Sobreviviendo al Infierno [Fichas entregadas]

Fichas

Nombre: Chrisopher Santos.

Edad: 17

Nacionalidad: Mexicano.

Color de piel: Pálida.

Mentalidad y forma de ser: Cuerdo, algo otaku. Siempre serio y tranquilo. Chris piensa y luego actúa, aunque pueda parecer frío, se preocupa por cada persona desde que se desható el apocalipsis.

Complexión Física: Delgado, alto, cabello negro, ojos del mismo color.

Historia: Es un estudiante cualquiera. La diferencia es que es un conocido "Otaku". Su padre es soldado de las fuerzas armadas mexicanas y su madre ama de casa. No tiene conflictos con nadie, su vida en si, es perfecta: Una buena escuela, buenos amigos, un padre con buen trabajo ¿que mas puede desear? Es una vida perfecta, lástima que los zombies hayan llegado a arruinarle todo. Ahora valiendose de sus "articulos Otaku" y armas y objetos de caceria de su padre debe sobrevivir al infierno.

Habilidades: Tiene una excelente punteria debido a que su padre le enseñó a usar todo tipo de armas, su coeficiente intelectual es de 147, y finalmente tiene maestria con las armas de contacto.

Débilidades: Tiende a quebrarse al tener que tomar una decisión importante, odia a las arañas, es narcoléptico.

Armas que usará: Una pistola 9mm común y corriente, una katana, arco y flechas.

Toletum:
Nombre: Fernando

Edad: 19

Nacionalidad: Español.

Color de piel: Tez no muy morena. Pero no palida.

Mentalidad y forma de ser: Cuerdo. Protector con sus seres queridos, sincero y simpatico. Aunque es algo temperamental, bajo presioon suele ponerse nervioso y no suele ver la opcion mas valida.

Complexión Física: Es bastante alto, mide 1.96. Su constitucion fisica normal, practica deporte muy amenudo. Tiene una lesion en el ligamento de la rodilla derecha. Pelo corto negro y su color de ojos es marron con toques verdes.

Historia: Es un estudiante de mecanica, al menos eso era cuando todo era normal. Antes practicaba artes marciales, hasta que se lesiono y lo tuvo que dejar una temporada. Cuando todo empezo Fernando pudo escapar por los pelos de su instituto y correr hasta su casa, las cosas alli no mejoraron, la puerta estaba abierta y habia manchas de sangre por las paredes. La casa de sus vecinos parecian estar en las mismas. Entro sin pensarlo dos veces en su casa y cogio unos estoques de un estante que tenia en el salon. Un gemido a su espalda le hizo voltearse y ver la situacion real.

Habilidades: Bueno en el cuerpo a cuerpo, tiene buena resistencia al correr. Tiene nociones de mecanica y eso le podria ayudar.

Débilidades: La rodilla, no puede correr a mucha intensidad. Sobreprotector, eso le puede llevar a intentar hacer alguna tonteria por salvar a alguien que le importa.

Armas que usará: Dos sables de decoración (al empezar), despues ya se ira viendo.

Kealah:
Nombre: Shanya

Edad: 22

Nacionalidad: Irlandesa

Color de piel: Tez blanca pero no pálida, ojos verdes, pelirroja y algo pecosa.

Mentalidad y forma de ser: Shanya es una joven divertida, extrovertida aunque, en ocasiones, un extraño rubor la embarga cuando siente vergüenza. Demasiado habladora pero tiende a pensar antes de hablar y meter la pata. La gusta contemplar todas las opciones antes de ponerse a hacer algo.

Complexión Física: De estatura media, mide aproximadamente 1,65 pero su forma física es aceptable. Procura hacer deporte a menudo pero tiene una tendinitis en el codo y muchas veces no puede estirarlo por completo.

Historia: Shanya estudiaba Derecho en la Universidad de Dublín cuando, en un cambio de clase, se dio cuenta de que uno de los alumnos se dirigía a por ellos. El chico en cuestión era muy chistoso y constantemente estaba gastándola bromas pero aquel día fue diferente. Se acercó con paso renqueante hasta ella y se tiró a su cuello. Shanya puso la carpeta entre ambos lo que impidió que su compañero llegase a morderla, le empujó y cayó. Con tan mala suerte, de que se golpeó contra una de las bonitas columnas de su Universidad y murió en el acto. Ella no lo sabía y salió corriendo hacia su casa.
Allí se refugió esperando a que llegase la policía para detenerla porque sus compañeros la vieron pero nunca llegaron. Es más, pasaron los días y la gente empezó a desaparecer, sus padres no llegaron del trabajo y de repente se vio sola en su casa.
Más cosas como su compañero campaban a sus anchas por el jardín, el coche de su madre aún estaba en la entrada así que podría llegar hasta ellos aunque no sabía cuando sería eso. Cogió el martillo de su padre, un bate de béisbol metálico y un palo de golf que se colgó a la espalda y esperó a ver qué sucedía.

