En algún rincón sin zombies (Título provisional)

Alicia era la jefa y todo el mundo lo sabía.

A mi ese tema tampoco es que me importara mucho, pero desde la charla de esta mañana que tuve con ella mientras cortaba leña se me abrieron los ojos. Ella no era la jefa por infundir respeto ni por ser la mas temida; ella era la jefa por saber como llegar a cada uno de nosotros y mostrar un valor tremendo a cualquier situación.
¿Por que seguía lamentándome por Sergio si eso no arreglaría nada? Da igual, lo importante es que no había llorado en años y por primera vez me sentía desahogado, sin el fuerte dolor que siempre sentía en el alma.
Entramos en la casa para tomar un café y seguimos charlando, hoy estaría ayudándole con el pequeño Fernando.

Poco después estuve en mi habitación pensando en la gente del refugio y en las cualidades de todos, especialmente en Alicia que fue capaz de hacerme llorar jeje quien lo pensaría.
Degtyarev llamó a mi casa y me dijo que tenía guardia con el por la tarde.
-Espero que al menos lleguemos a tiempo al cumpleaños de Fernando. Dije con amistoso.
-Que mas da? No es que me agrade mucho ver una película dentro del castillo, vos sabéis. Me respondió.
- Bueno tu haz lo que quieras, pero yo quiero que Fernandito nos viera a todos felices en su cumpleaños, que estaría bien olvidarnos de todo esto por un día. Respondí sonriendo.
- Que te pasa wey? De repente has salido de tu larga amargura por un niño de 4 años¿? Dijo en tono sarcástico.
- No seas borde amigo mio jaja, simplemente es que hoy estoy de buen humor.
Cuando empezó a oscurecer la fiesta de Fer empezó a oírse en el castillo así que me arreglé un pelín y me asomé por allí. Habían venido bastantes personas, unas 40, solo en el cumpleaños de Fer se reunía tanta gente, era como volver a los tiempos de antes de la infección.
Allí me senté entre Cody y Degtyarev casi en primera fila. Era sorprendente como había crecido Cody, todavía lo recuerdo a el y a su ardilla correteando por la estación del metro de la ciudad.

Alicia puso en marcha la película, parecía una película de Shrek. Recuerdo haber visto alguna película del ogro este en mi infancia. A Fer le hizo mucha ilusión, estaba embobado viendo la película y yo reí por ello.
A degtyarev no parecía agradarle mucho la película y yo lo miré como diciendo "eres difícil de divertir".
Dije eso porque yo si me estaba destornillando con la película, para mi este día ha sido el mejor en los malditos 5 años que llevo amargado aquí.
De repente Alicia y Arturo salieron a la puerta de la sala, parecía que estaban hablando con Michael.

Algo no marchaba bien.

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Como me divierto yo solo haciendo que degtyarev hable como tu Darky xD

Tras dejar al motorista en compañía de Alicia, Arturo y Michael en el interior del castillo, me dirigí a toda velocidad hacia la torre en la que se encontraba el foco y pude verlo con mis propios ojos.

Una masa ingente de no muertos se acercaba con paso renqueante, atravesando el huerto. Giré el foco hacia la puerta del huerto que conectaba con el castillo y un escalofrío me recorrió el cuerpo. La puerta estaba abierta. Me quedé inmóvil unos cuantos segundos. Por mi mente pasaban imágenes de los muertos entrando al castillo, despedazando a todo aquel que se cruzase con ellos…No, aquello no debía ocurrir.

Me bajé de la torre de vigilancia y busqué desesperadamente algo que me ayudase a detener el implacable avance de aquel ejército. Entonces me topé con la furgoneta. Hacía bastante tiempo que no la utilizábamos, pero se habían encargado de mantenerla a punto.

Miré por la ventanilla del conductor y pude ver que las llaves estaban puestas.

- Gracias Dios, por los pequeños milagros…-murmuré mientras me metía en el interior del vehículo.

Giré la llave, la furgoneta hizo amago de arrancar, pero no lo consiguió. Probé otras dos veces, pero sin ningún resultado.

- ¡Venga, venga, venga! – gritaba mientras con una mano golpeaba el volante y con la otra giraba la llave.

Entonces arrancó.

No perdí tiempo y apreté el acelerador a fondo, giré el volante y enfilé la puerta del huerto. Los faros del vehículo alumbraron al primer zombie que salía del huerto, éste giró la cabeza hacia la furgoneta en el momento en que la empotraba contra la puerta, separándolo en dos mitades y bloqueando así la entrada del huerto al castillo.

El impacto había hecho que me diese un cabezazo contra el cristal, me llevé una mano a la frente y palpé la sangre. A duras penas conseguí abrir la puerta del vehículo y salir fuera. Había conseguido bloquear la entrada al castillo, pero solo de momento. La furgoneta acabaría cediendo ante el empuje de aquellos seres.

El golpe en la cabeza me había dejado algo aturdido, así que me tambaleé hacia el lugar en el que se celebraba la fiesta y abrí las puertas de par en par.

Todas las cabezas se giraron hacia mí.

- ¡ESTÁN EN EL HUERTO! ¡LOS MUERTOS HAN LLEGADO AL HUERTO! – grité segundos antes de perder la consciencia.

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Ha sido breve, pero tampoco quería avanzar mucho en la acción para que todos pudiésemos participar.

Yo y Carlos habíamos terminado nuestro turno por la tarde, horas antes había pasado por su casa a saludar y tener una conversación, creo de echo que es el mejor amigo que tengo desde que todo sucedió, él o Cody, ya que Cody fué el que me encontró entre unos escombros hace ya cinco años.Como sea, el punto es que pasé muy buenos ratos con Carlos.Ambos son buenos amigos, si era difícil conseguir amigos antes de que el brote estallara imagínate ahora, ahora son todos unos lunáticos saqueadores asesinos y violadores.No los hay de otra clase, bueno sí, están los supervivientes como nosotros, pero son súper raros de encontrar.Los zombies me quitaron todo cuando salieron de sus agujeros, mi trabajo, mecánico, Dios me sentía tan bien reparando motocicletas estilo cross, muchos corredores de la ciudad acudían a nosotros por que según ellos "ustedes son de calidad", cosa que nos hacía enorgullecer a todos los mecánicos del taller por ser tan buenos.Me pregunto si perdí mis habilidades y enseñanzas, no lo creo, la vieja furgoneta funciona bien gracias a los mantenimientos que le dimos yo y el difunto Oleg, que en paz descanse.Aunque es tan difícil conseguir piezas de repuestos...al parecer los vehículos son un tesoro que muy pocos pueden permitirse, recuerdo que la última moto que pude utilizar fué la cross que encontré en el centro comercial, la misma que utilicé contra Sykes, bueno ambos tuvimos la culpa aquella vez.
Alzo la mirada y veo al alemán haciendo guardia y fumando un cigarrillo, me saluda cordialmente pero me jode el no recordar su nombre, le devuelvo el saludo, le pedí que me enseñara alemán, mi padre y yo nos venimos aquí hace ya mucho tiempo atrás, extraño Alemania, aunque era solo un niño cuando nos fuímos de ahí, lo transfirieron y le dieron varias ventajas si aceptaba, y él no dudó ni un segundo.Luego, poco después de venirnos aquí él descubrió mi debilidad con la cocaína, se fué decepcionado, pero me dejó una carta suya, recuerdo la visión que me decía que buscara en casa, la recuerdo y tal como la visión decía, ahí estaba la carta.La carta que llevo conmigo a todas partes para mantenerme firme, los deseos de mi padre, sus palabras de valor, cariño, coraje y amor.Todo para mí, para que no cediera ni un instante.Mis dos tesoros, la carta de mi difunto padre y Emmy, la mocosa no tan mocosa que me tiene loco, o más o menos.Veré si luego pienso en algo para mejorar las cosas entre yo y ella, no me gusta estar así con ella y además odio dormir en el sofá y tener esas malditas pesadillas con el Willis zombie parlanche, aunque me ha echo reír un poco debo admitirlo.Mejor regreso a casa y me busco algo de ropa buena, luego iré a las duchas y me pego un buen baño para la fiesta dentro del castillo, espero que la cosa no esté tan aburrida, trataré de quedarme el mayor tiempo posible.

-¡Degtyarev foto!-Grita alguien mientras miro hacia atrás, Emmy con una cámara cegandomé con el flash.
-Hahaha mira que lindo has salido en ella.-Tomo la foto que me ofrece y trato de verla lo mejor posible, el maldito flash a dejado mis ojos como una vagina dilatada a punto de dar a luz.En la foto salgo yo, con mi remera gris con el logotipo de Rammstein, un pantalón de jean negro con el símbolo soviético en la rodilla izquierda, el martillo y la óz.Detrás de mi puedo ver las casas, detrás de estas el castillo y finalmente las montañas con el sol escondiéndose detrás de una de ellas, pero lo más notorio y cómico es mi cara de malhumorado.
-Bah, yo salgo genial en todas las fotos que me toman.-Dije conteniendo una risa y mirándola a los ojos.
-Qué payaso cómico e idiota eres, por eso te quiero.-Murmuró abrazándome entre lágrimas.
-Yo también te llego mocosa enana, aún te saco una cabeza de altura.-Dije riéndome aún abrazados.
-¿Que harás ahora?-Preguntó de repente.
-Eh, iba a buscar un poco de agua para bañarme y estar presentable para ir a la fiesta del castillo, ¿quieres que traiga más asi nos bañamos juntos?-Pregunté temiendo si había metido la pata.
-Sí, ve a buscar yo ya tengo tu ropa y la mía preparada, así que te espero.-Dijo besándome en la mejilla y corriendo en dirección a casa.
-Oh de puta madre, no traje los jodidos baldes, bueno iré a casa yo también entonces a buscarlos.-Me dije para mí mismo.

