Foro de Amanecer zombie
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Cuando los zombies nos alcancen

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Cuando los zombies nos alcancen - Página 8 Empty Re: Cuando los zombies nos alcancen

Mensaje  Toletum Mar Oct 12, 2010 1:53 am

Tras la gran explosión del helicoptero, tubieron que separarse los tres. Fernando quedó encerrado en una calle poco transitada por aquellas cosas, pero entre los chasquidos del fuego se podía oir una sucesión de pasos como si de un ejercito se tratase, ahora con el silencio de la ciudad los pasos se podían oir como si los tubiera al lado. Se sentia inseguro, tras haber convivido ese tan poco tiempo con esos dos supervivientes, Marco y Ariel, se sentia solo, sobrecogido, asustado...

La tuberia que agarraba fuertemente con su mano, estaba destrozada, un par de golpes más y quedaría inservible. Necesitaba encontrar algo con lo que defenderse y más después de que se le calleran los molotovs en la explosión, se sentía un poco más seguro asi, esa falsa seguridad que le daba tener un arma con la que defenderse. Los nervios le comian por dentro, sus sentidos le engañaban a causa de esos nervios. Veía cosas donde no lo estaban, escuchaba pasos donde no había nadie. El pensar que estaba indefenso, le ponía peor, un nudo en el estomago le apretaba y lo reconcomía por dentro.

El jóven caminaba despacio por la mitad de la carretera, mirando a todas partes, a lo lejos vió un coche de policía. Como un loco corrió hacia él, la puerta estaba abierta y las llaves puestas. El motor no arrancaba, dentro del coche no había nada, solo había una chaqueta con una placa brillante colgada de un cable de seguridad. Al abrir la guantera vió cambiada su suerte, un duplicado de llaves con un letrero en el llavero. "Patrulla UV-002", supuso que seria de aquél coche, al comprobar que no era de nada de dentro, salió y comprobó el maletero.

Un cinturón y un chaleco antibalas, cogió el cinturon y comprobó que contenía. "Al fin un poco de suerte" pensó al descubrir en una parte del cinturón una porra extensible, sin perder más tiempo se puso la chaqueta, se colocó el cinturón y camino lo más rápido posible. Había perdido mucho tiempo en el coche, los zombies habían acortado la distancia y estaban a unos 200 metros de él. La brisa fría de la mañana acarició la sucia piel de la cara de Fernando, al meter las manos en la chaqueta tocó algo, de uno de los bolsillos de la chaqueta sacó unos guantes. Unos guantes de cuero negro, le apretaban un poco, pero no tenía otra cosa.

De uno de los edificios salió un grupo de varios zombies, al mirar se vió reflejado en un cristal de la ventana, "Vaya pinta más rara tengo" pensó al verse reflejado, pero al mirar otra vez a esas cosas corrió entre los coches. Dentro de uno de los coche salieron unos brazos que intentaron agarrarlo, de un fuerte tirón se zafó de ellos y corrió aún más rápido. No pudo contener mucho tiempo la carrera, los musculos de todo el cuerpo le dolían a causa de la explosión. Al pararse y tomar aire observó su entorno para ver donde estaba, por primera vez desde que llegó a la ciudad se sentía perdido, perdido de verdad, su mente no ponía un lugar fijo en un mapa imaginario.

Al final de la calle había una entrada al metro de la ciudad, no se fiaba ya de las entradas al metro. La otra vez, al entrar se encontraron una bienvenido no muy agradable. La tromba zombies que le seguian se seguian acercando, cada vez que se paraba le acortaban metros, más y más metros. No se cansaban nunca, caminaban sin descanso hasta dar caza a su presa. De una cosa estaba claro Fernando, si le querian dar caza, se lo tendrían que currar mucho. De nuevo, emprendió la carrera hasta acercarse a la entrada del metro.

Un disparo resonó dentro del metro, Fernando se escondió detrás de la pared. Otro disparo impacto contra la pared, y una voz ordenó bajar el arma.

-Baja el arma, no lo has visto, era un policía. - dijo una voz masculina.
-¡Ey, Dios no dispareis, soy humano! - dijo Fernando, sin salir de la esquina.
-Lo sentimos mucho, señor agente. Pero visto como están las cosas ahí fuera, es primero disparar y luego preguntar. - respondió otra voz distinta.
-Bajar todos las armas, ¿cómo te llamas?, soy Facundo. - preguntó Facundo, subiendo las escaleras de la entrada.
-Soy Fernando. Me alegro de conocer a más gente con vida, hemos tenido problemos para llegar hasta aquí...-dijo Fernando sin poder terminar cuando alguién lo cortó.
-¿Hemos?, ¿hay más gente ahí fuera?. - preguntó una chica de pelo castaño.
-Sí, hemos, estaba con dos supervivientes más. Hasta que un helicoptero se estrelló delante nuestra, no parecía venir de muy lejos. -respondió Fernando.
-Mierda, no seria un helicoptero de color negro, ¿Verdad?, ¿venía de un edificio alto? - preguntó la misma chica.
-No lo sé...- dijo Fernando, encogiendose de hombros.
-Nooo, ¡Cody! - gritó la chica.
-¡Alicia, no corras, es peligroso! - gritó Facundo, mientras corría detrás de Alicia.
-No vayas por ahí, me estan siguiendo más monstruos de esos. !Ven aquí! - gritó Fernando, que siguió los pasos del hombre que siguió a Alicia.

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Bueno ya estoy con vosotros.
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Mensaje  Skimmer Mar Oct 12, 2010 2:01 pm

Que pueda resucitar y levantarme, Señor, y utilizar Tu fuerza para romper, golpear, quemar, y hacerme alguien nuevo.

Hopkins estaba de acuerdo en que los niños fuesen con ellos. Aunque no por las mismas razones que los demás. Conocía los riesgos de la misión, y sabía que tendrían que cruzar océanos de muertos vivientes para llegar a su objetivo, y si las cosas se ponían feas, nunca viene mal un poco de carne de cañón. Al fin y al cabo, si quieres una tortilla vas a tener que romper algunos huevos.

Ya habían conseguido salir del metro, y todos se escondieron en una tienda cercana mientras Facundo y Michael conseguían un vehículo. Era un todoterreno de color gris macilento y tenía el parachoques un tanto hundido. Se subieron en él y emprendieron la marcha al laboratorio con Michael al volante.

El camino hacia el laboratorio transcurrió en completo silencio. Cada uno repasaba mentalmente su parte del plan mientras avanzaban por la carretera. Habían notado que el número de muertos vivientes se había visto reducido a medida que avanzaban. Eso significaba que se estaban reuniendo en un lugar, y todos tenían un mal presentimiento sobre que lugar era ese..

Metieron el coche en un callejón y todos se bajaron. Era el momento en el que el grupo se separaría.

- Bien, ¿qué hacemos con ellos? - preguntó Arturo refiriéndose a los niños.

- Vienen con nosotros. Tú - dijo Hopkins señalado a Pablo - vienes conmigo.

Pablo paliceció al instante.

- ¿Vamos a llevarlos con nosotros? - preguntó Michael extrañado - sólo nos retrasarán.

- No podemos arriesgarnos a que mueran por nuestra culpa - contestó Alicia.

- Van a morir igual. La única diferencia es si lo harán contribuyendo a un bien mayor o lloriqueando en un sucio rincón. - dijo Hopkins con su habitual parsimonia.

Todos se quedaron callados unos instantes reflexionando aquellas palabras. Entonces Pablo se adelantó un paso y dijo:

- Est-á-á bien. Lo haré.

Los demas niños, inspirados por el sentimiento de valor de su amigo, también empezaron a mostrar una actitud más colaboradora y activa.

- Muy bien - dijo Facundo, comenzando a organizar - Abel, tú irás con el grupo de Michael. Eva, tú y Fernando acompañaréis a Alicia, y Pablo con Hopkins.

- Bueno, creo que ha llegado el momento de separarnos... - dijo Alicia un tanto apesadumbrada.

- Eh, todo va a salir bien - dijo Arturo tratando de reconfortarla.

Pocos creían que las cosas fueran a salir bien, entre ellos estaba Hopkins, quien creía que todos morirían en aquella misión suicida.

...

El grupo de Hopkins, constituido por Soraya y Pablo, subía por las escaleras del edificio que les había indicado Rodrigo. Hopkins iba primero con su arma en ristre, preparado para encontrarse a cualquier zombie o persona que se encontrase en la azotea. Detrás de él se encontraban Soraya y Pablo, quienes transportaban una tabla que habían encontrado para pasar de un edificio a otro.

Cuando Hopkins llegó a la azotea, vio que había un soldado en el borde del edificio, montado guardia. Por su postura supo que era un profesional, y que estaba entrenado. Siendo realista, Hopkins estaba un poco oxidado en el combate cuerpo a cuerpo, ni su velocidad ni sus reflejos seguían siendo los mismos. Así que decidió que esta vez no jugaría limpio.

Se acercó sigilosamente al soldado por detrás, y cuando estuvo a escasos pasos, pasó una mano por delante de su cuello y le apretó contra su cuerpo mientras que con su arma le disparaba una ráfaga en plena columna. El soldado cayó silenciosamente al suelo.

Hopkins cogió el rifle del soldado. El rifle era grande, potente y difícil de manejar. Además, aquella noche estaba equipado con una mirilla telescópica. Hopkins se acercó al borde del edificio y contempló el panorama. A sus pies se extendía un mar de muertos vivientes, todos se arremolinaban en torno al laboratorio, con sus manos hacia arriba, como esperando algo. Era imposible que el grupo de Michael pasase por allí con un todoterreno.

- Y...¿ahora qué? - preguntó Soraya.

- Ahora esperamos. - contestó Hopkins - esperamos la señal.

No tuvieron que esperar mucho, solo cinco minutos después escucharon el rugido de un potente motor e hizo aparición un camíón de carga gigantesco. Éste se iba abriendo paso poco a poco entre la marea de zombies, quienes eran aplastados a medida que el camión avanzaban. Se estaban acercando a la puerta principal, así que Hopkins se colocó el rifle de precisión y apuntó hacia la entrada. Unos instantes después, el camión se empotraba contra la entrada principal, produciendo un sonido atronador.

Hopkins no alcanzaba a ver a los que se bajaban de los asientos delanteros, pero vio como de la parte de atrás del camión Ricardo y Michael se bajaban y acto seguido se ponían a disparar contra los zombies, tratando de abrirse paso entre la miríada de brazos que ansiaban atraparles. Uno de esos zombies consiguió agarrar a Ricardo del brazo, Hopkins no tardó ni un segundo en tener la mirilla en la cabeza del zombie y el dedo preparado en el gatillo. Podía disparar y salvar a aquel hombre, de hecho, su vida estaba en sus manos.

- ¡¿A qué estás esperando!? ¡DISPARA! - gritó Pablo a su espalda.

Pero por alguna razón, Hopkins no disparó. El zombie consiguió acercar el brazo de Ricardo a su boca y le propinó una dentellada antes de que Michael lograse rescatarle y llevarle al interior del edificio.
Soraya y Pablo miraban a Hopkins llenos de incredulidad. ¿Por qué no había disparado? Tenía el blanco fijado. Podría haberle salvado, pero ahora era tarde, Ricardo estaba infectado y no tardaría en morir.

- ¡Maldito hijo de puta! - chilló Soraya mientras se abalanzaba sobre él, tratando de golpearle.

Hopkins soltó el rifle y la agarró del cuello para después darle una bofetada en la cara y lanzarla al suelo.

- No...vuelvas...a tocarme, ¿lo has entendido, puta? - dijo Hopkins con el rostro tenso y la mirada llena de odio.

Soraya le miraba de una manera que le resultaba familiar, y entonces volvió a recordar...

La mirada horrorizada de la mujer del parque. "¿Qué has hecho, Hopkins? ¿Qué has hecho?"
La ardiente vergüenza mientras el juez decía: "¡Pareces un joven educado, pero debes controlar ese temperamento!"
La gélida calma cuando hacía minúsculos ajustes en su puntería mientras el objetivo caminaba por el aparcamiento, comiéndose un donut.
El gozo de su corazón cuando disparaba bala sobre bala sobre la espalda del enemigo mientras éste se arrastraba, mientras perdía la sangre robada, lloriqueando y suplicando.
El modo en el que el chulo de Karla temblaba mientras Hopkins se arrodillaba en su pecho, haciendo llover golpes sobre su rostro.
La vindicación que conoció cuando abofeteó a Karla y le gritó: "¡Puta! ¡Ramera! ¡Zorra!"
La mirada de pánico de aquel cantante de rock cuando le disparó en la cara.
Y Justine en el asiento delantero, los ojos brillantes de miedo cuando él se arrojó contra ella.


Esta experiencia se sumaba a las otras, cada una le iba alejando más de su humanidad. Poco a poco se estaba convirtiendo en algo nuevo, por mucho que intentase convencerse de lo contrario.

- La señal... -susurró Hopkins.

Tiró el rifle al suelo y cogió su subfusil. Disparó contra el edificio del laboratorio y rompio la ventana que tenían en frente. Agarró la tabla y la puso entre los dos edificios.

- Vamos, pasad, no tenemos tiempo.

Ni Soraya ni Pablo dijeron nada, simplemente se apresuraron a atravesar la tabla y llegar hasta el otro edifico. Cuando Soraya ya había pasado y Pablo estaba a mitad de camino, la tabla crujió y se rompió, pero Soraya fue rápida y agarró a Pablo de la camiseta, tirando de él hasta ponerlo a salvo.

Ya no había tabla sobre la que pasar. ¿Qué podía hacer Hopkins ahora? Ni siquiera dudó un minuto, se alejó unos pasos y se concentró en saltar al otro lado. Era un salto grande, y él ya no era tan joven como antaño, pero sabía que podía conseguirlo, no había llegado tan lejos para morir ahora.

Comenzó a correr y todo pareció ir más lento, como si alguien hubiese ralentizado la escena. Hopkins solo podía oir su agitada respiración mientras se acercaba más y más al borde del edificio, su corazón parecía desbocado.

Boom Boom, Boom Boom.

Estaba al filo del precipio. Era el momento. Todo o nada. Vivir o morir.

Boom Boom, Boom Boom, Boom Boom.

Saltó, y supo que no lo conseguiría, le faltaban unos pocos centímetros para poder agarrarse a la ventana, creyó que iba a precipitarse al vacío cuando atravesó la ventana del piso de abajo. Había conseguido llegar. Pero entonces todo comenzó a volverse borroso y Hopkins perdió el conocimiento.