Habilidades: Buena resistencia al correr. Inteligente. Tiene muchos libros de supervivencia y acampada ya que ha formado parte de las girl scout. Habla varios idiomas y, por tanto, no tendrá dificultades para entenderse con otros supervivientes.

Débilidades: Es miope, usa gafas y lentillas. Además del codo que puede fallarla cuando menos se lo espera.

Armas que usará: Un martillo, bate metálico y palo de golf, lo que hay por casa.


PeKaDoR:
Nombre: Carlos

Edad: 15 años
Nacionalidad: Española
Color de piel: Blanca clarita.

Mentalidad y forma de ser: Es algo egocéntrico y le gusta liderar. Es muy sociable ya que siempre está riendo con sus amigos.

Complexion física: Algo atlético con bastante agilidad. Tiene unas piernas bastante fuertes en comparación con sus brazos. Es parkulero.

Historia: Carlos vivía en su pueblo tranquilamente como lo había hecho toda su vida. Siempre intentaba divertirse con sus amigos o surfeando internet. Un día extrañas noticias llegaron a el de una extraña infección en un barrio de el pueblo. El y 8 amigos fueron a ver lo que había sucedido cuando se llevaron la mayor de las sorpresas de su vida.

Habilidades: Muy ágil y gran habilidad con armas de filo. Sabe manejar rifles de caza.

Debilidades: Le da mucha mas importancia a su vida que a la de los demás. (por lo que no dudará en dejar abandonado a un amigo en una situación de mucho riesgo para el)

Armas que usará en la historia: Hacha de leñador. Rifle de cartuchos. 2 cuchillos de carnicero.


PauTL:
Nombre: Pau

Edad: 15

Nacionalidad: Española

Color de piel: Blanca

Fisico: No es para nada atletico, pero si hace falta corre lo suyo, y se mueve bien en el campo.

Mentalidad: Es a la vez muy calmado y un loco total, no le importa poner en peligro su vida, pero teme que los demas mueran por su culpa.

Historia: Nació en Valencia y se mudo nada mas nacer ha Almeria, por el tabajo de su madre, es muy amigo de Carlos, otro joven alocado.
Un dia Carlos aparecio en su casa con mas gente para ir a ver algo que salia en las noticias, parecia que habian matado a alguien, cuando llegaron a l lugar, no creian lo que veian.

Habilidades: Soporta muy bien el dolor y sabe mucho de armas de fuego, aparte, se le da bastante bien lanzar cuchillos.
Tiene unos cuantos conocimientos de supervivencia.

Debilidades: Se descuida constantemente, como si aparcara el cuerpo y su mente se largara por ahi, y cuando se pone furioso no piensa lo que hace, empieza a pegar gritos sin importarle lo que pueda ocurrir.
Se cansa con facilidad si no se entretiene con algo.

Armas(de momento): Cuchillos pequeños y ligeros - Palanca - Glock ''prestada''



Comienzo yo, cuando terminen parte de su historia, se quedara en una especie de "Continuará" para qe otro usuario siga su historia, cuando ya todos escriban su historia, se vuelve a comenzar. Otorgaré el orden de quien sigue para escribir su historia.

1.- Sounlocomatazombis (Yo)
2.- Toletum
3.- Kealah
4.- PeKaDoR
5.- PauTL

Ya despues vuelvo a empezar yo y asi nos vamos. Pero bueno, mejor sigo con mi historis/rol.

