muchacho, comprobó su respiración. Estaba muerto.
Roberto salio corriendo, no quiso decir nada sobre lo que había pasado a pesar de que Zed intentó detenerle. Se deshizo de los brazos de Zed ya que era más corpulento que el cantante. Cómo único testigo estaba el pequeño Cody que ahora lloraba en los brazos de su recién estrenado amigo Degtyarev.
- Pequeño, ¿qué ha pasado? - Intentó preguntar Alicia
- Déjale en paz- Contestó con malos modales Degtyarev
- Es casi tan borde como su padre... - Dijo Zed
- No, dejad a Cody. ¿No veis que está llorando? - Les contestó Degtyarev- Mi padre era un héroe.
- ¿Su padre? ¿Le conocías?
- Le conocíamos. His father is Bergen. ¿Remember?
La cara de Alicia cambió de repente. Degtyarev era hijo de aquel soldado que conocieron en la anterior infección. Al principio se llevaban mal pero aquel hombre fue quién realmente salvó la vida de Alicia entrando en aquel cuarto de repente y recibiendo un disparo por su culpa. Inetntó decir algo pero se escucharon gritos y voces en el piso de abajo.
Otra vez a la carrera bajaron Zed y Alicia, dejando a Cody con Degtyarev. Roberto había intentado salir por la puerta de entrada, justo allí había dos zombies que intentaron atacarle. Fue muy hábil para quitárselos de encima. Sergio golpeó la cabeza de uno y cayó muerto en el instante.
Dos disparos mataron a otro de los zombies y alertaron al resto de la casa. Fernando y Facundo llegaban corriendo y entraron por la puerta principal.
- Alicia, por fin te encontramos. Te he echado mucho de menos, ¿sabes? No me vuelvas a asustar así.
- Me alegro de verte, cariño - Dijo ALicia entre lágrimas.
- Larguirucho, has conseguido llegar hasta aquí.
- Sí, Arturito, nos envía Rodrigo. Yo también me alegro de verte.
- Zed, qué alegría!
Nadie había cerrado la puerta principal y un tercer zombie entró en la casa. Entre los saludos, ni Arturo, nio Alicia, ni Fernando, ni Zed, ni Facundo, ni Sergio estaban atentos. Roberto había desaparecido en las habitaciones cercanas así que nadie se percató de su presencia. El zombie se acercó a la posición de Fernando y le mordió en el hombro. Con un rápido movimiento, se le quitó de encima. Alicia le arrebató el arma a Facundo y le disparó a ese zombie en la cabeza hasta casi agotar el cargador. Facundo la quitó la pistola y cerró la puerta rápidamente.
- Tenemos que acabar con él - Dijo Sergio
- Nadie va a tocar a Fernando, ¿de acuerdo? Hasta el último momento se quedará conmigo. - Dijo Alicia.
Kealah- Cazadora con medias de seda
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
Alicia lloraba desconsolada mientras abrazaba a Fernando, ella quiso besarla pero él no lo permitió, sabía que podía transmitirle la infección a través de la saliva. Zed permanecía impávido mirando aquella escena, estaba destrozado por dentro… aquel chico que había sido su amigo durante los últimos años, ahora sería uno más de ellos.
No sólo eso, sino que también dejaba a Alicia. Hace unos días estaban a punto de estrechar su amor para siempre… y ahora se estaban despidiendo. Para Zed esto era incomprensible, aquel chico sobrevivió a toda la primera infección, y ahora es contagiado de una de las maneras más estúpidas, ni siquiera de forma heroica, sino por un descuido. El rockero sentía que el destino se burlaba de ellos, y así como Fernando, uno de los sobrevivientes más capaces cayó así, cualquiera de ellos podía hacerlo en cualquier momento. A Zed le dio un poco de miedo.
Los únicos que estaban realmente dolidos eran Facundo y Alicia, que estaban al lado de él, llorando y abrazándolo. Los demás estaban atentos para cuando se convirtiera, tenían su arma a la mano o cualquier objeto que les pudiera proteger. Zed estaba justo a la mitad de ambas sensaciones.
-Amigo, no quiero que nos abandones –decía Facundo con lágrimas en los ojos.
-Fer, te amo, como nunca he amado a nadie, no puedo perderte ahora –sollozaba Alicia, mientras Arturo daba un paso atrás y bajaba la mirada.
-Lo sé, yo tampoco quiero morir, pero es necesario, creo que nuestro destino no era casarnos.
-¡No digas eso, amor!
Alicia se aferró más a Fernando, todo era desconcierto. Facundo comprendió, les dio unos minutos a solas.
-¿Y bien? –intervino Degtyarev-. ¿Quién lo matará?
-Nadie lo va a matar –repuso Facundo, que se paró imponente frente al chico, quien se intimidó un poco.
Pasaron unos minutos en los que Alicia y Fernando se despedían, Arturo estaba lejos, y prefería no escuchar nada. Ahora que ya no tenía a Effy y a Fernando, había camino libre con Alicia… pero el remordimiento moral pesaría demasiado, además sabía que Alicia preferiría estar lejos de él un tiempo, en lo que asimilaba lo de Fernando.
***
-Bueno, es hora…
-¡NOOOOO! –gritó Alicia, que seguía llorando.
-Sabes qué hacer, amigo.
-Sí, vamos –respondió Facundo sin voltear a ver a la chica.
-Zed, amigo, un placer –dijo Fernando mientras daba palmadas en el hombro del enorme vocalista de Blue Zombies-. Puedes detener a Alicia, no quiero que vea lo que sucederá.
-Of course, my friend.
-Alicia, siempre te amaré… no es una despedida, te espero allá arriba. Por favor, sobrevive a esto, no mueras, rehaz tu vida, yo te cuidaré.
-Te amo, perdóname por todo.
-No tengo nada qué perdonarte, siempre has sido la pareja perfecta, no hay nada qué recriminar.
Y así, Fernando y Facundo salieron de la casa que servía como refugio, Alicia permaneció muda, asimilando lo último que había dicho Fernando, se sentía como basura en ese momento.
Fuera de la casa se escuchó un disparo, segundos más tarde regresó Facundo con lágrimas corriéndole en las mejillas.
-¡TE ODIO, MALDITO! –Alicia se lanzó y golpeaba el pecho de Facundo mientras lloraba, poco a poco los golpes se convirtieron en un abrazo.
-Lo sé, Alicia –repuso Facundo-. Me siento fatal por lo que hice, pero así debía ser, y él me lo pidió.
Ambos permanecieron abrazados un instante, después se soltaron y Alicia se dirigió a una habitación vacía de la casa de Jim; Arturo hizo ademán de levantarse de su asiento para acompañarla.
-Ahora no, Arturo –dijo Alicia tajante, quien entró a la habitación y cerró de golpe para llorar a solas.
-Si yo muero, quiero que me despidan como a él –dijo Degtyarev, quien no se encontraba ni remotamente conmovido porque no conocía a Fernando-. En cambio ve al pobre de Jim, otro loco le arrebata la vida y su cuerpo sigue ahí, en la estancia, sin ser volteado a ver siquiera, además recordemos que ésta es su casa.
-Cierra el pico, muchacho –respondió Michael, que puso manos a la obra e hizo lo mismo que la noche anterior con Effy.
***
Pasaron un par de horas, de pronto la puerta por donde había entrado Alicia se abrió, todos los ahí reunidos voltearon, ella tenía los ojos hundidos, estaba despeinada y tenía una mirada fija, vacía. Caminó a la cocina, tomó un agua embotellada y le dio un trago, Zed fue detrás de ella.
-Alice, sé que es difícil, estoy cuando quieras.
-Gracias, Zed –respondió seca Alicia, dio un trago más y cerró la botella.
-Todo esto fue culpa de ese carnicero cabrón –dijo Jorge que se incorporó a la conversación-. Hay que encontrarlo a él y al bastardo que asesinó a Effy.
En ese momento Alicia se fue de ahí, parecía no querer saber nada de lo ocurrido, fue directo a los brazos de Facundo a abrazarlo unos momentos, era la única persona que le daba alivio en ese momento.
-George, you’re right –repuso Zed que seguía pensando en lo que había dicho el guitarrista-. Dile a Aaron que saldremos de cacería.
-¿Estás seguro? Allá afuera es un lugar peligroso.
-Dile, es hora de irnos –repuso Zed que estaba lleno de furia, quería vengar no sólo la muerte de Fernando, sino la de todos los demás.
Sin dar explicación a los demás, salieron de la casa del ahora difunto Jim Stuart los miembros aún vivos de Blue Zombies: Jorge, Zed y Aaron. Zed iba con su acostumbrada guitarra y el ímpetu por delante, detrás de él, los otros dos músicos iban bien armados.
-¿Van a algún lado? –preguntó Facundo que salió de la casa atrás de ellos.
-Vamos a matar a Roberto Juárez –intervino Jorge.
-No conozco al sujeto, pero dudo que sea culpable, él no mordió a Fernando.
-Pero mató a Jim, y por su culpa entró el zombie que mordió a Fernando –dijo Zed que seguía caminando encendido en rabia.
-Veo que no entrarán en razón –dijo Facundo-. Así que como miembro de seguridad de Blue Zombies, es mi deber acompañarlos y protegerlos.
-Pero debes quedarte con Alicia, te necesita –repuso Jorge.
-Por ella no me preocupo, Arturo, Alex y otros más de confianza estarán con ella.
Así fue como los cuatro sobrevivientes siguieron su marcha entre las desérticas calles de la ciudad. Como de costumbre, los incendios aislados y los automóviles volcados matizaban el paisaje urbano al que ya se habían acostumbrado. Después de media hora de peinar la zona, se escuchó un disparo de escopeta que destruyó un cartel que estaba cerca de Facundo.
-¡Ni un paso más! –gritó una voz desde lo alto de la azotea de una casa.
-¡Aquí estás, bastardo! –dijo Zed, que vio a Roberto apuntándoles desde arriba.
-Amigo, no es nada contra ti… -dijo nervioso Roberto-. Te lo dije, ese Jim Stuart tenía algo raro, en la noche, mientras todos dormíamos él espiaba a Alicia mientras se acariciaba su… su…
-No necesitas terminar la frase, amigo, entendimos –dijo Facundo.
-Yo lo seguí espiando, también le tomó algunas fotos a la chica con su móvil. Cuando quise entrar al baño, escuché que balbuceaba, y diría que esa chica iba a ser suya.
-Así que la mejor opción fue matarle de un balazo, eh –preguntó Facundo, que era el más calmado de todos.
-Sí, digo no… tú entiendes, era peligroso.
-¡Por tu culpa murió Fernando, cabrón! –gritó Zed, que seguía furioso.
-¿Quién es Fernando?
-Él se casaría con Alicia –intervino Jorge.
-Pues… eso… es una pena, no fue culpa mía.
-¡SÍ LO ES Y TE HARÉ PAGAR POR ESO, DIJO DE PUTA! –gritó Zed, quien pateaba la puerta principal de la casa-. ¡Abre, maldito!
-¡Ni un paso más, si insisten en entrar tendré que dispararles!
-Zed, deberías calmarte –decía Facundo mientras le tomaba del hombro, pero Zed seguía pateando la puerta.
-¡Se los advierto, déjenme en paz! ¡Voy a disparar!
Facundo sabía que ni Zed ni Roberto se calmarían, así que desenfundó su pistola y apuntó hacia arriba, directo a la cabeza de Roberto. Pero antes de que lo centrara completamente, Jorge se le anticipó y abrió fuego hacia Roberto, quien estaba sangrando copiosamente del brazo.
-¡MALDITOOOOOS, ME DISPARARON! ¡VOY A MATARLOS! –El carnicero abrió fuego sin control hacia los Blue Zombies, la mayoría de sus tiros no acertaron a nadie, excepto uno, que fue a impactar en el cuello de Aaron Grant.
-YOU, BASTARD! –gritó Zed encolerizado al ver que su amigo se desangraba frente a él, mientras Jorge trataba de parar la hemorragia. Zed dio un par de patadas más a la puerta, que finalmente cedió, con lo que pudo entrar a la casa, mientras Roberto seguía disparando; una bala más se impactó en la pierna de Jorge.
-¡USTEDES SE LO BUSCARON, CABRONES, LOS MATARÉ A TODOS! –seguía gritando Roberto, poseído por un odio que rebasaba cualquier límite.
Roberto no tenía buena puntería, así que no pude impactar a nadie más. En un momento en el que Roberto estaba recargando su escopeta, Zed apareció en la azotea. De una patada tumbó al suelo al carnicero; una vez indefenso, Zed levantó aquella masa de grasa, lo levantó por encima de sus hombros, y lo arrojó desde la azotea hasta la calle.
Zed comenzó a regresar en sí, regresó por el camino por el que había subido segundos atrás. Cuando llegó a la calle, Roberto Juárez estaba ahí, muerto encima de una mancha de sangre; por su parte, Aaron Grant no pudo sobrevivir al disparo en el cuello, y Jorge estaba herido en la pierna.
-Zed, ya ha sido suficiente –dijo Facundo-, perdimos a Aaron y Jorge está herido; será mejor que regresemos al refugio, el asesino de Effy puede esperar.
-Tienes razón, amigo –dijo Zed con lágrimas en los ojos al ver a Aaron tendido en la banqueta.
***
Una hora después, Zed, Jorge y Facundo regresaron a la casa de Jim.
-Tenemos trabajo para ti, Doc –dijo Facundo a Arturo, que estaba sentado en el sofá a unos cinco metros de Alicia que sólo contemplaba la calle con la mirada perdida.
-No me digan que Tarzán de nuevo los llevó a una aventura de proporciones épicas –respondió Arturo.
-No es momento para bromas, Arturo –repuso Facundo-. Murió Aaron.
-¿Qué? –Degtyarev se acercó sorprendido-. A este paso estaremos todos muertos la próxima semana… ¿Y qué fue de Roberto, el carnicero?
-Maté al desgraciado –repuso Zed.
Aquello sorprendió a Degtyarev, que se limitó a dar un paso atrás y seguir conversando con Cody sobre la comida favorita de Willis.
-¿Para qué se esfuerzan? –Alicia rompió el silencio-. Todos moriremos pronto.
-Nada de eso, Alicia –respondió Facundo-. Sobrevivimos una vez, y lo haremos de nuevo.
-¿SÍ? ¿POR CUÁNTO TIEMPO? ¡MIRA DÓNDE ESTÁ FERNANDO AHORA!
Facundo no tuvo la entereza de responder, hubo un silencio sepulcral, sólo interrumpido por los gemidos de dolor de Jorge.
No sólo eso, sino que también dejaba a Alicia. Hace unos días estaban a punto de estrechar su amor para siempre… y ahora se estaban despidiendo. Para Zed esto era incomprensible, aquel chico sobrevivió a toda la primera infección, y ahora es contagiado de una de las maneras más estúpidas, ni siquiera de forma heroica, sino por un descuido. El rockero sentía que el destino se burlaba de ellos, y así como Fernando, uno de los sobrevivientes más capaces cayó así, cualquiera de ellos podía hacerlo en cualquier momento. A Zed le dio un poco de miedo.
Los únicos que estaban realmente dolidos eran Facundo y Alicia, que estaban al lado de él, llorando y abrazándolo. Los demás estaban atentos para cuando se convirtiera, tenían su arma a la mano o cualquier objeto que les pudiera proteger. Zed estaba justo a la mitad de ambas sensaciones.
-Amigo, no quiero que nos abandones –decía Facundo con lágrimas en los ojos.
-Fer, te amo, como nunca he amado a nadie, no puedo perderte ahora –sollozaba Alicia, mientras Arturo daba un paso atrás y bajaba la mirada.
-Lo sé, yo tampoco quiero morir, pero es necesario, creo que nuestro destino no era casarnos.
-¡No digas eso, amor!
Alicia se aferró más a Fernando, todo era desconcierto. Facundo comprendió, les dio unos minutos a solas.
-¿Y bien? –intervino Degtyarev-. ¿Quién lo matará?
-Nadie lo va a matar –repuso Facundo, que se paró imponente frente al chico, quien se intimidó un poco.
Pasaron unos minutos en los que Alicia y Fernando se despedían, Arturo estaba lejos, y prefería no escuchar nada. Ahora que ya no tenía a Effy y a Fernando, había camino libre con Alicia… pero el remordimiento moral pesaría demasiado, además sabía que Alicia preferiría estar lejos de él un tiempo, en lo que asimilaba lo de Fernando.
***
-Bueno, es hora…
-¡NOOOOO! –gritó Alicia, que seguía llorando.
-Sabes qué hacer, amigo.
-Sí, vamos –respondió Facundo sin voltear a ver a la chica.
-Zed, amigo, un placer –dijo Fernando mientras daba palmadas en el hombro del enorme vocalista de Blue Zombies-. Puedes detener a Alicia, no quiero que vea lo que sucederá.
-Of course, my friend.
-Alicia, siempre te amaré… no es una despedida, te espero allá arriba. Por favor, sobrevive a esto, no mueras, rehaz tu vida, yo te cuidaré.
-Te amo, perdóname por todo.
-No tengo nada qué perdonarte, siempre has sido la pareja perfecta, no hay nada qué recriminar.
Y así, Fernando y Facundo salieron de la casa que servía como refugio, Alicia permaneció muda, asimilando lo último que había dicho Fernando, se sentía como basura en ese momento.
Fuera de la casa se escuchó un disparo, segundos más tarde regresó Facundo con lágrimas corriéndole en las mejillas.
-¡TE ODIO, MALDITO! –Alicia se lanzó y golpeaba el pecho de Facundo mientras lloraba, poco a poco los golpes se convirtieron en un abrazo.
-Lo sé, Alicia –repuso Facundo-. Me siento fatal por lo que hice, pero así debía ser, y él me lo pidió.
Ambos permanecieron abrazados un instante, después se soltaron y Alicia se dirigió a una habitación vacía de la casa de Jim; Arturo hizo ademán de levantarse de su asiento para acompañarla.
-Ahora no, Arturo –dijo Alicia tajante, quien entró a la habitación y cerró de golpe para llorar a solas.
-Si yo muero, quiero que me despidan como a él –dijo Degtyarev, quien no se encontraba ni remotamente conmovido porque no conocía a Fernando-. En cambio ve al pobre de Jim, otro loco le arrebata la vida y su cuerpo sigue ahí, en la estancia, sin ser volteado a ver siquiera, además recordemos que ésta es su casa.
-Cierra el pico, muchacho –respondió Michael, que puso manos a la obra e hizo lo mismo que la noche anterior con Effy.
***
Pasaron un par de horas, de pronto la puerta por donde había entrado Alicia se abrió, todos los ahí reunidos voltearon, ella tenía los ojos hundidos, estaba despeinada y tenía una mirada fija, vacía. Caminó a la cocina, tomó un agua embotellada y le dio un trago, Zed fue detrás de ella.
-Alice, sé que es difícil, estoy cuando quieras.
-Gracias, Zed –respondió seca Alicia, dio un trago más y cerró la botella.
-Todo esto fue culpa de ese carnicero cabrón –dijo Jorge que se incorporó a la conversación-. Hay que encontrarlo a él y al bastardo que asesinó a Effy.
En ese momento Alicia se fue de ahí, parecía no querer saber nada de lo ocurrido, fue directo a los brazos de Facundo a abrazarlo unos momentos, era la única persona que le daba alivio en ese momento.
-George, you’re right –repuso Zed que seguía pensando en lo que había dicho el guitarrista-. Dile a Aaron que saldremos de cacería.
-¿Estás seguro? Allá afuera es un lugar peligroso.
-Dile, es hora de irnos –repuso Zed que estaba lleno de furia, quería vengar no sólo la muerte de Fernando, sino la de todos los demás.
Sin dar explicación a los demás, salieron de la casa del ahora difunto Jim Stuart los miembros aún vivos de Blue Zombies: Jorge, Zed y Aaron. Zed iba con su acostumbrada guitarra y el ímpetu por delante, detrás de él, los otros dos músicos iban bien armados.
-¿Van a algún lado? –preguntó Facundo que salió de la casa atrás de ellos.
-Vamos a matar a Roberto Juárez –intervino Jorge.
-No conozco al sujeto, pero dudo que sea culpable, él no mordió a Fernando.
-Pero mató a Jim, y por su culpa entró el zombie que mordió a Fernando –dijo Zed que seguía caminando encendido en rabia.
-Veo que no entrarán en razón –dijo Facundo-. Así que como miembro de seguridad de Blue Zombies, es mi deber acompañarlos y protegerlos.
-Pero debes quedarte con Alicia, te necesita –repuso Jorge.
-Por ella no me preocupo, Arturo, Alex y otros más de confianza estarán con ella.
Así fue como los cuatro sobrevivientes siguieron su marcha entre las desérticas calles de la ciudad. Como de costumbre, los incendios aislados y los automóviles volcados matizaban el paisaje urbano al que ya se habían acostumbrado. Después de media hora de peinar la zona, se escuchó un disparo de escopeta que destruyó un cartel que estaba cerca de Facundo.
-¡Ni un paso más! –gritó una voz desde lo alto de la azotea de una casa.
-¡Aquí estás, bastardo! –dijo Zed, que vio a Roberto apuntándoles desde arriba.
-Amigo, no es nada contra ti… -dijo nervioso Roberto-. Te lo dije, ese Jim Stuart tenía algo raro, en la noche, mientras todos dormíamos él espiaba a Alicia mientras se acariciaba su… su…
-No necesitas terminar la frase, amigo, entendimos –dijo Facundo.
-Yo lo seguí espiando, también le tomó algunas fotos a la chica con su móvil. Cuando quise entrar al baño, escuché que balbuceaba, y diría que esa chica iba a ser suya.
-Así que la mejor opción fue matarle de un balazo, eh –preguntó Facundo, que era el más calmado de todos.
-Sí, digo no… tú entiendes, era peligroso.
-¡Por tu culpa murió Fernando, cabrón! –gritó Zed, que seguía furioso.
-¿Quién es Fernando?
-Él se casaría con Alicia –intervino Jorge.
-Pues… eso… es una pena, no fue culpa mía.
-¡SÍ LO ES Y TE HARÉ PAGAR POR ESO, DIJO DE PUTA! –gritó Zed, quien pateaba la puerta principal de la casa-. ¡Abre, maldito!
-¡Ni un paso más, si insisten en entrar tendré que dispararles!
-Zed, deberías calmarte –decía Facundo mientras le tomaba del hombro, pero Zed seguía pateando la puerta.
-¡Se los advierto, déjenme en paz! ¡Voy a disparar!
Facundo sabía que ni Zed ni Roberto se calmarían, así que desenfundó su pistola y apuntó hacia arriba, directo a la cabeza de Roberto. Pero antes de que lo centrara completamente, Jorge se le anticipó y abrió fuego hacia Roberto, quien estaba sangrando copiosamente del brazo.
-¡MALDITOOOOOS, ME DISPARARON! ¡VOY A MATARLOS! –El carnicero abrió fuego sin control hacia los Blue Zombies, la mayoría de sus tiros no acertaron a nadie, excepto uno, que fue a impactar en el cuello de Aaron Grant.
-YOU, BASTARD! –gritó Zed encolerizado al ver que su amigo se desangraba frente a él, mientras Jorge trataba de parar la hemorragia. Zed dio un par de patadas más a la puerta, que finalmente cedió, con lo que pudo entrar a la casa, mientras Roberto seguía disparando; una bala más se impactó en la pierna de Jorge.
-¡USTEDES SE LO BUSCARON, CABRONES, LOS MATARÉ A TODOS! –seguía gritando Roberto, poseído por un odio que rebasaba cualquier límite.
Roberto no tenía buena puntería, así que no pude impactar a nadie más. En un momento en el que Roberto estaba recargando su escopeta, Zed apareció en la azotea. De una patada tumbó al suelo al carnicero; una vez indefenso, Zed levantó aquella masa de grasa, lo levantó por encima de sus hombros, y lo arrojó desde la azotea hasta la calle.
Zed comenzó a regresar en sí, regresó por el camino por el que había subido segundos atrás. Cuando llegó a la calle, Roberto Juárez estaba ahí, muerto encima de una mancha de sangre; por su parte, Aaron Grant no pudo sobrevivir al disparo en el cuello, y Jorge estaba herido en la pierna.
-Zed, ya ha sido suficiente –dijo Facundo-, perdimos a Aaron y Jorge está herido; será mejor que regresemos al refugio, el asesino de Effy puede esperar.
-Tienes razón, amigo –dijo Zed con lágrimas en los ojos al ver a Aaron tendido en la banqueta.
***
Una hora después, Zed, Jorge y Facundo regresaron a la casa de Jim.
-Tenemos trabajo para ti, Doc –dijo Facundo a Arturo, que estaba sentado en el sofá a unos cinco metros de Alicia que sólo contemplaba la calle con la mirada perdida.
-No me digan que Tarzán de nuevo los llevó a una aventura de proporciones épicas –respondió Arturo.
-No es momento para bromas, Arturo –repuso Facundo-. Murió Aaron.
-¿Qué? –Degtyarev se acercó sorprendido-. A este paso estaremos todos muertos la próxima semana… ¿Y qué fue de Roberto, el carnicero?
-Maté al desgraciado –repuso Zed.
Aquello sorprendió a Degtyarev, que se limitó a dar un paso atrás y seguir conversando con Cody sobre la comida favorita de Willis.
-¿Para qué se esfuerzan? –Alicia rompió el silencio-. Todos moriremos pronto.
-Nada de eso, Alicia –respondió Facundo-. Sobrevivimos una vez, y lo haremos de nuevo.
-¿SÍ? ¿POR CUÁNTO TIEMPO? ¡MIRA DÓNDE ESTÁ FERNANDO AHORA!
Facundo no tuvo la entereza de responder, hubo un silencio sepulcral, sólo interrumpido por los gemidos de dolor de Jorge.
Re: Cuando los zombies nos alcancen
Ariel despertó otra vez. Ahora se encontraba en una cama, mirando el techo; estaba en el mismo lugar, sólo se había quedado dormido.
Tenía el libro abierto en su pecho, seguramente se quedó dormido después de leer un rato y ese hombre lo trasladó a la cama. Ariel esperó un minuto, tratando de desperezarse y aclarar su mente. Acto seguido se levantó de la cama con gran energía; se sentía enérgico. Se puso las zapatillas y cogió un cuchillo de una mesita de luz. Al agarrar el arma se preguntó: ¿Qué hacía una cama con su mesita de luz en una biblioteca? ¿Acaso el hombre se tomó en serio quedarse en ese lugar?
Lo único que sabía Ariel era que tenía que tener cuidado de ahora en adelante: nunca se sabe lo que pasará. Avanzó sin ruido a donde se encontraba el hombre.
El sillón estaba vacío, y la vela derretida; ni el hombre ni el libro que tenía, estaban. Para empeorar las cosas todo estaba a oscuras, lo que daba un aspecto tenebroso al lugar. Ariel se dirigió a la ventana más próxima; revisar el exterior es lo primero que tendría que hacer.
La ventana estaba herméticamente sellada, no había forma de quitar las maderas clavadas. De pronto el reportero escuchó una voz. Aguzó el oído; se hacía más claro, era la voz de un hombre. De dos hombres. Ariel corrió hasta la puerta sin pensar en lo que estaba haciendo.
La entrada estaba abierta, y afuera dos hombres armados debatían la situación. Pararon de hablar y miraron a Ariel. Uno de los dos se acercó a él, con un martillo en la mano.
-Detente. Ni un paso más- advirtió Ariel al darse cuenta de la intención del individuo. Descubrió el cuchillo, señalando al tipo. El hombre se detuvo.
-Tranquilo. Soy Marcus, ¿te acuerdas de mí?- dijo el hombre mientras guardaba el martillo.