Boom Boom...
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Mensaje  Quimera Miér Oct 13, 2010 9:24 pm

La luz encegueció a Marco. Había pasado las ultimas horas en el subterráneo, donde la oscuridad era casi total, interrumpida solo por la pequeña luz de la linterna y los mounstros en la mente del joven. Cuando por fin salio ya era de tarde y Marco ya se recuperaba de los golpes causados por la explosión.
Se sentía aliviado, pero el sabia que solo había reemplazado un miedo por otro. Un miedo imaginario con uno real.
Pero en la calle no había ninguna de esas cosas. Esto lo desconcertó un poco. Mientras caminaba, paso por enfrente de un vidrio y por primera vez en semanas vio su reflejo. Le devolvió la mirada un joven más flaco de lo que recordaba y sucio. Parte de las manga de su abrigo, manchado se sangre seca, se había quemado, dejando expuesta las cicatrices en su brazo, cuyos vendajes se avían caído un algún momento. Ahora las vendas estaban sobre su frente, machada de sangre tambien. Peso que luego necesitaría un buen baño para volver a como antes. Rió un momento, pero luego recordó y se detuvo. Había pasado demasiado. Y no volvería a ser como antes.
Recordando el plan de Ariel, se dirigió a aquel edificio del helicóptero. Se encontraba a unos 200 metros. Doblo y se detuvo en seco.
"Jesús, Ala y Buda"
Ya sabia donde estaban los zombies. Rodeaban por centenares y llegaba cada vez más. Marco estaba por escapar cuando de repente un paso una especie de camión de carga que paso a toda velocidad, aplastando todo a su paso, para luego chocar contra la entrada. Luego empezó a salir gente del vehiculo, disparando a la oleada de muertos. "Idiotas", pensó, "son demasiados y cayeron justo en el medio". En efecto, vio uno de ellos ser superado y mordido. Esto hizo reaccionar a Marco. Tomo su rifle y, corriendo por la brecha que había echo el camión, comenzó a disparar, dirigiéndose hacia aquellas personas. Ni el mismo sabia que hacia o porque lo estaba haciendo.
"Mierda, parece que yo también soy un idiota"
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Mensaje  PeKaDoR Miér Oct 13, 2010 10:46 pm

Cuando entramos a la armería, nos encontramos con que alguien la había saqueado por completo.
Degtyarev- Supongo que tendremos que apañárnoslas sin munición.
Sergio- Todavía nos queda suficiente, podemos buscar mas por otro sitio.
Volvimos a salir de aquella armadura, cuando de repente un chico seguido de un grupo de 5 personas se acercó.
David- Vosotros, me podéis ayudar a llevar a estos supervivientes a las vías del tren?
Kenny- Si, claro.
Degtyarev- Si, claro? Desde cuando aceptamos trabajos de desconocidos.
Carlos- Da igual, huyamos con ellos de aquí, no tengo ganas de seguir aquí.
Los 4 nos unimos al grupo, en lo que total éramos 10.
Juntos nos dirigimos hacia los trenes, sin ningún sobresalto, los zombies parecían haber desaparecido.
Allí dejamos a los supervivientes con 4 mas que había.
David- Solo 20... Necesitamos rescatar mas!
Sergio- Pero chico, que afán tienes de rescatar más!
David- No miré en el piso de abajo, puede haber muchos supervivientes, pero también zombies.
Degtyarev- Has dicho zombies? Nosotros te cubriremos.
Los 5 nos dirigimos hacia las escaleras, y bajamos.
Cuando terminamos de bajar, pudimos comprobar que en la parte de abajo, ya no quedaba nadie......y si quedaba estaba jodida.
Delante nuestra a ojo se podían contar unos 50 zombies, que todos parecían mirar hacia una puerta al fondo, a la que algunos zombies golpeaban sin parar.
Kenny- Son demasiados, sin empezamos a disparar nos atacarán y no podremos con todos.
Sergio- Tenéis fuego?
Degtyarev- Como te fumes un porro ahora te juro que te tiro a los zombies.
Sergio- Gilipollas no es para ningún porro, es para hacer una linda piscina de zombies chamuscados.
Kenny- Y como piensas quemarlos con un mechero¿?
Carlos- Yo si lo se, llevo un rato fijándome en que este sótano es el almacén de combustible.
David- Estáis locos? Provocaréis tal explosión que el metro cederá.
Sergio- Eso no pasará, un amigo mio trabaj en un taller, y el tipo de barriles que hay aquí abajo no explotan sino sueltan una gran llamarada.
Kenny- No sería mas fácil disparar a los barriles?
Carlos- No, así si que explotarían, hay que hacerlo como dice el.
Degtyarev y yo, llamamos la atención de los zombies mas próximos, apartando un poco el camino a Sergio, que prendió la llama y salió de ahí justo a tiempo para no quemarse.
Sergio- Esos barriles, no tienen apenas combustible, arderán los zombies y además se pagará pronto.
Carlos- Genial, esperemos.
Cuando las llamas cesaron, los chicos entraron en el sotano y se dirigieron a la puerta, allí se encontraron con que había unos 6 supervivientes encerrados.
David- Venid con nosotros, os salvaremos.
Los supervivientes obedecieron, y todos marchamos hacia el nivel superior.
Oleg- Gracias por rescatarme chavales, yo os puedo guiar a través de los túneles, pero primero necesito que todos los supervivientes estén listos.
Cuando por fin llegamos al nivel superior, nos reunimos con los demás supervivientes y empezamos la marcha a través de los túeneles.
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Mensaje  DarkHades Jue Oct 14, 2010 12:10 am

-¡Degtyarev!-Gritó una voz femeninda a la que Degtyarev reconoció al instante.
-¿Emmy?-Murmuró Degtyarev dandose la vuelta hacia los supervivientes que les seguían por los túneles.
-Hahaha creí que habías muerto.-Decia Emmy mientras tomaba su mano y seguían caminando.
-Pues ya ves que no,hemos estado trabajando.-Dijo Degtyarev con una sonrisa.
-Degtyarev hay varios zombies más adelante dándose un banquete.-Dijo Kenny que se acercaba a su posición.
-Bien,vayamos tu y yo y dejemos a estos fumadores que cuiden a los demás.-Murmuró Degtyarev mientras les hechaba una ojeada a Carlos y Sergio.

Ambos avanzaron por el túnel unos minutos hasta que los gemidos se hicieron mas fuertes.
-Ahí delante,mira.-Señaló Kenny con la mano.

En total eran cinco zombies disfrutando de su "manjar",cuerpos destrozados de refugiados que habían intentado huir.
-Ya abramos fuego.-Dijo Degtyarev mientras apuntaba hacia los engendros.

Los disparos y gemidos se escuchaban por todo el túnel formando una melodía grotesca.
-¿Chicos están bien?-Preguntaba David seguido de Carlos y los supervivientes.
-Si estamos de lujo,¿que sucede?
-Los supervivientes tienen un tren especial para viajar varios kilometros lejos de aquí.
-¿Tren especial?-Preguntó Kenny.
-Un tren que se alimenta de generadores acoplados en su techo.-Explicó Oleg.
-No es mala idea.-Comentó Degtyarev-espero que esté cerca.
-Solo a unos minutos de aquí.-Decia Oleg mientras lideraba el grupo de Supervivientes.

Al llegar lo primero que vieron Kenny,Degtyarev,Carlos y Sergio fue un tren normal,pero con varios generadores instalados.
-¿Quien lo sabe manejar?-Preguntó Kenny.
-Yo se,yo hice todos los planos y con ayuda de esta gente lo modifiqué.-Dijo Oleg con una sonrisa de oreja a oreja.
-Bien pues sube,imentras tanto yo me encargo de subir a los refugiados.-Ordenó Degtyarev.

Los supervivientes rapidamente entraron al tren modificado a base de generadores y pudieron descansar al menos por varios minutos,Oleg se encargaria de llevar a todo el mundo hacia un refugio,eso si,muy lejano.
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Mensaje  Kealah Jue Oct 14, 2010 11:39 pm

Alicia acababa de salir del metro en compañía de sus amigos Arturo, Facundo y Rodrigo, de aquellos niños y de
otra serie de personas a las que acababa de conocer pero que aún no podía considerar sus amigos.
Una vez que bajaron del coche escogido por Michael para llevar a cabo la parte de su plan, Hopkins, líder improvisado, la encomendó la tarea de entrar por la puerta trasera del edificio, secuestrar un par de científicos y subir con ellos a la azotea del edificio.
Sin embargo, Alicia no iría sola a esa difícil misión. Rodrigo, Arturo, Eva y aquel joven que acababa de llegar y se presentó como Fernando irían con ella. Nada tenía que ver con su querido Fernando pero sintió una punzada de dolor al oir aquel nombre, no se lo esperaba y ni siquiera estaba preparada para ello. Sacó fuerzas de dónde no sabía que las tenía y echó a caminar hacia el lateral de aquel edificio.
Una vez encontraron el camino correcto dentro de la red de alcantarillado, salieron a la superficie dentro del recinto vallado en el que se situaba aquella vieja fábrica de bollos.
Corrieron hacia la pared y se ocultaron entre las sombras; pasaron junto a un ejército de zombies protegidos únicamente por una fina alambrada de metal que podría ceder en cualquier momento.
A su paso, los zombies gritaban y gemían ya que, aunque debido a que reinaba la más absoluta oscuridad no podían verlos, de algún modo eran capaces de sentirlos. Intentaban tocarlos pero estaban lo suficientemente lejos para que pudieran hacerlo, lo que parecía ponerles aún más nerviosos.

Llegaron hasta la puerta trasera. Nadie se había ocupado de vigilar aquella entrada en la parte exterior y la noche les ocultaba de las posibles cámaras que pudiera haber allí instaladas. “¿Quién en su sano juicio podría acudir por su propia voluntad al lugar en el que crearon esta infección?”, pensó Alicia para sí misma,”los más locos de todos... nosotros
El ensimismamiento de Alicia se rompió cuando se dio cuenta de que la puerta que daba acceso al edificio estaba cerrada con llave. No tenía una cerradura normal sino que se trataba de una puerta con cerradura eléctrica por lo que era necesario introducir una clave para entrar.
Supuestamente, con los cortes de electricidad, aquella cerradura debería haber quedado inutilizada pero, de algún modo, seguía funcionando. “Si han sido capaces de desatar esta locura, no creo que tuviesen problemas con un simple apagón de luz”, pensó Alicia mientras se apostaba contra la pared.
- ¿Y ahora que hemos llegado hasta aquí? - Susurró Arturo- ¿Nos va a detener una simple cerradura?
- Eso parece- Contestó Alicia abatida pero con su Glock en la mano- Estoy harta de correr de un lado para otro intentando salvar el mundo.
- Pero, ¿dónde nos encontramos? - Preguntó confusa Eva.
- En la boca del lobo, pequeña, en la boca del lobo- Susurró Rodrigo.

No tuvieron que esperar mucho. En el tejado del edificio anexo, vieron un pequeño destello. Era Hopkins que había conseguido llegar hasta allí. Pronto sentirían el impacto del vehículo de Michael cuya misión era crear una distracción para que los que esperaban en la puerta trasera pudieran entrar sin ser vistos. Aquello fue precisamente lo que ocurrió.
Michael se acercaba con un enorme camión a toda velocidad por una calle repleta de zombies hasta estrellarse contra la puerta principal. Aquello le bastó a Fernando para coger su arma y disparar contra aquella cerradura. Se oyó un “clac” y la puerta se abrió.
- Bueno, ¿no queríais entrar? - Dijo Fernando invitando a todos a entrar- Pues entremos.
- Genial, Sherlock. ¿Y ahora cómo vamos a cerrarla? - Dijo Arturo.
- No os preocupéis- Dijo Rodrigo- Parece que la puerta tiene un picaporte como si fuera una puerta normal. Se puede cerrar desde dentro.
- Te has librado de una buena – Dijo Alicia entre risas- Entra, detrás de ti iré yo.

Aquel lugar era tétrico y oscuro, débilmente iluminado por las luces de emergencia. Algo había pasado allí y nadie quería averigüar qué es lo que era. Fernando avanzaba en primer lugar, seguido de Eva y Arturoy en último lugar caminaba Rodrigo ayudado, en ocasiones por Alicia. Ninguno, excepto Arturo y Alicia sabían del mal estado de salud en el que se encontraba su amigo pero solo Alicia se acercaba a ayudarle. Rodrigo era demasaido orgulloso para dejarse ayudar por cualquier otro así que decidió ser ella la que iría con él.
Ella estaba segura del poco tiempo que le quedaba a Rodrigo así que lloró sin derramar lágrimas, se despidió de él sin mediar palabras y empezaba a pensar que, tal y como empezaban a desarrollarse las cosas, nada impediría que ella fuera la siguiente.


Unos minutos después sucedió todo. Fernando pasó en primer lugar junto a un pasillo pero no vio la puerta entornada que había en él, Eva y Arturo pasaron rápido y se ocuparon del otro lado. En último lugar, Rodrigo estaba sufriendo uno de sus continuos accesos de tos. Alicia le miraba sin poder ayudarle, se incorporó cuando estuvo mejor y sus ojos se le salieron de las órbitas.
Un zombie con bata de médico estaba casi encima de Alicia dispuesto a darla un mordisco, Rodrigo empujó a Alicia, ésta cayó al suelo y Rodrigo recibió el mordisco en su lugar. Otro zombie salió de la oscuridad y los dos arrastraron a Rodrigo a pesar de los gritos de Alicia.
Los demás se habían alejado pero no lo suficiente para escuchar los gritos de Alicia. Arturo se reunió con ella pero ya se había puesto en pie y echó a correr.
- Corred, aquí dentro hay zombies- Gritó Alicia cuando se encontró con Arturo y los demás- Se han llevado a Rodrigo.
- Tranquila, Alicia- Dijo Arturo- Si gritas así te aseguro que habrá muchos más zombies aquí en cuestión de segundos.
- De acuerdo. Estoy asustada, de verdad que sí. Rodrigo estaba a mi lado, me empujó y no pude hacer nada, le mordieron- Decía mientras lloraba.
- Alicia, cariño, Rodrigo estaba muerto. Él lo sabía.
- Sí, pero no se iba a convertir en uno de esos zombies.
- Tenemos que seguir adelante, si están los zombies aquí, pronto vendrán a por nosotros- Dijo Fernando- Afortunadamente, no pueden entrar del exterior así que avancemos con los ojos bien abiertos. Pero no podemos quedarnos aquí parados.
- De acuerdo. Sig...- Las palabras de Alicia se interrumpieron con dos disparos. En ese momento supo que Rodrigo no se hubiera convertido en zombie nunca. Se despidió en silencio de su amigo mientras las lágrimas recorrían inconscientemente sus mejillas.

Siguió adelante en silencio, en compañía de Arturo. Escuchó un grito delante de ella. De repente, sintió un dolor muy fuerte en la cabeza y todo se puso negro.

