Like/Tweet/+1
Segunda prueba
¿Furulas?
Tu muerdes, yo vuelo
+6
the_zombie_killer_71
Manutrueno
Alf Zombie
DarkHades
Toletum
Kealah
10 participantes
Página 2 de 6.
Página 2 de 6. • 1, 2, 3, 4, 5, 6
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Silvia, Round y Hank acababan de pasar la frontera con Alemania. En la frontera, un enorme edificio del McDonalds se veía en la distancia. A la derecha, coches volcados y camiones cisterna, gasolineras e incluso un viejo centro comercial algo pequeño que les vendría basntante bien para recorrer los kilómetros que les quedaban para llegar a alguna parte. Aún no sabían donde iban a ir pero alguna parte se les ocurriría.
- ¿Os atrevéis? - preguntó Round
- ¿A qué? - dijo Silvia
- A entrar ahí - dijo señalando el McDonalds - Tengo hambre y además, no olemos muy bien que se diga... No nos vendría mal cambiarnos de ropa, ¿verdad?
- Hamburguesas, hamburguesas - dijo Hank divertido entre los dos
- Pequeño, ¿te apetece que vayamos?
- Sí! Hace mucho que no ceno pizza y me apetece cenar algo "prohibido"
- El niño ha hablado - dijo Silvia - No creo que me venga mal cambiarme esta camiseta y asearme un poco.
Round detuvo el coche a la puerta de la gasolinera. Se apeó del coche y comprobó el motor. Era un buen coche. No en vano, su antiguo jefe había pagado una pasta por él pero en los últimos cinco días había recorrido demasiados kilometros desde París y no estaba seguro de que aguantase mucho más. Sin embargo, después de revisarlo todo parecía correcto.
- ¿Todo bien? - gritó Silvia
- Sí, tenemos que echar gasolina y ya vamos al McDonalds.
- Vamos a tener que encargarnos primero de esos tres - dijo Silvia señalando a tres zombies que se aproximaban por la derecha.
- No te preocupes, son todos míos - dijo Round preparado para disparar.
- Noooooo, no puedes disparar aquí. ¡Es una gasolinera! Toma esto - dijo Silvia lanzándole el bate y saliendo del coche.
- Hank no salgas, peque
Hank se agazapó en el coche, junto a la ventanilla del conductor mientras Round y Silvia se encargaban de los zombies. En principio, sólo eran tres pero no dejaban de salir zombies de todas partes y habían perdido el refuerzo de las balas de Round. Afortunadamente, no parecía que hubiese mutantes de por medio.
Round golpeaba con el bate de SIlvia a diestro y siniestro mientras Silvia intentaba por todos los medios que sus garras apareciesen pero no había manera así que tuvo que defenderse con una tubería que encontró por allí.
Hank, por su parte, seguía en el coche mirando en dirección a Silvia y a Round. Los contemplaba divertido, sin darse cuenta de que un zombie se había acercado peligrosamente a su ventanilla. La golpeó y la rompió en mil pedazos cayendo sobre el pequeño cuerpo de Hank. Hank empezó a gritar y Silvia se dio cuenta pero estaba rodeada de zombies y no podía hacer nada. Sin embargo, otra vez notó esa sensación, cada vez menos dolorosa y de sus manos salieron unas enormes y afiladas garras.
Intentó llegar hasta Hank, saltando, corriendo y gritando, al igual que ROund pero el pequeño estaba sólo porque los zombies eran demasiado numerosos para contenerlos.
Algo agarraba a Hank y su boca estaba muy próxima a su pequeño bracito. Hank tenía mucho miedo y no sabía que hacer pero tenía que defenderse así que se tiró al suelo del coche y buscó algo con lo que golpear al monstruo que le estaba atacando. Encontró el gato del coche que estaba tirado en la parte delantera. Algo le dijo que si golpeaba a ese monstruo en la cabeza, le haría más daño que si le golpeaba en otra parte así que se levantó un poco, cogió el gato y con todas sus fuerzas golpeó al zombie en medio de la frente. El golpe no consiguió matarle pero fue lo suficientemente fuerte como para que el zombie cayera hacia atrás y tropezase. Hank se había salvado.
Round había matado a muchos zombies con el bate y Silvia tenía sus garras pero solo consiguió acabar con tres antes de que sus garras desaparecieran misteriosamente.
Ya lo daban todo por perdido cuando una extraña furgoneta de color negro se acercó a toda velocidad esquivando los coches volcados y matando a los zombies.
- Corred. Subid - gritó alguien desde dentro
- Esperad, tenemos que hacer una cosa antes. Tenemos a un niño en el coche - gritó Silvia
- Hank, pequeño, ¿dónde estás? - dijo Silvia abriendo el coche, asustada porque no sabía que se iba a encontrar ahí dentro. Mientras el resto continuaba acabando con los zombies.
- Silvia, tenía miedo. Golpeé a un hombre en la cabeza
- Vamos, sal de ahí que estamos salvados - tendió una mano al pequeño y le ayudó a salir del coche.
Los tres subieron a la furgoneta y escaparon en dirección al McDonalds. Al volante de la furgoneta, un hombre de unos 30 años con aspecto rudo pero bastante atractivo, en el asiento del copiloto, una mujer joven, más o menos de la edad de Silvia, rubia, de ojos verdes y en la parte trasera otras tres personas: Un adolescente, un hombre de unos cincuenta años y una mujer muy bien vestida.
- Gracias, muchas gracias - gritó Round en un impecable francés - Ya nos las vimos y deseamos para acabar con esos. Si no fuera por vosotros...
- ¿De dónde venís? ¿Quiénes sois?- preguntó el conductor- ¿Habláis español? Así nos entenderemos la mayoría.
- Sí- dijo Round sorprendiendo a Silvia - Venimos conduiciendo desde París. Hemos parado lo menos posible pero el pequeño quiso llegar a Alemania así que... aquí estamos. ¿Quiénes son? ¿Dónde estaban cuando todo pasó?
- Bueno, estabámos en el McDonalds cuando pasó todo. Yo era el gerente y ella trabajaba allí - dijo señalando a la joven del asiento del copiloto - Ellos son simplemente clientes. Mi nombre es Fran y ella es Marta, somos españoles. Él es Carlos - dijo señalando al adolescente - Estaba de excursión de fin de curso y pararon para repostar, es español. Ellos son Albert y Berta, un matrimonio alemán a los que encontramos como vosotros.
- ¿Hay alguien más vivo? - preguntó Silvia
- Hace tres días éramos doce pero hoy... solo quedamos nosotros cinco y vosotros. - Respondió Marta - Vamos a por algo de comer y ropa limpia, después hablaremos sobre que es lo que debemos hacer.
Hank comió una hamburguesa precalentada ya que, cuando consiguieron sellar el McDonalds, Fran y Marta había decidido cocinar todas las hamburguesas con bombonas de gas para evitar que se estropeasen. Se cambiaron de ropa y comenzaron a hablar.
- ¿Habéis notado algo extraño desde que todo esto empezó? - preguntó Carlos - Mirad. - Chasqueó los dedos y de su mano surgió hielo. No sé como puedo hacerlo pero... lo hago.
- Alaaaaaaa - dijo Hank sorprendido - Hazlo otra vez. Le pasa como a ti, Silvia, le salen cosas de las manos.
- Está bien... A mí, me salen unas extrañas garras de las manos y mi agilidad ha mejorado bastante.
- Yo hablo con las hormiguitas. Me hacen caso - dijo Hank
- Yo no fallo nunca- ¿Y vosotros? - preguntó Round
- Marta puede atravesar las paredes, y yo.... pues puedo controlar los objetos metálicos, moviéndolos. Así nos hemos salvado - dijo Fran- Es demasiado raro todo esto. El matrimonio alemán no ha manifestado aún ningún poder.
- ¿Qué queires decir? - dijo Silvia - ¿Qué ese zumbido roja ha conseguido crear un puto ejército de superhéroes?
- Algo así - dijo Carlos. - Mira, yo solo sé que estaba de viaje de fin de carrera con la Universidad, todos mis compañeros están muertos o convertidos en zombies y yo... puedo crear hielo con la mano.
- ¿Qué proponeis que hagamos? - preguntó Round
- Vamos a Alemania - dijo Hank - Quiero ir a Alemania.
De pronto, la mujer alemana se desmayó. Empezó a convulsionar y sólo una palabra salí de su boca: Berlín
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
POST: 4
NIVEL:1
- ¿Os atrevéis? - preguntó Round
- ¿A qué? - dijo Silvia
- A entrar ahí - dijo señalando el McDonalds - Tengo hambre y además, no olemos muy bien que se diga... No nos vendría mal cambiarnos de ropa, ¿verdad?
- Hamburguesas, hamburguesas - dijo Hank divertido entre los dos
- Pequeño, ¿te apetece que vayamos?
- Sí! Hace mucho que no ceno pizza y me apetece cenar algo "prohibido"
- El niño ha hablado - dijo Silvia - No creo que me venga mal cambiarme esta camiseta y asearme un poco.
Round detuvo el coche a la puerta de la gasolinera. Se apeó del coche y comprobó el motor. Era un buen coche. No en vano, su antiguo jefe había pagado una pasta por él pero en los últimos cinco días había recorrido demasiados kilometros desde París y no estaba seguro de que aguantase mucho más. Sin embargo, después de revisarlo todo parecía correcto.
- ¿Todo bien? - gritó Silvia
- Sí, tenemos que echar gasolina y ya vamos al McDonalds.
- Vamos a tener que encargarnos primero de esos tres - dijo Silvia señalando a tres zombies que se aproximaban por la derecha.
- No te preocupes, son todos míos - dijo Round preparado para disparar.
- Noooooo, no puedes disparar aquí. ¡Es una gasolinera! Toma esto - dijo Silvia lanzándole el bate y saliendo del coche.
- Hank no salgas, peque
Hank se agazapó en el coche, junto a la ventanilla del conductor mientras Round y Silvia se encargaban de los zombies. En principio, sólo eran tres pero no dejaban de salir zombies de todas partes y habían perdido el refuerzo de las balas de Round. Afortunadamente, no parecía que hubiese mutantes de por medio.
Round golpeaba con el bate de SIlvia a diestro y siniestro mientras Silvia intentaba por todos los medios que sus garras apareciesen pero no había manera así que tuvo que defenderse con una tubería que encontró por allí.
Hank, por su parte, seguía en el coche mirando en dirección a Silvia y a Round. Los contemplaba divertido, sin darse cuenta de que un zombie se había acercado peligrosamente a su ventanilla. La golpeó y la rompió en mil pedazos cayendo sobre el pequeño cuerpo de Hank. Hank empezó a gritar y Silvia se dio cuenta pero estaba rodeada de zombies y no podía hacer nada. Sin embargo, otra vez notó esa sensación, cada vez menos dolorosa y de sus manos salieron unas enormes y afiladas garras.
Intentó llegar hasta Hank, saltando, corriendo y gritando, al igual que ROund pero el pequeño estaba sólo porque los zombies eran demasiado numerosos para contenerlos.
Algo agarraba a Hank y su boca estaba muy próxima a su pequeño bracito. Hank tenía mucho miedo y no sabía que hacer pero tenía que defenderse así que se tiró al suelo del coche y buscó algo con lo que golpear al monstruo que le estaba atacando. Encontró el gato del coche que estaba tirado en la parte delantera. Algo le dijo que si golpeaba a ese monstruo en la cabeza, le haría más daño que si le golpeaba en otra parte así que se levantó un poco, cogió el gato y con todas sus fuerzas golpeó al zombie en medio de la frente. El golpe no consiguió matarle pero fue lo suficientemente fuerte como para que el zombie cayera hacia atrás y tropezase. Hank se había salvado.
Round había matado a muchos zombies con el bate y Silvia tenía sus garras pero solo consiguió acabar con tres antes de que sus garras desaparecieran misteriosamente.
Ya lo daban todo por perdido cuando una extraña furgoneta de color negro se acercó a toda velocidad esquivando los coches volcados y matando a los zombies.
- Corred. Subid - gritó alguien desde dentro
- Esperad, tenemos que hacer una cosa antes. Tenemos a un niño en el coche - gritó Silvia
- Hank, pequeño, ¿dónde estás? - dijo Silvia abriendo el coche, asustada porque no sabía que se iba a encontrar ahí dentro. Mientras el resto continuaba acabando con los zombies.
- Silvia, tenía miedo. Golpeé a un hombre en la cabeza
- Vamos, sal de ahí que estamos salvados - tendió una mano al pequeño y le ayudó a salir del coche.
Los tres subieron a la furgoneta y escaparon en dirección al McDonalds. Al volante de la furgoneta, un hombre de unos 30 años con aspecto rudo pero bastante atractivo, en el asiento del copiloto, una mujer joven, más o menos de la edad de Silvia, rubia, de ojos verdes y en la parte trasera otras tres personas: Un adolescente, un hombre de unos cincuenta años y una mujer muy bien vestida.
- Gracias, muchas gracias - gritó Round en un impecable francés - Ya nos las vimos y deseamos para acabar con esos. Si no fuera por vosotros...
- ¿De dónde venís? ¿Quiénes sois?- preguntó el conductor- ¿Habláis español? Así nos entenderemos la mayoría.
- Sí- dijo Round sorprendiendo a Silvia - Venimos conduiciendo desde París. Hemos parado lo menos posible pero el pequeño quiso llegar a Alemania así que... aquí estamos. ¿Quiénes son? ¿Dónde estaban cuando todo pasó?
- Bueno, estabámos en el McDonalds cuando pasó todo. Yo era el gerente y ella trabajaba allí - dijo señalando a la joven del asiento del copiloto - Ellos son simplemente clientes. Mi nombre es Fran y ella es Marta, somos españoles. Él es Carlos - dijo señalando al adolescente - Estaba de excursión de fin de curso y pararon para repostar, es español. Ellos son Albert y Berta, un matrimonio alemán a los que encontramos como vosotros.
- ¿Hay alguien más vivo? - preguntó Silvia
- Hace tres días éramos doce pero hoy... solo quedamos nosotros cinco y vosotros. - Respondió Marta - Vamos a por algo de comer y ropa limpia, después hablaremos sobre que es lo que debemos hacer.
Hank comió una hamburguesa precalentada ya que, cuando consiguieron sellar el McDonalds, Fran y Marta había decidido cocinar todas las hamburguesas con bombonas de gas para evitar que se estropeasen. Se cambiaron de ropa y comenzaron a hablar.
- ¿Habéis notado algo extraño desde que todo esto empezó? - preguntó Carlos - Mirad. - Chasqueó los dedos y de su mano surgió hielo. No sé como puedo hacerlo pero... lo hago.
- Alaaaaaaa - dijo Hank sorprendido - Hazlo otra vez. Le pasa como a ti, Silvia, le salen cosas de las manos.
- Está bien... A mí, me salen unas extrañas garras de las manos y mi agilidad ha mejorado bastante.
- Yo hablo con las hormiguitas. Me hacen caso - dijo Hank
- Yo no fallo nunca- ¿Y vosotros? - preguntó Round
- Marta puede atravesar las paredes, y yo.... pues puedo controlar los objetos metálicos, moviéndolos. Así nos hemos salvado - dijo Fran- Es demasiado raro todo esto. El matrimonio alemán no ha manifestado aún ningún poder.
- ¿Qué queires decir? - dijo Silvia - ¿Qué ese zumbido roja ha conseguido crear un puto ejército de superhéroes?
- Algo así - dijo Carlos. - Mira, yo solo sé que estaba de viaje de fin de carrera con la Universidad, todos mis compañeros están muertos o convertidos en zombies y yo... puedo crear hielo con la mano.
- ¿Qué proponeis que hagamos? - preguntó Round
- Vamos a Alemania - dijo Hank - Quiero ir a Alemania.
De pronto, la mujer alemana se desmayó. Empezó a convulsionar y sólo una palabra salí de su boca: Berlín
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
POST: 4
NIVEL:1
Última edición por Kealah el Lun Abr 19, 2010 11:13 am, editado 1 vez
Kealah- Cazadora con medias de seda
- Cantidad de envíos : 5059
Edad : 42
Localización : Como dice Tatsu... Villadolor xDDD
Fecha de inscripción : 11/02/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
SIETE DÍAS DESPUÉS DEL FOGONAZO ROJO:
Sólo habían pasado siete días desde que Europa fuese objeto del peor ataque terrorista de la historia. Las principales ciudades de cada ciudad habían sido comprometidas y ya no quedaba nada del mundo conocido. Numerosos zombies y mutantes poblaban las calles y ciudades y los escasos supervivientes tenían que apañárselas como podían para sobrevivir.
Entre esos humanos supervivientes, unos conservaban su estado y forma original, aquellos que se encontraban lejos de las explosiones. Para escapar, usaban bates, cuchillos, armas de fuego pero el grupo menos numeroso, aquellos que por su constitución física, por su estructura, por suerte o por alguna razón desconocida estaba formado por humanos que, después del fogonazo, habían obtenido extrañas habilidades.
En definitiva, el fogonazo rojo había dividido el mundo en tres clases de especies: Humanos, Humanos con poderes y zombies o mutantes.
En pleno centro de Berlín, un pequeño bastión de personas con poderes habían conseguido reunirse en el sótano de una vieja casa. Entre ellos, diez personas con una extraña habilidad que se iba manifestando cada vez más a medida que transcurrían los días, se reunían y hablaban sobre el futuro:
- ¿Qué vamos a hacer ahora? - Preguntó el más joven, un chico de unos quince años - En la última incursión hemos perdido a Cris. Ahora no tenemos un líder.
- No creas todo lo que ves, pequeño - dijo una Señora mayor, de unos 70 años, ciega. - El líder está cerca. Lo he visto venir en una de mis visiones.
- ¿Y quién será? - Preguntó un hombre que llevaba unas extrañas gafas de sol.
- Aún no lo sé. Sé que vendrá dentro de poco. Hay más gente como nosotros ahí fuera pero nadie sabe que estamos aquí. Tenemos que comunicarnos con ellos. De un modo u otro, llegarán a Berlín pero tenemos que ponernos en contacto con ellos - Informó la mujer.
- ¿Y si no llegan, Patt? - preguntó el joven ansioso
- Si no llegan, alguien que venga podrá ir a buscarlos y traerlos hasta aquí.
- ¿Qué ves, anciana? - Preguntó una chica pecosa de unos veinte años - ¿Morirá más gente?
- Algunos moriremos en esta lucha. Yo sabía lo que iba a pasar antes de que pasara.
- ¿Cómo es eso posible?
- Mis poderes no tienen origen en esto, a diferencia de los vuestros. Mi hermana y yo hace años que no nos hablabamos. Ella se unió a quién no debía y ha creado todo esto. Mi poder, como sabéis es el de ver el futuro y el de mi hermana es el de controlar la voluntad a su antojo. Ella consideró que podía crear armas y, con ayuda de otros "héroes" como nosotras lo hicieron. No pude impedirlo. He vivido oculta, junto a Cris, durante años pero ahora estoy sóla y tengo que guiaros en el camino. Las cosas están muy feas y no sé cuanto duraré. - Patt suspiró.- Ahora necesito que hagáis algo por mí.
- ¿Qué quieres que hagamos? - preguntó un hombre de unos cuarenta años
- Quiero que Martha, busque a los demás. Ella tiene el poder para localizarlos a todos y después Ryan - dijo señalando a un chico aspecto joven pero en cuya mirada se distinguía una edad mucho mayor- se pondrá en contacto con ellos. Y, cuando los tengamos localizados, el resto irá a buscarlos. Recordad que será difícil que acepten pero tenemos que hablar con ellos antes de que los encuentren los del otro lado. Por favor, Richard, sal de la habitación. Sus poderes menguan contigo aquí.
Martha se sentó en la mesa junto con un mapa y señaló varios puntos del mismo: Francia, Alemania, Roma, Londres y España. Después se desmayó, el esfuerzo había sido demasiado.
ITALIA: Matías se dirigía hacia Alemania con su motocicleta y su nueva acompañante. Su tarea, más que nada, era esquivar los cocheas volcados, los camiones y demás. Extrañamente, apenas habían encontrado zombies por el camino y ya se encontraban cerca de Milán pero probablemente alguien estaría controlándolos para atacar en el momento menos oportuno.
Mientras conducía, Matías escuchó extrañas voces en su cabeza. Primero muy flojas y después muy fuertes. Alguien le mandaba que fuese a Berlín, que aquel era su sitio. Al intentar entender esas palabras, perdió la concentración y resbaló. Él y su acompañante cayeron de la moto y se golpearon contra el suelo. Estaban bien, gracias a los cascos pero perdieron el conocimiento durante unos segundos. Cuando despertaron, un grupo de numerosos zombies se dirigía hacia ellos dispuestos a atacarlos.
FRONTERA CON ALEMANIA: Round, Silvia y Hank estaban en el McDonalds con los demás supervivientes que habían encontrado. La mujer alemana estaba tirada en el suelo repitiendo una sóla palabra: Berlín. Todos coincidieron en que lo mejor sería ir allí con la furgoneta que tenían del McDonalds, siempre podrían robar un coche por el camino. Ryan se había equivocado de persona, Bertha, sin poderes extrasensoriales había recibido la llamada. Su poder aún no era perfecto.
Aquella noche dormirían en sitio fijo pero al día siguiente partirían por la mañana rumbo a Berlín. Sin embargo, no se dieron cuenta de que un grupo de zombies y mutantes empezaba a agolparse a la puerta de la hamburguesería.
A la mañana siguiente, al intentar salir del local, una masa ingente de zombies impedía el paso a la furgoneta. Todos se pusieron en guardia dispuestos a luchar.
LONDRES: Hugo miraba por la ventana hacia el mundo devastado que había debajo. Llevaba varios días en un lugar que parecía seguro a primera vista pero Hugo no estaba del todo cómodo con sus nuevos acompañantes y tampoco con sus nuevos poderes. Además, había que decir que apenas los había utilizado y no sabía muy bien cómo funcionaban.
En una de sus aburridas tardes leyendo un libro ya que era por la mañana cuando salían en busca de alimento, notó una voz en su mente distinta a la de su madre. En esta ocasión, era una voz de un chico, grave y profunda que le repetía una y otra vez. "Te esperamos en Berlín. Te necesitamos en Berlín. Alguien como tú irá pronto a buscarte. No tengas miedo de ella. Ella podrá traerte. Su nombre es Jane y puede volar. Te ayudará"
Hugo se quedó petrificado después de aquel mensaje que había recibido en su cabeza. A ver, no funcionaban los móviles y se había inventado una nueva forma de conexión. Sin embargo, no tuvo mucho tiempo para pensar en ello. Un enorme mutante se dirigía volando directo a la ventana de la habitación en la que él se encontraba.
ESPAÑA: Jericho estaba atónito con lo que acababa de sucederle. Había escapado por los pelos de la habitación en la que estaba encerrado pero, a cambio, todos los que estaban allí, villanos, sin duda, sabían que tenía el poder de teletransportarse y, el hecho de que lo supiesen, no le ayudaba en nada.
Entró en una casa con las ventanas abiertas con la idea de descansar un poco antes de continuar su camino hacia alguna parte cuando una escuchó una voz que resonaba constante en su cabeza: "Quédate donde estás. Espera al joven que tiene que encontrarte. Después ven a Berlín. Somos como tú. Sólo queremos hablar contigo. No somos de los malos. No te pondremos en la tesitura de elegir, como hicieron ellos. Queremos reunirnos simplemente. Te esperamos en Berlín. Cuando llegues. Nos pondremos en contacto contigo"
Por su parte, Fernando intentaba seguir al hombre pelirrojo que había visto varias veces pero aquel aparecía y desaparecía constantemente. Así que se rindió, decidió que sería aquel hombre quién debería encontrarle a él. Él sólo queria encontrar algo de comer así que intentó entrar en la primera casa que vio.
Al igual que en los demás casos, Fernando escuchó algo en su cabeza: "Busca al hombre pelirrojo y ven a Berlín. Te necesitamos aquí. Estarás a salvo" Estaba atónito, no sabía que podría escuchar voces también aunque más bien era la otra persona que se ponía en contacto con él. Quizá no sería el único con extraños poderes.
Cuando miró hacia atrás, un fuerte rugido le sacó de su ensimimamiento, un enorme mutante con la apariencia de caracol pero mucho más rápido le estaba persiguiendo seguido de numerosos zombies. Entró en la primera casa que vio abierta y entró por una ventana.
Allí estaba aquel hombre pelirrojo que tenía que encontrar para llegar a Berlín. Pero eso sería después de acabar con el mutante que acababa de romper la puerta principal de la casa.
ALEMANIA:Oleg se despertó sobresaltado de su ensimismamiento gracias a la voz de Anatoly que había encontrado el último CD de Ramstein. Pusieron la música y, de repente, todo el centro comercial se quedó a oscuras. Parecía que los generadores de emergencia habían agotado sus baterías y ahora ambos estaban casi al descubierto y en guardia, esperando los mutantes, zombies o fantasmas a los que se pudieron enfrentar.
Sin embargo, no encontraron nada de eso. Sino que, un simple hombre con unas extrañas gafas estaba plantado en la puerta y, como consecuencia de la escasa luz apenas se podían distinguir sus facciones.
- Venid conmigo - les dijo el extraño hombre
- Ni de coña. Primero dinos dónde y luego nos lo pensamos - gritó Oleg
- Aquí corréis peligro. Ni siquiera tu superfuerza, ni tus extraordinarios reflejos podrán librarte de esta. Se aproxima un mutante enorme que derrumbará todo el centro comercial contigo dentro y con él también - dijo Ryan señalando a Anatoly. Mi nombre es Ryan y soy como vosotros. Sólo queremos hablaros.
- No sé, tío - dijo Analtoly - ¿Te fías de él?
- No sé de quién fiarme. Aunque creo que deberíamos salir de aquí por si las moscas.
- Venid conmigo. Sólo serán unas horas y depués será vuestra elección.
Un grito llegó de la planta de abajo. El mutante más grande que ninguno de los tres había visto estaba debajo de ellos dispuesto acabar con todo lo que se le pusiese por delante. Oleg, Ryan y Anatoly tendrían que enfrentarse a él allí mismo.
BRUSELAS:Hunter se despertó tirado en el suelo de la habitación bastante aturdido y acalorado. Allí dentro, hacía excesivo calor y el hecho de encontrarse encerrado no ayudaba demasiado. Todavía tenía el control remoto en su mano y, sin querer lo pulsó. Sin embargo, no ocurrió nada. Las bombas que había puesto no estallaron.
Tocó la puerta de la caja fuerte y se abrió sóla. Dentro, varios fajos de billetes saludaban a Hunter y, a su lado, algo oculta entre los papeles, una pequeña pistola. Se guardó ambas cosas en el bolsillo.
A continuación, miró por una de las rendijas que quedaban entre la puerta y la habitación contigua. Lo que vio le estremeció, todos los que anteriormente estaban allí reunidos se habían convertido en asquerosos zombies que estaban comiéndose al pobre chico al que estaban dando una paliza. Hunter tenía que salir de allí pero no podía hacerlo sin pasar por aquella habitación. Hunter tendría que enfrentarse sólo a siete zombies y sólo contaba con una pistola.
ESPAÑA: Antonio se encontraba en su piso preparándose para ir al gimnasio. De repente, un extraño fogonazo rojizo se vio en el cielo. Antonio se desmayó y cayó encima de la cama. Horas después se despertó y lo único que vio por la ventana de su décimo piso fue el caos provocado por ese extraño fogonazo.
Al principio, no sabía muy bien que debía hacer. Todas las líneas estaban cortadas y por mucho que intentaba llamar a la policía no había nada al otro lado del teléfono.
Decidió preparar una pequeña mochila con alimentos y buscar algo que le sirviese de arma. Allí, en el mueble de la galería, encuentró una pequeña hacha y la vieja escopeta de perdigones de su padre. No tenía muchas balas pero podría servirle en algún momento.
Buscando más municiones o cualquier otra cosa útil que le sirviese en su huída, escuchó un ruido en el baño. Se quedó paralizado. Se suponía que a esa hora él estaba sólo en casa a esa hora. Sin embargo, fue al baño y allí estaba su hermano pequeño convertido en un zombie letal que se disponia a atacarle. En su mano, sostenía las llaves del coche que habían alquilado él y su novia para irse ese mismo día a Berlín haciendo un tour por Europa. Su hermano no debería estar allí, su hermano tendría que estar de camino a aquella ciudad....
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
PARA QUE ME DIGAIS QUE NO ME LO HE CURRADO, EHHHH! OS QUIERO VER POSTEAR ALGO, JOOOO, QUE ESTÁIS MUY VAGUILLOS!
Por cierto, Battou, siento el doble post pero es que son cosas totalmente diferentes
Sólo habían pasado siete días desde que Europa fuese objeto del peor ataque terrorista de la historia. Las principales ciudades de cada ciudad habían sido comprometidas y ya no quedaba nada del mundo conocido. Numerosos zombies y mutantes poblaban las calles y ciudades y los escasos supervivientes tenían que apañárselas como podían para sobrevivir.
Entre esos humanos supervivientes, unos conservaban su estado y forma original, aquellos que se encontraban lejos de las explosiones. Para escapar, usaban bates, cuchillos, armas de fuego pero el grupo menos numeroso, aquellos que por su constitución física, por su estructura, por suerte o por alguna razón desconocida estaba formado por humanos que, después del fogonazo, habían obtenido extrañas habilidades.
En definitiva, el fogonazo rojo había dividido el mundo en tres clases de especies: Humanos, Humanos con poderes y zombies o mutantes.
