Un zombie llama a la puerta

PERSONAJES:

Fernando (Arquero-Humano): Toletum.
Facundo (Policía-Humano): Facalj.
Jorge (Tienda armas-Humano): the_zombie_killer_71
Alicia (Abogada-Humano): Kealah
Simón (Estudiante-Humano): Skimmer
Zed (Cantante-Humano): Alf Zombie
Rodrigo (Aviador-Humano): .:Rodriux:.
Arturo (Médico-Humano): -
José Antonio (Estudiante-Muerto): joseantonio13.
Hank (Minero-Muerto): Manutrueno.
Raúl (Cazador-Muerto): Banderworld.
Franchesco (Pandillero-Muerto): Massacreland.
Nicolás (Taxista-Muerto): Solenoice.
Bergen (Soldado-Muerto): DarkHades.
Luis (Vago-Muerto): nicorape.
Yeray (Militar-Muerto): ElCarnicero
Adán (Experimento-Muerto): Alf Zombie
Samuel (Estudiante-Muerto): Cris.


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INICIO DEL ROL:

(18:26 hrs.) La gente sigue su vida cotidianamente, sin imaginar que una infección apocalíptica acecha y está más cerca de lo que imaginan. El Primer Zombie de la gran masa que está por venir deambula al atardecer por una calle poco transitada. Un ciclista ve a lo lejos al Primer Zombie, algo en su caminar le perturba así que decide detenerse para ayudarlo.

La misma idea la tuvo un mecánico que caminaba por ahí, decide acercarse para auxiliar al posible herido que porta una camisa negra desgarrada y manchas de sangre en manos y rostro. En el acto, el Primer Zombie se lanza al cuello del mecánico. La mordida produce una fuente de sangre acompañada de los gritos del mecánico. El ciclista que presenciaba todo esto a unos 15 pasos de ahí, se monta en su vehículo y emprende marcha apresurada.

Un montón de pensamientos cruzan por su mente, no sabe si lo que acaba de ver es obra de un loco, una broma para la televisión o parte de su imaginación; lo único de lo que está seguro es que primero se alejará de esa calle desolada hasta donde sus piernas le permitan, y después le contará lo sucedido al primer ser humano que encuentre.

ya termina la ficha espero la situacion que des a mi personaje.
saludos.

Fernando estaba feliz, llegó con su novia para contarle que en el Club de tiro lo habían elegido para representarlos en la siguiente competencia regional. Todo iba bien para él, just estaba besando a su novia, cuando oyó gritos fuera de la casa: "¡Ayuda! ¡Ayuda por favor!".

Ambos jóvenes se levantaron rápidamente y se asomaron a la ventana, vieron a un chico de su edad (18 años aproximadamente) montado en su bicicleta. Su mirada era de pánico, Fernando salió de ahí para ver que sucedía, pese a las súplicas de su novia de que no abriera la puerta.

El ciclista vio a Fernando a lo lejos, y regreso a toda velocidad para contarle lo ocurrido. El arquero no sabía qué hacer, parecía que ese chico estaba loco de atar, pero fue tan convincente la forma de contarlo que decidió ayudarlo.

-Espera, tengo que regresar por mi equipo de arquería... si lo que dices es verdad, creo que lo necesitaré.

La novia de Fernando le rogaba que no se fuera, pero una combinación de curiosidad y compañerismo le orillaban a acompañar a aquel ciclista. Ambos se dirigieron hacia el lugar del supuesto asesinato, con la mirada expectante de la novia de Fernando que seguía asomada en la ventana, mirando partir tal vez para siempre a su amado.

Curiosos Fernando y el ciclista continuaban su camino hacia la grotesca situacion que conto el recien conocido del joven arquero. Cada vez mas cerca de la calle dicha por el ciclista, divisaban un charco de sangre inmenso, varias ramificaciones que se repartian por la zona.

En ese momento un gemido lastimero se escucho detras de los dos muchachos, un terrible escalofrio surco la espalda de Fernando, lo suficientemente grande para darse la vuelta de un salto. Horroriados quedaron cuando vieron la imagen asquerosa del atacante del mecanico.

Una arcada salio de la boca del ciclista el cual la tapo con la mano, mientras Fernando con el arco aun en la mano dijo:

-No se acerque mas, o me vere obligado a disparar.

El individuo seguia acercandose a los jovenes con paso lento y vacilante, un crujido al otro lado de la calle hizo voltearse al ciclista y lo que vio no le hizo cambiar su cara de asco.

Otros dos mas de esas cosas se acercaban a los dos muchachos, pero esta vez los jovenes estaban rodeados.

Sin mediar mas palabras Fernando tenso la cuerda de su arco con una de sus flechas en el, instantes despues solto la cuerda dejando escapar la flecha...

Ya siguo yo xD:

Nicolás, tras comprar su cena improvisada, Coje el Taxi aparcado y prosigue su trasnochador trabajo hasta que mientras está conduciendo, algo le impacta sobre la puerta trasera izquierda del coche.Nicolas, tras oír el crujido decide pararse para ver qué ocurre.
Ve una flecha impactada directamente en el coche.Sorprendido, Dice:

-La madre que me pario, lo que me va a costar repararlo…

El, observaba de donde pudo provenir esa flecha cuando vio como un calle invadida de lo que se podía contar 5 personas. Cabreado, cogió el Coche, dio un volantazo y fue directamente hacia los que habían destrozado su coche. Tras llegar, da un frenazo en seco y sale del vehículo para decir:

-¿Quién cojones me ha lanzado una flecha en el puto co…-

No pudo proseguir la bronca cuando, uno de los individuos le miro, tenía los ojos casi blanquecidos y sangre por toda su ropa, parecía palido.El,dio unos pasos atrás ausente de lo que pasaba, temblando…cuando uno que tenía un arco en la mano digo:

-¡Coge el maldito coche y vámonos cagando leches!-

Acto seguido, Nicolás reacciono, entró en el coche, lo arranco, dejo que entraran el que tenía un arco y otro que tenia pintas de ser un ciclista y en cuanto cerró la puerta, aceleró atropellando a los 3 seres que quedaban, vio por el retrovisor con una cara estupefacta como esas cosas se levantaban sin casi ningún rasguño y como los seguían.

Ya bastante lejos dijo:

-¿Qué eran esas cosas?- A lo que el arquero contesto –No lo sé…parecía como si estuvieran infectados-.Tras la contestación Nicolás prosigo en tono irónico y mirando al arquero: -Hombre, yo se que esos no me van a pagar el boquete que tiene mi coche en el lado izquierdo… -

El arquero, ignoró lo que digo Nicolás y estuvo casi todo el tiempo mirando para atrás, ausente de lo que le decía. Tras ver que no le hacía caso, digo:-Por cierto, Mi nombre es Nicolás ¿Donde quiere que lo lleve?- Y contesto -Yo me llamo Fernando y ahora que nos conocemos corre por lo que más quieras hacia la calle Canalejas que debo recoger a mi novia -Que romántico…vaya tela…- Dijo Nicolás mientras iba a toda prisa por las calles para llegar al destino que índico Fernando…

Poco más adelante, Nicolás tuvo que detener su taxi, por alguna razón la calle estaba cerrada. Frente a ellos había un policía llamado Facundo que desviaba el tráfico. Nicolás se detuvo frente a él para explicarle la situación y pedirle que lo dejara pasar.

-Conocemos la situación -respondió Facundo-, pero es imposible que pasen por aquí... Se reportó otro incidente similar al que me describen, así que sigan avanzando.

Nicolás quería responderle, pero aquel policía era tan alto, corpulento y con una mirada tan fría, que decidió avanzar en otra dirección.

-No se preocupen, conozco otra ruta. La ciudad está un poco caótica por esos malditos lelos.