La cabaña no está tan lejos, así que empecé a caminar pensando en lo sucedido durante la semana, la conversación sobre mis sucesos pasados y pesadillas con Carlos.Los entrenamientos con armas cuerpo a cuerpo y puño limpio con Cody, aún no sabe mantener el equilibrio con las tacleadas, y tampoco sabe hacerlas bien aún, pero qué más dá, sabe luchar.Luego supongo que el suceso más notorio fué encontrar a la nieta de uno de los ancianos del campamento, un ex policia jubilado hace décadas que logró sobrevivir a duras penas con su nieta de ocho años.La niña en cuestión llevaba desaparecida dos días, el anciano me lo confesó a mí, y cuando le pregunté el por qué no se lo dijo a nadie su respuesta fué, no quería ser un estorbo, entre lágrimas.Esa misma noche contra todas las reglas simplemente tomé prestado a Willis, mi leal machete y una linterna del almacén para buscar a la niña, la encontré escondida al amanecer del día siguiente en un tronco hueco llorando como una desconsolada.Al principio se mostró agresiva conmigo pero la presencia del perro del pueblo, Willis, la tranquilizó.Llegamos finalmente al refugio, entré por la puerta principal, ahí estaban Gerard y el alemán, Gerald me preguntó de dónde había salido con la niña, ni siquiera contesté.Al llegar a la casa del viejo policía fué todo un espectáculo meloso, ambos, tanto la niña como el anciano lloraban de la alegría.Yo me fuí sin decir nada, estaba felíz conmigo mismo, aunque al llegar a casa me regañó Emmy, bueno, algo sin importancia supongo.
No me di cuenta de que estaba cruzando delante de la casa del anciano hasta que escuché que me llamaba, él estaba parado frente la puerta de su casa, subí los pocos escalones hacia la puerta de su casa hasta encontrarme con él.
-¿Qué sucede señor?-Dije mirándolo a los ojos.
-Tengo algo para ti, te lo pensaba dar aquella vez como recompensa pero te fuíste rápido, ven, entra.-Dijo abriéndome la puerta de su casa.
-Esto querido muchacho, es tu recompensa.-Dijo guiándome hasta el comedor, arriba yacía un revolver con una bandolera llena de balas.
-No se que es eso, pero no puedo aceptarlo.-Murmuré desviando la vista del arma.
-Es un revolver calibre cincuenta raging taurus bull, y sí, puedes aceptarlo, yo lo utilicé cuando me ascendieron a sheriff en mi pueblo y lo traje conmigo hasta aquí.Tómalo porfavor, te lo mereces, gracias a ti mi nieta está con vida.-Dijo entre lágrimas mientras me colocaba la bandolera y ponía el revolver en mi pistolera.
-Gracias, es...algo pesado, pero es muy lindo estéticamente.
-Estoy harto de verte con ese machete tuyo, mata a varios cabrones con ese revolver, ¿si chico?
-Sí, lo haré, gracias por el revolver, si necesita algo, sólo avíseme.
-Ya has echo suficiente, ahora vete, no te entretendré más y ten cuidado con el retroceso del arma.-Dijo acompañándome hasta la puerta.

Un dormido toro yace en su funda de la parte derecha de mi cintura mientras que una bandolera llena de balas la recorre como una serpiente dorada, llego corriendo a casa, abro la puerta y la cierro detrás de mí.
-¿De dónde has sacado esa pistola?-Pregunta una voz, Emmy, me doy vuelta y la veo desnuda como la luna con su tez pálida como la nieve.
-¿Cuál de las dos?-Pregunto entre risas.
-Hahaha olvídalo, ya he ido a buscar yo el agua, dado que te tardabas demasiado.-Dijo cruzándose de brazos a posta para resaltar sus pechos.
-Bien, tu ve que yo te alcanzo enseguida.-Dije quitándome la bandolera y pistola, dejando ambas encima del armario de nuestro cuarto.

Me desvisto lo más rápido posible deseoso de tener un buen baño junto con la chica que amo, me arrodillo detrás de ella mientras arrojo un balde con agua suavemente sobre su cabeza, pasándole ese shampoo que tanto le gusta y que tan buen aroma contiene sobre su hermoso cabello negro, enjabonándoselo suavemente, repito el proceso dos veces hasta que su cabello y cuerpo queda reluciente bajo las tres velas que ha colocado estratégicamente en la repisa el baño.Ahora le toca a ella devolverme el favor, vierte sobre mi cabeza el agua suavemente mientras yo me coloco un shampoo que me tomé la molestia de robar en un saqueo junto con otros materiales higiénicos para Emmy, en fin, ese shampoo era el mismo que usaba yo antes del brote.
-Hahaha oye rubio, que suciedad tienes en tu pelo.-Dice con una risita.
-Mi pelo ya no es lo que era.-Digo con una sonrisa.

Y así sigue el baño de media hora compartido, Emmy dándome un espectácular masaje mientras yo me lavo con una esponja todo mi cuerpo.
-Rubio, ¿por qué no me presionas?-Pregunta abrazándome por detrás sintiendo sus pechos en mi espalda dando por finalizado el baño.
-Si te refieres a por que no te presiono para tener relaciones te lo diré, te amo y cepillarte de echo no está en mis planes hasta que me digas que si quieres hacerlo, si no te amara estaría todo el puto día pidiéndotelo.
-Te amo rubio.-Dijo luego de unos segundos de silencio.

Ambos salimos del baño y nos secamos con una toalla en perfecto estado, cortesía de mis saqueos con Carlos.Me visto con la ropa que me ha dejado Emmy sobre la cama, una camisa negra y un jean blanco, ambos lavados y bien perfumados, solo es algo que ella haría.En cambio ella se pone su viejo uniforme de colegio, remendado cuidadosamente y reluciente, como hace cinco años atrás.
Ella salta sobre mi espalda, yo corro hacia el castillo mientras la tengo a ella en mi espalda riendo a carcajadas, no puedo retener mi risa y mi alegría se mezcla con la suya, llegamos pronto al castillo, en la entrada yace Carlos y a unos metros yace Jules, yo cruzo corriendo saludando a Carlos con Emmy detrás mio con sus brazos sobre mi cuello riéndose con suma alegría mientras sostengo sus piernas con ambos brazos.Ambos nos sentamos en la segunda fila.Al lado mio se sentó Emmy, mientras que a mi derecha Carlos.Fer, el cumpleañero, estaba absorto mirando la peli, yo estaba demasiado ocupado charlando con Carlos y Emmy para prestarle atención a la peli de Shrek cuatro, además de que no es mi estilo de película, pero supongo que para un niño es algo mágico.
-Carlos, no sabes lo que me ha dado un anciano, es un tesoro es...-Justo cuando estaba por decirle sobre lo de la recompensa algo irrumpe de repente es Connor, el aprendíz de Arturo.
-¡ESTÁN EN EL HUERTO! ¡LOS MUERTOS HAN LLEGADO AL HUERTO!–Grita y unos segundos después pierde la consciencia.
-Carlos...-Murmuro.
-Degtyarev...-Responde.
-¡Vamos Emmy!-Grito mientras la tomo de la mano y ambos salimos corriendo hacia la entrada.
-¡Degtyarev apresúrate!-Oigo gritar a Carlos.
-Emmy no salgas de la casa, escóndete dentro y no salgas hasta que yo vuelva.-Digo apresuradamente mientras abro la puerta de la casa de una patada y ambos nos metemos dentro.
-Degtyarev, ¿dónde vas?-Preguntó jadeando y con lágrimas en el rostro.
-Iré a echar una mano, nisiquiera pienses en salir, no abras la puerta a nadie.-Digo desvistiéndome, me coloco mi jean gris, mis botas, el chaleco kevlar y la remera gris de Rammstein.Tomo la bandolera con el revolver, me coloco la bandolera y el revolver en su funda.En la puerta me espera Emmy junto con mi machete.
-Cázalos tigre.-Dice con una sonrisa ofreciéndome la espada.

Nos despedimos con un beso y salgo afuera, cierro los ojos y respiro el aroma de la noche...es dulce, dulce como la muerte.
A lo lejos Carlos, haciéndome señas de que me apresurara.Empuño fuertemente el machete y corro hacia su dirección, creo que volvemos a ser pareja.

La alarma sonaba con fuerza cuando Sergio salió fuera de su habitación, situada en el sótano de la granja. Allí nadie le molestaría, o le molestarían lo menos posible. En realidad, se trataba de algo positivo para todos: Sergio no tenía que soportar manterner mucho contacto con otros seres humanos, y éstos evitaban al mismo tiempo tener que fingir que el chico de la despensa era uno de ellos.
Tenía claro que alarma equivalía a problemas, y tenía aún más claro que si esos problemas llegaban al lugar donde él se encontraba, estaría vendido.Desde el sótano sólo había una salida hacia la planta principal de ñla granja y tenía que llegar allí a toda prisa.
Avanzó rápido hacia las escaleras, que saltó de 2 en 2. Al final de los dos tramos, una puerta. Y detrás de ella, el caos. Gente corriendo de un sitio a otro, unos vestidos, unos en ropa interior, otros armados, otros con cara de sueño, gente que conocía de intercambiar un par de frases al día, gente que ni tan sólo eso... Descontrol. Pero él sabía lo que tenía que hacer. O lo sabría a su momento.
La idea era estar protegido en algún rincón de la granja, cerca de la salida, pero no demasiado cerca, si alguien tenía que caer, él no sería el primero.
Así que decidió dirigirse al conjunto de barriles que conformaban una barrera, cerca de la puerta trasera de la granja. 15 metros separaban la barrera de la salida. Tenía que ser suficiente.
Estaba a punto de situarse detrás de la barrera cuando un pinchazo le golpeó en toda la frente.
Oh, oh. Papá llama a la puerta....
Efectivamente, la voz tardó poquísimo en llegar a sus oídos.
Ese lugar se convertirá en una trampa mortal. Será mejor que vengas aquí...
La voz venía de algún lugar situado detrás suyo. Sergio se giró para adivinar el lugar de procedencia mientras se sorprendía en oir aquella voz con tanta claridad, en medio del jaleo que había en aquel lugar.
Ven hijo, aquí estoy. Sabes que conmigo estás a salvo. Yo nunca te haría daño.
Al final adivinó de donde provenía la voz, y empezó a caminar hacia ella. No había duda: la buhardilla era el lugar adonde tenía que encaminarse. Un pensamiento vino a su cabeza: juraría que en todo el tiempo que llevaba en ese lugar, nunca había explorado esa planta. Curioso. Justo en el momento de entrar, un gran estallido de cristales llenó sus oídos.

