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Segunda prueba
¿Furulas?
Tu muerdes, yo vuelo
+6
the_zombie_killer_71
Manutrueno
Alf Zombie
DarkHades
Toletum
Kealah
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Tu muerdes, yo vuelo
PERSONAJES:
Silvia (Kealah) : Muerta
Fernando (Toletum): Muerto
Jericho (Alf_Zombie): Muerto
Oleg (DarkHades): Superfuerza y Resistencia + Reflejo sobre humano
:
Hugo (Skimmer): Muerto
Hank (Manutrueno): Muerto
Matías (The_zombie_killer_71): Muerto
Hunter (PauTL): Muerto
Antonio (Pekador): Transformación de cuerpo + Invisibilidad
Francisco (Minase): Controlar El Elemento Viento + Detener el tiempo
Fiorella (Fiorella): Muerta
Natasha (Tatsu-Kami): Muerto
LISTA DE PERSONAJES NO JUGADORES:
BOTS SIN PODERES (DE MOMENTO):
- Anatoly
- Katja
- Mika Muerta
- Paul
- Sargento Andrey
- Operador de radio
BOTS CON PODERES CONOCIDOS (HÉROES):
- Round : Perfecta conducción + Puntería perfecta
- Sarah : Control del agua + Control del tiempo
- Patt: Posibilidad de ver el futuro
- Carlos: Control del hielo
- Martha: Posibilidad de buscar a otros mutantes
- Ryan: Disparo de rayo láser con los ojos
- Richard: Limita el poder de los que están a su alrededor
- Jane: Volar
- Mujer 1: Capacidad para transformarse en animales (aves) Muerta
- Chico 1: Telepatía
- Carla: Hacer explotar cosas con un dedo Muerta
VILLANOS:
- Anciana: Poder de controlar la voluntad
- Homer: Levitación Muerto
- Ruth: Crear un pelaje para aprisionar al enemigo
- Rashid: Control de la tierra
- Jonás: Capacidad para convertirse en los elementos
- Adolfo: Inivisibilidad
- Marta: Atravesar paredes
- Uwe: Replicante
- Hombre 2: Posible líder del grupo con Poder y nombre desconocidos
- Dagmar: Gritos supersónicos (Es una banshee)
INICIO DEL ROL:
Eran casi las dos de la tarde en Europa. En el viejo continente, sus habitantes seguían con su vida cotidiana sin que nada hiciese presagiar lo que iba a suceder a continuación. Los terroristas, no se sabe muy bien de qué país habían preparado el peor atentado de la historia. Colocadas estratégicamente en distintos lugares de cada una de las capitales y ciudades importantes de Europa, bombas bacteriológicas esperaban para ser detonadas.
A las 14:00, un extraño fogonazo se produjo en el cielo, deteniendo el tiempo e iluminando toda Europa de un extraño color rojizo. Todo había cambiado. La vida como se conocía hasta ahora nunca volvería a ser lo mismo.
Después del fogonazo, Europa se calló. Todos sus habitantes se desmayaron. Los que estaban más cerca de la zona donde estallaron las bombas, murieron en el acto pues sus cuerpos quedaron carbonizados. Los que estaban en un radio de 10 kilómetros de la explosión, murieron para levantarse, minutos después como horribles zombies con una fuerza y unos sentidos muy por encima de los que tenían cuando eran humanos.
La zona que más sufrió fue la que posteriormente se llamo “Zona Gris” que estaba localizada entre los 20 y los 50 kilómetros. En esa zona, la mayor parte de los humanos sufrieron horribles mutaciones que acabaron por convertirlos en auténticos monstruos que no guardaban parecido físico con lo que una vez fueron. Sus recuerdos también desaparecieron. Eran letales armas de combate cuyo único fin era alimentarse de los escasos humanos que quedasen vivos.
Afortunadamente, por su constitución física, por su metabolismo o por alguna razón que desconocían, un grupo de humanos sobrevivió al ataque bacteriológico. Sin embargo, adquirieron extraños poderes como consecuencia de la radiación que los convertían en su propia y única arma para luchar contra lo que se les venía encima.
MOSCÚ:
Oleg estaba en una cabaña en medio de un lago helado a unos 40 kilómetros de la explosión. La cabaña no era muy resistente y no sabría cuanto tiempo podría permanecer allí sin comida ni alimentos. De pronto escuchó gritos en la parte de fuera de la cabaña, salió pero no vio absolutamente a nadie. De nuevo, escuchó un grito y no vio nada...
Decidió salir de la cabaña para investigar. Una parte de su cerebro le decía que tenía que quedarse dentro pero había gente a la que ayudar y, probablemente, algo a lo que matar. Había perdido las ganas de matar gente, necesitaba salvar a aquella persona que gritaba. Algo en él había cambiado y no sólo físicamente... así que acudió en dirección a los gritos.
PARÍS:
Silvia miraba por la ventana de su urbanización en un barrio de las afueras de París mientras su hermano seguía golpeando la puerta insistentemente. A lo lejos, vio a su pequeño vecino Hank estaba en los brazos de su madre cuando se despertó. Sin embargo, su madre ya no era su madre, se había convertido en un horrible mutante que tenía atrapado el cuerpo del niño. El mutante era un ser asqueroso de mirar, había perdido todo el pelo de su cuerpo, sus extremidades superiores se habían alargado considerablemente y sus piernas se habían convertido en masas ingentes de carne. Silvia aún no podía determinar si eran rápidos o lentos pero, tal y como eran sus piernas, igual podría salir corriendo que arrastrarse por el suelo o nadar por el agua. Su cara ya no tenían ninguna belleza, dos diminutos ojos de color azul se iluminaban en su rostro hinchado, cubierto por una baba asquerosa. Además sus dientes habían cambiado, dos terribles y afilados colmillos sobresalían de su boca. La madre de Hank era así pero quizá otro mutante no sería igual.
Hank forcejeó para salir y consiguió liberarse de su abrazo mortal, escurriendo gracias a la baba que cubría todo el cuerpo de su madre pero se quedó a los pies de ella sin echar a correr. Por alguna razón, su madre aún no le había atacado. Silvia le vio, abrió la ventana y un intenso olor a azufre la sacudió en la cara. Su pelo se erizó como el de una gata y sintió ganas de vomitar pero se contuvo. Abrió la ventana y se dispuso a llamar al pequeño.
BARCELONA:
Jericho se escondió en una de las salas de un viejo pabellón psiquiátrico. Todos pensaban que estaba loco pero en realidad estaba más cuerdo de lo que todos pensaban. Lo que había sucedido es que había sufrido una importante mutación por la que había recibido poderes extrasensoriales. Jerichó estaba muerto de miedo, nunca había sido muy fuerte y acababa de ver como devoraban a medio hospital. En ese momento, los zombies entraron donde estaba él, el miedo le paralizó, cerró fuertemente los ojos y se imaginó lejos muy lejos. En pequeño parque de Madrid en el que una vez había ido de pequeño con sus padres.
MADRID:
Fernando se despertó cerca de la cancha de baloncesto después de la explosión. Se sentía extraño y no veía del todo bien. Tuvo que detenerse un segundo para ver que es lo que estaba pasando. Después de haberse golpeado la cabeza y ver que había una mancha de sangre en el suelo, obviamente suya, se tocó la cabeza pero no notaba ningún dolor.
De repente, a lo lejos, un hombre vestido de blanco apareció en cuclillas. El hombre echó a correr y Fernando intentó ir detrás de él pero un grupo de zombies le cortaron el paso.
LONDRES:
Hugo vio como la casa de la vecina, donde había visto su madre ardía con el dentro y a él no le pasaba nada. Estaba asustado pero cuando salió de la casa, un grupo de mutantes se dirigía hacia él con unos intereses poco amistosos así que Hugo echó a correr más deprisa de lo habitual.
Llegó hasta un lago donde se paró súbitamente aunque no estaba cansado. Era como si ya no pudiese correr más. Era evidente que tenía un poder y que esa mutación no le había afectado con al resto.
Un grupo de diez zombies estaba saliendo del lago directo a él. Intentó correr pero no pudo hacerlo. Tendría que defenderse con lo que pudiera.
ROMA:
Matías salió de su piso dejando atrás a aquel mutante muerto. No sabía que es lo que acababa de suceder pero necesitaba huir de allí lo antes posible. Sin embargo, no tenía ni idea de qué es lo que iba a hacer una vez que saliera de su piso. Antes, necesitaba pensar en un buen plan que le sacara de aquel infierno.
Se asomó a la ventana y vio el mar a lo lejos... Ya había encontrado la solución. Matías trabajaba los fines de semana en el puerto de Roma, tenía acceso a las llaves de numerosos buques. Llegaría hasta allí, robaría un bote y saldría por el mar rumbo a alguna parte...
Bajó las escaleras de su casa hasta el garaje para coger su coche, si es que aún funcionaba... Cuando llegó al garaje le esperaba una sorpresa poco agradable, saliendo de las ventanas de los coches cercanos al suyo, asomaban los tentáculos de varios mutantes, además, cuatro zombies y otra mutación se dirigían hacia él.... Sacó su espada y se colocó en posición de defensa... :
Silvia (Kealah) : Muerta
Fernando (Toletum): Muerto
Jericho (Alf_Zombie): Muerto
Oleg (DarkHades): Superfuerza y Resistencia + Reflejo sobre humano
:
Hugo (Skimmer): Muerto
Hank (Manutrueno): Muerto
Matías (The_zombie_killer_71): Muerto
Hunter (PauTL): Muerto
Antonio (Pekador): Transformación de cuerpo + Invisibilidad
Francisco (Minase): Controlar El Elemento Viento + Detener el tiempo
Fiorella (Fiorella): Muerta
Natasha (Tatsu-Kami): Muerto
LISTA DE PERSONAJES NO JUGADORES:
BOTS SIN PODERES (DE MOMENTO):
- Anatoly
- Katja
- Mika Muerta
- Paul
- Sargento Andrey
- Operador de radio
BOTS CON PODERES CONOCIDOS (HÉROES):
- Round : Perfecta conducción + Puntería perfecta
- Sarah : Control del agua + Control del tiempo
- Patt: Posibilidad de ver el futuro
- Carlos: Control del hielo
- Martha: Posibilidad de buscar a otros mutantes
- Ryan: Disparo de rayo láser con los ojos
- Richard: Limita el poder de los que están a su alrededor
- Jane: Volar
- Mujer 1: Capacidad para transformarse en animales (aves) Muerta
- Chico 1: Telepatía
- Carla: Hacer explotar cosas con un dedo Muerta
VILLANOS:
- Anciana: Poder de controlar la voluntad
- Homer: Levitación Muerto
- Ruth: Crear un pelaje para aprisionar al enemigo
- Rashid: Control de la tierra
- Jonás: Capacidad para convertirse en los elementos
- Adolfo: Inivisibilidad
- Marta: Atravesar paredes
- Uwe: Replicante
- Hombre 2: Posible líder del grupo con Poder y nombre desconocidos
- Dagmar: Gritos supersónicos (Es una banshee)
INICIO DEL ROL:
Eran casi las dos de la tarde en Europa. En el viejo continente, sus habitantes seguían con su vida cotidiana sin que nada hiciese presagiar lo que iba a suceder a continuación. Los terroristas, no se sabe muy bien de qué país habían preparado el peor atentado de la historia. Colocadas estratégicamente en distintos lugares de cada una de las capitales y ciudades importantes de Europa, bombas bacteriológicas esperaban para ser detonadas.
A las 14:00, un extraño fogonazo se produjo en el cielo, deteniendo el tiempo e iluminando toda Europa de un extraño color rojizo. Todo había cambiado. La vida como se conocía hasta ahora nunca volvería a ser lo mismo.
Después del fogonazo, Europa se calló. Todos sus habitantes se desmayaron. Los que estaban más cerca de la zona donde estallaron las bombas, murieron en el acto pues sus cuerpos quedaron carbonizados. Los que estaban en un radio de 10 kilómetros de la explosión, murieron para levantarse, minutos después como horribles zombies con una fuerza y unos sentidos muy por encima de los que tenían cuando eran humanos.
La zona que más sufrió fue la que posteriormente se llamo “Zona Gris” que estaba localizada entre los 20 y los 50 kilómetros. En esa zona, la mayor parte de los humanos sufrieron horribles mutaciones que acabaron por convertirlos en auténticos monstruos que no guardaban parecido físico con lo que una vez fueron. Sus recuerdos también desaparecieron. Eran letales armas de combate cuyo único fin era alimentarse de los escasos humanos que quedasen vivos.
Afortunadamente, por su constitución física, por su metabolismo o por alguna razón que desconocían, un grupo de humanos sobrevivió al ataque bacteriológico. Sin embargo, adquirieron extraños poderes como consecuencia de la radiación que los convertían en su propia y única arma para luchar contra lo que se les venía encima.
MOSCÚ:
Oleg estaba en una cabaña en medio de un lago helado a unos 40 kilómetros de la explosión. La cabaña no era muy resistente y no sabría cuanto tiempo podría permanecer allí sin comida ni alimentos. De pronto escuchó gritos en la parte de fuera de la cabaña, salió pero no vio absolutamente a nadie. De nuevo, escuchó un grito y no vio nada...
Decidió salir de la cabaña para investigar. Una parte de su cerebro le decía que tenía que quedarse dentro pero había gente a la que ayudar y, probablemente, algo a lo que matar. Había perdido las ganas de matar gente, necesitaba salvar a aquella persona que gritaba. Algo en él había cambiado y no sólo físicamente... así que acudió en dirección a los gritos.
PARÍS:
Silvia miraba por la ventana de su urbanización en un barrio de las afueras de París mientras su hermano seguía golpeando la puerta insistentemente. A lo lejos, vio a su pequeño vecino Hank estaba en los brazos de su madre cuando se despertó. Sin embargo, su madre ya no era su madre, se había convertido en un horrible mutante que tenía atrapado el cuerpo del niño. El mutante era un ser asqueroso de mirar, había perdido todo el pelo de su cuerpo, sus extremidades superiores se habían alargado considerablemente y sus piernas se habían convertido en masas ingentes de carne. Silvia aún no podía determinar si eran rápidos o lentos pero, tal y como eran sus piernas, igual podría salir corriendo que arrastrarse por el suelo o nadar por el agua. Su cara ya no tenían ninguna belleza, dos diminutos ojos de color azul se iluminaban en su rostro hinchado, cubierto por una baba asquerosa. Además sus dientes habían cambiado, dos terribles y afilados colmillos sobresalían de su boca. La madre de Hank era así pero quizá otro mutante no sería igual.
Hank forcejeó para salir y consiguió liberarse de su abrazo mortal, escurriendo gracias a la baba que cubría todo el cuerpo de su madre pero se quedó a los pies de ella sin echar a correr. Por alguna razón, su madre aún no le había atacado. Silvia le vio, abrió la ventana y un intenso olor a azufre la sacudió en la cara. Su pelo se erizó como el de una gata y sintió ganas de vomitar pero se contuvo. Abrió la ventana y se dispuso a llamar al pequeño.
BARCELONA:
Jericho se escondió en una de las salas de un viejo pabellón psiquiátrico. Todos pensaban que estaba loco pero en realidad estaba más cuerdo de lo que todos pensaban. Lo que había sucedido es que había sufrido una importante mutación por la que había recibido poderes extrasensoriales. Jerichó estaba muerto de miedo, nunca había sido muy fuerte y acababa de ver como devoraban a medio hospital. En ese momento, los zombies entraron donde estaba él, el miedo le paralizó, cerró fuertemente los ojos y se imaginó lejos muy lejos. En pequeño parque de Madrid en el que una vez había ido de pequeño con sus padres.
MADRID:
Fernando se despertó cerca de la cancha de baloncesto después de la explosión. Se sentía extraño y no veía del todo bien. Tuvo que detenerse un segundo para ver que es lo que estaba pasando. Después de haberse golpeado la cabeza y ver que había una mancha de sangre en el suelo, obviamente suya, se tocó la cabeza pero no notaba ningún dolor.
De repente, a lo lejos, un hombre vestido de blanco apareció en cuclillas. El hombre echó a correr y Fernando intentó ir detrás de él pero un grupo de zombies le cortaron el paso.
LONDRES:
Hugo vio como la casa de la vecina, donde había visto su madre ardía con el dentro y a él no le pasaba nada. Estaba asustado pero cuando salió de la casa, un grupo de mutantes se dirigía hacia él con unos intereses poco amistosos así que Hugo echó a correr más deprisa de lo habitual.
Llegó hasta un lago donde se paró súbitamente aunque no estaba cansado. Era como si ya no pudiese correr más. Era evidente que tenía un poder y que esa mutación no le había afectado con al resto.
Un grupo de diez zombies estaba saliendo del lago directo a él. Intentó correr pero no pudo hacerlo. Tendría que defenderse con lo que pudiera.
ROMA:
Matías salió de su piso dejando atrás a aquel mutante muerto. No sabía que es lo que acababa de suceder pero necesitaba huir de allí lo antes posible. Sin embargo, no tenía ni idea de qué es lo que iba a hacer una vez que saliera de su piso. Antes, necesitaba pensar en un buen plan que le sacara de aquel infierno.
Se asomó a la ventana y vio el mar a lo lejos... Ya había encontrado la solución. Matías trabajaba los fines de semana en el puerto de Roma, tenía acceso a las llaves de numerosos buques. Llegaría hasta allí, robaría un bote y saldría por el mar rumbo a alguna parte...
Bajó las escaleras de su casa hasta el garaje para coger su coche, si es que aún funcionaba... Cuando llegó al garaje le esperaba una sorpresa poco agradable, saliendo de las ventanas de los coches cercanos al suyo, asomaban los tentáculos de varios mutantes, además, cuatro zombies y otra mutación se dirigían hacia él.... Sacó su espada y se colocó en posición de defensa... :
Última edición por Battousai el Dom Oct 10, 2010 2:52 am, editado 30 veces (Razón : Actualización)
Kealah- Cazadora con medias de seda
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Edad : 42
Localización : Como dice Tatsu... Villadolor xDDD
Fecha de inscripción : 11/02/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Fernando vió a los sujetos que se le acercaban y cogió una piedra del suelo. Instintivamente necesitaba salir de alli, una mala sensación recorria su cuerpo. Sujetaba la piedra con fuerza mientras se le seguian acercando aquellos sujetos.
-¡No os acerqueis!, ¿Qué coño quereis de mi?- Grito Fernando mientras que lanzaba la piedra.
La piedra que lanzó Fernando ahora desprendia un leve brillo violeta. Al impactar contra uno de los sujetos la piedra exploto como si de un petardo se tratase tirando al suelo al sujeto. Momento en el que Fernando decidió correr hacia el otro hombre que apareció delante suya.
Quizas supiera lo que había pensado pensó Fernando en sus adentros.
Al pasar cerca de uno de sus atacantes pudo fijarse ahora bien en que no era un humano normal, poseía unos brazos más largos que los de un humano cual quiera. Sus caras o por lo menos lo que antes lo eran ahora son un cuadro pintoresco de formas inimaginables.
Fernando estaba exausto y solo estaban a 10 metros de él, hubiera hecho lo que hubiera hecho lo habia dejado valdado. Sus energias estaban casi agotadas pero tenia que correr si queria sobrevivir.
A lo lejos vió a un hombre con una bata blanca corriendo como un loco, pero tubo que parar debido al cansancio que sentia. Momento que Fernando aprovechó para acortar distancias.
De un callejón de la calle en la que estaba salió una especia de perro, bueno ese pensaba Fernando al verlo de lejos, ahora que lo tenia a menos de 7 metros se pudo fijar que era una mujer o por lo menos antes lo era. Ahora tenia las piernas traseras como las de los perros y con los brazos delanteros daba saltos increibles.
Fernando ahora cun un chute extra de adrenalina concedido por el susto ahora tenia las energias un poco restablecidas. Corria cuanto podia pero aquella extraña criatura estaba ganando terreno.
Debia correr más sino queria morir a manos de aquella criatura. El hombre al que seguia volvió a correr al ver a las criaturas que aparecian por la calle.
---------------
De momento para coger confianza con la historia me vale esto.
-¡No os acerqueis!, ¿Qué coño quereis de mi?- Grito Fernando mientras que lanzaba la piedra.
La piedra que lanzó Fernando ahora desprendia un leve brillo violeta. Al impactar contra uno de los sujetos la piedra exploto como si de un petardo se tratase tirando al suelo al sujeto. Momento en el que Fernando decidió correr hacia el otro hombre que apareció delante suya.
Quizas supiera lo que había pensado pensó Fernando en sus adentros.
Al pasar cerca de uno de sus atacantes pudo fijarse ahora bien en que no era un humano normal, poseía unos brazos más largos que los de un humano cual quiera. Sus caras o por lo menos lo que antes lo eran ahora son un cuadro pintoresco de formas inimaginables.
Fernando estaba exausto y solo estaban a 10 metros de él, hubiera hecho lo que hubiera hecho lo habia dejado valdado. Sus energias estaban casi agotadas pero tenia que correr si queria sobrevivir.
A lo lejos vió a un hombre con una bata blanca corriendo como un loco, pero tubo que parar debido al cansancio que sentia. Momento que Fernando aprovechó para acortar distancias.
De un callejón de la calle en la que estaba salió una especia de perro, bueno ese pensaba Fernando al verlo de lejos, ahora que lo tenia a menos de 7 metros se pudo fijar que era una mujer o por lo menos antes lo era. Ahora tenia las piernas traseras como las de los perros y con los brazos delanteros daba saltos increibles.
Fernando ahora cun un chute extra de adrenalina concedido por el susto ahora tenia las energias un poco restablecidas. Corria cuanto podia pero aquella extraña criatura estaba ganando terreno.
Debia correr más sino queria morir a manos de aquella criatura. El hombre al que seguia volvió a correr al ver a las criaturas que aparecian por la calle.
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De momento para coger confianza con la historia me vale esto.
Toletum- Jefe de Los Barbaros
- Cantidad de envíos : 3528
Edad : 33
Localización : Motorizado con los Barbaros.
Fecha de inscripción : 12/04/2009
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Oleg salio embistiendo la puerta de la cabaña,creyo que le doleria pero no le dolio siquiera un poco,habia oido gritos fuera de la cabaña,cada vez se escuchaban mas cerca.
Usando sus oidos se dirigio corriendo hacia donde provenian los gritos.Fue cuando escucho un gran rugido,se acosto bajo la nieve y se puso a observar.Delante de el habia lo que antes podia llamarse ser humano persiguiendo en cuatro patas a una niña de unos trece años.Al parecer el virus se habia propagado rapidamente.
Finalmente la bestia se abalanzo sobre la niña,justo cuando estaba por despedazar su cuerpo con una de sus grandes garras Oleg salio de su escondite y embistio a la bestia lanzandola varios metros.
-Oye,pero crei que un monstruo como tu daria un poco mas de pelea jajaj-Dijo Oleg esbozando una sonrisa.
La niña se levanto del gelido suelo y abrazo a Oleg,esto le causo un poco de repugnancia.
-Bah sueltame,si no quieres que te mate esa cosa empieza a correr-Le advirtio.
Al mismo instante que la niña se fue corriendo la criatura se volvio a incorporar,ahora como objetivo Oleg.
Luego se dio cuenta que lo que habia hecho fue estupido,no tenia oportunidad contra una bestia de igual tamaño que el.
Luego de unos segundos de mirarse los dos Oleg hecho a correr con la bestia detras de el,ya cuando no podia correr mas se dio cuenta que llevaba su Spas-12.
Dio media vuelta enfundado la escopeta y le dio un disparo certero a la criatura que ahora yacia muerta en la fria nieve.
Oleg la contemplo unos minutos,luego siguio su camino.
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Post 1
Nivel 0
Usando sus oidos se dirigio corriendo hacia donde provenian los gritos.Fue cuando escucho un gran rugido,se acosto bajo la nieve y se puso a observar.Delante de el habia lo que antes podia llamarse ser humano persiguiendo en cuatro patas a una niña de unos trece años.Al parecer el virus se habia propagado rapidamente.
Finalmente la bestia se abalanzo sobre la niña,justo cuando estaba por despedazar su cuerpo con una de sus grandes garras Oleg salio de su escondite y embistio a la bestia lanzandola varios metros.
-Oye,pero crei que un monstruo como tu daria un poco mas de pelea jajaj-Dijo Oleg esbozando una sonrisa.
La niña se levanto del gelido suelo y abrazo a Oleg,esto le causo un poco de repugnancia.
-Bah sueltame,si no quieres que te mate esa cosa empieza a correr-Le advirtio.
Al mismo instante que la niña se fue corriendo la criatura se volvio a incorporar,ahora como objetivo Oleg.
Luego se dio cuenta que lo que habia hecho fue estupido,no tenia oportunidad contra una bestia de igual tamaño que el.
Luego de unos segundos de mirarse los dos Oleg hecho a correr con la bestia detras de el,ya cuando no podia correr mas se dio cuenta que llevaba su Spas-12.
Dio media vuelta enfundado la escopeta y le dio un disparo certero a la criatura que ahora yacia muerta en la fria nieve.
Oleg la contemplo unos minutos,luego siguio su camino.
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DarkHades- Pirómano
- Cantidad de envíos : 9284
Edad : 30
Localización : Refugiándome en la estación de bomberos.
Fecha de inscripción : 11/01/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Post: 1
Nivel: 0
____________________
Jericho tenía los ojos cerrados. Apretaba fuertemente sus dientes y se llevó las manos a la cabeza descomponiendo más la forma de su rojizo cabello. Sin embargo algo había cambiado a su alrededor, aquel sonido de zombies devorando enfermos del hospital y personal de seguridad había desaparecido.
En lugar de eso se escuchaban cantos de pajarillos, que dentro de la cabeza de Jericho sonaban como palabras articuladas que decían “hermosa mañana, el resplandor rojo ha desaparecido”. Lentamente abrió los ojos y se dio cuenta que ya no estaba dentro del hospital psiquiátrico. Aquello era muy similar al parque en Madrid que había visitado de niño.
Le pareció muy extraño que segundos antes tenía la imagen fija de ese lugar, y después ya estaba parado ahí. Por unos instantes no supo qué sucedía, rebuscó en sus bolsillos y el paralizador eléctrico seguía ahí, aquello no podía ser un sueño. Al lado suyo pasó una ardilla, y Jericho escuchó claramente cómo la ardilla decía “pobre infeliz, apareció de la nada y no sabe qué sucede”. Poco después la ardilla se encaminó a la copa de un árbol y podía escuchar sus risas distantes.
Jericho ahora sí creía que se había vuelto loco, durante algunos minutos recorrió el parque, estaba desierto, lo único que escuchaba era las voces de los animales que no hacían nada más que burlarse del aspecto extraño de aquel hombre maduro con gabardina color beige. A lo lejos pudo ver a un perro con visibles signos de maltrato, escurría sangre del costado y caminaba lastimosamente. Jericho corrió hacia él, justo antes de que llegara a donde estaba, el animal se desplomó resoplando, y Jericho escuchó “Ayuda… por favor”.