Otro día… que flojera. Hola, mi nombre es Christopher Santos. Tengo 17 años, vivo en la ciudad de Monterrey en México. Eran las cinco quince de la mañana, Lunes, debería irme a la escuela de una vez; miré por la ventana y veo que mi padre ya se ha ido al trabajo, putos narcotraficantes.
Miro a mi alrededor… cientos de posters de anime, soy el rechazado social de la escuela, soy un otaku… incluso tengo unas cuantas armas de las mismas series, como katanas. Comienzo a vestirme, la verdad en la preparatoria les importa un comino como vayas vestido… este dia opté por ir vaquero, una camisa verde de cuadros, botas del mismo color pero en tonalidad mas oscura, sombrero negro y pantalones del mismo color. Bajo las escaleras y preparo mi desayuno, unos wafles y un baso de jugo, preparo mi mochila y me largo.
En el trayecto veo a varios tipos tambaleándose… ¿Tan temprano y en pleno Lunes ya están ebrios? Meh, como sea, mas vale ellos que yo. Tomo el autobús y llego a mi escuela. Inmediatamente subo a mi aula y comienzo a dormir… si, tengo narcolepsia, caigo dormido de repente.
Despierto, son las nueve de la mañana, aun no hay nadie… ¿Por qué? aun se oye gente afuera, salgo a investigar y veo los pasillos manchados de sangre… ¿Qué demonios sucedió? Algo temeroso me acerco a un salón de clases... todos estaban muertos.
Totalmente aterrado salgo disparado de la escuela, mi casa estaba a un kilometro y medio y mi condición física es deplorable, a una calle de mi casa, varios ebrios se acercan a mi; no eran ebrios, los vi mas de cerca… oh por Dios… estaban carcomidos totalmente, a como pude los evadí y entré a mi casa… la puerta estaba abierta, mi padre estaba con una metralleta en manos, muerto… mi madre estaba frente a el con varios disparos en el cuerpo.
.—Oigan… ¿¡QUE DIABLOS PASÓ AQUÍ!?.—Grité muy fuerte, varios de esos tipos me escucharon y quisieron entrar a mi casa, cerré la puerta, le puse seguro y corrí a mi cuarto. Tomé una katana, fui al cuarto de cacería de mi padre, tome un arco clásico, esos del siglo XV, suficientes flechas, busqué el arma de mi padre, una 9mm común, suficiente para unos ebrios. Tome municiones para la pistola, doce rondas de 15 balas, suficientes, tomé cuarenta flechas, entonces todo lo puse en mi mochila, la cual vacié para dejar espacio para mis cosas.
Me dirigí a la cocina, tomé comida enlatada y un abrelatas por supuesto, escucho como rompen la puerta… si quieren guerra… guerra tendrán… esto… se parece al anime que vi la semana pasada… High School of the Dead… bueno, solo hay una manera de saber si son o no son zombies… me lanzo contra esas cosas con la katana en alto…







Siguiente en escribir: Toletum

Con uno de los sables en la mano y el otro en la cintura, recorrió la casa entera. Ni rastro de sus padres y hermanos, estaba solo, solo y confundido, nervioso y por que no decirlo, asustado... La tele estaba encendida, ponian algo de ataques en la ciuadad y un policia aconsejaba no salir a la calle.

-¡Y una mierda no voy a salir de casa!, me voy a buscarlos. - pensó Fernando, en sus adentros.

Un golpe seco llamó su atención, al buscar su procedencia vió como el caos se estaba reinando en la calle, hasta que su mirada finalmente se posó en la puerta de un portal. El cristal esta manchado de sangre, pero aún se podía ver por él, una persona había caido desde las escaleras. No tardó mucho en levantarse en cuanto notó la presencia de Fernando, una horrible herida en el cuello le sangraba, pero no era la peor que tenía, un cuchillo clavado directamente en el pecho golpeaba el cristal impidiendole acercarse completamente al cristal.

-¡Espera no te muevas!, te ayudare...- dijo Fernando sin poder terminar cuando le miró directamente a la cara.

Sus ojos tenían una capa blanquecina, parecía como si una fina tela tapara sus ojos. Con un gemido lastimero y manotazo al cristal le respondió aquel hombre. Fernando se apartó del cristal y escuchó unos pasos, unos pasos pesados, unas manos salieron salieron de repente de la esquina del portal. Era su vecino, pero algo era diferente en él. Era como los de la pista y como el que estaba dentro del portal.
Un escalofrio lo recorrió completamente, instintivamente queria correr, pero sus piernas no reaccionaban y al girarse para intentar correr cayó al suelo pesadamente. Sus cabeza procesaba demasiada información para el momento en el que estaba. El hombre se avalanzó contra Fernando, subió el sable como autoreflejo y se le clavó en el pecho. Sin hacer caso a la puñalada, el hombre seguía intentando morderlo en el cuello, Fernando con la rodilla hizo palanca en el cuerpo y lo empujó hacia un lado para quitarlo de encima.