Corriendo a buscar a todos los supervivientes:
Vamos, vamos, despertaros todos, joder!!. ¡¡Esta viniendo un ejército podrido!!

No seas tan graciosillo Max, que siempre haces lo mismo... - Dijo alguien en voz baja.

Que no coño, que va enserio, Chris diselo por favor!

Esta diciendo la verdad vengaaa, que podemos hacer Blake?-Dijo Chris asustado

Blake no dudó un instante y se puso a buscar los pocos vehículos que tenian, y mientras decía:

Como no sea verdad te juro que os mato hoy mismo Max y Crhis. Los demás, levantaros y todos meteros donde podáis, coger provisiones y armas, "LO QUIERO PARA AYER"!!-

-Mientras cogían todo los zombies se ivan acercando más y más. Nadie podía pararlos, ni las pequeñas trampas esparcidas por todo el recinto conseguían hacer que esa masa mortal de zombies se redujera.-

Pero, por Dios, estamos en medio de la nada, en una maldita granja llena de cabras y gallinas, donde vamos a ir ahora??!!, estamos perdidos!- Dijo Max con un tono lloroso.- Ahora solo me falta perder a mis nuevos amigos. Noo puede ser

De repente aparecieron Nicolás y Nikola, quienes siempre tenian soluciones para todo, al parecer ellos no estavan durmiendo esa noche.

Que está ocurriendo?- Dijeron a la vez los dos "Nicos"

Callaros y subid al coche, espero que funcione este trasto- Dijo blake.

Mierda, tio! Estan aquí al lado!!!!!! se estan comiendo hasta las cabras- Max ya no podia más y se metió con Chris dentro de su coche reforzado.
Todos los vehiculos estaban medio destrozados ya que Max últimamente no se había dedicado a arreglarlos.

Vamos, vamos, corre...

Se hacía de noche, y los vehículos parecia que no funcionaban, y los zombies cada vez más cerca de ellos...

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Si no esta muy bien lo siento pero ya dije que volvi hoy y estoy muy cansado, me las currare más, esto es para no perder la vida xd

La Alarma estaba sonando. Era un error, o había problemas en el perímetro de la granja.

Nikola salió del cuarto del radio rápidamente para ver qué era lo que estaba pasando, no estaba seguro, pero quería suponer que no era demasiado tarde.
Al salir se enteró que un enjambre de zombies se acercaba al refugio, tenían que contenerlos.
Nikola rápidamente se movió, avisó a Derek y corrió con el doctor Nicolás.
-Dr, tiene que ponerse a salvo como lo hemos ensayado, esto no es un simulacro, tenemos problemas y graves.
El Dr. se puso pálido, aunque lo habían ensayado muchas veces, no estaba preparado para eso y menos tan pronto.
Fueron rápidamente hasta donde estaba sonando la alarma, llegaron en los vehículos y rápidamente pusieron orden, Los zombies habían entrado en el perímetro externo, pero todavía la situación era controlable. Nikola atropelló a varios zombies, dejando una brecha entre la granja y los zombies, habían recuperado algo de terreno.
- Ahora, no retrocedan, vamos contra ellos, esta es su zona, ustedes se encargan, yo tengo que ir a mi zona.
Salieron juntos y al llegar a la zona de las casas, Nikola dejó en el vehículo al Dr y le dijo, ahora vas tú en tu zona.
El Dr. salió de prisa a la zona segura, sabía lo que debía de hacer, juntar a las mujeres y los niños y llevarlos ahí.
Mientras Nikola y los demás saldrían a defender el perímetro.
Nikola rápidamente se organizó con Derek, quien debía inspeccionar la parte norte del perímetro.
Sergio iba saliendo del cuarto de la despensa y Nikola le dijo, recuerda, tú tienes que ir a la parte oeste del perímetro y revisarla, sabes a quién llevarte, vamos, vamos, no quiero que entren los podridos al refugio.
Derek y Blake se encargaban de la zonadonde había sonado la alarma, mientras que Nikola tenía que ir al Sur, esperando que no hubieran entrado todavía.
Corrió rápidamente y se reunió con su equipo, rápidamente se armaron y se colocaron en posición, sabían que hacer...

Todo tranquilo en la parte sur, aunque todo estuviera tranquilo en esa parte quería correr a donde estaban los zombies pero tenía que esperar, él era el encargado de esa parte sabía que los demás harían su trabajo, solo si sonaba la segunda alarma entonce se reubicarían en el punto de reunión para pasar a la fase dos.
Pacientemente pasaron 5 largos minutos, sus compañeros querían irse a ayudar, pero Nikola los mantuvo, tenían que mantener la posición, el ruido de la alarma y la batalla siempre atraía a mas zombies.
De pronto, lo que no querían pero sabrían que sucedería, el primer zombie fué visto acercándose al perímetro, luego otro y otro. pronto ya eran alrededor de una docena, tenían que actuar rápido.

- Muy bien, ya saben qué hacer. Dijo Nikola.
- Formen 2 equipos de tres personas. uno golpea, el otro apoya y el tercero cubre, así siempre habrá uno golpeando ya sea el golpeador primario o el de apoyo, en caso de emergencia el tercero atacará o avisará para que todo salga como siempre.

Salieron del perímetro y dos personas cerraron la reja detrás de ellos, estaban listos para defender su hogar.

Nicolás Salio a toda prisa, su objetivo era claro, buscar a todos los niños y mujeres y llevarlos a la zona segura.

El Dr. Comenzó a registrar todo el refugio en busca de todos los niños y mujeres que se encontraran en el mismo. Luego de unos minutos ya había reunido a todos en la zona segura, y decidió unirse a la defensa del refugio.
Se dirigió a la salida por donde había ido su amigo Nikola. Al llegar les dijo a los hombres que abran la reja, pero estos se negaron ya que era muy arriesgado que salga y no podían darse el lujo de perder al único doctor del refugio, ellos tenían razón, así que Nicolás no pudo hacer más que vigilar la entrada desde dentro en caso de que vuelvan con algún herido.


Al cabo de 20 minutos regreso solo un equipo, el de Nikola.

-Como esta la situación ahí afuera Nikola- Pregunta el Dr.
-Jodida, los podridos son demasiados, hemos podido detener la primera oleada pero vimos más en esta dirección y volvimos por más munición.
-Déjame ayudarlos, les vendría bien mi ayuda. Ya perdieron 1 equipo y no creo que puedan aguantar mucho ustedes solos.
-Tienes razón Nicolás, pero eres el único doctor, no te podemos perder... Además, no tienes experiencia con las armas.
-Estuve practicando, me las puedo arreglar ahí fuera.
-Aun así NO. Vuelve a la Zona Segura allí te necesitaran.
-Esta bien, suerte ahí fuera.

El Dr. se sube al vehiculo y marcha hacia la Zona Segura, mientras Nikola y su equipo vuelven a salir fuera del refugio a tratar de defender nuestro hogar.

La alarma sacó a Derek de su empanada mental como si fuera una jarra de agua fría. El ruido era ensordecedor, y muy molesto, pero era sinónimo de problemas.

- Por qué demonios tenemos una alarma sonora tan potente? Eso no hará más que atraer más podridos - pensó, pero su reacción fue rápida. Salió de su habitación corriendo con un bate de béisbol en la mano, y solo pudo ver caos en la granja. A pesar de estar bien defendida, un enjambre de zombis grande podría destruirla, sin contar que no tenían una vía de escape secundaria. Lo tantas veces ensayado, tantos simulacros, y a la hora de la verdad no servía para nada. La gente corría de un lado para otro, intentaba ponerse a salvo donde ellos consideraban que era seguro, se afanaban a recoger sus pertenencias, pero solo unos pocos se preparaban para la inminente lucha.

Derek vio a Sergio, el huraño, salir del sótano y entrar en el edificio principal. Lo conocía poco, pero creía que algo estaba tramando o se estaba preparando para la batalla, o eso esperaba. Max y Chris parecía que intentaban algo con los pocos vehículos que les quedaban, no sabía si para aplastar zombis o para escapar. Se encontró con Blake, con quien un mudo asentimiento de cabeza servía para saludarse y demostrar que sabían lo que tenían que hacer. De camino se encontraron también con Nikola y Nicolás. Conforme llegaron, empezaron Blake y Nikola a repartir las tareas y las funciones tal como habían preparado:

- Doctor, usted se queda en la zona segura. Quiero a toda la gente de aquí organizada, los niños con un par de adultos en la buhardilla, y todos los demás a prepararse para el asalto. Los quiero a todos armados y que formen una línea defensiva, no podemos permitir que entren en la zona segura.

Tras unos intentos de protesta por parte de él, intentando que le dejaran salir fuera a combatir se dio por vencido, y se fue a preparar la defensa y a organizarla.

- Nikola - dijo Blake - si todo va bien Max y Chris se ocupan de la parte este del refugio, y Sergio de la parte oeste. Ya sabes, estás al mando de esa zona. Tus hombres deberían estar ahí, organízalos y combate como sabes. Derek, los nuestros y yo vamos al perímetro norte. Debemos impedir que entren.

Nikola asintió y se dirigió a su tarea rápidamente. Derek y Blake salieron corriendo hacia la parte norte, donde habían 3 hombres más esperándoles ya. Fue mirar por la valla y darse cuenta que los zombis habían traspasado el perímetro exterior con las respectivas trampas. Ahora solo quedaba la zona interior y luego la zona segura. Debían detenerlos en la interior, o por el contrario las bajas y los desperfectos serían enormes.

Había una vanguardia de zombis, quizás una quincena más algunos más desperdigados, pero de momento parecía más o menos despejado.
- Mierda, un rebaño así no viene solo. En las demás partes del perímetro debe haber un número similar o mayor, en total quizás un centenar o dos. Estos grupos nunca vienen solos, y acostumbran a atraer a más por el ruido y todo el escándalo, sin contar ya nuestra magnífica alarma. Estamos jodidos, debemos actuar rápidamente - dijo Derek.

Blake gruñó como respuesta, y se veía en su rostro como estaba pensando a toda prisa algún plan que los sacara de ese atolladero, mientras se preparaban para la batalla.