En pleno centro de Berlín, un pequeño bastión de personas con poderes habían conseguido reunirse en el sótano de una vieja casa. Entre ellos, diez personas con una extraña habilidad que se iba manifestando cada vez más a medida que transcurrían los días, se reunían y hablaban sobre el futuro:
- ¿Qué vamos a hacer ahora? - Preguntó el más joven, un chico de unos quince años - En la última incursión hemos perdido a Cris. Ahora no tenemos un líder.
- No creas todo lo que ves, pequeño - dijo una Señora mayor, de unos 70 años, ciega. - El líder está cerca. Lo he visto venir en una de mis visiones.
- ¿Y quién será? - Preguntó un hombre que llevaba unas extrañas gafas de sol.
- Aún no lo sé. Sé que vendrá dentro de poco. Hay más gente como nosotros ahí fuera pero nadie sabe que estamos aquí. Tenemos que comunicarnos con ellos. De un modo u otro, llegarán a Berlín pero tenemos que ponernos en contacto con ellos - Informó la mujer.
- ¿Y si no llegan, Patt? - preguntó el joven ansioso
- Si no llegan, alguien que venga podrá ir a buscarlos y traerlos hasta aquí.
- ¿Qué ves, anciana? - Preguntó una chica pecosa de unos veinte años - ¿Morirá más gente?
- Algunos moriremos en esta lucha. Yo sabía lo que iba a pasar antes de que pasara.
- ¿Cómo es eso posible?
- Mis poderes no tienen origen en esto, a diferencia de los vuestros. Mi hermana y yo hace años que no nos hablabamos. Ella se unió a quién no debía y ha creado todo esto. Mi poder, como sabéis es el de ver el futuro y el de mi hermana es el de controlar la voluntad a su antojo. Ella consideró que podía crear armas y, con ayuda de otros "héroes" como nosotras lo hicieron. No pude impedirlo. He vivido oculta, junto a Cris, durante años pero ahora estoy sóla y tengo que guiaros en el camino. Las cosas están muy feas y no sé cuanto duraré. - Patt suspiró.- Ahora necesito que hagáis algo por mí.
- ¿Qué quieres que hagamos? - preguntó un hombre de unos cuarenta años
- Quiero que Martha, busque a los demás. Ella tiene el poder para localizarlos a todos y después Ryan - dijo señalando a un chico aspecto joven pero en cuya mirada se distinguía una edad mucho mayor- se pondrá en contacto con ellos. Y, cuando los tengamos localizados, el resto irá a buscarlos. Recordad que será difícil que acepten pero tenemos que hablar con ellos antes de que los encuentren los del otro lado. Por favor, Richard, sal de la habitación. Sus poderes menguan contigo aquí.
Martha se sentó en la mesa junto con un mapa y señaló varios puntos del mismo: Francia, Alemania, Roma, Londres y España. Después se desmayó, el esfuerzo había sido demasiado.
ITALIA: Matías se dirigía hacia Alemania con su motocicleta y su nueva acompañante. Su tarea, más que nada, era esquivar los cocheas volcados, los camiones y demás. Extrañamente, apenas habían encontrado zombies por el camino y ya se encontraban cerca de Milán pero probablemente alguien estaría controlándolos para atacar en el momento menos oportuno.
Mientras conducía, Matías escuchó extrañas voces en su cabeza. Primero muy flojas y después muy fuertes. Alguien le mandaba que fuese a Berlín, que aquel era su sitio. Al intentar entender esas palabras, perdió la concentración y resbaló. Él y su acompañante cayeron de la moto y se golpearon contra el suelo. Estaban bien, gracias a los cascos pero perdieron el conocimiento durante unos segundos. Cuando despertaron, un grupo de numerosos zombies se dirigía hacia ellos dispuestos a atacarlos.
FRONTERA CON ALEMANIA: Round, Silvia y Hank estaban en el McDonalds con los demás supervivientes que habían encontrado. La mujer alemana estaba tirada en el suelo repitiendo una sóla palabra: Berlín. Todos coincidieron en que lo mejor sería ir allí con la furgoneta que tenían del McDonalds, siempre podrían robar un coche por el camino. Ryan se había equivocado de persona, Bertha, sin poderes extrasensoriales había recibido la llamada. Su poder aún no era perfecto.
Aquella noche dormirían en sitio fijo pero al día siguiente partirían por la mañana rumbo a Berlín. Sin embargo, no se dieron cuenta de que un grupo de zombies y mutantes empezaba a agolparse a la puerta de la hamburguesería.
A la mañana siguiente, al intentar salir del local, una masa ingente de zombies impedía el paso a la furgoneta. Todos se pusieron en guardia dispuestos a luchar.
LONDRES: Hugo miraba por la ventana hacia el mundo devastado que había debajo. Llevaba varios días en un lugar que parecía seguro a primera vista pero Hugo no estaba del todo cómodo con sus nuevos acompañantes y tampoco con sus nuevos poderes. Además, había que decir que apenas los había utilizado y no sabía muy bien cómo funcionaban.
En una de sus aburridas tardes leyendo un libro ya que era por la mañana cuando salían en busca de alimento, notó una voz en su mente distinta a la de su madre. En esta ocasión, era una voz de un chico, grave y profunda que le repetía una y otra vez. "Te esperamos en Berlín. Te necesitamos en Berlín. Alguien como tú irá pronto a buscarte. No tengas miedo de ella. Ella podrá traerte. Su nombre es Jane y puede volar. Te ayudará"
Hugo se quedó petrificado después de aquel mensaje que había recibido en su cabeza. A ver, no funcionaban los móviles y se había inventado una nueva forma de conexión. Sin embargo, no tuvo mucho tiempo para pensar en ello. Un enorme mutante se dirigía volando directo a la ventana de la habitación en la que él se encontraba.
ESPAÑA: Jericho estaba atónito con lo que acababa de sucederle. Había escapado por los pelos de la habitación en la que estaba encerrado pero, a cambio, todos los que estaban allí, villanos, sin duda, sabían que tenía el poder de teletransportarse y, el hecho de que lo supiesen, no le ayudaba en nada.
Entró en una casa con las ventanas abiertas con la idea de descansar un poco antes de continuar su camino hacia alguna parte cuando una escuchó una voz que resonaba constante en su cabeza: "Quédate donde estás. Espera al joven que tiene que encontrarte. Después ven a Berlín. Somos como tú. Sólo queremos hablar contigo. No somos de los malos. No te pondremos en la tesitura de elegir, como hicieron ellos. Queremos reunirnos simplemente. Te esperamos en Berlín. Cuando llegues. Nos pondremos en contacto contigo"
Por su parte, Fernando intentaba seguir al hombre pelirrojo que había visto varias veces pero aquel aparecía y desaparecía constantemente. Así que se rindió, decidió que sería aquel hombre quién debería encontrarle a él. Él sólo queria encontrar algo de comer así que intentó entrar en la primera casa que vio.
Al igual que en los demás casos, Fernando escuchó algo en su cabeza: "Busca al hombre pelirrojo y ven a Berlín. Te necesitamos aquí. Estarás a salvo" Estaba atónito, no sabía que podría escuchar voces también aunque más bien era la otra persona que se ponía en contacto con él. Quizá no sería el único con extraños poderes.
Cuando miró hacia atrás, un fuerte rugido le sacó de su ensimimamiento, un enorme mutante con la apariencia de caracol pero mucho más rápido le estaba persiguiendo seguido de numerosos zombies. Entró en la primera casa que vio abierta y entró por una ventana.
Allí estaba aquel hombre pelirrojo que tenía que encontrar para llegar a Berlín. Pero eso sería después de acabar con el mutante que acababa de romper la puerta principal de la casa.
ALEMANIA:Oleg se despertó sobresaltado de su ensimismamiento gracias a la voz de Anatoly que había encontrado el último CD de Ramstein. Pusieron la música y, de repente, todo el centro comercial se quedó a oscuras. Parecía que los generadores de emergencia habían agotado sus baterías y ahora ambos estaban casi al descubierto y en guardia, esperando los mutantes, zombies o fantasmas a los que se pudieron enfrentar.
Sin embargo, no encontraron nada de eso. Sino que, un simple hombre con unas extrañas gafas estaba plantado en la puerta y, como consecuencia de la escasa luz apenas se podían distinguir sus facciones.
- Venid conmigo - les dijo el extraño hombre
- Ni de coña. Primero dinos dónde y luego nos lo pensamos - gritó Oleg
- Aquí corréis peligro. Ni siquiera tu superfuerza, ni tus extraordinarios reflejos podrán librarte de esta. Se aproxima un mutante enorme que derrumbará todo el centro comercial contigo dentro y con él también - dijo Ryan señalando a Anatoly. Mi nombre es Ryan y soy como vosotros. Sólo queremos hablaros.
- No sé, tío - dijo Analtoly - ¿Te fías de él?
- No sé de quién fiarme. Aunque creo que deberíamos salir de aquí por si las moscas.
- Venid conmigo. Sólo serán unas horas y depués será vuestra elección.
Un grito llegó de la planta de abajo. El mutante más grande que ninguno de los tres había visto estaba debajo de ellos dispuesto acabar con todo lo que se le pusiese por delante. Oleg, Ryan y Anatoly tendrían que enfrentarse a él allí mismo.
BRUSELAS:Hunter se despertó tirado en el suelo de la habitación bastante aturdido y acalorado. Allí dentro, hacía excesivo calor y el hecho de encontrarse encerrado no ayudaba demasiado. Todavía tenía el control remoto en su mano y, sin querer lo pulsó. Sin embargo, no ocurrió nada. Las bombas que había puesto no estallaron.
Tocó la puerta de la caja fuerte y se abrió sóla. Dentro, varios fajos de billetes saludaban a Hunter y, a su lado, algo oculta entre los papeles, una pequeña pistola. Se guardó ambas cosas en el bolsillo.
A continuación, miró por una de las rendijas que quedaban entre la puerta y la habitación contigua. Lo que vio le estremeció, todos los que anteriormente estaban allí reunidos se habían convertido en asquerosos zombies que estaban comiéndose al pobre chico al que estaban dando una paliza. Hunter tenía que salir de allí pero no podía hacerlo sin pasar por aquella habitación. Hunter tendría que enfrentarse sólo a siete zombies y sólo contaba con una pistola.
ESPAÑA: Antonio se encontraba en su piso preparándose para ir al gimnasio. De repente, un extraño fogonazo rojizo se vio en el cielo. Antonio se desmayó y cayó encima de la cama. Horas después se despertó y lo único que vio por la ventana de su décimo piso fue el caos provocado por ese extraño fogonazo.
Al principio, no sabía muy bien que debía hacer. Todas las líneas estaban cortadas y por mucho que intentaba llamar a la policía no había nada al otro lado del teléfono.
Decidió preparar una pequeña mochila con alimentos y buscar algo que le sirviese de arma. Allí, en el mueble de la galería, encuentró una pequeña hacha y la vieja escopeta de perdigones de su padre. No tenía muchas balas pero podría servirle en algún momento.
Buscando más municiones o cualquier otra cosa útil que le sirviese en su huída, escuchó un ruido en el baño. Se quedó paralizado. Se suponía que a esa hora él estaba sólo en casa a esa hora. Sin embargo, fue al baño y allí estaba su hermano pequeño convertido en un zombie letal que se disponia a atacarle. En su mano, sostenía las llaves del coche que habían alquilado él y su novia para irse ese mismo día a Berlín haciendo un tour por Europa. Su hermano no debería estar allí, su hermano tendría que estar de camino a aquella ciudad....
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
PARA QUE ME DIGAIS QUE NO ME LO HE CURRADO, EHHHH! OS QUIERO VER POSTEAR ALGO, JOOOO, QUE ESTÁIS MUY VAGUILLOS!
Por cierto, Battou, siento el doble post pero es que son cosas totalmente diferentes
Última edición por Kealah el Vie Abr 23, 2010 6:26 pm, editado 2 veces
Kealah- Cazadora con medias de seda
- Cantidad de envíos : 5059
Edad : 42
Localización : Como dice Tatsu... Villadolor xDDD
Fecha de inscripción : 11/02/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Post: 3
Nivel: 1
______________________________
Jericho descansaba dentro de aquella casa, todo era confusión desde que fue trasladado a aquel hospital psiquiátrico en Barcelona, se tendió en el piso a descansar, pero le fue imposible. Cada que cerraba los ojos le venía a la mente los ojos de aquella mujer que conoció en el parque, que cualquier palabra que dijera, Jericho la hacía sin oponer resistencia.
Sentía una imperiosa necesidad de regresar a aquella mansión, conocer más secretos de ese grupo de gente que eran como él. Tal vez le darían apoyo, información y hasta seguridad.
El hombrecillo se incorporó y quedó sentado con las manos en la frente y la mirada en el suelo, cuando una voz inundó sus pensamientos, era muy clara y reconfortante a la vez: "Quédate donde estás. Espera al joven que tiene que encontrarte. Después ven a Berlín. Somos como tú. Sólo queremos hablar contigo. No somos de los malos. No te pondremos en la tesitura de elegir, como hicieron ellos. Queremos reunirnos simplemente. Te esperamos en Berlín. Cuando llegues. Nos pondremos en contacto contigo".
Jericho se levantó creyendo que se había vuelto loco, primero los animales y ahora aquello, desde la segunda planta pudo divisar a un joven que huía de un pequeño grupo de zombies y un mutante con forma de caracol. Jericho se imaginó en la planta baja y… ¡ZAP! Apareció justo donde había imaginado, Fernando al verlo quedó petrificado, era muy extraño para él verlo aparecer de pronto.
-¿Qué quieres y qué vienes a hacer aquí? –preguntó el hombre pelirrojo con los brazos cruzados, mientras repasaba mentalmente en qué bolsa tenía guardada su stun gun.
-Me llamo Fernando, y te estoy siguiendo desde que todo esto comenzó.
-Ya veo, tengo un fanático que se desvive por un autógrafo… ¡Lárgate de aquí!
-Una voz me dijo que te buscara y fuéramos a Berlín.
-¿A ti también? –dijo Jericho pensativo-. Pues supongo que tú eres la persona que espero, me lo dijo también una voz. No sé si es el exceso de alcohol, que me he vuelto loco o que es una broma de la televisión.
-Detrás de mí vienen unos monstruos.
-Lo sé, estaba en la planta alta y vi que te siguieron, espera un momento…
¡ZAP! Jericho desapareció ante los ojos de Fernando, pudo ver un pequeño halo de luz donde antes estaba el pelirrojo, que en segundos se desvaneció. ¡ZAP! Jericho estaba nuevamente frente a él con el rostro de terror.
-Bien, chico… Están a unos pasos, será mejor que te prepares.
¡ZAP! Jericho se puso detrás de la puerta principal con su stun gun en la mano, y accionándolo intermitentemente esperando la aparición de esas cosas. Fernando corrió a guarecerse detrás de la mesa del comedor que estaba en la misma habitación común. Los rugidos de la enorme bestia estaban cerca, la puerta crujió y las astillas se esparcieron por toda la estancia, Jericho cayó al suelo, y la enorme babosa con caracol en la espalda inundó la casa con un rugido que heló la sangre de los dos superhumanos. ¡ZAP! Jericho se teletransportó al lado de Fernando, que seguía oculto bajo la mesa.
-¿Sabes correr muchacho? –le dijo el pelirrojo al joven-. Te veo en la azotea.
¡ZAP! Jericho desapareció y Fernando estaba ahí solo, el monstruo golpeaba estanterías y rompía pequeños muebles que tenía a su paso, detrás de él entraron media docena de zombies hambrientos de carne viva. Fernando se incorporó y trató de alcanzar la escalera para acceder a la planta de arriba, pero el enorme caracol le tapó el camino, de un golpe lo despidió hacia atrás. A la hora de caer, rompió una vitrina donde había platería fina, el brazo izquierdo de Fernando estaba lleno de pedazos de vidrio que se le incrustaron, tenía el brazo lleno de sangre.
Sin darse cuenta, el joven tomó un pequeño frasco de porcelana de dentro de la vitrina, e instintivamente se lo lanzó al enorme caracol, que se dirigía a donde estaba. Aquel pequeño utensilio, al impactar a la bestia explotó e hizo enfurecerlo más. Fernando aprovechó ese pequeño momento para correr y subir las escaleras.
Una vez en la planta superior, Fernando volteó sin ver a Jericho, así que se asomó el balcón, y ayudado por su altura trepó a la azotea, ahí estaba el hombre pelirrojo divisando el panorama.
-Vaya –dijo Jericho-. Veo que llegaste tarde, creí que habías muerto.
-Gracias por defenderme allá abajo –Fernando se retiraba las astillas de vidrio que tenía clavadas en el brazo.
-La voz me dijo que te esperara, no que arriesgara mi vida por ti… Veo que te has hecho daño en el brazo, dudo que puedas volver a moverlo si te cortó un nervio.
Ante los ojos atónitos de Jericho, las enormes heridas del brazo de Fernando comenzaron a cerrarse.
-Bueno, veo que te puedes cuidar solo, yo debo de ir a un lugar antes, espérame aquí.
-¡No te vayas, esper…! –Fernando apoyó su mano en el hombro de Jericho para detenerlo. ¡ZAP!
Un segundo después, los dos héroes se encontraban afuera de la mansión que estaba al lado del parque, aquella misma en donde minutos antes Jericho se debatía entre la vida y la muerte.
-¡Pero qué dem…! –gritó Jericho que le dio un empujón a Fernando-. ¿Quién te dijo que podías venir conmigo?
-¡Increíble, no sólo te puedes mover solo, sino con más gente, fue genial ese viaje!
-En primera, no se dice “mover”, se dice “teletransportar”… Y en segunda, si lo vuelves a hacer, te “teletransporto” a la torre más alta que encuentre, y ahí te dejo.
-De acuerdo, no volverá a pasar, pero tranquilízate.
-Bueno, tendrás que esperarme aquí, no es bueno que entres conmigo.
-Pero…
¡ZAP! Fernando no había terminado la frase, cuando Jericho ya estaba dentro de la mansión. En la mesa se encontraban los 8 sujetos que conocía, más uno nuevo que nunca había visto.
-Bueno, has regresado –sonrió un hombre de turbante que se encontraba al centro de la mesa-. Te presento a un nuevo miembro del equipo, acabamos de encontrarlo y accedió a unirse con nosotros. Chico, muéstrale tu talento.
El joven se levantó y comenzó a desvanecerse, hasta que se perdió de la vista de todos.
-Como ves –volvió a intervenir el hombre del turbante-. Él se hace invisible, y tú eras la pieza que nos faltaba. Siéntate, pediré que te traigan comida.
-No he venido a unirme a ustedes –Jericho dijo con la voz más firme que en su anterior encuentro-. Primero necesito saber qué hacen y para qué me necesitan, pero sobre todo… ¿qué recibo yo a cambio?
-¡Vaya, vaya! –intervino el muchacho delgado que anteriormente se convirtió en aire y agua frente a Jericho-. El escurridizo ya sacó los dientes, veo que todos tenemos un precio.
El hombre del turbante levantó la mano en además de pedir silencio, el muchacho se calló y se hizo una ligera pausa.
-Nosotros buscamos lo que cualquier ser humano –respondió el del turbante-. La felicidad… Y hemos decidido unirnos para que la Tierra recuerde que alguna vez hubo paz entre los hombres. La sociedad como la conocemos está corrompida, hay mucha depravación, injusticia y ya no éramos felices. Yo busco un mundo mejor, donde sólo los mejores poblemos este planeta.
-Ya veo –dijo Jericho mientras los miraba a todos con los ojos entrecerrados-. Ustedes creen que son los mejores y planean hacer una limpia… Pero siguen sin decirme, ¿qué recibo yo a cambio?
-Serías el poseedor de una enorme extensión de territorio del planeta, todos los habitantes que vivan ahí estarán a tus servicios, podrás tener riquezas hasta colmarte de ellas.
-Déjame ver si entendí bien –Jericho sonrió-. ¿Planean eliminar la perversión del planeta con más perversión?... Me gusta, lo pensaré.
¡ZAP! Jericho se esfumó de ahí, el hombre del turbante le hizo una señal al joven que puede transformarse en aire y agua, quien en ese momento cambió su estructura por la de una ventisca que desapareció del lugar.
Fuera de ahí, Fernando esperaba, Jericho apareció de nuevo sorprendiendo al muchacho.
-¡No te asustes! –dijo Jericho muy divertido-. Creo que comienza gustarme esto.
-¿Qué, asustarme? –repuso Fernando.
-No, lo que puedo hacer –Jericho no pudo evitar soltar unas cuantas carcajadas, detrás de él una ráfaga de viento se materializó, dando lugar al joven delgado con el que había hablado ahí mismo con anterioridad.
-¿Tú de nuevo? –dijo Jericho fastidiado.
-Ahora no vengo a hacerte una oferta, sino a advertirte.
-¿Quién es ese sujeto y como se apareció de la nada? –Fernando estaba desconcertado.
-Te escucho –Jericho se envalentonó y se le paró enfrente.
-Esta vez no te puedes ir así nada más –sonrió el joven-. Sabes nuestros planes, dónde estamos y te juntas con extraños.
Fernando empezó a tener un mal presentimiento y se echó a correr. De pronto, el joven delgado que estaba frente a ellos desapareció, y en su lugar apareció un enorme anillo de fuego que rodeó a Jericho y Fernando. ¡ZAP! Jericho apareció a unos metros de aquel círculo candente, pero Fernando seguía dentro de ahí. Jericho estaba a punto de echarse a correr, cuando la misma voz que había escuchado se hizo presente de nuevo: “Salva al muchacho, sin él morirás en pocos días”. Jericho escuchó el grito de dolor de Fernando, un pequeño piquete le recorrió por dentro, se llamaba culpabilidad.
-¡Maldita sea! –gritó Jericho-. ¡Odio ser niñera!
¡ZAP!... ¡ZAP! En un par de segundos, Jericho y Fernando estaban solos en medio dele norme parque que estaba al lado de la mansión, sin embargo estaban tan profundo que estaban lejos del alcance del muchacho que se transformaba en diferentes elementos de la naturaleza.
Jericho tenía la gabardina algo quemada, así que se la quitó antes de que le afectara el resto de la ropa. Sin embargo, Fernando estaba gimiendo de dolor, su piel estaba llena de ampollas y quemaduras graves, estaba casi sin cabello y despedía un olor pestilente. Jericho se había resignado, sólo dio dos pasos atrás y se quedó inmóvil viendo a aquel chico cómo se recuperaba… ¿recuperaba? Fernando empezaba a perder aquellas horribles quemaduras, y en su lugar aparecía piel, tan nítida y clara como la que Jericho recordaba.
Después de un par de minutos, Fernando estaba sentado, como si nada le hubiera pasado, excepto por la ropa, que estaba quemada casi en su totalidad.
-Creo que ya tengo un motivo para detestarte –dijo Fernando.
-¿Sabes? No fue a propósito –contestó Jericho-. Además te salvé y tú puedes regenerarte.
-No me refiero a eso –Fernando señaló con la quijada la camiseta de Jericho, era del equipo de futbol Barcelona-. El Real Madrid es mucho mejor.
Ambos rieron, Fernando se incorporó, y puso su mano en el hombro de Jericho.
-Y bien… -dijo Jericho-. Dime lugares famosos de Berlín, nunca he ido.
-No lo sé –respondió Fernando-. Yo tampoco he ido.
-De acuerdo, pensaré en el Muro de Berlín.
-Pero lo tiraron hace muchos años.
-Lo sé, pero es lo único que me remite a ese lugar, además no tenemos tiempo de pensar demasiado, el sujeto que se convierte en elementos naturales puede encontrarnos en cualquier momento.
-¿Eres conciente de lo que puede pasar si te teletransportas a un lugar que no existe? Podemos desaparecer nosotros también.
-Lo sé… ¡Gurda silencio, guarda silencio!
¡ZAP! Ambos héroes estaban de rodillas, tenían los ojos cerrados y los dientes apretados, lentamente se incorporaron y vieron una ciudad destruida, incendios por todos lados y lamentos de zombies que, a pesar de estar lejos, envolvían el ambiente.
-Creo que llegamos –dijo Jericho.
-¿Cómo lo sabes?
-El nombre de las calles tiene muchas letras “u” con diéresis, y suena como si fuera a escupir sólo de pronunciarlas.
Fernando se rió, pero no contaba con que el hombre pelirrojo se desmayara, cayó al suelo debido al esfuerzo que había realizado. Era la teletransportación más larga que había realizado desde que adquirió sus poderes, y además lo había hecho con alguien más a cuestas.
Fernando trató de reanimarlo, pero estaban rodeados por un grupo de zombies que se acercaban amenazadoramente hacia ellos.
Nivel: 1
______________________________
Jericho descansaba dentro de aquella casa, todo era confusión desde que fue trasladado a aquel hospital psiquiátrico en Barcelona, se tendió en el piso a descansar, pero le fue imposible. Cada que cerraba los ojos le venía a la mente los ojos de aquella mujer que conoció en el parque, que cualquier palabra que dijera, Jericho la hacía sin oponer resistencia.
Sentía una imperiosa necesidad de regresar a aquella mansión, conocer más secretos de ese grupo de gente que eran como él. Tal vez le darían apoyo, información y hasta seguridad.
El hombrecillo se incorporó y quedó sentado con las manos en la frente y la mirada en el suelo, cuando una voz inundó sus pensamientos, era muy clara y reconfortante a la vez: "Quédate donde estás. Espera al joven que tiene que encontrarte. Después ven a Berlín. Somos como tú. Sólo queremos hablar contigo. No somos de los malos. No te pondremos en la tesitura de elegir, como hicieron ellos. Queremos reunirnos simplemente. Te esperamos en Berlín. Cuando llegues. Nos pondremos en contacto contigo".
Jericho se levantó creyendo que se había vuelto loco, primero los animales y ahora aquello, desde la segunda planta pudo divisar a un joven que huía de un pequeño grupo de zombies y un mutante con forma de caracol. Jericho se imaginó en la planta baja y… ¡ZAP! Apareció justo donde había imaginado, Fernando al verlo quedó petrificado, era muy extraño para él verlo aparecer de pronto.
-¿Qué quieres y qué vienes a hacer aquí? –preguntó el hombre pelirrojo con los brazos cruzados, mientras repasaba mentalmente en qué bolsa tenía guardada su stun gun.
-Me llamo Fernando, y te estoy siguiendo desde que todo esto comenzó.
-Ya veo, tengo un fanático que se desvive por un autógrafo… ¡Lárgate de aquí!
-Una voz me dijo que te buscara y fuéramos a Berlín.
-¿A ti también? –dijo Jericho pensativo-. Pues supongo que tú eres la persona que espero, me lo dijo también una voz. No sé si es el exceso de alcohol, que me he vuelto loco o que es una broma de la televisión.
-Detrás de mí vienen unos monstruos.
-Lo sé, estaba en la planta alta y vi que te siguieron, espera un momento…
¡ZAP! Jericho desapareció ante los ojos de Fernando, pudo ver un pequeño halo de luz donde antes estaba el pelirrojo, que en segundos se desvaneció. ¡ZAP! Jericho estaba nuevamente frente a él con el rostro de terror.
-Bien, chico… Están a unos pasos, será mejor que te prepares.
¡ZAP! Jericho se puso detrás de la puerta principal con su stun gun en la mano, y accionándolo intermitentemente esperando la aparición de esas cosas. Fernando corrió a guarecerse detrás de la mesa del comedor que estaba en la misma habitación común. Los rugidos de la enorme bestia estaban cerca, la puerta crujió y las astillas se esparcieron por toda la estancia, Jericho cayó al suelo, y la enorme babosa con caracol en la espalda inundó la casa con un rugido que heló la sangre de los dos superhumanos. ¡ZAP! Jericho se teletransportó al lado de Fernando, que seguía oculto bajo la mesa.
-¿Sabes correr muchacho? –le dijo el pelirrojo al joven-. Te veo en la azotea.
¡ZAP! Jericho desapareció y Fernando estaba ahí solo, el monstruo golpeaba estanterías y rompía pequeños muebles que tenía a su paso, detrás de él entraron media docena de zombies hambrientos de carne viva. Fernando se incorporó y trató de alcanzar la escalera para acceder a la planta de arriba, pero el enorme caracol le tapó el camino, de un golpe lo despidió hacia atrás. A la hora de caer, rompió una vitrina donde había platería fina, el brazo izquierdo de Fernando estaba lleno de pedazos de vidrio que se le incrustaron, tenía el brazo lleno de sangre.
Sin darse cuenta, el joven tomó un pequeño frasco de porcelana de dentro de la vitrina, e instintivamente se lo lanzó al enorme caracol, que se dirigía a donde estaba. Aquel pequeño utensilio, al impactar a la bestia explotó e hizo enfurecerlo más. Fernando aprovechó ese pequeño momento para correr y subir las escaleras.
Una vez en la planta superior, Fernando volteó sin ver a Jericho, así que se asomó el balcón, y ayudado por su altura trepó a la azotea, ahí estaba el hombre pelirrojo divisando el panorama.
-Vaya –dijo Jericho-. Veo que llegaste tarde, creí que habías muerto.
-Gracias por defenderme allá abajo –Fernando se retiraba las astillas de vidrio que tenía clavadas en el brazo.
-La voz me dijo que te esperara, no que arriesgara mi vida por ti… Veo que te has hecho daño en el brazo, dudo que puedas volver a moverlo si te cortó un nervio.
Ante los ojos atónitos de Jericho, las enormes heridas del brazo de Fernando comenzaron a cerrarse.
-Bueno, veo que te puedes cuidar solo, yo debo de ir a un lugar antes, espérame aquí.
-¡No te vayas, esper…! –Fernando apoyó su mano en el hombro de Jericho para detenerlo. ¡ZAP!
Un segundo después, los dos héroes se encontraban afuera de la mansión que estaba al lado del parque, aquella misma en donde minutos antes Jericho se debatía entre la vida y la muerte.