Se levantó al instante y sacó el sable del pecho de su antiguo vecino, y observó su alrededor, más vecinos salian de sus casas y no para aydarlo precisamente. Fernando corrió a la puerta de su casa y cerró la puerta con el cerrojo, sin perder más tiempo cogió una mochila de viaje y cogió la comida enlatada y botellas de agua que pudo, pero pesaba demasiado la mochila. La vació un poco y se aseguró que podia correr con ella, de su habitación cogió un par de lintarnas y una caja de pilas normales para las linternas, acontinuación entró a la habitación de sus padres y cogió una foto en la que salían toda la familia, se sentó en la cama y miró a su alrededor para buscar una forma de huida. Al darse la vuelta y ver la ventana se fijó en el pequeño patio de la casa, no había nadie cerca asi que con la mochila en la espalda y los sables en la cintura abrió la puerta del patio y saltó el muro.

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Siguiente en escribir: Kealah

Shanya miró por la ventana se fijó en el pequeño patio de la casa, no había nadie cerca asi que con la mochila en la espalda en la cintura abrió la puerta del patio y saltó el muro que separaba su casa de la de su vecino.
Unos minutos antes, Shanya guardó en aquella mochila todas las latas de conserva, pilas, linternas y lo que pudo encontrar por su casa. Era imposible llegar hasta el coche de su madre que estaba en la entrada desde hacía días porque un grupo de zombies poblaban por allí.
Llevaba encerrada varios días en su casa, alimentándose de la carne que había congelada y que había preparado antes de que se cortara la electricidad definitivamente pero la comida empezaba a escasear y necesitaba saber al menos que no estaba sola en el mundo.
Una idea la había estado rondando por la cabeza pero tenía demasiado miedo para ponerla en práctica pero no la quedó más remedio que hacerlo cuando vio que las botellas de agua empezaban a faltar.

Miró por la ventana delantera y vio el coche de su vecino allí aparcado, a unos pocos metros del de su madre. Quizá aquel coche la proporcionaría una oportunidad para escapar. Una vez al otro lado del muro, con su palo de golf a la espalda, el bate metálico y el martillo de su padre en la mano, se adentró en el patio de su vecino y entro sigilosamente en su casa. No había visto ni oído nada desde que llevaba allí así que no sabía que se encontraría.
La cocina y la planta de abajo estaba impecable pero un rastro de sangre subía por las escaleras hasta el segundo piso. Se dijo a sí misma que no miraría que había arriba. Revisó la cocina con sumo cuidado de no alertar a lo que había arriba, si es que había algo, y cogió todo lo que necesitaba de allí. Más agua, más comida y las guardó en su mochila hasta que no entró nada más. Buscó las llaves del coche pero no las encontró, quizá su vecina Molly las guardaba en su mesilla de noche.
Se sentó abatida en el sofá ya que su plan acababa de irse al traste en dos segundos. Sin embargo, un ruido en la planta de arriba la sacó de su estupor. Miró por la ventana y todos los zombies miraban hacia la casa en la que vivía Shanya, cogió un viejo cenicero y lo lanzó contra el cristal del coche de su vecina. Cerró la puerta justo cuando se activó la alarma y todos los zombies se dirigieron hacia aquel coche, olvidándose por un momento del coche de la madre de Shanya. Era su oportunidad.

Volvió sobre sus pasos, saltó el muro, solo la quedaban unos pocos minutos, lo que durase la alarma. Entró en su casa, cogió las llaves del vehículo y corrió hacia él. No vio venir a un zombie que se avalanzó contra ella, golpeó su cabeza con el bate metálico y el martillo. Cayó al suelo aunque no le mató.
Siguió corriendo, abrió la puerta del coche, bloqueó las puertas, arrancó y se puso en marcha hacia alguna parte...