Después de ver el enjambre (el mayor que había visto) tuve que calmar a Max como buenamente pude. Lo peor de todo es que esta vez el que estaba acojonado era yo. Rápidamente fuimos a avisar a los demás, pero visto las bromas anteriores de Max no lo creían.

Era algo normal ya que le gustaba gastar bromas pero... esta vez no era ninguna broma. Por primera vez tuve que afirmar las palabras de Max, con solo recordar la visión del enjambre me sentía más vulnerable que nunca. Ya que no solo nos superaban en número, además estaban tan cerca que casi no teníamos tiempo para reaccionar.

Suerte que apareció Blake que rápidamente me dio las órdenes, el objetivo era claro, ir con Max y proteger la parte este de la granja. Esta vez no había lugar para errores, nuestra supervivencia dependía de nuestra organización. En las expediciones en busca de víveres las espadas eran útiles pero frente a un centenar o más era casi imposible sobrevivir. Tenía claro que esta vez tendría que recurrir a armas de fuego pero mi dominio con ellas es nulo.

Cuanto más pensaba más miedo tenía pero una colleja de Max me sacó de mis pensamientos.

-¡Venga corre más lentorro! [Dijo Max nervioso]
-¡Cuando salgamos de esta te daré una que te arrancaré la cabeza enano! [Dije medio cabreado]
-Pues venga, que no se diga Chrisy. [Dijo con una sonrisa]

Max era lo más parecido a un hermano, así que no pienso dejar que salga herido...

Blake habia preparado a los hombres para un enjambre inminente que de seguro llegaria al refugio tarde o temprano. Él conocia muy bien los instintos de los podridos, donde fuera que hubiera ruido, ellos irian en busca de su presa.
- Oye, Blake. - Le pregunto Derek que estaba a su lado
- Mmm? - Respondió con una voz parecida a un rugido.
Derek miró al horizonte por un momento antes de seguir.
- ¿Saldremos... vivos de esta?
La pregunta lo tomó por sorpresa, no habia contemplado la idea de que habia una posibilidad, en realidad una gran posibilidad de que fueran sobrepasados por los infectados y cayeran uno tras otro, la posibilidad de que muriesen.
- No te puedo prometer que no moriremos, como no te puedo prometer que lo haremos. - Dijo con una voz fria como el hielo.
- Ja... Entonces ni siquiera tu piensas que sobreviveremos... Estamos jodidos, ¿No?
Derek esperó una respuesta pero Blake en lugar, soltó una carcajado.
- ¿...? ¿Que es tan divertido?
- Él que ustedes sobrevivan o no depende de nadie más que de ustedes. Tu voluntad es la que te ayudo a seguir vivo durante tanto tiempo.
Blake hizo una pausa y continuo, mientras Derek lo miraba ansioso.
- Si ves que todo se esta llendo al demonio, que no puedo contener a estos desgraciados, tu puedes o correr en la otra direccion y vivir otro dia, o quedarte y luchar hasta el ultimo momento... ¿Quien sabe? Tal vez venzamos y todo siga normal mañana, eso es lo que pienso. Pero de lo que estoy seguro, es que yo no movere un pie de aqui hasta que todos y cada uno de esos sacos de carne con patas tengan sus cesos regados en el piso.
- Entonces... ¿No te iras incluso si todos lo hacemos?
- ¿En que me afectaria que lo hicieran? Durante tres años vivi aqui sin compañia, con una mano rota y aun asi estoy vivo, ¿o no?
- Aun asi, un enjambre como este nunca llego al refugio...
- Supongo que sera una experiencia para recordar...
Ambos se quedaron callados por un tiempo, con los ojos perdidos en la oscuridad, esperando la horda que se acercaba.
- Oye... Blake...
- ¿...?
- ¿Cómo... Cómo fue que te quebraste la mano?
- Mmm... - la única respuesta fue una mirada penetrante como una daga
- Pe... Perdon si te ofendí, es solo que..
- No importa, en realidad fue una situación parecida a esta, aunque no dire más que eso.
En realidad, el recuerdo habia llegado a él de manera tan vivida al momento que la alarma sonó, que casi se desmaya, el alcohol combinado con el dolor de su mano no era una muy buena combinación con aquel sonido. Aunque aun asi, se sacudió y llevó fuera de esa recaída, no habia tiempo que perder y menos en algo tan trivial como una memoria.
Pero esta aún seguia alli... Enterrada en su mente como algo que quisiere olvidar, como una pesadilla quemada en su cerebro.
Blake pestañeó trato de volver su cabeza a la realidad, no era momento de pensar en errores del pasado, ahora debian hacerse con todo el coraje que tuvieran y hacerle frente a los podridos que cada vez se acercaban más, ya habria tiempo despues de depremirse.

Abro los ojos con la sensación de que todo ha sido un mal sueño, que me despertaré y estaré tumbado sobre mi colchón mediocre, en mi casa mediocre, viviendo mi vida mediocre.

Pero obviamente no es así...

Al parecer alguien me apartó de la entrada y me colocó sobre una de las mesas del castillo. Shrek 4 sigue proyectándose, aunque ya no hay nadie en la sala, únicamente yo. Me llevo la mano a la frente y palpo una venda, alguien tuvo la cortesía de curarme la herida de la cabeza.

A mi alrededor hay sillas volcadas y varios objetos por los suelos, como si alguien hubiese tenido que huir apresuradamente.

¿Cómo no van a huir, Connor? No fuiste especialmente sutil al comunicarles que estábamos siendo asediados, me digo a mi mismo.

Sin perder más tiempo, me levanto y atravieso la entrada en busca de los demás. La noche me parece más oscura de lo usual, aunque el terreno está parcialmente iluminado por alguna que otra antorcha. A lo lejos se oyen disparos y gritos.

Comienzo a correr hacia la fuente de los disparos y al doblar una esquina me encuentro de frente con Carlos y Degtyarev.

- ¡Joder, qué susto Connor! No vuelvas a aparecer así. ¿Está mejor tu cabeza? - me pregunta Carlos echando una ojeada a mi herida.

- Sí, estoy bien. ¿Cual es la situación?

- Pues estamos bien jodidos, los zombies no tardarán mucho en entrar, estamos disparándoles desde las torres, pero son demasiados. Se nos acabará la munición antes de que muera la mitad. ¡Pero no perdamos más tiempo, vamos!

Acto seguido los tres corremos hacia una de las torres de vigilancia. Antes de subir me parece vislumbrar a Alicia, Arturo y algunos más cerca de allí.

En la torre nos encontramos con Javier, otro de los supervivientes, disparando a los muertos vivientes que hacen presión contra la camioneta.

- ¡Dios, menos mal que habéis venido! Tengo que ir a ver como está mi familia, pero no quería dejar la torre sola. - nos cuenta el hombre angustiado. Está al borde del pánico.

Intento tranquilizarle, le digo que se vaya con su familia, que nosotros defenderemos el lugar. Le convenzo de que todo irá bien, pero en realidad sé que eso no es cierto. Nada va a ir bien.

El hombre deposita su rifle en mis manos y desaparece por la escalera. Entonces me vuelvo hacia Carlos y Degtyarev y valoro nuestras opciones.

- Chicos, lo más probable es que no salgamos de esta, pero yo digo que nos carguemos a tantos de ellos como podamos y tratemos de darle algo de tiempo a Alicia y a los demás para pensar un plan. ¿Que os parece? - les pregunto mirándoles fijamente.

- Cojonudo, vamos a por esos bastardos. - contesta Carlos a la vez que recarga su arma.

-Degtyarev, Carlos,¿qué está pasando?-Pregunta una anciana pareja que yace en la puerta de su casa a nuestra izquierda.
-Quédense dentro y no salgan por ni un motivo.-Digo suficientemente alto para que me escuchen.

Ambos seguimos corriendo hacia el huerto, Carlos mira con curiosidad el revolver y no aguanta las ganas de preguntarme de dónde lo he sacado.
-Me lo dió un anciano como recompensa.-Murmuro sin ganas de hablar del tema.
-Luego me lo explicas -Dice- ahora será mejor que nos encarguemos de aquello.-Dice mientras me señala hacia delante, un grupo de cinco zombies exitados mirando hacia todas direcciones en busca de una presa.

Desenfundo el pesado revolver con capacidad para cinco balas calibre cincuenta, apunto al zombie más próximo cuidadosamente y disparo.El retroceso casi hace que el arma se me vaya de las manos, pero al menos el zombie está fuera de combate sin media cabeza, uno menos y quedan cuatro, cuatro que se dirigen hacia nosotros a paso semi lento, los zombies rápidos son algo raro, pero los hay.Fué un día de cacería, estabamos yo y Carlos junto con Cody de caza, cuando un alarido sale de entre los árboles, pasados unos segundos sale un fenómeno corriendo a toda velocidad exitado con las venas del cuello tensas.El caso es que la criatura me embistió y ambos caímos a la orilla del rio.Carlos se encargó de volarle los sesos antes de que fuera tarde, desde ese entonces somos más precavidos.

Reacciono, Carlos ha abatido a uno de ellos rompiéndole el cráneo en varios trozos grandes.Apunto con el Taurus, Dios quiera que el disparo no me duela y disparo dos veces seguidas, el primer disparo destroza el pecho de uno de ellos y casi lo tumba, pero el segundo le da en la cabeza y lo acaba.
-Encárgate del otro, yo de aquél.-Digo señalando con la cabeza a lo que parece ser un militar.

Recargo y guardo el arma en su funda, es el turno del machete.Corro hacia su dirección y doy un golpe hacia el costado cercenándole una mano y cortándole tres dedos de la otra, lanzo otro golpe y el machete se atasca en el cráneo del mismo, lo retiro rápidamente y me dirijo hacia Carlos que al parecer ya ha terminado.
-Eso es todo.-Dice.
Vemos a Connor venir hacia nuestra dirección, al parecer ya está mejor.El y Carlos mantienen una pequeña charla, no hay plan, solo matar todos los zombies que podamos.

Desde dentro de recinto se escuchaban los disparon, el olor a polvora y el intenso humo que salia del cañon de algunas armas, yo no pude llegar hasta mi cabaña para conseguir mis armas. Solo pude coger un trozo de madera que estaba en la casa, los demas se repartieron para intentar acabar con el ataque zombie. Lidia nos dijo que salieramos y ayudasemos a los demas, Facundo y yo salimos de la casa y fuimos andando con cuidado por el recinto, los disparos resonaban desde fuera y del huerto.