Nicolás se encaminó hacia el atajo, no encontró mayor problema de tráfico por ahí, pero justo cuando iba a doblar la calle para regresar a la avenida principal, se topó de frente con un tumulto de gente que corría hacia donde él iba.

El pánico de Fernando se reflejó en su rostro... Todo indicaba que sería imposible llegar en auto a la casa de su novia.

-¡Hey, amigo! ¡Préstame tu bicicleta! Necesito ir por mi novia. -El tono de Fernando era más de súplica que de orden.
-Imposible... yo también debo llegar a casa para ver cómo está mi familia, y si la cosa sigue así, pronto tendré qué usar la bici.
-Entonces aquí me bajo...
-¿Estás loco? Puede estar lleno de esos sujetos el camino -le dijo Nicolás.
-No me importa, nunca debí dejarla sola -Fernando se bajó de la puerta delantera del taxi con su arco a la espalda y corrió hacia la casa de su novia... El ciclista sólo permaneció en los asientos traseros con la bicileta mal acomodada y sin dejarle estirar las piernas. Algo dentro de él le remordió la conciencia, sabía que ese joven había abandonado a su novia para ayudarlo.

-¡Ese pedazo de animal! -dijo Nicolás- se bajó sin pagar la tarifa... Bueno, ¿a ti a dónde te llevo?

Seguire yo al ver que nadie lo retoma:

Fernando se bajo rapido del taxi escuchando farfullar al dueño de este, ahora solo le importaba como llegar hasta la cassa de su novia. En la calle de al lado habia una multitud que se acercaba peligrosamente al joven.

Cuando este tenso su arco para acabar con la criatura que estaba acercandose peligrosamente, un claxon resono por toda su cabeza y al girar la cabeza vio como los hombres de antes arrollaban al infectado que se acercaba al arquero.

-Sube no seas suicida nosotros te llevaremos a la casa de tu novia- dijo el ciclista desde la parte de atrás.

Fernando subió al coche y les aviso de la multitud de la otra calle, Nicolás seguia pensando en que hacer y por donde ir, por un momento en su cabeza solo aperecieron las imagenes de su familia, volviendolo en un estado de felicidad momentanea.

-Por favor date prisa- dijo Fernando mirando a los ojos a Nicolás a través del espejo.
-Ya voy, por si no te das cuenta tengo que evitar a estas criaturas- dijo nicolás con un tono airado.

El ciclista miro a los ojos a Fernando y sintio por un momento su preocupacion, pero tenia motivos para preocuparse por el mismo.

Tiempo después el coche por fin llego a su destino, la casa de la novia de Fernando, pero la preocupacion subio en Fernando cuando observaron la puerta abierta.
Raudo el joven se dispuso a salir del vehiculo cuando un brazo le sujeto.

-Eh! esta vez no te vas a ir sin pagar- dijo Nicolás con la palma levantada.
-Mira toma todo lo que tengo, ahora no tengo tiempo para tonterias, gracias por la ayuda- dijo el arquero mientras se bajaba del coche y entraba en la casa.

Al subir las escalera escuchó varios golpes en la habitación, cuando llego vió a dos de esos monstruos aporreando la puerta. Con el arco en la mano cogió una de las flechas, tensó la cuerda y soltó la flecha clavandose en el craneo de uno de ellos. El otro acto seguido se dirigio hacia el con los brazos alzados, Fernando agarrño una de las lamparas de la casa y le golpeó repetidas veces en la cabeza.

La puerta de la habitación se abrio despacio mientras se asomaba una cabeza, por fin el arquero suspiro y cambio su cara ha un tono de felicidad al ver a su chica salir corriendo hacia el dandole las gracias.



AHORA prosigan uds. que ya deje bien a mi personajeXD

Luego de desviar a esos civiles Facundo fue a llamado por su superior, todo esto

Superior: ¡Lo estaba esperando!
Facundo: Sí señor
Superior: Recibimos un llamado de una casa a un par de calles de aquí, dirijase junto con el oficial Pablo hacia allí

Muy apurado, Facundo tomó una moto y fue hacia la casa. Junto con el oficial Pablo se acercaron a la puerta de la casa. De repente sintieron un tremendo grito y un estallido provenientes del interior de la casa. Entraron rapidamente tirando la puerta abajo. La escena con la que se encontraron era escalofriante...

En el sillón yacía una persona con su estómago completamente desarmado, y a unos metros de esta persona un hombre con una escopeta. Facundo y Pablo apuntaron sus armas hacia esta persona, quien dijo que no le quedaba otra opción, que pudo llamar, pero su familiar estaba muy loco, y que casi lo ataca...

Facundo y su amigo le dijeron a esta persona que se tranquilice y que deje la escopeta en el suelo, el hombre aceptó y dejó la escopeta en el suelo. Ni bien el hombre terminó de soltar la escopeta el hombre del sillón se levantó y saltó hacia el hombre...

Pablo apuntó y rapidamente disparó al hombre, que cayó al suelo el dueño de la escopeta se agachó a levantarla, y no se dió cuenta de que esto lo acercó mucho a su familiar...

Justo antes de que el hombre puediera abrir la quijada Facundo apuntó disparo y...

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Lo dejo ahí para que Alf decida si el tiro da en el blanco o no...

Nunca jugué a un juego de rol, así que no sé si está bien o no

Saludos

El disparo de Facundo dio exactamente entre los ojos del zombie, cuyo cráneo salpicó la ventana y parte de la pared del hombre de la escopeta. Pablo dio unos pasos hacia atrás un tanto impactado.
-Te dije que esas cosas sólo se mueren si les das en la cabeza -le dijo el oficial Facundo-. Sé que es la primera de esas criaturas que ves morir, pero créeme, al ritmo que va la infección, habrá muchas más.
-Gracias, gracias... -el hombre de la escopeta estaba de rodillas frente a ellos. De pronto Facundo dio un paso atrás y le apuntó al hombre con su pistola.
-¿Qué haces, Facundo? El hombre no es una de esas cosas -le dijo Pablo que aún no se reponía mentalmente.
-Mira su brazo, no es sólo sangre, lo mordieron.
-¡No, por favor! ¡Sólo me mordió, se los puedo expli... -un disparo rompió la súplica del hombre.
-No creas que esto me hace feliz, pero si no lo hacía moriría mucha más gente, tenemos que detenerlo antes de que rebase por completo a la fuerza policial.

Ambos policías salieron de ahí, uno más sacudido que el otro. De pronto hubo una serie de llamados a los intercomunicadores policiales, cada vez había más caos en la pequeña ciudad, por lo que ambos decidieron separarse. Facundo se encamino hacia una casa que reportó otro caso de ataque de zombies, al lado suyo pasó un taxi a buena velocidad, pero no estaba con ánimo de infraccionar un exceso de velocidad ante la emergencia actual.

Saliendo de una casa vio a un chico con un arco en la espalda acompañado de una joven bella para su edad.
-¡No pueden estar aquí! -les gritó Facundo- ¡Deben regresar a sus casas y cerrarlas bien!
-¡No podemos! -le respondió Fernando- Las puertas ya no son seguras y hay algunas ventanas rotas, ¿podemos ir con usted?
-¡Imposible! Es muy peligroso.
-Pues no me importa -le desafió Fernando-. No es ningún delito seguir a un policía, le prometo que en cuanto encontremos un refugio ahí nos quedaremos, además tengo buena puntería, le podría servir mi compañía.
-Haz lo que quieras, sólo no me vayas a clavar por error una de tus flechas.

Mientras tanto, Nicolás va sólo en su taxi, unas cuadras atrás dejó al ciclista que emprendió camino en una calle poco transitada. Deambulaba en círculos, buscaba una gasolinería porque su auto ya pedía combustible y no conocía muy bien ese lado de la ciudad.

Por fin encontró una, pero había unos 5 zombies rondando el lugar. Se lanzó a una buena velocidad y atropelló a un par que estaban cerca de la bomba, mientras los demás se acercaban lentamente. Para su sorpresa, el tanque estaba vacío, no pudo sacar mas que unas gotas de gasolina, así que corrió a una bomba cercana con un bote para extraer la necesaria.

