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Segunda prueba
¿Furulas?
CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
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Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
- Spoiler:
Nombre: Dexter Miller
Edad: 29
Idioma: español, ingles
Oficio: Maestro.
Apariencia: es alto, pelocastaño, lacio y corto, ojos color marron, usa lentes, Usa una camisa manga larga blanca y desfajada, y un pantalon negro.
Personalidad: Es un chico normal, no es muy bueno en las matematicas pero es bueno en los deportes, aunque al estar bajo presión lo hace todo mal, por lo regular, o mejor dicho, casi siempre que conoce a alguien, creen que pertenece a un gupo comercial, lo confunden con vendedor ambulante, el, la mayoria de las veces es muy discreto, casi no habla, aunque por dentro es muy fiestero.
Historia:Dexter miller, antes Psicologo, ahora acual Maestro de primaria en una escuela al este de Wenatchee,
dexter era una persona muy humilde del pais de Mexico, por su inteligencia y buena aptitud por los deportes fue seleccionado para estudar en el extranjero a Los Angeles para ser exactos. Debido a su debilidad, (las matematicas) decidió hacer de especialidad "Psicologia Educativa" y empezó a hacer servicios gratuitos, fue asi como empezó a ganar fama de buen psicologo, y meses despues, creó su propio consultorio.
Debido a un cliente que lo intentó matar, Dexter escapó hacia un pueblo llamado Wenatchee y se cambió de nombre al que ahora lleva puesto, su nombre real es un misterio. ahora enseña en una primaria al este de wenatchee.
-Gracias, me será Util- Le dije a Gaara, un estudiante que por azares del destino estaba atrapado conmigo y quien me dió un martillo un poco viejo pero util.
Un sonido se retumbó por todo el edificio, el sonido del un cristal partiendose en mil pedasos, segundos despues, otro sonido se escuchó, un escalofrio recorrió mi cuerpo, parecían gemidos de dolor, de sed de sangre, eran los mismos que hace unos minutos, de esas criatruras a las que Hooke nombró "Zombis"....
-Maldita sea! entraron!- gritó Gaara, mientras buscaba alrededor algo con que cubrir la puerta. -Hay que bloquear la puerta entrada-
Era buena idea pero...
-¿Como haremos eso?- le pregunté.
Gaara salió al pasillo, y Tiró las taquillas..
-Esto los detendra unos segundos, de mientras ayudenme a mover esto- dijo señalando el estante de trofeos que estaba en la pared,
me quité la camisa, la enrolle en mi mano y golpee el cristal de aquel estante, rapidamente quité todos los trofeos que pude y lo empujamos, de manera que bloqueara el pasillo adyacente,
-Yo me quedaré aqui a sostenerlo, tu ve por sillas o lo que veas para que quede firme- me ordenó Gaara, y le hize caso, porque sabia que no tendria las fuerzas nesesarias para sostenerlo si lo empujasen, ya que bajo presion no trabajo muy bien...
Al entrar al salon, le dije a Jerry que se escondiera, pero el de respuesta solo vomitó un charco de sangre, y se desplomó en el suelo, sabia que estaba muerto, ademas no tenia tiempo que peder, asi que lo ignoré y saque arrastrando el escritorio del maestro, ya que era el mas grande que las sillas, y lo llevé donde estaba Gaara, regresé al salón y jalé una silla, pero, Escuché el gritó de Hooke, asi que la solté y fui a ver que pasaba,
-Ayuda, No podré sostenerlo- Me gritó Gaara con dificultad, empujando el estante, aunque parecia que algo empujaba del otro lado. Estaba dispuesto a ayudarle a empujar, pero, una mano se asomó por el borde del estante, asi que rapidamente tome mi martillo y la golpee, haciendo que cayera al piso, y que retrocediera aquel montruo,
-Corre- le dije -Volvamos al Salon, rapido-
soltamos el estante al mismo tiempo y regresamos al salon corriendo a toda velocidad, Gaara iba tirando taquillas por el pasillo, y parecia que funcionaba, porque aquel montruo se tropezó con la primera taquilla que tiró,
cerramos la puerta con pestillo, y la bloqueamos con sillas.
-Eso estubo cerca- le dije a mi acompañante, mientras suspiraba...
-Cuidado!!-me gritó. al voltear Gaara habia atravesado a Jerry con su lanza improvisada, pero este aun se movia, asi que sin dudarlo tome mi bate y le golpee en la cabeza, y si las peliculas no se equivocan, Eso habrá terminado con el...
Unit Zero W01- Aprendiz de cazador
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Edad : 29
Fecha de inscripción : 24/07/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
LEO FALCONE
Ficha
Objetos
Leo no pudo evitar lanzar una leve risa al ver los objetos del pastor.
- Padre, tenemos unos.. unos... unas cosas haya afuera queriendonos matar y usted trae agua bendita y una cruz? Seria mejor si tomara uno de los candelabros y se defendiera en caso de que...
- El señor es mi defensa, joven argentino - Dijo de manera contundente con una sonrisa en el rostro.
Leo lo observo por un momento "¿Que lo impulsa a decir eso?.."
La puerta estaba cediendo rapidamente, se habia escuchado un crujir pero no parecia haber sido rota.
- ¿Que fue eso? - Pregunto Charlie intrigado
Leo sabia perfectamente que era, ese golpe no habia sido de la madera quebrandose... era la mano de alguien haciendolo...
- No preguntes, vamos a la sacristia, rapido! - Leo tomo el candelabro y empezo a correr con el padre a sus espaldas, pero de repente se detuvo al notar que Charlie estaba detenido.
- Los candelabros... los necesitaremos...
Era verdad, los necesitarian y el no podia cargar a Daniel y los dos objetos al mismo tiempo
- Solo ve, yo volvere y tomare los candelabros, padre lleve el mio por favor.
El padre guardo el frasco en su bolsillo y trato de tomar el candelabro, que sostenia de manera algo ridicula con todas sus fuerzas.
Leo volvio por los otros dos, le costaba trabajo levantar ambos, cuando por fin lo logro solo fue para caerse y darse un fuerte golpe con una de las banquinas de la Iglesia. Lanzo unos insultos en español antes de tratar de sostener los objetos denuevo.
- Vamos, estupidos cande.. - Su voz se detuvo al mismo tiempo que su respiracion.
La puerta habia cedido y se veia un brazo alargandose hacia el joven argentino por un pequeño hoyo, que estaba a unos dos metros de su posicion. Leo habia entrado en shock, no podia creer lo que veia, parecia una mala pelicula de terror de los años 80', ¿de verdad eran zombies? ¿de verdad pensaban comerlo? El no era el tipo de personas que se impresionaba facilmente, muchas veces habia obtenido giros inesperados en los juicios y aun asi esbozaba una sonrisa soberbia y continuaba hasta que el jurado lo declaraba culpable ¿Pero esto? El mundo habia cambiado en un abrir y cerrar de ojos para Leo Falcone, si esto continuaba deberia ser asesinado por esas criaturas... o asesinarlas... ¿Que debia hacer? ¿Que?
- Forastero! apresurate, esa puerta no durara mucho mas! - Grito el hombre desde la sacristia
El joven volvio en si y tomo uno de los candelabros, que abalanzo fuertemente contra el brazo. Sintio un grito de dolor del otro lado.
- Con eso basta... por ahora
Despues de ello tomo el otro y empezo a correr a la sacristia. No sabias si era la adrenalina o el miedo, pero ambos objetos parecian livianos ahora. "No, no debo matar a nadie.." Justo antes de llegar a la puerta, cayo al interior dejando caer los objetos. El padre cerro la puerta bajo llave.
- Por todos los santos.. - Dijo con la respiracion acelerada
Leo intentaba recuperar el aliento mientra miraba al techo. Daniel empezo a llorar en aquel momento.
- Calma niño, calma... - saco el encendedor del bolsillo de sus vaqueros y lo prendio un par de veces en frente de el.
Daniel trato de tomarlo pero Leo lo guardo rapidamente.
- No quiero que lo rompas, lo necesitare para los cigarrillos cuando salga de aqui - Dijo devolviendoselo a su bolsillo
"No debo matar... no debo ser matado.." pensaba mirando se recostaba en el piso "Hay una tercera opcion... Huir" ...
Ficha
- Spoiler:
- Nombre: Leo Falcone
Edad: 25
Idioma: Español, Ingles, muy poco de Italiano
Oficio: Abogado
Apariencia: Contextura media, pelo castaño claro, ojos oscuros. Por lo general usa trajes, debido a las constantes reuniones. Pero cuando no se encuentra en eso, usa remeras manga largas y chaquetas, una vida de crianza con sus dos hermanas le habian dejado un gusto por la moda.
Personalidad: Es una persona ambiciosa, siempre quiere mejor en si mismo, aunque esto a veces lo lleva mas alla de sus propias limitaciones. Fuerte sentido de la justicia y rapida adaptacion, trata de llevar la cabeza en todo, aun cuando no tiene la mas minima idea sobre ello.
Historia: Leo nacio en la ciudad de Buenos Aires, Argentina en 1985. Comenzo como abogado a la corta edad de 23 años, entusiasmado por querer poner justicia, se vio condenado a un mundo donde gana quien tiene mas dinero e influenciadas, rechazado repetidas veces por su negacion a defender a acusados que el encontraba culpable. Esto rapidamente le enseño que nada era lo que parecia, y que la carrera de justicia e ideales que habia estudiado durante tantos años, no era mas que otra de las formas que la gente de poder tenia para manipular a la ley.
Decidio tomar su dinero que habia hecho en sus cortos años de trabajo honesto y tomarse unas vacaciones en un pueblo que un colega le habia dicho, el cual era famoso por su "Festival de la Manzana", siempre habia querido conocer USA, pero con toda la criminalidad, eligio un pueblo tranquilo donde descansar. "Eso deberia calmar mis nervios" penso mientras leia un folleto.
En eso saco un relicario de su bolsillo, lo abrio, era una foto de su difunto padre, quien le habia inculcado aquellos valores que el defendia con su vida.. "Siento no poder haber sido como tu... no en este mundo, padre" penso en aquel momento, sus ojos se perdieron por un momento en los recuerdos de su infancia.
Objetos
- Spoiler:
- x1
(3)
Leo no pudo evitar lanzar una leve risa al ver los objetos del pastor.
- Padre, tenemos unos.. unos... unas cosas haya afuera queriendonos matar y usted trae agua bendita y una cruz? Seria mejor si tomara uno de los candelabros y se defendiera en caso de que...
- El señor es mi defensa, joven argentino - Dijo de manera contundente con una sonrisa en el rostro.
Leo lo observo por un momento "¿Que lo impulsa a decir eso?.."
La puerta estaba cediendo rapidamente, se habia escuchado un crujir pero no parecia haber sido rota.
- ¿Que fue eso? - Pregunto Charlie intrigado
Leo sabia perfectamente que era, ese golpe no habia sido de la madera quebrandose... era la mano de alguien haciendolo...
- No preguntes, vamos a la sacristia, rapido! - Leo tomo el candelabro y empezo a correr con el padre a sus espaldas, pero de repente se detuvo al notar que Charlie estaba detenido.
- Los candelabros... los necesitaremos...
Era verdad, los necesitarian y el no podia cargar a Daniel y los dos objetos al mismo tiempo
- Solo ve, yo volvere y tomare los candelabros, padre lleve el mio por favor.
El padre guardo el frasco en su bolsillo y trato de tomar el candelabro, que sostenia de manera algo ridicula con todas sus fuerzas.
Leo volvio por los otros dos, le costaba trabajo levantar ambos, cuando por fin lo logro solo fue para caerse y darse un fuerte golpe con una de las banquinas de la Iglesia. Lanzo unos insultos en español antes de tratar de sostener los objetos denuevo.
- Vamos, estupidos cande.. - Su voz se detuvo al mismo tiempo que su respiracion.
La puerta habia cedido y se veia un brazo alargandose hacia el joven argentino por un pequeño hoyo, que estaba a unos dos metros de su posicion. Leo habia entrado en shock, no podia creer lo que veia, parecia una mala pelicula de terror de los años 80', ¿de verdad eran zombies? ¿de verdad pensaban comerlo? El no era el tipo de personas que se impresionaba facilmente, muchas veces habia obtenido giros inesperados en los juicios y aun asi esbozaba una sonrisa soberbia y continuaba hasta que el jurado lo declaraba culpable ¿Pero esto? El mundo habia cambiado en un abrir y cerrar de ojos para Leo Falcone, si esto continuaba deberia ser asesinado por esas criaturas... o asesinarlas... ¿Que debia hacer? ¿Que?
- Forastero! apresurate, esa puerta no durara mucho mas! - Grito el hombre desde la sacristia
El joven volvio en si y tomo uno de los candelabros, que abalanzo fuertemente contra el brazo. Sintio un grito de dolor del otro lado.
- Con eso basta... por ahora
Despues de ello tomo el otro y empezo a correr a la sacristia. No sabias si era la adrenalina o el miedo, pero ambos objetos parecian livianos ahora. "No, no debo matar a nadie.." Justo antes de llegar a la puerta, cayo al interior dejando caer los objetos. El padre cerro la puerta bajo llave.
- Por todos los santos.. - Dijo con la respiracion acelerada
Leo intentaba recuperar el aliento mientra miraba al techo. Daniel empezo a llorar en aquel momento.
- Calma niño, calma... - saco el encendedor del bolsillo de sus vaqueros y lo prendio un par de veces en frente de el.
Daniel trato de tomarlo pero Leo lo guardo rapidamente.
- No quiero que lo rompas, lo necesitare para los cigarrillos cuando salga de aqui - Dijo devolviendoselo a su bolsillo
"No debo matar... no debo ser matado.." pensaba mirando se recostaba en el piso "Hay una tercera opcion... Huir" ...
SkyFlames- Superviviente
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Fecha de inscripción : 19/06/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
Derek Morgan
Ficha
Armas:
Derek se disponía a registrar la primera planta cuando oyó los gritos. Parecía que procedían del baño, pero también pareció oír otros procedentes de algunas aulas de estudio. Resolvió dirigirse primero al baño. Se encamino pasillo arriba, vio a uno de esos zombies a su izquierda, lo esquivó y continuó su camino.
- Al menos tenemos la suerte de que son lentos y estúpidos - pensó para si mismo.
Hizo un camino mucho más largo del que tocaba, y aún corriendo tardó 3 minutos en llegar al baño, pero prefirió hacer esto ya que no sabía cómo reaccionaría si tuviera que enfrentarse otra vez a alguna de esas criaturas. Aún se escuchaban los gritos, y Derek vio que procedían del baño de mujeres. Entró sin dudarlo, pero había llegado demasiado tarde. Yacían en el suelo 3 chicas totalmente desangradas en un espectáculo grotesco, y la cuarta, que aún estaba viva, tenía un zombie mordiéndole el cuello por la yugular, y a resultado de esto perdía sangre a una cantidad enorme. Derek no pensó siquiera, y en un acto reflejo cogió el pesado libro con ambas manos, y como más fuerte pudo, le arreó de lado a la criatura en toda la cabeza. Ésta salió despedida contra la taza del váter, donde chocó con la cabeza contra ella y se desplomó. Derek se dirigió rápidamente a la chica herida, pasando por encima de sus compañeras, las cuales yacían ya muertas. No pensó en el zombie, en esos instantes en lo único que pensaba era en la vida que tenía en sus manos. No sabía cómo actuar, así que únicamente presionó la herida con las manos. La sangre continuaba saliendo, y Derek notaba como escapaba la vida de la chica entre sus dedos. Quizás más para tranquilizarse a el mismo que a la chica no paraba de decir:
- Tranquila, todo irá bien, todo irá bien...
