El Creyente - Un relato sobre un hombre contra su fe en pleno fin del mundo

At-o Jue Abr 19, 2012 3:00 am

Espero les guste

I

Felipe Rojas era el primero
en llegar a misa los domingos, siempre ha sido católico, no había un solo
momento en que dejara la santidad de lado. Sus padres eran los principales patrocinadores
de las obras eclesiásticas, desde edificaciones hasta gastos del sacerdote del
pueblo donde nacieron y murieron. Perdieron la mitad de su fortuna en ese afán.

No había día en que no se
santiguara, no había noche en que no durmiera encomendado al señor, a los
ángeles del cielo, a María, a Jesús, no dejaba santo sin nombrar, se caso muy
joven con la muchacha mas virtuosa que sus padres vislumbraron, María
Benedetti, de una familia de raíces chilenas y muy arraigada en la fe, tal para
cual.

María, hasta el nombre era
ridículamente puro y genuino, ambos encabezaron “Los infantes al servicio de
Jesús”, “Jóvenes al servicio de Jesús”, “Comunidad al servicio de Jesús” y
“Matrimonios al servicio de” no hace falta seguir, adivinaste el nombre.

Desde chicos se trataron,
hablaban prácticamente el mismo idioma, respiraban los mismos aromas, caminaban
en el sendero que les fue marcado, era lógico que cayeran victimas del amor, su
ceremonia fue la más larga de la historia del pueblo, misa en latín y en español.
La luna de miel duro solo 2 días, no podían dejar la pedida de limosnas por
mucho tiempo. Creo que voy muy rápido, es
importante contarte algunas cosas sobre Felipe antes de que diera su mal paso.
En realidad no era un hijo legitimo de la familia Romo, se trataba de un chaval
adoptado, en virtud de parecer “buenas personas” fue acogido por sus padres
adoptivos.

En la escuela destaco en
todas las materias salvo en biología, no podía aceptar que Dios no creo todas
las cosas, era un tipo relativamente amigable, por decreto debería de ser
amable con todo el mundo, para no cometer ninguna clase de pecado u omisión que
ofendiera las leyes cristianas.

Mientras todos sus
compañeros en la adolescencia se dedicaban a fajar y coger, Felipe trataba de
mantener la rectitud de su camino, de hecho se rumoraba que era una especie de
homosexual reprimido, cosa desmentida cuando conoció a María, la llenaba de
atenciones, parecía que todo el amor retenido exploto en ella, desde osos
enormes de peluches, mariachi (cantando canciones por supuesto no muy
pasionales) de serenata y detalles que solo un hombre en constante contacto con
su corazón podía dar.

Hablo de sus actividades
porque sabrán que todo ese tiempo estuvo atento a todo lo relacionado con la
iglesia, es ilógico que alguien, que un tipo como él se alejara siquiera un
ápice de su formación. Fue cuando se caso que
comenzó a decaer su vida, estaba acostumbrado a vivir solo.

2

Desgraciadamente Felipe no
logro descifrar los secretos del matrimonio por seguir al pie de la letra las
enseñanzas católicas descuido a su esposa, tanto así que acabo pidiéndole el
divorcio, una mancha en su historial católico que ni sus propios padres
perdonaron, ellos prefirieron mudarse a la ciudad antes de convivir con un
apestado. La cuestión se gesto así,
nuestro personaje solo tuvo sexo en dos ocasiones con su mujer en un lapso de
dos años, tiempo total del matrimonio, la primera fue en la luna de miel por
lógica, en la segunda ocasión “fue un error” provocado por la excitación.

El trabajaba como
administrador de la fortuna de sus padres, ella (a pesar de lo regaños de su
esposo) no dejo de ser cajera en un banco de la zona, como buen marido mexicano
deseaba proveer todo el dinero que se gastara en su hogar. Sin querer su primera
hija fue el motivo de peso para que María dejara su empleo, jamás habían
experimentado la dicha de ser padres.

