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Segunda prueba
¿Furulas?
Tu muerdes, yo vuelo
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the_zombie_killer_71
Manutrueno
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DarkHades
Toletum
Kealah
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Antonio, se dispuso a hacer frente a aquella criatura, pero cuando se dió cuenta no llevaba ningun arma encima.
La mejor opción en ese momento era huir o provar suerte en una tecnica que le habia ayudado en cierta situaciones.
Rapidamente Antonio se concentro y cuando la criatura parecida a un lagarto se acerco, se quedo quieta rotundamente, Antonio ya no estaba ahí!
Pero Antonio seguía ahí, solo que invisible.
La criatura captó algo con la nariz pero en unos instantes dió media vuelta y se largó por un tunel de aquellos.
Antonió pudo escuchar una conversación al otro lado del muro,
-Esa voz... me resulta familiar,mejor sigo avanzando por el tunel en el que fue la criatura,pero antes me volveré visible. No quiero desmayarme otra vez.
Antonio prosiguió su marcha por donde aquella criatura habia marchado, cuando algunos pensamientos le rondaron la cabeza.
-No entiendo bien lo que está pasando, y esta gente parece atraer a los zombies y mutantes.
No se si aquí en Berlín estoy seguro.
No se que le está pasando a todo el mundo con esto de los poderes.
No se lo que esta gente quiere de mí.
No se si mi familia estará bien en Almería.
No se ......
Antonio le dolía la cabeza de tantas preguntas sin resolver, pero una cosa si estaba clara debía salir de allí cuanto antes o acabaría como aquellos cadáveres que encontró.
Antonió siguió caminando un buen rato cuando la tierra retumbó de nuevo, se aproximaba aquel lagarto, pero esta vez a toda velocidad. Rapidamente me aparte a un lado y aquel lagarto no me prestó el más mínimo interés, parecía como si huyera de algó.
Antonio se camufló con su invisibilidad y continuó hacia delante, se encontró con una gran roca caida del techo.
-Y esto? Algo raro a pasado aquí.
Sin que se diera cuenta un mutante con forma de gusano se aproximaba hacia el rápidamente y lo arrollo, dejándolo tumbado en el suelo.
Cuando el gusano volvía Antonio no dudo ni un segundo, empezó a correr en dirección opuesta.
Pero notó ese gran dolor en su cuerpo de nuevo, pero esta vez fue consciente de lo que pasó, sus piernas se habían desarrollado como si las rodillas se inclinaran hacia atras en vez de hacia delante, y sus pies tenían 3 dedos con unas enormes garras.
Antonio se percato de aquello y empezó a correr hacia donde se dirigía, le sacó bastante ventaja al gusano pero no sabía que dirección había tomado.
El cansancio y ese mareo volvieron y sus piernas volvieron a la normalidad, cuando pudo darse cuenta tenía delante a Sílvia y Francisco.
Parecía que Sílvia estaba débil y Francisco la sujetaba.
-Y vosotros que coño hacéis aquí.
-Pues al parecer lo mismo que tú. Dijo Francisco.
-Entonces quizas deberíamos seguir juntos. Respondió Antonio.
-Me parece un buen plan pero Sílvia esta muy cansada y habrá que esperar aquí.
-Aquí??
-Pasa algo?
-No, que va, solo que un puto gusano gigante se dirige hacia aquí!!!!!!!
-Tranquilos puedo caminar sola no os pongaís así. Corrigió Sílvia.
-En marcha, tiene que haber una puta salida por aquí.
POST 5
NIVEL 1
La mejor opción en ese momento era huir o provar suerte en una tecnica que le habia ayudado en cierta situaciones.
Rapidamente Antonio se concentro y cuando la criatura parecida a un lagarto se acerco, se quedo quieta rotundamente, Antonio ya no estaba ahí!
Pero Antonio seguía ahí, solo que invisible.
La criatura captó algo con la nariz pero en unos instantes dió media vuelta y se largó por un tunel de aquellos.
Antonió pudo escuchar una conversación al otro lado del muro,
-Esa voz... me resulta familiar,mejor sigo avanzando por el tunel en el que fue la criatura,pero antes me volveré visible. No quiero desmayarme otra vez.
Antonio prosiguió su marcha por donde aquella criatura habia marchado, cuando algunos pensamientos le rondaron la cabeza.
-No entiendo bien lo que está pasando, y esta gente parece atraer a los zombies y mutantes.
No se si aquí en Berlín estoy seguro.
No se que le está pasando a todo el mundo con esto de los poderes.
No se lo que esta gente quiere de mí.
No se si mi familia estará bien en Almería.
No se ......
Antonio le dolía la cabeza de tantas preguntas sin resolver, pero una cosa si estaba clara debía salir de allí cuanto antes o acabaría como aquellos cadáveres que encontró.
Antonió siguió caminando un buen rato cuando la tierra retumbó de nuevo, se aproximaba aquel lagarto, pero esta vez a toda velocidad. Rapidamente me aparte a un lado y aquel lagarto no me prestó el más mínimo interés, parecía como si huyera de algó.
Antonio se camufló con su invisibilidad y continuó hacia delante, se encontró con una gran roca caida del techo.
-Y esto? Algo raro a pasado aquí.
Sin que se diera cuenta un mutante con forma de gusano se aproximaba hacia el rápidamente y lo arrollo, dejándolo tumbado en el suelo.
Cuando el gusano volvía Antonio no dudo ni un segundo, empezó a correr en dirección opuesta.
Pero notó ese gran dolor en su cuerpo de nuevo, pero esta vez fue consciente de lo que pasó, sus piernas se habían desarrollado como si las rodillas se inclinaran hacia atras en vez de hacia delante, y sus pies tenían 3 dedos con unas enormes garras.
Antonio se percato de aquello y empezó a correr hacia donde se dirigía, le sacó bastante ventaja al gusano pero no sabía que dirección había tomado.
El cansancio y ese mareo volvieron y sus piernas volvieron a la normalidad, cuando pudo darse cuenta tenía delante a Sílvia y Francisco.
Parecía que Sílvia estaba débil y Francisco la sujetaba.
-Y vosotros que coño hacéis aquí.
-Pues al parecer lo mismo que tú. Dijo Francisco.
-Entonces quizas deberíamos seguir juntos. Respondió Antonio.
-Me parece un buen plan pero Sílvia esta muy cansada y habrá que esperar aquí.
-Aquí??
-Pasa algo?
-No, que va, solo que un puto gusano gigante se dirige hacia aquí!!!!!!!
-Tranquilos puedo caminar sola no os pongaís así. Corrigió Sílvia.
-En marcha, tiene que haber una puta salida por aquí.
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PeKaDoR- Lich King
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Localización : Almeria
Fecha de inscripción : 23/04/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
POST 04
NIVEL 1 /
Estaba agotado, quizás también un poco nervioso. Luego de la huida del gusano aquel, aun permanecíamos abrazados, se que era solo por asuntos de descansos, pero la situación me ponía nervioso de todas maneras. Pero no tenía tiempo para ponerme a pensar en estupideces, teníamos que seguir movilizándonos, no fuera que aquella cosa volviera una vez más. Cruce mi mochila por detrás de ella sin soltarla, y apoyando mi cabeza en su frágil hombro revise la mochila intentando encontrar algo que sirviera para poder darle energía, encontré el paquete de galletas que había guardado en mi bolso antes de salir de mi departamento. Deje mi bolso en el piso al lado del muro, la tome en brazos y la senté apoyando su espalda en el muro, ella sonrió y dijo:
- parece que te he puesto nervioso, ¿he? -
- con esos ojos cualquiera se pondría nervioso ¿no? - sonreí y continúe diciendo - vamos, aprovecha de descansar y comer algo - me senté a su lado, saque las galletas y el agua de mi bolso.
- toma, come algo e intenta descansar, no nos debemos dar por vencidos por solo una lagartija ¿no? - ¿intentaba darle ánimos?, ni yo me estaba entendiendo, la verdad.
- gracias - me dijo mientras abría el paquete de galletas.
- te pareces mucho a ella - se me había escapado otra frase estúpida, rayos, ni manera, estaba acostumbrado a pensar en voz alta.
- ¿que me parezco a quien? - me consulto.
- la verdad, es que he pensado en voz alta sin querer. Pero de todas maneras te contare - aun estaba inseguro, esto no había podido hablarlo con normalidad nunca, ni con nadie. Por lo que me he quedado callado, quizás ordenando un poco las ideas para poder contarle de buena manera. Cogí mis cigarrillos y encendí uno, ella entendió de inmediato que no era una historia que me fuese fácil de contar y que aun no estaba superado.
- si quieres dejamos la historia para otra ocasión, no te fuerces si no quieres hablar del asunto - intentaba ser comprensiva, pero yo sabia ya, que como todas las chicas, la duda le carcomía la razón.
- no, no hay problema con hablarlo ahora, de todas maneras, puede ser que no tengamos otra oportunidad - dije volviendo a la realidad de la situación, y continúe - todo esto, ocurrió en un otoño, hace 2 años atrás. Su nombre era Camila, caminábamos como cualquiera otra noche, estaba todo tranquilo. Decidimos irnos a algún parque, a admirar la luna y el cielo azul oscuro que había en esos momentos.
Siempre nos había gustado usar el mismo sitio, debajo de un árbol, sentados en el pasto, nos abrazábamos y conversábamos, observando la enorme luna de esa noche. Nos besábamos como si se tratase cada día del ultimo día, era algo que yo siempre había anhelado, era aquella persona que solo llega una vez a tu vida, era lo que siempre había esperado. En un momento nos quedamos silenciosos observándonos nuestros ojos, tenia una mirada penetradora, una mirada cautivadora, si, algo parecida a la tuya Silvia. Un fuerte viento cruzo e hizo sonar las hojas en los arboles y el pasto chocando con otros hacia un leve sonido - volvamos al departamento - me dijo. Nos pusimos de pie, y comenzamos a caminar hacia el departamento conversando, los faroles de la plaza daban un ambiente esquicito a la conversación. Siempre inmerso en ella, no me fijaba mucho de las personas que caminaban a mí alrededor......
Un fuerte sonido interrumpió nuestra conversación con Silvia. Me puse de pie y le dije:
- Disculpa pero parece que tendremos que dejar la conversación para unos pequeños comerciales - la mire y sonreí, continúe diciendo - ¿estas mejor? -
- si, un poco mejor, al menos podre caminar, pero prométeme que continuaras la historia - me miro sonriendo
- trato hecho - le dije y sonreí
Le tendí la mano para que se parase, y en ese momento llego un tipo frente a nosotros que yo desconocía, pero al parecer y por la mirada de Silvia, ella le conocía. El sujeto sin presentarse ni nada, nos dice:
- Y vosotros que coño hacéis aquí.
- Pues al parecer lo mismo que tú - Dije.
- Entonces quizás deberíamos seguir juntos - Dijo el sujeto.
- Me parece un buen plan -dije irónicamente - pero Silvia esta muy cansada y habrá que esperar aquí.
- ¿Aquí?
- ¿Pasa algo? - dije con una cara ya de molesto por el apuro del chico.
- ¡¡¡¡No, que va, solo que un puto gusano gigante se dirige hacia aquí!!!!!!! - dice alarmado.
- Tranquilos puedo caminar sola no os pongáis así. Corrigió Silvia. -Yo sabía lo cansada que estaba Silvia, y entendía que no nos quisiera retrasar, lo sabia. Y ya estaba dispuesto a salvar a quien fuese, nunca más dejaría morir a alguien.
- En marcha, tiene que haber una puta salida por aquí - dijo el chico.
- Un momento - dije - se que nos conocemos hace bastante tiempo, pero de todas maneras, ¿me podrías repetir tu nombre? - dije irónicamente.
- Disculpa, mi nombre es Antonio - dijo el chico sonriendo.
- jajajaja - rio Silvia - tan irónico como te conocí Francisco ¿eh? - dijo amistosamente.
- A tus servicios preciosa - dije inclinándome en forma cortes.
Continuamos caminando, podía sentir mi cuerpo en calma. Algo me tranquilizaba, no sabia lo que era, pero sentía mi cuerpo tranquilo, como si estuviese todo normal, no sentía temor y mi mente pensaba calmada. Quizás el hecho de haber estado desde antes del desastre encerrándome en mi mundo no me había dejado espacio para apreciar las cosas simples como una buena conversación, un par de bromas, reír. Que lastima que tuvo que pasar algo así para recién darme cuenta de lo que me hacia falta. Y yo que antes decía “Me gustaría dejar de existir”, “La vida es una mierda”, “Ojala suceda algo que cambie todo el putrefacto mundo”. Que egoísta fui, que egocéntrico fui, que triste es darme cuenta de eso ahora. Pero en fin, ahora estaba entendiendo todo y me sentía bien, no había temor y me sentía indestructible. Aun que tenia claro que no era indestructible, pero algo dentro de mi me decía que todo estaría bien.
Continuamos caminando, sin saber por donde salir, sugerí tomar uno de los conductos raros, sabía que por un lado seria riesgoso por el hecho de que los conductos aquellos podrían haber sido hechos por el lagarto aquel, pero por otro lado y si fuesen de aquel bicho, deberían tener una salida a la superficie. Silvia asintió con su cabeza diciendo:
- Esta bien, sigamos tu plan por esta vez, pero mantente alerta –
- Claro, como si fuera fácil mantenerse alerta con tus ojos cerca ¿no? – dije
- Vamos, hombre, es hora de ponernos serios o seremos comida de lagartija – sonrió
- Al parecer os lleváis bastante bien ¿no? – dijo Antonio
El comentario había enfriado la conversación, quizás seria por que no lo tomamos en cuenta y no pedimos su opinión.
- Que crees tu Antonio, ¿seguimos por este conducto o continuamos por donde vamos – dije
- Mientras mas rápido tomemos la decisión es mejor, ya que si no nos damos prisa, el gusano que me seguía luego nos tendrá en su estomago – dijo Antonio.
- Buen punto – dije sujetando mi pera – esta bien, sigamos entonces este conducto – decidí
Mientras caminábamos, el ambiente en silencio iba aumentando la tensión, así que saque un cigarrillo y lo encendí. Realmente con ella era difícil concentrarme o enfocarme, apartando el hecho de sus ojos y su belleza, era mas por la razón de no querer cometer el mismo error anterior, si, sabia que las circunstancias eran totalmente distintas, pero no quería ver a nadie morir, y sentía que ella a pesar de su caparazón exterior que mostraba de firmeza, estaba con miedo, y era frágil. Por esa razón, me sentía obligado a estar más pendiente de ella en caso de cualquier peligro. “Vamos hombre, que capaz que ella termine protegiéndote a ti de nuevo” me mofe de mi mismo irónicamente en mi pensamiento.
No sabía si Antonio tuviera alguna habilidad, debía consultarlo, pero el chico me saco la pregunta de los labios, diciendo:
- ¿Y que habilidad tienes tu, Francisco? –
- La verdad, ni idea. Silvia dice que mi habilidad se basa en el viento, pero aun sigo sin creer en eso de las habilidades o poderes, es que me suena demasiado fantasioso. Pero admito haber visto las cosas en un tipo de “cámara lenta” se podría decir. Veo todo lento, mi corazón late lento, etc. Pero es algo que no controlo, y algo que se me da cuando estoy en peligro o las personas de mí alrededor están en peligro. ¿Y tú? –
- Bueno, al parecer puedo convertir mi cuerpo en cualquier cosa, y también me puedo hacer invisible. – contesto el chico.
La verdad, ya ni siquiera estaba dudando de nada, después de haber visto a esa lagartija atacarnos, creo que ya no me cabe duda de las cosas misteriosas que puedan existir en este mundo, incluso llegue a pensar en que quizás hasta el capitán planeta existiera. Me reí en mi pensamiento.
No se cuanto tiempo o cuanto fue lo que caminamos, pero comenzaba a escuchar unos silbidos muy parecidos a los que hace el aire cuando entra a una caverna. Las paredes ya eran solamente de tierra, eran como verdaderas cavernas de tierra. Antonio se adelanto un poco diciendo:
- ¡¡La salida, la salida chicos, oíd el sonido, es aire entrando, es la salida!!! –
A mi parecer había algo que no me encajaba. Veía sonreír a Antonio debido al hecho de creer que habíamos encontrado la salida por el sonido que habíamos escuchado. Alcance a escuchar gritar a Silvia:
- ¡¡¡Cuidado Antonio, Sal de ahí!!! –
Y comenzó todo a desteñirse, el color se volvía blanco y negro a mí alrededor, excepto Silvia y Antonio, mi corazón latía lento, mi mente estaba despejada, e instintivamente comencé a correr hacia Antonio debido al grito de alerta de Silvia. Estando a aproximadamente unos 10 metros de Antonio, del muro derecho de tierra, comienza a salir la boca de lo que era una especie de gusano en escala desproporcionada. Corría deprisa, dentro de lo que mi “habilidad” me dejaba, el gusano abría cada ves mas la boca a medida que se acercaba a Antonio. No alcanzaría a llegar, sentí desesperación, angustia, no dejaría que muriese pero el destino al parecer así lo quería. Abrí mi boca queriendo gritar pero la voz no emitía sonido alguno, el gusano lo tenia tan solo a un metro de engullirlo, estire mi brazo queriendo alcanzar ilógicamente a Antonio quien estaba aproximadamente a unos 5 metros de distancia de mi, mi mente se revoluciono toda, era como haber tomado droga, era como haber tomado litros y litros de bebida energizante, sentí mi mano extendida vibrar y vi a Antonio salir impulsado un poco mas atrás lentamente. Antonio cayó al piso, el gusano paso de largo entrando en el otro extremo del muro. Los colores volvieron, mi corazón latía normalmente de nuevo, caí de rodillas al piso mientras sentía una ráfaga de viento rozar mi piel e irse por uno de los caminos del conducto. Comencé a reír, sin sentido alguno, “puedo hacerlo, puedo hacerlo” pensé.
Antonio me miraba sin entender muy bien lo que había pasado, Silvia me miro y sonrió diciendo:
- ¿Como esta nuestro campeón?, ¿cansado?, ya va siendo hora de que te tomes esto de las habilidades mas enserio. –
- No se que mierda has hecho, pero te lo agradezco Francisco, has salvado mi vida – dijo Antonio.
- Para servirle mi majestad – dije riendo – al parecer tienes razón Silvia, algo sobre el aire debe ser mi habilidad, fue como empujarlo a cierta distancia enviando una ráfaga de viento desde mi mano.
- ¿Ya me va comprendiendo, majestad? – dijo Silvia irónicamente sonriendo.
- Deberíamos salir de este túnel, parece un laberinto egipcio lleno de trampas – dijo Antonio.
- Vamos, sigamos moviéndonos antes que no podamos evitar más ataques – exclamo Silvia.
Proseguimos con nuestro camino, esta vez un poco más rápido que antes, debíamos salir rápido de aquellos conductos de tierra. Aun que mi pensamiento se mantenía positivo y ahora mas que nunca, “no los dejare morir chicos, no los dejare morir” pensaba.
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Espero les halla gustado.
Saludos
NIVEL 1 /
Estaba agotado, quizás también un poco nervioso. Luego de la huida del gusano aquel, aun permanecíamos abrazados, se que era solo por asuntos de descansos, pero la situación me ponía nervioso de todas maneras. Pero no tenía tiempo para ponerme a pensar en estupideces, teníamos que seguir movilizándonos, no fuera que aquella cosa volviera una vez más. Cruce mi mochila por detrás de ella sin soltarla, y apoyando mi cabeza en su frágil hombro revise la mochila intentando encontrar algo que sirviera para poder darle energía, encontré el paquete de galletas que había guardado en mi bolso antes de salir de mi departamento. Deje mi bolso en el piso al lado del muro, la tome en brazos y la senté apoyando su espalda en el muro, ella sonrió y dijo:
- parece que te he puesto nervioso, ¿he? -
- con esos ojos cualquiera se pondría nervioso ¿no? - sonreí y continúe diciendo - vamos, aprovecha de descansar y comer algo - me senté a su lado, saque las galletas y el agua de mi bolso.
- toma, come algo e intenta descansar, no nos debemos dar por vencidos por solo una lagartija ¿no? - ¿intentaba darle ánimos?, ni yo me estaba entendiendo, la verdad.
- gracias - me dijo mientras abría el paquete de galletas.
- te pareces mucho a ella - se me había escapado otra frase estúpida, rayos, ni manera, estaba acostumbrado a pensar en voz alta.
- ¿que me parezco a quien? - me consulto.
- la verdad, es que he pensado en voz alta sin querer. Pero de todas maneras te contare - aun estaba inseguro, esto no había podido hablarlo con normalidad nunca, ni con nadie. Por lo que me he quedado callado, quizás ordenando un poco las ideas para poder contarle de buena manera. Cogí mis cigarrillos y encendí uno, ella entendió de inmediato que no era una historia que me fuese fácil de contar y que aun no estaba superado.
- si quieres dejamos la historia para otra ocasión, no te fuerces si no quieres hablar del asunto - intentaba ser comprensiva, pero yo sabia ya, que como todas las chicas, la duda le carcomía la razón.
- no, no hay problema con hablarlo ahora, de todas maneras, puede ser que no tengamos otra oportunidad - dije volviendo a la realidad de la situación, y continúe - todo esto, ocurrió en un otoño, hace 2 años atrás. Su nombre era Camila, caminábamos como cualquiera otra noche, estaba todo tranquilo. Decidimos irnos a algún parque, a admirar la luna y el cielo azul oscuro que había en esos momentos.
Siempre nos había gustado usar el mismo sitio, debajo de un árbol, sentados en el pasto, nos abrazábamos y conversábamos, observando la enorme luna de esa noche. Nos besábamos como si se tratase cada día del ultimo día, era algo que yo siempre había anhelado, era aquella persona que solo llega una vez a tu vida, era lo que siempre había esperado. En un momento nos quedamos silenciosos observándonos nuestros ojos, tenia una mirada penetradora, una mirada cautivadora, si, algo parecida a la tuya Silvia. Un fuerte viento cruzo e hizo sonar las hojas en los arboles y el pasto chocando con otros hacia un leve sonido - volvamos al departamento - me dijo. Nos pusimos de pie, y comenzamos a caminar hacia el departamento conversando, los faroles de la plaza daban un ambiente esquicito a la conversación. Siempre inmerso en ella, no me fijaba mucho de las personas que caminaban a mí alrededor......
Un fuerte sonido interrumpió nuestra conversación con Silvia. Me puse de pie y le dije:
- Disculpa pero parece que tendremos que dejar la conversación para unos pequeños comerciales - la mire y sonreí, continúe diciendo - ¿estas mejor? -
- si, un poco mejor, al menos podre caminar, pero prométeme que continuaras la historia - me miro sonriendo
- trato hecho - le dije y sonreí
Le tendí la mano para que se parase, y en ese momento llego un tipo frente a nosotros que yo desconocía, pero al parecer y por la mirada de Silvia, ella le conocía. El sujeto sin presentarse ni nada, nos dice:
- Y vosotros que coño hacéis aquí.
- Pues al parecer lo mismo que tú - Dije.
- Entonces quizás deberíamos seguir juntos - Dijo el sujeto.
- Me parece un buen plan -dije irónicamente - pero Silvia esta muy cansada y habrá que esperar aquí.
- ¿Aquí?
- ¿Pasa algo? - dije con una cara ya de molesto por el apuro del chico.
- ¡¡¡¡No, que va, solo que un puto gusano gigante se dirige hacia aquí!!!!!!! - dice alarmado.
- Tranquilos puedo caminar sola no os pongáis así. Corrigió Silvia. -Yo sabía lo cansada que estaba Silvia, y entendía que no nos quisiera retrasar, lo sabia. Y ya estaba dispuesto a salvar a quien fuese, nunca más dejaría morir a alguien.
- En marcha, tiene que haber una puta salida por aquí - dijo el chico.
- Un momento - dije - se que nos conocemos hace bastante tiempo, pero de todas maneras, ¿me podrías repetir tu nombre? - dije irónicamente.
- Disculpa, mi nombre es Antonio - dijo el chico sonriendo.
- jajajaja - rio Silvia - tan irónico como te conocí Francisco ¿eh? - dijo amistosamente.
- A tus servicios preciosa - dije inclinándome en forma cortes.
Continuamos caminando, podía sentir mi cuerpo en calma. Algo me tranquilizaba, no sabia lo que era, pero sentía mi cuerpo tranquilo, como si estuviese todo normal, no sentía temor y mi mente pensaba calmada. Quizás el hecho de haber estado desde antes del desastre encerrándome en mi mundo no me había dejado espacio para apreciar las cosas simples como una buena conversación, un par de bromas, reír. Que lastima que tuvo que pasar algo así para recién darme cuenta de lo que me hacia falta. Y yo que antes decía “Me gustaría dejar de existir”, “La vida es una mierda”, “Ojala suceda algo que cambie todo el putrefacto mundo”. Que egoísta fui, que egocéntrico fui, que triste es darme cuenta de eso ahora. Pero en fin, ahora estaba entendiendo todo y me sentía bien, no había temor y me sentía indestructible. Aun que tenia claro que no era indestructible, pero algo dentro de mi me decía que todo estaría bien.
Continuamos caminando, sin saber por donde salir, sugerí tomar uno de los conductos raros, sabía que por un lado seria riesgoso por el hecho de que los conductos aquellos podrían haber sido hechos por el lagarto aquel, pero por otro lado y si fuesen de aquel bicho, deberían tener una salida a la superficie. Silvia asintió con su cabeza diciendo:
- Esta bien, sigamos tu plan por esta vez, pero mantente alerta –
- Claro, como si fuera fácil mantenerse alerta con tus ojos cerca ¿no? – dije
- Vamos, hombre, es hora de ponernos serios o seremos comida de lagartija – sonrió
- Al parecer os lleváis bastante bien ¿no? – dijo Antonio
El comentario había enfriado la conversación, quizás seria por que no lo tomamos en cuenta y no pedimos su opinión.
- Que crees tu Antonio, ¿seguimos por este conducto o continuamos por donde vamos – dije
- Mientras mas rápido tomemos la decisión es mejor, ya que si no nos damos prisa, el gusano que me seguía luego nos tendrá en su estomago – dijo Antonio.
- Buen punto – dije sujetando mi pera – esta bien, sigamos entonces este conducto – decidí
Mientras caminábamos, el ambiente en silencio iba aumentando la tensión, así que saque un cigarrillo y lo encendí. Realmente con ella era difícil concentrarme o enfocarme, apartando el hecho de sus ojos y su belleza, era mas por la razón de no querer cometer el mismo error anterior, si, sabia que las circunstancias eran totalmente distintas, pero no quería ver a nadie morir, y sentía que ella a pesar de su caparazón exterior que mostraba de firmeza, estaba con miedo, y era frágil. Por esa razón, me sentía obligado a estar más pendiente de ella en caso de cualquier peligro. “Vamos hombre, que capaz que ella termine protegiéndote a ti de nuevo” me mofe de mi mismo irónicamente en mi pensamiento.
No sabía si Antonio tuviera alguna habilidad, debía consultarlo, pero el chico me saco la pregunta de los labios, diciendo:
- ¿Y que habilidad tienes tu, Francisco? –
- La verdad, ni idea. Silvia dice que mi habilidad se basa en el viento, pero aun sigo sin creer en eso de las habilidades o poderes, es que me suena demasiado fantasioso. Pero admito haber visto las cosas en un tipo de “cámara lenta” se podría decir. Veo todo lento, mi corazón late lento, etc. Pero es algo que no controlo, y algo que se me da cuando estoy en peligro o las personas de mí alrededor están en peligro. ¿Y tú? –
- Bueno, al parecer puedo convertir mi cuerpo en cualquier cosa, y también me puedo hacer invisible. – contesto el chico.
La verdad, ya ni siquiera estaba dudando de nada, después de haber visto a esa lagartija atacarnos, creo que ya no me cabe duda de las cosas misteriosas que puedan existir en este mundo, incluso llegue a pensar en que quizás hasta el capitán planeta existiera. Me reí en mi pensamiento.
No se cuanto tiempo o cuanto fue lo que caminamos, pero comenzaba a escuchar unos silbidos muy parecidos a los que hace el aire cuando entra a una caverna. Las paredes ya eran solamente de tierra, eran como verdaderas cavernas de tierra. Antonio se adelanto un poco diciendo:
- ¡¡La salida, la salida chicos, oíd el sonido, es aire entrando, es la salida!!! –
A mi parecer había algo que no me encajaba. Veía sonreír a Antonio debido al hecho de creer que habíamos encontrado la salida por el sonido que habíamos escuchado. Alcance a escuchar gritar a Silvia:
- ¡¡¡Cuidado Antonio, Sal de ahí!!! –
Y comenzó todo a desteñirse, el color se volvía blanco y negro a mí alrededor, excepto Silvia y Antonio, mi corazón latía lento, mi mente estaba despejada, e instintivamente comencé a correr hacia Antonio debido al grito de alerta de Silvia. Estando a aproximadamente unos 10 metros de Antonio, del muro derecho de tierra, comienza a salir la boca de lo que era una especie de gusano en escala desproporcionada. Corría deprisa, dentro de lo que mi “habilidad” me dejaba, el gusano abría cada ves mas la boca a medida que se acercaba a Antonio. No alcanzaría a llegar, sentí desesperación, angustia, no dejaría que muriese pero el destino al parecer así lo quería. Abrí mi boca queriendo gritar pero la voz no emitía sonido alguno, el gusano lo tenia tan solo a un metro de engullirlo, estire mi brazo queriendo alcanzar ilógicamente a Antonio quien estaba aproximadamente a unos 5 metros de distancia de mi, mi mente se revoluciono toda, era como haber tomado droga, era como haber tomado litros y litros de bebida energizante, sentí mi mano extendida vibrar y vi a Antonio salir impulsado un poco mas atrás lentamente. Antonio cayó al piso, el gusano paso de largo entrando en el otro extremo del muro. Los colores volvieron, mi corazón latía normalmente de nuevo, caí de rodillas al piso mientras sentía una ráfaga de viento rozar mi piel e irse por uno de los caminos del conducto. Comencé a reír, sin sentido alguno, “puedo hacerlo, puedo hacerlo” pensé.
Antonio me miraba sin entender muy bien lo que había pasado, Silvia me miro y sonrió diciendo:
- ¿Como esta nuestro campeón?, ¿cansado?, ya va siendo hora de que te tomes esto de las habilidades mas enserio. –
- No se que mierda has hecho, pero te lo agradezco Francisco, has salvado mi vida – dijo Antonio.
- Para servirle mi majestad – dije riendo – al parecer tienes razón Silvia, algo sobre el aire debe ser mi habilidad, fue como empujarlo a cierta distancia enviando una ráfaga de viento desde mi mano.
- ¿Ya me va comprendiendo, majestad? – dijo Silvia irónicamente sonriendo.