-¿Qué te sucedió? –dijo Jericho más para sí mismo que para el perro.
-Mi amo me atacó –le respondió el perro, Jericho dio un paso hacia atrás, no estaba seguro si el perro le había respondido, pero eso era algo insólito.
-¿Me lo dices a mí?
-No veo a nadie más alrededor.
Jericho se tiró de espaldas, aquello era lo más extraño que le había sucedido.
-Es que no puedo creer que esté hablando con un perro.
-Ni yo que tú me estés contestando, los humanos suelen ignorar lo que les decimos.
-Es que en realidad no les entendemos, bueno yo sí, o no… no lo sé.
-¿Me vas a ayudar o no?
-Sí.
Jericho tomó al perro en sus brazos y corrió en busca de una veterinaria, en realidad no conocía esa ciudad, tenía más de 30 años que no iba.
-Pierdes tu tiempo –le dijo el perro.
-Si quieres te dejo en el suelo y me voy.
-No, me refiero a que todo está vuelto loco, no encontrarás ningún lugar dónde curarme.
-¿Qué ha sucedido?
-Fue ese destello en el cielo.
-¿El destello rojo?
-No lo sé, recuerda que yo no distingo los colores.
-Da igual, ¿qué ha sucedido?
-Desde que apareció, todos los humanos se comportan de manera extraña… bueno, más extraña que de costumbre.
-Hey, no somos extraños. Son ustedes los que se lamen las pelotas y se huelen los traseros.
-Y ustedes los que no hacen lo que quieren, se la pasan recluidos en sus guaridas y hacen lo mismo todos los días.
-Y me lo dice un animal que sólo come, duerme y defeca…
-Pero a diferente hora, no necesito máquinas que me digan cuándo despertar.
-Tienes razón, pero no me has dicho por qué los humanos se comportan de manera extraña.
-Primero, un grupo de humanos se comían a otros humanos.
-¿Qué?
-Después otros humanos cambiaron de forma, había gordos, grandes, con cuernos, con la piel color verde.
-¿No dijiste que no distinguías los colores?
-Eso gritaban unos humanos, también lo decían otros animales, que era piel verde. De hecho ahí viene uno.
Jericho vio como un mutante se avecinaba hacia él, era un humanoide con brazos exageradamente cortos, gordo y con piernas pequeñas con tres grandes dedos en cada una. Era muy lento, pero su aspecto era horrible.
-¿Qué carajo es eso?
Jericho bajó al perro a un lugar seguro y se dispuso a enfrentar a aquella aberración, sacó su aparato paralizante y corrió hacia aquella criatura. No era muy ducho en batalla, así que ambos cayeron al suelo, Jericho presionó el botón del aparato y se lo pegó en la frente a aquel monstruo.
Todo era silencio, aquel espécimen se convulsionó un par de segundos y quedó inmóvil, de su boca salía un extraño liquido amarillento, grumoso y espeso, los ojos parecía se le saldrían de órbita y estaban bañados por coágulos sanguinolentos.
-¡Lo logré! –gritó Jericho-. No sé si esto sea un sueño o me haya vuelto demente, pero pude con ese imbécil.
-¡Cuidado! –le ladró el perro a todo pulmón.
Para cuando Jericho volteó ya era demasiado tarde, otro mutante lo embistió con una fuerza desmedida, aquel ser tenía las piernas largas y los brazos eran gruesos, llenos de venas y con unas garras como de tigre, el rostro era alargado, parecía tener la quijada descuadrada y caída hasta el ombligo, sus ojos eran fieros y tenía una bola de pelo grisáceo en la cabeza.
Jericho estaba en el suelo, aquel engendro levantó uno de sus poderosos brazos para reventar el cráneo de aquel pelirrojo, pero cuando azotó su puño en el pavimento, Jericho ya no estaba ahí.
A dos metros de donde estaba aquella bestia apareció el pelirrojo con cara de desconcierto, todo a su alrededor era igual, pero él estaba en otro sitio diferente, en fracciones de segundo apareció ahí sin darse cuenta, pero tenía tan alta su adrenalina que no se detuvo a pensar en ello, apretó fuertemente su aparato paralizador y lo blandió frente a él como si se tratara de una espada, sin embargo la primer criatura (el obeso) que lo había atacado, se estaba levantando, el efecto eléctrico no le duró mucho tiempo.
Lo único que Jericho hizo fue salir corriendo de ahí, abandonando al perro a su suerte.
Nivel: 0
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Jericho tenía los ojos cerrados. Apretaba fuertemente sus dientes y se llevó las manos a la cabeza descomponiendo más la forma de su rojizo cabello. Sin embargo algo había cambiado a su alrededor, aquel sonido de zombies devorando enfermos del hospital y personal de seguridad había desaparecido.
En lugar de eso se escuchaban cantos de pajarillos, que dentro de la cabeza de Jericho sonaban como palabras articuladas que decían “hermosa mañana, el resplandor rojo ha desaparecido”. Lentamente abrió los ojos y se dio cuenta que ya no estaba dentro del hospital psiquiátrico. Aquello era muy similar al parque en Madrid que había visitado de niño.
Le pareció muy extraño que segundos antes tenía la imagen fija de ese lugar, y después ya estaba parado ahí. Por unos instantes no supo qué sucedía, rebuscó en sus bolsillos y el paralizador eléctrico seguía ahí, aquello no podía ser un sueño. Al lado suyo pasó una ardilla, y Jericho escuchó claramente cómo la ardilla decía “pobre infeliz, apareció de la nada y no sabe qué sucede”. Poco después la ardilla se encaminó a la copa de un árbol y podía escuchar sus risas distantes.
Jericho ahora sí creía que se había vuelto loco, durante algunos minutos recorrió el parque, estaba desierto, lo único que escuchaba era las voces de los animales que no hacían nada más que burlarse del aspecto extraño de aquel hombre maduro con gabardina color beige. A lo lejos pudo ver a un perro con visibles signos de maltrato, escurría sangre del costado y caminaba lastimosamente. Jericho corrió hacia él, justo antes de que llegara a donde estaba, el animal se desplomó resoplando, y Jericho escuchó “Ayuda… por favor”.
-¿Qué te sucedió? –dijo Jericho más para sí mismo que para el perro.
-Mi amo me atacó –le respondió el perro, Jericho dio un paso hacia atrás, no estaba seguro si el perro le había respondido, pero eso era algo insólito.
-¿Me lo dices a mí?
-No veo a nadie más alrededor.
Jericho se tiró de espaldas, aquello era lo más extraño que le había sucedido.
-Es que no puedo creer que esté hablando con un perro.
-Ni yo que tú me estés contestando, los humanos suelen ignorar lo que les decimos.
-Es que en realidad no les entendemos, bueno yo sí, o no… no lo sé.
-¿Me vas a ayudar o no?
-Sí.
Jericho tomó al perro en sus brazos y corrió en busca de una veterinaria, en realidad no conocía esa ciudad, tenía más de 30 años que no iba.
-Pierdes tu tiempo –le dijo el perro.
-Si quieres te dejo en el suelo y me voy.
-No, me refiero a que todo está vuelto loco, no encontrarás ningún lugar dónde curarme.
-¿Qué ha sucedido?
-Fue ese destello en el cielo.
-¿El destello rojo?
-No lo sé, recuerda que yo no distingo los colores.
-Da igual, ¿qué ha sucedido?
-Desde que apareció, todos los humanos se comportan de manera extraña… bueno, más extraña que de costumbre.
-Hey, no somos extraños. Son ustedes los que se lamen las pelotas y se huelen los traseros.
-Y ustedes los que no hacen lo que quieren, se la pasan recluidos en sus guaridas y hacen lo mismo todos los días.
-Y me lo dice un animal que sólo come, duerme y defeca…
-Pero a diferente hora, no necesito máquinas que me digan cuándo despertar.
-Tienes razón, pero no me has dicho por qué los humanos se comportan de manera extraña.
-Primero, un grupo de humanos se comían a otros humanos.
-¿Qué?
-Después otros humanos cambiaron de forma, había gordos, grandes, con cuernos, con la piel color verde.
-¿No dijiste que no distinguías los colores?
-Eso gritaban unos humanos, también lo decían otros animales, que era piel verde. De hecho ahí viene uno.
Jericho vio como un mutante se avecinaba hacia él, era un humanoide con brazos exageradamente cortos, gordo y con piernas pequeñas con tres grandes dedos en cada una. Era muy lento, pero su aspecto era horrible.
-¿Qué carajo es eso?
Jericho bajó al perro a un lugar seguro y se dispuso a enfrentar a aquella aberración, sacó su aparato paralizante y corrió hacia aquella criatura. No era muy ducho en batalla, así que ambos cayeron al suelo, Jericho presionó el botón del aparato y se lo pegó en la frente a aquel monstruo.
Todo era silencio, aquel espécimen se convulsionó un par de segundos y quedó inmóvil, de su boca salía un extraño liquido amarillento, grumoso y espeso, los ojos parecía se le saldrían de órbita y estaban bañados por coágulos sanguinolentos.
-¡Lo logré! –gritó Jericho-. No sé si esto sea un sueño o me haya vuelto demente, pero pude con ese imbécil.
-¡Cuidado! –le ladró el perro a todo pulmón.
Para cuando Jericho volteó ya era demasiado tarde, otro mutante lo embistió con una fuerza desmedida, aquel ser tenía las piernas largas y los brazos eran gruesos, llenos de venas y con unas garras como de tigre, el rostro era alargado, parecía tener la quijada descuadrada y caída hasta el ombligo, sus ojos eran fieros y tenía una bola de pelo grisáceo en la cabeza.
Jericho estaba en el suelo, aquel engendro levantó uno de sus poderosos brazos para reventar el cráneo de aquel pelirrojo, pero cuando azotó su puño en el pavimento, Jericho ya no estaba ahí.
A dos metros de donde estaba aquella bestia apareció el pelirrojo con cara de desconcierto, todo a su alrededor era igual, pero él estaba en otro sitio diferente, en fracciones de segundo apareció ahí sin darse cuenta, pero tenía tan alta su adrenalina que no se detuvo a pensar en ello, apretó fuertemente su aparato paralizador y lo blandió frente a él como si se tratara de una espada, sin embargo la primer criatura (el obeso) que lo había atacado, se estaba levantando, el efecto eléctrico no le duró mucho tiempo.
Lo único que Jericho hizo fue salir corriendo de ahí, abandonando al perro a su suerte.
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Oleg hiba caminando por una solitaria carretera cubierta de nieve,la nariz le empezaba a sangrar de nuevo pero no le dio mucha importancia,en el camino se habia encontrado varias de esas cosas corriendo en cuatro patas,una de ellas le llamo la atencion ya que tenia un desproporcionado cuello que lo movia como si fuera una serpiente.
A lo lejos oyo el ruido de un gran camion,prestando mas atencion se dio cuenta que venia detras de el.Hasta que alfin lo vio,era un gran camion llevando grandes troncos,Oleg se dio cuenta de que el camion llevaba manchas de sangre en la carroceria delantera.
Sin miedo se paro enfrente de este,el conductor freno rapidamente,pasados unos segundos un rechoncho hombre de unos 23 años bajo del gran camion portando una Spas-12 como la que tenia el,Oleg supuso que esa escopeta era muy conocida en Rusia.
-Oye imbecil!Mueve el puto trasero o te lo vuelo!-Amenazo el rechoncho camarada.
-Oye oye tranquilo camarada jajaj,porque tanta prisa?
-Por si no te has dado cuenta todo se ha ido a la mierda,hay monstruos por todas partes,en el camino me cargue unos tres jajaja!
Se quedaron viendo unos segundos,hasta que finalmente el hombre pregunto...
-Porque estas vestido asi?Y porque llevas esa mascara antigas?
-Porque tenia la mision de matar gente inocente en el aeropuerto,pero todo el mundo se convirtio en monstruos de repente-Explico Oleg esbozando una gran sonrisa.
-Jajaja genial!Yo tambien odio a los aeropuertos siemprr...-El hombre no pudo terminar su frase porque algo enorme cayo justo delante de ellos dos.
-Ahhh!Pero que mierda es eso?-Grito el hombre.
Delante de ellos habia un enorme monstruo,dos cabezas mas grande que Oleg con dos enormes alas.El muchacho empezo a disparar hacia el casi no haciendole daño alguno,Oleg aprovecho que el monstruo le dio la espalda y se le subio encima golpeandole la cabeza con su codo derecho.La criatura emprendio vuelo con Oleg encima.
-Jajajaja!Buen viaje!-Pronuncio el muchacho rechoncho.
-Jajajaj!Deja de reirte,mira lo que le hago.
Oleg dirigio el vuelo de la criatura mutante hacia los enormes troncos de el gran camion,se escucho un gran golpe.Oleg habia destrozado a la criatura contra los troncos.
-Jajajaja!Debiste verle la cara al puto monstruo cuando venia en picada!-Grito el muchacho.
-Jajajaj!Estuvo divertido!-Decia Oleg mientras bajaba de un salto del camion.
-Soy Anatoly-Dijo el muchacho.
-Soy Oleg,Oleg Demonio mucho gusto-Devolvio el saludo Oleg con una sonrisa de oreja a oreja.
-Oleg Demonio hee!Oye que te parece si vamos juntos?A la mierda el puto trabajo!
-Suena genial!Oye tienes municion de sobra?Es que me quede sin municion-Explico Oleg mientras mostraba su Spas-12.
-Si si si,no te preocupes,vamos sube al camion.
Ambos subieron al camion con el cadaver de la criatura aun en la parte de atras del camion.Escuchaban y cantaban Du Hast de Rammstein a todo volumen mientras Oleg miraba el mapa,ahora no tenia preocupaciones.
Pero lo mejor de todo era que no estaba solo y que ademas se sentia mas fuerte con cada minuto que pasaba.
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Espero que les haya gustado.
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A lo lejos oyo el ruido de un gran camion,prestando mas atencion se dio cuenta que venia detras de el.Hasta que alfin lo vio,era un gran camion llevando grandes troncos,Oleg se dio cuenta de que el camion llevaba manchas de sangre en la carroceria delantera.
Sin miedo se paro enfrente de este,el conductor freno rapidamente,pasados unos segundos un rechoncho hombre de unos 23 años bajo del gran camion portando una Spas-12 como la que tenia el,Oleg supuso que esa escopeta era muy conocida en Rusia.
-Oye imbecil!Mueve el puto trasero o te lo vuelo!-Amenazo el rechoncho camarada.
-Oye oye tranquilo camarada jajaj,porque tanta prisa?
-Por si no te has dado cuenta todo se ha ido a la mierda,hay monstruos por todas partes,en el camino me cargue unos tres jajaja!
Se quedaron viendo unos segundos,hasta que finalmente el hombre pregunto...
-Porque estas vestido asi?Y porque llevas esa mascara antigas?
-Porque tenia la mision de matar gente inocente en el aeropuerto,pero todo el mundo se convirtio en monstruos de repente-Explico Oleg esbozando una gran sonrisa.
-Jajaja genial!Yo tambien odio a los aeropuertos siemprr...-El hombre no pudo terminar su frase porque algo enorme cayo justo delante de ellos dos.
-Ahhh!Pero que mierda es eso?-Grito el hombre.
Delante de ellos habia un enorme monstruo,dos cabezas mas grande que Oleg con dos enormes alas.El muchacho empezo a disparar hacia el casi no haciendole daño alguno,Oleg aprovecho que el monstruo le dio la espalda y se le subio encima golpeandole la cabeza con su codo derecho.La criatura emprendio vuelo con Oleg encima.
-Jajajaja!Buen viaje!-Pronuncio el muchacho rechoncho.
-Jajajaj!Deja de reirte,mira lo que le hago.
Oleg dirigio el vuelo de la criatura mutante hacia los enormes troncos de el gran camion,se escucho un gran golpe.Oleg habia destrozado a la criatura contra los troncos.
-Jajajaja!Debiste verle la cara al puto monstruo cuando venia en picada!-Grito el muchacho.
-Jajajaj!Estuvo divertido!-Decia Oleg mientras bajaba de un salto del camion.
-Soy Anatoly-Dijo el muchacho.
-Soy Oleg,Oleg Demonio mucho gusto-Devolvio el saludo Oleg con una sonrisa de oreja a oreja.
-Oleg Demonio hee!Oye que te parece si vamos juntos?A la mierda el puto trabajo!
-Suena genial!Oye tienes municion de sobra?Es que me quede sin municion-Explico Oleg mientras mostraba su Spas-12.
-Si si si,no te preocupes,vamos sube al camion.
Ambos subieron al camion con el cadaver de la criatura aun en la parte de atras del camion.Escuchaban y cantaban Du Hast de Rammstein a todo volumen mientras Oleg miraba el mapa,ahora no tenia preocupaciones.
Pero lo mejor de todo era que no estaba solo y que ademas se sentia mas fuerte con cada minuto que pasaba.
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DarkHades- Pirómano
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Localización : Refugiándome en la estación de bomberos.
Fecha de inscripción : 11/01/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
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Hank no podía entender lo que le estaba ocurriendo a su madre, pensó rápidamente que sería por la nube roja, tenía miedo… no sabía lo que podía hacerle esa cosa. En ese momento Hank se dio cuenta de que ese monstruo parecía todavía recordar algo de él. Hank no podía entender como esto había pasado, miles de pensamientos le vinieron a la cabeza en pocos momentos.
Entonces escucho a Silvia, una vecina suya:
-Silvia: Sal de ahí pequeño corre!! Esa no es tu madre ya!! Corre!!
-Hank: Si lo es.. Yo la quiero (con lagrimas en los ojos)
En ese momento el mutante parecía cambiar de idea y le propino un empujón tirándolo hacia atrás, Silvia se esperaba lo peor, pero para su asombro el mutante se fue corriendo tras esto.
Hank estaba muy desorientado, no entendía nada y esto le hacía sentirse mal consigo mismo… rápidamente salió corriendo hacia su casa, tenía que ver como estaba su padre, Silvia intento de pararlo.
-Silvia: no te muevas es peligroso! Ahora bajo!
Hizo caso omiso y salió corriendo hasta su casa. De camino se encontró con un humano, pero parecía malo, tenía una mirada diabólica y hecho a correr hacia Hank. En ese momento paso por la cabeza de Hank mucha información sobre el zombi, como si de una base de datos se tratara, se sentía mas despejado y de repente encontró una forma de poder escabullirse de él, pensó que debajo de un coche pequeño el podría entrar, pero el cuerpo adulto del zombi no.
Rápidamente vio a su izquierda un coche no muy alto y se metió debajo del, el zombi pego un fuerte cabezazo contra el coche y cayo aturdido al suelo. Hank no se dispuso a ver si se había hecho daño o no y corrió todo lo que pudo hasta su casa, allí cogió las llaves que había debajo de la alfombrilla de la entrada. Abrió la puerta tan rápido como pudo y empezó a gritar el nombre de su padre, pero este no salía, entonces dio su padre un salto hacia él y dijo:
-Padre de Hank: Aja!! Con que aquí estas no maldito zombi!! Prepárate a morir!!
-Hank: Papa estas bien? Soy yo tu hijo, Hank? Papi?
Con el bate de beisbol que tenía en la mano le propino un golpe en la barriga, dejándolo tirado en el suelo, después lo cogió y lo encerró en un cuarto del garaje que hacía años que no se limpiaba, Hank se había dado cuenta que su padre se había vuelto totalmente loco, le dolía mucho la barriga a causa del golpe y no podía levantarse si quiera.
Paso un rato pensando en todos los momentos felices que habían vivido juntos su padre su madre y el… cuando paso una hora y media se intento de levantar, le costaba mucho pero se puso en pie, no sabía que es lo que estaría afuera haciendo su padre. Entonces miro debajo suya, estaba la piruleta que le había regalado su madre, tirada y rota, además las hormigas se la estaban comiendo.
-Hank: ey! Dejad mi piruleta! Me la regalo mama!
Para asombro de Hank antes de espantar a las hormigas ellas mismas se fueron hacia atrás de la piruleta unos paso y se quedaron como mirando fijamente a Hank. Hank no comprendía por que le hicieron caso y les dijo:
-Hank: Hola? Me entendéis?
Las hormigas no hicieron nada y siguieron mirándole.
-Hank: Haber.. buuu!!
Pego un grito haber si se asustaban, pero nada estaban inmóviles mirándole, probo a tocarlas con el dedo y tampoco se movían.
-Hank: Haber! Jóvenes soldados míos, necesito que me abráis la puerta entre todas y me traigáis comida! Tengo hambre!
Hank no se lo podía creer, lo dijo para reírse un poco de su propio pensamiento de que las hormigas pudieran escucharle, y de repente en vez salieron muchas más hormigas y se pusieron todas a pasar por debajo de la puerta, pasado unos segundos se escucho un click en la puerta, probo haber si se habría y para su sorpresa se abrió, busco a las hormigas y se dirigían en gran masa hacia el interior de la casa, asombrado se cayó al suelo de espaldas, no se lo podía creer.
Para su asombro en diez minutos le trajeron por el suelo moviéndolo entre todas las hormigas un paquete de galletas, Hank impresionado las cogió y se las empezó a comer, cuando acabo dijo:
-Hank: Vale, pues entonces podríais controlar a mi padre?
No se movían, parecía que no entendían la orden o que dejaron de escucharle, por momentos pensó que estaría alucinando. Al rato volvió su padre;
-Padre de Hank: Vaya! Con que intentabas de fugarte no maldito zombi!
Para su asombro la cara la cara de su padre se le había deformado mucho y no parecía ya verdaderamente su padre.
-Padre de Hank: Bueno pues prepárate a morir! Jajaja
Tenía un machete en sus manos, y se dirigía hacia él, Hank veía llegar su joven y triste final a manos de su propio padre.
Nivel:0
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Hank no podía entender lo que le estaba ocurriendo a su madre, pensó rápidamente que sería por la nube roja, tenía miedo… no sabía lo que podía hacerle esa cosa. En ese momento Hank se dio cuenta de que ese monstruo parecía todavía recordar algo de él. Hank no podía entender como esto había pasado, miles de pensamientos le vinieron a la cabeza en pocos momentos.
Entonces escucho a Silvia, una vecina suya:
-Silvia: Sal de ahí pequeño corre!! Esa no es tu madre ya!! Corre!!
-Hank: Si lo es.. Yo la quiero (con lagrimas en los ojos)
En ese momento el mutante parecía cambiar de idea y le propino un empujón tirándolo hacia atrás, Silvia se esperaba lo peor, pero para su asombro el mutante se fue corriendo tras esto.
Hank estaba muy desorientado, no entendía nada y esto le hacía sentirse mal consigo mismo… rápidamente salió corriendo hacia su casa, tenía que ver como estaba su padre, Silvia intento de pararlo.
-Silvia: no te muevas es peligroso! Ahora bajo!
Hizo caso omiso y salió corriendo hasta su casa. De camino se encontró con un humano, pero parecía malo, tenía una mirada diabólica y hecho a correr hacia Hank. En ese momento paso por la cabeza de Hank mucha información sobre el zombi, como si de una base de datos se tratara, se sentía mas despejado y de repente encontró una forma de poder escabullirse de él, pensó que debajo de un coche pequeño el podría entrar, pero el cuerpo adulto del zombi no.
Rápidamente vio a su izquierda un coche no muy alto y se metió debajo del, el zombi pego un fuerte cabezazo contra el coche y cayo aturdido al suelo. Hank no se dispuso a ver si se había hecho daño o no y corrió todo lo que pudo hasta su casa, allí cogió las llaves que había debajo de la alfombrilla de la entrada. Abrió la puerta tan rápido como pudo y empezó a gritar el nombre de su padre, pero este no salía, entonces dio su padre un salto hacia él y dijo:
-Padre de Hank: Aja!! Con que aquí estas no maldito zombi!! Prepárate a morir!!
-Hank: Papa estas bien? Soy yo tu hijo, Hank? Papi?
Con el bate de beisbol que tenía en la mano le propino un golpe en la barriga, dejándolo tirado en el suelo, después lo cogió y lo encerró en un cuarto del garaje que hacía años que no se limpiaba, Hank se había dado cuenta que su padre se había vuelto totalmente loco, le dolía mucho la barriga a causa del golpe y no podía levantarse si quiera.
Paso un rato pensando en todos los momentos felices que habían vivido juntos su padre su madre y el… cuando paso una hora y media se intento de levantar, le costaba mucho pero se puso en pie, no sabía que es lo que estaría afuera haciendo su padre. Entonces miro debajo suya, estaba la piruleta que le había regalado su madre, tirada y rota, además las hormigas se la estaban comiendo.
-Hank: ey! Dejad mi piruleta! Me la regalo mama!
Para asombro de Hank antes de espantar a las hormigas ellas mismas se fueron hacia atrás de la piruleta unos paso y se quedaron como mirando fijamente a Hank. Hank no comprendía por que le hicieron caso y les dijo:
-Hank: Hola? Me entendéis?
Las hormigas no hicieron nada y siguieron mirándole.
-Hank: Haber.. buuu!!
Pego un grito haber si se asustaban, pero nada estaban inmóviles mirándole, probo a tocarlas con el dedo y tampoco se movían.
-Hank: Haber! Jóvenes soldados míos, necesito que me abráis la puerta entre todas y me traigáis comida! Tengo hambre!
Hank no se lo podía creer, lo dijo para reírse un poco de su propio pensamiento de que las hormigas pudieran escucharle, y de repente en vez salieron muchas más hormigas y se pusieron todas a pasar por debajo de la puerta, pasado unos segundos se escucho un click en la puerta, probo haber si se habría y para su sorpresa se abrió, busco a las hormigas y se dirigían en gran masa hacia el interior de la casa, asombrado se cayó al suelo de espaldas, no se lo podía creer.
Para su asombro en diez minutos le trajeron por el suelo moviéndolo entre todas las hormigas un paquete de galletas, Hank impresionado las cogió y se las empezó a comer, cuando acabo dijo:
-Hank: Vale, pues entonces podríais controlar a mi padre?
No se movían, parecía que no entendían la orden o que dejaron de escucharle, por momentos pensó que estaría alucinando. Al rato volvió su padre;
-Padre de Hank: Vaya! Con que intentabas de fugarte no maldito zombi!
Para su asombro la cara la cara de su padre se le había deformado mucho y no parecía ya verdaderamente su padre.
-Padre de Hank: Bueno pues prepárate a morir! Jajaja
Tenía un machete en sus manos, y se dirigía hacia él, Hank veía llegar su joven y triste final a manos de su propio padre.