-¡Pero qué dem…! –gritó Jericho que le dio un empujón a Fernando-. ¿Quién te dijo que podías venir conmigo?
-¡Increíble, no sólo te puedes mover solo, sino con más gente, fue genial ese viaje!
-En primera, no se dice “mover”, se dice “teletransportar”… Y en segunda, si lo vuelves a hacer, te “teletransporto” a la torre más alta que encuentre, y ahí te dejo.
-De acuerdo, no volverá a pasar, pero tranquilízate.
-Bueno, tendrás que esperarme aquí, no es bueno que entres conmigo.
-Pero…
¡ZAP! Fernando no había terminado la frase, cuando Jericho ya estaba dentro de la mansión. En la mesa se encontraban los 8 sujetos que conocía, más uno nuevo que nunca había visto.
-Bueno, has regresado –sonrió un hombre de turbante que se encontraba al centro de la mesa-. Te presento a un nuevo miembro del equipo, acabamos de encontrarlo y accedió a unirse con nosotros. Chico, muéstrale tu talento.
El joven se levantó y comenzó a desvanecerse, hasta que se perdió de la vista de todos.
-Como ves –volvió a intervenir el hombre del turbante-. Él se hace invisible, y tú eras la pieza que nos faltaba. Siéntate, pediré que te traigan comida.
-No he venido a unirme a ustedes –Jericho dijo con la voz más firme que en su anterior encuentro-. Primero necesito saber qué hacen y para qué me necesitan, pero sobre todo… ¿qué recibo yo a cambio?
-¡Vaya, vaya! –intervino el muchacho delgado que anteriormente se convirtió en aire y agua frente a Jericho-. El escurridizo ya sacó los dientes, veo que todos tenemos un precio.
El hombre del turbante levantó la mano en además de pedir silencio, el muchacho se calló y se hizo una ligera pausa.
-Nosotros buscamos lo que cualquier ser humano –respondió el del turbante-. La felicidad… Y hemos decidido unirnos para que la Tierra recuerde que alguna vez hubo paz entre los hombres. La sociedad como la conocemos está corrompida, hay mucha depravación, injusticia y ya no éramos felices. Yo busco un mundo mejor, donde sólo los mejores poblemos este planeta.
-Ya veo –dijo Jericho mientras los miraba a todos con los ojos entrecerrados-. Ustedes creen que son los mejores y planean hacer una limpia… Pero siguen sin decirme, ¿qué recibo yo a cambio?
-Serías el poseedor de una enorme extensión de territorio del planeta, todos los habitantes que vivan ahí estarán a tus servicios, podrás tener riquezas hasta colmarte de ellas.
-Déjame ver si entendí bien –Jericho sonrió-. ¿Planean eliminar la perversión del planeta con más perversión?... Me gusta, lo pensaré.
¡ZAP! Jericho se esfumó de ahí, el hombre del turbante le hizo una señal al joven que puede transformarse en aire y agua, quien en ese momento cambió su estructura por la de una ventisca que desapareció del lugar.
Fuera de ahí, Fernando esperaba, Jericho apareció de nuevo sorprendiendo al muchacho.
-¡No te asustes! –dijo Jericho muy divertido-. Creo que comienza gustarme esto.
-¿Qué, asustarme? –repuso Fernando.
-No, lo que puedo hacer –Jericho no pudo evitar soltar unas cuantas carcajadas, detrás de él una ráfaga de viento se materializó, dando lugar al joven delgado con el que había hablado ahí mismo con anterioridad.
-¿Tú de nuevo? –dijo Jericho fastidiado.
-Ahora no vengo a hacerte una oferta, sino a advertirte.
-¿Quién es ese sujeto y como se apareció de la nada? –Fernando estaba desconcertado.
-Te escucho –Jericho se envalentonó y se le paró enfrente.
-Esta vez no te puedes ir así nada más –sonrió el joven-. Sabes nuestros planes, dónde estamos y te juntas con extraños.
Fernando empezó a tener un mal presentimiento y se echó a correr. De pronto, el joven delgado que estaba frente a ellos desapareció, y en su lugar apareció un enorme anillo de fuego que rodeó a Jericho y Fernando. ¡ZAP! Jericho apareció a unos metros de aquel círculo candente, pero Fernando seguía dentro de ahí. Jericho estaba a punto de echarse a correr, cuando la misma voz que había escuchado se hizo presente de nuevo: “Salva al muchacho, sin él morirás en pocos días”. Jericho escuchó el grito de dolor de Fernando, un pequeño piquete le recorrió por dentro, se llamaba culpabilidad.
-¡Maldita sea! –gritó Jericho-. ¡Odio ser niñera!
¡ZAP!... ¡ZAP! En un par de segundos, Jericho y Fernando estaban solos en medio dele norme parque que estaba al lado de la mansión, sin embargo estaban tan profundo que estaban lejos del alcance del muchacho que se transformaba en diferentes elementos de la naturaleza.
Jericho tenía la gabardina algo quemada, así que se la quitó antes de que le afectara el resto de la ropa. Sin embargo, Fernando estaba gimiendo de dolor, su piel estaba llena de ampollas y quemaduras graves, estaba casi sin cabello y despedía un olor pestilente. Jericho se había resignado, sólo dio dos pasos atrás y se quedó inmóvil viendo a aquel chico cómo se recuperaba… ¿recuperaba? Fernando empezaba a perder aquellas horribles quemaduras, y en su lugar aparecía piel, tan nítida y clara como la que Jericho recordaba.
Después de un par de minutos, Fernando estaba sentado, como si nada le hubiera pasado, excepto por la ropa, que estaba quemada casi en su totalidad.
-Creo que ya tengo un motivo para detestarte –dijo Fernando.
-¿Sabes? No fue a propósito –contestó Jericho-. Además te salvé y tú puedes regenerarte.
-No me refiero a eso –Fernando señaló con la quijada la camiseta de Jericho, era del equipo de futbol Barcelona-. El Real Madrid es mucho mejor.
Ambos rieron, Fernando se incorporó, y puso su mano en el hombro de Jericho.
-Y bien… -dijo Jericho-. Dime lugares famosos de Berlín, nunca he ido.
-No lo sé –respondió Fernando-. Yo tampoco he ido.
-De acuerdo, pensaré en el Muro de Berlín.
-Pero lo tiraron hace muchos años.
-Lo sé, pero es lo único que me remite a ese lugar, además no tenemos tiempo de pensar demasiado, el sujeto que se convierte en elementos naturales puede encontrarnos en cualquier momento.
-¿Eres conciente de lo que puede pasar si te teletransportas a un lugar que no existe? Podemos desaparecer nosotros también.
-Lo sé… ¡Gurda silencio, guarda silencio!
¡ZAP! Ambos héroes estaban de rodillas, tenían los ojos cerrados y los dientes apretados, lentamente se incorporaron y vieron una ciudad destruida, incendios por todos lados y lamentos de zombies que, a pesar de estar lejos, envolvían el ambiente.
-Creo que llegamos –dijo Jericho.
-¿Cómo lo sabes?
-El nombre de las calles tiene muchas letras “u” con diéresis, y suena como si fuera a escupir sólo de pronunciarlas.
Fernando se rió, pero no contaba con que el hombre pelirrojo se desmayara, cayó al suelo debido al esfuerzo que había realizado. Era la teletransportación más larga que había realizado desde que adquirió sus poderes, y además lo había hecho con alguien más a cuestas.
Fernando trató de reanimarlo, pero estaban rodeados por un grupo de zombies que se acercaban amenazadoramente hacia ellos.
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Ryan y Oleg habian saltado por la ventana del segundo piso del centro comercial,habian perdido de vista a Anatoly,y para empeorar las cosas el edificio se derrumbaba de a poco.Dentro un gran mutante capaz de destruir edificios pequeños,y afuera un gran frio espantoso.
-Anatoly sal del puto edificio!-Grito Oleg.
Habian pasado unos segundos eternos hasta que Oleg escucho el sonido de la motocicleta que habia encontrado Anatoly.Finalmente de la misma ventana de donde habian salido el y Ryan salio Anatoly montado en la motocicleta.
-Jajajaj!Mira lo que traje!-Gritaba felizmente.
-Tu amigo se juega la vida solo por una motocicleta?-Pregunto Ryan.
-Vamos,yo y el hacemos un duo invencible-Respondio Oleg con una sonrisa de oreja a oreja.
Del edificio semidestruido salio la bestia gigante,Oleg se quedo asombrado al comprobar que era la misma que les habia atacado en la carretera y de la que se habian salvado por poco.
-Que?Tu!?Como mierda nos has seguido!?-Exclamo Oleg.
-Que?Ja,supongo que ya se habian conocido verdad?
-Si,esa bestia nos ataco en la carretera al lado de las vias que vienen directo hacia Alemania-Respondio Oleg.
-Ah mierda!Oleg!-Exclamo Anatoly.
Oleg y Ryan estaban en el lado izquierdo de la acera,la gran bestia en el centro y Anatoly en el otro extremo.
Ryan se quito sus lentes y un gran brillo azul lo recorria,abrio los ojos y disparo un gran y resplandeciente rayo azul hacia la gran bestia que lanzo un chillido de dolor.Oleg quedo cegado por la luz que salia de sus ojos.
Anatoly dio media vuelta montado en la motocicleta alrededor de la bestia gigante hasta llegar hacia Oleg y Ryan.
-Jajajaj!Que mierda fue eso?-Gritaba Anatoly mientras aceleraba la motocicleta apuntando al monstruo.
-Es un rayo laser muy potente,me cuesta mucho controlarlo y mas teniendo en cuenta que me siento muy debil cuando lo uso constantemente-Explicaba Ryan mientras se volvia a poner los lentes.
-Basta de tanta teoria,la bestia esta volviendo a reaccionar-Interrumpio Oleg mientras señalaba a la gran bestia sacudiendose como si fuera un perro.
-Alguna idea?-Pregunto Ryan.
-Si,le lanzare algo,y tu te encargas de encenderlo en llamas o hacerlo explotar-Respondio Oleg.
Oleg empujo a Anatoly de la motocicleta a la cual tomo e hiso varios giros para que el vuelo tenga potencia,luego de dar cinco vueltas rapidas tiro la motocicleta hacia la bestia,Ryan se saco sus gafas y el mismo resplandor azul volvio a inundar el lugar seguido de un gran rayo laser que hiba directo hacia la motocicleta en vuelo.
La motocicleta impacto contra la gran cabeza blindada de la bestia y el rayo logro hacer explotar el deposito de gasolina.Al parecer la gasolina y el potente rayo azul se combinaron y formaron una potente explosion cuya onda expansiva empujo a Oleg y Ryan hacia la fria nieve de la acera.
-Nooo!Mi motocicleta!Desalmado...-Decia entre sollozos Anatoly.
-Vamos,buscaremos otra mejor-Respondio Oleg mientras se reincorporaba.
-Vaya,mira eso-Dijo Ryan señalando el lugar donde una vez estuvo la gran bestia,ahora en su lugar solo habia un gran amasijo de carne y hueso carbonizada.
-Vamos Anatoly,encontraremos una mejor te lo prometo-Decia Oleg mientras ayudaba a levantar a Anatoly.
-Pero si apenas habia empezado a usarla-Respondio este a modo de broma.
-Jajajaj!Cabron crei que te habias enfadado conmigo!-Grito alegremente Oleg mientras daba grandes saltos.
-Jajaja jamas camarada.
-Eee oigan chicos vamonos que se nos acaba el tiempo-Dijo Ryan.
-Bien,vamos Anatoly.
Mientras seguia al extraño Ryan junto con su mejor amigo Anatoly,Oleg no podia evitar pensar en el asesino de su padre y de su promesa...su venganza...
-------------------------------
Post 8
Nivel 3
-Anatoly sal del puto edificio!-Grito Oleg.
Habian pasado unos segundos eternos hasta que Oleg escucho el sonido de la motocicleta que habia encontrado Anatoly.Finalmente de la misma ventana de donde habian salido el y Ryan salio Anatoly montado en la motocicleta.
-Jajajaj!Mira lo que traje!-Gritaba felizmente.
-Tu amigo se juega la vida solo por una motocicleta?-Pregunto Ryan.
-Vamos,yo y el hacemos un duo invencible-Respondio Oleg con una sonrisa de oreja a oreja.
Del edificio semidestruido salio la bestia gigante,Oleg se quedo asombrado al comprobar que era la misma que les habia atacado en la carretera y de la que se habian salvado por poco.
-Que?Tu!?Como mierda nos has seguido!?-Exclamo Oleg.
-Que?Ja,supongo que ya se habian conocido verdad?
-Si,esa bestia nos ataco en la carretera al lado de las vias que vienen directo hacia Alemania-Respondio Oleg.
-Ah mierda!Oleg!-Exclamo Anatoly.
Oleg y Ryan estaban en el lado izquierdo de la acera,la gran bestia en el centro y Anatoly en el otro extremo.
Ryan se quito sus lentes y un gran brillo azul lo recorria,abrio los ojos y disparo un gran y resplandeciente rayo azul hacia la gran bestia que lanzo un chillido de dolor.Oleg quedo cegado por la luz que salia de sus ojos.
Anatoly dio media vuelta montado en la motocicleta alrededor de la bestia gigante hasta llegar hacia Oleg y Ryan.
-Jajajaj!Que mierda fue eso?-Gritaba Anatoly mientras aceleraba la motocicleta apuntando al monstruo.
-Es un rayo laser muy potente,me cuesta mucho controlarlo y mas teniendo en cuenta que me siento muy debil cuando lo uso constantemente-Explicaba Ryan mientras se volvia a poner los lentes.
-Basta de tanta teoria,la bestia esta volviendo a reaccionar-Interrumpio Oleg mientras señalaba a la gran bestia sacudiendose como si fuera un perro.
-Alguna idea?-Pregunto Ryan.
-Si,le lanzare algo,y tu te encargas de encenderlo en llamas o hacerlo explotar-Respondio Oleg.
Oleg empujo a Anatoly de la motocicleta a la cual tomo e hiso varios giros para que el vuelo tenga potencia,luego de dar cinco vueltas rapidas tiro la motocicleta hacia la bestia,Ryan se saco sus gafas y el mismo resplandor azul volvio a inundar el lugar seguido de un gran rayo laser que hiba directo hacia la motocicleta en vuelo.
La motocicleta impacto contra la gran cabeza blindada de la bestia y el rayo logro hacer explotar el deposito de gasolina.Al parecer la gasolina y el potente rayo azul se combinaron y formaron una potente explosion cuya onda expansiva empujo a Oleg y Ryan hacia la fria nieve de la acera.
-Nooo!Mi motocicleta!Desalmado...-Decia entre sollozos Anatoly.
-Vamos,buscaremos otra mejor-Respondio Oleg mientras se reincorporaba.
-Vaya,mira eso-Dijo Ryan señalando el lugar donde una vez estuvo la gran bestia,ahora en su lugar solo habia un gran amasijo de carne y hueso carbonizada.
-Vamos Anatoly,encontraremos una mejor te lo prometo-Decia Oleg mientras ayudaba a levantar a Anatoly.
-Pero si apenas habia empezado a usarla-Respondio este a modo de broma.
-Jajajaj!Cabron crei que te habias enfadado conmigo!-Grito alegremente Oleg mientras daba grandes saltos.
-Jajaja jamas camarada.
-Eee oigan chicos vamonos que se nos acaba el tiempo-Dijo Ryan.
-Bien,vamos Anatoly.
Mientras seguia al extraño Ryan junto con su mejor amigo Anatoly,Oleg no podia evitar pensar en el asesino de su padre y de su promesa...su venganza...
-------------------------------
Post 8
Nivel 3
DarkHades- Pirómano
- Cantidad de envíos : 9284
Edad : 30
Localización : Refugiándome en la estación de bomberos.
Fecha de inscripción : 11/01/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Fernando no se lo pensó dos veces y cargó con Jericho, se habia desmayado y ahora estaban solos en una ciudad gigantesca llenas de zombies y mutantes.
No sabia hacia donde dirigirse, pero seguia corriendo como podía. Cerca de alli vió algo que le extremeció, pero era algo que a la vez le daba esperanza, una mujer de mediana edad habia salido corriendo al verle.
La mujer se acercaba corriendo hacia ellos. Fernando apoyó un momento en su hombre izquierdo a Jericho, recordó que antes uno de aquellos mutantes corría hacia él.
Esta era diferente, parecía ser una mujer con poderes en un segundo la mujer saltó desde un coche y extendió una alas de color blanco, poco a poco su cuerpo se iba transformando en una pesada ave, parecida a un águila.
Una voz en la cabeza de Fernando le dijo: "No te preocupes, es de los buenos, deja que te recoga y que te lleve con nosotros. Aqui estaras a salvo".
Fernando no se fiaba mucho de esa voz, pero al fin y al cabo lo habian llevado junto con Jericho. Agarró fuerte a Jericho y se dejó coger por aquella mujer que se transformo.
El águila batió sus alas con gran esfuerzo, pero aquel animal no era común debia de medir los 2 metros y medio de envergadura y metro setenta y mucho de altura.
Fuera quien fuera necesitaban ayuda y rápido, los mutantes y los zombies se los acercaban. La mujer transformista agarró a Fernando con sus dos patas y cerró sus garras hasta intruducirselas en la piel al jóven.
Fernando apretó los dientes y sujetó a Jericho con aún más fuerzas, el águila comenzó a hablar.
-¿Quién eres y como has llegado aquí?-preguntó la mujer transformista.
-Somos de España, hemos venido de huyendo de esas criaturas-contestó Fernando.
-¿A ti también te hablo aquella voz, verdad?-preguntó la mujer.
-No, ¿qué voz?-respondió Fernando haciendose el loco.
-Puedes confiar en mi, estoy de tu lado-dijo la mujer.
-Esta bien, si nos dijo la voz que vinieramos hasta aqui.
Por fin los tres llegaron hasta lo que parecía un edifició viejo y medio en ruinas. La mujer transformista los bajó con delicadeza y Fernando soltó a Jericho en el suelo y le intento despertar.
Lentamente Jericho recobró el sentido. Y miró a su alrededor.
No sabia hacia donde dirigirse, pero seguia corriendo como podía. Cerca de alli vió algo que le extremeció, pero era algo que a la vez le daba esperanza, una mujer de mediana edad habia salido corriendo al verle.
La mujer se acercaba corriendo hacia ellos. Fernando apoyó un momento en su hombre izquierdo a Jericho, recordó que antes uno de aquellos mutantes corría hacia él.
Esta era diferente, parecía ser una mujer con poderes en un segundo la mujer saltó desde un coche y extendió una alas de color blanco, poco a poco su cuerpo se iba transformando en una pesada ave, parecida a un águila.
Una voz en la cabeza de Fernando le dijo: "No te preocupes, es de los buenos, deja que te recoga y que te lleve con nosotros. Aqui estaras a salvo".
Fernando no se fiaba mucho de esa voz, pero al fin y al cabo lo habian llevado junto con Jericho. Agarró fuerte a Jericho y se dejó coger por aquella mujer que se transformo.
El águila batió sus alas con gran esfuerzo, pero aquel animal no era común debia de medir los 2 metros y medio de envergadura y metro setenta y mucho de altura.
Fuera quien fuera necesitaban ayuda y rápido, los mutantes y los zombies se los acercaban. La mujer transformista agarró a Fernando con sus dos patas y cerró sus garras hasta intruducirselas en la piel al jóven.
Fernando apretó los dientes y sujetó a Jericho con aún más fuerzas, el águila comenzó a hablar.
-¿Quién eres y como has llegado aquí?-preguntó la mujer transformista.
-Somos de España, hemos venido de huyendo de esas criaturas-contestó Fernando.
-¿A ti también te hablo aquella voz, verdad?-preguntó la mujer.
-No, ¿qué voz?-respondió Fernando haciendose el loco.
-Puedes confiar en mi, estoy de tu lado-dijo la mujer.
-Esta bien, si nos dijo la voz que vinieramos hasta aqui.
Por fin los tres llegaron hasta lo que parecía un edifició viejo y medio en ruinas. La mujer transformista los bajó con delicadeza y Fernando soltó a Jericho en el suelo y le intento despertar.
Lentamente Jericho recobró el sentido. Y miró a su alrededor.
Toletum- Jefe de Los Barbaros
- Cantidad de envíos : 3528
Edad : 33
Localización : Motorizado con los Barbaros.
Fecha de inscripción : 12/04/2009
Re: Tu muerdes, yo vuelo
matías y sarah estaban completamente rodeados, a su alrededor habían al menos 15 zombies, uno de ellos en vez de mano tenía un enore cuchillo, ambos sacaron sus armas, y comenzaron a disparar a diestra y siniestra, cuando solo quedaba el mutante del cuchillo, ambos apuntaron, pero de una azotal abrir los ojos, el mutante estaba a dos metros de ella, flotando y sacudiendose freneticamente entre una gran masa de agua.
-como hiciste eso- dijo sarah a matías
-yo no lo hice...-dijo este mirando con estupefacción a sarah y al mutante-fuiste tú
-es increible....-
-yo lo acabo -dijo matías parandose, y acercandose a la criatura.
matías alzó su mano, poniendola dentro de la gran masa de agua flotante, unos segundos después se oyó el chillido de la criatura. matías tomó la moto, se montó en ella, sarah, se montó detrás, y emprendieron nuevamente su marcha hacia berlín, sin saber, que debajo de la tierra una enorme criatura se movilizaba, esperando para atacar los dos sobrevivientes de la superficie
__________
algo flojo pero es lo único que se me ocurrió, pero el proximo relato estará cargado de acción....
___________
post:4
nivel:1 (creo)
-como hiciste eso- dijo sarah a matías
-yo no lo hice...-dijo este mirando con estupefacción a sarah y al mutante-fuiste tú
-es increible....-
-yo lo acabo -dijo matías parandose, y acercandose a la criatura.
matías alzó su mano, poniendola dentro de la gran masa de agua flotante, unos segundos después se oyó el chillido de la criatura. matías tomó la moto, se montó en ella, sarah, se montó detrás, y emprendieron nuevamente su marcha hacia berlín, sin saber, que debajo de la tierra una enorme criatura se movilizaba, esperando para atacar los dos sobrevivientes de la superficie
__________
algo flojo pero es lo único que se me ocurrió, pero el proximo relato estará cargado de acción....
___________
post:4
nivel:1 (creo)
the_zombie_killer_71- Superviviente
- Cantidad de envíos : 161
Edad : 28
Localización : información clasifiicada
Fecha de inscripción : 13/01/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Hunter no creia lo que estaba ocurriendo, 3 años de preparacion se habian ido a la mierda.Su deseo era ahora una pesadilla de la que no seria facil salir, sin pensarlo salto y se agarro al conducto de ventilacion, trepo por el y se deslizo.En la habitacion donde habian estado dandole una paliza a quel chico, ahora habia 7 cuerpos deformes mordiendole, tenia el cuello destrozado y gran charco de sangre se deslizaba por el suelo, entonces el conducto chirrio, Hunter dejo de deslizarse, pero uno de aquellas asquerosas criaturas escucho el chirrido y alzo la cabeza, inmediatamente prosiguio con su cena, Hunter se deslizo de nuevo pero el conducto volvio a chirriar, esta vez cedi y se precipito hacia el cuerpo de aquel pobre chico, tras caer al suelo se levanto y saco la pistola.
-¡Atras!¡He dicho que no os movais!
Aquellas criaturas no parecian entenderle y empezaron a caminar hacia el, disparo contra una de ellas y le dio en la cabeza, esta se desplomo en el suelo salpicandolo todo de una extraña sustancia amarillo-grisacea.
No tenia tiempo de disparar a todos, asi que corrio hacia el conducto de ventilacion que se habia roto y una parte habia caido en al habitacion. Empujo rapidamente el conducto hacia la pared y se metio dentro, lo habia hecho pensando que asi no podrian atacarle por los 2 lados, menuda idiotez, ahora estaba atrapado, una de las criaturas intento meterse y Hunter le sacudio una patada, pero aquella criatrura no cesaba en su intento, saco la pistola Gauss pensando que no valia la pena gastar balas reales y disparo el clavo hacia a quella criatura, el clavo le impacto en el hombro y la criatura gimio. En ese momento las demas criaturas empezaron a golpear el conducto, saco el cuchillo y lo calvo en la criatura a la que acababa de disparar, consiguio calavarselo por la cuenca ocular y esta cayo al suelo, pero las demas criaturas seguian afuera, golpeando el conducto, cerro los ojos y penso que era el fin, al otro lado de la habitacion estaba la puerta, pero no habia modo de llegar hasta ella.
''Ojala hubiese alguna forma de mover esto'' Penso, en ese instante el conducto se deslizo a gran velocidad hacia la puerta, Hunter consiguio agarrarse a una rejilla. El conducto de vventilacion atraveso la puerta que cedio con un estruendo, sin pensarlo salio del conducto y corrio hacia una ventana. No habia tiempo de abrirla, las criaturas le seguian, asi que salto rompiendola, decenas de cristales se le clavaron en los brazos pero se levanto y siguio corriendo hacia el aparcamiento.
Alli la escena era peor que dentro, cadaveres andante se arremolinaban alrededor de un coche, dentro se oian gritos, alguien pedia ayuda, aquel era el coche donde habia colocado los explosivos, no habia nada que hacer por aquel hombre asi que apreto el boton, pero este seguia sin responder, las bombas no explotaban. ''Mierda'' Penso.
6 metros mas alla habia una AK en el suelo, con suerte tendria municion, se giro y vio a los mutantes con los que habia luchado antes, corrio hacia la AK y de repente el coche exploto, la explosion pillo desprevenido a Hunter, que callo en redondo al suelo, decenas de extremidades y visceras volaban por el aire.
Intento levantarse pero un trozo de metal que habia salido despedido se le clavo en la pierna, se arrastro hacia el arma, pero los mutantes se acercaban rapidamente. Se tumbo boca arriva y saco la Glock que habia encontrado en la caja fuerte, disparo a los mutantes, pero entre el dolor y los cuerpos cayendo alrededor no podia apuntar bien, acerto un disparo en el pie a uno, a otro le impacto en el pecho. Seguia deslizandose hacia el AK, demasiado tarde, un mutante se le hecho encima, y para colmo la pistola estaba sin municion, esta vez si que la habia cagado, miro la AK pensando que ojala a tuviera en la mano, de repente, el AK volo hacia el a gran velocidad y golpeo al mutante que cayo de espaldas, Hunter la cogio, apunto, y disparo una rafaga que destrozo la cara de aquella horrible criaura. Apunto a las demas y empezo a disparar, las 4 cayeron como la credibilidad de los EE.UU en el panorama internacional. Solto el arma y agarro el trozo de metal para sacarselo de la pierna, en contra de su voluntad de no tocarlo debido al dolor, lo agarro con fuerza y estiro, este salio con un desagradable sonido, la herida era profunda y no dejaba de sangrar, se quito la braga del cuello y se la puso a modo de venda.
Se levanto y camino havia el garaje esperando encontrar algo que le sirviese de ayuda.
POST: 1
NIVEL: 0
-¡Atras!¡He dicho que no os movais!
Aquellas criaturas no parecian entenderle y empezaron a caminar hacia el, disparo contra una de ellas y le dio en la cabeza, esta se desplomo en el suelo salpicandolo todo de una extraña sustancia amarillo-grisacea.
No tenia tiempo de disparar a todos, asi que corrio hacia el conducto de ventilacion que se habia roto y una parte habia caido en al habitacion. Empujo rapidamente el conducto hacia la pared y se metio dentro, lo habia hecho pensando que asi no podrian atacarle por los 2 lados, menuda idiotez, ahora estaba atrapado, una de las criaturas intento meterse y Hunter le sacudio una patada, pero aquella criatrura no cesaba en su intento, saco la pistola Gauss pensando que no valia la pena gastar balas reales y disparo el clavo hacia a quella criatura, el clavo le impacto en el hombro y la criatura gimio. En ese momento las demas criaturas empezaron a golpear el conducto, saco el cuchillo y lo calvo en la criatura a la que acababa de disparar, consiguio calavarselo por la cuenca ocular y esta cayo al suelo, pero las demas criaturas seguian afuera, golpeando el conducto, cerro los ojos y penso que era el fin, al otro lado de la habitacion estaba la puerta, pero no habia modo de llegar hasta ella.
''Ojala hubiese alguna forma de mover esto'' Penso, en ese instante el conducto se deslizo a gran velocidad hacia la puerta, Hunter consiguio agarrarse a una rejilla. El conducto de vventilacion atraveso la puerta que cedio con un estruendo, sin pensarlo salio del conducto y corrio hacia una ventana. No habia tiempo de abrirla, las criaturas le seguian, asi que salto rompiendola, decenas de cristales se le clavaron en los brazos pero se levanto y siguio corriendo hacia el aparcamiento.
Alli la escena era peor que dentro, cadaveres andante se arremolinaban alrededor de un coche, dentro se oian gritos, alguien pedia ayuda, aquel era el coche donde habia colocado los explosivos, no habia nada que hacer por aquel hombre asi que apreto el boton, pero este seguia sin responder, las bombas no explotaban. ''Mierda'' Penso.
6 metros mas alla habia una AK en el suelo, con suerte tendria municion, se giro y vio a los mutantes con los que habia luchado antes, corrio hacia la AK y de repente el coche exploto, la explosion pillo desprevenido a Hunter, que callo en redondo al suelo, decenas de extremidades y visceras volaban por el aire.