- Deberíamos salir de este túnel, parece un laberinto egipcio lleno de trampas – dijo Antonio.
- Vamos, sigamos moviéndonos antes que no podamos evitar más ataques – exclamo Silvia.
Proseguimos con nuestro camino, esta vez un poco más rápido que antes, debíamos salir rápido de aquellos conductos de tierra. Aun que mi pensamiento se mantenía positivo y ahora mas que nunca, “no los dejare morir chicos, no los dejare morir” pensaba.
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Espero les halla gustado.
Saludos
Minase- Asesino de Necromorfos
- Cantidad de envíos : 3457
Edad : 38
Localización : In The Otherworld
Fecha de inscripción : 16/03/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
En el nido, Fernando estaba junto al huevo, este comenzó a moverse y a quebrarse. De una grieta del huevo apareció un pequeño brazo, Fernando buscó algo con lo que golpearlo pero no habia nada. Sin pensarlo dos veces, le empujó de una patada hasta el borde del nido. Sin que lo pudiera ver, el mutante alado regresó por detrás y lo arrolló con una fuerza sobrehumana.
En el suelo, Fernando se levantó mareado y observo como la criatura desplegaba sus alas como simbolo amenazador.
-¡Ni de coña, voy a dejar que me intimides bicho asqueroso!, no te combiene que me enfurezcas- gritó Fernando a la criatura.
Solo un gruñido, fue la respuesta del a criatura. Fernando corrió hacia una de las esquinas del tejado del edificio tras ver como la criatura alzó el vuelo hacia él.
Detrás de la esquina, habia escombros apilados. De ellos observó unos cuantos ladrillos, los cuales cogió Fernando para lanzarselos al mutante volador.
Encima de de una de las esquinas del edifició estaba observando sus movimientos el mutante. Cuando lo vió salir comenzó a volar otra vez contra él. Fernando con los dos ladrillos que habia cogido de los escombros, los cargó con su poder y arrojó uno de ellos contra la criatura.
El mutante lo esquivó sin dificultad y golpeó de lleno a Fernando haciendolo caer y golpearse la cabeza contra el suelo.
Sin perder el tiempo Fernando se levantó y lanzó el otro ladrillo que le quedaba en la mano, con más suerte que con el anterior este impactó de lleno contra el pecho de la criatura. La criatura cayó al suelo.
Fernando corrió un poco mareado hacia el mutante, pero algó impactó contra él, haciendolo perder el equilibrió y cayó con el suelo. Un dolor punzante le recorrió por toda la espalda un gruñido le llegaba al oido junto con una sensación humeda.
-Aaaarrgh! Hijo de puta-gruñó Fernando por el dolor.
Fernando se revolcó contra el suelo y vió a la pequeña criatura que como su procreador volvió a atacarle. El joven cada vez más airado se levantó de golpe como si de un extasis se tratase y espero el ataque de la criatura más grande.
Sin que lo hubiera visto Fernando habia cogido una esquirla metálica del suelo y se la clavó en la espalda, el metal brillaba con un color violeta mientras que los puños de Fernando también ocmenzaban a brillar de ese color.
El pequeño mutante se lanzó con Fernando, en ese momento un sonido familiar se escuchó.
El trozo metálico que clavó en la espalda del mutante de mayor tamaño explotó, le destrozó su columna vertebral dejandolo sin movimiento y gimiendo de dolor.
El pequeño mutante volvió a lanzar un ataque contra él, con un rapido movimiento se aparto y cayó al suelo golpeandose en la cabeza. Fernando en ese momento aprovecho y lanzó una patada contra el mutante de menor tamaño. El pequeño mutante ahora inerte en el suelo dejó paso a Fernando que con pasos decididos se acercó al otro mutante.
-Veo que no te sonrie la suerte hoy-dijo Fernando mirando al mutante-Pobre diablo, hoy no es tu dia.
Terminó de decir Fernando y pateó la cabeza del mutante alado que dejó de moverse tras un chasquido de su cuello.
Momentos después bajó las escaleras hasta la calle, a lo lejos habia un grupo de zombies que al verlo aparecer por la entrada se dirigieron hacia él.
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Bueno gente regrese de entres los examenes consegui salir con vidaXD
En el suelo, Fernando se levantó mareado y observo como la criatura desplegaba sus alas como simbolo amenazador.
-¡Ni de coña, voy a dejar que me intimides bicho asqueroso!, no te combiene que me enfurezcas- gritó Fernando a la criatura.
Solo un gruñido, fue la respuesta del a criatura. Fernando corrió hacia una de las esquinas del tejado del edificio tras ver como la criatura alzó el vuelo hacia él.
Detrás de la esquina, habia escombros apilados. De ellos observó unos cuantos ladrillos, los cuales cogió Fernando para lanzarselos al mutante volador.
Encima de de una de las esquinas del edifició estaba observando sus movimientos el mutante. Cuando lo vió salir comenzó a volar otra vez contra él. Fernando con los dos ladrillos que habia cogido de los escombros, los cargó con su poder y arrojó uno de ellos contra la criatura.
El mutante lo esquivó sin dificultad y golpeó de lleno a Fernando haciendolo caer y golpearse la cabeza contra el suelo.
Sin perder el tiempo Fernando se levantó y lanzó el otro ladrillo que le quedaba en la mano, con más suerte que con el anterior este impactó de lleno contra el pecho de la criatura. La criatura cayó al suelo.
Fernando corrió un poco mareado hacia el mutante, pero algó impactó contra él, haciendolo perder el equilibrió y cayó con el suelo. Un dolor punzante le recorrió por toda la espalda un gruñido le llegaba al oido junto con una sensación humeda.
-Aaaarrgh! Hijo de puta-gruñó Fernando por el dolor.
Fernando se revolcó contra el suelo y vió a la pequeña criatura que como su procreador volvió a atacarle. El joven cada vez más airado se levantó de golpe como si de un extasis se tratase y espero el ataque de la criatura más grande.
Sin que lo hubiera visto Fernando habia cogido una esquirla metálica del suelo y se la clavó en la espalda, el metal brillaba con un color violeta mientras que los puños de Fernando también ocmenzaban a brillar de ese color.
El pequeño mutante se lanzó con Fernando, en ese momento un sonido familiar se escuchó.
El trozo metálico que clavó en la espalda del mutante de mayor tamaño explotó, le destrozó su columna vertebral dejandolo sin movimiento y gimiendo de dolor.
El pequeño mutante volvió a lanzar un ataque contra él, con un rapido movimiento se aparto y cayó al suelo golpeandose en la cabeza. Fernando en ese momento aprovecho y lanzó una patada contra el mutante de menor tamaño. El pequeño mutante ahora inerte en el suelo dejó paso a Fernando que con pasos decididos se acercó al otro mutante.
-Veo que no te sonrie la suerte hoy-dijo Fernando mirando al mutante-Pobre diablo, hoy no es tu dia.
Terminó de decir Fernando y pateó la cabeza del mutante alado que dejó de moverse tras un chasquido de su cuello.
Momentos después bajó las escaleras hasta la calle, a lo lejos habia un grupo de zombies que al verlo aparecer por la entrada se dirigieron hacia él.
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Toletum- Jefe de Los Barbaros
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Silvia estaba realmente cansada por el uso excesivo de su poder mental. Necesitaba descansar durante un tiempo y comer algo más que unas galletas que Francisco la había ofrecido tan amablemente pero aquel no era el momento de parar y además no quería que ni Antonio, ni Francisco conocieran sus debilidades. Ella era una mujer dura y no quería ser la "damisela" en apuros a la que rescatar.
Francisco se había portado bien con ella e incluso se había abierto y le había contado cosas íntimas aunque su conversación no hubiese concluido. La verdad es que aquel joven la inspiraba confianza y se entendía con él bastante bien, además de que la agradaba su compañía. Era el perfecto compañero de viaje pero sería mejor viajar acompañados por fuera de las alcantarillas sin que un gusano y un cocodrilo mutantes estuvieran a punto de darles caza.
Por su parte, Antonio era un chico impetuoso y algo impulsivo pero Silvia no le conocía demasiado. Aún así, se alegraba de haberse encontrado con él. No de que llegase justo en el momento menos oportuno con Francisco pero sí de que hubiera llegado. ¿Quién sabe lo que podría haberle pasado si no se les llega a encontrar?
Siguieron caminando hacia lo que ellos consideraban que era la salida ya que desde allí soplaba el viento con más intensidad. Esta vez Francisco iba en primer lugar, Silvia en el medio y Antonio cerraba el camino. Parecía que no había nada más que ellos tres allí pero de repente escucharon un sonido que los sobresaltó a todos. Francisco, institivamente dio la mano a Silvia y Antonio se acercó más a la pareja:
- Esta vez sí que lo he oído - susurró Francisco
- Ya me di cuenta yo también - dijo Silvia levantando sus manos unidas. Francisco fue a soltarla pero Silvia no le dejó - Me siento más segura. Estoy acojonada, la verdad.
- Y yo también - añadió Antonio - Pero no es hora para tonterías. Si hay que luchar, se lucha
- Callad un momento. Si prestamos atención, no es como los ruidos de antes. ¿No lo notais? - dijo Francisco
- Sí, ahora lo noto. Es un sonido diferente. Se acercan a nosotros pero parece que hay más de uno.
Fue entonces cuando vieron al primero. Un zombie se acercaba a ellos peligrosamente. Tenía la cara violeta, la mandíbula prominentemente marcada y los dientes negros peor aún iba impecablemente vestido con su smoking. Parecía que acababa de salir de una boda. Cuando se acercó más, pudieron ver el horrible mordisco que tenía en la parte izquierda de la cara y que, efectivamente salía de una boda. Detrás de él, estaban la novia y lo que parecían ser varios invitados. Lo más seguro es que se encontrasen debajo de la iglesia donde se estaba celebrando la ceremonia y que, después de los temblores cercanos, una grieta se hubiera abierto y hubieran caído allí.
- Chicos, tenemos compañía - gritó Silvia- ¿Veis cuantos pueden ser?
- No - dijo Antonio - Esto está demasiado oscuro
- Esperad, quizá tenga algo en mi mochila- dijo Francisco mientras rebuscaba.
- Date prisa - gritó Silvia que empezaba a sacar sus garras a pesar del cansancio.
- Ya está.
Francisco sacó su linterna que decidió volver a guardar cuando tuvieron la zona controlada. No se veían demasiados zombies llegar. Únicamente al cura, al novio, a la novia, a los padrinos y a un par de damas de honor. Silvia dedujo que la grieta se había abierto en la zona del altar y que, por eso, solo habían caído ellos.
- No me falléis garras, por favor os lo pido - Pensó Silvia para sí misma cuando les tenían a casi todos encima.
- No te preocupes - dijo Francisco leyéndola el pensamiento - Sé que estás cansada pero saldremos de ésta. Confío en ti.
- Venga chicos - dijo Antonio - Vamos a luchar. Recordad, en la cabeza, siempre en la cabeza.
Silvia fue la primera en empezar. Pegó un salto y se puso delante del novio al que no tuvo dificultad para incrustar su cabeza contra la pared, con lo que el zombie quedó muerto inmediatamente. Francisco sacó su puñal de 30 centímetros y se enfrentó al primero. Sabía que tenía que atinar en la cabeza para que muriesen así que incrustó su puñal en el ojo de la novia añadiendo: "Que pases una feliz noche de bodas, madita"
Antonio acertó a acabar con el cura de chiripa ya que, al ir a atacarle, el cura se cayó y lo único que hizo Antonio fue aplastar su cabeza contra una roca.
Silvia se movía como pez en el agua entre los zombies ya que, con su poder podía saltar entre ellos y acabar con ellos rápidamente. En un momento se cargó a tres zombies, clavandoles sus garras pero estaba realmente cansada, sólo quedaban dos en pie, de los que se encargaron Antonio y Francisco.
Empezó a verlo todo blanco y se desmayó. Cuando despertó, estaba en los brazos de Francisco, tumbada en el suelo y medio aturdida.
- Me has dado un susto de muerte, menos mal que despertaste - dijo Francisco- Un minuto más y no vuelvo a ver esos preciosos ojos verde.
- No me hagas reir, Francisco. Necesito comer algo y beber agua pero sobretodo descansar.
- Las dos primeras las tengo aquí mismo pero yo necesito que seas fuerte un rato y que te levantes. Tenemos que encontrar a Antonio, se fue en busca de la salida cuando te desmayaste y aún no ha vuelto.
- Venga, vámonos - dijo Silvia levantándose de un salto - Mierda, no debía haber hecho eso... Ahora me mareé, ayúdame - Francisco solícito, la sujetó por la cintura y Silvia se apoyó en su hombro. - Esto se esta convirtiendo en costumbre.
- ¿El qué? ¿Que nos ataquen bichos mutantes y que tú saques tus garras?
- No, que nos salvemos la vida y que me agarres por la cintura.
- Bueno, bueno - dijo Francisco algo sonrojado - Vayamos a por Antonio, a saber dónde anda este chico.
- Después podemos intentar salir por la grieta que haya en la iglesia.
- Si es así, esperemos que la boda tuviese pocos invitados.
Silvia rasgó la pared con una de sus uñas para señalar que ya habían pasado y no dar vueltas en círculos. Ahora lo importante era encontrar a Antonio y vigilar que, a sus espaldas, no apareciese ningun otro zombie.
Francisco se había portado bien con ella e incluso se había abierto y le había contado cosas íntimas aunque su conversación no hubiese concluido. La verdad es que aquel joven la inspiraba confianza y se entendía con él bastante bien, además de que la agradaba su compañía. Era el perfecto compañero de viaje pero sería mejor viajar acompañados por fuera de las alcantarillas sin que un gusano y un cocodrilo mutantes estuvieran a punto de darles caza.
Por su parte, Antonio era un chico impetuoso y algo impulsivo pero Silvia no le conocía demasiado. Aún así, se alegraba de haberse encontrado con él. No de que llegase justo en el momento menos oportuno con Francisco pero sí de que hubiera llegado. ¿Quién sabe lo que podría haberle pasado si no se les llega a encontrar?
Siguieron caminando hacia lo que ellos consideraban que era la salida ya que desde allí soplaba el viento con más intensidad. Esta vez Francisco iba en primer lugar, Silvia en el medio y Antonio cerraba el camino. Parecía que no había nada más que ellos tres allí pero de repente escucharon un sonido que los sobresaltó a todos. Francisco, institivamente dio la mano a Silvia y Antonio se acercó más a la pareja:
- Esta vez sí que lo he oído - susurró Francisco
- Ya me di cuenta yo también - dijo Silvia levantando sus manos unidas. Francisco fue a soltarla pero Silvia no le dejó - Me siento más segura. Estoy acojonada, la verdad.
- Y yo también - añadió Antonio - Pero no es hora para tonterías. Si hay que luchar, se lucha
- Callad un momento. Si prestamos atención, no es como los ruidos de antes. ¿No lo notais? - dijo Francisco
- Sí, ahora lo noto. Es un sonido diferente. Se acercan a nosotros pero parece que hay más de uno.
Fue entonces cuando vieron al primero. Un zombie se acercaba a ellos peligrosamente. Tenía la cara violeta, la mandíbula prominentemente marcada y los dientes negros peor aún iba impecablemente vestido con su smoking. Parecía que acababa de salir de una boda. Cuando se acercó más, pudieron ver el horrible mordisco que tenía en la parte izquierda de la cara y que, efectivamente salía de una boda. Detrás de él, estaban la novia y lo que parecían ser varios invitados. Lo más seguro es que se encontrasen debajo de la iglesia donde se estaba celebrando la ceremonia y que, después de los temblores cercanos, una grieta se hubiera abierto y hubieran caído allí.
- Chicos, tenemos compañía - gritó Silvia- ¿Veis cuantos pueden ser?
- No - dijo Antonio - Esto está demasiado oscuro
- Esperad, quizá tenga algo en mi mochila- dijo Francisco mientras rebuscaba.
- Date prisa - gritó Silvia que empezaba a sacar sus garras a pesar del cansancio.
- Ya está.
Francisco sacó su linterna que decidió volver a guardar cuando tuvieron la zona controlada. No se veían demasiados zombies llegar. Únicamente al cura, al novio, a la novia, a los padrinos y a un par de damas de honor. Silvia dedujo que la grieta se había abierto en la zona del altar y que, por eso, solo habían caído ellos.
- No me falléis garras, por favor os lo pido - Pensó Silvia para sí misma cuando les tenían a casi todos encima.
- No te preocupes - dijo Francisco leyéndola el pensamiento - Sé que estás cansada pero saldremos de ésta. Confío en ti.
- Venga chicos - dijo Antonio - Vamos a luchar. Recordad, en la cabeza, siempre en la cabeza.
Silvia fue la primera en empezar. Pegó un salto y se puso delante del novio al que no tuvo dificultad para incrustar su cabeza contra la pared, con lo que el zombie quedó muerto inmediatamente. Francisco sacó su puñal de 30 centímetros y se enfrentó al primero. Sabía que tenía que atinar en la cabeza para que muriesen así que incrustó su puñal en el ojo de la novia añadiendo: "Que pases una feliz noche de bodas, madita"
Antonio acertó a acabar con el cura de chiripa ya que, al ir a atacarle, el cura se cayó y lo único que hizo Antonio fue aplastar su cabeza contra una roca.
Silvia se movía como pez en el agua entre los zombies ya que, con su poder podía saltar entre ellos y acabar con ellos rápidamente. En un momento se cargó a tres zombies, clavandoles sus garras pero estaba realmente cansada, sólo quedaban dos en pie, de los que se encargaron Antonio y Francisco.
Empezó a verlo todo blanco y se desmayó. Cuando despertó, estaba en los brazos de Francisco, tumbada en el suelo y medio aturdida.
- Me has dado un susto de muerte, menos mal que despertaste - dijo Francisco- Un minuto más y no vuelvo a ver esos preciosos ojos verde.
- No me hagas reir, Francisco. Necesito comer algo y beber agua pero sobretodo descansar.
- Las dos primeras las tengo aquí mismo pero yo necesito que seas fuerte un rato y que te levantes. Tenemos que encontrar a Antonio, se fue en busca de la salida cuando te desmayaste y aún no ha vuelto.
- Venga, vámonos - dijo Silvia levantándose de un salto - Mierda, no debía haber hecho eso... Ahora me mareé, ayúdame - Francisco solícito, la sujetó por la cintura y Silvia se apoyó en su hombro. - Esto se esta convirtiendo en costumbre.
- ¿El qué? ¿Que nos ataquen bichos mutantes y que tú saques tus garras?
- No, que nos salvemos la vida y que me agarres por la cintura.
- Bueno, bueno - dijo Francisco algo sonrojado - Vayamos a por Antonio, a saber dónde anda este chico.
- Después podemos intentar salir por la grieta que haya en la iglesia.
- Si es así, esperemos que la boda tuviese pocos invitados.
Silvia rasgó la pared con una de sus uñas para señalar que ya habían pasado y no dar vueltas en círculos. Ahora lo importante era encontrar a Antonio y vigilar que, a sus espaldas, no apareciese ningun otro zombie.
Kealah- Cazadora con medias de seda
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Hunter se arrastro hacia una habitacion mientrasa varios zombies lo perseguian, el dolor del pie era insoportable.
Entro en la habitacion pero esta no tenia puerta, no veia nada con lo que cerrar el paso a aquellas criaturas, hasta que en un rincon, descubrio un armario de metal.
No podia empujarlo con sus manos, pero podia intentar movelo con su ''poder''.
Se concentro en aquel armario, uno de los zombies ya se encontraba en la puerta, cuando el armario volo a gran velocidad acia el, le golpeo en la cabeza, y quedo justo enfrente de la puerta, lo malo es que cayo tumbado, por lo que podian pasar, pero le daria tiempo.
Se fijo en su pie, tenia que colocarlo en su posicion, busco algo para morder, un trozo de madera que habia en el suelo le serviria. Agarro su pie y lo giro en seco, sono un fuerte ''crak'', y hunter no pudo eviar gemir de dolor.
Tras unos segundos de inmensa agonia, se relajo, pero ahora tambien le dolia la cabeza a causa de haber usdo su poder, uno de los zombies se habia subido al armario y se arrastraba hacia Hunter, que se incorporo con dificultad y saco la pistola que aun conservaba, disparo varios tiros al zombie, que al final cayo.
Hunter busco algo para vendarse el tobillo, encontro un pañuelo de tela que estaba colgado al cuello de un cadaver, comprobo que no esuviese lleno de sangre o algo que pudiera provocarle una infeccion peor de la que ya tenia, y se lo enrrollo.
Hunter se sento en el suelo, y contemplo como otro zombie habia conseguido entrar en la habitacion, cogio su arma, y espero a que el zombie estuviese cerca para no falllar el disparo, apuntó y ''click, click''
-¡Mierda!
El zombie se abalanzo sobre el, Hunter consiguio agarrarle la cabeza para evitar que le mordiera, el zombie no dejaba de agitarse, y no se iba a cansar.
De repente, se escucho un ruido fuerte, algo se estaba arrastrando por debajo de eyos, de pronto, el piso cedio, y Hunter y el zombie cayeron a una especie de tunel.
Hunter aprovechó que el zombie habia caido al suelo para levantarse y empezar a caminar, a su espalda se oyeron unos gritos lejanos, con algo de eco.
-¿Pasa algo?- Pregunto una voz desconocida.
-No, que va, ¡Solo que un puto gusano gigante se dirige hacia aqui!- Esa voz si la reconocio, era de Antonio, Hunter se giro, tal vez estaban cerca, pero lo unico que vio fue a aquel zombie caminado hacia el, asi que siguio en la direccion contraria a los gritos.
Tras media hora de caminar, el tunel acababa en una alcantarilla, aquel puto zombie todavia lo seguia, aunque estaba bastante lejos.
Vio que cerca suyo habia unas escalerillas, que darian a la superficie.
Hunter subio y retiro la tapa, se asomo y vio que no habia mucha actividad zombie por alli, asi que salio.
Volvio a poner la tapa en su sitio -''No vaya a ser que los zombies sepan subir escalerillas''- Pensó.
Se encontraba en una calle desierta, unos metros mas alla habia una valla, y al otro lado, un gran parque, se dirigio hacia alli y siguio la valla hasta encontrar la entrada, por desgracia, en ella habia varios zombies, asi que cruzo la calle y entro en un edificio de pisos, una vez dentro, atranco la puerta con una silla que habia alli tirada.
Hunter comenzo a subir escaleras, al llegar al tercer piso, vio que habia varios zombies, estos se percataron de su presencia, Hunter bajo unos cuantos escalones, y se fijo en una ventana abierta, tenia unos segundos antes de que los zombies llegaran, asi que salio por ella, y se agarro a una tuberia, subio por ella con mucha dificultad, ya que el pie aun le dolia.
Hunter llego hasta el cuarto piso y entro, siguio subiendo escaleras hasta llegar al octavo, y entro en una casa con la puerta abierta, cerro la puerta y se dispuso a explorar por si habia ''algo''.
Al llegar a la cocina-comedor vio una ventana abierta, se acerco a ella, abajo, los zombies caminaban por ahi sin rumbo fijo.
De repente, escucho un ruido a su espalda, se giro, y se agacho justo a tiempo de que un mutante saltara sobre el.
El mutante se precipito hacia la calle, estampandose contra el asfalto, esparciendo sus restos.
Hunter siguio revisando habitacion por habitacion, esquina por esquina, y no encontro nada, asi que se dirigio hacia la puerta para atrancarla, puso un armario bloqueando la puerta, y movio el sofa de forma que estaba apoyado al mismo iempo en el armario que en la pared, ningun zombie podria abrir eso.
Miro en la cocina buscando algo que comer, encontro algunas latas de comida en conserva, y cogio un bote de maiz, lo abrio y se lo comio con las manos, despues busco algo para beber, habia unas latas de coca cola, se bebio una y guardo las demas.
Se dirigio hacia una de las habitaciones, cerro la puerta, y se dejo caer en la cama, despues del palizon que se habia pegado no le costo dormirse.
Entro en la habitacion pero esta no tenia puerta, no veia nada con lo que cerrar el paso a aquellas criaturas, hasta que en un rincon, descubrio un armario de metal.
No podia empujarlo con sus manos, pero podia intentar movelo con su ''poder''.
Se concentro en aquel armario, uno de los zombies ya se encontraba en la puerta, cuando el armario volo a gran velocidad acia el, le golpeo en la cabeza, y quedo justo enfrente de la puerta, lo malo es que cayo tumbado, por lo que podian pasar, pero le daria tiempo.
Se fijo en su pie, tenia que colocarlo en su posicion, busco algo para morder, un trozo de madera que habia en el suelo le serviria. Agarro su pie y lo giro en seco, sono un fuerte ''crak'', y hunter no pudo eviar gemir de dolor.
Tras unos segundos de inmensa agonia, se relajo, pero ahora tambien le dolia la cabeza a causa de haber usdo su poder, uno de los zombies se habia subido al armario y se arrastraba hacia Hunter, que se incorporo con dificultad y saco la pistola que aun conservaba, disparo varios tiros al zombie, que al final cayo.
Hunter busco algo para vendarse el tobillo, encontro un pañuelo de tela que estaba colgado al cuello de un cadaver, comprobo que no esuviese lleno de sangre o algo que pudiera provocarle una infeccion peor de la que ya tenia, y se lo enrrollo.
Hunter se sento en el suelo, y contemplo como otro zombie habia conseguido entrar en la habitacion, cogio su arma, y espero a que el zombie estuviese cerca para no falllar el disparo, apuntó y ''click, click''
-¡Mierda!
El zombie se abalanzo sobre el, Hunter consiguio agarrarle la cabeza para evitar que le mordiera, el zombie no dejaba de agitarse, y no se iba a cansar.
De repente, se escucho un ruido fuerte, algo se estaba arrastrando por debajo de eyos, de pronto, el piso cedio, y Hunter y el zombie cayeron a una especie de tunel.
Hunter aprovechó que el zombie habia caido al suelo para levantarse y empezar a caminar, a su espalda se oyeron unos gritos lejanos, con algo de eco.
-¿Pasa algo?- Pregunto una voz desconocida.
-No, que va, ¡Solo que un puto gusano gigante se dirige hacia aqui!- Esa voz si la reconocio, era de Antonio, Hunter se giro, tal vez estaban cerca, pero lo unico que vio fue a aquel zombie caminado hacia el, asi que siguio en la direccion contraria a los gritos.
Tras media hora de caminar, el tunel acababa en una alcantarilla, aquel puto zombie todavia lo seguia, aunque estaba bastante lejos.
Vio que cerca suyo habia unas escalerillas, que darian a la superficie.
Hunter subio y retiro la tapa, se asomo y vio que no habia mucha actividad zombie por alli, asi que salio.
Volvio a poner la tapa en su sitio -''No vaya a ser que los zombies sepan subir escalerillas''- Pensó.
Se encontraba en una calle desierta, unos metros mas alla habia una valla, y al otro lado, un gran parque, se dirigio hacia alli y siguio la valla hasta encontrar la entrada, por desgracia, en ella habia varios zombies, asi que cruzo la calle y entro en un edificio de pisos, una vez dentro, atranco la puerta con una silla que habia alli tirada.
Hunter comenzo a subir escaleras, al llegar al tercer piso, vio que habia varios zombies, estos se percataron de su presencia, Hunter bajo unos cuantos escalones, y se fijo en una ventana abierta, tenia unos segundos antes de que los zombies llegaran, asi que salio por ella, y se agarro a una tuberia, subio por ella con mucha dificultad, ya que el pie aun le dolia.
Hunter llego hasta el cuarto piso y entro, siguio subiendo escaleras hasta llegar al octavo, y entro en una casa con la puerta abierta, cerro la puerta y se dispuso a explorar por si habia ''algo''.
Al llegar a la cocina-comedor vio una ventana abierta, se acerco a ella, abajo, los zombies caminaban por ahi sin rumbo fijo.
De repente, escucho un ruido a su espalda, se giro, y se agacho justo a tiempo de que un mutante saltara sobre el.
El mutante se precipito hacia la calle, estampandose contra el asfalto, esparciendo sus restos.
Hunter siguio revisando habitacion por habitacion, esquina por esquina, y no encontro nada, asi que se dirigio hacia la puerta para atrancarla, puso un armario bloqueando la puerta, y movio el sofa de forma que estaba apoyado al mismo iempo en el armario que en la pared, ningun zombie podria abrir eso.
Miro en la cocina buscando algo que comer, encontro algunas latas de comida en conserva, y cogio un bote de maiz, lo abrio y se lo comio con las manos, despues busco algo para beber, habia unas latas de coca cola, se bebio una y guardo las demas.
Se dirigio hacia una de las habitaciones, cerro la puerta, y se dejo caer en la cama, despues del palizon que se habia pegado no le costo dormirse.
Última edición por PauTL el Dom Mayo 16, 2010 1:58 pm, editado 1 vez
PauTL- Mano derecha del jefe
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Oleg,Hank,Ryan y Round habian decidido escapar del ejercito interminable de zombies antes que combatir,sus fuerzas habian disminuido considerablemente a causa del gran esfuerzo hecho.Ryan logrò ver a Hunter meterse a un edificio,caminaba muy mal,por lo que era seguro que estaba herido.
-Mierda ya casi no me quedan balas!-Gruño Round mientras llevaba a Ryan del hombro.
-Callate que no me dejas pensar!-Se quejò Oleg.
-Un mastodonte como tu pensando?Jajaj pagaria por ver eso-Se burlo Round.
-Chicos es ahi donde se refugio Hunter-Señalò debilmente Ryan,habia señalado a lo que parecia un hotel.
-Bien bien vamos!-Ordeno Oleg mientras subia a Hank a su espalda.
Detras de ellos vocifereaba el gran ejercito de zombies,entre ellos habia numerosos mutantes.Delante de Round y Ryan aparecio un zombie caminando en cuatro patas como si fuera un perro.El zombie dio un salto hacia Round y Ryan pero fue interceptado por una patada de Oleg que habia mandado a volar al zombie por los aires.
Estaban tan solo a dos manzanas del hotel,a su derecha habia un parque plagado de zombies.Una manzana,Oleg bajo al pequeño Hank y ayudo a saltar un auto a Ryan y Round.
Ryan y Round se habian adelantado,Oleg habia resbalado y estaba muy cerca de ser alcanzado por las garras y dientes de los zombies.Round vio la oportunidad perfecta,desenfundò su pistola y apuntò hacia el deposito de combustible de un gran camiòn.Jalò el gatillo y el camiòn junto con varios coches volaron en pedazos.Los zombies y mutantes ardian en llamas.Oleg habia quedado en medio de las llamas.
-Donde està Oleg?-Preguntò Hank.
-Mierda quedo atrapado!-Grito Ryan.