El grupo de amigos que estaba compuesto por Sergio, Denis, Balta, Pau, Ramón, Juanjo y Fran, nos dirigíamos hacia el otro lado del pueblo, donde se hablaba de aquella extraña infección.
Por el camino, un hombre nos detuvo y nos dijo que diéramos inmediatamente la vuelta.
Lo que hicimos fue volver atrás y seguir otra vez hacia delante por otra calle antes de que el mismo hombre nos viera por el desvío.
Cuando llegamos allí, un ambiente lúgubre nos rodeaba.
Ramón- Que mal rollo tíos y si es cierto lo del brote infeccioso.
Sergio- Tu si que eres infeccioso jajaja.
Carlos- Pff jajaja, tiene razón no me fío, no se ve un alma en la calle.
Todos nos pusimos alerta al mas mínimo indicio cuando de repente un hombre giró la esquina, parecía borracho o algo así.
Pau- Oiga amigo, le pasa algo?
El hombre no contestó, pero giró la cabeza hacia nosotros y pudimos ver su rostro.
Era algo escalofriante, el hombre no tenía ojos y le sucedía algo.
Carlos- Un zombie!
Pau- Carlos, no te rías del pobre hombre, llamar zombie a alguien es un insulto y mas en su estado.
Carlos- Que te digo que es un zombie, no tiene ojos, está sangrando! Anda torpemente y viene hacia aquí.
Sin darnos tiempo a reaccionar (mentira, malgastamos el tiempo xD) el zombie embistió a Ramón y le mordió el cuello.
Pau- Joder, es un zombie de verdad!
Mientras dijo esto pau, se colocó detrás del zombie y le rodeó el cuello con el brazo.
Seguidamente con el otro brazo empujo con fuerza y se escuchó un crack. Era la primera vez que veía a Pau tan serio y preparado.
Pau- Eso por molestarnos mientras discutimos sobre tu existencia en la realidad!!!.
Carlos- Pau, ha sido increible!!!
El zombie cayó al suelo junto a Ramón que perdió la consciencia.
Fran- Joder, todo lo que decían era cierto, y los zombies son reales!! Vámonos de aquí. Dijo Fran gritando mientras corríamos rápidamente hacia nuestro barrio del pueblo.
Pero mientras avanzábamos, vimos que el virus se había extendido hasta el centro y no tardaría en llegar a nuestro barrio.
Carlos- Mierda! Llamad a todos los que podáis y coged todas las provisiones como latas, botellas de agua y refresco etcétera y reuniros en el solar de la feria dentro de media hora!
Rápido fui a mi casa a prepararme, pero para mi sorpresa los zombies habían llegado a todo el pueblo.
Entré en mi casa con miedo a que mi familia fueran unos zombies, pero al entrar no había nadie ni en el salón ni en la cocina ni en ninguna habitación de la casa. Así que entre lagrimas por miedo a lo que les podía haber pasado, recogí todo lo que necesitaba como armas y comida y puse rumbo hacia el lugar de encuentro....

Te toca pocholo (pau)

Fuí a mi casa, estaba completamente vacía, su padre estaba por Francia, su madre trabajando en un pueblo cercano, y su hermana esaba en casa de una amiga, dudaba que estuvieran vivos.
Llené la mochila de alimentos y bebida, y cogi unos pequeños cuchillos que solía usar para practicar el lanzamiento de cuchillos, y bajé al sotano a por la palanca que había en la caja de herramientas, sin perder tiempo, sali de mi casa.

Corri hasta casa de un amigo de mi padre, que tenía una Glock de competicion, llame al timbre, aunque sabía que no funcionaría, aquella zona estaba llena de zombies.
Salté el muro como pudo y me encontre la puerta abierta, sujete con fuerza la palanca, y subí hasta el primer piso, al entrar en la habitacion principal, encontre dos cadaveres, Darío y su mujer, Nina, estaban muertos, Darío sujetaba la pistola en una mano, habían decidido quitarse la vida ellos mismos.

Cogí apresuradamente la pistola y busqué la caja fuerte donde debia estar la municion, la encontre abierta, bajo una mesa, había dos cargadores, los cogí.
Antes de salir a la calle vi las llaves del coche, las cogí, y me subi en el, lo arranqué y conduje hasta el recinto ferial esquivando los zombies como pude.

Corté las cabezas de los zombies. Se muy bien que de estas cosas hay que estar seguro y cortarles la cabeza. Sino, no morirán; agradezco ver ese anime todos los dias. Quize ir a casa de mi mejor amigo, Edgar, pero su casa estaba peor que la mia, no habia nadie… o eso pensé. Cuando subí las escaleras encontré al Zombificado Edgar golpeando el espejo de su baño, no pude hacer nada mas, saqué mi arco y atravezé su cabeza con una flecha que luego removí de su cabeza.
Comencé a esculcar su cuerpo y solo obtuve un Ipod con la batería llena… bueno, al menos tendré que hacer en casos de aburrimiento, aseguro la puerta, apago las luces y enciendo la televisión.

