Tu muerdes, yo vuelo

Oleg habia logrado arrastrarse dificilmente por entre grandes escombros de lo que una vez fué Berlín.A duras penas podía mantenerse de pie,había veces en las que perdía el conocimiento en medio de la acera.Finalmente llegó a un pequeño almacén abandonado,las ventanas y puertas estaban destrozadas,así que no hiso uso alguno de su poder.
El golpe de su cabeza lo estaba consumiendo poco a poco,aunque ya no le dolía,cada vez perdía mas y mas sangre y le costaba mucho esfuerzo moverse.
-Jamás creí que esto terminaría así para mi-Dijo en voz baja Oleg mientras se recostaba en el mostrador.
-Creo que desperdicié mi vida,busque venganza,cumplí mi mayor deseo,pero aún así eso no me ha devuelto a mi padre y tampoco me ha hecho mas feliz-Volvió a decir y sacaba una pistola que minutos antes había sacado a un soldado muerto.
-Me arrepiento de no haberme hecho de una familia,me hubiese gustado ver correr a un pequeñín como yo correr por ahí,o a una niña dulce y alegre como su madre-Murmuró y miró a través de una grieta que había en el techo y dejaba ver parte del cielo.
-Ya no hay marcha atrás,lo hecho hecho está,me reuniré con mi padre y mi madre en el otro mundo.La historia de Oleg Demonio no termina aquí,siempre me pregunté como sería cazar ángeles.

Empuñó su pistola y se la puso en la boca...
-Aquí termina un capitulo de la historia de Oleg Demonio,hijo de una madre muerta y de un padre asesinado.

El sonido del disparo hizo eco por varias manzanas a la redonda,Oleg con los ojos perdidos era llevado a las alturas por seres alados mientras que en la cima lo esperaban su padre y madre con brazos abiertos.

Bueno alla vamos.

ULTIMO POST DE TU MUERDES YO VUELO (de la historia mía claro) pero es que no queda nadie mas vivo jaja.

Ya estaba decidido, Francisco y yo caminábamos por la calle charlando tristemente de los viejos tiempos hace solo 2 o 3 dias...
Cuando escuchamos un disparo no mas lejos de 100metros en un edificio derrumbado prácticamente.
Antonio- Queda alguien vivo por aquí?
Francisco- Vamos a ver.
Las puertas y las ventanas de ese edificio estaban destruidas totalmente como si una batalla se hubiera librado en el.
Dentro...... solo pudimos hallar el cuerpo de Oleg sin vida.
Francisco- Hasta el ha caido.
Antonio- No ha caido, se ha suicidado recuerda que soy médico, pero estaba en sus últimas, tiene una herida muy profunda en esa pierna y en el brazo.
Francisco- Un minuto de silencio por el último de nuestros compañeros.
El edificio tembló como si se fuera a derrumbar definitivamente.
El techo medio se derrumbó y pequeña tubería atravesó el estómago de Francisco.
Francisco- .. Coug Coug (tosiendo sangre) Sal de aquí Antonio, parece que todavía tenía que morir alguien mas.
Antonio- No puedo hacer mucho para aliviar tu dolor, pero hay algo que quieres que haga.
Francisco- Si..... Sal de aquí.
Salí del edificio rápidamente ya que este se estaba viniendo abajo.
Mi cuero calló de rodillas y no pude evitar llorar, esta situación me superaba.
Antonio- ESTO NO TENÍA QUE HABER PASADO!!!!! Me largo de este infierno.
Me levanté y proseguí mi marcha por la calle que extrañamente se empezaba a llenar de zombies y mutantes de nuevo.
Antonio- Venid cabrones venid!! Todavía queda alguien vivo en Berlín!
Mi cuerpo reaccionó de tal manera que de las falanges me salieron unas garras parecidas a las de Silvia y una condición física parecida a la de Oleg.
Me abalancé sobre los zombies que no eran mas de una docena y les rebane uno a uno la cabeza hasta que detrás de ellos solo quedaba un mutante de unos 2 metros y medio con una coraza enorme.
Ágilmente le agarré una pierna y empecé a girarlo como si de un martillo olímpico se tratase, lanzándolo contra el muro de un edificio.
Este se estampó contra el violentamente y se quedo algo aturdido, entonces aproveché para atravesarle el cuello con mis garras.