La chica emitía un sonido burbujeante cada vez que intentaba decir algo, pero era incapaz de emitir sonido alguno. Derek estaba cada vez más nervioso, no se atrevía a levantarla puesto que no sería capaz de controlar la hemorragia, pero tampoco podía dejarla así en ese estado. Fue entonces cuando oyó un ruido, se giró y vio a otra zombie salir del armario de la limpieza, vestida como una encargada, y otro más salir del retrete. En ese momento Derek tuvo uno de los dilemas más grandes de su vida, dejar morir a la chica, o intentar salvarla en un intento desesperado. Egoístamente, pero también sensatamente, se decantó por la primera opción, y tras musitar un flojo - lo siento - y asaltarle las lágrimas en los ojos empezó a correr hacia fuera del baño. En un último instante se giró y vio los brazos de la chica alzados en un intento inútil de reclamar su ayuda, pero Derek no pudo más que aguantar las lágrimas y salir del baño.
Se apoyo en la primera estantería que vio libre, y luchó para combatir las náuseas. Se sentía fatal, terriblemente mal por haber abandonado a esa pobre chica.
- No podía hacer nada, hubiéramos muerto los dos ahí dentro si no me hubiera ido... Pero aún así podría haber intentado ayudarla, y no lo hice...
- Hiciste todo lo que pudiste - dijo otra voz. Derek se sobresaltó, y vio a una estudiante afroamericana junto a él. Llevaba una camiseta de tirantes y unos vaqueros, así como unas trenzas en el pelo.
- Vi lo que pasaba cuando pasé corriendo junto al baño, pero no me dio tiempo a entrar. Siento lo de tu amiga. Pero como te he dicho, has hecho todo lo que has podido - dijo ella.
- No lo entiendes - le respondió él entre lágrimas - Ni siquiera la conocía, si es que no sabía ni su nombre! No sabes lo que es condenar a alguien a muerte, ver como escapa su vida a través de tus manos sin poder hacer nada...
- Entiendo más de lo que crees. Yo me separé de mis compañeros, y ahora no sé siquiera si están vivos o no. Vamos, debemos apresurarnos y encontrar refugio.
- Están habilitando un refugio en la segunda planta - le respondió el, ya más calmado - de momento solo estamos nosotros, la señora Patty, la bibliotecaria y otro chico joven. Pero antes debemos registrar esta planta para ver si hay más supervivientes.
- Créeme, no los hay. Lo único que hay son cadáveres y zombies. Pero encontré una puerta abierta por donde creo que escaparon todos los que pudieron, o almenos, los que estaban en las salas de estudio.
- De acuerdo entonces, vayamos a la segunda planta. Es ahí donde está el refugió.
Ambos se dirigieron corriendo hacia allí, sorteando a las criaturas por el camino, intentando evitar en toda medida posible su contacto. Subieron las escaleras y veían ya la puerta abierta con bastantes sillas y mesas detrás, preparadas para una barricada.Se oían las voces en el interior cuando Derek preguntó:
- Por cierto, me llamo Derek. Cuál es tu nombre?
- Yo soy Obara. Mira, más psicópatas de estos. Deberíamos entrar y dejar la charla para luego.
Derek asintió y por fin entraron los dos a la sala de informática, convertida de repente en lo más parecido a un refugio que tenían.
Ficha
- Spoiler:
- Nombre:
Derek Morgan
Edad:
20 años
Idioma:
Inglés y español
Oficio:
Estudiante de Psicología en la Wenatchee Valley College y becario en la misma librería de la universidad.
Apariencia:
mide 1’80, pesa 75 kg. Es delgado para su estatura, pero tampoco es muy sano ya que no hace mucho deporte y fuma entre 6 y 10 cigarros al día. Tiene el pelo castaño, corto, y los ojos marrones. Su indumentaria es normalmente de color negro. Viste un pantalón negro y unas botas como de motorista que le llegan hasta la mitad del gemelo, y una camiseta de los Guns N’Roses. Encima de ésta lleva un jersey también negro. Lleva barba de 4 días.
Personalidad:
A pesar del aspecto desaliñado que le confiere cierto aire de “raro” y dejado, es un chico muy afable. Si bien es cierto que es un poco introvertido y le cuesta un poco abrirse a la gente, cuando coge confianza con alguien se le ve leal y amistoso. Sus amigos en la universidad lo consideran un tipo muy majo, muy dado a la fiesta, pero también un hombre serio y adusto cuando es necesario. La gente que no lo conoce normalmente se muestra más distante al principio hasta que se entabla un poco de comunicación y se ve que no es el tipo huraño y mal vestido que se suele pensar, sino un estudiante universitario normal y simpático.
Historia:
Derek nació en Leavenworth, un pequeño pueblo situado a unos 40 kilómetros de Wenatchee siguiendo la carretera 285 y luego la 2 hacia el interior. Su padre era un profesor de la Universidad de Stanford que fue a hacer unas conferencias en la Universidad de Leavenworth, allá por los años 90, dónde conoció a su madre, una camarera hispana, Maria Fernandez, que trabajaba entonces en el Big Y Café.
Una cosa llevó a la otra, ella veía en él un hombre culto y sabio, mientras que él veía un lío magnífico, acabaron enrollándose y ella se quedó embarazada. El hombre no se podía permitir ese tipo de deslices, así que conforme se enteró de que la camarera con la que había estado tuvo un hijo y ante las constantes insistencias de ella para que lo criara el decidió comprar el silencio con una gran cantidad de dinero. Después de eso no se supo nunca nada más de él.
Crió a su hijo, Derek, ella sola, ya que no tenía contacto alguno con su original familia de Cuba (de ahí que haya enseñado a Derek escribir y hablar español), y cuando su hijo tenía 14 años ella enfermó cáncer de pulmón. Estuvo luchando contra la enfermedad hasta que finalmente murió a los 45 años, cuando Derek tenía 18 años y acababa de entrar en la universidad.
Desde entonces el vive por su cuenta, siempre va consiguiendo alguna beca por ahí para sus estudios y su residencia de estudiantes, y para sus pequeños gastos trabaja de becario en la librería de la universidad de Wenatchee y tiene alquilada la casa de su madre en Leavenworth. Siempre que tiene oportunidad o prevé algún gasto extra se coloca de camarero en cualquier bar para tener más solvencia económica.
No tiene ningún medio de transporte a motor, sólo su bicicleta vieja de hace 4 años, la cual utiliza diariamente para ir a la universidad, que está a 1 km más o menos de la residencia. Por lo demás, tiene un buen grupo de amigos y amigas y es un estudiante de notas normales.
Armas:
- Spoiler:
- Libro "Guerra y Paz" de 3kg de Tolstoi (posts restantes 2)
Tijeras (posts restantes 3)
Derek se disponía a registrar la primera planta cuando oyó los gritos. Parecía que procedían del baño, pero también pareció oír otros procedentes de algunas aulas de estudio. Resolvió dirigirse primero al baño. Se encamino pasillo arriba, vio a uno de esos zombies a su izquierda, lo esquivó y continuó su camino.
- Al menos tenemos la suerte de que son lentos y estúpidos - pensó para si mismo.
Hizo un camino mucho más largo del que tocaba, y aún corriendo tardó 3 minutos en llegar al baño, pero prefirió hacer esto ya que no sabía cómo reaccionaría si tuviera que enfrentarse otra vez a alguna de esas criaturas. Aún se escuchaban los gritos, y Derek vio que procedían del baño de mujeres. Entró sin dudarlo, pero había llegado demasiado tarde. Yacían en el suelo 3 chicas totalmente desangradas en un espectáculo grotesco, y la cuarta, que aún estaba viva, tenía un zombie mordiéndole el cuello por la yugular, y a resultado de esto perdía sangre a una cantidad enorme. Derek no pensó siquiera, y en un acto reflejo cogió el pesado libro con ambas manos, y como más fuerte pudo, le arreó de lado a la criatura en toda la cabeza. Ésta salió despedida contra la taza del váter, donde chocó con la cabeza contra ella y se desplomó. Derek se dirigió rápidamente a la chica herida, pasando por encima de sus compañeras, las cuales yacían ya muertas. No pensó en el zombie, en esos instantes en lo único que pensaba era en la vida que tenía en sus manos. No sabía cómo actuar, así que únicamente presionó la herida con las manos. La sangre continuaba saliendo, y Derek notaba como escapaba la vida de la chica entre sus dedos. Quizás más para tranquilizarse a el mismo que a la chica no paraba de decir:
- Tranquila, todo irá bien, todo irá bien...
La chica emitía un sonido burbujeante cada vez que intentaba decir algo, pero era incapaz de emitir sonido alguno. Derek estaba cada vez más nervioso, no se atrevía a levantarla puesto que no sería capaz de controlar la hemorragia, pero tampoco podía dejarla así en ese estado. Fue entonces cuando oyó un ruido, se giró y vio a otra zombie salir del armario de la limpieza, vestida como una encargada, y otro más salir del retrete. En ese momento Derek tuvo uno de los dilemas más grandes de su vida, dejar morir a la chica, o intentar salvarla en un intento desesperado. Egoístamente, pero también sensatamente, se decantó por la primera opción, y tras musitar un flojo - lo siento - y asaltarle las lágrimas en los ojos empezó a correr hacia fuera del baño. En un último instante se giró y vio los brazos de la chica alzados en un intento inútil de reclamar su ayuda, pero Derek no pudo más que aguantar las lágrimas y salir del baño.
Se apoyo en la primera estantería que vio libre, y luchó para combatir las náuseas. Se sentía fatal, terriblemente mal por haber abandonado a esa pobre chica.
- No podía hacer nada, hubiéramos muerto los dos ahí dentro si no me hubiera ido... Pero aún así podría haber intentado ayudarla, y no lo hice...
- Hiciste todo lo que pudiste - dijo otra voz. Derek se sobresaltó, y vio a una estudiante afroamericana junto a él. Llevaba una camiseta de tirantes y unos vaqueros, así como unas trenzas en el pelo.
- Vi lo que pasaba cuando pasé corriendo junto al baño, pero no me dio tiempo a entrar. Siento lo de tu amiga. Pero como te he dicho, has hecho todo lo que has podido - dijo ella.
- No lo entiendes - le respondió él entre lágrimas - Ni siquiera la conocía, si es que no sabía ni su nombre! No sabes lo que es condenar a alguien a muerte, ver como escapa su vida a través de tus manos sin poder hacer nada...
- Entiendo más de lo que crees. Yo me separé de mis compañeros, y ahora no sé siquiera si están vivos o no. Vamos, debemos apresurarnos y encontrar refugio.
- Están habilitando un refugio en la segunda planta - le respondió el, ya más calmado - de momento solo estamos nosotros, la señora Patty, la bibliotecaria y otro chico joven. Pero antes debemos registrar esta planta para ver si hay más supervivientes.
- Créeme, no los hay. Lo único que hay son cadáveres y zombies. Pero encontré una puerta abierta por donde creo que escaparon todos los que pudieron, o almenos, los que estaban en las salas de estudio.
- De acuerdo entonces, vayamos a la segunda planta. Es ahí donde está el refugió.
Ambos se dirigieron corriendo hacia allí, sorteando a las criaturas por el camino, intentando evitar en toda medida posible su contacto. Subieron las escaleras y veían ya la puerta abierta con bastantes sillas y mesas detrás, preparadas para una barricada.Se oían las voces en el interior cuando Derek preguntó:
- Por cierto, me llamo Derek. Cuál es tu nombre?
- Yo soy Obara. Mira, más psicópatas de estos. Deberíamos entrar y dejar la charla para luego.
Derek asintió y por fin entraron los dos a la sala de informática, convertida de repente en lo más parecido a un refugio que tenían.
mjolnnir- Aprendiz de cazador
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Edad : 33
Localización : Tarragona
Fecha de inscripción : 09/12/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
Ficha
Armas
Y así fue...
Jerry dejó de moverse, y solo se desplomó en el piso,
Gaara tenía razón, eran zombis, y nosotros los extras en la pelicula,
solo había que adivinar quien es el protagonista...
-Gaara, tengo un plan,- le dijé a mi antiguo estudiante despues de despertar del shock anterior,
-Y cual es?- respondió unos segundos despues, un poco tartamudeando,
-mira, esto lo vi en una serie, debemos de embarrarnos con los sesos de este zombi, y asi salir, ellos nos confundiran, creeran que somos como ellos y no nos atacarán..-
-Eres idiota? yo no pienso arriesgarme, ademas, esos zombis son diferentes a los de esa serie..-
-Por que lo dices?-
-Porque tambien yo vi esa serie...-
-Entonces... ¿Que sugieres..? ¿Que salgamos por la ventilación?..-
-Eso!! Vamos...!!..
- Spoiler:
Nombre: Dexter Miller
Edad: 29
Idioma: español, ingles
Oficio: Maestro.
Apariencia: es alto, pelocastaño, lacio y corto, ojos color marron, usa lentes, Usa una camisa manga larga blanca y desfajada, y un pantalon negro.
Personalidad: Es un chico normal, no es muy bueno en las matematicas pero es bueno en los deportes, aunque al estar bajo presión lo hace todo mal, por lo regular, o mejor dicho, casi siempre que conoce a alguien, creen que pertenece a un gupo comercial, lo confunden con vendedor ambulante, el, la mayoria de las veces es muy discreto, casi no habla, aunque por dentro es muy fiestero.
Historia:Dexter miller, antes Psicologo, ahora acual Maestro de primaria en una escuela al este de Wenatchee,
dexter era una persona muy humilde del pais de Mexico, por su inteligencia y buena aptitud por los deportes fue seleccionado para estudar en el extranjero a Los Angeles para ser exactos. Debido a su debilidad, (las matematicas) decidió hacer de especialidad "Psicologia Educativa" y empezó a hacer servicios gratuitos, fue asi como empezó a ganar fama de buen psicologo, y meses despues, creó su propio consultorio.
Debido a un cliente que lo intentó matar, Dexter escapó hacia un pueblo llamado Wenatchee y se cambió de nombre al que ahora lleva puesto, su nombre real es un misterio. ahora enseña en una primaria al este de wenatchee.
Armas
- Spoiler:
- Martillo (restan 2 post)
Y así fue...
Jerry dejó de moverse, y solo se desplomó en el piso,
Gaara tenía razón, eran zombis, y nosotros los extras en la pelicula,
solo había que adivinar quien es el protagonista...
-Gaara, tengo un plan,- le dijé a mi antiguo estudiante despues de despertar del shock anterior,
-Y cual es?- respondió unos segundos despues, un poco tartamudeando,
-mira, esto lo vi en una serie, debemos de embarrarnos con los sesos de este zombi, y asi salir, ellos nos confundiran, creeran que somos como ellos y no nos atacarán..-
-Eres idiota? yo no pienso arriesgarme, ademas, esos zombis son diferentes a los de esa serie..-
-Por que lo dices?-
-Porque tambien yo vi esa serie...-
-Entonces... ¿Que sugieres..? ¿Que salgamos por la ventilación?..-
-Eso!! Vamos...!!..
Unit Zero W01- Aprendiz de cazador
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Edad : 29
Fecha de inscripción : 24/07/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
ficha
Armas
Rápidamente Dexter y yo corrimos hacia la sala de calderas que era la forma mas fácil de acceder al entramado de ventilación.
Como la caldera estaba en la otra parte del edificio no parecía que hubiera zombies en los alrededores.
Al llegar, abrimos la puerta sin problemas ya que estaba sin cerradura.
Dexter me señaló hacia la derecha de la sala en donde había una pequeña abertura, yo supuse que era el conducto de ventilación.
-A donde lleva el conducto de ventilación? Pregunté.
-Con suerte y fijándonos por donde pasamos podemos salir por la parte norte que hay una salida de la ventilación.
Me explicó.
Yo entré primero mirando de lado a lado por si había algo que se pasara de lo normal.
El, a continuación, cerró la rejilla por donde entramos y avanzamos los 2 juntos.
Aquella red era un entresijo de túneles por donde no te guiabas muy bien.
-Ahora por donde Dexter? Pregunté.
-Para la derecha, me conozco el sistema de ventilación desde aquel accidente de hace 2 años. Me respondió.