-¿Marcus?- se preguntó Ariel mientras bajaba el arma. Lo observó durante diez segundos; era él. Esta vez él avanzó, y con total confianza, extendió la mano amistosamente. Marcus estrechó su mano, con una sonrisa en el rostro.
El hombre del hacha observaba con una gran seriedad la situación.
- Marcus, se hace tarde. Debes regresar al centro comercial-
- Cierto, pero... ¿me permites un rato a solas con Ariel?- preguntó.
- Claro, esperaré en el camión- el hombre subió a un camión de mudanzas y esperó dentro.
Marcus posó su mano en el hombro de Ariel; tenía mucho que responder.
- Hola colega, cuánto tiempo sin vernos. Seguramente tendrás dudas, así que, adelante, preguntame-
Ariel lo miró más serio. Las dudas se esfumaron por completo de su mente.
- Solo tengo una duda, ¿qué tienes en mente?- preguntó Ariel.
-Buena pregunta, tomará un poco de tiempo responderla, así que te explicaré lo esencial y el resto lo haré en el camión-
- ¿En el camión?¿Adonde iremos?-
- Deja terminar. Como ves, estamos ante una clase de plaga, los muertos vivientes parece. Por eso te hice leer ese libro sobre los zombies, que contiene información de alto valor. Iremos al centro comercial, como has escuchado de Carl, para aprovisionarnos-
-No encontrarán nada, yo ya he ido y tomamos todo lo que había- acotó Ariel.
- ¿Tomamos?¿Con quién estuviste?-
-Con un grupo de sobrevivientes, es una larga historia. Mejor continua-
-Ok. Iremos al centro comercial, tomaremos lo que haya y nos marcharemos de la ciudad. Evitaremos a toda costa esta invasión de zombies, puede acabar con nosotros fácilmente-
- Yo no me iré de la ciudad, tengo compañeros aquí, a menos que los recojamos y los llevemos con nosotros no me iré- dijo Ariel desafiante.
La sonrisa de Marcus desapareció.
- Dime, Ariel, por qué no estás con ellos ahora- insinuó el hombre. Ariel vaciló unos segundos.
- Porque he matado a uno de sus compañeros, y ahora me persiguen para vengarse- dijo algo dolido- ¡Pero fue por ese maldito cambio de personalidad!-
- Así es- dijo Marcus ignorando lo último dicho por Ariel- estás aquí porque no perteneces a la sociedad, no eres normal, como yo y Carl, y por eso no podemos ir a rescatarlos, porque nos mataríamos antes de que lo hagan los zombies. Además, si quieren asesinarte, ¿por qué quieres ayudarlos, para disculparte? Ellos te ven ahora como un monstruo, y eso no cambiará, sea la personalidad que estés, nunca podrás dominarte por completo y nadie mejor que tú lo sabe. Así que decides: marcharte de la ciudad conmigo y Carl con todo lo necesario para sobrevivir, o ir en busca de tus "amigos" desarmado y arriesgando tu vida por ellos, arriesgando tu esfuerzo, TUS SUEÑOS- finalizó secamente. Esto último le dolió mucho a Ariel, lo que le hizo tardar en decidir que hacer; Marcus era muy convincente, ahora sí estaba en verdaderos problemas.
Tenía el libro abierto en su pecho, seguramente se quedó dormido después de leer un rato y ese hombre lo trasladó a la cama. Ariel esperó un minuto, tratando de desperezarse y aclarar su mente. Acto seguido se levantó de la cama con gran energía; se sentía enérgico. Se puso las zapatillas y cogió un cuchillo de una mesita de luz. Al agarrar el arma se preguntó: ¿Qué hacía una cama con su mesita de luz en una biblioteca? ¿Acaso el hombre se tomó en serio quedarse en ese lugar?
Lo único que sabía Ariel era que tenía que tener cuidado de ahora en adelante: nunca se sabe lo que pasará. Avanzó sin ruido a donde se encontraba el hombre.
El sillón estaba vacío, y la vela derretida; ni el hombre ni el libro que tenía, estaban. Para empeorar las cosas todo estaba a oscuras, lo que daba un aspecto tenebroso al lugar. Ariel se dirigió a la ventana más próxima; revisar el exterior es lo primero que tendría que hacer.
La ventana estaba herméticamente sellada, no había forma de quitar las maderas clavadas. De pronto el reportero escuchó una voz. Aguzó el oído; se hacía más claro, era la voz de un hombre. De dos hombres. Ariel corrió hasta la puerta sin pensar en lo que estaba haciendo.
La entrada estaba abierta, y afuera dos hombres armados debatían la situación. Pararon de hablar y miraron a Ariel. Uno de los dos se acercó a él, con un martillo en la mano.
-Detente. Ni un paso más- advirtió Ariel al darse cuenta de la intención del individuo. Descubrió el cuchillo, señalando al tipo. El hombre se detuvo.
-Tranquilo. Soy Marcus, ¿te acuerdas de mí?- dijo el hombre mientras guardaba el martillo.
-¿Marcus?- se preguntó Ariel mientras bajaba el arma. Lo observó durante diez segundos; era él. Esta vez él avanzó, y con total confianza, extendió la mano amistosamente. Marcus estrechó su mano, con una sonrisa en el rostro.
El hombre del hacha observaba con una gran seriedad la situación.
- Marcus, se hace tarde. Debes regresar al centro comercial-
- Cierto, pero... ¿me permites un rato a solas con Ariel?- preguntó.
- Claro, esperaré en el camión- el hombre subió a un camión de mudanzas y esperó dentro.
Marcus posó su mano en el hombro de Ariel; tenía mucho que responder.
- Hola colega, cuánto tiempo sin vernos. Seguramente tendrás dudas, así que, adelante, preguntame-
Ariel lo miró más serio. Las dudas se esfumaron por completo de su mente.
- Solo tengo una duda, ¿qué tienes en mente?- preguntó Ariel.
-Buena pregunta, tomará un poco de tiempo responderla, así que te explicaré lo esencial y el resto lo haré en el camión-
- ¿En el camión?¿Adonde iremos?-
- Deja terminar. Como ves, estamos ante una clase de plaga, los muertos vivientes parece. Por eso te hice leer ese libro sobre los zombies, que contiene información de alto valor. Iremos al centro comercial, como has escuchado de Carl, para aprovisionarnos-
-No encontrarán nada, yo ya he ido y tomamos todo lo que había- acotó Ariel.
- ¿Tomamos?¿Con quién estuviste?-
-Con un grupo de sobrevivientes, es una larga historia. Mejor continua-
-Ok. Iremos al centro comercial, tomaremos lo que haya y nos marcharemos de la ciudad. Evitaremos a toda costa esta invasión de zombies, puede acabar con nosotros fácilmente-
- Yo no me iré de la ciudad, tengo compañeros aquí, a menos que los recojamos y los llevemos con nosotros no me iré- dijo Ariel desafiante.
La sonrisa de Marcus desapareció.
- Dime, Ariel, por qué no estás con ellos ahora- insinuó el hombre. Ariel vaciló unos segundos.
- Porque he matado a uno de sus compañeros, y ahora me persiguen para vengarse- dijo algo dolido- ¡Pero fue por ese maldito cambio de personalidad!-
- Así es- dijo Marcus ignorando lo último dicho por Ariel- estás aquí porque no perteneces a la sociedad, no eres normal, como yo y Carl, y por eso no podemos ir a rescatarlos, porque nos mataríamos antes de que lo hagan los zombies. Además, si quieren asesinarte, ¿por qué quieres ayudarlos, para disculparte? Ellos te ven ahora como un monstruo, y eso no cambiará, sea la personalidad que estés, nunca podrás dominarte por completo y nadie mejor que tú lo sabe. Así que decides: marcharte de la ciudad conmigo y Carl con todo lo necesario para sobrevivir, o ir en busca de tus "amigos" desarmado y arriesgando tu vida por ellos, arriesgando tu esfuerzo, TUS SUEÑOS- finalizó secamente. Esto último le dolió mucho a Ariel, lo que le hizo tardar en decidir que hacer; Marcus era muy convincente, ahora sí estaba en verdaderos problemas.
THE-VIL-JACK-KRAJER- Cazador mediocre
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
3 Personas murieron, una a causa de un zombie, pero.. las otras 2 a manos de personas vivas, que estaban concientes de que matarian a otra, no a un zombie, si no a otra persona viva.
la verdad no me gusta esto, no se que cosa es peor, si los zombies o las personas,
ya no se a que temerle....
--------------------------------
-Cody! Cody! que ha pasado!!- le Preguntaba a cody, Cody Se encontraba de rodillas frente al cuerpo sin vida de jim Stuart, con los ojos llenos de lagrimas, mientras que Roberto Juarez Escapaba.
-Que ha pasado? - seguia insistiendo Degtyarev pero cody seguia hundido en lo que habia pasado. no lo podia creer, todo habia pasado tan rapido...
Cody habia terminado de desayunar, estaba un poco Debil porque seguia con sueño pero no queria seguir durmiendo, avanzo hacia donde estaba su amigo Degtyarev al otro lado de la casa, cuando de repente no pudo evitar escuchar una conversacion que venia de una habitacion, asi que con cuidado abrio la puerta y empezo a escuchar...
-Te he visto! maldito pervertido!! -le Gritaba Roberto Juarez al Dueño de la casa- Has Estado Espiando a esa chica
De Repente Roberto Juarez Sacó un Arma de su bolsillo trasero y le apunto.
-Eh! Calmate, no es para tanto!- Dijo jim Stuart un poco asustado- si! la he espiado pero no veo el motivo del arma apuntandome,-
-ERES UN PERVERTIDO!! Y NO SOPORTO A LOS PERVERTIDOS!- Dijo Roberto juarez - asi que Cuales son tus ultimas palabras?-
Jim Stuart se quedo paralizado.. no sabia que hacer.. estaba palido del miedo y en sus pupilas se observaba un temor increible.. De Repente se escucho como se rompia un cristal, habia sido Cody, al querer irse de ahi, accidentalmente Movio un espejo y este cayó directo en el piso. Cody se quedo paralizado.
No te muevas!- le dijo Roberto a jim-
Roberto empezo a avanzar sin dejar de apuntarle a jim y encontro a cody escondido detras de un mueble.
asi que estabas espiando eh?- Dijo Roberto con voz macabra-
No es ci.. cierto.. yo solo.. estaba..- dijo Coy tartamudeando- pasaba por aqui y.. de repente-
Basta!- Interrumpio Roberto al mismo tiempo que lo agarro del cuello de su camisa y lo jalo hacia donde estaba jim.
-Sabes, Tambien Odio a los Mentirosos- dijo roberto alejandose de ellos 2- Asi que LOS MATARE A AMBOS!-
La Voz de Roberto Cambio un poco, parecia estar feliz de matarlos, sus ojos recorrian toda la sala pero seguia apuntandoloes, algo habia cambiado en roberto, parecia que disfrutaba viendo el miedo en sus ojos.
Un Escalofrio recorrio todo el cuerpo de Cody, tenia ganas de Gritar pero no podia.. el miedo no lo dejaba ni moverse.
Muy bien.. quien sera el primero?- dijo roberto en voz alta.
Se acerco y jalo a Cody al centro.
De rodillas!! - le grito a Cody, y cody Obedecio
- Ahora veras lo que le pasa a los niños mentirosos- dijo roberto mientras que le pegaba la pistola a la cabeza de Cody,
Jim vio La Cara de Roberto, esa cara de perversion y maldad juntas, Sus intenciones se reflejaban en su cara y no queria verlo. De Repente un Recuerdo LLego a su mente, Recordo como unos infelices mataron a su hermana pequeña y el no pudo hacer nada al respecto.
AHORA SI PUEDO HACER ALGO- jim Se dijo a si mismo -
no estaban muy lejos asi que se encarrero y tacleo a roberto cuando este se disponia a disparar.
Baaaang!! - se Escucho un sonido de disparo, Roberto estaba Tirado con Jim en el suelo, pero jim Estaba muerto
Roberto juarez Se paro quitandose el cuerpo sin vida de jim de encima y lo tiro al suelo frente a Cody,
Cody no podia creer lo ocurrido, una persona totalmente desconocida habia dado su vida por salvarlo.
Cody empezo a llorar, y mientras que Roberto se disponia a dirparale al chico, unas personas entraron a la habitacion. eran Zed y Alicia, Roberto se echo a correr mientras que Degtyarev Comprovaba el estado de Jim.
Esta muerto- Dijo Degtyarev-
Cody al ver a Degtyarev le abrazo y siguio con su llanto mientras que Zed intento en vano, atrapar a Roberto.
alicia mantubo una Pequeña conversacion con Degtyarev pero despues se encarreraron hacia la puerta dejandolos solos, junto al cadaver de jim.
Vamos Cody! Cuentame!-Dijo Degtyarev a Cody, cody volvio en si, se quito las lagrimas de los ojos y trago saliva, pero no se dispuso a contarle lo sucedido, era algo que queria olvidar.
Degtyarev ayudo a Cody a levantarse y lo llevo hasta la cocina. Despues se fue, sabiendo que cody solo nesecitaba tiempo para tranquilizarse.
Cody Se Sento y abrazo la Jaula de Willis, le puso un poco de comida y se sirvio un poco el tambien. empezo a comer mientras se preguntaba que cosa era peor.. Loz zombies o las personas.
la verdad no me gusta esto, no se que cosa es peor, si los zombies o las personas,
ya no se a que temerle....
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-Cody! Cody! que ha pasado!!- le Preguntaba a cody, Cody Se encontraba de rodillas frente al cuerpo sin vida de jim Stuart, con los ojos llenos de lagrimas, mientras que Roberto Juarez Escapaba.
-Que ha pasado? - seguia insistiendo Degtyarev pero cody seguia hundido en lo que habia pasado. no lo podia creer, todo habia pasado tan rapido...
Cody habia terminado de desayunar, estaba un poco Debil porque seguia con sueño pero no queria seguir durmiendo, avanzo hacia donde estaba su amigo Degtyarev al otro lado de la casa, cuando de repente no pudo evitar escuchar una conversacion que venia de una habitacion, asi que con cuidado abrio la puerta y empezo a escuchar...
-Te he visto! maldito pervertido!! -le Gritaba Roberto Juarez al Dueño de la casa- Has Estado Espiando a esa chica
De Repente Roberto Juarez Sacó un Arma de su bolsillo trasero y le apunto.
-Eh! Calmate, no es para tanto!- Dijo jim Stuart un poco asustado- si! la he espiado pero no veo el motivo del arma apuntandome,-
-ERES UN PERVERTIDO!! Y NO SOPORTO A LOS PERVERTIDOS!- Dijo Roberto juarez - asi que Cuales son tus ultimas palabras?-
Jim Stuart se quedo paralizado.. no sabia que hacer.. estaba palido del miedo y en sus pupilas se observaba un temor increible.. De Repente se escucho como se rompia un cristal, habia sido Cody, al querer irse de ahi, accidentalmente Movio un espejo y este cayó directo en el piso. Cody se quedo paralizado.
No te muevas!- le dijo Roberto a jim-
Roberto empezo a avanzar sin dejar de apuntarle a jim y encontro a cody escondido detras de un mueble.
asi que estabas espiando eh?- Dijo Roberto con voz macabra-
No es ci.. cierto.. yo solo.. estaba..- dijo Coy tartamudeando- pasaba por aqui y.. de repente-
Basta!- Interrumpio Roberto al mismo tiempo que lo agarro del cuello de su camisa y lo jalo hacia donde estaba jim.
-Sabes, Tambien Odio a los Mentirosos- dijo roberto alejandose de ellos 2- Asi que LOS MATARE A AMBOS!-
La Voz de Roberto Cambio un poco, parecia estar feliz de matarlos, sus ojos recorrian toda la sala pero seguia apuntandoloes, algo habia cambiado en roberto, parecia que disfrutaba viendo el miedo en sus ojos.
Un Escalofrio recorrio todo el cuerpo de Cody, tenia ganas de Gritar pero no podia.. el miedo no lo dejaba ni moverse.
Muy bien.. quien sera el primero?- dijo roberto en voz alta.
Se acerco y jalo a Cody al centro.
De rodillas!! - le grito a Cody, y cody Obedecio
- Ahora veras lo que le pasa a los niños mentirosos- dijo roberto mientras que le pegaba la pistola a la cabeza de Cody,
Jim vio La Cara de Roberto, esa cara de perversion y maldad juntas, Sus intenciones se reflejaban en su cara y no queria verlo. De Repente un Recuerdo LLego a su mente, Recordo como unos infelices mataron a su hermana pequeña y el no pudo hacer nada al respecto.
AHORA SI PUEDO HACER ALGO- jim Se dijo a si mismo -
no estaban muy lejos asi que se encarrero y tacleo a roberto cuando este se disponia a disparar.
Baaaang!! - se Escucho un sonido de disparo, Roberto estaba Tirado con Jim en el suelo, pero jim Estaba muerto
Roberto juarez Se paro quitandose el cuerpo sin vida de jim de encima y lo tiro al suelo frente a Cody,
Cody no podia creer lo ocurrido, una persona totalmente desconocida habia dado su vida por salvarlo.
Cody empezo a llorar, y mientras que Roberto se disponia a dirparale al chico, unas personas entraron a la habitacion. eran Zed y Alicia, Roberto se echo a correr mientras que Degtyarev Comprovaba el estado de Jim.
Esta muerto- Dijo Degtyarev-
Cody al ver a Degtyarev le abrazo y siguio con su llanto mientras que Zed intento en vano, atrapar a Roberto.
alicia mantubo una Pequeña conversacion con Degtyarev pero despues se encarreraron hacia la puerta dejandolos solos, junto al cadaver de jim.
Vamos Cody! Cuentame!-Dijo Degtyarev a Cody, cody volvio en si, se quito las lagrimas de los ojos y trago saliva, pero no se dispuso a contarle lo sucedido, era algo que queria olvidar.
Degtyarev ayudo a Cody a levantarse y lo llevo hasta la cocina. Despues se fue, sabiendo que cody solo nesecitaba tiempo para tranquilizarse.
Cody Se Sento y abrazo la Jaula de Willis, le puso un poco de comida y se sirvio un poco el tambien. empezo a comer mientras se preguntaba que cosa era peor.. Loz zombies o las personas.
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
Degtyarev seguía arrodillado en una esquina con un trozo de espejo en sus manos derecha,luego de contemplar su rostro volvió a ponerse su máscara de hockey,tomó su M16 y sus dos cargadores restantes.Unas horas antes hubo demasiado lío para pensar con claridad,un zombie abía infectando a un tipo llamado Fernando,Jim siendo asesinado por el carnicero hijo de puta.Aunque abía algo que le había llamado mucho la atención,aquellos nuevos sujetos abían conocido a su padre.
-Degtyarev,somos muchos y no hay demasiada comida que digamos-Dijo Alex mientras se le paraba enfrente.
-Lose,nos queda algo de comida pero no tardará nada en acabarse.
-Deberíamos ir a buscar un poco...-Dijo indeciso Alex.
-Deberiamos me suena a manada,iré yo solo además debo pensar en algo,si quieres ayudar traeme mi mochila junto con la llave inglesa,recuerdo que las dejé en la cocina-Ordenó Degtyarev.
-¿Dónde vas?-Preguntó Zed antes de que Degtyarev saliera hacia la calle.
-Iré a buscar comida,no me jodas solo quiero estar solo y serles un poco de ayuda...en realidad solo quiero pensar y de paso traer comida ya que somos muchos y comida hay poca-Dijo Degtyarev con un tono de disculpa.
-Está bien,mas te vale que te cuides-Dijo Zed que le apoyaba una mano en el hombro y volvía a entrar a la casa.
-Bien aquí tienes-Decia Alex mientras se asomaba por la puerta y le daba la mochila y la gran llave inglesa.
-Gracias,no tardaré-Dijo Degtyarev que tomaba la llave inglesa y se ponía su mochila.
Abía recorrido cinco manzanas en linea recta delante de la casa del ya difunto Jim.Los zombies eran pocos,cinco o seis por cada manzana.Era fácil deshacerse de ellos,silenciosamente con la llave inglesa o simplemente escondiéndose de ellos en las sombras y obstáculos.
Degtyarev se abía percatado de que alguien lo seguía así que se escondió detrás de una camioneta y esperó a que apareciera su misterioso seguidor.La espera no se hiso larga y la sombra del seguidor apareció de repente,no era un zombie por la forma de caminar así que era humano.
-Te tengo desgraciado-Murmuró Degtyarev mientras tomaba del cuello a su perseguidor,pero pronto se arrepentió.
-¿Que coño haces siguiéndome chico?-Preguntó Degtyarev que tomaba a Cody de la mano izquierda ya que con la derecha llevaba a Willis la ardilla.
-Sólo quería saber a dónde ibas,no conosco a los demás-Respondió este en su defensa.
-Que mas da,sígueme-Dijo Degtyarev de mala gana.
El chico lo seguía silenciosamente y hacía todo lo que Degtyarev le decía.Luego de que ambos saquearan varias tiendas y demás tocaba regresar al refugio.
-No recuerdo exactamente donde quedaba el refugio-Decia Degtyarev que bebía placidamente una lata de coca-cola.
-Yo tampoco lo recuerdo,ya está anocheciendo-Se lamentaba Cody.
-No te preocupes,de algún modo u otro llegaremos-Respondió Degtyarev mientras le daba un poco de la bebida y seguía caminando.
Doblaron en una esquina y caminaron silenciosamente pegados a la pared de un hotel,a su derecha yacían unos seis zombies,delante de ellos una docena,debían salir rapidamente de ahí.
-Bien Cody escucha no te vayas a...-Degtyarev no pudo terminar de dar la orden cuándo del edificio del hotel se escuchó un estruendo ensordecedor y una parte del muro se vino abajo.
Los zombies se dieron vuelta hacia el lugar de la explosión casi inmediatamente,en sus ojos muertos se veía a Degtyarev empujando a Cody hacia un lado mientras trozos del muro se venían abajo.
-¡Mierda mierda vamos!-Gritaba desesperadamente Degtyarev mientras tomaba a Cody de su mano libre,la ardilla corría de un lado hacia otro de la jaula.
-¡Por aquí rapido!-Gritaba Degtyarev que esquivaba zombies tan rápido como podía.
Los zombies pasaban las dos docenas,sus gemidos y cracks que salían de sus putrefactas bocas llenaban el aire.Ambos doblaron hacia lo que parecía ser un callejón.Al entrar ni uno dió crédito a lo que veía.
Se habían metido a un callejón sin salida y para empeorar las cosas la única salida estaba bloqueada por zombies.El muro era demasiado alto para treparlo.
-¡¡¡No no no no ostia nooo!!!-Gritaba Degtyarev y golpeaba fuertemente el muro llegado el punto en que le sangraron los nudillos.
-¿Qué haremos?-Preguntó Cody mientras rompía a llorar abrazando fuertemente la jaula de Willis.
-El muro no es lo suficientemente alto...-Murmuró en voz baja Degtyarev.
-Si debo morir será como un heroe,será como mi padre-Decia con voz firme Degtyarev mientras lanzaba la mochila con comida hacia el otro lado del muro.
-¿Qué haces,porqué lanzas la mochila hacia el otro lado?-Preguntaba Cody mientras se limpiaba las lágrimas.
-¡No hay tiempo para explicar!-Gritó Degtyarev mientras tomaba a Cody de las piernas,lo alzaba frente a su cara y le miraba fijamente los ojos.
-¡Oigas lo que oigas,pase lo que pase,no vuelvas por mí,sólo corre,corre!-Gritó.
Cuando Cody se abía dado cuenta de todo ya era tarde,volaba por los aires hacia el otro lado del muro mientras Degtyarev se daba vuelta hacia la masa de zombies,empuñaba su M16 y ponía su máscara de hockey sobre su rostro.
-¡SI TENGO QUE MORIR SERÁ COMO UN HEROE!¿!ESCUCHAN ESTO HIJOS DE PUTAAAA!?-Rugió Degtyarev disparando y golpeando con la culata de su M16 a los zombies.
Mientras lo hacía recordó algo que le solía decir su padre mientras iba al campo de batalla...
"Todos morimos como lobos acorralados"
-Degtyarev,somos muchos y no hay demasiada comida que digamos-Dijo Alex mientras se le paraba enfrente.
-Lose,nos queda algo de comida pero no tardará nada en acabarse.
-Deberíamos ir a buscar un poco...-Dijo indeciso Alex.
-Deberiamos me suena a manada,iré yo solo además debo pensar en algo,si quieres ayudar traeme mi mochila junto con la llave inglesa,recuerdo que las dejé en la cocina-Ordenó Degtyarev.
-¿Dónde vas?-Preguntó Zed antes de que Degtyarev saliera hacia la calle.
-Iré a buscar comida,no me jodas solo quiero estar solo y serles un poco de ayuda...en realidad solo quiero pensar y de paso traer comida ya que somos muchos y comida hay poca-Dijo Degtyarev con un tono de disculpa.
-Está bien,mas te vale que te cuides-Dijo Zed que le apoyaba una mano en el hombro y volvía a entrar a la casa.
-Bien aquí tienes-Decia Alex mientras se asomaba por la puerta y le daba la mochila y la gran llave inglesa.
-Gracias,no tardaré-Dijo Degtyarev que tomaba la llave inglesa y se ponía su mochila.
Abía recorrido cinco manzanas en linea recta delante de la casa del ya difunto Jim.Los zombies eran pocos,cinco o seis por cada manzana.Era fácil deshacerse de ellos,silenciosamente con la llave inglesa o simplemente escondiéndose de ellos en las sombras y obstáculos.
Degtyarev se abía percatado de que alguien lo seguía así que se escondió detrás de una camioneta y esperó a que apareciera su misterioso seguidor.La espera no se hiso larga y la sombra del seguidor apareció de repente,no era un zombie por la forma de caminar así que era humano.
-Te tengo desgraciado-Murmuró Degtyarev mientras tomaba del cuello a su perseguidor,pero pronto se arrepentió.
-¿Que coño haces siguiéndome chico?-Preguntó Degtyarev que tomaba a Cody de la mano izquierda ya que con la derecha llevaba a Willis la ardilla.
-Sólo quería saber a dónde ibas,no conosco a los demás-Respondió este en su defensa.
-Que mas da,sígueme-Dijo Degtyarev de mala gana.
El chico lo seguía silenciosamente y hacía todo lo que Degtyarev le decía.Luego de que ambos saquearan varias tiendas y demás tocaba regresar al refugio.
-No recuerdo exactamente donde quedaba el refugio-Decia Degtyarev que bebía placidamente una lata de coca-cola.
-Yo tampoco lo recuerdo,ya está anocheciendo-Se lamentaba Cody.
-No te preocupes,de algún modo u otro llegaremos-Respondió Degtyarev mientras le daba un poco de la bebida y seguía caminando.
Doblaron en una esquina y caminaron silenciosamente pegados a la pared de un hotel,a su derecha yacían unos seis zombies,delante de ellos una docena,debían salir rapidamente de ahí.
-Bien Cody escucha no te vayas a...-Degtyarev no pudo terminar de dar la orden cuándo del edificio del hotel se escuchó un estruendo ensordecedor y una parte del muro se vino abajo.
Los zombies se dieron vuelta hacia el lugar de la explosión casi inmediatamente,en sus ojos muertos se veía a Degtyarev empujando a Cody hacia un lado mientras trozos del muro se venían abajo.
-¡Mierda mierda vamos!-Gritaba desesperadamente Degtyarev mientras tomaba a Cody de su mano libre,la ardilla corría de un lado hacia otro de la jaula.
-¡Por aquí rapido!-Gritaba Degtyarev que esquivaba zombies tan rápido como podía.
Los zombies pasaban las dos docenas,sus gemidos y cracks que salían de sus putrefactas bocas llenaban el aire.Ambos doblaron hacia lo que parecía ser un callejón.Al entrar ni uno dió crédito a lo que veía.