Hank habia roto a llorar,Round cayò arrodillado culpa suya Oleg habia muerto,simplemente no podia entenderlo.Solo se escuchaba el sonido de las llamas y algunos quejidos de zombies y mutantes.De repente al otro lado de las llamas se veia una mancha negra acercandose hacia ellos a toda velocidad.Las llamas se rompieron como si fueran un cristal y de ellas se lanzò Oleg,utilizando como escudo el capo de algun coche.
-Mierda Oleg!-Gritò Round mientras se reincorporaba.
-Esta vez te la perdono pero la segunda serà la ultima-Dijo Oleg mientras se aproximaba hacia la entrada del hotel.
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Post 19
Nivel 4
-Mierda ya casi no me quedan balas!-Gruño Round mientras llevaba a Ryan del hombro.
-Callate que no me dejas pensar!-Se quejò Oleg.
-Un mastodonte como tu pensando?Jajaj pagaria por ver eso-Se burlo Round.
-Chicos es ahi donde se refugio Hunter-Señalò debilmente Ryan,habia señalado a lo que parecia un hotel.
-Bien bien vamos!-Ordeno Oleg mientras subia a Hank a su espalda.
Detras de ellos vocifereaba el gran ejercito de zombies,entre ellos habia numerosos mutantes.Delante de Round y Ryan aparecio un zombie caminando en cuatro patas como si fuera un perro.El zombie dio un salto hacia Round y Ryan pero fue interceptado por una patada de Oleg que habia mandado a volar al zombie por los aires.
Estaban tan solo a dos manzanas del hotel,a su derecha habia un parque plagado de zombies.Una manzana,Oleg bajo al pequeño Hank y ayudo a saltar un auto a Ryan y Round.
Ryan y Round se habian adelantado,Oleg habia resbalado y estaba muy cerca de ser alcanzado por las garras y dientes de los zombies.Round vio la oportunidad perfecta,desenfundò su pistola y apuntò hacia el deposito de combustible de un gran camiòn.Jalò el gatillo y el camiòn junto con varios coches volaron en pedazos.Los zombies y mutantes ardian en llamas.Oleg habia quedado en medio de las llamas.
-Donde està Oleg?-Preguntò Hank.
-Mierda quedo atrapado!-Grito Ryan.
Hank habia roto a llorar,Round cayò arrodillado culpa suya Oleg habia muerto,simplemente no podia entenderlo.Solo se escuchaba el sonido de las llamas y algunos quejidos de zombies y mutantes.De repente al otro lado de las llamas se veia una mancha negra acercandose hacia ellos a toda velocidad.Las llamas se rompieron como si fueran un cristal y de ellas se lanzò Oleg,utilizando como escudo el capo de algun coche.
-Mierda Oleg!-Gritò Round mientras se reincorporaba.
-Esta vez te la perdono pero la segunda serà la ultima-Dijo Oleg mientras se aproximaba hacia la entrada del hotel.
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Post 19
Nivel 4
DarkHades- Pirómano
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Edad : 30
Localización : Refugiándome en la estación de bomberos.
Fecha de inscripción : 11/01/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Antonio, estaba muy nervioso porque el tunel no tenía fin y llevaba escuchando ruidos de zombies que parecía que le seguían.
Cuando se dió la vuelta un zombie estaba abalanzándose sobre el y Antonio no podía hacer nada ya que estaba cansado y desarmado.
Pero en aquel instante recordo lo que su amigo Paul del instituto le enseño a hacer con los cuellos de la gente (rash!) y Antonio le partió el cuello de tal manera que no había hecho nunca con nadie.
Rápidamente se dispuso a seguir andando cuando vió una salida.
-Si, por fin una salida, pero parece que un zombie está debajo de la escalera como intentando subir.
Antonio placó al zombie y subió rápidamente por la escalera y salió al exterior.
Antonio se tumbó en medio de la calle y dijo: Por fin.
Cuando Antonio se levanto miro a su alrededor, era extraño no habia zombies y parecía que un camión cisterna había explotado al lado de un parque cercano. Antonio no tenía fuerzas para saltar la valla y saber lo que había pasado así que simplemente sigió en dirección contraria, hacia las afueras de la ciudad.
Cuando giró la primera esquina, y vió una iglesia.
-Espera un momento, no sera..?
Antonio se dirigió a la iglesia que estaba llena de zombies bien vestidos. -Seguramente habría una boda dentro y nos calleron encima los novios jaja. Penso Antonio riendose.
Antonió entró en la iglesia que estaba llena de zombies, y el leve descanso que habia tenido al tumbarse en la calle le valía para volverse invisible y pasar desapercibido entre el convite.
Cuando llegó al altar, este estaba derrumbado y se podía ver una gran grieta en el suelo.
Antonio bajó un poco por aquella grieta y pudo divisar a Sílvia y Francisco.
-ehhhh chicos...Susurro Antonio
-Antonio!, como has subido ahí!? Se sorprendió Sílvia.
-shhh, no grites, que esto esta infectado de zombies, y respondiendote, si vais por aquel tunel unos 70 metros y luego torceis a la derecha encontrareis unas escaleras hacia la superficie.
-Anda, mira tu que suerte. Exclamo Francisco.
-Bueno pues allí nos vemos, yo mientras intentare descansar en un todoterreno negro cercano a esa tapadera de alcantarilla, cuando llegueis arriba avisadme y buscaremos un mejor sitio para descansar.
-Vale perfecto, hasta luego Antonio.
-Adiós.
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NIVEL 2
Cuando se dió la vuelta un zombie estaba abalanzándose sobre el y Antonio no podía hacer nada ya que estaba cansado y desarmado.
Pero en aquel instante recordo lo que su amigo Paul del instituto le enseño a hacer con los cuellos de la gente (rash!) y Antonio le partió el cuello de tal manera que no había hecho nunca con nadie.
Rápidamente se dispuso a seguir andando cuando vió una salida.
-Si, por fin una salida, pero parece que un zombie está debajo de la escalera como intentando subir.
Antonio placó al zombie y subió rápidamente por la escalera y salió al exterior.
Antonio se tumbó en medio de la calle y dijo: Por fin.
Cuando Antonio se levanto miro a su alrededor, era extraño no habia zombies y parecía que un camión cisterna había explotado al lado de un parque cercano. Antonio no tenía fuerzas para saltar la valla y saber lo que había pasado así que simplemente sigió en dirección contraria, hacia las afueras de la ciudad.
Cuando giró la primera esquina, y vió una iglesia.
-Espera un momento, no sera..?
Antonio se dirigió a la iglesia que estaba llena de zombies bien vestidos. -Seguramente habría una boda dentro y nos calleron encima los novios jaja. Penso Antonio riendose.
Antonió entró en la iglesia que estaba llena de zombies, y el leve descanso que habia tenido al tumbarse en la calle le valía para volverse invisible y pasar desapercibido entre el convite.
Cuando llegó al altar, este estaba derrumbado y se podía ver una gran grieta en el suelo.
Antonio bajó un poco por aquella grieta y pudo divisar a Sílvia y Francisco.
-ehhhh chicos...Susurro Antonio
-Antonio!, como has subido ahí!? Se sorprendió Sílvia.
-shhh, no grites, que esto esta infectado de zombies, y respondiendote, si vais por aquel tunel unos 70 metros y luego torceis a la derecha encontrareis unas escaleras hacia la superficie.
-Anda, mira tu que suerte. Exclamo Francisco.
-Bueno pues allí nos vemos, yo mientras intentare descansar en un todoterreno negro cercano a esa tapadera de alcantarilla, cuando llegueis arriba avisadme y buscaremos un mejor sitio para descansar.
-Vale perfecto, hasta luego Antonio.
-Adiós.
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PeKaDoR- Lich King
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Silvia y Francisco echaron a andar en la dirección que Antonio les había indicado. Todo estaba demasiado oscuro, se notaba que empezaba a anochecer y empezaban a sentir frío como consecuencia de estar tanto tiempo atrapados bajo la humedad de la alcantarilla.
Retrocedieron sobre sus pasos, dejando atrás las marcas que SIlvia había ido haciendo con sus garras y caminaron a una gran velocidad. Sin embargo, Silvia no se encontraba bien del todo. Había utilizado demasiado su poder, tenía hambre, sed y ahora, por si fuera poco estaba aterida de frío. Sus manos estaban heladas y sus dientes no dejaban de castañetear.
- Silvia, ¿estás bien? - preguntó Francisco visiblemente preocupado.- Tiritas tanto que ese gusano gigante nos va a sentir.
- La verdad es que no me encuentro muy bien. Tengo hambre, frío, sed y sueño y no necesariamente por ese orden. Me siento como si estuviera empapada aunque esté completamente seca.
- ¿Quieres mi jersey? - dijo amablemente Francisco.
- No hace falta porque entonces tendrás frío tú y te necesito al cien por cien.
- No tranquila, tengo uno de sobra en la mochila.
- Mil gracias.
Francisco se detuvo un momento mientras rebuscaba en su mochila. Sacó un jersey marrón que Silvia se puso encima de su cazadora, la botella de agua y el paquete de galletas. Silvia pegó un trago y Francisco otro con lo que se acabó aquella botella. Menos mal que había sido previsor y llevaba otra en la mochila. También la dio un par de galletas y él comió otra. Cerró la mochila y se incorporó. Cuando se incorporó Silvia le abrazó.
- Muchas gracias. Apenas me conoces y te estás portando muy bien conmigo - dijo Silvia.
- Jaja, me has salvado la vida alguna que otra vez y me encantan tus ojos así que , ¿por qué habría de portarme mal contigo? - dijo Francisco sin pestañear.
- Gracias - dijo Silvia que se apoyó en su hombro y se echó a llorar. - Siento ponerme así - dijo ella entre llantos - pero tengo miedo. No sé que hay ahí fuera pero seguramente nada bueno. Apenas nos queda agua, comida, ni nada de nada y estoy preocupada por Hank.
- Anda que, ahora te me pones a llorar... Estamos a treinta metros de la salida, mujer, llora cuando estemos fuera. Te voy a contar un chiste, ¿vale? Así te reirás. ¿Qué le dice un poste a otro poste? Postate bien o te vas a quedar sin poste. - Silvia rió.
- Dios, es realmente malo, Francisco pero me hiciste reír. Vamos, que quiero salir de aquí cuanto antes. Por cierto, no le cuentes a nadie nada sobre esto, que he llorado y tal, jajaja, habría demasiado cachondeo...
- No te preocupes. No diré nada. Puedes confiar en mí. No te dejaré que te pase nada, no a ti.
- Lo sé. - dijo Silvia sonriendo
Silvia y Francisco continuaron su camino. Silvia se encontraba algo mejor y el hecho de ir con aquel joven la reconfortaba bastante. Por alguna razón, se sentía bien con él y no la importaba ser ella misma, no como la sucedía con el resto que tenía que disimular un poco y poner su pose de chica dura. En el fondo ella no era la chica que aparentaba ser pero tenía que hacerlo por el bien del grupo.
Entre sus cabilaciones, llegaron al lugar en el que tenían que girar a la derecha. En la pared, vieron una escalera y en el techo, la tapa de una alcantarilla. Sin embargo, la salida estaba taponada por un gusano gigante que se arrastraba por el suelo.
- Mierda, ¿qué más puede pasar ahora? - dijo Silvia - Tenemos que salir por la iglesia
- ¿Qué más puede pasar? Que por el otro lado aparezca un lagarto gigante con hambre.
- Sí, claro.... - Las palabras de Silvia quedaron ahogadas por un fuerte grito que salía de la garganta de un lagarto. - Mierda, estamos perdidos.
- No, puede que no tanto - Dijo Francisco tan optimista como siempre. ¿Crees que podrás usar tu poder mental otra vez?
- No estoy segura pero lo intentaré. ¿Qué quieres hacer?
- Entretén al gusano que yo haré lo propio con el lagarto. Cuando estén a punto de lanzarse a por nosotros, abrazame y usa tu poder para protegernos del ataque, que yo usaré el mío para elevarnos por la alcantarilla.
Silvia y Francisco hicieron lo que Francisco dijo. Entretuvieron por separado a los mutantes y cuando estaban a punto de lanzarse a por ellos, Francisco, al grito de "Es el momento", se abrazó a Silvia que haciendo un esfuerzo sobrehumano creó un escudo protector. Francisco, con sus manos libres, elevó a los dos en el aire, haciendo que gusano y lagarto se chocaran uno contra otro e iniciaran una feroz lucha entre ellos. Con un movimiento de su mano, hizo saltar la alcantarilla y siguieron elevándose hasta la parte de fuera.
Cuando consiguieron salir de las cloacas, los dos estaban demasiado cansados por el excesivo uso de sus poderes. Silvia se desmayó inmediatamente, sin embargo, Francisco, sólo necesitó un par de minutos para reponerse. Cogió a Silvia en brazos y se dirigió hacia el coche donde estaba Antonio. Este acababa de salir del coche y se acercaba corriendo hacia donde estaban ellos dos.
- ¿Qué ha pasado?
- Nada, teníamos un comité de bienvenida en la entrada de las cloacas. Un lagarto y un gusano mutantes de porteros. Silvia ha usado demasiado su poder. Se ha desmayado. Y yo estoy a punto de hacerlo. Cógela. - Antonio cogió a Silvia en brazos - ¿Cómo está la zona de zombies?
- Parece que están todos en la Iglesia. He cerrado las puertas al salir así que por el momento no nos molestarán. Necesitamos un sitio donde pasar la noche.
- Allí se ve una tienda abierta. Vamos allí, igual hay comida y agua - dijo Francisco- Silvia lo necesita.
- Vayamos.
Los tres entraron en la tienda de ultramarinos que había enfrente del coche donde estaba escondido Antonio. A primera vista, estaba cerrada así que no tenía que haber nadie dentro. Entraron por la parte trasera y se dispusieron a pasar la noche ocultos.
Retrocedieron sobre sus pasos, dejando atrás las marcas que SIlvia había ido haciendo con sus garras y caminaron a una gran velocidad. Sin embargo, Silvia no se encontraba bien del todo. Había utilizado demasiado su poder, tenía hambre, sed y ahora, por si fuera poco estaba aterida de frío. Sus manos estaban heladas y sus dientes no dejaban de castañetear.
- Silvia, ¿estás bien? - preguntó Francisco visiblemente preocupado.- Tiritas tanto que ese gusano gigante nos va a sentir.
- La verdad es que no me encuentro muy bien. Tengo hambre, frío, sed y sueño y no necesariamente por ese orden. Me siento como si estuviera empapada aunque esté completamente seca.
- ¿Quieres mi jersey? - dijo amablemente Francisco.
- No hace falta porque entonces tendrás frío tú y te necesito al cien por cien.
- No tranquila, tengo uno de sobra en la mochila.
- Mil gracias.
Francisco se detuvo un momento mientras rebuscaba en su mochila. Sacó un jersey marrón que Silvia se puso encima de su cazadora, la botella de agua y el paquete de galletas. Silvia pegó un trago y Francisco otro con lo que se acabó aquella botella. Menos mal que había sido previsor y llevaba otra en la mochila. También la dio un par de galletas y él comió otra. Cerró la mochila y se incorporó. Cuando se incorporó Silvia le abrazó.
- Muchas gracias. Apenas me conoces y te estás portando muy bien conmigo - dijo Silvia.
- Jaja, me has salvado la vida alguna que otra vez y me encantan tus ojos así que , ¿por qué habría de portarme mal contigo? - dijo Francisco sin pestañear.
- Gracias - dijo Silvia que se apoyó en su hombro y se echó a llorar. - Siento ponerme así - dijo ella entre llantos - pero tengo miedo. No sé que hay ahí fuera pero seguramente nada bueno. Apenas nos queda agua, comida, ni nada de nada y estoy preocupada por Hank.
- Anda que, ahora te me pones a llorar... Estamos a treinta metros de la salida, mujer, llora cuando estemos fuera. Te voy a contar un chiste, ¿vale? Así te reirás. ¿Qué le dice un poste a otro poste? Postate bien o te vas a quedar sin poste. - Silvia rió.
- Dios, es realmente malo, Francisco pero me hiciste reír. Vamos, que quiero salir de aquí cuanto antes. Por cierto, no le cuentes a nadie nada sobre esto, que he llorado y tal, jajaja, habría demasiado cachondeo...
- No te preocupes. No diré nada. Puedes confiar en mí. No te dejaré que te pase nada, no a ti.
- Lo sé. - dijo Silvia sonriendo
Silvia y Francisco continuaron su camino. Silvia se encontraba algo mejor y el hecho de ir con aquel joven la reconfortaba bastante. Por alguna razón, se sentía bien con él y no la importaba ser ella misma, no como la sucedía con el resto que tenía que disimular un poco y poner su pose de chica dura. En el fondo ella no era la chica que aparentaba ser pero tenía que hacerlo por el bien del grupo.
Entre sus cabilaciones, llegaron al lugar en el que tenían que girar a la derecha. En la pared, vieron una escalera y en el techo, la tapa de una alcantarilla. Sin embargo, la salida estaba taponada por un gusano gigante que se arrastraba por el suelo.
- Mierda, ¿qué más puede pasar ahora? - dijo Silvia - Tenemos que salir por la iglesia
- ¿Qué más puede pasar? Que por el otro lado aparezca un lagarto gigante con hambre.
- Sí, claro.... - Las palabras de Silvia quedaron ahogadas por un fuerte grito que salía de la garganta de un lagarto. - Mierda, estamos perdidos.
- No, puede que no tanto - Dijo Francisco tan optimista como siempre. ¿Crees que podrás usar tu poder mental otra vez?
- No estoy segura pero lo intentaré. ¿Qué quieres hacer?
- Entretén al gusano que yo haré lo propio con el lagarto. Cuando estén a punto de lanzarse a por nosotros, abrazame y usa tu poder para protegernos del ataque, que yo usaré el mío para elevarnos por la alcantarilla.
Silvia y Francisco hicieron lo que Francisco dijo. Entretuvieron por separado a los mutantes y cuando estaban a punto de lanzarse a por ellos, Francisco, al grito de "Es el momento", se abrazó a Silvia que haciendo un esfuerzo sobrehumano creó un escudo protector. Francisco, con sus manos libres, elevó a los dos en el aire, haciendo que gusano y lagarto se chocaran uno contra otro e iniciaran una feroz lucha entre ellos. Con un movimiento de su mano, hizo saltar la alcantarilla y siguieron elevándose hasta la parte de fuera.
Cuando consiguieron salir de las cloacas, los dos estaban demasiado cansados por el excesivo uso de sus poderes. Silvia se desmayó inmediatamente, sin embargo, Francisco, sólo necesitó un par de minutos para reponerse. Cogió a Silvia en brazos y se dirigió hacia el coche donde estaba Antonio. Este acababa de salir del coche y se acercaba corriendo hacia donde estaban ellos dos.
- ¿Qué ha pasado?
- Nada, teníamos un comité de bienvenida en la entrada de las cloacas. Un lagarto y un gusano mutantes de porteros. Silvia ha usado demasiado su poder. Se ha desmayado. Y yo estoy a punto de hacerlo. Cógela. - Antonio cogió a Silvia en brazos - ¿Cómo está la zona de zombies?
- Parece que están todos en la Iglesia. He cerrado las puertas al salir así que por el momento no nos molestarán. Necesitamos un sitio donde pasar la noche.
- Allí se ve una tienda abierta. Vamos allí, igual hay comida y agua - dijo Francisco- Silvia lo necesita.
- Vayamos.
Los tres entraron en la tienda de ultramarinos que había enfrente del coche donde estaba escondido Antonio. A primera vista, estaba cerrada así que no tenía que haber nadie dentro. Entraron por la parte trasera y se dispusieron a pasar la noche ocultos.
Kealah- Cazadora con medias de seda
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
TRAS LA DIVISIÓN, A PUNTO DE ANOCHECER
Richard, Katja, Mica, Anatoly, Patt, Jane y Martha entraron en la antigua sucursal ahora llena de papeles y basura. Anatoly, con su arma, fue el primero en entrar junto con Richard y Marc que ya había entrado. Se movieron sigilosamente y descubrieron a un par de zombies en el suelo, alimentándose de un par de cuerpos que habían tenido la suerte de sobrevivir a la explosión pero que, irremediablemente, se habían convertido en alimento de dos de sus compañeros.
En cuanto vieron entrar a Anatoly y a Richard les miraron, gritaron y corrieron hacia ellos. Anatoly levantó su arma y disparó al primero, tanta era la proximidad que el disparo le lanzó un par de metros hasta que cayó al suelo. El otro se encontró de frente con una barra de hierro que portaba Richard. Inmediatamente cayó muerto.
- Venga Patt. Podéis entrar - gritó Anatoly justo antes de disparar a los dos cadáveres para evitar que se levantaran.
El sonido de los disparos impidió que escucharan un ruido que se produjo al fondo de la sala ya que todos estaban de espaldas al despacho del director de la sucursal y más pendientes de colocar a Mica y a Martha en un lugar tranquilo para que descansasen. Mica había empezado a recuperar el conocimiento pero estaba algo aturdida cuando vio que algo se acercaba hacia ella. Todos estaban pendientes de otras cosas y lo vio. Un zombie con un traje impecable, salió corriendo del despacho gritando sin que nadie tuviera tiempo para reaccionar. Se avalanzó encima de ella y lgritó. Anatoly se dio cuenta y se lo quitó de encima pero era demasiado tarde. Mica había recibido un mordisco en el brazo aunque nadie pareció darse cuenta.
- ¿Estás bien Mica? - preguntó Anatoly que acababa de pegar un tiro al zombie.
- Si, si - Mintió Mica- pero creo que debo descansar.
- Deberíamos revisar todas las habitaciones bien. - Indicó Patt
- Vamos, Richard - Sugirió Anatoly - Si te llega a pasar algo, Oleg no me lo perdonaria.
- Marc. Diles donde nos encontramos. A ver si es posible que lleguen hasta allí.
Oleg, Hank, Carlos, Ryan y Round consiguieron entrar enm el hotel en el que pensaban que se había escondido Hunter. La bola de fuego que habían creado haciendo estallar los coches, les había dado una pequeña tregua. Justo para alcanzar la puerta. Entraron dentro pero no había rastro de Hunter pero había restos de una batalla. Un armario volcado, sillas por el suelo y huellas de sangre seca por la pared pero no había ni rastro de Hunter.
- El hecho de que no esté por aquí es buena señal - Dijo Round - Si se lo hubieran cargado, su cadáver estaría en alguna parte o ya se habría convertido en uno de ellos.
- Es mala señal. Ahora tendremos que buscarlos en alguna parte - Dijo Oleg.
- Carlos - Dijo Hank - Tengo hambre. ¿Podemos buscar algo de comer?
- Vale, Hank, demos una vuelta por aquí para revisar si hay zombies y cuando esté seguro buscamos comida, ¿vale? - Contestó Carlos.
Entretanto, se separaron en dos grupos. Hank, Carlos y Round irian por un lado y Ryan y Oleg irían por otro. Su misión era encontrar zombies y acabar con ellos. Hank fue el primero en ver el agujero por el que cayó Hunter pero, al no saber que había pasado, cerraron la puerta y siguieron buscando. Llegaron a la cafetería del hotel donde una comitiva de zombies les esperaba todavía tomando el té. Sin apenas fuerzas y sin comer, tuvieron que pedir ayuda a Oleg y Ryan.
De pronto, algo le dijo a Oleg que Patt y los demás estaban ocultos en una sucursal bancaria cercana a donde ellos se encontraban. No obstante, primero tendrían que acabar con ese pequeño ejército de zombies y pasar la noche en la recepción de ese hotel para reservar fuerzas para el día siguiente.
Silvia, Antonio y Francisco se encontraban en una pequeña tienda de ultramarinos de la zona. Francisco se quedó cuidando de Silvia mientras Antonio buscaba algún tipo de provisiones, agua o comida para pasar allí la noche.
Silvia se había quedado dormida después del esfuerzo y Francisco no quería separarse de ella así que dio su linterna a Antonio que se ocupó de rebuscar en la tienda. Francisco se apoyó contra la pared y puso a Silvia en su regazo, mientras la acariciaba el pelo para que pudiese dormir, él estaba a punto de quedarse dormido cuando algo le sobresaltó. Era Antonio que gritaba. Silvia se agitó pero no llegó a despertarse así que Francisco puso su cabeza delicadamente en el suelo y la susuró: "Gatita, no te despiertes todavía, enseguida vuelvo" y se adentró en la oscuridad.
Fernando se encontraba en una amplia avenida. No era su ciudad asi que no tenía ni idea de donde estaba pero necesitaba regresar al cuartel general de la hermana de Patt. Se había fijado durante el vuielo del mutante que se lo llevó que había volado en dirección norte y apenas había cambiado el rumbo así que tenía que llegar a uno de los edificios con la letra "N" en la parte delantera puesto que en esa plaza era donde se alzaba su guarida. Desde donde estaba, se podía ver aquel letrero pero se encontraba a una distancia considerable, un ejército de zombies se apiñaba en la calle por la que tenía que ir y la noche empezaba a caer encima de Berlín. Fernando debía buscar un lugar donde resguardarse o enfrentarse a un ejército de zombies sin apenas fuerzas...
Hunter había dormido durante horas. Se había despertado cuando estaba empezando a anochecer así que no podía salir al exterior. Sin embargo, decidió que debía buscar por el edificio en busca de medicamentos para su tobillo. Le dolía bastante así que un ibuprofeno o algo parecido no le vendría mal. Además, ya que estaba en un edificio buscaría una mochila para hacerse con provisiones y agua fundamentalmente.
Lo que no sabía es que un par de pisos más abajo, un grupo de cinco supervivientes se había unido para salir a buscar medicamentos. Al día siguiente, lo harían, al igual que Hunter pero algo le sobresaltó. Un intenso alarido le sacó de sus cabilaciones. Había algo en aquel edificio que le estaba buscando.
Sarah, Matías y Carla iban conduciendo atentamente cuando su marcha se vio interrumpida por cuatro personas que aparecieron en medio de la calle por la que circulaban. Jericho, Daghmar, Homer y la anciana estaban parados en medio de la carretera levitando. Daghmar gritó y Matías se sintió aturdido, el grito cesó cuando los cristales del coche ya habían reventado. Matías lo supo: Había llegado el momento de defenderse.
Fiorella acababa de salir de casa con su mochila vacía. Vivía en las afueras de Berlín así que no había mucha gente por aquella zona ya que eran casi todo urbanizaciones y las casas estaban casi todas vacías hasta el verano. Salió corriendo hacia ninguna parte con su palo de hockey de la mano, cuando de repente vio a un zombie aproximandose hacia ella. Le golpeó sin temor, ni compasión en la cabeza. Había oído muchas historias sobre esos seres y les conocía de sobra. No quería dejar que la tocase ninguno.
Al torcer una esquina, en lugar de encontrarse con mutantes o con zombies, se encontró con algo muy diferente. Un jovencito de aspecto atractivo estaba siendo atacado y golpeado junto a sus dos compañeras.
No le atacaban seres extraños sino personas, se temió algo raro pero por su forma de ser, decidió ayudar a aquellos tres jóvenes. Los atacantes eran, en su mayioría adultos y los tres atacados eran casi niños. Ella no podía permitir eso así que cogió su palo de hockey y se dirigió corriendo hacia los desconocidos...
************************************************************************************
Bueno chicos, espero que os guste este nuevo corte. No está tan bien como los anteriores pero es lo que hay, jejeje! Espero no haberme equivocado al situar a nadie, si es así me lo decís, ¿ok?
Alf_Zombie y The_ zombie_killer como vuestros personajes no resolvieron la situacion de la semana pasada os he plantado la misma, jeejje, a ver si lo resolveis
Richard, Katja, Mica, Anatoly, Patt, Jane y Martha entraron en la antigua sucursal ahora llena de papeles y basura. Anatoly, con su arma, fue el primero en entrar junto con Richard y Marc que ya había entrado. Se movieron sigilosamente y descubrieron a un par de zombies en el suelo, alimentándose de un par de cuerpos que habían tenido la suerte de sobrevivir a la explosión pero que, irremediablemente, se habían convertido en alimento de dos de sus compañeros.
En cuanto vieron entrar a Anatoly y a Richard les miraron, gritaron y corrieron hacia ellos. Anatoly levantó su arma y disparó al primero, tanta era la proximidad que el disparo le lanzó un par de metros hasta que cayó al suelo. El otro se encontró de frente con una barra de hierro que portaba Richard. Inmediatamente cayó muerto.
- Venga Patt. Podéis entrar - gritó Anatoly justo antes de disparar a los dos cadáveres para evitar que se levantaran.
El sonido de los disparos impidió que escucharan un ruido que se produjo al fondo de la sala ya que todos estaban de espaldas al despacho del director de la sucursal y más pendientes de colocar a Mica y a Martha en un lugar tranquilo para que descansasen. Mica había empezado a recuperar el conocimiento pero estaba algo aturdida cuando vio que algo se acercaba hacia ella. Todos estaban pendientes de otras cosas y lo vio. Un zombie con un traje impecable, salió corriendo del despacho gritando sin que nadie tuviera tiempo para reaccionar. Se avalanzó encima de ella y lgritó. Anatoly se dio cuenta y se lo quitó de encima pero era demasiado tarde. Mica había recibido un mordisco en el brazo aunque nadie pareció darse cuenta.
- ¿Estás bien Mica? - preguntó Anatoly que acababa de pegar un tiro al zombie.
- Si, si - Mintió Mica- pero creo que debo descansar.
- Deberíamos revisar todas las habitaciones bien. - Indicó Patt
- Vamos, Richard - Sugirió Anatoly - Si te llega a pasar algo, Oleg no me lo perdonaria.
- Marc. Diles donde nos encontramos. A ver si es posible que lleguen hasta allí.
Oleg, Hank, Carlos, Ryan y Round consiguieron entrar enm el hotel en el que pensaban que se había escondido Hunter. La bola de fuego que habían creado haciendo estallar los coches, les había dado una pequeña tregua. Justo para alcanzar la puerta. Entraron dentro pero no había rastro de Hunter pero había restos de una batalla. Un armario volcado, sillas por el suelo y huellas de sangre seca por la pared pero no había ni rastro de Hunter.
- El hecho de que no esté por aquí es buena señal - Dijo Round - Si se lo hubieran cargado, su cadáver estaría en alguna parte o ya se habría convertido en uno de ellos.
- Es mala señal. Ahora tendremos que buscarlos en alguna parte - Dijo Oleg.
- Carlos - Dijo Hank - Tengo hambre. ¿Podemos buscar algo de comer?
- Vale, Hank, demos una vuelta por aquí para revisar si hay zombies y cuando esté seguro buscamos comida, ¿vale? - Contestó Carlos.
Entretanto, se separaron en dos grupos. Hank, Carlos y Round irian por un lado y Ryan y Oleg irían por otro. Su misión era encontrar zombies y acabar con ellos. Hank fue el primero en ver el agujero por el que cayó Hunter pero, al no saber que había pasado, cerraron la puerta y siguieron buscando. Llegaron a la cafetería del hotel donde una comitiva de zombies les esperaba todavía tomando el té. Sin apenas fuerzas y sin comer, tuvieron que pedir ayuda a Oleg y Ryan.