Manutrueno- Reencarnacion de Chuck Norris
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Localización : Malagaa!!
Fecha de inscripción : 10/10/2009
Re: Tu muerdes, yo vuelo
POST: 1
NIVEL: 0
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Silvia estaba en la planta superior de su casa, en la habitación de su hermano y con el bate de beisball en la mano. Su hermano llevaba un buen rato golpeando la puerta y Silvia empezaba a ponerse nerviosa. Entonces vio a su pequeño vecino Hank, escapando de los brazos de su madre. Al pinricipio, Hank no reaccionaba así que Silvia tuvo que gritarle:
- Sal de ahí pequeño corre!! Esa no es tu madre ya!! Corre!!
- Si lo es.. Yo la quiero (con lagrimas en los ojos)
En ese momento, ese mutante empujó a Hank y lo tiró al suelo, después salió corriendo. Silvia lo vio todo y le gritó que no se moviese que ya bajaba pero Hank no le hizo caso y corrió hacia su casa. Silvia temía por ella y por aquel pequeño. Tenía que bajar a la calle pero su hermano estaba en la puerta y la ventana de la habitación estaba demasiado alta. Se tendría que enfrentar a su hermano.
Abrió la puerta de la habitación y vio a su hermano. Quieto, impertérrito y con una extraña mueca en la cara.
- Fran, lárgate - gritaba Silvia con el bate en la mano - No quiero repetírtelo- Su hermano no se movía, simplemente la observaba, probablemente esperando para atacarla - Si te acercas te golpearé y no quiero hacerlo. Fran, muévete y déjame salir. Tengo que ayudar a Hank, el vecino.
Silvia sabía que su hermano se había convertido en uno de esos mutantes, igual que la madre de Hank. Sin embargo, su hermano era diferente. Tenía la piel más pálida, sus ojos eran rojos y su cuerpo estaba cubierto de venas de color morado oscuro. Su cara y su cuerpo eran igual que siempre pero Fran ya no era el mismo.
Se avalanzó sobre Silvia que le atacó golpeándolo con su bate en la cabeza y esquivando su ataque fácilmente. El golpe no había sido suficiente porque Fran volvió a atacarla. Esta vez, Silvia saltó. Saltó por encima de la cabeza de su hermano. Estaba desorientada y no sabía que la ocurría pero algo en ella había cambiado. El segundo golpe fue mortal. Su hermano yacía a sus pies bajo un charco de sangre.
Silvia empezó a temblar, soltó el bate de bésibol y se sentó en el suelo contra la pared. De repente, empezó a sentir un dolor terrible en las manos. Algo empezaba a ocurrirla en sus manos, algo duro y metálico empezaba a asomarse donde antes estaban sus uñas. Sintió un intenso dolor y, en ese momento, se desmayó.
Mucho rato después se despertó en el suelo de su habitación. Miró a su alrededor. Allí seguía muerto su hermano. Se acordó del pequeño Hank que había salido corriendo hacia su casa. Silvia salió en su busca. De camino se topó con un zombie pero lo pudo esquivar fácilmente. Más tarde se ocuparía de él si fuese necesario. En ese momento necesitaba rescatar a Hank. No sabía si le habría pasado algo.
Silvia llegó a la casa de Hank. Entró por una de las ventanas de la planta baja. El interior de la casa que tantas veces había visitado cuando era más pequeña durante las cenas semanales que los padres de Hank y los de ella organizaban, fruto de una amistad de hacía años, cuando vivían en España, antes de ser profesores en Francia, no era el mismo.
Todo estaba revuelto, los sofás tirados por el suelo, las mesas volcadas, la vajilla tirada y la pequeña puerta al fondo del pasillo abierta. Silvia pudo escuchar voces que provenían de allí.
- Vaya! Con que intentabas de fugarte no maldito zombi!
- Bueno pues prepárate a morir! Jajaja
El padre de Hank intentaba matar a su propio hijo. Silvia bajó las escaleras corriendo. Llegó justo a tiempo. Antes de que el padre de Hank le clavase un machete, Silvia le golpeó con el bate en la cabeza. No fue suficiente para tumbarle pero sí lo fue para que Silvia pudiera llegar hasta donde estaba Hank, que estaba al borde del llanto.
- Pequeño, soy yo, Silvia. Ponte detrás de mí. Y no te muevas - dijo ella mientras sostenía su bate esperando el siguiente ataque del mutante.
- Vale, Silvia - dijo Hank que empezaba a tranquilizarse al verse con alguien más.
Hank se puso detrás de Silvia y el padre de Hank la golpeó. Ella soltó el bate y abrazó al pequeño. Estaba todo perdido, pensó Silvia. Empuñando el machete, el padre de Hank se avalanzó sobre Silvia, ella cerró los ojos. Un segundo después abrió los ojos. El cuchillo estaba a escasos centímetros de su cara pero algo impedía al padre de Hank asestar el golpe de gracia.
- Bruja, eres una bruja - gritó él a la vez que salía corriendo de la habitación.
Silvia recogió su bate de béisbol, dio la mano a Hank y juntos entraron al interior de la casa. Justo a tiempo para ver al padre de Hank salir a la calle. Ese ser ya no era el padre de Hank. Al igual que los demás, se había convertido en un mutante. Silvia cerró las puertas y ventanas mientras buscaba una solución.
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Silvia estaba en la planta superior de su casa, en la habitación de su hermano y con el bate de beisball en la mano. Su hermano llevaba un buen rato golpeando la puerta y Silvia empezaba a ponerse nerviosa. Entonces vio a su pequeño vecino Hank, escapando de los brazos de su madre. Al pinricipio, Hank no reaccionaba así que Silvia tuvo que gritarle:
- Sal de ahí pequeño corre!! Esa no es tu madre ya!! Corre!!
- Si lo es.. Yo la quiero (con lagrimas en los ojos)
En ese momento, ese mutante empujó a Hank y lo tiró al suelo, después salió corriendo. Silvia lo vio todo y le gritó que no se moviese que ya bajaba pero Hank no le hizo caso y corrió hacia su casa. Silvia temía por ella y por aquel pequeño. Tenía que bajar a la calle pero su hermano estaba en la puerta y la ventana de la habitación estaba demasiado alta. Se tendría que enfrentar a su hermano.
Abrió la puerta de la habitación y vio a su hermano. Quieto, impertérrito y con una extraña mueca en la cara.
- Fran, lárgate - gritaba Silvia con el bate en la mano - No quiero repetírtelo- Su hermano no se movía, simplemente la observaba, probablemente esperando para atacarla - Si te acercas te golpearé y no quiero hacerlo. Fran, muévete y déjame salir. Tengo que ayudar a Hank, el vecino.
Silvia sabía que su hermano se había convertido en uno de esos mutantes, igual que la madre de Hank. Sin embargo, su hermano era diferente. Tenía la piel más pálida, sus ojos eran rojos y su cuerpo estaba cubierto de venas de color morado oscuro. Su cara y su cuerpo eran igual que siempre pero Fran ya no era el mismo.
Se avalanzó sobre Silvia que le atacó golpeándolo con su bate en la cabeza y esquivando su ataque fácilmente. El golpe no había sido suficiente porque Fran volvió a atacarla. Esta vez, Silvia saltó. Saltó por encima de la cabeza de su hermano. Estaba desorientada y no sabía que la ocurría pero algo en ella había cambiado. El segundo golpe fue mortal. Su hermano yacía a sus pies bajo un charco de sangre.
Silvia empezó a temblar, soltó el bate de bésibol y se sentó en el suelo contra la pared. De repente, empezó a sentir un dolor terrible en las manos. Algo empezaba a ocurrirla en sus manos, algo duro y metálico empezaba a asomarse donde antes estaban sus uñas. Sintió un intenso dolor y, en ese momento, se desmayó.
Mucho rato después se despertó en el suelo de su habitación. Miró a su alrededor. Allí seguía muerto su hermano. Se acordó del pequeño Hank que había salido corriendo hacia su casa. Silvia salió en su busca. De camino se topó con un zombie pero lo pudo esquivar fácilmente. Más tarde se ocuparía de él si fuese necesario. En ese momento necesitaba rescatar a Hank. No sabía si le habría pasado algo.
Silvia llegó a la casa de Hank. Entró por una de las ventanas de la planta baja. El interior de la casa que tantas veces había visitado cuando era más pequeña durante las cenas semanales que los padres de Hank y los de ella organizaban, fruto de una amistad de hacía años, cuando vivían en España, antes de ser profesores en Francia, no era el mismo.
Todo estaba revuelto, los sofás tirados por el suelo, las mesas volcadas, la vajilla tirada y la pequeña puerta al fondo del pasillo abierta. Silvia pudo escuchar voces que provenían de allí.
- Vaya! Con que intentabas de fugarte no maldito zombi!
- Bueno pues prepárate a morir! Jajaja
El padre de Hank intentaba matar a su propio hijo. Silvia bajó las escaleras corriendo. Llegó justo a tiempo. Antes de que el padre de Hank le clavase un machete, Silvia le golpeó con el bate en la cabeza. No fue suficiente para tumbarle pero sí lo fue para que Silvia pudiera llegar hasta donde estaba Hank, que estaba al borde del llanto.
- Pequeño, soy yo, Silvia. Ponte detrás de mí. Y no te muevas - dijo ella mientras sostenía su bate esperando el siguiente ataque del mutante.
- Vale, Silvia - dijo Hank que empezaba a tranquilizarse al verse con alguien más.
Hank se puso detrás de Silvia y el padre de Hank la golpeó. Ella soltó el bate y abrazó al pequeño. Estaba todo perdido, pensó Silvia. Empuñando el machete, el padre de Hank se avalanzó sobre Silvia, ella cerró los ojos. Un segundo después abrió los ojos. El cuchillo estaba a escasos centímetros de su cara pero algo impedía al padre de Hank asestar el golpe de gracia.
- Bruja, eres una bruja - gritó él a la vez que salía corriendo de la habitación.
Silvia recogió su bate de béisbol, dio la mano a Hank y juntos entraron al interior de la casa. Justo a tiempo para ver al padre de Hank salir a la calle. Ese ser ya no era el padre de Hank. Al igual que los demás, se había convertido en un mutante. Silvia cerró las puertas y ventanas mientras buscaba una solución.
Kealah- Cazadora con medias de seda
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
- No… ¡No se acerquen! - tartamudeó Hugo mientras se arrastraba hacia atrás, intentado alejarse de esas aberraciones.
Aquellas criaturas parecían no oírle, solo gemían e iban hacia él. Deseosos de catarle.
Hugo se dio cuenta de que aquellas cosas ya no eran personas, y que sería inútil razonar con ellos, así que se levantó como pudo y se internó en el bosque que se encontraba próximo al lago.
Pronto se dio cuenta de que aquello no había sido una buena idea. Había demasiados árboles y alguien podría caminar entre ellos sin que él se diese cuenta. Para colmo, una espesa niebla comenzaba a cubrir el lugar, tendría que darse prisa.
Llevaba diez minutos recorriendo el bosque cuando oyó el silbido de una serpiente. Hugo se quedó inmóvil. De detrás de un árbol apareció una criatura que no debía existir, a Hugo le recordaba a cierto animal mitológico del cual ahora no recordaba su nombre. La cabeza era la de una mujer con el rostro consumido, sus ojos eran dos finas rendijas amarillas y su nariz había sido sustituida por dos minúsculos orificios. Lo más horrible era su cuerpo. Una mezcla de anaconda y cocodrilo pero con dos brazos a cada lado acabados en garras, debía medir alrededor de diez metros.
Hugo y aquella bestia estuvieron inmóviles durante un par de minutos. La bestia silbaba y movía la cabeza, Hugo sollozaba. Entonces volvió a oír la voz de su madre, “CORRE, AHORA”
Hugo obedeció y se puso a correr en dirección contraria, pero le dio tiempo a ver como la bestia le perseguía velozmente.
Debía estar muy atento al camino, pues en ocasiones debía saltar troncos o recuperar el equilibrio cuando resbalaba, casi podía sentir el aliento de la criatura en su nuca.
Ayúdame, por favor mamá, ayúdame, pensó cuando vio una garra de un color verde esmeralda aparecer a su izquierda.
Hugo perdió el equilibrio y acabó rodando por una pendiente hasta que un troco frenó su caída.
La cabeza le dolía como nunca, pero estaba más preocupado por la bestia que ahora le había alcanzado y se agazapaba esperando el momento de abalanzarse sobre su presa.
Hugo buscó a su alrededor algo con lo que defenderse, entonces vio que a unos pocos metros había una cabaña y un hacha clavada en un árbol cortado.
La bestia se lanzó contra él, pero Hugo rodó por el suelo y logró esquivar la embestida. Se incorporó y corrió hacia el hacha, cuando logró cogerla la bestia preparaba su próxima acometida.
Hugo agarraba fuertemente el hacha, pero le temblaba tanto el cuerpo que temía que se le escurriese de las manos. La bestia hizo un rápido movimiento y con su cola lanzó a Hugo por los aires y acabó en el techo de la cabaña.
Deseó vomitar, pero decidió que aquel no era el momento. Se incorporó ayudándose con el hacha y vio como la bestia había conseguido erguirse sobre su propio cuerpo y ahora estaba a varios metros por encima de él.
La criatura chilló, furiosa y deseosa de acabar con Hugo.
Estoy muerto, estoy muerto, pensaba Hugo una y otra vez.
Lo que sucedió a continuación pasó en muy pocos segundos, pero a Hugo le pareció una eternidad.
La bestia volvió a abalanzarse, Hugo levantó el hacha hacia sus fauces y de repente el hacha estalló en llamas, quedando clavada en la boca del monstruo, el cual retrocedió mientras su rostro ardía.
Hugo no podía creer lo que acababa de pasar, pero solo pudo dar gracias cuando el monstruo huyó del bosque temiendo por su vida.
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Aquellas criaturas parecían no oírle, solo gemían e iban hacia él. Deseosos de catarle.
Hugo se dio cuenta de que aquellas cosas ya no eran personas, y que sería inútil razonar con ellos, así que se levantó como pudo y se internó en el bosque que se encontraba próximo al lago.
Pronto se dio cuenta de que aquello no había sido una buena idea. Había demasiados árboles y alguien podría caminar entre ellos sin que él se diese cuenta. Para colmo, una espesa niebla comenzaba a cubrir el lugar, tendría que darse prisa.
Llevaba diez minutos recorriendo el bosque cuando oyó el silbido de una serpiente. Hugo se quedó inmóvil. De detrás de un árbol apareció una criatura que no debía existir, a Hugo le recordaba a cierto animal mitológico del cual ahora no recordaba su nombre. La cabeza era la de una mujer con el rostro consumido, sus ojos eran dos finas rendijas amarillas y su nariz había sido sustituida por dos minúsculos orificios. Lo más horrible era su cuerpo. Una mezcla de anaconda y cocodrilo pero con dos brazos a cada lado acabados en garras, debía medir alrededor de diez metros.
Hugo y aquella bestia estuvieron inmóviles durante un par de minutos. La bestia silbaba y movía la cabeza, Hugo sollozaba. Entonces volvió a oír la voz de su madre, “CORRE, AHORA”
Hugo obedeció y se puso a correr en dirección contraria, pero le dio tiempo a ver como la bestia le perseguía velozmente.
Debía estar muy atento al camino, pues en ocasiones debía saltar troncos o recuperar el equilibrio cuando resbalaba, casi podía sentir el aliento de la criatura en su nuca.
Ayúdame, por favor mamá, ayúdame, pensó cuando vio una garra de un color verde esmeralda aparecer a su izquierda.
Hugo perdió el equilibrio y acabó rodando por una pendiente hasta que un troco frenó su caída.
La cabeza le dolía como nunca, pero estaba más preocupado por la bestia que ahora le había alcanzado y se agazapaba esperando el momento de abalanzarse sobre su presa.
Hugo buscó a su alrededor algo con lo que defenderse, entonces vio que a unos pocos metros había una cabaña y un hacha clavada en un árbol cortado.
La bestia se lanzó contra él, pero Hugo rodó por el suelo y logró esquivar la embestida. Se incorporó y corrió hacia el hacha, cuando logró cogerla la bestia preparaba su próxima acometida.
Hugo agarraba fuertemente el hacha, pero le temblaba tanto el cuerpo que temía que se le escurriese de las manos. La bestia hizo un rápido movimiento y con su cola lanzó a Hugo por los aires y acabó en el techo de la cabaña.
Deseó vomitar, pero decidió que aquel no era el momento. Se incorporó ayudándose con el hacha y vio como la bestia había conseguido erguirse sobre su propio cuerpo y ahora estaba a varios metros por encima de él.
La criatura chilló, furiosa y deseosa de acabar con Hugo.
Estoy muerto, estoy muerto, pensaba Hugo una y otra vez.
Lo que sucedió a continuación pasó en muy pocos segundos, pero a Hugo le pareció una eternidad.
La bestia volvió a abalanzarse, Hugo levantó el hacha hacia sus fauces y de repente el hacha estalló en llamas, quedando clavada en la boca del monstruo, el cual retrocedió mientras su rostro ardía.
Hugo no podía creer lo que acababa de pasar, pero solo pudo dar gracias cuando el monstruo huyó del bosque temiendo por su vida.
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Invitado- Invitado
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Oleg y su gran camarada Anatoly seguian en la carretera atropellando cualquier fenomeno que veian.Habian recorrido unos cinco kilometros y no habian visto rastro alguno de seres humanos,solo monstruos.
-Oye mira!Una estacion de servicio!-Decia Oleg mientras señalaba la estacion.
-Oye vamos a detenernos aqui,tengo hambre-Respondio Anatoly.
-Tengo ganas de comer unas hamburguesas.
-Jajaja ahora vemos que encontramos.
Ambos bajaron del gran camion,aun seguia el cadaver de la criatura en la parte posterior encima de los grandes troncos.
-Oye,que tal si cargas gasolina?Yo traere algo de comer-Propuso Oleg.
-Bien,ve rapido que me muero de hambre.
Oleg entro dando una patada a la puerta de la estacion de servicio,al parecer no habia nadie,pero se dio cuenta de que habia una gran mancha de sangre en el piso de la cocina.
No le dio importancia y encendio la gran cocina para cocer hamburguesas mientras las colocaba una a una en la cocina.
A traves de la cocina pudo ver a Anatoly cargando gasolina,en su mano izquierda llevaba su Spas.De repente sintio un frio respiro en su nuca,hasta que algo le sujeto del cuello y lo dio vuelta hacia donde estaba la criatura.
Una mole igual de grande que el pero con grandes brazos y con una cara al parecer cubierta por una mascara de huesos protectora.
Oleg le dio una patada antes de que esa bestia le rompiera el cuello,la bestia retrocedio unos pasos soltando a Oleg emitiendo un chillido.
-Jajajaj,conque atacandome por la espalda he?-Decia Oleg mientras enfundaba su Spas.
La bestia le dio un golpe y Oleg cayo unos metros,encima de una mesa de madera que habia en el comedor.Oleg se levanto furioso y le propino un gran golpe a la bestia con la culata de su arma seguido de tres disparos en el pecho.Pero la bestia aun seguia viva.
-Mierda!Eres mas duro de lo que creia.
-Oye ya cargue la gasolina,y la comida?Ahhh carajo!
-Ayudame con esto,es muy fuerte.
Anatoly junto una gran hacha y se dirigio corriendo hacia la criatura golpeando su cabeza con el hacha.Habia un inconveniente,el hacha habia quedado atascada en su cabeza y la criatura seguia viva.
La bestia empujo a Anatoly hacia el otro extremo del comedor y sujeto a Oleg que lo lanzo por una ventana hacia afuera,la bestia rompio la pared y se dirigio corriendo hacia Oleg.
-Ya me canse-Pronuncio Oleg.
Rapidamente Oleg dio media vuelta y le lanzo tal puñetazo en la cara a la bestia que esta cayo dando media vuelta.
-Crees que puedes joderme hijo de puta!?He!?-Gritaba Oleg mientras se paraba encima de su pecho y sacaba el hacha de su cabeza.
-A ver si eres tan rudo despues de esto!
Mientras la criatura se reincorporo Oleg dio vuelta el hacha golpeando la cabeza cabeza de la bestia con la parte posterior plana de la misma.
Finalmente cuando la criatura estaba moribunda Oleg le corto la cabeza de varios hachazos.
-Y bien?Algo que decir hijo de puta?-Decia Oleg mientras sujetaba la gran cabeza blindada de la bestia.
Oleg se dirigio hacia el camion e incrusto la cabeza de la bestia en la gran parrilla,le quedaba bastante bien en su opinion esa cabeza blindada en la parrilla,le daba un toque imponente.
-Oye Oleg!Linda carniceria!Jajajaj!-Gritaba Anatoly mientras se dirigia hacia el con varias bolsas de carton.
-Jajajaja!Me costo vencerlo pero lo hice!Esas son las hamburguesas?
-Jajaja seh toma,subamos al camion-Decia Anatoly mientras le daba un pack de cervezas a Oleg.
-Por cierto,esa cabeza ahi enmedio de la parrilla queda genial!Jajaja!
Ambos subieron al camion mientras Anatoly ponia un CD de Nightwish,inmediatamente puso Phantom of the opera y ambos chocaron los cinco.
Hacian buena pareja juntos,de eso no cabia duda.
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Nivel 1
-Oye mira!Una estacion de servicio!-Decia Oleg mientras señalaba la estacion.
-Oye vamos a detenernos aqui,tengo hambre-Respondio Anatoly.
-Tengo ganas de comer unas hamburguesas.
-Jajaja ahora vemos que encontramos.
Ambos bajaron del gran camion,aun seguia el cadaver de la criatura en la parte posterior encima de los grandes troncos.
-Oye,que tal si cargas gasolina?Yo traere algo de comer-Propuso Oleg.
-Bien,ve rapido que me muero de hambre.
Oleg entro dando una patada a la puerta de la estacion de servicio,al parecer no habia nadie,pero se dio cuenta de que habia una gran mancha de sangre en el piso de la cocina.
No le dio importancia y encendio la gran cocina para cocer hamburguesas mientras las colocaba una a una en la cocina.
A traves de la cocina pudo ver a Anatoly cargando gasolina,en su mano izquierda llevaba su Spas.De repente sintio un frio respiro en su nuca,hasta que algo le sujeto del cuello y lo dio vuelta hacia donde estaba la criatura.
Una mole igual de grande que el pero con grandes brazos y con una cara al parecer cubierta por una mascara de huesos protectora.
Oleg le dio una patada antes de que esa bestia le rompiera el cuello,la bestia retrocedio unos pasos soltando a Oleg emitiendo un chillido.
-Jajajaj,conque atacandome por la espalda he?-Decia Oleg mientras enfundaba su Spas.
La bestia le dio un golpe y Oleg cayo unos metros,encima de una mesa de madera que habia en el comedor.Oleg se levanto furioso y le propino un gran golpe a la bestia con la culata de su arma seguido de tres disparos en el pecho.Pero la bestia aun seguia viva.
-Mierda!Eres mas duro de lo que creia.
-Oye ya cargue la gasolina,y la comida?Ahhh carajo!
-Ayudame con esto,es muy fuerte.
Anatoly junto una gran hacha y se dirigio corriendo hacia la criatura golpeando su cabeza con el hacha.Habia un inconveniente,el hacha habia quedado atascada en su cabeza y la criatura seguia viva.
La bestia empujo a Anatoly hacia el otro extremo del comedor y sujeto a Oleg que lo lanzo por una ventana hacia afuera,la bestia rompio la pared y se dirigio corriendo hacia Oleg.
-Ya me canse-Pronuncio Oleg.
Rapidamente Oleg dio media vuelta y le lanzo tal puñetazo en la cara a la bestia que esta cayo dando media vuelta.
-Crees que puedes joderme hijo de puta!?He!?-Gritaba Oleg mientras se paraba encima de su pecho y sacaba el hacha de su cabeza.
-A ver si eres tan rudo despues de esto!
Mientras la criatura se reincorporo Oleg dio vuelta el hacha golpeando la cabeza cabeza de la bestia con la parte posterior plana de la misma.
Finalmente cuando la criatura estaba moribunda Oleg le corto la cabeza de varios hachazos.
-Y bien?Algo que decir hijo de puta?-Decia Oleg mientras sujetaba la gran cabeza blindada de la bestia.
Oleg se dirigio hacia el camion e incrusto la cabeza de la bestia en la gran parrilla,le quedaba bastante bien en su opinion esa cabeza blindada en la parrilla,le daba un toque imponente.
-Oye Oleg!Linda carniceria!Jajajaj!-Gritaba Anatoly mientras se dirigia hacia el con varias bolsas de carton.
-Jajajaja!Me costo vencerlo pero lo hice!Esas son las hamburguesas?
-Jajaja seh toma,subamos al camion-Decia Anatoly mientras le daba un pack de cervezas a Oleg.
-Por cierto,esa cabeza ahi enmedio de la parrilla queda genial!Jajaja!
Ambos subieron al camion mientras Anatoly ponia un CD de Nightwish,inmediatamente puso Phantom of the opera y ambos chocaron los cinco.
Hacian buena pareja juntos,de eso no cabia duda.
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DarkHades- Pirómano
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Fernando continuó corriendo al ver que se iba acercando la criatura aquella. De una calle paralela salieron un grupo de 5 infectados, aun consevaban su forma humana, tenian los ojos rojos y unas venas pronunciadas moradas.
Solo le dió tiempo a girar bruscamente antes de cocharse con la marabunta de infectados, la criatura que corria detrás de él se chocó con ellos. Fernando a causa del brusco giro perdió el equilibrio y se torció el tobillo haciendolo caer al piso.
Uno de los infectados se iba acercando a él, mientra que el otro grupo se levantaba por el golpe. De una tienda de comestible salieron unos tipos vestidos con unos pantalones anchos y unas sudaderas extragrandes. Fernando se levantó como pudo y continuó la marcha a zancadas irregulares por el tobillo.
Cuando se acerco al grupo de pandilleros observo que en sus manos tenian 2 pistolas y una Uzi, alzaron sus armas apunto de disparar. Fernando se pensó dos veces el acerarse más a aquellos pandilleros, pero era morir cosido a balazos o a manos de aquellas criaturas.
Uno de los pandilleros disparo a la masa de infectados que se dirigian a por ellos.
Fernando rodo por el suelo intentando evadir los disparos, al levantarse pudo notar como su tobillo le habia dejado de doler. Los tres pandilleros seguían disparando a las criatura que antes corria detrás de Fernando. El grupo de infectados cayó bajo la balacera de los tres pandilleros.
De la tienda salió un cuarto pandillero que se abalanzó sobre uno de los suyos, asustados los otros dos pandilleros corrieron hasta unos pisos que habia en la otra acera, cerraron la puerta y tumbaron algo sobre la misma. Fernando que estaba bloquedado no sabia que hacer, pero la atención de los depredadores anteriores ahora estaba centrado en los pandilleros.