En unos cuantos segundos, ya circundaban la zona una docena de engendros, Nicolás no tendría tiempo de regresar al auto a rellenarlo con el bote, así que corrió en dirección contraria. Sabía que si encontraba un refugio y poco después volvía, tal vez su auto estaría libre de esas cosas y podría escapar de ahí.

Repasó mentalmente las dos cosas que no podía perder por nada del mundo: las llaves de su taxi, que estaban en el bolso derecho de su pantalón, y el bote lleno de gasolina, que cargaba con la mano izquierda...

Mientras tanto, a muchas calles de ahí, un grupo de jóvenes fuman en un parque, hablando de cualquier cosa. Entre ellos se encuentra José Antonio, que lleva ya un rato quejándose de su exnovia. Un par de sus amigos se hartan de su cantaleta y se juntan en otro subgrupo para hablar de algunos disparos que escucharon camino al parque.

A unos pasos de ahí se acercaban con paso lento e irregular, pero decidido, media docena de creaturas. Los muchachos no prestaron atención, pero cuando los vieron más de cerca, notaron que tenían sangre en rostro y ropajes. Uno de ellos se acercó para ver si necesitaban ayuda. En el acto, un par de esos sujetos se lanzarón y lo mordieron, el resto de los amigos se lanzaron en su ayuda.

José Antonio agradeció al cielo haber llevado su bate de beisbol con el que jugaron horas antes. Le dio un batazo en la espalda a uno de ellos, y trató de ayudar a sus otros amigos que estaban siendo atacados por estos seres. Para la sorpresa de José Antonio, el sujeto al que golpeó se levantó como si nada...

Con el corazon en un puño jose antonio observaba como mordian esas criaturas a sus amigos y decidio golpearlas a sangre fria. Comenzó a golpear a diestro y siniestro batazos por todas partes del cuerpo de las criaturas mientras observaba atónito cómo volvian a levantarse aún con brazos rotos y costillas. Las criaturas no mostraban ningun sintoma de dolor y avanzaban hacia jose antonio dispuestas a devorarlo, hasta que de un batazo destrozó el craneo de una de las criaturas dañando asi el cerebro y cayó al instante. Decidió huir de ahí en cuanto vio la criatura con la cabeza abierta. Bastante asustado al creer que había cometido un crimen salió corriendo del lugar derribando a batazos a los que se interponian en su camino.

Tras recorrer algunas callejuelas vió un supermercado cerca y decidió entrar a por tabaco mientras pensaba en cómo salir del marron en el que se habia metido...

Solo sentía mis piernas cada vez mas frias y tensas al llevar corriendo cerca de 20 minutos sin parar, ya que cuando lo intentaba, las personas mutiladas o como yo los llamo, los podridos, estaban alli, como esperandome para arrancarme un brazo y zamparselo, como quien coge un trozo de algodon de azucar y se lo come. Al fin encontre un sitio seguro, un kiosko parecia abandonado, no habia nadie dentro y me meti, al instante divise otros podridos apresurandose hacia mi. Cerré a cal y canto las puertas y ventanas del kiosko y me quede alli.

La electricidad aun funcionaba, asi que mientras comía un paquete de patatas fritas puse una tele de pocas pulgadas que tenía el anterior dueño de este kiosko. Lo que salia en ellas era espeluznante, a parte de las cartas de ajuste que tanto me jodian. Salian imagenes tomadas desde un helicoptero, de podridos comiendose a personas, a lo lejos. En calles solo habia sangre y coches estrellados. Era curioso, donde yo me encontraba no habia mas que podridos y gente muerta, no habia tantos coches estrellados, pero estaba seguro de que pronto llegarian.

Note unos golpes afuera de mi refugio improvisado y agarre fuerte mi bate de beisbol, obviamente eran podridos, no iba a arriesgarme a salir porque seguramenten podria abatir a dos o tres, no mas. Pero si me quedaba ahi, vendrian mas y mas, asi que mi cabeza se inundo en dudas. ¿Tengo que salir? ¿Que pasa si no lo hago? Y miles de preguntas como esa que cortaron al oir un chillido como a lo lejos, en ese instante los golpes cesaron, seguramente serian de una pobre chica a la cual han atrapado y los podridos que me estaban esperando a fuera han ido a zamparsela.

Al rato, decidi salir, este sitio no era seguro...me habian olido. Abri la puerta del kiosko poco a poco y vi a unos cuantos podridos desmembrando a mordiscos a una chica tiranda en un charco de sangre. Me pudieron las nauseas y vomite dentro del kiosko, luego sali y fui corriendo de nuevo, ya repuesto y con unos paquetes de patatas metidos en los bolsillos, a modo de provision. De nuevo seguia corriendo aunque esta vez me lograron interceptar. Un podrido me cogio de la mano y listo a morderme le propiné un tremento golpe con mi bate en el craneo, el cual se deformo a modo de plastilina y este callo al suelo...seguro no se levantaba mas.

Miré de nuevo al frente y vi a unos 7 podridos en mi dirección, al intentar cambiar de sentido para evitarlos, me vi a los podridos de antes y la chica, con el estomago vacio y sin un brazo, tambien con hambre de mi carne. Lo unico que pude hacer es pensar rapido y comenzar a correr por la carretera de la calle...

Estuve corriendo a toda prisa, con la lata de gasolina, me olía la mano como si fuera uno de esos podridos…estuve corriendo durante un largo rato hasta que divise un hombre, tenía un bate de beisbol y unas pintas que si no fuera porque hay unos lelos de esos por la calle hubiera corrido de él, parecía un skinhead.Me acerque aunque al verme parecía algo mas enfadado le dije:

-¡Eh, ven aquí!-Vi que mientras venia corriendo estaban unos zombis acercándose detrás de él, parecía exhausto, paró delante mía y asfixiado dijo:-Y tú qué quieres…-Respondí:-Olle tio, todo esto esta petado de esos tios, vente conmigo y al menos sobreviviremos, buscaremos un refugio y…--¿Qué? ¿Tu que te crees un puto sabelotodo? Esos zombis te huelen por todos lados, mirame que estaba en una tienda de chuches todo cerrado y ya venían a por mí, su puta madre—Tranquilízate tío vámonos antes de que nos alcancen-

Así que tras el descanso ellos dos corrieron hacia la dirección que marcaba Nicolas, mientras corrían dijo:-¿Ves este bote de gasolina? Vas a cargarte a todo podrido viviente que haya al lado del coche hasta que yo llene por completo el coche y nos vamos cagando leches-Tras esto vio que el coche, rodeado de al menos unos 20 zombies,el tío exclamo-Yo no soy superman,no voy a arriesgar mi vida por ese mierda de coche, ya han muerto mi familia y no pienso morir yo ahora… - y dijo:-joder…por detrás ya vienen, piensa en algo que parece que lo único que te sirve la cabeza es para rapártela al 0.

Así que, cogieron una calle de al lado para buscar donde había un refugio y rapido,antes de que los zombis los devoraran…

Oí las palabras del hombre, al parecer no era el único normal ante todos estos podridos. Agarré mi bate fuerte y crucé la calle. Pude divisar un portal de un bloque de pisos abierto, seguro que podriamos atrincherarnos alli y eliminar a los infectados que estubiesen dentro.