Se habían metido a un callejón sin salida y para empeorar las cosas la única salida estaba bloqueada por zombies.El muro era demasiado alto para treparlo.
-¡¡¡No no no no ostia nooo!!!-Gritaba Degtyarev y golpeaba fuertemente el muro llegado el punto en que le sangraron los nudillos.
-¿Qué haremos?-Preguntó Cody mientras rompía a llorar abrazando fuertemente la jaula de Willis.
-El muro no es lo suficientemente alto...-Murmuró en voz baja Degtyarev.
-Si debo morir será como un heroe,será como mi padre-Decia con voz firme Degtyarev mientras lanzaba la mochila con comida hacia el otro lado del muro.
-¿Qué haces,porqué lanzas la mochila hacia el otro lado?-Preguntaba Cody mientras se limpiaba las lágrimas.
-¡No hay tiempo para explicar!-Gritó Degtyarev mientras tomaba a Cody de las piernas,lo alzaba frente a su cara y le miraba fijamente los ojos.
-¡Oigas lo que oigas,pase lo que pase,no vuelvas por mí,sólo corre,corre!-Gritó.
Cuando Cody se abía dado cuenta de todo ya era tarde,volaba por los aires hacia el otro lado del muro mientras Degtyarev se daba vuelta hacia la masa de zombies,empuñaba su M16 y ponía su máscara de hockey sobre su rostro.
-¡SI TENGO QUE MORIR SERÁ COMO UN HEROE!¿!ESCUCHAN ESTO HIJOS DE PUTAAAA!?-Rugió Degtyarev disparando y golpeando con la culata de su M16 a los zombies.
Mientras lo hacía recordó algo que le solía decir su padre mientras iba al campo de batalla...
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Última edición por DarkHades el Vie Ago 13, 2010 11:56 pm, editado 1 vez
DarkHades- Pirómano
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
Fernando ahora estaba muerto y Alicia no estaba segura de querer seguir adelante sin él. Era cierto que después de la boda apenas habían estado juntos pero las cosas no cambiaban de un día para otro y ella estaba loca por él. Lloró amargamente en soledad durante horas pensando en Fernando, en cómo la salvó en la primera infección, en su primer beso, en su casi boda y en el zombie que se lo había llevado.
Había perdido a demasiada gente en los últimos dos años y, pese a que ella se consideraba una mujer dura, sus fuerzas y sus nervios empezaban a resquebrajarse como una pared de adobe. Ver morir a Luis, a Yeray, a Bergen o a Juan en la infección anterior a manos de los zombies había sido peor de lo que pudiese soportar. Había matado a Simón y no podía creerlo. Ahora que podía ser feliz sin Simón, moría su querido Fernando. Por un descuido, la pirámide se vino abajo. Pensó que el zombie quizá podía haberla mordido en el brazo mientras le abrazaba pero no, tuvo que ser a él. Suspiró y lloró de nuevo.
Sólo había salido de la habitación en las últimas horas para tomar un vaso de agua. La daban igual los culpables, sólo quería que su Fernando estuviese ahí pero ya nunca regresaría. Con su continua risa y sus chistes malos, Alicia había sido feliz. Ahora solo quedaba tirar para adelante y ayudar a todas esas personas que confiaban en ella. Pensó en Alex, en Facundo, en el hijo de Bergen, en el pequeño niño recién llegado, en Zed, en Jorge y en Arturo. Sobretodo en Arturo, no sabía si podría volver a tener lo que tenían hacía tan solo unas horas porque Fernando no acertó a averigüar nada sobre su pequeño romance y eso a Alicia la hacía sentir culpable.
Salió de la habitación y se sentó en el sofá. Todos la miraban con caras descompuestas y llenas de pena, querían acercarse a ella para abrazarla pero ninguno se atrevía, quizá fuera por el estado de Alicia o por lo que había pasado pero ella estaba sola y a la vez rodeada de gente. Facundo fue el único que la ofreció consuelo.
Zed decidió que los Blue Zombies salieran a dar caza a ese cabrón de ROberto Juárez que se había llevado la vida de Fernando y de Jim Stuart.
Arturo estaba en la otra punta del sofá, con miedo a aproximarse a ella después de la contestación que ella le había dado cuando intentó acercarse. Alicia sabía que él no se merecía eso pero estaba segura de que lo entendía. Ahora sólo necesitaba reponerse.
Alicia se sentó junto a Arturo, sin apenas rozarle: "Necesito a mi mejor amigo. Solo eso. Dame tiempo", le dijo entre lágrimas y regresó a la otra punta del sofá.
En ese momento, Zed y Jorge llegaron de la calle anunciando que Jorge estaba herido en la pierna y que Aaron y el carnicero habían muerto. Alicia sonrió maliciosamente. Se alegraba de que Roberto hubiese pagado por lo que había hecho pero a la vez sentía que todo daba lo mismo. Nunca había tenido esa sensación pero pareció que nadie se dio cuenta.
Después de mostrar sus sentimientos, Alicia subió a la azotea, y allí lloró de nuevo durante un rato hasta que sus lamentos fueron interrumpidos por un extraño crujido. Cogió el arma de Jim Stuart que seguía apoyada contra la pared y bajó a la parte de abajo. Allí estaban Michael y Zed discutiendo a gritos sobre cuál sería su siguiente paso:
- Tenemos que largarnos de aquí ya - Gritó, haciéndose oir por encima de las demás voces.
- No.... Esto es seguro - Dijo Zed que no quería hacer andar a su amigo Jorge con la pierna recién vendada.
- Nadie más que yo quiere quedarse aquí. Aquí está Fernando pero esto se hunde, joder y no pienso morir así enterrada viva. Así que larguémonos.
- ¿Estás segura? - Preguntó Michael
- Mi prometido acaba de morir pero no me he quedado sorda. Estáis gritando demasiado y nadie escuchó el crujido que escuché yo. Hace un rato lo hablé con Zed y los cimientos están dañados así que sí, esto se cae. Coged todo lo que podáis y larguémonos de aquí ya.
- Rigth. Estuve echando un vistazo al edificio y está dañado. Coged las pocas provisiones y las armas. Yo ayudaré a salir a Jorge. Arturo me ayudará, ¿de acuerdo?
- Jorge está dormido ahora. Le di un calmante pero le llevaremos entre los dos.
- Sergio - Gritó Alicia- Tú recoge todas las provisiones que encuentres en la cocina. Alex vete a por las armas con Facundo. ¿Dónde están el pequeño y su amigo grandote?
- Nadie los ha visto desde hace horas - Dijo Facundo.
- Salieron en busca de provisiones. - Dijo Alex - ¿Cómo está la calle de zombies?
- Parece que está despejada - Dijo Michael - pero tendremos problemas, está anocheciendo.
- Quizá deberíamos esperar a que amanezca - Dijo Zed pero su estampa cambió cuando otro crujido, esta vez más fuerte, hizo temblar toda la casa. - Creo que debemos largarnos ya. Haced lo que os ha dicho Alice.
Unos minutos después todos salieron corriendo de aquella casa. Al principio, no parecía que hubiese muchos zombies. Con su palo de golf colgado a la espalda, Alicia iba al frente por primera vez seguida de Michael y Sergio. Alicia había prohibido utilizar las armas de fuego para evitar que más zombies se acercasen. La visibilidad era cada vez peor pero tenían que salir de allí inmediatamente.
De frente, hacia ellos, se aproximaban tres zombies. Parecían los invitados de una boda. "Curioso" pensó Alicia para sí misma "Fernando, nosotros tuvimos más suerte. ¿Llegarían a terminar la ceremonia?" Una ola de dolor atravesó el corazón de Alicia justo antes de asestar un golpe a uno de los zombies, después al otro y terminar machacando la cabeza al tercero de los tres. Ninguno de los allí presentes se atrevía a decir nada, simplemente contemplaron la escena sin pronunciar palabra.
Una pequeña figura se acercaba corriendo hacia donde estaban ellos. Los zombies no podían correr así por lo que tenía que ser una persona. Dispuesta a golpearle con el palo, Alicia se fue relajando cuando vio que era aquel pequeño niño cargado con una mochila, su ardilla y una horda de zombies que venía persiguiéndole.
- Me alegro de encontraros. Todavía no sé como llegué hasta aquí. Me persiguen muchos zombies.
- ¿Y Degtyarev? - Preguntó Alex preocupado
- Estaba atrapado. No sé si sobrevivió o no pero me sacó de allí y me ayudó a escapar.
- ¿Dónde está? - Preguntó Alicia
- A unas manzanas de aquí pero no sé si seré capaz de llegar.
- Da igual. Iremos a buscarle.
- ¿Estás loca? - Dijo Michael - Mira lo que viene por ahí. No tenemos escondite, no tenemos armas, estamos hambrientos y probablemente ese loco ya esté muerto.
- Te aseguro que no volveré a dejar a nadie atrás. Lo hice ya antes pero esta vez no.
- Chicos, se acercan - Dijo Sergio sosteniendo su arma tembloroso.
La batalla iba a comenzar pero el grupo tenía todas las de perder. Los zombies se acercaban peligrosamente y nadie tenía ganas de luchar. Arturo y Zed dejaron a Jorge en el suelo y Cody se encargó de cuidar de él. Cada uno empuñaba un arma e hicieron un círculo alrededor de Jorge. Empezaron a disparar a los más lejanos y a golpear a los más cercanos. Los zombies caían como moscas pero, en raras ocasiones, permanecían en el suelo. Volvían a levantarse como si tal cosa. Estaban rodeados y sus municiones se acababan. Perdió la concentración por un segungo pero reaccionó justo cuando la casa de Jim Stuart se vino abajo.
Alicia había bajado las armas y había dejado de disparar y aunque la doliese en el alma, se había dado por vencida. La pena que tenía era que nunca se reuniría con Fernando ya que pasaría el resto de su "no muerte" como un zombie, esperando a que algún día alguien la pegase un tiro en la cabeza o a que los elementos hicieran su trabajo. Las imágenes pasaban a su alrededor como si de una vieja película se tratase.
Alex luchaba contra un zombie y le partía el cuello con sus propias manos, Cody lloraba en el suelo mientras protegía a Jorge y a su ardilla con su pequeño cuerpo, Zed golpeaba con su guitarra a los zombies que se le acercaban, Arturo golpeaba a diestro y siniestro con un el viejo bate de beisbol de Jim, Sergio seguía disparando, al igual que Facundo y que Michael.
Alicia intentó levantar la pistola pero su cuerpo y sus manos ya no respondían a las órdenes de su cabeza. Estaba demasiado cansada, demasiado agotada y demasiado harta para matar más zombies. Escuchó algo en su cabeza "Querida, ¿vas a dejarte matar de esa manera? No me esperaba eso de ti" Era Simón que la hablaba.
"Alicia, no dejes que tu vida termine aquí" Era Fernando dándola fuezas. Justo a tiempo. Asestó un golpe en la cabeza a un zombie que estaba a punto de morderla en la pierna. No podrían resistir mucho más el asedio.
- Ehhhh, ehhhhh, por aquí - Gritó una voz a la derecha a la vez que disparaba su arma y hacía caer a varios zombies. Alicia miró en aquella dirección y vio a un par de hombres que salían de una alcantarilla.
- Corred chicos, es el momento.
Alicia corrió hacia la voz mientras el resto no dejaba de disparar a los zombies. Alex y Cody la siguieron. Arturo y Facundo cargaron con Jorge mientras Zed les cubría con su guitarra, mano a mano con la pistola de Michael.
Allí bajaron a lo que parecían las alcantarillas. Anduvieron un poco, literalmente entre la mierda y allí, unos metros más lejos, llegaron a una estación de metro abandonada.
Un grupo de al menos veinte personas había acondicionado aquel lugar y ahora resistían al ataque de los zombies. Cuando llegaron Alicia y el resto, una luz cegó sus ojos. Tenían electricidad. Era increíble.
- Menos mal que os hemos encontrado, sino ahora seríais como ellos - Dijo una mujer de unos 40 años.
- Muchas gracias - Dijo Alicia
- ¿Le han mordido? - Dijo mirando a Jorge y a su pierna.
- No, le han disparado. ¿Qué demonios es este lugar? - Preguntó Facundo.
- Un zoo, ¿no ves el gorila que acaba de llegar? - Dijo Arturo mirando a Zed.
- Fuck you, dude! - Dijo Zed aguantando de nuevo las bromas pesadas de Arturo.
- Mi nombre es Claudia. Mi marido y yo somos científicos y nos preparamos durante dos años para este momento. No es la primera vez que pasa. Pero creo que deberíamos hablar en privado. Veo que tú eres la líder.
- Mi nombre es ALicia pero no, no soy la líder. Aquí somos un grupo compacto. ¿Tienen una cama para que descanse mi amigo? ¿Y algo de comer para los pequeños? - Dijo Alicia señalando a Cody y guiñando un ojo a Alex y Sergio. - El resto podemos hablar donde usted quiera. Todos nosotros estuvimos presentes hace dos años, intentamos advertirlo pero nadie nos creyó. Antes debemos encontrar a un amigo que quedó atrapado fuera.
- Quizá ya esté muerto.
- Déjenos averigüarlo. El pequeño Cody es el único que sabe donde está. ¿Creen que le pueden localizarlo como hicieron con nosotros?
- Nuestros generadores se alimentan de luz solar y tenemos cámaras escondidas por toda esta zona así que depende de donde esté. Pequeño, vete con Miguel y te enseñará las cámaras y te dará leche con cacao - Dijo señalando a un hombre de unos cincuenta años.
- No quiero ir sólo, quiero que Alex venga conmigo.
- Sergio y yo iremos contigo, pequeño, no te preocupes - Dijo Alex tranquilizando a Cody.
Otro hombre vino a llevarse a Jorge y Arturo le acompañó mientras Zed, Alicia, Michael y Facundo hablaban con aquella mujer, líder de un grupo de personas que se escondía bajo tierra.
- Arturo - Gritó Alicia antes de que se fuera
- Dime pequeña - Dijo él mirándola con una profunda tristeza en los ojos.
- Lo siento. No quería que las cosas sucediesen así- Dijo abrazándole
- Yo tampoco pero he sabido esperar mucho tiempo. Ahora seré tu mejor amigo, como siempre y el resto de cosas ya vendrán por sí solas cuando tengan que venir. Te quiero y lo que me importa es que estés bien.
- Gracias - Dijo ella dándole un fugaz beso en la mejilla.
Había perdido a demasiada gente en los últimos dos años y, pese a que ella se consideraba una mujer dura, sus fuerzas y sus nervios empezaban a resquebrajarse como una pared de adobe. Ver morir a Luis, a Yeray, a Bergen o a Juan en la infección anterior a manos de los zombies había sido peor de lo que pudiese soportar. Había matado a Simón y no podía creerlo. Ahora que podía ser feliz sin Simón, moría su querido Fernando. Por un descuido, la pirámide se vino abajo. Pensó que el zombie quizá podía haberla mordido en el brazo mientras le abrazaba pero no, tuvo que ser a él. Suspiró y lloró de nuevo.
Sólo había salido de la habitación en las últimas horas para tomar un vaso de agua. La daban igual los culpables, sólo quería que su Fernando estuviese ahí pero ya nunca regresaría. Con su continua risa y sus chistes malos, Alicia había sido feliz. Ahora solo quedaba tirar para adelante y ayudar a todas esas personas que confiaban en ella. Pensó en Alex, en Facundo, en el hijo de Bergen, en el pequeño niño recién llegado, en Zed, en Jorge y en Arturo. Sobretodo en Arturo, no sabía si podría volver a tener lo que tenían hacía tan solo unas horas porque Fernando no acertó a averigüar nada sobre su pequeño romance y eso a Alicia la hacía sentir culpable.
Salió de la habitación y se sentó en el sofá. Todos la miraban con caras descompuestas y llenas de pena, querían acercarse a ella para abrazarla pero ninguno se atrevía, quizá fuera por el estado de Alicia o por lo que había pasado pero ella estaba sola y a la vez rodeada de gente. Facundo fue el único que la ofreció consuelo.
Zed decidió que los Blue Zombies salieran a dar caza a ese cabrón de ROberto Juárez que se había llevado la vida de Fernando y de Jim Stuart.
Arturo estaba en la otra punta del sofá, con miedo a aproximarse a ella después de la contestación que ella le había dado cuando intentó acercarse. Alicia sabía que él no se merecía eso pero estaba segura de que lo entendía. Ahora sólo necesitaba reponerse.
Alicia se sentó junto a Arturo, sin apenas rozarle: "Necesito a mi mejor amigo. Solo eso. Dame tiempo", le dijo entre lágrimas y regresó a la otra punta del sofá.
En ese momento, Zed y Jorge llegaron de la calle anunciando que Jorge estaba herido en la pierna y que Aaron y el carnicero habían muerto. Alicia sonrió maliciosamente. Se alegraba de que Roberto hubiese pagado por lo que había hecho pero a la vez sentía que todo daba lo mismo. Nunca había tenido esa sensación pero pareció que nadie se dio cuenta.
Después de mostrar sus sentimientos, Alicia subió a la azotea, y allí lloró de nuevo durante un rato hasta que sus lamentos fueron interrumpidos por un extraño crujido. Cogió el arma de Jim Stuart que seguía apoyada contra la pared y bajó a la parte de abajo. Allí estaban Michael y Zed discutiendo a gritos sobre cuál sería su siguiente paso:
- Tenemos que largarnos de aquí ya - Gritó, haciéndose oir por encima de las demás voces.
- No.... Esto es seguro - Dijo Zed que no quería hacer andar a su amigo Jorge con la pierna recién vendada.
- Nadie más que yo quiere quedarse aquí. Aquí está Fernando pero esto se hunde, joder y no pienso morir así enterrada viva. Así que larguémonos.
- ¿Estás segura? - Preguntó Michael
- Mi prometido acaba de morir pero no me he quedado sorda. Estáis gritando demasiado y nadie escuchó el crujido que escuché yo. Hace un rato lo hablé con Zed y los cimientos están dañados así que sí, esto se cae. Coged todo lo que podáis y larguémonos de aquí ya.
- Rigth. Estuve echando un vistazo al edificio y está dañado. Coged las pocas provisiones y las armas. Yo ayudaré a salir a Jorge. Arturo me ayudará, ¿de acuerdo?
- Jorge está dormido ahora. Le di un calmante pero le llevaremos entre los dos.
- Sergio - Gritó Alicia- Tú recoge todas las provisiones que encuentres en la cocina. Alex vete a por las armas con Facundo. ¿Dónde están el pequeño y su amigo grandote?
- Nadie los ha visto desde hace horas - Dijo Facundo.
- Salieron en busca de provisiones. - Dijo Alex - ¿Cómo está la calle de zombies?
- Parece que está despejada - Dijo Michael - pero tendremos problemas, está anocheciendo.
- Quizá deberíamos esperar a que amanezca - Dijo Zed pero su estampa cambió cuando otro crujido, esta vez más fuerte, hizo temblar toda la casa. - Creo que debemos largarnos ya. Haced lo que os ha dicho Alice.
Unos minutos después todos salieron corriendo de aquella casa. Al principio, no parecía que hubiese muchos zombies. Con su palo de golf colgado a la espalda, Alicia iba al frente por primera vez seguida de Michael y Sergio. Alicia había prohibido utilizar las armas de fuego para evitar que más zombies se acercasen. La visibilidad era cada vez peor pero tenían que salir de allí inmediatamente.
De frente, hacia ellos, se aproximaban tres zombies. Parecían los invitados de una boda. "Curioso" pensó Alicia para sí misma "Fernando, nosotros tuvimos más suerte. ¿Llegarían a terminar la ceremonia?" Una ola de dolor atravesó el corazón de Alicia justo antes de asestar un golpe a uno de los zombies, después al otro y terminar machacando la cabeza al tercero de los tres. Ninguno de los allí presentes se atrevía a decir nada, simplemente contemplaron la escena sin pronunciar palabra.
Una pequeña figura se acercaba corriendo hacia donde estaban ellos. Los zombies no podían correr así por lo que tenía que ser una persona. Dispuesta a golpearle con el palo, Alicia se fue relajando cuando vio que era aquel pequeño niño cargado con una mochila, su ardilla y una horda de zombies que venía persiguiéndole.
- Me alegro de encontraros. Todavía no sé como llegué hasta aquí. Me persiguen muchos zombies.
- ¿Y Degtyarev? - Preguntó Alex preocupado
- Estaba atrapado. No sé si sobrevivió o no pero me sacó de allí y me ayudó a escapar.
- ¿Dónde está? - Preguntó Alicia
- A unas manzanas de aquí pero no sé si seré capaz de llegar.
- Da igual. Iremos a buscarle.
- ¿Estás loca? - Dijo Michael - Mira lo que viene por ahí. No tenemos escondite, no tenemos armas, estamos hambrientos y probablemente ese loco ya esté muerto.
- Te aseguro que no volveré a dejar a nadie atrás. Lo hice ya antes pero esta vez no.
- Chicos, se acercan - Dijo Sergio sosteniendo su arma tembloroso.
La batalla iba a comenzar pero el grupo tenía todas las de perder. Los zombies se acercaban peligrosamente y nadie tenía ganas de luchar. Arturo y Zed dejaron a Jorge en el suelo y Cody se encargó de cuidar de él. Cada uno empuñaba un arma e hicieron un círculo alrededor de Jorge. Empezaron a disparar a los más lejanos y a golpear a los más cercanos. Los zombies caían como moscas pero, en raras ocasiones, permanecían en el suelo. Volvían a levantarse como si tal cosa. Estaban rodeados y sus municiones se acababan. Perdió la concentración por un segungo pero reaccionó justo cuando la casa de Jim Stuart se vino abajo.
Alicia había bajado las armas y había dejado de disparar y aunque la doliese en el alma, se había dado por vencida. La pena que tenía era que nunca se reuniría con Fernando ya que pasaría el resto de su "no muerte" como un zombie, esperando a que algún día alguien la pegase un tiro en la cabeza o a que los elementos hicieran su trabajo. Las imágenes pasaban a su alrededor como si de una vieja película se tratase.
Alex luchaba contra un zombie y le partía el cuello con sus propias manos, Cody lloraba en el suelo mientras protegía a Jorge y a su ardilla con su pequeño cuerpo, Zed golpeaba con su guitarra a los zombies que se le acercaban, Arturo golpeaba a diestro y siniestro con un el viejo bate de beisbol de Jim, Sergio seguía disparando, al igual que Facundo y que Michael.
Alicia intentó levantar la pistola pero su cuerpo y sus manos ya no respondían a las órdenes de su cabeza. Estaba demasiado cansada, demasiado agotada y demasiado harta para matar más zombies. Escuchó algo en su cabeza "Querida, ¿vas a dejarte matar de esa manera? No me esperaba eso de ti" Era Simón que la hablaba.
"Alicia, no dejes que tu vida termine aquí" Era Fernando dándola fuezas. Justo a tiempo. Asestó un golpe en la cabeza a un zombie que estaba a punto de morderla en la pierna. No podrían resistir mucho más el asedio.
- Ehhhh, ehhhhh, por aquí - Gritó una voz a la derecha a la vez que disparaba su arma y hacía caer a varios zombies. Alicia miró en aquella dirección y vio a un par de hombres que salían de una alcantarilla.
- Corred chicos, es el momento.
Alicia corrió hacia la voz mientras el resto no dejaba de disparar a los zombies. Alex y Cody la siguieron. Arturo y Facundo cargaron con Jorge mientras Zed les cubría con su guitarra, mano a mano con la pistola de Michael.
Allí bajaron a lo que parecían las alcantarillas. Anduvieron un poco, literalmente entre la mierda y allí, unos metros más lejos, llegaron a una estación de metro abandonada.
Un grupo de al menos veinte personas había acondicionado aquel lugar y ahora resistían al ataque de los zombies. Cuando llegaron Alicia y el resto, una luz cegó sus ojos. Tenían electricidad. Era increíble.
- Menos mal que os hemos encontrado, sino ahora seríais como ellos - Dijo una mujer de unos 40 años.
- Muchas gracias - Dijo Alicia
- ¿Le han mordido? - Dijo mirando a Jorge y a su pierna.
- No, le han disparado. ¿Qué demonios es este lugar? - Preguntó Facundo.
- Un zoo, ¿no ves el gorila que acaba de llegar? - Dijo Arturo mirando a Zed.
- Fuck you, dude! - Dijo Zed aguantando de nuevo las bromas pesadas de Arturo.
- Mi nombre es Claudia. Mi marido y yo somos científicos y nos preparamos durante dos años para este momento. No es la primera vez que pasa. Pero creo que deberíamos hablar en privado. Veo que tú eres la líder.
- Mi nombre es ALicia pero no, no soy la líder. Aquí somos un grupo compacto. ¿Tienen una cama para que descanse mi amigo? ¿Y algo de comer para los pequeños? - Dijo Alicia señalando a Cody y guiñando un ojo a Alex y Sergio. - El resto podemos hablar donde usted quiera. Todos nosotros estuvimos presentes hace dos años, intentamos advertirlo pero nadie nos creyó. Antes debemos encontrar a un amigo que quedó atrapado fuera.
- Quizá ya esté muerto.
- Déjenos averigüarlo. El pequeño Cody es el único que sabe donde está. ¿Creen que le pueden localizarlo como hicieron con nosotros?
- Nuestros generadores se alimentan de luz solar y tenemos cámaras escondidas por toda esta zona así que depende de donde esté. Pequeño, vete con Miguel y te enseñará las cámaras y te dará leche con cacao - Dijo señalando a un hombre de unos cincuenta años.
- No quiero ir sólo, quiero que Alex venga conmigo.
- Sergio y yo iremos contigo, pequeño, no te preocupes - Dijo Alex tranquilizando a Cody.
Otro hombre vino a llevarse a Jorge y Arturo le acompañó mientras Zed, Alicia, Michael y Facundo hablaban con aquella mujer, líder de un grupo de personas que se escondía bajo tierra.
- Arturo - Gritó Alicia antes de que se fuera
- Dime pequeña - Dijo él mirándola con una profunda tristeza en los ojos.
- Lo siento. No quería que las cosas sucediesen así- Dijo abrazándole
- Yo tampoco pero he sabido esperar mucho tiempo. Ahora seré tu mejor amigo, como siempre y el resto de cosas ya vendrán por sí solas cuando tengan que venir. Te quiero y lo que me importa es que estés bien.
- Gracias - Dijo ella dándole un fugaz beso en la mejilla.
Kealah- Cazadora con medias de seda
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
El viaje en helicóptero seguía, y nos estaba alejando de el centro de la ciudad, hasta tal punto que salimos de ella.
Pero al poco rato el piloto advirtió de que a partir de aquí tendríamos que seguir a pie. Pero a donde?
El helicóptero aterrizo en medio del campo cerca de unos extraños edificios.
Rodrigo- Señores y señoras, a partir de ahora el viaje es voluntario, el que quiera puede irse.
Carlos- Y si te seguimos?
Rodrigo- Los que me sigan partiremos hacia aquellos edificios de allí.
Facundo- Que hay allí?
Rodrigo- Allí es donde comenzó todo, vengo aquí para acabar con esos hijos de puta y ver si existe cura o arma o lo que sea.
Fernando- Y una mierda! Facundo, yo me voy a buscar a Alicia.
Facundo- Te acompaño.
Barbie- Yo voy, esos edificios me dan miedo.
Rodrigo- Los demás os quedáis?
Carlos- A mi solo me importa encontrar a Sergio, pero primero a por esos hijos de puta.
Kenny- Yo voy.
Agatha-Megan-Ramón- Y nosotros.
Charlie- Rodrigo, tenemos que ir ya, podemos encargarnos perfectamente de los guardias exteriores.