Cerca de la posición de Fernando habia una tuberia de acerco que cogió e intento ayudar al pandillero que estaba forcejeando con el infectado. Fernando golpeó la espalda del infectado sin cambio alguno. Con la tuberia en lo alto golpeó la cabeza del pandillero infectado haciendolo caer al suelo.
Pero era tarde el pandillero que estaba en el suelo se estaba desangrando sin más, los ojos nerviosos del pandillero se movían freneticamente, la pistola que sostenia el pandillero cayó al suelo ahora que ya el pandillero estaba sin vida.
Fernando cogió la pistola y se la guardó en su chaqueta de cuero. Mirando atrás recordó al hombre que huía del parque. Intentando no captar la atención de la criatura corredora comenzó a correr por la calle intentando seguir el rastro de aquel hombre.
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Tengo dos post y nose el nivel pero aqui esta mi parte, espero que os guste.
Solo le dió tiempo a girar bruscamente antes de cocharse con la marabunta de infectados, la criatura que corria detrás de él se chocó con ellos. Fernando a causa del brusco giro perdió el equilibrio y se torció el tobillo haciendolo caer al piso.
Uno de los infectados se iba acercando a él, mientra que el otro grupo se levantaba por el golpe. De una tienda de comestible salieron unos tipos vestidos con unos pantalones anchos y unas sudaderas extragrandes. Fernando se levantó como pudo y continuó la marcha a zancadas irregulares por el tobillo.
Cuando se acerco al grupo de pandilleros observo que en sus manos tenian 2 pistolas y una Uzi, alzaron sus armas apunto de disparar. Fernando se pensó dos veces el acerarse más a aquellos pandilleros, pero era morir cosido a balazos o a manos de aquellas criaturas.
Uno de los pandilleros disparo a la masa de infectados que se dirigian a por ellos.
Fernando rodo por el suelo intentando evadir los disparos, al levantarse pudo notar como su tobillo le habia dejado de doler. Los tres pandilleros seguían disparando a las criatura que antes corria detrás de Fernando. El grupo de infectados cayó bajo la balacera de los tres pandilleros.
De la tienda salió un cuarto pandillero que se abalanzó sobre uno de los suyos, asustados los otros dos pandilleros corrieron hasta unos pisos que habia en la otra acera, cerraron la puerta y tumbaron algo sobre la misma. Fernando que estaba bloquedado no sabia que hacer, pero la atención de los depredadores anteriores ahora estaba centrado en los pandilleros.
Cerca de la posición de Fernando habia una tuberia de acerco que cogió e intento ayudar al pandillero que estaba forcejeando con el infectado. Fernando golpeó la espalda del infectado sin cambio alguno. Con la tuberia en lo alto golpeó la cabeza del pandillero infectado haciendolo caer al suelo.
Pero era tarde el pandillero que estaba en el suelo se estaba desangrando sin más, los ojos nerviosos del pandillero se movían freneticamente, la pistola que sostenia el pandillero cayó al suelo ahora que ya el pandillero estaba sin vida.
Fernando cogió la pistola y se la guardó en su chaqueta de cuero. Mirando atrás recordó al hombre que huía del parque. Intentando no captar la atención de la criatura corredora comenzó a correr por la calle intentando seguir el rastro de aquel hombre.
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Tengo dos post y nose el nivel pero aqui esta mi parte, espero que os guste.
Toletum- Jefe de Los Barbaros
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Localización : Motorizado con los Barbaros.
Fecha de inscripción : 12/04/2009
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Oleg y Anatoly viajaron dos millas saqueando las estaciones de servicio que tenian a su paso,afortunadamente la criatura con cabeza blindada habia sido la unica que se habia atrevido a atacarlos.Finalmente vieron un cartel que decia "Bienvenidos a Ucrania".En el cordon de seguridad no habia signo de vida alguno.
-Mierda!Casi no tenemos gasolina,y esta puta nieve no deja ver nada!-Se quejaba Anatoly.
-No te preocupes,para el camion,me quedare afuera a ver si viene alguien-Decia Oleg mientras enfundaba su Spas.
-Bien,si quieres congelarte el trasero genial.
Oleg bajo del camion y se puso a esperar enmedio de la carretera,no tardaria mucho en llegar algun vehiculo con gasolina.
Habia pasado una hora y Anatoly abrio la ventana del camion para decirle a Oleg que estaba sentado en una orilla de la carretera siempre paciente.
-Que tal esta ahi afuera?Jajajaj.
-Calla,no me dejas oir si viene alguien.
Pasaron unos minutos y Oleg habia escuchado algo,era una motocicleta,no dos,tres,tres motocicletas y una pequeña camioneta.Por el sonido pudo identificar que venian por la direccion contraria.
Hasta que alfin los vio.La camioneta fue la primera en parar,en los asientos delanteros habia dos hombres,detras de la misma venian tres,en las motocicletas tres hombres en cada una.En total ocho hombres.
Oleg le hiso señas a Anatoly para que encendiera el gran camion.De la camioneta bajaron los tres ocupantes de la parte posterior,los tres apuntando a Oleg,uno llevaba un rifle Mosin Nagant mientras que los otros dos solo una pistola.
Oleg pudo ver que los tres de la motocicleta llevaban machetes.Luego salieron los dos sujetos que estaban en la parte delantera de la camioneta.
El conductor se dirigio a Oleg.
-Hola camarada,que tal te va?-Dijo el hombre,llevaba una mascara de hockey que tapaba su rostro.
-Pues sabes camarada,me va muy bien camarada,que tal tu camarada?-Respondio Oleg mientras soltaba una carcajada.
-Te burlas de mi amigo?No te lo recomiendo.Por cierto,nos llevaremos la gasolina,si intentas alguna estupides te mataremos.
Inmediatamente uno de los hombres,el de la Mosin Nagant apunto a Oleg,mientras los otros dos hiban con bidones a sacarle la gasolina al camion.
-Que me miras asi hijo de puta!?-Grito el hombre propinandole un golpe a Oleg con la culata del rifle.
El golpe hiso caer de rodillas a Oleg,estaba realmente furioso,el debia robarles la gasolina,no ellos a el.Oleg se levanto propinandole un gran gancho al hombre del rifle haciendolo volar varios metros,sintio como su quijada se disloco.Oleg corrio hacia el hombre y salto encima de su pecho quebrandole varias costillas,el hombre estaba muerto.
-Matenlo!-Grito el hombre que habia bajado de la camioneta.
Rapidamente Oleg subio al camion y le dijo a Anatoly que acelerara.
-Mierda,nos estan siguiendo!-Grito Anatoly.
Rapidamente se escucharon disparos,estaban abriendo fuego hacia ellos.
-Jajaja,tengo una idea,dame el hacha.
-Toma!-Dijo Anatoly mientras pasaba el hacha que habian encontrado en la estacion de servicio.
Oleg tomo el hacha y salio hacia la parte posterior del camion,en el intento casi cae pero logro sujetarse a un tronco.Inmediatamente empezaron los disparos,uno de los hombres que hiba en motocicleta dio un salto y subio a la parte trasera del camion.Oleg dio vuelta el hacha y golpeo con todas sus fuerzas la cabeza del hombre,el cuerpo cayo a la carretera.
Oleg empezo a cortar con el hacha las cuerdas que sujetaban los troncos,luego de tres fuertes hachazos corto la primera,faltaban dos,el conductor de la camioneta disparo a Oleg con su rifle.Oleg esquivo milagrosamente el disparo,fue como si lo hubiera visto venir en camara lenta,el estaba cambiando mucho,jamas habia tenido esa agilidad.
Dio un salto y corto la segunda cuerda que sujetaban los troncos,faltaba una,corrio y le pego dos hachazos...Los troncos habian empezado a caer.
Uno cayo encima de la camioneta haciendola caer por una pendiente,Oleg pudo escuchar el ruido de una explosion,el resto de los troncos habia golpeado a las motocicletas destrozandolas por completo,un tronco habia golpeado a Oleg pero pudo sujetarse justo a tiempo.
Oleg se desplomo en el gelido hierro que antes transportaba a los grandes troncos.Estaba exausto,habia logrado sobrevivir,tenia grandes poderes,y el lo sabia,primero su gran fuerza.El jamas hubiera derrotado a la bestia de la estacion de servicio si no fuera por su gran fuerza.Segundo sus reflejos pudo ver en camara lenta por unos segundos como esa bala se dirigia directo a su craneo,pero la esquivo sin dificultad alguna.Sus poderes le habian salvado la vida a el y a Anatoly.
-Si!Joder lo has hecho bien!Jajajaj!-Gritaba Anatoly en el asiento del conductor.
-Jajaj ya lo creo...Estoy exausto-Respondio Oleg.
Oleg se incorporo y volvio a sentarse en la parte delantera del camion.
-Vi todo eso,vi como esquivaste esas balas,que eres?-Pregunto Anatoly.
-No lose,pero tengo poderes,una gran fuerza y grandes reflejos.
-Sea lo que sea nos ha salvado la vida jajajaja!
Oleg se durmio en el asiento,estaba muy cansado,jamas habia hecho algo como lo de hace instantes,pero le habia gustado...
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-Mierda!Casi no tenemos gasolina,y esta puta nieve no deja ver nada!-Se quejaba Anatoly.
-No te preocupes,para el camion,me quedare afuera a ver si viene alguien-Decia Oleg mientras enfundaba su Spas.
-Bien,si quieres congelarte el trasero genial.
Oleg bajo del camion y se puso a esperar enmedio de la carretera,no tardaria mucho en llegar algun vehiculo con gasolina.
Habia pasado una hora y Anatoly abrio la ventana del camion para decirle a Oleg que estaba sentado en una orilla de la carretera siempre paciente.
-Que tal esta ahi afuera?Jajajaj.
-Calla,no me dejas oir si viene alguien.
Pasaron unos minutos y Oleg habia escuchado algo,era una motocicleta,no dos,tres,tres motocicletas y una pequeña camioneta.Por el sonido pudo identificar que venian por la direccion contraria.
Hasta que alfin los vio.La camioneta fue la primera en parar,en los asientos delanteros habia dos hombres,detras de la misma venian tres,en las motocicletas tres hombres en cada una.En total ocho hombres.
Oleg le hiso señas a Anatoly para que encendiera el gran camion.De la camioneta bajaron los tres ocupantes de la parte posterior,los tres apuntando a Oleg,uno llevaba un rifle Mosin Nagant mientras que los otros dos solo una pistola.
Oleg pudo ver que los tres de la motocicleta llevaban machetes.Luego salieron los dos sujetos que estaban en la parte delantera de la camioneta.
El conductor se dirigio a Oleg.
-Hola camarada,que tal te va?-Dijo el hombre,llevaba una mascara de hockey que tapaba su rostro.
-Pues sabes camarada,me va muy bien camarada,que tal tu camarada?-Respondio Oleg mientras soltaba una carcajada.
-Te burlas de mi amigo?No te lo recomiendo.Por cierto,nos llevaremos la gasolina,si intentas alguna estupides te mataremos.
Inmediatamente uno de los hombres,el de la Mosin Nagant apunto a Oleg,mientras los otros dos hiban con bidones a sacarle la gasolina al camion.
-Que me miras asi hijo de puta!?-Grito el hombre propinandole un golpe a Oleg con la culata del rifle.
El golpe hiso caer de rodillas a Oleg,estaba realmente furioso,el debia robarles la gasolina,no ellos a el.Oleg se levanto propinandole un gran gancho al hombre del rifle haciendolo volar varios metros,sintio como su quijada se disloco.Oleg corrio hacia el hombre y salto encima de su pecho quebrandole varias costillas,el hombre estaba muerto.
-Matenlo!-Grito el hombre que habia bajado de la camioneta.
Rapidamente Oleg subio al camion y le dijo a Anatoly que acelerara.
-Mierda,nos estan siguiendo!-Grito Anatoly.
Rapidamente se escucharon disparos,estaban abriendo fuego hacia ellos.
-Jajaja,tengo una idea,dame el hacha.
-Toma!-Dijo Anatoly mientras pasaba el hacha que habian encontrado en la estacion de servicio.
Oleg tomo el hacha y salio hacia la parte posterior del camion,en el intento casi cae pero logro sujetarse a un tronco.Inmediatamente empezaron los disparos,uno de los hombres que hiba en motocicleta dio un salto y subio a la parte trasera del camion.Oleg dio vuelta el hacha y golpeo con todas sus fuerzas la cabeza del hombre,el cuerpo cayo a la carretera.
Oleg empezo a cortar con el hacha las cuerdas que sujetaban los troncos,luego de tres fuertes hachazos corto la primera,faltaban dos,el conductor de la camioneta disparo a Oleg con su rifle.Oleg esquivo milagrosamente el disparo,fue como si lo hubiera visto venir en camara lenta,el estaba cambiando mucho,jamas habia tenido esa agilidad.
Dio un salto y corto la segunda cuerda que sujetaban los troncos,faltaba una,corrio y le pego dos hachazos...Los troncos habian empezado a caer.
Uno cayo encima de la camioneta haciendola caer por una pendiente,Oleg pudo escuchar el ruido de una explosion,el resto de los troncos habia golpeado a las motocicletas destrozandolas por completo,un tronco habia golpeado a Oleg pero pudo sujetarse justo a tiempo.
Oleg se desplomo en el gelido hierro que antes transportaba a los grandes troncos.Estaba exausto,habia logrado sobrevivir,tenia grandes poderes,y el lo sabia,primero su gran fuerza.El jamas hubiera derrotado a la bestia de la estacion de servicio si no fuera por su gran fuerza.Segundo sus reflejos pudo ver en camara lenta por unos segundos como esa bala se dirigia directo a su craneo,pero la esquivo sin dificultad alguna.Sus poderes le habian salvado la vida a el y a Anatoly.
-Si!Joder lo has hecho bien!Jajajaj!-Gritaba Anatoly en el asiento del conductor.
-Jajaj ya lo creo...Estoy exausto-Respondio Oleg.
Oleg se incorporo y volvio a sentarse en la parte delantera del camion.
-Vi todo eso,vi como esquivaste esas balas,que eres?-Pregunto Anatoly.
-No lose,pero tengo poderes,una gran fuerza y grandes reflejos.
-Sea lo que sea nos ha salvado la vida jajajaja!
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DarkHades- Pirómano
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Post: 2
Nivel: 1
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Hank y Silvia estaban consternados por lo que estaba pasando a su alrededor.. al poco cerraron todas las puertas y ventanas. Sin embargo a los 5 minutos empezaron a aporrear todas las puertas, era un torbellino de golpes. Silvia veía como iban a acabar entrando por alguna puerta.. Hank estaba muy asustado y se agarraba a la cintura de Silvia…
Pocas calles más adelante un hummer de lujo negro con todas las ventanilla abiertas hasta abajo y con rap negro a todo volumen se dirigía hasta ellos.
-Round: Yehaa!! Estoy aquí para recordarte que esta noche tendré que matarte! (cantaba a todo volumen)
De repente vio a lo lejos como unos 6 mutantes aporreaban una casa.
-Round: Una fiesta! ¿Estarán furiosos porque no los han invitado?
Round acelero el coche al máximo, Silvia y Hank escuchaban el ruido de un gran motor acercándose a toda velocidad y los mutantes pararon de aporrear la casa, de repente se escucharon 5 disparos todavía escuchándose el motor y después el coche se estrello contra la casa entrando por la puerta del garaje.
El coche tenia incrustado un mutante no muy grande en la parte delantera, y una fuerte música de rap negro sonaba, parecía como si acabase de entrar una discoteca andante.
-Silvia: Que cojo.. hay alguien ahí dentro?
Decía mientras agarraba fuertemente el palo, en ese momento la música se paro y del coche salió un hombre negro con cara de muy poco amigos un poco alto y bastante fuerte, con un traje de guardaespaldas , realmente parecía sacado de la película men in Black.
-Hank: señor.. a matado usted a los malos?
-Round: bueno.. según como se mire, quizás les hice un favor.
-Silvia: Pero está usted bien? Y bueno.. gracias por ayudarnos..
-Round: yo siempre estoy bien, verán.. me dedico a ser guarda espaldas.. pero algo a pasado y al señor que custodiaba y los otros miembros se convirtieron en extraños sujetos..
-Hank: como mi padre y mi madre…
Se hizo un momento el silencia y comenzó a hablar de nuevo el guardaespaldas.
-Round: Bueno todos me dicen round, o me decían.
-Silvia: Ronda?
-Round: Bueno es una larga historia, además mi verdadero nombre no me gustaba.
-Hank: ¿y cómo se llamaba señor?
-Round: Eso es confidencial pequeño. Bueno vengo a ofrecerles ser su guardaespaldas a cambio de algo…
-Silvia: entonces! Hasta como de jodida esta la situación y usted se aprovecha para sacar dinero a la gente?! No tiene usted vergüenza!
Hank alzo su paquete de galletas y dijo:
-Hank: Tengo un paquete de galletas.. lo quiere señor?
-Round: Cuantas le quedan?
Hank volvió a mirar con tristeza y dijo:
-Hank: dos…
-Round: venga trae!
Round se empezó a comer una galleta sentado en su capo.. y luego la otra.. Silvia no entendía nada y miraba extrañada.
-Round: Ok seré vuestro guarda espaldas hasta que todo esto pase.. he salido contento con el cambio.
-Silvia: Haber.. me estás diciendo que eso es lo que necesitabas para poder protegernos, dos galletas?!
-Round: Sí!! A que soy gracioso? Jajá lo se soy la caña!
Dijo con una gran sonrisa con sus grandes dientes todos totalmente blancos, parecían hasta iluminar al sonreír.
-Round: Vamos! Que pensaban que les iba a cobrar, faltaría mas! Hace mucho rato que no veo a nadie vivo, que menos que tener compañía como oferta. Venga suban al coche.
Hank al ver como realmente era Round esbozo una sonrisa de oreja a oreja, Silvia no lo había visto sonreír desde que estaba pasando todo. Los tres se subieron en el coche, puso la música de nuevo pero no tan alto esta vez, recargo su pistola y salió del garaje hasta llegar de nuevo a la calle.
-Round: Por cierto amigo! Estaban buenas las galletas! Que marca eran?
-Hank: lo sé! Son las favoritas de papa! Son príncipe.
-Round: joder pues estaban muy buenas! Serian doble chocolate o algo.
Silvia estaba alucinando, ese hombre no parecía preocuparle la situación y parecía incluso estar pasándoselo como si de un día a día se tratase, aunque sabía que era la mejor forma para que Hank olvidara lo que estaba pasando… o al menos le diera menos importancia…
Nivel: 1
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Hank y Silvia estaban consternados por lo que estaba pasando a su alrededor.. al poco cerraron todas las puertas y ventanas. Sin embargo a los 5 minutos empezaron a aporrear todas las puertas, era un torbellino de golpes. Silvia veía como iban a acabar entrando por alguna puerta.. Hank estaba muy asustado y se agarraba a la cintura de Silvia…
Pocas calles más adelante un hummer de lujo negro con todas las ventanilla abiertas hasta abajo y con rap negro a todo volumen se dirigía hasta ellos.
-Round: Yehaa!! Estoy aquí para recordarte que esta noche tendré que matarte! (cantaba a todo volumen)
De repente vio a lo lejos como unos 6 mutantes aporreaban una casa.
-Round: Una fiesta! ¿Estarán furiosos porque no los han invitado?
Round acelero el coche al máximo, Silvia y Hank escuchaban el ruido de un gran motor acercándose a toda velocidad y los mutantes pararon de aporrear la casa, de repente se escucharon 5 disparos todavía escuchándose el motor y después el coche se estrello contra la casa entrando por la puerta del garaje.
El coche tenia incrustado un mutante no muy grande en la parte delantera, y una fuerte música de rap negro sonaba, parecía como si acabase de entrar una discoteca andante.
-Silvia: Que cojo.. hay alguien ahí dentro?
Decía mientras agarraba fuertemente el palo, en ese momento la música se paro y del coche salió un hombre negro con cara de muy poco amigos un poco alto y bastante fuerte, con un traje de guardaespaldas , realmente parecía sacado de la película men in Black.
-Hank: señor.. a matado usted a los malos?
-Round: bueno.. según como se mire, quizás les hice un favor.
-Silvia: Pero está usted bien? Y bueno.. gracias por ayudarnos..
-Round: yo siempre estoy bien, verán.. me dedico a ser guarda espaldas.. pero algo a pasado y al señor que custodiaba y los otros miembros se convirtieron en extraños sujetos..
-Hank: como mi padre y mi madre…
Se hizo un momento el silencia y comenzó a hablar de nuevo el guardaespaldas.
-Round: Bueno todos me dicen round, o me decían.
-Silvia: Ronda?
-Round: Bueno es una larga historia, además mi verdadero nombre no me gustaba.
-Hank: ¿y cómo se llamaba señor?
-Round: Eso es confidencial pequeño. Bueno vengo a ofrecerles ser su guardaespaldas a cambio de algo…
-Silvia: entonces! Hasta como de jodida esta la situación y usted se aprovecha para sacar dinero a la gente?! No tiene usted vergüenza!
Hank alzo su paquete de galletas y dijo:
-Hank: Tengo un paquete de galletas.. lo quiere señor?
-Round: Cuantas le quedan?
Hank volvió a mirar con tristeza y dijo:
-Hank: dos…
-Round: venga trae!
Round se empezó a comer una galleta sentado en su capo.. y luego la otra.. Silvia no entendía nada y miraba extrañada.
-Round: Ok seré vuestro guarda espaldas hasta que todo esto pase.. he salido contento con el cambio.
-Silvia: Haber.. me estás diciendo que eso es lo que necesitabas para poder protegernos, dos galletas?!
-Round: Sí!! A que soy gracioso? Jajá lo se soy la caña!
Dijo con una gran sonrisa con sus grandes dientes todos totalmente blancos, parecían hasta iluminar al sonreír.
-Round: Vamos! Que pensaban que les iba a cobrar, faltaría mas! Hace mucho rato que no veo a nadie vivo, que menos que tener compañía como oferta. Venga suban al coche.
Hank al ver como realmente era Round esbozo una sonrisa de oreja a oreja, Silvia no lo había visto sonreír desde que estaba pasando todo. Los tres se subieron en el coche, puso la música de nuevo pero no tan alto esta vez, recargo su pistola y salió del garaje hasta llegar de nuevo a la calle.
-Round: Por cierto amigo! Estaban buenas las galletas! Que marca eran?
-Hank: lo sé! Son las favoritas de papa! Son príncipe.
-Round: joder pues estaban muy buenas! Serian doble chocolate o algo.
Silvia estaba alucinando, ese hombre no parecía preocuparle la situación y parecía incluso estar pasándoselo como si de un día a día se tratase, aunque sabía que era la mejor forma para que Hank olvidara lo que estaba pasando… o al menos le diera menos importancia…
Manutrueno- Reencarnacion de Chuck Norris
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Hugo no podía creer lo que veían sus ojos. ¿Qué demonios estaba ocurriendo?
Se encontraba en el puente Westminster, el cual estaba parcialmente destruido e impedía el paso sobre el río Támesis. Al otro lado del puente, el Big Ben se había quebrado y la parte superior yacía en medio de la carretera. La mayoría de los edificios estaban calcinados y derrumbados, pero algunos todavía ardían y se podía oír los gritos de la gente en su interior.
Hugo se acercó más al extremo del puente con cuidado de no caer al río. Lo que vio a continuación le horrorizó sobremanera.
Aquellas criaturas que había visto salir del lago, aquellos…zombies, pues eso es lo que eran, habían arrinconado a la gente en el otro extremo del puente y llegó un momento en el que ya no podían retroceder más, o caerían al río.
- ¡Ayúdanos! – gritó una mujer que miraba a Hugo mientras cuatro de aquellas criaturas la arrastraban entre la marabunta.
Algunas personas también vieron a Hugo y le imploraron ayuda, pero Hugo no podía hacer nada, solo quedarse de rodillas con los ojos fuertemente cerrados para no contemplar aquella matanza.
La gente estaba totalmente desesperada y algunos se lanzaron al río en busca de una muerte menos dolorosa, pero la mayoría acabaron siendo devorados.
El sonido de unos pasos hizo que Hugo volviese a abrir los ojos, entonces vio aparecer tras una esquina a un grupo de seis infectados que corrían hacia él.
- ¡Eh! ¡Tú! ¡Chico, por aquí! – le gritó un hombre a Hugo haciéndole señas con la mano para que entrase en un edificio.
Hugo se levantó todo lo rápido que pudo y dejando atrás la visión de la gente siendo devorada, se adentró en aquel edificio.
El hombre cerró la puerta, echó varios cerrojos y la bloqueó con una barra metálica. Segundos después las criaturas estaban aporreando la puerta.
- ¿Resistirá? – preguntó Hugo mientras trataba de recuperar el aliento.
- Ya lo creo que resistirá – dijo el hombre dándole un par de golpes a la puerta con la palma de la mano.
Cuando Hugo se hubo recuperado, se fijó más en el aspecto de aquel hombre. Era afroamericano, debía medir casi dos metros y tenía la cabeza totalmente rapada, además vestía un elegante traje azul.
- ¿De dónde vienes, hijo? – le preguntó el hombre mientras se secaba el sudor de la frente.
- De West Norwood – dijo Hugo.
- Joder ¿De West Norwood? ¿Y cómo demonios has llegado hasta aquí?
- Pues…corriendo – dijo Hugo a medida que se daba cuenta de lo difícil de creer que resultaba eso, así que quiso cambiar de tema rápidamente - ¿Qué es este sitio?
- El hotel Marriott, yo trabajo aquí, o trabajaba. Maldita sea, a saber. Bueno, sígueme, te llevaré con los demás. Por cierto, me llamo Louis. – dijo el hombre tendiéndole la mano.
- Eh…Hugo – dijo Hugo entrecortadamente mientras le estrechaba la mano.
Louis guió a Hugo a través de una lujosa recepción, subieron unas escaleras y llegaron a un amplio comedor donde había más de veinte personas. Se respiraba un ambiente de miedo, tensión y nerviosismo. Algunos lloraban o se abrazaban mientras que otros discutían acaloradamente.
- ¡Ha sido un ataque terrorista! ¡Seguro! – vociferaba un hombre mientras hacía aspavientos con los brazos.
- ¡Os equivocáis, es el fin del mundo! – clamaba una anciana agitando su bastón.
- ¡Señoras y señores, por favor, cálmense! – dijo un hombre que se había subido a una mesa para que le pudiesen ver mejor. Iba vestido con un traje similar al de Louis. – Ninguno sabemos que ha pasado en realidad, así que lo mejor es que intentemos tranquilizarnos y esperar a que venga el ejército.