Volví a la normalidad algo cansado pero desahogado, solo me faltaba un vehículo, así que estuve buscando uno un rato hasta que encontré uno perfecto.
Era un 4x4 bien blindado.
Antonio- Esto parece un regalo de dios jeje.
Me monté en aquel auto y no miré hacia atrás.
A la salida de Berlín reposté el auto y cogí un ramo de flores del campo.
Esto es en memoria de ustedes compañeros. Dije mientras lanzaba el ramo de flores dirección a la ciudad.
Monté en el vehículo y me esfumé.


El viaje fue largo y con algunos vaivenes del destino pero conseguí llegar a la frontera con España en condiciones óptimas.
Allí me lleve tal sorpresa que me dejó sin habla. En aquella frontera, se alzaba una gran muralla metálica con un portón y 2 torres vigías.
???- Hey Jack! Abre la puerta parece que tenemos a otro.
Jack- Enseguida.
Las grandes puertas se abrieron ante mi y 3 personas me examinaron.
???- Está bien, no parece infectado ni nada.
Antonio- No lo estoy. Dije saliendo de mi silencio.
???- Cual es tu oficio chico?
Antonio- Solía ser médico antes de todo esto.
???- Médico? De reputísima madre, es algo muy necesitado en estos tiempos.
Antonio- Como habéis montado todo esto?
???- Pues es una larga historia, desde que vinieron los americanos fuimos limpiando mucho perímetro, hasta que ahora ya casi controlamos una superficie igual a Andorra o algo menor, y cada día vamos ampliando nuestras fronteras jeje.
Antonio- Que piensan hacer con el resto de Europa?
???- El alto mando propuso lanzar bombas nucleares por todo el viejo continente, pero sería algo desastroso ahora lo único que podemos hacer es esperar.
???- Señor! Ya está lista la habitación del nuevo mmédico.
???- Estupendo jeje, por cierto no me has dicho tu nombre, yo soy el mayor Josh.
Antonio- Me llamo Antonio, un placer.
Un hombre me acompañó hasta una habitación y después se fue diciéndome que vendrían 2 personas para informarme de no se que.
Por ahora parecía que había encontrado mi hogar y me prometí a mi mismo no usar mis poderes delante de esta gente.
Parece que la vida empezaba a sonreirme desde aquel dia.



FIN

-Merda, non sono vermi, larve di questi- Dijo Matias, al ver lo que habia alli.
Hunter se fijo en la masa viscosa, tenia una especie de pustulas, que desprendian un gas.
-¿Lo oleis?- Pregunto Hunter -Gas-
-Es cierto- Dijo Fiorella
-Tengo una idea, esperad aqui- Dijo Hunter mientras sacaba la pistola, y bajaba a donde estaban todos los gusanos.
Inmediatamente, todos los gusanos se percataron de el, la mosca gigante tenia mejores cosas que hacer y se habia ido por la grieta al fondo del tunel. Los gusanos empezaron a acercarse a Hunter, este levanto la pistola, y los gusanos se pararon al momento.
-Venga, bajad- Le dijo a los demas, avanzaban lentamente por el tunel, los gusanos se iban apartando a su paso.
-¿Como coño lo has hecho?- Le pregunto Fiorella.
-Saben que si disparo, se van a la mierda, ¿ironico?, ¿verdad?, nos salvamos porque son inteligentes.
Siguieron avanzando hasta llegar a la salida, una estacion de metro, los gusanos los seguian a pocos metros.
Matias y su amiga salieron los primeros, seguidos de Fiorella, Hunter se quedo en la salida del tunel.
-Venga, largaros.
-¿Y tu?
-Alguien se tiene que quedar para que no se muevan, ¿no?
-Pero...
-Callate y corre, os doy 5 minutos.

