Infierno Zombie

Este es un relato inventado por mi... los personajes son mera ficción. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. ¿Se han preguntado que pasa si pones a los típicos adolescentes mexicanos en medio de un AZ? Pues aqui les traigo la respuesta. Aqui es mas o menos la introduccion de los personajes y la trama, asi que por eso es algo... chafa

[b]Capitulo 1: El comienzo del fin.

Un helicóptero se veía a lo lejos, iba volando hacia el horizonte, en el iban siete jóvenes, al parecer de diecisiete años. Cada uno iba con un arma en sus manos, un piloto perteneciente al ejército gringo operaba la nave. Uno de ellos, alto, cabello negro, piel blanca llevaba en sus manos una katana y a su derecha dos pistolas 9mm. ¿Su nombre? Llámenme: Christopher.

Todo comenzó hace tres semanas, la muerte, la desesperación. Comenzamos siendo un grupo de quince pero debimos separarnos por nuestras propias razones. Pero como quien dice, empecemos por el principio.

Era el 12 de Julio del 2010. El inicio de las vacaciones de verano en México, muchos de mis compañeros estaban emocionados, aún más mi grupo de amigos, déjenme presentárselos, mi amigo más cercano: Edgar, a el le conozco desde mi infancia, somos como hermanos, a el le encantan los videojuegos, más que nada los de disparos. Una de las chicas del grupo: Susana, mi novia. Ella casi siempre se ríe, es muy risueña, es amable con todo el mundo. Otro de mis amigos, Ricardo el es en cierta forma “El abusivo bueno del salón” Tiende a darles tundas a los que se las buscan, es muy bueno usando sus puños ajaja, bueno, siguiendo esta Ana, novia de Ricardo, es la típica niña fresa, la niña de papi… como la odio. Luego está Daniela, mi mejor amiga, la rockera de mi clase, muy ruidosa y malhablada, luego está Johnny, el más serio y tranquilo, cuando nosotros hacemos un escándalo el solo se queda callado. Luego casi por último esta Ramiro, un tipo grande, moreno pero de actitud calmada. Y ahora si, finalmente estoy yo, el típico “raro” del salón, me llaman: Nerd, Friki, otaku y demás adjetivos… la verdad es que si soy un poco otaku, pero bah eso no viene a cuento ahora. El punto es que justa mente ese día… el inicio de las vacaciones también sería el inicio de nuestra lucha por la supervivencia.

Esa tarde al salir del colegio acompañado con mis amigos nos dirigíamos a un pequeño sitio llamado normalmente “El Patinadero” que el nombre no los engañe, ahí solo hay videojuegos y comida pero nada de patinetas o cosas por el estilo. En el camino vimos lo típico, soldados por doquier… el narcotráfico es lo peor que puede existir… o eso pensaba yo. Pues bueno, al entrar, Edgar se fue inmediatamente a jugar The King of Fighters, yo me senté en una mesa y ordené dos hamburguesas, una para mi y otra Susana. Todo nos iba bien hasta ese instante: Un tipo entra tambaleándose en el sitio, se cae sobre una mesa y hace un escándalo enorme.

Ricardo: Eh, Chris, mira ese wey. ¿No es temprano para que ande pedo?

Chris: Nah, la cerveza sabe mejor en la tarde.

Susana: ¿Le ayudamos o lo dejamos?

Chris: Déjalo, es su vida no es mi vida, es su borrachera no es la mía, es su problema no es el mío y que chingue a su madre.

De pronto ese tipo volvió a levantarse, un camarero lo estaba ayudando peor al tratar de hacerlo… el tipo que parecía ser un borracho… le atacó, le mordió el brazo, justo debajo de la palma de su mano… en la vena, el camarero murió desangrado mientras el otro sujeto comenzaba a devorarlo… me aterré, vi el horror en los ojos de Susy. De pronto sin darme cuenta, me encontraba pateando al borracho, no se porque lo hice pero lo hice, lo golpee, fuerte en la cabeza, le derribé pero se volvió a poner de pie… mierda, esto va de mal en peor.