Un tiempo después despertó. Cuando por fin consiguió abrir lo ojos, una luminosa luz la cegó por un instante pero rápidamente logró acostumbrarse a ella. Miró a su alrededor y vio a Fernando y Arturo atados y amordazados sentados en sillas, en medio una camilla, flanqueada por dos científicos, en la que estaba tumbada Eva. Al fondo había otro científico entre probetas.
- Por fin despertó la abeja reina- Dijo uno de los científicos- Pensé que te habría golpeado demasiado fuerte y te habría hecho más daño del que yo pensé inicialmente. Me alegra saber que estás bien.
- ¿Bien? Desatenme, cuando esté libre y a kilómetros de esta ciudad con los míos estaré bien. ¿Qué le han hecho a Eva?
- Te alegrará saber que la escogimos a ella en lugar de a ti porque ella es una niña y su sistema inmune puede recibir esta cura mejor que el tuyo. Sino, tú estarías ahora mismo tumbada aquí. Hemos probado cientos de fórmulas pero no encontramos una cura. Y desde que Caín y Abel andan por el edificio...
- ¿Caín, Abel? ¿De qué coño están hablando? Están locos por haber provocado todo esto- Gritó Alicia.- Deje que nos vayamos-
- Creo que estás hablando demasiado, Wilson- Dijo el otro científico- Y todos vosotros sabéis demasiado para que os vayáis de rositas. Cuando dejéis de sernos útiles... Os mataremos, así de simple.
- Os llevamos vigilando demasiado tiempo, Alicia- Dijo Wilson- Tenéis características que no hemos visto en nadie más por aquí. Fuisteis muy pocos los que pudisteis salir hace dos años vivos y desde entonces queremos crear una cura pero no damos con ella. Pensamos que teníamos la perfecta vacuna pero resultó ser un tremendo error. Así que tú nos vas a servir de ayuda. Y tus amiguitos también.
- ¿Nosotros? - Preguntó Alicia sorprendida- Quizá tengamos más capacidad para sobrevivir que el resto pero nada en la sangre que nos haga especiales. Nunca nos han mordido, ni arañado.
- No te preocupes. Ahora mismo Jason te inyectará una cosita y veremos qué tal te sientes. Esta cría ya no nos sirve de nada. Parece que ha muerto.
- Hijos de puta, la habéis matado. No me toquéis, no me toquéis.

Alicia intentó zafarse por todos los medios de sus ataduras mientras veía como aquel científico se acercaba con una jeringuilla llena de un misterioso líquido azul. Alicia ya se veía muerta, convertida en zombie, ante la desesperada mirada de Arturo y la atenta mirada de Fernando. Arturo y Fernando no podían haber evitado ser capturados ya que dos hombres armados acompañaban a los científicos y sus forcejeos habían concluído con un golpe con la culata del arma en el estómago de Fernando. Aquellos hombres habían salido de la estancia, dejándolos a solas con los científicos armados una vez que fueron atados a las sillas. Sin embargo, no eran muy diestros en el arte de la guerra y pasaron por alto que las cuerdas de Fernando empezaban a ceder.

La puerta se abrió. Uno de los soldados que habían salido antes había vuelto a entrar. Jason se dio la vuelta para ver que quería, olvidándose por un segundo del brazo de Alicia. Algo rodó hasta sus pies. Era la cabeza del verdadero soldado. Rodrigo levantó la cabeza, oculta tras una gorra de militar, y dirigió una preciosa sonrisa a Alicia. Mostró su rifle de asalto, robado al soldado que asesinó, y disparó a Jason, sin darle la oportunidad de reaccionar. La jeringuilla cayó a los pies del cadáver que sangraba ligeramente por el agujero que había provocado la bala en la frente.

El tercer científico cogió otra de las jeringuillas con las que habían matado a Eva y se dirigió corriendo como un loco hacia Rodrigo. Le inyectó el líquido azul antes de que este pudiese dispararle. Rodrigo cayó al suelo y el tercer científico recibió el placaje de Fernando que había conseguido librarse de sus ataduras. Fernando tomó el arma de Rodrigo y apuntó a la cabeza del científico.

Wilson no se movió, esperó con los brazos en alto el disparo que lo llevase al otro lado. Sin embargo, ese disparo no se produjo.
- Rodrigo- Gritó Alicia corriendo hacia él después de ser liberada por el propio Wilson ante la obligación de Fernando- ¿Cómo sobreviviste?
- Ya sabes Ali, que soy un soldado. Maté a esos dos zombies aunque me mordieron, estaba condenado.Ahora con esta inyección, me siento raro ahora. No sé que pasará conmigo pero tenéis que iros. Sabes que no puedo ir con vosotros. Os he limpiado un poco la zona para que podáis salir sin problemas y llegar a la azotea.
- Lo sé. Y tú sabes que nunca me olvidaré de lo que has hecho, ¿verdad?
- Sé feliz con Arturo. Hasta pronto, soldados. Ha sido un placer luchar con vosotros.

Arturo, Fernando y Alicia salieron de aquella habitación apuntando a aquellos dos científicos. Se escuchó un disparo en la habitación y Alicia esta vez estuvo segura de que fue Rodrigo. No miró atrás y avanzó pesadamente por los pasillos para alcanzar la azotea.
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Cuando los zombies nos alcancen - Página 8 Empty Re: Cuando los zombies nos alcancen

Mensaje  Neno Vie Oct 15, 2010 2:30 am

Descanso? Pronto..

Todos estaban en los dos vagones de trenes modificados, que se puso en marcha desde un principio por unos generadores de energía acoplados en sus techos. Degtyarev se encontró con una conocida suya, llamada Emmy, Carlos y Sergio estaban en lo suyo, haciendo comentarios de los nuevos sobrevivientes que encontraron o hablando de sus cosas, cosa normal entre los dos. Oleg controlaba el vagón principal mientras David atendía e inspeccionaba a los demás si estaban bien o si tenían mordeduras. Y Kenny.. como siempre, sentado en un rincón con la mirada fija, y desviandolo alguna que otra vez hacia los nuevos sobrevivientes.

Estaban descansando todos, y parecía que el rumbo era desconocido por todos. David terminó de inspeccionar a los nuevos, y se acercó a Degtyarev, y éste seguidamente se sentó al lado de Kenny, para hablar de lo que ha sucedido, sucede y sucederá.
* -Cómo va eso? Veo que estas como siempre, apartado de todos hombre.
* -Ya bueno, es algo normal.. Solo con ver toda esta gente que nos hemos llevado con nosotros, hasta digo que hice mal en afirmar la idea de David. -Sujetandose Kenny su frente, con la palma de su mano.
* -No pasa nada, ahora buscaremos un nuevo refugio para todos, y descansaremos como Dios manda.. o quién sea el que mande.

Sergio y Carlos se levantaron hacia donde estaba Kenny y Degtyarev, con caras de preguntarse sobre lo que van a hacer con los demás sobrevivientes, o para lo que harán proximamente.
* -Somos demasiados, y ni sabemos hacia donde nos dirijimos.. -Dijo indirectamente Carlos.
* -Cierto, aparte, no sabemos si estamos seguros de si estan todos bien.. -Soltó otra indirecta Sergio.
* -Chicos, ahora relajaros y descansad. -Propuso Degtyarev, mirando seguidamente a su amiga Emmy, que estaba en el otro rincón del vagón. Se levantó y se sentó a su lado.

Kenny se levantó de su sitio, algo desconcertado y con cara de tener mucho sueño y cansancio.
* -Dónde vas?. -Preguntaron Sergio y Carlos, casi a la vez.
* -Buscaré otro sitio mas comodo. Tengo un sueño que flipas. Descansad vosotros tambien. -Se levantó del todo y se fué en el otro vagón, donde estaban el otro grupo de sobrevivientes. Se acomodó en otro rincón, cuál perro cansado, y se durmió en un momento.
Oleg parecía no molestarse en estar con los mandos del vagón, y David parecía que se quedó dormido, iguál que los demás.

Pasaron las horas, y los vagones les llevaron en otro lugar, mucho mas alejado pero con las mismas situaciones. Mas y mas zombies acechaban en cada rincón, y eso era algo que ninguno de los que estaban en el vagón sabían.
Al cabo de unas horas, los vagones se detuvieron en una estación, oscura y solitaria, con unas pintas de mala muerte que acojonaron a los demás sobrevivientes. Kenny seguía durmiendo mientras, que fué despertado por Degtyarev, junto con Carlos y Segrio, que estaban con él. Oleg fué quién despertó a David, y David a los demás.

Las primeras preguntas surgieron entre todos, y alguna e las preguntas no se sabía responder. Kenny seguía enjamado por las horas de sueño que se ha echado, pero al parecer seguía teniendo ganas de dormir mas.
* -A ver a ver.. qué cojones pasa aquí?. -Preguntó casi balbuceando. -Estabáis mejor cuando estabáis cansados, calladitos todos.
* -Estan preguntando que qué es lo que haremos ahora. Y creo que esta mas que claro lo que haremos, que es salir y buscar un refugio, no?. -Opinó Carlos, poniendose al lado de Kenny, dandole una palmada en la espalda.
* -Le miró Kenny a Carlos, fijandolos seguidamente hacia Sergio y Degtyarev. -Si.. es mejor que nos vayamos yendo de aquí antes de que.. -Un gemido estremecedor surgió de la oscuridad de los túneles, haciendo que los sobrevivientes se juntaran como unas sardinas enlatadas.
* -Vamós hay que darse prisa, que nos han olido. -Ordenó Kenny por su parte, hacia los demás. -Tened las armas cargadas.

Se pusieron todos en tropel, en varios grupos pero sin alejarse de unos ni de otros. Cada grupo estaba guiado por Kenny, Degtyarev, Sergio, Carlos, Oleg y David. El grupo de Degtyarev fueron los primeros en salir, ya que fué Degtyarev quién abrió la puerta donde salieron todos.
Kenny sacó su P99 encendiendo la linterna, apuntandolo en dirección hacia donde estaban los túneles. De izquierda a derecha, empezaron a salir pútridos de cinco en cinco, con los uniformes de los trabajadores de aquél estación de metro.
Todos los grupos corrieron hacia las escaleras, que daban en dirección hacia la salida. Los pasillos estaban casi oscuros, iluminados lévemente donde pudieron ir encaminados los grupos mas facilmente.

Estuvieron dando vueltas por todos los pasillos, caminando a paso ligero, despistados buscando la salida sin poder ver las señales debidamente ya que la luz era tan débil, que solo la P99 de Kenny valía para guiarlos. Tal tiempo perdieron buscando la salida, que los pútridos de los túneles llegaron mas rapidamente a ellos siguiendo el rastro de olor.
Los gemidos cada vez se hacía mas intenso, resonando en todos los pasillos por donde pasaban los grupos. Hasta que, finalmente, Kenny pudo ver por donde era el camino, parandose en un mapa de emergencia que había en una pared. La estación era grande, y la salida estaba en la planta de arriba. Se pusieron en camino inmediatamente.

De repente, un grito de dolor despertó a uno de los grupos, la de David, que uno de los sobrevivientes fué agarrado y mordido en la yugular salpicando la sangre hacia los demás, asustandolos mas y yendose otros dos cada uno en un camino distinto. David se puso nervioso y tuvo que llamar a Degtyarev por lo que estaban sucediendo. Degtyarev y los otros grupos se pararon.
* -Pero se puede saber qué coño?. -Preguntó Kenny jadeando.
* -Tres del grupo de David se han perdido o algo así. -Contestó Degtyarev.
* -A uno le acaban de agarrar en una de las cruces de pasillos, y otros dos se fueron por otro camino. -Interrumpió David todo nervioso.
* -Dios, estad juntos y que nadie se pierda mas. No podemos volver a por ellos, y menos a buscarlos. -Insistió Kenny, volviendo con su grupo nuevamente. Degtyarev hizo lo mismo y David no pudo hacer nada mas que volver con el suyo.

Kenny encontró las escaleras, que dirijía hacia la salida directamente. Todos se subieron en la planta de arriba, que estaba cada vez mas iluminado los pasillos y los caminos.
Salieron todos los grupos de la estación empujandose y desperdigandose una vez que vieron las puertas de salida hacia la calle principal. Respiraron hondo cuando los rayos del sol chocaron sobre sus rostros, acercandose todos una vez mas preguntando lo que harán a continuación.

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Mensaje  Kealah Vie Oct 15, 2010 2:00 pm

MISIÓN 7: RODEADOS

Tiempo: Cada misión tiene un número de publicaciones determinado. Para su cumplimiento, se da una semana, por lo tanto, el Viernes que viene se tiene que tener cumplida la misión.

Planteamiento: Como los personajes están distribuídos de cualquier manera, sin orden ni concierto, cada uno de los personajes o los grupos de personajes que vayan juntos, tendrán una misión individual para cada grupo.

Objetivo: Como he dicho, hay una misión individual para cada personaje que marcaré a continuación. El objetivo de estas misiones es darle un nuevo enfoque a la situación:

Degtyarev, David, Carlos y Kenny han conseguido llegar al primer nivel del metro. Subiendo unas escaleras está la calle principal pero está atestada de zombies y no pueden salir de allí pero están protegidos por una verja contundente. Degtyarev, Carlos y Kenny deben dividirse las acciones, como ellos lo deseen y asegurar con barricadas la estación de metro en la que se encuentran. Se trata de una estación de metro pequeña, con pocos túneles cercanos pero con unas cuantas tiendas que habrán de revisar.
Ryuzaki debe encontrarse con estos supervivientes de alguna manera, evitando que le persiga una marabunta de zombies.
La misión se divide en tres submisiones que serán encomendadas a cada jugador por Pekador, que en esta ocasión será el responsable de su cumplimiento. Por un lado, uno se encargará de revisar la zona y matar a los zombies que haya en tiendas y túneles cercanos (podéis encontraros con algún superviviente también). Por otro lado, otro de vosotros, se encargará de establecer barricadas en los lugares por los que puedan aparecer los zombies y un tercero se encargará de resistir y acabar con todo zombie que se acerque después de establecer las barricadas. En consecuencia, teneis que acabar con todos los zombies que haya por vuestra estación del metro y alrededores cercanos, sin excederse.
A David podéis dejarle con los supervivientes o llevarosle con vosotros, como queráis, dado que no creo que aparezca por aquí más.

Cody tiene una "doble misión" por así decirlo. Por un lado, se exige que cures tu herida en condiciones ( y se tiene que notar que estás herido) y, por otro lado, debes acudir a la azotea del laboratorio en compañía de Martin para reunirte con el grupo de Alicia, Hopkins, etc... Recuerda que estás en la fábrica y no en el edificio de oficinas. Puedes cumplir la misión en dos post o en uno, como te resulte a ti más cómodo.

Fernando y Alicia deben llegar a la azotea y, una vez allí, reunirse con Hopkins. Por el camino, deben encontrarse con Cody y enfrentarse a uno de los zombies originales, Caín o Abel. Se exige un post por usuario y el responsable de esta misión es Toletum. Ala, a estrenarse.

Hopkins debe debe llegar a la azotea con Soraya y Pablo y esperar a que lleguemos todos y, una vez en la azotea se encargará de preparar para el interrogatorio a los científico que lleven Alicia y Fernando para darle tiempo a llegar a Michael. Basta con un post para entender cumplida la misión. Cailan es el responsable.