Su hija se convirtió
entonces en el motivo para estar cada vez más juntos, unirse como pareja, como
si se tratara de una telenovela de Thalia nombraron a su bebita como Dulce
María, siendo el primer nombre elegido por ella, Felipe siempre quiso nombrarla
Guadalupe, su evidente fervor le hizo recordar a su esposa las tardes difíciles
sin nada que hacer.

Fue cuando Felipe preparaba
todo para celebrar el primer año de su hija y el segundo aniversario de bodas
cuando se dio cuenta de todo, mientras llamaba por teléfono al restaurant más
elegante de la zona entro a la habitación que compartía con su mujer, la cual
por cierto no pudo localizar todo el día por celular, buscaba sus lentes para
verificar que todo lo que había pedido de cena estaba listo, entro solo para
ver como los cajones donde guardaba la ropa su mujer estaban vacios. Una nota
lo explicaba todo, estaba justo donde un separador dictaminaba hasta donde
llevaba de la biblia, María sabia que le pondría atención a ese libro puesto
sobre la cama, María sabia como llamar su atención para leer su mensaje.

-Lo siento Felipe no puedo
continuar así, te encargo a mi hija.

Corrió rápidamente hacia la
habitación de María, no había necesidad de mencionarla como Dulce María, desde
ese momento no existiría nadie que reclamara por el doble nombre, alguien que
quisiera discutir por nimiedades. Toda la noche fue un
suplicio, Felipe abrazaba a su hija quien recibía pequeños chorros de lagrimas,
rápidamente tomo lo poco que quedaba de paciencia para dormir a la única
persona que lo acompañaba en casa, después fue a su recamara para echar en una
enorme bolsa de plástico negra las pertenencias que le quedaban, puso en
volumen bajo temiendo despertar a su niña “Sombras en tiempos perdidos”, única
canción no cristiana que cantaba a pulmón.

A medida de que la noche
cedía su espacio al amanecer Felipe fue quedando totalmente dormido. Durante el
tiempo consiguiente fue alejándose cada vez mas de todo y de todos, salvo la
iglesia, sin descuidar a su hija, la cual fue creciendo teniendo como único
soporte a su padre.

Felipe seguía siendo muy
rico, tenía ahora a dos administradores que sin lugar a dudas le quitaban su buena
tajada de dinero “por afuera” pero aun así tenía el dinero como para pasar unas
vacaciones en tierra santa como regalo de cumpleaños a la pequeña María de 8
años, para una persona como él no le era difícil acreditarse debidamente ante
cualquier autoridad, inclusive la eclesiástica, quienes lo recomendaron
ampliamente por su “Labor en pro de la iglesia católica”.

María, su única María
restante, se la paso divertida, cuando un hijo (a) se da cuenta que solo tiene
un padre suele ser demasiado cariñoso hacia el padre restante, ella era el vivo
ejemplo de lo dicho, por dentro preferiría que su regalo fueran dos barbies o
soñando muy despierta un viaje a Disneylandia, no chistaba, ni reclamaba, sabía
que su progenitor adoraba esta clase de cosas y ella disfrutaba el solo hecho
de estar con él.

Todo el transcurso del viaje
fue acompañado por una extraña calma, se presentía en el aire, algo iba a
pasar, durante su estadía en tierra santa los celulares comenzaron a fallar, no
hicieron ni recibieron ninguna noticia, lo peor fue cuando un cuervo cayó
muerto sobre una estatua de Jesús, algo iba a pasar.

3

Felipe y María, la singular
pareja de padre e hijo estaban a punto de dormirse por el cansancio del viaje,
sentados en primera clase ordenaron una especie de tapa ojos para conciliar el
sueño, su vuelo era por la mañana. Justo estaban por despegar, el tren de
aterrizaje estaba subiendo para que se elevara el Avión, la pista del
aeropuerto comenzaba a terminarse cuando vieron como una parvada de aves
blancas cayó sobre el techo de la terminal aérea, como es común en estos casos
el piloto tuve que maniobrar para mantener el avión en tierra, puesto que las
aves que golpean a un avión en vuelo suelen ser señales de muerte segura por
problemas mecánicos.