Agarre con fuerza el palo de madera y camine hacia fuera para intentar ayudar a lo demas, pero con el palo poco podria hacer, mi mision ahora era coger un arma para poder ayudarlos. Al entrar al huerto, vi como varias luchaban por su vida a tiro limpio contra los zetas que llegaban, Facundo se acerco a ellos y disparo con los zombies. Tiempo que aproveche para correr hasta la casa, desde alli se podia ver el camino que llegaba hasta el castillo, seguian llegando poco a poco, pero ya casi ni llegaban. El enjambre estaba dentro de la casa salvo algunos que intentaban alimentarse de los pocos que resistian fuera.

Sin mas tiempo que perder abri la puerta y me meti dentro, de la pequeña habitacion cogi la pistola y la guarde en su funda, el rifle lo colge al hombro y sali de la misma forma que entre, un zombie que no habia visto se abalanzo hacia mi, como si de un jugador de futbol americano se tratatase, lanzaba dentelladas hacia mi cuello, como pude me repuse de golpe y forcejeaba con el como podia, con el trozo de madera le empujaba el cuello para intentar zafarme de el.

Un disparo impacto en su cuello, impulso que aproveche para empujarlo y poder levantarme, no tenia mucho tiempo mas tenia que llegar adentro y subir a unas de las torres vigia para tener una vista mas amplia de la zona. Retrocedi unos paso y saque la pistola, apunte a su cabeza y dispare, su cuerpo inmovil se desplomo al suelo. De detras de las casas prefabricadas salian dos mas, no me entretube con ellos y corri lo mas rapido que pude hasta la torre, desde alli cogi la posicion y comence a disparar.

Al momento de volver por la munición, descubrió con asombro algo que no podía creer... El segundo equipo regresaba, corriendo y pudieron pasar. Cerraron la reja detrás de ellos y no se podían ver todavía los zombies pero por lo que comentaba el grupo en poco tiempo llegarían implacáblemente.

Eran demasiados, y el ruido de la alarma estaba atrayendo a mas, no podrían contener a tantos. Debían bloquear ese lado, por lo que Nikola comenzó a dar órdenes. La gente comenzó a traer madera, unos polines, los calvaron medio metro en la tierra, la cual apisonaron y comenzaron a unir perpendicularmente los polines con madera, lo que hubiera, costera, tablones, hasta mesas, hicieron una zanja improvisada y luego pusieron alambres de puas para entorpecer el paso, con eso ganaban unos minutos mas.
Todos estaban bien organizados tenían alrededor de unos minutos y la segunda barda levantada les daría un tiempo de oro, aún así ese flanco estaba perdido, los zombies eran demasiados, no habría forma de eliminar a tantos, debían salir de ese lugar.

Rápidamente Nikola corrió a decirle a Blake lo que sucedía, la situación en otros lugares era similar, estaban siendo rodeados, debían encontrar una brecha o formarla ellos mismos.

- Podríamos usar algún vehículo como carnada, prendemos el estereo a todo lo que dé y que se aleje con el ruido, así podríamos distraer a los zombies, se le ocurrió a Nikola.

Nicolás llegó a decirles que ya las mujeres y niños estaban donde deberían de estar y todo en orden. Se enteró de la situación y comenzaron a trazar un plan. El vehículo podría funcionar lo suficiente para poder salir, pero estaba dificil sacar a 35 personas. Debían usar otro vehículo, un camión.

- Por lo pronto debemos juntar provisiones para poder salir y dejar el lugar. Comentó Nikola.

No podía creerlo, Nikola tanto que se había preocupado y esforzado por levantar la granja, ahora tenían que dejarla, ya no era segura, tal vez podrían contener la primer oleada, pero vendrían mas, y más, siempre lo hacían. De pronto los cinco años se le hicieron cortos, como si todo hubiera ocurrido en unos cuantos días y donde la imagen de seguridad no había sido más que una pantalla, un sueño y ahora estaba despertando a la realidad, una realidad desgarradora, inquietante... Dura y cruel.

Blake, Derek y su grupo estaban disparando contra los zombis mientras veían como ese enjambre ser acercaba inexorablemente hacia su refugio.

- Mierda, la primera zona de contención no ha servido de nada, y las pocas trampas apenas hacen mella en sus filas. Son demasiados, y nosotros muy pocos, no podremos contenerlos - dijo Derek.

Blake respondió con un gruñido apenas audible cuando apareció Nikola por detrás:

- Estamos rodeados por todas partes, el número de zombis es de centenares, no creo que podamos resistir. Mandé preparar más barricadas y reforzar las defensas, pero dudo que podamos aguantar aquí.

Blake asintió en señal de aprobación, mientras se veía como intentaba fraguar un plan. Nikola continuó:

- Debemos encontrar una forma de escapar de aquí de la forma que sea. He pensado en usar los coches para atraerlos hacia otro sitio, pero no sé si funcionan ni nada.

- Creo que no, y tampoco nos servirían de mucha ayuda al estar tan rodeados. Necesitamos abrir una brecha primero, para escapar o bien intentar usar los coches para irnos o para crear algún señuelo - respondió Derek.

Los zombis continuaban acercándose, y la moral decaía en el refugio. Hacía tiempo que no sabían nada del doctor, ni Sergio ni muchos de los otros miembros decisivos del refugio. Si tenían que tomar una decisión, se supone que debían hacerlo conjuntamente, aunque siempre hay excepciones, y esta vez parecía ser una de ellas.

- Tenemos algo de gas o cualquier cosa que explote? Si conseguimos crear una explosión podremos abrir una pequeña brecha, aunque sea muy arriesgado, en nuestra única posibilidad. Si el plan no sale bien nos veremos atascados aquí, pues el enorme ruido atraerá indudablemente muchos más zombis. Es de las pocas ideas válidas que se me ocurren - expuso Derek, mientras continuaba disparando.

- No es mala idea, pero debemos pensar otras más fáciles y con menos riesgo. Juan - dijo, dirigiéndose a un chico joven, de aspecto nervioso y cara infantil a pesar de sus 17 años - vete a buscar a Sergio, Max, al Doctor y a Chris y tráelos aquí, necesitamos discutir nuestro próximo paso y decidir rápido. Derek, ve con las mujeres y los niños e infórmales que preparen todas las provisiones, equipajes, armas y todo lo que puedan llevar que nos sea útil, quizás tengamos que escapar rápidamente.

Derek asintió y se dirigió corriendo hacia la casa mientras Juan recorría el campamento en busca de los demás.
Al abrir la puerta Derek se encontró con la representación gráfica de la palabra terror: niños llorando, muchas madres y algún anciano llorando, todos encogidos y con una expresión terrorífica en el semblante. La muerte se había encontrado con ellos anteriormente, y temían volver a encontrársela.

- Escucharme, quizás debamos escapar del refugio - empezó Derek. Sonaron las primeras quejas y negaciones, pero su estado de terror era tal que apenas tenían fuerza para eso - Necesitamos que preparéis todas las provisiones, armas, medicinas, ropa, todo lo que penséis que nos pueda ser útil para el viaje y el nuevo refugio y lo dejéis todo listo por si tenemos que escapar. Es de vital importancia.

Derek ya salía corriendo cuando oyó a una mujer organizando todo lo que él había dicho, y en cierta manera se sintió orgulloso de todos sus compañeros, preparados para situaciones de emergencia. Se dirigió corriendo a buscar a Blake y a ver qué decisión tenían que tomar.

El pequeño consejo del refugio se habia reunido, estaban alli el Doctor Nicolas, Derek, Chris, Sergio, todos mirando firmemente a Blake y a Nikola a su lado. Nadie queria romper el silencio, todos sumergidos en sus pensamientos eligiendo cual de sus soluciones exponer.
- Habla. - Impusó mirando a Derek.
- Si. Creo que debemos abandonar la granja y...
- De ninguna manera, no hay suficientes vehiculos para toda la gente que hay aqui. Ademas, ¿Cuando fue la ultima vez que alguien reviso esos carcajos? No seria agradable quedarse atorado en medio del campo con un enjambre viniendo.
- Y tampoco seria agradable quedarse aqui esperando la muerte.
Sergio respondió con los brazos cruzados.
- Aun asi, no sabemos si podremos abrirnos camino entre los podridos, puede que haya cientos afuera. - Explicó Nikola.
Los infectados llegaban por olas al refugio, aunque habian encontrado un tiempo para discutir sobre los movimientos futuros, más habian llegado.
Todos tomaron sus armas y empezaron a disparar, casi a tientas hacia la oscuridad, eventualmente viendo los cuerpos caer con los fogonazos de la polvora. No les quedaba mucha más munición, asi que esta era un recordatorio del tiempo que les quedaba. Una vez que se acabara, seria un correr o morir y no habria lugar a otras opciones.
Chris cesó el fuego mientras pensaba en algo, Blake notó esto y le dió un leve golpe en el hombro.
- Hey, no te duermas o te pondre una bala en el cerebro por holgazán.
- No es eso, es que podriamos... - Chris cortó la frase y empezó a disparar denuevo.
- Habla.
- No importa.
- No fue una petición, fue una orden. ¿Qué pensabas? En este momento hasta la idea más estupida es mejor que lo que tenemos.
Este comentario molesto un tanto al grupo que se sentia un tanto orgulloso por lo que ellos consideraban decisiones inteligentes.
- Es que, si la alarma los atrajó, otro sonido en otro lugar deberia de hacer lo mismo y desviarlos, ¿no?
Nikola, que escuchó su idea de la boca de alguien más, no perdió tiempo y se metió en la discusión.
- Ya lo habia pensado, pero seria una misión suicida. Quien sea que maneje no tiene la seguridad que volvera. Tal vez los podridos le corten el paso, se quede sin gasolina o la ingenieria falle.
- Mmm... Eso me da una idea. Chris, ve y revisa los vehiculos, el que mejor funcione traelo cerca de aqui.
- ... ¿Eh?´
- ¿Eres sordo o crees que estoy jugando? ¡Ve de una vez!
Chris empezo a correr con el rifle en el brazo.
El grupo retomó el trabajo de limpiar la entrada de los podridos, cada vez le quedaban menos cargadores.
- ¡Hey! No me digas que piensas ir tu en esa misión kamikaze.
- Ni se me ha cruzado por la mente como posibilidad, lo dije antes y lo repitó, no movere un pie fuera de esta granja. Pero su plan es bueno.
- ¿Entonces sacrificaras a otro? ¡Eso es aun peor! - Dijo mientras bajaba el arma, concentrandose en la conversación.
- Incorrecto. Mandare el vehiculo por si mismo. Solo necesito algo para atorar el acelerador y limpiar el camino por delante hasta que gane velocidad, con algo de suerte puede que aleje a estas cosas de aqui.
Blake en realidad no queria perder una camioneta de manera tan innecesaria, pero en aquel momento, podria significar la salvación para el refugio dado que no habian ideas mejores. Mientras pensaba esto, un click se escuchó en su arma. Se habia quedado sin balas.