- Eh tú! mira ese portal. esta abierto. Echa un ojo mientras yo elimino a los pocos que se vayan acercando, los demás están demasiado lejos, podremos entrar sin problemas. -

Dicho esto, el hombre y yo cruzamos la calle a toda velocidad. Él entró dentro del portal, mientras yo me quedaba fuera, se acercó un podrido y le reventé la cabeza de un golpe, la sangre me salpió incluso a mi, en mi sudadera y mis pantalones. En ese momento el podrido cayó al suelo dándose un nuevo golpe con un coche aparcado en la acera. Se quedó ahí, como si nada. Su cara había perdido los ojos, ya no tenia pupilas, solo el blanco, cosa que me inquietó. Al rató noté como pasos atrás mía y sin pensarmelo me giré bruscamente golpeando con el bate, era otro podrido que pretendia comerme, el golpe que le propiné no lo mató, le tube que asestar otro fuerte golpe para acabar con él.

Ya se acercaban demasiados, la horda de unos 20 podridos que estaban en la acera de enfrente se había percatado de nuestra presencia, por lo que me entró algo de pánico y la situación se cargó de tensión.

- ¿Cuando cojones piensas asegurar el puto portal? - Pregunte gritando bruscamente, estaba algo nervioso y queria asegurarme ya, para recobrar algo de aliento.

Mientras Nicolás buscaba algo con lo que taponar la puerta, las criaturas seguian acercandose, los dos estaban perdiendo los nervios. En una decima de segundo Franchesco cerro la puerta mientras Nicolás tumbo un armario que habia cerca de la porteria del edificio.
Parecia que por un momento estaban a salvo de todo el infierno que se desato ahi fuera.

Facundo con su arma alzada seguia caminando sin perder de vista las calles, detrás de el Fernando seguia con su arco en la mano y con una flecha preparada por si algo ocurria, cerca se encontraba la novia del arquero que tensa por la situación sostenia un cuchillo de cocina bastatnte considerable.

En un momento dos monstruos aparecieron al doblar la esquina estos eran bastante rápidos y con un grito que helaria la sangre de cualquier persona que estubiese delante corrieron como locos hacia el grupo de 3 supervivientes.

Facundo sin perder un momento apunto a la cabeza de un de ellos y disparo su arma, que resonó en toda la calle, Fernando sin pensarlo dos veces tenso la cuerda de su arco y apunto al cuello de esa cosa que seguia corriendo con un unico objetivo dar muerte al grupo.

Cuando anclo su mano en el menton, soltó la cuerda y dejo volar la flecha libremente, esta paso cerca de Fancundo sintiendo el aire y el silvido de su vuelo. Finalmente la flecha se clavo en el cuello de sujeto, que al recibir el impacto de la flecha cayo al suelo y empezo a tambalearse de un lado al otro.

-Apunta mas alto que casi me das a mi-dijo Facundo con un tono airado
-¡¿Qué hablas?! Si ha sido un tiro limpio, ha pasado a mas de dos palmos de ti-replicó Fernando mientra iba a buscar la flecha.

Facundo siguio su camino sin esperar a los dos jovenes, cuando Fernando recogió su flecha siguieron su camino, que no duro mucho al ver a una masa de esas cosas dirigirse hacia un portal. Con sigilo decidieron pasar de largo para que no los detectaran.

IMPORTANTE:
Hay nuevas reglas para el rol, ahora cada personaje tiene 5 puntos de vida, mismos que irá perdiendo hasta ser un zombie. Para saber más acerca de este cambio (que es por el bien del juego), consulten el hilo de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].

(22:46 hrs.) La oscuridad es total, sólo algunas luces y pequeños incendios alumbran las calles. Adán avanza a paso lento pero seguro; su ropa hecha jirones está manchada por la sangre de unas 8 víctimas, de las cuales sólo 3 pudieron defenderse, lo que le provocó un par de dedos rotos, torcedura de rodilla izquierda y oreja derecha colgando. Alrededor de él caminan otros 5 zombies hambrientos, uno un poco más rezagado porque ya no tenía piernas y se arrastraba con las manos.

Adán escuchó un portazo a su lado izquierdo, y como movido por un imán se dirigió hacia la fuente del sonido. Golpeó unas cuantas veces una ventana, tras lo que cedió. Dentro estaba un hombre de edad avanzada con un trozo de madera a manera de arma. No demoró más de dos minutos en que el resto de los zombies entraron por la ventana rota y devoraron al hombre. Adán salió del lugar y siguió su andar en busca de otro bocado nocturno.

Mientras tanto, Facundo recorre las calles en busca de gente qué rescatar, tras él van Fernando y su novia que se preocupan por la retaguardia, nunca se sabe por dónde pueden aparecer esas cosas. A unos metros de ahí oyeron gritos de mujer, cada vez era más complicado oír voces humanas, los quejidos irregulares aumentaban cada hora que pasaba. Los tres corrieron en ayuda de la mujer, no menos de 8 zombies les quedaban de espaldas justo en la entrada de una florería.
-Oye tú, muchacho -le dijo Facundo a Fernando-, ¿puedes dispararle a unas cuantas de esas cosas? Yo lo haría, pero son demasiados, me quedan pocas balas y el ruido de la pistola los atraería como moscas.
Fernando no respondió, sólo apuntó y con un disparo certero le dio en la nuca a uno de ellos.
-¡Vaya! Creí que sólo cargabas esa cosa porque querías hacerte el duro, no pensé que la usaras tan bien.
Un par de ellos escaparon a las certeras flechas de Fernando, así que Facundo entró rápido, levantó a uno de los hombros y lo estrelló contra la pared... cayó fulminado. El otro estaba cerca de la mujer que no había parado de gritar. Facundo le dio un puntapié que lo tomó por sorpresa; una vez en el suelo tomó una piedra y le aplastó el cráneo.
-Señorita, lamento lo rudimentario de esto, pero hay que hacer el menor ruido posible.
La mujer dejó de gritar, tenía una bata blanca, y entre las manos tenía un folder lleno de hojas, afuera del folder se leía con letras grandes y claras: Experimento #1: Adán.

Nicolás y Franchesco ya habían dicho todos los chistes de borrachos que conocían. Estaban hartos de los golpes y gemidos que se escuchaban afuera. Así que decidieron explorar el lugar en busca de armas o algo útil.
-¡Hey, payaso, ven acá! -Franchesco no moderó su lenguaje al referirse a Nicolás- Seguro esto nos puede ayudar.
Franchesco mostró una tira de fuegos artificiales.
-¡Fabuloso! Ahora podremos divertir a los engendros, y de paso te vistes de gorila mientras bailas.
-¡No, imbécil! Es para distraerlos y que dejen libre la puerta para que escapemos. Luego vamos a donde está tu taxi, y si ya no hay de esas cosas, llenamos el tanque, nos largamos a la carretera y buscamos ayuda en la gran ciudad.
Nicolás no podía creer que ese vago con la cabeza rapada hubiera tenido tan buena idea, se rebuscó entre las bolsas del pantalón y sacó una cajilla de cerillos. No sabía si resultaría, pero al menos iba a intentarlo.

José Antonio entró al supermercado. Dentro había algunas luces encendidas, el silencio era sepulcral. Rebuscó en algunos estantes, quedaba poca comida... todo indicaba que la tienda ya había sido saqueada un par de horas antes. En algunos pasillos había manchas aún frescas de sangre. En el suelo vio el cuerpo de un zombie molido a palos.
Estaba a punto de abandonar el lugar, hasta que escuchó detrás de él una voz.
-Ayuda...
Era una chica hermosa, tenía varias marcas de dientes en el cuello y estaba recostada sobre un charco de su propia sangre. José Antonio se acercó, la reconoció... era una de sus compañeras en la clase de Periodismo. al lado de ella estaba tirada una cámara de video, no sabía qué hacer, si ver primero la cámara, o ayudar a aquella chica que seguro moriría en un par de minutos.
Decidió tomar la cámara, rebobinó el cassette; vio lo que la chica había grabado horas antes cuando la plaga empezó.