Hablaban hacerca de un brote de una infección a causa de la Influenza H1N1 que evolucionó de una manera impresionante, los infectados o zombies se alimentaban de carne humana, no corrian más si podian trotar un poco, la manera más efectiva es cortarles la cabeza o dispararles a la misma. Salí por la puerta trasera huyendo por los patios de las casas, encontré una patrulla de policia, habia unos cuantos cargadores mas y los metí a mi mochila, iba a necesitarlos.
Sentí bastante sueño… no de nuevo, debo encontrar un lugar seguro, encuentro un autobús abandonado, cierro la puerta y caigo dormido.
Despues de unas horas despierto, asomo por la ventana mi cabeza lentamente, no habia moros en la costa, salgo con mi katana en alto. Las calles parecían cementerio, según se, aparte de que el 80% del mundo esta infectado, el unico lugar seguro hasta ahora es Australia, uno de los paises mas alejados, la infeccion no pudo llegar tan lejos.

Escucho un gemido, un podrido se acercaba por detrás, sin voltear solo corto la cabeza, enfundo mi katana y me retiro. Mi padre siempre me decía que esas clases de kendo eran una pérdida de tiempo pero ahora agradezco ser terco. Si me dirigo a la comisaría tal vez haya un helicóptero, de ahí tengo que asegurar la gasolina y saber hasta donde puedo llegar, un helicoptero es rápido… quizas llegue a Europa… pero necesito un pais que hable español… España, es mi siguiente destino.
Mientras divagaba un zombie se me pone enfrente, dirijo mi mano a mi katana… Batou Jutsu… rapidamente desenfundo y corto al zombie y vuelvo a enfundar la espada. Una horda de ellos, son alrededor de veinte, no puedo desperdiciar flechas pues son reutilizables, nimodo, desenfundo mi pistola y apunto, disparo repetidas veces mientras caian uno a uno, cuanto contaba mi penultima bala, siempre cambiaba el cargador rapidamente, finalmente dejaron de llegar. La comisaría está a siete kilómetros, llegaré en unas horas…

Tras dejar detrás la seguridad de su casa, Fernando caminaba por las calles de su ciudad contemplando el caos que reinaba. Caminaba entre los coches parados, la visión que tenia ahora era escalofriante, hacia un rato que solo veía cuerpos tirados en el suelo devorados o zombies que seguian a sus presas. Aun quedaba vida refugiada detrás de improvisadas barricadas, llenas de miedo y temor, luchaban por su vida, por su supervivencia.

Fernando dobló la esquina y miró con cautela la calle, un grupo de zombies golpeaban furiosamente las rejas de una tienda. Un disparo remató a uno de los zombies que intentaban entrar y casi había conseguido abrir la puerta la reja. Pese al golpe bajo que habia recibido la humanidad seguia luchando por sobrevivir. Fernando salió con el sable en la mano y llamó la atención del grupo de zombies, no pensó en ningun plan, pero si debía morir, preferia que fuera luchando. Tenía que descubrir donde estaba su familia, si estaban en el centro comercial comprando, iria a buscarlos. Su unico camino para llegar allí, era pasar por aquella calle y correr hasta llegar al centro comercial que estaba a un par de kilometros de alli.

El grupo de zombies caminaban ahora en su dirección, Fernando aprocecho las distancia para y su lentitud para correr y zafarse de ellos. Lo hizo sin problemas, pero al pasar al lado de ellos, uno se le abalanzó y consiguió tirarlo. Fernando confundido por el golpe, luchaba por su vida e intentaba zafarse de él, con un rápido movimiento golpeó la cara con la empuñadura del sable. Pero no parecio afectarle, sintió un dolor penetrante en un instante, su mirada se duplicó y sus ojos se cerraron, un sonido grave que no pudo descifrar resonó en su interior. Algo estaba tirando de él, tiraban con tanta fuerza que le movían, sentía el movimiento, pero era incapaz de despertarse.