Rodrigo- Con todo este lio no se deben preocupar por la entrada principal mucho jaja, no creo que se esperen un ataque así.
Vamos chicos, cojed vuestras arma y los que no tengáis o querrais cambiar detrás de ese asiento tenéis armas.
Carlos- Si! Dame una duales a mi.
Kenny- Son mas difíciles de usar de lo que parecen, yo cogeré un rifle de asalto.
Charlie- Pelotón preparado entonces no?
Rodrigo- Ya tienen las armas, ahora averigüemos que mierda está pasando ahí dentro.
Spencer- Señor, deberíamos atacar rápido, el sol terminará por descubrir nuestra posición al enemigo.
Rodrigo- Espera antes de eso, Fernando y Facundo os deseo suerte.
Facundo-Facundo- Gracias.
..................................................................................................................
Parte de Sergio
Sergio, se alegraba de ver a la panda otra vez reunida, pero faltaba alguien muy imortante, Carlos.
En casa de aquel tipo llamado Jim, presenció la muerte de Fernando, a la que lloraron muchos de estos pintorescos personajes.
Como veía que eso no le concernía se puso a hablar con Michael.
Sergio- Asesino, parece que volvemos a encontrarnos.
Michael- No me llames así.
Sergio- Entonces como quieres que te llame: Falso cura? Jaja.
Michael- llámame michael.
Sergio- Jajaja, como el gallego!
Michael- Que?
Sergio- Nada, cosas mias. Bueno me alegro de verte.
Sergio, alcanzó a ver que también Alex se encontraba entre los presentes.
Sergio- Alex, como va tu rollo?
Alex- Que rollo?
Sergio- Ese tuyo con..
Alex- Eres un gilipollas!
Alex, se levantó y le propinó un puñetazo en el estómago a Sergio.
Sergio- Ayyy! Eso me lo he merecido.
Y así pasó el dia Sergio, esperando volver a ver a Carlos para salir de allí.
Pero al poco rato el piloto advirtió de que a partir de aquí tendríamos que seguir a pie. Pero a donde?
El helicóptero aterrizo en medio del campo cerca de unos extraños edificios.
Rodrigo- Señores y señoras, a partir de ahora el viaje es voluntario, el que quiera puede irse.
Carlos- Y si te seguimos?
Rodrigo- Los que me sigan partiremos hacia aquellos edificios de allí.
Facundo- Que hay allí?
Rodrigo- Allí es donde comenzó todo, vengo aquí para acabar con esos hijos de puta y ver si existe cura o arma o lo que sea.
Fernando- Y una mierda! Facundo, yo me voy a buscar a Alicia.
Facundo- Te acompaño.
Barbie- Yo voy, esos edificios me dan miedo.
Rodrigo- Los demás os quedáis?
Carlos- A mi solo me importa encontrar a Sergio, pero primero a por esos hijos de puta.
Kenny- Yo voy.
Agatha-Megan-Ramón- Y nosotros.
Charlie- Rodrigo, tenemos que ir ya, podemos encargarnos perfectamente de los guardias exteriores.
Rodrigo- Con todo este lio no se deben preocupar por la entrada principal mucho jaja, no creo que se esperen un ataque así.
Vamos chicos, cojed vuestras arma y los que no tengáis o querrais cambiar detrás de ese asiento tenéis armas.
Carlos- Si! Dame una duales a mi.
Kenny- Son mas difíciles de usar de lo que parecen, yo cogeré un rifle de asalto.
Charlie- Pelotón preparado entonces no?
Rodrigo- Ya tienen las armas, ahora averigüemos que mierda está pasando ahí dentro.
Spencer- Señor, deberíamos atacar rápido, el sol terminará por descubrir nuestra posición al enemigo.
Rodrigo- Espera antes de eso, Fernando y Facundo os deseo suerte.
Facundo-Facundo- Gracias.
..................................................................................................................
Parte de Sergio
Sergio, se alegraba de ver a la panda otra vez reunida, pero faltaba alguien muy imortante, Carlos.
En casa de aquel tipo llamado Jim, presenció la muerte de Fernando, a la que lloraron muchos de estos pintorescos personajes.
Como veía que eso no le concernía se puso a hablar con Michael.
Sergio- Asesino, parece que volvemos a encontrarnos.
Michael- No me llames así.
Sergio- Entonces como quieres que te llame: Falso cura? Jaja.
Michael- llámame michael.
Sergio- Jajaja, como el gallego!
Michael- Que?
Sergio- Nada, cosas mias. Bueno me alegro de verte.
Sergio, alcanzó a ver que también Alex se encontraba entre los presentes.
Sergio- Alex, como va tu rollo?
Alex- Que rollo?
Sergio- Ese tuyo con..
Alex- Eres un gilipollas!
Alex, se levantó y le propinó un puñetazo en el estómago a Sergio.
Sergio- Ayyy! Eso me lo he merecido.
Y así pasó el dia Sergio, esperando volver a ver a Carlos para salir de allí.
PeKaDoR- Lich King
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
La respuesta se hacía esperar y era difícil decidir. Si iba en busca de sus compañeros, seguramente ellos no comprenderían su problema e intentarían matarlo, aunque si conseguía convencerlos estaría más seguro a pesar de los conflictos al estar con personas normales y que ya experimentaron esta situación. Si se decidía por acompañar a Marcus y a Carl, se irían de la ciudad y punto final al apocalipsis, pero si la plaga se extendió o se extiende más allá de la ciudad, estaría en verdaderos problemas. Tendría que lidiar con una gran cantidad de problemas, lo cual evadiría si se quedase.
Marcus lo miraba esperando la respuesta de Ariel. Este lo miró a los ojos y dijo:
- Te acompañaré a ver que sucede, pero si la plaga se extendió a otras ciudades nos volvemos-
- Hecho. Ahora subamos al camión antes que los zombies nos sorprendan- dijo abriendo la puerta del vehículo. Ambos subieron y emprendieron su camino al centro comercial. Carl manejaba, mientras Marcus leía en silencio el libro. Ariel, en cambio, miraba por la ventanilla el paisaje. Los zombies caminaban sin rumbo fijo por las veredas, buscando comida sin éxito. La calle estaba desierta, algo no muy raro después de unos días de extenderse la plaga de muertos vivientes. No se veía ninguna casa barricada, todas estaban abandonadas, incluso algunas violentadas. No faltaban los cuerpos tirados en la calle, devorados por zombies o atropellados.
Pronto llegó el problema, algo ya previsto de antemano: el camión atraía a los gules por su potente motor, y por ser el único vehículo que circula por la ciudad. Cada calle era impredecible; algunas estaban vacías, otras obstruidas por autos y camiones, algunas atestadas de zombies o simplemente incendiadas por algún accidente. Afortunadamente Carl era muy buen conductor, y parecía que esquivar bultos y autos era su rutina diaria. Ahora que se fijaba más detenidamente, el hombre era bombero, y por su destreza al conducir, Ariel apostaba que era el conductor del coche bomba, lo que explicaba la experiencia al conducir velozmente y esquivar con gran agilidad.
Lo que no entendía Ariel era cómo Marcus leía tan tranquilamente cuando cada diez segundos Carl hacía un movimiento brusco con el camión, moviendo a los pasajeros. Estaba feliz, como si de un viaje de vacaciones se tratase. Para él, esta situación lo hacía sentir vivo, porque tenía la oportunidad de ser libre y hacer lo que se lo antoje, siempre con cuidado y cordura.
Estaban a diez minutos del centro comercial cuando Marcus le indicó a Carl que parase el camión. Este obedeció sin preguntar.
- Pensándolo bien, no es una buena idea irse de la ciudad. Según este libro, estamos ante un brote clase 3 y lo mejor que podemos hacer es buscarnos un refugio y esperar a que las autoridades nos socorren- propuso.
- Me parece buena idea- dijo Ariel. Ese cambio de plan le favorecía. - Sólo falta encontrar el refugio adecuado, fortalecerlo y a esperar. Hasta nos podremos tomar la libertad de eliminar a los zombies de las cuadras cercanas como pasatiempo-
- ¿Qué opinas tú, Carl?- preguntó Marcus. El hombre pensó unos segundos.
- Mientras tengamos la suficiente comida y combustible para hacer lo que se nos antoje, estaré de acuerdo con cualquier idea, por más loca que sea-
- Es que estamos locos, no se puede esperar más. En cuanto a la comida y combustible, tenemos comida no perecedera suficiente para subsistir varios meses, y he vaciado la estación de servicio por completo. Fíjate, hasta tenemos líquido para frenos- dijo señalando la caja donde se encontraba la mercadería.
- ¿Quieres decir que no transportamos muebles de una mudanza?- preguntó Ariel en broma.
- Nop, encontré el camión de mudanzas a medio vaciar. Algún loco se le ocurrió guardar todos sus muebles en el camión para irse de aquí-
- Entonces no cargamos con la responsabilidad de llevar los muebles a otro lugar... pero tenemos que movernos, los zombies no tardarán en encontrarnos- dijo Ariel.
- Volvamos a la biblioteca y allí vamos a dividirnos las tareas- dijo Carl mientras daba media vuelta el camión y volvía sobre sus pasos.
Ahora la situación mejoraba, y en vez de sentirse prisionero de esos dos hombres, Ariel se sentía hasta amigo de ellos.
Marcus lo miraba esperando la respuesta de Ariel. Este lo miró a los ojos y dijo:
- Te acompañaré a ver que sucede, pero si la plaga se extendió a otras ciudades nos volvemos-
- Hecho. Ahora subamos al camión antes que los zombies nos sorprendan- dijo abriendo la puerta del vehículo. Ambos subieron y emprendieron su camino al centro comercial. Carl manejaba, mientras Marcus leía en silencio el libro. Ariel, en cambio, miraba por la ventanilla el paisaje. Los zombies caminaban sin rumbo fijo por las veredas, buscando comida sin éxito. La calle estaba desierta, algo no muy raro después de unos días de extenderse la plaga de muertos vivientes. No se veía ninguna casa barricada, todas estaban abandonadas, incluso algunas violentadas. No faltaban los cuerpos tirados en la calle, devorados por zombies o atropellados.
Pronto llegó el problema, algo ya previsto de antemano: el camión atraía a los gules por su potente motor, y por ser el único vehículo que circula por la ciudad. Cada calle era impredecible; algunas estaban vacías, otras obstruidas por autos y camiones, algunas atestadas de zombies o simplemente incendiadas por algún accidente. Afortunadamente Carl era muy buen conductor, y parecía que esquivar bultos y autos era su rutina diaria. Ahora que se fijaba más detenidamente, el hombre era bombero, y por su destreza al conducir, Ariel apostaba que era el conductor del coche bomba, lo que explicaba la experiencia al conducir velozmente y esquivar con gran agilidad.
Lo que no entendía Ariel era cómo Marcus leía tan tranquilamente cuando cada diez segundos Carl hacía un movimiento brusco con el camión, moviendo a los pasajeros. Estaba feliz, como si de un viaje de vacaciones se tratase. Para él, esta situación lo hacía sentir vivo, porque tenía la oportunidad de ser libre y hacer lo que se lo antoje, siempre con cuidado y cordura.
Estaban a diez minutos del centro comercial cuando Marcus le indicó a Carl que parase el camión. Este obedeció sin preguntar.
- Pensándolo bien, no es una buena idea irse de la ciudad. Según este libro, estamos ante un brote clase 3 y lo mejor que podemos hacer es buscarnos un refugio y esperar a que las autoridades nos socorren- propuso.
- Me parece buena idea- dijo Ariel. Ese cambio de plan le favorecía. - Sólo falta encontrar el refugio adecuado, fortalecerlo y a esperar. Hasta nos podremos tomar la libertad de eliminar a los zombies de las cuadras cercanas como pasatiempo-
- ¿Qué opinas tú, Carl?- preguntó Marcus. El hombre pensó unos segundos.
- Mientras tengamos la suficiente comida y combustible para hacer lo que se nos antoje, estaré de acuerdo con cualquier idea, por más loca que sea-
- Es que estamos locos, no se puede esperar más. En cuanto a la comida y combustible, tenemos comida no perecedera suficiente para subsistir varios meses, y he vaciado la estación de servicio por completo. Fíjate, hasta tenemos líquido para frenos- dijo señalando la caja donde se encontraba la mercadería.
- ¿Quieres decir que no transportamos muebles de una mudanza?- preguntó Ariel en broma.
- Nop, encontré el camión de mudanzas a medio vaciar. Algún loco se le ocurrió guardar todos sus muebles en el camión para irse de aquí-
- Entonces no cargamos con la responsabilidad de llevar los muebles a otro lugar... pero tenemos que movernos, los zombies no tardarán en encontrarnos- dijo Ariel.
- Volvamos a la biblioteca y allí vamos a dividirnos las tareas- dijo Carl mientras daba media vuelta el camión y volvía sobre sus pasos.
Ahora la situación mejoraba, y en vez de sentirse prisionero de esos dos hombres, Ariel se sentía hasta amigo de ellos.
THE-VIL-JACK-KRAJER- Cazador mediocre
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Fecha de inscripción : 30/05/2010
Re: Cuando los zombies nos alcancen
Afortunadamente el sol ya alumbraba la mayor parte del ambiente, la ciudad se encontraba en plena luz, aunque claro estaba que aun partes se resaltaban por los intensos incendios que abundaban por todas partes, algo indeseado si, algo que se podía controlar fácilmente, pero imposible ante la vista de los supervivientes por el gran riesgo de morir en el intento que eso presentaba. Todo era un reto, como los típicos programas de supervivencia que solían pasar por la televisión, aquellos que eran tan aburridos pero por la mera forma de ver gente luchando por sobrevivir, sintiendo aquel morbo todos miraban. Aunque lo que estaba sucediendo era distinto a los programas si, parecido en aspectos, pero totalmente letal.
Igual nunca se perdía la esperanza entre los sobrevivientes, todos deseaban que esta pesadilla terminase si, pero todos sabían que eso era como soñar, un sueño de esos que son lejanos, en donde cosas casi imposibles suceden y en donde se despierta la melancolía de quién lo sueña.
Rodrigo, erguido de pie en forma rígida, seguía mirando a aquel grupo de personas de quienes debía de confiar, aparte de sus antiguos compañeros, muchas personas nuevas se habían integrado y eso era todo un reto ya, porque la confianza en los demás no se brindaba así nomas, sino que la confianza se gana con el tiempo, y tiempo era exactamente lo que ellos tenían, un tiempo extremo si, pero tiempo al final del cabo.
Constante vapor sale de la boca de Rodrigo como de los demás, el frío se hacia notar y aunque el sol calentara un poco el ambiente, el frío siempre prevalecía hasta altas horas de la mañana, por lo que podía ver Charlie en su reloj brazalete, es que apenas eran las seis de la mañana, recién comenzaba el día y ya un reto muy complicado se presentaba ante todos, pero Rodrigo no los guiaría hacia una muerte segura, claro que no lo haría, algo tenía pensando y eso es lo que utilizaría para brindarles una segunda oportunidad a todos esos novatos, que tan valientes parecían pero que con tan poca experiencia contaban.
Rodrigo le hizo señas a Charlie y a Spencer, ambos que sostenían sus rifles de asalto apuntaron a la multitud de sobrevivientes que murmullaban muchas cosas entre ellos, Rodrigo se paró firme mirándolos y con una mano haciéndole señas a Ramón que se posicionara detrás de él, apuntando también como lo hizo.
- Los planes han cambiado, ustedes se irán por donde Fernando y Facundo lo hicieron, procuraran no voltearse ni por error y continuaran el paso hasta encontrar a los demás o un mejor futuro - Rodrigo se detuvo un poco.
- Y si por error se llegan a voltear y encontrarse con nosotros de vuelta, créanlo que no dudaremos de fusilarlos por "error" - Charlie dijo, enfatizando la palabra "error" con una mano.
- Ppp-pero de que van? - Preguntó Barbie asustada, los demás en silencio miraban a Rodrigo y su pelotón sintiéndose amenazados.
- Es por su propio bien ...- Comentó Spencer, apuntando con el arma mejor a los demás -... bien ahora contaremos hasta tres y cuando lleguemos a tres será mejor que ustedes no estén cerca ya - agregó finalmente.
- Uno... - Comenzó Ramón.
- Dos...- Agregó Charlie.
El grupo integrado por Kenny, Barbie, Agatha, Megan, y Carlos desapareció de delante de la vista de Rodrigo y sus colegas, en décimas de segundos, encaminando rumbo hacia donde Alicia y los demás supuesta mente estaban, orientándose solamente por un mapa que Rodrigo les había proporcionado con anotaciones de en dónde se encontraban los demás supervivientes.
- Tres ...- Finalizó Rodrigo, sonriendo un poco tras ver el resultado -...señores ya saben que es lo que haremos, que sucederá y como terminará todo. -
Los cuatro se agacharon haciendo un circulo, en el medio había una especie de caja de madera que utilizarían de mesa, Spencer había colocado un mapa encima de esta, el mapa contaba con varias anotaciones, tenia flechas coloridas y círculos con anotaciones de información, etc.
- Todos entienden el plan? Entraremos, arrasaremos con los vivos que veamos y también con los muertos, que no quede nada moviéndose, quiero que todos tengan sumo cuidado con lo que tocan, huelen o disparan en tanto que estemos dentro del laboratorio, todo es tóxico y aunque no lo sea véanlo como que si entendido? - Ordenó Rodrigo, resaltando un punto del mapa que era el objetivo.
- Buuhya - Dijeron Spencer y Charlie a la vez, en tanto que Ramón se les quedó mirando sin entender lo que decían aquellas dos personas.
- Entendido - Dijo simplemente Ramón.
Todos se pusieron de pie, el sonido de las armas preparándose resonó en aquel jardín cerrado en donde se encontraban, solo una puerta metálica los separaba del destino y ésta estaba por ser abierta. Así sucedió, Rodrigo abrió la puerta, Ramón cruzó corriendo la calle que aparentemente se encontraba vacía y se posicionó a un lado de una puerta bastante grande, es la que serviría para entrar al edificio. Charlie ahora cruzó la calle formando posición al otro lado de la misma puerta, Spencer imitando los mismo movimientos se puso a un lado de Ramón apegado contra la pared, finalmente lo hizo Rodrigo, quién tomando carrera golpeó la puerta de una patada haciendo que la misma estallara contra la pared trasera y quedara completamente abierta tras un sonoro estruendo.
- Esto atraerá a los podridos, así que debemos de entrar rápidamente, sellar el perímetro y luego cumplir con el objetivo - ordenó Rodrigo.
Todos tomaron posiciones dentro, se esperaban lo peor, que hubieran sobrevivientes y que fueran militares, estaban preparados claro, pero si la cosa era fácil mejor considerado estaba todo, aunque estaba visto que siempre esperaban a la peor situación. Charlie se posicionó a la cabecera del grupo, él debía de guiar, limpiar y estar siempre precavido de que los caminos estuvieran limpios, tras él se posicionó Ramón, quién se encargaba de rematar, asegurar que nada atacara por la espalda al guía y de hacer fluir la munición entre las líneas de defensas primarias y las secundarias, osea entre Charlie y Rodrigo respectivamente.
Rodrigo, en tanto se puso de tercero, el estaba encargado de resguardar la vida de todos, era el jefe de la misión y era quién tomaría las decisiones primordiales para el triunfo de la misión. Finalmente, Spencer que tras cerrar la puerta de entrada y colocar una especie de mueble de metal delante de la puerta para que quedara sellada por completo, se colocó detrás de Rodrigo y quedó como final, él era el responsable de cuidar las espaldas de los demás, asegurar el perímetro trasero y siempre tener en vista una vía de escape para todos por si la cosa se ponía fea.
En posición todos ya, comenzaron a avanzar por la planta baja de aquel edificio, al principio solo se encontraban con oficinas, muchas y ordenadas oficinas que extrañamente parecían no estar perturbadas por la sociedad que ahora reinaba, el apocalípsis. Todo estaba demasiado extraño, el ambiente estaba tranquilo, no se escuchaba ningún gemido y sangre no había, ni cadáveres, nada.
Sin embargo, todos continuaron avanzando, sin vacilar ni echarse para atrás. En la primera planta nada había cambiado, era extraño ciertamente, pero todo parecía en orden, normal, o por lo menos eso parecía, aunque claro que ni Rodrigo, ni Charlie ni Spencer y Ramón se confiaban de eso, algo extraño estaba sucediendo y ya no había vuelta atrás, ya no podían parar ni menos volver por los mismo pasos.
En el segundo piso el panorama ya cambiaba por completo, el aire de inseguridad seguía si, pero ahora con una gran razón, esta era que las paredes, bañadas en sangre se encontraban y por los pasillos muchos cadáveres con agujeros de bala en la cabeza, yacían esperando ser pisados por algún sobreviviente que por allí pasase, en este caso por Rodrigo y los demás, quienes cada vez más juntos iban a causa de la falta de espacio que había, porque esquivar cadáveres era cosa complicada y por allí habían muchos.
- Enserio que tenemos que llegar hasta el ultimo piso para poder acceder al laboratorio? - Preguntó Ramón, perturbado por la situación.
- Exacto, se que suena complicado y más por el ambiente en donde nos encontramos, pero es lo único que podemos hacer para llegar, todo saldrá bien. - No era la primera vez que Rodrigo daba ánimos y alegoraba a que todo saldría bien.
Spencer y Charlie se miraron, ambos sabían que cuando había tanto positivismo por parte de Rodrigo, era porque ya sabía que las cosas terminarían mal, no fulminantes quizás, pero si mal, muy mal y eso decía que hasta podrían morir en el intento, era algo complicado, pero ellos eran Deltas de los mejores y jamás se echarían para atrás y menos estando en presencia de Rodrigo, todos se seguían seguros cuándo Rodrigo comandaba las unidades, aunque tuviesen en mente que morirían, él daba un aire de seguridad que tranquilizaba a quién a su mando estuviese.
Los cuatro llegaron a la tercera planta tras atravesar el pasillo de cadáveres, esta planta extrañamente estaba normal, algo sucedía y era demasiado complicado para entenderlo, ya todos comenzaban a ponerse un tanto nerviosos, pero no más de emocionados que estaban, querían ver el final, querían ver lo que allí sucedía y no podían aguantar más, necesitaban saber que pasaba. Estaban por llegar a la escalera que los llevaría a la cuarta planta, cuando de repente un zombie apareció de la nada, afortunadamente este mismo calló abatido por un disparo proveniente de el rifle de asalto de Ramón, este comenzaba a hacerse valer entre el escuadrón y Rodrigo tenía en mente de si sobrevivían al infierno, contratarlo para que sirviera bajo su mando.
El desacato había terminado, el zombie se encontraba abatido en el suelo, sangrante por la bala que le había atravesado el cráneo. Rodrigo se arrodilló delante de este mismo para poder comprobar quien era, llevaba una bata blanca como de científico y en su placa decía el nombre, el nivel que poseía y también para quien trabajaba, era para el gobierno.
- Con que...el gobierno esta tras todo esto, no? - Preguntó Ramón mirando tras Rodrigo el cadáver.
- Por lo que veo si, vaya, que cambio radical, saber que el gobierno está tras esto y nosotros somos solo ratones de laboratorio, siendo pruebas solamente. - Informó Rodrigo, señalando una insignia que llevaba el cadáver y que decía que trabajaba para el gobierno.
Todos volvieron a ponerse en posición, continuaron avanzando pero ahora con la idea de que jamás serían rescatados por el gobierno, ya que eran estos quienes habían echo todo aquello y quienes habían provocado la muerte de tantos inocentes. De repente, entre el mar de silencio se comenzaron a escuchar pasos provenientes de la planta de arriba, lo extraño es que algunos eran pasos apresurados, como si de alguien corriendo se tratase, esos no eran zombies y Rodrigo lo sabía, la acción estaba a punto de comenzar y debían de estar preparados. Mediante señas ordenó que todos estuvieran alertas, cargaran sus armas y le quitaran los seguros, así fue como todos procedieron a hacerlo, dejando todo preparado. Continuaron a paso lento y silencioso por las escaleras, ya delante tenían la puerta que definiría la muerte y la vida, que les daría respuesta, era la ultima planta y por lo visto la más plagada, no de infectados, sino de humanos, locos y desquiciados humanos con armas, elegidos y entrenados como a Rodrigo, Charlie y Spencer quienes lo mismo eran, marginados de la sociedad y combirtiéndolos en mercenarios resultaban quedar como Rodrigo y sus amigos eran.
Ya todo estaba cerca, Rodrigo se puso a un lado de la puerta, detrás de él estaba Spencer, Charlie se colocó al otro lado de la puerta haciendo que Ramón se colocase detrás de él, tras la señal, Charlie giró levemente la perilla de la puerta, abriendo la misma y empujándola levemente hacia atrás para que se abriera por completo, tras eso rayos de luz provenientes del otro lado se adentraban en la oscuridad que reinaba del lado de Rodrigo y los demás. Seguro estaban que las ventanas de esa planta estabas abiertas, y eso solo podía significar que sobrevivientes habitaban allí.
Charlie hizo un disparo al aire en dirección al pasillo, solamente asomando el rifle, el cuál volvió a llevar contra su cuerpo décimas de segundo después, una lluvia de balas comenzó a llenar el ambiente de polvo, plomo y agujeros contra todos lados, muchas balas pasaban a un lado de Charlie y Rodrigo quienes seguían a un lado de la puerta, esperando el momento. Pasaron por lo menos un minuto en donde los disparos eran continuos, paraban algunos para recargar y luego seguían intentando atentar contra la vida de los Delta. De un segundo para otro se oyó un alto al fuego, y así mismo las armas pararon, murmullos de hombres hablando entre ellos se oía y eso decía que era hora de entrar en acción, Charlie asomó un poco la cabeza, mirando un par de armarios metálicos que estaban tirados a ambos lados del pasillo, estos servirían para poder utilizar como apoyo para disparar mejor.
El plan estaba trazado, Rodrigo se asomó un poco por el lado de la puerta en donde se encontraba y sin decir nada comenzó a disparar en dirección a donde las unidades enemigas estaban, estas que se encontraban distraídas por quién sabe que se mostraron sorprendidas tras estallar los disparos, un par de hombres cayeron abatidos al suelo, mientras que otros cinco o seis corrían para todos lados a resguardarse. En tanto que eso pasaba, ya Charlie, Ramón y Spencer habían atravesado esa parte del pasillo y se encontraban resguardados tras los muebles metálicos, ellos tres comenzaron a disparar en dirección al enemigo para darle la oportunidad a Rodrigo de que se resguardase, este mismo corriendo lo hizo, cayendo a un lado de Spencer quién estaba tras el mueble solo, al otro lado del pasillo se encontraban Charlie y Ramón resguardados tras el otro armario, ahora comenzaba la parte más arriesgada.
El alto al fuego había cesado tras el grito de quién sería su líder, el combate estaba comenzando, ahora los disparos provenían del bando enemigo, impactaban contra todo lo que encontraban, ambos armarios ya se encontraban agujereados por todas partes, un disparo había logrado traspasar el armario, dando cerca de las costillas a Ramón, quién retorciéndose de dolor se presionaba con ambas manos la herida, sangre a montones salía y era una herida complicada por lo que se veía. Spencer comenzó a disparar en contra de el enemigo, ignorando toda bala que le impactaba, logró eliminar a dos soldados enemigos antes de caer hacia atrás, tres balas se le habían incrustado en el pecho, sangre a montones también salían de las heridas, no todo estaba como lo habían planeado, segundos después Spencer ya no se retorcía por el dolor, todo lo contrario, se encontraba tranquilo, sin moverse, había muerto.
- Puta madre, maldición maldito hijos de puta - Gritó Charlie quién se escondía de las balas.