De pronto, algo le dijo a Oleg que Patt y los demás estaban ocultos en una sucursal bancaria cercana a donde ellos se encontraban. No obstante, primero tendrían que acabar con ese pequeño ejército de zombies y pasar la noche en la recepción de ese hotel para reservar fuerzas para el día siguiente.
Silvia, Antonio y Francisco se encontraban en una pequeña tienda de ultramarinos de la zona. Francisco se quedó cuidando de Silvia mientras Antonio buscaba algún tipo de provisiones, agua o comida para pasar allí la noche.
Silvia se había quedado dormida después del esfuerzo y Francisco no quería separarse de ella así que dio su linterna a Antonio que se ocupó de rebuscar en la tienda. Francisco se apoyó contra la pared y puso a Silvia en su regazo, mientras la acariciaba el pelo para que pudiese dormir, él estaba a punto de quedarse dormido cuando algo le sobresaltó. Era Antonio que gritaba. Silvia se agitó pero no llegó a despertarse así que Francisco puso su cabeza delicadamente en el suelo y la susuró: "Gatita, no te despiertes todavía, enseguida vuelvo" y se adentró en la oscuridad.
Fernando se encontraba en una amplia avenida. No era su ciudad asi que no tenía ni idea de donde estaba pero necesitaba regresar al cuartel general de la hermana de Patt. Se había fijado durante el vuielo del mutante que se lo llevó que había volado en dirección norte y apenas había cambiado el rumbo así que tenía que llegar a uno de los edificios con la letra "N" en la parte delantera puesto que en esa plaza era donde se alzaba su guarida. Desde donde estaba, se podía ver aquel letrero pero se encontraba a una distancia considerable, un ejército de zombies se apiñaba en la calle por la que tenía que ir y la noche empezaba a caer encima de Berlín. Fernando debía buscar un lugar donde resguardarse o enfrentarse a un ejército de zombies sin apenas fuerzas...
Hunter había dormido durante horas. Se había despertado cuando estaba empezando a anochecer así que no podía salir al exterior. Sin embargo, decidió que debía buscar por el edificio en busca de medicamentos para su tobillo. Le dolía bastante así que un ibuprofeno o algo parecido no le vendría mal. Además, ya que estaba en un edificio buscaría una mochila para hacerse con provisiones y agua fundamentalmente.
Lo que no sabía es que un par de pisos más abajo, un grupo de cinco supervivientes se había unido para salir a buscar medicamentos. Al día siguiente, lo harían, al igual que Hunter pero algo le sobresaltó. Un intenso alarido le sacó de sus cabilaciones. Había algo en aquel edificio que le estaba buscando.
Sarah, Matías y Carla iban conduciendo atentamente cuando su marcha se vio interrumpida por cuatro personas que aparecieron en medio de la calle por la que circulaban. Jericho, Daghmar, Homer y la anciana estaban parados en medio de la carretera levitando. Daghmar gritó y Matías se sintió aturdido, el grito cesó cuando los cristales del coche ya habían reventado. Matías lo supo: Había llegado el momento de defenderse.
Fiorella acababa de salir de casa con su mochila vacía. Vivía en las afueras de Berlín así que no había mucha gente por aquella zona ya que eran casi todo urbanizaciones y las casas estaban casi todas vacías hasta el verano. Salió corriendo hacia ninguna parte con su palo de hockey de la mano, cuando de repente vio a un zombie aproximandose hacia ella. Le golpeó sin temor, ni compasión en la cabeza. Había oído muchas historias sobre esos seres y les conocía de sobra. No quería dejar que la tocase ninguno.
Al torcer una esquina, en lugar de encontrarse con mutantes o con zombies, se encontró con algo muy diferente. Un jovencito de aspecto atractivo estaba siendo atacado y golpeado junto a sus dos compañeras.
No le atacaban seres extraños sino personas, se temió algo raro pero por su forma de ser, decidió ayudar a aquellos tres jóvenes. Los atacantes eran, en su mayioría adultos y los tres atacados eran casi niños. Ella no podía permitir eso así que cogió su palo de hockey y se dirigió corriendo hacia los desconocidos...
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Bueno chicos, espero que os guste este nuevo corte. No está tan bien como los anteriores pero es lo que hay, jejeje! Espero no haberme equivocado al situar a nadie, si es así me lo decís, ¿ok?
Alf_Zombie y The_ zombie_killer como vuestros personajes no resolvieron la situacion de la semana pasada os he plantado la misma, jeejje, a ver si lo resolveis
Última edición por Kealah el Jue Mayo 27, 2010 12:46 am, editado 1 vez
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Antonio y Francisco se levantaron y siguieron por los pasillos de aquella tienda.
Mientras avanzaban, se iba escuchando cada vez mas fuerte una gran respiración que provenía de la habitación de empleados.
Cuando llegaron encontraron un gran mutante parecido aun gran demonio alimentandose de una pila de zombies.
-Eso es lo que quería enseñarte, tenemos problemas. Dijo Antonio.
-Y como no te ha visto? Preguntó Francisco.
-Parece que su oido está poco desarrollado.
-Bien, al menos una noticia buena.
-Sí, pero cuando acabe su banquete saldrá de ahí y nos verá.
-Pues habra que atascar la puerta con algo Antonio y yo no tengo fuerzas.
-Yo tengo algunas, pero en el caso de que ese bicho se percate de nosotros no tendría fuerzas para luchar o huir.
-Vale, yo vigilare a Silvia y mirare por allí por si encuentro algo.
-Ok, intentare apilar esas estanterias pero lo intentare hacer con cuidado.
-Vale, manos a la obra.
En ese momento Silvia empezó a gritar Hank! Donde estas?.
-Joder, Silvia silencio. Dijo Francisco algo exaltado.
-Que pasa aquí?,Donde estamos?. Preguntó Silvia.
-Estamos en unos ultramarinos, no te preocupes.
-Chicos!, shhhh, el mutante ha escuchado algo y se ha girado, esconderos rápido!
Al instante Silvia y Francisco se cubrieron con una pila de comida de conserva y Antonio se colocó detrás de la puerta donde se encontraba el mutante.
El mutante salió despavorido hacia la puerta y se fue a la calle como alma lleva el diablo.
-Que coño ha asustado a ese mutante? Preguntó Antonio.
Y no le dió tiempo a pronunciar una palabra, cuando de repente salieron un grupo de mutantes trepando por las paredes y tomando la tienda.
-No me sueltes Francisco, estoy muy asustada. Susurro Silvia.
-Tranquila, no te pasará nada.
-Antonio sin querer se había vuelto invisible y no le habían detectado.
Aquellos raros mutantes que cazaban en grupo salieron por donde el gran mutante y se fueron.
-Rápido Francisco, cierra la puerta con cerrojo y yo cerrare la sala del personal.
Después de ese asalto de lo mutantes nuestros personajes se merecían un descanso duraduro durante esa noche.
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Espero que les haya gustado, que no se me ocurría nada.
POST 7
NIVEL 2
Mientras avanzaban, se iba escuchando cada vez mas fuerte una gran respiración que provenía de la habitación de empleados.
Cuando llegaron encontraron un gran mutante parecido aun gran demonio alimentandose de una pila de zombies.
-Eso es lo que quería enseñarte, tenemos problemas. Dijo Antonio.
-Y como no te ha visto? Preguntó Francisco.
-Parece que su oido está poco desarrollado.
-Bien, al menos una noticia buena.
-Sí, pero cuando acabe su banquete saldrá de ahí y nos verá.
-Pues habra que atascar la puerta con algo Antonio y yo no tengo fuerzas.
-Yo tengo algunas, pero en el caso de que ese bicho se percate de nosotros no tendría fuerzas para luchar o huir.
-Vale, yo vigilare a Silvia y mirare por allí por si encuentro algo.
-Ok, intentare apilar esas estanterias pero lo intentare hacer con cuidado.
-Vale, manos a la obra.
En ese momento Silvia empezó a gritar Hank! Donde estas?.
-Joder, Silvia silencio. Dijo Francisco algo exaltado.
-Que pasa aquí?,Donde estamos?. Preguntó Silvia.
-Estamos en unos ultramarinos, no te preocupes.
-Chicos!, shhhh, el mutante ha escuchado algo y se ha girado, esconderos rápido!
Al instante Silvia y Francisco se cubrieron con una pila de comida de conserva y Antonio se colocó detrás de la puerta donde se encontraba el mutante.
El mutante salió despavorido hacia la puerta y se fue a la calle como alma lleva el diablo.
-Que coño ha asustado a ese mutante? Preguntó Antonio.
Y no le dió tiempo a pronunciar una palabra, cuando de repente salieron un grupo de mutantes trepando por las paredes y tomando la tienda.
-No me sueltes Francisco, estoy muy asustada. Susurro Silvia.
-Tranquila, no te pasará nada.
-Antonio sin querer se había vuelto invisible y no le habían detectado.
Aquellos raros mutantes que cazaban en grupo salieron por donde el gran mutante y se fueron.
-Rápido Francisco, cierra la puerta con cerrojo y yo cerrare la sala del personal.
Después de ese asalto de lo mutantes nuestros personajes se merecían un descanso duraduro durante esa noche.
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Espero que les haya gustado, que no se me ocurría nada.
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PeKaDoR- Lich King
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
La tromba de zombies se acercaban peligrosamente a su posición, pero Fernando estaba cansado y la noche caía sobre sus cabezas. Necesitaba una guarida y la necesitaba ya. Estaba mirando sin poder moverse la tromba que se acercaba incansable a Fernando.
Sin poder verlo, un zombie salió de un oscuro callejón a la espalda del joven. Fernando que estaba cuidando las distancias con los zombies lejanos pero desde su espalda saltó un zombie que intento morderlo en el cuello. Fernando se zafó de él estirando los brazos, pero el zombie seguia acometiendo contra el joven.
Un destello se dejo ver por la calle y un sonido lo siguió, un disparo impactó sobre el pecho de una de la criatura. Pero el zombie insistia en coger su comida. Fernando aprovechó el momento después del disparo y golpeó con su puño la cara del zombie, sin resultado alguno el zombie seguia encima de él.
Otro disparo impactó en la cabeza del zombie dejandolo libre. Fernando miró instintivamente hacia los edificios para ver si veia a la persona que disparó.
El ejercito de zombies ahora estaban a 20 metros de Fernando, el encontronazo con el zombie le habia hecho perder mucho tiempo.
Una voz sonó desde un piso medio derruido cerca de él.
-¡Aqui! ¡Ven aqui jovencito!- grito una voz de mujer desde el edificio que estaba a sus espaldas.
Fernando corrió hacia el edificio, seguido por el batallón de zombies. En el suelo vió el cuerpo de un militar a su lado habia una escopeta. No perdió más tiempo y la cogió, pero la escopeta no disparaba estaba sin munición.
Con la escopeta en las dos manos, Fernando cargó con su poder la escopeta y la arrojó contra la tromba. Al impactar contra uno de los zombies que iben en primera posición explotó e hizo caer a unos cuantos más.
Momento que utilizó Fernando para correr exhausto hasta el edificio. La puerta estaba abierta y cuando entró por ella recibió un fuerte golpe en la cabeza que le hizo perder el sentido.
Sin poder verlo, un zombie salió de un oscuro callejón a la espalda del joven. Fernando que estaba cuidando las distancias con los zombies lejanos pero desde su espalda saltó un zombie que intento morderlo en el cuello. Fernando se zafó de él estirando los brazos, pero el zombie seguia acometiendo contra el joven.
Un destello se dejo ver por la calle y un sonido lo siguió, un disparo impactó sobre el pecho de una de la criatura. Pero el zombie insistia en coger su comida. Fernando aprovechó el momento después del disparo y golpeó con su puño la cara del zombie, sin resultado alguno el zombie seguia encima de él.
Otro disparo impactó en la cabeza del zombie dejandolo libre. Fernando miró instintivamente hacia los edificios para ver si veia a la persona que disparó.
El ejercito de zombies ahora estaban a 20 metros de Fernando, el encontronazo con el zombie le habia hecho perder mucho tiempo.
Una voz sonó desde un piso medio derruido cerca de él.
-¡Aqui! ¡Ven aqui jovencito!- grito una voz de mujer desde el edificio que estaba a sus espaldas.
Fernando corrió hacia el edificio, seguido por el batallón de zombies. En el suelo vió el cuerpo de un militar a su lado habia una escopeta. No perdió más tiempo y la cogió, pero la escopeta no disparaba estaba sin munición.
Con la escopeta en las dos manos, Fernando cargó con su poder la escopeta y la arrojó contra la tromba. Al impactar contra uno de los zombies que iben en primera posición explotó e hizo caer a unos cuantos más.
Momento que utilizó Fernando para correr exhausto hasta el edificio. La puerta estaba abierta y cuando entró por ella recibió un fuerte golpe en la cabeza que le hizo perder el sentido.
Toletum- Jefe de Los Barbaros
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Hunter, aslto de la cama, habia algo en aquel piso, ''¿pero como habia entrado?''- Penso Hunter. ''¡Mierda, la ventana!¡La he dejado habierta!''- Hunter entro en el baño que tenia aquella habitacion y busco medicinas, habrio todos los armarios hasta dar con ellas, empezo a rebuscar entre las cajas buscando algun calmante, cogio una caja que ponia ''Ibuprofeno 600 Mg'', la abrio y cogio una de las pastillas, no tenia agua, se la tendria que tragar sin nada. Se la puso en la boca e intento segrgar aliva, pero estaba seco, le dolia la garganta, con mucho esfuerzo, se trago la pastilla, respiro hondo y salio a la habitacion.
Afuera se escuchaban pasos, acompañados de un gruñido incesante, no habia nada alli que le pudiese servir de arma, no tenia posibilidades en un enfrentamiento cara a cara.
Vio una ventana y la abrio, se asomo buscando un canalon o algo a lo que agarrarse para salir, vio que abia una cornisa, salio por la ventana, y se descolgo 1 metro hasta la cornisa, se agarro fuerte a los resquicios de la pared y las ventanas para avanzar hasta un balco que habia un piso mas abajo.
De repente se oyo el crujido de una puerta, una criatura se asomo por la ventana por donde habia escapado Hunter.
Tenia una forma extraña y caminaba a 4 patas, salio por la ventana, tenia una agilidad increible, avanzaba hacia Hunter con una velocidad sorprendente. Hunter solo tenia una opcion, sin pensarlo, salto hacia el balcon, el tobillo le dolio al caer, no pudo evitar gemir, rompio el cristal del balcon de un codazo y entro dentro, cogeo hasta una lampara de suelo laraga y la cogio, espero delante del balcon para empujar al mutante en cuanto asomara, se oyo como se rompia un cristal cerca de alli, de repente, la criatura atraveso la puerta por detras de Hunter, y lo embistio hacia el balcon, ambos cayeron, Hunter consiguio agarrarse al balcn, pero no era el unico, el mutante tambien estaba colgado e intento golpearle con sus garras, Hunter se descolgo al balcon de abajo justo a tiempo, agarro a la criatura de un pie, y estiro hacia abajo, esta cayo pero se agarro a la barandilla.
Hunter, se subio a la barandilla, y empezo a pisarle las manos al mutante, y a gopearle la cabeza con el pie, cad vez que lo hacia, le dolia mas el tobillo, no le importaba, al final, aquel mutante, cayo hacia la calle empalandose en una farola.
Hunter rompioo el cristal y entro en la habitacion, salio al pasillo, y camino hacia la cocina, empezo a abrir cajones, hasta encontrar los cubiertos, y saco un cuchillo bastante grande. Salio al rellano del edificio, y comenzo a bajar las escaleras, de repente, escucho unas voces, no distinguia lo que decian, sigio con cuidado, hasta verlos, estaban entrando en un piso, iban armados, asi que Hunter observo con precaucion.
-Busca algo de comer- Dijo el que parecia ser el jefe
-Entendido- Le respondieron.
-Mañana saldremos a buscar medicamentos- Dijo el jefe.
Hunter salio de detras de la esquina.
-Arriba hay medicamentos- Dijo.
Inmediatamente, aquellas personas le apuntaron con sus armas.
-¿Y tu quien eres?- Le preguntaron.
-Pues un superviviente.
-¿Has dicho que hay medicamentos arriba?
-Si.
-Esta bien, acompañanos.
-Y un mierda, para que vuelva a aparecer otro mutante trepamuros.- Dijo Hunter con desprecio.
-No importa- Dijo el jefe, entonces los tres hombres que iban armado le apuntaron.
''En que puto momento se me ocurriria hablar con esos tios'' Penso Hunter.
Hunter miro al suelo, se acordo de su habilidad, tal vez podria quitarles la armas.
-Lo siento- Dijo el jefe. -No podemos permitirnos competencia por la comida y las medicinas.
-Yo tambien lo siento- Dijo Hunter. En aquel momento alzo la vista, se concentro y las tres armas que llevaban se les escaparon de las manos, Hunter consiguio coger una al vuelo, apunto a los hombres y dijo. -Largaros de aqui antes de que os mate.-
Los 5 hombres salieron corriendo escaleras abajo, Hunter recogio las armas, y entro en la csa que estaban registrando, cerro la puerta, y la atranco, busco en todas las habitaciones y cerro todas las ventanas, encontro una botella de agua, bebio unos tragos, y se tumbo en el sofa.
A la mañana siguiente se iria de alli, tal vez en el garage hubiese algun coche con gasolina, le haria un puente, y buscaria a los demas.
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Afuera se escuchaban pasos, acompañados de un gruñido incesante, no habia nada alli que le pudiese servir de arma, no tenia posibilidades en un enfrentamiento cara a cara.
Vio una ventana y la abrio, se asomo buscando un canalon o algo a lo que agarrarse para salir, vio que abia una cornisa, salio por la ventana, y se descolgo 1 metro hasta la cornisa, se agarro fuerte a los resquicios de la pared y las ventanas para avanzar hasta un balco que habia un piso mas abajo.
De repente se oyo el crujido de una puerta, una criatura se asomo por la ventana por donde habia escapado Hunter.
Tenia una forma extraña y caminaba a 4 patas, salio por la ventana, tenia una agilidad increible, avanzaba hacia Hunter con una velocidad sorprendente. Hunter solo tenia una opcion, sin pensarlo, salto hacia el balcon, el tobillo le dolio al caer, no pudo evitar gemir, rompio el cristal del balcon de un codazo y entro dentro, cogeo hasta una lampara de suelo laraga y la cogio, espero delante del balcon para empujar al mutante en cuanto asomara, se oyo como se rompia un cristal cerca de alli, de repente, la criatura atraveso la puerta por detras de Hunter, y lo embistio hacia el balcon, ambos cayeron, Hunter consiguio agarrarse al balcn, pero no era el unico, el mutante tambien estaba colgado e intento golpearle con sus garras, Hunter se descolgo al balcon de abajo justo a tiempo, agarro a la criatura de un pie, y estiro hacia abajo, esta cayo pero se agarro a la barandilla.
Hunter, se subio a la barandilla, y empezo a pisarle las manos al mutante, y a gopearle la cabeza con el pie, cad vez que lo hacia, le dolia mas el tobillo, no le importaba, al final, aquel mutante, cayo hacia la calle empalandose en una farola.
Hunter rompioo el cristal y entro en la habitacion, salio al pasillo, y camino hacia la cocina, empezo a abrir cajones, hasta encontrar los cubiertos, y saco un cuchillo bastante grande. Salio al rellano del edificio, y comenzo a bajar las escaleras, de repente, escucho unas voces, no distinguia lo que decian, sigio con cuidado, hasta verlos, estaban entrando en un piso, iban armados, asi que Hunter observo con precaucion.
-Busca algo de comer- Dijo el que parecia ser el jefe
-Entendido- Le respondieron.
-Mañana saldremos a buscar medicamentos- Dijo el jefe.
Hunter salio de detras de la esquina.
-Arriba hay medicamentos- Dijo.
Inmediatamente, aquellas personas le apuntaron con sus armas.
-¿Y tu quien eres?- Le preguntaron.
-Pues un superviviente.
-¿Has dicho que hay medicamentos arriba?
-Si.
-Esta bien, acompañanos.
-Y un mierda, para que vuelva a aparecer otro mutante trepamuros.- Dijo Hunter con desprecio.
-No importa- Dijo el jefe, entonces los tres hombres que iban armado le apuntaron.
''En que puto momento se me ocurriria hablar con esos tios'' Penso Hunter.
Hunter miro al suelo, se acordo de su habilidad, tal vez podria quitarles la armas.
-Lo siento- Dijo el jefe. -No podemos permitirnos competencia por la comida y las medicinas.
-Yo tambien lo siento- Dijo Hunter. En aquel momento alzo la vista, se concentro y las tres armas que llevaban se les escaparon de las manos, Hunter consiguio coger una al vuelo, apunto a los hombres y dijo. -Largaros de aqui antes de que os mate.-
Los 5 hombres salieron corriendo escaleras abajo, Hunter recogio las armas, y entro en la csa que estaban registrando, cerro la puerta, y la atranco, busco en todas las habitaciones y cerro todas las ventanas, encontro una botella de agua, bebio unos tragos, y se tumbo en el sofa.
A la mañana siguiente se iria de alli, tal vez en el garage hubiese algun coche con gasolina, le haria un puente, y buscaria a los demas.
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Fernando abrió los ojos despacio, la vista aunque borrosa dejaba ver los objetos que poblaban la habitación en la que estaba.
Una habitación en la que no habia estado nunca, el joven al intentar levantarse notó como unos cinturones lo ataban a la camilla en la que tendido residia por el momento.
Unos pasos resonaron en la otra parte de la puerta, Fernando astuto en ese momento cerró los ojos y se hizo el dormido. El malestar general se apoderaba de él, pero en ese momento no podia fallar.
Inmóvil y desprotegido, escuchaba los pasos incesantes del sujeto que abría ahora la puerta dejando pasar una fina brisa que viajó por toda la habitación.
Unas frias manos se posaron sobre la cara de Fernando, que este al contacto abrió los ojos de golpe y observó ahora sin problemas la cara de un hombre de mediana edad que lo miraba con cara satisfecha.
-Veo que por fin despertaste bella durmiente- dijo el hombre que estaba plasmado delante de él.
-Mierda, sueltame!, Maldito lunático- contestó Fernando intentado zafarse ahora de sus amarrados brazos.
-Es inutil que intentes nada, estas bien sujeto- dijo el hombre dandole la espalda a Fernando y abriendo un cajón de una mesilla al lado de la camilla.
-¿Qué vas hacer?, como me toques te juro que te mato- contestó Fernando apretando sus manos por la impotencia que sentía.
EL hombre callado ahora, sacó una jeringa y un bote, pero la vista de Fernando aún no con toda su nitided total no pudo resolver el enigma que para él en ese momento era la etiqueta.
Al acabar de llenarla, se acerco y la clavó en el cuello del joven, que comenzó a moverse bruscamente por la rabia contenida del momento.
La cabeza del joven se desvanecia lentamente, mientras que el hombre empujaba la camilla por la habitación. Fernando sin apenas fuerzas dejó momentaneamente de moverse.
Los parpados le pesaban y no podia contenerlos. Al momento de nuevo abrió los ojos, pero ya no estaba por aquél pasillo tetrico y oscuro. Estaba en una habitación con una mesa interior manchada de sangre y una mesa metalica junto a la otra con material quirurjico.
-Arriba machote, gracias a ti tendremos comida por un par de semanas-dijo el hombre riendo con una carcajada sombría.
Fernando ya no sentía aquel cansanció causado por la droga que le habian inyectado, pero se hizo el drogado y mirando al techó trazó un plan para intentar escapar.
Por la puerta apareció una mujer de edad semejante a la de aquél hombre, su cara no era menos nerviosa que la de su marido que por fin tendrían un festin en toda regla.
La mujer ordenó al hombre que la dejara sola con él, obedeciendo su marido se marchó de la sala dejandolos solos.
-Bueno, jovencito ahora nos toca jugar- dijo la mujer, soltando una de las manos de Fernando.
La mujer, comenzó a bajar los pantalones del muchacho, pero este al tener la mano libre cogió un cuchillo que tenia en la mesa de al lado sin hacer ruido y espero a que la mujer se acercara.
La mujer con su obscena cara, lamió la mejilla del muchacho momento que aprovechó Fernando para clavarle el cuchillo en el cuello y empujó a la mujer que intentando articular unas palabras cayó encima del joven.
Fernando ahora con el cuchillo otra vez en la mano cortó el cinturon que lo amarraba por el cuerpo, y asi sucesivamente con los demás.
Abrió la puerta y andó despació hacia una especie de cocina que al final del pasillo se veía.
La puerta se cerró de golpe a causa de una brisa fuerte que entró por un ventanal y una voz se escucho por la casa.
-Cariño, ¿terminaste ya con ese cerdo? Veo que te duro menos que los anteriores- rió macabramente el hombre que dando la espalda a la puerta no pudo ver su inminente final.
Fernando se acercó despació al hombre con el cuchillo ensangrentado en alto y avisó del final de su muerte al hombre que tenía delante.
-Más bien, me duro poco ella a mi, ¿no crees?- dijo Fernando clavando el cuchillo al en el estomago del hombre cuando se dió la vuelta.
La cara de terror del hombre cuando vió a Fernando en su frente se quedó plasmada para el resto de su vida. Fernando exhausto buscó en la casa, algo de ropa y cosas que le sirvieran para volver a la guarida.
"Vaya humanidad, en vez de ayudarnos en estos tiempos nos jodemos entre nosotros y nos servimos de alimento. Mierda de humanidad" se dijo a si mismo, buscando en el salón.
------------------------
Perdi la cuenta de los post que llevo, al siguiente post actualizare
Una habitación en la que no habia estado nunca, el joven al intentar levantarse notó como unos cinturones lo ataban a la camilla en la que tendido residia por el momento.
Unos pasos resonaron en la otra parte de la puerta, Fernando astuto en ese momento cerró los ojos y se hizo el dormido. El malestar general se apoderaba de él, pero en ese momento no podia fallar.
Inmóvil y desprotegido, escuchaba los pasos incesantes del sujeto que abría ahora la puerta dejando pasar una fina brisa que viajó por toda la habitación.
Unas frias manos se posaron sobre la cara de Fernando, que este al contacto abrió los ojos de golpe y observó ahora sin problemas la cara de un hombre de mediana edad que lo miraba con cara satisfecha.
-Veo que por fin despertaste bella durmiente- dijo el hombre que estaba plasmado delante de él.
-Mierda, sueltame!, Maldito lunático- contestó Fernando intentado zafarse ahora de sus amarrados brazos.
-Es inutil que intentes nada, estas bien sujeto- dijo el hombre dandole la espalda a Fernando y abriendo un cajón de una mesilla al lado de la camilla.
-¿Qué vas hacer?, como me toques te juro que te mato- contestó Fernando apretando sus manos por la impotencia que sentía.
EL hombre callado ahora, sacó una jeringa y un bote, pero la vista de Fernando aún no con toda su nitided total no pudo resolver el enigma que para él en ese momento era la etiqueta.
Al acabar de llenarla, se acerco y la clavó en el cuello del joven, que comenzó a moverse bruscamente por la rabia contenida del momento.
La cabeza del joven se desvanecia lentamente, mientras que el hombre empujaba la camilla por la habitación. Fernando sin apenas fuerzas dejó momentaneamente de moverse.
Los parpados le pesaban y no podia contenerlos. Al momento de nuevo abrió los ojos, pero ya no estaba por aquél pasillo tetrico y oscuro. Estaba en una habitación con una mesa interior manchada de sangre y una mesa metalica junto a la otra con material quirurjico.
-Arriba machote, gracias a ti tendremos comida por un par de semanas-dijo el hombre riendo con una carcajada sombría.
Fernando ya no sentía aquel cansanció causado por la droga que le habian inyectado, pero se hizo el drogado y mirando al techó trazó un plan para intentar escapar.
Por la puerta apareció una mujer de edad semejante a la de aquél hombre, su cara no era menos nerviosa que la de su marido que por fin tendrían un festin en toda regla.
La mujer ordenó al hombre que la dejara sola con él, obedeciendo su marido se marchó de la sala dejandolos solos.
-Bueno, jovencito ahora nos toca jugar- dijo la mujer, soltando una de las manos de Fernando.
La mujer, comenzó a bajar los pantalones del muchacho, pero este al tener la mano libre cogió un cuchillo que tenia en la mesa de al lado sin hacer ruido y espero a que la mujer se acercara.
La mujer con su obscena cara, lamió la mejilla del muchacho momento que aprovechó Fernando para clavarle el cuchillo en el cuello y empujó a la mujer que intentando articular unas palabras cayó encima del joven.
Fernando ahora con el cuchillo otra vez en la mano cortó el cinturon que lo amarraba por el cuerpo, y asi sucesivamente con los demás.
Abrió la puerta y andó despació hacia una especie de cocina que al final del pasillo se veía.
La puerta se cerró de golpe a causa de una brisa fuerte que entró por un ventanal y una voz se escucho por la casa.
-Cariño, ¿terminaste ya con ese cerdo? Veo que te duro menos que los anteriores- rió macabramente el hombre que dando la espalda a la puerta no pudo ver su inminente final.
Fernando se acercó despació al hombre con el cuchillo ensangrentado en alto y avisó del final de su muerte al hombre que tenía delante.
-Más bien, me duro poco ella a mi, ¿no crees?- dijo Fernando clavando el cuchillo al en el estomago del hombre cuando se dió la vuelta.
La cara de terror del hombre cuando vió a Fernando en su frente se quedó plasmada para el resto de su vida. Fernando exhausto buscó en la casa, algo de ropa y cosas que le sirvieran para volver a la guarida.
"Vaya humanidad, en vez de ayudarnos en estos tiempos nos jodemos entre nosotros y nos servimos de alimento. Mierda de humanidad" se dijo a si mismo, buscando en el salón.
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Toletum- Jefe de Los Barbaros
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
POST 5
NIVEL 1/
Debíamos de seguir caminando, aquel comité de bienvenida, ya se había quedado atrás. Pero necesitábamos descansar, observe a Silvia, se veía exhausta, me miro sonrió y sus hermosos ojos se cerraron, viniéndose su cuerpo al piso, alcance a sujetarla para que no se golpeara. La abrase:
- Otra vez abrazados preciosa, ¿no? - apenas pude decir aquello y mi cuerpo se sintió muy pesado. Tuve que sentarme un rato, sostenía a Silvia en brazos y sabía que el lugar en el que estábamos era de todo, menos seguro, así que decidí sentarme un par de minutos solamente, para poder pararme y buscar a Antonio.