- ¿El ejército? ¿A caso no viste lo que pasó en Kingston? ¡El ejército ya no existe! – gritó un hombre con pinta de motero.
- Vamos chico, esto va para rato – le dijo Louis a Hugo mientras le guiaba entre la marabunta de gente.
Al pasar, Hugo veía a algunas familias llorar, rotas de dolor. O simplemente mantenían sus rostros inexpresivos a causa de todo el horror vivido. Salieron del comedor y llegaron a una sala pequeña decorada al estilo rústico con varios sofás y una chimenea encendida que mantenía caliente el lugar.
Sentados en los sofás había dos gemelos de no más de once años que jugaban a piedra, papel o tijera. Agachado junto a la chimenea se encontraba un hombre de unos sesenta años que al verlos llegar, se dirigió hacia ellos.
Aquel hombre tenía el cabello totalmente blanco, el cual le llegaba a los hombros. Su barba estaba bastante poblada aunque mal recortada y su rostro parecía tallado en piedra, aunque esos ancianos ojos dejaban entrever un coraje y arrojo del que muchos jóvenes carecen. Iba vestido con una camisa de bolos bastante hortera y pantalones militares.
- ¿Siguen haciendo preguntas estúpidas ahí fuera, Louis? – preguntó el hombre.
Louis asintió.
- Están más preocupados por saber que ha pasado que por lo que deben hacer ahora – explicó Louis.
El hombre emitió un sonido similar al de un gruñido.
- Esa gente no sabe mirar más allá de su trasero, solo saben quejarse y quejarse. Pues yo no pienso quedarme aquí esperando a que esos cabrones vengan a comerme. ¿Tú qué dices, chico? – dijo el hombre mirando ahora a Hugo.
Hugo tardó en darse cuenta de que se refería a él, y solo pudo divagar.
- Eh…yo…supongo. – dijo poniéndose colorado.
- Se llama Hugo. Ha venido corriendo desde West Norwood, Curt. – explicó Louis un tanto divertido por la timidez de Hugo.
- ¿Corriendo desde West Norwood? Los tienes cuadrados, hijo. He oído que esa zona es el puto infierno en la tierra, no solo caníbales, no… - dijo Curt mientras escudriñaba el rostro de Hugo – Sí…los has visto. ¿Verdad? Esos son los verdaderos monstruos.
Louis carraspeó y señaló con la cabeza hacia el sofá. Los gemelos que antes estaban jugando ahora estaban temblando y con los ojos vidriosos.
Curt se acercó a los niños y se arrodilló junto a ellos.
- Pero ningún monstruo puede entrar mientras que yo esté aquí, chavales. ¿No veis que me tienen miedo? – dijo Curt mientras hacía movimientos inventados de lo que se suponía que era kung-fu.
- Chico, descansa un rato, debes estar agotado. Yo volveré al comedor, a intentar calmar un poco a los demás. – le dijo Louis a Hugo mientras le daba una palmada en el hombro.
La verdad es que Hugo se encontraba realmente agotado, aun no había asimilado qué demonios pasaba, los monstruos, los incidentes con el fuego, y que haya llegado corriendo de un extremo de la ciudad a otro. Pero ya tendría tiempo para pensar.
Se sentó en uno de los sofás mientras contemplaba como bailaban las llamas. Entonces, como cada noche, la voz de su madre volvió a aparecer en su cabeza y le cantó aquella nana que tanto le relajaba y en pocos minutos sucumbió al agotamiento, sumiéndose en un mar de sueños extraños en los que su madre se encontraba en una casa en llamas y Hugo no podía hacer nada para salvarla.
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Se encontraba en el puente Westminster, el cual estaba parcialmente destruido e impedía el paso sobre el río Támesis. Al otro lado del puente, el Big Ben se había quebrado y la parte superior yacía en medio de la carretera. La mayoría de los edificios estaban calcinados y derrumbados, pero algunos todavía ardían y se podía oír los gritos de la gente en su interior.
Hugo se acercó más al extremo del puente con cuidado de no caer al río. Lo que vio a continuación le horrorizó sobremanera.
Aquellas criaturas que había visto salir del lago, aquellos…zombies, pues eso es lo que eran, habían arrinconado a la gente en el otro extremo del puente y llegó un momento en el que ya no podían retroceder más, o caerían al río.
- ¡Ayúdanos! – gritó una mujer que miraba a Hugo mientras cuatro de aquellas criaturas la arrastraban entre la marabunta.
Algunas personas también vieron a Hugo y le imploraron ayuda, pero Hugo no podía hacer nada, solo quedarse de rodillas con los ojos fuertemente cerrados para no contemplar aquella matanza.
La gente estaba totalmente desesperada y algunos se lanzaron al río en busca de una muerte menos dolorosa, pero la mayoría acabaron siendo devorados.
El sonido de unos pasos hizo que Hugo volviese a abrir los ojos, entonces vio aparecer tras una esquina a un grupo de seis infectados que corrían hacia él.
- ¡Eh! ¡Tú! ¡Chico, por aquí! – le gritó un hombre a Hugo haciéndole señas con la mano para que entrase en un edificio.
Hugo se levantó todo lo rápido que pudo y dejando atrás la visión de la gente siendo devorada, se adentró en aquel edificio.
El hombre cerró la puerta, echó varios cerrojos y la bloqueó con una barra metálica. Segundos después las criaturas estaban aporreando la puerta.
- ¿Resistirá? – preguntó Hugo mientras trataba de recuperar el aliento.
- Ya lo creo que resistirá – dijo el hombre dándole un par de golpes a la puerta con la palma de la mano.
Cuando Hugo se hubo recuperado, se fijó más en el aspecto de aquel hombre. Era afroamericano, debía medir casi dos metros y tenía la cabeza totalmente rapada, además vestía un elegante traje azul.
- ¿De dónde vienes, hijo? – le preguntó el hombre mientras se secaba el sudor de la frente.
- De West Norwood – dijo Hugo.
- Joder ¿De West Norwood? ¿Y cómo demonios has llegado hasta aquí?
- Pues…corriendo – dijo Hugo a medida que se daba cuenta de lo difícil de creer que resultaba eso, así que quiso cambiar de tema rápidamente - ¿Qué es este sitio?
- El hotel Marriott, yo trabajo aquí, o trabajaba. Maldita sea, a saber. Bueno, sígueme, te llevaré con los demás. Por cierto, me llamo Louis. – dijo el hombre tendiéndole la mano.
- Eh…Hugo – dijo Hugo entrecortadamente mientras le estrechaba la mano.
Louis guió a Hugo a través de una lujosa recepción, subieron unas escaleras y llegaron a un amplio comedor donde había más de veinte personas. Se respiraba un ambiente de miedo, tensión y nerviosismo. Algunos lloraban o se abrazaban mientras que otros discutían acaloradamente.
- ¡Ha sido un ataque terrorista! ¡Seguro! – vociferaba un hombre mientras hacía aspavientos con los brazos.
- ¡Os equivocáis, es el fin del mundo! – clamaba una anciana agitando su bastón.
- ¡Señoras y señores, por favor, cálmense! – dijo un hombre que se había subido a una mesa para que le pudiesen ver mejor. Iba vestido con un traje similar al de Louis. – Ninguno sabemos que ha pasado en realidad, así que lo mejor es que intentemos tranquilizarnos y esperar a que venga el ejército.
- ¿El ejército? ¿A caso no viste lo que pasó en Kingston? ¡El ejército ya no existe! – gritó un hombre con pinta de motero.
- Vamos chico, esto va para rato – le dijo Louis a Hugo mientras le guiaba entre la marabunta de gente.
Al pasar, Hugo veía a algunas familias llorar, rotas de dolor. O simplemente mantenían sus rostros inexpresivos a causa de todo el horror vivido. Salieron del comedor y llegaron a una sala pequeña decorada al estilo rústico con varios sofás y una chimenea encendida que mantenía caliente el lugar.
Sentados en los sofás había dos gemelos de no más de once años que jugaban a piedra, papel o tijera. Agachado junto a la chimenea se encontraba un hombre de unos sesenta años que al verlos llegar, se dirigió hacia ellos.
Aquel hombre tenía el cabello totalmente blanco, el cual le llegaba a los hombros. Su barba estaba bastante poblada aunque mal recortada y su rostro parecía tallado en piedra, aunque esos ancianos ojos dejaban entrever un coraje y arrojo del que muchos jóvenes carecen. Iba vestido con una camisa de bolos bastante hortera y pantalones militares.
- ¿Siguen haciendo preguntas estúpidas ahí fuera, Louis? – preguntó el hombre.
Louis asintió.
- Están más preocupados por saber que ha pasado que por lo que deben hacer ahora – explicó Louis.
El hombre emitió un sonido similar al de un gruñido.
- Esa gente no sabe mirar más allá de su trasero, solo saben quejarse y quejarse. Pues yo no pienso quedarme aquí esperando a que esos cabrones vengan a comerme. ¿Tú qué dices, chico? – dijo el hombre mirando ahora a Hugo.
Hugo tardó en darse cuenta de que se refería a él, y solo pudo divagar.
- Eh…yo…supongo. – dijo poniéndose colorado.
- Se llama Hugo. Ha venido corriendo desde West Norwood, Curt. – explicó Louis un tanto divertido por la timidez de Hugo.
- ¿Corriendo desde West Norwood? Los tienes cuadrados, hijo. He oído que esa zona es el puto infierno en la tierra, no solo caníbales, no… - dijo Curt mientras escudriñaba el rostro de Hugo – Sí…los has visto. ¿Verdad? Esos son los verdaderos monstruos.
Louis carraspeó y señaló con la cabeza hacia el sofá. Los gemelos que antes estaban jugando ahora estaban temblando y con los ojos vidriosos.
Curt se acercó a los niños y se arrodilló junto a ellos.
- Pero ningún monstruo puede entrar mientras que yo esté aquí, chavales. ¿No veis que me tienen miedo? – dijo Curt mientras hacía movimientos inventados de lo que se suponía que era kung-fu.
- Chico, descansa un rato, debes estar agotado. Yo volveré al comedor, a intentar calmar un poco a los demás. – le dijo Louis a Hugo mientras le daba una palmada en el hombro.
La verdad es que Hugo se encontraba realmente agotado, aun no había asimilado qué demonios pasaba, los monstruos, los incidentes con el fuego, y que haya llegado corriendo de un extremo de la ciudad a otro. Pero ya tendría tiempo para pensar.
Se sentó en uno de los sofás mientras contemplaba como bailaban las llamas. Entonces, como cada noche, la voz de su madre volvió a aparecer en su cabeza y le cantó aquella nana que tanto le relajaba y en pocos minutos sucumbió al agotamiento, sumiéndose en un mar de sueños extraños en los que su madre se encontraba en una casa en llamas y Hugo no podía hacer nada para salvarla.
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Invitado- Invitado
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Silvia estaba montada en el asiento del copiloto, junto a la ventanilla del conductor. Round iba conduciendo a toda velocidad por las calles de su urbanización y en el medio iba Hank, divirtiéndose mientras Round conducía entre los coches volcados de la urbanización sin ningún tipo de problemas.
Silvia iba un poco asustada porque no la gustaba demasiado aquel tipo y no se fiaba mucho de sus dotes de conducción. No por nada sino porque tan solo un par de horas antes se había empotrado contra la casa de Hank, obligandoles a abandonar su escondite.
Aún así, se alegraba de que ella y un pequeño niño de once años no fuesen los únicos no mutantes de la tierra.
- Bueno, niños, ¿dónde vamos? - preguntó Round- Tenemos la ciudad para nosotros sólos.
- Sí, claro, siempre que no te encuentres con un bicho como ése - indicó Silvia, señalando al mutante que estaba parado en medio de la carretera.
- Mierda - gritó Round que tuvo que frenar en seco para no empotrarse contra él.
El mutante, al sentir el ruido del coche se dio la vuelta y se dispuso a atacarlos. Round se recuperó instantaneamente y dio marcha atrás. Aceleró y pasó muy cerca de la posición del mutante que siguió corriendo detrás de ellos. Round aceleró pero el mutante cada vez corría más deprisa y pronto les alcanzaría, además el depósito no estaba para tirar cohetes. Paró el coche a un lado de la carretera. Cogió algo de la guantera y salió del coche dispuesto a enfrentarse a esa cosa.
- Silvia, quedaos aquí. Tengo que encargarme del mutante - dijo Round cerrando la puerta del coche.
- De acuerdo pero si me necesitas avisa - dijo Silvia no muy convencida, esperándo que se alejase para salir del coche.
- Hank, peque, quédate aquí. Voy a ayudar a Round, ¿vale? - dijo Silvia
- Vale pero ¿luego iremos a la playa? - dijo Hank
- Donde tú digas pero no te muevas de aquí a no ser que estés en peligro, ¿de acuerdo? - dijo Silvia saliendo del coche con su abte de béisbol.
Round estaba disparando al mutante con el arma que había sacado de la guantera pero parecía que sus disparos no le afectaban demasiado porque, aunque más lento, seguía corriendo y estaba a punto de darles caza. Vio a Silvia a su lado.
- ¿Qué haces aquí? - La gritó.
- Creo que podré ayudarte. Atento, se acerca - dijo Silvia poniéndose en posición de ataque.
El mutante lanzó un ataque hacia Silvia pero gracias a la agilidad que había adquirido ella lo vio venir y pudo esquivarlo. Round disparó al mutante y se volvió hacia él. Le tenía a tiro pero su pistola se había quedado sin balas, por un segundo perdió la concentración lo que le impidió esquivar el ataque del monstruo que le lanzó contra el coche.
El mutante estaba dispuesto a devorar a Round y se acercaba peligrosamente hacia él. Silvia había presenciado el ataque y corrió hacia Round. Saltó por encima del mutante y se colocó a su lado. Cerró los ojos y, sin saber cómo, creó un escudo que protegió a ambos. El mutante intentaba atacarlos pero nada podía hacer por el escudo protector que había creado Silvia.
La criatura se giró. El pequeño Hank se había asustado al ver cómo Round golpeaba el coche y había salido. Ahora nadie detenía al mutante que se acercaba peligrosamente al pequeño. Round estaba tirado en el suelo, respiraba pero estaba algo aturdido y apenas podía ver lo que estaba sucediendo.
En cuanto vio aquello, Silvia dejó a Round en el suelo y se dirigió a proteger a Hank que estaba al otro lado del coche. Silvia llegó antes que el mutante con un espectacular salto que la llevó a la ventanilla del copiloto.
- Ala, Silvia! ¿Cómo has hecho eso? - dijo Hank - Corre, entra en el coche. Todo está bien.
Hank entró en el coche y la criatura subida en el techo del coche se disponía a atacarla. En ese momento, Silvia sintió de nuevo un intenso dolor en sus manos. Esta vez pudo estar consciente como consecuencia de la adrenalina que corría por sus venas. En cada una de sus uñas, unas afiladas garras aparecieron, convirtiéndo sus manos en verdaderas armas de matar.
El mutante saltó sobre ella, Silvia levantó sus manos al aire y cinco de sus garras atravesaron el corazón del mutante. Con la otra mano hizo un rápido movimiento y clavó sus garras en la cabeza de la criatura.
Un segundo después Silvia se desmayó y el mutante estaba muerto junto a ella.
Hank bajó del coche y fue hacia Round que estaba intentando levantarse.
- Round, corre, hay que ayudarla - dijo Hank
- ¿Qué ha pasado? - preguntó aturdido
- Silvia ha matado al mutante. Ha sido genial. Parece una gataaaa, tiene garras!
- Anda, anda... No te inventes cosas. Le habrá golpeado con el bate.
- Que no. Que tenía garras - dijo Hank
Round se levantó y recogió a Silvia que ya no tenía rastro de las garras en sus manos. La subió en el coche y encendió el motor del coche-
- ¿Dónde queires ir, pequeño?
- A la playaaaaaa - gritó Hank divertido
- Venga. Así sea. - dijo Round mientras ponía rumbo hacia la costa norte de Francia.
Silvia iba un poco asustada porque no la gustaba demasiado aquel tipo y no se fiaba mucho de sus dotes de conducción. No por nada sino porque tan solo un par de horas antes se había empotrado contra la casa de Hank, obligandoles a abandonar su escondite.
Aún así, se alegraba de que ella y un pequeño niño de once años no fuesen los únicos no mutantes de la tierra.
- Bueno, niños, ¿dónde vamos? - preguntó Round- Tenemos la ciudad para nosotros sólos.
- Sí, claro, siempre que no te encuentres con un bicho como ése - indicó Silvia, señalando al mutante que estaba parado en medio de la carretera.
- Mierda - gritó Round que tuvo que frenar en seco para no empotrarse contra él.
El mutante, al sentir el ruido del coche se dio la vuelta y se dispuso a atacarlos. Round se recuperó instantaneamente y dio marcha atrás. Aceleró y pasó muy cerca de la posición del mutante que siguió corriendo detrás de ellos. Round aceleró pero el mutante cada vez corría más deprisa y pronto les alcanzaría, además el depósito no estaba para tirar cohetes. Paró el coche a un lado de la carretera. Cogió algo de la guantera y salió del coche dispuesto a enfrentarse a esa cosa.
- Silvia, quedaos aquí. Tengo que encargarme del mutante - dijo Round cerrando la puerta del coche.
- De acuerdo pero si me necesitas avisa - dijo Silvia no muy convencida, esperándo que se alejase para salir del coche.
- Hank, peque, quédate aquí. Voy a ayudar a Round, ¿vale? - dijo Silvia
- Vale pero ¿luego iremos a la playa? - dijo Hank
- Donde tú digas pero no te muevas de aquí a no ser que estés en peligro, ¿de acuerdo? - dijo Silvia saliendo del coche con su abte de béisbol.
Round estaba disparando al mutante con el arma que había sacado de la guantera pero parecía que sus disparos no le afectaban demasiado porque, aunque más lento, seguía corriendo y estaba a punto de darles caza. Vio a Silvia a su lado.
- ¿Qué haces aquí? - La gritó.
- Creo que podré ayudarte. Atento, se acerca - dijo Silvia poniéndose en posición de ataque.
El mutante lanzó un ataque hacia Silvia pero gracias a la agilidad que había adquirido ella lo vio venir y pudo esquivarlo. Round disparó al mutante y se volvió hacia él. Le tenía a tiro pero su pistola se había quedado sin balas, por un segundo perdió la concentración lo que le impidió esquivar el ataque del monstruo que le lanzó contra el coche.
El mutante estaba dispuesto a devorar a Round y se acercaba peligrosamente hacia él. Silvia había presenciado el ataque y corrió hacia Round. Saltó por encima del mutante y se colocó a su lado. Cerró los ojos y, sin saber cómo, creó un escudo que protegió a ambos. El mutante intentaba atacarlos pero nada podía hacer por el escudo protector que había creado Silvia.
La criatura se giró. El pequeño Hank se había asustado al ver cómo Round golpeaba el coche y había salido. Ahora nadie detenía al mutante que se acercaba peligrosamente al pequeño. Round estaba tirado en el suelo, respiraba pero estaba algo aturdido y apenas podía ver lo que estaba sucediendo.
En cuanto vio aquello, Silvia dejó a Round en el suelo y se dirigió a proteger a Hank que estaba al otro lado del coche. Silvia llegó antes que el mutante con un espectacular salto que la llevó a la ventanilla del copiloto.
- Ala, Silvia! ¿Cómo has hecho eso? - dijo Hank - Corre, entra en el coche. Todo está bien.
Hank entró en el coche y la criatura subida en el techo del coche se disponía a atacarla. En ese momento, Silvia sintió de nuevo un intenso dolor en sus manos. Esta vez pudo estar consciente como consecuencia de la adrenalina que corría por sus venas. En cada una de sus uñas, unas afiladas garras aparecieron, convirtiéndo sus manos en verdaderas armas de matar.
El mutante saltó sobre ella, Silvia levantó sus manos al aire y cinco de sus garras atravesaron el corazón del mutante. Con la otra mano hizo un rápido movimiento y clavó sus garras en la cabeza de la criatura.
Un segundo después Silvia se desmayó y el mutante estaba muerto junto a ella.
Hank bajó del coche y fue hacia Round que estaba intentando levantarse.
- Round, corre, hay que ayudarla - dijo Hank
- ¿Qué ha pasado? - preguntó aturdido
- Silvia ha matado al mutante. Ha sido genial. Parece una gataaaa, tiene garras!
- Anda, anda... No te inventes cosas. Le habrá golpeado con el bate.
- Que no. Que tenía garras - dijo Hank
Round se levantó y recogió a Silvia que ya no tenía rastro de las garras en sus manos. La subió en el coche y encendió el motor del coche-
- ¿Dónde queires ir, pequeño?
- A la playaaaaaa - gritó Hank divertido
- Venga. Así sea. - dijo Round mientras ponía rumbo hacia la costa norte de Francia.
Última edición por Kealah el Lun Abr 12, 2010 3:35 pm, editado 1 vez (Razón : Los efectos secundarios de la resaca...)
Kealah- Cazadora con medias de seda
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Localización : Como dice Tatsu... Villadolor xDDD
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
matías iba corriendo a toda velocidad por la ciudad, había visto varias de esas "cosas mutantes" en el camino asesinando gente, pero no les tomó atención, solo se preocupaba por su propia supervivencia, de improviso, una de esas cosas con unos largos brazos lo atrapó, matías intentó forcejear, pero la criatura era mucho mas fuerte que él, cuando estaba a punto de morder a matías, este puso sus brazos entre el y la criatura, momento en que sintió una gran descarga y una pequeña especie de hormigueo...
la criatura soltó a matías emitiendo un gran chillido y cayendo al suelo.
-que fué eso?-se preguntó jorge a si mismo mientras observaba sus manos, que aún hormigueaban, la criatura yacía muerta en suelo con una expresión sombría, tenía la boca abierta, la cabeza estaba deshecha..-no puede ser-era obvio que algo extraño estaba pasando con su cuerpo...
en ese momento observó como a la distancia una especie de perro mutante asesinaba brutalmente a una mujer, luego de unos segundos la criatura se marchó a buscar a otra presa, solo un instante después, la mujer se volvió a levantar, su mirada estaba perdida, lanzó un terrible bufido y se abalanzó sobre un camión que pasaba, deztrozando el vidrio y asesinando a un superviviente que estaba escondido adentro...definitivamente, algo malo estaba ocurriendo en roma, y probablemente ya se habría difundido por toda europa, pero mas que esto a matías le preocupaban sus nuevos "poderes".....pero mas que nada, debía escapar, sobrevivir
______________________10 minutos antes____________________________
matías se preparó para la gran cantidad de zombies que se avecinaba,se preparo mentalmente para la pelea habían 6 de esas cosas, estaba agotado por lo de el mutante que se había encontrado en su casa sentía que apenas podía moverse, pelear no era una opción, pero tampoco habían opciones de escape, en ese momento oyó un grito, era de un vecino, en ese momento ya no recordaba su nombre, pero por suerte este grito atrajo la atención de estas criaturas, momento en el que matías pasó por al lado de un grotesco ser con tentaculos, y huyó rumbo al centro, antes de ir al puerto, debía asegurarse de encontrar alguna otra arma o algo que pudiese ser de ayuda....
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post: 1
descubriendo nuevos horizontes.
la criatura soltó a matías emitiendo un gran chillido y cayendo al suelo.
-que fué eso?-se preguntó jorge a si mismo mientras observaba sus manos, que aún hormigueaban, la criatura yacía muerta en suelo con una expresión sombría, tenía la boca abierta, la cabeza estaba deshecha..-no puede ser-era obvio que algo extraño estaba pasando con su cuerpo...
en ese momento observó como a la distancia una especie de perro mutante asesinaba brutalmente a una mujer, luego de unos segundos la criatura se marchó a buscar a otra presa, solo un instante después, la mujer se volvió a levantar, su mirada estaba perdida, lanzó un terrible bufido y se abalanzó sobre un camión que pasaba, deztrozando el vidrio y asesinando a un superviviente que estaba escondido adentro...definitivamente, algo malo estaba ocurriendo en roma, y probablemente ya se habría difundido por toda europa, pero mas que esto a matías le preocupaban sus nuevos "poderes".....pero mas que nada, debía escapar, sobrevivir
______________________10 minutos antes____________________________
matías se preparó para la gran cantidad de zombies que se avecinaba,se preparo mentalmente para la pelea habían 6 de esas cosas, estaba agotado por lo de el mutante que se había encontrado en su casa sentía que apenas podía moverse, pelear no era una opción, pero tampoco habían opciones de escape, en ese momento oyó un grito, era de un vecino, en ese momento ya no recordaba su nombre, pero por suerte este grito atrajo la atención de estas criaturas, momento en el que matías pasó por al lado de un grotesco ser con tentaculos, y huyó rumbo al centro, antes de ir al puerto, debía asegurarse de encontrar alguna otra arma o algo que pudiese ser de ayuda....
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descubriendo nuevos horizontes.
the_zombie_killer_71- Superviviente
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Oleg y Anatoly no duraron mucho,el camion se habia quedado sin gasolina en medio de la nada,a su derecha habia un bosque congelado y a su izquierda las vias de un tren.
-Mierda!Joder que haremos!?-Gritaba Anatoly.
-No lose,pero no pienso caminar,no señor-Respondio Oleg.
-Jaja pues yo menos.
Anatoly dormia en el asiento del conductor,mientras Oleg hacia guardia con su Spas enmedio de la acera,habia escuchado varios ruidos extraños pero no vio nada.
Habia pasado un buen tiempo hasta que finalmente sintio algo.
La tierra vibraba,sentia como se movia,la nieve de los arboles caia,hasta que oyo arboles cayendo.Algo activo a Oleg.
-Anatoly sal del puto camion ahora!-Grito.
-He?Que mierda pasa?Porque se mueve el jodido camion?-Pregunto este.
-Sal ahora joder!
Anatoly salio del camion,en una fraccion de segundos el camion volaba por los aires,Oleg golpeo un escombro que venia directo hacia el,en cambio Anatoly se salvo por los pelos de ser golpeado por uno de los grandes neumaticos del camion.
-Mierda que es esa puta bestia!?-Gritaba Anatoly señalando algo que se asomaba por los escombros.
-Anatoly,se que suena algo gay y demas pero ponte detras mio,toma la Spas-Ordenaba Oleg.
Anatoly rapidamente tomo la Spas y se puso detras de Oleg,nunca dejando de apuntar a lo que se ocultaba detras de los escombros.
Finalmente lo vieron,a traves del humo salio una bestia de color grisaceo,igual de grande de largo como el camion destruido,la criatura se parecia demasiado a la que les habia atacado en la estacion de servicio,solo que esta era el triple de grande,y su cabeza estaba mas fortificada,su pecho estaba blindado con tres grandes costilla,Oleg pudo ver que llevaba una gran barra de hierro del camion en su enorme mano derecha.