- Joder, joder está muerto, Spencer está muerto - Exclamó Rodrigo, disparando cuando podía al enemigo, ya menos quedaban pero sin embargo aun eran numerosos, más que ellos.
Ramón dejó atrás la herida que tenía, tomó su rifle y levantándose tras el mueble metálico comenzó a disparar en dirección al enemigo, ninguna bala llegó a matar a alguno de los malos, sin embargo cinco balas enemigas lograron alcanzarlo a él, cayó hacia atrás impactando fuertemente contra el suelo, sangre había manchado gran parte de la pared y ahora inundaba parte del suelo, Ramón estaba muerto y eso era indudable, ya ni se movía para respirar menos para quejarse.
- Hermano, quedamos nosotros dos solamente - Informó Charlie señalando a Ramón.
- Y una mierda, si muero no lo haré en manos de esos hijos de putas, debemos de retroceder y ya - Ordenó Rodrigo.
Charlie y Rodrigo se pusieron de pie, Charlie comenzó a disparar a el agotado enemigo en tanto que Rodrigo retrocedía hasta detrás de la puerta, ahora era Rodrigo quién disparaba para que Charlie volviera y así fue como sucedió. Los dos se encontraban detrás de la puerta, aguantando el fuego enemigo y planeando un escape, o un método para morir sin caer en manos de el enemigo.
- Bajaremos, tu colocarás el explosivo, lo detonaré y que sea lo que dios quiera - Ordenó Rodrigo.
Este mismo comenzó a bajar las escaleras corriendo, llegó a la tercera planta y apuntó hacia arriba, ahora era hora de que Charlie lo hiciera, cinco segundos después estaba a un lado de Rodrigo, los dos traspasaron la puerta, la cerraron por el lado contrario y corrieron a hacer lo que habían planeado.
Charlie colocó explosivo C3 en varias habitaciones de esa planta, también cerca de la puerta que llevaba a la cuarta planta, así se quedó de pie esperando a que Rodrigo terminara su parte, este apareció segundos luego, a unas cinco puertas de distancia en dirección a la segunda planta.
- Bajemos ahora, debemos de correr lo más rápido posible. - Ordenó Rodrigo.
La puerta comenzó a ser forzada por golpes del lado contrario, los soldados de la cuarta planta ya estaban allí y era cuestión de segundos para que entraran. Rodrigo desde su posición apuntó hacia la puerta, Charlie por su parte hizo lo mismo. Unos cuantos golpes después la puerta cedió, abriéndose a la par de que soldados entraban al pasillo. Los disparos de parte de los buenos comenzaron, dos o tres soldados se desplomaron por los disparos, sucumbiendo bajo las pisadas de los demás que intentaban resguardarse, ahora le tocaba al bando enemigo quienes dispararon en dirección a Charlie y Rodrigo. Siete disparos alcanzaron a Charlie, el mismo cayó al suelo como plomo, tomándose con una la herida que más le dolía y moviéndose un poco para hacer el intento de escapar, afortunadamente seguía vivo. Rodrigo viendo la situación disparó en dirección al enemigo nuevamente, intentando darle chance a Charlie de que escapara.
- Vete, ahora detona la carga y escapa maldición! - Ordenó Charlie haciéndole señas y como podía disparando hacia el enemigo. Dos disparos más le alcanzaron llevándolo a la muerte sin más sufrimiento.
- Joder, lo siento...- Fue lo único que dijo Rodrigo.
Se encerró en la habitación en la que estaba, caminó varios pasos de espalda recostando el cuerpo contra la ventana y encendió un cigarro, nunca en su vida había agarrado el vicio de fumar, pero esta era una ocasión especial y sabiendo que ya no entraría al cielo, ensuciarse un poco más el alma no le haría daño.
- Adiós perras - Susurró Rodrigo, con el cigarro en la boca y el detonador en la mano.
El botón se presionó con un simple "clack", una a una las cargas explotaron creando una gran onda expansiva, que hizo que el cuerpo de Rodrigo saliera expulsado por la ventana, atravesando esta misma y haciéndolo volar varios metros sobre la calle.
El edifico colapsó por completo, gritos se escuchaban salir de dentro y algún que otro disparo, poco a poco se desplomó finalizando en machacar, presionar y aplastar todo ser vivo y no vivo que hubiese allí, tanto como si fuera militar, zombie o científico.
El resultado de la explosión fue una gran ola de calor, una especie de hongo de fuego levantándose por los aires y restos en llamas que caían por todas partes, más los escombros que inundaban las calles, el polvo inminente como resultado.
Luego de varios minutos el silencio reinaba en las cercanías, tan solo el chasquido de madera quemándose o alguna que otra parte de los escombros que caía.
Sobre una camioneta blanca, que ahora estaba destrozada por la parte de encima yacía el cuerpo de Rodrigo, con varias quemaduras, algunas heridas, parte de la ropa se había quemado, ya no le quedaba armas, ni granadas, ni nada de su antiguo equipo.
Parecía muerto, si, sino fuera por su mano derecha, que como por reflejo se habría y se cerraba, a la par que su abdomen se contraía y luego se aflojaba, dejando pasar el aire.
Igual nunca se perdía la esperanza entre los sobrevivientes, todos deseaban que esta pesadilla terminase si, pero todos sabían que eso era como soñar, un sueño de esos que son lejanos, en donde cosas casi imposibles suceden y en donde se despierta la melancolía de quién lo sueña.
Rodrigo, erguido de pie en forma rígida, seguía mirando a aquel grupo de personas de quienes debía de confiar, aparte de sus antiguos compañeros, muchas personas nuevas se habían integrado y eso era todo un reto ya, porque la confianza en los demás no se brindaba así nomas, sino que la confianza se gana con el tiempo, y tiempo era exactamente lo que ellos tenían, un tiempo extremo si, pero tiempo al final del cabo.
Constante vapor sale de la boca de Rodrigo como de los demás, el frío se hacia notar y aunque el sol calentara un poco el ambiente, el frío siempre prevalecía hasta altas horas de la mañana, por lo que podía ver Charlie en su reloj brazalete, es que apenas eran las seis de la mañana, recién comenzaba el día y ya un reto muy complicado se presentaba ante todos, pero Rodrigo no los guiaría hacia una muerte segura, claro que no lo haría, algo tenía pensando y eso es lo que utilizaría para brindarles una segunda oportunidad a todos esos novatos, que tan valientes parecían pero que con tan poca experiencia contaban.
Rodrigo le hizo señas a Charlie y a Spencer, ambos que sostenían sus rifles de asalto apuntaron a la multitud de sobrevivientes que murmullaban muchas cosas entre ellos, Rodrigo se paró firme mirándolos y con una mano haciéndole señas a Ramón que se posicionara detrás de él, apuntando también como lo hizo.
- Los planes han cambiado, ustedes se irán por donde Fernando y Facundo lo hicieron, procuraran no voltearse ni por error y continuaran el paso hasta encontrar a los demás o un mejor futuro - Rodrigo se detuvo un poco.
- Y si por error se llegan a voltear y encontrarse con nosotros de vuelta, créanlo que no dudaremos de fusilarlos por "error" - Charlie dijo, enfatizando la palabra "error" con una mano.
- Ppp-pero de que van? - Preguntó Barbie asustada, los demás en silencio miraban a Rodrigo y su pelotón sintiéndose amenazados.
- Es por su propio bien ...- Comentó Spencer, apuntando con el arma mejor a los demás -... bien ahora contaremos hasta tres y cuando lleguemos a tres será mejor que ustedes no estén cerca ya - agregó finalmente.
- Uno... - Comenzó Ramón.
- Dos...- Agregó Charlie.
El grupo integrado por Kenny, Barbie, Agatha, Megan, y Carlos desapareció de delante de la vista de Rodrigo y sus colegas, en décimas de segundos, encaminando rumbo hacia donde Alicia y los demás supuesta mente estaban, orientándose solamente por un mapa que Rodrigo les había proporcionado con anotaciones de en dónde se encontraban los demás supervivientes.
- Tres ...- Finalizó Rodrigo, sonriendo un poco tras ver el resultado -...señores ya saben que es lo que haremos, que sucederá y como terminará todo. -
Los cuatro se agacharon haciendo un circulo, en el medio había una especie de caja de madera que utilizarían de mesa, Spencer había colocado un mapa encima de esta, el mapa contaba con varias anotaciones, tenia flechas coloridas y círculos con anotaciones de información, etc.
- Todos entienden el plan? Entraremos, arrasaremos con los vivos que veamos y también con los muertos, que no quede nada moviéndose, quiero que todos tengan sumo cuidado con lo que tocan, huelen o disparan en tanto que estemos dentro del laboratorio, todo es tóxico y aunque no lo sea véanlo como que si entendido? - Ordenó Rodrigo, resaltando un punto del mapa que era el objetivo.
- Buuhya - Dijeron Spencer y Charlie a la vez, en tanto que Ramón se les quedó mirando sin entender lo que decían aquellas dos personas.
- Entendido - Dijo simplemente Ramón.
Todos se pusieron de pie, el sonido de las armas preparándose resonó en aquel jardín cerrado en donde se encontraban, solo una puerta metálica los separaba del destino y ésta estaba por ser abierta. Así sucedió, Rodrigo abrió la puerta, Ramón cruzó corriendo la calle que aparentemente se encontraba vacía y se posicionó a un lado de una puerta bastante grande, es la que serviría para entrar al edificio. Charlie ahora cruzó la calle formando posición al otro lado de la misma puerta, Spencer imitando los mismo movimientos se puso a un lado de Ramón apegado contra la pared, finalmente lo hizo Rodrigo, quién tomando carrera golpeó la puerta de una patada haciendo que la misma estallara contra la pared trasera y quedara completamente abierta tras un sonoro estruendo.
- Esto atraerá a los podridos, así que debemos de entrar rápidamente, sellar el perímetro y luego cumplir con el objetivo - ordenó Rodrigo.
Todos tomaron posiciones dentro, se esperaban lo peor, que hubieran sobrevivientes y que fueran militares, estaban preparados claro, pero si la cosa era fácil mejor considerado estaba todo, aunque estaba visto que siempre esperaban a la peor situación. Charlie se posicionó a la cabecera del grupo, él debía de guiar, limpiar y estar siempre precavido de que los caminos estuvieran limpios, tras él se posicionó Ramón, quién se encargaba de rematar, asegurar que nada atacara por la espalda al guía y de hacer fluir la munición entre las líneas de defensas primarias y las secundarias, osea entre Charlie y Rodrigo respectivamente.
Rodrigo, en tanto se puso de tercero, el estaba encargado de resguardar la vida de todos, era el jefe de la misión y era quién tomaría las decisiones primordiales para el triunfo de la misión. Finalmente, Spencer que tras cerrar la puerta de entrada y colocar una especie de mueble de metal delante de la puerta para que quedara sellada por completo, se colocó detrás de Rodrigo y quedó como final, él era el responsable de cuidar las espaldas de los demás, asegurar el perímetro trasero y siempre tener en vista una vía de escape para todos por si la cosa se ponía fea.
En posición todos ya, comenzaron a avanzar por la planta baja de aquel edificio, al principio solo se encontraban con oficinas, muchas y ordenadas oficinas que extrañamente parecían no estar perturbadas por la sociedad que ahora reinaba, el apocalípsis. Todo estaba demasiado extraño, el ambiente estaba tranquilo, no se escuchaba ningún gemido y sangre no había, ni cadáveres, nada.
Sin embargo, todos continuaron avanzando, sin vacilar ni echarse para atrás. En la primera planta nada había cambiado, era extraño ciertamente, pero todo parecía en orden, normal, o por lo menos eso parecía, aunque claro que ni Rodrigo, ni Charlie ni Spencer y Ramón se confiaban de eso, algo extraño estaba sucediendo y ya no había vuelta atrás, ya no podían parar ni menos volver por los mismo pasos.
En el segundo piso el panorama ya cambiaba por completo, el aire de inseguridad seguía si, pero ahora con una gran razón, esta era que las paredes, bañadas en sangre se encontraban y por los pasillos muchos cadáveres con agujeros de bala en la cabeza, yacían esperando ser pisados por algún sobreviviente que por allí pasase, en este caso por Rodrigo y los demás, quienes cada vez más juntos iban a causa de la falta de espacio que había, porque esquivar cadáveres era cosa complicada y por allí habían muchos.
- Enserio que tenemos que llegar hasta el ultimo piso para poder acceder al laboratorio? - Preguntó Ramón, perturbado por la situación.
- Exacto, se que suena complicado y más por el ambiente en donde nos encontramos, pero es lo único que podemos hacer para llegar, todo saldrá bien. - No era la primera vez que Rodrigo daba ánimos y alegoraba a que todo saldría bien.
Spencer y Charlie se miraron, ambos sabían que cuando había tanto positivismo por parte de Rodrigo, era porque ya sabía que las cosas terminarían mal, no fulminantes quizás, pero si mal, muy mal y eso decía que hasta podrían morir en el intento, era algo complicado, pero ellos eran Deltas de los mejores y jamás se echarían para atrás y menos estando en presencia de Rodrigo, todos se seguían seguros cuándo Rodrigo comandaba las unidades, aunque tuviesen en mente que morirían, él daba un aire de seguridad que tranquilizaba a quién a su mando estuviese.
Los cuatro llegaron a la tercera planta tras atravesar el pasillo de cadáveres, esta planta extrañamente estaba normal, algo sucedía y era demasiado complicado para entenderlo, ya todos comenzaban a ponerse un tanto nerviosos, pero no más de emocionados que estaban, querían ver el final, querían ver lo que allí sucedía y no podían aguantar más, necesitaban saber que pasaba. Estaban por llegar a la escalera que los llevaría a la cuarta planta, cuando de repente un zombie apareció de la nada, afortunadamente este mismo calló abatido por un disparo proveniente de el rifle de asalto de Ramón, este comenzaba a hacerse valer entre el escuadrón y Rodrigo tenía en mente de si sobrevivían al infierno, contratarlo para que sirviera bajo su mando.
El desacato había terminado, el zombie se encontraba abatido en el suelo, sangrante por la bala que le había atravesado el cráneo. Rodrigo se arrodilló delante de este mismo para poder comprobar quien era, llevaba una bata blanca como de científico y en su placa decía el nombre, el nivel que poseía y también para quien trabajaba, era para el gobierno.
- Con que...el gobierno esta tras todo esto, no? - Preguntó Ramón mirando tras Rodrigo el cadáver.
- Por lo que veo si, vaya, que cambio radical, saber que el gobierno está tras esto y nosotros somos solo ratones de laboratorio, siendo pruebas solamente. - Informó Rodrigo, señalando una insignia que llevaba el cadáver y que decía que trabajaba para el gobierno.
Todos volvieron a ponerse en posición, continuaron avanzando pero ahora con la idea de que jamás serían rescatados por el gobierno, ya que eran estos quienes habían echo todo aquello y quienes habían provocado la muerte de tantos inocentes. De repente, entre el mar de silencio se comenzaron a escuchar pasos provenientes de la planta de arriba, lo extraño es que algunos eran pasos apresurados, como si de alguien corriendo se tratase, esos no eran zombies y Rodrigo lo sabía, la acción estaba a punto de comenzar y debían de estar preparados. Mediante señas ordenó que todos estuvieran alertas, cargaran sus armas y le quitaran los seguros, así fue como todos procedieron a hacerlo, dejando todo preparado. Continuaron a paso lento y silencioso por las escaleras, ya delante tenían la puerta que definiría la muerte y la vida, que les daría respuesta, era la ultima planta y por lo visto la más plagada, no de infectados, sino de humanos, locos y desquiciados humanos con armas, elegidos y entrenados como a Rodrigo, Charlie y Spencer quienes lo mismo eran, marginados de la sociedad y combirtiéndolos en mercenarios resultaban quedar como Rodrigo y sus amigos eran.
Ya todo estaba cerca, Rodrigo se puso a un lado de la puerta, detrás de él estaba Spencer, Charlie se colocó al otro lado de la puerta haciendo que Ramón se colocase detrás de él, tras la señal, Charlie giró levemente la perilla de la puerta, abriendo la misma y empujándola levemente hacia atrás para que se abriera por completo, tras eso rayos de luz provenientes del otro lado se adentraban en la oscuridad que reinaba del lado de Rodrigo y los demás. Seguro estaban que las ventanas de esa planta estabas abiertas, y eso solo podía significar que sobrevivientes habitaban allí.
Charlie hizo un disparo al aire en dirección al pasillo, solamente asomando el rifle, el cuál volvió a llevar contra su cuerpo décimas de segundo después, una lluvia de balas comenzó a llenar el ambiente de polvo, plomo y agujeros contra todos lados, muchas balas pasaban a un lado de Charlie y Rodrigo quienes seguían a un lado de la puerta, esperando el momento. Pasaron por lo menos un minuto en donde los disparos eran continuos, paraban algunos para recargar y luego seguían intentando atentar contra la vida de los Delta. De un segundo para otro se oyó un alto al fuego, y así mismo las armas pararon, murmullos de hombres hablando entre ellos se oía y eso decía que era hora de entrar en acción, Charlie asomó un poco la cabeza, mirando un par de armarios metálicos que estaban tirados a ambos lados del pasillo, estos servirían para poder utilizar como apoyo para disparar mejor.
El plan estaba trazado, Rodrigo se asomó un poco por el lado de la puerta en donde se encontraba y sin decir nada comenzó a disparar en dirección a donde las unidades enemigas estaban, estas que se encontraban distraídas por quién sabe que se mostraron sorprendidas tras estallar los disparos, un par de hombres cayeron abatidos al suelo, mientras que otros cinco o seis corrían para todos lados a resguardarse. En tanto que eso pasaba, ya Charlie, Ramón y Spencer habían atravesado esa parte del pasillo y se encontraban resguardados tras los muebles metálicos, ellos tres comenzaron a disparar en dirección al enemigo para darle la oportunidad a Rodrigo de que se resguardase, este mismo corriendo lo hizo, cayendo a un lado de Spencer quién estaba tras el mueble solo, al otro lado del pasillo se encontraban Charlie y Ramón resguardados tras el otro armario, ahora comenzaba la parte más arriesgada.
El alto al fuego había cesado tras el grito de quién sería su líder, el combate estaba comenzando, ahora los disparos provenían del bando enemigo, impactaban contra todo lo que encontraban, ambos armarios ya se encontraban agujereados por todas partes, un disparo había logrado traspasar el armario, dando cerca de las costillas a Ramón, quién retorciéndose de dolor se presionaba con ambas manos la herida, sangre a montones salía y era una herida complicada por lo que se veía. Spencer comenzó a disparar en contra de el enemigo, ignorando toda bala que le impactaba, logró eliminar a dos soldados enemigos antes de caer hacia atrás, tres balas se le habían incrustado en el pecho, sangre a montones también salían de las heridas, no todo estaba como lo habían planeado, segundos después Spencer ya no se retorcía por el dolor, todo lo contrario, se encontraba tranquilo, sin moverse, había muerto.
- Puta madre, maldición maldito hijos de puta - Gritó Charlie quién se escondía de las balas.
- Joder, joder está muerto, Spencer está muerto - Exclamó Rodrigo, disparando cuando podía al enemigo, ya menos quedaban pero sin embargo aun eran numerosos, más que ellos.
Ramón dejó atrás la herida que tenía, tomó su rifle y levantándose tras el mueble metálico comenzó a disparar en dirección al enemigo, ninguna bala llegó a matar a alguno de los malos, sin embargo cinco balas enemigas lograron alcanzarlo a él, cayó hacia atrás impactando fuertemente contra el suelo, sangre había manchado gran parte de la pared y ahora inundaba parte del suelo, Ramón estaba muerto y eso era indudable, ya ni se movía para respirar menos para quejarse.
- Hermano, quedamos nosotros dos solamente - Informó Charlie señalando a Ramón.
- Y una mierda, si muero no lo haré en manos de esos hijos de putas, debemos de retroceder y ya - Ordenó Rodrigo.
Charlie y Rodrigo se pusieron de pie, Charlie comenzó a disparar a el agotado enemigo en tanto que Rodrigo retrocedía hasta detrás de la puerta, ahora era Rodrigo quién disparaba para que Charlie volviera y así fue como sucedió. Los dos se encontraban detrás de la puerta, aguantando el fuego enemigo y planeando un escape, o un método para morir sin caer en manos de el enemigo.
- Bajaremos, tu colocarás el explosivo, lo detonaré y que sea lo que dios quiera - Ordenó Rodrigo.
Este mismo comenzó a bajar las escaleras corriendo, llegó a la tercera planta y apuntó hacia arriba, ahora era hora de que Charlie lo hiciera, cinco segundos después estaba a un lado de Rodrigo, los dos traspasaron la puerta, la cerraron por el lado contrario y corrieron a hacer lo que habían planeado.
Charlie colocó explosivo C3 en varias habitaciones de esa planta, también cerca de la puerta que llevaba a la cuarta planta, así se quedó de pie esperando a que Rodrigo terminara su parte, este apareció segundos luego, a unas cinco puertas de distancia en dirección a la segunda planta.
- Bajemos ahora, debemos de correr lo más rápido posible. - Ordenó Rodrigo.
La puerta comenzó a ser forzada por golpes del lado contrario, los soldados de la cuarta planta ya estaban allí y era cuestión de segundos para que entraran. Rodrigo desde su posición apuntó hacia la puerta, Charlie por su parte hizo lo mismo. Unos cuantos golpes después la puerta cedió, abriéndose a la par de que soldados entraban al pasillo. Los disparos de parte de los buenos comenzaron, dos o tres soldados se desplomaron por los disparos, sucumbiendo bajo las pisadas de los demás que intentaban resguardarse, ahora le tocaba al bando enemigo quienes dispararon en dirección a Charlie y Rodrigo. Siete disparos alcanzaron a Charlie, el mismo cayó al suelo como plomo, tomándose con una la herida que más le dolía y moviéndose un poco para hacer el intento de escapar, afortunadamente seguía vivo. Rodrigo viendo la situación disparó en dirección al enemigo nuevamente, intentando darle chance a Charlie de que escapara.
- Vete, ahora detona la carga y escapa maldición! - Ordenó Charlie haciéndole señas y como podía disparando hacia el enemigo. Dos disparos más le alcanzaron llevándolo a la muerte sin más sufrimiento.
- Joder, lo siento...- Fue lo único que dijo Rodrigo.
Se encerró en la habitación en la que estaba, caminó varios pasos de espalda recostando el cuerpo contra la ventana y encendió un cigarro, nunca en su vida había agarrado el vicio de fumar, pero esta era una ocasión especial y sabiendo que ya no entraría al cielo, ensuciarse un poco más el alma no le haría daño.
- Adiós perras - Susurró Rodrigo, con el cigarro en la boca y el detonador en la mano.
El botón se presionó con un simple "clack", una a una las cargas explotaron creando una gran onda expansiva, que hizo que el cuerpo de Rodrigo saliera expulsado por la ventana, atravesando esta misma y haciéndolo volar varios metros sobre la calle.
El edifico colapsó por completo, gritos se escuchaban salir de dentro y algún que otro disparo, poco a poco se desplomó finalizando en machacar, presionar y aplastar todo ser vivo y no vivo que hubiese allí, tanto como si fuera militar, zombie o científico.
El resultado de la explosión fue una gran ola de calor, una especie de hongo de fuego levantándose por los aires y restos en llamas que caían por todas partes, más los escombros que inundaban las calles, el polvo inminente como resultado.
Luego de varios minutos el silencio reinaba en las cercanías, tan solo el chasquido de madera quemándose o alguna que otra parte de los escombros que caía.
Sobre una camioneta blanca, que ahora estaba destrozada por la parte de encima yacía el cuerpo de Rodrigo, con varias quemaduras, algunas heridas, parte de la ropa se había quemado, ya no le quedaba armas, ni granadas, ni nada de su antiguo equipo.
Parecía muerto, si, sino fuera por su mano derecha, que como por reflejo se habría y se cerraba, a la par que su abdomen se contraía y luego se aflojaba, dejando pasar el aire.
.:Rodriux:.- Superviviente
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
Echados del helicoptero por Rodrigo y perdiendose en alguna parte de la ciudad cerca del complejo militar, Kenny, Megan, Carlos y Barby estaban solos, mas que nunca.
Estaban perdidos en la ciudad, sin los demás sobrevivientes. Kenny miró de izquierda a derecha, intentando buscar un camino concreto e intentar ver algún rastro del helicoptero de Rodrigo, pero nada. Kenny caminaba recto sobre una calle principal, con los Glock en las dos manos. Carlos estaba a su lado, mientras Megan sujetaba con fuerza el bate metálico y Barbie agarrada a su hombro con miedo.
En aquella calle principal había muchas tiendas, de todo tipo, tanto de ropa como de otros artículos. Megan vió una tienda de ropa donde podrían cambiarse ya que la ropa que tenían estaban hecho trizas casí, sudados y sucios, mientras Carlos avistó una armería donde podrían armarse mejor, pensando que ese terreno era desconocido, mejor era cambiar de armas a unas mas potentes.
La tienda de ropa estaba mas cerca, así que Kenny los dirijió a la tienda, dandole a Carlos uno de sus Glock, mientras la otra se lo daba a Megan, cojiendo seguidamente el bate metálico.
* -Es mejor que vaya yo primero por delante y vosotros detrás. Si hay algún pútrido suelto, mejor matarlo con el bate que hacer un montón de ruido. Disparáis sólamente si es necesario. -Soltó Kenny hacia los demás delante de la puerta de la tienda.
* -De acuerdo, pero ten cuidado Ken. -Musitó Megan ante la atenta mirada de Carlos por donde iba a entrar Kenny.
Kenny abrió la puerta, yendo detrás Carlos, Megan y Barbie. La tienda era bastante grande, con una amplia gama de ropa. La planta de abajo era para mujeres, mientras la planta de arriba era para hombres. Barbie y Megan estuvieron mirando varios modelos de ropa deportiva, conjuntos de chandals y demás.
* -Me queda bien este color o me cojo otro?. -Preguntó Barbie a Megan.
* -Coje cualquiera, y calla. Ya tendremos tiempo de elegir colores en otro momento, no ahora.
Mientras, Carlos y Kenny estaban vigilando, por si algún zombie perdido aparecía y los sorprendía. Carlos andaba impaciente, quizás para cojer nuevas armas o simplemente por la preocupación de si son atacados o no.
* -Kenny, deberíamos apresurarnos.
* -Espera un poco mas, nosotros también tenemos que cojer ropaje.
* -Ya está, vamos a por las vuestras. -Avisó Barbie acercandose a Kenny y Carlos.
Los cuatro subieron en la parte de arriba, con cautela de por si un pútrido andaba suelto. Kenny iba por delante como antes, y por detrás Carlos y Megan, junto con Barbie. Estuvieron un buén rato buscando los chandals, ya que no había electricidad y de las ventanas filtraba poca luz.
De uno de los probadores cercanas a la posición de los cuatro, se escuchó de repente un gemido aterrador. Carlos lo escuchó y paró a Kenny de un codazo.
* -Kenny, atento.
* -Dónde?.
* -En uno de los cuartos de probadores.
Kenny se acercó poco a poco en la parte de los probadores, cuando por sopresa, la puerta de uno de ellos se abrió rompiendose por completo, abalanzandose hacia Kenny un zombie, que seguidamente intentó morderle en la cara y en el cuello.
* -Será hijo de.. -Maldijo Kenny intentando zafarse del oloroso cuerpo podrido del zombie.
Carlos y Megan intentó quitarle de encima el zombie mientras Barbie vió que en el momento en que el zombie se abalanzó hacia Kenny, su bate salió despedido hacia un lado, que después ésta lo cojió para machacar la cabeza del zombie de un golpe. Kenny se manchó bastante por ello.
* -Vaya, no sé si darte las gracias o dispararte en las manos. -Bromeó.