Me puse en pie con Silvia en mis brazos, caminaba lento, no deseaba que nada en las sombras perturbara mi paso. Me deslizaba tranquilo, pasivo y respirando suave, por el lado de uno de los muros. Llegando al final del muro, asome un poco mi cabeza para poder ver, divise a Antonio arriba de un coche, Silvia aun se mantenía desmayada, la sujete con fuerza y corrí hacia donde estaba Antonio. Antonio salió del vehículo y salió a nuestro encuentro:
- ¿Qué ha pasado? - dijo Antonio mirando a Silvia.
- Nada, teníamos un comité de bienvenida en la entrada de las cloacas. Un lagarto y un gusano mutantes de porteros. Silvia ha usado demasiado su poder. Se ha desmayado. Y yo estoy a punto de hacerlo. Cógela. - le entregué con delicadeza a Silvia en sus brazos - ¿Cómo está la zona de zombies? - consulte.
- Parece que están todos en la Iglesia. He cerrado las puertas al salir así que por el momento no nos molestarán. Necesitamos un sitio donde pasar la noche. - dijo Antonio.
- Allí se ve una tienda abierta. Vamos allí, igual hay comida y agua. Silvia lo necesita. - dije con preocupación.
- Vayamos.
Al llegar nos percatamos con Antonio que estaba cerrada, por lo que nos dispusimos a caminar alrededor para encontrar alguna entrada. Conseguimos entrar por la parte trasera, se veía tranquilo y desocupado, al menos por ahora. Inspeccionamos el recinto y se encontraba totalmente abandonado, ni infectados, ni bichos raros, ni nada. Cerramos bien la puerta por donde habíamos entrado, asegurándonos que no fuera nada de facil abrirla, nos fue dificil encontrar y traer unos sacos de arena para apilarlos en la puerta, pero ha quedado bien segura. Antonio dejo a Silvia sobre uno de los 4 sillones que habian en una sala, y me dijo:
- Voy a revisar en busca de alimentos, agua y armamento, cuida a Silvia por mientras, nada de dormirte ¿eh? -
- Si jefe - dije. Antonio ya acostumbrado a mis ironias rio y dijo
- Es una orden soldado - dijo en broma con voz de sargento.
- Perímetro asegurado sargento, ¡dispuesto a seguir instrucciones señor! - dije riendo.
- ya, dejémoslo, iré a buscar algo que nos sirva - dijo Antonio riendo.
Antonio se fue en búsqueda de provisiones, mire a Silvia y ella aun no despertaba, me senté en donde estaba ella, levante su cabeza y la puse en mis piernas. La mire un buen rato, pero no despertaba, al menos si respiraba, debía ser solo el cansancio. Le comenzó a hacer cariño en su cabeza, me apoye en el respaldo e intente relajarme un minuto, ciertamente siempre he sido bueno para disimular mis situaciones y mis emociones, pero creo que después de todo he estado mas que tenso, necesitaba tratar de relajarme y comer algo.
- ¿Ocupado en tus pensamientos? - susurro Silvia.
- Si, planeando un viaje a Tokyo - respondí mirándola.
- ¿Me incluyes o debo viajar sola? - sonrió.
- El problema de esto pequeña, es en donde nos quedaremos, pues como sabes, ya son demasiados allá - dije cerrando mis ojos e inclinando mi cabeza hacia atrás para descansar.
- Pero entonces elijamos otro lugar, ¿que tal Hawaii?, creo tener unos lindos trajes de baño en mi closet - dijo apuntando un viejo casillero.
- No me tientes.....no me tientes, mejor será que descanses, yo estaré contigo, tranquila - dije - sigue durmiendo -.
Silvia cerró sus ojos y yo continúe acariciando su pelo, había algo que me inquietaba aun. El hecho de pensar que esto no iba a mejorar o que quizás esto jamás acabaría me tenia un poco confuso. Pasaron alrededor de unos 15 o 20 minutos y comencé a preocuparme por Antonio, algo iba mal después de todo. El grito de Antonio llamándome me había vuelto a abrir los ojos, mire a Silvia, pero ella no presento señales de haber despertado, cogí suavemente su cabeza para poder pararme dejándola suavemente en el sillón. Susurrando en su oído antes de irme:
- Gatita, no te despiertes todavía, enseguida vuelvo -
Me adentre en el pasillo oscuro, no podía ver bien, veía una pequeña luz al final. Se veía como bastante tétrico, recordé aquellas películas que tanto me gustaban ver en el cine. El pasillo tenía varias ventanas pequeñas en lo alto, las cuales dejaban caer hilos de luna a las paredes, lo que iluminaba un poco tal oscuridad. Las paredes ensangrentadas me daban mala espina, mi cuerpo instintivamente deseaba salir de allí, pero ya antes me había mentalizado que no dejaría morir a nadie, y que si pudiese ser de ayuda a Antonio lo haría.
El grito de Antonio se había dejado de oír:
- Antonio....Antoniooo - susurre despacio, pero nadie respondía.
A unos 4 metros de mi, pude divisar una sombra, que se encontraba apoyada a una pared. No podía divisar si era un infectado o una persona, me acercaba despacio hacia la luz del fondo apegándome lo más que podía a las paredes de los costados, intentando no tocar las grandes manchas de sangre en las paredes. A medida que me iba acercando a la puerta podía oler algo totalmente desagradable y escuchar un sonido parecido a cuando uno divide un pollo asado, era una sonajera de huesos con gotas de sangre. Cuando estuve más cerca pude divisar que era Antonio quien estaba apoyado observando por un vidrio que tenía la puerta.
- Antonio, ¿que esta pasando? - dije preocupado
- shhhh, no hagas ruido y ten cuidado con aquel agujero - susurro Antonio.
- ¿cual agujero? - consulte
Antonio no alcanzo a responder y tropecé con un agujero en el piso empujando a Antonio, ambos caímos al piso intentando no producir más ruido. Nos quedamos inmóviles observando a si algo pudiese venir por nosotros. Lo que por suerte no sucedió.
- ¿Que haces Francisco?, mantente en silencio - susurro Antonio.
- ¿Que dices?, si eres tu el que ha gritando hace poco - dije susurrando también.
Nos pusimos de pie y seguimos por los pasillos de aquella tienda.
Mientras avanzábamos, se iba escuchando cada vez más fuerte una gran respiración que provenía de la habitación de empleados.
Cuando llegamos encontramos un gran mutante parecido aun gran demonio alimentándose de una pila de zombies.
- Eso es lo que quería enseñarte, tenemos problemas. - Dijo Antonio.
- ¿Y como no te ha visto ni nos ha oído? - Pregunte.
- Parece que su oído está poco desarrollado. - susurro Antonio.
- Bien, al menos una noticia buena. La mala noticia será que deberá comprarse un audífono para poder escuchar - susurre
- Sí, pero dejando tus "bromitas" de lado, cuando acabe su banquete saldrá de ahí y nos verá. - dijo en voz baja Antonio
- Pues habrá que atascar la puerta con algo Antonio, y yo no tengo fuerzas. - dije
- Yo tengo algunas, pero en el caso de que ese bicho se percate de nosotros no tendría fuerzas para luchar o huir.
- Vale, yo vigilare a Silvia y mirare por allí por si encuentro algo. - dije
- Ok, intentare apilar esas estanterías pero lo intentare hacer con cuidado. - dijo Antonio
- Vale, manos a la obra. - Dije volviendo a la habitación en donde se encontraba Silvia.
En ese momento Silvia empezó a gritar:
- Hank! ¿Donde estas? - grito Silvia
- Joder, Silvia silencio. - Dije un poco exaltado.
- ¿Que pasa aquí?, ¿Donde estamos? - Preguntó Silvia.
- Estamos en unos ultramarinos, no te preocupes. - respondí.
- ¡Chicos!, shhhh, el mutante ha escuchado algo y se ha girado, ¡esconderos rápido! - dijo Antonio
En cosa de segundos Silvia y yo nos cubrimos con una pila de comida de conserva y Antonio se colocó detrás de la puerta donde se encontraba el mutante.
El mutante salió despavorido hacia la puerta y se fue a la calle como alma lleva el diablo.
- ¿Que coño ha asustado a ese mutante? - Preguntó Antonio.
Y no le dio tiempo a pronunciar una palabra mas, cuando de repente salieron un grupo de mutantes trepando por las paredes y tomando la tienda.
- No me sueltes Francisco, estoy muy asustada. - Susurro Silvia.
- Tranquila, no te pasará nada pequeña. - dije intentando tranquilizarla.
Antonio sin querer se había vuelto invisible y no le habían detectado.
Aquellos raros mutantes que cazaban en grupo salieron por donde el gran mutante escapo y se fueron.
- Rápido Francisco, cierra la puerta con cerrojo y yo cerrare la sala del personal. - exclamo Antonio.
No espere mas y corrí a cerrar la puerta, Antonio cerro la otra y nos pudimos tranquilizar un poco. Encontraba ilógico ver a infectados comiendo a otros infectados y atacándose entre ellos. Pero quizás podríamos sacar ventaja de ello.
Silvia me miraba con su cara perdida
- ¿Que demonios eran esas cosas? - dijo mostrándose con temor.
- Vamos pequeña, no perdamos la calma. Recuerda que los pasajes a Hawaii los perderemos si no pensamos en algún plan. - dije calmado.
- Esta bien, esta bien. Es solo....es que estoy un poco estresada de la situación, nada mas. - dijo ella volviendo a la calma.
- Tranquila pequeña, que con un par de vientitos alejare todo lo dañino de tu alrededor - dije
- Si, claro, con un par de vientitos, a que ahora te crees "El hombre Vientecitos" - dijo bromeando
- Jajajajajaja, wow, que no tenías para que herir mi ego de superhéroe, ya voy entendiendo como han de sentirse superman o spiderman - dije irónicamente.
- Tranquilo pequeño, que te falta mucho para tener más control, pero por ahora me das tranquilidad y confianza, así que eso es suficiente - dijo
- Tal vez debamos comer algo - dijo Antonio
- Si, Antonio tiene razón, debemos recuperar fuerzas antes de pensar en nuestro siguiente movimiento - dije
- Te dejo esa parte de "pensar en nuestro siguiente movimiento" a ti - me dijo Silvia.
- Claro, princesita, para eso esta vuestro sirviente - dije riendo
- Gracias, que buenos sirvientes encuentras en estos días - dijo riendo también.
Comenzamos entre todos a buscar provisiones, Silvia encontró unos tarros de atún en conserva, Antonio encontró bebidas y bidones de agua, y por ultimo yo he encontrado café y azúcar. Hemos reunido todo en el centro, y comimos a gusto, sabíamos que no podíamos desperdiciar, pero necesitábamos recuperar energías rápido y con hambre o sueño, no nos seria facil avanzar.
Algo me molestaba, si esto era un ultramarino, entonces por que demonios no había tanto alimento dentro, bueno era un poco lógico el hecho de que ya le habrían de haber saqueado todo el resto. En fin, solo debíamos comer y descansar para buscar nuevas ideas. Estaba sentado pensando en nuestro posible siguiente paso, Silvia se sentó a mi lado apoyando su cabeza en mi hombro:
- Que ya es hora de dormir, sirviente - dijo riendo
- Lo se, mi ama, pero necesito cuidar de usted, creo que lo mejor seria que nos turnáramos con Antonio para poder dormir. - dije riendo
- Yo también hare esos turnos. - dijo un poco molesta quizás.
- Claro que no mi ama, usted debe descansar - dijo riendo.
- Claro que no, haber si dejan de ser machistas y me dejan aportar algo también - dijo seria
- No se trata de ser machista Silvia, me parece que eres la con mas experiencia con las habilidades estas, y seria bueno que tu estuvieras 100% en caso de peligro. -
- mmmmmm, creo entender, pero es que ustedes también deben dormir mejor y si nos turnamos de 3 personas, pues dormiremos mas cada uno. - dijo ella
- si, tienes razón, ¿que dices Antonio? - consulte
- Déjala hacer turnos, es buena la idea - dijo Antonio.
- Esta bien nena, pero tu harás el ultimo turno, así que ve a dormir de inmediato. - dije
Antonio, haría el primer turnos y yo el segundo, los turnos serian de 4 horas cada uno, debíamos recuperar todo el sueño posible por lo que lo hicimos así. Me recosté en el sillón para dormir, Silvia estaba en el otro sillón, paso el turno de Antonio sin ninguna complicación, me despertó y se fue a dormir. Estuve mirando la nada absoluta, no sabia que hacer, mire mi bolso y saque un cigarrillo, lo encendí y fume. Debía mantenerme en pie, quedaban ya 10 minutos para el turno de Silvia, así que me senté a su lado. Se veía tranquila, se veía calmada, sin miedo alguno, descansaba como si todo estuviera normal. Decidí no despertarla, que se le iba a hacer, yo era así y no podía cambiar. La observe un tiempo, afuera estaba silencioso, era un momento que quizás no se volvería a repetir, no había sonido alguno, era delicioso poder escuchar el silencio de nuevo, era algo que extrañaba muchisimo.
- Ya va siendo hora de que duermas tambien - susurro Silvia en mi oido.
No habia ni sentido sus movimientos, estaba tan concetrado y relajado quizas, o ella habria recuperado sus fuerzas. Sentada y al lado mio, mirandome con unos hermosos ojos pero a la ves un poco molestos, dijo:
- Veo que no pensabas despertarme ¿no? -
- Es lo que uno hace por su ama ¿no? - trate de sacarle de su seriedad.
- Nada de nada, duerme tu que ahora yo estare alerta - dijo seria.
- Esta bien, pero no dudes en despertarnos si algo sucede - dije serio tambien.
- No estoy loca tampoco, pero la idea es que todos recuperemos fuerzas -
Me estire en el sillon y cerre mis ojos, no se cuanto tiempo habra pasado, pero en cuanto desperte me encontraba solo:
- ¡¡¡Silvia!!!....¡¡¡Antonio!!! - Grite con preocupacion
Nadie respondia, solo veia paredes ensangrentadas, comenze a observar, no quice volver a gritar, no queria llamar la atencion de algun infectado. Camine despacio hacia uno de los muros, necesitaba protejer mi espalda ya que no veia con claridad, estaba bastante oscuro, en cuanto toque uno de los muros, pude sentir algun tipo de liquido tibio recorrer mi mano, lentamente me observe para darme cuenta de que por las paredes corra sangre aun tibia...."Dios, espero que esten bien" pense.
Senti una gota en mi hombro, una gota de sangre. Mira hacia el techo, y desde el centro de este se podia ver caer gotas tambien, caian sin parar, la habitacion se encendio de luces rojisas, las gotas se habian transformado en una cascada de sangre que caia en el suelo, rapidamente la habitacion se comenzo a llenar como si se tratase de una piscina de sangre. Una puerta se abrio del final de la habitacion, ella....ella seguia viva.
- ¡¡¡Camila!!! - grite. Ella me vio, y extendio sus manos diciendo - vuelve conmigo amor, ven conmigo -
Corri hacia la puerta que podia divisar al final, la sangre ya alcanzaba mi hombligo, corri desesperadamente pero la puerta se alejaba cada vez mas, ya me comenzaban a pesar mis piernas debido al peso opuesto que me oponia la sangre, llegue a tocar las manos de ella, pero algo desde afuera le atraveso el estomago, su sangre se mezclaba con el resto del mar, me quede estupido observando como sus ojos se cerraban para siempre nuevamente. Unos brazos, sujetaron mis piernas en el fondo, y unas cabezas salieron del mar de sangre mordiendo mis brazos y tirando hacia abajo, la sangre cubria mi rostro, mis ojos se cerraron, Desperte con lagrimas en mis ojos con mi cabeza recostada en las piernas de Silvia y ella acariciando mi pelo:
- Tranquilo, todo ha sido un mal sueño, tranquilo Fran, fue solo un sueño. Ya voy entendiendo quizas lo que te sucedio antes, y recordando aquello, me parece que me debes una conversacion que ha quedado incompleta ¿no? -
- Malditos sueños, maldita memoria..... - dije un poco frustrado aun.
- Eh, tranquilo, que las cosas siempre han sido asi, y tampoco es tiempo para que te entre depresion, ¿a caso no dijiste que me cuidarias? - dijo ella intentando animarme.
- Si, si, tienes toda la razon mi ama - dije ironicamente
- Porfin vuelves en ti - sonrio.
- La conversacion y mi historia la hablaremos otro momento, ¿vale?, ahora no me siento muy bien para hablar del tema - dije
- De acuerdo, pero me la debes ¿vale? - dijo Silvia mirandome fijamente
- Te la contare si o si, pero ahora debemos centrarnos en otras cosas - dije
- ¿Que hora es ya? - dijo Antonio bostezando
- Ni idea - respondi.
- Creo que va siendo hora de movilizarnos, no podemos quedarnos mucho tiempo en el mismo lado - dijo Silvia con una cara brillante nuevamente, se notaba que habia recuperado sus fuerzas y ya estaba de mejor animo.
- Si, pero ¿a donde? - pregunto Antonio
- A buscar a Hank, supongo ¿no Silvia? - dije, adivinando los pensamientos de ella.
- Si, a buscar al pequeño Hank - respondio ella.
- Pero primero comamos algo - ofrecio Antonio.
- Por supuesto - conteste yo.
Comimos unos pedazos de pan, con algo de cafe. "Dios, que sabroso sabe el cafe cuando lo dejas de tomar unos dias y estas ligeramente estresado", pense mientras tomaba cafe y comia. Despues de comer, preparamos unos bolsos que encontramos tirados debajo de los mismos sillones en donde dormimos, en ellos guardamos comida y agua. Salimos del ultramarino, la calle estaba vacia, no habian señales de ningun infectado, asi que comenzamos a caminar en direccion desconocida, no sabiamos donde nos encontrabamos claramente ni tampoco sabiamos en donde se encontraria Hank ni el resto.
====================================================================
Espero les alla gustado.
Saludos
NIVEL 1/
Debíamos de seguir caminando, aquel comité de bienvenida, ya se había quedado atrás. Pero necesitábamos descansar, observe a Silvia, se veía exhausta, me miro sonrió y sus hermosos ojos se cerraron, viniéndose su cuerpo al piso, alcance a sujetarla para que no se golpeara. La abrase:
- Otra vez abrazados preciosa, ¿no? - apenas pude decir aquello y mi cuerpo se sintió muy pesado. Tuve que sentarme un rato, sostenía a Silvia en brazos y sabía que el lugar en el que estábamos era de todo, menos seguro, así que decidí sentarme un par de minutos solamente, para poder pararme y buscar a Antonio.
Me puse en pie con Silvia en mis brazos, caminaba lento, no deseaba que nada en las sombras perturbara mi paso. Me deslizaba tranquilo, pasivo y respirando suave, por el lado de uno de los muros. Llegando al final del muro, asome un poco mi cabeza para poder ver, divise a Antonio arriba de un coche, Silvia aun se mantenía desmayada, la sujete con fuerza y corrí hacia donde estaba Antonio. Antonio salió del vehículo y salió a nuestro encuentro:
- ¿Qué ha pasado? - dijo Antonio mirando a Silvia.
- Nada, teníamos un comité de bienvenida en la entrada de las cloacas. Un lagarto y un gusano mutantes de porteros. Silvia ha usado demasiado su poder. Se ha desmayado. Y yo estoy a punto de hacerlo. Cógela. - le entregué con delicadeza a Silvia en sus brazos - ¿Cómo está la zona de zombies? - consulte.
- Parece que están todos en la Iglesia. He cerrado las puertas al salir así que por el momento no nos molestarán. Necesitamos un sitio donde pasar la noche. - dijo Antonio.
- Allí se ve una tienda abierta. Vamos allí, igual hay comida y agua. Silvia lo necesita. - dije con preocupación.
- Vayamos.
Al llegar nos percatamos con Antonio que estaba cerrada, por lo que nos dispusimos a caminar alrededor para encontrar alguna entrada. Conseguimos entrar por la parte trasera, se veía tranquilo y desocupado, al menos por ahora. Inspeccionamos el recinto y se encontraba totalmente abandonado, ni infectados, ni bichos raros, ni nada. Cerramos bien la puerta por donde habíamos entrado, asegurándonos que no fuera nada de facil abrirla, nos fue dificil encontrar y traer unos sacos de arena para apilarlos en la puerta, pero ha quedado bien segura. Antonio dejo a Silvia sobre uno de los 4 sillones que habian en una sala, y me dijo:
- Voy a revisar en busca de alimentos, agua y armamento, cuida a Silvia por mientras, nada de dormirte ¿eh? -
- Si jefe - dije. Antonio ya acostumbrado a mis ironias rio y dijo
- Es una orden soldado - dijo en broma con voz de sargento.
- Perímetro asegurado sargento, ¡dispuesto a seguir instrucciones señor! - dije riendo.
- ya, dejémoslo, iré a buscar algo que nos sirva - dijo Antonio riendo.
Antonio se fue en búsqueda de provisiones, mire a Silvia y ella aun no despertaba, me senté en donde estaba ella, levante su cabeza y la puse en mis piernas. La mire un buen rato, pero no despertaba, al menos si respiraba, debía ser solo el cansancio. Le comenzó a hacer cariño en su cabeza, me apoye en el respaldo e intente relajarme un minuto, ciertamente siempre he sido bueno para disimular mis situaciones y mis emociones, pero creo que después de todo he estado mas que tenso, necesitaba tratar de relajarme y comer algo.
- ¿Ocupado en tus pensamientos? - susurro Silvia.
- Si, planeando un viaje a Tokyo - respondí mirándola.
- ¿Me incluyes o debo viajar sola? - sonrió.
- El problema de esto pequeña, es en donde nos quedaremos, pues como sabes, ya son demasiados allá - dije cerrando mis ojos e inclinando mi cabeza hacia atrás para descansar.
- Pero entonces elijamos otro lugar, ¿que tal Hawaii?, creo tener unos lindos trajes de baño en mi closet - dijo apuntando un viejo casillero.
- No me tientes.....no me tientes, mejor será que descanses, yo estaré contigo, tranquila - dije - sigue durmiendo -.
Silvia cerró sus ojos y yo continúe acariciando su pelo, había algo que me inquietaba aun. El hecho de pensar que esto no iba a mejorar o que quizás esto jamás acabaría me tenia un poco confuso. Pasaron alrededor de unos 15 o 20 minutos y comencé a preocuparme por Antonio, algo iba mal después de todo. El grito de Antonio llamándome me había vuelto a abrir los ojos, mire a Silvia, pero ella no presento señales de haber despertado, cogí suavemente su cabeza para poder pararme dejándola suavemente en el sillón. Susurrando en su oído antes de irme:
- Gatita, no te despiertes todavía, enseguida vuelvo -
Me adentre en el pasillo oscuro, no podía ver bien, veía una pequeña luz al final. Se veía como bastante tétrico, recordé aquellas películas que tanto me gustaban ver en el cine. El pasillo tenía varias ventanas pequeñas en lo alto, las cuales dejaban caer hilos de luna a las paredes, lo que iluminaba un poco tal oscuridad. Las paredes ensangrentadas me daban mala espina, mi cuerpo instintivamente deseaba salir de allí, pero ya antes me había mentalizado que no dejaría morir a nadie, y que si pudiese ser de ayuda a Antonio lo haría.
El grito de Antonio se había dejado de oír:
- Antonio....Antoniooo - susurre despacio, pero nadie respondía.
A unos 4 metros de mi, pude divisar una sombra, que se encontraba apoyada a una pared. No podía divisar si era un infectado o una persona, me acercaba despacio hacia la luz del fondo apegándome lo más que podía a las paredes de los costados, intentando no tocar las grandes manchas de sangre en las paredes. A medida que me iba acercando a la puerta podía oler algo totalmente desagradable y escuchar un sonido parecido a cuando uno divide un pollo asado, era una sonajera de huesos con gotas de sangre. Cuando estuve más cerca pude divisar que era Antonio quien estaba apoyado observando por un vidrio que tenía la puerta.
- Antonio, ¿que esta pasando? - dije preocupado
- shhhh, no hagas ruido y ten cuidado con aquel agujero - susurro Antonio.
- ¿cual agujero? - consulte
Antonio no alcanzo a responder y tropecé con un agujero en el piso empujando a Antonio, ambos caímos al piso intentando no producir más ruido. Nos quedamos inmóviles observando a si algo pudiese venir por nosotros. Lo que por suerte no sucedió.
- ¿Que haces Francisco?, mantente en silencio - susurro Antonio.
- ¿Que dices?, si eres tu el que ha gritando hace poco - dije susurrando también.
Nos pusimos de pie y seguimos por los pasillos de aquella tienda.
Mientras avanzábamos, se iba escuchando cada vez más fuerte una gran respiración que provenía de la habitación de empleados.
Cuando llegamos encontramos un gran mutante parecido aun gran demonio alimentándose de una pila de zombies.
- Eso es lo que quería enseñarte, tenemos problemas. - Dijo Antonio.
- ¿Y como no te ha visto ni nos ha oído? - Pregunte.
- Parece que su oído está poco desarrollado. - susurro Antonio.
- Bien, al menos una noticia buena. La mala noticia será que deberá comprarse un audífono para poder escuchar - susurre
- Sí, pero dejando tus "bromitas" de lado, cuando acabe su banquete saldrá de ahí y nos verá. - dijo en voz baja Antonio
- Pues habrá que atascar la puerta con algo Antonio, y yo no tengo fuerzas. - dije
- Yo tengo algunas, pero en el caso de que ese bicho se percate de nosotros no tendría fuerzas para luchar o huir.
- Vale, yo vigilare a Silvia y mirare por allí por si encuentro algo. - dije
- Ok, intentare apilar esas estanterías pero lo intentare hacer con cuidado. - dijo Antonio
- Vale, manos a la obra. - Dije volviendo a la habitación en donde se encontraba Silvia.
En ese momento Silvia empezó a gritar:
- Hank! ¿Donde estas? - grito Silvia
- Joder, Silvia silencio. - Dije un poco exaltado.
- ¿Que pasa aquí?, ¿Donde estamos? - Preguntó Silvia.
- Estamos en unos ultramarinos, no te preocupes. - respondí.
- ¡Chicos!, shhhh, el mutante ha escuchado algo y se ha girado, ¡esconderos rápido! - dijo Antonio
En cosa de segundos Silvia y yo nos cubrimos con una pila de comida de conserva y Antonio se colocó detrás de la puerta donde se encontraba el mutante.
El mutante salió despavorido hacia la puerta y se fue a la calle como alma lleva el diablo.
- ¿Que coño ha asustado a ese mutante? - Preguntó Antonio.
Y no le dio tiempo a pronunciar una palabra mas, cuando de repente salieron un grupo de mutantes trepando por las paredes y tomando la tienda.
- No me sueltes Francisco, estoy muy asustada. - Susurro Silvia.
- Tranquila, no te pasará nada pequeña. - dije intentando tranquilizarla.
Antonio sin querer se había vuelto invisible y no le habían detectado.
Aquellos raros mutantes que cazaban en grupo salieron por donde el gran mutante escapo y se fueron.
- Rápido Francisco, cierra la puerta con cerrojo y yo cerrare la sala del personal. - exclamo Antonio.
No espere mas y corrí a cerrar la puerta, Antonio cerro la otra y nos pudimos tranquilizar un poco. Encontraba ilógico ver a infectados comiendo a otros infectados y atacándose entre ellos. Pero quizás podríamos sacar ventaja de ello.
Silvia me miraba con su cara perdida
- ¿Que demonios eran esas cosas? - dijo mostrándose con temor.
- Vamos pequeña, no perdamos la calma. Recuerda que los pasajes a Hawaii los perderemos si no pensamos en algún plan. - dije calmado.
- Esta bien, esta bien. Es solo....es que estoy un poco estresada de la situación, nada mas. - dijo ella volviendo a la calma.
- Tranquila pequeña, que con un par de vientitos alejare todo lo dañino de tu alrededor - dije
- Si, claro, con un par de vientitos, a que ahora te crees "El hombre Vientecitos" - dijo bromeando
- Jajajajajaja, wow, que no tenías para que herir mi ego de superhéroe, ya voy entendiendo como han de sentirse superman o spiderman - dije irónicamente.
- Tranquilo pequeño, que te falta mucho para tener más control, pero por ahora me das tranquilidad y confianza, así que eso es suficiente - dijo
- Tal vez debamos comer algo - dijo Antonio
- Si, Antonio tiene razón, debemos recuperar fuerzas antes de pensar en nuestro siguiente movimiento - dije
- Te dejo esa parte de "pensar en nuestro siguiente movimiento" a ti - me dijo Silvia.
- Claro, princesita, para eso esta vuestro sirviente - dije riendo
- Gracias, que buenos sirvientes encuentras en estos días - dijo riendo también.
Comenzamos entre todos a buscar provisiones, Silvia encontró unos tarros de atún en conserva, Antonio encontró bebidas y bidones de agua, y por ultimo yo he encontrado café y azúcar. Hemos reunido todo en el centro, y comimos a gusto, sabíamos que no podíamos desperdiciar, pero necesitábamos recuperar energías rápido y con hambre o sueño, no nos seria facil avanzar.
Algo me molestaba, si esto era un ultramarino, entonces por que demonios no había tanto alimento dentro, bueno era un poco lógico el hecho de que ya le habrían de haber saqueado todo el resto. En fin, solo debíamos comer y descansar para buscar nuevas ideas. Estaba sentado pensando en nuestro posible siguiente paso, Silvia se sentó a mi lado apoyando su cabeza en mi hombro:
- Que ya es hora de dormir, sirviente - dijo riendo
- Lo se, mi ama, pero necesito cuidar de usted, creo que lo mejor seria que nos turnáramos con Antonio para poder dormir. - dije riendo
- Yo también hare esos turnos. - dijo un poco molesta quizás.
- Claro que no mi ama, usted debe descansar - dijo riendo.
- Claro que no, haber si dejan de ser machistas y me dejan aportar algo también - dijo seria
- No se trata de ser machista Silvia, me parece que eres la con mas experiencia con las habilidades estas, y seria bueno que tu estuvieras 100% en caso de peligro. -
- mmmmmm, creo entender, pero es que ustedes también deben dormir mejor y si nos turnamos de 3 personas, pues dormiremos mas cada uno. - dijo ella
- si, tienes razón, ¿que dices Antonio? - consulte
- Déjala hacer turnos, es buena la idea - dijo Antonio.
- Esta bien nena, pero tu harás el ultimo turno, así que ve a dormir de inmediato. - dije
Antonio, haría el primer turnos y yo el segundo, los turnos serian de 4 horas cada uno, debíamos recuperar todo el sueño posible por lo que lo hicimos así. Me recosté en el sillón para dormir, Silvia estaba en el otro sillón, paso el turno de Antonio sin ninguna complicación, me despertó y se fue a dormir. Estuve mirando la nada absoluta, no sabia que hacer, mire mi bolso y saque un cigarrillo, lo encendí y fume. Debía mantenerme en pie, quedaban ya 10 minutos para el turno de Silvia, así que me senté a su lado. Se veía tranquila, se veía calmada, sin miedo alguno, descansaba como si todo estuviera normal. Decidí no despertarla, que se le iba a hacer, yo era así y no podía cambiar. La observe un tiempo, afuera estaba silencioso, era un momento que quizás no se volvería a repetir, no había sonido alguno, era delicioso poder escuchar el silencio de nuevo, era algo que extrañaba muchisimo.