Chris: ¡Nos largamos todos de aquí! ¡Llamen a la policía!

El dueño del local era un amigo mío, le conocemos por el apodo “Cuate”, el, inmediatamente llama a la policía pero las líneas están ocupadas.

Ricardo: ¡Eh, Chris! ¿Qué hacemos nosotros?

Chris: No sé… ¿Me viste cara de Wikipedia para saber todo o que?

Ricardo: ¡Debemos hacer algo!

Chris: ¡Agarra una silla y pónsela encima, así no se puede levantar!

Mis ojos se abrieron de golpe, vi como el camarero antes muerto… se levantaba, su estómago estaba abierto y su cuerpo mostraba las mordeduras sufridas.

Ana: ¡Estaba muerto!

Ramiro: Tu lo dijiste “Estaba” pero ya no.

La gente comenzaba a salir corriendo del sitio, nosotros estábamos como estatuas, no sabíamos que hacer. El camarero se abalanza sobre Cuate y le muerde el cuello… por fin reaccionamos, Edgar sale corriendo junto con las chicas mientras Ricardo y yo tratamos de hacer algo.

Ricardo: ¿Tienes un plan?

Chris: ¿Recuerdas la película que vimos hace una semana?

Ricardo: ¿Resident Evil 2?

Chris: Esa misma… si esto es como en la película, lo más seguro es que sean lentos y la cabeza sea su punto débil. Usa una silla, ten cuidado que no te muerdan, al camarero así lo convirtió.

Ricardo: Ahora ya se porque te dicen Nerd y Friki.

Chris: Cállate.

Ambos tomamos una silla y esperamos que aquel ser se nos acercara lentamente… grave error, el tipo corrió hacia nosotros, pero con suerte conseguimos derribarlo de un golpe.

Ricardo: ¡¿No se supone que deben ser lentos?!

Chris: Es porque su cuerpo aún no esta descompuesto. Es por el rigor mortis.

Ricardo: Bien, ahora dilo en cristiano.

Chris: Si se convirtieron recientemente son rápidos, si ya llevan tiempo estando “muertos” estarán podridos y lentos. Pero mejor vámonos, no quiero tener que enfrentarme a Cuate.

Ambos salimos, los demás estaban afuera viendo estupefactos el horror, en las calles la gente corría siendo perseguida por los seres que hace rato acabábamos de combatir.

Daniela: ¿Y para esto tienes un plan?

Edgar: ¿Qué hacemos?

Chris: Separarse no es la mejor idea, hay que mantenernos juntos, regresemos a la escuela.

Johnny: Si, pendejo. ¿Y nuestras familias?

Chris: En casa, con las puertas cerradas con llave.

Ana: Ósea, ¿no te das cuenta de la situación, looser? Mi papito ha de andar en busca de su princesita, osease yo, naco.

Chris: Por mi vete y que te coman, eres una carga menos. Yo volveré a la escuela. Eviten cualquier contacto con esas cosas, en la escuela habrá más gente que quizás sepa sobre el tema.

Nos encaminamos de vuelta a la escuela, no se porque pero en la escuela yo me sentía más seguro. Entramos. No había nadie, muchos pasillos estaban cubiertos de sangre, caminamos buscando sobrevivientes pero nada. Al entrar al aula de carpintería se me vino una idea. Tomé la pistola de clavos y comencé a serruchar unas maderas y fabriqué: Tan tararaaaan, una MP5 de clavos.

Edgar: ¿Y eso?

Chris: Lo vi en un anime. Como tú eres el que tiene mejor puntería tú la llevarás.

Edgar: …Nunca he disparado un arma real.

Chris: Eres tu o ellos, de preferencia ellos.