* -Anda, dejate de tonterías.
Carlos le ayudó a levantarse dandole el bate metálico manchado a Kenny. Megan y Barbie se dedicaron a buscar los chandals que en un momento lo encontraron.
* -Tomad esto y cambiaros, rápido.
* -Aquí delante mismo?. -Preguntó Carlos.
* -Claro.
* -Bueno, pués nada.
Kenny y Carlos se cambiaron delante de las dos señoritas, que no pudieron aguantar alguna que otra risa. Al instante se pusieron en marcha, saliendo de la tienda dirijidos ahora a la tienda de armas. En el rostro de Carlos se veía ánimos por momentos, y mas cuando llegaron a la puerta de la tienda.
Siguieron la misma "táctica" de antes, yendo por delante Kenny seguido por los otros tres. A la vista vieron un montón de armas y balas, cartuchos casi infinitos. Un deleite para los cuatro, que rápidamente se pusieron delante de cada estantería y mesa con armas.
Kenny se puso delante de las armas semi-automáticas cojiendo cartuchos del modelo Glock, Carlos en la estantería de escopetas y carabinas cojiendo un M3S90 y sus cartuchos, mientras Megan y Barbie en la mesa de armas secundarias, cojiendo cada una un 9mm. metiendo un montón de balas en sus bolsillos.
Cada uno se puso a calibrar sus armas, mas Carlos estaba ansioso con su nueva arma. Las dos señoritas se pusieron en lo mismo, cuando de repente Barbie con torpeza, tiró del gatillo de su 9mm. rompiendo uno de los cristales de la estantería, haciendo tal ruido que algunos zombies de un callejón se acercaron a la puerta, sorprendiendo a todos cuando salieron de la tienda.
De todo esto se mezcló con una explosión, cerca de la posición donde estaban ellos. Parecía ser el helicoptero de Rodrigo, y Kenny se le ocurrió ir a su encuentro.
* -Lo que nos faltaba.. -Susurró Kenny al salir de la tienda con los demás. -Qué hacemos Carlos?.
* -Creo que deberíamos probar un poco estas armas.
* -Después vamos al encuentro con Rodrigo y sus hombres.
Las otras dos no rechistaron y empezaron a liquidar uno por uno los pútridos molestosos de aquél callejón. Había como unos trece zombies, que Carlos fundió de dos en dos por la escopeta. Las balas de los 9mm. de Megan y Barbie se hundían entre ceja y ceja de los muertos andantes mientras Kenny no sacó ninguno de sus Glock matando a 2 o 3 con el bate metálico. Carlos se sorprendió por la potencia de su arma, que fué un gusto para sus manos.
* -Esta arma es bastante..
* -Pués te ves muy sexy con ella. -Bromeó Megan.
* -Vamos a buscar al grupo de Rodrigo, y con prisas. -Dijo Kenny.
Se pusieron en marcha nuevamente, en dirección a la línea de humo que daba la explosión anterior. Ligeros y con nuevas armas, siguieron el rastro gris por el cielo.
Estaban perdidos en la ciudad, sin los demás sobrevivientes. Kenny miró de izquierda a derecha, intentando buscar un camino concreto e intentar ver algún rastro del helicoptero de Rodrigo, pero nada. Kenny caminaba recto sobre una calle principal, con los Glock en las dos manos. Carlos estaba a su lado, mientras Megan sujetaba con fuerza el bate metálico y Barbie agarrada a su hombro con miedo.
En aquella calle principal había muchas tiendas, de todo tipo, tanto de ropa como de otros artículos. Megan vió una tienda de ropa donde podrían cambiarse ya que la ropa que tenían estaban hecho trizas casí, sudados y sucios, mientras Carlos avistó una armería donde podrían armarse mejor, pensando que ese terreno era desconocido, mejor era cambiar de armas a unas mas potentes.
La tienda de ropa estaba mas cerca, así que Kenny los dirijió a la tienda, dandole a Carlos uno de sus Glock, mientras la otra se lo daba a Megan, cojiendo seguidamente el bate metálico.
* -Es mejor que vaya yo primero por delante y vosotros detrás. Si hay algún pútrido suelto, mejor matarlo con el bate que hacer un montón de ruido. Disparáis sólamente si es necesario. -Soltó Kenny hacia los demás delante de la puerta de la tienda.
* -De acuerdo, pero ten cuidado Ken. -Musitó Megan ante la atenta mirada de Carlos por donde iba a entrar Kenny.
Kenny abrió la puerta, yendo detrás Carlos, Megan y Barbie. La tienda era bastante grande, con una amplia gama de ropa. La planta de abajo era para mujeres, mientras la planta de arriba era para hombres. Barbie y Megan estuvieron mirando varios modelos de ropa deportiva, conjuntos de chandals y demás.
* -Me queda bien este color o me cojo otro?. -Preguntó Barbie a Megan.
* -Coje cualquiera, y calla. Ya tendremos tiempo de elegir colores en otro momento, no ahora.
Mientras, Carlos y Kenny estaban vigilando, por si algún zombie perdido aparecía y los sorprendía. Carlos andaba impaciente, quizás para cojer nuevas armas o simplemente por la preocupación de si son atacados o no.
* -Kenny, deberíamos apresurarnos.
* -Espera un poco mas, nosotros también tenemos que cojer ropaje.
* -Ya está, vamos a por las vuestras. -Avisó Barbie acercandose a Kenny y Carlos.
Los cuatro subieron en la parte de arriba, con cautela de por si un pútrido andaba suelto. Kenny iba por delante como antes, y por detrás Carlos y Megan, junto con Barbie. Estuvieron un buén rato buscando los chandals, ya que no había electricidad y de las ventanas filtraba poca luz.
De uno de los probadores cercanas a la posición de los cuatro, se escuchó de repente un gemido aterrador. Carlos lo escuchó y paró a Kenny de un codazo.
* -Kenny, atento.
* -Dónde?.
* -En uno de los cuartos de probadores.
Kenny se acercó poco a poco en la parte de los probadores, cuando por sopresa, la puerta de uno de ellos se abrió rompiendose por completo, abalanzandose hacia Kenny un zombie, que seguidamente intentó morderle en la cara y en el cuello.
* -Será hijo de.. -Maldijo Kenny intentando zafarse del oloroso cuerpo podrido del zombie.
Carlos y Megan intentó quitarle de encima el zombie mientras Barbie vió que en el momento en que el zombie se abalanzó hacia Kenny, su bate salió despedido hacia un lado, que después ésta lo cojió para machacar la cabeza del zombie de un golpe. Kenny se manchó bastante por ello.
* -Vaya, no sé si darte las gracias o dispararte en las manos. -Bromeó.
* -Anda, dejate de tonterías.
Carlos le ayudó a levantarse dandole el bate metálico manchado a Kenny. Megan y Barbie se dedicaron a buscar los chandals que en un momento lo encontraron.
* -Tomad esto y cambiaros, rápido.
* -Aquí delante mismo?. -Preguntó Carlos.
* -Claro.
* -Bueno, pués nada.
Kenny y Carlos se cambiaron delante de las dos señoritas, que no pudieron aguantar alguna que otra risa. Al instante se pusieron en marcha, saliendo de la tienda dirijidos ahora a la tienda de armas. En el rostro de Carlos se veía ánimos por momentos, y mas cuando llegaron a la puerta de la tienda.
Siguieron la misma "táctica" de antes, yendo por delante Kenny seguido por los otros tres. A la vista vieron un montón de armas y balas, cartuchos casi infinitos. Un deleite para los cuatro, que rápidamente se pusieron delante de cada estantería y mesa con armas.
Kenny se puso delante de las armas semi-automáticas cojiendo cartuchos del modelo Glock, Carlos en la estantería de escopetas y carabinas cojiendo un M3S90 y sus cartuchos, mientras Megan y Barbie en la mesa de armas secundarias, cojiendo cada una un 9mm. metiendo un montón de balas en sus bolsillos.
Cada uno se puso a calibrar sus armas, mas Carlos estaba ansioso con su nueva arma. Las dos señoritas se pusieron en lo mismo, cuando de repente Barbie con torpeza, tiró del gatillo de su 9mm. rompiendo uno de los cristales de la estantería, haciendo tal ruido que algunos zombies de un callejón se acercaron a la puerta, sorprendiendo a todos cuando salieron de la tienda.
De todo esto se mezcló con una explosión, cerca de la posición donde estaban ellos. Parecía ser el helicoptero de Rodrigo, y Kenny se le ocurrió ir a su encuentro.
* -Lo que nos faltaba.. -Susurró Kenny al salir de la tienda con los demás. -Qué hacemos Carlos?.
* -Creo que deberíamos probar un poco estas armas.
* -Después vamos al encuentro con Rodrigo y sus hombres.
Las otras dos no rechistaron y empezaron a liquidar uno por uno los pútridos molestosos de aquél callejón. Había como unos trece zombies, que Carlos fundió de dos en dos por la escopeta. Las balas de los 9mm. de Megan y Barbie se hundían entre ceja y ceja de los muertos andantes mientras Kenny no sacó ninguno de sus Glock matando a 2 o 3 con el bate metálico. Carlos se sorprendió por la potencia de su arma, que fué un gusto para sus manos.
* -Esta arma es bastante..
* -Pués te ves muy sexy con ella. -Bromeó Megan.
* -Vamos a buscar al grupo de Rodrigo, y con prisas. -Dijo Kenny.
Se pusieron en marcha nuevamente, en dirección a la línea de humo que daba la explosión anterior. Ligeros y con nuevas armas, siguieron el rastro gris por el cielo.
Neno- Cazador cojonudo
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
¡Oigas lo que oigas,pase lo que pase,no vuelvas por mí,sólo corre,corre!
Eso Fue Lo ultimo en Decirme mi amigo Degtyarev, Despues de que una docena de zombies nos acorralara en un callejon y el optara por salvarme a mi y a las proviciones, y quedarse a luchar contra ese monton de cuerpos Putrefactos...
En Ese momento estaba lleno de Furia y Miedo Juntos, La Furia de No Haber Podido Ayudarle A Mi amigo, y de que Le Pudiese Pasar Algo.. Pero Ya Estaba Decidido Desde que me Avento al Otro Lado Del Muro.. Que Yo Debia de Correr y Correr Hasta Encontrar a alguien, pero No me Sentia Bien Al Dejarlo Solo a su suerte...
De Pura Coincidencia, me Pude Reencontrar con el grupo, y Despues de Una Lucha Contra Zombies Que parecia Interminable... Unas Perzonas Salieron de la alcantarilla Diciendo que Los siguieramos... yo Fui Primero Junto alex y Despues Los Demas... Al Bajar, apestaba Horrible, pero era mejor que estar con un Sin fin de zombies. al llegar, Alicia Habló con Una Señora, yo me Seguia Preguntando que habia sido de Degtyarevy, que le habia pasado? Donde Estaria?...algo En el fondo me decia que el no podia Estar muerto...
El No puede morir..- Me Decia Constantemente cada vez que me llegaba a mi mente algun pensamiento Que Tratara sobre que le pudo haber Ocurrido... De Repente me mandaron Junto Con Alex, Sergio y un Señor al que llamaron Miguel al Centro de Camaras, aqui se podian ver las imagenes captadas por las camaras que habian instalado en busca de Sobrevivientes,
Me Senté en una silla frente a Un Par de Tv's que Recibian las señales de las camaras... pero no recordaba muy bien en donde habia sido.
Un Hotel!- Grite al Aire al Acordarme Que por ahi habiamos pasado Luego de Encontrar Suministros...
Las unica Camara Cerca Del Hotel Es Esta- Me Respondio Miguel Despues de Pensar un poco...
Me Enseño Un Monitor que estaba un poco Viejo y algo Descuidado...
Esta es! fue La Primera que instalamos..- En La Pantalla Se Veia Un Poco LLuviosa la Imagen... se Lograba Distinguir unos Condominios y Una Avenida Muy larga... pero no habia Rastro de Degtyarev...
Alex Intento Animarme Diciendome -Almenos Murio como un heroe...-
Pero no le Tome Importancia.. no me Podia Dar Por vencido... Degtyarev Me Importaba Demasiado... asi que Segui Esperando un Rastro De el en La Pantalla... pero no habia nada.. Solo las calles vacias...
Calles Vacias... ¿Y los zombies?
no me habia dado cuenta hasta ahora.. no habia zombies y eso era buena señal...
He Encontrado a Alguien!!- Grito miguel, que estaba Buscando En las Otras Camaras...
Era Degtyarev.. estaba Cerca de una Estacion de Gasolina... En Una pero no estaba solo... Tenia a Unos 5 Zombies Pisandole Los talones.. pero parecia demasiado cansado como para luchar... apenas y podia correr, ademas de que lo superaban en numero,
Al Ver Esto deje a Willis y Sali corriendo De Ahi, Alex Corrio Detras de mi Y le Grito a Sergio que le avisara a los demas...
Sali rapido al exterior por una Salida que Decia Emergencia... y corri Mirando letreros, intentando Llegar a la Gasolinera... Antes de llegar a la Gasolinera Alex Me Alcanzo y me Tomo del Brazo... ¿En Que Estabas Pensando?- me Gritó, Un Tanto molesto...
En Salvar a mi amigo!!- Le Respondi lleno de Furia..
No Sabia Lo Que Me Pasaba.. Lo Unico que Queria Era Salvar a Degtyarev Sin Importar lo que me Pasara.. Me Sentia en Deuda con el...
Segui mi camino a la gasolinera y al llegar vi que estaba Degtyarev En La Puerta intentando Abrirla,
Degtyarev!!!! - Le Grité, Con lo que Atrajé Su atencion... pero con el sonido que habia hecho tambien Atraje a los Zombies... Uno Se Acerco a mi intentando comerme... en ese momento me Bloquee por completo... No Sabia que hacer... No Me Podia Mover... Estaba Paralizado,
El Zombie Estubo a punto de morderme, pero Alex llego por su espalda y le Trono el cuello..
frente a mi.. Alex habia Decapitado a Un Zombie Con sus Propias Manos... En Ese Momento La Paralisis se fue... Y Tambien las dudas.. Sabia que si no los mataba, ellos me matarian a mi.... Degtyarev Se Acerco a Nosotros Con las Ultimas energia que le quedaban.. esquivando a los zomies Cercanos y Golpeando al que podia...
Al Fin llego.. pero No habia Tiempo de Reencuentros, Debiamos Salir de Ahi... Algunos Zombies Salieron por las Calles Laterales y Estabamos Rodeados,
Sabes.. alex..- Le Dije a Alex- Nunca Recibí mi leche con cacao..- Sonrei una vez mas...
Estabamos Cansados, hambrientos y Desvelados.. ya no habia Escapatoria..
En El Momento en el que perdi la esperanza.. Salio de la nada un Camion De Mudanzas Y Atropello a unos Cuantos Que Estaban en la Avenida...
Vamos!- Grito Alex-
Aprovechamos ese momento y Fuimos hacia el camido Recien Despejado, y Al Correr vimos una Casa Con Una barricada en Frente... Cansados Decidimos ver que habia ahi dentro... Dejamos A Degtyarev en un sofa, Alex Fue a ver Si habia comida... mientras que yo Buscaba Algun mueble para Cerrar la puerta...
Aaagghhh - Grito Degtyarev.. Un Montruoso Zombie Le Estaba Intentado morder, pero no podia Safarse ya que estaba Exhausto.. corri en su ayuda pero no sabia Que hacer...
Codyyy!!, El tuuubooo!! Usalooo!- Decia Degtyarev mientras forcejeaba con el zombie...
Habia un tubo Tirado en la Sala.. Lo tome.. y Con Todas Mis Fuerzas Le Di un golpe en la Cabeza.. El Zombie Solo Cayo.. muerto... mientras que yo.. cai.. Exhausto..
Habia matado a mi primer Zombie...
Eso Fue Lo ultimo en Decirme mi amigo Degtyarev, Despues de que una docena de zombies nos acorralara en un callejon y el optara por salvarme a mi y a las proviciones, y quedarse a luchar contra ese monton de cuerpos Putrefactos...
En Ese momento estaba lleno de Furia y Miedo Juntos, La Furia de No Haber Podido Ayudarle A Mi amigo, y de que Le Pudiese Pasar Algo.. Pero Ya Estaba Decidido Desde que me Avento al Otro Lado Del Muro.. Que Yo Debia de Correr y Correr Hasta Encontrar a alguien, pero No me Sentia Bien Al Dejarlo Solo a su suerte...
De Pura Coincidencia, me Pude Reencontrar con el grupo, y Despues de Una Lucha Contra Zombies Que parecia Interminable... Unas Perzonas Salieron de la alcantarilla Diciendo que Los siguieramos... yo Fui Primero Junto alex y Despues Los Demas... Al Bajar, apestaba Horrible, pero era mejor que estar con un Sin fin de zombies. al llegar, Alicia Habló con Una Señora, yo me Seguia Preguntando que habia sido de Degtyarevy, que le habia pasado? Donde Estaria?...algo En el fondo me decia que el no podia Estar muerto...
El No puede morir..- Me Decia Constantemente cada vez que me llegaba a mi mente algun pensamiento Que Tratara sobre que le pudo haber Ocurrido... De Repente me mandaron Junto Con Alex, Sergio y un Señor al que llamaron Miguel al Centro de Camaras, aqui se podian ver las imagenes captadas por las camaras que habian instalado en busca de Sobrevivientes,
Me Senté en una silla frente a Un Par de Tv's que Recibian las señales de las camaras... pero no recordaba muy bien en donde habia sido.
Un Hotel!- Grite al Aire al Acordarme Que por ahi habiamos pasado Luego de Encontrar Suministros...
Las unica Camara Cerca Del Hotel Es Esta- Me Respondio Miguel Despues de Pensar un poco...
Me Enseño Un Monitor que estaba un poco Viejo y algo Descuidado...
Esta es! fue La Primera que instalamos..- En La Pantalla Se Veia Un Poco LLuviosa la Imagen... se Lograba Distinguir unos Condominios y Una Avenida Muy larga... pero no habia Rastro de Degtyarev...
Alex Intento Animarme Diciendome -Almenos Murio como un heroe...-
Pero no le Tome Importancia.. no me Podia Dar Por vencido... Degtyarev Me Importaba Demasiado... asi que Segui Esperando un Rastro De el en La Pantalla... pero no habia nada.. Solo las calles vacias...
Calles Vacias... ¿Y los zombies?
no me habia dado cuenta hasta ahora.. no habia zombies y eso era buena señal...
He Encontrado a Alguien!!- Grito miguel, que estaba Buscando En las Otras Camaras...
Era Degtyarev.. estaba Cerca de una Estacion de Gasolina... En Una pero no estaba solo... Tenia a Unos 5 Zombies Pisandole Los talones.. pero parecia demasiado cansado como para luchar... apenas y podia correr, ademas de que lo superaban en numero,
Al Ver Esto deje a Willis y Sali corriendo De Ahi, Alex Corrio Detras de mi Y le Grito a Sergio que le avisara a los demas...
Sali rapido al exterior por una Salida que Decia Emergencia... y corri Mirando letreros, intentando Llegar a la Gasolinera... Antes de llegar a la Gasolinera Alex Me Alcanzo y me Tomo del Brazo... ¿En Que Estabas Pensando?- me Gritó, Un Tanto molesto...
En Salvar a mi amigo!!- Le Respondi lleno de Furia..
No Sabia Lo Que Me Pasaba.. Lo Unico que Queria Era Salvar a Degtyarev Sin Importar lo que me Pasara.. Me Sentia en Deuda con el...
Segui mi camino a la gasolinera y al llegar vi que estaba Degtyarev En La Puerta intentando Abrirla,
Degtyarev!!!! - Le Grité, Con lo que Atrajé Su atencion... pero con el sonido que habia hecho tambien Atraje a los Zombies... Uno Se Acerco a mi intentando comerme... en ese momento me Bloquee por completo... No Sabia que hacer... No Me Podia Mover... Estaba Paralizado,
El Zombie Estubo a punto de morderme, pero Alex llego por su espalda y le Trono el cuello..
frente a mi.. Alex habia Decapitado a Un Zombie Con sus Propias Manos... En Ese Momento La Paralisis se fue... Y Tambien las dudas.. Sabia que si no los mataba, ellos me matarian a mi.... Degtyarev Se Acerco a Nosotros Con las Ultimas energia que le quedaban.. esquivando a los zomies Cercanos y Golpeando al que podia...
Al Fin llego.. pero No habia Tiempo de Reencuentros, Debiamos Salir de Ahi... Algunos Zombies Salieron por las Calles Laterales y Estabamos Rodeados,
Sabes.. alex..- Le Dije a Alex- Nunca Recibí mi leche con cacao..- Sonrei una vez mas...
Estabamos Cansados, hambrientos y Desvelados.. ya no habia Escapatoria..
En El Momento en el que perdi la esperanza.. Salio de la nada un Camion De Mudanzas Y Atropello a unos Cuantos Que Estaban en la Avenida...
Vamos!- Grito Alex-
Aprovechamos ese momento y Fuimos hacia el camido Recien Despejado, y Al Correr vimos una Casa Con Una barricada en Frente... Cansados Decidimos ver que habia ahi dentro... Dejamos A Degtyarev en un sofa, Alex Fue a ver Si habia comida... mientras que yo Buscaba Algun mueble para Cerrar la puerta...
Aaagghhh - Grito Degtyarev.. Un Montruoso Zombie Le Estaba Intentado morder, pero no podia Safarse ya que estaba Exhausto.. corri en su ayuda pero no sabia Que hacer...
Codyyy!!, El tuuubooo!! Usalooo!- Decia Degtyarev mientras forcejeaba con el zombie...
Habia un tubo Tirado en la Sala.. Lo tome.. y Con Todas Mis Fuerzas Le Di un golpe en la Cabeza.. El Zombie Solo Cayo.. muerto... mientras que yo.. cai.. Exhausto..
Habia matado a mi primer Zombie...
Unit Zero W01- Aprendiz de cazador
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
El camión dio media vuelta y regresó a la biblioteca. El lugar estaba como lo habían dejado, sin ningún peligro a la vista. Marcus se bajó del camión, seguido de Ariel. Carl estacionó el vehículo en la esquina, asegurándolo.
Los tres se reunieron en la biblioteca para distribuirse las tareas.
- Bien, ya estamos los tres. Hay que pensar tres tareas para cada uno y dárselas a cada uno. El objetivo principal es conseguir un nuevo refugio apto para protegerse de los zombies durante unas semanas. De eso te encargarás tú, Carl, necesitas el camión para recorrer la ciudad rápidamente y además eres el que mejor conduce. Si quieres elegir un buen refugio, guíate por el libro- le indicó Marcus.
- Recibido. Pero... ¿cómo les avisaré cuando tenga el refugio listo?-
- Por eso tienes una pistola de bengalas. Cuando encuentres el sitio ideal y lo despejes, lanza una bengala al cielo y acudiré al lugar- le dijo a Carl. Se dirigió a Ariel - Tenemos suficientes provisiones, pero necesitamos más. En el libro indica lo que necesitamos, consiguelo y vuelve a la biblioteca, o si Carl ya encontró el refugio, ve allí. Yo conseguiré un auto y estaré listo a la señal de Carl e iré al refugio. Después despejaré las cuadras cercanas de zombies, porque después tenemos que convertir el refugio en una fortaleza. Tomense el tiempo que quieran, no hay prisa-
- ¿Qué haremos con la biblioteca?- preguntó Ariel.
- Cuando hayamos terminado todos, nos tomaremos la libertad de tomar las cosas que faltan y traernos algunos libros, pero ahora es fundamental conseguir el refugio-
- Ok, yo me preparo y voy a buscar las cosas- dijo Ariel.
- Son muchas cosas, por lo que tardarás. Además, tendrás que visitar varios negocios para conseguir todo. Si no encuentras algo marcalo y en otro momento lo buscamos-
Los tres iniciaron sus preparativos. Carl fue en primero en marcharse, tenía la misión más difícil y tenía un gran entusiasmo por lograr cumplirla. Ariel cogió el bate, recargó sus dos pistolas y se armó con varios cuchillos de cocina. Luego hizo una lista de lo que tenía que conseguir y se despidió. Abrió la puerta y miró al sol; estaba anocheciendo, así que había que apresurarse. Miró la lista una vez más y decidió que tenía que buscar un vehículo para transportar lo que tenía que conseguir.
- Necesitas un auto, ¿no?- dijo Marcus al salir del edificio - Puedes acompañarme a buscar uno, y así hacer más rápido-
Ariel asintió y emprendieron el viaje. Unos cuantos zombies los seguían, pero ellos no se preocuparon porque le sacaban una buena distancia. El reportero tenía el bate en sus manos, mientras que Marcus sostenía un palo de escoba de madera. Viajaban con poco paso, por lo que en cinco minutos ya habían cruzado seis cuadras.
De pronto se escuchó una gran explosión, que hizo retumbar la tierra; era más potente que la anterior. Parecía que los demás sobrevivientes se dedicaban a destruir edificios, patético.
Los dos continuaron su camino en busca de un vehículo acorde a sus necesidades. Después de unos minutos se encontraron con una furgoneta aparcada en una esquina.
- Esa es tuya- dijo Marcus- yo continuaré mi camino-
Dicho esto siguió caminando seguido de los zombies. Ariel subió rápidamente a la furgoneta y la puso en marcha. Escuchó unos golpes, los zombies lo habían alcanzado, pero él se adelantó; había dejado a los zombies unas cuadras atrás.
Ahora se encontraba más tranquilo y relajado. Tras el mando de una furgoneta se sentía más seguro y podía realizar su misión más rápido. El primer lugar a visitar era la armería. La lista es la siguiente:
3 Rifles y 1500 cartuchos
3 Escopeta del calibre 12 y 750 cartuchos
3 Pistolas del calibre 45 y 750 cartuchos
3 Silenciadores (para el rifle)
3 Silenciadores (para la pistola)
3 Ballestas y 450 flechas
3 Visores telescópicos (para el rifle)
3 Lentes de visión nocturna (para el rifle)
3 Visores láser (para el rifle)
3 Visores láser (para la pistola)
3 Catanas
3 Wakizashi u otra espada corta
6 Cuchillos con cuchilla plana de 15 a 20 centímetros
3 Hachas de manos
Ariel desconocía la mayoría de las armas, por lo que se le haría difícil esta primera parte de la misión. Por suerte tenía un mapa de la ciudad indicando los principales negocios de la ciudad. Armerías habían tres, aunque Ariel fue a la más cercana.
-Anmu-Nation- leyó Ariel- espero que encuentre lo que necesito-
Sólo a unas calles se encontraba el lugar, por lo que tomó unos segundos llegar. La armería estaba abierta, pero atestada de zombies. Las vidrieras estaban rotas y la entrada violentada, era un signo de que un sobreviviente se refugió allí y no pudo con los no muertos. Ahora ellos se contaban en decenas, y parecía que había más dentro.
De pronto se escuchó un tiro, seguidos de más. Provenían del interior de la tienda; todavía seguían vivos. La furgoneta reveló la presencia de Ariel, por lo que varios zombies se encaminaron al vehículo. Ariel cogió el bate y bajó de la furgoneta. De entre 5 a 15 zombies desafiaban al reportero, y se sumaban más.
Ariel tomó carrera y embistió a los primeras. Encima de estos, empezó a dar batazos a los más cercanos. Varios cayeron desnucados, pero la mayoría seguía en pie.
-Mierda- dijo retrocediendo. Los gemidos advertían a los demás de la presencia del humano, los muy malditos. Todavía se escuchaban tiros en la tienda, cada vez con más frecuencia. Ariel aspiró profundo y le dio un batazo a uno que tenía bastante cerca. El zombie cayó, llevándose consigo parte del bate. Ahora sí estaba en problemas, pero no usaría las pistolas. Su destreza con los cuchillos hizo que Ariel se ganara un nombre en el hospital psiquiátrico. Desde que mató a quince internos con un cuchillo de cocina le sirven comida ya cortada.