Alicia encendió el proyector de la sala de reuniones y se sentó junto a Fer para ver la película. Arturo estaba de pie, observando a su familia desde el otro lado de la sala, junto a Fernando y Facundo. Estaban en una buena posición para salir corriendo de la sala en caso de que fuera necesario y además, podrían controlar los problemas que se produjeran en la sala.
Junto a Alicia, se sentaba Carlos y, al otro lado de Fer estaba Cody. Cody disfrutaba con la película como si fuera un niño ya que, su infancia terminó prematuramente cuando los zombies acabaron con la vida corriente en el mundo.
Degtyarev estaba sentado junto a Emmy y junto a ella estaba Jules, la novia de Gerard. Gerard no soportaba ver ese tipo de películas así que subió a dar un paseo por las almenas. Alicia tenía a toda su patrulla controlada, excepto a él.

De repente, Michael, que debería estar haciendo la guardia entró en la sala. Se acercó a Arturo y después fueron a decir algo a Alicia. Alicia miró a su pequeño y dirigió unas pequeñas palabras a Carlos y Cody.
Chicos, ha pasado algo fuera. Parece que ha llegado un nuevo superviviente. Tengo que salir. Cuidad del niño, ¿de acuerdo? Lo dejo a vuestro cargo- Dijo mirando a los dos. Cody asintió. - Fer, tengo que salir un momento. Ahora vengo. Quedate con tu hermano y hazle caso a todo lo que te diga.

Alicia dio un beso a su niño en la frente, salió del recinto de la mano de Arturo y se dirigió a la enfermería. Allí, un joven empezaba a recuperar la consciencia después de desmayarse. Los tres escuchaban atentamente lo que tuviera que decir. Se acercaban los zombies, un grupo de más de 100 zombies y no tardarían en llegar.
Alicia se tapó la boca con sus manos y abrazó a Arturo. Las imágenes de su hijo siendo devorado por los zombies la atormentaban. Necesitaba pensar rápido en algo que hacer.
Arturo y Michael llegaron a la conclusión de que la parte delantera del castillo estaba cubierto por un foso y que la parte trasera era segura, a excepción de.... Alicia pensó en el huerto, el maldito huerto.

Salió corriendo de la sala de enfermería, dejando a Leo, según se había identificado el nuevo superviviente, junto a Sandra, la enfermera del refugio. Arturo y Michael corrieron tras ella para volver a las torres de vigilancia.
Sin embargo, cuando salió ya era demasiado tarde. Los zombies habían entrado. Carlos, Degtyarev, Facundo, Fernando y cualquier hombre o mujer que supiera empuñar un arma, había salido del castillo y estaba luchando contra ellos.
Alicia fue abatida por un zombie despistado que paseaba entre las casas. Cayó al suelo y forcejeó, quedando el zombie a escasos centímetros de su cuello. Ella tenía fuerza pero el zombie, a pesar de que era pura piel y huesos tenía una fuerza sobrehumana. Tanto era así que Alicia golpeó a ese ser en el pecho y le rompió varios huesos pero su ataque no se detuvo hasta que una bala llegó desde el cielo, acertando de pleno en la cabeza de aquel ser. Era Gerard. Disparando de una de las torres del castillo.

Aquel cuerpo medio descompuesto y huesudo cayó sobre Alicia. Arturo y Michael ya habían ido a las torres de vigilancia. Facundo y Fernando disparaban a los zombies que había en el exterior mientras Carlos y Degtyarev se ocupaban de los que habían conseguido entrar.
La puerta del huerto había sido la culpable, por allí habían ido entrando, primero a cuentagotas y después muchos más atraídos por el ruido.
Lo mejor sería ocuparse de la gente del castillo pero el pánico habían cundido demasiado. Entró allí, cerrando la puerta tras de sí. La gente corría histérica de un lado a otro. Muchos intentaron frenar a Alicia para preguntarla pero ella estaba como loca buscando a Fer o a Cody pero no había ni rastro de ellos y las personas a las que preguntaba estaban demasiado asustadas para responderla.
Confiaba en que Cody hubiera sabido poner a los dos a salvo, no podía tener miedo.

Entró en la sala de reuniones donde quedaba mucha gente, sobre todo mujeres, adolescentes y algún hombre preocupado por su pareja.
Sí, es una realidad- Gritó Alicia desde el estrado, alumbrada únicamente por la luz de una antorcha- Los zombies han conseguido entrar. Todo aquel hombre o mujer capaz de empuñar un arma, que suba a las almenas a disparar. Que nadie salga del castillo, tenemos alimentos suficientes para sobrevivir aquí dentro.

Levantó una pequeña trampilla en el suelo y entregó varios rifles a dos o tres hombres. Ella seguía siendo fiel a su Glock pero cogió un M16 y dejó al mando a Marisa y a Jules.
Subió las escaleras que la separaban de las torres del castillo y se encontró con Gerard. Miró desde arriba e intentó disparar pero fue entonces cuando se derrumbó.
Arturo, Facundo, Fernando y Connor disparaban desde sus torres y Carlos y Degtyarev corrían por no ser atrapados, golpeando a los zombies con sus machetes.
El nuevo había salido de la enfermería y golpeaba a los zombies con un martillo encontrado en cualquier parte.
Aún así, la victoria estaba lejos. La furgoneta cayó y los zombies consiguieron entrar al castillo.

Álvaro y Jacob fueron los primeros en encontrar la muerte aún vestidos de gala. Había más de cincuenta zombies en el interior del castillo y seguían entrando por los laterales que había liberado la furgoneta al caer. Eran demasiados y Alicia lo sabía. Quizá tendrían que abandonar lo que había sido su hogar durante los últimos cinco años.
Primero dio un paso atrás, después otro y otro hasta que el M16 se escurrió entre sus dedos. Cayó al suelo, sacando a Gerard de su concentración. Alicia se apoyó contra la pared, hundió la cabeza entre sus manos y lloró.
- Alicia, joder- Gritó Gerard, que no había dejado de disparar- No me hagas desperdiciar más munición. Levántate y lucha.
- ¿Luchar por qué? Ya no tiene sentido la lucha. Han conseguido entrar al castillo. Y no encuentro a Fer ni a Cody.
- Mientras hay vida hay esperanza – Gritó Gerard- Cody sabe cuidarse y cuidará del pequeño. ¿Dónde está Jules?-No me hagas bajar a averigüarlo.
- Está bien, dentro del castillo. Al mando de los que quedan dentro.
- Esa es mi chica- Dijo Gerard sonriendo mientras acertaba de pleno en la cabeza de un podrido. Colgó su arma en el hombro y se acercó a Alicia.- Alicia, ven aquí, levanta y deja de llorar de una vez. - La cogió por un brazo e hizo que mirase por la ventana. - No tenemos tiempo para esto. ¿Ves a Connor luchando? ¿Ves a Degtyarev? Confían en ti, yo confío en ti, saben que tienes un plan. Contigo nos sentimos a salvo pero no con esta Alicia. Saca tu rabia y lucha, como has hecho hasta ahora.

Alicia recogió su M16 del suelo y comenzó a disparar desde las alturas, dando cobertura de nuevo a los demás. Estaba agradecida a Gerard porque Gerard la había sacado de su estado. Y de repente... todo estaba claro.
Gerard, gracias, creo que tengo un plan....

Nosotros somos gacelas y ellos peligrosos guepardos.

La gente que había fuera del castillo intentaba por todos los medios refugiarse en cualquier sitio. Aunque el sitio mas seguro por ahora era el castillo. Estructura que tratábamos de defender frente al avance de los zombies.
En cambió, los chicos y yo permanecíamos fuera del castillo impidiendo que pasara el mayor número de zombies posibles cuando de repente los zombies derribaron la furgoneta y empezaron a pasar un número ingente de ellos.
Yo estaba rematando a un zombie clavándole el hierro que había conseguido en el cráneo.
-Son demasiados Degtyarev, tenemos que entrar dentro del castillo. Dije retrocediendo unos pasos.
-Estoy de acuerdo, esta parte está perdida. me respondió dándose la vuelta.
-VOOOOOLVEEEEED, VOOOOOOLVEEED!. Grito Gerard desde lo alto de una almenara del castillo.
-Degtyarev, retirada al castillo. Que se retire todo el mundo. Dije retrocediendo ya a trote hacia el castillo.
-Chicos! Todos a dentro del castillo rápido! Avisó degtyarev a todo el mundo.