La criatura lanzo un gran chillido como lo habia hecho la de la estacion de servicio y fue corriendo hacia Oleg que habia empujado a Anatoly varios metros.La bestia embistio a Oleg que se golpeo con un gran arbol.
-Mierda eso dolio...-Murmuraba Oleg.
-Toma esto hijo de putaaa!-Gritaba Anatoly mientras disparaba su Spas hacia la bestia.
Oleg aprovecho que la bestia le dio la espalda y de un gran salto se aferro a su cuello,la bestia emitia ese ensordecedor chillido mientras Oleg apretaba con fuerza su gran cuello.
-No puedes respirar cabrona!?He!?No puedes!?-Gritaba Oleg mientras se sujetaba con gran fuerza en el cuello del mutante.
Anatoly estaba temblando contemplando la escena,estaba seguro que Oleg no era un hombre normal,tenia una gran fuerza sobre humana,tambien vio como habia esquivado agilmente los disparos de esos canallas anarquistas.
Finalmente Anatoly oyo el ruido de un tren,uno que se aproximaba hacia ellos.
-Oleg!Se aproxima un tren!Debemos tomarlo!-Gritaba Anatoly.
-Mierda,no puedo esta puta bestia no me deja!-Gritaba Oleg haciendo un esfuerzo para no soltarse del cuello de la bestia que casi no respiraba.
Anatoly fue hacia la bestia y empezo a disparar contra ella,un disparo seguido del otro,la potente escopeta no le hacia casi ni un rasguño.Oleg se paro en su cabeza y dio un unico puñetazo solo uno,pero suficiente para meterle el puño entero dentro de la blindada cabeza de la criatura.
El chillido de la bestia se convirtio en un estremecedor grito y Oleg aprovecho esto para saltar de encima de la bestia.
-Vamos vamos!Es nuestra oportunidad!-Gritaba Oleg.
-Mierda ahi viene el tren!-Señalaba Anatoly con la escopeta.
Oleg dio un gran salto hacia una de las puertas del tren que estaba abierta,Anatoly estuvo a punto de caer pero Oleg le tomo del brazo y lo subio dentro.
La criatura habia quedado atras mirandolos fijamente con su cabeza blindada bañada en sangre.
Anatoly se desplomo entre unas cajas que habia dentro del vagon,Oleg en cambio se sento en una caja de madera llena de frutas,al parecer el tren llevaba frutas y vegetales.
-Anatoly...mi mano...mi mano...-Decia Oleg temblando mientras contemplaba su mano bañada en la sangre de la bestia.
-Tu mano nos salvo hoy jajajaja!
Oleg no pudo responder,veia borroso hasta que finalmente se desmayo entre las cajas de manzanas y naranjas que transportaba el tren que cruzaba al lado de una carretera con un cartel que decia "Bienvenidos a Alemania"...
--------------
Post 5
Nivel 2
-Mierda!Joder que haremos!?-Gritaba Anatoly.
-No lose,pero no pienso caminar,no señor-Respondio Oleg.
-Jaja pues yo menos.
Anatoly dormia en el asiento del conductor,mientras Oleg hacia guardia con su Spas enmedio de la acera,habia escuchado varios ruidos extraños pero no vio nada.
Habia pasado un buen tiempo hasta que finalmente sintio algo.
La tierra vibraba,sentia como se movia,la nieve de los arboles caia,hasta que oyo arboles cayendo.Algo activo a Oleg.
-Anatoly sal del puto camion ahora!-Grito.
-He?Que mierda pasa?Porque se mueve el jodido camion?-Pregunto este.
-Sal ahora joder!
Anatoly salio del camion,en una fraccion de segundos el camion volaba por los aires,Oleg golpeo un escombro que venia directo hacia el,en cambio Anatoly se salvo por los pelos de ser golpeado por uno de los grandes neumaticos del camion.
-Mierda que es esa puta bestia!?-Gritaba Anatoly señalando algo que se asomaba por los escombros.
-Anatoly,se que suena algo gay y demas pero ponte detras mio,toma la Spas-Ordenaba Oleg.
Anatoly rapidamente tomo la Spas y se puso detras de Oleg,nunca dejando de apuntar a lo que se ocultaba detras de los escombros.
Finalmente lo vieron,a traves del humo salio una bestia de color grisaceo,igual de grande de largo como el camion destruido,la criatura se parecia demasiado a la que les habia atacado en la estacion de servicio,solo que esta era el triple de grande,y su cabeza estaba mas fortificada,su pecho estaba blindado con tres grandes costilla,Oleg pudo ver que llevaba una gran barra de hierro del camion en su enorme mano derecha.
La criatura lanzo un gran chillido como lo habia hecho la de la estacion de servicio y fue corriendo hacia Oleg que habia empujado a Anatoly varios metros.La bestia embistio a Oleg que se golpeo con un gran arbol.
-Mierda eso dolio...-Murmuraba Oleg.
-Toma esto hijo de putaaa!-Gritaba Anatoly mientras disparaba su Spas hacia la bestia.
Oleg aprovecho que la bestia le dio la espalda y de un gran salto se aferro a su cuello,la bestia emitia ese ensordecedor chillido mientras Oleg apretaba con fuerza su gran cuello.
-No puedes respirar cabrona!?He!?No puedes!?-Gritaba Oleg mientras se sujetaba con gran fuerza en el cuello del mutante.
Anatoly estaba temblando contemplando la escena,estaba seguro que Oleg no era un hombre normal,tenia una gran fuerza sobre humana,tambien vio como habia esquivado agilmente los disparos de esos canallas anarquistas.
Finalmente Anatoly oyo el ruido de un tren,uno que se aproximaba hacia ellos.
-Oleg!Se aproxima un tren!Debemos tomarlo!-Gritaba Anatoly.
-Mierda,no puedo esta puta bestia no me deja!-Gritaba Oleg haciendo un esfuerzo para no soltarse del cuello de la bestia que casi no respiraba.
Anatoly fue hacia la bestia y empezo a disparar contra ella,un disparo seguido del otro,la potente escopeta no le hacia casi ni un rasguño.Oleg se paro en su cabeza y dio un unico puñetazo solo uno,pero suficiente para meterle el puño entero dentro de la blindada cabeza de la criatura.
El chillido de la bestia se convirtio en un estremecedor grito y Oleg aprovecho esto para saltar de encima de la bestia.
-Vamos vamos!Es nuestra oportunidad!-Gritaba Oleg.
-Mierda ahi viene el tren!-Señalaba Anatoly con la escopeta.
Oleg dio un gran salto hacia una de las puertas del tren que estaba abierta,Anatoly estuvo a punto de caer pero Oleg le tomo del brazo y lo subio dentro.
La criatura habia quedado atras mirandolos fijamente con su cabeza blindada bañada en sangre.
Anatoly se desplomo entre unas cajas que habia dentro del vagon,Oleg en cambio se sento en una caja de madera llena de frutas,al parecer el tren llevaba frutas y vegetales.
-Anatoly...mi mano...mi mano...-Decia Oleg temblando mientras contemplaba su mano bañada en la sangre de la bestia.
-Tu mano nos salvo hoy jajajaja!
Oleg no pudo responder,veia borroso hasta que finalmente se desmayo entre las cajas de manzanas y naranjas que transportaba el tren que cruzaba al lado de una carretera con un cartel que decia "Bienvenidos a Alemania"...
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DarkHades- Pirómano
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
La calle, era un caos, pero estaba desierta de esas criaturas. O esa pensaba Fernando que aprovecho para descansar un rato y ver la pistola que habia recogido.
Nunca habia cogido una y no sabia muy bien como funcionaria. Inspecciono la pistola y logro reconocer el boton para sacar el cargador.
La pistola estaba a medio cargar, le quedaban 7 balas, eran pocas pero era lo mejor que tenia ahora.
Un ruido hizo voltear la cabeza de Fernando hasta poder ver un grupo de 3 infectados que andaban tambaleantes hacia él. Sin perder más tiempo comenzó a correr hacia una de las calles cercanas que parecia despejada.
Fernando paró subitamente al ver que la calle estaba en obras, cerca de él habia una maza, no se lo pensó dos veces y la cogió.
Pesaba horrores aquella maza, pero antes que malgastar las balas de la pistola preferia la maza. Un zombie apareció de la nada, Fernando no tubo tiempo de hacer más movimientos que saltar hacia delante por instinto.
El infectado con un movimiento lento, comenzó a convulsionar, Fernando lo miraba fijamente impactado por la situación. Casi lo atrapaba un infectado tendria que tener más cuidad las próximas veces.
Con la maza en las manos la levantó y aprovecho las colvulsiones del infectado que poco a poco le iba creciendo su brazo y se le ensanchaba la espalda.
La maza golpeó la espalda del mutante, que ahora decidido comenzaba a caminar hacia Fernando. Con todas su fuerzas repitió la acción, pero esta vez con más exito. La maza golpeó la cabeza del mutante que se tambaleó hasta caer al suelo, momento que aprovecho Fernando para golpear con la maza otra vez su cabeza como si de un golpe de golf se tratase.
El cuello de la criatura crujió y se quedó de una forma poco natural.
Fernando habia perdido mucho tiempo y ahora las criaturas que antes lo seguian se acercaban lentamente hacia él. 5 metros lo separaban de aquellas criaturas, como por instinto agarro fuertemente la maza. Sentia como sus energias iban decreciendo y la maza empezó a coger un brillo extraño. Esa situación le recordó a cuando estaba en las pistas de baloncesto.
Como si de un resorte se tratase, Fernando giró brucamente y lanzó la maza contra el grupo de tres criatura. Por arte de magia la maza estalló al golpear el cuerpo de la criatura que estaba en el centro.
La criatura voló hacia atrás como si la hubiera arrollado un coche, la otra criatura que estaba a su lado cayó y se golpeó la cabeza contra un bordillo de la calle. Una sustacia gris manaba de su cabeza, aparte de la sangre que habia esparcido por el bordillo.
Fernando aprovechó el momento y aunque cansado comenzó a correr nuevamente hacia la calle que antes estaba.
A lo lejos vió una figura con un batín blanco le pareció distinguir.
Nunca habia cogido una y no sabia muy bien como funcionaria. Inspecciono la pistola y logro reconocer el boton para sacar el cargador.
La pistola estaba a medio cargar, le quedaban 7 balas, eran pocas pero era lo mejor que tenia ahora.
Un ruido hizo voltear la cabeza de Fernando hasta poder ver un grupo de 3 infectados que andaban tambaleantes hacia él. Sin perder más tiempo comenzó a correr hacia una de las calles cercanas que parecia despejada.
Fernando paró subitamente al ver que la calle estaba en obras, cerca de él habia una maza, no se lo pensó dos veces y la cogió.
Pesaba horrores aquella maza, pero antes que malgastar las balas de la pistola preferia la maza. Un zombie apareció de la nada, Fernando no tubo tiempo de hacer más movimientos que saltar hacia delante por instinto.
El infectado con un movimiento lento, comenzó a convulsionar, Fernando lo miraba fijamente impactado por la situación. Casi lo atrapaba un infectado tendria que tener más cuidad las próximas veces.
Con la maza en las manos la levantó y aprovecho las colvulsiones del infectado que poco a poco le iba creciendo su brazo y se le ensanchaba la espalda.
La maza golpeó la espalda del mutante, que ahora decidido comenzaba a caminar hacia Fernando. Con todas su fuerzas repitió la acción, pero esta vez con más exito. La maza golpeó la cabeza del mutante que se tambaleó hasta caer al suelo, momento que aprovecho Fernando para golpear con la maza otra vez su cabeza como si de un golpe de golf se tratase.
El cuello de la criatura crujió y se quedó de una forma poco natural.
Fernando habia perdido mucho tiempo y ahora las criaturas que antes lo seguian se acercaban lentamente hacia él. 5 metros lo separaban de aquellas criaturas, como por instinto agarro fuertemente la maza. Sentia como sus energias iban decreciendo y la maza empezó a coger un brillo extraño. Esa situación le recordó a cuando estaba en las pistas de baloncesto.
Como si de un resorte se tratase, Fernando giró brucamente y lanzó la maza contra el grupo de tres criatura. Por arte de magia la maza estalló al golpear el cuerpo de la criatura que estaba en el centro.
La criatura voló hacia atrás como si la hubiera arrollado un coche, la otra criatura que estaba a su lado cayó y se golpeó la cabeza contra un bordillo de la calle. Una sustacia gris manaba de su cabeza, aparte de la sangre que habia esparcido por el bordillo.
Fernando aprovechó el momento y aunque cansado comenzó a correr nuevamente hacia la calle que antes estaba.
A lo lejos vió una figura con un batín blanco le pareció distinguir.
Toletum- Jefe de Los Barbaros
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Oleg habia despertado sobresaltado,miro a su izquierda y derecha pero Anatoly no estaba por ninguna parte,hasta que levanto la mirada y frente a el estaba Anatoly contra la puerta del vagon que parecia ser golpeada desde el otro lado.
-Ayuda mierda!No la puedo sujetar yo solo!-Decia Anatoly mientras pateaba cajas de frutas hacia Oleg.
Oleg se levanto con dificultad y se puso en posicion de combate.
-Anatoly sal de la puerta,se que hacer-Le dijo Oleg.
Anatoly salio corriendo de la puerta del vagon mientras Oleg hiba como un toro enfurecido hacia ella.Oleg volo la puerta de madera del vagon junto con los zombies que estaban detras de ella.
Uno de los zombies se levanto con intenciones de morderle pero Anatoly le volo la mitad del pecho de un disparo de su Spas.
Anatoly y Oleg estaban espalda con espalda,Anatoly tenia su Spas y Oleg sus puños.Un zombie habia sido abatido,quedaban tres zombies y un mutante con el brazo derecho con forma de gran cuchilla.
-Tu ve a por esos jodidos descerebrados,yo me encargo de este-Decia Oleg.
-Jajajaja!No hace falta que lo digas!-Respondio Anatoly mientras le volaba la cabeza a un zombie de un disparo.
Oleg habia entablado combate con el mutante con cuchilla,era muy rapido,Oleg dio un salto y de una patada golpeo la cabeza de este,el mutante respondio atacandole con la cuchilla a la cual Oleg sujeto firmemente.
-Jajajaj!Solo me queda uno!A ti como te va?-Gritaba Anatoly.
-Mejor no preguntes!-Respondio Oleg que sujetaba la gran cuchilla del mutante.
Algo paso con el mutante,habia dejado a Oleg y se dispuso a salir del metro,rapidamente Oleg lo siguio y salio a la calle,lo que vio lo impresiono un poco,su patria ardia estaba en ruinas,el nunca habia sido un gran defensor de su patria,pero habia nacido y se habia criado alli.
Finalmente vio a la criatura corriendo entre unos camiones del ejercito,Oleg salio a su encuentro,finalmente doblo a la izquierda y vio a la criatura sujetando con su cuchilla a un muchacho encapuchado y enmascarado de unos 21 años de edad contra la pared.
Oleg inmediatamente tacleo a la bestia soltando al muchacho,Oleg arranco la enorme cuchilla que tenia la bestia por brazo y se la clavo cinco veces en el pecho.La sangre negra y espesa soltaba un olor muy fuerte.
-Gracias-Dijo en aleman el muchacho que estaba detras de Oleg.
-Donde estamos?-Pregunto este.
-En Berlin camarada,esto es tierra de nadie-Respondio el chico,que al parecer llevaba un Ak-47 en la espalda.
Oleg miro detenidamente al chico de reojo,vio que en su capucha blanca tenia el simbolo de anarquia y tenia un gran aspecto de guerrillero.
-Soy Malek,lider de los Cazadores somos sobrevivientes de este apocalipsis-Explico el chico.
-Soy Oleg,y el gordo que viene detras tuyo es mi compañero Anatoly-Dijo Oleg señalando con los ojos a Anatoly.
-Jajaja,ya veo y aquellos que vienen alli son mis hombres-Dijo Malek señalando dos camiones fuertemente blindados.
De uno de los camiones bajaron seis hombres fuertemente armados,hablaron unos momentos con su lider Malek y subieron de nuevo al camion.
-Oigan,porque no vienen con nosotros?-Pregunto Malek.
-No gracias,seguimos nuestro camino,pero gracias por la oferta camarada-Respondio Oleg.
-Bien,que se le va a hacer,suerte camaradas-Dijo Malek mientras subia a uno de los camiones.
Oleg y Anatoly se quedaron mirando a los camiones hasta que finalmente desaparecieron entre los escombros.
-Y bien?Que hacemos ahora?-Pregunto Anatoly.
-Que tal si vamos a algun centro comercial?Quiero cambiarme de ropa-Respondio Oleg.
-Jajaja!Genial!Vamos!
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Nivel 2
-Ayuda mierda!No la puedo sujetar yo solo!-Decia Anatoly mientras pateaba cajas de frutas hacia Oleg.
Oleg se levanto con dificultad y se puso en posicion de combate.
-Anatoly sal de la puerta,se que hacer-Le dijo Oleg.
Anatoly salio corriendo de la puerta del vagon mientras Oleg hiba como un toro enfurecido hacia ella.Oleg volo la puerta de madera del vagon junto con los zombies que estaban detras de ella.
Uno de los zombies se levanto con intenciones de morderle pero Anatoly le volo la mitad del pecho de un disparo de su Spas.
Anatoly y Oleg estaban espalda con espalda,Anatoly tenia su Spas y Oleg sus puños.Un zombie habia sido abatido,quedaban tres zombies y un mutante con el brazo derecho con forma de gran cuchilla.
-Tu ve a por esos jodidos descerebrados,yo me encargo de este-Decia Oleg.
-Jajajaja!No hace falta que lo digas!-Respondio Anatoly mientras le volaba la cabeza a un zombie de un disparo.
Oleg habia entablado combate con el mutante con cuchilla,era muy rapido,Oleg dio un salto y de una patada golpeo la cabeza de este,el mutante respondio atacandole con la cuchilla a la cual Oleg sujeto firmemente.
-Jajajaj!Solo me queda uno!A ti como te va?-Gritaba Anatoly.
-Mejor no preguntes!-Respondio Oleg que sujetaba la gran cuchilla del mutante.
Algo paso con el mutante,habia dejado a Oleg y se dispuso a salir del metro,rapidamente Oleg lo siguio y salio a la calle,lo que vio lo impresiono un poco,su patria ardia estaba en ruinas,el nunca habia sido un gran defensor de su patria,pero habia nacido y se habia criado alli.
Finalmente vio a la criatura corriendo entre unos camiones del ejercito,Oleg salio a su encuentro,finalmente doblo a la izquierda y vio a la criatura sujetando con su cuchilla a un muchacho encapuchado y enmascarado de unos 21 años de edad contra la pared.
Oleg inmediatamente tacleo a la bestia soltando al muchacho,Oleg arranco la enorme cuchilla que tenia la bestia por brazo y se la clavo cinco veces en el pecho.La sangre negra y espesa soltaba un olor muy fuerte.
-Gracias-Dijo en aleman el muchacho que estaba detras de Oleg.
-Donde estamos?-Pregunto este.
-En Berlin camarada,esto es tierra de nadie-Respondio el chico,que al parecer llevaba un Ak-47 en la espalda.
Oleg miro detenidamente al chico de reojo,vio que en su capucha blanca tenia el simbolo de anarquia y tenia un gran aspecto de guerrillero.
-Soy Malek,lider de los Cazadores somos sobrevivientes de este apocalipsis-Explico el chico.
-Soy Oleg,y el gordo que viene detras tuyo es mi compañero Anatoly-Dijo Oleg señalando con los ojos a Anatoly.
-Jajaja,ya veo y aquellos que vienen alli son mis hombres-Dijo Malek señalando dos camiones fuertemente blindados.
De uno de los camiones bajaron seis hombres fuertemente armados,hablaron unos momentos con su lider Malek y subieron de nuevo al camion.
-Oigan,porque no vienen con nosotros?-Pregunto Malek.
-No gracias,seguimos nuestro camino,pero gracias por la oferta camarada-Respondio Oleg.
-Bien,que se le va a hacer,suerte camaradas-Dijo Malek mientras subia a uno de los camiones.
Oleg y Anatoly se quedaron mirando a los camiones hasta que finalmente desaparecieron entre los escombros.
-Y bien?Que hacemos ahora?-Pregunto Anatoly.
-Que tal si vamos a algun centro comercial?Quiero cambiarme de ropa-Respondio Oleg.
-Jajaja!Genial!Vamos!
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Última edición por DarkHades el Mar Abr 20, 2010 1:59 am, editado 1 vez
DarkHades- Pirómano
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
matías estaba cansado, se le había ocurrido un "buen plan" iría a un centro comercial, tomaría armas, comería algo, y luego zarparía, había corrido por unos 30 minutos, ya casi no podía mas, en ese momento apareció un mutante corriendo y se abalanzó sobre matías, lanzandolo al suelo, matías forcejeó, y logró soltarse el suficiente tiempo para ponerse de pie. sacó su espada mientras el mutante se ponía de pie lentamente, rapidamente recorrió el metro que lo separaba de la criatura, y le asestó un golpe en el pecho,la criatura le dió un golpe en el estomago a matías con uno de sus grandes puños. cuando matías se levanto, y tomó su espada de esta surgió un extraño resplandor, se podían ver una especie de rayos, en ese momento la espada comenzó a cambiar su forma, alargandose, y transformandose en una alabarda, la cual matías clavó en la cabeza de la criatura, asesinando al deforme mutante, en ese momento, matías se sentía increiblemente cansado, la alabarda cayó al suelo transformandose nuevamente en la espada de matías, el cadaver de la criatura cayó a unos metros de matías, y atrajo su atención hacía un objeto que le ayudaría bastante, y hace un rato que buscaba...
5 minutos después, matías se dirigía a toda velocidad en una moto camino al centro comercial
______________
post:2
nivel:1
"extraños acontecimientos"
5 minutos después, matías se dirigía a toda velocidad en una moto camino al centro comercial
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"extraños acontecimientos"
the_zombie_killer_71- Superviviente
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Mientras se dirigían a la playa vieron innumerables destrozos en medio de la carretera, pero dentro de lo que habian visto no era tanto, gracias a la buena conducción de round no tuvieron problemas para llegar a la playa. Una vez en la playa estaba totalmente desierta, no había nadie por los alrededores, ni mutantes, ni zombis, ni humanos…
Hank estaba contento por ver la playa y se tiro rápidamente a la arena justo delante del agua y empezó a cavar como hacia siempre que iba, le gustaba cavar hasta encontrar agua, cosa que lo tenía entretenido toda la tarde. Mientras round y Silvia hablaban…
-Silvia: No sé que me paso… me salieron como dos garras y me sentí mucho mas ágil.. ya me sentido así de ágil otras ocasiones pero no sé que es..
-Round: A decir verdad, te creo, si hay mutantes puedo creer eso. Lo que no entiendo muy bien es el por qué últimamente tengo tan buena puntería… es decir, siempre la he tenido, pero últimamente siento que no fallaría un disparo, además, he salido de escaramuzas extrañas con el coche, quien sabe quizás tenga yo también poderes.. Jajaja
-Silvia: Ey no te rías, es un tema muy delicado, imagina que muto en una bestia de esas.. no lo quiero ni pensar…
Mientras Hank seguía haciendo su agujero para encontrar agua, pero él quería llegar ya a el agua, el problema es que no sabía cómo… entonces lo pensó, llamar a sus amigas las hormigas, de todas maneras ellas también hacían agujeros.
Pego un grito diciendo:
-Hank: Salid hormiguitas! Necesito cavar un agujero para encontrar agua!
Silvia y Round se reían de la inocencia del niño, para su asombro una interminable fila de hormigas se concentro en torno al agujero y empezaron a apartar arena..
-Hank: Jajá gracias! A partir de ahora seréis mi ejército y luchareis por mí.
-Round: Que cojo... Como has hecho eso pequeño?
-Hank: No se, son mis fieles guardianas, hacen lo que les pida.
-Round: Esto sí que es raro… haber, diles que me ataquen
-Hank: No quiero! Esta mal hacer daño a las personas
-Round: Tranquilo, tengo una pistola, además son muy pequeñas jajá
-Hank: Bueno vale.. Hormiguitas atacadle, pero no le hagáis daño solo apresadlo.
Rápidamente se dirigieron hacia Round, este retrocedió unos pasos y vio como se agrupaban en miles rápidamente haciendo grandes montones que iban hacia él, esta vez Hank parecía poder controlar mucho mas numero de ellas, como cinco veces más, realmente daba susto ver tantas hormigas juntas.
Round se puso nervioso, disparo hacia el primer montón unos cinco tiros, pero era inútil, no morían casi y solamente las esparcía por la arena, seguía caminando para atrás rápidamente, entonces toco algo blando y cayó al suelo de espaldas, era un montón de hormigas, que habían ideado una trampa para poder rodearlo, en cuestión de segundos no podía llegar a levantarse y finalmente lo inmovilizaron contra la arena.
-Silvia: Hank! Diles que paren!
-Hank: Hormiguitas soltadle, es mi amigo.
Tan rápido como lo dijo lo soltaron, Round no se lo podía creer, vencido por un crio y sus hormigas, además se había quedado sin aliento, llego a temer hasta por su vida en esos momentos.
-Round: Joder.. tantas cosas recorriendo mi cuerpo a la vez, es una sensación muy angustiosa.. realmente he sentido pánico…
No pudo acabar de terminar la frase cuando del mar salió un cangrejo gigante, lo peor de todo era que sus tenazas eran de grandes como él, y las llevaba arrastrando, debía de pesarle cada tenaza como un coche eran enormes… Hank, no sabía porque pero se sentía cansado, quizás por utilizar a las hormigas, y round había malgastado el cargador que tenía en la pistola para dispararle a las hormigas los demas cargadores estaban en el coche, este mismo estaba a cincuenta metros, la cosa se ponía fea…
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Hank estaba contento por ver la playa y se tiro rápidamente a la arena justo delante del agua y empezó a cavar como hacia siempre que iba, le gustaba cavar hasta encontrar agua, cosa que lo tenía entretenido toda la tarde. Mientras round y Silvia hablaban…
-Silvia: No sé que me paso… me salieron como dos garras y me sentí mucho mas ágil.. ya me sentido así de ágil otras ocasiones pero no sé que es..
-Round: A decir verdad, te creo, si hay mutantes puedo creer eso. Lo que no entiendo muy bien es el por qué últimamente tengo tan buena puntería… es decir, siempre la he tenido, pero últimamente siento que no fallaría un disparo, además, he salido de escaramuzas extrañas con el coche, quien sabe quizás tenga yo también poderes.. Jajaja
-Silvia: Ey no te rías, es un tema muy delicado, imagina que muto en una bestia de esas.. no lo quiero ni pensar…
Mientras Hank seguía haciendo su agujero para encontrar agua, pero él quería llegar ya a el agua, el problema es que no sabía cómo… entonces lo pensó, llamar a sus amigas las hormigas, de todas maneras ellas también hacían agujeros.