Intento levantarse pero un trozo de metal que habia salido despedido se le clavo en la pierna, se arrastro hacia el arma, pero los mutantes se acercaban rapidamente. Se tumbo boca arriva y saco la Glock que habia encontrado en la caja fuerte, disparo a los mutantes, pero entre el dolor y los cuerpos cayendo alrededor no podia apuntar bien, acerto un disparo en el pie a uno, a otro le impacto en el pecho. Seguia deslizandose hacia el AK, demasiado tarde, un mutante se le hecho encima, y para colmo la pistola estaba sin municion, esta vez si que la habia cagado, miro la AK pensando que ojala a tuviera en la mano, de repente, el AK volo hacia el a gran velocidad y golpeo al mutante que cayo de espaldas, Hunter la cogio, apunto, y disparo una rafaga que destrozo la cara de aquella horrible criaura. Apunto a las demas y empezo a disparar, las 4 cayeron como la credibilidad de los EE.UU en el panorama internacional. Solto el arma y agarro el trozo de metal para sacarselo de la pierna, en contra de su voluntad de no tocarlo debido al dolor, lo agarro con fuerza y estiro, este salio con un desagradable sonido, la herida era profunda y no dejaba de sangrar, se quito la braga del cuello y se la puso a modo de venda.
Se levanto y camino havia el garaje esperando encontrar algo que le sirviese de ayuda.
POST: 1
NIVEL: 0
PauTL- Mano derecha del jefe
- Cantidad de envíos : 1896
Edad : 29
Localización : En alguna parte
Fecha de inscripción : 05/03/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Oleg y Anatoly seguian con el misterioso Ryan que les guiaba por las frias calles de Berlin.
-Joder tiene grandes poderes-Susurraba Oleg a Anatoly varios metros detras de Ryan.
-Si lose,no conviene que te llegues a enfrentar a el-Respondio este.
-No te preocupes,no pienso hacerlo...por ahora.
-Bien chicos llegamos-Dijo Ryan señalando un edificio hecho escombros.
-Es una broma?El jodido edificio esta hecho pedazos-Dijo Anatoly.
-El edificio si,el sotano no-Respondio Ryan.
Ryan condujo a ambos dentro del edificio,parecia una antigua mansion,de una familia rica de seguro,pero ahora ya casi no quedaba nada de ella.
-Por aqui-Dijo Ryan abriendo una pequeña puerta en el piso.
-Anatoly no te alejes-Dijo Oleg.
Anatoly y Oleg bajaron hacia el sotano,finalmente vieron una gran habitacion iluminada por unas lamparas,apenas legaba a iluminar a todo el recinto.
-Son ellos!-Dijo una chica con un mapa enfrente de ella marcado con varias localizaciones.
-Logre traerlos,no fue nada facil pero lo hice-Decia Ryan mientras bajaba las escaleras.
-Bien bien bien,que carajo quieren de mi?-Pregunto Oleg mientras miraba a su alrededor,veia varias personas,entre ellas una anciana.
-Eres Oleg Demonio verdad?-Pregunto la anciana.
-Asi es,que quieres de mi?
-Oleg te hemos estado buscando,a ti y a varias personas mas,personas que comparten poderes como los tuyos-Respondio esta.
-Poderes?Como los mios y los de este sujeto extraño?-Pregunto Oleg mientras señalaba a Ryan.
-Asi es Oleg,no sois los unicos con poderes,yo soy un ejemplo,y la chica que tienes al lado tuyo con el mapa es otro-Dijo la anciana.
-Jajajaja genial,me sentia raro,crei que era el unico con estos poderes,pero aun no han respondido mi pregunta.
-Te preguntaras para que te trajo Ryan verdad?-Pregunto la anciana.
-Asi es señora,no me fio de casi nadie.
-Oleg,queremos que te nos unas,tienes grandes poderes,puedes usarlos para ayudar a la gente!-Respondio la chica del mapa.
-Que!?Jajajaja deben de estar bromeando!Yo no pienso ayudar a nadie no señor!-Dijo Oleg parandose frente a la anciana.
Pasaron unos segundos incomodos hasta que finalmente la anciana dijo...
-Se porque eres asi...
------------------------
Post 9
Nivel 3
-Joder tiene grandes poderes-Susurraba Oleg a Anatoly varios metros detras de Ryan.
-Si lose,no conviene que te llegues a enfrentar a el-Respondio este.
-No te preocupes,no pienso hacerlo...por ahora.
-Bien chicos llegamos-Dijo Ryan señalando un edificio hecho escombros.
-Es una broma?El jodido edificio esta hecho pedazos-Dijo Anatoly.
-El edificio si,el sotano no-Respondio Ryan.
Ryan condujo a ambos dentro del edificio,parecia una antigua mansion,de una familia rica de seguro,pero ahora ya casi no quedaba nada de ella.
-Por aqui-Dijo Ryan abriendo una pequeña puerta en el piso.
-Anatoly no te alejes-Dijo Oleg.
Anatoly y Oleg bajaron hacia el sotano,finalmente vieron una gran habitacion iluminada por unas lamparas,apenas legaba a iluminar a todo el recinto.
-Son ellos!-Dijo una chica con un mapa enfrente de ella marcado con varias localizaciones.
-Logre traerlos,no fue nada facil pero lo hice-Decia Ryan mientras bajaba las escaleras.
-Bien bien bien,que carajo quieren de mi?-Pregunto Oleg mientras miraba a su alrededor,veia varias personas,entre ellas una anciana.
-Eres Oleg Demonio verdad?-Pregunto la anciana.
-Asi es,que quieres de mi?
-Oleg te hemos estado buscando,a ti y a varias personas mas,personas que comparten poderes como los tuyos-Respondio esta.
-Poderes?Como los mios y los de este sujeto extraño?-Pregunto Oleg mientras señalaba a Ryan.
-Asi es Oleg,no sois los unicos con poderes,yo soy un ejemplo,y la chica que tienes al lado tuyo con el mapa es otro-Dijo la anciana.
-Jajajaja genial,me sentia raro,crei que era el unico con estos poderes,pero aun no han respondido mi pregunta.
-Te preguntaras para que te trajo Ryan verdad?-Pregunto la anciana.
-Asi es señora,no me fio de casi nadie.
-Oleg,queremos que te nos unas,tienes grandes poderes,puedes usarlos para ayudar a la gente!-Respondio la chica del mapa.
-Que!?Jajajaja deben de estar bromeando!Yo no pienso ayudar a nadie no señor!-Dijo Oleg parandose frente a la anciana.
Pasaron unos segundos incomodos hasta que finalmente la anciana dijo...
-Se porque eres asi...
------------------------
Post 9
Nivel 3
DarkHades- Pirómano
- Cantidad de envíos : 9284
Edad : 30
Localización : Refugiándome en la estación de bomberos.
Fecha de inscripción : 11/01/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Matías y Sarah se dirigían en la motocicleta hacia su destino, llevaban unos segundos escuchando un extraño crujido, cuando se detuvieron para verificar el motor, el pavimento se rompió bajo los pies de Matías, el cual aún estaba en la moto, dando paso a una especie de babosa mutante gigante, la cual medía al menos 6 metros de alto, teniendo la mitad de su cuerpo bajo tierra, Matías voló varios metros en el aire, la babosa se lanzó hacía este con la boca abierta, Matías lanzó la motocicleta hacia la boca de esta extraña criatura…
-dispárale - gritó Matías desesperado
Sarah apuntó hacia la motocicleta, al apretar el gatillo, la bala salió disparada hacía el motor de la motocicleta, al impactar esta estallo justo en la boca de la criatura, en el momento del estallido, por debajo de la tierra aparecieron dos cabezas mas de la criatura, las cuales se lanzaron hacía Matías, este mientras tanto sacó su espada y se preparó para la caída, cuando una de las cabezas de la criatura se acerco lo suficiente, Matías aterrizó en la cabeza, clavando su espada en el cuello de esta, y deslizándose hasta el piso, utilizando la espada para detener en parte su caída, al llegar al piso, rodó sobre sí mismo, pero la otra cabeza ya estaba a punto de atacarle, Sarah dio un grito, en ese momento el tiempo se paralizó para todos, excepto para Sarah la cual aún podía moverse observando como todo se movía muy lentamente, se acercó a Matías, tomándolo y alejándolo de la boca de la criatura. Sarah no aguantó más la presión y se desmayó.
Matías de improviso, notó que estaba lejos de la criatura, y Sarah estaba desmayada a su lado, la cabeza de la criatura se preparaba para embestirlos, Matías se alejó de la criatura llamando su atención, cuando la cabeza de la criatura estaba a escasos 2 metros de Matías, este puso sus manos en el suelo, y un trozo del pavimento de la calle se transformó en una pared con púas de 1 metro de largo, con la cual la criatura chocó su cabeza muriendo así. A su alrededor, las cosas se veían bastante mal, Sarah estaba inconciente y había un grupo de 20 zombies que se aproximaba con hambre de la carne de los dos supervivientes
____________________________
Post: 5
Nivel: 1
-dispárale - gritó Matías desesperado
Sarah apuntó hacia la motocicleta, al apretar el gatillo, la bala salió disparada hacía el motor de la motocicleta, al impactar esta estallo justo en la boca de la criatura, en el momento del estallido, por debajo de la tierra aparecieron dos cabezas mas de la criatura, las cuales se lanzaron hacía Matías, este mientras tanto sacó su espada y se preparó para la caída, cuando una de las cabezas de la criatura se acerco lo suficiente, Matías aterrizó en la cabeza, clavando su espada en el cuello de esta, y deslizándose hasta el piso, utilizando la espada para detener en parte su caída, al llegar al piso, rodó sobre sí mismo, pero la otra cabeza ya estaba a punto de atacarle, Sarah dio un grito, en ese momento el tiempo se paralizó para todos, excepto para Sarah la cual aún podía moverse observando como todo se movía muy lentamente, se acercó a Matías, tomándolo y alejándolo de la boca de la criatura. Sarah no aguantó más la presión y se desmayó.
Matías de improviso, notó que estaba lejos de la criatura, y Sarah estaba desmayada a su lado, la cabeza de la criatura se preparaba para embestirlos, Matías se alejó de la criatura llamando su atención, cuando la cabeza de la criatura estaba a escasos 2 metros de Matías, este puso sus manos en el suelo, y un trozo del pavimento de la calle se transformó en una pared con púas de 1 metro de largo, con la cual la criatura chocó su cabeza muriendo así. A su alrededor, las cosas se veían bastante mal, Sarah estaba inconciente y había un grupo de 20 zombies que se aproximaba con hambre de la carne de los dos supervivientes
____________________________
Post: 5
Nivel: 1
the_zombie_killer_71- Superviviente
- Cantidad de envíos : 161
Edad : 28
Localización : información clasifiicada
Fecha de inscripción : 13/01/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
La situación era insostenible, salían zombis de todos lados, aunque era una suerte que no hubiera mutantes, cuando los zombis los vieron corrieron hacia ellos, rápidamente round empezó a dispararles en la cabeza a una gran velocidad, Carlos le siguió en su arremetida contra los zombis expulsando hielo en el suelo, los zombis empezaron a resbalarse y a caer al suelo. Todos a base de golpes aprovecharon que Carlos los había tumbado para llegar hasta la furgoneta.
-Round: Tu deja que yo conduzca, ya veras que divertido.
Acelero una vez todos estaban dentro y por medio del hielo derrapando atropello a unos cuantos de zombis sin perder el control de la pesada furgoneta. Una vez salió de la parte helada acelero rumbo hacia Berlín…
Por el camino unos extraños mutantes con alas les atacaron, eran de grandes como un coche casi y eran bastantes rápidos, sin contar sus grandes mandibulas, tenian forma de murcielagos, además eran cuatro…
Rápidamente round empezó a esquivar golpes con la furgoneta intentando que no la placaran esos mutantes, Carlos intentaba lanzar el hielo hasta las alas de los mutantes, pero eran muy rápidos como para poder darles. En ese momento Silvia se cambio por round al volante, el cual empezó a disparar como un loco, consiguió darle en el ala a uno de ellos cinco balas, con las cuales se desestabilizo y cayo contra el suelo a gran velocidad… solo quedaban tres, round estaba buscando un cargador, Carlos no conseguía atinar a tal velocidad, Hank solamente pensaban en que le fueran a ayudar… cuando se quiso dar cuenta había a su vera una marabunta impresionante de mosquitos y abejas, en un principio se asusto, pero pensó que podría utilizarlas.
-Hank: Haber, agruparos en un ala de ese monstruo feo! Señalando a uno de ellos.
Rápidamente le dieron los insectos un fuerte golpe a el ala y después se agruparon en esta haciendo como una cadena y tirando el mutante al suelo.
Quedaban dos que les siguieran, pero no les dejaron tiempo a nada y golpearon fuertemente la furgoneta ,haciéndola estrellar contra un muro, en la furgoneta no había cinturones de seguridad para todos, el matrimonio salió despedido por la ventanilla y se estamparon contra el muro. Los demás estaban atontados… Solamente Hank y marta seguían conscientes, le había tocado a ellos pelear contra las dos criaturas..
-Marta: Chico, tenemos que salir rápido y luchar contra esas dos criaturas… se te ocurre algo? Joder si eres un crio que se te va a ocurrir. (Dijo muy nerviosa)
-Hank: Si tengo una idea…
Mientras salían de la furgoneta le iba Hank diciendo la idea, en ese momento los dos mutantes voladores recobraron el sentido.
-Marta: Eh! Venid aquí si sois capaces!
Mientras marta corría hacia una pared Hank llamaba a sus amigos insectos, que salían de las cloacas y se agrupaban a su alrededor. Rápidamente los dos mutantes vieron a marta y corrieron hacia ella, y cuando la iban a pillar esta traspaso el muro, el mutante que iba delante se dio tal golpe contra el muro que acabo con todos los huesos rotos sin poder moverse, sin embargo el segundo al ver esto se freno y se golpeo a mucha menos velocidad, cayendo al suelo un poco atontado. Hank aprovecho para mandar a los insectos a recubridle, que en poco segundo hacían como una nube alrededor del mutante aturdido, en ese momento marta salió de detrás de la pared y juntos se dispusieron a ver que había ocurrido en la furgoneta..
_______________________________
Post 4
nivel 1
-Round: Tu deja que yo conduzca, ya veras que divertido.
Acelero una vez todos estaban dentro y por medio del hielo derrapando atropello a unos cuantos de zombis sin perder el control de la pesada furgoneta. Una vez salió de la parte helada acelero rumbo hacia Berlín…
Por el camino unos extraños mutantes con alas les atacaron, eran de grandes como un coche casi y eran bastantes rápidos, sin contar sus grandes mandibulas, tenian forma de murcielagos, además eran cuatro…
Rápidamente round empezó a esquivar golpes con la furgoneta intentando que no la placaran esos mutantes, Carlos intentaba lanzar el hielo hasta las alas de los mutantes, pero eran muy rápidos como para poder darles. En ese momento Silvia se cambio por round al volante, el cual empezó a disparar como un loco, consiguió darle en el ala a uno de ellos cinco balas, con las cuales se desestabilizo y cayo contra el suelo a gran velocidad… solo quedaban tres, round estaba buscando un cargador, Carlos no conseguía atinar a tal velocidad, Hank solamente pensaban en que le fueran a ayudar… cuando se quiso dar cuenta había a su vera una marabunta impresionante de mosquitos y abejas, en un principio se asusto, pero pensó que podría utilizarlas.
-Hank: Haber, agruparos en un ala de ese monstruo feo! Señalando a uno de ellos.
Rápidamente le dieron los insectos un fuerte golpe a el ala y después se agruparon en esta haciendo como una cadena y tirando el mutante al suelo.
Quedaban dos que les siguieran, pero no les dejaron tiempo a nada y golpearon fuertemente la furgoneta ,haciéndola estrellar contra un muro, en la furgoneta no había cinturones de seguridad para todos, el matrimonio salió despedido por la ventanilla y se estamparon contra el muro. Los demás estaban atontados… Solamente Hank y marta seguían conscientes, le había tocado a ellos pelear contra las dos criaturas..
-Marta: Chico, tenemos que salir rápido y luchar contra esas dos criaturas… se te ocurre algo? Joder si eres un crio que se te va a ocurrir. (Dijo muy nerviosa)
-Hank: Si tengo una idea…
Mientras salían de la furgoneta le iba Hank diciendo la idea, en ese momento los dos mutantes voladores recobraron el sentido.
-Marta: Eh! Venid aquí si sois capaces!
Mientras marta corría hacia una pared Hank llamaba a sus amigos insectos, que salían de las cloacas y se agrupaban a su alrededor. Rápidamente los dos mutantes vieron a marta y corrieron hacia ella, y cuando la iban a pillar esta traspaso el muro, el mutante que iba delante se dio tal golpe contra el muro que acabo con todos los huesos rotos sin poder moverse, sin embargo el segundo al ver esto se freno y se golpeo a mucha menos velocidad, cayendo al suelo un poco atontado. Hank aprovecho para mandar a los insectos a recubridle, que en poco segundo hacían como una nube alrededor del mutante aturdido, en ese momento marta salió de detrás de la pared y juntos se dispusieron a ver que había ocurrido en la furgoneta..
_______________________________
Post 4
nivel 1
Manutrueno- Reencarnacion de Chuck Norris
- Cantidad de envíos : 1655
Edad : 33
Localización : Malagaa!!
Fecha de inscripción : 10/10/2009
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Hunter camino hacia la puerta del garaje, cuando fue abrir la puerta sintio que alli dentro habia algo, pego la oreja a la puerta y escucho unos gruñidos como los de los zombies, fue a sacar su cuchillo.-''¡Mierda!''-, penso se lo habia dejado calavado en la cabeza del mutante que le habia atacado en el conducto de ventilacion. Penso que ya habia hecho bastante ruido y no convenia pegar mas tiros, si era rapido tal vez podria romperle el cuello. Giro el pomo, pero estaba cerrado, asi que saco su ganzua y empezo a urgar en la ranura de la llave. Tras unos interminables segundos la puerta se abrio, y alli estaba el zombie, de espaldas, gimiendo. Hunter se acerco lentamente, y en un rapido moviminto paso la mano izquierda bajo la barbilla del zombie para agarrar la mejilla derecha, y puso la derecha en la parte izquierda de la cabeza, giro la cabeza del zombie con fuerza y velocidad emitiendo un ''crack'', la cabeza del zombie quedo en una extraña posicion. Hunter miro alrededor, habia coches, busco alguna herramienta que le pudiera servir para golpear y encontro una palanca, sigio buscando y encontro una mochila, dentro de ella habia algunas provisiones, y al lado un cadaver con el pecho abierto. -''Lo pillaron por sorpresa''- penso. Cogio la mochila y siguio buscando algo con lo que curarse la pierna, penso que alli no habia nada. Salio del garaje en direccion al interior de la casa, alli habria un botiquin y medicamentos. Dudo si debia volver a entrar, tras lo que habia ocurrido no le parecia seguro, pero su pierna pedia analgesicos, asi que entro y camino por un pasillo decorado con cuadros. Tras unos metros de camino llego a una sala, alli habia un monton de cadaveres con heridas de bala, y varias armas tiradas en el suelo. De repente se oyo un disparo y una chispa salto cerca suya, en un marco metalico, inmediatamente se tiro al suelo y se arrastro mientras se oian disparos que silvavan por encima suya, y una voz repetia con ansia -¡¿Venis a por mi cabrones!?, ¡Cogedme si podeis!- Una nueva rafaga cruzo la habitacion -¡Sal de ahi, cabron!- Grito la voz. Entonces Hunter grito-¡No soy un puto zombie!- Los disparos cesaron en ese momento y aquella mjer salto por encima de una barricada que se harbia montado ellla misma.
-Mierda, lo siento. Pense que eras uno de ellos, levanta, parece que tienes la pierna jodida ¿verdad?
-¿Quien eres?
-Como que quien soy,¿quien eres tu y que coño haces aqui?
-¿Que me harias si te dijera que estaba aqui para robar el dinero de la caja fuerte?
-Si todo fuera normal te mataria, pero en la situacion que estamos no viene nada mal alguien con quien hablar.
Aquella mujer le ayudo a saltar la barricada, al otro lado de esta, estaba todo bien organizado. Un armario lleno de armas, una nevera y varios cajones que contendrian comida, la ventana estaba tapada y habia maderas clavadas, y por fin vio lo que necesitaba, un botiquin empotrado en la pared.
La mujer, mientras le rasgaba el pantalon y observava la herida, le preguntó -¿Como te llamas?
Hunter no respondio -Entiendo- Dijo la mujer, y fue hasta el botiquin, saco una botella de alcohol y una venda, y volvio hasta Hunter, vertio un poco de liquido sobre la heria y la froto con la venda.-¡Ah!- gimio Hunter, aquello era lo segundo mas doloroso por lo que habia tenido que pasar en lo que llevava de vida.-No te muevas- dijo la mujer.-Por cierto, me llamo Katja-
Hunter se fijo por primera vez en el rostro de aquella mujer, tenia los ojos azules, la boca era pequeña, era de piel blanquecina, no aparentaba mas de 25 años y tenia el pelo no muy largo, pero tampoco muy corto.-¿Que haces aqui?- pregunto Hunter.
-Soy la hija de Fabien, el dueño de esta casa, o por lo menos lo era- Katja señalo a los cadaveres al otro lado de la barricada. -El de la camisa blanca- dijo, -He tenido que matarlo-.
-¿Y no sientes lastima de haber matado a tu padre?
-No, era un cabron, nunca se preocupo por mi, para el solo era algo a lo que habia que alimentar. En cierto modo, disfrute matandolo.-
Katja termino de vendar la herida y Hunter dijo:
-Gracias por haberme ayudado, pero tengo que irme.
-Genial, vamos, ayudame a cargar esto en el coche.
''¿Aquella tia le estaba diciendo lo que tenia que hacer? Hacia 3 años que no obedecia ordenes, pero la verdad es que tendria mas posibilidades llendo con ella, parecia dura''
-Esta bien
Hunter cogio todas las arams y salio de la casa tras Katja, entraron en el garje y Katja saco un mando y apreto el boton, uno de los coches pito. Era un Hummer, ¿como podia no haberse fijado en aquel coche antes?
Katja abrio el maletero y comenzo a poner cosas, Hunter hizo lo mismo y asi hicieron varion viajes hasta tenerlo todo listo.
Ambos subieron en el coche y Katja dijo:
-¿Te apetece concucir?
Los ojos de Hunter lo decian todo, se cambiaron de asiento y Hunter enendio el motor, aquel coche tenia las marchas automtizads y los cristales eran blindados.
-Es el coche que usaba siempre Fabien- dijo Katja, -siempre se aseguraba de llevar lleno el deposito.
Hunter acalero suavemente y Katja apreto otro boton del mando, la puerta del garaje se abrio, el coche salio suavemente y encaro la verja de metal que daba a la calle. Al otro lado de la verja, zombies y algunos mutantes intentaban hecharla abajo.Hunter acelero y el coche salio a toda pastilla hacia la verja, el Hummer derribo la verja y todos los zombies que habia detras.''Siempre quise hacer esto'' penso Hunter. siguio recto y giro a la derecha cuando llegaron a la avenida de Tervueren, siguiero en direccion al Bronnen park.
Las calles estaban llenas de zombies pero no pararon en ningun momento, en varias ocasiones Katja bajo la ventanilla para disparar a algunos zombies. El mayor prolema eran los coches apilados en la avenida, cualquier falllo podia hacer que se estrellasen, cruzaron el Bronnen park sin problemas y coninuaron hasta la N3d.
Alli los coches estaban muy pegados unos a otros, asi que optamos por ir campo a traves durante algunos minutos hasta el parque Tervuren, volvimos a cojer la carretera y nos dirijimos a la salida de Bruselas. Entonces Hunter paro el coche y pregunto -¿Adonde quieres ir?
La respuesta desconcero a Hunter -¡Sorprendeme!- fue lo que dijo Katja. Hunter volvio a arrancar y se dirijio a Leuven, para tomar la autovia hacia España. Hacia 3 años que no veia su familia, queria saber lo que habia pasado con ellos, no le importaba la respuesta, encendio el reproductor del coche y empezo a sonar musica que no habia oido antes, estaba en Ingles, sonaba bien y tenia buen ritmo, pero era una cancion triste. Hunter miro al horizonte y penso en su hermanita pequeña, estaba seguro de que no volveria a verla.
-Mierda, lo siento. Pense que eras uno de ellos, levanta, parece que tienes la pierna jodida ¿verdad?
-¿Quien eres?
-Como que quien soy,¿quien eres tu y que coño haces aqui?
-¿Que me harias si te dijera que estaba aqui para robar el dinero de la caja fuerte?
-Si todo fuera normal te mataria, pero en la situacion que estamos no viene nada mal alguien con quien hablar.
Aquella mujer le ayudo a saltar la barricada, al otro lado de esta, estaba todo bien organizado. Un armario lleno de armas, una nevera y varios cajones que contendrian comida, la ventana estaba tapada y habia maderas clavadas, y por fin vio lo que necesitaba, un botiquin empotrado en la pared.
La mujer, mientras le rasgaba el pantalon y observava la herida, le preguntó -¿Como te llamas?
Hunter no respondio -Entiendo- Dijo la mujer, y fue hasta el botiquin, saco una botella de alcohol y una venda, y volvio hasta Hunter, vertio un poco de liquido sobre la heria y la froto con la venda.-¡Ah!- gimio Hunter, aquello era lo segundo mas doloroso por lo que habia tenido que pasar en lo que llevava de vida.-No te muevas- dijo la mujer.-Por cierto, me llamo Katja-
Hunter se fijo por primera vez en el rostro de aquella mujer, tenia los ojos azules, la boca era pequeña, era de piel blanquecina, no aparentaba mas de 25 años y tenia el pelo no muy largo, pero tampoco muy corto.-¿Que haces aqui?- pregunto Hunter.
-Soy la hija de Fabien, el dueño de esta casa, o por lo menos lo era- Katja señalo a los cadaveres al otro lado de la barricada. -El de la camisa blanca- dijo, -He tenido que matarlo-.
-¿Y no sientes lastima de haber matado a tu padre?
-No, era un cabron, nunca se preocupo por mi, para el solo era algo a lo que habia que alimentar. En cierto modo, disfrute matandolo.-
Katja termino de vendar la herida y Hunter dijo:
-Gracias por haberme ayudado, pero tengo que irme.
-Genial, vamos, ayudame a cargar esto en el coche.
''¿Aquella tia le estaba diciendo lo que tenia que hacer? Hacia 3 años que no obedecia ordenes, pero la verdad es que tendria mas posibilidades llendo con ella, parecia dura''
-Esta bien
Hunter cogio todas las arams y salio de la casa tras Katja, entraron en el garje y Katja saco un mando y apreto el boton, uno de los coches pito. Era un Hummer, ¿como podia no haberse fijado en aquel coche antes?
Katja abrio el maletero y comenzo a poner cosas, Hunter hizo lo mismo y asi hicieron varion viajes hasta tenerlo todo listo.
Ambos subieron en el coche y Katja dijo:
-¿Te apetece concucir?
Los ojos de Hunter lo decian todo, se cambiaron de asiento y Hunter enendio el motor, aquel coche tenia las marchas automtizads y los cristales eran blindados.
-Es el coche que usaba siempre Fabien- dijo Katja, -siempre se aseguraba de llevar lleno el deposito.
Hunter acalero suavemente y Katja apreto otro boton del mando, la puerta del garaje se abrio, el coche salio suavemente y encaro la verja de metal que daba a la calle. Al otro lado de la verja, zombies y algunos mutantes intentaban hecharla abajo.Hunter acelero y el coche salio a toda pastilla hacia la verja, el Hummer derribo la verja y todos los zombies que habia detras.''Siempre quise hacer esto'' penso Hunter. siguio recto y giro a la derecha cuando llegaron a la avenida de Tervueren, siguiero en direccion al Bronnen park.
Las calles estaban llenas de zombies pero no pararon en ningun momento, en varias ocasiones Katja bajo la ventanilla para disparar a algunos zombies. El mayor prolema eran los coches apilados en la avenida, cualquier falllo podia hacer que se estrellasen, cruzaron el Bronnen park sin problemas y coninuaron hasta la N3d.
Alli los coches estaban muy pegados unos a otros, asi que optamos por ir campo a traves durante algunos minutos hasta el parque Tervuren, volvimos a cojer la carretera y nos dirijimos a la salida de Bruselas. Entonces Hunter paro el coche y pregunto -¿Adonde quieres ir?
La respuesta desconcero a Hunter -¡Sorprendeme!- fue lo que dijo Katja. Hunter volvio a arrancar y se dirijio a Leuven, para tomar la autovia hacia España. Hacia 3 años que no veia su familia, queria saber lo que habia pasado con ellos, no le importaba la respuesta, encendio el reproductor del coche y empezo a sonar musica que no habia oido antes, estaba en Ingles, sonaba bien y tenia buen ritmo, pero era una cancion triste. Hunter miro al horizonte y penso en su hermanita pequeña, estaba seguro de que no volveria a verla.
PauTL- Mano derecha del jefe
- Cantidad de envíos : 1896
Edad : 29
Localización : En alguna parte
Fecha de inscripción : 05/03/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
-Que dices!?-Grito Oleg.
-Que se porque eres asi...Arruinaron tu vida-Respondio la anciana.
-Tu no sabes nada de mi!Nada!
-He visto a traves de tus ojos Oleg,he visto tus sueños y tus pensamientos.
-Oleg de que habla este vejestorio?-Pregunto Anatoly que miraba a todos los presentes en la sala.
-Dejenos solos...Larguense de aqui!-Volvio as gritar Oleg.
Todos los presentes miraban a Oleg estupefactos.
-Dejenos solos,no hay de que preocuparse-Dijo la anciana,que dicho y hecho todos se fueron,ahora estaban ellos dos a solas.
-A que te refieres conque has visto mis pensamientos y mis sueños?Que significa?-Pregunto Oleg.