Edgar toma la improvisada arma, tomamos algunas cosas del sitio, como: Pistolas de clavos, martillos, matera sólida, etc. Al pasar por un salón la puerta cae y de dentro salen seis de esas cosas, Edgar con certeros disparos acaba con ellos. Seguimos y encontramos a ocho sobrevivientes más, entre ellos a los más odiados por mí: Gerardo, el “chico malo” siempre se burla de nosotros, sus lamebotas: Rodrigo y Luis, con ellos iban tres chicas y dos maestros. Las chicas eran dos conocidas: Yarely, Vanesa y Alexa. Los profesores eran mi maestro de matemáticas: Oscar y mi maestra de inglés: Irma.

Chris: ¡Están vivos!

Oscar: ¿Qué hacen ustedes con material escolar peligroso?

Edgar: Profe, sinceramente no creo que sea el momento.

Chris: Carlos, ¿Qué trajiste del salón de carpintería?

Carlos: Un taladro, clavos, un mazo y un cuchillo para tallar.

Chris: Pásame el cuchillo.

Tomo el cuchillo y con el comienzo a afilar la punta de mi vara de madera hasta convertirla en una lanza.

Oscar: ¿Cómo llegaron aquí?

Chris: En equipo.

Gerardo: Hay si, como no: “En equipo” se oyó muy joto aun viniendo de ti, a puesto a que andabas bien cagado.

Chris: ¡No es el momento! ¡Hay histeria masiva y aun sigues siendo el mismo dolor en el culo de siempre!

Irma: Muchachos, cálmense. ¿Qué proponen?

Gerardo: Esto se llama: Apocalipsis Zombie. Esas cosas son zombies que comen gente y las convierten si las muerden, al principio son rápidos pero…

Chris: …Pero conforme pase el tiempo se pudrirán y volverán lentos, la única forma de matarles es destruyendo su espina o cerebro.

Gerardo: Sabes mucho del tema, putito.

Oscar: ¡Cálmense! Debemos ser unidos, si nos llevamos mal no serviremos como equipo y moriremos.

Al oír esas palabras las chicas de ambos grupos se espantaron. Morir… el motivo por el cual vivimos, la enfermedad crónica que sufre todo humano. Después de hacer negociaciones, decidimos separarnos momentáneamente e ir a nuestras respectivas casas. Yo me dirigí a la mía… ojala y estén a salvo.

Por fin llegué, la puerta está abierta, pero confío plenamente en mi padre. El es parte del ejército mexicano destinado a combatir las fuerzas del narcotráfico, teniendo el unas armas en casa quizás haya podido defenderla.

El horror, mi padre está de espaldas contra la pared, sentado, vivo… loco, llevaba una 9mm en su mano y otra pistola de igual calibre en la funda, el me miró y solo me dice “Se volvió una de esas cosas” Al principio no entiendo hasta que entro al cuarto donde mi padre veía… mi madre estaba con un agujero en su cabeza, muerta. Ahora comprendía todo, mi madre se volvió una de esas cosas y mi padre la tuvo que matar. Escucho un disparo detrás de mí, al voltearme descubro que mi padre se ha suicidado. No puede ser.

Siento las lágrimas correr por mi rostro, mi familia… había muerto y no pude hacer nada para evitarlo. Comienzo a llorar desgarradoramente y caigo de rodillas… definitivamente esas cosas la iban a pagar, mi tristeza se convirtió en odio así de la nada. Inmediatamente tomé las dos pistolas de mi padre y busqué munición en su alcoba, once rondas para cada pistola, lo suficiente para sobrevivir, subo a mi cuarto, la verdad a causa de mi otakuismo tengo dos katanas con filo y se usarlas, me las monto en la espalda. Yo no sabía que hacía, mi puntería era buena pues mi padre me había enseñado, pero una cosa eran blancos inmóviles y otra cosa son zombies furiosos.

Avanzo con cautela, no quiero que esas cosas me persigan, se supone que debo sobrevivir, no creerme Dante Sparda. Por el momento todo marcha bien, consigo llegar a la escuela en una pieza. Todos estaban allí, al parecer nadie murió… dentro de nuestro grupo.

Chris: ¿Qué tal les fue?

Oscar: Mi familia fue puesta a salvo por el ejército.