Parte del trayecto estuvimos escuchando gemido cercanos, debían ser zombies debajo nuestra oliendo su presa pero no encontrándola.
Al final llegamos a una rejilla por la que se dejaba ver la silueta del patio norte.
-Por fin, la salida ya es nuestra. Dijo Dexter alegre.
-Y que te crees, que lo que hay allí fuera es mejor que lo de aquí? Dije algo enfadado.
-No se hasta donde habrá llegado la infección, pero deberíamos salir de aquí. Me explicó.
-Intentemos ir al bosque del norte cerca de las afueras, allí conozco una vieja cabaña con un sótano preparado para una misma guerra. Con suerte podremos refugiarnos allí un tiempo antes de conocer la situación. Le traté de explicar para que me siguiera.
Dexter le dio una patada a la rejilla y saltó al patio, después salí yo dando un salto contra el césped del patio.
Parece que no había zombies por aquella zona al menos por ahora, así que miramos atentamente a nuestro alrededor y nos preparamos para irnos.
-No te falta nada Gaara? me preguntó.
-No, vámonos de aquí antes de que lleguen esos indeseables. Le dije.
Y nos dirigimos hacia la salida norte de la universidad por los jardines.
- Spoiler:
- Nombre: Gaara hooke
Edad: 17
Idioma: español, ingles, francés.
Oficio: Estudiante; ayudante del taller.
Apariencia: mide 1.80, pelo caoba rojizo ni largo ni corto, entre rizado y lacio. Ojos de color verde, con un contorno negro alrededor del ojo. Viste una camisa de manga larga blanca remangada y una sudadera azul también remangada. Debajo lleva un pantalón azul que hace juego con la sudadera. Sus tenis también son azules.
Personalidad: Es un chico huraño que no suele confiar en nadie. Siguiendo una regla que le puso en mente su padre biológico elaboro este pensamiento:
-Solo vivo para mi y solo me amo a mi mismo...mientras siga sintiendo esto...el mundo será sencillamente maravilloso...
Sabiendo ese pensamiento ya sabéis mas omenos como es, una persona que solo piensa en si misma.
No suele echarse para atrás en ninguna situación aunque se meta en grandes lios.
No suele relacionarse con nadie excepto con sus padres adoptivos.
Historia: Nació en España, donde pasó su infancia con su padre ya que su madre había muerto en su parto.
Su padre le enseñó un modelo de vida algo especial junto con la lengua materna de su madre; el francés.
Con el tiempo su padre fue dandose a los malos vicios de este mundo y acabó convirtiéndose en un borrcho.
Un día la situación llegó a tal estado que su padre tuvo que enviarlo a Estados Unidos con unos parientes a una ciudad llamada Wenatchee.
Allí Gaara se vió forzado a aprender Ingles para poder comunicarse con la gentede allí.
No le costaba aprender ya que tenía una gran mente, pero no se relacionaba con nadie y era una especia de marginado. Cuando acabó la educación secundaria sigió estudiando ya que sus padres adoptivos se encargaban de el. En sus tiempos libres trabajaba de ayudante en un taller arreglando averías de coches y demas.
Allí Gaara encontró a lo ms parecido a unos amigos que había tenido.
Armas
- Spoiler:
- Lanza improvisada
Rápidamente Dexter y yo corrimos hacia la sala de calderas que era la forma mas fácil de acceder al entramado de ventilación.
Como la caldera estaba en la otra parte del edificio no parecía que hubiera zombies en los alrededores.
Al llegar, abrimos la puerta sin problemas ya que estaba sin cerradura.
Dexter me señaló hacia la derecha de la sala en donde había una pequeña abertura, yo supuse que era el conducto de ventilación.
-A donde lleva el conducto de ventilación? Pregunté.
-Con suerte y fijándonos por donde pasamos podemos salir por la parte norte que hay una salida de la ventilación.
Me explicó.
Yo entré primero mirando de lado a lado por si había algo que se pasara de lo normal.
El, a continuación, cerró la rejilla por donde entramos y avanzamos los 2 juntos.
Aquella red era un entresijo de túneles por donde no te guiabas muy bien.
-Ahora por donde Dexter? Pregunté.
-Para la derecha, me conozco el sistema de ventilación desde aquel accidente de hace 2 años. Me respondió.
Parte del trayecto estuvimos escuchando gemido cercanos, debían ser zombies debajo nuestra oliendo su presa pero no encontrándola.
Al final llegamos a una rejilla por la que se dejaba ver la silueta del patio norte.
-Por fin, la salida ya es nuestra. Dijo Dexter alegre.
-Y que te crees, que lo que hay allí fuera es mejor que lo de aquí? Dije algo enfadado.
-No se hasta donde habrá llegado la infección, pero deberíamos salir de aquí. Me explicó.
-Intentemos ir al bosque del norte cerca de las afueras, allí conozco una vieja cabaña con un sótano preparado para una misma guerra. Con suerte podremos refugiarnos allí un tiempo antes de conocer la situación. Le traté de explicar para que me siguiera.
Dexter le dio una patada a la rejilla y saltó al patio, después salí yo dando un salto contra el césped del patio.
Parece que no había zombies por aquella zona al menos por ahora, así que miramos atentamente a nuestro alrededor y nos preparamos para irnos.
-No te falta nada Gaara? me preguntó.
-No, vámonos de aquí antes de que lleguen esos indeseables. Le dije.
Y nos dirigimos hacia la salida norte de la universidad por los jardines.
PeKaDoR- Lich King
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Edad : 29
Localización : Almeria
Fecha de inscripción : 23/04/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
FICHA
EQUIPO
Una vez Leo hubo traspasado la puerta de la sacristía, el pastor cerró con fuerza la puerta mientras que Charlie echó la llave. Ahora podían respirar tranquilos. Al menos durante un momento.
La sala en la que se encontraban parecía ser el comedor de la vivienda del pastor. Tan sólo unos pocos muebles ocupaban el pequeño espacio: al fondo a la derecha, un mueble de comedor, que hacía las veces de alacena, con unas estanterías ocupadas por unos pocos libros. En el centro del pequeño habítáculo, una mesa de aire rústico con un par de sillas. En la pared de la izquierda, un sofá destartalado, y frente a él, una pequeña mesita con una televisión. Al fondo, 3 pequeñas puertas, que conducían a la cocina, al baño y al dormitorio, respectivamente.
Y bien, cuál es el plan? - exclamó Leo- sabemos que hacer a partir de ahora?
De momento pongamos la tele, a ver si dicen algo de lo que está ocurriendo, no os parece?- dijo Charlie al tiempo que se acercaba al aparato. - Mierda, sólo hay nieve, no se recibe ninguna señal. Padre, no tendrá ninguna radio, verdad?
Pues sí, déjame buscar, pero ocupaos de Daniel mientras tanto -dijo el pastor mientras entraba en el dormitorio.
El niño se encontraba sentado en el sofá, tranquilo, mirando hacia una esquina de la estancia, como queriendo ver a través de la pared, viendo algo que sólo él veía.
Aquí está, hijo. - exclamó el padre al volver con un pequeño aparato de radio. - Espero que aún tenga pilas.
Charlie recogió el pequeño aparato y le dió al interruptor.
Parece que sí funciona-dijo mientras movía el dial
Se oye algo? - preguntó Leo
Nada, nadie está emitiendo, al menos en las frecuencias que puede coger este trasto.
Leo tomó la iniciativa.
Pues parece que vamos a quedarnos sin escuchar la novela de las 5. Alguna idea más? Porque creo que no estaría de más bloquear las ventanas que den al exterior, no creen?
Tiene razón – exclamó Ramsey
Manos a la obra, entonces – añadió Charlie, que pensó – Maria, que harías tu si estuvieras aquí conmigo?
- Spoiler:
- Nombre: Charlie Able
Edad: 33
Idioma: Inlgés y español (por una novia de el salvador que tuvo hace muchos años)
Oficio: Locutor de varios programas en la radio local de Wenatchee. Como eso no le da para vivir también hace algunas chapuzas a domicilio.
Apariencia: complexión normal, aunque se nota que nunca obtuvo una beca por ser deportista. 1,77 m. de altura, ojos marrones. Lleva barba y perilla, el pelo despeinado, y varios piercings decoran su cara. Siempre viste con sudaderas de capucha, con pantalones anchos, zapatillas deportivas...aunque tiene un aire que en mi tierra tiene el nombre de "tirao".
Personalidad: Charlie cambia mucho de personalidad dependiendo del contexto en el que se encuentre. Cuando se encuentra en la radio, presentando su espacio musical "A toda tralla", se convierte en alguien muy extrovertido, muy querido por sus oyentes, que incluso tienden a dogmatizar sus opiniones. Es un personaje muy querido, y él se esfuerza en que así sea. Lo mismo ocurre cuando le llaman para hacer algún arreglillo en alguna casa (cosas sencillas de fontanería, electricidad, albañilería...). Los clientes le tienen aprecio y eso le asegura que vuelvan a llamarlo. Eso, y que los arreglillos no se le dan mal.
El Charlie de puertas adentro es muy distinto. Una persona llena de rencor y amargura que espera que los días pasen sin más.
Historia: Nacido en Wenatchee, Charlie es hijo de un granjero y de una ama de casa, oriundos también de Wanatchee. Ya desde muy pequeño le interesó la música, animado siempre por su tío, el organista de la iglesia del pueblo. Pero a Charlie no le atraía demasiado la música que le ofrecía su familiar y mostró mucho más interés por el heavy metal, que compraba con sus ahorros en la capital del condado. Así creció Charlie, rodeado de sus discos, ayudando a su padre en la granja (en donde aprendió el arte de las “chapuzas”), yendo con sus colegas de toda la vida a las afueras del pueblo donde se ponían hasta arriba de cerveza, hasta que a su vida llegó María. De su misma edad, esta chica, hija de unos jornaleros salvadoreños que se afincaron en Wenatchee, y Charlie hicieron buenas migas desde el primer día que se vieron. La amistad se fue transformando en un sentimiento más profundo, y casi sin darse cuenta, se encontraron perdidamente enamorados el uno del otro. Tenían 22 años cuando se casaron. A la boda asistieron todos sus colegas de la juventud, aunque muchos de ellos se habían mudado a ciudades mas grandes, y con mas posibilidades. Pero allí estaban ellos, recordándole todos los buenos momentos pasados.
A los 24 consiguió presentar su primer programa de radio, aunque llevaba muchos años colaborando en todo lo que podía porque el mundo de la radio, de la música...le apasionaba.
Charlie era un tipo feliz, todo le iba viento en popa: trabajaba en un sitio que le encantaba, tenía una mujer a la que amaba (de momento jamás se plantearon tener hijos), seguía reuniéndose todos los viernes con los pocos elementos de la pandilla que aun permanecían en el pueblo....hasta que la desgracia llamó a su puerta. El 27 de febrero de 2007, María se dirigía a ver a sus padres (que vivían en una población cercana) cuando tuvo un terrible accidente de tráfico que acabó con su vida. Las causas del siniestro nunca fueron esclarecidas (sólo se supo que el coche se salió en una curva y se chocó de frente contra un gran árbol) pero causaron un efecto devastador en Charlie. Fue este incidente el que mató una parte de Charlie que jamas volvería a revivir y el que hizo de él una persona con dos caras. La conocida por todos, amable y extrovertida; la que reservaba para él mismo, desmoralizada, e incluso cruel.
EQUIPO
- Spoiler:
Una vez Leo hubo traspasado la puerta de la sacristía, el pastor cerró con fuerza la puerta mientras que Charlie echó la llave. Ahora podían respirar tranquilos. Al menos durante un momento.
La sala en la que se encontraban parecía ser el comedor de la vivienda del pastor. Tan sólo unos pocos muebles ocupaban el pequeño espacio: al fondo a la derecha, un mueble de comedor, que hacía las veces de alacena, con unas estanterías ocupadas por unos pocos libros. En el centro del pequeño habítáculo, una mesa de aire rústico con un par de sillas. En la pared de la izquierda, un sofá destartalado, y frente a él, una pequeña mesita con una televisión. Al fondo, 3 pequeñas puertas, que conducían a la cocina, al baño y al dormitorio, respectivamente.
Y bien, cuál es el plan? - exclamó Leo- sabemos que hacer a partir de ahora?
De momento pongamos la tele, a ver si dicen algo de lo que está ocurriendo, no os parece?- dijo Charlie al tiempo que se acercaba al aparato. - Mierda, sólo hay nieve, no se recibe ninguna señal. Padre, no tendrá ninguna radio, verdad?
Pues sí, déjame buscar, pero ocupaos de Daniel mientras tanto -dijo el pastor mientras entraba en el dormitorio.
El niño se encontraba sentado en el sofá, tranquilo, mirando hacia una esquina de la estancia, como queriendo ver a través de la pared, viendo algo que sólo él veía.
Aquí está, hijo. - exclamó el padre al volver con un pequeño aparato de radio. - Espero que aún tenga pilas.
Charlie recogió el pequeño aparato y le dió al interruptor.
Parece que sí funciona-dijo mientras movía el dial
Se oye algo? - preguntó Leo
Nada, nadie está emitiendo, al menos en las frecuencias que puede coger este trasto.
Leo tomó la iniciativa.
Pues parece que vamos a quedarnos sin escuchar la novela de las 5. Alguna idea más? Porque creo que no estaría de más bloquear las ventanas que den al exterior, no creen?
Tiene razón – exclamó Ramsey
Manos a la obra, entonces – añadió Charlie, que pensó – Maria, que harías tu si estuvieras aquí conmigo?
Kable- Coleccionista de Zombies
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Edad : 47
Localización : Bcn town
Fecha de inscripción : 24/11/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
Adrian, Thomas y Adam finalmente llegaron al motel, y para su sorpresa no vieron ninguna de aquellas criaturas en las proximidades. Por fin la suerte empezaba a sonreírles. Aparcaron el coche frente a la puerta del motel y se quedaron ahí sentados unos minutos.
- ¿Creéis…creéis que habrá más de esas criaturas dentro? – preguntó Adam mirando fijamente hacia la puerta.
- No lo sé…parece tranquilo – comentó Adrian algo dudoso.
- Bueno, lo que está claro es que aquí parados no vamos a conseguir nada, será mejor que nos pongamos en marcha – concluyó Thomas saliendo el coche.
Los demás le siguieron y se reunieron frente a la puerta. Fue Adrian el que se adelantó y giró el pomo.
El lugar estaba totalmente a oscuras, en otra situación aquel habría lucido un aspecto más agradable, pero la sensación que les provocaba en ese momento a los supervivientes era la de estar metiéndose en la boca del lobo, y así era…
El motel no era nada del otro mundo, pero había logrado captar ese toque rural que tanto caracteriza a Wenatchee. Todo estaba decorado al estilo rústico, desde los muebles hasta las cortinas, además de los respectivos adornos navideños, claro.
Thomas sacó de su encendedor del bolsillo y tras varios intentos, logró encenderlo. A simple vista parecía todo muy normal, pero cuando Thomas dio un par de pasos y alumbró el suelo que daba al pasillo, descubrieron unas marcas de sangre que indicaban que alguien o algo había arrastrado a una persona a través de él.
Thomas retrocedió un par de pasos y se tapó la nariz con los dedos. El ambiente estaba cargado de un olor dulzón y penetrante, algo se estaba pudriendo…
- Joder…tengo náuseas– dijo Adrian poniendo una mueca de asco.
- Busca detrás del mostrador, tal vez haya alguna linterna. No creo que vayamos muy lejos con este mechero. – le indicó Thomas a Adam mientras se agachaba para examinar el rastro de sangre.
Adam rodeó el mostrador y a tientas se dispuso a buscar una linterna, tras un par de minutos finalmente la encontró.
- Bien…lo mejor será que lleve yo la linterna, al fin y al cabo seré yo quien os guíe. Veamos, mi habitación es contigua a la de Christian, pero la de Robert está bastante más alejada, además, él es quien tiene las armas. – Explicó Adrian – Bueno, ¿a por quien vamos primero? ¿A por Christian o a por Robert?