- Ya va siendo hora de que duermas tambien - susurro Silvia en mi oido.
No habia ni sentido sus movimientos, estaba tan concetrado y relajado quizas, o ella habria recuperado sus fuerzas. Sentada y al lado mio, mirandome con unos hermosos ojos pero a la ves un poco molestos, dijo:
- Veo que no pensabas despertarme ¿no? -
- Es lo que uno hace por su ama ¿no? - trate de sacarle de su seriedad.
- Nada de nada, duerme tu que ahora yo estare alerta - dijo seria.
- Esta bien, pero no dudes en despertarnos si algo sucede - dije serio tambien.
- No estoy loca tampoco, pero la idea es que todos recuperemos fuerzas -
Me estire en el sillon y cerre mis ojos, no se cuanto tiempo habra pasado, pero en cuanto desperte me encontraba solo:
- ¡¡¡Silvia!!!....¡¡¡Antonio!!! - Grite con preocupacion
Nadie respondia, solo veia paredes ensangrentadas, comenze a observar, no quice volver a gritar, no queria llamar la atencion de algun infectado. Camine despacio hacia uno de los muros, necesitaba protejer mi espalda ya que no veia con claridad, estaba bastante oscuro, en cuanto toque uno de los muros, pude sentir algun tipo de liquido tibio recorrer mi mano, lentamente me observe para darme cuenta de que por las paredes corra sangre aun tibia...."Dios, espero que esten bien" pense.
Senti una gota en mi hombro, una gota de sangre. Mira hacia el techo, y desde el centro de este se podia ver caer gotas tambien, caian sin parar, la habitacion se encendio de luces rojisas, las gotas se habian transformado en una cascada de sangre que caia en el suelo, rapidamente la habitacion se comenzo a llenar como si se tratase de una piscina de sangre. Una puerta se abrio del final de la habitacion, ella....ella seguia viva.
- ¡¡¡Camila!!! - grite. Ella me vio, y extendio sus manos diciendo - vuelve conmigo amor, ven conmigo -
Corri hacia la puerta que podia divisar al final, la sangre ya alcanzaba mi hombligo, corri desesperadamente pero la puerta se alejaba cada vez mas, ya me comenzaban a pesar mis piernas debido al peso opuesto que me oponia la sangre, llegue a tocar las manos de ella, pero algo desde afuera le atraveso el estomago, su sangre se mezclaba con el resto del mar, me quede estupido observando como sus ojos se cerraban para siempre nuevamente. Unos brazos, sujetaron mis piernas en el fondo, y unas cabezas salieron del mar de sangre mordiendo mis brazos y tirando hacia abajo, la sangre cubria mi rostro, mis ojos se cerraron, Desperte con lagrimas en mis ojos con mi cabeza recostada en las piernas de Silvia y ella acariciando mi pelo:
- Tranquilo, todo ha sido un mal sueño, tranquilo Fran, fue solo un sueño. Ya voy entendiendo quizas lo que te sucedio antes, y recordando aquello, me parece que me debes una conversacion que ha quedado incompleta ¿no? -
- Malditos sueños, maldita memoria..... - dije un poco frustrado aun.
- Eh, tranquilo, que las cosas siempre han sido asi, y tampoco es tiempo para que te entre depresion, ¿a caso no dijiste que me cuidarias? - dijo ella intentando animarme.
- Si, si, tienes toda la razon mi ama - dije ironicamente
- Porfin vuelves en ti - sonrio.
- La conversacion y mi historia la hablaremos otro momento, ¿vale?, ahora no me siento muy bien para hablar del tema - dije
- De acuerdo, pero me la debes ¿vale? - dijo Silvia mirandome fijamente
- Te la contare si o si, pero ahora debemos centrarnos en otras cosas - dije
- ¿Que hora es ya? - dijo Antonio bostezando
- Ni idea - respondi.
- Creo que va siendo hora de movilizarnos, no podemos quedarnos mucho tiempo en el mismo lado - dijo Silvia con una cara brillante nuevamente, se notaba que habia recuperado sus fuerzas y ya estaba de mejor animo.
- Si, pero ¿a donde? - pregunto Antonio
- A buscar a Hank, supongo ¿no Silvia? - dije, adivinando los pensamientos de ella.
- Si, a buscar al pequeño Hank - respondio ella.
- Pero primero comamos algo - ofrecio Antonio.
- Por supuesto - conteste yo.
Comimos unos pedazos de pan, con algo de cafe. "Dios, que sabroso sabe el cafe cuando lo dejas de tomar unos dias y estas ligeramente estresado", pense mientras tomaba cafe y comia. Despues de comer, preparamos unos bolsos que encontramos tirados debajo de los mismos sillones en donde dormimos, en ellos guardamos comida y agua. Salimos del ultramarino, la calle estaba vacia, no habian señales de ningun infectado, asi que comenzamos a caminar en direccion desconocida, no sabiamos donde nos encontrabamos claramente ni tampoco sabiamos en donde se encontraria Hank ni el resto.
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Espero les alla gustado.
Saludos
Minase- Asesino de Necromorfos
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Localización : In The Otherworld
Fecha de inscripción : 16/03/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
matías, luego de superar su aturdimiento, bajó del vehiculo al igual que sarah y carla, al parecer los "enemigos" estaban desarmados, pero si uno pudo emitir ese grito, no quería averiguar lo que lo demás podían hacer.
inmediatamente uno de los sujetos, mas exactamente uno pelirrojo se acercó a matías rapidamente pillandolo desprevenido, poniendole un a mano sobre el hombro
-que tal un viajecito a la cima del everest-dijo el pelirrojo con cara de concentrarse mucho.
del cuerpo de matías emergió una gran cantidad de electricidad, antes de que el pelirrojo pudiera hacer algo, tumbandolo así en el suelo por algunos segundos, entre tanto, aquel que había gritado antes se estaba enfrentando a sarah, mientras el otro sujeto estaba concentrado levitando e intentando esquivar las repetidas explosiones que producía carla con solo chasquear sus dedos. la anciana solo se mantenía en pie observando la batalla a una distancia prudente.
matías sacó una de sus espadas, y la levantó preparandose para darle una estocada al pelirrojo....
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post: 9
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dejo que alf_zombie esquive el golpe y contraataque... (va a ser una gran pelea... ^^)
inmediatamente uno de los sujetos, mas exactamente uno pelirrojo se acercó a matías rapidamente pillandolo desprevenido, poniendole un a mano sobre el hombro
-que tal un viajecito a la cima del everest-dijo el pelirrojo con cara de concentrarse mucho.
del cuerpo de matías emergió una gran cantidad de electricidad, antes de que el pelirrojo pudiera hacer algo, tumbandolo así en el suelo por algunos segundos, entre tanto, aquel que había gritado antes se estaba enfrentando a sarah, mientras el otro sujeto estaba concentrado levitando e intentando esquivar las repetidas explosiones que producía carla con solo chasquear sus dedos. la anciana solo se mantenía en pie observando la batalla a una distancia prudente.
matías sacó una de sus espadas, y la levantó preparandose para darle una estocada al pelirrojo....
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dejo que alf_zombie esquive el golpe y contraataque... (va a ser una gran pelea... ^^)
the_zombie_killer_71- Superviviente
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Fecha de inscripción : 13/01/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Oleg y Ryan llegaron corriendo a la cafeteria.Oleg ordenó a Round que se llevase a Hank,ya que estaba muy debil y podria ser una molestia en ese preciso momento.
Carlos empezó a contar a los zombies que yacian en el piso a unos quince metros de ellos mirandoles furiosamente.Eran doce zombies,estaban devorando a una pequeña niña de unos catorce años.Oleg recordó momentaneamente a Mica.
-Parece que hemos interrumpido su cena-Murmuró Ryan.
-Chicos son doce zombies...y un mutante-Señaló Carlos con la cabeza a un zombie que trepaba por las paredes en cuatro patas.
Ryan avanzó lentamente seguido de el exhausto Oleg.
-Espera Oleg,toma-Dijo Carlos haciendo unos extraños malabares en el aire mientras le daba una "espada" de hielo a Oleg.
-Jejej,esto me recuerda a Mortal Kombat-Rió Oleg mientras tomaba la espada.
El mutante fue el primero en abalanzarse sobre ellos,saltó directamente hacia Ryan que vió venir el ataque y se agachó justo a tiempo.Oleg usó su gran reflejo para hacestarle una patada al mutante en pleno vuelo dando media vuelta en el aire y cayendo junto a los zombies.
Ryan se reincorporò y uso su visión laser para hacer pedazos a tres zombies que se dirigian hacia el.
-Chicos solo faltan diez!-Alentó Carlos detrás de Oleg.
Dos zombies habian flanqueado a Oleg,uno saltó encima suyo,Oleg tomó su espada y el zombie quedó literalmente clavado a ella.El segundo zombie fue congelado por Carlos y destrozado por el mismo dandole un gran golpe.
El mutante se volvió a levantar del gran golpe recibido y esta vez fue a por carlos.El mutante saltó por encima de Oleg y Ryan y le dió una gran tacleada a Carlos que ahora yacia en el piso con el mutante encima.Justo cuando el mutante estaba a punto de morderle el cuello Oleg volvió a darle una potente patada haciendolo volar varios metros hacia la cocina.
-Mierda ya es la segunda vez y el hijo de su puta madre no aprende-Dijo Oleg mientras ayudaba a levantar a Carlos.
-Gracias,lo mantendré ocupado,ustedes dos encarguesen de los zombies-Ordenó Carlos.
Oleg se puso delante de Ryan que yacía arrodillado a causa del esfuerzo hecho en todo el dia e interceptó a tres zombies que se dirigían hacia ellos dos,los tres zombies cayeron despedazados a causa de la espada de hielo.
-Oleg,haré mi ultimo esfuerzo,alejate.
Oleg obedeció y busco refugio detrás de una mesa de madera volcada.Pudo ver como un gran resplando azul iluminaba toda la cafeteria.Luego una gran explosión y por ultimo silencio.Oleg salió de su escondite y fué en busca de Ryan que yacia desmayado en el piso,Oleg levantó la mirada y solo vió los restos de lo que una vez fueron zombies.
-He chicos!Estan bien?-Preguntó Round mientras bajaba las escaleras.
-Si,llevate a dormir a Ryan-Ordenó oleg.
-Ah mierda,ya vuelvo-Dijo Round mientras arrastraba el cuerpo inconsciente de Ryan.
Oleg abandonó la espada que ya estaba derretida en su gran mayoría y se dirigiò a la cocina.En la entrada de la misma estaba Carlos frente a una puerta de hielo.
-El hijo de puta esta ahí?
Carlos se limitó a asentir con la cabeza.Oleg le ordenó que se alejase mientras retrocedia varios metros.Carlos lo hiso mientras observaba a Oleg dirigirse a toda velocidad hacia la puerta congelada rompiendola en varios pedazos.
Carlos escuchaba los fuertes rugidos del mutante y algun que otro insulto de Oleg.Luego de pasados unos segundos Oleg salió con el mutante muerto sujetandole del cuello como si fuera un pequeño cachorro.
-Ahora podremos comer algo y descansar no crees?-Dijo Oleg mientras esbozaba una sonrisa de oreja a oreja...
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Post 20
Nivel 4
Carlos empezó a contar a los zombies que yacian en el piso a unos quince metros de ellos mirandoles furiosamente.Eran doce zombies,estaban devorando a una pequeña niña de unos catorce años.Oleg recordó momentaneamente a Mica.
-Parece que hemos interrumpido su cena-Murmuró Ryan.
-Chicos son doce zombies...y un mutante-Señaló Carlos con la cabeza a un zombie que trepaba por las paredes en cuatro patas.
Ryan avanzó lentamente seguido de el exhausto Oleg.
-Espera Oleg,toma-Dijo Carlos haciendo unos extraños malabares en el aire mientras le daba una "espada" de hielo a Oleg.
-Jejej,esto me recuerda a Mortal Kombat-Rió Oleg mientras tomaba la espada.
El mutante fue el primero en abalanzarse sobre ellos,saltó directamente hacia Ryan que vió venir el ataque y se agachó justo a tiempo.Oleg usó su gran reflejo para hacestarle una patada al mutante en pleno vuelo dando media vuelta en el aire y cayendo junto a los zombies.
Ryan se reincorporò y uso su visión laser para hacer pedazos a tres zombies que se dirigian hacia el.
-Chicos solo faltan diez!-Alentó Carlos detrás de Oleg.
Dos zombies habian flanqueado a Oleg,uno saltó encima suyo,Oleg tomó su espada y el zombie quedó literalmente clavado a ella.El segundo zombie fue congelado por Carlos y destrozado por el mismo dandole un gran golpe.
El mutante se volvió a levantar del gran golpe recibido y esta vez fue a por carlos.El mutante saltó por encima de Oleg y Ryan y le dió una gran tacleada a Carlos que ahora yacia en el piso con el mutante encima.Justo cuando el mutante estaba a punto de morderle el cuello Oleg volvió a darle una potente patada haciendolo volar varios metros hacia la cocina.
-Mierda ya es la segunda vez y el hijo de su puta madre no aprende-Dijo Oleg mientras ayudaba a levantar a Carlos.
-Gracias,lo mantendré ocupado,ustedes dos encarguesen de los zombies-Ordenó Carlos.
Oleg se puso delante de Ryan que yacía arrodillado a causa del esfuerzo hecho en todo el dia e interceptó a tres zombies que se dirigían hacia ellos dos,los tres zombies cayeron despedazados a causa de la espada de hielo.
-Oleg,haré mi ultimo esfuerzo,alejate.
Oleg obedeció y busco refugio detrás de una mesa de madera volcada.Pudo ver como un gran resplando azul iluminaba toda la cafeteria.Luego una gran explosión y por ultimo silencio.Oleg salió de su escondite y fué en busca de Ryan que yacia desmayado en el piso,Oleg levantó la mirada y solo vió los restos de lo que una vez fueron zombies.
-He chicos!Estan bien?-Preguntó Round mientras bajaba las escaleras.
-Si,llevate a dormir a Ryan-Ordenó oleg.
-Ah mierda,ya vuelvo-Dijo Round mientras arrastraba el cuerpo inconsciente de Ryan.
Oleg abandonó la espada que ya estaba derretida en su gran mayoría y se dirigiò a la cocina.En la entrada de la misma estaba Carlos frente a una puerta de hielo.
-El hijo de puta esta ahí?
Carlos se limitó a asentir con la cabeza.Oleg le ordenó que se alejase mientras retrocedia varios metros.Carlos lo hiso mientras observaba a Oleg dirigirse a toda velocidad hacia la puerta congelada rompiendola en varios pedazos.
Carlos escuchaba los fuertes rugidos del mutante y algun que otro insulto de Oleg.Luego de pasados unos segundos Oleg salió con el mutante muerto sujetandole del cuello como si fuera un pequeño cachorro.
-Ahora podremos comer algo y descansar no crees?-Dijo Oleg mientras esbozaba una sonrisa de oreja a oreja...
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Post 20
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DarkHades- Pirómano
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
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Nivel: 3
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¡ZAP! Jericho apareció a un lado del auto en el que viajaba Matías y sus acompañantes, aún estaba aturdido por el choque eléctrico que había recibido. Aquel muchacho tenía una espada apuntando a Jericho.
-No sé cómo hiciste eso, pero no lo volverás a hacer –dijo Matías.
La espada apuntaba directamente a Jericho, de la espada salió una especie de rayo que fue a impactar directo a los pies del pelirrojo, que salió despedido y cayó cerca de ahí. El chico corrió hacia Jericho dispuesto a clavar su espada en aquel hombre, si no para matarlo, al menos para incapacitarlo un momento. Justo antes de que el joven llegara a su destino, Jericho flotó por los aires.
-Amigo, te están pateando el trasero –dijo Homer con su distintiva voz grave.
-¿Acaso nunca viste “Rocky”?
-Sí, pero tú no tienes el cuerpo de Silvester Stallone.
¡ZAP! Jericho se teletransportó nuevamente al suelo para continuar la batalla, mientras tanto Homer levitaba libremente por los aires, viendo cómo Carla intentaba adivinar su trayectoria y crear una explosión que derribara a aquel hombre obeso. El plan de Homer era debilitarla y divertirse al mismo tiempo.
La anciana permanecía fija, sin moverse y observando cada movimiento, un par de veces incluso bostezó. Por su parte, Dagmar había sido estampada un par de veces por Sarah en un muro y poste respectivamente, aquella chica menuda tenía una gran habilidad que era controlar el elemento agua, de su mano salían potentes chorros líquidos que le impedían a Dagmar concentrarse.
-De acuerdo, niño –dijo Jericho-. Se acabaron las concesiones contigo, es hora de ponerte las orejas de burro y enviarte al rincón del aula.
¡ZAP! Jericho apareció detrás de Matías con su stun gun en la mano, la accionó y se la pegó en el cuello. Matias no cayó al suelo, simplemente giró sobre su eje cortando con la hoja de su espada el torso de Jericho. La ropa que llevaba se desgarró, sin embargo el sólo recibió un corte superficial.
-Lección número uno sobre superhéroes –dijo Homer que pasó levitando al lado de Jericho-: No uses en ellos un arma que sea idéntica al poder que dominan.
El obeso se rió y siguió flotando mientras esquivaba las explosiones de Carla. Jericho al ver su sangre corriendo en el pecho enfureció, Martías lanzó otra descarga eléctrica sobre él, pero el pelirrojo ya estaba detrás de él, empuñando el bat con el que había entrenado previamente. Lo impactó de lleno en el abdomen, y el chico eléctrico calló de rodillas al suelo con dificultad para respirar.
-¡Toma eso, Pikachu! –dijo Jericho, mientras impactaba nuevamente a Matías con su bat en la espalda-. ¡La madera no conduce electricidad!
A escasos metros de ahí, Dagmar yacía en el suelo, escupiendo agua y apenas podía moverse, Sarah la había derrotado fácilmente. La amiga de Matías tomo una roca de tamaño considerable para romper la pierna de la chica.
-Suelta eso.
La anciana estaba a unos pasos de Sarah, quien soltó la roca y permaneció ahí sin pronunciar palabra. De pronto, Homer paseaba por ahí levitando, con un movimiento de mano hizo que Sarah se elevara, cuando ya estaba a una distancia prudente, la soltó de su poder, y Sarah cayó unos metros, ahora estaba inconsciente en el suelo.
-Gracias, Homer –dijo la anciana-. Cuidado detrás de ti.
El obeso se descuidó y una de las explosiones de Carla lo alcanzó, Homer iba en caída libre, pero antes de caer al suelo, Jericho apareció y le ayudó a amortiguar su caída.
-Por poco y muero aplastado, Blob –dijo Jericho-. ¿Lo ves? Rocky Balboa lo consiguió.
El pelirrojo señaló con el índice derecho, a unos metros de ahí, Matías seguía tratando de recuperar la respiración normal. ¡ZAP! Jericho se desplazó junto a Dagmar.
-¿Qué te ha pasado? ¡Morirán estos carbones!
-Cálmate, Jericho –apuró la anciana-. Está bien, sólo está inconsciente.
Una explosión sacudió a Jericho, se trataba de Carla que seguía en pie.
-Mi ética me impide golpear mujeres –dijo Jericho mientras empuñaba con fuerza su bat-, pero esto es un maldito Apocalipsis zombie, así que todo está permitido, además soy uno de los malos.
¡ZAP! Jericho se teletransportó justo antes de recibir otra explosión, ahora estaba al lado de Carla, a la que impactó de lleno justo debajo de las rodillas, la chica cayó al suelo llorando y gritando.
-Creo que no me debo de sentir mal, no la he golpeado yo, ha sido el bat, todos lo vieron.
Jericho levantó su arma dispuesto a asestar un golpe del que difícilmente se levantaría Carla, cuando una voz femenina lo detuvo.
-¿Qué crees que estás haciendo?
-Creo que es obvio, estaba a punto de golpear a esta mujerzuela… ¿tú quién eres?
-Me llamo Fiorella, y no dejaré que le hagas daño.
-Creo que nuestros diálogos cada vez son peores –dijo Jericho-. Supongamos que te hago caso y decido matarte a ti primero… ¿qué harias?
-¡ESTO!
Jericho desapareció de ahí para posarse en la parte alta de un camión que estaba ahí, aún olía a quemado. Matías comenzó a incorporarse, al igual que Homer.
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Lamento mucho haber roto una regla, pero si no mencionaba los poderes de los demás, no existiría una pelea.
Nivel: 3
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¡ZAP! Jericho apareció a un lado del auto en el que viajaba Matías y sus acompañantes, aún estaba aturdido por el choque eléctrico que había recibido. Aquel muchacho tenía una espada apuntando a Jericho.
-No sé cómo hiciste eso, pero no lo volverás a hacer –dijo Matías.
La espada apuntaba directamente a Jericho, de la espada salió una especie de rayo que fue a impactar directo a los pies del pelirrojo, que salió despedido y cayó cerca de ahí. El chico corrió hacia Jericho dispuesto a clavar su espada en aquel hombre, si no para matarlo, al menos para incapacitarlo un momento. Justo antes de que el joven llegara a su destino, Jericho flotó por los aires.
-Amigo, te están pateando el trasero –dijo Homer con su distintiva voz grave.
-¿Acaso nunca viste “Rocky”?
-Sí, pero tú no tienes el cuerpo de Silvester Stallone.
¡ZAP! Jericho se teletransportó nuevamente al suelo para continuar la batalla, mientras tanto Homer levitaba libremente por los aires, viendo cómo Carla intentaba adivinar su trayectoria y crear una explosión que derribara a aquel hombre obeso. El plan de Homer era debilitarla y divertirse al mismo tiempo.
La anciana permanecía fija, sin moverse y observando cada movimiento, un par de veces incluso bostezó. Por su parte, Dagmar había sido estampada un par de veces por Sarah en un muro y poste respectivamente, aquella chica menuda tenía una gran habilidad que era controlar el elemento agua, de su mano salían potentes chorros líquidos que le impedían a Dagmar concentrarse.
-De acuerdo, niño –dijo Jericho-. Se acabaron las concesiones contigo, es hora de ponerte las orejas de burro y enviarte al rincón del aula.
¡ZAP! Jericho apareció detrás de Matías con su stun gun en la mano, la accionó y se la pegó en el cuello. Matias no cayó al suelo, simplemente giró sobre su eje cortando con la hoja de su espada el torso de Jericho. La ropa que llevaba se desgarró, sin embargo el sólo recibió un corte superficial.
-Lección número uno sobre superhéroes –dijo Homer que pasó levitando al lado de Jericho-: No uses en ellos un arma que sea idéntica al poder que dominan.
El obeso se rió y siguió flotando mientras esquivaba las explosiones de Carla. Jericho al ver su sangre corriendo en el pecho enfureció, Martías lanzó otra descarga eléctrica sobre él, pero el pelirrojo ya estaba detrás de él, empuñando el bat con el que había entrenado previamente. Lo impactó de lleno en el abdomen, y el chico eléctrico calló de rodillas al suelo con dificultad para respirar.
-¡Toma eso, Pikachu! –dijo Jericho, mientras impactaba nuevamente a Matías con su bat en la espalda-. ¡La madera no conduce electricidad!
A escasos metros de ahí, Dagmar yacía en el suelo, escupiendo agua y apenas podía moverse, Sarah la había derrotado fácilmente. La amiga de Matías tomo una roca de tamaño considerable para romper la pierna de la chica.
-Suelta eso.
La anciana estaba a unos pasos de Sarah, quien soltó la roca y permaneció ahí sin pronunciar palabra. De pronto, Homer paseaba por ahí levitando, con un movimiento de mano hizo que Sarah se elevara, cuando ya estaba a una distancia prudente, la soltó de su poder, y Sarah cayó unos metros, ahora estaba inconsciente en el suelo.
-Gracias, Homer –dijo la anciana-. Cuidado detrás de ti.
El obeso se descuidó y una de las explosiones de Carla lo alcanzó, Homer iba en caída libre, pero antes de caer al suelo, Jericho apareció y le ayudó a amortiguar su caída.
-Por poco y muero aplastado, Blob –dijo Jericho-. ¿Lo ves? Rocky Balboa lo consiguió.
El pelirrojo señaló con el índice derecho, a unos metros de ahí, Matías seguía tratando de recuperar la respiración normal. ¡ZAP! Jericho se desplazó junto a Dagmar.
-¿Qué te ha pasado? ¡Morirán estos carbones!
-Cálmate, Jericho –apuró la anciana-. Está bien, sólo está inconsciente.
Una explosión sacudió a Jericho, se trataba de Carla que seguía en pie.
-Mi ética me impide golpear mujeres –dijo Jericho mientras empuñaba con fuerza su bat-, pero esto es un maldito Apocalipsis zombie, así que todo está permitido, además soy uno de los malos.
¡ZAP! Jericho se teletransportó justo antes de recibir otra explosión, ahora estaba al lado de Carla, a la que impactó de lleno justo debajo de las rodillas, la chica cayó al suelo llorando y gritando.
-Creo que no me debo de sentir mal, no la he golpeado yo, ha sido el bat, todos lo vieron.
Jericho levantó su arma dispuesto a asestar un golpe del que difícilmente se levantaría Carla, cuando una voz femenina lo detuvo.
-¿Qué crees que estás haciendo?
-Creo que es obvio, estaba a punto de golpear a esta mujerzuela… ¿tú quién eres?
-Me llamo Fiorella, y no dejaré que le hagas daño.
-Creo que nuestros diálogos cada vez son peores –dijo Jericho-. Supongamos que te hago caso y decido matarte a ti primero… ¿qué harias?
-¡ESTO!
Jericho desapareció de ahí para posarse en la parte alta de un camión que estaba ahí, aún olía a quemado. Matías comenzó a incorporarse, al igual que Homer.
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Lamento mucho haber roto una regla, pero si no mencionaba los poderes de los demás, no existiría una pelea.
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Silvia, Francisco y Antonio salieron a la calle después de una noche de relativo descanso. Silvia se encontraba recuperada y jugueteaba con sus garras, sacándolas de sus dedos e introduciéndolas de nuevo en ellos para controlar su poder. Iba ensimismada en sus pensamientos, pensando en todo lo que estaba sucediendo, en su amigo Hank, en Carlos y en Round, sobre todo en Hank. Era su amigo de la infancia y tenía miedo de que algo le pasase, si fuera así, ella no se lo perdonaría.
Sus pensamientos también iban dirigidos a Francisco, ese joven no tan desconocido ya con el que había compartido un día, con su respectiva noche, bastante intensos. La divertía ( y la gustaba) ese juego que se traían entre ambos. No podía dejar de pensar que, efectivamente, cuando consiguieran salir de Europa, tendrían que buscar un sitio al que huir y que ir a las Islas Hawaii no estaría del todo mal pero todo eso tendría que esperar.
Francisco la cogió de la mano rompiendo todos sus pensamientos y la miró a los ojos:
- Silvia, gatita, deja de hacer eso con las uñas, por favor. Me estás poniendo nervioso - dijo él.
- Uysss, perdón - respondió ella - Lo hacía de forma inconsciente mientras pensaba en mis cosas...
- ¿En qué pensabas, pillina? - dijeron Fran y Antonio al unísono.
- En Hawai - Respondió ella ruborizándose mientras miraba a Fran y le guiñaba un ojo.
- ¿Ahora Hawai? No me jodas que me he ido a encontrar con la primera pareja unida por el Apocalipsis - dijo Antonio- Bueno, tenemos que encontrar a alguien más o por lo menos un refugio, joder, que estamos en medio de la calle paseando como si tal cosa.
- Si, tienes razón - dijo Francisco con tal de cambiar de tema pero sin poder esbozar una sonrisa. Es verdad, ella pensaba en él. Pronto tendría que contarla la historia que habían dejado a medias, nunca lo había contado antes pero con ella era diferente. Se sentía bien a pesar del caos. Definitivamente, quería hacerlo.
- Tenemos un problema - dijo Silvia - Aparte de ese grupete de zombies y de ese mutante que vienen por allí. No conozco Berlín, joder, soy de París.
- Yo tampoco sé donde está nada aquí - dijo Antonio - ¿Y tú lo sabes?
- ¿Yo? - Contestó Fran incrédulo - Claro, vivo aquí desde hace tres años. Desde que me vine de Chile. ¿Con qué la gatita es de París.... La ciudad del amor.
- No, la verdad es que soy española pero he vivido desde siempre en París. - dijo Silvia desenfundando sus garras.- Luego te contaré todo lo que quieras saber sobre mí pero esos cabrones se acercan. Después nos llevaras a un edicio que conocíamos de aquí. Allí tienen que estar el resto.
- ¿Luchamos o qué? - gritó Antonio, ya invisible.
- Me pido los zombies, ¿me ayudas Fran? Para ti el mutante, Antonio, estés donde estés.
El grito de Silvia llegó demasiado tarde. Los primeros dos zombies habían caido ya que Antonio les había golpeado con sendas piedras en la cabeza por la espalda. Era fácil moverse entre los zombies siendo invisible así que golpeó a un tercero antes de que el mutante girase inesperadamente y golpeara a Antonio lanzándole contra una pila de escombros. Antonio quedó tirado, inconsciente y los primeros zombies se acercaban a él.
Silvia corrió hacia los zombies, clavando sus garras en la garganta de uno de ellos. Como consecuencia, un hilo de sangre se derramó sobre toda su ropa, manchándose entera, incluyendo su cara.
Se limpió la cara con la manga del jersey de Fran, que todavía llevaba puesto y saltó sobre el segundo zombie que se acercaba a Antonio.
Fran, por su parte, había corrido a auxiliar a Antonio. Con su poder, estaba levantando los cascotes que habían caído sobre el como consecuencia del impacto. Despertó a Antonio y lo puso a salvo tras los escombros. Antonio, no podía usar su poder en ese momento. Estaba aturdido del golpe y parecía haberse dañado el brazo, algo se lo había aplastado.
Después de asegurarse que Antonio estaba a salvo, Fran corrió para ayudar a Silvia. Estaba exhausta, corriendo entre los zombies y matando a un cuarto y a un quinto. Sólo quedaban tres zombies en pie y el mutante.
- Yo haré algo con esos zombies - gritó Fran.
- Sí, yo haré lo propio con el mutante.