Susana: La mía también.

Edgar: …

Chris: Te entiendo, lo mismo me pasó a mí.

Edgar: ¿Y ese armamento que te cargas?

Chris: Ah, perdón, toma. Llévate esta katana, eres tan videogamer que has de saber como usarla.

Gerardo: ¿Y nosotros que pendejo?

Susana: ¿Ahora que hacemos?

Chris: Gerardo, cierra el pico, Susana, debemos buscar a los militares para ponernos a salvo. En el peor de los casos y estos hayan muerto, tomen sus armas, verifiquen la munición y no se separen.

Gerardo: Óyeme, ¿Quién te nombró líder? En lo que a mi respecta, yo soy el más indicado para ser líder, yo se de este tipo de cosas.

Chris: OK, te dejaré jugar a ser líder, pero si haces una estupidez que nos pueda costar la vida no dudaré en dispararte entre los ojos.

Gerardo: Plan A: Irnos a chingar nuestra madre de la ciudad, hay que robarnos un carro para que quepamos todos y pelar gallo.

Chris: ¿Plan B?

Gerardo: Deshacernos de la carga inservible, osease: Ustedes. Les advierto, a cualquiera que no pueda seguir nuestro ritmo se le abandonará a su suerte.

Chris: ¡Debemos mantenernos unidos y ayudarnos!

Gerardo: No sirve de nada alguien que solo respire el aire que nos es vital.

En ese momento una horda de esas cosas se nos viene encima, los demás con las armas improvisadas comienzan a hacerles frente a los muertos vivientes. Me acerqué a Susana, no quería que ella saliera lastimada. Yo disparaba sin cesar a los monstruos certeramente en la cabeza. En cierto momento logramos abrir un pasillo y corrimos através de el, pero las criaturas atraparon a el profesor Oscar el cual sujetó del brazo a Gerardo.

Oscar: ¡Ayuda!

Gerardo: Suélteme, ya no sirve.

El maldito golpea al profesor en la cara haciendo que retroceda hacia las filas de muertos vivientes siendo devorado. Por fortuna no hubo más bajas.

Chris: ¡Maldito! ¡¿Por qué no lo ayudaste?!

Gerardo: Era carne de cañón, no nos servía de nada.

Chris: ¡Te voy a!

Gerardo: ¡Cállate! Por ahora los más inútiles en el grupo son: La Maestra Irma, Carlos, Ricardo, Susana, Vanesa, Yarely, Daniela, Ana y tú.

Chris: ¡Que puta casualidad que tú y tus lamebotas no son inútiles!

Gerardo: Yo soy el líder, nunca soy inútil.

La verdad estaba enojado, juro por Dios que casi me daban ganas de cortarle la cabeza.

Chris: ¡Otra horda!

Ahí venían, eran como treinta de ellos, desenfundo mi katana y junto a Edgar logramos eliminar a quince de ellos, Carlos con la improvisada arma atravesaba las cabezas con clavos. Un zombie se acercaba a Gerardo por la izquierda y este ni cuenta se dio… o al menos eso pensé, en cuestión de nada, Gerardo toma a Vanesa y la usa de escudo humano provocando que el zombie la muerda a ella y no a el. Que hijo de puta. Las criaturas dejan de venir. Ahora si estaba cabreado.

Gerardo: Bien hecho equipo.

Chris: ¡Hijo de puta!

Me fui encima de el y comencé a golpearlo tan fuerte que su cara se veía peor que la de un zombie, entre Rodrigo y Luis lograrlo quitarme de encima de su “jefe”.

Gerardo: ¡Te voy a matar!

Un clavo de la nada es incrustado en el pie de Gerardo causando que este comience a gritar de dolor.

Carlos: Si las cosas son así, mejor nos dividimos, Chris, tu eres nuestro líder.

Chris: Gracias. Dirijámonos a la comisaría, debe haber armas allí.

Gerardo: A ver si llegan, siendo tan jotos ustedes capaz que solo logran avanzar dos cuadras con que ya se los cenaron.