Los supervivientes desconocían la peligrosidad del lugar al que acababan de entrar, pues si lo hubiesen sabido, jamás se habrían adentrado en aquel sitio donde solo les aguardaba la peor de las muertes…
---
Esto debe concluir en dos posts. El primero que postee puede llegar hasta las armas y conseguirlas, el segundo se encargará de salir del lugar. Espero que sepáis ponéroslo difícil en vuestros relatos
Las armas son tres rifles Winchester modelo Pre 64 que os durarán cinco posts.
…
Así pues el profesor y el alumno huyeron de la universidad a través de los jardines.
- ¡Mierda, ahí vienen! – exclamó Gaara señalando a los infectados que acababan de doblar la esquina e iban en su busca.
Eran de los rápidos.
Gaara y Dexter no perdieron un segundo y huyeron a través de los jardines. A medida que corrían, se dieron cuenta de que más criaturas iban apareciendo. Al parecer habían congregado una pequeña multitud tras su escaramuza en la universidad.
- ¡Nos van a alcanzar, son demasiado rápidos! – gritó Dexter al notar un pinchazo en el costado.
Era cierto, poco a poco los infectados les iban ganando terreno. Ellos no se cansaban, no desfallecían, no necesitaban parar para recuperar el aliento. Era solo cuestión de tiempo que les alcanzasen.
Cuando estaban a punto de rendirse y tirarse al suelo esperando una muerte rápida, escucharon un lejano rumor que poco a poco se hizo más entendible. Los dos se detuvieron, buscando con la mirada el origen de aquel sonido.
Por detrás de los zombies apareció una camioneta anormalmente grande pintada de amarillo y negro. Aquel ruido era una canción, proveniente de la camioneta. Era “You shook me all night long” de “AC/DC”. La camioneta comenzó a arrollar a los infectados como si fueran simples cucarachas. Gaara y Dexter pudieron escuchar como se rompían sus huesos en mil pedazos, boquiabiertos.
La camioneta se dirigió hacia ellos y frenó unos centímetros antes de atropellarles.
Una cabeza se asomó por la ventanilla y exclamó.
- ¡Joder, pero si estáis vivos! ¡Jajajajaja! Vamos, pimpollos, subid a bordo.
Ninguno de los dos sabía quien era aquel hombre, y ni si podían confiar en él, pero lo único que les interesaba en esos momentos era ponerse a salvo, así que se apresuraron a saltar a la parte de atrás de la camioneta.
Entonces pudieron ver el rostro de aquel desconocido. Dexter ya le había visto varias veces por la ciudad, y no tenía muy buena reputación. Era Jack Smith, alias “Big boy”, básicamente era lo que se podría denominar “el borracho del pueblo”. Un hombre sin oficio ni beneficio que se dedicaba a pasar sus días de antro en antro.
Debía tener treinta y siete años, pero aparentaba más. Su cabello era castaño y le llegaba por los hombros, aunque su coronilla empezaba a mostrar signos de calvicie. Le faltaba algún que otro diente y en su lugar habían colocado prótesis de oro. Además, parecía llevar varios días sin afeitarse y eso le confería un aire desaliñado. Su ropa no ayudaba a cambiar esa impresión, pues vestía una camisa a cuadros de franela con varias manchas sobre ella (lo más seguro es que fuesen de cerveza Miller) y unos viejos vaqueros con varios rotos.
Big Boy pisó el acelerador a fondo y unos segundos después ya se habían alejado del peligro.
- ¡Woooooooo! Eso estuvo cerca, ¿eh?. Habéis tenido suerte de que Big Boy pasase por la zona, sí señor.
- ¿Sabes lo que está pasando? – preguntó Gaara sentándose en el asiento delantero.
- ¿Que si sé lo que está pasando? ¡Por supuesto que sí, chaval! Big Boy te lo dirá. ¡El Apocalipsis, el fin de los tiempos! Todo está en la biblia, ¿me captas? Ahí dice todo ese…ese rollo de que los muertos se alzaran y bla bla bla.
Gaara y Dexter intercambiaron una mirada.
- Por eso pensé: “Tío, si el mundo se va a acabar voy a armar un poco de jaleo” Así que fui al concesionario de Malden Ln y voy a pillar el mejor cacharro que encuentre, ¿me captas?
- Eh…Big Boy, ¿tienes algún plan? – preguntó Dexter.
- ¿Eh? ¡Ah, sí! Mi plan era emborracharme como nunca y cargarme a tantos hijos de puta como pueda. Pero yo me apunto a lo que sea, así que si tenéis alguna idea mejor, contad con Big Boy – y dicho esto rebuscó debajo del asiento, sacó una cerveza Miller medio vacía y se la acabó de un trago para luego proferir un sonoro eructo.
Gaara y Dexter no sabían si confiar en él y contarles que iban a ir a un refugio en el bosque, pero tal vez ese hombre podría ayudarles, y al fin y al cabo así tendrían más probabilidades de sobrevivir.
- ¿Creéis…creéis que habrá más de esas criaturas dentro? – preguntó Adam mirando fijamente hacia la puerta.
- No lo sé…parece tranquilo – comentó Adrian algo dudoso.
- Bueno, lo que está claro es que aquí parados no vamos a conseguir nada, será mejor que nos pongamos en marcha – concluyó Thomas saliendo el coche.
Los demás le siguieron y se reunieron frente a la puerta. Fue Adrian el que se adelantó y giró el pomo.
El lugar estaba totalmente a oscuras, en otra situación aquel habría lucido un aspecto más agradable, pero la sensación que les provocaba en ese momento a los supervivientes era la de estar metiéndose en la boca del lobo, y así era…
El motel no era nada del otro mundo, pero había logrado captar ese toque rural que tanto caracteriza a Wenatchee. Todo estaba decorado al estilo rústico, desde los muebles hasta las cortinas, además de los respectivos adornos navideños, claro.
Thomas sacó de su encendedor del bolsillo y tras varios intentos, logró encenderlo. A simple vista parecía todo muy normal, pero cuando Thomas dio un par de pasos y alumbró el suelo que daba al pasillo, descubrieron unas marcas de sangre que indicaban que alguien o algo había arrastrado a una persona a través de él.
Thomas retrocedió un par de pasos y se tapó la nariz con los dedos. El ambiente estaba cargado de un olor dulzón y penetrante, algo se estaba pudriendo…
- Joder…tengo náuseas– dijo Adrian poniendo una mueca de asco.
- Busca detrás del mostrador, tal vez haya alguna linterna. No creo que vayamos muy lejos con este mechero. – le indicó Thomas a Adam mientras se agachaba para examinar el rastro de sangre.
Adam rodeó el mostrador y a tientas se dispuso a buscar una linterna, tras un par de minutos finalmente la encontró.
- Bien…lo mejor será que lleve yo la linterna, al fin y al cabo seré yo quien os guíe. Veamos, mi habitación es contigua a la de Christian, pero la de Robert está bastante más alejada, además, él es quien tiene las armas. – Explicó Adrian – Bueno, ¿a por quien vamos primero? ¿A por Christian o a por Robert?
Los supervivientes desconocían la peligrosidad del lugar al que acababan de entrar, pues si lo hubiesen sabido, jamás se habrían adentrado en aquel sitio donde solo les aguardaba la peor de las muertes…
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Esto debe concluir en dos posts. El primero que postee puede llegar hasta las armas y conseguirlas, el segundo se encargará de salir del lugar. Espero que sepáis ponéroslo difícil en vuestros relatos
Las armas son tres rifles Winchester modelo Pre 64 que os durarán cinco posts.
…
Así pues el profesor y el alumno huyeron de la universidad a través de los jardines.
- ¡Mierda, ahí vienen! – exclamó Gaara señalando a los infectados que acababan de doblar la esquina e iban en su busca.
Eran de los rápidos.
Gaara y Dexter no perdieron un segundo y huyeron a través de los jardines. A medida que corrían, se dieron cuenta de que más criaturas iban apareciendo. Al parecer habían congregado una pequeña multitud tras su escaramuza en la universidad.
- ¡Nos van a alcanzar, son demasiado rápidos! – gritó Dexter al notar un pinchazo en el costado.
Era cierto, poco a poco los infectados les iban ganando terreno. Ellos no se cansaban, no desfallecían, no necesitaban parar para recuperar el aliento. Era solo cuestión de tiempo que les alcanzasen.
Cuando estaban a punto de rendirse y tirarse al suelo esperando una muerte rápida, escucharon un lejano rumor que poco a poco se hizo más entendible. Los dos se detuvieron, buscando con la mirada el origen de aquel sonido.
Por detrás de los zombies apareció una camioneta anormalmente grande pintada de amarillo y negro. Aquel ruido era una canción, proveniente de la camioneta. Era “You shook me all night long” de “AC/DC”. La camioneta comenzó a arrollar a los infectados como si fueran simples cucarachas. Gaara y Dexter pudieron escuchar como se rompían sus huesos en mil pedazos, boquiabiertos.
La camioneta se dirigió hacia ellos y frenó unos centímetros antes de atropellarles.
Una cabeza se asomó por la ventanilla y exclamó.
- ¡Joder, pero si estáis vivos! ¡Jajajajaja! Vamos, pimpollos, subid a bordo.
Ninguno de los dos sabía quien era aquel hombre, y ni si podían confiar en él, pero lo único que les interesaba en esos momentos era ponerse a salvo, así que se apresuraron a saltar a la parte de atrás de la camioneta.
Entonces pudieron ver el rostro de aquel desconocido. Dexter ya le había visto varias veces por la ciudad, y no tenía muy buena reputación. Era Jack Smith, alias “Big boy”, básicamente era lo que se podría denominar “el borracho del pueblo”. Un hombre sin oficio ni beneficio que se dedicaba a pasar sus días de antro en antro.
Debía tener treinta y siete años, pero aparentaba más. Su cabello era castaño y le llegaba por los hombros, aunque su coronilla empezaba a mostrar signos de calvicie. Le faltaba algún que otro diente y en su lugar habían colocado prótesis de oro. Además, parecía llevar varios días sin afeitarse y eso le confería un aire desaliñado. Su ropa no ayudaba a cambiar esa impresión, pues vestía una camisa a cuadros de franela con varias manchas sobre ella (lo más seguro es que fuesen de cerveza Miller) y unos viejos vaqueros con varios rotos.
Big Boy pisó el acelerador a fondo y unos segundos después ya se habían alejado del peligro.
- ¡Woooooooo! Eso estuvo cerca, ¿eh?. Habéis tenido suerte de que Big Boy pasase por la zona, sí señor.
- ¿Sabes lo que está pasando? – preguntó Gaara sentándose en el asiento delantero.
- ¿Que si sé lo que está pasando? ¡Por supuesto que sí, chaval! Big Boy te lo dirá. ¡El Apocalipsis, el fin de los tiempos! Todo está en la biblia, ¿me captas? Ahí dice todo ese…ese rollo de que los muertos se alzaran y bla bla bla.
Gaara y Dexter intercambiaron una mirada.
- Por eso pensé: “Tío, si el mundo se va a acabar voy a armar un poco de jaleo” Así que fui al concesionario de Malden Ln y voy a pillar el mejor cacharro que encuentre, ¿me captas?
- Eh…Big Boy, ¿tienes algún plan? – preguntó Dexter.
- ¿Eh? ¡Ah, sí! Mi plan era emborracharme como nunca y cargarme a tantos hijos de puta como pueda. Pero yo me apunto a lo que sea, así que si tenéis alguna idea mejor, contad con Big Boy – y dicho esto rebuscó debajo del asiento, sacó una cerveza Miller medio vacía y se la acabó de un trago para luego proferir un sonoro eructo.
Gaara y Dexter no sabían si confiar en él y contarles que iban a ir a un refugio en el bosque, pero tal vez ese hombre podría ayudarles, y al fin y al cabo así tendrían más probabilidades de sobrevivir.
Skimmer- Cazador mediocre
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Fecha de inscripción : 18/09/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
LEO FALCONE
Ficha
Objetos
Leo se paro y recorrio la sacristia, el baño tenia un pequeño tragaluz en el techo. "Espero que de verdad no halla saltamontes mutantes" penso tratando de sacarse a si mismo una sonrisa. El baño poseia una ducha en la parte lateral izquierda, inmediatamente en frente de la puerta habia un pequeño lavamanos y a su derecha un sanitario algo sucio.
- No necesitaremos hacer nada por aqui... Todo parece seguro, a no ser que esos zombies sepan volar...
Salio directo a la habitacion donde vio a Charlie contemplando una ventana.
- ¿Como haremos para cubrirla?
- Padre, lo siento mucho pero deberemos sacrificar uno de sus muebles, esa ventana es un peligro a nuestra seguridad, me sorprende que esas cosas no la hayan encontrado aun.. - Dijo algo decepcionado, Leo era apego a las cosas materiales en cierto modo, sabia lo que costaba conseguirlas y las valoraba por ello, pero ante su sorpresa el padre respondio con una sonrisa.
- Hijo mio, las cosas materiales son algo pasajero, lo que importa es la vida en el Reino de Dios, no llorare por un mueble de adorno, mas aun si es por nuestra seguridad.
Leo miro a Charlie y tomo su candelabro. La mesa era demasiado pequeña para cubrir la ventana, deberian de usar la estanteria.
- Solo necesitaremos un lado, no hagas mucho ruido o Daniel empezara a llorar denuevo. - Dijo Ramsey dirigiendose al forastero
- No le pida peras al olmo - Respondio en español.
Contemplo la zona de la estanteria, esas maderas deberian de ser suficiente para tapear la ventana. No veia necesidad en romperlo todo.
- Bien, podremos hacerlo mas facil si sacamos los obejtos y recostamos el mueble.
Ramsey quito sistematicamente los libros de la repisa dejandolos en el suelo, todos menos uno, que dejo encima de la mesa. Leo no se sorprendio al ver que leer el titulo: "La Santa Biblia".
Luego saco dos bolsas de arroz y un paquete de fideos, tambien una lata de algun alimento conservado.
- Eso es todo
Los hombres se mostraron contentos de ver que tendrian algo que comer en las proximas horas. Inclinaron el pequeño modular, dispuestos a empezar el trabajo. Charlie miro a Leo esperando una orden para comenzar. El forastero dio un fuerte golpe en la parte trasera que rompio de inmediato la madera.
- ¡¿Que carajo haces?!
- Tu que crees, romper la madera para tapear la ventana
- No lo lograras si continuas con esos golpes, terminaras con aserrin en vez de madera! No tienes la mas minima idea de que hacer no?
- Por supuesto que la tengo!.. - En verdad no tenia ni idea de como proceder, pero no estaba dispuesto a demostrarlo. Paarecia que Charlie lo habia descubierto, dado que despues de ello solo dijo:
- Solo ayudame a romper esto, de aqui, ok?
- Como digas...
Ficha
- Spoiler:
- Nombre: Leo Falcone
Edad: 25
Idioma: Español, Ingles, muy poco de Italiano
Oficio: Abogado
Apariencia: Contextura media, pelo castaño claro, ojos oscuros. Por lo general usa trajes, debido a las constantes reuniones. Pero cuando no se encuentra en eso, usa remeras manga largas y chaquetas, una vida de crianza con sus dos hermanas le habian dejado un gusto por la moda.
Personalidad: Es una persona ambiciosa, siempre quiere mejor en si mismo, aunque esto a veces lo lleva mas alla de sus propias limitaciones. Fuerte sentido de la justicia y rapida adaptacion, trata de llevar la cabeza en todo, aun cuando no tiene la mas minima idea sobre ello.
Historia: Leo nacio en la ciudad de Buenos Aires, Argentina en 1985. Comenzo como abogado a la corta edad de 23 años, entusiasmado por querer poner justicia, se vio condenado a un mundo donde gana quien tiene mas dinero e influenciadas, rechazado repetidas veces por su negacion a defender a acusados que el encontraba culpable. Esto rapidamente le enseño que nada era lo que parecia, y que la carrera de justicia e ideales que habia estudiado durante tantos años, no era mas que otra de las formas que la gente de poder tenia para manipular a la ley.