-Te explicare Oleg,el pasar de mis años me ha dado una paciedncia increible como podras ver jajaja-La anciana hiso una pausa y continuo-Hace un dia aproximadamente tuve un sueño,un niño se levantaba de su cama,habia oido unos extraños golpes en el segundo piso y cuando se dio cuenta de que venian de la oficina de su padre rapidamente fue a su encuentro...
-Continua-Ordeno Oleg.
-Paciencia...El niño entra a la oficina del padre y se queda impactado al ver su cadaver en su sillon,mira hacia la ventana y ve a tres soldados con la bandera de la union sovietica en sus hombros,uno parece amenazarlo y otro le informa a uno de ellos de su identidad.
-Si,y que mas!?
-Ambos soldados se van pero uno se queda y dice que cuando cresca podra ir a buscarlo...Oleg,el niño eres tu,te arrebataron a tu padre-Termino de contar la historia la anciana.
Oleg cayo de rodillas en el piso con lagrimas en los ojos,el se habia convertido en un monstruo por culpa de esos hombres,habian arrebatado a su padre,el unico ser que le quedaba,luego de que se lo arrebatacen quedo solo y juro venganza...
-Oleg,si la venganza apaciguara tu alma puedo ayudarte a encontrar a ese hombre-Dijo la anciana poniendole una mano en el hombro.
-Me lo quitaron todo,vivi de la basura hasta que me llevaron al orfanato,tenia una vida y me la arrebataron-Decia entre lagrimas Oleg.
-Trae a la chica que estaba aqui hace un momento con el mapa-Ordeno la anciana.
Oleg inmediatamente se reincorporo y subio las escaleras,pasados unos segundos bajaba de ellas con la chica del mapa.
-Querida dame tu mano y busca a este hombre-Dijo la anciana.
La chica le dio la mano y la chica se desvanecio por unos segundos,se levanto algo mareada e inmediatamente se puso a ver el mapa,señalo una localizacion en el gran mapa.
-Estas de suerte Oleg,lo que buscas esta en Berlin-Dijo la anciana con un tono triste.
-Quiero saber la calle...
Pasadas unas horas Oleg hiba caminando por las frias calles de Berlin,en un camion habia encontrado varias ropas militares alemanas,se puso inmediatamente las ropas para no pasar frio y se miro en un cristal roto que yacia entre la congelada nieve.Cuando se vio en el cristal parecio ver a su padre,pero habia sido solo producto de su imaginacion.
Ahora hiba por esas frias calles plagadas de zombies y mutantes vestido con las mismas ropas de un comandante de las fuerzas armadas alemanas,queria darle una sopresa a su objetivo...Al objetivo de su venganza...
---------------------------
Post 10
Nivel 3
-Que se porque eres asi...Arruinaron tu vida-Respondio la anciana.
-Tu no sabes nada de mi!Nada!
-He visto a traves de tus ojos Oleg,he visto tus sueños y tus pensamientos.
-Oleg de que habla este vejestorio?-Pregunto Anatoly que miraba a todos los presentes en la sala.
-Dejenos solos...Larguense de aqui!-Volvio as gritar Oleg.
Todos los presentes miraban a Oleg estupefactos.
-Dejenos solos,no hay de que preocuparse-Dijo la anciana,que dicho y hecho todos se fueron,ahora estaban ellos dos a solas.
-A que te refieres conque has visto mis pensamientos y mis sueños?Que significa?-Pregunto Oleg.
-Te explicare Oleg,el pasar de mis años me ha dado una paciedncia increible como podras ver jajaja-La anciana hiso una pausa y continuo-Hace un dia aproximadamente tuve un sueño,un niño se levantaba de su cama,habia oido unos extraños golpes en el segundo piso y cuando se dio cuenta de que venian de la oficina de su padre rapidamente fue a su encuentro...
-Continua-Ordeno Oleg.
-Paciencia...El niño entra a la oficina del padre y se queda impactado al ver su cadaver en su sillon,mira hacia la ventana y ve a tres soldados con la bandera de la union sovietica en sus hombros,uno parece amenazarlo y otro le informa a uno de ellos de su identidad.
-Si,y que mas!?
-Ambos soldados se van pero uno se queda y dice que cuando cresca podra ir a buscarlo...Oleg,el niño eres tu,te arrebataron a tu padre-Termino de contar la historia la anciana.
Oleg cayo de rodillas en el piso con lagrimas en los ojos,el se habia convertido en un monstruo por culpa de esos hombres,habian arrebatado a su padre,el unico ser que le quedaba,luego de que se lo arrebatacen quedo solo y juro venganza...
-Oleg,si la venganza apaciguara tu alma puedo ayudarte a encontrar a ese hombre-Dijo la anciana poniendole una mano en el hombro.
-Me lo quitaron todo,vivi de la basura hasta que me llevaron al orfanato,tenia una vida y me la arrebataron-Decia entre lagrimas Oleg.
-Trae a la chica que estaba aqui hace un momento con el mapa-Ordeno la anciana.
Oleg inmediatamente se reincorporo y subio las escaleras,pasados unos segundos bajaba de ellas con la chica del mapa.
-Querida dame tu mano y busca a este hombre-Dijo la anciana.
La chica le dio la mano y la chica se desvanecio por unos segundos,se levanto algo mareada e inmediatamente se puso a ver el mapa,señalo una localizacion en el gran mapa.
-Estas de suerte Oleg,lo que buscas esta en Berlin-Dijo la anciana con un tono triste.
-Quiero saber la calle...
Pasadas unas horas Oleg hiba caminando por las frias calles de Berlin,en un camion habia encontrado varias ropas militares alemanas,se puso inmediatamente las ropas para no pasar frio y se miro en un cristal roto que yacia entre la congelada nieve.Cuando se vio en el cristal parecio ver a su padre,pero habia sido solo producto de su imaginacion.
Ahora hiba por esas frias calles plagadas de zombies y mutantes vestido con las mismas ropas de un comandante de las fuerzas armadas alemanas,queria darle una sopresa a su objetivo...Al objetivo de su venganza...
---------------------------
Post 10
Nivel 3
DarkHades- Pirómano
- Cantidad de envíos : 9284
Edad : 30
Localización : Refugiándome en la estación de bomberos.
Fecha de inscripción : 11/01/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Oleg estaba tan solo a dos manzanas de la residencia en la que vivia su presa,habia esperado tantos años para llevar a cabo su objetivo y asi alejar a las pesadillas que lo seguian dia a dia.
Por las calles no habia mucha actividad,solo tres o cuatro zombies y algunos edificios en llamas por manzana,Oleg trataba de esquivarlos en lo maximo posible,no queria alertar a mas de esas cosas.
Finalmente luego de asegurarse de que ni un zombie se habia percatado de su precencia Oleg se acerco a la gran mansion,recordo que una vez vivio en una asi,pero esos eran tiempos remotos.Golpeo tres veces la gran puerta de la mansion y se puso a esperar,no supo porque no entro directamente,queria darle una sorpresa penso para si mismo.
La puerta se abrio lentamente y Oleg pudo ver asomarse una cara de tez muy blanca con pequeños ojos azules y pelo negro sedoso.
-Quien es usted?-Pregunto la chica,Oleg pudo ver que por sus tiernos rasgos faciales y por su tierna vos que no sobrepasaba los quince años.
Penso que esa podia ser su hija,podia hacer sufrir a aquel cerdo matandola delante de sus propios ojos,que sienta lo mismo que sintio Oleg.
-Quitate de la puerta-Dijo Oleg entre dientes.
-Vayase no hemos hecho daño a nadie-Dijo la chica mirando fijamente a los ojos a Oleg.
-Te lo adverti.
Oleg derribo la puerta de una patada,la enorme puerta fue reducida a añicos y la chica habia volado varios metros atras.
-Donde esta el hijo de perra de tu padre!-Grito Oleg mientras se abalanzaba sobre la chica y la sujetaba del cuello estando asi cara a cara.Oleg era dos cabezas mas grande que ella.
-Te crees dura pequeña puta!?Te pregunte donde esta tu padre!-Le grito Oleg enfurecido.
-Muerete desgraciado!-Grito esta en respuesta.
Oleg la lanzo con gran fuerza contra una pared y alver que la chica estaba inconciente empezo a revisar la mansion.
Luego de destrozar el primer piso entero buscando a su objevito subio rapidamente las escaleras hacia el segundo piso y puso manos a la obra.
Finalmente encontro la habitacion,la unica que no habia revisado.Oleg se dispuso a entrar.Entro a la habitacion y vio a un hombre postrado en una cama,el hombre debia tener unos 70 años.Estaba con respirador y a su lado habia varios artilugios medicos y demas aparatos electronicos.
Oleg camino lentamente hacia los pies de la cama,parandose justo delante de el.Oleg estaba seguro que era el sin duda alguna debia de ser el!
El hombre abrio los ojos lentamente,los mismos ojos de hace casi veinte años atras que ahora mismo miraban a Oleg y su uniforme de comandante aleman.De esos ojos empezaron a salir pequeñas y brillosas lagrimas.
-Eres un fantasma-Salieron de sus labios.
-No soy ni un fantasma-Contesto Oleg.
-Pero como es posible,yo y los demas te matamos hace años,no puede ser posible-Murmuro el anciano.
-Me paresco tanto a mi padre?Como te gusta confundirme con el-Respondio con una mueca Oleg.
El anciano no parecio sorprenderse,sin embargo de sus ojos brotaban muchas lagrimas y sus labios querian articular palabra pero no podian.
-Tu eres el pequeño Oleg,el de hace unos veinte años atras-Murmuro con dificultad.
Pasaron unos segundos de silencio eternos hasta que finalmente se oyeron pasos que venian hacia la habitacion.
-Papa!Papa estas bien!?-Dijo la chica arrodillandose al lado de la cama tomando la mano de su padre.
-Mica haste a un lado,deja que el chico haga su trabajo-Respondio el anciano.
-No papa no pienso hacerlo!-Gritaba entre sollozos la chica.
-Mica toma esta carta,Oleg llevatela-Ordeno el moribunto anciano.
Oleg agarro a Mica de ambos brazos y la arrastro hacia fuera de la habitacion e inmediatamente trabo la puerta con una silla de madera antigua.
-Porque estas postrado en esa cama con todos esos aparatos raros?-Pregunto Oleg.
-Sufro de leucemia Oleg,cancer en la sangre,no se lo deseo a nadie-Respondio este.
-Lo siento mucho Oleg,se lo que te hice,se cuanto has sufrido y tambien se que las disculpas no te devolveran a tu padre,pero quiero que sepas que haria todo lo posible para cambiar todo lo que he ocasionado a lo largo de mi vida,el dolor que he causado...
Oleg cayo arrodillado en el suelo,las lagrimas caian de sus mejillas como pequeños fragmentos de hielo,o podia matar a aquel hombre,la guerra brinda mas guerra,la muerte brinda mas muerte.Todavia odiaba a muerte a aquel hombre pero no sentia los mismos deseos de matarlo.
-Oleg,desconecta la maquina,el respirador-Dijo el anciano.
-Hazlo,quiero descansar en paz.
Oleg se reincorporo y se dirigio hacia el respirador,tenia la mano sujeta en el enchufe.
-Adios Oleg...
-Adios...
Oleg salio de la habitacion,no vio por ninguna parte a Mica,pero tampoco le dio mucha importancia.
Parado en la entrada de la mansion a punto de irse Oleg sintio una presencia detras suyo,dio media vuelta y vio a Mica mirando hacia el piso justo unos metros detras de el,no se atrevia a mirar a Oleg a los ojos.
-Quieres venir conmigo?
Oleg se hiba caminando de regreso tratando de evadir cualquier amenaza posible pero ahora seguido por una chica de tan solo quince años...
-------------------------
Post 11
Nivel 3
Por las calles no habia mucha actividad,solo tres o cuatro zombies y algunos edificios en llamas por manzana,Oleg trataba de esquivarlos en lo maximo posible,no queria alertar a mas de esas cosas.
Finalmente luego de asegurarse de que ni un zombie se habia percatado de su precencia Oleg se acerco a la gran mansion,recordo que una vez vivio en una asi,pero esos eran tiempos remotos.Golpeo tres veces la gran puerta de la mansion y se puso a esperar,no supo porque no entro directamente,queria darle una sorpresa penso para si mismo.
La puerta se abrio lentamente y Oleg pudo ver asomarse una cara de tez muy blanca con pequeños ojos azules y pelo negro sedoso.
-Quien es usted?-Pregunto la chica,Oleg pudo ver que por sus tiernos rasgos faciales y por su tierna vos que no sobrepasaba los quince años.
Penso que esa podia ser su hija,podia hacer sufrir a aquel cerdo matandola delante de sus propios ojos,que sienta lo mismo que sintio Oleg.
-Quitate de la puerta-Dijo Oleg entre dientes.
-Vayase no hemos hecho daño a nadie-Dijo la chica mirando fijamente a los ojos a Oleg.
-Te lo adverti.
Oleg derribo la puerta de una patada,la enorme puerta fue reducida a añicos y la chica habia volado varios metros atras.
-Donde esta el hijo de perra de tu padre!-Grito Oleg mientras se abalanzaba sobre la chica y la sujetaba del cuello estando asi cara a cara.Oleg era dos cabezas mas grande que ella.
-Te crees dura pequeña puta!?Te pregunte donde esta tu padre!-Le grito Oleg enfurecido.
-Muerete desgraciado!-Grito esta en respuesta.
Oleg la lanzo con gran fuerza contra una pared y alver que la chica estaba inconciente empezo a revisar la mansion.
Luego de destrozar el primer piso entero buscando a su objevito subio rapidamente las escaleras hacia el segundo piso y puso manos a la obra.
Finalmente encontro la habitacion,la unica que no habia revisado.Oleg se dispuso a entrar.Entro a la habitacion y vio a un hombre postrado en una cama,el hombre debia tener unos 70 años.Estaba con respirador y a su lado habia varios artilugios medicos y demas aparatos electronicos.
Oleg camino lentamente hacia los pies de la cama,parandose justo delante de el.Oleg estaba seguro que era el sin duda alguna debia de ser el!
El hombre abrio los ojos lentamente,los mismos ojos de hace casi veinte años atras que ahora mismo miraban a Oleg y su uniforme de comandante aleman.De esos ojos empezaron a salir pequeñas y brillosas lagrimas.
-Eres un fantasma-Salieron de sus labios.
-No soy ni un fantasma-Contesto Oleg.
-Pero como es posible,yo y los demas te matamos hace años,no puede ser posible-Murmuro el anciano.
-Me paresco tanto a mi padre?Como te gusta confundirme con el-Respondio con una mueca Oleg.
El anciano no parecio sorprenderse,sin embargo de sus ojos brotaban muchas lagrimas y sus labios querian articular palabra pero no podian.
-Tu eres el pequeño Oleg,el de hace unos veinte años atras-Murmuro con dificultad.
Pasaron unos segundos de silencio eternos hasta que finalmente se oyeron pasos que venian hacia la habitacion.
-Papa!Papa estas bien!?-Dijo la chica arrodillandose al lado de la cama tomando la mano de su padre.
-Mica haste a un lado,deja que el chico haga su trabajo-Respondio el anciano.
-No papa no pienso hacerlo!-Gritaba entre sollozos la chica.
-Mica toma esta carta,Oleg llevatela-Ordeno el moribunto anciano.
Oleg agarro a Mica de ambos brazos y la arrastro hacia fuera de la habitacion e inmediatamente trabo la puerta con una silla de madera antigua.
-Porque estas postrado en esa cama con todos esos aparatos raros?-Pregunto Oleg.
-Sufro de leucemia Oleg,cancer en la sangre,no se lo deseo a nadie-Respondio este.
-Lo siento mucho Oleg,se lo que te hice,se cuanto has sufrido y tambien se que las disculpas no te devolveran a tu padre,pero quiero que sepas que haria todo lo posible para cambiar todo lo que he ocasionado a lo largo de mi vida,el dolor que he causado...
Oleg cayo arrodillado en el suelo,las lagrimas caian de sus mejillas como pequeños fragmentos de hielo,o podia matar a aquel hombre,la guerra brinda mas guerra,la muerte brinda mas muerte.Todavia odiaba a muerte a aquel hombre pero no sentia los mismos deseos de matarlo.
-Oleg,desconecta la maquina,el respirador-Dijo el anciano.
-Hazlo,quiero descansar en paz.
Oleg se reincorporo y se dirigio hacia el respirador,tenia la mano sujeta en el enchufe.
-Adios Oleg...
-Adios...
Oleg salio de la habitacion,no vio por ninguna parte a Mica,pero tampoco le dio mucha importancia.
Parado en la entrada de la mansion a punto de irse Oleg sintio una presencia detras suyo,dio media vuelta y vio a Mica mirando hacia el piso justo unos metros detras de el,no se atrevia a mirar a Oleg a los ojos.
-Quieres venir conmigo?
Oleg se hiba caminando de regreso tratando de evadir cualquier amenaza posible pero ahora seguido por una chica de tan solo quince años...
-------------------------
Post 11
Nivel 3
DarkHades- Pirómano
- Cantidad de envíos : 9284
Edad : 30
Localización : Refugiándome en la estación de bomberos.
Fecha de inscripción : 11/01/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
El último mutante que los había atacado estaba huyendo rodeado de una nube de mosquitos, abejas y toda clase de insectos. De repente, se elevó en el cielo y justo en ese momento, los millones de bichos que le rodeaban, lo dejaron caer y el mutante se estrelló contra el suelo.
- Muy bien hecho, pequeño - dijo Marta que volvió a atravesar el muro de nuevo para reunirse con él.
- Yo no he hecho nada - dijo Hank - Han sido mis amigas las abejas, ellas me obedecen.
- Quédate detrás de mí, ¿vale? Vamos a ver que ha pasado en la furgoneta.
Cuando llegaron a la furgoneta, todo estaba perdido de sangre. Silvia y Fran estaban inconscientes mientras que Carlos y Round estaban despiertos pero algo aturdidos. Se habían golpeado contra los asientos delanteros. El matrimonio alemán no había tenido demasiada suerte ya que, del impacto, ambos habían salido disparados contra el muro y yacían encima del capó. Muertos.
- Hank, será mejor que no mires ahí delante - le advirtió Marta - Hay cosas muy feas
- Silviaaaaa, Silviaaaa - gritó Hank corriendo hacia el asiento del conductor - Despierta, Silvi, despierta - gritó mientras la tiraba de la manga de la camisa - ¿Estás bien?
- Sí, sí - dijo Silvia - No me ha pasado nada. Creo que me desmayé pero estoy bien. No me golpeé contra el volante. Debí de haber creado ese escudo.
- ¿Estáis todos bien? - dijo Marta - Tenemos que largarnos de aquí. Se aproximan nada más y nada menos que cincuenta zombies y no estamos en condiciones de enfrentarnos a ellos.
- Yo estoy bien - dijo Silvia bajando del coche
- Yo estoy de lujo pero tenéis que ayudarme a salir. No puedo sacar el cinturón. - dijo Carlos
- Me duele el hombro y un poco la cabeza pero creo que superaré esto - dijo Round
- ¿Fran? - dijo Marta. Fran no se movía. Estaba apoyado contra la ventanilla trasera con un fuerte golpe en la cabeza. Se acercó a él y comprobó su respiración- Respira pero no se ve muy bien.
- Déjame a mí - dijo Carlos - Estoy en tercero de medicina. Está bien. Tiene que descansar pero estará bien.
- Eso es complicado - dijo Marta al borde del llanto- Se aproximan muchos zombies.
- Pues tendremos que coger otro coche para meterle dentro y rezar para acabar con ellos. - dijo Carlos - Estoy listo - Chasqueó los dedos y de su mano emanó un pequeño hilo de hielo.
Silvia, Round y Carlos fueron hasta el aparcamiento del McDonalds para buscar una nueva furgoneta u otro coche en el que escapar. Mientras, Hank y Marta se quedarían cuidando de Fran.
Los tres salieron corriendo en dirección al aparcamiento. Afortunadamente, no habían recorrido demasiados metros antes de que fuesen atacados por los mutantes así que llegaron rápidamente al aparcamiento. Sin embargo, en el aparcamiento les esperaba una reunión de 20 zombies, tan solo era la primera oleada...
- Estamos jodidos - dijo Round.
- No te preocupes - dijo Silvia- Esta vez estoy preparada. Mira - De sus manos, salieron diez brillantes garras y, de un salto, se puso en guardia. - No sé por qué pero ya no me duele. Debo estar acostumbrándome. Lo único que no sé cuanto durará.
- Joder tía, como mola. Eres Catwoman
- Juas, deja ese honor a Michelle Pfeiffer y vamos a enfrentarnos a esos monstruos, hombre de hielo.
Los tres se prepararon para atacar. Round su pistola, Silvia sus garras y Carlos su hielo y una tubería que encontró tirada en el suelo. Silvia saltó y con sus garras pudo matar a dos zombies a la vez. No resultaba complicado esquivarlos y tampoco acabar con ellos ya que sus garras se introducían fácilmente en sus cráneos.
Por su parte Round tenía dificultades para disparar por el dolor que sentía el hombro pero hizo de tripas corazón y disparó a todos los zombies que iba congelando Carlos.
Después de varios minutos luchando, las garras de Silvia desaparecieron y a Round solo le quedaba una bala. Sólo quedaban en pie cinco zombies más los que se acercaban a lo lejos.
- Chicos - gritó Silvia - Tengo una idea. No dispares más, Round. Guarda esa bala por si acaso. Carlos toma esto - gritó Silvia lanzándole un mechero. - Deslízate hasta aquellos surtidores con tu hielo y prendelo todo. Nosotros mientras cogeremos esta furgoneta e iremos a buscarte. No creo que el hielo sea una buena idea para escapar de un incendio.
- Estoy cagado. No sé si podré hacerlo. - dijo Carlos
- Muchacho, sabemos que puedes hacerlo
- Espera. Iré contigo - dijo Silvia- Sé lo que hay que hacer. Round vete poniendo en marcha la furgoneta y vete a por ellos.
Silvia se agarró de la espalda de Carlos y juntos se deslizaron por un puente de hielo que Carlos iba creando. Así llegaron hasta los surtidores. Tenían demasiado cerca a los zombies que se aproximaban pero se arriesgaron. Cogieron uno de las mangueras y derramaron la gasolina por el suelo. Esperaron unos minutos a que se acercasen más los zombies mientras ellos escapaban con el hielo. Unos metros después cayeron al suelo.
- ¿Qué pasa? - gritó Silvia
- No puedo crear más hielo. Se ha agotado
- No, te has agotado tú. Corre. Es el momento, lanza el mechero ahora.
- De acuerdo - Carlos cogió el Zippo, encendió la mecha y lo lanzó. Todo empezó a arder. Era cuestión de segundos que llegara a los surtidores y que éstos estallasen. No estaban lo suficientemente lejos así que la explosión les daría de lleno.
- Abrázate a mí, Carlos - dijo Silvia
- De acuerdo, si voy a morir que sea abrazado a una tía es la mejor forma
Silvia se concentró todo lo que pudo. Sin que nadie pudiese verlo, un pequeño escudo protector empezó a surgir sobre los dos. De repente una explosión y Silvia y Carlos en medio. Carlos pudo ver como la llamarada pasaba sobre ellos sin que les afectara de ninguna manera mientras los restos de los zombies sobrevolaban sus cabezas.
Un minuto después, el escudo se disipó, Silvia se desmayó y a sus espaldas había una gran llamarada de fuego pero ellos dos estaban bien. Carlos cogió a Silvia en brazos y atravesó la espesa nube de humo negro que los rodeaba. A tan solo unos metros, Round se aproximaba con la furgoneta, dentro, Round, Marta y Hank. De fran no había ni rastro.
- Chicos, estamos bien - dijo Carlos - Me ha salvado la vida y se ha desmayado. Nada grave. ¿Y Fran?
- Ha muerto - dijo Marta con los ojos inundados en lágrimas.
En la parte trasera, Hank solo deseaba que Silvia se despertase para decirla que Marta era mala, que Fran no había muerto porque sí, que Marta había hecho algo malo a Fran. Hank tenía miedo.
Los cinco supervivientes siguieron su camino con destino hacia Berlín
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
POST: 5
NIVEL:2
- Muy bien hecho, pequeño - dijo Marta que volvió a atravesar el muro de nuevo para reunirse con él.
- Yo no he hecho nada - dijo Hank - Han sido mis amigas las abejas, ellas me obedecen.
- Quédate detrás de mí, ¿vale? Vamos a ver que ha pasado en la furgoneta.
Cuando llegaron a la furgoneta, todo estaba perdido de sangre. Silvia y Fran estaban inconscientes mientras que Carlos y Round estaban despiertos pero algo aturdidos. Se habían golpeado contra los asientos delanteros. El matrimonio alemán no había tenido demasiada suerte ya que, del impacto, ambos habían salido disparados contra el muro y yacían encima del capó. Muertos.
- Hank, será mejor que no mires ahí delante - le advirtió Marta - Hay cosas muy feas
- Silviaaaaa, Silviaaaa - gritó Hank corriendo hacia el asiento del conductor - Despierta, Silvi, despierta - gritó mientras la tiraba de la manga de la camisa - ¿Estás bien?
- Sí, sí - dijo Silvia - No me ha pasado nada. Creo que me desmayé pero estoy bien. No me golpeé contra el volante. Debí de haber creado ese escudo.
- ¿Estáis todos bien? - dijo Marta - Tenemos que largarnos de aquí. Se aproximan nada más y nada menos que cincuenta zombies y no estamos en condiciones de enfrentarnos a ellos.
- Yo estoy bien - dijo Silvia bajando del coche
- Yo estoy de lujo pero tenéis que ayudarme a salir. No puedo sacar el cinturón. - dijo Carlos
- Me duele el hombro y un poco la cabeza pero creo que superaré esto - dijo Round
- ¿Fran? - dijo Marta. Fran no se movía. Estaba apoyado contra la ventanilla trasera con un fuerte golpe en la cabeza. Se acercó a él y comprobó su respiración- Respira pero no se ve muy bien.
- Déjame a mí - dijo Carlos - Estoy en tercero de medicina. Está bien. Tiene que descansar pero estará bien.
- Eso es complicado - dijo Marta al borde del llanto- Se aproximan muchos zombies.
- Pues tendremos que coger otro coche para meterle dentro y rezar para acabar con ellos. - dijo Carlos - Estoy listo - Chasqueó los dedos y de su mano emanó un pequeño hilo de hielo.
Silvia, Round y Carlos fueron hasta el aparcamiento del McDonalds para buscar una nueva furgoneta u otro coche en el que escapar. Mientras, Hank y Marta se quedarían cuidando de Fran.
Los tres salieron corriendo en dirección al aparcamiento. Afortunadamente, no habían recorrido demasiados metros antes de que fuesen atacados por los mutantes así que llegaron rápidamente al aparcamiento. Sin embargo, en el aparcamiento les esperaba una reunión de 20 zombies, tan solo era la primera oleada...
- Estamos jodidos - dijo Round.
- No te preocupes - dijo Silvia- Esta vez estoy preparada. Mira - De sus manos, salieron diez brillantes garras y, de un salto, se puso en guardia. - No sé por qué pero ya no me duele. Debo estar acostumbrándome. Lo único que no sé cuanto durará.
- Joder tía, como mola. Eres Catwoman
- Juas, deja ese honor a Michelle Pfeiffer y vamos a enfrentarnos a esos monstruos, hombre de hielo.
Los tres se prepararon para atacar. Round su pistola, Silvia sus garras y Carlos su hielo y una tubería que encontró tirada en el suelo. Silvia saltó y con sus garras pudo matar a dos zombies a la vez. No resultaba complicado esquivarlos y tampoco acabar con ellos ya que sus garras se introducían fácilmente en sus cráneos.
Por su parte Round tenía dificultades para disparar por el dolor que sentía el hombro pero hizo de tripas corazón y disparó a todos los zombies que iba congelando Carlos.
Después de varios minutos luchando, las garras de Silvia desaparecieron y a Round solo le quedaba una bala. Sólo quedaban en pie cinco zombies más los que se acercaban a lo lejos.
- Chicos - gritó Silvia - Tengo una idea. No dispares más, Round. Guarda esa bala por si acaso. Carlos toma esto - gritó Silvia lanzándole un mechero. - Deslízate hasta aquellos surtidores con tu hielo y prendelo todo. Nosotros mientras cogeremos esta furgoneta e iremos a buscarte. No creo que el hielo sea una buena idea para escapar de un incendio.
- Estoy cagado. No sé si podré hacerlo. - dijo Carlos
- Muchacho, sabemos que puedes hacerlo
- Espera. Iré contigo - dijo Silvia- Sé lo que hay que hacer. Round vete poniendo en marcha la furgoneta y vete a por ellos.
Silvia se agarró de la espalda de Carlos y juntos se deslizaron por un puente de hielo que Carlos iba creando. Así llegaron hasta los surtidores. Tenían demasiado cerca a los zombies que se aproximaban pero se arriesgaron. Cogieron uno de las mangueras y derramaron la gasolina por el suelo. Esperaron unos minutos a que se acercasen más los zombies mientras ellos escapaban con el hielo. Unos metros después cayeron al suelo.
- ¿Qué pasa? - gritó Silvia
- No puedo crear más hielo. Se ha agotado
- No, te has agotado tú. Corre. Es el momento, lanza el mechero ahora.
- De acuerdo - Carlos cogió el Zippo, encendió la mecha y lo lanzó. Todo empezó a arder. Era cuestión de segundos que llegara a los surtidores y que éstos estallasen. No estaban lo suficientemente lejos así que la explosión les daría de lleno.