No tuvimos muchos problemas para entrar aunque la imagen que pude observar cuando me volví sobre el terreno que habíamos perdido era horrible:
Había grupos de zombies sacándole las tripas a dos personas a escasos 50 metros.
Dos hombre se quedaban rodeados a lo lejos por un gran grupo de zombies.
Pero lo peor era ver lo que se nos estaba echando encima.
En la sala principal del castillo había unos pocos zombies que se habían colado, pero no resultaban una amenaza por lo que los eliminaron rápido los que disponían de armas.
Ya dentro del castillo pusimos a varios hombres en las puertas para que dispararan a cualquier zombie que intentase entrar a parte de la ayuda que recibíamos desde las almenaras.
Degtyarev y yo nos adentramos en el castillo en busca de gente que pudiera combatir.
Pero al abrir una puerta que daba con una especia de sala de mantenimiento se le echo un zombie a degtyarev encima dentelleando hacia su cuello.
Cuando fui a quitárselo de encima, pude ver como el zombie desgarrada algo con su boca y lo escupía hacia el lado volviendo hacia Degtyarev.
No me lo podía creer, un zombie había mordido a mi mejor amigo sin que yo hubiese podido salvarle.
Pero degtyarev de repente le soltó un puñetazo en el entrecejo que lo derribó y se lió a golpes con el hasta que finalmente acabó con el rompiéndole el cráneo.
-La próxima vez te lo pensarás 2 veces antes de morder mi chaqueta preferida hijo de puta!!! Dijo mientras le seguía dando patadas al cuerpo sin vida del zombie.
-Joder, creía que te había conseguido alcanzar el cuello, por un momento me sentí fatal. Respondí aliviado.
-Sigamos con esto, ya le pediré a Emmy que intente cosérmelo que de eso no entiendo.
Acto seguido encontramos las escaleras que daban al piso superior, allí encontramos una pequeña colonia de supervivientes que se encontraba allí cerca de la sala del reproductor que ya daba los créditos de la película que vimos anteriormente.
Entré en la sala y apagué la película, pudiendo ver a Cody con el pequeño en un rinconcito acurrucados.
Cody parecía cantarle una nana o algo así, yo carraspee y ambos se levantaron.
-Debéis ir a un sitio mas seguro que este Cody, seguro que Alicia está buscando a su pequeño. Deberías buscarla, no me extrañaría de que estuviera dándose mamporrazos con los zombies buscando a Fer jeje. Le expliqué.
-Miraré por arriba, pero acompáñame, podría encontrarme con zombies en mi camino.
-Vale, espera que se lo diga a Degtyarev, el tiene que bajar abajo a ayudar.

En ese momento pensaba si volvería a ver otro amanecer.


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Ains kea, he escrito esto por ti, que yo ya tenía mi historia pero espere a que colgaras y empece de nuevo jeje

-Uno menos...dos menos...tres menos...
-Seis menos...ocho, nueve menos...
-Esto de contar me parece algo inservible.-Murmuró Carlos detrás mio.
-Oh, a mi me ayuda a no pensar en ellos, diez menos.-Murmuré mientras volvía a lanzar un machetazo a la zona de la cabeza a otro zombie- once menos.

Estabamos rodeados, lo admito, miro hacia todas las direcciones, zombies, ráfagas de disparos, hombres y mujeres luchando.A lo lejos se escucha un grito, algo así como "volved".
-Son demasiados Degtyarev, tenemos que entrar dentro del castillo.-Dijo Carlos retrocediendo unos pasos.
-Estoy de acuerdo, esta parte está perdida.-Respondí dándome la vuelta.

Corrimos como posesos hacia la entrada del castillo, dentro se habían colado unos pocos, pero fueron rápidamente neutralizados por la gente armada que estaba dentro, seguí a Carlos, abrió una puerta y de ese cuarto salió un zombie enfurecido que me empujó o mejor dicho me embistió haciendome caer al suelo, cosa que aprovechó para lanzarceme encima.El cabrón era más grande y corpulento que yo, me lanzó un mordisco al cuello, pero para mi suerte solo consiguió arrancar un buen trozo de mi chaqueta.Reaccioné, lancé un codazo hacia su mandíbula con todas mis fuerzas, el golpe bastó para que lo echara a un lado, esta vez yo estaba encima de él, puñetazo con la izquierda, uno dos y tres veces, derecha izquierda.Crack...un suspiro...silencio, está muerto.Doy vuelta mi cabeza hacia la dirección de Carlos y veo que me observa con detenimiento.
-¿Qué?-Pregunto mientras me reincorporo.
-Encárgate de los supervivientes de aquí, yo iré a ocuparme de algunas cosas.-Dijo Carlos y echó a correr rápidamente desapareciendo entre la multitud.
-No eres mi jefe.-Murmuré, aunque ya se había ido.

Miro a mi alrededor, a la salida por el puente, varios hombres disparando a todo aquel zombie que se acerca en la entrada, una idea.
Busco algún rifle sobre las estanterías, mi revolver no sirve contra grandes masas, por su retroceso y poca capacidad.Contra una mochila en un rincón veo un SA80, probablemente el propietario sea un militar inglés o lo haya encontrado algún saqueador en algún cuerpo de algún soldado inglés, aunque las probabilidades son escasas.Corro hacia la entrada y grito:
-¡Cinco hombres agachense y seis hombres párense detrás de nosotros!-Grito mientras me agacho junto a tres hombres que disparan contra los zombies que tratan de entrar, debo repetir la orden varias veces pero al final veo que han echo caso.

Finalmente el resultado es bueno, seis hombres contándome a mi de rodillas disparando a todo zombie que se apróxima y detrás nuestro seis hombres más repitiendo la misma acción, a alguno de ellos se le ocurrió la brillante idea de ordenar de que las personas detrás de la barricada humana nos dieran municiones en cuánto gritaramos "sin balas".
-Deberías ser jefe de los guardias de seguridad.-Dice el hombre que está arrodillado a mi derecha.
-Eso no pasará nunca.-Murmuro dando toda mi atención a la oleada que se apróxima de zombies.

Desde lo más alto de la buhardilla todo se veía distinto: sus compañeros de granja, formando pequeños escuadrones de combate, el inmenso rebaño de zombies que se acercaba desde todas las direcciones. Sergio observaba como se mascaba la tragedia, mientras descansaba en su posición preferida.
-Es mejor así, debes fiarte de mi. Nunca te haría daño- la voz de su padre volvía una y otra vez a su cabeza - además, hay algo que tengo que mostrarte. Justo detrás tuyo.
Sergio giró poco a poco el cuello, mirando hacia sus espaldas. De repente, allí estaba. Flamante. Reluciente. Un fragmento de obsidiana.
-Cógela, te hará falta-decía su padre.
Sergio se agachó a coger el arma cuando de repente apareció un muchacho, Juan creía que se llamaba.
-Le están buscando, las defensas van a caer y quieren decidir qué vamos hacer.
La voz de su padre había desaparecido. No estaba. Y con ella el dolor de cabeza. Así que Sergio acompañó al muchacho.
Utilizar gas para abrir una brecha? Acaso se habían vuelto locos los que así le llamaban a él? Sergio no podía creer que alguien creyera en que algo así iba a sacarles de ese problema. De un problema que en realidad era del resto, porque él tenía muy claro a quien obedecía. Y no estaba en esa sala ahora mismo. Su cabeza despejada así lo confirmaba. De momento, Sergio decidió esperar a ver que proponía el resto, mientras acariciaba la piedra que acababa de encontrar con delicadeza.

El Plan ya estaba concretándose. El automovil podía funcionar, pero para que funcionara, debía recorrer mucha distancia y hacer mucho, mucho ruido, mientras que en la granja no lo hiciera. Eso serviría para los zombies que llegaran por algún flanco, mientras que por los otros, debían enfrentarlos, eso, si querían mantener la granja que durante varios años habían levantado.

El grupo de líderes se puso de acuerdo, usarían una camioneta, la que pondrían en marcha y pegándole el claxon para que hiciera mucho, mucho ruido.
Nikola no estaba muy convencido, si tenían que quedarse, el ruido atraería a muchos mas zombies de los que estuvieran en la zona, si no, los que llegaran por el lado contrario buscando la fuente de sonido, se toparían en medio camino con la granja.
Así pues pusieron en marcha el plan, pero nadie podía ir manejando, debían trabar el acelerador para que se fuera solo el vehículo, pues no podían sacrificar a nadie, y nadie quería hacerlo, pues sería terrible el resultado, una larga agonía.

Mientras que Blake, Derek Chris y Nicolás se ponían de acuerdo cómo hacerle, Nikola salió a poner orden en la granja.
Comenzó a dar órdenes, sabía lo que hacía y cómo lo hacía, ponía todo en orden y eso tranquilizaba a la gente.

Pronto se comenzaron a ver los primeros podridos en llegar a la cerca, comenzaron a acabar con ellos con un arma rudimentaria pero eficiete, las cuales eran un tubo de metal terminado en cuña, era un mecanismo muy simple, solo necesitaban poco esfuerzo para que el tubo entrara directo en la cara del podrido y con poleas lo sacaban rápidamente, Era un mecanismo sorprendente, por su simplicidad, pues podían acabar con muchos zombies por minuto y solo requería de 3 personas para hacerla funcionar, 2 empujaban y una jalaba.
Comenzó la carnicería, Empujaban y entraban como en mantequilla, jalaban y las poleas facilitaban la salida. Era un trabajo sencillo, pero tedioso. Los zombies caían y caían. Todo iba bien, no había complicaciones y aunque no atinaran al zombie del frente, siempre había uno que era empalado y quedaba inutilizado.

Parecía que tenían una esperanza. O eso era lo que creían...

Los zombis no me lo habían puesto facil, pero había logrado llegar a una de las torres, junto con Arturo, desde allí se podía contemplar el macabro espectátulo que tenía lugar en el patio. Unos luchaban contra los zombis como buenamente podían, otros huían al interior del castillo perseguidos por los zombis.

No llevábamos apenas un minuto, cuando alguien gritó:
-¡Volved!
La mayoría de las personas empezaron a replegarse poco a poco hacia dentro del castillo, Arturo y yo cubríamos su retirada desde la torre.

-Creo que ya estan todos- Dijo.
-No, ¡allí quedan dos!- Le dije.

Los zombis los tenían completamente rodeados, Arturo y yo empezamos a disparar, para salvar a aquellas personas, pero fue inutil, agotamos los cargadores y aun había unos veinte zombies a escasos cinco metros de ellos, uno de ellos sujetaba una barra de metal, con la que mantenía alejados a los zombis, o al menos lo intentaba, el otro estaba detras, apoyado en la pared, observando su pistola.
De repente me miró, no era una mirada de desesperación, ni de miedo, estaba vacía completamente, volvío a mirar su pistola y de nuevo, me miró a mi.
Sabía lo que me estaba diciendo, asentí con la cabeza, y observé como aquel hombre, apuntaba a su compañero, que acababa de ser mordido, y le disparaba en la cabeza, acto seguido, se puso la pistola en la sién, me sonrió, y apretó el gatillo.