Marco debe reunirse con Michael y la gente del camión y ayudar a Michael que está herido a entrar en el edificio y llegar a la azotea.

Michael debe llegar a la azotea. Se exige un post y Toletum será el responsable de que Michael llegue, de modo que si Pau no postea, será él quién tendrá que conducirle a la azotea.

Ariel tiene que subir a la azotea y continuar con el interrogatorio después de que Hopkins haya "preparado" a los científicos.

Restricciones: Las restricciones sobre armas siguen siendo las mismas que en el post anterior. Se pueden sustituir las armas de fuego por otras que se encuentren en cadáveres, por ejemplo, pero solo se admite una por jugador.

Castigos: En esta ocasión, han sido Unit, PauTL y Jack los que no han cumplido su misión. Por ello, y como advertí, van a sufrir un castigo que deben cumplir.
En el caso de Cody (responsable de misión), el guardia que le acompaña va a recibir un disparo en la pierna pero Cody no puede abandonarle y no puede con el peso del guardia así que tiene que idear el modo de llevarle hasta la azotea.
En el caso de Jack, va a perder todas sus armas. No podrá conseguir más armas hasta que no llegue a la azotea. Puede coger, un tablón de madera o una tubería, si es necesario pero deberá soltarla inmediatamente.
En el caso de PauTL (responsable de misión) va a recibir un golpe en el brazo y en la cabeza. No va a desmayarse pero tiene que estar medio atontado toda la semana, es decir, hasta el fin de la misión y no puede utilizar su brazo derecho.


Última edición por Kealah el Vie Oct 15, 2010 6:59 pm, editado 2 veces
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Mensaje  THE-VIL-JACK-KRAJER Vie Oct 15, 2010 6:31 pm

Abro los ojos. Siento dolor en todo el cuerpo, especialmente en la cabeza. Trato de levantarme pero no puedo. Estoy acostado sobre un colchón de vidrios, fuertes punzadas atraviesan mi cabeza.
El cansancio y el dolor impiden que pueda pensar, estoy en una condición deplorable. Cierro los ojos y cuento un minuto.

Abro los ojos. El dolor persiste, pero ya no me interesa. Levanto mis brazos y apoyo las palmas de mis manos en el suelo, utilizo mis energías en levantarme, los vidrios lastiman mis manos, siento que sangran. Me incorporo lentamente, mis rodillas también sangran. El dolor de cabeza no cesa, necesito una aspirina.

Me apoyo contra la pared y respiro con fuerza varias veces, quizás me ayude a recuperarme. Detecto olor a humo, algo se está incendiando. Giro la cabeza y descubro la razón; el helicóptero se está derritiendo poco a poco.

Ahora recuerdo todo. Estábamos caminando por la calle cuando uno advirtió la presencia del helicóptero. Este no tenía conductor, o estaba muerto, no lo sé, pero nos amenazaba con estrellarse contra nosotros, por lo que corrimos. Luego ocurrió una explosión, sentí que volaba por los aires. Acabé chocando mi cabeza contra una pared, terminando en el suelo. Después una lluvia de cristales me cubrió, una ventana estalló. Me quedé inconsciente.

Un gemido me saca de mi abstracción. Un grupo de muertos caminan por la calle en busca de una víctima. Mis piernas no pueden más, es mejor ignorarlos. Además no tengo armas con qué enfrentarlos, las perdí.

Cambiando de tema, repasaré lo que necesito:

1- Aspirina. El dolor de cabeza no me deja pensar correctamente, en alguna farmacia habrá.

2- Agua y comida. Necesito saciar las necesidades básicas, hambre no tengo pero la sed es aplacadora.

3- Armas. Estoy desprotegido, necesito algún objeto contundente para defenderme.

4- Un objetivo. No tengo rumbo fijo, un objetivo me ayudará a automotivarme.

5- Descansar. Mis piernas dicen basta, el descanso es prioritario.

Elegidas mis necesidades, procedo a satisfacerlas. Camino sin prisa hacia la esquina, con suerte encontraré alguna casa abierta y con mucha más suerte hallaré algún medicamento para la jaqueca.
La vida me sonríe, giro la esquina y me encuentro con una farmacia abierta. Bah, en verdad la puerta está echada abajo. Con el ritmo de un muerto me dirijo a la tienda, pero mis piernas no dan más. Caigo estrepitosamente al suelo, mis rodillas sangran. No tengo suficientes fuerzas para volver a levantarme, me digno a arrastrarme. Las rodillas se raspan con el asfalto, siento como si me las estuvieran lijando. No importa el dolor, mi meta es la farmacia y allí iré.
Como surgiendo de una tortura, me duermo en la entrada del edficio, ignorando si hay alguien dentro.
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Mensaje  PauTL Sáb Oct 16, 2010 9:58 pm

Michael y Ricardo bajaron de la parte trasera del camión y comenzaron a disparar contra los zombies cercanos, antes de que Michael se diera cuenta, un zombie mordio a Ricardo.
Michael consiguio apartar el zombie de el y llevarlo hasta donde los esperaba Facundo.
-¡Rapido, llevalo adentro!- Le dijo Michael a Facundo, antes de ehechar a correr a la parte trasera del camion, los zombies los rodeaban y eran muchos. Subio al camion y saco el C4 de la mochila, lo distribuyó por el camion, y se dispuso a preparar el temporizador, pero un zombie consiguio subir y se abalanzo sobre el, el temporizador cayo al suelo y se activo.

Michael se zafo del zombie y observo el temporizador, estaba a punto de explotar, salto del camion, y corrio hacia el edificio, los zombies intentaban agarrarle y mas de uno casi le muerde, ya estaba a pocos metros de la entrada, cuando escucho una fuerte explosion.
Al abrir los ojos, lo veia todo borroso, se habia dado un golpe en la cabeza, y parecia que se habia dislocado el hombro derecho.
Se levantó como pudo y empezo a caminar hacia una escalera cercana, no vio a Facundo ni Ricardo, comenzo a subir escalones, apenas veia nada, y se tropezo en varias ocasiones.

Al final acabaron las escaleras, y apenas estaria en el segundo piso, contemplo el pasillo ante el que se encontraba, al final habia varios zombies que se acercaban a el, sacó su pistola y apuntó con la zurda, le temblaba el pulso y todo se veia borroso, empezo a disparar, solo consiguio matar a dos, los tres restantes seguian caminando hacia el y no tenia balas.
Observo una puerta cerca de el, camino hasta ella e intentó abrirla, pero estaba cerrada, comenzo a golpear la puerta con la pistola, y la empistio en varias ocasiones, al final, se abrio. Alli le esperaba otro interminable pasillo, al final habia otra escaleras, se dirigio hacia ellas lo mas rapido que pudo.
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Mensaje  PeKaDoR Miér Oct 20, 2010 5:07 pm

Carlos- Rápido, debemos organizarnos.
Degtyarev- No creo que sean capaces de organizarse las tareas.
Sergio- Vas a ver. Dijo Sergio levantándose de una silla y tirando un cigarrillo que tenía en la boca.
-A ver señores, lo haremos así; Kenny, tu revisarás las tiendas y demás con David y puedes llevarte algún superviviente.
Tu Degtyarev llama a algunos supervivientes y formad una barricada para estar mas protegidos.
Yo, Carlos y algún superviviente vigilaremos para que no entren zombies.
Kenny- Coño si se ha vuelto listo y todo jajajaja.
Carlos- Que cuando Sergio se pone, se pone.

Los demás se fueron dejándonos a Sergio 2 supervivientes y yo vigilando la entrada.
Carlos- Cual es vuestro nombre?
Denis- Yo me llamo Denis y el se llama Balta.
Carlos- Muy bien, yo me llamo Carlos y el Sergio; tenemos que preteger la entrada cueste lo que cueste vale?
Balta- Entendido señora! jiji.
Carlos- Señora? jajaja.
Balta- Ñe.
Sergio- Jajaja estas peor que yo y que este.
Denis- Hostia un negro!!!!! a no que es un zombie.
Carlos- Estos 2 están mal de la cabeza?
Sergio- Vamos anda.

Los 4 nos posicionamos en unos bancos con una buena posición y Sergio disparó contra el primer zombie.
Carlos- No dispares! Atraerás a más!
Denis- Demasiado tarde jefe apache.
Balta- Los tenemos encima señora, de la orden de fuego al sol!
Carlos- ......?? FUEGO al sol o lo que sea.... (que paranoia)

Los 4 empezamos a disparar, pero cada vez venían más y por distintos sitios.
De repente, un zombie que se acercaba desde un pasillo de abalanzó encima de Denis, casi le mordió, pero Sergio fue mas rápido.
Sergio- Necesitamos apoyo!
Carlos- No hay nadie que pueda venir, todo los demás están haciendo la barricada o explorando el metro!

No teníamos mucha munición, así que esperábamos que Degtyarev acabara rápido o ocurriera algún milagro.
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Mensaje  DarkHades Miér Oct 20, 2010 7:07 pm

-Bien,manos a la obra.-Murmuré mientras le guiñaba el ojo a Emmy y me llevaba cinco supervivientes conmigo,no iban armados con lo último en armas pero era lo mejor que teníamos,algún bate de aluminio,pistolas y demás.

Llevabamos varias chapas para fabricar la mejor barricada posible,en total había unos tres túneles que barricar y no teníamos mucho tiempo antes de que llegaran más zombies.Recorrimos varios pasillos,los supervivientes dormian en el piso o en donde podían.
-He Degtyarev despierta.-Murmuró uno de los chicos que me agitaba del hombro-ya hemos llegado.-Decia mientras señalaba la salida al túnel.
-Bien,dos a la derecha y otros dos a la izquierda,yo y Malik los cubrimos.-Ordenaba mientras le dedicaba una mirada a Malik y empuñaba el M16.

El ruido de los martillos,sopletes y choque de placas de metal sonaba como una llamada a los zombies para que vinieran al festín.El primer zombie en aparecer surgió cuando los dos chicos de la derecha del túnel terminaron de colocar las chapas por completo,Malik fué el primero en reaccionar y gastó cuatro balas de su revolver en el zombie hasta que por fin le dió en la cabeza con su quinto disparo.
-En la cabeza.-Murmuró uno de los chicos de la parte derecha de la barricada.
-Si,gracias por el consejo.-Suspiró Malik.
-¡Ya hemos terminado la parte izquierda!-Gritaron al unisono los otros dos mecanicos.
-Bien,sigamos con los otros tres.-Ordenaba Degtyarev mientras que de la puerta del pasillo salia Oleg con varios hombres armados dispuestos a proteger el túnel con la nueva barricada.

En el segundo túnel los supervivientes repitieron la operación,barricaron lo más rapido posible mientras eran escoltados por Degtyarev y Malik,si aparecian zombies en las inmediaciones atraídos por ruidos eran eliminados rapidamente.
Hasta que por fin llegaron al tercer y último túnel.
-Bien ánimo que esta es la última chicos.-Animó Degtyarev.

El sonido de las máquinas empezaron otra vez,los minutos pasaban y los mecanicos finalmente habían terminado su labor,el festejo duró muy poco,de ambos lados del túnel alaridos infernales se aproximaban a su posición.
-¡Ustedes cuatro entren adentro rapido!-Gritó Malik mientras disparaba diestro y siniestro por un lado de la barricada a los zombies.

Los cuatro mecanicos no dudaron ni un segundo y se lanzaron de cabeza al pasillo cerrando tras de si la puerta de hierro.
-Al menos han tenido la amabilidad de cerrar la puerta.-Murmuró Degtyarev que abria la puerta de chapas de la barricada izquierda y disparaba con su M16 hacia los zombies que se aproximaban,se empujaban y gemían para ganar un trozo de carne fresca.

Al parecer Malik llevaba bien la situación,pero si los zombies no dejaban de venir ambos se verían comprometidos.
-¡Degtyarev ayuda!-Gritaba Malik mientras era derrumbado por un zombie.
-¡Ya voy!-Decia Degtyarev que cerraba con dificultad la puerta de la barricada.

Se dirigió corriendo hacia Malik y pegó una fuerte patada en las costillas al zombie,Malik hiso el resto volandole los sesos.
-No tengo mas munición.-Murmuró Degtyarev.
-¡Yo tampoco!
-¡Entra rapido y llama a Oleg,¡necesitamos ayuda!
-Resiste ya vuelvo.-Lo tranquilizó Malik mientras entraba por el pasillo y cerraba la puerta una vez más.

Degtyarev estaba acorralado por los zombies de la parte derecha del túnel,al parecer la barricada izquierda era demasiado para ellos.
Se zafaba de sus mordiscos y agarradas como podía,no paraba de golpearles en la cabeza con la culata de su M16,patadas y golpes limpios,hasta que por fin lo derribaron.
Tres de ellos se abalanzaron sobre él y lograron hacerle caer contra las frías vías,Degtyarev ya se estaba despidiendo del mundo cuando varios disparos ensordecedores lo llenaron de esperanza.
Oleg salia del pasillo empuñando una escopeta junto con varios supervivientes armados con armas blancas.A golpes y disparos lograron matar a los zombies que tenian arrinconado a Degtyarev y tambien a los demás que estaban a punto de entrar a través de la barricada abierta.
-¡Entra Degtyarev!¡Yo y mis chicos podemos con esto!-Ordenaba Oleg.

Degtyarev no lo dudó y entró con su M16 aún en sus brazos cerrando la puerta tras de si,una vez dentro se acostó contra la puerta escuchando los disparos y murmuró...
-Misión cumplida.
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Mensaje  Toletum Jue Oct 21, 2010 3:17 pm

Alicia y Arturo caminaban por un pasillo largo y sinuoso, apuntando a los dos cientificos que encabezaban la marcha. Detrás de ellos, Fernando cuidaba la retaguardia. Era cierto lo que Rodrigo dijo, el camino estaba despejado, nada hacia pensar que alli se habia desatado todo aquello de no ser por las manchas de sangre y cuerpos que pasaban por encima. Tras un de sublebarse por parte de uno de los cientificos y solucionado con un culatazo, los cientificos continuaban su camino con las manos arriba y a una distacia de 2metros.

La salida a la azotea estaba cerca, la marcaban como una salida de emergencia y estaba a escasos 2 pisos. Una puerta del pasillo se abrió del golpe, un grupo de 5 zombies caminaban ansiasos hacia los supervivientes. Arturo disparo contra la tromba, al igual que Alicia, momento que aprovecharon los cientificos para correr. Un par más de zombies salieron de imrpovisto, uno de ellos agarro a uno de los cientificos que intentaba zafarse de sus dentelladas. Gritaba el nombre del atacante, o eso les pareció a los alli presente.

-¡Abel, te ordeno que no lo hagas!. - gritó uno de los cientificos.