- Abrázate a mí, Carlos - dijo Silvia
- De acuerdo, si voy a morir que sea abrazado a una tía es la mejor forma
Silvia se concentró todo lo que pudo. Sin que nadie pudiese verlo, un pequeño escudo protector empezó a surgir sobre los dos. De repente una explosión y Silvia y Carlos en medio. Carlos pudo ver como la llamarada pasaba sobre ellos sin que les afectara de ninguna manera mientras los restos de los zombies sobrevolaban sus cabezas.
Un minuto después, el escudo se disipó, Silvia se desmayó y a sus espaldas había una gran llamarada de fuego pero ellos dos estaban bien. Carlos cogió a Silvia en brazos y atravesó la espesa nube de humo negro que los rodeaba. A tan solo unos metros, Round se aproximaba con la furgoneta, dentro, Round, Marta y Hank. De fran no había ni rastro.
- Chicos, estamos bien - dijo Carlos - Me ha salvado la vida y se ha desmayado. Nada grave. ¿Y Fran?
- Ha muerto - dijo Marta con los ojos inundados en lágrimas.
En la parte trasera, Hank solo deseaba que Silvia se despertase para decirla que Marta era mala, que Fran no había muerto porque sí, que Marta había hecho algo malo a Fran. Hank tenía miedo.
Los cinco supervivientes siguieron su camino con destino hacia Berlín
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
POST: 5
NIVEL:2
Kealah- Cazadora con medias de seda
- Cantidad de envíos : 5059
Edad : 42
Localización : Como dice Tatsu... Villadolor xDDD
Fecha de inscripción : 11/02/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
-No vayas tan rapido!-Grito Mica.
-Pues entonces apurate y no grites-Respondiò Oleg.
-A donde vamos?
-Con un grupo de gente que tienen poderes como yo.
-Poderes?De que hablas?
-Quieres que te muestre?Mira-Dijo Oleg señalando a un camiòn justo delante de ellos.
Oleg se aproximò al camion,limpiò la nieve que cubria el capò,se quito el guante de su mano derecha y alzò el brazo,pasaron unos segundos y rapidamente bajò el puño hacia el capò haciendo un gran estruendo,la mitad del brazo estaba en el interior de la camion.
-Ves?-Pregunto Oleg mientras que sacaba su brazo del interior del camion.
-Como hiciste eso?-Pregunto Mica con una pequeña sonrisa.
-Un poder,tengo otro pero a ese lo veràs si tienes suerte,los zombies y mutantes no usan armas de fuego.
-A que te refieres?-Pregunto desconcertada Mica.
-Agh nada,olvidalo.
Ambos seguian caminando por las frias calles de Berlin,en ocasiones se escuchaban disparos a lo lejos,pero paraban de golpe.
Ich liebe dich,Ich liebe dich nicht,Ich liebe dich nicht mehr,Ich liebe dich nicht mehr oder weniger als du,Als du mich geliebt hast,Als du mich noch geliebt hast!-Cantaba con una gran sonrisa Oleg.
Mica se habia sonrojado un poco al escuchar a Oleg cantando esa cancion.
-No te la estoy cantando a ti si?-Dijo Oleg al ver esto.
-Cretino!-Gruño Mica mirando de reojo a Oleg.
-Quieta-Ordeno Oleg sujetando su brazo.
-Que,que sucede?-Preguntò Mica al mirar a Oleg hacia todas partes.
Oleg se habìa dado cuenta de que cuando se dirigia a la mansiòn las calles estaban plagadas de zombies,y ahora estaban todos muertos.
-No hay ni un zombie,estàn todos muertos.
-Si,y?Que tiene?
-Use estas calles para ir a la casa de tu padre,y estaban plagadas de zombies-Decia Oleg mientras examinaba los cadaveres de unos zombies,no tenian heridas de bala...
Mica habìa olvidado por unos instantes a su padre y los ultimos y tragicos minutos que habìa compartido con el,de sus mejillas blancas como la nieve misma se deslizaban sus lagrimas.
Justo cuando hiba a romper en llanto Oleg surgido de la nada la abrazo con todas sus fuerzas.
-Oleg,que haces?-Dijo sorprendidamente Mica.
Oleg no respondiò,tenia los ojos cerrados y solo emitio un leve quejido.Dejo de abrazar a Mica y se dio la vuelta dandole la espalda a Mica,quedo perpleja al ver que Oleg tenia un gran cuchillo de combate en su espalda.
-Oleg?Oleg estas bien!?
-Shhh quedate detras mio.
Pasaron unos segundos de eterno silencio hasta que apareciò un sujeto de la nada,como si hubiera aparecido de debajo de la tierra.El sujeto estaba arrodillado hasta que finalmente se levanto.Oleg pudo ver que hiba vestido con un pantalòn de jean gris ajustado,unas zapatillas negras relucientes y un gran buzo con capucha la cual tapaba su rostro.
-Que mala suerte,querìa matar a la chica-Dijo el extraño.
-Quien eres?-Gruño Oleg.
-Soy tu peor pesadilla-Respondio el sujeto.
El sujeto desapareciò como si se hubiera disolvido,Oleg quedo perplejo.Miraba hacia todas partes buscandolo pero no estaba.
Oleg cayò al suelo,sintio un fuerte golpe en la mandìbula,finalmente lo comprendò...podia hacerse invisible.
Dos puñetazos fueron lanzados al aire por Oleg,habìa fallado ambos golpes.
-Jajaja que sucede?Estas ciego?
-Joder...estoy en aprietos-Murmurò Oleg.
Uno dos tres golpes habìan empujado a Oleg hacia una pared.Tenia una hemorragia,y para empeorar las cosas no podia ver a su enemigo.
Oleg sintiò su presencia muy cerca y volviò a contra atacar,habia fallado dos golpes pero diò en uno.
-Auch,eso doliò,supongo que me confiè demasiado.
-Que quieres de mi?-Pregunto Oleg.
-Nada amigo,solo me estoy divirtiendo.
Oleg se habìa quedado parado esperando a escuchar los pasos de su atacante asì localizarlo,pero no habia surgido efecto.
-Oye,esto es mio!-Dijo el agresor sacando el cuchillo de la espalda de Oleg.
Oleg cayò arrodillado hacia la fria nieve bañada en su propia sangre.
Se quedò en silencio por unos segundos,debìa tratar de localizar un punto debil en su agresor.
-Piensa Oleg,piensa,tu mente te ha sacado de varios apuros muchas veces-Dijo en voz baja Oleg para sì mismo.
Finalmente lo localizò.Busco en su uniforme alguna cantimplora,la encontrò,saco un cortaplumas del bolsillo del pecho y se hiso un corte profundo en su muñeca,la cual emanaba sangre profusamente.Tomò su cantimplora e introdujo toda la sangre que pudo en su interior."Mejor me apresuro o morirè desangrado"Pensò para si mismo.
-Oleg,que estas haciendo?-Dijo Mica en voz baja escondida detràs de un auto.
-Oye oye!Yo quiero matarte!Jajajaj.
-Chupate esta imbecil!-Dijo Oleg mientras volcaba su sangre por todas partes.
Lanzò una buena cantidad,no le habia dado,volviò a hacerlo...Ahì estaba...
Su sangre habia manchado las ropas de su atacante dejandolo asì visible para Oleg.
-Chico...De esta no te escapaaaas!-Gritò Oleg furioso dirigiendo un gran puñetazo hacia el atacante.
El chico volò varios metros impactando fuertemente con un camion que transportaba carne.Dejò de ser invisible.Cuando recobrò el sentido pudo ver a Oleg corriendo a gran velocidad hacia el.Rapidamente se quito el buzo y se hiso invisible.
-Adios Oleg!Nos volveremos a ver!-Grito el atacante.
-Cobarde!Regresa aqui!-Gritò enfurecido Oleg.
---------------------
Cayò al suelo,estaba exhausto,tenìa dos grandes hemorragias.Lo ultimo que viò fue Mica delante de èl tratando de hacer que no pierda el conocimiento.
-Oleg!Oleg no!Despierta!-Gritò entre sollozos Mica.
Detras de un edificio en ruinas saliò Ryan a toda prisa.
-Oleg!Joder Oleg reacciona!-Grito Ryan mientras se disponia a levantarlo.
-Vamos chica ayudame a levantarlo,debemos llevarlo a un lugar seguro!
Ryan y Mica llevaban a Oleg como podìan de vuelta al lugar donde la anciana le habìa dado cobijo unas horas atras.
--------------------
Post 12
Nivel 4
-Pues entonces apurate y no grites-Respondiò Oleg.
-A donde vamos?
-Con un grupo de gente que tienen poderes como yo.
-Poderes?De que hablas?
-Quieres que te muestre?Mira-Dijo Oleg señalando a un camiòn justo delante de ellos.
Oleg se aproximò al camion,limpiò la nieve que cubria el capò,se quito el guante de su mano derecha y alzò el brazo,pasaron unos segundos y rapidamente bajò el puño hacia el capò haciendo un gran estruendo,la mitad del brazo estaba en el interior de la camion.
-Ves?-Pregunto Oleg mientras que sacaba su brazo del interior del camion.
-Como hiciste eso?-Pregunto Mica con una pequeña sonrisa.
-Un poder,tengo otro pero a ese lo veràs si tienes suerte,los zombies y mutantes no usan armas de fuego.
-A que te refieres?-Pregunto desconcertada Mica.
-Agh nada,olvidalo.
Ambos seguian caminando por las frias calles de Berlin,en ocasiones se escuchaban disparos a lo lejos,pero paraban de golpe.
Ich liebe dich,Ich liebe dich nicht,Ich liebe dich nicht mehr,Ich liebe dich nicht mehr oder weniger als du,Als du mich geliebt hast,Als du mich noch geliebt hast!-Cantaba con una gran sonrisa Oleg.
Mica se habia sonrojado un poco al escuchar a Oleg cantando esa cancion.
-No te la estoy cantando a ti si?-Dijo Oleg al ver esto.
-Cretino!-Gruño Mica mirando de reojo a Oleg.
-Quieta-Ordeno Oleg sujetando su brazo.
-Que,que sucede?-Preguntò Mica al mirar a Oleg hacia todas partes.
Oleg se habìa dado cuenta de que cuando se dirigia a la mansiòn las calles estaban plagadas de zombies,y ahora estaban todos muertos.
-No hay ni un zombie,estàn todos muertos.
-Si,y?Que tiene?
-Use estas calles para ir a la casa de tu padre,y estaban plagadas de zombies-Decia Oleg mientras examinaba los cadaveres de unos zombies,no tenian heridas de bala...
Mica habìa olvidado por unos instantes a su padre y los ultimos y tragicos minutos que habìa compartido con el,de sus mejillas blancas como la nieve misma se deslizaban sus lagrimas.
Justo cuando hiba a romper en llanto Oleg surgido de la nada la abrazo con todas sus fuerzas.
-Oleg,que haces?-Dijo sorprendidamente Mica.
Oleg no respondiò,tenia los ojos cerrados y solo emitio un leve quejido.Dejo de abrazar a Mica y se dio la vuelta dandole la espalda a Mica,quedo perpleja al ver que Oleg tenia un gran cuchillo de combate en su espalda.
-Oleg?Oleg estas bien!?
-Shhh quedate detras mio.
Pasaron unos segundos de eterno silencio hasta que apareciò un sujeto de la nada,como si hubiera aparecido de debajo de la tierra.El sujeto estaba arrodillado hasta que finalmente se levanto.Oleg pudo ver que hiba vestido con un pantalòn de jean gris ajustado,unas zapatillas negras relucientes y un gran buzo con capucha la cual tapaba su rostro.
-Que mala suerte,querìa matar a la chica-Dijo el extraño.
-Quien eres?-Gruño Oleg.
-Soy tu peor pesadilla-Respondio el sujeto.
El sujeto desapareciò como si se hubiera disolvido,Oleg quedo perplejo.Miraba hacia todas partes buscandolo pero no estaba.
Oleg cayò al suelo,sintio un fuerte golpe en la mandìbula,finalmente lo comprendò...podia hacerse invisible.
Dos puñetazos fueron lanzados al aire por Oleg,habìa fallado ambos golpes.
-Jajaja que sucede?Estas ciego?
-Joder...estoy en aprietos-Murmurò Oleg.
Uno dos tres golpes habìan empujado a Oleg hacia una pared.Tenia una hemorragia,y para empeorar las cosas no podia ver a su enemigo.
Oleg sintiò su presencia muy cerca y volviò a contra atacar,habia fallado dos golpes pero diò en uno.
-Auch,eso doliò,supongo que me confiè demasiado.
-Que quieres de mi?-Pregunto Oleg.
-Nada amigo,solo me estoy divirtiendo.
Oleg se habìa quedado parado esperando a escuchar los pasos de su atacante asì localizarlo,pero no habia surgido efecto.
-Oye,esto es mio!-Dijo el agresor sacando el cuchillo de la espalda de Oleg.
Oleg cayò arrodillado hacia la fria nieve bañada en su propia sangre.
Se quedò en silencio por unos segundos,debìa tratar de localizar un punto debil en su agresor.
-Piensa Oleg,piensa,tu mente te ha sacado de varios apuros muchas veces-Dijo en voz baja Oleg para sì mismo.
Finalmente lo localizò.Busco en su uniforme alguna cantimplora,la encontrò,saco un cortaplumas del bolsillo del pecho y se hiso un corte profundo en su muñeca,la cual emanaba sangre profusamente.Tomò su cantimplora e introdujo toda la sangre que pudo en su interior."Mejor me apresuro o morirè desangrado"Pensò para si mismo.
-Oleg,que estas haciendo?-Dijo Mica en voz baja escondida detràs de un auto.
-Oye oye!Yo quiero matarte!Jajajaj.
-Chupate esta imbecil!-Dijo Oleg mientras volcaba su sangre por todas partes.
Lanzò una buena cantidad,no le habia dado,volviò a hacerlo...Ahì estaba...
Su sangre habia manchado las ropas de su atacante dejandolo asì visible para Oleg.
-Chico...De esta no te escapaaaas!-Gritò Oleg furioso dirigiendo un gran puñetazo hacia el atacante.
El chico volò varios metros impactando fuertemente con un camion que transportaba carne.Dejò de ser invisible.Cuando recobrò el sentido pudo ver a Oleg corriendo a gran velocidad hacia el.Rapidamente se quito el buzo y se hiso invisible.
-Adios Oleg!Nos volveremos a ver!-Grito el atacante.
-Cobarde!Regresa aqui!-Gritò enfurecido Oleg.
---------------------
Cayò al suelo,estaba exhausto,tenìa dos grandes hemorragias.Lo ultimo que viò fue Mica delante de èl tratando de hacer que no pierda el conocimiento.
-Oleg!Oleg no!Despierta!-Gritò entre sollozos Mica.
Detras de un edificio en ruinas saliò Ryan a toda prisa.
-Oleg!Joder Oleg reacciona!-Grito Ryan mientras se disponia a levantarlo.
-Vamos chica ayudame a levantarlo,debemos llevarlo a un lugar seguro!
Ryan y Mica llevaban a Oleg como podìan de vuelta al lugar donde la anciana le habìa dado cobijo unas horas atras.
--------------------
Post 12
Nivel 4
DarkHades- Pirómano
- Cantidad de envíos : 9284
Edad : 30
Localización : Refugiándome en la estación de bomberos.
Fecha de inscripción : 11/01/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Jericho se levanto sobresaltado y miro a su alrededor con nerviosismo. Una voz en su cabeza habló, pero por la cara que le veia a los demás sabia que no la estaba escuchando el solo.
"Bajar al sotano, estamos todos. Podreis descansar, esterias cansados de vuestro largo viaje". Fernando miraba a Jericho y comprendieron que la voz que escuchaban era la de la anciana que los habia hablado antes.
-Bueno, llegamos, este es nuestro refugio-dijo la mujer que los trajo.
-Emm...¡¿será una broma?!, el edificio esta en ruinas-contestó Fernando airado pensando que se trataba de una broma.
-El edificio esta en ruinas si, pero el sotano esta en perfecto estado-respondió la mujer.
-Estoy cansado necesito descansar-dijo Jericho que todavia estaba sin energias del largo viaje.
Los tres bajaron las escaleras piso por piso. Fernando agarraba por el hombro a Jericho, estaba realmente cansado después de un uso tan grande de su poder.
La mujer analizaba a los dos sujetos que bajaban con ella, aunque la anciana se fiaba de ellos, la mujer los miraba con recelo. Su instinto se lo decia. Por fin despues de una larga caminata de bajar escalones llegaron a una pueta metalica que estaba cerrada.
La mujer que los acompañaba dió un fuerte empujón y abrió la puerta de par en par. Un grupo de gente se dejó ver tras la puerta.
Fernando y Jericho pasaron por la puerta seguidos por la mujer que la cerró otra vez de la misma forma que la abrió.
El grupo de sotano se acercó hasta los dos recien llegados, las miradas curiosas de los supervivientes se ceñian en los dos recien llegados. Los murmullos eran constantes, solo una voz rompió aquellos susurros. Una voz que los era familiar, la voz de una anciana.
-Por fin llegaron, los estaba esparando. Jericho, Fernando es una alegria que esten aqui junto a nosotros-dijo una Anciana que estaba sentada en un sillon a un lado de la habitación.
-Espera, ¿Eres la anciana que nos ha estado guiando desde el principio de esto?-pregunto Jericho apoyandose en la pared.
-Si, Jericho yo era esa anciana que os guio hasta aqui-respondio la anciana.
Fernando se acercó a Jericho en un momento y le susurro: "No me gusta nada como nos estan mirando, me pone nervioso". Fernando sentia como las miradas de los demás supervivientes se clavaban en sus nucas.
-Descansar jovenes, ha sido un largo camino hasta llegar aqui, estareis cansados-dijo La anciana- no os podemos ofrecer una cama pero si unas esterillas para que os tumbeis y descanseis un tiempo.
-Gracias señora, pero estoy bien asi-dijo Fernando apoyandose en la pared.
--------------
Te dejo que sigas Alf. Si esta sin tildes no me apetecia ponerlas.
"Bajar al sotano, estamos todos. Podreis descansar, esterias cansados de vuestro largo viaje". Fernando miraba a Jericho y comprendieron que la voz que escuchaban era la de la anciana que los habia hablado antes.
-Bueno, llegamos, este es nuestro refugio-dijo la mujer que los trajo.
-Emm...¡¿será una broma?!, el edificio esta en ruinas-contestó Fernando airado pensando que se trataba de una broma.
-El edificio esta en ruinas si, pero el sotano esta en perfecto estado-respondió la mujer.
-Estoy cansado necesito descansar-dijo Jericho que todavia estaba sin energias del largo viaje.
Los tres bajaron las escaleras piso por piso. Fernando agarraba por el hombro a Jericho, estaba realmente cansado después de un uso tan grande de su poder.
La mujer analizaba a los dos sujetos que bajaban con ella, aunque la anciana se fiaba de ellos, la mujer los miraba con recelo. Su instinto se lo decia. Por fin despues de una larga caminata de bajar escalones llegaron a una pueta metalica que estaba cerrada.
La mujer que los acompañaba dió un fuerte empujón y abrió la puerta de par en par. Un grupo de gente se dejó ver tras la puerta.
Fernando y Jericho pasaron por la puerta seguidos por la mujer que la cerró otra vez de la misma forma que la abrió.
El grupo de sotano se acercó hasta los dos recien llegados, las miradas curiosas de los supervivientes se ceñian en los dos recien llegados. Los murmullos eran constantes, solo una voz rompió aquellos susurros. Una voz que los era familiar, la voz de una anciana.
-Por fin llegaron, los estaba esparando. Jericho, Fernando es una alegria que esten aqui junto a nosotros-dijo una Anciana que estaba sentada en un sillon a un lado de la habitación.
-Espera, ¿Eres la anciana que nos ha estado guiando desde el principio de esto?-pregunto Jericho apoyandose en la pared.
-Si, Jericho yo era esa anciana que os guio hasta aqui-respondio la anciana.
Fernando se acercó a Jericho en un momento y le susurro: "No me gusta nada como nos estan mirando, me pone nervioso". Fernando sentia como las miradas de los demás supervivientes se clavaban en sus nucas.
-Descansar jovenes, ha sido un largo camino hasta llegar aqui, estareis cansados-dijo La anciana- no os podemos ofrecer una cama pero si unas esterillas para que os tumbeis y descanseis un tiempo.
-Gracias señora, pero estoy bien asi-dijo Fernando apoyandose en la pared.
--------------
Te dejo que sigas Alf. Si esta sin tildes no me apetecia ponerlas.
Toletum- Jefe de Los Barbaros
- Cantidad de envíos : 3528
Edad : 33
Localización : Motorizado con los Barbaros.
Fecha de inscripción : 12/04/2009
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Oleg habìa despertado deshorientado en una oscura habitaciòn,estaba en una camilla de hospital.Observò a su alrededor y viò a Mica durmiendo en una pequeña silla de plastico negra al lado de el.
Se levanto y sintiò un dolor agudo en su espalda,habìa olvidado que horas atras habìa combatido a un extraño agresor con la capacidad de hacerse invisible.Recordò la tactica que usò para combatirlo,se habìa dado cuenta que tras varios años de servicio en la organizacion terrorista Fracciòn del Ejèrcito Rojo habia dado sus frutos.
Observò su muñeca y viò el corte que se habìa provocado para poder derrotar a su atacante invisible.Salio de la habitaciòn y entrò nuevamente a la gran habitaciòn donde Ryan los habìa llevado por primera vez a èl y a Anatoly.
-He Oleg!Me alegro que estes bien!-Dijo Anatoly mientras abrazaba felizmente a Oleg.
-Auch!Cuidado jajaja.
-Me alegro que hayas despertado Oleg,estuviste varias horas dormido-Explicò la anciana.
-Quien...Quien me curò las heridas?-Pregunto Oleg.
-Fui yo-Dijo una dulce voz.
Oleg se diò media vuelta y viò a Mica con una mano en la boca bostezando y saliendo de la habitaciòn en la que habìa estado momentos antes.
-No esperes a que te dè las gracias-Dijo con un gruñido Oleg.
-Ya me lo veìa venir-Contestò tristemente Mica.
Oleg quedò unos segundos en silencio viendo la gran habitaciòn,habìa dos caras nuevas,uno de ellos se levantò de la silla de donde estaba sentado y le tendiò la mano a Oleg.
-Hola,soy Fernando,me han hablado mucho de ti Oleg-Dijo con gran esmero Fernando que todavìa le tendia la mano a Oleg.
-Hola,que poderes tienes?-Solo se limitò a decir este.
-Pues supongo que puedo cargar obejots cineticamente si es que se dice asì y me puedo regenerar-Respondio con voz temblorosa Fernando.
Oleg se dirigiò hacia el pelirojo que yacia sentado en el piso con los brazos cruzados.
-Y cuales se suponen que son tus poderes?-Dijo provocativamente Oleg.
-Eso no te interesa niñato-Respondiò el extraño mientras se levantaba.
-Como me dijiste?
-Eres sordo tipo duro?Te dije niñato!
Oleg dirigiò un rapido golpe hacia el extraño pero justo cuando lo estuvo a punto de lograr escucho un ¡ZAP! y su puño se incrustò en la pared.
-Ahh ya veo,te puedes teletransportar-Dijo Oleg mientras sacaba su puño.
-Deja de mirarme de esa manera o te llevare a un lugar lleno de mutantes entendiste?
-Basta basta!Ya tenemos bastante con los zombies y mutantes ahì fuera!-Dijo Ryan separando a ambos.
-Podrian dejar de pelear?La cena ya està servida-Dijo una chica saliendo de una habitaciòn que parecìa una cocina.
-No tengo tiempo para esto-Dijo Oleg mientras apartaba a Ryan.
La cena pasò muy tranquila,habìa una gran mesa de madera en la cocina y en un extremo varias cajas y latas de comida.Mientras que en el otro habìa una pequeña cocina a gas.
A Oleg le habìan servido un gran trozo de carne con mucho purè de caja.A los dos extraños con poderes les habian servido una ensalada con bastones de pescado.Ambos estaban sentados delante de Oleg.Todos los que estaban en el sotano estaban disfrutando de una muy buena cena.
-Està muy rico verdad?-Preguntò con una sonrisa de oreja a oreja Mica que yacia sentada al lado de el.
-Sì,no esta mal-Contestò Oleg,se sentia culpable que gracias a el ella no hubiera podido despedirse de su padre,pero al mismo tiempo estaba feliz.
-Joder odio los putos vegetales!Acaso no hay mas carne!?-Gritò furioso Anatoly.
-Es lo que hay,ademas se nos estan acabando las provisiones-Respondiò la chica de hace minutos atràs.
Todos comian en silencio,Oleg pudo observar que los dos extraños comian con rapidez,habrian estado sin comer mucho tiempo.
-Viene un gran numero de zombies hacia aqui!-Gritò un chico que habia estado haciendo guardia en el derrumbado edificio.
-------------------------------
Post 13
Nivel 4
Se levanto y sintiò un dolor agudo en su espalda,habìa olvidado que horas atras habìa combatido a un extraño agresor con la capacidad de hacerse invisible.Recordò la tactica que usò para combatirlo,se habìa dado cuenta que tras varios años de servicio en la organizacion terrorista Fracciòn del Ejèrcito Rojo habia dado sus frutos.
Observò su muñeca y viò el corte que se habìa provocado para poder derrotar a su atacante invisible.Salio de la habitaciòn y entrò nuevamente a la gran habitaciòn donde Ryan los habìa llevado por primera vez a èl y a Anatoly.
-He Oleg!Me alegro que estes bien!-Dijo Anatoly mientras abrazaba felizmente a Oleg.
-Auch!Cuidado jajaja.
-Me alegro que hayas despertado Oleg,estuviste varias horas dormido-Explicò la anciana.
-Quien...Quien me curò las heridas?-Pregunto Oleg.
-Fui yo-Dijo una dulce voz.
Oleg se diò media vuelta y viò a Mica con una mano en la boca bostezando y saliendo de la habitaciòn en la que habìa estado momentos antes.
-No esperes a que te dè las gracias-Dijo con un gruñido Oleg.
-Ya me lo veìa venir-Contestò tristemente Mica.
Oleg quedò unos segundos en silencio viendo la gran habitaciòn,habìa dos caras nuevas,uno de ellos se levantò de la silla de donde estaba sentado y le tendiò la mano a Oleg.
-Hola,soy Fernando,me han hablado mucho de ti Oleg-Dijo con gran esmero Fernando que todavìa le tendia la mano a Oleg.
-Hola,que poderes tienes?-Solo se limitò a decir este.
-Pues supongo que puedo cargar obejots cineticamente si es que se dice asì y me puedo regenerar-Respondio con voz temblorosa Fernando.
Oleg se dirigiò hacia el pelirojo que yacia sentado en el piso con los brazos cruzados.
-Y cuales se suponen que son tus poderes?-Dijo provocativamente Oleg.
-Eso no te interesa niñato-Respondiò el extraño mientras se levantaba.
-Como me dijiste?
-Eres sordo tipo duro?Te dije niñato!
Oleg dirigiò un rapido golpe hacia el extraño pero justo cuando lo estuvo a punto de lograr escucho un ¡ZAP! y su puño se incrustò en la pared.
-Ahh ya veo,te puedes teletransportar-Dijo Oleg mientras sacaba su puño.
-Deja de mirarme de esa manera o te llevare a un lugar lleno de mutantes entendiste?
-Basta basta!Ya tenemos bastante con los zombies y mutantes ahì fuera!-Dijo Ryan separando a ambos.
-Podrian dejar de pelear?La cena ya està servida-Dijo una chica saliendo de una habitaciòn que parecìa una cocina.
-No tengo tiempo para esto-Dijo Oleg mientras apartaba a Ryan.
La cena pasò muy tranquila,habìa una gran mesa de madera en la cocina y en un extremo varias cajas y latas de comida.Mientras que en el otro habìa una pequeña cocina a gas.
A Oleg le habìan servido un gran trozo de carne con mucho purè de caja.A los dos extraños con poderes les habian servido una ensalada con bastones de pescado.Ambos estaban sentados delante de Oleg.Todos los que estaban en el sotano estaban disfrutando de una muy buena cena.
-Està muy rico verdad?-Preguntò con una sonrisa de oreja a oreja Mica que yacia sentada al lado de el.
-Sì,no esta mal-Contestò Oleg,se sentia culpable que gracias a el ella no hubiera podido despedirse de su padre,pero al mismo tiempo estaba feliz.
-Joder odio los putos vegetales!Acaso no hay mas carne!?-Gritò furioso Anatoly.
-Es lo que hay,ademas se nos estan acabando las provisiones-Respondiò la chica de hace minutos atràs.
Todos comian en silencio,Oleg pudo observar que los dos extraños comian con rapidez,habrian estado sin comer mucho tiempo.
-Viene un gran numero de zombies hacia aqui!-Gritò un chico que habia estado haciendo guardia en el derrumbado edificio.
-------------------------------
Post 13
Nivel 4
DarkHades- Pirómano
- Cantidad de envíos : 9284
Edad : 30
Localización : Refugiándome en la estación de bomberos.
Fecha de inscripción : 11/01/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
DIEZ DÍAS DESPUÉS DEL FOGONAZO ROJO:
EN LA VIEJA CASA DERRUIDA:
A ESCASOS KILÓMETROS DE BERLÍN: Silvia, Hank, Carlos, Round y Marta estaban en el coche después de conducir durante cuatro días seguidos desde el viejo McDonalds de la frontera entre Alemania y Francia. Habían hecho turnos para conducir aunque el que más tiempo llevaba al volante era Round. Todos estaban agotados y hambrientos pero tenían que llegar a Berlín lo antes posible. Alguien se había vuelto a poner en contacto con Silvia a través de sueños, diciéndola que fueran a Berlín. Allí les estaría esperando alguien para guiarles a su destino.
Era Carlos el que conducía cuando entraron en Berlín, allí, en el cartel, un hombre con unas extrañas gafas les estaba esperando.