Joker descubrió un cuchillo de 20 centímetros con puño de madera y lo empuño con fuerza. Esperó que los zombies se acercaran lo suficiente y lanzó una cuchillada que le cortó parte de la garganta a los tres. Todavía no estaban muertos, por lo que se acercó y le clavó una cuchillada en la frente a uno, quitó el arma sin problemas y fue por el próximo, y luego por el otro. Así siguió matando, acuchillando, desgarrando, cortando, armando una gran carnicería. Las filas de zombies eran interminables, pero Joker no se rendía. Su amor a la muerte lo inspiraba, le forzaba a seguir rebanando más carne podrida, le alentaba a dejar chorros de sangre coagulada en las paredes, en el suelo, en su ropa.
Después de unos quince minutos, Joker había acabado con todos, dejando clavado el cuchillo en el ojo del último zombie. Había sido divertido, pero debía volver a la realidad. Ariel exhaló fuertemente y entró a la armería tranquilamente.
Los tres se reunieron en la biblioteca para distribuirse las tareas.
- Bien, ya estamos los tres. Hay que pensar tres tareas para cada uno y dárselas a cada uno. El objetivo principal es conseguir un nuevo refugio apto para protegerse de los zombies durante unas semanas. De eso te encargarás tú, Carl, necesitas el camión para recorrer la ciudad rápidamente y además eres el que mejor conduce. Si quieres elegir un buen refugio, guíate por el libro- le indicó Marcus.
- Recibido. Pero... ¿cómo les avisaré cuando tenga el refugio listo?-
- Por eso tienes una pistola de bengalas. Cuando encuentres el sitio ideal y lo despejes, lanza una bengala al cielo y acudiré al lugar- le dijo a Carl. Se dirigió a Ariel - Tenemos suficientes provisiones, pero necesitamos más. En el libro indica lo que necesitamos, consiguelo y vuelve a la biblioteca, o si Carl ya encontró el refugio, ve allí. Yo conseguiré un auto y estaré listo a la señal de Carl e iré al refugio. Después despejaré las cuadras cercanas de zombies, porque después tenemos que convertir el refugio en una fortaleza. Tomense el tiempo que quieran, no hay prisa-
- ¿Qué haremos con la biblioteca?- preguntó Ariel.
- Cuando hayamos terminado todos, nos tomaremos la libertad de tomar las cosas que faltan y traernos algunos libros, pero ahora es fundamental conseguir el refugio-
- Ok, yo me preparo y voy a buscar las cosas- dijo Ariel.
- Son muchas cosas, por lo que tardarás. Además, tendrás que visitar varios negocios para conseguir todo. Si no encuentras algo marcalo y en otro momento lo buscamos-
Los tres iniciaron sus preparativos. Carl fue en primero en marcharse, tenía la misión más difícil y tenía un gran entusiasmo por lograr cumplirla. Ariel cogió el bate, recargó sus dos pistolas y se armó con varios cuchillos de cocina. Luego hizo una lista de lo que tenía que conseguir y se despidió. Abrió la puerta y miró al sol; estaba anocheciendo, así que había que apresurarse. Miró la lista una vez más y decidió que tenía que buscar un vehículo para transportar lo que tenía que conseguir.
- Necesitas un auto, ¿no?- dijo Marcus al salir del edificio - Puedes acompañarme a buscar uno, y así hacer más rápido-
Ariel asintió y emprendieron el viaje. Unos cuantos zombies los seguían, pero ellos no se preocuparon porque le sacaban una buena distancia. El reportero tenía el bate en sus manos, mientras que Marcus sostenía un palo de escoba de madera. Viajaban con poco paso, por lo que en cinco minutos ya habían cruzado seis cuadras.
De pronto se escuchó una gran explosión, que hizo retumbar la tierra; era más potente que la anterior. Parecía que los demás sobrevivientes se dedicaban a destruir edificios, patético.
Los dos continuaron su camino en busca de un vehículo acorde a sus necesidades. Después de unos minutos se encontraron con una furgoneta aparcada en una esquina.
- Esa es tuya- dijo Marcus- yo continuaré mi camino-
Dicho esto siguió caminando seguido de los zombies. Ariel subió rápidamente a la furgoneta y la puso en marcha. Escuchó unos golpes, los zombies lo habían alcanzado, pero él se adelantó; había dejado a los zombies unas cuadras atrás.
Ahora se encontraba más tranquilo y relajado. Tras el mando de una furgoneta se sentía más seguro y podía realizar su misión más rápido. El primer lugar a visitar era la armería. La lista es la siguiente:
3 Rifles y 1500 cartuchos
3 Escopeta del calibre 12 y 750 cartuchos
3 Pistolas del calibre 45 y 750 cartuchos
3 Silenciadores (para el rifle)
3 Silenciadores (para la pistola)
3 Ballestas y 450 flechas
3 Visores telescópicos (para el rifle)
3 Lentes de visión nocturna (para el rifle)
3 Visores láser (para el rifle)
3 Visores láser (para la pistola)
3 Catanas
3 Wakizashi u otra espada corta
6 Cuchillos con cuchilla plana de 15 a 20 centímetros
3 Hachas de manos
Ariel desconocía la mayoría de las armas, por lo que se le haría difícil esta primera parte de la misión. Por suerte tenía un mapa de la ciudad indicando los principales negocios de la ciudad. Armerías habían tres, aunque Ariel fue a la más cercana.
-Anmu-Nation- leyó Ariel- espero que encuentre lo que necesito-
Sólo a unas calles se encontraba el lugar, por lo que tomó unos segundos llegar. La armería estaba abierta, pero atestada de zombies. Las vidrieras estaban rotas y la entrada violentada, era un signo de que un sobreviviente se refugió allí y no pudo con los no muertos. Ahora ellos se contaban en decenas, y parecía que había más dentro.
De pronto se escuchó un tiro, seguidos de más. Provenían del interior de la tienda; todavía seguían vivos. La furgoneta reveló la presencia de Ariel, por lo que varios zombies se encaminaron al vehículo. Ariel cogió el bate y bajó de la furgoneta. De entre 5 a 15 zombies desafiaban al reportero, y se sumaban más.
Ariel tomó carrera y embistió a los primeras. Encima de estos, empezó a dar batazos a los más cercanos. Varios cayeron desnucados, pero la mayoría seguía en pie.
-Mierda- dijo retrocediendo. Los gemidos advertían a los demás de la presencia del humano, los muy malditos. Todavía se escuchaban tiros en la tienda, cada vez con más frecuencia. Ariel aspiró profundo y le dio un batazo a uno que tenía bastante cerca. El zombie cayó, llevándose consigo parte del bate. Ahora sí estaba en problemas, pero no usaría las pistolas. Su destreza con los cuchillos hizo que Ariel se ganara un nombre en el hospital psiquiátrico. Desde que mató a quince internos con un cuchillo de cocina le sirven comida ya cortada.
Joker descubrió un cuchillo de 20 centímetros con puño de madera y lo empuño con fuerza. Esperó que los zombies se acercaran lo suficiente y lanzó una cuchillada que le cortó parte de la garganta a los tres. Todavía no estaban muertos, por lo que se acercó y le clavó una cuchillada en la frente a uno, quitó el arma sin problemas y fue por el próximo, y luego por el otro. Así siguió matando, acuchillando, desgarrando, cortando, armando una gran carnicería. Las filas de zombies eran interminables, pero Joker no se rendía. Su amor a la muerte lo inspiraba, le forzaba a seguir rebanando más carne podrida, le alentaba a dejar chorros de sangre coagulada en las paredes, en el suelo, en su ropa.
Después de unos quince minutos, Joker había acabado con todos, dejando clavado el cuchillo en el ojo del último zombie. Había sido divertido, pero debía volver a la realidad. Ariel exhaló fuertemente y entró a la armería tranquilamente.
THE-VIL-JACK-KRAJER- Cazador mediocre
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
-Bien,Alex buscame unas vendas-Ordenó Degtyarev mientras se examinaba su pierna.
-Y tu Cody...no lose...ayuda a Alex.
-Bien,vamos Cody-Decia Alex que le tomaba de la mano libre al niño.
-Bien veamos cabrona,te sacaré de mi puta pierna,no importa si muero desangrado en el intento-Murmuró Degtyarev y sujetaba firmemente con su mano izquierda su pierna derecha,mientras que con la mano derecha jalaba de un solo tirón un trozo de cristal que se había incrustado en su pierna durante la huida del callejón.
-Genial no vayas a esperar a que regrese con las vendas-Decia Alex mientras salia a toda prisa de la que parecia ser la cocina.
-¿Y el alcohol?¿Quieres que me muera de una infección?
-No seas maricon,ahí te lo trae Cody-Dijo con una sonrisa y señalaba a Cody con la cabeza.El chico salía feliz de la cocina con lo que parecía ser una botella de vodka.
-Bien,gracias a ambos-Dijo timidamente Degtyarev.
Luego de desinfectar lo mejor posible la herida y vendarla tocaba revisar las provisiones.
-Bien,tenemos suficiente para unos cuantos dias-Decia tranquilizadoramente uno que habia ido con Cody y Alex.
-Yo haré guardia,descansen ya es de noche-Ordenó Alex.
-Y tu Cody...no lose...ayuda a Alex.
-Bien,vamos Cody-Decia Alex que le tomaba de la mano libre al niño.
-Bien veamos cabrona,te sacaré de mi puta pierna,no importa si muero desangrado en el intento-Murmuró Degtyarev y sujetaba firmemente con su mano izquierda su pierna derecha,mientras que con la mano derecha jalaba de un solo tirón un trozo de cristal que se había incrustado en su pierna durante la huida del callejón.
-Genial no vayas a esperar a que regrese con las vendas-Decia Alex mientras salia a toda prisa de la que parecia ser la cocina.
-¿Y el alcohol?¿Quieres que me muera de una infección?
-No seas maricon,ahí te lo trae Cody-Dijo con una sonrisa y señalaba a Cody con la cabeza.El chico salía feliz de la cocina con lo que parecía ser una botella de vodka.
-Bien,gracias a ambos-Dijo timidamente Degtyarev.
Luego de desinfectar lo mejor posible la herida y vendarla tocaba revisar las provisiones.
-Bien,tenemos suficiente para unos cuantos dias-Decia tranquilizadoramente uno que habia ido con Cody y Alex.
-Yo haré guardia,descansen ya es de noche-Ordenó Alex.
DarkHades- Pirómano
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
-¿Entonces no me conoces? Zed, Zed Craig, de Blue Zombies.
-No veo televisión –respondió Claudia.
-No soy actor, soy músico.
-Como sea, no tengo tiempo de esas banalidades, he dedicado mi vida a la ciencia.
-¿En serio? –preguntó Arturo-. Pues yo soy médico, puedes dedicarte a mí entonces.
-Tienes razón, Arturo –repuso Facundo-. Pueden estudiarte como a un simio.
Los presentes ahí se rieron, era la primera vez que alguien dejaba así en ridículo a Arturo, todo menos Alicia, que seguía con la mirada perdida. Otra sacudida sentimental la atacó, Fernando había muerto, y ahora estaba en la etapa en la que tenía nostalgia por el vacío que su fallecimiento había dejado.
-Iré a ver a Miguel –intervino Claudia, que poco a poco les tomaba cariño a los recién llegados.
La mujer con bata blanca caminó hacia el cuarto de monitores, donde se supone que estarían Miguel, Cody y Alex. La mujer abrió la perilla, pero dentro no había nadie. La mujer se acercó a una pequeña grabadora de bolsillo que estaba sobre la mesa; la tomó, oprimió el botón de retroceder, luego la detuvo y comenzó a escuchar:
>>Claudia, el niño vio a su amigo y salimos a la superficie a buscarlo. Regreso pronto.
La mujer regresó para informarles a los demás que sus amigos habían salido.
-¿De nuevo nos separamos? –dijo Michael sorprendido-. Esto es para volverse locos, si no desaparece uno, lo hace el otro, y si no todos desaparecen… ¿Qué acaso les cuesta tanto trabajo estar todos juntos en un lugar seguro como éste?
-Bienvenido a la familia, amigo –bromeó Arturo.
-Creo que debemos salir a buscarlos –intervino Facundo.
-Primero debemos revisar las cámaras, tal vez están a salvo en un refugio –dijo Alicia, que estaba sentada con la mirada perdida y los ojos aún llorosos.
Claudia se dirigió al cuarto de los monitores, en una de las cámaras se veía una pancarta con letra algo borrosa, la científica ajustó la cámara con un software de la computadora. Encima del techo se leía “Estamos bien, mañana regresamos. Miguel”, acompañado por un par de antorchas dentro de unos frascos, para que se pudiera leer bien durante la noche.
-Están bien, Miguel es más astuto de lo que parece.
-Ojalá que con esto aprendan esos mocosos –repuso Michael-. Una vez más que desaparezcan, y juro que yo mismo les mato, y eso va por todos.
-Venga, amigo –repuso Arturo-. No te queda el papel de malo, ese ya lo tiene Roberto Juárez o Simón, y ambos están muertos.
Arturo se dio cuenta muy tarde, sabía que todo lo referente a Simón y Fernando le afectaba a Alicia, no hizo más que bajar la mirada y ver cómo su amiga salía del cuarto. Detrás de ella fue Facundo.
-Venga, pequeña. Sabes que no lo dijo en serio; suele hablar de más, pero no quiso herirte.
-Lo sé, Facundo. Pero no puedo evitar sentirme mal, todo lo que parecía bueno en mi vida ha desaparecido, incluso lo malo como Simón tenía significado para mí.
-Te entiendo, Fernando era como un hermano para mí. ¿Sabes? Recuerdo la primera vez que lo vi.
-¿En serio? ¿Cómo fue? –los ojos de Alicia se llenaron de lágrimas.
-Cuando comenzó la primera infección, yo estaba encargado del tráfico de una calle. Aún no sabía qué sucedía, desconocía todo esto de los zombies; mi trabajo era desviar el tránsito de una calle, porque numerosos reportes de ataques se habían presentado ahí. Fernando apareció, en un taxi, acompañado de Nicolás y de otro chico con bicicleta… Fernando estaba ahí, rogándome que lo dejara pasar, porque debía ir a rescatar a su novia.
Alicia rompió en llanto.
-Sabes, Alicia… Fernando era muy noble, siempre luchó por preservar la vida de sus seres queridos, sin importar si la suya propia estaba e riesgo. Tú fuiste la persona más especial en su vida, hizo hasta lo imposible porque tú sobrevivieras… Ahora debes corresponderle, no hagas que su muerte haya sido en vano, él quiso que vivieras, y eso debes hacer.
Alicia rompió en llanto, se abrazó de Facundo y lloró con todas sus fuerzas. A unos pasos de ahí, Claudia y el resto contemplaban la escena sin escuchar lo que decían.
-Vaya –dijo Claudia-… esa chica sí que está afectada por esto de la invasión.
-No es eso –repuso Zed-. Perdió a su esposo hace pocas horas.
-Ya veo…
Claudia se fue de ahí, Arturo no hizo más que voltear para otro lado, la culpabilidad también lo invadía, y por un momento… por primera vez en su vida, extrañó a Effy.
***
Todos dormían en aquel lugar, hasta que una sacudida hizo que todos despertasen. El sonido fue como una explosión, distante pero inconfundible, apenas amanecía. Claudia corrió a los monitores, se sintió aliviada cuando vio el lugar donde estaban Miguel y los demás chicos, estaba bien.
-¿Qué sucedió? –preguntó Facundo, que fue el siguiente en llegar al cuarto de monitores.
-Una explosión, originada seguramente en las afueras de la ciudad, ninguna de las cámaras detecta algo fuera de lo normal.
-Si no se trata de Alex y Cody, seguramente es el equipo de Rodrigo.
-Veo que conocen mucha gente en la ciudad.
-Si yo le contara cuántos hemos conocido…
-¿Quién es Rodrigo y por qué haría estallar algo?
-No lo sé, iba en una misión suicida. Rodrigo es un militar, altamente entrenado.
-¿Y por qué no están con él?
-Porque nosotros queremos sobrevivir, él sólo busca terminar con la infección en un día.
Poco a poco, la sala se fue llenando del resto de los supervivientes que discutían acaloradamente qué hacer.
-No veo televisión –respondió Claudia.
-No soy actor, soy músico.
-Como sea, no tengo tiempo de esas banalidades, he dedicado mi vida a la ciencia.
-¿En serio? –preguntó Arturo-. Pues yo soy médico, puedes dedicarte a mí entonces.
-Tienes razón, Arturo –repuso Facundo-. Pueden estudiarte como a un simio.
Los presentes ahí se rieron, era la primera vez que alguien dejaba así en ridículo a Arturo, todo menos Alicia, que seguía con la mirada perdida. Otra sacudida sentimental la atacó, Fernando había muerto, y ahora estaba en la etapa en la que tenía nostalgia por el vacío que su fallecimiento había dejado.
-Iré a ver a Miguel –intervino Claudia, que poco a poco les tomaba cariño a los recién llegados.
La mujer con bata blanca caminó hacia el cuarto de monitores, donde se supone que estarían Miguel, Cody y Alex. La mujer abrió la perilla, pero dentro no había nadie. La mujer se acercó a una pequeña grabadora de bolsillo que estaba sobre la mesa; la tomó, oprimió el botón de retroceder, luego la detuvo y comenzó a escuchar:
>>Claudia, el niño vio a su amigo y salimos a la superficie a buscarlo. Regreso pronto.
La mujer regresó para informarles a los demás que sus amigos habían salido.
-¿De nuevo nos separamos? –dijo Michael sorprendido-. Esto es para volverse locos, si no desaparece uno, lo hace el otro, y si no todos desaparecen… ¿Qué acaso les cuesta tanto trabajo estar todos juntos en un lugar seguro como éste?
-Bienvenido a la familia, amigo –bromeó Arturo.
-Creo que debemos salir a buscarlos –intervino Facundo.
-Primero debemos revisar las cámaras, tal vez están a salvo en un refugio –dijo Alicia, que estaba sentada con la mirada perdida y los ojos aún llorosos.
Claudia se dirigió al cuarto de los monitores, en una de las cámaras se veía una pancarta con letra algo borrosa, la científica ajustó la cámara con un software de la computadora. Encima del techo se leía “Estamos bien, mañana regresamos. Miguel”, acompañado por un par de antorchas dentro de unos frascos, para que se pudiera leer bien durante la noche.
-Están bien, Miguel es más astuto de lo que parece.
-Ojalá que con esto aprendan esos mocosos –repuso Michael-. Una vez más que desaparezcan, y juro que yo mismo les mato, y eso va por todos.
-Venga, amigo –repuso Arturo-. No te queda el papel de malo, ese ya lo tiene Roberto Juárez o Simón, y ambos están muertos.
Arturo se dio cuenta muy tarde, sabía que todo lo referente a Simón y Fernando le afectaba a Alicia, no hizo más que bajar la mirada y ver cómo su amiga salía del cuarto. Detrás de ella fue Facundo.
-Venga, pequeña. Sabes que no lo dijo en serio; suele hablar de más, pero no quiso herirte.
-Lo sé, Facundo. Pero no puedo evitar sentirme mal, todo lo que parecía bueno en mi vida ha desaparecido, incluso lo malo como Simón tenía significado para mí.
-Te entiendo, Fernando era como un hermano para mí. ¿Sabes? Recuerdo la primera vez que lo vi.
-¿En serio? ¿Cómo fue? –los ojos de Alicia se llenaron de lágrimas.
-Cuando comenzó la primera infección, yo estaba encargado del tráfico de una calle. Aún no sabía qué sucedía, desconocía todo esto de los zombies; mi trabajo era desviar el tránsito de una calle, porque numerosos reportes de ataques se habían presentado ahí. Fernando apareció, en un taxi, acompañado de Nicolás y de otro chico con bicicleta… Fernando estaba ahí, rogándome que lo dejara pasar, porque debía ir a rescatar a su novia.
Alicia rompió en llanto.
-Sabes, Alicia… Fernando era muy noble, siempre luchó por preservar la vida de sus seres queridos, sin importar si la suya propia estaba e riesgo. Tú fuiste la persona más especial en su vida, hizo hasta lo imposible porque tú sobrevivieras… Ahora debes corresponderle, no hagas que su muerte haya sido en vano, él quiso que vivieras, y eso debes hacer.
Alicia rompió en llanto, se abrazó de Facundo y lloró con todas sus fuerzas. A unos pasos de ahí, Claudia y el resto contemplaban la escena sin escuchar lo que decían.
-Vaya –dijo Claudia-… esa chica sí que está afectada por esto de la invasión.
-No es eso –repuso Zed-. Perdió a su esposo hace pocas horas.
-Ya veo…
Claudia se fue de ahí, Arturo no hizo más que voltear para otro lado, la culpabilidad también lo invadía, y por un momento… por primera vez en su vida, extrañó a Effy.
***
Todos dormían en aquel lugar, hasta que una sacudida hizo que todos despertasen. El sonido fue como una explosión, distante pero inconfundible, apenas amanecía. Claudia corrió a los monitores, se sintió aliviada cuando vio el lugar donde estaban Miguel y los demás chicos, estaba bien.
-¿Qué sucedió? –preguntó Facundo, que fue el siguiente en llegar al cuarto de monitores.
-Una explosión, originada seguramente en las afueras de la ciudad, ninguna de las cámaras detecta algo fuera de lo normal.
-Si no se trata de Alex y Cody, seguramente es el equipo de Rodrigo.
-Veo que conocen mucha gente en la ciudad.
-Si yo le contara cuántos hemos conocido…
-¿Quién es Rodrigo y por qué haría estallar algo?
-No lo sé, iba en una misión suicida. Rodrigo es un militar, altamente entrenado.
-¿Y por qué no están con él?
-Porque nosotros queremos sobrevivir, él sólo busca terminar con la infección en un día.
Poco a poco, la sala se fue llenando del resto de los supervivientes que discutían acaloradamente qué hacer.
Re: Cuando los zombies nos alcancen
La batalla terminó, dejando decenas de cadáveres desparramados en la calle. La furgoneta no había sufrido daños, por lo que la misión podía continuar. Ariel desenfundó una pistola y entró en la tienda.
La fila de muertos continuaba hasta el mostrador, que se mostraba violentado. Cogió una caja de balas para su pistola y prosiguió. Un pasillo conectaba la tienda con una habitación cerrada, donde se escuchaba unos pasos. Alguien estaba dentro, por lo que Ariel se acercó a la puerta y llamó al sobreviviente.
- ¡¿Hay alguien allí?!- gritó el reportero. Tardó unos segundos en recibir respuesta.
- ¿Quién eres?- interrogó la voz.
- Un superviviente en busca de armas - respondió.
- ¿No hay más caníbales afuera? -
- Ni adentro ni afuera, los eliminé a todos -
Se escuchó como el hombre movía un mueble, seguramente usado para poner resistencia al que quiera entrar. Luego abrió la puerta suavemente, como si temiera una emboscada.
Ariel esperaba pacientemente con el arma baja, mirando fijamente la puerta. Un hombre salió con un rifle entre sus manos, apuntando al reportero. Era una persona anciana, con barba blanca, aunque no mucha. Vestía harapos y parecía desnutrido, pero se notaba un cierto aire de fortaleza en él. Ariel guardó su arma y levantó sus manos, demostrando que no le haría daño. El hombre desconfiaba, apuntando al reportero sin distraerse. No le convencía para nada su presencia amable, así que habló.
- Buscas armas, ¿no? -
- Así es, las necesito para proteger mi refugio y esta era la armería más cercana, así que vine -
- ¿Has acabado tú solo a todos los caníbales que estaban afuera? - preguntó serio.
- No son caníbales, son zombies, y sí, el área está despejada -
- Eso tengo que verlo - murmuró el hombre mientras se encaminó a la parte delantera de la tienda. El hombre se asombró de la cantidad de zombies derribados. Ariel lo siguió de lejos.
- ¿Ahora me crees? -
- Perdona - dijo el armero bajando el rifle - desde que ocurrió el desastre varias personas quisieron asaltar mi tienda, por lo que he tomado cierta desconfianza a los extraños - el hombre se acercó al mostrador y preguntó - ¿Buscas algo en especial? -
- La verdad no sé mucho de armas, así que hice esta lista con lo necesario - dijo Ariel mientras le entregaba el papel.
El hombre leyó la lista por unos segundos y dijo:
- Me has hecho un gran favor por matar a todos los zombies, te daré todas las armas que figuran en esta lista pero si puedo ir al refugio - propuso el armero.
- Es justo lo que quería decirte. Estaré encantado de tener a un experto en armas junto a mí -
- Bien, esa furgoneta es tuya seguramente, así que ve afuera y trata de cuidarla de los zombies. Yo buscaré todos los materiales y los llevaré al vehículo -
Ariel salió de la tienda y vigiló la furgoneta. Ahora tenía un nuevo compañero y la mitad de la misión completa. Unos minutos después el armero vino con la primera tanda de armas. Ningún zombie a la vista, así que unos quince minutos después ya tenía todas las armas sin correr peligro. Ambos se subieron a la furgoneta y emprendieron la segunda etapa: el equipamiento.
La fila de muertos continuaba hasta el mostrador, que se mostraba violentado. Cogió una caja de balas para su pistola y prosiguió. Un pasillo conectaba la tienda con una habitación cerrada, donde se escuchaba unos pasos. Alguien estaba dentro, por lo que Ariel se acercó a la puerta y llamó al sobreviviente.
- ¡¿Hay alguien allí?!- gritó el reportero. Tardó unos segundos en recibir respuesta.
- ¿Quién eres?- interrogó la voz.
- Un superviviente en busca de armas - respondió.
- ¿No hay más caníbales afuera? -
- Ni adentro ni afuera, los eliminé a todos -
Se escuchó como el hombre movía un mueble, seguramente usado para poner resistencia al que quiera entrar. Luego abrió la puerta suavemente, como si temiera una emboscada.
Ariel esperaba pacientemente con el arma baja, mirando fijamente la puerta. Un hombre salió con un rifle entre sus manos, apuntando al reportero. Era una persona anciana, con barba blanca, aunque no mucha. Vestía harapos y parecía desnutrido, pero se notaba un cierto aire de fortaleza en él. Ariel guardó su arma y levantó sus manos, demostrando que no le haría daño. El hombre desconfiaba, apuntando al reportero sin distraerse. No le convencía para nada su presencia amable, así que habló.
- Buscas armas, ¿no? -
- Así es, las necesito para proteger mi refugio y esta era la armería más cercana, así que vine -
- ¿Has acabado tú solo a todos los caníbales que estaban afuera? - preguntó serio.
- No son caníbales, son zombies, y sí, el área está despejada -
- Eso tengo que verlo - murmuró el hombre mientras se encaminó a la parte delantera de la tienda. El hombre se asombró de la cantidad de zombies derribados. Ariel lo siguió de lejos.
- ¿Ahora me crees? -
- Perdona - dijo el armero bajando el rifle - desde que ocurrió el desastre varias personas quisieron asaltar mi tienda, por lo que he tomado cierta desconfianza a los extraños - el hombre se acercó al mostrador y preguntó - ¿Buscas algo en especial? -
- La verdad no sé mucho de armas, así que hice esta lista con lo necesario - dijo Ariel mientras le entregaba el papel.
El hombre leyó la lista por unos segundos y dijo:
- Me has hecho un gran favor por matar a todos los zombies, te daré todas las armas que figuran en esta lista pero si puedo ir al refugio - propuso el armero.