El otro cientifico corrió haciendo caso omiso, Fernando desde atrás observaba la escena dantesca del cientifico. Finalmente Arturo fue la mano de Dios y disparó contra ambos. El cientifico giró la esquina y corrió despavorida, para salvar su vida. Alicia, arturo y fernando corrieron tras él.

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La proxima participación me la currare más Kealah.
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Mensaje  Neno Jue Oct 21, 2010 4:46 pm

Por lo visto, saquear tiendas era una habilidad mas de Kenny..

La misión que le encomendó Sergio era algo fácil, ya que Kenny se movía en ese tema con mas soltura. David iría con él, mas dos o tres sobrevivientes del montón que salvaron. Las tiendas eran el objetivo, saquear todo lo que podían, meterlos en sus mochillas y cargarse a los pútridos que hay. En el momento, Kenny pensó que sería pan comido todo si va bien las cosas.

* -Vamós entonces. David, elige a dos o a tres de los demás, y llevatelas conmigo. -Mandó Kenny directamente a David.
* -A alguién en concreto? Porque son demasiados, míralos primero, después me dices.
* -Me da igual quién sea.. Bueno, elige los que estan mas fuertes, para utilizarlos como mulas. -Esbozó una sonrisa de mala gana al soltar la frase.

David escogió a dos de su mismo grupo, uno medio gordo y rechoncho y otro musculado que parecía sacado de un programa de lucha libre. Se pusieron en camino, Kenny despidiendose de los demás con un ligero movimiento de la cabeza. David, que llevaba un tubo de metal, iba detrás de Kenny, y éste estaba por delante de todos, empuñando su bate metálico y con la P99 en su funda. Los otros dos al parecer, tenían palos de madera como arma, por si les atacaban.

No caminaron mucho para llegar a la zona donde tienen que saquear y limpiar. David estaba algo nervioso, iguál que los otros dos que estaban detrás de ellos.

* -Me comeran vivo aquí mismo. -Soltó el gordo rechoncho.
* -Callate. David, llevate al cuerpo musculoso que el gordo rechoncho se viene conmigo. Acabo de contar las tiendas y hay unos cuatro en total (De souvenirs, bolsos, deportes y alimentos). Empezaré con el primero y vosotros con el que esta delante de la tienda. Si ocurre algo, iremos, y viceversa, entendido?. -habló Kenny seguido, casi sin respirar pero con tranquilidad.
* -Entendido. -Soltaron los tres casi a la vez.

Kenny se dirijió a la primera tienda acompañado del gordo rechoncho, iguál David con el cuerpo musculado, fueron a la segunda. La primera tienda al parecer era una tienda de souvenirs, mientras la segunda era una tienda de bolsos de viaje.

[Kenny y el gordo rechoncho]

Entraron en la tienda, abiendo de par en par la puerta. Kenny caminó silenciosamente mientras el gordo rechoncho, por su gran tamaño y peso, cada paso que daba hacía un ruido que le ponía de los nervios a Kenny.
* -Puedes caminar mas despacio, por favor? Y agarra ese palo de madera.
* -Ya camino despacio, y ya lo estoy agarrando.
* -Pues bueno, empieza a inspeccionar lo que se puede cojer y vamos a la tercera tienda.
* -Ahora ahora.. mandón.. -Dijo casi susurrando.

Los dos estuvieron inspeccionando la tienda, y no había casi nada. Gorras y bolsos sin marca, menos unos caramelos que tenían una pinta buenísima, y el gordo rechoncho se guardó en los bolsillos unos 3 paquetes.

* -Quieres unos?. -Preguntó el gordo rechoncho.
* -Valgame señor.. Bueno, si tienen una pinta buenísima. Anda trae. -Seguidamente Kenny cojió un par metiendolas todas de golpe.
En el mismo momento, vió que David y el cuerpo musculado ya iban hacia la otra tienda.
* -Mejor que sigamos, que David y el otro ya terminaron de inspeccionar la segunda tienda.

Se dirijieron a la tercera tienda, que fué un gozo para los ojos de Kenny, y una trauma para el gordo rechoncho.
* -No, esta tienda no.. -Dijo lloriqueando.
* -Ejercicio, eso es lo que deberías hacer pedazo de fanegaz.
* -Pero si lo intento pero siempre me entra hambre.
* -Anda calla y sigamos.

Lo primero que miró Kenny fué la zona de los bates de baseball. Miró la suya y pensó que ya lo tenía myu desgastado, con abolladuras fuertes y comidas.
Él estuvo mirando los bates que había, y escojió uno nuevo. Otro bate metálico de color azul chillón.
* -Eh, deberías cojer uno para ti, que con ese palo de madera no los alejarás ni rezando.
* - Eligeme tu una, y ya veré a ver si lo utilizo, porque tengo muchas ganas de encontrarme con un zombie. -Soltó tal sarcasmo que Kenny se limitó a reirse.

Cojió uno mas ligero de color verde, y se lo tiró al gordo rechoncho, dandole en la frente sin querer.
* -Podrías tener mas cuidado cojones.
* -Pués tu podrías estar mas atento. Anda vayamos a mirar lo que están.. -Fué interrumpido lo que decía Kenny cuando de repente se escucha a David y al cuerpo musculado gritando.
* -Kenny, venid, aquí hay 4 o 5 joder!!!!.

Kenny empuñó el nuevo bate, iguál el gordaco, que fué detrás de él. Entraron en la tienda y vieron a David y al cuerpo musculado dandoles a los pútridos torpemente, en el cuerpo con el fín de alejarles.
Se lo pensó dos veces, diciendose a sí mismo que, utilizar el nuevo bate ahora mismo no tendría gracia. Entonces sacó su P99 y empezño a disparar a los 4, uno dandole entre ceja y ceja, el segundo dandole en la cabeza de lado, el tercero que le dió en un ojo, salpicando la sangre a David y el último dandole en la parte de la nariz derribandolo.
Se acercó Kenny al pútrido y lo remató disparandolo en la frente. Miró seguidamente a David, que estaba detrás de él junto al cuerpo musculado.

* -Espero que hayáis sacado algo bueno de esta tienda de alimentos para que yo gastara tantas balas. -Bromeó.
* -Algo hemos sacado, miralo tu mismo. -El gordo y Kenny se acercaron en la mochilla que llevaba el cuerpo musculado en la espalda, que abrió David para que vieran todo lo que llevaban. Kenny vió que había suficiente comida y afirmó con la cabeza.
* Bien, creo que ya hemos terminado aquí, ahora solo tenemos que volver con los demás.

Salieron de la tienda algo fatigados y con el susto aún en el cuerpo. Eso sí, con la mochilla llena, y con unos caramelos que el gordo rechoncho fué repartiendolo entre los cuatro. David intentaba limpiarse la sangre que le manchó la cara mientras Kenny le sacaba mucho mas brillo al bate metálico, utilizando parte de su camiseta como trapo.

Caminaron tranquílamente en los pasillos de vuelta al grupo de sobrevivientes, con el ambiente tan tranquílo que se podía escuchar las conversaciones de los grupos de sobrevivientes en la otra punta de la zona..
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Cuando los zombies nos alcancen - Página 8 Empty Re: Cuando los zombies nos alcancen

Mensaje  Kealah Vie Oct 22, 2010 5:50 pm

Alicia, Fernando y Arturo corrían despavoridos detrás del científico que quedaba vivo intentando escapar de los zombies con los que no había acabado Rodrigo. Habían salido de detrás de una puerta, sin que nadie pudiera escuchar nada, habían cogido a un científico y habían acabado con él.
Sin embargo, claramente, el científico ordenó a Abel que no lo hiciese, que no le atacase y Abel no obedeció. Estrujó el cuello de Wilson entre sus manos y lo tiró al suelo después de que Arturo les disparase. No hizo nada a Abel.
Según corría, Alicia no pudo evitar acordarse de Adán. Aquel zombie creado en la primera infección y que era capaz de atraer a toda una horda de zombies más que con el poder de su mente. Si este también era el caso, ellos estaban en la boca del lobo y su tiempo estaba llegando a su fin.

- Mierda, esta puerta ya no se abre- Dijo Arturo girando el picaporte.

- Piensa en algo rápido porque los tenemos encima- Dijo Alicia con su arma en alto preparada para disparar. - E sigual que Adán, joder, es cómo Adán.

- ¿Y puede....? - Preguntó Arturo con la mirada aterrorizada.

- Eso creo, tú viste lo que hizo aquel científico. Puede controlarlos. Date prisa joder que los tenemos aquí.

- Tú, cabrón- Gritó Fernando al científico- ¿Cómo salimos de aquí?

- No lo sé, joder, no lo sé. Ese zombie es una creación que se ha descontrolado - Dijo el científico aterrado.

- ¿Cómo? - Gritó Alicia mientras veía como el primer zombie daba la vuelta a la esquina- Daos prisa. Pensad algo ya y si hace falta, dispara, Arturo, dispara.

Los primeros zombies aparecieron frente a Alicia. Era un grupo de al menos diez y en último lugar se encontraba Abel. Si Alicia estaba en lo cierto, no tardarían en ser veinte y poco tiempo después serían treinta y entonces ya no tendrían nada que hacer. Alicia y Fernando comenzaron a disparar sus armas.
Los cuerpos de cincon zombies cayeron a sus pies pero los nervios y la falta de puntería de ambos permitía que los que quedaban en pie, incluído Abel continuaran dirigiéndose hacia ellos. Arturo intentaba abrir la puerta por métodos tradicionales pero los demás estaban demasiado cerca.

Sólo quedaban Abel y otro zombie en pie, a este último Fernando lo abatió sin mayores problemas. Sin embargo, Abel se acercó demasiado a él y le agarró por el cuello, como antes hiciera con Wilson. Parecía ser su "modus operandi", agarrar por el cuello, acercar a su boca y morder. Alicia no podía hacer blanco en Abel sin dañar a Fernando y este se defendía como podía del "abrazo" de aquel extraño zombie. Alicia disparó en una de sus piernas pero no pareció afectarle demasiado y siguió sin soltarle pese a las continuas patadas del joven. Ella intentó situarse detrás de él para volarle la cabeza pero el brazo de aquel zombie la golpeó fuertemente en la tráquea y perdió la respiración por unos segundos.
Aquel boxeador, que había ganado tantos combates estaba a punto de morir asfixiado por culpa de un estúpido zombie y los demás no podían hacer nada por evitarlo. La boca de Abel se acercaba peligrosamente al cuello de Fernando:

- Joder, haced algo, este hijo de puta no me suelta- Gritaba Fernando.

- Estoy disparándole pero no se cae- Gritaba ALicia desesperada.

- Detente, Abel, te lo ordeno- Dijo aquel científico- Yo te he creado y te ordeno que te detengas- Abel dejó de mover su brazo y Fernando quedó a escasos centímetros de la boca del zombie. - Déjale en el suelo ahora mismo- Abel no se movió.- Te lo ordeno- Abel rugió, gritó y aquel sonido se metió en los oídos de todos. No solo no le hacía caso ya que a Fernando no solo no le soltaba sino que estaba llamando a más zombies. - Yo soy tu creador y te ordeno que sueltes a ese joven.- Abel miraba fijamente a su creador pero no hacía nada más.

Estaba concentrado mirando a su creador así que Alicia cogió la pistola de Fernando que se le había resbalado cuando Abel le agarró y le disparó en el tobillo a una distancia prudencial. Reventó el tobillo y esquirlas de hueso estuvieron a punto de clavarse en los cuatro pero tuvieron suerte. Abel cayó de rodillas, no sentía dolor pero su tobillo ya no existía así que no podía moverse.
En el momento en el que Fernando tuvo pie, le golpeó varias veces en su brazo hasta que se le rompió. Alicia, por su parte, disparó directamente en la cabeza de Abel y cayó muerto encima de Fernando.

- Hijo de puta- Gritó Fernando golpeando la cara del científico- ¿Qué es lo que han hecho?

- Déjale Fernando, ya tendrá tiempo de explicarselo a Michael y a los demás allí arriba. - Dijo Arturo- Alicia, ¿estás bien? Vamos por ahí que la puerta está abierta.

- Creo que vamos a dar algo más de vuelta por aquí pero tenemos que llegar a la azotea. Hopkins y Michael han de estar esperándonos allí.

- Tú, cabrón- Dijo Fernando una vez que se pusieron en camino- Más te vale no hacer ninguna estupidez om yo mismo te pegaré un tiro en la pierna aunque tenga que llevarte a cuestas hasta la azotea.

Al ir por aquel pasillo, localizaron a Cody que estaba arrastrando el cuerpo de un gran hombre y estaba llorando.

- Pequeño- Gritó Alicia- ¿Estás bien?

- No, no estoy bien, han querido usarme como conejillo de Indias. Estoy enfadado, me duele todo y he tenido que matar a Sam. No me han mordido pero estoy enfadado así que este capullo me las va a pagar- Dijo dándole una patada al científico- Este es Martin, no podía dejarle aquí y quería llegar arriba. Me alegro de haberos encontrado.

- Has tenido suerte de que nos persiguieran unos zombies, no íbamos a utilizar este camino pero venga. Te echaremos una mano para subirle.