El tiempo trancurrio despacio, la espera se hizo eterna.
-Cinco minutos- Dijo Hunter -Veamos de que soy capaz.
Apunto al fondo del tunel, de repente las paredes empezaron a hacerse claras, una especie de mapa se formo en su cabeza, podia ver todo lo que habia alli.
Se concentro mas, y creo una especie de tunel magnetico, que empezaba en la boca del caños de la pistola, y terminaba en una de las pustulas.
Hunter disparo, se escucho una explosion y el tunel se ilumino, la llamarada se acercaba a gran velocidad, Hunter se coloco la pistola en la sien...y apreto el gatillo

EL FINAL DE UNA ERA:

Silvia llevaba varios años fuera de su hogar, llevaba tres años estudiando en Salamanca, lejos de su ciudad natal, París. Allí estudiaba enfermería, una bonita carrera que apasionaba a Silvia y, como sus padres eran españoles, prefirió estudiar esa carrera en España.
Silvia, por sus conocimientos de francés, se había convertido en un punto de referencia entre todos los alumnos Erasmus de la Universidad. El número era elevado así que su novio Adolfo y sus amigos Fernando y Francisco constituían la "cúpula" de relaciones internacionales de la Universidad. Su finalidad primordial era hacer que los alumnos extranjeros se sintieran como en casa así que, en períodos no lectivos se organizaban fiestas o excursiones.

Aquellas vacaciones de Semana Santa, Silvia estaba muy contenta porque sus padres habían ido a visitarla por sorpresa desde Francia y su hermano pequeño Hank, había ido con ellos. Sin embargo, Silvia y los demás habian organizado una excursión durante cuatro días hasta Lisboa así que Silvia decidió que lo mejor sería que sus padres y Hank fueran con ellos. De todas maneras, sobraba sitio en el autobús que habían alquilado y los demás organizadores no la pusieron pegas.

Salieron de Salamanca a las 9 AM y pusieron rumbo a Lisboa. El conductor era un tipo de unos cuarenta años al que Silvia y los demás conocían porque también era el dueño del bar al que solían ir. Entre semana se dedicaba a conducir autobuses, coches o cualquier cosa que tuviera ruedas. Su nombre era Round y enseguida hizo buenas migas con Hank.
Además de Fernando, Francisco y Hank, allí estaban numerosos Erasmus procedentes de todas las partes de Europa así como otros alumnos españoles que no tenían modo de llegar a su casa en vacaciones. Había tres Erasmus italianos, Fiorella, Sara y Matías que ocuparon la parte trasera del autobús junto con Hunter, un chaval callado y silencioso. También estaba Antonio, procedente de Almería, sentado junto a Hugo, un Erasmus de Londres y con Mika, una joven alemana. Jane, Richard, Martha, Ryan y su inseparable amigo Carlos y otro grupo de personas de diversas nacionalidades.

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En sentido contrario, por aquella carretera secundaria de Portugal, una furgoneta blanca seguida de un turismo rojo se acercaban peligrosamente a la posición del autobús. Allí estaba Anatoly al volante, conduciendo a toda velocidad ante las quejas de sus compañeros de viaje Jericho, un pelirrojo con muy mal carácter, el siempre callado Oleg, Marcos (también llamado Homer) y Jonás, un amante de la naturaleza.
En aquel turismo rojo que intentaba adelantar a la furgoneta, conducía una joven periodista de nombre Natasha en compañía de su hermana Dagmar. Las dos habían ido a recoger a sus tías Patt y Ruth para ir a visitar a su anciana madre a la residencia en la que ella vivía.