- Es justo lo que quería decirte. Estaré encantado de tener a un experto en armas junto a mí -
- Bien, esa furgoneta es tuya seguramente, así que ve afuera y trata de cuidarla de los zombies. Yo buscaré todos los materiales y los llevaré al vehículo -
Ariel salió de la tienda y vigiló la furgoneta. Ahora tenía un nuevo compañero y la mitad de la misión completa. Unos minutos después el armero vino con la primera tanda de armas. Ningún zombie a la vista, así que unos quince minutos después ya tenía todas las armas sin correr peligro. Ambos se subieron a la furgoneta y emprendieron la segunda etapa: el equipamiento.
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
Aquella noche Alicia durmió por primera vez en una cama desde que la neuva infección había comenzado. Estaba realmente cansada pero el cansancio no la dejaba conciliar el sueño. La culpabilidad por la muerte de Fernando la atormentaba quería contar todo lo que había pasado con Arturo y todo lo demás pero si lo hacía, nadie volvería a tratarla como antes y más después de lo que había pasado.
De repente, un escalofrío recorrió su cuerpo y fue directa al baño a vomitar. Allí echó la escasa comida que la quedaba en el cuerpo mientras detrás de ella se levantó Arturo. Él tampoco podía dormir y ver a Alicia salir tan corriendo le preocupó.
- Ali, ¿estás bien? Te vi salir corriendo y vine aquí para ver qué te pasaba.
- Acaba de morir Fernando, le estaba poniendo los cuernos contigo y no he tenido oportunidad de decírselo, así que no, no estoy bien.
- Deja que te examine, Alicia. Recuerda que soy médico así que, por una maldita vez, hazme caso!!!!- Alicia dejó que Arturo la examinase. La tocó la frente, observó su cuerpo y sus ojos - Parece que no tienes fiebre y ningún arañazo ni mordedura. Creo que simplemente es el estress que has experimentado estos últimos días.
- Sí, claro, no hacía falta ser médico para averigüar eso...
- Alicia, ya basta!
- Ya basta ¿de qué?
- Entiendo que has perdido a alguien muy importante para ti y que te sientas culpable pero aquí no eres la única que ha perdido a alguien, ¿de acuerdo? Effy murió hace unos días y tú ni siquiera te has dignado a preguntarme por ella. No era tan especial como vosotros pero teníamos algo, ¿sabes? Además, qué demonios, Fernando también era amigo mío y es por eso que he respetado tus decisiones durante tanto tiempo pero estoy harto de que me trates como si yo fuera el culpable de todo y de la muerte de él. En esto estamos los dos y sólo los hijos de puta que provocaron esta infección tienen la culpa. Así que si somos amigos, trátame como a tal y no como a una mierda que encuentras por la calle porque, entiendo que ahora estés dolida pero los dos estamos aquí vivos y no voy a permitir que te pase nada malo. Te guste o no.
- Arturo, lo.... lo.... lo siento... No puedo evitar sentirme mal por la muerte de Fernando. Ha sido muy importante para mí todo este tiempo, igual que tú pero es que tengo una sensación extraña. Siento que debí decirle lo nuestro y no puedo evitar sentirme como una mierda. A pesar de como me porto, sabes que te quiero, ¿verdad? ¿Lo sabes?
- Lo sé pequeña - Dijo Arturo abrazándola y acariciándola el pelo- No te preocupes. Deja que el tiempo pase y te irás recuperando. No te disculpes por nada, simplemente, actua como actuaste siempre conmigo que yo no haré nada que no quieras que haga.
En ese momento, Alicia se echó a llorar y durante unos minutos no pudo contener el llanto. Se sentaron contra la pared del baño y así permanecieron llorando ella y acariciando su pelo él hasta que el sueño la venció. Arturo la devolvió a la cama y él se acostó en la suya aunque no conseguía conciliar el sueño.
No había pasado mucho tiempo cuando una fuerte sacudida sacase a Alicia de su inconsciencia. Lo que parecía ser una explosión sacudió toda la estación de metro y un poco de polvo cayó sobre su cama. Se despertó sobresaltada.
Ella se debatió entre quedarse en la cama o acercarse hasta allí. Estaba demasiado apática como para interesarse por lo que había pasado. Vio pasar a Facundo corriendo y detrás de él iba Zed, ambos en dirección a la sala de vídeo. Arturo les siguió pero Alicia se dio la vuelta en su cama. Estaba demasiado apática como para importarla lo demás. Sin embargo, la culpa la arrastró fuera de aquella cama y fue a la sala donde estaban reunidos todos los recién llegados con Claudia y otra mujer algo mayor y dos hombres más armados.
- ... Porque nosotros queremos sobrevivir, él sólo busca terminar con la infección en un día.
- Sí, siempre intenta hacerse el héroe - Dijo Arturo - Luego nosotros tenemos que salvarle el culo la mitad de veces. No mientas Facundo, tenemos muuuuchos amigos en la ciudad, somos los más populares pero entre los zombies, siempre intentan atraparnos. Por lo demás, solo somos los que ves- Alicia rió ante ese loco comentario de Arturo. - Bueno, ¿y qué vamos a hacer? Porque eso de estar en cama mientras el resto se divierte.... no lo veo yo por ningún lado.
- ¿Qué pasa? - Dijo Alicia, a la que ese último comentario no la hizo tanta gracia- ¿Piensas ir a buscarlos con toda esa preparación militar que tienes? ¿Cómo están los chicos? ¿Se sabe algo de Arturo?
- Como les decía a tus amigos - Siguió Claudia- Los pequeños están con mi marido, quiero decir, Miguel. Les tenemos controlados. Él sabrá lo que hay que hacer y, además, una patrulla va a ir en su busca para ayudarles en cuanto amanezca. El problema es el otro lugar, deberíamos ir a inspeccionarlo pero nuestra gente actual no está demasiado preparada. - Bajó la mirada y ALicia entendió que no quería seguir hablando sobre ello.
- Yo les acompañaré - DIjo Michael- Estoy cansado de tanta calma.
- Perfecto, con ellos irás tú. Hay que encontrar a Rodrigo pero.... ¿No dijo ayer que llevaban dos años preparándose? - Preguntó Zed.
- Así es pero hemos tenido un problema inesperado y hemos perdido numerosos efectivos. Ahora solo nos quedan unos pocos militares, el resto son científicos o supervivientes recién llegados al refugio.
- Nosotros iremos con ustedes. - Dijo Facundo - Tenemos experiencia con los zombies.
- Joder, Facundo, ¿tenías que ofrecerte? ¿No podías dejarlo estar? - Dijo Alicia.
- Rodrigo es nuestro amigo y no va a pasar nada.
- Claro, a Fernando tampoco le iba a pasar nada pero le pasó y ahora está muerto. - Tras pensárselo un poco, Alicia se decidió a acompañarles - Yo también iré, alguien tiene que echar la bronca a ese capullo.
- No- Dijo Claudia- Tú no irás, te necesito aquí.
- ¿Cómo que no puedo ir con mis amigos? He llegado con ellos y con ellos me quedaré hasta el final.
- Necesito que me ayudes. Tienes fortaleza y liderazgo, y creo que podrás ayudarme a controlar las cosas aquí dentro. Además, necesitas reponerte durante unos días. No tienes buena cara y ahí fuera podrías ser una carga para los tuyos- ADespués de escuchar eso, Alicia salió del cuarto.
- Yo me quedaré con ella - Dijo Arturo - Empecé esto con ella y terminaré esto con ella, necesita un amigo. Además, alguien tiene que cuidar de Jorge y su herida de bala, ¿no?
- De acuerdo, yo iré a buscar a Alex. Necesitaré nada más que dos hombres. Facundo y Zed irán en busca de Rodrigo. Demonios, ellos necesitarán muchos más hombres para resolverlo todo, contando con que él esté vivo. Alicia parece ser que se quedará aquí con Arturo, no por decisión propia. Pues cuando usted diga, jefa, estamos dispuestos. - Dijo Michael- Primero deberíamos ir a rearmarnos.
Alicia volvió a su viejo camastro. Quizá aquella doctora tenía razón y no debía salir a la calle pero tenía demasiada rabia y demasiado odio contenido como para quedarse allí dirigiendo el cotarro, siendo la segunda, tercera o quinta de a bordo. No la gustaba la idea de separarse de nuevo de sus amigos pero alguien tenía que recibir a Alex y los demás cuando volvieran.
De repente, un escalofrío recorrió su cuerpo y fue directa al baño a vomitar. Allí echó la escasa comida que la quedaba en el cuerpo mientras detrás de ella se levantó Arturo. Él tampoco podía dormir y ver a Alicia salir tan corriendo le preocupó.
- Ali, ¿estás bien? Te vi salir corriendo y vine aquí para ver qué te pasaba.
- Acaba de morir Fernando, le estaba poniendo los cuernos contigo y no he tenido oportunidad de decírselo, así que no, no estoy bien.
- Deja que te examine, Alicia. Recuerda que soy médico así que, por una maldita vez, hazme caso!!!!- Alicia dejó que Arturo la examinase. La tocó la frente, observó su cuerpo y sus ojos - Parece que no tienes fiebre y ningún arañazo ni mordedura. Creo que simplemente es el estress que has experimentado estos últimos días.
- Sí, claro, no hacía falta ser médico para averigüar eso...
- Alicia, ya basta!
- Ya basta ¿de qué?
- Entiendo que has perdido a alguien muy importante para ti y que te sientas culpable pero aquí no eres la única que ha perdido a alguien, ¿de acuerdo? Effy murió hace unos días y tú ni siquiera te has dignado a preguntarme por ella. No era tan especial como vosotros pero teníamos algo, ¿sabes? Además, qué demonios, Fernando también era amigo mío y es por eso que he respetado tus decisiones durante tanto tiempo pero estoy harto de que me trates como si yo fuera el culpable de todo y de la muerte de él. En esto estamos los dos y sólo los hijos de puta que provocaron esta infección tienen la culpa. Así que si somos amigos, trátame como a tal y no como a una mierda que encuentras por la calle porque, entiendo que ahora estés dolida pero los dos estamos aquí vivos y no voy a permitir que te pase nada malo. Te guste o no.
- Arturo, lo.... lo.... lo siento... No puedo evitar sentirme mal por la muerte de Fernando. Ha sido muy importante para mí todo este tiempo, igual que tú pero es que tengo una sensación extraña. Siento que debí decirle lo nuestro y no puedo evitar sentirme como una mierda. A pesar de como me porto, sabes que te quiero, ¿verdad? ¿Lo sabes?
- Lo sé pequeña - Dijo Arturo abrazándola y acariciándola el pelo- No te preocupes. Deja que el tiempo pase y te irás recuperando. No te disculpes por nada, simplemente, actua como actuaste siempre conmigo que yo no haré nada que no quieras que haga.
En ese momento, Alicia se echó a llorar y durante unos minutos no pudo contener el llanto. Se sentaron contra la pared del baño y así permanecieron llorando ella y acariciando su pelo él hasta que el sueño la venció. Arturo la devolvió a la cama y él se acostó en la suya aunque no conseguía conciliar el sueño.
No había pasado mucho tiempo cuando una fuerte sacudida sacase a Alicia de su inconsciencia. Lo que parecía ser una explosión sacudió toda la estación de metro y un poco de polvo cayó sobre su cama. Se despertó sobresaltada.
Ella se debatió entre quedarse en la cama o acercarse hasta allí. Estaba demasiado apática como para interesarse por lo que había pasado. Vio pasar a Facundo corriendo y detrás de él iba Zed, ambos en dirección a la sala de vídeo. Arturo les siguió pero Alicia se dio la vuelta en su cama. Estaba demasiado apática como para importarla lo demás. Sin embargo, la culpa la arrastró fuera de aquella cama y fue a la sala donde estaban reunidos todos los recién llegados con Claudia y otra mujer algo mayor y dos hombres más armados.
- ... Porque nosotros queremos sobrevivir, él sólo busca terminar con la infección en un día.
- Sí, siempre intenta hacerse el héroe - Dijo Arturo - Luego nosotros tenemos que salvarle el culo la mitad de veces. No mientas Facundo, tenemos muuuuchos amigos en la ciudad, somos los más populares pero entre los zombies, siempre intentan atraparnos. Por lo demás, solo somos los que ves- Alicia rió ante ese loco comentario de Arturo. - Bueno, ¿y qué vamos a hacer? Porque eso de estar en cama mientras el resto se divierte.... no lo veo yo por ningún lado.
- ¿Qué pasa? - Dijo Alicia, a la que ese último comentario no la hizo tanta gracia- ¿Piensas ir a buscarlos con toda esa preparación militar que tienes? ¿Cómo están los chicos? ¿Se sabe algo de Arturo?
- Como les decía a tus amigos - Siguió Claudia- Los pequeños están con mi marido, quiero decir, Miguel. Les tenemos controlados. Él sabrá lo que hay que hacer y, además, una patrulla va a ir en su busca para ayudarles en cuanto amanezca. El problema es el otro lugar, deberíamos ir a inspeccionarlo pero nuestra gente actual no está demasiado preparada. - Bajó la mirada y ALicia entendió que no quería seguir hablando sobre ello.
- Yo les acompañaré - DIjo Michael- Estoy cansado de tanta calma.
- Perfecto, con ellos irás tú. Hay que encontrar a Rodrigo pero.... ¿No dijo ayer que llevaban dos años preparándose? - Preguntó Zed.
- Así es pero hemos tenido un problema inesperado y hemos perdido numerosos efectivos. Ahora solo nos quedan unos pocos militares, el resto son científicos o supervivientes recién llegados al refugio.
- Nosotros iremos con ustedes. - Dijo Facundo - Tenemos experiencia con los zombies.
- Joder, Facundo, ¿tenías que ofrecerte? ¿No podías dejarlo estar? - Dijo Alicia.
- Rodrigo es nuestro amigo y no va a pasar nada.
- Claro, a Fernando tampoco le iba a pasar nada pero le pasó y ahora está muerto. - Tras pensárselo un poco, Alicia se decidió a acompañarles - Yo también iré, alguien tiene que echar la bronca a ese capullo.
- No- Dijo Claudia- Tú no irás, te necesito aquí.
- ¿Cómo que no puedo ir con mis amigos? He llegado con ellos y con ellos me quedaré hasta el final.
- Necesito que me ayudes. Tienes fortaleza y liderazgo, y creo que podrás ayudarme a controlar las cosas aquí dentro. Además, necesitas reponerte durante unos días. No tienes buena cara y ahí fuera podrías ser una carga para los tuyos- ADespués de escuchar eso, Alicia salió del cuarto.
- Yo me quedaré con ella - Dijo Arturo - Empecé esto con ella y terminaré esto con ella, necesita un amigo. Además, alguien tiene que cuidar de Jorge y su herida de bala, ¿no?
- De acuerdo, yo iré a buscar a Alex. Necesitaré nada más que dos hombres. Facundo y Zed irán en busca de Rodrigo. Demonios, ellos necesitarán muchos más hombres para resolverlo todo, contando con que él esté vivo. Alicia parece ser que se quedará aquí con Arturo, no por decisión propia. Pues cuando usted diga, jefa, estamos dispuestos. - Dijo Michael- Primero deberíamos ir a rearmarnos.
Alicia volvió a su viejo camastro. Quizá aquella doctora tenía razón y no debía salir a la calle pero tenía demasiada rabia y demasiado odio contenido como para quedarse allí dirigiendo el cotarro, siendo la segunda, tercera o quinta de a bordo. No la gustaba la idea de separarse de nuevo de sus amigos pero alguien tenía que recibir a Alex y los demás cuando volvieran.
Kealah- Cazadora con medias de seda
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
IT´S TIME TO BLOODIEST!
Grité mientras abandonaba la armeria y disparaba contra 1 zombie.
Barbie- No le diste en la cabeza..
Carlos- No seas Gore chica, ademas con una preciosidad como esta no hace falta impactar en la cabeza jeje mientras le meta 5 o 6 tiros limpios en el cuerpo.
Kenny- Otra cosa es el ruido no?
Carlos- Mientras nos movilicemos da igual.
Kenny- Esa no ha sido una simple explosión.
Carlos- Cuanta dinamita llevaba ese loco?
Kenny- Ni idea, pero debe haber retumbado en toda la ciudad.
El edificio no estaba muy lejos ya que no habíamos andado tanto.
Megan- Chicos! Tenemos compañía.
Kenny- El ruido los debe haber atraído.
Carlos- Son pocos acabad con ellos y luego echaremos un vistazo.
Kenny apuntó con su rifle hacia los zombies y disparó derribando a 3 de ellos certeramente mientras yo derribaba a otros 2 con mi escopeta.
Carlos- A ver, buscad entre esos escombros de allí, yo miraré por aquí por si acaso.
Los demás se alejaron y yo me puse a mirar los enormes escombros del edificio cuando...
Kenny- Carlos!! Es Rodrigo, está vivo pero necesitaré tu ayuda para desenterrarlo.
Carlos- Está consciente?
Kenny- No! Pero respira!
Me acerqué rápidamente hacia donde estaban los demás.
Kenny- Si queremos mover esta roca tendremos que tirar entre todos.
1, 2 y 3!
Barbie- Pesa mucho.
Carlos- No importa, otra vez.
1, 2 y 3!
Kenny- A la segunda va la vencida no? xD
Carlos- dale algunos tortazos a ver si despierta.
Barbie- Déjame a mí.
Barbie- le pegó tal tortazo que Rodrigo pegó un salto.
Rodrigo- La madree que te parió! Eso era necesario?
Carlos- Que mierda pasó aquí? Donde están los demás?
Rodrigo- Todos muertos, solo quedo yo.
Kenny- Y el edificio?
Rodrigo- Lo volé en mil pedazos con explosivos.
Carlos- mmmm Adoro el olor del napalm por la mañana jajajaja.
Rodrigo- Fuera risas, este sitio no era el que estaba buscando.
Carlos- Lógico, sino no lo hubieras destrozado jeje.
Kenny- Entonces ahora?
Carlos- Ahora nada! Tu elijes, o te vienes con nosotros a buscar al resto del grupo ciudad adentro o ya te estás buscando otro grupo.
Piensatelo, por que yo no estoy dispuesto a derramar sangre por cualquier tontería así que tendrías que darme una buena razón.
Grité mientras abandonaba la armeria y disparaba contra 1 zombie.
Barbie- No le diste en la cabeza..
Carlos- No seas Gore chica, ademas con una preciosidad como esta no hace falta impactar en la cabeza jeje mientras le meta 5 o 6 tiros limpios en el cuerpo.
Kenny- Otra cosa es el ruido no?
Carlos- Mientras nos movilicemos da igual.
Kenny- Esa no ha sido una simple explosión.
Carlos- Cuanta dinamita llevaba ese loco?
Kenny- Ni idea, pero debe haber retumbado en toda la ciudad.
El edificio no estaba muy lejos ya que no habíamos andado tanto.
Megan- Chicos! Tenemos compañía.
Kenny- El ruido los debe haber atraído.
Carlos- Son pocos acabad con ellos y luego echaremos un vistazo.
Kenny apuntó con su rifle hacia los zombies y disparó derribando a 3 de ellos certeramente mientras yo derribaba a otros 2 con mi escopeta.
Carlos- A ver, buscad entre esos escombros de allí, yo miraré por aquí por si acaso.
Los demás se alejaron y yo me puse a mirar los enormes escombros del edificio cuando...
Kenny- Carlos!! Es Rodrigo, está vivo pero necesitaré tu ayuda para desenterrarlo.
Carlos- Está consciente?
Kenny- No! Pero respira!
Me acerqué rápidamente hacia donde estaban los demás.
Kenny- Si queremos mover esta roca tendremos que tirar entre todos.
1, 2 y 3!
Barbie- Pesa mucho.
Carlos- No importa, otra vez.
1, 2 y 3!
Kenny- A la segunda va la vencida no? xD
Carlos- dale algunos tortazos a ver si despierta.
Barbie- Déjame a mí.
Barbie- le pegó tal tortazo que Rodrigo pegó un salto.
Rodrigo- La madree que te parió! Eso era necesario?
Carlos- Que mierda pasó aquí? Donde están los demás?
Rodrigo- Todos muertos, solo quedo yo.
Kenny- Y el edificio?
Rodrigo- Lo volé en mil pedazos con explosivos.
Carlos- mmmm Adoro el olor del napalm por la mañana jajajaja.
Rodrigo- Fuera risas, este sitio no era el que estaba buscando.
Carlos- Lógico, sino no lo hubieras destrozado jeje.
Kenny- Entonces ahora?
Carlos- Ahora nada! Tu elijes, o te vienes con nosotros a buscar al resto del grupo ciudad adentro o ya te estás buscando otro grupo.
Piensatelo, por que yo no estoy dispuesto a derramar sangre por cualquier tontería así que tendrías que darme una buena razón.
PeKaDoR- Lich King
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Re: Cuando los zombies nos alcancen
-¡Sergio!, ve a por Degtyarev, vamos a buscar a Alex y a los demas- Michael
-Vale, asesino- Respondio Sergio
-¿Que te he dicho sobre lo de llamarme asi?
-Esta bien, pero no te voy a llamar Michael, ya se me ocurrira algo.
-Me parece genial pero ahora ver a por Deg.
Sergio asintio con la cabeza y salio de la habitacion.
Michael se dirigio a claudia, que hablaba con Alicia.
-¿Tienes un momento, Claudia?- Pregunto Michael
-Por supuesto, ¿que quieres?
-¿Teneis armeria?
Claudia introdujo el codigo en el panel y la puerta se abrió.
-Aqui hay de todo, pero no cojas muchas cosas- Dijo Claudia.
-No te preocupes.
Michael empezo a ojear las estanterias y los armarios, comprobo que se habian estado preparando muy bien, alli habia mas armas que en su casa.
Al cabo de 10 minutos, Sergio entro en la habitacion.
-Degtyarev dice que no puede venir, le duele todavia la pierna y que seria mas una carga que otra cosa.
-No pasa nada- Dijo Michael, mientras le entregaba a Sergio una mochila, una Glock con silenciador y lintena, varios cargadores, y una escopeta M3 con varios cartuchos. -La escopeta no la uses hasta que no te de permiso, no queremos atraer la atencion de todos los zombis de la ciudad- Le dijo Michael.
-Esta bien- Contesto Sergio -Por cierto, no se me ocurre ningun nombre.
-Podrias llamarme Psycho, era mi nombre dentro de mis ''circulos de trabajo''.
-Suena bien- Dijo Sergio
-Vale, vamos- Dijo Psycho mientras terminaba de ponerle la mirilla al G3 y se lo colgaba a la espalda -Por cierto, cuidado con la mochila, lleva C4 por si las cosas se ponen feas.
-¿C4?- Pregunto Sergio.
-Explosivos- Le aclaro Psycho.
-¡Tu puta madre!- Gritó Sergio mientras soltaba la mochila.
-Esta bien, toma la mia, menudo cagado.
Salieron de la armeria, de repente Psycho noto algo que le subia por los pies, era la ardilla de aquel niño.
Psycho agarro la ardilla con cuidado y la observo, Cody aparecio corriendo por la esquina y se quedo parado frente a Psycho con cara de susto.
-Creo que esto es tuyo- Dijo Psycho amablemente.
Cody permanecio callado, asustado.
-Gra...gracias- Dijo al final.
-De nada- Dijo Psycho mientras se daba la vuelta y empezaba a caminar.
-No le tengas miendo, chico, da miedo, pero no te va a hacer daño- Dijo Sergio mientras le revolvia el pelo a Cody.
-¡Vamos Segio!, ¡tenemos prisa!- Le gritó Psycho.
Psycho y Sergio salieron a la superficie por donde habian entrado.
-Bien- Dijo Psycho -Claudia nos ha marcado el lugar donde los vieron por ultima vez en este mapa.
-Pues vamos para allá- Dijo Sergio.
Emprendieron la marcha, era de noche, por suerte llevaban las linternas. De repente, se escucho un trueno, Psycho noto como le impactaban las gotas de agua.
-¡Joder!, lo que faltaba- Dijo Sergio -Ahora empieza a llover.
-A mi me gusta la lluvia- Dijo Psycho, mientras sonreia, se escucho otro trueno...y algo mas, unos gemidos, Psycho y Sergio vieron decenas de zombis que se acercaban a ellos, dando bocados al aire.
-Bien- Susurro Psycho mientras cargaba el rifle -Voy a disfrutar con esto.
-Vale, asesino- Respondio Sergio
-¿Que te he dicho sobre lo de llamarme asi?
-Esta bien, pero no te voy a llamar Michael, ya se me ocurrira algo.
-Me parece genial pero ahora ver a por Deg.
Sergio asintio con la cabeza y salio de la habitacion.
Michael se dirigio a claudia, que hablaba con Alicia.
-¿Tienes un momento, Claudia?- Pregunto Michael
-Por supuesto, ¿que quieres?
-¿Teneis armeria?
Claudia introdujo el codigo en el panel y la puerta se abrió.
-Aqui hay de todo, pero no cojas muchas cosas- Dijo Claudia.
-No te preocupes.
Michael empezo a ojear las estanterias y los armarios, comprobo que se habian estado preparando muy bien, alli habia mas armas que en su casa.
Al cabo de 10 minutos, Sergio entro en la habitacion.
-Degtyarev dice que no puede venir, le duele todavia la pierna y que seria mas una carga que otra cosa.
-No pasa nada- Dijo Michael, mientras le entregaba a Sergio una mochila, una Glock con silenciador y lintena, varios cargadores, y una escopeta M3 con varios cartuchos. -La escopeta no la uses hasta que no te de permiso, no queremos atraer la atencion de todos los zombis de la ciudad- Le dijo Michael.
-Esta bien- Contesto Sergio -Por cierto, no se me ocurre ningun nombre.
-Podrias llamarme Psycho, era mi nombre dentro de mis ''circulos de trabajo''.
-Suena bien- Dijo Sergio
-Vale, vamos- Dijo Psycho mientras terminaba de ponerle la mirilla al G3 y se lo colgaba a la espalda -Por cierto, cuidado con la mochila, lleva C4 por si las cosas se ponen feas.
-¿C4?- Pregunto Sergio.
-Explosivos- Le aclaro Psycho.
-¡Tu puta madre!- Gritó Sergio mientras soltaba la mochila.
-Esta bien, toma la mia, menudo cagado.
Salieron de la armeria, de repente Psycho noto algo que le subia por los pies, era la ardilla de aquel niño.
Psycho agarro la ardilla con cuidado y la observo, Cody aparecio corriendo por la esquina y se quedo parado frente a Psycho con cara de susto.
-Creo que esto es tuyo- Dijo Psycho amablemente.
Cody permanecio callado, asustado.
-Gra...gracias- Dijo al final.
-De nada- Dijo Psycho mientras se daba la vuelta y empezaba a caminar.
-No le tengas miendo, chico, da miedo, pero no te va a hacer daño- Dijo Sergio mientras le revolvia el pelo a Cody.
-¡Vamos Segio!, ¡tenemos prisa!- Le gritó Psycho.
Psycho y Sergio salieron a la superficie por donde habian entrado.
-Bien- Dijo Psycho -Claudia nos ha marcado el lugar donde los vieron por ultima vez en este mapa.
-Pues vamos para allá- Dijo Sergio.
Emprendieron la marcha, era de noche, por suerte llevaban las linternas. De repente, se escucho un trueno, Psycho noto como le impactaban las gotas de agua.
-¡Joder!, lo que faltaba- Dijo Sergio -Ahora empieza a llover.
-A mi me gusta la lluvia- Dijo Psycho, mientras sonreia, se escucho otro trueno...y algo mas, unos gemidos, Psycho y Sergio vieron decenas de zombis que se acercaban a ellos, dando bocados al aire.
-Bien- Susurro Psycho mientras cargaba el rifle -Voy a disfrutar con esto.
PauTL- Mano derecha del jefe
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