Unas escaleras más arriba estaba la azotea donde Hopkins y Michael aún no habían conseguido llegar. Aseguraron la entrada y se sentaron a esperar.
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Mensaje  Quimera Sáb Oct 23, 2010 7:07 am

Marco se habría paso entre zombies y autos para llegar al camión. El camino que había echo este entre los muertos se cerraba cada vez mas. Salto sobre un auto y vio que una de las personas estaba arrojando paquetes alrededor del vehículo. Reconoció los paquetes.
Se lanzo detrás del coche antes del que los explosivos detonaran el camión. La expolición lo destrozo junto a todos los zombies entre Marco y el edificio, así que corrió hacia allí. Junto a la entrada, aturdidos todavía por el estallido, estaba dos de los hombres del camión.
-¡Rápido, entren que se están acercando!- les grito. Un lo miro sorprendido.
-¿Quién sos?
-Marco, encantado de conocerlo. Ahora, ¡¿podes moverte?!
El hombre ayudo a su compañero, que parecida herido, y entraron al edificio. Como la explosión había dañado las puertas corrieron a las escaleras. Antes de subir, tomo una de las molotovs, la encendió y la arrojo hacia la entrada, cubriéndola de fuego. “Eso nos dará algo de tiempo”. Luego siguió al resto.
Uno estaba de pie con su arma, vigilando ambos lados del pasillo donde se encontraban. El otro estaba tirado en el suelo contra la pared. Los dos estaban pálidos y no tardo en saber porque. El hombre en el suelo tenía una inconfundible mordida en su brazo.
-Por Dios…
El miro a su compañero.
-Bueno, Facundo… creo que ya sabes que hacer- dijo
-Pero Ricardo…- el tal Facundo comenzó a decir, pero este lo miro. Todos sabíamos que no había otra salida.
Ricardo se dio vuelta y se puso de rodillas. Facundo puso su arma contra su nuca.
-Gracias.- dijo sin darse la vuelta.
El disparo resonó por el pasillo y el cuerpo de Ricardo cayo como un muñeco. Facundo se saco el abrigo y con el lo tapo. El y marco se quedaron en silencio unos segundos. Marco quiso decir algo, pero no supo que.
-Bueno, mejor que nos movamos. Todo este ruido seguro va a atraer guardias- dijo Facundo poniéndose en marcha.
- Si, es… ¿Qué? ¿Guardias?- Marco estaba sorprendido. ¿Porque evitar a los guardias estando rodeados de esas cosas?
Antes de que le pudiera responder, vieron a otro hombre en el pasillo. Parecía herido y su brezo colgaba inerte.
-¡Michael!- exclamo su compañero.
-¿Facundo? Gracias a Dios- miro a Marco con desconfianza- ¿Quien es el?
- Es Marco, nos ayudo a entrar
- ¿Y Ricardo?
-Lo mordieron. Yo…yo ya me encargue- hubo otro silencio incomodo.
De repente, Michael apunto a Marco con su pistola.
-Vos ¿sos de ellos?
- ¿De quien?
-Por favor, Michael, es demasiado joven…- quiso decir Facundo, pero Michael lo cayo.
-¡Decime, ¿sos de ellos o no?!
-¡No se de que mierda me estas hablando, ¿Entendes?!- exploto Marco- ¡vine hasta aca mientras se me vienen todos esos bichaos encima, intento ayudarlos, me vuelan el camión enfrente y ahora me esto!- Intento calmarse, después de todo nunca es bueno gritarle a alguien que te apunta en la cara.
Michael bajo el arma, pero no parecía confiar todavía en el.
-Ahora, ¿donde estamos y quienes son “ellos”?- Pregunto Marco, aprovechando el momento de paz.
-Ellos son los que crearon el virus, los que empezaron todo esto- le respondió Facundo con amargura.
-Y este es su centro de operaciones. Nosotros y otros grupos de sobrevivientes estamos por tomar este lugar- Continuo Michael.
-Es una broma ¿no?- A Marco le pareció escuchar una voz a lo lejos. Parecía su sentido común gritando “Te lo dije”.
Antes de que pudiera asimilar el desastre en el que había caído, dos guardia los encontraron. Facundo y Marco los redujeron antes de que estos pudieran reaccionar. Luego, con la ayuda de Facundo, ayudaron a Michael a levantarse (al parecer estaba en peor de lo que parecía) y fueron hacia las escaleras.
-Bueno ¿hacia donde ahora?
-Tenemos que reunirnos con el resto en el techo- contesto Facundo
-Porque las cosas solo pueden ponerse mejor ¿no?- respondió el (forzado) nuevo combatiente.
----------------------------------
POR FIN puedo postear, lo que me costo escribir esto en mis pocos ratos libres
espero que les guste (o sino....muhahaha...)
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Mensaje  .:Rodriux:. Dom Oct 24, 2010 8:46 am

Todo se encontraba oscuro, nada era divisible ni con la mayor concentración y lo único que era audible era la respiración misma de Gerard lo que causaba que su cuerpo comenzara a retorcerse por un inconfundible dolor nacido de las entrañas del miedo y cual hacía sucumbir hasta a el hombre más fuerte de la Tierra. Todo parecía estar llegando a su fin cuando de repente apareció una tenue luz entre medio de ese océano de oscuridad, parecía como si fuese la luz de una lámpara a gas que estaba muriendo, pero era tanta la oscuridad que hasta el rayo de luz más mínimo era tan fuerte como un foco de alta intensidad.
Pero eso no era lo importante, ese foco de luz que segundos antes había producido un falso sentimiento de tranquilidad se comenzaba a alejar de a poco, lentamente y casi imposible de notar ante el "ojo" humano, pero perceptible con el paso de los minutos. Parecía que el final para Gerard estaba llegando siendo imposible de detener, una triste tremenda inundaba en esos momentos a el joven que sin poder evitar derramó unas lagrimas casi imperceptibles, pero de repente la luz se comenzó a aproximar hacia esos "ojos" o mejor dicho, hacia esa imagen irreconocible que tanto temor fundía. Una voz muy familiar se escuchaba proveniente de donde nadie sabe, hasta que una bofetada bien colocada por lo que se caracterizaría por una mano femenina logró despertar a Gerard de ese estado de trance momentánea.
Se incorporó rápidamente mirando hacia todos lados, sin poder entender lo que estaba sucediendo y con la memoria bastante dañada por algo que no lograba recordar, aunque estaba agradecido de encontrarse entre cuatro paredes y en un lugar acogedor con sus colegas, hasta minutos antes tenía la vasta esperanza de que todo aquello hubiese sido una simple pesadilla, algo que quedaría como anécdota de risas entre amigos, algo muy alejado a la realidad.

- Maldición, ¿qué demonios ha pasado? - Preguntó respirando agitado aún, mientras incorporaba la espalda contra una pared para estar más cómodo, o intentarlo.
Su mejor amigo, quién estaba apodado como Spike se sentó en frente suyo y a un lado aquella chica de sus sueños y su única amiga femenina con quien tanto compartía, la cual llevaba por nombre o mejor dicho, por sobrenombre "Jul" ya que su verdadero nombre era un trabalenguas imposible de pronunciar.
- El plan era bueno, realmente habías tenido la idea de oro pero bueno, uno nunca sabe lo que sucederá... - Spike fui interrumpido.
- Det var en dum idé (fue una idea estúpida) - Reprochó Jul, proporcionando un golpe bien colocado en el hombro de Spike.

Este se sobó el hombro tras el golpe, reprochando con la mirada a la chica por el golpe innecesario para luego voltear la vista y fijarla en su jefe, sonriendo un poco para mostrarle que ya todo estaba bien.
- Cuando conducías nos encontramos con algo que no pudiste evitar, fue un buen golpe el que nos llevamos y tu saliste enviado por el para brizas, impactando contra una especie de tienda de cuero o algo así, quizás de esos gitanos vagabundos que abundaban y eran como plagas - Dijo Spike, en su tono racista y haciendo una sueña de suicidio con un arma al mencionar a esa clase de personas.
- ... Luego de eso y de que nosotros nos recompusiéramos y estuviéramos de pie acudimos a tu ayuda, estabas desmayado por el buen golpe pero afortunadamente no había sangre y por lo que notamos al traerte hasta aquí, ni un hueso quebrado - Dijo Jul con la voz inocente que solía utilizar para conseguir lo que quería cuando ella lo quería.

- Exacto, eres un tío duro y eso ya lo sabía yo - Dijo Spike, golpeando la pierna de Gerard de forma amistosa en muestra de alegría.
Gerard se puso de pie sin decir palabra alguna, no reconocía el lugar en nada y estaba claro el por que, ya que era la primera vez que estaba en esa ciudad y aunque antes hubiera estado ya, sería imposible de reconocer esa especie de casa, edificio o lo que sea que fuera donde estuvieran.
En esa habitación solo habían dos ventanas no muy grandes, y ambas estaban tapadas por madera que cubrían gran parte de las mismas para que nada se viera desde el exterior, aparte de eso había una especie de sofá bastante destrozado pero que aún era cómodo por lo que se podía ver, una pequeña mesa con dos sillas y una tenue vela que alumbraba toda la habitación dando un aire sombrío y de misterio.

- Maldición, tenía la esperanza de que todo esto fuera un sueño ... pero joder, hay zombies allí afuera? - Preguntó Gerard, intentando colar la mirada con un ojo hacia afuera, aunque solo se viera a la distancia de unos treinta o cuarenta metros una calle bastante sucia, con un par de automóviles estacionados y uno de ellos estrellados contra otra tienda.
Aparte de eso todo parecería un simple accidente a no ser por esos insaciables e incansables podridos que no paraban de arrastrarse desde el fondo de las alcantarillas como viles ratas, intentando arrancar la carne de el cuerpo a todo humano que por la Tierra anduviese, porque ya estaba claro que la Tierra ya no era de los humanos, los nuevos amos eran los zombies y todo aquel ser humano que quería sobrevivir debía de aprender a fugarse de sus amos para continuar con vida.
Spike se puso de pie y comenzó a caminar de manera silenciosa por toda la sala, como pensando en algo.

- Pues si, zombies, podridos, infectados, sean lo que sean parecen salidos de una puta película de terror ... de esas que nos encantaba ver y que ahora todo se volvió realidad, la sociedad se fue a la mierda y con ella los que vivíamos bajo su manto de seguridad ... - Suspiró Spike, deteniendo la marcha frente a la otra ventana para mirar sin ser visto hacia afuera. - ... toda esa mierda con la que bromeábamos de lo que haríamos si se hiciera realidad, sobre tantos plantes para sobrevivir y sobre lo que haríamos en el futuro, todos esos juegos ... - Pareció quedarse sin argumento ya que de forma repentina dejó de hablar y simplemente procedió a sentarse en una de las sillas.
Jul en cambio continuaba sentada en el suelo, ahora contra la pared y dedicándose a escuchar los comentarios de los demás mientras recordaba a su familia que quién sabe como estarían, pasando por alto la posibilidad de que estuvieran muertos todos ya, aunque quizás la cosa no había sido tan grande y estaban bien, pero eso solo eran posibilidades sueltas de una deducción posiblemente errónea.

- De toda esta mierda sale algo bueno ... - Comentó Gerard, pausando para ver los movimientos de afuera - ... No tendremos que ir a estudiar nunca más, toda esa mierda que la sociedad nos hacía hacer ya se terminó, ahora no sobrevive el que es más culto o el que sabe más, si no que sobrevive el apto para correr rápido y disparar bien - Terminó por decir, volteando y procediendo a sentarse en una parte del sofá semi destruido - Por cierto, ¿dónde estamos? - Preguntó luego, recostando la espalda contra el respaldo del mismo y así buscar la comodidad deseada.
- En una estación policial posiblemente utilizada para almacén ya que no hay oficinas, ademas de estar todo cerrado y tapado como para que nadie entre. Claro que solo las entradas de la planta baja y las más accesibles y sin contar una gigantesca puerta de metal sólido que debían de utilizar los camiones policiales para entrar mercadería y retirarla luego - Informó técnicamente Jul, aún en su tono característico de inocencia.

- O sea que estamos seguros, ¿no? - Preguntó luego Gerard sin dar descanso a la charla.
Spike asintió simplemente como respuesta, horas antes había estado registrando el lugar y había cuidado de que nada ni nadie hubiera allí dentro.
Gerard sonrió de forma satisfactoria por la respuesta y un poco más animado se puso de pie a curiosear la sala sin salir por la puerta que permanecía cerrada para mantener el calor en la sala. De repente un sonido bastante familiar rompió el silencio de la habitación, haciendo que la mirada de Jul y Spike se posaran en Gerard, a quien le había sonado el estomago, quizás por hambre, quizás por dolor o quien sabe por qué.

- Será mejor que vaya a por algo de comer, he visto una gran reserva de cosas enlatadas en una de las salas ... a decir verdad hay de todo, hasta armas creo pero mejor esperaremos hasta que amanezca para curiosear todo lo demás que hay aquí dentro - Informó Spike, quien se puso de pie de su punto de descanso y camino lentamente hasta la puerta, encendiendo una antigua linterna que había encontrando allí horas antes, volteó un poco hacia Gerard y Jul y de forma traviesa sonrío - Vuelvo en media hora, así que no se pasen - Río de forma un tanto macabra y volteando nuevamente, desapareció tras atravesar y cerrar la puerta a sus espaldas, notando el rayo de luz por debajo de la puerta alejarse cada vez más hasta desaparecer completamente.
Gerard se quedó pensando en lo que había dicho su amigo segundos antes, volteo la mirada hacia Jul para preguntarle sobre ese tema aunque no fue necesario, ya que esta se encontraba con las mejillas coloradas y por lo visto ya todo se sabía, por años Jul y Gerard habían ocultado su relación con el resto de las personas por temas personales, ya que no querían perder a sus amigos por un mal entendido o algo similar, pero parecía que ya todo se sabía, o al menos por su mejor amigo.

Caminando a paso lento, Gerard se sentó a un lado de Jul acercando su cuerpo al de ella de a poco hasta quedar bastante apegado el uno del otro, mientras le pasaba un brazo por los hombros de ella para abrazarla de esa manera e inclinando la cabeza hacia el costado acercó sus labios a los de ella fundiéndose en ese momento en un eterno y agradable beso, un beso que hacía olvidar todo mal y toda situación apocalíptica de la que ahora estaban viviendo. Apegados transcurrieron un par de minutos, hasta que por el simple de echo de tener que respirar hiciera que se apartasen de a poco, como saboreando esa esencia de amor que se desprendía de sus labios e inundaba la sala de sentimientos.
- Te amo ... - Susurró Jul lo suficientemente alto para que sea posible ser escuchada, Gerard sonrío y levantando a ella con sus brazos la sentó entre sus piernas, aún sobre el suelo para poder abrazarla por la espalda en tanto que colocaba su cabeza en un hombro de ella y así quedarse, completamente en silencio disfrutando de la presencia uno del otro.
Gerard cerró los ojos, había dormido bastante si pero aún sentía su cuerpo como plomo y un cansancio insoportable que lo obligó a quedarse dormido en esa posición sin darse cuenta alguna. En ese transcurso del tiempo en el que permaneció dormido, al menos por dos horas, no soñó con nada, solamente oscuridad. Hasta que finalmente despertó tras escuchar voces familiares hablar sobre algo que no se entendía demasiado bien, nuevamente se puso de pie a velocidad lenta, apoyando su espalda contra la pared ya que el sueño seguía presente y no podía estar de pie con toda la confianza, miro a sus amigos sentados en las sillas a un lado de la mesa mientras comían algo desconocido de unas grandes latas que tenían cosas escritas en Ruso o Japones, camino hasta ellos y se rascó un ojo para lograr abrirlo por completo.
La noche seguía presente, o bueno, mejor dicho la madrugada nocturna ya que aún no salía el sol y la vela seguía encendida, se sentó en el sofá y tomó una de las latas sin decir nada para comenzar a comer de eso, era un sabor nuevo pero se podía decir que rico, quizás por el hambre pero era algo apetecible y se podía comer.
- Entonces hermano, ¿qué diablos haremos ahora? - Preguntó Spike, dejando la lata de la que estaba comiendo sobre la mesa y limpiando sus manos con un trozo de tela que había por allí y así luego dirigir la mirada hacia Gerard.
Jul hizo lo mismo pero más lento, y se puso de pie caminando hasta sentarse a un lado de Gerard y abrazarlo por un brazo, acurrucándose de esa forma mientras esperaba una respuesta e intentaba abatir el frío.