Salí de mi casa preocupado por si me encontraba con algún zombie.
Recordé las armas que había cogido y entre ellas se encontraba un hacha de leñador que tenía mi padre de recuerdo pero yo solía usarla.
La saqué de la mochila y la agarré con las dos manos atento por si aparecía algún zombie.
Cuando estaba llegando al recinto ferial, en la esquina en casa de un amigo, me paré en seco detrás de un coche y me puse a observarlos, eran mi único impedimento para llegar al recinto ferial.
-Espera, están en la puerta de Denis pero no es la familia de Denis! Pensé.
Detrás mía apareció un coche, mire con cautela y en su interior estaba Pau conduciéndolo.
Pau- Rápido Carlos, sube antes de que nos vean los zombies.
Carlos- Tu conduciendo?? Que aplicado te has vuelto. Bueno, recojamos a esta gente y iniciemos el plan de emergencia rumbo al castillo.
Pau aceleró a fondo y atropelló al pequeño grupo de zombies dejándonos vía libre hacia el recinto ferial.
Me fijé en la lejanía y allí en el recinto ferial, habría como unas 60 personas.
Carlos- Mierda, estos imbéciles han llamado a medio pueblo!!!
Pau- No los vamos a recoger, no podemos.
Carlos- Y una mierda!!! No vamos a dejar abandonados aquí ni a Sergio ni a Denis ni a todos los demás, eso si, vendrán ellos solos sin nadie mas.
Pau- Aparcaré aquí, convéncelos rápido, tienes 5 minutos después de los cuales arrancaré el coche y te esperaré en el campo de fútbol, desde ahí tomaremos rumbo al castillo.
Carlos- De acuerdo, allí nos veremos.
Me bajé del coche dejando la mochila y mis cosas allí, después me acerqué al grupo de personas y varias de ellas me recibieron.
Juanjo- Valla, ha aparecido el experto en zombies.
Sergio- Yeahh el Carlos, que sobrevive con estilo.
Carlos- Lo dices por que voy en chandal?¿? Pues es una de las mejores ropas para esta situación.
Denis- Buenas noches!
Balta- Señora!!
Carlos- Veo que estáis todos. Bien, ahora llega la parte chunga. Lo siento mucho, pero toda esta gente se queda aquí chicos, solo me llevaré a 8 personas así que ya os sobran mucho.
Juanjo- Tio!! Que algunos de ellos son familia mia!!
Carlos- Como si son el papa o battousai.
Sergio- Ese no es el que siempre estás maldiciendo¿?
Carlos- No, ese es .....cratosai... si ese.
Miré mi teléfono, que aunque había zombies todavía se podía llamar con el y me quedaba mucha batería y se habían pasado ya 3 minutos.
Carlos- Bueno, no me andaré con rodeos, los que quieran venir conmigo que me sigan.
En ese momento varios grupos de zombies se acercaron hacia aquel descampado entre la gente cundió el pánico.
Yo simplemente me di la vuelta y corrí hacia el campa de fútbol que se encontraba a unos 200 metros.
Sergio- A la mierda, yo voy!
Juanjo- Yo no seré menos.
Veo que al menos 2 personas si se habían decidido, y los 3 pudimos llegar sin percances al campo de fútbol.
Pau- Bueno, mejor vosotros que cualquier desconocido.
Los 3 chicos nos montamos en el coche de Pau cuando algunas personas se dirigieron hacia nosotros corriendo.
Pau- Son zombies¿?
Carlos- No..... es... Ramón!
Pau- Pero si murió hace un rato en aquel barrio.
Carlos- Ya, es coña pero quedaba gracioso decir ramón.
Aquellas personas que se acercaban eran Denis, Balta, Francisco, Cristian y paco.
Paco- pauuuu el avispaaao ya nos quería dejar en tierra.
Pau- Pero aquí no cabéis todos!
Carlos- Mierda! se acercan 6 zombies desde el recinto ferial. Decidamos rápido, de acuerdo, yo iré andando al castillo, pero iré rápido y el que se quede atrás se quedará.
Pau- Vale, yo me puedo llevar 4 personas.
Carlos- Llevate a Denis y Balta, ellos no podrán seguir nuestro ritmo.
Cristian- Yo también iré en el coche, estoy acojonado perdido.....No puede ser Maria Teresa...
Juanjo- No quiero arriesgarme, yo también iré en coche.

Carlos- Muy bien! Entonces Pau, Denis, Balta, Juanjo y Cristian irán en coche y yo, Francisco, Paco y Sergio iremos a pie.
Pau- Nos vemos allí, cuidaros.
Y con esa última frase, El coche de Pau se alejaba y nos pusimos en marcha a buen ritmo para no quedarnos atrás.
Miré a un periódico que había en el suelo donde ponía Australia, una isla protegida naturalmente.
-Protegida ehh. Pensé. Tal vez nuestro objetivo para sobrevivir pudiera ser Australia, lo comentaré cuando lleguemos al castillo....
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Bueno Pau, tu turno. Intenta matar a uno de los del coche por cualquier cosa, cuando lleguemos al castillo morirá uno de los mios.