Decidio tomar su dinero que habia hecho en sus cortos años de trabajo honesto y tomarse unas vacaciones en un pueblo que un colega le habia dicho, el cual era famoso por su "Festival de la Manzana", siempre habia querido conocer USA, pero con toda la criminalidad, eligio un pueblo tranquilo donde descansar. "Eso deberia calmar mis nervios" penso mientras leia un folleto.
En eso saco un relicario de su bolsillo, lo abrio, era una foto de su difunto padre, quien le habia inculcado aquellos valores que el defendia con su vida.. "Siento no poder haber sido como tu... no en este mundo, padre" penso en aquel momento, sus ojos se perdieron por un momento en los recuerdos de su infancia.
Objetos
- Spoiler:
- x1
(2)
Leo se paro y recorrio la sacristia, el baño tenia un pequeño tragaluz en el techo. "Espero que de verdad no halla saltamontes mutantes" penso tratando de sacarse a si mismo una sonrisa. El baño poseia una ducha en la parte lateral izquierda, inmediatamente en frente de la puerta habia un pequeño lavamanos y a su derecha un sanitario algo sucio.
- No necesitaremos hacer nada por aqui... Todo parece seguro, a no ser que esos zombies sepan volar...
Salio directo a la habitacion donde vio a Charlie contemplando una ventana.
- ¿Como haremos para cubrirla?
- Padre, lo siento mucho pero deberemos sacrificar uno de sus muebles, esa ventana es un peligro a nuestra seguridad, me sorprende que esas cosas no la hayan encontrado aun.. - Dijo algo decepcionado, Leo era apego a las cosas materiales en cierto modo, sabia lo que costaba conseguirlas y las valoraba por ello, pero ante su sorpresa el padre respondio con una sonrisa.
- Hijo mio, las cosas materiales son algo pasajero, lo que importa es la vida en el Reino de Dios, no llorare por un mueble de adorno, mas aun si es por nuestra seguridad.
Leo miro a Charlie y tomo su candelabro. La mesa era demasiado pequeña para cubrir la ventana, deberian de usar la estanteria.
- Solo necesitaremos un lado, no hagas mucho ruido o Daniel empezara a llorar denuevo. - Dijo Ramsey dirigiendose al forastero
- No le pida peras al olmo - Respondio en español.
Contemplo la zona de la estanteria, esas maderas deberian de ser suficiente para tapear la ventana. No veia necesidad en romperlo todo.
- Bien, podremos hacerlo mas facil si sacamos los obejtos y recostamos el mueble.
Ramsey quito sistematicamente los libros de la repisa dejandolos en el suelo, todos menos uno, que dejo encima de la mesa. Leo no se sorprendio al ver que leer el titulo: "La Santa Biblia".
Luego saco dos bolsas de arroz y un paquete de fideos, tambien una lata de algun alimento conservado.
- Eso es todo
Los hombres se mostraron contentos de ver que tendrian algo que comer en las proximas horas. Inclinaron el pequeño modular, dispuestos a empezar el trabajo. Charlie miro a Leo esperando una orden para comenzar. El forastero dio un fuerte golpe en la parte trasera que rompio de inmediato la madera.
- ¡¿Que carajo haces?!
- Tu que crees, romper la madera para tapear la ventana
- No lo lograras si continuas con esos golpes, terminaras con aserrin en vez de madera! No tienes la mas minima idea de que hacer no?
- Por supuesto que la tengo!.. - En verdad no tenia ni idea de como proceder, pero no estaba dispuesto a demostrarlo. Paarecia que Charlie lo habia descubierto, dado que despues de ello solo dijo:
- Solo ayudame a romper esto, de aqui, ok?
- Como digas...
SkyFlames- Superviviente
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Fecha de inscripción : 19/06/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
ADAM CONNELL
FICHA
OBJETOS
-Voto a que vayamos primero por Robert - dijo Adam entregando la linterna a Adrian - mientras antes tengamos esas armas, mas seguros estaremos - dijo tomando con firmeza el cuchillo - con estas cosas no llegaremos muy lejos...
Adrian se puso a la cabeza del grupo seguido por Thomas y por Adam mas atrás, el silencio era casi absoluto y solo era destruido por el sonido de sus pasos sobre el piso de madera y por el agitado respirar de los tres hombres, que seguian con la mirada el halo de luz dirigido por Adrian...
Caminaron a lo largo de un estrecho corredor, a sus pies el rastro de sangre seguía el mismo camino, hasta que llegaron a un recodo que giraba a la derecha, al voltar vieron una imagen que los sobresalto:
Una mujer de edad ya algo avanzada yacía en el suelo sobre el cuerpo de un hombre joven, arrancándole a mordiscos trozos de carne desde el cuello.
-Dios mio- dijo Thomas llevándose la mano a la boca llamando la atención de la mujer quien inmediatamente miro hacia los sobrevivientes. Adrian instintivamente guió el halo de luz hacia el rostro de la mujer, era realmente horrible: su piel tenia un tono amarillento y grisaseo, sus ojos estaban inyectados en sangre y de su boca colgaban trozos de carne y piel del hombre del que se estaba alimentando. La mujer se levanto avalanzandose hacia la luz hasta agarrar a Adrian intentando morderle mientras siseaba salvajemente.
-¡Mierda! quitenmela - decía Adrian mientras forcejeaba con la mujer que tenia una fuerza superior a lo que deberia...
Thomas tomo un jarrón de un pequeño mueble de madera y lo reventó contra la cabeza de la mujer, mientras Adam usaba el cuchillo dándole certeras estocadas en la espalda, esta gruñia, mientras seguia en su intento de morder a Adran. Este ultimo hizo un esfuerzo mas y logro sacarse de encima a la mujer empujándola y haciendo la caer al tropezarse con el cuerpo del hombre muerto en el suelo...
La linterna cayo también alumbrando en dirección a la mujer intentaba ponerse de pie, Adrian se acerco dandole una potente patada en la cabeza dejandosela torcida de forma casi antinatural sin conseguir detenerla...
-Toma usa esto- grito Adam pasandole el cuchillo a Adrian quien seguía intentando detener a la mujer a puñetazos.
Adrian tomo en cuchillo y se lo clavo a la mujer en plena garganta. Un chorro de sangre salio disparado de esta mientras la mujer se retorcía en el suelo hasta quedarse completamente quieta. Adrian y Thomas no pudieron contenerse ante el grotesco espectaculo y tuvieron que inclinarse a vomitar... Adam se acerco y recogió el cuchillo limpiándolo con una cortina, también tenia el estomago algo revuelto, pero estaba acostumbrado a imágenes de ese tipo, por lo que pudo superarlo...
-Era la esposa del dueño - comento Adrian mientras recuperaba las fuerzas y recogia la Linterna del suelo...
-¿Al tipo lo reconoces? - pregunto Adam indicando hacia el cuerpo tendido en el suelo.
-No- respondio Adrian alumbrando el cadaver sintiendo otra ves su estomago retorciendose en su interior... -Continuemos...
Los tres siguieron avanzando por el pasillo llegando hasta el comedor. Todo el lugar estaba revuelto, con las sillas esparcidas por el suelo y el mantel de la mesa corrido y manchado con sangre.
- Del otro lado están los cuartos - comento Adrian alumbrando una puerta en el otro extremo del cuatro, mas allá de la mesa. En uno de los muros, sobre una pequeña chimenea donde una pequeña brazas aun crepitaban débilmente, había un hermoso reloj de péndulo cuyo rítmico sonido no hacia mas que dar mas tensión al ambiente.
Los tres avanzaron, Adrian giraba de lado a lado la luz de la linterna tratando de no dejar ningun centimetro del lugar sin vislumbrar...
¡OH MALDICION! - grito Adam atrás mientras caía al suelo - Algo me ha tomado la pierna - mascullo con esfuerzo mientras Adrian dirigía la luz hacia el suelo donde Adam forcejeaba por liberar su pierna que era asida fuertemente por una mano pequeña. De una patada Adam consiguió liberarse arrastrándose hacia a tras hasta que su espalda toco la pared y se levanto.
- Hay uno de ellos bajo la mesa - dijo Thomas al tiempo que la mesa daba violentos saltos, lanzando a volar un florero que habia sobre ella y haciendo estallar contra el suelo.
Adrian mantenia el halo de luz sobre la mesa que continuaba sus saltos hasta que cayo volteada y pudieron ver lo que se ocultaba bajo ella...
Cielo Santo - exclamo Thomas - si es solo un niño...
Ante ellos yacía la figura de un niño de unos 10 años, sus ojos inyectados en sangre y la retorcida posición de su cuerpo les dejo claro que ya no era un humano.
- Mierda, ¿que hacemos? - pregunto Adam con el cuchillo apuntando al muchacho que permanecía quieto siseando y observando-
De un momento a otro el niño se abalanzo contra Thomas gritando, quien se agacho y recogiendo el mantel de la mesa se lo arrojo al muchacho envolviéndolo con el mientras este luchaba por quitárselo de encima.
-... dale ahora... - masculló entre dientes Thomas intentando contener al niño con dificultad...
- No, no puedo - dijo Adam mientras se acercaba temblando y respirando agitadamente...
- ¡Hazlo! - grito Thomas - no podre sostenerlo mucho mas...
Adrian alumbraba paralizado ante el horror que estaba presenciando...
Adam comenzó a dar certeras puñaladas al bulto, mientras observaban como el mantel comenzaba a teñirse mas y mas de machas de sangre
¡ Muérete, muérete, muérete, ¡de una maldita vez! ¡Por favor! - gritaba Adam entre sollozos dado mas y mas estocadas al bulto del niño que poco a poco dejo de luchar hasta quedar tendido en el suelo.
Adam cayo de rodillas junto a el cubriéndose la cara con las manos mientras lloraba horrorizado por lo que acababa de hacer...
- Vamos, Adam - dijo Thomas poniéndole una mano en e hombro y dándose fuerzas para poder contener lo que el también sentía- el ya no estaba entre nosotros, no podíamos hacer otra cosa...
Al cabo de unos instantes Adam se puso de pie y los tres pesadamente cruzaron la puerta que daba al corredor donde estaba el cuarto de Robert.
FICHA
- Spoiler:
- NOMBRE: Adam Connell
EDAD: 35
IDIOMAS: Ingles, y algo de Francés (no mucho, puede mantener una conversación básica, pero seguro que se pierde de algo).
OFICIO: Medico
APARIENCIA: Se trata de un hombre alto, de contextura gruesa. De cara cuadrada, cabellos castaños, ojos claros, y una barba de un par de semanas.
HISTORIA: Nació en 1975, en Washington. De padres médicos, decidió seguir el camino de estos. Estudio medicina en la Georgetown University de Washington. Tras graduarse en el 2002, ingreso a trabajar en el hospital general de Wenatchee.
Ahí conoció a Verónica Wood, una enfermera de la que se enamoraría y con la cual se casaría en el 2005, tras casi 3 años de un intenso romance. Un año y medio mas tarde, nacerían Sandy y Diana, las gemelas que se convertirían en sus primeras hijas.
Todo marchaba a la perfección, tenia un buen empleo, una gran casa, una buena esposa y dos hermosas hijas. Adam no podía desear nada mas... pero de un momento a otro, todo se vendría abajo.
Fue el 18 de agosto de 2010, Adam regresaba, junto a su familia, de visitar a sus padres en Washington, conducía a gran velocidad, y al intentar coger el teléfono para contestar una llamada se cambio de carril impactando de frente a un camión de carga que hizo volcar el vehículo de Adam por varios metros. Verónica murió al instante, y la pequeña Diana 3 días después, tras una dolorosa agonía en el hospital de Washington. Sandy, hasta el día de hoy permanece en cuidados intensivos en el hospital de Wenatchee.
Adam quedo destrozado, sintiendo en su interior la culpabilidad por la muerte de dos de las personas a las que mas amaba. Se entrego a las drogas y al alcohol en un intento de olvidar lo sucedido, o de amortiguar el dolor que aquello le causa. Ahora, tres meses después de lo sucedido, es solo una triste sombra de lo que fue, y vive para lamentar lo sucedido, maldecirse y autodestruirse, olvidando que aun le queda alguien por quien luchar.
PERSONALIDAD: tal ves antes era un hombre simpático, y agradable, pero ahora es mas bien una persona triste, y solitaria, enojada consigo mismo y con el mundo, y despreocupado por lo que le sucede a los demás. Solo recibe visitas de sus padres (ocasionalmente), y de Clara Donovan, la medico encargada de los cuidados de Sandy, quien trata de hacerle ver que debe cambiar por ella.
OBJETOS
- Spoiler:
- Cuchillo (2)
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-Voto a que vayamos primero por Robert - dijo Adam entregando la linterna a Adrian - mientras antes tengamos esas armas, mas seguros estaremos - dijo tomando con firmeza el cuchillo - con estas cosas no llegaremos muy lejos...
Adrian se puso a la cabeza del grupo seguido por Thomas y por Adam mas atrás, el silencio era casi absoluto y solo era destruido por el sonido de sus pasos sobre el piso de madera y por el agitado respirar de los tres hombres, que seguian con la mirada el halo de luz dirigido por Adrian...
Caminaron a lo largo de un estrecho corredor, a sus pies el rastro de sangre seguía el mismo camino, hasta que llegaron a un recodo que giraba a la derecha, al voltar vieron una imagen que los sobresalto:
Una mujer de edad ya algo avanzada yacía en el suelo sobre el cuerpo de un hombre joven, arrancándole a mordiscos trozos de carne desde el cuello.
-Dios mio- dijo Thomas llevándose la mano a la boca llamando la atención de la mujer quien inmediatamente miro hacia los sobrevivientes. Adrian instintivamente guió el halo de luz hacia el rostro de la mujer, era realmente horrible: su piel tenia un tono amarillento y grisaseo, sus ojos estaban inyectados en sangre y de su boca colgaban trozos de carne y piel del hombre del que se estaba alimentando. La mujer se levanto avalanzandose hacia la luz hasta agarrar a Adrian intentando morderle mientras siseaba salvajemente.
-¡Mierda! quitenmela - decía Adrian mientras forcejeaba con la mujer que tenia una fuerza superior a lo que deberia...
Thomas tomo un jarrón de un pequeño mueble de madera y lo reventó contra la cabeza de la mujer, mientras Adam usaba el cuchillo dándole certeras estocadas en la espalda, esta gruñia, mientras seguia en su intento de morder a Adran. Este ultimo hizo un esfuerzo mas y logro sacarse de encima a la mujer empujándola y haciendo la caer al tropezarse con el cuerpo del hombre muerto en el suelo...
La linterna cayo también alumbrando en dirección a la mujer intentaba ponerse de pie, Adrian se acerco dandole una potente patada en la cabeza dejandosela torcida de forma casi antinatural sin conseguir detenerla...
-Toma usa esto- grito Adam pasandole el cuchillo a Adrian quien seguía intentando detener a la mujer a puñetazos.
Adrian tomo en cuchillo y se lo clavo a la mujer en plena garganta. Un chorro de sangre salio disparado de esta mientras la mujer se retorcía en el suelo hasta quedarse completamente quieta. Adrian y Thomas no pudieron contenerse ante el grotesco espectaculo y tuvieron que inclinarse a vomitar... Adam se acerco y recogió el cuchillo limpiándolo con una cortina, también tenia el estomago algo revuelto, pero estaba acostumbrado a imágenes de ese tipo, por lo que pudo superarlo...
-Era la esposa del dueño - comento Adrian mientras recuperaba las fuerzas y recogia la Linterna del suelo...
-¿Al tipo lo reconoces? - pregunto Adam indicando hacia el cuerpo tendido en el suelo.