Hank, un minero de la zona, decidió permanecer cerca de las minas, vio que había gran alboroto en la pequeña ciudad. Ya se había topado con un par de zombies, a los que les asestó un golpe en la nuca creyendo que eran vagos con exceso de drogas en las venas.
Poco a poco se dio cuenta que el tumulto era generalizado, así que recorrió la carretera hacia la gran ciudad en busca de ayuda. A medio camino se topó con unas barricadas y un grupo de militares que cerraban el paso. Uno de ellos le apuntó entre los ojos y le gritó que se fuera de ahí. Hank comprendió que no era buena idea ir hacia la gran ciudad, así que tenía dos opciones: regresar a las minas y ver cuántos de sus amigos seguían en pie o suicidarse regresando al pueblo infestado por zombies.

Después del encuentro nada amigable con los militares pensó en volver a la mina, ya se había percatado que nada normal eran aquellas personas y en la radio de camino a la mina capto una emisora:

-Emisora de radio: Este mensaje esta gravado a las 8:45 de esta tarde, a toda la población, hay un tipo de infección muy agresiva que afecta a la gente, por favor no salgan de sus casas y ciérrenlas bien…la ayuda se esta preparando…

La grabación no hacia mas que repetirse una y otra vez, entonces hank pensó en que quizás podrían ser zombis lo que estuviera ocurriendo, pero no se lo acababa de creer del todo, a si que se dispuso a ir a la mina para ver que paso en ella.

Cuando estaba llegando había 7 compañeros suyos en la entrada de la mina, parecían ya ser de ese tipo de zombis, pero por si en caso les pego una voz.

-Hank: Hey chicos!! ¿Estáis bien? Por favor contéstenme.

Ya no eran ellos, hank se había dado cuenta, entonces preparo el mazo a la vera y cuando se empezaron a acercar acelero el coche a tope, dio directamente a 4 de ellos que iban casi en fila, entonces se dio cuenta que detrás de estos había otro mas en el suelo y sin darle tiempo a maniobrar el coche paso por encima, entonces se le descontrolo el coche y se estrello contra un lado de la entrada.
Pasaron unos pocos de segundos cuando empezó a poder orientarse, se quito el cinturón de seguridad y salio rápido del coche cayendo al suelo muy mareado…sabia que si no se recuperaba rápido los zombis se le iban a echar encima, en ese momento miro para delante tenia uno apunto de abalanzarse sobre el, entonces espero todavía medio mareado a que el llegara, cuando lo cojio por los brazos le puso un pie en el pecho al zombi y lo tiro hacia atrás, propinándole un fuerte golpe contra el coche.

Se levanto con graves mareos y se dispuso a coger el mazo rápidamente dentro del coche, una vez cogido salio por la otra puerta, ya que había tres zombis entrando por la otra. Con algo de mareo salio corriendo hacia uno de los cinco que estaba mas rezagado, entonces propino un fuerte golpe con el mazo, que debido a su mareo se lo hincó en el hombro en vez de la cabeza de forma que el zombi cayo al suelo con el mazo incrustado en el hombro.

Hank no se creía que intentara de levantarse con semejante golpe, pero antes de que lo hiciera le propino una gran patada en un lado de la cabeza con las botas de punta de hierro, cosa que si lo mato. Ya no estaba mareado, arranco el mazo del hombro del zombi y se dispuso a golpear a los otros cuatro que seguían vivos, dos de ellos no podían andar debido a que el coche les propino un fuerte golpe, entonces bordeo los dos que seguían bien y corriendo rápidamente le reventó la cabeza a los dos que se encontraban en el suelo.

-Hank: Bueno…solo quedáis vosotros dos… (decía con un temblor de piernas producido por los nervios)

-Hank: Nunca he matado a nadie, pero hoy voy a hacerlo bastantes veces…

Hank tenia un miedo impresionante, pero tenia que cargárselos antes de entrar adentro o no seria muy seguro entrar dentro sabiendo que dos de ellos en cualquier momento te pueden acorralar, ademas era ya tarde cuando empezó esto, a si que no podían quedar mas de 20 amuchos trabajadores en la mina.

Se dispuso a ir hacia a ellos, el problema era que los dos estaban juntos y un error y le atraparía el otro, entonces utilizo el mazo para hacer un golpe horizontal a nivel de los pies para tirar ambos al suelo, el primero callo, pero no utilizo la suficiente fuerza para tirar a los dos y el segundo se quedo arrodillado, a esto que le golpeo con el mazo en el cráneo utilizando no mucha fuerza, ya que sabia que si no se quedaría hincado y mientras sacaba el mazo le atraparía el otro, entonces el otro se empezó a levantar y antes de poder de nuevo levantar el mazo prefirió asestarle una patada para que se cayera de culo, entonces levanto el mazo y le asesto un mazazo en la cabeza con toda su fuerza, el mazo atravesó la cabeza como una piñata y llego a clavarse en el suelo.

Después de echarse a llorar de los nervios se dirigió hacia dentro, para ver si todavía quedaba alguien con vida.

Posdata: Esta noche continuo con la otra parte de la historia en la mina ^^

Una vez empezó a ver lo que había en el exterior de la mina se dio cuenta que casi todos los zombis de ella se habían percatado ya de su presencia, y estaban subiendo mina arriba a por el, entonces solo le quedaban dos opciones, ir bajando matando zombis, (cosa difícil ya que iban en grupos de unos cinco y alguno de ellos le atraparía seguro) o la otra gran opción que era ir hacia el edificio de la empresa, situado en la parte mas alta de la mina.

Cuando empezó a subir escucho los ruidos de un perro, el reconocía ese aullido, era el perro del guardia de seguridad, lo llamaban Grey. Fue corriendo hacia el aullido y se encontró al perro en la entrada del edificio ladrándole a su dueño ya convertido en zombi, parece ser que el lo sabia, el zombi no sabia que hacer ante los gritos y los rodeos del perro parecía hasta algo aturdido, Hank no se lo pensó y corrió rápido hacia el y le abrió la cabeza en dos trozos.

El perro se le hecho encima de alegría a Hank, parecía agradecer que acabara con el tormento de su dueño, entonces Hank reviso su ropa para ver si tenia la pistola, y eureka!! El único problema era que no quedaba ni una bala, ademas el arma estaba inservible.

Hank entro en el edificio cerrando la puerta y empezó a adentrarse en el edificio rápidamente con Grey, el perro estaba acostumbrado a ir delante de su dueño a si que Hank también se lo llevo con el para que en caso de un zombi no le pillara por sorpresa. El edificio tenia tres plantas y un garaje, la idea de hank era buscar si había algún superviviente dentro, ademas de buscar las llaves de todas las partes del edificio para ver que cosas de utilidad había en el.

En la primera planta la registro entera, pero todo estaba destrozado y no encontraba nada de interés, ademas había un par de zombis muertos molidos a tiros, casi seguro que fue el segurata, ya de paso cerro con un trozo de madera que encontró la puerta principal, que estaba siendo aporreada por unos diez zombis desde fuera, y la del garaje también, ya que quería registrar antes las plantas de arriba, una vez subió las escaleras de la primera escucho un ruido, sin duda era un zombi, Grey empezó a ladrar y salio corriendo en busca del ruido, Hank lo siguió rápidamente, encontró una imagen que le dejo atónito, un compañero de su trabajo, estaba agonizando…parecía todavía normal, pero la faltaba un brazo y una pierna y tenia una motosierra a su vera y un gran charco de sangre producido por sus heridas, a eso que le dijo su compañero:

-Compañero de Hank: Hey…eres tu…Hank, y veo que no eres uno de ellos…que pena que no te encontrara antes…

-Hank: Hey tranquilo, guarda el aliento seguro que puedo hacer algo.