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En el autobús, Silvia conversaba con Hank sobre los gatos, animales que la apasionaban mientras el pequeño esperaba impaciente el regreso de Silvia a casa para enseñarla el nuevo terrario lleno de hormiguitas que se había comprado. Francisco reía con Fernando acerca de la posibilidad de convertirse en mutantes, parar el tiempo sería lo ideal para Francisco mientras que para Fernando sería perfecta la regeneración pero tenía que combinarla con un poder más activo.
Por su parte, Fiorella jugueteaba con su mechero mientras Hugo pensaba en huir corriendo de la interesante conversación que Antonio y Carlos mantenían sobre medicina ya que era la carrera que ambos estudiaban.
Hunter leía un comic de X Men y Matías simplemente estaba escuchando música.
Ante estas conversaciones tan poco interesantes, Adolfo se quedó dormido. Fue eso lo que le salvó la vida.

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A las 14:00 de aquel primer día de Semana Santa, Natasha intentó adelantar a aquella furgoneta blanca sin ver que, justo de frente, se aproximaba un autobús lleno de estudiantes. Ni Round, ni Natasha, ni Anatoly pudieron evitar el choque. El turismo rojo chocó de frente contra el autobús sin que la furgoneta blanca pudiera esquivarlos.
El autobús y el turismo chocaron con tal fuerza que salieron disparados cada uno hacia un lado. El turismo volcó, deteniéndose en medio de la carretera mientras que el autobús se salió por el lado derecho del arcén quedando en su posición original después de dar varias vueltas de campana. Por su parte, la furgoneta chocó de frente contra un árbol.
No tardaron en llegar las ambulancias, los bomberos y la policía al lugar de los hechos. Se trataba de una escena dantesca ya que sólo unos pocos de los estudiantes habían conseguido salir por su propio pie. Todos los demás habían quedado atrapados en sus vehículos, inconscientes o fallecidos.

Dagmar y Ruth sobrevivieron al impacto aunque Dagmar tuvo importantes daños en sus cuerdas vocales, que la dejarían casi muda de por vida. Natasha no corrió tan buena suerte y encontró la muerte casi de forma instantánea en aquel vehículo, al igual que sus tías.

Jonás fue el único superviviente de la furgoneta blanca, inmediatamente asistido por los sanitarios. Homer, ocupante del asiento del medio en la parte de atrás salió disparado por la ventanilla delantera, Oleg recibió un fuerte impacto en su cabeza y Jericho murió por las heridas provocadas por el propio accidente.

Los ocupantes del autobús fueron rescatados pero para Hank era demasiado tarde, al igual que para Hugo. Silvia voló dentro del autobús y la caída fue demasiado fuerte para ella, algo atravesó el estómago de Francisco. Fernando, tuvo más suerte, pudo sobrevivir y llegar al hospital pero estuvo inconsciente durante varios días.
Los de la parte trasera no tuvieron mucha suerte ya que el depósito de gasolina estalló llevandose con él la vida de Hunter, Matías, Fiorella, Carla y Sarah.
Adolfo tuvo que ser reanimado allí mismo, se le había parado el corazón y con cada descarga, parecía que su mente desaparecía del mundo de los muertos. Hasta que por fin, consiguió sobrevivir.

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Sin saberlo, los ocupantes de los tres vehículos habían vivido en el limbo durante unas horas. En un lugar entre la vida y la muerte en el que hay que sobrevivir para poder permanecer del lado de la vida. Los zombies y mutantes son sólo personas ya fallecidas que querían que los que aún no estaban muertos, se quedasen de su lado.
Ahora, Oleg, Jericho, Hunter, Silvia, el pequeño Hank, Hugo, Fiorella, Matías y Francisco se encontraban del lado de los muertos, al igual que otros compañeros de clase.
Jonás, Fernando y Adolfo habían sobrevivido y habían regresado del lado de los vivos pero sus vidas habían cambiado demasiado para que volvieran a ser igual. Sus amigos, parejas, conocidos y compañeros de clase, estaban dentro de aquel autobús.

La situación de Antonio era especial ya que no había muerto pero estaba en coma. No era un coma irreversible pero nadie sabía cuándo volvería a despertar, si es que lo hacía alguna vez. Mientras tanto, Antonio viviría feliz en algún lugar donde la vida convive con la muerte.