-No- respondio Adrian alumbrando el cadaver sintiendo otra ves su estomago retorciendose en su interior... -Continuemos...
Los tres siguieron avanzando por el pasillo llegando hasta el comedor. Todo el lugar estaba revuelto, con las sillas esparcidas por el suelo y el mantel de la mesa corrido y manchado con sangre.
- Del otro lado están los cuartos - comento Adrian alumbrando una puerta en el otro extremo del cuatro, mas allá de la mesa. En uno de los muros, sobre una pequeña chimenea donde una pequeña brazas aun crepitaban débilmente, había un hermoso reloj de péndulo cuyo rítmico sonido no hacia mas que dar mas tensión al ambiente.
Los tres avanzaron, Adrian giraba de lado a lado la luz de la linterna tratando de no dejar ningun centimetro del lugar sin vislumbrar...
¡OH MALDICION! - grito Adam atrás mientras caía al suelo - Algo me ha tomado la pierna - mascullo con esfuerzo mientras Adrian dirigía la luz hacia el suelo donde Adam forcejeaba por liberar su pierna que era asida fuertemente por una mano pequeña. De una patada Adam consiguió liberarse arrastrándose hacia a tras hasta que su espalda toco la pared y se levanto.
- Hay uno de ellos bajo la mesa - dijo Thomas al tiempo que la mesa daba violentos saltos, lanzando a volar un florero que habia sobre ella y haciendo estallar contra el suelo.
Adrian mantenia el halo de luz sobre la mesa que continuaba sus saltos hasta que cayo volteada y pudieron ver lo que se ocultaba bajo ella...
Cielo Santo - exclamo Thomas - si es solo un niño...
Ante ellos yacía la figura de un niño de unos 10 años, sus ojos inyectados en sangre y la retorcida posición de su cuerpo les dejo claro que ya no era un humano.
- Mierda, ¿que hacemos? - pregunto Adam con el cuchillo apuntando al muchacho que permanecía quieto siseando y observando-
De un momento a otro el niño se abalanzo contra Thomas gritando, quien se agacho y recogiendo el mantel de la mesa se lo arrojo al muchacho envolviéndolo con el mientras este luchaba por quitárselo de encima.
-... dale ahora... - masculló entre dientes Thomas intentando contener al niño con dificultad...
- No, no puedo - dijo Adam mientras se acercaba temblando y respirando agitadamente...
- ¡Hazlo! - grito Thomas - no podre sostenerlo mucho mas...
Adrian alumbraba paralizado ante el horror que estaba presenciando...
Adam comenzó a dar certeras puñaladas al bulto, mientras observaban como el mantel comenzaba a teñirse mas y mas de machas de sangre
¡ Muérete, muérete, muérete, ¡de una maldita vez! ¡Por favor! - gritaba Adam entre sollozos dado mas y mas estocadas al bulto del niño que poco a poco dejo de luchar hasta quedar tendido en el suelo.
Adam cayo de rodillas junto a el cubriéndose la cara con las manos mientras lloraba horrorizado por lo que acababa de hacer...
- Vamos, Adam - dijo Thomas poniéndole una mano en e hombro y dándose fuerzas para poder contener lo que el también sentía- el ya no estaba entre nosotros, no podíamos hacer otra cosa...
Al cabo de unos instantes Adam se puso de pie y los tres pesadamente cruzaron la puerta que daba al corredor donde estaba el cuarto de Robert.
Dr.Zombi- Recien llegado al refugio
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Fecha de inscripción : 04/12/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
En la pizzería
Oleg Herrman, Matt Forhman y Vince intentaban adaptarse a las circunstancias que les rodeaban. Los muertos empezaban a volver a la vida y a ellos les había pillado lejos de sus casas y, lo que es peor, lejos de cualquier zona segura.
Estaban en una pizzería acristalada por completo y cuyos cristales podría romper un grupo de solo tres zombies.
De momento, habían decidido apagar las luces de la entrada y las que había en la parte de atrás, quedándose encendidos únicamente, los tres focos que iluminaban la barra de la pizzería.
No era una iluminación suficiente pero, al menos, podrían verse los unos a los otros. Se armaron con los cuchillos que encontraron en la parte trasera de la cafetería, de los cuales, dos fueron para Becky, dos fueron para Vince y el tercero se lo quedó Oleg por si las moscas.
Por su parte, Matt cogió una tabla de surf que, hasta entonces, servía como elemento decorativo en la pizzería. Era una tabla de apenas metro y medio así que podía llevarla bajo el brazo. Resultaba incómodo pero mejor era eso que nada.
Es resistente y puede acabar con la vida de un zombie de un solo golpe. Durará dos post.
Fue entonces cuando Arthur murió. Mark solto una pequeña lágrima pero Oleg, simplemente se dio la vuelta y, como había hecho muchas veces, decidió no mirar atrás ni pensar en nada durante unos minutos. Eso le liberaba de la gran presión que sentía a menudo.
Se sentó en una silla con su ballesta en la mano y así pasaron cinco minutos en los que Oleg no se movió hasta que un grito interrumpió su momento. Era Becky. Arthur había despertado y la había agarrado del brazo, la hubiera mordido de no ser porque Matt estaba atento y le golpeó con la tabla de surf. No le dio de lleno, así que simplemente le dejó KO pero en poco tiempo volvería a atacar. Decidieron atarle sobre unas cuantas mesas a ver cómo evolucionaba aquello.
- ¿Qué hacemos ahora? - Preguntó Becky, histérica- ¿Qué está pasando? Jo, ¿dónde estarán Daniel y mamá? Deberían haber llegado ya aquí.
- ¿No dijiste que había una puerta trasera? - Dijo Oleg, intentando que ella se olvidara de su familia por un instante.
- Sí, pero es inútil- DIjo Vince- Allí son mucho más numerosos.
- ¿Estás seguro? - Dijo Matt mirando hacia el cristal de la pizzería que estaba siendo golpeado por un zombie. Atraería a más y, de momento, estaban atrapados.
Por su parte, Jenkins se sintió muy cansado de repente. Se sentó en una silla pero nadie observó cómo empezaba a sudar. No sabía lo que le estaba pasando y no quería que nadie se enterara, al menos, no de momento...
Oleg Herrman, Matt Forhman y Vince intentaban adaptarse a las circunstancias que les rodeaban. Los muertos empezaban a volver a la vida y a ellos les había pillado lejos de sus casas y, lo que es peor, lejos de cualquier zona segura.
Estaban en una pizzería acristalada por completo y cuyos cristales podría romper un grupo de solo tres zombies.
De momento, habían decidido apagar las luces de la entrada y las que había en la parte de atrás, quedándose encendidos únicamente, los tres focos que iluminaban la barra de la pizzería.
No era una iluminación suficiente pero, al menos, podrían verse los unos a los otros. Se armaron con los cuchillos que encontraron en la parte trasera de la cafetería, de los cuales, dos fueron para Becky, dos fueron para Vince y el tercero se lo quedó Oleg por si las moscas.
Por su parte, Matt cogió una tabla de surf que, hasta entonces, servía como elemento decorativo en la pizzería. Era una tabla de apenas metro y medio así que podía llevarla bajo el brazo. Resultaba incómodo pero mejor era eso que nada.
Es resistente y puede acabar con la vida de un zombie de un solo golpe. Durará dos post.
Fue entonces cuando Arthur murió. Mark solto una pequeña lágrima pero Oleg, simplemente se dio la vuelta y, como había hecho muchas veces, decidió no mirar atrás ni pensar en nada durante unos minutos. Eso le liberaba de la gran presión que sentía a menudo.
Se sentó en una silla con su ballesta en la mano y así pasaron cinco minutos en los que Oleg no se movió hasta que un grito interrumpió su momento. Era Becky. Arthur había despertado y la había agarrado del brazo, la hubiera mordido de no ser porque Matt estaba atento y le golpeó con la tabla de surf. No le dio de lleno, así que simplemente le dejó KO pero en poco tiempo volvería a atacar. Decidieron atarle sobre unas cuantas mesas a ver cómo evolucionaba aquello.
- ¿Qué hacemos ahora? - Preguntó Becky, histérica- ¿Qué está pasando? Jo, ¿dónde estarán Daniel y mamá? Deberían haber llegado ya aquí.
- ¿No dijiste que había una puerta trasera? - Dijo Oleg, intentando que ella se olvidara de su familia por un instante.
- Sí, pero es inútil- DIjo Vince- Allí son mucho más numerosos.
- ¿Estás seguro? - Dijo Matt mirando hacia el cristal de la pizzería que estaba siendo golpeado por un zombie. Atraería a más y, de momento, estaban atrapados.
Por su parte, Jenkins se sintió muy cansado de repente. Se sentó en una silla pero nadie observó cómo empezaba a sudar. No sabía lo que le estaba pasando y no quería que nadie se enterara, al menos, no de momento...
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En la biblioteca...
Derek Morgan había revisado casi por completo el primer piso de la biblioteca. Sólo había encontrado a una mujer con vida que se había identificado como Obara. Las otras personas que había encontrado formaban ya parte del ejército de las tinieblas o estaban haciendo que personas como él, aparentemente sanas, se unieran a sus huestes.
Se reunieron con Patty y el otro joven en el tercer piso. Habían sellado la puerta de entrada a la biblioteca y habían ido todos escaleras arriba. Aquella sala de ordenadores en la que pretendían refugirase era perfecta ya que contaba con dos salidas y, a pesar de que también estaba acristalada, los cristales eran duros, resistentes y, al igual que los zombies les veían a ellos, ellos podrían ver a aquellos seres que se acercaran.
Patty y aquel niño pijo se habían encontrado por el camino con otros tres estudiantes, ahora eran siete los que habían conseguido llegar hasta la tercera planta.
Era de noche pero todavía funcionaba el suministro eléctrico así que decidieron pasar allí la noche. Se acurrucaron unos junto a otros mientras Derek y Obara hacían guardia.
Patty y otro de los estudiantes cuidaban de Willy, el encargado de mantenimiento que tenía una herida muy pero que muy fea en el brazo.
- Necesita medicinas- Dijo Patty- Sino, no sobrevivirá. Y nadie más morirá durante mi turno.
- ¿Medicinas? Lo que necesitamos es saber que está pasando. - Dijo el niño pijo.
- Yo iré a por medicinas, Patty, ¿qué necesitas?
- Lo que encuentres. La sala de limpieza y profesores está en este mismo piso, al fondo a la derecha. Johnny, vete con ellos, indicó al pijo.
- De acuerdo....- Dijo Johnny- ¿está segura de quedarse aquí a sólas con él?
- Sí, lo estoy. Dijo ella- Además, Mary y Robert están conmigo.
- Bueno.... si quiere que me quede con usted. No tengo armas más que esta mochila.
- No sé que llevarás ahí pero has dado cuatro golpes a un zombie y le has dejado tirado en el suelo, de momento, servirá. Corred, joder, si no queréis que este hombre muera.
- Venga Johnny, yo solo tengo este libro de Guerra y Paz y estas pequeñas tijeras.
Duran un solo post pero te permiten matar a un zombie.
Y así los tres salieron de la sala de ordenadores del tercer piso, rumbo a la sala de profesores al fondo del pasillo.
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En la iglesia...
Los zombies habían conseguido entrar en la parte delantera de la iglesia, ahora Charlie, Daniel, Leo y el Padre Ramsey estaban atrapados y sin salida en la sacristía. Como en todas las sacristías, debería haber una salida por la parte trasera pero en aquella iglesia, las continuas reformas a las que se veía sometida la iglesia, había llevado a que, en una de ellas por error, se tapiase lo que antes había sido la puerta de salida.
Se trataba de un pequeño cuarto no muy bien amueblado pero con muebles suficientes para poder tapar todas las paqueñas ventanas, lo bastante pequeñas para que únicamente alguien del tamaño de Daniel saliera por ellas. Pero Daniel era un niño especial, era un niño autista, sin capacidad de amar, sin capacidad de entender o de hacer lo que otra persona le pidiera. Además, el Pastor Ramsey negaría rotundamente la posibilidad de que un niño saliera corriendo directamente hacia las fauces de la muerte.
- ¿Qué hacemos? - Gritó Charlie mientras golpeaba una de las baldas de la estantería con su candelabro haciéndola caer.
- De momento- Dijo Leo- Esperaremos ayuda, alguien tiene que venir. Y ayúdame a colocar esto en ese tragaluz, no quiero que un saltamontes mutante venga a devorarme.
- ¿Saltamontes mutantes, hijo? Eso no existe- DIjo el Pastor.
- Ja, y los muertos deberían estar muertos pero tenemos ahí fuera a unos cuantos que quieren hacernos compañía- Dijo Leo a lo que Charlie no pudo evitar responder con una sonrisa.
- Sí, claro, ayuda dices... Ayudarán a devorarnos porque otra cosa- Dijo Charlie, tipo completamente escéptico. Pensó en lo que haría María, una mujer, su mujer ya que, en situaciones de crisis, cuando las mujeres se tranquilizan tienen mejores ideas que ellos- Déjame pensar un minuto... ¿Dijiste tragaluz?
- Sí, hay uno enorme en la sala contigua pero ¿y si hay saltamontes mutantes y entran por ahí o los zombies se han subido al tejado?
- Por lo que hemos visto hasta ahora, los zombies no tienen más fuerza que tú o que yo, solamente son más numerosos así que.. no pienso quedarme a morir de hambre aquí metido por culpa de que solo tengamos dos paquetes de sopa. Prefiero arriesgarme- Dijo Charlie- Ramsey, ¿está de acuerdo conmigo?
- Sí hijo, además, tengo mi casa a tan solo unos metros y allí... tengo una sorpresa para vosotros. Ayudadme a sacar la escalera. Está en ese armario.
Del armario, salió la Srta Potts, el ama de llaver de la iglesia, una mujer de mediana edad rechoncha y simpática que llevaba varias horas muerta pero que, de alguna manera, había vuelto.
Ahora, tenían dos problemas, ¿cómo matar con la Sra Potts que ahora bailaba la danza de la muerte con Leo? y ¿quién saldría a revisar el tejado?
Se reunieron con Patty y el otro joven en el tercer piso. Habían sellado la puerta de entrada a la biblioteca y habían ido todos escaleras arriba. Aquella sala de ordenadores en la que pretendían refugirase era perfecta ya que contaba con dos salidas y, a pesar de que también estaba acristalada, los cristales eran duros, resistentes y, al igual que los zombies les veían a ellos, ellos podrían ver a aquellos seres que se acercaran.
Patty y aquel niño pijo se habían encontrado por el camino con otros tres estudiantes, ahora eran siete los que habían conseguido llegar hasta la tercera planta.
Era de noche pero todavía funcionaba el suministro eléctrico así que decidieron pasar allí la noche. Se acurrucaron unos junto a otros mientras Derek y Obara hacían guardia.
Patty y otro de los estudiantes cuidaban de Willy, el encargado de mantenimiento que tenía una herida muy pero que muy fea en el brazo.
- Necesita medicinas- Dijo Patty- Sino, no sobrevivirá. Y nadie más morirá durante mi turno.
- ¿Medicinas? Lo que necesitamos es saber que está pasando. - Dijo el niño pijo.
- Yo iré a por medicinas, Patty, ¿qué necesitas?
- Lo que encuentres. La sala de limpieza y profesores está en este mismo piso, al fondo a la derecha. Johnny, vete con ellos, indicó al pijo.
- De acuerdo....- Dijo Johnny- ¿está segura de quedarse aquí a sólas con él?
- Sí, lo estoy. Dijo ella- Además, Mary y Robert están conmigo.
- Bueno.... si quiere que me quede con usted. No tengo armas más que esta mochila.
- No sé que llevarás ahí pero has dado cuatro golpes a un zombie y le has dejado tirado en el suelo, de momento, servirá. Corred, joder, si no queréis que este hombre muera.
- Venga Johnny, yo solo tengo este libro de Guerra y Paz y estas pequeñas tijeras.