A lo que su compañero le corto la frase:

-Compañero de Hank: Tu ya no puedes hacer nada, mira como estoy…en breve voy a morir desangrado, por lo menos no me han conseguido infectar…es la única cosa positiva…veras, ellos en la planta de arriba me mordieron entre dos yo me libre rápido, y les pude cortar con la motosierra y matarlos, en ese momento me fije que cuando te mordían te convertías en zombi…a si que rápidamente cojí con la motosierra y me corte el brazo mordido y la pierna…fue duro pero no quería ser como ellos…de lo único que me arrepiento es de no haber podido sobrevivir como para volver a ver a mi familia, e intentar de ayudarles…que patético…Hank te seré útil antes de morir…la motosierra no la cojas, falla mucho y si no tienes suerte te pasara como a mí en el momento menos indicado…lo siguiente es que la secretaria iba conmigo, ella subió rápido las escaleras para llegar a la tercera planta mientras yo me encargaba de los zombis, no he vuelto a saber mas de ella pero no creo que haya zombis si no ya hubieran bajado a acabar conmigo…por cierto no creo que haya mas de 25 zombis.

-Hank: He quitado a nueve de en medio, a si que digamos que unos dieciocho.

-Compañero de Hank: Vaya entonces mejor todavía…pues llega a la tercera planta, y busca a la secretaria, cuidado no es normal que no sepa nada mas de ella, busca las llaves de la retro escavadora del garaje y de la puerta de el mismo…bueno chico…suerte…solo te pido que me remates…no quiero que ellos vengan y me coman....(dijo con lagrimas en los ojos)

Hank con gran dolor por lo que iba a hacer le dijo:

-Hank: Vale…no mires por favor o no podré hacerlo.

-Compañero de hank: Vale…nos veremos por hay arriba, espero que tengas suerte aquí abajo…

Entonces Hank con lagrimas en los ojos le asesto un golpe en la cabeza, el golpe resonó en todo el edificio…mientras tanto en la puerta había 17 zombis aporreando la puerta, parecía que de un momento a otro cedería… Hank avanzo rápido mirando toda la segunda planta, no encontró mas que un par de zombis muertos, a si que se dispuso a subir las escaleras.

Cuando las subió se escuchaba un ligero ruido, casi imperceptible, a si que con precaución se dirigió a por las llaves, cojio las del conducto de la ropa vieja del tercer piso que conectaba con el garaje, las llaves del garaje, y las de la retro escavadora, las metió en una mochila que encontró allí, ademas metió una linterna que también se encontró encima de la mesa, parecía ser bastante buena, mientras tanto no dejaba de escuchar ese pequeño ruido que tanto le inquietaba, pero siguió revisando que mas podía encontrar y encontró un cincel bastante grande de hierro, pensó que le serviría por si tenia que hacer en el futuro alguna barricada.

En ese momento se escucho en la primera planta como habrían la puerta los zombis, el perro empezó a ladrar, el rápidamente tranquilizo al perro para que se callara y busco el otro ruido, se encontraba al final de la tercera planta, el ruido venia cerca del conducto de la ropa, cuando llego alguien salio rápido de una habitación cerrando su interior.

-Jefe de la empresa: Vaya que sorpresa que siga alguien con vida, pase pase rápido.

Su jefe era un tío que nunca le había caído bien, ademas era un gordo pervertido, toda la empresa lo sabia, el perro no dejaba de ladrarle, y el tenia toda la ropa manchada de sangre y un cuchillo en una mano goteando algo de sangre, ademas tenia los pantalones un poco abiertos y parecía algo excitado ( no hace falta que diga lo que le pasaba… xD), todo esto extraño a hank, que le dijo…

-Hank: Bueno…y… ¿has visto a la secretaria?

-Jefe de la empresa: Esta adentro anda pasa adentro.

Hank no se fiaba nada todo le parecía extraño, soltó el mazo y se dispuso a entrar, en cuanto entro vio ala chica con cortes por todo el cuerpo de un cuchillo y sin nada de ropa…hank no sabia lo que pasaba, pero entonces miro para atrás y escucho un grito de su jefe, el perro le estaba mordiendo la pierna, entonces hank se dio cuenta de que iba a matarlo a el y se abalanzo encima aprovechando la ayuda del perro, le dio un puñetazo que lo dejo grogui, entonces hank lo vio todo claro, el muy cabrón la había matado y violado, y si no llega a ser por el perro lo hubiera matado a el también.

Hank enfurecido lo empujo contra la pared y cojio el cincel:

-Hank: Haber como la violas ahora maldito hijo de puta!

Hank le hinco el cincel en un pie con el mazo atravesando el suelo de madera, el grito de su jefe se escucho en todo el edificio, por lo que los zombis ya sabían exactamente donde ellos estaban:

-Jefe de Hank: AHHH!! Eso duele! Tendría que haber matado a ese jodido perro y a ti!! maldito perro todo lo ha echado a perder!!


Hank no decía nada, estaba la furia no le dejaba ni hablar, cojio de la mochila una llave, con la que empezó a abrir el conducto de la ropa, el perro empezó a ladrar alertado por los zombis que ya estaban llegando, entonces consiguió abrir el conducto y mando al perro que se tirase para abajo, mientras tanto su jefe seguía insultando a Hank, salían brotes de sangre del pie de su jefe, intentaba quitarse el cincel pero el dolor y con la fuerza que se lo había clavado lo hacia imposible. Entonces Hank se metió en el conducto, agarrando la puerta para disponerse a cerrarla, cuando los zombis ya estaban casi encima de su jefe y el dijo:

-Hank: que te lo pases bien con tus amiguitos…disfrutare escuchando como te devoran vivo.

Su jefe le imploraba piedad y que le ayudara, entonces hank cerro la pequeña puerta del conducto con la llave por dentro y se tiro hacia abajo por el conducto y mientras iba bajando escuchaba la voz de su feje gritando del dolor de ser devorado vivo y pensó para el mismo:

-Hank: Por lo menos la chica tuvo algo de venganza…

Entonces cayo encima del montón de ropa sucia, ya estaba en el garaje, encendió las luces rápidamente, no había ningún zombi... y hay estaba la retro excavadora!

Posdata: El final de las minas lo escribire cuando alguien siga su parte de historia, para no hacer triple post.
Para quien no se la imagine la retro excavadora seria como esta:

Tras la idea de Franchesco, recordó que tenía una caja de cerillas en el bolsillo, sonrió y dijo:-Cuando tú quieras-Franchesco asintió y rápidamente comenzaron el plan. Tras unos 15 minutos, Nicolás, con el bote de gasolina en la izquierda y una pata de una mesa (de madera) en la mano, dijo-A la de tres, enciendes la mitad de fuegos artificiales y nos vamos cagando leches al coche-a lo que respondió Franchesco-Bueno… ¿Por qué no tiras tu los fuegos artificiales?-A lo que respondió-¿No ves que llevo el bote de gasolina o qué gilipollas? Venga ponte en posición…a la de 3......1…2… ¡y 3…!-

Tras tirar los petardos, los zombis se alertaron y fueron directamente hacia su destino mientras que Nicolás y Franchesco iban directamente a la posición del coche. Tras solventar y eliminar unos cuantos zombis llegaron con esfuerzo a la gasolinera, Franchesco cogió lo que quedaba de los fuegos artificiales y los tiro hacia el otro lado. Mientras Nicolás llenaba el depósito, Franchesco se encargaba de los zombis que hicieron caso omiso a los fuegos artificiales-Listo, ya está lleno el tanque, ¡Hasta sobra gasolina!-Dijo Nicolas-Perfecto, ¡vámonos ya!-Respondió –Bueno espérate….- -¿Esperarme a que subnormal? ¡Vámonos!-

Tras pensarlo, Nicolás lleno los dispensadores de carburante cubriéndolos de lo que le quedaba de gasolina y hizo una hilera hasta afuera de la gasolinera, Cogió el coche, arranco “Bien, al menos se que todavía funciona”, pensó Nicolás, echo la marcha atrás hasta donde estaba la hilera, encendió la caja entera de cerillas que le quedaban y las arrojo al carcho que gasolina. Tras esto acelero lo más que pudo en dirección contraria a la gasolinera.