Chris: No cuentes con ello.

A partir de ese momento, nuestros grupos se separan e inicia la batalla por la supervivencia.

¿Se cierra el telón?

La segunda parte y creo que la última, ¿ustedes que opinan? ¿La continuo despues de esto o la doy por finalizada?



Nos separamos, Gerardo y su grupo se fueron hacia el sur mientras nosotros íbamos hacia el Este. Caminamos un rato cuando nos vimos rodeados por nueve de esos zombies, en un abrir y cerrar de ojos Edgar con su MP5 de clavos eliminó a tres y yo con mis pistolas les volé las cabezas a los restantes. Tiempo después logramos llegar a la comisaría de la policía, estaba silencioso el lugar. Yo entré primero, no había nadie o eso pensé, tan pronto avancé unos tres pasos, una de esas cosas salió corriendo hacia mi, di dos disparos seguidos con muy poco tiempo entre ellos, fueron muy certeros uno en la cabeza y uno en el corazón.

Chris: Double Tap. Es seguro, pueden pasar.

Comenzamos a avanzar, escuchamos un ruido, como si algo grande, parecido a un elefante estuviera caminando, debía ser algo realmente monstruoso.

Edgar: Oh, yo se lo que va a pasar, siempre sucede en mis videojuegos, escuchamos unos pasos y luego aparece algún monstruo que se viola a tres de los nuestros y finalmente uno de nosotros valientemente lo mata.

Johnny: ¿Cuántas son las probabilidades?

Ramiro: 1, 845,287 contra 0.1847.

Chris: Avancemos.

Solo había unos cuantos zombies, era fácil darles en la cabeza con las cosas que llevábamos. Por fin, llegamos a la armería del lugar, yo únicamente tomé un revólver calibre .44 con suficiente munición, una escopeta semi-automática y por supuesto algo más de munición para mis 9mm. Susana tomó una Uzi, Ana toma una M5, al parecer los soldados abastecían a la policía con armas… o quizás los hacía el narcotráfico. Ramiro toma una MP5, Edgar un rifle Sniper de no se que calibre, Ricardo toma unas pistolas automáticas y una escopeta de doble cañón. Continuamos tomando lo suficiente, la verdad no íbamos muy cargados de arma sino de munición. Encontrábamos muchas cosas sospechosas dentro de esa armería incluso ¿Un lanza-granadas y una bazooka?

Edgar: El lanzagranadas si podemos llevarlo, ¿Y la bazooka?

Chris: Ese ahí déjenlo, no creo que lo necesitemos.

Al darnos vuelta nos encontramos con algo realmente asqueroso, era una criatura sin piel, sus garras eran enormes, tenía grandes ojos rojos, picos en su espalda, grandes colmillos y patas como las de un canguro. Nos observó por un momento, su apariencia era como la de un humano salvo por las características antes mencionadas, finalmente reacciono y le doy un tiro justo en el ojo izquierdo, la criatura comienza a gemir de dolor y aprovechamos para escapar.

Edgar: ¡Te lo dije! ¡Criatura monstruosa!

Susana: ¿Qué hacemos?

Chris: ¡Por ahora, huir! No podemos quedarnos a ver que es capaz ese monstruo.

Durante la huida nos encontramos con otro grupo de zombies, pero en lugar de disparar, Ramiro se adelanta y les suelta un chingazo justo en la cara y los derriba, suerte no lo mordieron. Al subir unas escaleras corrimos por las oficinas de los polis. Nos detenemos, el piso comienza a temblar y de pronto se rompe y de debajo aparece de nuevo la criatura de hace rato. Un zombie que andaba cerca fue capturado por esa rara cosa y con sus grandes colmillos comienza a succionar la sangre del zombie y su ojo antes reventado por mí ahora se estaba regenerando.

Ricardo: Mira el lado positivo, al menos descubrimos que el mito del chupacabras es cierto.

Chris: ¡Disparen!

Comenzamos a balear a esa cosa, pero solo conseguimos agujerarla un poco.