- Por fin habéis llegado - dijo el hombre- Mi nombre es Ryan y necesito que todos vosotros vengáis conmigo. Rápido. Hay gente en peligro. Los zombies han llegado.
- Conduce tú, si quieres - dijo Carlos - Así llegaremos más rápido.
Carlos se sentó en la parte trasera junto a Silvia y a Hank que acababa de despertarse. Marta estaba en la otra ventanilla.
- Pequeño, estamos en Berlín - dijo Silvia - No sé donde tenemos que ir pero no te separes de mí, de Round, de Marta o de Carlos en ningún momento, ¿de acuerdo?
- Valeeeeee, Carlos y Round me caen bien y no me separaré de ti pero no quiero quedarme solo con Marta. Me da miedo - dijo Hank al oído de Silvia.
- Cuando estemos solos me cuentas por qué, ¿vale, peque? - dijo Silvia a Hank también al oído.
Ryan se puso en marcha y en menos de diez minutos ya estaban en la puerta de una vieja casa derruida. Numerosos zombies habían conseguido entrar. Era el momento de ponerse en guardia y lucha contra ellos antes de que acabasen con los que estaban dentro.
EN ALGUNA PARTE DE CAMINO A BERLÍN: Después de cuatro días al volante del coche de alquiler de su hermano, repostando en gasolineras y tener que acabar con la vida de numerosos zombies y mutantes, Antonio había descubierto que algo en él había cambiado. Podia convertirse en la persona que él quisiera, le había resultado muy útil a la hora de enfrentarse a los mutantes ya que podía convertirse en uno de ellos cuando quisiera o, incluso en otra persona, había probado con su hermano, su padre, su madre.... Aquello le trajo recuerdos pero decidió que lo mejor era seguir conduciendo hacia Berlín. Era su primera intención porque no tenía donde ir pero tenía miedo de moverse de su casa.
Días atrás fue la primera vez que escuchó aquella voz que le repetía insistentemente "Ven a Berlín. Aquí tendrás cobijo, hay más gente viva. Puedes estar tranquilo, no te pasará nada" Siete días atrás había decidido ponerse en camino.
Paró en una gasolinera una vez más, echó gasolina y decidió entrar a buscar algo de comer pero no estaba solo. Dentro de la cafetería, tres zombies y dos mutantes se paseaban por dentro. Antonio intentó salir pero uno de ellos bloqueaba la salida así que se tendría que enfrentar a ellos el sólo con la vieja escopeta de perdigones de su padre de la que apenas le quedaban balas.
EN ALGUNA PARTE CAMINO DE ESPAÑA: Hunter y Katja se dirigían a España en el Hummer del padre de esta última. Llevaban varios días conduciendo y estaban cansados y hambrientos. Todavía no se habúian encontrado con ningún coche por la carretera aunque había numerosos coches volcados y aún en llamas a lo largo de toda la carretera. Se habían encontrado con numerosos zombies de los que habían pasado de largo por falta de balas y por exceso de cansancio y habían decidio continuar con su camino. Sólo bajaban del coche cuando era estrictamente necesario.
Sin embargo, aquel día iba a ser distintos. A lo lejos, vieron una gasolinera y un reluciente coche aparcado delante de uno de los surtidores. Era la primera vez que veían un coche ahí parado con las puertas cerradas en esa posición así que, como tenían que repostar, decidieron investigar.
Sin que ellos lo vieran, un enorme mutante rodeado de zombies apareció de la nada y, dentro de la cafetería, se escuchó el primer disparo.
EN ALGÚN LUGAR DE ITALIA: Matías tenía que enfrentarse sólo a los veinte zombies que se le aproximaban ya que Sarah aún estaba inconsciente. Así que lo que decidió hacer fue poner a Sarah a salvo. La metió dentro de uno de los numerosos coches que había tirados por la zona y se dispuso a enfrentarse a ellos. Sus armas eran escasas. Con sus dos espadas no podría acabar con todos ellos y se exponía a que alguno de ellos le mordiera. Miró a su alrededor y, a tan sólo diez metros de él, había una torre de alta tensión. No sabía si la electricidad seguía funcionando pero tenía que probar suerte. Así que corrió hacia una fuente cercana y la tocó. La dura piedra se convirtió en plástico que pudo rajar fácilmente, creando un enorme charco de agua en el suelo hasta el que debía atraer a los zombies. Después, utilizaría su poder para controlar la electricidad para freirlos a todos. Si no se freían, al menos tenía que intentarlo.
EN LA VIEJA CASA DERRUIDA:
Oleg, con Anatoly y Mica así como Fernando y Jerichó habían sido los primeros en alcanzar Berlín. Allí se habían reunido con una serie de extraños personajes que, al igual que ellos, afirmaban tener poderes especiales. Dentro de este peculiar grupo, había personas que habían recibido sus poderes después de las explosiones mientras que otros ya tenían los poderes antes de que empezara todo.
Este último caso era el de la vieja anciana que les había conducido hasta allí. La anciana sabía que había más gente en camino esperando reunirse con ellos.
Allí, en aquella vieja casa medio derruida, iban a tener una importante conversación sobre el destino de Europa y sobre todos ellos. De momento, en América, no había pasado nada todavía pero Patt sabía que era cuestión de tiempo que su hermana y sus aliados preparasen ese mismo golpe en Estados Unidos. Si eso ocurría, el mundo tal y como lo conocía llegaría a su fin. Por eso, necesitaba crear un ejército de superhéroes que combatieran contra ellos, se ocupasen de los zombies y de los mutantes y además, luchasen contra su hermana.
Lo que Patt no sabía es que su hermana había ampliado su poder con la explosión: Ahora también era capaz de controlar la voluntad de los zombies y mutantes.
- Es hora de empezar la reunión, queridos - dijo Patt
- ¿Estamos todos? - Pregunto Fernando
- No, aún quedan algunos de vosotros en camino pero ya han ido a por ellos.
- Uoooo, vaya viaje más movidito - dijo una voz entrando por la puerta - Ha habido algunas turbulencias. Este idiota no quería venir conmigo así que... tuve que enfadarme un poco. Por cierto, he visto venir a muchos zombies. Aún estamos a salvo pero se acercan peligrosamente.
- Dejádmelos a mí - gritó Oleg
- Estás convaleciente aún. No te hagas el valiente- dijo la anciana - Hay quién viene hacia aquí que nos servirá de mucha ayuda.
- ¿Quiénes son ustedes? ¿Por qué me han traído hasta aquí? - preguntó un extraño y delgaducho muchacho en un eprfecto inglés- Ella me ha secuestrado.
- Habla español Hugo, será mejor para todos. Nadie te ha secuestrado y, si así fuera, ¿a quién ibas a reclamar en estos días? - Contestó la anciana apaciblemente - ¿Quieres algo de comer?
- ¿Cómo sabes mi nombre? No quiero comer estoy algo mareado- señaló Hugo en español - Necesito descansar un poco. Me ha traído volando desde Londres y hemos dormido muy mal durante estos cuatro días.
- Tenemos tu cama preparada pero ahora no es el momento para descansar
- ¿Para qué demonios nos quieres aquí? - preguntó Jerichó impaciente. Cómo no me lo digas me largaré de aquí.
- Y yo con él - dijo Fernando
- Os he traído aquí para informaros de las intenciones de mi hermana. Sé que te has reunido con ella ya, Jerichó. Quizá para ti sea demasiado tarde pero aún así t elo voy a explicar. Mi hermana no es lo que parece, mi hermana tiene poderes antes que cualquiera de vosotros, excepto unos pocos como yo. Ella ha sido la que ha preparado todo esto, junto con otros cuantos que estaban locos por conseguir poderes.
- ¿Y por qué no hemos muerto o nos hemos convertido en una de esas cosas? - dijo Hugo
- ¿Y por qué yo no tengo poderes? - pregunto Anatoly
- Tienes derecho a hacerme esa pregunta. Hay personas que tienen una mayor capacidad para cambiar, tienen más sensibilidad que otras o simplente, dada su morfología no se han visto afectados por ese virus. O simplemente que estaban lejos de las explosiones. Poco sé al respecto, la verdad. Vosotros sois unos de los afortunados, si es que se puede llamar así. Mi hermana planea atentar en Estados Unidos y mi intención es impedirselo con vuestra ayuda. Ahora en vuestra mano está elegir qué es lo que queréis hacer.
Si crear un mundo lleno de zombies y mutantes donde vosotros y cuatro personas más sean los "elegidos" para sobrevivir o ayudarme a matar a todos esos zombies y acabar con el plan de mi hermana. Sólo vosotros podeis decidir que queréis hacer. Sólo os ruego que esperéis a que los demás héroes lleguen para tomar vuestra decisión. Mientras tanto, tendréis comida y cobijo hasta que os vayáis.
Este último caso era el de la vieja anciana que les había conducido hasta allí. La anciana sabía que había más gente en camino esperando reunirse con ellos.
Allí, en aquella vieja casa medio derruida, iban a tener una importante conversación sobre el destino de Europa y sobre todos ellos. De momento, en América, no había pasado nada todavía pero Patt sabía que era cuestión de tiempo que su hermana y sus aliados preparasen ese mismo golpe en Estados Unidos. Si eso ocurría, el mundo tal y como lo conocía llegaría a su fin. Por eso, necesitaba crear un ejército de superhéroes que combatieran contra ellos, se ocupasen de los zombies y de los mutantes y además, luchasen contra su hermana.
Lo que Patt no sabía es que su hermana había ampliado su poder con la explosión: Ahora también era capaz de controlar la voluntad de los zombies y mutantes.
- Es hora de empezar la reunión, queridos - dijo Patt
- ¿Estamos todos? - Pregunto Fernando
- No, aún quedan algunos de vosotros en camino pero ya han ido a por ellos.
- Uoooo, vaya viaje más movidito - dijo una voz entrando por la puerta - Ha habido algunas turbulencias. Este idiota no quería venir conmigo así que... tuve que enfadarme un poco. Por cierto, he visto venir a muchos zombies. Aún estamos a salvo pero se acercan peligrosamente.
- Dejádmelos a mí - gritó Oleg
- Estás convaleciente aún. No te hagas el valiente- dijo la anciana - Hay quién viene hacia aquí que nos servirá de mucha ayuda.
- ¿Quiénes son ustedes? ¿Por qué me han traído hasta aquí? - preguntó un extraño y delgaducho muchacho en un eprfecto inglés- Ella me ha secuestrado.
- Habla español Hugo, será mejor para todos. Nadie te ha secuestrado y, si así fuera, ¿a quién ibas a reclamar en estos días? - Contestó la anciana apaciblemente - ¿Quieres algo de comer?
- ¿Cómo sabes mi nombre? No quiero comer estoy algo mareado- señaló Hugo en español - Necesito descansar un poco. Me ha traído volando desde Londres y hemos dormido muy mal durante estos cuatro días.
- Tenemos tu cama preparada pero ahora no es el momento para descansar
- ¿Para qué demonios nos quieres aquí? - preguntó Jerichó impaciente. Cómo no me lo digas me largaré de aquí.
- Y yo con él - dijo Fernando
- Os he traído aquí para informaros de las intenciones de mi hermana. Sé que te has reunido con ella ya, Jerichó. Quizá para ti sea demasiado tarde pero aún así t elo voy a explicar. Mi hermana no es lo que parece, mi hermana tiene poderes antes que cualquiera de vosotros, excepto unos pocos como yo. Ella ha sido la que ha preparado todo esto, junto con otros cuantos que estaban locos por conseguir poderes.
- ¿Y por qué no hemos muerto o nos hemos convertido en una de esas cosas? - dijo Hugo
- ¿Y por qué yo no tengo poderes? - pregunto Anatoly
- Tienes derecho a hacerme esa pregunta. Hay personas que tienen una mayor capacidad para cambiar, tienen más sensibilidad que otras o simplente, dada su morfología no se han visto afectados por ese virus. O simplemente que estaban lejos de las explosiones. Poco sé al respecto, la verdad. Vosotros sois unos de los afortunados, si es que se puede llamar así. Mi hermana planea atentar en Estados Unidos y mi intención es impedirselo con vuestra ayuda. Ahora en vuestra mano está elegir qué es lo que queréis hacer.
Si crear un mundo lleno de zombies y mutantes donde vosotros y cuatro personas más sean los "elegidos" para sobrevivir o ayudarme a matar a todos esos zombies y acabar con el plan de mi hermana. Sólo vosotros podeis decidir que queréis hacer. Sólo os ruego que esperéis a que los demás héroes lleguen para tomar vuestra decisión. Mientras tanto, tendréis comida y cobijo hasta que os vayáis.
Patt salió de la habitación dejando a todos con cara de pocos amigos y altamente extrañados por el ofrecimiento. La opción era convertirse en un héroe o en un villano y solo ellos podrían decidirlo. No hablaban, simplemente pensaban en qué era lo mejor que podían hacer con su futuro. Para algunos, la elección ya estaba hecha, para otros, esa era la decisión más difícil que tenían que haber tomado en toda su vida. Sin embargo, sus cabilaciones terminaron cuando un fuerte golpe se escuhó en el piso superior. Los zombies habían conseguido entrar en la casa. El joven que advirtió de su llegada no pudo hacer nada y ahora yacía en el suelo sobre un charco de sangre mientras tres zombies devoraban su cuerpo.
Oleg, Jerichó, Hugo y Fernando se pusieron en guardia dispuestos a atacar a todos aquellos zombies que se les acercasen.
Oleg, Jerichó, Hugo y Fernando se pusieron en guardia dispuestos a atacar a todos aquellos zombies que se les acercasen.
A ESCASOS KILÓMETROS DE BERLÍN: Silvia, Hank, Carlos, Round y Marta estaban en el coche después de conducir durante cuatro días seguidos desde el viejo McDonalds de la frontera entre Alemania y Francia. Habían hecho turnos para conducir aunque el que más tiempo llevaba al volante era Round. Todos estaban agotados y hambrientos pero tenían que llegar a Berlín lo antes posible. Alguien se había vuelto a poner en contacto con Silvia a través de sueños, diciéndola que fueran a Berlín. Allí les estaría esperando alguien para guiarles a su destino.
Era Carlos el que conducía cuando entraron en Berlín, allí, en el cartel, un hombre con unas extrañas gafas les estaba esperando.
- Por fin habéis llegado - dijo el hombre- Mi nombre es Ryan y necesito que todos vosotros vengáis conmigo. Rápido. Hay gente en peligro. Los zombies han llegado.
- Conduce tú, si quieres - dijo Carlos - Así llegaremos más rápido.
Carlos se sentó en la parte trasera junto a Silvia y a Hank que acababa de despertarse. Marta estaba en la otra ventanilla.
- Pequeño, estamos en Berlín - dijo Silvia - No sé donde tenemos que ir pero no te separes de mí, de Round, de Marta o de Carlos en ningún momento, ¿de acuerdo?
- Valeeeeee, Carlos y Round me caen bien y no me separaré de ti pero no quiero quedarme solo con Marta. Me da miedo - dijo Hank al oído de Silvia.
- Cuando estemos solos me cuentas por qué, ¿vale, peque? - dijo Silvia a Hank también al oído.
Ryan se puso en marcha y en menos de diez minutos ya estaban en la puerta de una vieja casa derruida. Numerosos zombies habían conseguido entrar. Era el momento de ponerse en guardia y lucha contra ellos antes de que acabasen con los que estaban dentro.
EN ALGUNA PARTE DE CAMINO A BERLÍN: Después de cuatro días al volante del coche de alquiler de su hermano, repostando en gasolineras y tener que acabar con la vida de numerosos zombies y mutantes, Antonio había descubierto que algo en él había cambiado. Podia convertirse en la persona que él quisiera, le había resultado muy útil a la hora de enfrentarse a los mutantes ya que podía convertirse en uno de ellos cuando quisiera o, incluso en otra persona, había probado con su hermano, su padre, su madre.... Aquello le trajo recuerdos pero decidió que lo mejor era seguir conduciendo hacia Berlín. Era su primera intención porque no tenía donde ir pero tenía miedo de moverse de su casa.
Días atrás fue la primera vez que escuchó aquella voz que le repetía insistentemente "Ven a Berlín. Aquí tendrás cobijo, hay más gente viva. Puedes estar tranquilo, no te pasará nada" Siete días atrás había decidido ponerse en camino.
Paró en una gasolinera una vez más, echó gasolina y decidió entrar a buscar algo de comer pero no estaba solo. Dentro de la cafetería, tres zombies y dos mutantes se paseaban por dentro. Antonio intentó salir pero uno de ellos bloqueaba la salida así que se tendría que enfrentar a ellos el sólo con la vieja escopeta de perdigones de su padre de la que apenas le quedaban balas.
EN ALGUNA PARTE CAMINO DE ESPAÑA: Hunter y Katja se dirigían a España en el Hummer del padre de esta última. Llevaban varios días conduciendo y estaban cansados y hambrientos. Todavía no se habúian encontrado con ningún coche por la carretera aunque había numerosos coches volcados y aún en llamas a lo largo de toda la carretera. Se habían encontrado con numerosos zombies de los que habían pasado de largo por falta de balas y por exceso de cansancio y habían decidio continuar con su camino. Sólo bajaban del coche cuando era estrictamente necesario.
Sin embargo, aquel día iba a ser distintos. A lo lejos, vieron una gasolinera y un reluciente coche aparcado delante de uno de los surtidores. Era la primera vez que veían un coche ahí parado con las puertas cerradas en esa posición así que, como tenían que repostar, decidieron investigar.
Sin que ellos lo vieran, un enorme mutante rodeado de zombies apareció de la nada y, dentro de la cafetería, se escuchó el primer disparo.
EN ALGÚN LUGAR DE ITALIA: Matías tenía que enfrentarse sólo a los veinte zombies que se le aproximaban ya que Sarah aún estaba inconsciente. Así que lo que decidió hacer fue poner a Sarah a salvo. La metió dentro de uno de los numerosos coches que había tirados por la zona y se dispuso a enfrentarse a ellos. Sus armas eran escasas. Con sus dos espadas no podría acabar con todos ellos y se exponía a que alguno de ellos le mordiera. Miró a su alrededor y, a tan sólo diez metros de él, había una torre de alta tensión. No sabía si la electricidad seguía funcionando pero tenía que probar suerte. Así que corrió hacia una fuente cercana y la tocó. La dura piedra se convirtió en plástico que pudo rajar fácilmente, creando un enorme charco de agua en el suelo hasta el que debía atraer a los zombies. Después, utilizaría su poder para controlar la electricidad para freirlos a todos. Si no se freían, al menos tenía que intentarlo.
Kealah- Cazadora con medias de seda
- Cantidad de envíos : 5059
Edad : 42
Localización : Como dice Tatsu... Villadolor xDDD
Fecha de inscripción : 11/02/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
matías esperó pacientemente a que los zombies se acercaran, cuando estos hubieron pisado el agua, ya estaban muy cerca, al poner su mano en el agua, una descarga de electricidad salió de esta y mató a algunos zombies, el grupo restante solo quedó inmovilizado, inmediatamente matías aprovechó para asesinar a los restantes, con su espada, tardó unos minutos, por suerte la parálisis de los zombies duró el tiempo suficiente.
Un segundo después de acabar a los zombies matías oyó un grito estridente, proveniente desde su espalda, en ese momento escuchó un disparo y sintió como una bala pasaba silbando al lado de su oído, un segundo después un mutante yacía muerto tras matías, y sarah estaba a unos metros, con el arma aún levantada.
Ambos tomaron una moto que había alrededor y emprendieron su marcha nuevamente, pero esta vez a un centro comercial, ya que debían abastecerse con comida, agua y principalmente armas, ya que contaban con solo dos pistolas con munición muy limitada, la espada de matías, y un cuchillo
Un segundo después de acabar a los zombies matías oyó un grito estridente, proveniente desde su espalda, en ese momento escuchó un disparo y sintió como una bala pasaba silbando al lado de su oído, un segundo después un mutante yacía muerto tras matías, y sarah estaba a unos metros, con el arma aún levantada.
Ambos tomaron una moto que había alrededor y emprendieron su marcha nuevamente, pero esta vez a un centro comercial, ya que debían abastecerse con comida, agua y principalmente armas, ya que contaban con solo dos pistolas con munición muy limitada, la espada de matías, y un cuchillo
the_zombie_killer_71- Superviviente
- Cantidad de envíos : 161
Edad : 28
Localización : información clasifiicada
Fecha de inscripción : 13/01/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Oleg le habìa ordenado a Mica que se quedara ahì dentro y que no saliera bajo ninguna circunstancia.El,Anatoly,Fernando,el extraño pelirojo y un tipo llamado Hugo subieron las escaleras hacia el exterior,gracias a Dios estaba amaneciendo.A lo lejos Oleg pudo contemplar una gran horda de zombies dirigiendose hacia ellos.
-Bien,hora de ralentizarlos-Dijo con una sonrisa en la cara.
Rapidamente corriò hacia la horda,les superaban en numero estrepitosamente.Debia detenerlos a toda costa.
Inmediatamente volcò un auto a modo de muro para que no pudieran pasar tan facilmente.Oleg dio media vuelta y pudo ver a los demàs mirandole estupefactos.
-Porque no mueven ni un puto dedo!?-Gritaba este mientras volcaba un auto mas.
-Pero si tu lo tienes todo bajo control chico rudo!-Gritò el pelirojo.
-Que te den!-Gritò Oleg levantando el tercer auto.
Ya habìa hecho un muro mas o menos solido para aguantarlos por un tiempo.De repente escuchò varios disparos,Oleg se diò la vuelta y observò a varios hombres que salian al sotano dirigirse hacia ellos para ayudarlos.
-Nos has hecho una barricada!Excelente!-Festejò uno de ellos mientras disparaba hacia la horda con un gran rifle.
En total unos catorce muchachos estaban con armas de fuego con una horda inimaginable.Oleg no se quedò atràs y rapidamente levantò un auto pequeño y lo lanzò fuertemente hacia la horda.
-Jajaja genial!Has matado a cinco de esos descerebrados-Volviò a festejar el mismo hombre.
Oleg estaba exhausto,cayò arrodillado debido a tanto esfuerzo hecho,de pronto sintiò una mano en su hombro.
-Ahora me toca a mi-Dijo el chico llamado Fernando.
-----------------------------
Post 14
Nivel 4
-Bien,hora de ralentizarlos-Dijo con una sonrisa en la cara.
Rapidamente corriò hacia la horda,les superaban en numero estrepitosamente.Debia detenerlos a toda costa.
Inmediatamente volcò un auto a modo de muro para que no pudieran pasar tan facilmente.Oleg dio media vuelta y pudo ver a los demàs mirandole estupefactos.
-Porque no mueven ni un puto dedo!?-Gritaba este mientras volcaba un auto mas.
-Pero si tu lo tienes todo bajo control chico rudo!-Gritò el pelirojo.
-Que te den!-Gritò Oleg levantando el tercer auto.
Ya habìa hecho un muro mas o menos solido para aguantarlos por un tiempo.De repente escuchò varios disparos,Oleg se diò la vuelta y observò a varios hombres que salian al sotano dirigirse hacia ellos para ayudarlos.
-Nos has hecho una barricada!Excelente!-Festejò uno de ellos mientras disparaba hacia la horda con un gran rifle.
En total unos catorce muchachos estaban con armas de fuego con una horda inimaginable.Oleg no se quedò atràs y rapidamente levantò un auto pequeño y lo lanzò fuertemente hacia la horda.
-Jajaja genial!Has matado a cinco de esos descerebrados-Volviò a festejar el mismo hombre.
Oleg estaba exhausto,cayò arrodillado debido a tanto esfuerzo hecho,de pronto sintiò una mano en su hombro.
-Ahora me toca a mi-Dijo el chico llamado Fernando.
-----------------------------
Post 14
Nivel 4
DarkHades- Pirómano
- Cantidad de envíos : 9284
Edad : 30
Localización : Refugiándome en la estación de bomberos.
Fecha de inscripción : 11/01/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Fernando que sostenia una piedra de tamaño mediano la cubrio con las dos manos y e concentro en ella, la piedra comenzo a brillar mientras Oleg le miraba extrañado. Lanzó la piedra hacia la maraña de zombies que se acercaban. Una explosión en el centro de los zombies, los cuales cayeron al suelo.
Los supervivientes seguian disparando a los zombies que se acercaban a la muralla de coches que Oleg habia fabricado con los coches. Fernando saltó hacia un coche y se subió en él. Cerca de los cohes habia un edificio con la fachada apunto de derruirse, con gran esfuerzo cogió una piedra del mismo tamaño a la anterior y la cargó otra vez con sus poderes. Esta vez le vibraban las manos al cargar la piedra, un destello mas fuerte que al anterior brillo se dejaba ver por los huecos de las manos de Fernando.
Con carrerilla lanzó la piedra a la fachada del muro que cayó causando un gran estruendo y aplastando a los zombies que estaban debajo. Con gran cansancio Fernando se acercó a Oleg bajo la mirada atenta de los que habia dejado de disparar.
-Joder muchacho, vuelvelo hacer que ya estan casi acabados-dijo uno de los que disparaban.
-No puedo, estoy exhausto-dijo Fernando con la voz entrecortada por las grandes bocanadas de aire que cogia.
-Bien hecho muchahco- contestó Oleg mientras que se acercaba a Fernando.
La horda ahora era menos numerosa pero aun quedaban un grupo numeroso. Oleg que estaba junto con Fernando dió unos pasos hacia la muralla de coches.
-----------------
Post: 6
Nivel: 2
Los supervivientes seguian disparando a los zombies que se acercaban a la muralla de coches que Oleg habia fabricado con los coches. Fernando saltó hacia un coche y se subió en él. Cerca de los cohes habia un edificio con la fachada apunto de derruirse, con gran esfuerzo cogió una piedra del mismo tamaño a la anterior y la cargó otra vez con sus poderes. Esta vez le vibraban las manos al cargar la piedra, un destello mas fuerte que al anterior brillo se dejaba ver por los huecos de las manos de Fernando.
Con carrerilla lanzó la piedra a la fachada del muro que cayó causando un gran estruendo y aplastando a los zombies que estaban debajo. Con gran cansancio Fernando se acercó a Oleg bajo la mirada atenta de los que habia dejado de disparar.
-Joder muchacho, vuelvelo hacer que ya estan casi acabados-dijo uno de los que disparaban.
-No puedo, estoy exhausto-dijo Fernando con la voz entrecortada por las grandes bocanadas de aire que cogia.
-Bien hecho muchahco- contestó Oleg mientras que se acercaba a Fernando.
La horda ahora era menos numerosa pero aun quedaban un grupo numeroso. Oleg que estaba junto con Fernando dió unos pasos hacia la muralla de coches.
-----------------
Post: 6
Nivel: 2
Toletum- Jefe de Los Barbaros
- Cantidad de envíos : 3528
Edad : 33
Localización : Motorizado con los Barbaros.
Fecha de inscripción : 12/04/2009
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Oleg ayudò a Fernando a moverse ya que el uso excesivo de su poder le habìa dejado muy debil.
-Carajo estàn golpeando el muro de coches!-Gritaba Anatoly mientras disparaba con su Spas a los zombies detras del muro.
-Anatoly recuerdas cuando salimos del vagòn de ese tren?-Preguntò con una sonrisa de oreja a oreja Oleg.
-Si si lo recuerdo!Y que tiene que ver con esto!?
-Muevete anatoly yo me encargo,ustedes tambien salgan de la barricada-Ordenò Oleg a los siete hombres que quedaban para combatir a la horda.
Los hombres habian retrocedido justo detràs de Oleg,apuntando hacia lo que habìa detras de esos coches.Oleg retrocediò unos pasos y avanzò a toda velocidad hacia uno de los autos,se sujeto firmemente de èl y empezò a arrastralo junto con los zombies que yacian al otro lado del coche.Apurando el paso dirigiò la marcha hacia un gran muro de solido concreto.Lo ultimo que se oyò de los zombies fuè un crujido de huesos seguido de un lastimero gemido.
-Ahora vayan por el resto!-Gritò Oleg mientras empujaba el coche hacia la pared una y otra vez para asegurarse de que estaban realmente muertos.
El grupo de hombres que se habia reducido a cinco empezò a disparar grandes rafagas hacia los zombies restantes.La gran horda habia sido reducida.
-Jajajaj lo hicimos Oleg!-Gritaba Anatoly disparando tiros al aire.
-Si si,lo hicimos,ahora dejenme descansar-Dijo Oleg mientras se recostaba en el mismo muro en el que yacia Fernando recostado.
-----------------------------
Post 15
Nivel 4
-Carajo estàn golpeando el muro de coches!-Gritaba Anatoly mientras disparaba con su Spas a los zombies detras del muro.
-Anatoly recuerdas cuando salimos del vagòn de ese tren?-Preguntò con una sonrisa de oreja a oreja Oleg.
-Si si lo recuerdo!Y que tiene que ver con esto!?
-Muevete anatoly yo me encargo,ustedes tambien salgan de la barricada-Ordenò Oleg a los siete hombres que quedaban para combatir a la horda.
Los hombres habian retrocedido justo detràs de Oleg,apuntando hacia lo que habìa detras de esos coches.Oleg retrocediò unos pasos y avanzò a toda velocidad hacia uno de los autos,se sujeto firmemente de èl y empezò a arrastralo junto con los zombies que yacian al otro lado del coche.Apurando el paso dirigiò la marcha hacia un gran muro de solido concreto.Lo ultimo que se oyò de los zombies fuè un crujido de huesos seguido de un lastimero gemido.
-Ahora vayan por el resto!-Gritò Oleg mientras empujaba el coche hacia la pared una y otra vez para asegurarse de que estaban realmente muertos.
El grupo de hombres que se habia reducido a cinco empezò a disparar grandes rafagas hacia los zombies restantes.La gran horda habia sido reducida.