Duran un solo post pero te permiten matar a un zombie.
Y así los tres salieron de la sala de ordenadores del tercer piso, rumbo a la sala de profesores al fondo del pasillo.
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En la iglesia...
Los zombies habían conseguido entrar en la parte delantera de la iglesia, ahora Charlie, Daniel, Leo y el Padre Ramsey estaban atrapados y sin salida en la sacristía. Como en todas las sacristías, debería haber una salida por la parte trasera pero en aquella iglesia, las continuas reformas a las que se veía sometida la iglesia, había llevado a que, en una de ellas por error, se tapiase lo que antes había sido la puerta de salida.
Se trataba de un pequeño cuarto no muy bien amueblado pero con muebles suficientes para poder tapar todas las paqueñas ventanas, lo bastante pequeñas para que únicamente alguien del tamaño de Daniel saliera por ellas. Pero Daniel era un niño especial, era un niño autista, sin capacidad de amar, sin capacidad de entender o de hacer lo que otra persona le pidiera. Además, el Pastor Ramsey negaría rotundamente la posibilidad de que un niño saliera corriendo directamente hacia las fauces de la muerte.
- ¿Qué hacemos? - Gritó Charlie mientras golpeaba una de las baldas de la estantería con su candelabro haciéndola caer.
- De momento- Dijo Leo- Esperaremos ayuda, alguien tiene que venir. Y ayúdame a colocar esto en ese tragaluz, no quiero que un saltamontes mutante venga a devorarme.
- ¿Saltamontes mutantes, hijo? Eso no existe- DIjo el Pastor.
- Ja, y los muertos deberían estar muertos pero tenemos ahí fuera a unos cuantos que quieren hacernos compañía- Dijo Leo a lo que Charlie no pudo evitar responder con una sonrisa.
- Sí, claro, ayuda dices... Ayudarán a devorarnos porque otra cosa- Dijo Charlie, tipo completamente escéptico. Pensó en lo que haría María, una mujer, su mujer ya que, en situaciones de crisis, cuando las mujeres se tranquilizan tienen mejores ideas que ellos- Déjame pensar un minuto... ¿Dijiste tragaluz?
- Sí, hay uno enorme en la sala contigua pero ¿y si hay saltamontes mutantes y entran por ahí o los zombies se han subido al tejado?
- Por lo que hemos visto hasta ahora, los zombies no tienen más fuerza que tú o que yo, solamente son más numerosos así que.. no pienso quedarme a morir de hambre aquí metido por culpa de que solo tengamos dos paquetes de sopa. Prefiero arriesgarme- Dijo Charlie- Ramsey, ¿está de acuerdo conmigo?
- Sí hijo, además, tengo mi casa a tan solo unos metros y allí... tengo una sorpresa para vosotros. Ayudadme a sacar la escalera. Está en ese armario.
Del armario, salió la Srta Potts, el ama de llaver de la iglesia, una mujer de mediana edad rechoncha y simpática que llevaba varias horas muerta pero que, de alguna manera, había vuelto.
Ahora, tenían dos problemas, ¿cómo matar con la Sra Potts que ahora bailaba la danza de la muerte con Leo? y ¿quién saldría a revisar el tejado?
Kealah- Cazadora con medias de seda
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Localización : Como dice Tatsu... Villadolor xDDD
Fecha de inscripción : 11/02/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
Así pues los tres supervivientes llegaron a la puerta de la habitación de Robert sin más complicaciones. Adrian alumbró el pomo de la puerta. Estaba abierta.
Todos intercambiaron una mirada de preocupación.
Respiraron hondo y abrieron la puerta de un golpe, aún sin cruzar el umbral.
No era una habitación muy espaciosa, constaba de una cama individual, un lustroso escritorio y una mesita de noche con una lámpara.
- ¿Ro...Robert? – llamó Adrian casi en susurros.
No hubo respuesta alguna.
Poco a poco se adentraron en la habitación. Adrian examinaba cada rincón de ésta con la linterna.
- Chicos, mirad esto – dijo Adam mostrándoles la mancha de sangre que había en la puerta que daba al cuarto de baño.
Adrian se acercó lentamente hacia la puerta y la abrió con la misma prontitud. Ésta giró sobre sus goznes dejando a la vista el cuerpo de Robert. Estaba sentado en la bañera con un rifle metido en la boca y sus sesos decorando las paredes.
- Oh, dios mío…lo siento, Adrian. – dijo Thomas, afligido por Adrian.
Adrian salió del cuarto de baño y se sentó en la cama, colocando su cabeza entre las rodillas y respirando a grandes bocanadas. Creía que Robert sobreviviría, trataba de convencerse a sí mismo de ello, pero en el fondo de su ser sabía que lo más seguro es que hubiese muerto, como todos los demás.
Adam y Thomas salieron con tres rifles del cuarto de baño.
- Míralo por el lado bueno, Adrian. No llegó a convertirse en una de esas cosas. Al menos él…descansa en paz. – comentó Adam en un intento de que Adrian no se derrumbase.
Adrian asintió y tras unos segundos se puso en pie, tomó uno de los rifles y lo cargó.
- Vamos a buscar a Christian. – dijo en tono decidido.
Todos estuvieron de acuerdo en que no podrían llevar los rifles y a la vez la linterna, así que rebuscaron en la habitación de Robert y encontraron algo de cinta adhesiva. Pegaron la linterna al cañón del rifle de Adrian y continuaron la marcha.
Acababan de salir de la habitación cuando vieron una pequeña figura inmóvil en mitad del pasillo. Adrian se sobresaltó y se apresuró a alumbrarla con la linterna.
Era una niña, y parecía no tener más de ocho años. Su cabello era de color rubio platino y estaba recogido en dos infantiles coletas, una más grande que la otra. Su piel era blanca como la leche, salpicado de motitas rojas en sus abultados mofletes. Tenía los ojos de color azul y anormalmente grandes. Pero aún así eran normales. No estaba infectada. Aunque su boca y su ropa, un uniforme de colegiala, estuviese cubierto de sangre.
- ¡No dispares, está viva! – chilló Thomas adelantándose y bajando el cañón del rifle de Adrian.
- Dios…he estado a punto de… ¿Estás bien, pequeña? – le preguntó Adrian a la niña acercándose a ella.
Ella sonreía. Pero no era una sonrisa agradable. Era la característica sonrisa que los niños ponían cuando sabían que habían hecho algo malo.
- ¿Cómo te llamas? ¿Estás herida? – añadió Adam, poniéndose de rodillas frente a la niña y colocándole una mano en el hombro. Tal y como hacía con su hija.
La pequeña miró la mano de Adam que descansaba en su hombro y luego le miró a él. La sonrisa permanecía inmutable.
- Quiero… - comenzó a decir la niña con una dulce y suave voz – quiero que juguemos a un juego…
Thomas la interrumpió.
- Ya habrá tiempo de jugar luego, pequeña. ¿Dónde están tus padres?
La sonrisa de la niña se ensanchó aún más.
- El señor y la señora Mordisquitos entraron en la habitación de papá y mamá – pequeñas risas – y…y… ¡y se los comieron! – dicho esto la niña estalló en carcajadas y se lamió los labios cubiertos de sangre.
Los tres supervivientes retrocedieron horrorizados.
- ¿De…de dónde ha salido esa sangre, pequeña? – preguntó Thomas, el cual había empezado a sudar.
- ¡Ay, es verdad, no me he limpiado la boquita! Mamá me regañará – y tras decir esto una sombra pareció pasar por su rostro, pero un segundo después volvía a lucir la misma sonrisa macabra – Cuando el señor y la señora Mordisquitos se comieron a mamá y papá… ¡YO ME LOS COMÍ A ELLOS! – y volvió a estallar en carcajadas.
Los tres supervivientes se dieron cuenta entonces. Aquella niña había perdido la cabeza Parecía incluso más peligrosa que los infectados…
- Bueno, vamos a jugar a un juego. – Continuó la niña – Tenéis que intentar salir de este sitio vivos – más risitas – Peeeeero no es fácil. He llamado a más señores y señoras Mordisquitos, y están llegando al motel, así que no podréis salir por las puertas. Y si ellos no os pillan, ¡YO OS COMERÉ! ¡JAJAJAJAJAJAJA!.
Dicho esto, la niña se fue a través del pasillo dando pequeños saltitos. Los supervivientes estaban paralizados del miedo. Una amenaza mayor había aparecido…
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Conseguís dos rifles Winchester modelo Pre 64 que os durarán cinco posts.
Todos intercambiaron una mirada de preocupación.
Respiraron hondo y abrieron la puerta de un golpe, aún sin cruzar el umbral.
No era una habitación muy espaciosa, constaba de una cama individual, un lustroso escritorio y una mesita de noche con una lámpara.
- ¿Ro...Robert? – llamó Adrian casi en susurros.
No hubo respuesta alguna.
Poco a poco se adentraron en la habitación. Adrian examinaba cada rincón de ésta con la linterna.
- Chicos, mirad esto – dijo Adam mostrándoles la mancha de sangre que había en la puerta que daba al cuarto de baño.
Adrian se acercó lentamente hacia la puerta y la abrió con la misma prontitud. Ésta giró sobre sus goznes dejando a la vista el cuerpo de Robert. Estaba sentado en la bañera con un rifle metido en la boca y sus sesos decorando las paredes.
- Oh, dios mío…lo siento, Adrian. – dijo Thomas, afligido por Adrian.
Adrian salió del cuarto de baño y se sentó en la cama, colocando su cabeza entre las rodillas y respirando a grandes bocanadas. Creía que Robert sobreviviría, trataba de convencerse a sí mismo de ello, pero en el fondo de su ser sabía que lo más seguro es que hubiese muerto, como todos los demás.
Adam y Thomas salieron con tres rifles del cuarto de baño.
- Míralo por el lado bueno, Adrian. No llegó a convertirse en una de esas cosas. Al menos él…descansa en paz. – comentó Adam en un intento de que Adrian no se derrumbase.
Adrian asintió y tras unos segundos se puso en pie, tomó uno de los rifles y lo cargó.
- Vamos a buscar a Christian. – dijo en tono decidido.
Todos estuvieron de acuerdo en que no podrían llevar los rifles y a la vez la linterna, así que rebuscaron en la habitación de Robert y encontraron algo de cinta adhesiva. Pegaron la linterna al cañón del rifle de Adrian y continuaron la marcha.
Acababan de salir de la habitación cuando vieron una pequeña figura inmóvil en mitad del pasillo. Adrian se sobresaltó y se apresuró a alumbrarla con la linterna.
Era una niña, y parecía no tener más de ocho años. Su cabello era de color rubio platino y estaba recogido en dos infantiles coletas, una más grande que la otra. Su piel era blanca como la leche, salpicado de motitas rojas en sus abultados mofletes. Tenía los ojos de color azul y anormalmente grandes. Pero aún así eran normales. No estaba infectada. Aunque su boca y su ropa, un uniforme de colegiala, estuviese cubierto de sangre.
- ¡No dispares, está viva! – chilló Thomas adelantándose y bajando el cañón del rifle de Adrian.
- Dios…he estado a punto de… ¿Estás bien, pequeña? – le preguntó Adrian a la niña acercándose a ella.
Ella sonreía. Pero no era una sonrisa agradable. Era la característica sonrisa que los niños ponían cuando sabían que habían hecho algo malo.
- ¿Cómo te llamas? ¿Estás herida? – añadió Adam, poniéndose de rodillas frente a la niña y colocándole una mano en el hombro. Tal y como hacía con su hija.
La pequeña miró la mano de Adam que descansaba en su hombro y luego le miró a él. La sonrisa permanecía inmutable.
- Quiero… - comenzó a decir la niña con una dulce y suave voz – quiero que juguemos a un juego…
Thomas la interrumpió.
- Ya habrá tiempo de jugar luego, pequeña. ¿Dónde están tus padres?
La sonrisa de la niña se ensanchó aún más.
- El señor y la señora Mordisquitos entraron en la habitación de papá y mamá – pequeñas risas – y…y… ¡y se los comieron! – dicho esto la niña estalló en carcajadas y se lamió los labios cubiertos de sangre.
Los tres supervivientes retrocedieron horrorizados.
- ¿De…de dónde ha salido esa sangre, pequeña? – preguntó Thomas, el cual había empezado a sudar.
- ¡Ay, es verdad, no me he limpiado la boquita! Mamá me regañará – y tras decir esto una sombra pareció pasar por su rostro, pero un segundo después volvía a lucir la misma sonrisa macabra – Cuando el señor y la señora Mordisquitos se comieron a mamá y papá… ¡YO ME LOS COMÍ A ELLOS! – y volvió a estallar en carcajadas.
Los tres supervivientes se dieron cuenta entonces. Aquella niña había perdido la cabeza Parecía incluso más peligrosa que los infectados…
- Bueno, vamos a jugar a un juego. – Continuó la niña – Tenéis que intentar salir de este sitio vivos – más risitas – Peeeeero no es fácil. He llamado a más señores y señoras Mordisquitos, y están llegando al motel, así que no podréis salir por las puertas. Y si ellos no os pillan, ¡YO OS COMERÉ! ¡JAJAJAJAJAJAJA!.
Dicho esto, la niña se fue a través del pasillo dando pequeños saltitos. Los supervivientes estaban paralizados del miedo. Una amenaza mayor había aparecido…
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Skimmer- Cazador mediocre
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Fecha de inscripción : 18/09/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
LEO FALCONE
Ficha
Objetos
Los nervios casi se apoderan de Leo, tuvo varios pensamientos en aquellas escasas decimas de segundo, primero, que por que su suerte eran tan mala que aquello lo habia elegido a el como bocadillo, segundo, ¿Estaria bien golpear a una mujer? tercero, por que demonios pensaba en tales cosas en un momento asi.
- ¡Hermano reacciona! - Le grito Charlie al ver que Leo solo se limitaba a cubrirse con su brazo a la altura del cuello, con una expresion de total terror.
La criatura extendio sus brazos hacia el joven, el no hubiera reaccionado de no ser porque el hombre lo habia traido devuelta a la realidad. Dio un paso hacia tras y empujo con su pie a la mujer, apoyandose en su pecho. No se podria haber considerado una patada, no poseia ni el equilibrio ni el lugar para lograr eso en aquel momento.
El zombie cayo sentado contra la pared pero rapidamente se dispuso a volver. Leo levanto el candelabro con ambas manos, su respiracion estaba acelerada, sus ojos negros parecian apunto de salirse de sus orbitas. El no queria tener que matarla, no queria llegar a tal extremo. La Sra. Potts se habia levantado desequilibrada, ¿Que debia hacer?
- Hombre ¿que esperas? ¡Golpeala en la cabeza! - Le grito Charlie que se sentia impotente en aquel momento.
Leo trago saliva, calmo su respiracion y dio el golpe asesino con todas sus fuerzas sobre la cabeza de la mujer. Unas gotas de sangre mancharon la pared, habia sido limpio, justo en el medio del craneo. La Sra.Potts callo sentada, aun consiente. "Al diablo con esto.." penso el joven antes de acestar un segundo golpe y terminar con un tercero que acabo definitivamente con aquella cosa.
- Mierda... - Dijo aun aturdido en español.
La sangre empezaba a caer de a hilos de la cabeza del zombie, no parecia muy diferente a como la habian encontrado... solo que ahora no se movia...
El padre Ramsey corrio al baño y vomito sobre el inodoro, habia sido demasiado shockeante para aquel hombre de fe. Charlie se acerco a Leo que habia dejado caer el candelabro y descanzaba apoyado sobre sus rodillas.
- Hey... - Dijo mientras le daba una palmada en la espalda - No tenias opcion, era ella o tu... Ademas le has hecho un favor, no creo que andar por ahi muerto sea muy divertido.
- No es eso - Dijo en tono calmado - Es solo que me pregunto cuantas veces mas tendre que hacer esto.