Edgar: ¡Aun lado!

Edgar saca el lanzagranadas y le da un disparo en la cabeza y le derrota… momentáneamente. Esta vez bajamos, salimos de la comisaría y nos dirigimos al área dónde se encuentran los vehículos, oh por Dios. Encontramos un vehículo militar, esas camionetas parecidas a una Hummer, en el techo tenía una torreta, el sueño de cualquier maníaco amante de las armas.

Susana: ¿Y las llaves?

Daniela: ¿No estaban están pegadas?

Chris: ¡Si, si están! Johnny, tu manejas.

Nos subimos a la camioneta y yo me monté en la torreta estábamos listos para partir, pero de pronto esa cosa aparece de nuevo rompiendo la puerta de la cochera de la comisaría, inmediatamente comienzo a acribillarla son cesar y Johnny le pisa al gas y arrolla a la criatura. Escapamos del infierno para llegar a otro infierno, cientos por no decir miles de zombies estaban delante de nosotros. Edgar sale y con el lanzagranadas abre camino entre los zombies y yo les disparo mientras Johnny les sigue arrollando. De alguna manera llegamos a una plaza, la principal. No había muchos zombies por lo que decidimos bajar solamente tres personas. Yo, Carlos y Edgar.

Al bajar nos encontramos con un zombie pero de un movimiento de la katana les corté la cabeza. Cerca de la plaza se encontraban un grupo de soldados junto con otros al parecer civiles. Nos acercamos y descubrimos que los civiles estaban esposados, eran narcos. Decidimos no tener contacto con ellos. Nos alejamos y nos encontramos con un grupo de muertos vivientes, mierda no tenemos tiempo que perder. Mejor decidimos huir pero durante la huida nos topamos con alguien… el grupo de Gerardo, bueno, la verdad solo estaban el, sus lamebotas y Alexa.

Gerardo: Mira nomás lo que nos encontramos, el grupo de putos.

Chris: A un lado, no buscamos problemas, vinimos a ver si había gente que valiera la pena salvar, pero solo están ustedes.

Gerardo: Me ofendes, líder. ¿En que vinieron?

Chris: Que te importa.

Gerardo: Escúchame, hijo de perra. Dinos en que maldito vehículo llegaron o te reviento la cabeza de un disparo.

Para cuando me di cuenta, Gerardo pone una Dessert Eagle en mi cabeza, todos se apuntan los unos a los otros, al parecer el grupo de Gerardo también había encontrado armas.

Alexa: ¡Basta!

Ella gritó, se veía algo alterada. Claro ¿Quién no lo estaría en una situación así?

Gerardo: ¡Cállate, puta!

Alexa: Por no trabajar en equipo perdimos a Yarely la maestra. No quiero morir.

Gerardo: ¿Las perdimos? Ha, te equivocas. YO las maté, eran inservibles, a la maestra, le disparé en el hombro y la dejé a su suerte. A tu hermana, Yarely, le rompí la pierna. Era por el bien del grupo. Ahora, te toca a ti.

Todo pasó en cámara lenta, el le disparó a Alexa en el corazón, al mismo tiempo saco mi pistola y le disparo en su barbilla através de la cabeza y le mato. Antes de que Rodrigo y Luis se dieran cuenta, Carlos y Edgar les disparan. Allí quedaron, cuatro humanos… asesinados por nosotros, tomamos sus armas y volvemos a la camioneta.

Susana: ¿Qué pasó?

Chris: Nada. Johnny, písale.

Nos marchamos, era difícil tener que sobrevivir en ese mundo. Pasamos por una tienda de ropa, debo admitirlo, estábamos sucios, sudorosos y manchados de sangre. Entramos y nos cambiamos de ropa, yo llevaba una camiseta negra, una camisa verde militar encima, unas botas negras, y unos pantalones color kaki. Susana llevaba una chaqueta morada con una camiseta rosa debajo, pantalones azules y un tenis Converse morados. Todos iban haciendo combinaciones y al final salimos.