Gerard aprovechó la ocasión para escaparse de las manos de Jul y pasar ese brazo por su espalda y sus caderas, y de esa forma darle más calor para que estuviera cómoda, mientras volvía a posar la vista en su amigo, pensando en un plan bueno para sobrevivir, o al menos para escapar de ese infierno.
- Sobrevivir hermano mío, sobrevivir e intentar escapar de el infierno, siempre juntos claro está - Informó Gerard, haciendo una mueca de preocupación y comenzando el proceso de frotar sus piernas para poder combatir el frío.
Cuando Spike estaba a punto de hablar un sonido interrumpió ese comienzo de conversación, enseguida notaron que era un zombie y provenía de el otro lado de una de las ventanas, seguro que estaba por la zona y había logrado escuchar las voces provenientes de allí dentro, era preocupante porque aunque estuvieran tapas con tablas, si ese zombie localizaba a más de ellos lograrían romper todo lo que se propusiesen, ambos chicos se miraron entre si sabiendo que estaba a punto de suceder.

- Bien hermano, va siendo hora de que nos movilicemos - Dijo Gerard más como orden que como otra cosa, Spike asintió y se puso de pie, mientras que Jul lo hacía y Gerard también.
Sin decir palabra alguna más, Jul apagó la vela y Spike encendió la linterna, así comenzaron a salir los tres juntos hacia fuera de esa habitación, en dirección al resto del complejo carcelario. Spike caminaba en la delantera del grupo, alumbrando el camino, en medio iba Jul para ser protegida y a al final del grupo iba caminando Gerard, quién cuidaba las espaldas de sus amigos a toda costa. Atravesaron caminando a velocidad rápida una especie de taller, ya que allí dentro habían dos grandes camiones militares, a ambos le faltaban partes y neumáticos y por eso la deducción de lo que era, nada a la vista había que pudiera ser utilizado como arma así que decidieron continuar el paso.
Tras atravesar ese lugar, un largo y fino pasillo lleno de celdas a ambos lados impregnaba ese paisaje lúgubre que daba ganas de salir corriendo, abandonar todo y a todos e intentar escapar, pero estaba claro que ninguno de ellos haría eso, jamás desertarían a sus amigos. Al atravesar ese pasillo con un par de golpes por tropezones llegaron hasta donde sería el arsenal, lamentablemente era improvisado al parecer ya que estaba en una celda, pero con trabajo se lograría alcanzar alguna que otra arma así que pusieron mano a la obra para alcanzar algo.

- Lindo arsenal hay aquí - Dijo Jul, ya que era la amante de las armas y siempre se emocionaba al ver tantas, aunque sabía que las mejores serían imposible de alcanzar y eso le daba algo de pena, dejar tales armas pudriéndose ante el inminente tiempo.
- Jeje, cojamos lo que podamos y larguémonos a la azotea - Ordenó Gerard, tomando una tabla con una especie de clavos para comenzar a intentar enganchar un par de armas, mientras Spike rodeaba una parte de la celda para intentar coger otras cosas que habían de utilidad.
Finalmente logró tirar una mesa con esa tabla rompiendo una de las patas soporte haciendo que un par de armas bastante desconocidas cayeran y se deslizaran hasta donde él estaba, enseguida arrojo la tabla de madera y tomo ambas armas que eran bastante pequeñas, dándose cuenta al instante que eran dos 9mm automáticas, las cuales revisó que tuvieran el cargador completo, a su vez que estirando un brazo por entre las rejas de la celda tomó un cargador que había tirado, el cual estaba completo también.
Por su parte Spike había logrado derribar todo un casillero metálico y de dentro había hurtado un par de granadas que tenían una cinta azul pintada en cada uno, por la que supusieron que era de humo, ya que tenía todo el aspecto de ser de humo. Nada más que sirviera realmente había en ese casillero, solamente una especie de cuchilla, mejor dicho era un machete táctico militar con una hoja bastante extensa y un filo imposible de llegar a afilar a mano, capaz de atravesar el cráneo de un zombie o de un ser humano sin hacer mucha fuerza.
Gerard le dio una de las pistolas a Jul y la otra la preparó para utilizar cuando fuera necesario, dejando el seguro colocado aún en ambas para más seguridad, se volvieron a reunir los tres en medio de esa sala y rápidamente volvieron camino hacia la azotea, ahora con dos armas, un arma blanca de gran magnitud y un par de granadas de humo que para algo servirían.
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Mensaje  Zero Lawliet Jue Oct 28, 2010 9:59 am

Ryuzaki se encuentra encerrado en aquella casa, está cada vez más inquietado porque durante estos últimos días han aparecido más zombies que intentan entrar en su casa y con una simple espada no puede seguir luchando por su vida. Decide encontrar otro refugio, así que sale de la casa por la noche, ocultado entre las sombras vislumbra un muro en el que hay grafiteado: "Metro, un lugar seguro". Al principio no se lo cree mucho, total, cualquier vagabundo podría haber puesto aquella estupidez; pero... algo en su interior le decía que debía ir hacia allí. Cambia la dirección de su camino y ve la boca del metro, se acerca hacia ese lugar y ve una gran cantidad de zombies; se aleja amedrentado por ese gran número de mounstruos y a lo lejos se oye una vaga voz diciendo:
-....? Fuego al Sol!
-Eing?- mira a la entrada otra vez y se percata de que los gritos vienen de allí- hay supervivientes. Puede que necesiten mi ayuda.
Rápidamente planea sus movimientos y entra en la Biblioteca del pueblo, encuentra unos planos del metro y se da cuenta de que puede entrar sin necesidad de entradas, sale corriendo del establecimiento y se dirige a una obra que ya nunca terminará. Allí ve un zombie montando lo que parece, algun tipo de guardia; sigilosamente se acerca por detrás y le degolla, abre la tapadera de una alcantarilla y se mete dentro; allí encuentra unas escaleras que dan para el metro, las baja y mira a su alrededor, aprieta el puño ya que su plan había salido bien porque se encontraba en la misma estación. Oye unas voces acercándose, parecen que son amigos de toda la vida pero lo que dicen no tiene sentido...
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Cuando los zombies nos alcancen - Página 8 Empty Re: Cuando los zombies nos alcancen

Mensaje  THE-VIL-JACK-KRAJER Jue Oct 28, 2010 6:36 pm

Abro los ojos. Estoy en la entrada de la farmacia, todo ocurre con naturalidad. El dolor de cabeza desapareció, el cansancio también. Me levanto de un salto, siento una gran energía interior. Ya la farmacia no me sirve, necesito...
Escucho un vehículo, el ruido de un auto desplazarse. Unos disparos le secundan.

Doy media vuelta y corro desesperado a la calle, efectivamente veo un vehículo manejado a toda velocidad. Lo sigo como puedo, de hecho parece que lo alcanzo. Pero de pronto veo una multitud de caminantes reunida ante un muro. Parece que se toparon con un refugio e insisten en entrar. El vehículo no para y se dirige al muro. ¡Se va a suicidar!
De una forma inexplicable logra destrozar el muro con los muertos. Estos empiezan a entrar en el edificio en cantidades ingentes. Sin dudarlo entro por el hueco pero no logro evadir a los muertos, me siguen insistentes.
Tomo unas escaleras y llego a la azotea sin poder respirar, caigo de rodillas exhausto, la vista se me nubla, necesito descansar...
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Mensaje  Skimmer Vie Oct 29, 2010 9:17 pm

Hopkins despertó a los pocos minutos. Lo primero que percibió fue el dolor producido por las esquirlas del cristal que acababa de romper, las cuales se encontraban clavadas por diversas partes de su cuerpo.

Aún aturdido, giró sobre si mismo y con la ayuda del subfusil se puso en pie. Se encontraba en unas oficinas divididas en cubículos, algunos de ellos tenían papeles desparramados por el suelo, y faltaba algún que otro ordenador.

Entonces recordó a Soraya y Pablo, ellos habían conseguido llegar al piso de arriba, mientras que él estaba en el de debajo. Decidió que lo primero que haría sería ir a por ellos.

Tengo que ponerlos a salvo, pensó. Oh, vamos, lo único que quieres es que no encuentren primero a los demás para que no les cuenten como te vieron dejar morir a un hombre. Hopkins apartó rápidamente esos pensamientos de su cabeza, ya habría tiempo para dilemas morales luego, ahora tenía una misión que cumplir.
Con el arma en ristre y de nuevo en posición de combate, Hopkins salió de aquel departamento de oficinas.

Se encontró con un largo pasillo que desembocaba en varios departamentos similares al primero en el que había estado. Caminó con presteza y sigilo, no tenía ni idea de cuantos guardias podría haber dentro, y la potencia de fuego con la que contaban facilmente podría superar la suya, por eso optó por el sigilo.

Cuando ya estaba terminando de revisar esa planta, se encontró a uno de los guardias de frente, mientras torcía una esquina. Hopkins fue el primero en abrir fuego, pero el otro tuvo buenos reflejos y se ocultó tras una columna. Hopkins caminaba agachado a través de los cubículos. Se sentía como un depredador, su presa no sabía por donde podía venir el ataque, y eso le volvía vulnerable.

Cuando le hubo rodeado, Hopkins salió de su escondite apuntándole con el arma, pero el guardia ya no se encontraba allí. Entonces Hopkins sintió como alguien le colocaba una cuerda en el cuello y comenzaba a asfixiarle. Hopkins trataba de poner sus dedos entre la cuerda y su cuello, pero había demasiada presión, y comenzaba a sentirse mareado. Vas a morir, y te lo mereces viejo imbécil, has sido descuidado, pensó Hopkins mientras iba cesando los intentos de liberarse y todo empezaba a oscurecerse...

¡No! ¡No he llegado hasta aquí para morir ahora!. Hopkins, en un último esfuerzo, consiguió agarrar las manos del guardia y haciendo uso de su espalda, lo lanzó hacia el cubículo que tenía delante. Al fin libre, dedicó un par de segundos a recuperar el aire robado y se lanzó hacia su atacante sin darle tiempo para recuperarse.

Colocó su rodilla sobre su pecho y mientras con una mano le agarraba del cuello, con la otra le golpeaba con el puño desnudo. Le estaba dejando el rostro hecho un amasijo de carne y hueso, y cuando finalmente se cansó de golpearle, hizo presión con la rodilla sobre su esternón y logró hundirlo, provocando que se ahogase en su propia sangre. Hopkins se echó a un lado y se frotó el cuello mientras recuperaba el aliento y contemplaba el fruto de su destrucción.

Entonces aparecieron Pablo y Soraya, con paso temeroso se fueron acercando a Hopkins sin poder apartar la vista del cadáver que tenía junto a él.

- Seguís vivos. - dijo Hopkins mientras se limpiaba la sangre que tenía en la frente con la manga.

- Sí...eh...tienes un diente en el pelo. - le dijo Pablo señalándo el lugar a donde había ido a parar uno de los dientes del guardia.

- Vaya, es verdad - respondió Hopkins examinándolo. Miró a Soraya y vio un pequeño arañazo en su brazo.

Soraya, al percatarse de la mirada inquisitiva de Hopkins, se apresuró a taparse el arañazo con la mano y a retroceder unos pasos.

- ¡No...no es nada, solo me arañó uno, pero fue muy poco! - dijo ella tratando de excusarse. - estoy seguro de que no me...

Un disparo cesó su parloteo y acto seguido se desplomó sobre el suelo con un agujero en su ojo izquierdo.

Pablo empezó a sollozar en silencio, pero sin atrever a moverse. Hopkins se levantó del suelo y cargó su arma.
- Vamos, no hay tiempo que perder.

Recorrieron las plantas que les quedaban sin mayores problemas. En ocasiones se encontraban con algún guardia, pero Hopkins se ocupaba de ellos sin dificultad. En cierta manera experimentaba un sentimiento similar a la felicidad, era como encontrarse de nuevo en el campo de batalla. Todas aquellas sensaciones, la oleada de alivio al ver impactar los proyectiles en el cuerpo del enemigo...

Tardaron un poco, pero finalmente consiguieron llegar a la azotea, allí se encontraron con los demás, aunque había nuevas caras. Por su parte, Pablo se mantuvo callado todo el trayecto, deseando tener un momento a solas con los supervivientes para contarle la verdad sobre Hopkins...
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Mensaje  PauTL Sáb Oct 30, 2010 11:33 pm

Michael se despertó bañado en sudor, alguien le habia colocado el brazo en su sitio, u le dolía, pero no tanto. Miró a su alrededor, Arturo, Hopkins, y un guardia de seguridad montaban guardia junto a la entrada de la azotea, habían apilado algunas cosas para montar una barricada. Siguió mirando, y vió a Cody, a su lado, tiraado en el suelo, yacia inconsciente un hombre, lo erconoció en seguida por su cicatriz en la cara, era el que había matado a Effy. Alicía estaba hablando con el cientifico, y los demas daban vueltas de un lado para otro.

Se levantó con dificultad, aun le dolía la cabeza, y caminó hasta donde estaba Alicia.

-¿Que pasa?- Pregunto Michael.
-Lo estoy interrogando, pero no me cuenta nada- Dijo Alicia.
-¡Me mataran si cuento algo!- Gritó el cientifico, se podia oir la desesperación en su voz, y el miedo en su mirada.
Michael lo agarro y lo tiró al suelo.
-¡Habla!- Le gritó Michael
-¡Me mataran!- Repetía el cientifico ente sollozos. Michael le pegó una patada.
-¡¿Prefieres que te mate yo?!, ¡Está bien!- Michael lo cogió y se lo llevo al borde de la azotea, y sujetandolo de la camisa, le empujó, si Michael lo soltaba, caería.
-¿Vas a hablar?- Preguntó Michael, el cientifico no respondio. -Tengo las manos sudadas, te me vas a resbalar- Le dijo, pero el cientifico era un tozudo.
-Está bien, tu lo has querido- Dijo Michael, mientras soltaba una mano.
-¡Vale, hablaré!, ¡joder, súbeme!- Gritó entre sollozos el cientifico.
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Mensaje  Kealah Miér Nov 03, 2010 6:44 pm

Michael tenía a aquel científico sujeto por las solapas de su bata y estaba dispuesto a dejarlo caer si no les contaba lo que sabía. Total, ya les daba igual saber lo que esos tipos habían hecho o habían dejado de hacer, probablemente, su hazaña, experimento o idiotez ya no tendría remedio. Sólo era cuestión de aflojar un poco la fuerza con la que le sostenía y todo terminaría para él.

- Basta ya, Michael – Gritó Alicia- ¿No ves qué así no conseguirás que nos cuente nada?
- ¿Cómo que no, Alicia? Le lanzaré con sus bonitas criaturas y ya no volverá a tener ganas de investigar con el mundo...
- Sí, morirá y después ya no tendrá tiempo de tener remordimientos. Además, ha dicho que hablará, súbele. -Dijo Alicia - Llevamos horas intentando que diga algo, he sido amable, he sido simpática pero estoy hasta los mismos cojones. Déjame con él a solas cinco minutos, por favor!
- De acuerdo- Dijo Michael devolviendo aquel tipo a tierra firme.