Fran no tenía más que una barra de hierro que había encontrado tirada entre los escombros. Se aproximó a los tres zombies y el tiempo se detuvo para él. Sus movimientos se relentizaron y así pudo golpear a uno de los zombies. Sin darse cuenta, todo volvió a la normalidad y se encontró de frente a los zombies, demasiado cerca. Tropezó y cayó de bruces al suelo. Uno de los zombies estaba a punto de cogerlo cuando el tiempo volvió a detenerse, Fran se levantó y salió corriendo. Todo volvió a la normalidad y vio que los dos zombies que quedaban le seguían. Se aproximó a ellos para llamar la atención, vio que dos metros por delante, un agujero enorme se había formado en el suelo. Solo tenía que correr hasta allí y hacer que los zombies cayeran dentro.
Para ello, uso su poder, se impulsó con el viento y voló un par de metros, lo justo para atravesar el agujero. Efectivamente, los zombies cayeron abajo y Fran no pudo evitar saludarles desde arriba.
- Me voy a ayudar a mi gatita - les dijo Fran - Ahí os quedáis.
Silvia, por su parte, estaba frente a frente con un mutante. Era una persona normal si no fuera por la joroba que le había aparecido en su espalda y el metro que había crecido después de la explosión. Ninguno de los dos atacaba, simplemente se miraban fijamente esperando el movimiento de otro. Fue Silvia en iniciar la secuencia. Saltó sobre el mutante pero parece que este intuyó sus intenciones y la golpeó en el estómago mientras saltaba. Afortunadamente, Silvia gozaba de una gran agilidad y, como buena gata, cayó de pie.
En ese preciso instante, Fran gritó y el mutante salió corriendo hacia su posición. Silvia corrió tras él y saltó sobre su chepa. Ahí anduvo unos cuanto metros, hasta llegar a donde estaba Fran. Ella había adivinado sus intenciones, estaba a punto de clavar sus garras en el cuello cuando vio el enorme agujero al que Fran quería que cayese. Así que Silvia se limitó a cabalgar sobre él hasta el momento preciso en el que el mutante iba a llegar al agujero. En ese preciso instante, clavó sus garras en medio de su cabeza y saltó al suelo. Cayendo a pocos metros de donde estaba Fran que había saltado de nuevo para evitar que el mutante le diese caza.
- Parece que formamos un buen equipo - gritó Fran - Junto con Antonio, desde luego.
- ¿Dónde está?- gritó Silvia mientras se acercaba a él aún con las garras fuera de sus manos
- Está detrás de la pila de escombros. Está consciente aunque ha recibido un golpe en el brazo.
- Ahora le echaré un vistazo. Soy estudiante de enfermería.
- ¿Si? Que interesante. - Dijo Fran poniéndose enfrente de ella desués de atravesar volando de nuevo el agujero y comprobar que los zombies, aplastados por el mutante muerto, también lo estaban - Estás pringada de sangre de zombie - Rió mientras sacaba un pañuelo para limpiarla.
- Lo sé. Esto es asqueroso. No tengo otra ropa.
- No te preocupes. Ese color rojo sangre le da un aspecto más bonito a tus ojos, si eso es posible.- Dijo Fran mientras tendía un pañuelo a Silvia para que se limpiase.
- Por cierto, sé que no es el momento más romántico del mundo pero lo prometido es deuda - Dijo Silvia mostrando sus garras a Fran - Puedes tocarlas si quieres.
- ¿De verdad que puedo?
- Hazlo - dijo ella Sonriendo.
Así lo hizo Fran. Ambos sintieron una sensación realmente extraña. Un calambre recorrió sus cuerpos pero no sintieron daño alguno. Sin embargo, retiraron sus manos precipitadamente.
- ¿Qué ha pasado? ¿Te ha dolido?
- ¿No lo has sentido?
- Sí, un calambre, ¿verdad?
- No, ha sido magia - Sonrió ella.
- Chicos, chicos - llegó gritando Antonio- Siento interrumpir de nuevo su momento mágico pero creo que deberíamos buscar algún sitio donde ir. Me duele el brazo horrores.
- Déjame que le eche un vistazo - Dijo Silvia tomando el brazo de Antonio - Estás magullado pero será mejor que no lo muevas mucho en un par de días. tenemos que encotnrar a Carlos, él sabrá lo que hacer y comproborá si tienes más daños. ¿Sabes llevarnos al edificio en que nos encotnraste, Fran?
- Creo que podré hacerlo, chicos.
- Así me gusta - dijo Antonio - Por cierto, Silvia, estás horrible con esas pintas y llena de sangre.
- Pues busca una tienda para cambiarme de ropa-
- Allí mismo hay una - señaló Antonio.
- Pues vayamos allí y después nos guías
- Sí, te ayudaré a escoger tu vestuario.
Los tres rieron y se encaminaron hacia la tienda de ropa...
Sus pensamientos también iban dirigidos a Francisco, ese joven no tan desconocido ya con el que había compartido un día, con su respectiva noche, bastante intensos. La divertía ( y la gustaba) ese juego que se traían entre ambos. No podía dejar de pensar que, efectivamente, cuando consiguieran salir de Europa, tendrían que buscar un sitio al que huir y que ir a las Islas Hawaii no estaría del todo mal pero todo eso tendría que esperar.
Francisco la cogió de la mano rompiendo todos sus pensamientos y la miró a los ojos:
- Silvia, gatita, deja de hacer eso con las uñas, por favor. Me estás poniendo nervioso - dijo él.
- Uysss, perdón - respondió ella - Lo hacía de forma inconsciente mientras pensaba en mis cosas...
- ¿En qué pensabas, pillina? - dijeron Fran y Antonio al unísono.
- En Hawai - Respondió ella ruborizándose mientras miraba a Fran y le guiñaba un ojo.
- ¿Ahora Hawai? No me jodas que me he ido a encontrar con la primera pareja unida por el Apocalipsis - dijo Antonio- Bueno, tenemos que encontrar a alguien más o por lo menos un refugio, joder, que estamos en medio de la calle paseando como si tal cosa.
- Si, tienes razón - dijo Francisco con tal de cambiar de tema pero sin poder esbozar una sonrisa. Es verdad, ella pensaba en él. Pronto tendría que contarla la historia que habían dejado a medias, nunca lo había contado antes pero con ella era diferente. Se sentía bien a pesar del caos. Definitivamente, quería hacerlo.
- Tenemos un problema - dijo Silvia - Aparte de ese grupete de zombies y de ese mutante que vienen por allí. No conozco Berlín, joder, soy de París.
- Yo tampoco sé donde está nada aquí - dijo Antonio - ¿Y tú lo sabes?
- ¿Yo? - Contestó Fran incrédulo - Claro, vivo aquí desde hace tres años. Desde que me vine de Chile. ¿Con qué la gatita es de París.... La ciudad del amor.
- No, la verdad es que soy española pero he vivido desde siempre en París. - dijo Silvia desenfundando sus garras.- Luego te contaré todo lo que quieras saber sobre mí pero esos cabrones se acercan. Después nos llevaras a un edicio que conocíamos de aquí. Allí tienen que estar el resto.
- ¿Luchamos o qué? - gritó Antonio, ya invisible.
- Me pido los zombies, ¿me ayudas Fran? Para ti el mutante, Antonio, estés donde estés.
El grito de Silvia llegó demasiado tarde. Los primeros dos zombies habían caido ya que Antonio les había golpeado con sendas piedras en la cabeza por la espalda. Era fácil moverse entre los zombies siendo invisible así que golpeó a un tercero antes de que el mutante girase inesperadamente y golpeara a Antonio lanzándole contra una pila de escombros. Antonio quedó tirado, inconsciente y los primeros zombies se acercaban a él.
Silvia corrió hacia los zombies, clavando sus garras en la garganta de uno de ellos. Como consecuencia, un hilo de sangre se derramó sobre toda su ropa, manchándose entera, incluyendo su cara.
Se limpió la cara con la manga del jersey de Fran, que todavía llevaba puesto y saltó sobre el segundo zombie que se acercaba a Antonio.
Fran, por su parte, había corrido a auxiliar a Antonio. Con su poder, estaba levantando los cascotes que habían caído sobre el como consecuencia del impacto. Despertó a Antonio y lo puso a salvo tras los escombros. Antonio, no podía usar su poder en ese momento. Estaba aturdido del golpe y parecía haberse dañado el brazo, algo se lo había aplastado.
Después de asegurarse que Antonio estaba a salvo, Fran corrió para ayudar a Silvia. Estaba exhausta, corriendo entre los zombies y matando a un cuarto y a un quinto. Sólo quedaban tres zombies en pie y el mutante.
- Yo haré algo con esos zombies - gritó Fran.
- Sí, yo haré lo propio con el mutante.
Fran no tenía más que una barra de hierro que había encontrado tirada entre los escombros. Se aproximó a los tres zombies y el tiempo se detuvo para él. Sus movimientos se relentizaron y así pudo golpear a uno de los zombies. Sin darse cuenta, todo volvió a la normalidad y se encontró de frente a los zombies, demasiado cerca. Tropezó y cayó de bruces al suelo. Uno de los zombies estaba a punto de cogerlo cuando el tiempo volvió a detenerse, Fran se levantó y salió corriendo. Todo volvió a la normalidad y vio que los dos zombies que quedaban le seguían. Se aproximó a ellos para llamar la atención, vio que dos metros por delante, un agujero enorme se había formado en el suelo. Solo tenía que correr hasta allí y hacer que los zombies cayeran dentro.
Para ello, uso su poder, se impulsó con el viento y voló un par de metros, lo justo para atravesar el agujero. Efectivamente, los zombies cayeron abajo y Fran no pudo evitar saludarles desde arriba.
- Me voy a ayudar a mi gatita - les dijo Fran - Ahí os quedáis.
Silvia, por su parte, estaba frente a frente con un mutante. Era una persona normal si no fuera por la joroba que le había aparecido en su espalda y el metro que había crecido después de la explosión. Ninguno de los dos atacaba, simplemente se miraban fijamente esperando el movimiento de otro. Fue Silvia en iniciar la secuencia. Saltó sobre el mutante pero parece que este intuyó sus intenciones y la golpeó en el estómago mientras saltaba. Afortunadamente, Silvia gozaba de una gran agilidad y, como buena gata, cayó de pie.
En ese preciso instante, Fran gritó y el mutante salió corriendo hacia su posición. Silvia corrió tras él y saltó sobre su chepa. Ahí anduvo unos cuanto metros, hasta llegar a donde estaba Fran. Ella había adivinado sus intenciones, estaba a punto de clavar sus garras en el cuello cuando vio el enorme agujero al que Fran quería que cayese. Así que Silvia se limitó a cabalgar sobre él hasta el momento preciso en el que el mutante iba a llegar al agujero. En ese preciso instante, clavó sus garras en medio de su cabeza y saltó al suelo. Cayendo a pocos metros de donde estaba Fran que había saltado de nuevo para evitar que el mutante le diese caza.
- Parece que formamos un buen equipo - gritó Fran - Junto con Antonio, desde luego.
- ¿Dónde está?- gritó Silvia mientras se acercaba a él aún con las garras fuera de sus manos
- Está detrás de la pila de escombros. Está consciente aunque ha recibido un golpe en el brazo.
- Ahora le echaré un vistazo. Soy estudiante de enfermería.
- ¿Si? Que interesante. - Dijo Fran poniéndose enfrente de ella desués de atravesar volando de nuevo el agujero y comprobar que los zombies, aplastados por el mutante muerto, también lo estaban - Estás pringada de sangre de zombie - Rió mientras sacaba un pañuelo para limpiarla.
- Lo sé. Esto es asqueroso. No tengo otra ropa.
- No te preocupes. Ese color rojo sangre le da un aspecto más bonito a tus ojos, si eso es posible.- Dijo Fran mientras tendía un pañuelo a Silvia para que se limpiase.
- Por cierto, sé que no es el momento más romántico del mundo pero lo prometido es deuda - Dijo Silvia mostrando sus garras a Fran - Puedes tocarlas si quieres.
- ¿De verdad que puedo?
- Hazlo - dijo ella Sonriendo.
Así lo hizo Fran. Ambos sintieron una sensación realmente extraña. Un calambre recorrió sus cuerpos pero no sintieron daño alguno. Sin embargo, retiraron sus manos precipitadamente.
- ¿Qué ha pasado? ¿Te ha dolido?
- ¿No lo has sentido?
- Sí, un calambre, ¿verdad?
- No, ha sido magia - Sonrió ella.
- Chicos, chicos - llegó gritando Antonio- Siento interrumpir de nuevo su momento mágico pero creo que deberíamos buscar algún sitio donde ir. Me duele el brazo horrores.
- Déjame que le eche un vistazo - Dijo Silvia tomando el brazo de Antonio - Estás magullado pero será mejor que no lo muevas mucho en un par de días. tenemos que encotnrar a Carlos, él sabrá lo que hacer y comproborá si tienes más daños. ¿Sabes llevarnos al edificio en que nos encotnraste, Fran?
- Creo que podré hacerlo, chicos.
- Así me gusta - dijo Antonio - Por cierto, Silvia, estás horrible con esas pintas y llena de sangre.
- Pues busca una tienda para cambiarme de ropa-
- Allí mismo hay una - señaló Antonio.
- Pues vayamos allí y después nos guías
- Sí, te ayudaré a escoger tu vestuario.
Los tres rieron y se encaminaron hacia la tienda de ropa...
Kealah- Cazadora con medias de seda
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
relájate.....piensa...analiza la situación...el pelirrojo se transporta, el sujeto gordo puede volar o algo así pero esta herido, el gritón esta incluso mas herido que el otro gracias a Sarah....
Sarah está inconsciente y puede que tenga problemas, carla está tumbada en el suelo y dudo que pueda ayudar, la recién llegada, bueno... ella no sé de que lado está pero aún así debo tener cuidado....
Al pensar en el estado de sarah y carla, matías sintió como la ira invadía su cuerpo, se levantó sacando su segunda espada y poniéndose en posición defensiva, la electricidad rodeaba su cuerpo.
-¡que haces idiota solo ataca!- le gritó la chica nueva a matías lanzando una llamarada de fuego al camión y haciéndolo estallar.
El pelirrojo se transportó al lado de Matías antes de que el camión estallara y atacó con su bat a Matías por la espalda, este detuvo el ataque con su izquierda dejando caer su espada, y transformando el bat en un montón de astillas. Antes de que el pelirrojo pudiera hacer algo, matias le dio un corte con la espada en el estomago aunque no fue muy profundo, el pelirrojo ya comenzaba a sangrar bastante por sus dos cortes.
Ayudando a carla y sarah mientras homer y Dagmar intentaban reincorporarse para atacar al grupo enemigo.
El corte comenzaba a limitar los movimientos de Jericho, y sarah estaba recuperando su conciencia. Las cosas comenzaban a salir mal para el grupo atacante, pero la anciana aún no desvelaba ningún poder. Al parecer el enfrentamiento no hacía mas que comenzar.
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Sarah está inconsciente y puede que tenga problemas, carla está tumbada en el suelo y dudo que pueda ayudar, la recién llegada, bueno... ella no sé de que lado está pero aún así debo tener cuidado....
Al pensar en el estado de sarah y carla, matías sintió como la ira invadía su cuerpo, se levantó sacando su segunda espada y poniéndose en posición defensiva, la electricidad rodeaba su cuerpo.
-¡que haces idiota solo ataca!- le gritó la chica nueva a matías lanzando una llamarada de fuego al camión y haciéndolo estallar.
El pelirrojo se transportó al lado de Matías antes de que el camión estallara y atacó con su bat a Matías por la espalda, este detuvo el ataque con su izquierda dejando caer su espada, y transformando el bat en un montón de astillas. Antes de que el pelirrojo pudiera hacer algo, matias le dio un corte con la espada en el estomago aunque no fue muy profundo, el pelirrojo ya comenzaba a sangrar bastante por sus dos cortes.
Ayudando a carla y sarah mientras homer y Dagmar intentaban reincorporarse para atacar al grupo enemigo.
El corte comenzaba a limitar los movimientos de Jericho, y sarah estaba recuperando su conciencia. Las cosas comenzaban a salir mal para el grupo atacante, pero la anciana aún no desvelaba ningún poder. Al parecer el enfrentamiento no hacía mas que comenzar.
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the_zombie_killer_71- Superviviente
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
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La anciana puso una mano en el hombro de Jericho y le susurró algo al oído, después ambos desaparecieron ante la mirada atónita de los presentes. Matías aprovechó para lanzar una descarga a Homer, quien trató de elevarse pero el impacto le dio de lleno en una pierna. Cayó al suelo. Dagmar un poco más recuperada emitió un grito imponente.
Fiorella y Matías se llevaron las manos a las orejas automáticamente, ambos cayeron de rodillas al suelo, Fiorella ayudó al chico a levantarse y ambos estaban listos para atacar de nuevo.
A kilómetros de ahí estaban Jericho y la anciana.
-Todos son unos niños –decía la anciana más para sí que conversando con el pelirrojo-. No pueden hacer nada solos, necesitas que esté la niñera sacudiéndoles el trasero.
-¿Por qué hemos regresado? ¡No me dirás que los abandonaremos!
-¡No! Pero necesito guerreros, no idiotas con poderes. ¡Jonás, ven aquí!
Una enorme ventisca recorrió la habitación, poco a poco se disipó y frente a ellos estaba un chico de menos de 20 años, alto, delgado y con rostro burlón. El eterno enemigo de Jericho…
-Veo que es hora de terminar el trabajo que los peones iniciaron –dijo Jonás riendo.
-Así es, ve con Jericho, porque un chico con poderes eléctricos y una más con control del elemento fuego les están enseñando el mundo real.
-¿Electricidad y fuego? –sonrió Jonás-. Son mi especialidad, vámonos anciano.
Jericho malhumorado dejó que Jonás posara su mano en él, ambos desaparecieron de la mansión y regresaron al campo de batalla. A Jericho no le hacía feliz que Jonás se vistiera de gloria, pero con tal de salvar a Dagmar, estaba dispuesto a todo. ¡ZAP!
-¿Así que estos niños son los que los derrotaron? –la voz de Jonás estaba cargada de desprecio. En el suelo estaban Homer y Dagmar noqueados, aún se movían pero ya no podían seguir peleando.
-¿Tú también vienes por una lección? –dijo Matías.
-Silencio, estúpido –contestó Jonás.
Entonces, el muchacho se transformó en un enorme humanoide hecho de piedra que avanzaba hacia donde estaban Matías y Fiorella. El muchacho de las espadas lanzó una descarga a las piernas del monstruo, quien se tambaleó ligeramente pero siguió avanzando.
Jonás siguió avanzando y lanzó un puñetazo hacia Matías, quien de un salto lo esquivó. Fiorella disparaba flamas como desesperada al rostro del engendro, pero nada lo movía.
-¡Terminaré de una vez por todas con esto! –gritó Matías, quien comenzó a brillar, y un halo eléctrico le rodeaba, se notaba que estaba cargando energía para un ataque demoledor.
En eso, Jonás dejó de ser una mole de piedra para convertirse en un chorro de agua en forma de arco, rápidamente el chico convertido en agua se lanzó a los pies de Matías, y el otro extremo de aquella composición acuífera se posó en los pies de Fiorella.
Buena parte de la electricidad recorrió el cuerpo de Jonás y fue a parar a Fiorella, quien emitió un grito y cayó al suelo. Matías dejó de cargar electricidad y corrió a ver a la chica, pero Jonás lo atacó convertido en una enorme bola de fuego, el chico salió despedido y se quitó la chamarra antes de que el fuego la consumiese. De nuevo, Jonás tomó forma humana y se paró frente a ellos con las manos en la cintura y una risa diabólica.
Nivel: 3
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La anciana puso una mano en el hombro de Jericho y le susurró algo al oído, después ambos desaparecieron ante la mirada atónita de los presentes. Matías aprovechó para lanzar una descarga a Homer, quien trató de elevarse pero el impacto le dio de lleno en una pierna. Cayó al suelo. Dagmar un poco más recuperada emitió un grito imponente.
Fiorella y Matías se llevaron las manos a las orejas automáticamente, ambos cayeron de rodillas al suelo, Fiorella ayudó al chico a levantarse y ambos estaban listos para atacar de nuevo.
A kilómetros de ahí estaban Jericho y la anciana.
-Todos son unos niños –decía la anciana más para sí que conversando con el pelirrojo-. No pueden hacer nada solos, necesitas que esté la niñera sacudiéndoles el trasero.
-¿Por qué hemos regresado? ¡No me dirás que los abandonaremos!
-¡No! Pero necesito guerreros, no idiotas con poderes. ¡Jonás, ven aquí!
Una enorme ventisca recorrió la habitación, poco a poco se disipó y frente a ellos estaba un chico de menos de 20 años, alto, delgado y con rostro burlón. El eterno enemigo de Jericho…
-Veo que es hora de terminar el trabajo que los peones iniciaron –dijo Jonás riendo.
-Así es, ve con Jericho, porque un chico con poderes eléctricos y una más con control del elemento fuego les están enseñando el mundo real.
-¿Electricidad y fuego? –sonrió Jonás-. Son mi especialidad, vámonos anciano.
Jericho malhumorado dejó que Jonás posara su mano en él, ambos desaparecieron de la mansión y regresaron al campo de batalla. A Jericho no le hacía feliz que Jonás se vistiera de gloria, pero con tal de salvar a Dagmar, estaba dispuesto a todo. ¡ZAP!
-¿Así que estos niños son los que los derrotaron? –la voz de Jonás estaba cargada de desprecio. En el suelo estaban Homer y Dagmar noqueados, aún se movían pero ya no podían seguir peleando.
-¿Tú también vienes por una lección? –dijo Matías.
-Silencio, estúpido –contestó Jonás.
Entonces, el muchacho se transformó en un enorme humanoide hecho de piedra que avanzaba hacia donde estaban Matías y Fiorella. El muchacho de las espadas lanzó una descarga a las piernas del monstruo, quien se tambaleó ligeramente pero siguió avanzando.
Jonás siguió avanzando y lanzó un puñetazo hacia Matías, quien de un salto lo esquivó. Fiorella disparaba flamas como desesperada al rostro del engendro, pero nada lo movía.
-¡Terminaré de una vez por todas con esto! –gritó Matías, quien comenzó a brillar, y un halo eléctrico le rodeaba, se notaba que estaba cargando energía para un ataque demoledor.
En eso, Jonás dejó de ser una mole de piedra para convertirse en un chorro de agua en forma de arco, rápidamente el chico convertido en agua se lanzó a los pies de Matías, y el otro extremo de aquella composición acuífera se posó en los pies de Fiorella.
Buena parte de la electricidad recorrió el cuerpo de Jonás y fue a parar a Fiorella, quien emitió un grito y cayó al suelo. Matías dejó de cargar electricidad y corrió a ver a la chica, pero Jonás lo atacó convertido en una enorme bola de fuego, el chico salió despedido y se quitó la chamarra antes de que el fuego la consumiese. De nuevo, Jonás tomó forma humana y se paró frente a ellos con las manos en la cintura y una risa diabólica.
Re: Tu muerdes, yo vuelo
matías se levantó enojado y confundido, había dañado a la chica que lo había ayudado, esta vez, las descargas electricas solo eran visibles en sus manos, se encontraba en una etapa a la que le gustaba llamar "de transmutación", dejo caer sus espadas y corrió rapidamente hacia el extraño sujeto que cambiaba de forma, al ver a matías corriendo solo se transformo en una enorme mole de piedra nuevamente, y se preparó para dar el golpe final al "chico rayo", cuando estaba suficientemente cerca se preparó y lanzo una fuerte patada, la cual matías esquivó facilmente debido a la falta de movilidad de la mole al tener articulaciones de piedra. matías saltó y puso su mano derecha en la parte izquierda inferior del abdomen de la criatura y destrozando una gran parte de este. jonás respondió a esto dandole un fuerte golpe en el costado y derribandolo a unos metros de distancia.
jerichó solo observaba la pelea impresionado por lo fuerte que era jonás, e intentando parar el sangrado presionando sus heridas en el pecho.
-a eso lo llamo descompocisión- dijo matías levantandose y observando sorprendido como jonás se transformaba nuevamente a su forma humana, al parecer no tenía ningún daño superficial, pero de su boca cayó una gota de sangre.
-no es nada -dijo jonás mientras se limpaba la sange del labio inferior.
maldita sea no le puedo hacer daño con nada.....estoy exausto
matías comenzaba a respirar con dificultad, comenzó a correr apresuradamente hacia sus espadas, no tenía nada en mente.
vas a morir le repetía incesantemente la parte logica de su mente...
al llegar, tomó sus espadas, pero jonás fué mas veloz y se transformó en una fuerte ventisca que lanzó a matías por el aire y aterrizó sobre un auto hecho chatarra........
jerichó solo observaba la pelea impresionado por lo fuerte que era jonás, e intentando parar el sangrado presionando sus heridas en el pecho.
-a eso lo llamo descompocisión- dijo matías levantandose y observando sorprendido como jonás se transformaba nuevamente a su forma humana, al parecer no tenía ningún daño superficial, pero de su boca cayó una gota de sangre.
-no es nada -dijo jonás mientras se limpaba la sange del labio inferior.
maldita sea no le puedo hacer daño con nada.....estoy exausto
matías comenzaba a respirar con dificultad, comenzó a correr apresuradamente hacia sus espadas, no tenía nada en mente.
vas a morir le repetía incesantemente la parte logica de su mente...
al llegar, tomó sus espadas, pero jonás fué mas veloz y se transformó en una fuerte ventisca que lanzó a matías por el aire y aterrizó sobre un auto hecho chatarra........
the_zombie_killer_71- Superviviente
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
A LA MAÑANA SIGUIENTE
Mica había pasado una mala noche. Estaba empapada en sudor y su piel empezaba a adquirir un extraño tono amarillento. Sus labios, antes rosas y carnosos, se empezaban a convertir en dos finas hileras completamente agrietadas como causa de la deshidratación. Amaneció empapada en sudor, fruto de la fiebre y sus únicas palabras en toda la noche fueron aquellas pronunciadas para llamar a Oleg y a su padre fallecido...
Anatoly y Patt pasaron la noche en vela cuidando de ella. Ninguno de los dos sospechaba lo que estaba pasando porque nadie había caído enfermo desde que todo comenzase. No dejaban de darla agua pero no servía de nada ya que todo lo sudaba. Ambos creían que era fruto de la conmoción sufrida.
Anatoly estaba sufriendo, lo estaba pasando muy mal ya que no quería que ella muriese. A Oleg le sentaría muy mal que su "chica" hubiese muerto porque él no habia sabido cuidar bien de ella.
Por su parte, Martha, Richard y los demás, se mantenían alejados de ella. Todos ellos consideraban que la estaba pasando algo peor de lo que Anatoly y Patt decían.
A la hora del desayuno, Richard y Marc se encontraban buscando algo de comida entre los restos de la sucursal bancaria cuando un grito les sobresaltó. Corrieron hacia el vestíbulo y allí estaba Mica, convertida en un feo y monstruoso zombie, intentando devorar a Anatoly. Afortunadamente, éste fue más rápido y la lanzó contra la pared, recibiendo Mica un fuerte golpe en la cabeza. Sin embargo, se levantó como si nada y volvió a atacar. Marc corrió hacia su posición y la golpeó en la cabeza con una enorme lámpara de bronce que encontró en el despacho del director del banco. Después del golpe, Mica no volvió a moverse. Ahora estaba muerta.
- ¿Qué la pasó? - Preguntó atónica Martha
- No sé pero creo que tuvo algo que ver el zombie que nos atacó ayer - Respondió Patt
- Oleg se va a tomar muy mal esto - Dijo Anatoly
- Lo sé pero no ha sido culpa nuestra. Marc, ponte en contacto con ellos para que vengan aquí.. Y que se den prisa - Añadió mirando a la puerta en la que se agolpaban un grupo de zombies, atraídos por el enorme escándalo que habían montado.
Silvia, Francisco y Antonio habían pasado su tercera noche separados del resto de sus amigos. Decidieron quedarse en la tienda de ropa donde encotnraron más de lo que se esperaban. La tienda, a primera vista, solo parecía una tienda pero en la parte trasera se encontraba la casa de la dueña. Allí había una bañera llena de agua limpia, no muy lejos de ella, un zombie les esperaba para darles la bienvenida. No tuvieron problemas en atraerla fuera de la habitación y matarla. Francisco fue quien se encargó de tan pesada tarea.
- Pobre infeliz, se pensaba dar un baño cuando la pilló todo - dijo Silvia
- Sí, pero a nosotros nos viene de perlas - dijo Antonio - Necesito lavarme. Huelo demasiado a hombre...
- La verdad es que la virilidad me sale a chorros por todas partes, jajaja, necesito un baño - dijo Francisco.
- Yo no.... Estoy preciosa. Vamos. Me pido primera!!!!
Aseguraron puertas y ventanas, se lavaron, se cambiaron de ropa y consumieron algunas de las provisiones que había en casa de la mujer. Allí encontraron más cuchillos, tijeras, un palo de golf, un bate de béisbol y los preferidos de Antonio y Francisco, dos espadas antiguas colgadas de la pared.
Con los primeros rayos del sol, Silvia, Francisco y Antonio se encaminaron hacia su antiguo refugio con intención de encontrarse a Oleg, Carlos, Round, Ryan y a Hank, sobretodo a Hank. No estaba muy lejos de allí y Francisco sabía como guiarles.
Oleg, Hank, Carlos Round y Ryan se encontraban en el hotel en el que habían pasado la noche. Allí habían dormido, habían comido y se habían hecho con provisiones que llevaban en sus mochilas. Estaban a punto de salir, camino de la sucursal bancaria, cuando algo interrumpió su partida.
Hank se desmayó y despertó al poco tiempo.
- ¿Qué te ha pasado, pequeño? - Preguntó Carlos
- No lo sé. Alguien estaba en mi cabeza. Me hablaba.
- ¿Quién era, Mary Poppins? - dijo Oleg cansado del pequeño.
- No idiota. No me gustas, desagradable - Dijo Hank
- Dime Hank, ¿quién era? - Preguntó Round, a la vez que miraba a Oleg
- Era un chico. Nos decía que Silvia está en camino. Que debemos ir a un sucursal bancaria que Ryan conoce pero cuando ellos vengan.
- Bueno, esperaremos aquí a esa maldita gata pero mientras déjenme divertirme con los zombies de ahí fuera. ¿Te dice esa llamada cuanto van a tardar? Quiero ver a Mica - Se sonrojó.
- No, no dice nada, idiota... Pero quiero esperarla.
Según salía a acabar con unos cuantos zombies de buena mañana, Oleg vio aparecer a lo lejos tres figuras. Silvia, Francisco y Antonio estaban cerca del hotel. Según parecía, iban a ayudarle en su diversión de matar a los zombies y mutantes que había en la puerta...
Después de pasar una noche en la casa de aquellos asesinos caníbales, Fernando estaba descansado. Se había dado cuenta de que las personas habían cambiado mucho en tan solo tres semanas. Ya se estaba viendo la naturaleza de cada uno. Él aún no conocía su propia naturaleza pero sabía que, tarde o temprano, tendría que escoger un bando pero de momento quería ir sólo. Su intención era la de rencontrarse con Jericho, aquel viejo pelirrojo con el que se había metido y que le había sacado de más de un lío.