Apenas se recuperaban del
susto bajando del avión cuando cientos de aves cayeron a lo largo de la pista,
todas muertas, sin ninguna herida, María estuvo a punto de ser golpeada por una
de ellas, todos los pasajeros huyeron buscando refugio, Felipe fue alcanzado
por una mientras corría, más bien fue golpeado por el cuerpo inerte de un ave
muerta tratando de proteger la cabeza de su hija.

La primera reacción de la
gente en el aeropuerto después de ponerse histérica fue poner la sagrada
televisión, en ella se reportaban diversos fenómenos ocurridos no solo en
Israel sino que también en otras partes del mundo, desde osos polares cayendo a
las aguas heladas del polo norte, caminando solo para ahogarse, hasta delfines
flotando en estanques de parques acuáticos. La gente miraba horrorizada,
algunos habían ido al baño para vomitar, pero regresaban por mas, Felipe leía y
escuchaba atentamente cada una de las cosas que los conductores de las noticias
comentaban, era por lógica que con tanto tiempo libre aprendería tantos idiomas,
los reportes siguieron surgiendo como gotas de lluvia que se convierten en
aguacero, las primeras confirmaciones venían de América y Asia, Europa se sumo
justo después, en África las imágenes eran fuertes, cocodrilos saliendo de los
pantanos, toda clase de animales dirigiéndose a los desfiladeros del ecosistema
selvático para arrojarse y morir.

No había duda de que esto
era una crisis mundial, lo primero que fue señalado era que se trataba de un
ataque químico, con terroristas islámicos como principales sospechosos, un
ataque fallido según el secretario de defensa estadounidense, puesto que no había
reportes, rumores o imágenes que probaran suicidios de personas, terminaba de
dar su declaración cuando llegaron a las redacciones de las principales cadenas
televisivas unos videos donde diversas sectas satánicas y religiosas
extremistas mostraban los suicidios colectivos de sus miembros, las
exclamaciones de asombro no se hacían esperar.

Felipe estaba tan
consternado que no se apresuro a tapar los ojos de su pequeña hija, ella miro
cuando un tipo de unos 60 años decía en ingles; idioma que entendía, que era su
último suspiro para mostrar a muchos miembros de su culto llorando, moviendo
sus manos despidiéndose, las imágenes que siguieron eran crudas, se prendían
fuego mientras arrojaban por una ventana la cámara.
-Cielo, no debiste mirar
esto, acompáñame vamos a comprar un helado quieres.

Realmente Felipe no llevaba
a su tierna hija a comprar, el mismo se alejaba de la televisión, no soporto
mirar más lo que acontecía en el mundo. Estuvo leyendo con ella la biblia un
momento hasta que escucho que por las bocinas del aeropuerto reanudaban las
actividades y los vuelos, en menos de 40 minutos estaban ambos abordando el
avión que los llevaría de vuelta a casa. Cuando estaban en el aire no
lograron conciliar el sueño en ningún minuto de la enorme travesía, escuchaban
las conversaciones de los demás pasajeros, todos querían un culpable y una
solución, el culpable era Al Qaeda, Osama Bin Laden, la solución estaba en
camino, el ejercito estadounidense era visto en varias imágenes preparándose
para sarpar y detener a los culpables del genocidio animal. Los principales
portales de internet señalaban que una fuente interna se comunico con ellos
para explicarles la situación de peligro, el secretario de defensa de nuevo dio
declaraciones confirmando las acciones de su país.

En todo el avión se
escuchaban voces, las cuales callaron cuando el piloto los insto a no mirar lo
que sucedía por las ventanas, estaban en medio de algún océano y como habrán de
suponer todos hicieron exactamente lo opuesto a lo indicado, las voces
callaron, solo se escuchaban sonidos de asombro y llanto, abajo, en el mar,
estaba una densa capa de animales, desde enormes ballenas hasta pequeños peces,
todos flotando, muertos.