La gasolinera exploto haciendo estallar todo lo que tenía a su paso, fue una ola de choque tan grande que hasta Nicolás lo noto al tambalearse el taxi, por suerte no se le desvió.- ¡Joder tío! ¡Que explosión! Eres la puta ostia…--Lo que tu digas, al menos matamos a la mayoría de descerebrados que había por ahí…Ahora lo importante es saber donde cojones vamos…-

Pd: Manutrueno, como siguas haciendo esos tochos vas a hacerte una historia en nada xDDD.

salu2!

Adán avanzaba vacilante por la calle oscura, movido por el instinto asesino de su especie. Cada vez era más difícil encontrar comida fresca, las calles estaban vacías. Por donde pasara, las puertas estaban cerradas, algunos de los suyos golpeaban muros, ventanas y puertas.

Algo llamó la atención de todos los zombies del lugar. Una gran explosión se escuchó a corta distancia de ahí, todos se dirigieron hacia allá como movidos por un imán invisible. Sólo unos pocos se quedaron donde estaban.

Adán se dirigió con paso lento hacia el origen de la explosión, pero un portazo al lado suyo detuvo su andar. Un grupo de 4 hombres salieron de una de las casas, todos estaban armados incipientemente con barras de metal, palos de madera y cadenas.

Adán vio cómo este grupo se dedicó a golpear, patear y asestar una serie de impactos con sus armas a los zombies que había alrededor. Algunos se reían, otros simplemente se remitían a decir improperios y escupirles. Adán sintió un espasmo y se dirigió a donde estaban esos hombres. Los pocos zombies que quedaban alrededor estaban muertos, arrastrándose sin piernas.

Uno de los hombres notó que Adán se acercaba, así que sumió su barra de metal en el cráneo de otro zombie que estaba tendido a sus pies, y se dirigió hacia allí. Dio un golpe certero con su barra metálica en una de las piernas de Adán, que cayó al suelo.

Le era imposible levantarse. Otro de los hombres que no paraba de reír, lo tomó de los brazos y lo arrastró al interior de la casa de donde salieron segundos antes. Los sujetos cerraron nuevamente la puerta trayendo tras de sí a otros dos: uno de ellos tenía el ojo colgante, cabello largo y ropajes negros, el otro carecía de piernas.

Tan rápido como los metieron, los ataron de brazos y piernas a muebles que estaban en el interior del lugar. Uno de ellos tomó el bat y golpeó un par de veces con todas sus fuerzas al zombie del pelo largo; tras el segundo impacto se escuchó cómo crujieron las costillas. Adán trataba de zafarse para morder a aquellos sujetos, pero no podía... Uno de los 4 tomó dardos de tiro a la diana, lanzó un par de ellos que se le clavaron en un hombro y en el pómulo respectivamente.

Aquellos hombres no paraban de reír, maldecir y beber de botellas con alcohol dentro.

Con la puerta cerrada la tienda era seguro por un momento, para descansar, Facundo reconto su municion con cara de preocupacion.
Fernando hablaca con su novia para intentar calmarse.

-Escuche señora, ¿Qué son esos papeles que tiene entre los brazos?-dijo Facundo señalando los papeles
-No es de tu incumbencia, son archivos protegidos y mi labor es protegerlos-dijo la mujer abrazando mas fuerte aun si cabe los papeles.
-Facundo ¿Cuántas balas te quedan?-Dijo Fernando mientras cogia de la mano a su novia.
-Pues me quedan 5 balas en un cargador, si pudiera llegar hasta mi coche podria coger munición y mi escopeta-dijo Facundo con la cara iluminada.

La tienda estaba a oscuras y parecia tranquila, Facundo estaba agolpado en la puerta mirando de un lado a otro para no ser sorprendidos por mas de esas cosas.
La doctora miraba a Facundo nerviosamente, por un momento solto los papeles en la mesa y se levanto de la silla para estirar las piernas, en aquellos papeles ponia experimento adán-1, Fernando cogió su carcaj se lo abrocho en la cintura y le dió un beso en la mejilla a su novia mientras la tranquelizaba con unas palabras en su oido.

Facundo vió que Fernando se acerco a él y dió un paso hacia el chico.

-Oye chico tiras bien con ese arco, visto lo visto podrias haber llegado a ser muy bueno con el arco-dijo Facundo sonriendo al joven.
-Gracias, tu tambien disparas y peleas muy bien, ahora que estamos mas calmados, ¿qué te parece si me presento mejor?-dijo Fernando tendiendo la mano hacia Facundo.

Después de las presentaciones Facundo le explico mejor el plan, queria ir a su coche patrulla y coger la munición de la parte trasera del coche.
Ahora lo unico que quedaba por decidir era el momento de salir.

Facundo y Fernando terminaron de hablar, y empezaron a pensar mejor el plan. Mientras tanto, la novia de Fernando y la mujer de la bata blanca estaban hablando, parecía que la novia de Fernando no le podía sacar ninguna información...

Cuando Facundo y Fernando terminaron de pensar el plan a seguir, se lo dijeron a las chicas. La novia de Fernando aceptó, pero la mujer de la bata blanca se negó. Decía que era muy peligroso, pero como no tenía otra opción, decidió seguirlos...

Antes de partir, buscaron en la pequeña tienda cosas que les pudieran ser útiles, por ejemplo, dos pala en un pequeño huerto, y fertilizante y otros elementos que pudieron utilizar para hacer bombas caseras, no muy poderosas, pero lo suficiente como para poder desconcertar a esos seres...

Mientras preparaban las bombas, se hoyó una gran explosión, Fernando y su novia, que estaban en el otro lado del comercio, giraron rapidamente sus cabezas en dirección a las bombas, a lo que Facundo respondió:

-Yo no fuí- con una leve sonrisa en la cara

A lo que sus compañeros respondieron con una risa, menos la mujer de la bata, quien estaba muy concentrada ayudando a preparar las bombas...

-Bueno, ya es tarde, pero si nos apuramos podemos llegar a mi patrullero-Dijo Facundo.
-Entonces-Respondió Fernando.
-Luego ahí, si el auto funciona lo podemos usar para ir a mi casa, o a cualquier lugar-Respondió Facundo.
-Apurémonos entonces-Dijo Fernando muy serio.
-1, 2 y 3- Dijeron al unísono y salieron corriendo.

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Ahora quiero saber que va a pasar

Saludos

Lo primero que probo era si arrancaba la retro excavadora, puso rápidamente la llave y la encendió, funcionaba, después metió en ella un par de garrafas de gasolina, entonces se acordó que antes de encenderla tendría que haber abierto la puerta para no estar mucho tiempo haciendo ruido, entonces escucho a los zombis acercarse y aporrear la puerta de arriba, tenia poco tiempo antes de que la derribaran. Entonces fue corriendo abrió la puerta principal, y en ese momento los zombis empezaron a entrar por la de arriba, corrió hacia la excavadora subiéndose rápido empezó a acelerar, pero el perro no se subía, entonces intento de tener una velocidad corta hasta que el perro se subiera, entonces Grey salto al interior, para Hank era importante ya que era lo único cuerdo que le rodeaba en medio de este infierno en la tierra.

Justo en la puerta se le cruzo un zombi que a saber de donde llego, entonces con la retro le pego un golpe y luego lo aplasto, para su deleite encontró un disco de música country por el suelo de la retro, puso el disco a un volumen normal y empezó a intentar de cantar la canción aunque su ingles era bastante nefasto, entonces cerro bien todos los cristales de la maquina y se dispuso a ver donde ir…

Posdata: Dime tu a donde ir alf, que en esta parte estoy un poco perdido.

Nicolás y Franchesco viajaban en el taxi del primero, después de la persecución tras la explosión que provocaron bajaron la velocidad… Ambos estaban en blanco, no sabían a dónde dirigirse, cualquier lugar era una trampa mortal, así que decidieron dirigirse a la iglesia del centro donde había puertas gruesas, y seguro muchos sobrevivientes.