Dejamos atras el grupo de Carlos, y bajamos por la avenida, había algunos zombies, pero no serían problema, al pasar junto al Coviran, detuve el coche.
-Bajad y coged todo lo que pueda servirnos- Dije a los demas -.Tu, Juanjo, quedate conmigo para cubrirlos.
Mientras cargaban las provisiones, aparecieron algunos zombies, pero Juanjo y yo los despachamos rapidamente.
-Ya está, señora- Diijo Balta.
-Pues venga, todos al coche- Grité, al instante, todos montaron y arranqué de nuevo, al llegar a la rotonda giré a la derecha, y fuimos por otra avenida.

Por el camino atropellé unos cuantos zombies, cada vez había mas, y se volvía dificil esquivrlos a todos.
-¿Os habeis puesto los cinturones?-Pregunté, todos me miraron como sorprendidos.
-¿Con todo lo que hay ahí fuera y te preocupas del cinturon?-. Preguntó Denis.
-Pues si, mi tecnica de conduccion aun no es perfecta...aun- Diijé.

Cuando llegamos a la altura de la gasolinera, una persona cruzó corriendo la calle, y todo se estropeó, dí un volantazo para esquivarla y acabamos empotrados en la tienda de mascotas de la esquina.
-¿Estais todos bien?- Pregunté mientras me quitaba el cinturon. - Joder, mira que os lo dije, el cinturon-
Por suerte, estaban todos bien, pero un zombie apareció como de la nada, se abalnzó sobre Juanjo, y le mordió el cuello.
-¡Mierda!- Grité mientras corría desesperado a auxiliarlo. -¡Ayudadme, joder!- Gritaba Juanjo, mientras la sangre salpicaba el suelo, su voz se transformó en un desagradable gorgoteo, cuando golpee al zombie con mi palanca.
El zombie callo al suelo, con convulsiones, y echando espuma por la boca, Juanjo, por desgracia para mi, seguía vivo, me miraba a los ojos, el sabía lo que yo tenía que hacer.
Saque la Glock de la chaqueta, le apunte a la cabeza, y apreté el gatillo, nunca olvidaré aquello, la sangre de Juanjo salpico la pared que había a su espalda, su cuerpo, cayó con todo su peso sobre el suelo, a mis pies, fué la primera persona que maté...pero no la ultima.

Caminamos callados el resto del camino, nadie sabía que decir, todos mirabamos al suelo mientras ascendiamos por la sinuosa carretera, al final de la cual se encontraba, el castillo, en relidad no era un castillo, era solo una torre vigía, pero todos por allí le deciamos castillo.
Llegamos allí, y nos sentamos a esperar a los demas, si saber que decir, yo sabía que todos me miraban de vez en cuando, debían tener miedo, sabían que no dudaría en matarlos a ellos tambien, si era necesario.

-Gah!- Me encontraba en una gasolinera, y junto con ella a tres zombies… les disparé pero al disparar mal atiné a los tanques de gasolina y explotó, caí con el brazo herido, un poco chamuscado pero aun puedo moverlo. Seguí buscando algo en que llegar, caminando sería un blanco fácil, necesito un vehiculo. Estaba lleno de autos pero temo que todos estén cerrados. –Al diablo.- Exclamé y rompí la ventana de un auto, jugué un poco con los cables y lo encendí.

Conduje varias calles y el maldito motor comenzó a fallar… maldición… el auto debía haber fallado y por eso lo abandonaron. Escuché varias de esas cosas acercarse, saqué algunas flechas, esperé a que aparecieran y por una esquina tan pronto vi la cabeza del maldito, liberé la flecha y lo maté. Al otro saqué la katana y le corté las piernas al otro, al parecer solo eran dos, cuando esa cosa cayó me acerqué con cuidado por detrás y le rompí el cuello.

Encontré un vehiculo práctico… una bicicleta, subí en ella y me puse en marcha. Durante el camino varias de esas cosas me quisieron seguir pero no me dieron alcance, de pronto me sentí… divertido… desenfundé una pistola y pasé al lado de un zombie dándole un disparo en la cabeza. Reí un poco… calculo que me quedan cuatro kilómetros. Bajé de la bicicleta para detenerme en una tienda a tomar comida enlatada.

En la tienda aún estaba el empleado… convertido en zombie… le disparé en la cabeza y salí del lugar. Avancé un kilometro… bajé y quise descansar un poco. Pensé “Un tipo vestido de vaquero… armado con dos armas y una katana… hombre… soy el Samurai Cowboy” Subí de nuevo a la bici, encontré otro auto en condiciones. Jugué con los cables nuevamente y emprendí camino… ¿Qué me depara en el futuro en España?