Pego un grito diciendo:
-Hank: Salid hormiguitas! Necesito cavar un agujero para encontrar agua!
Silvia y Round se reían de la inocencia del niño, para su asombro una interminable fila de hormigas se concentro en torno al agujero y empezaron a apartar arena..
-Hank: Jajá gracias! A partir de ahora seréis mi ejército y luchareis por mí.
-Round: Que cojo... Como has hecho eso pequeño?
-Hank: No se, son mis fieles guardianas, hacen lo que les pida.
-Round: Esto sí que es raro… haber, diles que me ataquen
-Hank: No quiero! Esta mal hacer daño a las personas
-Round: Tranquilo, tengo una pistola, además son muy pequeñas jajá
-Hank: Bueno vale.. Hormiguitas atacadle, pero no le hagáis daño solo apresadlo.
Rápidamente se dirigieron hacia Round, este retrocedió unos pasos y vio como se agrupaban en miles rápidamente haciendo grandes montones que iban hacia él, esta vez Hank parecía poder controlar mucho mas numero de ellas, como cinco veces más, realmente daba susto ver tantas hormigas juntas.
Round se puso nervioso, disparo hacia el primer montón unos cinco tiros, pero era inútil, no morían casi y solamente las esparcía por la arena, seguía caminando para atrás rápidamente, entonces toco algo blando y cayó al suelo de espaldas, era un montón de hormigas, que habían ideado una trampa para poder rodearlo, en cuestión de segundos no podía llegar a levantarse y finalmente lo inmovilizaron contra la arena.
-Silvia: Hank! Diles que paren!
-Hank: Hormiguitas soltadle, es mi amigo.
Tan rápido como lo dijo lo soltaron, Round no se lo podía creer, vencido por un crio y sus hormigas, además se había quedado sin aliento, llego a temer hasta por su vida en esos momentos.
-Round: Joder.. tantas cosas recorriendo mi cuerpo a la vez, es una sensación muy angustiosa.. realmente he sentido pánico…
No pudo acabar de terminar la frase cuando del mar salió un cangrejo gigante, lo peor de todo era que sus tenazas eran de grandes como él, y las llevaba arrastrando, debía de pesarle cada tenaza como un coche eran enormes… Hank, no sabía porque pero se sentía cansado, quizás por utilizar a las hormigas, y round había malgastado el cargador que tenía en la pistola para dispararle a las hormigas los demas cargadores estaban en el coche, este mismo estaba a cincuenta metros, la cosa se ponía fea…
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Manutrueno- Reencarnacion de Chuck Norris
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Oleg y Anatoly habian llegado a un gran centro comercial,Berlin era una gran ciudad,lastima que ahora los edificios estaban en ruinas e infestado de monstruos.
-Vaya jajaja!No hay nadie!-Exclamo Oleg.
-Jajaja genial!Ire a la tienda de musica-Dijo Anatoly.
-Yo ire a la tienda de ropa,quiero ver que camisetas tienen.
Anatoly subio las escaleras electricas y Oleg busco una tienda de ropa de grupos de rock,heavy y demas generos.Se habia percatado que el centro comercial estaba practicamente vacio,solo habia papeles y basura tirados por todas partes.
Oleg habia llegado a la tienda de ropa,estaba buscando camisetas y camperas de Rammstein para Anatoly y para el,ese grupo le fascinaba desde que era pequeño.
Habia perdido las esperanzas cuando encontro una gran caja de carton,la abrio y ahi estaban las camisetas y demas cosas sobre Rammstein,Oleg salto de alegria pero algo le llamo la atencion.Delante de el habia un espejo que le permitia ver detras suyo,justamente detras de el habia un mutante mirandolo fijamente.
-Vaya,y yo que crei que estaba solo,pues joder lastima-Decia Oleg mientras se ponia una camisa de la banda con intenciones de ponerse la campera.
La bestia respondio con un gemido lastimero,miraba fijamente a Oleg que casi no le prestaba atencion alguna,miraba a aquel humano poniendose una abrigada campera del famoso grupo aleman.
-Y bien?Que opinas?A que me veo genial no?Jajaja-Decia Oleg mientras se miraba en el espejo.
La criatura dio varios pasos hacia adelante,Oleg pudo apreciar sus piernas,eran mas largas de lo normal,pero lo mas extraño eran sus largos brazos con sus garras filosas.
Oleg dio media vuelta y la miro mas detenidamente,era alto,tenia garras,y su cabeza parecia la de un perro con una gran quijada.
-Venga,aqui estoy!
La bestia solto un grito y se abalanzo sobre Oleg,era muy rapido,demasiado,muy agil,Oleg tenia dificultad para esquivar sus golpes.La criatura dejo de golpearlo al ver que el esquivaba sus golpes rapidamente.
Oleg aprovecho la situacion y le propino un gancho a la criatura,elevandola varios metros.
La bestia tras estar unos segundos en el piso inerte,se levanto rapidamente y embistio a Oleg que salio disparando hacia fuera de la tienda de ropa.
-Vaya,baje la guardia.
De pronto se escucho musica,Oleg reconocia la grandiosa melodia,si!Era Das Modell de Rammstein!Le encantaba esa cancion,al parecer Anatoly habia encendido un gran equipo de sonido ya que la musica se escuchaba fuertemente por todo el centro comercial.
-Jajajaja!Escucha eso!-Gritaba Anatoly mientras bajaba las escaleras electricas.
-Genial!Jajaja!Toma ponte esto,son de tu talle camarada-Dijo Oleg mientras le lanzaba una camiseta y un buzo de Rammstein a Anatoly.
-Fabuloso!Son de mi talle!-Respondio Anatoly mientras se ponia la ropa.
-Jajaja si,ahora si me permiter debo aniquilar a esta basura-Señalo Oleg con el dedo a la criatura que salia corriendo de la tienda de ropa directo hacia el.
La bestia empezo otra vez con sus rapidos golpes,lanzo tres,los tres fallaron,lanzo dos,los dos fallaron,la criatura frustrada lanzo una rapida patada hacia Oleg,que no se esperaba tal accion.Oleg cayo varios metros delante de la criatura,se percato de Anatoly habia desaparecido,"Vaya marica"se dijo para si mismo.
De pronto escucho el ruido de un motor,parecia el motor de una motocicleta,pero rapidamente se percato de que no provenia de fuera del centro comercial,provenia de dentro del mismo.
De repente de las escaleras electricas vio bajar a toda velocidad a Anatoly que venia conduciendo una motocross 250.
-Jajajajaj mira lo que encontre!-Gritaba de alegria.
-Donde mierda sacaste eso?Jajaja es genial.
-Jajajaj lo encontre en el estacionamiento!-Gritaba Anatoly mientras se dirigia a toda velocidad hacia la criatura.
Con la motocicleta Anatoly embistio a la criatura haciendola volar varios metras delante de Oleg.
Jajaja!Que te parecio eso jodido engendro!?-Exclamo Anatoly.
La criatura se levanto rapidamente y se dirigia corriendo hacia Anatoly que hacia vuelteretas con su motocicleta,justo cuando dio el salto para embestirlo,Oleg la atrapo en el aire,cayendo ambos varios metros al lado de Anatoly.
-Te gusta!?He!?Te gusta!?-Gritaba Oleg mientras molia a puñetazos la cabeza del mutante.
En cambio Anatoly daba vueltas alrededor de ellos con la motocicleta,estaba feliz,escuchaba Rammstein y andaba conduciendo una motocicleta en pleno centro comercial,que mas podia pedir?
Oleg dejo el cadaver de la criatura que ya era nada mas que un monton de amasijos de carne y huesos.
-Tengo hambre-Dijo Oleg mientras se tocaba el estomago.
-Mierda,yo tambien,ven sube a la motocicleta!La pizzeria esta subiendo las escaleras!-Respondio Anatoly.
Oleg se subio a la motocicleta y ambos,el y Anatoly subieron por las escaleras electricas encima de la motocicleta!
-Jajajaja!Somos los mejores!-Gritaron al unisono cuando lograron subir las escaleras.
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Post 6
Nivel 2
-Vaya jajaja!No hay nadie!-Exclamo Oleg.
-Jajaja genial!Ire a la tienda de musica-Dijo Anatoly.
-Yo ire a la tienda de ropa,quiero ver que camisetas tienen.
Anatoly subio las escaleras electricas y Oleg busco una tienda de ropa de grupos de rock,heavy y demas generos.Se habia percatado que el centro comercial estaba practicamente vacio,solo habia papeles y basura tirados por todas partes.
Oleg habia llegado a la tienda de ropa,estaba buscando camisetas y camperas de Rammstein para Anatoly y para el,ese grupo le fascinaba desde que era pequeño.
Habia perdido las esperanzas cuando encontro una gran caja de carton,la abrio y ahi estaban las camisetas y demas cosas sobre Rammstein,Oleg salto de alegria pero algo le llamo la atencion.Delante de el habia un espejo que le permitia ver detras suyo,justamente detras de el habia un mutante mirandolo fijamente.
-Vaya,y yo que crei que estaba solo,pues joder lastima-Decia Oleg mientras se ponia una camisa de la banda con intenciones de ponerse la campera.
La bestia respondio con un gemido lastimero,miraba fijamente a Oleg que casi no le prestaba atencion alguna,miraba a aquel humano poniendose una abrigada campera del famoso grupo aleman.
-Y bien?Que opinas?A que me veo genial no?Jajaja-Decia Oleg mientras se miraba en el espejo.
La criatura dio varios pasos hacia adelante,Oleg pudo apreciar sus piernas,eran mas largas de lo normal,pero lo mas extraño eran sus largos brazos con sus garras filosas.
Oleg dio media vuelta y la miro mas detenidamente,era alto,tenia garras,y su cabeza parecia la de un perro con una gran quijada.
-Venga,aqui estoy!
La bestia solto un grito y se abalanzo sobre Oleg,era muy rapido,demasiado,muy agil,Oleg tenia dificultad para esquivar sus golpes.La criatura dejo de golpearlo al ver que el esquivaba sus golpes rapidamente.
Oleg aprovecho la situacion y le propino un gancho a la criatura,elevandola varios metros.
La bestia tras estar unos segundos en el piso inerte,se levanto rapidamente y embistio a Oleg que salio disparando hacia fuera de la tienda de ropa.
-Vaya,baje la guardia.
De pronto se escucho musica,Oleg reconocia la grandiosa melodia,si!Era Das Modell de Rammstein!Le encantaba esa cancion,al parecer Anatoly habia encendido un gran equipo de sonido ya que la musica se escuchaba fuertemente por todo el centro comercial.
-Jajajaja!Escucha eso!-Gritaba Anatoly mientras bajaba las escaleras electricas.
-Genial!Jajaja!Toma ponte esto,son de tu talle camarada-Dijo Oleg mientras le lanzaba una camiseta y un buzo de Rammstein a Anatoly.
-Fabuloso!Son de mi talle!-Respondio Anatoly mientras se ponia la ropa.
-Jajaja si,ahora si me permiter debo aniquilar a esta basura-Señalo Oleg con el dedo a la criatura que salia corriendo de la tienda de ropa directo hacia el.
La bestia empezo otra vez con sus rapidos golpes,lanzo tres,los tres fallaron,lanzo dos,los dos fallaron,la criatura frustrada lanzo una rapida patada hacia Oleg,que no se esperaba tal accion.Oleg cayo varios metros delante de la criatura,se percato de Anatoly habia desaparecido,"Vaya marica"se dijo para si mismo.
De pronto escucho el ruido de un motor,parecia el motor de una motocicleta,pero rapidamente se percato de que no provenia de fuera del centro comercial,provenia de dentro del mismo.
De repente de las escaleras electricas vio bajar a toda velocidad a Anatoly que venia conduciendo una motocross 250.
-Jajajajaj mira lo que encontre!-Gritaba de alegria.
-Donde mierda sacaste eso?Jajaja es genial.
-Jajajaj lo encontre en el estacionamiento!-Gritaba Anatoly mientras se dirigia a toda velocidad hacia la criatura.
Con la motocicleta Anatoly embistio a la criatura haciendola volar varios metras delante de Oleg.
Jajaja!Que te parecio eso jodido engendro!?-Exclamo Anatoly.
La criatura se levanto rapidamente y se dirigia corriendo hacia Anatoly que hacia vuelteretas con su motocicleta,justo cuando dio el salto para embestirlo,Oleg la atrapo en el aire,cayendo ambos varios metros al lado de Anatoly.
-Te gusta!?He!?Te gusta!?-Gritaba Oleg mientras molia a puñetazos la cabeza del mutante.
En cambio Anatoly daba vueltas alrededor de ellos con la motocicleta,estaba feliz,escuchaba Rammstein y andaba conduciendo una motocicleta en pleno centro comercial,que mas podia pedir?
Oleg dejo el cadaver de la criatura que ya era nada mas que un monton de amasijos de carne y huesos.
-Tengo hambre-Dijo Oleg mientras se tocaba el estomago.
-Mierda,yo tambien,ven sube a la motocicleta!La pizzeria esta subiendo las escaleras!-Respondio Anatoly.
Oleg se subio a la motocicleta y ambos,el y Anatoly subieron por las escaleras electricas encima de la motocicleta!
-Jajajaja!Somos los mejores!-Gritaron al unisono cuando lograron subir las escaleras.
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DarkHades- Pirómano
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Localización : Refugiándome en la estación de bomberos.
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
Hank estaba demasiado cansado como para poder moverse. Intentó mover a las hormiguitas pero las hormigas ya no le hacían el más mínimo caso. Round corrió hacia el mar y cogió al pequeño Hank entre sus brazos y lo llevó hacia el coche. Sin embargo, el cangrejo gigante le golpeó por la espalda y le lanzó al suelo, cayendo ambos en la arena.
Silvia corrió hacia ellos e intentó que se levantaran. Hank parecía haberse recuperado rápidamente pero Round había reicibido un fuerte golpe y le dolía la espalda, apenas podía levantarse.
- Corre, pequeño, vete al coche y trae los cargadores de la pistola. Están en la guantera. - dijo Round
- Vale Round - dijo Hank mientras se ponía en camino hacia el coche.
- Mierda, Round, no te puedes ni mover casi y ese cangrejo está aquí al lado - gritó Silvia mientras intentaba ayudarle.
- Niña, sin armas son totalmente vulnerable. - dijo Round - Tendrás que enfrentarte a él sóla. Lo harás bien. Llama a tus garras o cómo coño sea que las sacas.
- No lo sé. Aún no controlo esta mierda. Aparecen cuando quieren.
- Concéntrate
Silvia se concentró pero las garras no aparecían por ninguna parte y el cangrejo estaba llegando a ellos. Con una de sus enormes pinzas golpeó la arena y Silvia se tambaleó. Acto seguido, dos mutantes salieron del agua. Estos eran más pequeños, tenían pinzas también pero mucho más pequeñas y su tamaño era el de una persona normal. Aún así, en su espalda había caparazones que los hacían mucho más duros que cualquier otro mutante.
Silvia empezaba a estar realmente asustada y pensaba que iba a morir así que cerró los ojos y se imaginó haciendo volar todas las pequeñas piedras que había en la playa y lanzándolas contra uno de los mutantes más pequeños.
Sin que ella lo notara, las piedras de su alrededor empezaron a levantarse y se lanzaron contra el más pequeño de los dos monstruos que acababan de salir de la playa.
La lluvia de piedras golpeó todo su deforme cuerpo hasta que una de las grandes se clavó en su ojo y el mutante cayó muerto.
- Silvia, abre los ojos - gritó Round - Ayúdame, sólo quedan dos
- No puedo, estoy demasiado cansada - dijo Silvia a punto de desvanecerse
- Ahora no puedes caerte. El cangrejo gigante está aquí mismo. No sé por qué no se mueve.... Concéntrate.
- Toma Round - gritó Hank - Aquí tienes tus cargadores.
- Vuelve al coche pequeño. Silvia, me encargaré del grande. Vete a por el pequeño. Y no me falles.
Round comenzó a disparar al cangrejo gigante. Todos sus disparos acertaban en la cabeza pero su cuerpo era demasiado duro como para que los traspasasen. Era necesario acertar en un ojo, como había hecho Silvia con las piedras, para que el mutante muriera. Primero decidió disparar a lo que antes eran sus rodillas así no podría moverse con la misma facilidad, sin embargo el problema principal lo presentaban sus tenazas. Eran enormes y a Round cada vez le costaba más esquivar sus ataques.
No le quedaban más balas en ese cargador así que se detuvo para tomar aliento, se concentró y disparó. Un segundo después el infernal mutante estaba muerto y Round estaba vivo pero atrapado debajo de una de sus pinzas. Hank lo vio y se acercó a ayudarle.
Por su parte, Silvia estaba intentando acabar con el otro mutante. Era más duro de lo que parecía y ella estaba demasiado cansada mental y físicamente como para intentar otro truco de las rocas. Después de atacarle con su bate, después de haber esquivado un par de lances del mutante, Silvia cayó al suelo. En ese momento no se sentía tan ágil como antes así que al esquivar el ataque del mutante, Silvia cayó al suelo y Hank se acercó a ella corriendo.
- Silvia, nooooooooooo! Levanta, Silvia!
- Hank no vengas hacia aquí, vete con Round - gritó Silvia mientras el mutante intentaba golpearla en la cabeza.
- No puedo, no tengo fuerza para levantar la pinza. Silvia, ayúdame. Tengo miedo- gritó Hank al borde del llanto.
El mutante le vio y salió corriendo hacia el pequeño Hank. En ese momento, cuando vio que el pequeño estaba en peligro, Silvia notó un fuerte dolor en las manos. Ya no era tan intenso como otras veces pero la seguía doliendo. Silvia se levantó dominada por una rabia felina y corrió hacia el mutante. Saltó y con sus garras le rebanó la cabeza, justo antes de que llegase a donde estaban Round y Hank. Hank abrazó a Silvia.
Silvia cayó en el suelo y sus garras habían desaparecido.
- Dame unos minutos - dijo ella a Round - ¿Estás bien?
- Me duele la pierna pero bueno.... Sobreviviré. Ha sido una pasada eso que has hecho.
- No sé ni lo que he hecho.
- Yo te he visto, Silvia. Tienes garras - dijo Hank abrazando a su amiga - Ya no me gusta la playa.
- Bueno, ¿dónde quieres ir ahora? A mí tampoco me gusta - dijo Round - Aunque antes tenéis que sacarme de aquí antes de que vengan más de esos bichos.
- Pues... ¿Y si nos vamos a ... Alemania? - dijo Hank emocionado
- ¿Alemania? ¿Qué sabes tú de Alemania, chiquitajo? - dijo Round
- Este verano iba a ir allí con mis padres a ver a mi tía. No sé a qué parte pero... siempre hablaban de Alemania.
- ¿Tú qué dices? - preguntó Round a Silvia - ¿Alemania?
- Venga, vamos pero... lo más lejos posible de la costa. Nunca he visto Berlín
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Silvia corrió hacia ellos e intentó que se levantaran. Hank parecía haberse recuperado rápidamente pero Round había reicibido un fuerte golpe y le dolía la espalda, apenas podía levantarse.
- Corre, pequeño, vete al coche y trae los cargadores de la pistola. Están en la guantera. - dijo Round
- Vale Round - dijo Hank mientras se ponía en camino hacia el coche.
- Mierda, Round, no te puedes ni mover casi y ese cangrejo está aquí al lado - gritó Silvia mientras intentaba ayudarle.
- Niña, sin armas son totalmente vulnerable. - dijo Round - Tendrás que enfrentarte a él sóla. Lo harás bien. Llama a tus garras o cómo coño sea que las sacas.
- No lo sé. Aún no controlo esta mierda. Aparecen cuando quieren.
- Concéntrate
Silvia se concentró pero las garras no aparecían por ninguna parte y el cangrejo estaba llegando a ellos. Con una de sus enormes pinzas golpeó la arena y Silvia se tambaleó. Acto seguido, dos mutantes salieron del agua. Estos eran más pequeños, tenían pinzas también pero mucho más pequeñas y su tamaño era el de una persona normal. Aún así, en su espalda había caparazones que los hacían mucho más duros que cualquier otro mutante.
Silvia empezaba a estar realmente asustada y pensaba que iba a morir así que cerró los ojos y se imaginó haciendo volar todas las pequeñas piedras que había en la playa y lanzándolas contra uno de los mutantes más pequeños.
Sin que ella lo notara, las piedras de su alrededor empezaron a levantarse y se lanzaron contra el más pequeño de los dos monstruos que acababan de salir de la playa.
La lluvia de piedras golpeó todo su deforme cuerpo hasta que una de las grandes se clavó en su ojo y el mutante cayó muerto.
- Silvia, abre los ojos - gritó Round - Ayúdame, sólo quedan dos
- No puedo, estoy demasiado cansada - dijo Silvia a punto de desvanecerse
- Ahora no puedes caerte. El cangrejo gigante está aquí mismo. No sé por qué no se mueve.... Concéntrate.
- Toma Round - gritó Hank - Aquí tienes tus cargadores.
- Vuelve al coche pequeño. Silvia, me encargaré del grande. Vete a por el pequeño. Y no me falles.
Round comenzó a disparar al cangrejo gigante. Todos sus disparos acertaban en la cabeza pero su cuerpo era demasiado duro como para que los traspasasen. Era necesario acertar en un ojo, como había hecho Silvia con las piedras, para que el mutante muriera. Primero decidió disparar a lo que antes eran sus rodillas así no podría moverse con la misma facilidad, sin embargo el problema principal lo presentaban sus tenazas. Eran enormes y a Round cada vez le costaba más esquivar sus ataques.
No le quedaban más balas en ese cargador así que se detuvo para tomar aliento, se concentró y disparó. Un segundo después el infernal mutante estaba muerto y Round estaba vivo pero atrapado debajo de una de sus pinzas. Hank lo vio y se acercó a ayudarle.
Por su parte, Silvia estaba intentando acabar con el otro mutante. Era más duro de lo que parecía y ella estaba demasiado cansada mental y físicamente como para intentar otro truco de las rocas. Después de atacarle con su bate, después de haber esquivado un par de lances del mutante, Silvia cayó al suelo. En ese momento no se sentía tan ágil como antes así que al esquivar el ataque del mutante, Silvia cayó al suelo y Hank se acercó a ella corriendo.
- Silvia, nooooooooooo! Levanta, Silvia!
- Hank no vengas hacia aquí, vete con Round - gritó Silvia mientras el mutante intentaba golpearla en la cabeza.
- No puedo, no tengo fuerza para levantar la pinza. Silvia, ayúdame. Tengo miedo- gritó Hank al borde del llanto.
El mutante le vio y salió corriendo hacia el pequeño Hank. En ese momento, cuando vio que el pequeño estaba en peligro, Silvia notó un fuerte dolor en las manos. Ya no era tan intenso como otras veces pero la seguía doliendo. Silvia se levantó dominada por una rabia felina y corrió hacia el mutante. Saltó y con sus garras le rebanó la cabeza, justo antes de que llegase a donde estaban Round y Hank. Hank abrazó a Silvia.
Silvia cayó en el suelo y sus garras habían desaparecido.
- Dame unos minutos - dijo ella a Round - ¿Estás bien?
- Me duele la pierna pero bueno.... Sobreviviré. Ha sido una pasada eso que has hecho.
- No sé ni lo que he hecho.
- Yo te he visto, Silvia. Tienes garras - dijo Hank abrazando a su amiga - Ya no me gusta la playa.
- Bueno, ¿dónde quieres ir ahora? A mí tampoco me gusta - dijo Round - Aunque antes tenéis que sacarme de aquí antes de que vengan más de esos bichos.
- Pues... ¿Y si nos vamos a ... Alemania? - dijo Hank emocionado
- ¿Alemania? ¿Qué sabes tú de Alemania, chiquitajo? - dijo Round
- Este verano iba a ir allí con mis padres a ver a mi tía. No sé a qué parte pero... siempre hablaban de Alemania.
- ¿Tú qué dices? - preguntó Round a Silvia - ¿Alemania?
- Venga, vamos pero... lo más lejos posible de la costa. Nunca he visto Berlín
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Kealah- Cazadora con medias de seda
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Localización : Como dice Tatsu... Villadolor xDDD
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
matías llegó al centro comercial, dejó la moto estacionada afuera, el centro comercial era un lugar enorme, primero se dirigiría al tercer piso, ahí estaban las armas, pero ya no había electricidad, y el lugar era un desastre.
nada mas llegar al tercer piso se drigió a la tienda de armas, estaba a unos 200 metros de la tienda, cuando vió a un monstruo enorme a punto de atacar a una chica de unos 23 años, matías tomó su espada y corrió hacía el monstruo, dió un salto, y le enterró la espada al mutante en la espalda, este dió un enfurecido grito, se volteó y le dió un golpe en el pecho a matías, este salió disparado unos 2 metros, el monstruo se acercó corriendo y dió un golpe, el cual matías logró esquivar por poco, mientras tanto la chica corrió a la tienda de armas, y tomó lo primero que encontró.
la chica disparó seis balas en contra de la criatura, todas dieron en su espalda, el mutante se volteó furioso, momento en que matías saltó sobre este, poniendo la mano en su espalda, la criatura quedó paralizada por un pulso electrico, momento en que la chica aprovecho para cargar el revolver y disparar nuevamente a la criatura, matías no pudo ver si había dado en el blanco antes de desmayarse por el cansancio....
______
unos minutos después matías despertó sobresaltado, a unos dos metros de él, estaba la chica que había matado a la criatura, estaban en la armería, matías se paró y tomó su espada, colgandosela en la cintura.
-hola soy matías- dijo extendiendole una mano.
-soy sarah- respondió la chica dandole la mano
-tienes algún lugar, porque...-dijo matías sonrojandose, y notando que estaba hablando con una chica muy atractiva.
-tengo planeado ,viajar a berlín, si quieres puedes venir conmigo.
-tenía planeado zarpar en un barco,pero no tenía planeado donde ir..... de todas formas podemos viajar por tierra- dijo matías pensando que sus nuevos poderes electricos podían ser peligrosos en el mar.
20 minutos después estaban ambos en una nueva moto, viajando rumbo a alemania, sería un largo camino, pero al menos ahora estaría acompañado....