-Jajajaj lo hicimos Oleg!-Gritaba Anatoly disparando tiros al aire.
-Si si,lo hicimos,ahora dejenme descansar-Dijo Oleg mientras se recostaba en el mismo muro en el que yacia Fernando recostado.
-----------------------------
Post 15
Nivel 4
DarkHades- Pirómano
- Cantidad de envíos : 9284
Edad : 30
Localización : Refugiándome en la estación de bomberos.
Fecha de inscripción : 11/01/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
-Bien bien Oleg, estas hecho un toro- dijo Fernando soltando unas carcajadas.
-Si, ¿eh?!-contestó Oleg y se rió de la misma manera.
Ambos se levantaron, los supervivientes terminaron con la amenaza y regresaron al refugio. 4 que vestian ropa militar subieron a las plantas superiores y montaron guardias para no ser sorprendidos otra vez.
Los demás volvieron a bajar al subterraneo a descansar. Oleg y Fernando estaban rotos por el esfuerzo realizado.
Al entrar en el sotano las gentes del lugar los felicitaron por el trabajo, la cara de la anciana tenia una sonrisa bastante grande. Pero las miradas que de las demás personas del sotano seguian poniendo nervioso a Fernando.
Fernando se sentó en uno de los sillones a descansar, el uso de sus poderes lo cansaban demasiado pero cada vez podia usarlos mas veces.
Oleg estaba apoyado en la pared con su compañero Anatoly, por otra parte Jericho estaba sentado en el suelo cerca de unos de los supervivientes del sotano.
La anciana hablaba con una chica joven mientras ella juntaba las manos y hacia surgir agua. El agua de sus manos cogia forma mientras se concentraba cerrando los ojos.
Una niña andaba sola en el sotano, jugando con unas cartas que tenia en la manos. Fernando al fijarse más en aquellas cartas logró distinguir el logo que dibujo el mismo en una de las cartas.
-Eh! pequeña ven aqui- dijo Fernando.
La niña se sobresalto y tiró por accidente las cartas al suelo, Fernando divertido se acercó a ella y se agachó a recoger las cartas. La chica lo miraba asustada, no se fiaba de Fernando.
-Mira pequeña dejamelas un momento- dijo Fernando mientras cogia los 4 ases de la baraja.
-Me gustan las cartas-dijo la pequeña chica.
Fernando cogió los cuatros ases y mostrandola las cartas hizo desparecer unos de los ases, la chica rió ilusionada al ver el truco de Fernando. Este aun cansado sigió haciando magia para la pequeña chica, pero poco a poco varios niños más se acercaron.
La chica joven que estaba con la anciana se acerco y se sentó delante de Fernando, mirando fijamente las manos de Fernando mientras que hacia virgerias con las cartas.
Anatoly que estaba detrás vió como Fernando se guarda la carta elegida por la pequeña niña en el pantalon.
-Vaya truco chapucero, todos saben que la tienes escondida en el pantalón-dijo en voz alta Anatoly.
-Pero cállate, que los trucos no eran para ti-dijo Oleg dandole un puñetazo en el hombro a su compañero.
Fernando hizo caso omiso y siguió jugando con los pequeños mientras la chica joven seguia intentando descifrar los trucos de Fernando.
--------------
Post: 7
nivel: 2
-Si, ¿eh?!-contestó Oleg y se rió de la misma manera.
Ambos se levantaron, los supervivientes terminaron con la amenaza y regresaron al refugio. 4 que vestian ropa militar subieron a las plantas superiores y montaron guardias para no ser sorprendidos otra vez.
Los demás volvieron a bajar al subterraneo a descansar. Oleg y Fernando estaban rotos por el esfuerzo realizado.
Al entrar en el sotano las gentes del lugar los felicitaron por el trabajo, la cara de la anciana tenia una sonrisa bastante grande. Pero las miradas que de las demás personas del sotano seguian poniendo nervioso a Fernando.
Fernando se sentó en uno de los sillones a descansar, el uso de sus poderes lo cansaban demasiado pero cada vez podia usarlos mas veces.
Oleg estaba apoyado en la pared con su compañero Anatoly, por otra parte Jericho estaba sentado en el suelo cerca de unos de los supervivientes del sotano.
La anciana hablaba con una chica joven mientras ella juntaba las manos y hacia surgir agua. El agua de sus manos cogia forma mientras se concentraba cerrando los ojos.
Una niña andaba sola en el sotano, jugando con unas cartas que tenia en la manos. Fernando al fijarse más en aquellas cartas logró distinguir el logo que dibujo el mismo en una de las cartas.
-Eh! pequeña ven aqui- dijo Fernando.
La niña se sobresalto y tiró por accidente las cartas al suelo, Fernando divertido se acercó a ella y se agachó a recoger las cartas. La chica lo miraba asustada, no se fiaba de Fernando.
-Mira pequeña dejamelas un momento- dijo Fernando mientras cogia los 4 ases de la baraja.
-Me gustan las cartas-dijo la pequeña chica.
Fernando cogió los cuatros ases y mostrandola las cartas hizo desparecer unos de los ases, la chica rió ilusionada al ver el truco de Fernando. Este aun cansado sigió haciando magia para la pequeña chica, pero poco a poco varios niños más se acercaron.
La chica joven que estaba con la anciana se acerco y se sentó delante de Fernando, mirando fijamente las manos de Fernando mientras que hacia virgerias con las cartas.
Anatoly que estaba detrás vió como Fernando se guarda la carta elegida por la pequeña niña en el pantalon.
-Vaya truco chapucero, todos saben que la tienes escondida en el pantalón-dijo en voz alta Anatoly.
-Pero cállate, que los trucos no eran para ti-dijo Oleg dandole un puñetazo en el hombro a su compañero.
Fernando hizo caso omiso y siguió jugando con los pequeños mientras la chica joven seguia intentando descifrar los trucos de Fernando.
--------------
Post: 7
nivel: 2
Toletum- Jefe de Los Barbaros
- Cantidad de envíos : 3528
Edad : 33
Localización : Motorizado con los Barbaros.
Fecha de inscripción : 12/04/2009
Re: Tu muerdes, yo vuelo
Silvia, Hank, Round, Ryan, Carlos y Marta contemplaron desde el otro lado de la calle la espectacular paliza que Oleg y Fernando propinaron a los zombies. Aún seguían en el coche cuando los cinco hombres que sobrevivieron bajaron al sótano de aquel edificio medio derruido.
- Bueno - dijo Ryan - Ya hemos llegado. Es ahí abajo. Esos eran los hombres a los que yo me refería. Tienen poderes como vosotros. Ese grandote que ha creado la barrera de coches posee una fuerza descomunal y el larguirucho... bueno, aún no sé lo que puede hacer pero el pelirrojo se teletransporta.
- ¿Alguno habla con las hormiguitas, como yo? - dijo Hank divertido
- Pues no lo sé pequeño - dijo Ryan - ¿Quieres que se lo preguntemos? Bajemos del coche.
- Espera un momento - dijo Silvia - ¿Son de fiar? No quiero meterme en la boca del lobo para no volver a salir nunca.
- Pequeña, eso deberás decidirlo tú. Si yo te dijera que lo son sin que lo compruebes, estaríamos dando demasiadas cosas por sentado, ¿no crees?
- Round - dijo Carlos - Eres el más viejo y más sabio. Tú decides.
- ¿A quién llamas viejo, yogurín? Yo digo que vayamos a ver que nos ofrecen.
- De acuerdo. Espero que no pase nada. Hank, vamos a salir de aquí y ver a más gente, ¿vale? No tengas miedo que nosotros te protegeremos - dijo Silvia guiñando un ojo a Hank que salió del coche de su mano.
Los seis salieron del coche y estiraron las piernas sin darse cuenta de que los ocho hombres que habían sucumbido a esa primera oleada de zombies se empezaban a levantar.
- Round, ese monstruo se está moviendo - dijo Hank agarrando fuertemente la mano a Silvia
- Mierda, no jodas que encima se pueden levantar después de muertos- dijo Round - Sólo me queda una bala.
- ¿Cuántos hay? - preguntó Silvia mientras Marta echaba a correr directa hacia una pared y desapareció. La pudo atravesar sin problemas pero dejó a los otros cinco a merced de los zombies y sin balas. Además, nadie de dentro se había percatado de su llegada.
- Creo que son ocho pero estamos rodeados y sin munición.
- Déjame a mí - dijo Ryan levantándose las gafas y emitiendo un fuerte láser a través de sus ojos. Destruyó a tres pero después cayó al suelo mareado.
- Mierda. Carlos, quédate con él y no te separes. Está realmente asustado. - dijo Silvia soltando a Hank.
De nuevo, en sus manos aparecieron garras y su agilidad mejoró lo suficiente para saltar entre los nuevos zombies y acabar con ellos en un abrir y cerrar de ojos. Sabía donde era el lugar en el que tenía que clavar sus garras para que los zombies cayeran muertos. Terminó con tres antes de que sus garras desaparecieran otra vez pero esta vez no se sentía cansada. Sólo quedaban dos, así que Round disparó su última bala y no erró el tiro, le dio justo entre ceja y ceja.
Los cinco echaron a correr hacia la puerta de entrada pero alguien salió como alma que lleva el diablo de dentro y fue directo contra el zombie que aún quedaba en pie. A su paso arroyó a Hank y a Carlos y los tiró al suelo. Carlos terminó con un trozo de metal clavado en su brazo y el pequeño Hank se golpeó la cabeza aunque no fue nada serio. Apoyándose unos en otros, los cinco consiguieron llegar al sótano guiados por Ryan.
Silvia, Hank y los demás miraron a su alrededor. Allí había gente de lo más peculiar, un extraño pelirrojo, un joven larguirucho que hacía juegos de cartas para los niños, un adolescente, un hombre joven pero algo rechoncho y una chica de extraordinaria belleza. Entre todos formaban un peculiar grupo pero todos ellos estaban aseados, limpios y descansados, a diferencia de Round y los suyos que parecía que venían de la guerra.
- Veo que por fin habéis llegado - dijo una amable anciana - Ryan, buen trabajo. Mi nombre es Patt y os he traído aquí para haceros una oferta.
- ¿Qué oferta? - Preguntó Round
- Veréis. Nosotros queremos acabar con estos zombies y con mi hermana y para ello necesitamos vuestra ayuda y la de vuestros recién adquiridos poderes. No os daremos nada a cambio, es una elección voluntaria pero si decidís quedaros, no os faltará refugio ni comida. Además, mira, Hank, aquí hay más niños con los que puedes jugar.
- Ya lo veo - dijo Hank pero no soltó la mano de Silvia.
- Sólo tendréis que luchar a nuestro lado y evitar que las cosas se pongan peor de lo que están.
- ¿Peor de lo que están? - dijo Silvia furiosa - Mire, me estoy convirtiendo en un puto monstruo, hemos viajado más de 2000 km en dos días y hemos visto y luchado contra cosas que antes era nuestra familia y viene usted a decirme que "las cosas pueden ponerse peor" si no estamos con usted... ¿Y si yo no quiero estar con usted?
- Piénsalo Silvia. Estás agotada y no puedes razonar con tranquilidad peor solo te pido que lo pienses. Primero iremos a curar a Carlos y después podréis comer algo.
- No, yo misma le curaré. Tengo estudios de enfermería y sé lo que hay que hacer.
- Silvia - dijo Carlos - Tranquilizate, debes descansar....- Su voz quedó ahogada por la llegada de un extraño hombre. Era demasiado grande pero no estaba gordo, tenía un cuerpo musculoso y sus facciones eran bellas aunque se ocultaban tras una enorme tosquedad.
- Joder. Veo que estáis aquí. Si no fuera por mí ahora estaríais hechos papilla, ehhhh!
- ¿Qué dices pedazo de capullo? - gritó Silvia y salió corriendo hacia donde estaba ese hombre.
- Anda, mira la niña esta como se pone.... Soy Oleg Demonio y si no hubiera sido por mí ahora estaríais muertos.
- ¿Cómo? Por tu culpa uno de mis amigos ha recibido un golpe en la cabeza y el otro tiene un trozo de metal clavado en el brazo.
- No será para tanto, guapa! Eso es que sois muy débiles.
- ¿Débiles? ¿Nadie te ha dicho que sólo quedaba un puto zombie cuando llegaste?
El tipo larguirucho levantó la vista de sus cartas y dejó escapar una sonrisa para centrarse en la pelea, al igual que el pelirrojo y el adolescente. Los tres estaban flipando porque aquella jovencita estaba poniendo en su sitio a aquel fanfarrón.
- Sí, he dicho débiles. Yo hubiera acabado con los ocho de un sólo plumazo.
Round veía que Silvia empezaba a calentarse y estaba lo suficientemente cabreada como para que la salieran las uñas. Así la habían aparecido más de una vez y no quería que sucediese nada. Round sujetó a Oleg.
- Venga Oleg, deja de vacilarla. No la subestimes que no sabes de lo que esta chica es capaz.
- ¿Y de qué es capaz? - preguntó Oleg - Quiero verlo - Se soltó de Round que volvió a sujetarlo.
- Venga amigo, te dije que la dejases en paz. No la pongas nerviosa.
- Y yo te digo que me sueltes. No somos amigos - dijo Oleg pegando un empujón a Round.
- Este es al tercero de mis amigos al que haces daño - dijo Silvia que se concentró y una única garra salió de sus manos. - Si vuelves a hacerles algo o a vacilarme de esta manera, no quiero contarte donde acabará porque será lo último que veas. Jamás me subestimes. - Oleg intentó golpear a Silvia pero esta pegó un salto y se puso detrás de él - Te dije que no me subestimaras nunca. - Y guardó su garra dándose cuenta de que cada vez controlaba mejor su poder
- Venga, dejadlo. Ya está bien - gritó Patt - Silvia, no eres así. Tienes que relajarte.
Silvia, Carlos y Hank echaron a andar pero Oleg se envalentonó y golpeó a Silvia por la espalda que cayó justo encima del larguirucho tirando todas sus cartas al suelo.
- Bueno - dijo Ryan - Ya hemos llegado. Es ahí abajo. Esos eran los hombres a los que yo me refería. Tienen poderes como vosotros. Ese grandote que ha creado la barrera de coches posee una fuerza descomunal y el larguirucho... bueno, aún no sé lo que puede hacer pero el pelirrojo se teletransporta.
- ¿Alguno habla con las hormiguitas, como yo? - dijo Hank divertido
- Pues no lo sé pequeño - dijo Ryan - ¿Quieres que se lo preguntemos? Bajemos del coche.
- Espera un momento - dijo Silvia - ¿Son de fiar? No quiero meterme en la boca del lobo para no volver a salir nunca.
- Pequeña, eso deberás decidirlo tú. Si yo te dijera que lo son sin que lo compruebes, estaríamos dando demasiadas cosas por sentado, ¿no crees?
- Round - dijo Carlos - Eres el más viejo y más sabio. Tú decides.
- ¿A quién llamas viejo, yogurín? Yo digo que vayamos a ver que nos ofrecen.
- De acuerdo. Espero que no pase nada. Hank, vamos a salir de aquí y ver a más gente, ¿vale? No tengas miedo que nosotros te protegeremos - dijo Silvia guiñando un ojo a Hank que salió del coche de su mano.
Los seis salieron del coche y estiraron las piernas sin darse cuenta de que los ocho hombres que habían sucumbido a esa primera oleada de zombies se empezaban a levantar.
- Round, ese monstruo se está moviendo - dijo Hank agarrando fuertemente la mano a Silvia
- Mierda, no jodas que encima se pueden levantar después de muertos- dijo Round - Sólo me queda una bala.
- ¿Cuántos hay? - preguntó Silvia mientras Marta echaba a correr directa hacia una pared y desapareció. La pudo atravesar sin problemas pero dejó a los otros cinco a merced de los zombies y sin balas. Además, nadie de dentro se había percatado de su llegada.
- Creo que son ocho pero estamos rodeados y sin munición.
- Déjame a mí - dijo Ryan levantándose las gafas y emitiendo un fuerte láser a través de sus ojos. Destruyó a tres pero después cayó al suelo mareado.
- Mierda. Carlos, quédate con él y no te separes. Está realmente asustado. - dijo Silvia soltando a Hank.
De nuevo, en sus manos aparecieron garras y su agilidad mejoró lo suficiente para saltar entre los nuevos zombies y acabar con ellos en un abrir y cerrar de ojos. Sabía donde era el lugar en el que tenía que clavar sus garras para que los zombies cayeran muertos. Terminó con tres antes de que sus garras desaparecieran otra vez pero esta vez no se sentía cansada. Sólo quedaban dos, así que Round disparó su última bala y no erró el tiro, le dio justo entre ceja y ceja.
Los cinco echaron a correr hacia la puerta de entrada pero alguien salió como alma que lleva el diablo de dentro y fue directo contra el zombie que aún quedaba en pie. A su paso arroyó a Hank y a Carlos y los tiró al suelo. Carlos terminó con un trozo de metal clavado en su brazo y el pequeño Hank se golpeó la cabeza aunque no fue nada serio. Apoyándose unos en otros, los cinco consiguieron llegar al sótano guiados por Ryan.
Silvia, Hank y los demás miraron a su alrededor. Allí había gente de lo más peculiar, un extraño pelirrojo, un joven larguirucho que hacía juegos de cartas para los niños, un adolescente, un hombre joven pero algo rechoncho y una chica de extraordinaria belleza. Entre todos formaban un peculiar grupo pero todos ellos estaban aseados, limpios y descansados, a diferencia de Round y los suyos que parecía que venían de la guerra.
- Veo que por fin habéis llegado - dijo una amable anciana - Ryan, buen trabajo. Mi nombre es Patt y os he traído aquí para haceros una oferta.
- ¿Qué oferta? - Preguntó Round
- Veréis. Nosotros queremos acabar con estos zombies y con mi hermana y para ello necesitamos vuestra ayuda y la de vuestros recién adquiridos poderes. No os daremos nada a cambio, es una elección voluntaria pero si decidís quedaros, no os faltará refugio ni comida. Además, mira, Hank, aquí hay más niños con los que puedes jugar.
- Ya lo veo - dijo Hank pero no soltó la mano de Silvia.
- Sólo tendréis que luchar a nuestro lado y evitar que las cosas se pongan peor de lo que están.
- ¿Peor de lo que están? - dijo Silvia furiosa - Mire, me estoy convirtiendo en un puto monstruo, hemos viajado más de 2000 km en dos días y hemos visto y luchado contra cosas que antes era nuestra familia y viene usted a decirme que "las cosas pueden ponerse peor" si no estamos con usted... ¿Y si yo no quiero estar con usted?
- Piénsalo Silvia. Estás agotada y no puedes razonar con tranquilidad peor solo te pido que lo pienses. Primero iremos a curar a Carlos y después podréis comer algo.
- No, yo misma le curaré. Tengo estudios de enfermería y sé lo que hay que hacer.
- Silvia - dijo Carlos - Tranquilizate, debes descansar....- Su voz quedó ahogada por la llegada de un extraño hombre. Era demasiado grande pero no estaba gordo, tenía un cuerpo musculoso y sus facciones eran bellas aunque se ocultaban tras una enorme tosquedad.
- Joder. Veo que estáis aquí. Si no fuera por mí ahora estaríais hechos papilla, ehhhh!
- ¿Qué dices pedazo de capullo? - gritó Silvia y salió corriendo hacia donde estaba ese hombre.
- Anda, mira la niña esta como se pone.... Soy Oleg Demonio y si no hubiera sido por mí ahora estaríais muertos.
- ¿Cómo? Por tu culpa uno de mis amigos ha recibido un golpe en la cabeza y el otro tiene un trozo de metal clavado en el brazo.
- No será para tanto, guapa! Eso es que sois muy débiles.
- ¿Débiles? ¿Nadie te ha dicho que sólo quedaba un puto zombie cuando llegaste?
El tipo larguirucho levantó la vista de sus cartas y dejó escapar una sonrisa para centrarse en la pelea, al igual que el pelirrojo y el adolescente. Los tres estaban flipando porque aquella jovencita estaba poniendo en su sitio a aquel fanfarrón.
- Sí, he dicho débiles. Yo hubiera acabado con los ocho de un sólo plumazo.
Round veía que Silvia empezaba a calentarse y estaba lo suficientemente cabreada como para que la salieran las uñas. Así la habían aparecido más de una vez y no quería que sucediese nada. Round sujetó a Oleg.
- Venga Oleg, deja de vacilarla. No la subestimes que no sabes de lo que esta chica es capaz.
- ¿Y de qué es capaz? - preguntó Oleg - Quiero verlo - Se soltó de Round que volvió a sujetarlo.
- Venga amigo, te dije que la dejases en paz. No la pongas nerviosa.
- Y yo te digo que me sueltes. No somos amigos - dijo Oleg pegando un empujón a Round.
- Este es al tercero de mis amigos al que haces daño - dijo Silvia que se concentró y una única garra salió de sus manos. - Si vuelves a hacerles algo o a vacilarme de esta manera, no quiero contarte donde acabará porque será lo último que veas. Jamás me subestimes. - Oleg intentó golpear a Silvia pero esta pegó un salto y se puso detrás de él - Te dije que no me subestimaras nunca. - Y guardó su garra dándose cuenta de que cada vez controlaba mejor su poder
- Venga, dejadlo. Ya está bien - gritó Patt - Silvia, no eres así. Tienes que relajarte.
Silvia, Carlos y Hank echaron a andar pero Oleg se envalentonó y golpeó a Silvia por la espalda que cayó justo encima del larguirucho tirando todas sus cartas al suelo.
Kealah- Cazadora con medias de seda
- Cantidad de envíos : 5059
Edad : 42
Localización : Como dice Tatsu... Villadolor xDDD
Fecha de inscripción : 11/02/2010
Re: Tu muerdes, yo vuelo
La recien llegada cayó encima de Fernando, las cartas volaban por el aire. La chica se levanto y Fernando a causa de golpe se habia clavado unas esquirlas metalicas en la espalda.
Sus ojos rebosaban ira, al levantarse Fernando cogió los trozos metalicos y los sacó rapidamente, sus puños se cerraban y el un pequeño destello le envolvía.
-¿!Qué coño os pasa?! ¡Estupidos!-Dijo gritando Fernando mientras cerraba aun mas fuerte sus puños.
Fernando no podia controlarse, su ira aumentaba notablemente mientras un resplandor violeta se brotaba de su cuerpo. De sus puños en un instante brotaron unos orbes violetas que envolvian sus puños. La chica que estaba ahora atonita delante de él, retrocedió unos pasos. Fernando sentia como su poder le recorria todo el el cuerpo y no podia detenerse.
Poco a poco comenzó a dar unos pasos hacia delante y se fue acercando al centro de la habitación. Donde estaban los recien llegados.
-¡No volvais a enfadarme!- dijo Fernando entre dientes.
-¿Qué te pasa chico alto?- pregunto Hank sin malicia.
-No te acerques a mi enano, no os acerqueis a mi- dijo Fernando sin dejar de mirar a los demás.
-No dejes que la ire te controle Fernando-dijo la anciana levantandose de su sitio.
-No te acerques a mi anciana, Oleg por muy fuerte que seas acabaras cayendo-dijo Fernando abriendo de golpe la puerta y saliendo por ella.
Los demás supervivientes estaban estupefactos ante la situación vivida alli. Fernando no podía evitar sentir ira y recordar todo lo que le habia sucedido anteriormente hacia crecer su ira.
Un puñetazo dirigido a la pared fue la primera acción al salir de alli. Subia los escalones despació mientras que su destello seguia desprendiendose de su cuerpo.
Una carta estaba metida en su bolsillo, al cogerla la lanzó contra al aire al llegar al piso superior, volando con una fuerza increiblemente anormal. Al golpear la pared estalló en mil pedazos.
Fernando recordó sus tiempos judo y la relajación que los hacian practicar todos los dias.
Se arrodillo y respiro fuertemente un par de veces. Seguia pensando atonito como podria haber lanzado esa carta tan fuerte, la habitación ahora iluminada con un destello violeta fue apagandose poco a poco hasta quedarse a oscuras.
Unos pasos, resonaron en las escaleras hacia su posición. Fernando inmerso en sus pensamientos los escucho y miró a su alrededor miro a sus manos y a su cuerpo y observó que ya no desprendia ningun efecto.
De las escaleras surgieron dos siluetas una pequeña y otra más grande.
-Chico, lo siento mucho, siento lo que ocurrió ahi abajo-dijo una voz de mujer.
-Si, perdonanos-dijo una voz de niño pequeño.
-Os he dicho que os aparteis de mi, me poneis de los nervios-dijo Fernando levantandose del suelo.
El chico se acercó sin hacer caso a Fernando, cuando lo pudo ver vió que era el niño pequeño que iba con la de las garras. El chico extendió sus manos y le ofreció su baraja, se la habia dejado abajo. Pero visto lo visto no bajaria hasta que pasara tiempo.
-No nos lo tomes a mal, fue sin querer ese bruto me lanzó sobre ti-dijo Silvia acercandose a Hank y cogiendole la mano.
-Repito por ultima vez, No os acerqueis a mi-dijo Fernando cogiendo la baraja con brusquedad.
Hank decepcionado por aquel gesto giro la mano a Silvia y ambos bajaron las escaleras. Fernando soltó un "gracias" en alto para que lo oyera Hank.
En el sotano un silencio sepulcral solo era roto con comentarios en ruso de Oleg y Anatoly. La anciana ahora pensativa acariciaba la mano de unos de los chicos a los que Fernando mostraba trucos que ahora estaba asustado.
Por la puerta aparecieron Silvia y Hank que se acercaron a Carlos y Round estaba hablando con Jericho.
-------------------------
Post: 8
Nivel: 3
Sus ojos rebosaban ira, al levantarse Fernando cogió los trozos metalicos y los sacó rapidamente, sus puños se cerraban y el un pequeño destello le envolvía.
-¿!Qué coño os pasa?! ¡Estupidos!-Dijo gritando Fernando mientras cerraba aun mas fuerte sus puños.
Fernando no podia controlarse, su ira aumentaba notablemente mientras un resplandor violeta se brotaba de su cuerpo. De sus puños en un instante brotaron unos orbes violetas que envolvian sus puños. La chica que estaba ahora atonita delante de él, retrocedió unos pasos. Fernando sentia como su poder le recorria todo el el cuerpo y no podia detenerse.
Poco a poco comenzó a dar unos pasos hacia delante y se fue acercando al centro de la habitación. Donde estaban los recien llegados.
-¡No volvais a enfadarme!- dijo Fernando entre dientes.
-¿Qué te pasa chico alto?- pregunto Hank sin malicia.
-No te acerques a mi enano, no os acerqueis a mi- dijo Fernando sin dejar de mirar a los demás.
-No dejes que la ire te controle Fernando-dijo la anciana levantandose de su sitio.
-No te acerques a mi anciana, Oleg por muy fuerte que seas acabaras cayendo-dijo Fernando abriendo de golpe la puerta y saliendo por ella.
Los demás supervivientes estaban estupefactos ante la situación vivida alli. Fernando no podía evitar sentir ira y recordar todo lo que le habia sucedido anteriormente hacia crecer su ira.
Un puñetazo dirigido a la pared fue la primera acción al salir de alli. Subia los escalones despació mientras que su destello seguia desprendiendose de su cuerpo.
Una carta estaba metida en su bolsillo, al cogerla la lanzó contra al aire al llegar al piso superior, volando con una fuerza increiblemente anormal. Al golpear la pared estalló en mil pedazos.
Fernando recordó sus tiempos judo y la relajación que los hacian practicar todos los dias.
Se arrodillo y respiro fuertemente un par de veces. Seguia pensando atonito como podria haber lanzado esa carta tan fuerte, la habitación ahora iluminada con un destello violeta fue apagandose poco a poco hasta quedarse a oscuras.
Unos pasos, resonaron en las escaleras hacia su posición. Fernando inmerso en sus pensamientos los escucho y miró a su alrededor miro a sus manos y a su cuerpo y observó que ya no desprendia ningun efecto.
De las escaleras surgieron dos siluetas una pequeña y otra más grande.
-Chico, lo siento mucho, siento lo que ocurrió ahi abajo-dijo una voz de mujer.
-Si, perdonanos-dijo una voz de niño pequeño.
-Os he dicho que os aparteis de mi, me poneis de los nervios-dijo Fernando levantandose del suelo.
El chico se acercó sin hacer caso a Fernando, cuando lo pudo ver vió que era el niño pequeño que iba con la de las garras. El chico extendió sus manos y le ofreció su baraja, se la habia dejado abajo. Pero visto lo visto no bajaria hasta que pasara tiempo.
-No nos lo tomes a mal, fue sin querer ese bruto me lanzó sobre ti-dijo Silvia acercandose a Hank y cogiendole la mano.
-Repito por ultima vez, No os acerqueis a mi-dijo Fernando cogiendo la baraja con brusquedad.
Hank decepcionado por aquel gesto giro la mano a Silvia y ambos bajaron las escaleras. Fernando soltó un "gracias" en alto para que lo oyera Hank.
En el sotano un silencio sepulcral solo era roto con comentarios en ruso de Oleg y Anatoly. La anciana ahora pensativa acariciaba la mano de unos de los chicos a los que Fernando mostraba trucos que ahora estaba asustado.
Por la puerta aparecieron Silvia y Hank que se acercaron a Carlos y Round estaba hablando con Jericho.
-------------------------
Post: 8
Nivel: 3
Toletum- Jefe de Los Barbaros
- Cantidad de envíos : 3528
Edad : 33
Localización : Motorizado con los Barbaros.
Fecha de inscripción : 12/04/2009
Página 2 de 6. • 1, 2, 3, 4, 5, 6
Página 2 de 6.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.