Estábamos rodeados, no podíamos hacer nada... hasta que nos dimos cuenta de algo…

Daniela: ¿Y Johnny?

Dios nos escuchó, Johnny entra en escena montado encima de la camioneta y arrolla a los zombies dejándonos subir, una vez más comencé a acribillar a los zombies sin piedad. Cuando pudimos llegamos al centro de la ciudad, encontramos un círculo de autos, al parecer los militares habían peleado ahí. Nos detuvimos y comenzamos a tomar cosas necesarias: Medicinas, comida, armas, municiones.

¿Es que la suerte no nos acompañaba? Se escucha un rugido, de entre los autos aparecen animales zombies, gatos, perros, ratas. Comenzamos a dispararles a la vez que nos retirábamos. Pero Susana se tropezó y cayó. Me detuve a salvarla, uno de esos perros nos iba a caer encima pero puse la katana en medio y atravesé al monstruo. Inmediatamente subimos al vehículo y nos retiramos.

La radio comenzó sonar, era un mensaje de la armada gringa. Al parecer estaban evacuando un puente, debíamos ir por allí, pero lo malo es que el maldito puente estaba como a cincuenta kilómetros de nuestra ubicación. Maldigo mi suerte.

Chris: Ya lo oyeron, debemos ir al norte. Allí podremos escapar de aquí.

Edgar: Houston, tenemos un problema.

Chris: ¿Y ese es?

Edgar: Son cincuenta kilómetros de aquí hasta haya, imagínate la cantidad de podridos que habrá.

Chris: Parece que habrá que separarnos para llamar la atención.

Edgar: Amigo, eso no es bueno.

Chris: Aquí hay radios, tómenlos. Nos mantendremos en contacto.

Johnny para el vehículo y va a la parte de atrás con los demás.

Johnny: Somos siete, un grupo deberá ser de tres personas.

Chris: No, Susana y yo iremos por nuestro lado, cualquiera que venga con nosotros dos aparte será una pérdida considerable para ustedes.

Edgar: ¡No, hombre!

Chris: Es mi decisión, vámonos, Susana.

Susana: Si.

Ella y yo salimos del vehiculo. Íbamos por una vereda cuando algo me cae encima, un zombie motociclista me trataba de morder pero su casco no permitía un disparo limpio, entonces pateo a esa cosa y de un tajo le corto la cabeza.

Chris: El tipo… debe haber una moto cerca.

Dicho y hecho, una motocicleta estaba cerca de nosotros y la usamos para llegar al puente norte. En el camino cuando llegamos al puente nos dimos cuenta que estaba lleno de gente y que no podíamos pasar por allí. Tratamos de pasar pero los militares nos rechazaron. De pronto se escucha un disparo.

Susana: ¿Esos pueden ser?

Chris: Si. ¿Aun tienes la lanza que hice en la escuela?

Susana: Si.

Chris: Tiempo de vencer al miedo. Necesitaré de tu ayuda.

Ambos vimos un camión con una rampa y la utilizamos, llegamos donde estaban los demás. Yo con la moto arrollé a algunos zombies y Susana venciendo el miedo, salta de la motocicleta y golpea a varios zombies derribándolos. Ahí estaban. Edgar y los otros. Ramiro les partía la madre a los zombies con un bate que se había encontrado mientras los demás mataban a mansalva a los zombies.

Edgar: Al parecer esto quiere decir que el puente Norte está bloqueadi,

Chris: Hay que intentarlo por el del Oeste.

Edgar: Si.

Terminamos de limpiar la zona, finalmente estaba Zombie Clear. Pero me di cuenta de una cosa.

Chris: ¿Y el vehiculo blindado?

Ramiro: Destruido, esa cosa volvió, el Chupacabras.

Chris: Mierda. El puente oeste está a cinco kilómetros, supongo que podemos llegar.