Tanto tiempo solo le dejó tiempo para pensar. Recordó aquella mañana en el refugio, no sabía que había sido de aquellos niños con los que jugaba, ni de aquella gata que le sacaba de quicio, ni de aquel grandullón pero, una parte de él estaba preocupado por ellos.
Tras hacerse con una mochila, algo de provisiones y una nueva baraja de cartas, Fernando partió hacia la gran "N". Tenía que ser discreto porque en la gran avenida en la que se encontraba había varios mutantes y los zombies se aproximaban desde varias direcciones. Sin embargo, estaba obligado a atravesar la calle ya que desde la azotea de aquel viejo edficio pudo comprobar que era la única vía accesible para llegar al refugio de la anciana.
Hunter durmió plácidamente, como no había dormido desde que empezara todo aquello. Se despertó, cogió su mochila y se dispuso a salir. Sin embargo, se encontraba en un edificio alto de amplios ventanales. Así que decidió subir a la azotea del edificio para contemplar lo que allí sucedía. Echaba de menos a Antonio y a Katia y sentía la necesidad de encontrarlos. Echó un vistazo a la calle y vio varios coches que le podrían servir para regresar al edificio.
Escuchó una voz en su cabeza que le decía "Regresa junto a Ryan, está en el hotel. Él te dirá donde tienes que ir" Era la misma voz que le dijo que fuera hasta Berlín. Sin embargo, a lo lejos vio explosiones que se sucedían progresivamente. No parecía estar causadas por gas ya que varias se produjeron en el mismo sitio transcurridos varios minutos.
Decidió ignorar la voz. Su plan era robar un coche, hacerle un puente y dirigirse hacia aquellas explosiones. ¿Quizá estuviera allí el estúpido pelirrojo que les abandonó en el peor momento? Se las haría pagar todas juntas.
Matías, Jericho y Fiorella seguían enzarzados en una lucha sin tregua. Tras una tregua "acordada" para pasar la noche, Matías, Sarah, Carla y Fiorella se habían resguardado en una tienda cercana a pasar la noche. Buscaron alimentos y tuvieron suerte ya que encontraron un par de latas de conserva guardadas en una mochila tras el mostrador. Jericho y los suyos habían regresado de su refugio a primera hora de la mañana. Un fuerte grito reventó los cristales de la tienda, sobresaltando a todos los que estaban dentro.
Carla estaba malherida, al igual que Sarah pero era hora de agotar las fuerzas y seguir la lucha. Alguno de cada bando moriría aquella misma tarde....
************************************************************************************
Os informo:
- Mica ha muerto y Anatoly se ha convertido en prescindible por petición de Darky. El que quiera puede acabar con él.
- Minase, Pekador o yo misma hemos de relatar el camino hacia el hotel donde está Oleg para el reencuentro.
- Alf_Zombie que siga la lucha. De momento, Toletum va solo pero PauTL se encontrará con vosotros para apoyar a The_Zombie_Killer. Así la pelea estará más igualada.
- Fiorella puede ser utilizada pero me da la sensación de que no la veremos mucho por aquí.
- ManuTrueno... ¿vas a seguir jugando? xDDDDD+
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Espero que os guste
Mica había pasado una mala noche. Estaba empapada en sudor y su piel empezaba a adquirir un extraño tono amarillento. Sus labios, antes rosas y carnosos, se empezaban a convertir en dos finas hileras completamente agrietadas como causa de la deshidratación. Amaneció empapada en sudor, fruto de la fiebre y sus únicas palabras en toda la noche fueron aquellas pronunciadas para llamar a Oleg y a su padre fallecido...
Anatoly y Patt pasaron la noche en vela cuidando de ella. Ninguno de los dos sospechaba lo que estaba pasando porque nadie había caído enfermo desde que todo comenzase. No dejaban de darla agua pero no servía de nada ya que todo lo sudaba. Ambos creían que era fruto de la conmoción sufrida.
Anatoly estaba sufriendo, lo estaba pasando muy mal ya que no quería que ella muriese. A Oleg le sentaría muy mal que su "chica" hubiese muerto porque él no habia sabido cuidar bien de ella.
Por su parte, Martha, Richard y los demás, se mantenían alejados de ella. Todos ellos consideraban que la estaba pasando algo peor de lo que Anatoly y Patt decían.
A la hora del desayuno, Richard y Marc se encontraban buscando algo de comida entre los restos de la sucursal bancaria cuando un grito les sobresaltó. Corrieron hacia el vestíbulo y allí estaba Mica, convertida en un feo y monstruoso zombie, intentando devorar a Anatoly. Afortunadamente, éste fue más rápido y la lanzó contra la pared, recibiendo Mica un fuerte golpe en la cabeza. Sin embargo, se levantó como si nada y volvió a atacar. Marc corrió hacia su posición y la golpeó en la cabeza con una enorme lámpara de bronce que encontró en el despacho del director del banco. Después del golpe, Mica no volvió a moverse. Ahora estaba muerta.
- ¿Qué la pasó? - Preguntó atónica Martha
- No sé pero creo que tuvo algo que ver el zombie que nos atacó ayer - Respondió Patt
- Oleg se va a tomar muy mal esto - Dijo Anatoly
- Lo sé pero no ha sido culpa nuestra. Marc, ponte en contacto con ellos para que vengan aquí.. Y que se den prisa - Añadió mirando a la puerta en la que se agolpaban un grupo de zombies, atraídos por el enorme escándalo que habían montado.
Silvia, Francisco y Antonio habían pasado su tercera noche separados del resto de sus amigos. Decidieron quedarse en la tienda de ropa donde encotnraron más de lo que se esperaban. La tienda, a primera vista, solo parecía una tienda pero en la parte trasera se encontraba la casa de la dueña. Allí había una bañera llena de agua limpia, no muy lejos de ella, un zombie les esperaba para darles la bienvenida. No tuvieron problemas en atraerla fuera de la habitación y matarla. Francisco fue quien se encargó de tan pesada tarea.
- Pobre infeliz, se pensaba dar un baño cuando la pilló todo - dijo Silvia
- Sí, pero a nosotros nos viene de perlas - dijo Antonio - Necesito lavarme. Huelo demasiado a hombre...
- La verdad es que la virilidad me sale a chorros por todas partes, jajaja, necesito un baño - dijo Francisco.
- Yo no.... Estoy preciosa. Vamos. Me pido primera!!!!
Aseguraron puertas y ventanas, se lavaron, se cambiaron de ropa y consumieron algunas de las provisiones que había en casa de la mujer. Allí encontraron más cuchillos, tijeras, un palo de golf, un bate de béisbol y los preferidos de Antonio y Francisco, dos espadas antiguas colgadas de la pared.
Con los primeros rayos del sol, Silvia, Francisco y Antonio se encaminaron hacia su antiguo refugio con intención de encontrarse a Oleg, Carlos, Round, Ryan y a Hank, sobretodo a Hank. No estaba muy lejos de allí y Francisco sabía como guiarles.
Oleg, Hank, Carlos Round y Ryan se encontraban en el hotel en el que habían pasado la noche. Allí habían dormido, habían comido y se habían hecho con provisiones que llevaban en sus mochilas. Estaban a punto de salir, camino de la sucursal bancaria, cuando algo interrumpió su partida.
Hank se desmayó y despertó al poco tiempo.
- ¿Qué te ha pasado, pequeño? - Preguntó Carlos
- No lo sé. Alguien estaba en mi cabeza. Me hablaba.
- ¿Quién era, Mary Poppins? - dijo Oleg cansado del pequeño.
- No idiota. No me gustas, desagradable - Dijo Hank
- Dime Hank, ¿quién era? - Preguntó Round, a la vez que miraba a Oleg
- Era un chico. Nos decía que Silvia está en camino. Que debemos ir a un sucursal bancaria que Ryan conoce pero cuando ellos vengan.
- Bueno, esperaremos aquí a esa maldita gata pero mientras déjenme divertirme con los zombies de ahí fuera. ¿Te dice esa llamada cuanto van a tardar? Quiero ver a Mica - Se sonrojó.
- No, no dice nada, idiota... Pero quiero esperarla.
Según salía a acabar con unos cuantos zombies de buena mañana, Oleg vio aparecer a lo lejos tres figuras. Silvia, Francisco y Antonio estaban cerca del hotel. Según parecía, iban a ayudarle en su diversión de matar a los zombies y mutantes que había en la puerta...
Después de pasar una noche en la casa de aquellos asesinos caníbales, Fernando estaba descansado. Se había dado cuenta de que las personas habían cambiado mucho en tan solo tres semanas. Ya se estaba viendo la naturaleza de cada uno. Él aún no conocía su propia naturaleza pero sabía que, tarde o temprano, tendría que escoger un bando pero de momento quería ir sólo. Su intención era la de rencontrarse con Jericho, aquel viejo pelirrojo con el que se había metido y que le había sacado de más de un lío.
Tanto tiempo solo le dejó tiempo para pensar. Recordó aquella mañana en el refugio, no sabía que había sido de aquellos niños con los que jugaba, ni de aquella gata que le sacaba de quicio, ni de aquel grandullón pero, una parte de él estaba preocupado por ellos.
Tras hacerse con una mochila, algo de provisiones y una nueva baraja de cartas, Fernando partió hacia la gran "N". Tenía que ser discreto porque en la gran avenida en la que se encontraba había varios mutantes y los zombies se aproximaban desde varias direcciones. Sin embargo, estaba obligado a atravesar la calle ya que desde la azotea de aquel viejo edficio pudo comprobar que era la única vía accesible para llegar al refugio de la anciana.
Hunter durmió plácidamente, como no había dormido desde que empezara todo aquello. Se despertó, cogió su mochila y se dispuso a salir. Sin embargo, se encontraba en un edificio alto de amplios ventanales. Así que decidió subir a la azotea del edificio para contemplar lo que allí sucedía. Echaba de menos a Antonio y a Katia y sentía la necesidad de encontrarlos. Echó un vistazo a la calle y vio varios coches que le podrían servir para regresar al edificio.
Escuchó una voz en su cabeza que le decía "Regresa junto a Ryan, está en el hotel. Él te dirá donde tienes que ir" Era la misma voz que le dijo que fuera hasta Berlín. Sin embargo, a lo lejos vio explosiones que se sucedían progresivamente. No parecía estar causadas por gas ya que varias se produjeron en el mismo sitio transcurridos varios minutos.
Decidió ignorar la voz. Su plan era robar un coche, hacerle un puente y dirigirse hacia aquellas explosiones. ¿Quizá estuviera allí el estúpido pelirrojo que les abandonó en el peor momento? Se las haría pagar todas juntas.
Matías, Jericho y Fiorella seguían enzarzados en una lucha sin tregua. Tras una tregua "acordada" para pasar la noche, Matías, Sarah, Carla y Fiorella se habían resguardado en una tienda cercana a pasar la noche. Buscaron alimentos y tuvieron suerte ya que encontraron un par de latas de conserva guardadas en una mochila tras el mostrador. Jericho y los suyos habían regresado de su refugio a primera hora de la mañana. Un fuerte grito reventó los cristales de la tienda, sobresaltando a todos los que estaban dentro.
Carla estaba malherida, al igual que Sarah pero era hora de agotar las fuerzas y seguir la lucha. Alguno de cada bando moriría aquella misma tarde....
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- Mica ha muerto y Anatoly se ha convertido en prescindible por petición de Darky. El que quiera puede acabar con él.
- Minase, Pekador o yo misma hemos de relatar el camino hacia el hotel donde está Oleg para el reencuentro.
- Alf_Zombie que siga la lucha. De momento, Toletum va solo pero PauTL se encontrará con vosotros para apoyar a The_Zombie_Killer. Así la pelea estará más igualada.
- Fiorella puede ser utilizada pero me da la sensación de que no la veremos mucho por aquí.
- ManuTrueno... ¿vas a seguir jugando? xDDDDD+
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Kealah- Cazadora con medias de seda
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Antonio ,Silvia y Francisco, salieron de la casa poco antes del amanecer, ya que estaban totalmente recuperados.
-Creo recordar, que si seguimos por aquella calle llegaremos a un parque y después hacia el hotel. Sugirió Antonio.
-Me parece bien.Contestaron al unísono Silvia y Francisco.
Mientras caminaban para no aburrirse hablaban entre ellos.
-Francisco, una pregunta.¿Te puedo llamar Fran?Preguntó Antonio
-Si claro, porque no?
-Vale chicos si queréis jugamos a algo mientras caminamos que la calle parece vacía. Sugirió Silvia. ¿Que os parece el veo-veo?
-.....Bueno no hay nada mejor que hacer.
-Veo-veo.
-Que ves?
-Una cosita.
-No pienso seguir diciendo eso, di ya por que empieza! Se enfadó Antonio.
-Jaja vale, yo solo quería pasarlo bien. Empieza por.......z
-Zombie. Contestó rápidamente Francisco.
-Ay, yo soy muy mala para estas cosas.
-La verdad es que un poco.Rió Francisco.
-Espera veo-veo un zombie? Contestó Antonio.
-Ostia, es verdad, eso esta lleno de zombies.Gritó alarmado Francisco.
Cuando se giraron, ya tenían los zombies encima y uno se tiró encima de Silvia.
-cuidado! Gritó Francisco que con una velocidad increible rebanó la cabeza de aquel zombie.
-Esperad, siempre he querido hacer estó. Rápidamente Antonio se pusó en posición para atacar,pero no sucedió nada.
-Como! ahora ya no me transformo o que!
Un zombie rezagado acorraló a Antonio que en ese momento volvió a notar esa extraña sensación, esta vez no era dolor, sino un hormigueo.
Delante de Silvia y Francisco, Antonio se había transformado en un enorme mutante mucho mas grande que ellos.
-........o_O(cara de Silvia) ¿Como ha logrado hacer eso?
-Ni idea, pero estó casi me gusta tanto como tus ojos gatita.
-Tranquilos. Dijo Antonio con una voz muy grave. De esta me encargo yo, que ya va siendo hora de que ayude.
En medio minuto Antonio había abatido a la media docena de zombies que les atacaron.
-Vale, donde íbamos? Dijo Antonio volviendo a la normalidad partido de risa.
-Pues al hotel jaja.Carcajeó Silvia.
-Mirad allí, es el parque.Señalo Francisco.
-Buen trabajo Fran.
-Pero hay una cosa que todavía no entiendo. Teóricamente es imposible esto delos poderes, si esto me hubiera pasado en la facultad de medicina, nadie lo hubiera creído.
-Bueno esto no es la facultad jeje.Respondió Francisco.
-Bueno chicos, no sera mejor continuar?
-Cierto, continuemos.
los 3 siguieron avanzando hacia el otro extremo del parque que es donde se encontraba el hotel. Cuando de repente vieron a Oleg en la puerta rodeado de zombies, parece que tocaba actuar otra vez.
POST 8
NIVEL 3
-Creo recordar, que si seguimos por aquella calle llegaremos a un parque y después hacia el hotel. Sugirió Antonio.
-Me parece bien.Contestaron al unísono Silvia y Francisco.
Mientras caminaban para no aburrirse hablaban entre ellos.
-Francisco, una pregunta.¿Te puedo llamar Fran?Preguntó Antonio
-Si claro, porque no?
-Vale chicos si queréis jugamos a algo mientras caminamos que la calle parece vacía. Sugirió Silvia. ¿Que os parece el veo-veo?
-.....Bueno no hay nada mejor que hacer.
-Veo-veo.
-Que ves?
-Una cosita.
-No pienso seguir diciendo eso, di ya por que empieza! Se enfadó Antonio.
-Jaja vale, yo solo quería pasarlo bien. Empieza por.......z
-Zombie. Contestó rápidamente Francisco.
-Ay, yo soy muy mala para estas cosas.
-La verdad es que un poco.Rió Francisco.
-Espera veo-veo un zombie? Contestó Antonio.
-Ostia, es verdad, eso esta lleno de zombies.Gritó alarmado Francisco.
Cuando se giraron, ya tenían los zombies encima y uno se tiró encima de Silvia.
-cuidado! Gritó Francisco que con una velocidad increible rebanó la cabeza de aquel zombie.
-Esperad, siempre he querido hacer estó. Rápidamente Antonio se pusó en posición para atacar,pero no sucedió nada.
-Como! ahora ya no me transformo o que!
Un zombie rezagado acorraló a Antonio que en ese momento volvió a notar esa extraña sensación, esta vez no era dolor, sino un hormigueo.
Delante de Silvia y Francisco, Antonio se había transformado en un enorme mutante mucho mas grande que ellos.
-........o_O(cara de Silvia) ¿Como ha logrado hacer eso?
-Ni idea, pero estó casi me gusta tanto como tus ojos gatita.
-Tranquilos. Dijo Antonio con una voz muy grave. De esta me encargo yo, que ya va siendo hora de que ayude.
En medio minuto Antonio había abatido a la media docena de zombies que les atacaron.
-Vale, donde íbamos? Dijo Antonio volviendo a la normalidad partido de risa.
-Pues al hotel jaja.Carcajeó Silvia.
-Mirad allí, es el parque.Señalo Francisco.
-Buen trabajo Fran.
-Pero hay una cosa que todavía no entiendo. Teóricamente es imposible esto delos poderes, si esto me hubiera pasado en la facultad de medicina, nadie lo hubiera creído.
-Bueno esto no es la facultad jeje.Respondió Francisco.
-Bueno chicos, no sera mejor continuar?
-Cierto, continuemos.
los 3 siguieron avanzando hacia el otro extremo del parque que es donde se encontraba el hotel. Cuando de repente vieron a Oleg en la puerta rodeado de zombies, parece que tocaba actuar otra vez.
POST 8
NIVEL 3
PeKaDoR- Lich King
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Hunter ya estaba de camino a las explosiones, habia cargado todas las provisiones en un coche y le habia hecho un puente, no tenia mucha gasolina, pero le serviria para llegar hasta alli.
Hunter se detuvo a unos 100 metros de donde salia el humo, y continuo a pie para no llamar la atencion.
Se escondio tras un coche, observo movimiento en una tienda, saco la pistola y se acerco sigilosamente a la entrada de la tienda, un joven de unos 20 años caminaba con nerviosismo por la tienda, sentada, en un costado, habia una muchacha con un palo de hockey en la mano, al fondo de la tienda, habia dos chicas durmiendo.
No sabia si eran amistosos, o si serian como los del bloque de pisos, unos cabronazos.
-''No''- Penso Hunter -''No tienen cara de mala gente''-
Hunter se giro sobresaltado al ver una silueta por el rabillo del ojo, la vista no le habia fallado, alli estaba el pelirrojo.
-¡Tu!- Gritó Hunter.
-Yo- Respondio el pelirrojo.
Hunter apunto hacia el y disparo, pero este ya habia desaparecido y aparecido en otro lugar, Hunter se giro hacia todos lados, pero no lo vio.
El joven y la muchacha del palo de Hockey salieron de la tienda, Hunter les apunto.
-¿¡Quien coño sois?!- Preguntó Hunter -¿¡Estais con el pelirrojo?!
-No- Respondio el joven -Estamos contra el.
-Bien, ya somos tres- Dijo Hunter.
El pelirrojo aparecio a la espalda de Hunter y lo tumbo de un puñetazo y la pistola salio despedida. Hunter miro al pelirrojo con ira.
-¿Que vas a hacer ahora que no tienes tu arma?¿Llamar a tu mama?- Se burlo el pelirrojo.
Hunter observo una papelera metalica tumbada al otro lado de la calle, y se concentro en ella.
-¡No, cabron!- Grito Hunter, la papelera volo hacia el pelirrojo que no tuvo tiempo de girarse, la papelera lo golpeo el la espalda y callo al suelo al lado de Hunter.
El joven saco una espada, de su mano salia un brillo electrico, se dispuso a atacar al pelirrojo, pero ese esquivo el golpe y propino una patada a ras de suelo que tumbó al joven.
Hunter se levanto rapidamente, saco un cuchillo que haia sacado de la casa en la que habia estado anteriormente, y se abalanzo sobre el pelirrojo.
El pelirrojo lo esquivo por los pelos y retrocedio varios metros.
-Esto se pone interesante- Dijo el pelirrojo. -Veamos quien es mejor en el cuerpo a cuerpo.
El pelirrojo se agacho y recogio una tuberia de plomo.
Hunter se preparo, si conseguia que el pelirrojo se desprotegiera su lado derecho, podria propinarle un golpe para tumbarlo.
Hunter ataco al lado izquierdo del pelirrojo, este paro el golpe con la tuberia.
-''Ahora''- Penso Hunter, que lanzo una patada con la izquierda que golpeo el riñon del pelirrojo, este gimio, pero no cayo al suelo.
El pelirrojo se recupero rapido del golpe y consiguio agarrar a Hunter del cuello y ambos se teletransportaron a lo alto de un edificio.
El pelirrojo sostenia a Hunter en el filo del edificio, si lo soltaba, caeria, lo unico que Hunter podia intentar era soltarse y agarrarse a la cornisa.
Hunter golpeo la nariz del pelirrojo frontalmente con la palma de la mano, el pelirrojo lo solto debido al dolor, pero Hunter consiguio agarrarse al filo y se fue descolgando hasta llegar al suelo.
Hunter corrio acia el joven, que al parecer se abia golpedo la cabeza al caer al suelo, lo arrastro hasta la tienda donde estaba la muchacha y lo dejo con ella.
Hunter corrio hacia su pistola, que seguia en el suelo, la cogio y se giro rapidamente acia todos lados buscando al pelirrojo.
-''Se que estas cerca, cabron''- Pensó, justo antes de recibir un golpe que lo dejo inconsciente.
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NIVEL 1
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Yo tambien he incumplido la norma de los poderes, Kealah, pero esque como dice Alf si no lo haces es imposible una pelea en condiciones.
Hunter se detuvo a unos 100 metros de donde salia el humo, y continuo a pie para no llamar la atencion.
Se escondio tras un coche, observo movimiento en una tienda, saco la pistola y se acerco sigilosamente a la entrada de la tienda, un joven de unos 20 años caminaba con nerviosismo por la tienda, sentada, en un costado, habia una muchacha con un palo de hockey en la mano, al fondo de la tienda, habia dos chicas durmiendo.
No sabia si eran amistosos, o si serian como los del bloque de pisos, unos cabronazos.
-''No''- Penso Hunter -''No tienen cara de mala gente''-
Hunter se giro sobresaltado al ver una silueta por el rabillo del ojo, la vista no le habia fallado, alli estaba el pelirrojo.
-¡Tu!- Gritó Hunter.
-Yo- Respondio el pelirrojo.
Hunter apunto hacia el y disparo, pero este ya habia desaparecido y aparecido en otro lugar, Hunter se giro hacia todos lados, pero no lo vio.
El joven y la muchacha del palo de Hockey salieron de la tienda, Hunter les apunto.
-¿¡Quien coño sois?!- Preguntó Hunter -¿¡Estais con el pelirrojo?!
-No- Respondio el joven -Estamos contra el.
-Bien, ya somos tres- Dijo Hunter.
El pelirrojo aparecio a la espalda de Hunter y lo tumbo de un puñetazo y la pistola salio despedida. Hunter miro al pelirrojo con ira.
-¿Que vas a hacer ahora que no tienes tu arma?¿Llamar a tu mama?- Se burlo el pelirrojo.
Hunter observo una papelera metalica tumbada al otro lado de la calle, y se concentro en ella.
-¡No, cabron!- Grito Hunter, la papelera volo hacia el pelirrojo que no tuvo tiempo de girarse, la papelera lo golpeo el la espalda y callo al suelo al lado de Hunter.
El joven saco una espada, de su mano salia un brillo electrico, se dispuso a atacar al pelirrojo, pero ese esquivo el golpe y propino una patada a ras de suelo que tumbó al joven.
Hunter se levanto rapidamente, saco un cuchillo que haia sacado de la casa en la que habia estado anteriormente, y se abalanzo sobre el pelirrojo.
El pelirrojo lo esquivo por los pelos y retrocedio varios metros.
-Esto se pone interesante- Dijo el pelirrojo. -Veamos quien es mejor en el cuerpo a cuerpo.
El pelirrojo se agacho y recogio una tuberia de plomo.
Hunter se preparo, si conseguia que el pelirrojo se desprotegiera su lado derecho, podria propinarle un golpe para tumbarlo.
Hunter ataco al lado izquierdo del pelirrojo, este paro el golpe con la tuberia.
-''Ahora''- Penso Hunter, que lanzo una patada con la izquierda que golpeo el riñon del pelirrojo, este gimio, pero no cayo al suelo.
El pelirrojo se recupero rapido del golpe y consiguio agarrar a Hunter del cuello y ambos se teletransportaron a lo alto de un edificio.
El pelirrojo sostenia a Hunter en el filo del edificio, si lo soltaba, caeria, lo unico que Hunter podia intentar era soltarse y agarrarse a la cornisa.
Hunter golpeo la nariz del pelirrojo frontalmente con la palma de la mano, el pelirrojo lo solto debido al dolor, pero Hunter consiguio agarrarse al filo y se fue descolgando hasta llegar al suelo.
Hunter corrio acia el joven, que al parecer se abia golpedo la cabeza al caer al suelo, lo arrastro hasta la tienda donde estaba la muchacha y lo dejo con ella.
Hunter corrio hacia su pistola, que seguia en el suelo, la cogio y se giro rapidamente acia todos lados buscando al pelirrojo.
-''Se que estas cerca, cabron''- Pensó, justo antes de recibir un golpe que lo dejo inconsciente.
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Yo tambien he incumplido la norma de los poderes, Kealah, pero esque como dice Alf si no lo haces es imposible una pelea en condiciones.
PauTL- Mano derecha del jefe
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
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nivel 2
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Hank, el pequeño escucho un ruido en el exterior, escucho la voz de Silvia, así que salió rápidamente, nada más salir por la puerta se encontró a Oleg en el suelo sin conocimiento y a Silvia, francisco y Antonio peleando con una creciente marabunta de Zombies.
Carlos, Round y Ryan no se habían percatado y seguían dentro, Hank visiono un gran elefante, estaba putrefacto y tenia colmillos además de los cuernos, era realmente terrorífico, parecía una de las monturas del mismísimo Hades. Probablemente Oleg fue derribado por esa cosa, que al ver a Hank el elefante lo ignoro, pensó que sería algo demasiado pequeño para ser amenaza.
-Hank: Oleg estas bien?
-Oleg: No ha sido nada, solo necesito un respiro. (Decía tirado en el suelo)
-Hank: Oleg, ¿fue Mary Poppins la que te hizo eso? Jajá (soltó una carcajada muy infantil)
-Oleg: Puto crio…
No le dio tiempo a decir nada más y le arremetió el elefante, por suerte se levanto y esquivo el golpe a tiempo, aunque se cayó al suelo estaba muy cansado. Hank reacciono pronto que le pidió ayuda a los bichos más cercanos, esta vez vinieron de toda clase de bichos y muchos, sus poderes parecían ir en aumento.
-Hank: Vale hacer que se caiga al suelo.
Los bichos empezaron a juntarse en sus pies y se acabo cayendo, el mutante intentaba de moverse pero no podía, lo había inmovilizado.
-Hank: JAAH! Soy más poderoso que tú! Perdiste contra dumbo jaja
-Oleg: Niño me pillo desprevenido! Joder por que le doy explicaciones a un puto crio, corre y llama a los demás Silvia, francisco y Antonio parece que están en apuros.
-Hank: Vale! Pero que sepas que no me caes bien, eres feo y te vas a quedar calvo!
Mientras tanto en el horizonte Silvia intentaba acabar con cuantos podía pero seguían y seguían saliendo como si un juego interminable se tratase.
-Silvia: Ey! ¿Esto se empieza a poner divertido no?
Cuando miro a Francisco estaba en el suelo con dos Zombies a punto de tirarse hacia él y Antonio le atacaron a la vez más de diez Zombies que iban hacia el… Silvia no sabía qué hacer…
Mientras tanto en el hotel;
-Hank: Rápido salid! Silvia, francisco y Antonio están en peligro.
-Round: Joder vamos! (Dijo mientras recargaba el arma)
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No he querido meter mas cizaña por eso de que acabo de regresar xD
nivel 2
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Hank, el pequeño escucho un ruido en el exterior, escucho la voz de Silvia, así que salió rápidamente, nada más salir por la puerta se encontró a Oleg en el suelo sin conocimiento y a Silvia, francisco y Antonio peleando con una creciente marabunta de Zombies.
Carlos, Round y Ryan no se habían percatado y seguían dentro, Hank visiono un gran elefante, estaba putrefacto y tenia colmillos además de los cuernos, era realmente terrorífico, parecía una de las monturas del mismísimo Hades. Probablemente Oleg fue derribado por esa cosa, que al ver a Hank el elefante lo ignoro, pensó que sería algo demasiado pequeño para ser amenaza.
-Hank: Oleg estas bien?
-Oleg: No ha sido nada, solo necesito un respiro. (Decía tirado en el suelo)
-Hank: Oleg, ¿fue Mary Poppins la que te hizo eso? Jajá (soltó una carcajada muy infantil)
-Oleg: Puto crio…
No le dio tiempo a decir nada más y le arremetió el elefante, por suerte se levanto y esquivo el golpe a tiempo, aunque se cayó al suelo estaba muy cansado. Hank reacciono pronto que le pidió ayuda a los bichos más cercanos, esta vez vinieron de toda clase de bichos y muchos, sus poderes parecían ir en aumento.
-Hank: Vale hacer que se caiga al suelo.
Los bichos empezaron a juntarse en sus pies y se acabo cayendo, el mutante intentaba de moverse pero no podía, lo había inmovilizado.
-Hank: JAAH! Soy más poderoso que tú! Perdiste contra dumbo jaja
-Oleg: Niño me pillo desprevenido! Joder por que le doy explicaciones a un puto crio, corre y llama a los demás Silvia, francisco y Antonio parece que están en apuros.
-Hank: Vale! Pero que sepas que no me caes bien, eres feo y te vas a quedar calvo!
Mientras tanto en el horizonte Silvia intentaba acabar con cuantos podía pero seguían y seguían saliendo como si un juego interminable se tratase.
-Silvia: Ey! ¿Esto se empieza a poner divertido no?
Cuando miro a Francisco estaba en el suelo con dos Zombies a punto de tirarse hacia él y Antonio le atacaron a la vez más de diez Zombies que iban hacia el… Silvia no sabía qué hacer…
Mientras tanto en el hotel;
-Hank: Rápido salid! Silvia, francisco y Antonio están en peligro.
-Round: Joder vamos! (Dijo mientras recargaba el arma)
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No he querido meter mas cizaña por eso de que acabo de regresar xD
Manutrueno- Reencarnacion de Chuck Norris
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Localización : Malagaa!!
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