Me quedé emmbobado, mirando el cadaver desplomándose sobre el suelo, y me habría quedado allí, sin apartar la mirada, toda la noche, de no ser porque Arturo me devolvió a la realidad.

-¡Vamos Michael!, ¡tenemos que irnos!.
-Está bién, vamos.

Echamos a correr por la muralla hacia una puerta que daba al astillo, mientras corríamos, reparé en la Calibre 50 que había apostada en la muralla, a pocos metros de nosotros, al llegar a su altura me detuve.

-¿Que haces?- Me preguntó Arturo.
-Ayúdame a desmontarla, seguramente nos será util.
-Está bien- Dijo acercándose.

Terminamos de desmontarla, Arturo cargó con la ametralladora en si, mientras que yo llebaba el trípode y la cinta de munición, apenas había 40 balas, esparaba que fuesen suficientes, para lo que venía...

La pelea estuvo reñida, comenzaban a caer los zombies, pero así como caían llegaban dos para reemplazarlos, las cercas ya estaban rodeadas de los podridos, aporreaban la valla tratando de pasar por un suculento plato de carne fresca.

Los líderes ya se habían puesto de acuerdo y tenían todo listo, el automovil era uno viejo, pero potente. un Ford Country Squire station wagon de 1972, tenía gran espacio, un gran cofre y tenía la masa suficiente para poder avanzar sin ser detenido, tenía gran potencia, un carro V8.
Cargaron el automovil con varias cosas para generar suficiente masa, le metieron piedras, costales con chatarra, mucha pedacera de metal, etc. Colocaron el automovil en posición, Blake levantó el cofre y trabó el claxon. PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIP, se comenzó a escuchar, el claxon estaba haciendo su parte, muchos zombies que ya estaban en las regas, se distrajeron con esa fuente de sonido. Para no confiarse solo en el claxon, también pusieron un casette con música tan variada pero muy acorde. Entre las melodías que se encontraban eran: La cabalgata de las Valkirias de Wagner, La Obertura Guillermo Tell de Giachino Antonio Rossini, B.Y.O.B. de System Of A Down, When Worlds Collide de Powerman 5000, entre otras.

Trabaron el acelerador y se comenzó a escuchar como se revolucionaba el motor. Amarraron el volante para que no diera muchas vueltas y calcularon una posición verificando los mapas y optaron por una pequeña carretera secundaria como salida del vehículo.
El equipo de limpieza estaba listo y comenzó a disparar a diestra y siniestra contra todos los zombies de la puerta, abatiendo cualquier ser que estuviera frente a la reja por la puerta.
Cambiaron la posición de "P" a "D" y el automovil salió disparado...
Salió rápidamente y los del equipo de limpieza cerraron la valla en cuanto el automovil salió.
Dentro en la granja como si fueran autómatas, todos se detuvieron, se escondieron y dejaron de hacer ruido, apagaron las luces y guardaron silencio...
Increíblemente funcionó. Los zombies fueron tras el automovil, o por lo menos todos los que podían ver el vehículo, los que estaban exactamente del lado contrario de la granja, querían llegar a la fuente de sonido, por lo que la gente continuo con su trabajo de limpieza con los tubos.

Estaban escapando de esta, por lo menos tenían un respiro...

Cuando el sonido del vehículo se perdió junto con los últimos zombies. Blake consideró oportuno dejar el escondite.
Nikola estaba a su lado, los demás miembros del consejo estaban ocultos en algún que otro lado de la granja.
- Bien, ya paso. Gente, salgan de una maldita vez, tenemos un refugio que reconstruir.
Así, uno por uno se mostraron, Sergio, Chris, el Dr. Nicolas, Leo y los demás.
- Ustedes dos - dijo señalando a estos últimos - Levanten la barricada, reunan a la gente y pongan todo en su lugar, y rápido señoritas.
- Jajaja, vaya que tienen trabajo eh, si me disculpan yo me ire a la cama a dormir y...
- No tan rápido, toma - Blake le dió el rifle bruscamente, quitandole el aliento por un segundo - Busca munición y que sea de la buena.
- ¡! ¿Sabes el desorden que hay en la armería?
- Entonces también ordena eso, gracias por ofrecerte. - dijo Blake mientras caminaba rumbo al interior de la granja.
Risas de sus compañeros se escuchaban, pero luego se pusieron a trabajar. Sergio habia evadido el grupo e ido directamente a su alcoba, una decisión inteligente para evitar el trabajo duro después de una situación tan estresante.
La granja estaba en paz denuevo, Blake se aseguro que nadie estuviera dentro de su habitación y sacó un pequeño cajón desde debajo del colchón. Lo habia ocultado entre este y la madera de la cama, un lugar que nadie revisaria dado a la pestilencia y olor a húmedad que habia. Sacudió la caja de un lado a otro y se escuchó un ruido dentro. Parecia algo pesado, pero no muy grande.
Blake sonrió, todavia estaba a salvo. Se quitó un colgante que resultaba ser la llave del candado, a pesar de que la inserto en el horificio, él no lo abrió. Solo se aseguraba que esta no se hubiera oxidado lo suficiente para no poder abrir la cerradura.
En eso.
- Toc toc - Dijo Nikola desde la puerta - ¿Se puede?
Blake no respondió, solo oculto la caja en su lugar denuevo y se encamino a la puerta.
En lugar de abrirla, le puso llave.
- No
Nikola dió una breve carcajada.
- Vamos, festejaremos con los muchachos en un rato trás terminar con las tareas. Dejanos hacer un brindis por tí, después de todo fue tu idea la del conductor fantasma.
Blake solo se quito el abrigo, colgándolo en el perchero. Luego de eso, solo se dejó caer en su cama.
Sin que él lo supiera, Nikola había cambiado su expresión.
- Esta bien, no es por eso que te vine a buscar.
Su voz habia cambiado, poseia cierta seriedad y hablaba más despacio y bajo que lo normal.
- Blake... Cuanto tiempo crees que aguantaremos aqui...
No hubo respuesta.
- Sabes... Pudimos haber muerto esta noche... Este lugar ya no es seguro, los enjambres son ahora más grandes y parecen agruparse en las cercanías.
Una vez más, no hubo respuesta.
- Detesto decirlo, pero tal vez sea hora de buscar un nuevo refugio... - Al no recibir respuesta alguna, siquiera un insulto, Nikola se preocupó - ¿Blake? ¿Estas bién?
Ahora estaba confirmado, algo andaba mal. Acerco su oido a la puerta, tratando de escuchar algo.
Un rúgido se escuchó del otro lado... No era un zombie, ni un animal salvaje, pero los ronquidos de Blake.
Nikola sonrió aliviado.
- Esta bien, descansa. Ya habra tiempo para hablar de esto luego.
Sin que él lo supiera, Blake había escuchado atentamente todo lo que dijo.

Bala tras bala, los zombis iban cayendo, pero de forma demasiado lenta. Los defensores empezaban a estar exhaustos, y su moral decaía por momentos. Mientras un nutrido grupo hacía frente con lo que tenía a mano, rifles, pistolas, ballestas, espadas o bates, otro grupo preparaba el coche que tendría que distraer a los zombis y alejarlos de su refugio para ponerlos a salvo, o al menos darles la oportunidad de escapar.

Derek estaba en el grupo combatiente y de reojo podía ver a los demás trabajar: como blindaban el coche, encallaban el claxon, ponían casettes, trababan el acelerador, etc. Se alegró y todo ya que parecía que después de años sin música por altavoces por el ruido que podía causar oiría una última vez System of a Down. Quizás no estaba todo perdido, más bien se empezaba a poner emocionante. Recreó el sonido de la música en su cabeza, mientras con un renovado frenesí retomaba la matanza de podridos. Otros defensores se vieron sumidos en el clímax de la música, aunque parecía que a otros no les acababa de gustar ese estilo.

Al fin, con todo preparado, empezó la tarea de despejar la carretera: a base de tiro y palazos, consiguieron hacer suficiente espacio para sacar el coche, y tras arrancarlo y tenerlo todo preparado, justo cuando empezaba a acumularse más zetas por el ruido, lanzaron el coche.

Derek se alegró, parecía que a simple vista funcionaba, los zombis se alejaban siguiendo el coche y el gran enjambre empezaba a reducirse y despejarse. Aún quedaban rezagados o que no lo habían oído, pero no representaban una amenaza inminente. Poco a poco los fueron eliminando y ellos mismos se fueron alejando, mientras por la lejanía aún se escuchaba el crescendo de la Cabalgata de las Valkirias de Wagner.

Algún grito de júbilo recorrió el recinto, seguidos de varios shhhhhhhhhh incitando al silencio. Blake estableció varias guardias, aumentando en 3 o 4 el número por precaución, y ordenó varias tareas de reconstrucción, pero no participó en la celebración. Tan pronto como asignó los quehaceres se dirigió a su habitación. Derek miró a su alrededor y sus ojos coincidieron con los de Nikola, que le miraban extrañado.

- Sabes qué le pasa? Teníamos pensado organizar una pequeña fiesta en honor a él después - preguntó sonriendo Derek.

- No lo sé, pero ya sabes que no es mucho de fiestas. Creo que más bien la quieres montar tu. En fin, es igual, después iré a hablar con él, su sucede algo te avisaré - contestó Nikola.

Derek asintió, parecía que después de todo Nikola no era tan amargado como parecía, aunque de ahí a que estableciesen una amistad quedaba un camino largo.

Después de varias horas de duro trabajo de despejar cadáveres y reconstruir el refugio, todo estaba en orden, al menos mínimamente. Se había preparado una fiesta en el edificio principal, pero Derek se fijó en que ni Blake ni Nikola estaban. Se preocupó bastante, pues debía ser algo serio para que se ausentaran ambos, pero decidió mantener la moral del grupo y darse a sí mismo un pequeño respiro, así que abrió la botella de vino y empezó a servir a sus compañeros, compatriotas y hasta hermanos. Después se lió un cigarrillo, se bebió de un trago su vaso, y tras hablar con varios amigos, tomó la decisión de no preocuparse por nada esa noche y divertirse.