Emprendimos nuestro viaje a pie. Nos encontramos con un infectado pero lo cocimos a balazos. Vimos el puente, estaba libre y quedaban algunos helicópteros vacantes. Comenzamos a correr pero una vez más… esa cosa… El Chupacabras se nos apareció de la nada. Nos dispersamos y le evitamos así no sabría sobre quien irse… se fue sobre Susana, yo le lancé un balazo de m magnum .44 en la pierna al monstruo y me acabé los dos cargadores en el, luego siguió la Dessert Eagle y aun así esa cosa no caía pero le dí tiempo a Susana de escapar. El Chupacabras como ahora le llamábamos se abalanzó sobre mi pero le solté una descarga de balas de mis 9mm, pero seguía en pie. Un disparo de una escopeta de escucha… Ricardo me salvó el culo, le disparó pero ahora iba sobre el, entonces recordé… yo también llevaba una escopeta, le disparé varias veces.

Ricardo: ¡Corran!

Todos corríamos mientras disparábamos hacia atrás. El Chupacabras hace uso de sus patas y salta sobre mi, con una de sus garra me corta, comienzo a sangrar, tomo mi katana y se la calvo en el corazón, sangre emerge de la herida, tanto su sangre como la mía se mezclan en mi espada, lo pateo lejos… me sentí como un animal en ese momento, corrí hacia dónde la criatura se encontraba y la volví a cortar, esta vez le corté sus piernas… por fin.

Chris: Ya podemos volver.

Nos dirigimos al puente, pero estaba infestado de infectado. No había problema, nos quedamos sin balas pero aun llevábamos armas de impacto. Pero nos encontramos con algo mejor, otro vehículo parecido al que antes llevábamos. Edgar, Johnny, Daniela, Ricardo y Carlos suben. Susana, Ramiro y yo nos quedamos afuera. Los demás comenzaron a avanzar, Johnny se alocó y derrapó golpeando a varios zombies mientras Edgar disparaba. Susana corrió y saltó pateando a dos zombies en la cabeza con ambas piernas y a uno tercero le clava la lanza en su cara, Ramiro con el bate les aplastaba las cabezas a los zombies. Escuchamos un rugido y sentimos un escalofrío, volteamos a ver el sitio dónde dejamos al Chupacabras y vimos con horror como al monstruo le salían alas y volaba hacía dónde nos encontrábamos. Una vez más sentí ese instinto asesino, pero la criatura me pasa de largo y captura a Carlos mientras este gritaba, le clava sus enormes colmillos y regenera sus piernas. Esta vez enloquecí. Corrí, le golpee con mi puño izquierdo haciéndole perder el equilibrio, de un hábil movimiento ruedo sobre su espalda y desde su flanco izquierdo le corto la cabeza.

Al morir la bestia suelta a Carlos y su sangre salpica en mis heridas. Una vez más, antes de que el monstruo tocara el suelo, corto su pecho y hundo mi mano en el y saco su corazón. Mis ojos reflejaban rabia… pero me calmé de la nada.

Edgar: Hombre… eso… fue… ¡GENIAL!

Chris: Vamonos.

Finalmente abordamos el helicóptero restante.

Eso fue lo que me pasó en esa ciudad… se le conocía como Hollow Hill, pero ahora yo la veo como Hell Hill. Ahora no sabemos a dónde nos dirigimos, solo sabemos que es a un lugar seguro. Pero nunca podré olvidar lo que pasó en esa ciudad.

En alguna base de la antártica.

¿?: ¿Cómo nos fue con el pequeño experimento? ¿Encontraste a algunos humanos que valieran la pena?

¿?2: Si, un grupo de jóvenes, sobrevivieron sin problema alguno y tienen unas habilidades fantásticas. Incluso uno de ellos tuvo la suerte de ser compatible con el virus, solo es cuestión de tiempo para que los poderes se le desarrollen.

¿?: ¿Y que hay de la criatura? ¿Qué le pasó a MZ75?

¿?2: Es historia, el grupo de chicos lo mató… bueno, no fue el grupo entero, fue el chico que te mencioné.

¿?: Joooo, entonces esto se volverá interesante una vez soltemos el Virus S por toda la tierra.