Alicia se retiró a hablar con él pero primero, pidió ayuda a Hopkins para que le atase con fuerza en una tubería ya que carecían de sillas en las que atarle. Arturo estaba curando la herida de bala de aquel guarda de seguridad que acompañaba a Cody mientras este último ayudaba a Fernando y Pablo a asegurar la puerta de entrada a la azotea. Ariel y Marco estaban descansando unos minutos
- Hopkins, muchas gracias. Dejadme sóla con él unos minutos. Me he cansado de ser una dama. Eso sí, Michael y tú no os vayais muy lejos, quizá necesite vuestra ayuda.
- De acuerdo, señorita- Dijo aquel viejo borracho con una sonrisa. Nadie conocía de verdad su forma de ser y deseaba quedarse a solas con aquel chico, Pablo, así que fue a asegurar la puerta de la azotea. Tenía que matarle antes de que hablase demasiado.
- Alicia, ¿crees que le sacarás algo? - Preguntó Michael
- No lo sé, Michael, pero no te vayas muy lejos... Este tipo no me ha hecho ni caso y se ha ido pero quizá te necesite. Por cierto, ¿conoces a ese hombre ques está tirado en el suelo? - Preguntó Alicia refiriéndose a Ariel.
- Sí... Él mató a Effy, la novia de Arturo. - Alicia, al oir eso, se dio la vuelta y sonrió para sí misma. No la hacía gracia que se matasen a vivos pero así no tendría que hacer nada para quitársela de en medio.
- Gracias, Michael. Empezaré de nuevo con el interrogatorio- Se sentó en el suelo, enfrente del detenido y comenzó a hablar- Como habrás podido comprobar, mi nombre es Alicia y aún no me has dicho el tuyo.
- Ni falta que hace. Me vais a matar, ¿para qué necesitas saberlo?
- Uysssss, ¿matarte nosotros? Ese no es nuestro estilo, chico, al menos el mío no lo es. Yo prefiero hacerte sufrir y creemé que sufrirás. Gracias a ti, me he convertido en alguien que no era, pero por una vez yo lo agradeceré y tu agradecerás que yo no sea así. Por cierto, Michael, ¿no te parece que es un poco desagradable que no nos quiera decir ni su nombre?
- Sí, la verdad es que sí... Mmmmm, ¿qué podríamos hacer? - Dijo mientras levantaba el brazo para golpearle en la cara.
- Espera, creo que sé de algo que le hará hablar antes y le causará más dolor. - Dijo Alicia rebuscando en uno de los bolsillos de la chaqueta- Aquí está- Dijo sacando un broche color dorado- Yo me iba a casar el día que empezó todo esto pero supongo que lo sabrás y este es el broche que sujetaba mi velo. ¿Ves este pequeño alfiler que tiene para engancharlo? Mira, esto me lo enseñó un viejo amigo mío... Michael, sujeta su mano y que no se mueva. Ya sabes qué hacer con esto.

Michael introdujo el alfiler entre las uñas de aquel hombre. Primero rápido y después poco a poco hasta que el dolor se hizo mucho más intenso.

- ¿Ves? - Continuó Alicia sin moverse de su asiento – Aquí tenemos muchas astillas aunque no tengamos alfiler y creeme que el dolor puede ser muuuuucho más intenso si te lo provocamos en varios dedos a la vez. Estoy segura de que Michael y, sobretodo Hopkins, conocen técnicas de tortura más dolorosas que esta así que, o empiezas a hablar o le llamaré.
- Está bien- Dijo el científico sudando- Mi nombre es Bernard y tan solo llevo aquí trabajando unos pocos meses.
- ¿Y cuál era tu trabajo? - Preguntó Michael.
- Mi trabajo... mi trabajo... Yo era el ayudante de esos dos científicos a los que mataron los zombies allí abajo- Dijo con la mirada perdida.
- Mira que no te creo, ¿y tú Alicia?
- La verdad es que yo no me creo una palabra pero déjale hablar. Uysssss, perdona, ¿te he pisado en la mano?
- Está bien, está bien... Me llamo Bernard y vive aquí hace unos meses y era el jefe de una división, nosotros buscábamos una cura...
- Sigo sin creerte. - Dijo Alicia- Si buscaras eso, hubieras inyectado tú la cura a esa niña y lo hizo tu compañero. No me hagas usar esto- Dijo mostrando su Glock- Pero se me está acabando la paciencia.- Disparó junto al pie de Bernard, haciendo saltar piedrecitas- Tengo buena puntería, no fallé porque sí.
- Y tiene muy poca....
- Está bien. Hace unos meses que llegué aquí, junto con mi mujer, una militar. Ambos somos militares, ella era soldado y yo era un científico. Hace dos años, participé en la creación de un virus que devolvía la vida a los muertos, con el fin de crear un arma indestructible que nos hiciera imbatibles en un combate. Sin embargo, el experimento se filtró fuera de los laboratorios y unos meses después conseguimos contenerlo. No acabamos con todos los zombies, antes de lanzar la bomba y barrer toda la zona, capturamos algunos especímenes para investigar.
Hasta hace mes y medio, estuvimos intentando crear una cura y, cuando creyeron que estaba todo listo, soltaron un grupo de ellos en vuestra boda. Yo me negué, les dije que no estaba nada listo que la cura era inestable pero ellos dijeron que era necesario para el bien de la misión. El ejército se había estado preparando desde hacía dos años y querían probar sus efectivos. Iba a ser una infección controlada, reducida a un ámbito de la población, algo más grande que la otra vez pero limitada igualmente. Algo debe de haber salido mal, no sé por qué no están allí.
- Yo te diré lo que ha salido mal, hijo de puta- Dijo Alicia levantándose y propinándole una patada en la rodilla- Habéis soltado un elemento inmortal que se hace más fuerte contra más huéspedes contagia. Habéis condenado a la humanidad... Y dime... ¿qué coño pinto yo en todo esto? ¿Por qué nuestra boda?
- Porque fuisteis las únicas personas que sobrevivisteis hace dos años. Miles de personas murieron y tan solo siete lograsteis sobrevivir: tú, tu prometido, tu amante, dos miembros de los Blue Zombies, su guarda de seguridad, un militar y aquel psicópata. Teníais algo que necesitábamos y después de tanto tiempo descubrí que fue...: SUERTE!!!!! Una tremenda y condenada SUERTE!!!!!!!!!!!!!
- Hijo de puta....!!!!!!!! - Dijo Alicia volviéndole a golpear
- Sólo tenemos que resistir aquí hasta que los militares lleguen, nos sacarán de aquí.
- No pienso ir con esa gente, he dejado amigos no muy lejos de aquí y tú vas a venir con nosotros a buscarlos, te guste o no. Por cierto, ¿cuándo les avisaste?
- Hace un par de horas cuando las cosas se pusieron feas por aquí.
- Michael, levántale y desatale pero mantenle vigilado. No se va a ir de aquí. Y si te vas – Dijo mirándole fijamente- Te aseguro que yo misma me encargaré de acabar contigo. Hopkins, despierta a todos.

Los zombies habían conseguido llegar a las escaleras de la azotea. La puerta, a pesar de estar bien apuntalada, no resistiría demasiado. Debían elegir entre esperar a los militares allí, enfrentarse a los zombies que entraban o saltar a la azotea del edificio contiguo. No estaba a mucha distancia pero necesitaban un cable o algo parecido para bajar por la diferencia de altura.
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Mensaje  Zero Lawliet Vie Nov 05, 2010 5:37 pm

Miré de izquierda a derecha y mis ojos solo vieron un paraje desierto, el eco de unas voces me venía vagamente desde lejos, a mi izquierda para ser preciso.

-¿Hola, hay alguien ahí?- pregunté con un tono de voz entre lo expectante y lo duditativo.

Esperé unos segundos inmóvil, recordando la cantidad de zombies que había visto antes y dando un respingo al pensar en que pasaría si lograsen pasar...
-Nada no hay respuesta- pensé.- Tranquilo, tranquilo si los zombies te pillan desprevenido sales por patas, yo solo no podré con todos esos, no es una película- me dije a mi mismo.

Me puse a caminar hacia el lugar donde venían las voces, dejando atrás las oxidadas escaleras y adentrándome en un túnel en el que... cuando uno andaba se encontraba un lugar bastante húmedo y las pequeñas luces tintineaban, perfecto para una historia de terror.
Por el trayecto no dejaba de pensar en lo que me esperaba, ¿sería bueno? ¿me aceptarían esas personas? Desde pequeño me costaba ganar la confianza de las personas que tenía a mi alrededor. Jugueteé un rato con el mango de la espada, en el que estaba gravado al relieve la inicial de mi nombre, me gustaba su tacto que era blando, rugoso y agradable al mismo tiempo.

La luz se iba volviendo un poco más fuerte a medida que andaba, mis pupilas que se habían adaptado a la penumbra empezaron a cegarse durante unos segundos. Cuando pude ver bien divisé un ensanchamiento en el tunel y corrí hasta encontrarme en la misma estación de metro. Las voces ahora se encontraban a mi derecha, me giré y vi a cuatro chicos hablando. El que parecía el líder me me miró alterado y me dijo:
-Oye tú! Quién eres? De dónde has salido? Te han mordido?....
-Oye, oye- le interrumpió el otro- no agobies al chaval.
-Eso que lo vas a volver loco- dijo el de al lado.
-Vale vale... responde ¬¬
-Bien me llamo Ryuzaki. He venido aquí porque parecía un lugar seguro, he entrado por las alcantarillas exactamente por la escalerilla de emergencia y tranquilo... no, no me an mordido- sonreí ampliamente- ¿y vosotros quiénes sois?
-Yo me llamo Carlos y estos son Balta, Sergio y Denis. Si quieres quedate con nosotros un rato...
Me senté en el suelo y les miré, parecían buenos chicos y no me iba a pasar nada, sonriendo les dije:
-Me encantaria.
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Mensaje  PeKaDoR Vie Nov 05, 2010 9:46 pm

Por fin podíamos tomarnos un descanso después de todo lo que había pasado, los demás supervivientes estaban mas tranquilos, y Kenny parece que se había ido a explorar las tiendas, así que hicimos un fuego con lo que pudimos y nos sentamos alrededor.
Denis- Bueno, cuales son vuestros planes?
Carlos- No tenemos planes, en principio íbamos a salir de la ciudad en dirección hacia nuestro pueblo, pero aquí hay mucha gente a la que hace mucho que no vemos y tenemos que cuidarlos.
Balta- Preferís estar aquí antes que en vuestro hogar con los vuestros¿?
Sergio- Si.....y no.
Denis- Explícate.
Sergio- Aquí, somos mucho mas libres, y ya que estamos aquí sobreviviremos a nuestro modo.
Sergio y yo nos levantamos y nos dirigimos hacia un túnel para tener algo de espacio.
Ninguno de los dos decíamos nada, pero a Sergio se le veía cara de tristeza, esos chicos no deberían habernos recordado nuestro pueblo.
Los dos chicos, nos siguieron hacia el túnel y se disculparon por su pregunta.
Carlos- No pasa nada amigo, solo es que tenemos nostalgia.

En ese instante una persona surgió del túnel un chico con aspecto de otaku.
Carlos- Oye tú! Quién eres? De dónde has salido? Te han mordido?....
Denis- Oye, oye, no agobies al chaval.
Balta- Eso, que lo vas a volver loco.
Carlos- Vale vale, pero ya me lo agradeceréis.
Ryuzaki- Bien me llamo Ryuzaki. He venido aquí porque parecía un lugar seguro, he entrado por las alcantarillas exactamente por la escalerilla de emergencia y tranquilo... no, no me an mordido ¿y vosotros quiénes sois?
Carlos- Yo me llamo Carlos y estos son Balta, Sergio y Denis. Si quieres quedate con nosotros un rato...
Ryuzaki- Me encantaría.
Todos volvimos al fuego para ver mas de cerca al nuevo, nos sentamos tranquilamente y charlamos con el.
Carlos- Tienes hambre, sed o sueño?
Ryuzaki- No, tranquilos, estoy perfecto pero gracias.
Carlos- Bueno, Sergio y yo vamos a ver a unos dos que yo se, os dejamos al cargo de por aquí.
Sergio y yo, anduvimos por los pasillos de la estación buscando a Degtyarev y a Kenny.
Buscando por uno de los pasillos, descubrimos la habitación del guardia, allí había ciertas cosas útiles como una cama.
Carlos- Estás pensando lo mismo que yo?
Sergio- Si, estoy agotado, descansemos un poco.
Sergio y yo nos tumbamos en la cama y nos dormimos enseguida, había sido un dia muy duro.
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Mensaje  DarkHades Dom Nov 07, 2010 7:05 am

-Como te decia,justo cuando iba a pegarle un tacle el maldito se agachó y caí varios metros delante de él.
-Jajaja¿dolió mucho la caída?-Preguntaba Emmi mientras miraba con gran interés y escuchaba con fascinación la historia que le contaba Degtyarev.
-Nah,no demasiado la verdad,pero si fué divertido.
-Ya me imagino,ah oye,nunca me has hablado de tu familia.

El rostro de Degtyarev cambió rapidamente,él sabia que no tenía ni un familiar cercano,a excepción de un abuelo que vivía muy alejado de él.
-Bueno,mi madre nos abandonó a mi y a mi padre,nunca la llegué a conocer.Y en cuánto a mi padre,él era el mejor,murió como un heroe,de eso estoy seguro,hasta me lo han dicho.
-¿Qué le pasó?
-Se que sonará loco,pero él fué militar y esto que ha pasado ahora pasó hace poco tiempo,y mi viejo murió en esa primera vez.
-Ya veo,bueno,¿y no tienes a nadie más?-Preguntó Emmi con interés.
-Si,hace un momento recordé a mi abuelo pero vive en el campo como un hermitaño,viejo antisocial.-Murmuró Degtyarev resoplando.
-Al menos tienes a alguien.
-Tu también tienes a alguien.
-¿Sí?¿A quién?
-Pues¿quién mas?-Dijo Degtyarev riendo mientras se señalaba asi mismo.
-Jaja si,tienes razón.

Luego de unos segundos de silencio Emmi continuó...
-¿Y que piensas hacer cuándo esto acabe?
-Esto no acabará en tres semanas,no se si esto acabará siquiera.Pero si aún existen militares pues me gustaría unirme a ellos,como mi padre.¿Y tú?
-Yo no lo se,se está bien aquí,aunque tal vez debamos movernos dentro de poco tiempo.
-Seguro,creo que llegará un momento donde debamos decidir que hacer,pero será algo difícil...yo estoy dispuesto a sobrevivir y haré cualquier cosa con tal de hacerlo,arrastrarme entre cadáveres putrefactos,comer ratas y caminar en cuatro patas,pero no dejaré que me atrapen tan fácilmente...
-No piensas dejarnos solos a mi y Cody¿verdad?

En ese momento la cara de Degtyarev cambió a una cegada por la sorpresa,Cody había desaparecido...
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