De pronto, al tomar un atajo para llegar antes, se encontraron con una calle angosta y sin iluminación, se adentraron en ella y Nicolás encendió las luces bajas para iluminar su camino. No había nada más que la negrura y botes tirados, de pronto vieron algunas piernas; el taxista antes de averiguar pisó el acelerador arrollando a un grupo de esas cosas…

En vez de que dejaran de aparecer, había más y más de ellos, algunos pegaban sus manos y rostro en las ventanillas, otros dejaban un rastro de sangre por donde el auto avanzaba. Una vez que salieron de ahí, Nicolás estaba con los nervios de punta, así que aceleró para alejarse de ese lugar infestado de zombies. Era tal la prisa que el auto dio con un hueco en el pavimento… el sonido era inconfundible, se había ponchado un neumático.

Franchesco maldecía en voz alta, mientras Nicolás le ordenaba que se callara, bajó la velocidad esperando llegar a la iglesia antes de que fuera necesario salir de ahí a cambiar la llanta.

***
Hank se sentía más aliviado, estaba acompañado de Grey, que no paraba de lamerle las manos demostrando su gratitud. La retroexcavadora andaba bien, pero no era un vehículo muy cómodo para recorrer la ciudad, así que decidió andar un trecho por las orillas de la mina en busca de supervivientes o un refugio.

Nada. Sólo la noche. Los zombies parecían verse atraídos por las concentraciones de gente, y como en la mina ya no había nadie con vida, no se acercaron más de los que ya había.

De pronto Grey ladró, no esta vez no era un ladrido amenazador, más bien era indicando la presencia de otra persona. Hank se dirigió hacia donde le indicaba el can… Un hombre a lo lejos le hacía señales para que se detuviera… El minero notó que llevaba colgada en la espalda una escopeta de caza, no sabía si ir por él o alejarse de ahí, pero dada la situación decidió ir por el hombre, además no caía mal un arma de fuego en medio de aquella vorágine caníbal.

-¿Cómo te llamas?
-Raúl… soy cazador, vengo de casa. Perseguía a un muchacho en bicicleta, pero le perdí la pista y heme aquí.
-De acuerdo, sube.

Una vez arriba del vehículo pesado, ambos conversaron acerca de cómo habían sobrevivido hasta ese momento, no sin antes encontrarse a una media docena de zombies, mismos que aplastaron con un acelerón de aquel armatoste amarillo.

Ambos decidieron alimentarse, así que se dirigieron a través de la carretera a una pequeña tienda de autoservicio que había en medio de la nada. El lugar se veía desértico, parecía haber sido saqueada con anterioridad, pero de todas formas decidieron entrar para ver si quedaba algo.

Dentro encontraron pocas latas de guisantes, pero no había agua por ningún lado, todo indicaba que era lo primero que se habían llevado, cerca de ahí estaba una televisión de pilas encendida, en ella mencionaban que nadie intentara enfrentar a estas cosas, permanecieran en un lugar seguro y esperaran asistencia del ejército.

Estaban tan distraídos viendo el diminuto televisor blanco y negro, que no notaron que una creatura salió detrás del mostrador de la tienda, y se dirigía hacia ellos. Raúl fue el primero en notar que no estaban solos, porque el perro ladraba insistentemente desde dentro de la excavadora que estaba estacionada a unos pasos de ahí…

***
Facundo y Fernando iban al frente, cada quien con su arma empuñada apuntando hacia delante. Detrás de ellos estaban la mujer de bata blanca y la novia del arquero, ambas con un arma improvisada que en un verdadero duelo de vida o muerte no les hubiera servido de mucho. El plan del policía era encargarse de los zombies que pudieran sin armar gran alboroto para no llamar la atención de más criaturas.

Facundo vio a uno de ellos cerca, corrió hacia él y lo tacleó, estrellándolo contra un poste de luz… cayó al suelo en el acto. Fernando vio de reojo a otro que iba detrás de las mujeres; sabía que no era tan corpulento ni estaba Tan bien entrenado en lucha cuerpo a cuerpo como el policía, así que tomó una flecha, se la sumió directo en un ojo, y la extrajo casi en el acto para poder reutilizarla porque le quedaban pocas.

De pronto oyó un grito, Facundo estaba forcejeando con un par de monstruos, todos se dirigieron a ayudarlo… Con un puntapié, Fernando mandó a uno de ellos al suelo, mientras las mujeres trataban de quitarle al otro de encima a Facundo, que tan pronto como las mujeres se lo quitaron, se levantó y con un buen pisotón le reventó la cabeza, que ya estaba algo rota y podrida de por sí.

El júbilo no les duró mucho, parecían haberse olvidado del zombie que Fernando derribó, que se arrastró hacia ellos mientras estaban distraídos. Sólo se escuchó un grito femenino y un mordisco, aquella creatura estaba prendada con los dientes del tobillo de la novia de Fernando. El silencio fue sepulcral… Acto seguido la pistola de Facundo percutió dos balas, el único sonido que rompía la noche era el lamento de Fernando y el llanto de su novia.
***

P. D.: Perdón la demora, ahí tienen. Bienvenido Raúl, el nuevo personaje.

Fernando se puso al lado intentando hacerle un torniquete con un trozo de su camiseta, pero la herida no paraba de sangrar, el silencio continuaba siendo lo unico que se escuchaba aparte de los quejidos de dolor de la chica.

Facundo como muestra de su compañerismo y buen ser, puso su mano en el hombro del joven, este volteó la cabeza y la inclino en muestra de gratitud.

Las lagrimas caian del rostro de la chica, mientras que su cara hacia gestos de dolor, al ver que los gritos de dolor no cesaban y estaban alarmando a mas de esas criaturas.

-Deja de gritar ya- dijo la doctora reprochando a la joven.
-Cayate un momento no ves que la han mordido, maldita sea- dijo Fernando apretando el puño.
-Oye Fernando hacercate un momento que tengo que hablar contigo, usted doctora terminele el torniquete-dijo Facundo mientras ayudaba a levantarse a Fernando.

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Nicolás intentaba no cocharse con los zombies que furulaban por la calle, pero cada 20 metros que adelantaban habia mas densidad de zombies y destrucción.

La velocidad del coche cada vez era mas lenta y el panorama se veo cada vez peor, si no los daba tiempo a llegar a la iglesia tendrian que bajar a reparar la rueda.

-Joder, ¿Queda mucho para llegar?- pregunto Franchesco con preocupación
-Tranquilizate coño, que solo quedan 3 calles para llegar- dijo Nicolás intentandolo tranquilizar.

La calle donde se localizaba la iglesia estaba medio vacia de esas cosas, pero la rueda del taxi esta destrozada, Nicolás en un es fuerzo por no destrozar mas el coche decidió parar cerca de la iglesia.

-¿Pero qué estas haciendo tio?- Dijo franchesco con el bate en la mano.
-Pues paro porque tengo la rueda reventada por el salto de antes, asique ahora que estamos cerca aprovechemos- dijo Nicolás cogiendo la pata de la silla.

Cuando bajaron corrieron hacia la puerta de la iglesia.

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El perro seguia ladrando, pronto hizo su aparición el sujeto al que ladraba, a Hank se le cambio la cara cuando lo vió, hace un par de horas ese tipo era un compañero suyo. Mas en concreto era un amigo suyo.

Con lento se acercaba cada vez mas, Raúl apunto con su escopeta, pero Hank aparto la escopeta y con un golpe seco con una tuberia lo lanzo al contra la pared, asestandole un par de golpes certeros mas. De la camisa se le calleron unas llaves, Raúl sin fiarse mucho de su muerte se acerco al zombie y cogió las llaves.

Eran las llaves de un coche.

-Aun muerto sigues siendo un fiel amigo- dijo Hank en voz baja.