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nada mas llegar al tercer piso se drigió a la tienda de armas, estaba a unos 200 metros de la tienda, cuando vió a un monstruo enorme a punto de atacar a una chica de unos 23 años, matías tomó su espada y corrió hacía el monstruo, dió un salto, y le enterró la espada al mutante en la espalda, este dió un enfurecido grito, se volteó y le dió un golpe en el pecho a matías, este salió disparado unos 2 metros, el monstruo se acercó corriendo y dió un golpe, el cual matías logró esquivar por poco, mientras tanto la chica corrió a la tienda de armas, y tomó lo primero que encontró.
la chica disparó seis balas en contra de la criatura, todas dieron en su espalda, el mutante se volteó furioso, momento en que matías saltó sobre este, poniendo la mano en su espalda, la criatura quedó paralizada por un pulso electrico, momento en que la chica aprovecho para cargar el revolver y disparar nuevamente a la criatura, matías no pudo ver si había dado en el blanco antes de desmayarse por el cansancio....
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unos minutos después matías despertó sobresaltado, a unos dos metros de él, estaba la chica que había matado a la criatura, estaban en la armería, matías se paró y tomó su espada, colgandosela en la cintura.
-hola soy matías- dijo extendiendole una mano.
-soy sarah- respondió la chica dandole la mano
-tienes algún lugar, porque...-dijo matías sonrojandose, y notando que estaba hablando con una chica muy atractiva.
-tengo planeado ,viajar a berlín, si quieres puedes venir conmigo.
-tenía planeado zarpar en un barco,pero no tenía planeado donde ir..... de todas formas podemos viajar por tierra- dijo matías pensando que sus nuevos poderes electricos podían ser peligrosos en el mar.
20 minutos después estaban ambos en una nueva moto, viajando rumbo a alemania, sería un largo camino, pero al menos ahora estaría acompañado....
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the_zombie_killer_71- Superviviente
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Re: Tu muerdes, yo vuelo
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Jericho siguió corriendo a través del parque hasta que dejó de escuchar los rugidos de aquellas dos criaturas. En realidad tenía años que no corría, el tedio de la oficina le mantenía permanentemente ocupado, así que ese maratón lo había dejado exhausto. Al lado de él estaba un ratón.
-¿Estás bien? –preguntó el ratón, Jericho no tenía fuerza ni aliento suficiente para responderle, así que asintió con la cabeza, mientras se tiraba de espalda al pasto-. ¿Vas a intentar matarme?
-Por… supuesto… que… no… –respondió Jericho, que aún no recuperaba la respiración natural.
-¿Por qué corres?
-Unos… monstruos… vienen detrás… de mí.
-Adiós –el ratoncito se enfiló hacia los arbustos y se perdió entre la maleza, detrás de él había una mujer con facciones toscas que le tocó el hombro a Jericho.
-Ven conmigo –le dijo la mujer.
-Sé… que soy… atractivo… pero usted no es mi… tipo, señora.
-Somos supervivientes, acompáñame.
Jericho se levantó con un intenso dolor en el costado debido al esfuerzo, caminó detrás de la mujer sin saber por qué lo hacía, pero al fin y al cabo era la primera persona que veía desde el ataque al hospital psiquiátrico.
Salieron del parque para internarse en una calle con autos volcados, cadáveres en plena vía pública y un par de incendios medianamente controlados. Se postraron frente a una enorme puerta metálica, al centro tenía unos aldabones bastante grandes con forma de cabeza de gárgolas, aquella mujer los azotó un par de veces. Segundos después la enorme puerta se abrió, Jericho entró en aquella enorme casa detrás de la mujer.
Al lado de la puerta había un hombre obeso, con una enorme rajada que recorría parte de la frente, su mirada era fría y no expresaba sentimiento alguno. Una vez dentro, aquel hombre robusto cerró la enorme puerta y se sentó en un sofá cercano.
-Toma una taza de café –le dijo la mujer a Jericho, que pasó junto a una mesa rectangular de roble y llena de comida.
-En realidad… no me gusta el café.
-Dije que la tomaras.
Jericho tomó una de las pequeñas tazas de porcelana que estaba en la mesa y la comenzó a beber, era algo extraño, se trataba de la segunda vez que hacía algo contra su voluntad y sin oponer resistencia.
La mujer siguió avanzando, abrió una puerta que se dirigía a un sótano iluminado por antorchas, Jericho seguía caminando detrás de ella, bajando cautelosamente por aquellos escalones que descendían en forma de caracol.
Una vez debajo de aquella mansión, había una estancia de ladrillo donde estaban sentados unos 8 personajes bastante peculiares, todos ellos observaron a Jericho de arriba abajo. El silencio era sepulcral, el oficinista pelirrojo comenzó a sudar frío, y aunque quería salir corriendo de ahí, sus pies no respondían.
-¿Y bien? –un hombre maduro y corpulento rompió el silencio, su vestimenta era bastante extraña, tenía un turbante en la cabeza, barba y bigote tan espesos que ocultaban la mitad de su rostro-. ¿Tú qué haces? ¿Eres normal o tienes alguna habilidad?
-Yo… no sé a qué se refiere –respondió nervioso Jericho-. Seguro se equivocaron de persona…
No había terminado la frase, cuando otra mujer que estaba sentada en una silla detrás de él, alargó un tejido similar al cabello a través de sus manos y apresó a Jericho.
-¡QUÉ DEMON…!
-¡Cállate! –le ordenó la mujer que lo había encontrado en el parque, y justo en ese momento Jericho se quedó en silencio, sin la mínima posibilidad de articular palabra.
-¡Mételo en la jaula! –ordenó el hombre del turbante, la mujer que tenía apresado a Jericho caminó hacia una pequeña puerta contigua, arrastrando al menudo hombre detrás de ella, que no dejaba de forcejear y arrastrar los pies.
La mujer usó su mano libre para encender una luz que iluminó todo el cuarto, aquella construcción era sorprendente, se trataba de una jaula que tenía las dimensiones necesarias para un centenar de personas. La mujer movió su brazo y lanzó a Jericho dentro de aquella jaula. El hombrecillo azotó de bruces, y antes de que pudiera reincorporarse, la mujer ya había cerrado la puerta de la jaula.
-¡Déjenme salir! –gritaba Jericho-. Yo no sé nada, se los juro.
De pronto, del otro lado de la jaula se abrió otra puerta, y de ella salió una criatura que medía alrededor de dos metros, tenía cuatro piernas y dos brazos; sus extremidades eran huesudas, con la piel reseca y algunas erupciones cutáneas. El rostro era peor aún, tenía cinco ojos repartidos a lo largo y ancho de la cara, y costaba mucho trabajo diferenciar el resto de la composición fácil… no tenía boca, ni nariz, mucho menos orejas.
La criatura comenzó a avanzar de manera extraña debido a que sus cuatro piernas se movían en diferentes direcciones y avanzaba en zigzag. Sus dos brazos eran largos, y azotaba los puños contra el suelo de forma amenazadora.
Jericho corrió a la puerta por la que lo metieron, pero estaba bien cerrada y no había forma de abrirla, afuera de la jaula estaban las 8 personas que había visto al entrar al sótano, por más que les rogaba que lo dejaran salir, nadie movía un solo músculo y se limitaron a contemplar.
La bestia comenzó a moverse hacia Jericho, quien instintivamente extrajo de su chaqueta la stun gun para al menos defenderse. La criatura embistió, azotó al pelirrojo contra los barrotes de la jaula, la stun gun salió despedida y cayó unos metros lejos del alcance de Jericho.
Como pudo, el hombrecillo se levantó, la bestia seguía azotando sus puños, en esta ocasión contra los barrotes de la jaula, y se preparaba para embestir nuevamente. Jericho dio unos pasos hacia atrás, pero el espacio era reducido, y su talón se topó con el borde de la jaula, cuando volteó percibió de nuevo a aquellas 8 personas, que seguían en la misma posición observándolo.
El monstruo se lanzó de nueva cuenta, esta vez con los brazos al frente. Jericho cerró los ojos, y al instante posterior se encontraba dentro de la jaula, pero del otro lado, lejos de la bestia y de los 8 sujetos que le observaban.
El mutante estaba desconcertado, no sabía dónde estaba su presa de cabello despeinado, uno de sus ojos lo detectó y adoptó de nuevo la postura de combate. Jericho vio la stun gun al centro de la arena de batalla, estaba ahí tirada, porl un momento imaginó estar ahí para tomarla, y… ¡ZAP! Jericho apareció justo donde estaba la stun gun, la recogió, y… ¡ZAP! Regresó a su posición anterior, todo eso en un solo segundo, encendió su arma y… ¡ZAP! Se posó detrás de la bestia, a la que le descargó miles de voltios. El mutante cayó al suelo y comenzó a convulsionarse, para dejar de moverse segundos después.
-Impresionante –dijo el hombre del turbante.
-Se teletransporta –intervino la mujer del largo pelaje en la mano-. Justo lo que necesitábamos.
¡ZAP! Jericho se teletransportó afuera de la jaula y se postró frente a esos 8 sujetos, que seguían inmóviles y sin demostrar emoción alguna.
-¡Déjenme salir de aquí, hijos de puta! –Jericho accionó la stun gun y la puso frente a su cara a manera de escudo.
-Suelta eso y ríndete –dijo la mujer del parque, sus ojos eran muy expresivos y la mirada estaba fija en Jericho, quien había relajado los hombros y estaba a punto de soltar la stun gun.
-¡No! –interrumpió el hombre del turbante-. Esto lo debe elegir él solo, si lo queremos de nuestro lado debe estar convencido.
Jericho reaccionó y volvió a accionar la stun gun, parecía que hubiera regresado de un ligero sopor, y… ¡ZAP! Desapareció de aquella habitación en el sótano de la mansión frente a la mirada fría de sus 8 interlocutores.
Jericho pasó de aquel sótano al exterior de la mansión, en milésimas de segundo se teletransportó de aquella zona peligrosa a la relativamente segura avenida. Justo frente a él estaba aquella mansión en la que segundos atrás se debatía entre la vida y la muerte.
De pronto, vio cómo debajo de una rendija de la puerta principal salía una ventisca bastante concentrada, aquel extraño viento se movía alrededor de él, y pronto comenzó a materializarse, formando una silueta humana, Jericho no sabía qué sucedía, así que dio un par de pasos hacia atrás.
Después de que aquellos pequeños remolinos se condensaron, pudo ver claramente a un hombre delgado, con el cabello relamido hacia atrás y las cejas pobladas. Era uno de los 8 sujetos que lo habían apresado dentro de la mansión.
-Tranquilo –dijo el joven-. No te haré nada, sólo me pidieron que te informara que cuando quieras regresar, eres bienvenido. Tienes un gran poder, tal vez seas más fuerte incluso que nuestro jefe.
-¿Sí? ¿Y qué hace tu jefe?
-No creo que quieras saberlo –el joven sonrió-, te esperamos cuando estés listo.
El joven dijo esto, y su cuerpo comenzó a deformarse hasta formar un charco de agua que se esparció por el piso, el agua comenzó a moverse y se filtró por una alcantarilla que seguro conducía hacia la mansión.
Jericho estaba muy desconcertado, y se echó a correr hacia el parque. ¡ZAP! Un segundo después, Jericho estaba justo en el lugar donde había conversado con el perro minutos atrás. El perro yacía muerto debido a la falta de atención, los mutantes ya no estaban ahí, pero sí un grupo de ratas que se acercaron al perro para devorarlo.
-Te lo digo, está muerto –Jericho le escuchó decir a una rata.
-No me gusta comer cosas muertas, prefiero la basura –respondió otra rata.
-Yo sí tengo hambre –dijo una tercera rata-. Comenzaré mordiéndole la oreja, con su permiso…
Jericho se desplomó, cayó al suelo y comenzó a llorar, como cuando era adolescente.
Nivel: 0
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Jericho siguió corriendo a través del parque hasta que dejó de escuchar los rugidos de aquellas dos criaturas. En realidad tenía años que no corría, el tedio de la oficina le mantenía permanentemente ocupado, así que ese maratón lo había dejado exhausto. Al lado de él estaba un ratón.
-¿Estás bien? –preguntó el ratón, Jericho no tenía fuerza ni aliento suficiente para responderle, así que asintió con la cabeza, mientras se tiraba de espalda al pasto-. ¿Vas a intentar matarme?
-Por… supuesto… que… no… –respondió Jericho, que aún no recuperaba la respiración natural.
-¿Por qué corres?
-Unos… monstruos… vienen detrás… de mí.
-Adiós –el ratoncito se enfiló hacia los arbustos y se perdió entre la maleza, detrás de él había una mujer con facciones toscas que le tocó el hombro a Jericho.
-Ven conmigo –le dijo la mujer.
-Sé… que soy… atractivo… pero usted no es mi… tipo, señora.
-Somos supervivientes, acompáñame.
Jericho se levantó con un intenso dolor en el costado debido al esfuerzo, caminó detrás de la mujer sin saber por qué lo hacía, pero al fin y al cabo era la primera persona que veía desde el ataque al hospital psiquiátrico.
Salieron del parque para internarse en una calle con autos volcados, cadáveres en plena vía pública y un par de incendios medianamente controlados. Se postraron frente a una enorme puerta metálica, al centro tenía unos aldabones bastante grandes con forma de cabeza de gárgolas, aquella mujer los azotó un par de veces. Segundos después la enorme puerta se abrió, Jericho entró en aquella enorme casa detrás de la mujer.
Al lado de la puerta había un hombre obeso, con una enorme rajada que recorría parte de la frente, su mirada era fría y no expresaba sentimiento alguno. Una vez dentro, aquel hombre robusto cerró la enorme puerta y se sentó en un sofá cercano.
-Toma una taza de café –le dijo la mujer a Jericho, que pasó junto a una mesa rectangular de roble y llena de comida.
-En realidad… no me gusta el café.
-Dije que la tomaras.
Jericho tomó una de las pequeñas tazas de porcelana que estaba en la mesa y la comenzó a beber, era algo extraño, se trataba de la segunda vez que hacía algo contra su voluntad y sin oponer resistencia.
La mujer siguió avanzando, abrió una puerta que se dirigía a un sótano iluminado por antorchas, Jericho seguía caminando detrás de ella, bajando cautelosamente por aquellos escalones que descendían en forma de caracol.
Una vez debajo de aquella mansión, había una estancia de ladrillo donde estaban sentados unos 8 personajes bastante peculiares, todos ellos observaron a Jericho de arriba abajo. El silencio era sepulcral, el oficinista pelirrojo comenzó a sudar frío, y aunque quería salir corriendo de ahí, sus pies no respondían.
-¿Y bien? –un hombre maduro y corpulento rompió el silencio, su vestimenta era bastante extraña, tenía un turbante en la cabeza, barba y bigote tan espesos que ocultaban la mitad de su rostro-. ¿Tú qué haces? ¿Eres normal o tienes alguna habilidad?
-Yo… no sé a qué se refiere –respondió nervioso Jericho-. Seguro se equivocaron de persona…
No había terminado la frase, cuando otra mujer que estaba sentada en una silla detrás de él, alargó un tejido similar al cabello a través de sus manos y apresó a Jericho.
-¡QUÉ DEMON…!
-¡Cállate! –le ordenó la mujer que lo había encontrado en el parque, y justo en ese momento Jericho se quedó en silencio, sin la mínima posibilidad de articular palabra.
-¡Mételo en la jaula! –ordenó el hombre del turbante, la mujer que tenía apresado a Jericho caminó hacia una pequeña puerta contigua, arrastrando al menudo hombre detrás de ella, que no dejaba de forcejear y arrastrar los pies.
La mujer usó su mano libre para encender una luz que iluminó todo el cuarto, aquella construcción era sorprendente, se trataba de una jaula que tenía las dimensiones necesarias para un centenar de personas. La mujer movió su brazo y lanzó a Jericho dentro de aquella jaula. El hombrecillo azotó de bruces, y antes de que pudiera reincorporarse, la mujer ya había cerrado la puerta de la jaula.
-¡Déjenme salir! –gritaba Jericho-. Yo no sé nada, se los juro.
De pronto, del otro lado de la jaula se abrió otra puerta, y de ella salió una criatura que medía alrededor de dos metros, tenía cuatro piernas y dos brazos; sus extremidades eran huesudas, con la piel reseca y algunas erupciones cutáneas. El rostro era peor aún, tenía cinco ojos repartidos a lo largo y ancho de la cara, y costaba mucho trabajo diferenciar el resto de la composición fácil… no tenía boca, ni nariz, mucho menos orejas.
La criatura comenzó a avanzar de manera extraña debido a que sus cuatro piernas se movían en diferentes direcciones y avanzaba en zigzag. Sus dos brazos eran largos, y azotaba los puños contra el suelo de forma amenazadora.
Jericho corrió a la puerta por la que lo metieron, pero estaba bien cerrada y no había forma de abrirla, afuera de la jaula estaban las 8 personas que había visto al entrar al sótano, por más que les rogaba que lo dejaran salir, nadie movía un solo músculo y se limitaron a contemplar.
La bestia comenzó a moverse hacia Jericho, quien instintivamente extrajo de su chaqueta la stun gun para al menos defenderse. La criatura embistió, azotó al pelirrojo contra los barrotes de la jaula, la stun gun salió despedida y cayó unos metros lejos del alcance de Jericho.
Como pudo, el hombrecillo se levantó, la bestia seguía azotando sus puños, en esta ocasión contra los barrotes de la jaula, y se preparaba para embestir nuevamente. Jericho dio unos pasos hacia atrás, pero el espacio era reducido, y su talón se topó con el borde de la jaula, cuando volteó percibió de nuevo a aquellas 8 personas, que seguían en la misma posición observándolo.
El monstruo se lanzó de nueva cuenta, esta vez con los brazos al frente. Jericho cerró los ojos, y al instante posterior se encontraba dentro de la jaula, pero del otro lado, lejos de la bestia y de los 8 sujetos que le observaban.
El mutante estaba desconcertado, no sabía dónde estaba su presa de cabello despeinado, uno de sus ojos lo detectó y adoptó de nuevo la postura de combate. Jericho vio la stun gun al centro de la arena de batalla, estaba ahí tirada, porl un momento imaginó estar ahí para tomarla, y… ¡ZAP! Jericho apareció justo donde estaba la stun gun, la recogió, y… ¡ZAP! Regresó a su posición anterior, todo eso en un solo segundo, encendió su arma y… ¡ZAP! Se posó detrás de la bestia, a la que le descargó miles de voltios. El mutante cayó al suelo y comenzó a convulsionarse, para dejar de moverse segundos después.
-Impresionante –dijo el hombre del turbante.
-Se teletransporta –intervino la mujer del largo pelaje en la mano-. Justo lo que necesitábamos.
¡ZAP! Jericho se teletransportó afuera de la jaula y se postró frente a esos 8 sujetos, que seguían inmóviles y sin demostrar emoción alguna.
-¡Déjenme salir de aquí, hijos de puta! –Jericho accionó la stun gun y la puso frente a su cara a manera de escudo.
-Suelta eso y ríndete –dijo la mujer del parque, sus ojos eran muy expresivos y la mirada estaba fija en Jericho, quien había relajado los hombros y estaba a punto de soltar la stun gun.
-¡No! –interrumpió el hombre del turbante-. Esto lo debe elegir él solo, si lo queremos de nuestro lado debe estar convencido.
Jericho reaccionó y volvió a accionar la stun gun, parecía que hubiera regresado de un ligero sopor, y… ¡ZAP! Desapareció de aquella habitación en el sótano de la mansión frente a la mirada fría de sus 8 interlocutores.
Jericho pasó de aquel sótano al exterior de la mansión, en milésimas de segundo se teletransportó de aquella zona peligrosa a la relativamente segura avenida. Justo frente a él estaba aquella mansión en la que segundos atrás se debatía entre la vida y la muerte.
De pronto, vio cómo debajo de una rendija de la puerta principal salía una ventisca bastante concentrada, aquel extraño viento se movía alrededor de él, y pronto comenzó a materializarse, formando una silueta humana, Jericho no sabía qué sucedía, así que dio un par de pasos hacia atrás.
Después de que aquellos pequeños remolinos se condensaron, pudo ver claramente a un hombre delgado, con el cabello relamido hacia atrás y las cejas pobladas. Era uno de los 8 sujetos que lo habían apresado dentro de la mansión.
-Tranquilo –dijo el joven-. No te haré nada, sólo me pidieron que te informara que cuando quieras regresar, eres bienvenido. Tienes un gran poder, tal vez seas más fuerte incluso que nuestro jefe.
-¿Sí? ¿Y qué hace tu jefe?
-No creo que quieras saberlo –el joven sonrió-, te esperamos cuando estés listo.
El joven dijo esto, y su cuerpo comenzó a deformarse hasta formar un charco de agua que se esparció por el piso, el agua comenzó a moverse y se filtró por una alcantarilla que seguro conducía hacia la mansión.
Jericho estaba muy desconcertado, y se echó a correr hacia el parque. ¡ZAP! Un segundo después, Jericho estaba justo en el lugar donde había conversado con el perro minutos atrás. El perro yacía muerto debido a la falta de atención, los mutantes ya no estaban ahí, pero sí un grupo de ratas que se acercaron al perro para devorarlo.
-Te lo digo, está muerto –Jericho le escuchó decir a una rata.
-No me gusta comer cosas muertas, prefiero la basura –respondió otra rata.
-Yo sí tengo hambre –dijo una tercera rata-. Comenzaré mordiéndole la oreja, con su permiso…
Jericho se desplomó, cayó al suelo y comenzó a llorar, como cuando era adolescente.
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Oleg estaba durmiendo en su gran cama,en su gran habitacion,en su gran mansion.Hacia mucho frio,estaba en medio del invierno,el invierno aleman es un invierno gelido y duro.
Habia escuchado unos ruidos de forcejeos en la segunda planta de la mansion.Se vistio con una pequeña chaqueta encima de su pijama.Salio de su gran habitacion y se dirigio hacia las escaleras.
Mientras subia los escalones lentamente,Oleg podia escuchar los ruidos de forcejeo.Cuando finalmente subio las escaleras los sonidos se hicieron mas fuertes.Oleg pudo oir de donde procedia el sonido,de la oficina de su padre.
Rapidamente corrio hacia su oficina al final del pasillo y abrio la puerta,la escena lo dejo impactado.En su gran sillon yacia su padre,un gran comandante de las fuerzas militares alemanas,Oleg pudo ver tres disparos en su pecho.A la izquierda por la ventana que daba hacia el patio de la mansion vio a tres hombres,soldados.
-Quien es ese niñato?-Pregunto uno de ellos.
-Argh,el informe dice que es el hijo del comandante Petrenko Mirlo,hmmm se llama Oleg,el hijo de once años del comandante-Dijo uno de ellos mientras sostenia un papel.
-Lo matamos?-Pregunto el primero.
-No,es solo un niño,vinimos a por su padre recuerdas?-Dijo el tercero,un muchacho de ojos verdes,rubio.
-Diente por diente-Volvio a decir el primero.
-Ya te he dicho que no,soy tu superior,ahora larguense-Volvio a decir el tercero.
Oleg pudo oir en su acento que eran de origen ruso.
Ambos soldados,el que queria matar a Oleg y el de los papeles se largaron por la ventana que daba hacia el patio.Finalmente quedaron ambos solos,Oleg y el soldado,una pequeña lampara iluminaba la escena.
-Cuando crescas,puedes venir a por mi...adios por ahora-Dijo el hombre mientras saltaba por la ventana bajo la luna de invierno.
Oleg cayo de rodillas en el piso llorando desconsoladamente,habia perdido a su unico familiar,a su padre.Se hiso una promesa,no pararia hasta volver a encontrarse a aquellos hombres,les haria pagar por lo que le habian hecho,no importa si habia que derramar sangre de gente inocente,nada le importaba ya.
Ahora un ruido inundaba la mente de Oleg,sentia como lo zarandeaban.
-Oye Oleg!Oleg!Despierta mierda!Hay monstruos dentro!
-Anatoly?Eres tu?-Decia Oleg mientras se despertaba de un gran dolor de cabeza.
-Si!Vamos levantate!Han entrado varios monstruos!-Grito este.
Oleg se levanto,estaba acostado en el suelo de la tienda de musica,el ambiente estaba inundado por melodias de Rammstein,apreto sus puños mientras seguia a Anatoly con una ligera sonrisa hacia donde estaban los monstruos.
Habia recordado su promesa...
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Post 7
Nivel 3
Habia escuchado unos ruidos de forcejeos en la segunda planta de la mansion.Se vistio con una pequeña chaqueta encima de su pijama.Salio de su gran habitacion y se dirigio hacia las escaleras.
Mientras subia los escalones lentamente,Oleg podia escuchar los ruidos de forcejeo.Cuando finalmente subio las escaleras los sonidos se hicieron mas fuertes.Oleg pudo oir de donde procedia el sonido,de la oficina de su padre.
Rapidamente corrio hacia su oficina al final del pasillo y abrio la puerta,la escena lo dejo impactado.En su gran sillon yacia su padre,un gran comandante de las fuerzas militares alemanas,Oleg pudo ver tres disparos en su pecho.A la izquierda por la ventana que daba hacia el patio de la mansion vio a tres hombres,soldados.
-Quien es ese niñato?-Pregunto uno de ellos.
-Argh,el informe dice que es el hijo del comandante Petrenko Mirlo,hmmm se llama Oleg,el hijo de once años del comandante-Dijo uno de ellos mientras sostenia un papel.
-Lo matamos?-Pregunto el primero.
-No,es solo un niño,vinimos a por su padre recuerdas?-Dijo el tercero,un muchacho de ojos verdes,rubio.
-Diente por diente-Volvio a decir el primero.
-Ya te he dicho que no,soy tu superior,ahora larguense-Volvio a decir el tercero.
Oleg pudo oir en su acento que eran de origen ruso.
Ambos soldados,el que queria matar a Oleg y el de los papeles se largaron por la ventana que daba hacia el patio.Finalmente quedaron ambos solos,Oleg y el soldado,una pequeña lampara iluminaba la escena.
-Cuando crescas,puedes venir a por mi...adios por ahora-Dijo el hombre mientras saltaba por la ventana bajo la luna de invierno.
Oleg cayo de rodillas en el piso llorando desconsoladamente,habia perdido a su unico familiar,a su padre.Se hiso una promesa,no pararia hasta volver a encontrarse a aquellos hombres,les haria pagar por lo que le habian hecho,no importa si habia que derramar sangre de gente inocente,nada le importaba ya.
Ahora un ruido inundaba la mente de Oleg,sentia como lo zarandeaban.
-Oye Oleg!Oleg!Despierta mierda!Hay monstruos dentro!
-Anatoly?Eres tu?-Decia Oleg mientras se despertaba de un gran dolor de cabeza.
-Si!Vamos levantate!Han entrado varios monstruos!-Grito este.
Oleg se levanto,estaba acostado en el suelo de la tienda de musica,el ambiente estaba inundado por melodias de Rammstein,apreto sus puños mientras seguia a Anatoly con una ligera sonrisa hacia donde estaban los monstruos.
Habia recordado su promesa...
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DarkHades- Pirómano
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