En verdad no le cabia culpa por el asesinato, si es que asi se lo podia clasificar, era una persona ya muerta, habia sido en defensa propia y el sabia que habia hecho la correcto.
- Parece que fue buena idea haber traido estos candelabros, si no tu probablemente..
- Probablemente la habria matado con mis propios puños - dijo levantandose camino a ver al padre, el no queria pensar en "que habria pasado", lo hecho, hecho estaba.
Vio a Daniel recostado en el viejo sofa, no parecia haberse dado cuenta de que habia pasado, parecia tratar de tomar algo en el aire. "Tienes suerte de no saber que pasa aqui" penso Leo.
- Padre, ya deje eso. No ire al infierno por haber matado un zombie. - Dijo apoyado en el umbral del baño.
- Dios santo... dios mio... ¡¿Es esto un castigo divino?! ¿¡El dia del juicio ha llegado?! - Decia sin dejar de dar arcadas
- Bla, bla, bla, Charlie ¿tienes la escalera?
Leo casi choca repentinamente con aquel tipo, que la llevaba en brazos.
- Estoy dos pasos adelante de ti, forastero.
- Si ese es el caso entonces sube tu primero - Dijo aprovechandose de la situacion, el no queria subir halla arriba sin estar seguro que no habia alguna otra cosa esperandolos.
- ¿Te crees muy listo no?
- Eso me han dicho - Dijo aun con la sonrisa en su rostro. - Si no tienes el coraje entonces deja que un hombre de verdad lo haga.
"Touche" penso a sus adentros, con aquel desafio a su hombria no habia manera de que lo dejase subir primero... ¿O se equivocaba?
Ficha
- Spoiler:
- Nombre: Leo Falcone
Edad: 25
Idioma: Español, Ingles, muy poco de Italiano
Oficio: Abogado
Apariencia: Contextura media, pelo castaño claro, ojos oscuros. Por lo general usa trajes, debido a las constantes reuniones. Pero cuando no se encuentra en eso, usa remeras manga largas y chaquetas, una vida de crianza con sus dos hermanas le habian dejado un gusto por la moda.
Personalidad: Es una persona ambiciosa, siempre quiere mejor en si mismo, aunque esto a veces lo lleva mas alla de sus propias limitaciones. Fuerte sentido de la justicia y rapida adaptacion, trata de llevar la cabeza en todo, aun cuando no tiene la mas minima idea sobre ello.
Historia: Leo nacio en la ciudad de Buenos Aires, Argentina en 1985. Comenzo como abogado a la corta edad de 23 años, entusiasmado por querer poner justicia, se vio condenado a un mundo donde gana quien tiene mas dinero e influenciadas, rechazado repetidas veces por su negacion a defender a acusados que el encontraba culpable. Esto rapidamente le enseño que nada era lo que parecia, y que la carrera de justicia e ideales que habia estudiado durante tantos años, no era mas que otra de las formas que la gente de poder tenia para manipular a la ley.
Decidio tomar su dinero que habia hecho en sus cortos años de trabajo honesto y tomarse unas vacaciones en un pueblo que un colega le habia dicho, el cual era famoso por su "Festival de la Manzana", siempre habia querido conocer USA, pero con toda la criminalidad, eligio un pueblo tranquilo donde descansar. "Eso deberia calmar mis nervios" penso mientras leia un folleto.
En eso saco un relicario de su bolsillo, lo abrio, era una foto de su difunto padre, quien le habia inculcado aquellos valores que el defendia con su vida.. "Siento no poder haber sido como tu... no en este mundo, padre" penso en aquel momento, sus ojos se perdieron por un momento en los recuerdos de su infancia.
Objetos
- Spoiler:
- x1
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Los nervios casi se apoderan de Leo, tuvo varios pensamientos en aquellas escasas decimas de segundo, primero, que por que su suerte eran tan mala que aquello lo habia elegido a el como bocadillo, segundo, ¿Estaria bien golpear a una mujer? tercero, por que demonios pensaba en tales cosas en un momento asi.
- ¡Hermano reacciona! - Le grito Charlie al ver que Leo solo se limitaba a cubrirse con su brazo a la altura del cuello, con una expresion de total terror.
La criatura extendio sus brazos hacia el joven, el no hubiera reaccionado de no ser porque el hombre lo habia traido devuelta a la realidad. Dio un paso hacia tras y empujo con su pie a la mujer, apoyandose en su pecho. No se podria haber considerado una patada, no poseia ni el equilibrio ni el lugar para lograr eso en aquel momento.
El zombie cayo sentado contra la pared pero rapidamente se dispuso a volver. Leo levanto el candelabro con ambas manos, su respiracion estaba acelerada, sus ojos negros parecian apunto de salirse de sus orbitas. El no queria tener que matarla, no queria llegar a tal extremo. La Sra. Potts se habia levantado desequilibrada, ¿Que debia hacer?
- Hombre ¿que esperas? ¡Golpeala en la cabeza! - Le grito Charlie que se sentia impotente en aquel momento.
Leo trago saliva, calmo su respiracion y dio el golpe asesino con todas sus fuerzas sobre la cabeza de la mujer. Unas gotas de sangre mancharon la pared, habia sido limpio, justo en el medio del craneo. La Sra.Potts callo sentada, aun consiente. "Al diablo con esto.." penso el joven antes de acestar un segundo golpe y terminar con un tercero que acabo definitivamente con aquella cosa.
- Mierda... - Dijo aun aturdido en español.
La sangre empezaba a caer de a hilos de la cabeza del zombie, no parecia muy diferente a como la habian encontrado... solo que ahora no se movia...
El padre Ramsey corrio al baño y vomito sobre el inodoro, habia sido demasiado shockeante para aquel hombre de fe. Charlie se acerco a Leo que habia dejado caer el candelabro y descanzaba apoyado sobre sus rodillas.
- Hey... - Dijo mientras le daba una palmada en la espalda - No tenias opcion, era ella o tu... Ademas le has hecho un favor, no creo que andar por ahi muerto sea muy divertido.
- No es eso - Dijo en tono calmado - Es solo que me pregunto cuantas veces mas tendre que hacer esto.
En verdad no le cabia culpa por el asesinato, si es que asi se lo podia clasificar, era una persona ya muerta, habia sido en defensa propia y el sabia que habia hecho la correcto.
- Parece que fue buena idea haber traido estos candelabros, si no tu probablemente..
- Probablemente la habria matado con mis propios puños - dijo levantandose camino a ver al padre, el no queria pensar en "que habria pasado", lo hecho, hecho estaba.
Vio a Daniel recostado en el viejo sofa, no parecia haberse dado cuenta de que habia pasado, parecia tratar de tomar algo en el aire. "Tienes suerte de no saber que pasa aqui" penso Leo.
- Padre, ya deje eso. No ire al infierno por haber matado un zombie. - Dijo apoyado en el umbral del baño.
- Dios santo... dios mio... ¡¿Es esto un castigo divino?! ¿¡El dia del juicio ha llegado?! - Decia sin dejar de dar arcadas
- Bla, bla, bla, Charlie ¿tienes la escalera?
Leo casi choca repentinamente con aquel tipo, que la llevaba en brazos.
- Estoy dos pasos adelante de ti, forastero.
- Si ese es el caso entonces sube tu primero - Dijo aprovechandose de la situacion, el no queria subir halla arriba sin estar seguro que no habia alguna otra cosa esperandolos.
- ¿Te crees muy listo no?
- Eso me han dicho - Dijo aun con la sonrisa en su rostro. - Si no tienes el coraje entonces deja que un hombre de verdad lo haga.
"Touche" penso a sus adentros, con aquel desafio a su hombria no habia manera de que lo dejase subir primero... ¿O se equivocaba?
Última edición por SkyFlames el Jue Dic 23, 2010 1:33 pm, editado 2 veces
SkyFlames- Superviviente
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Fecha de inscripción : 19/06/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
- Biografía:
Nombre: Adrian Carlson
Idioma: Inglés y Español, en sus ratos de ocio está aprendiendo Japonés.
Edad: 27 años
Ocupación: Ingeniero en Sistemas Computacionales
Apariencia: Es una persona de piel blanca, 1.85m de estatura, pelo lacio castaño claro, ojos color miel/grises (Dependiendo de la ropa que traiga puesta se ven de uno o de otro color) Cuerpo atlético. Viste pantalón cargo café, botas militares cafés, playera negra y chamarra deportiva. Trae consigo unas dog tags (sin ser militar) y un reloj análogo de buceo.
Tiene 2 hobbies, el gotcha y el full contact que practica seguido.
Tiene un caracter sereno, aunque es terco pero tenaz.
Historia: Es Mexicano/Estadounidense, Padre Militar (Teniente Coronel John Carlos) y Madre médica (Neurocirugana Ingrid Aguilar). Sus padres se divorciaron por conflictos laborales, él se quedó en Estados unidos y ella regresó a México Df. Adrian vivió su infancia hasta que terminó el bachillerato con su madre, pero en verano iba a visitar a su padre, donde se la pasaba en campamentos militares, de ahí tomó su afición por el gotcha. Al terminar el bachillerato se mudó con su padre en Portland para realizar sus estudios universitarios. Actualmente trabaja en una compañía que fabrica sistemas de seguridad, pero se encuentra de vacaciones, por lo que decidió ir a acampar a un parque natural cercano con dos amigos por unos días, para después ir a Seattle a un torneo de Gotcha. Pero no pudieron llegar al parque porque se descompuso la camioneta y tuvieron que desviarse a un pueblito llamado Wenatchee, donde radica temporalmente en un hotel cerca de la concesionaria mientras reparan la camioneta.
- Items:
Encendedor, Dos Bombas Molotov, Rifle, backpack
_______________________________________________________________________________________________________________________________________
Los tres compañeros estaban petrificados de lo sucedido. Ahora tenían un mayor problema, salir de ahí con vida, pero la cosa se había puesto peor, si es que aún se podía. No podrían creerlo, pero había sucedido.
Adrián recuperó el aliento y les dijo a los demás:
-Vamos, tenemos que encontrar a Christian.
Siguieron a Adrián quién guiaba, Thomas estaba segundo y cuidando la retaguardia iba Adam. El motel en penumbra, el haz de luz de la lámpara alumbrando provocaba ideas terroríficas en cada uno, era una escena como sacada de una película de terror. Estaban muertos de miedo. Avanzaron lentamente rumbo al cuarto de Christian, por todo el pasillo había un camino de sangre. En las paredes se dibujaban cuatro líneas paralelas que ondeaban formando ondas, todos sabían qué era, pero no querían decirlo en voz alta, estaban a la altura de su cadera, como si hubieran sido pintadas por alguién hincado o de pequeña estatura. Continuaron léntamente y en silencio. Ahora tenían que esconderse de otro peligro, uno que suponía mayor fuerza de voluntad, si se encontraban con la niña y los atacaba, nadie sería capaz de dispararle, pues aunque estuviera loca, seguía siendo "humana".
- Mordisquitos♪♪♪, Mordisquitos♫♫♫ a que yo se los gano♪♫♫...
Se escuchó romperse un cristal, los compañeros se quedaron petrificados... Luego, un sonido que les heló la sangre, eran gemidos, lamentos, sonidos guturales sin sentido, los zombies habían entrado al motel... o los habían dejado entrar, ahora tenían el tiempo encima.
- Mordisquitos♪♪♪, Mordisquitos♫♫♫ a que yo se los gano♪♫♫... Se escuchó a lo lejos, del otro lado del pasillo.
- Vamos, apresurémonos. Dijo Adam.
Siguieron por el pasillo y llegaron hasta la habitación de Christian, en la puerta se observaba sangre pintada, salpicada y los cuatro caminos terminaban en el pomo de la puerta.
- Adrián, sabes qué significa... le susuró Thomas.
Adrián temiendo lo peor, tomó el pomo y... Descubrió que estaba cerrada con seguro, intentó abrirla pero no pudo.
Se escuchaban los gemidos de los zombies cada vez más cerca y de la niña no se escuchaba nada.
- Muévete Adrián. Repuso Adam, quién de una patada abrió la puerta.
Había sanbre en el piso, y en las paredes. Adrián alumbró hacia la habitación, la escena era como de una película de viernes 13, había dos cuerpos, uno todo mordido y con una silla en la cabeza, una de las patas estaba incrustada en uno de los ojos, el cuerpo aún se convulsionaba. El otro cuerpo yacía inmovil, tenía todo el cuerpo pintado de azul, el rostro desfigurado y con una gran herida en el craneo, por donde salía el cerebro, de igual manera de color azul. Pero ninguno de los dos cuerpos era el de Christian.
- Christian... Susurró Adrián.
No hubo respuesta.
- Se acercaron al baño, que tenía la puerta entreabierta. Se prepararon, apuntaron y Thomas la abrió de golpe, Adrián y Adam apuntaron a lo que se veía como una figura humana. Era el cuerpo de una mujer, por la ropa parecía una prostituta, llevaba una minifalda de cuero negra y medias de malla, tenía la blusa desgarrada y asomaba un pecho desnudo, al otro le faltaba el pezón, tenía una mordida donde debía estarlo, de igual manera estaba toda pintada de azul. Y tenía la cabeza destrozada, a un lado del cuerpo estaba el lavabo, tirado y roto, había sido arrancado y seguramente usado como arma para acabar con la mujer.
Adrián se agachó a examinar el cuerpo.
- Es pintura de gotcha, por eso el color... Nosotros usamos pintura azul cuando jugamos paintball.
Salieron del baño y caminaron a la cama, todo estaba tirado.
Se escuchó un ruido y Adam sintió un dolor en la espalda, más que un dolor, era un ardor y luego otro y otro, como si le estuvieran clavando pequeñas brazas calientes, se tiró al piso quejándose y gritando del dolor.
Thomas se lanzó junto a la cama para protegerse.
Adrián instintivamente se arrodilló y recargándose en una pierna apuntó. La luz iluminó el closet, tenía un pequeño hueco abierto en la pequeña puerta y desde ahí slía un el cañon de una pistola que disparaba, pero no era una pistola, el sonido era como un siseo.
- Christian, detente, soy Adrián, DEJA DE ATACARNOS!!!
Christian salió del closet. Llevaba una "marcadora" en la mano. - Adrián... Eres tú?, en verdad eres tú?
- Si, soy yo. Contestó Adrián.
Se abrazaron felices de encontrarse.
- Qué ha pasado?, todo está como de locos, no me podía creer el mensaje que enviaste.
- No lo sé, solo sé que hay zombies en la ciudad, no me preguntes por qué o de dónde salieron, solo sé que es como las películas, a destruirle el cerebro o seguirán cazándote.
Adam se levantó del piso y Thomas lo revisó, solo tenía marcado 3 disparos en la espalda, la marca azul inconfundible del gotcha. - Maldita sea, esta madre duele un chingo!
- Discúlpame, no fué mi intensión, pero no podía saber si eras uno de ellos, o eras uno de esos niños.
Los tres compañeros se quedaron asombrados y no entendian lo que quería decir. Christian tenía sangre en un brazo y tenía un torniquete para detener la hemorragia
- Qué te pasó? preguntó Adam
- Fueron los pequeños demonios. Contestó Christian
- A qué te refieres? preguntó Thomas. qué pasó aquí? cuéntanos. lo dijo mientras cerraba la puerta con seguro y ponía una silla para evitar que la abrieran.
- A qué me refiero? Miren... Estaba en cama tratando de descansar, pero traía una calentura que no podía quitarme ni con un baño con agua fría, sabes a qué me refiero. Así que salí a pasear, caminé unas cuantas cuadras y me encontré con unas chicas, justo lo que quería. Me acompañó una de ellas, fuimos a la tienda de la esquina y compramos unas cervezas, llegamos a la habitación, todo iba muy bien, hasta que recibí el mensaje de Adrián. No me lo podía creer. así que salí por Robert, pero ya no había luz en el motel, seguí en la oscuridad y de repente salió un señor gruñendo, me miró y se lanzó contra mí. En sus ojos se veía rabia, pero tenía la mirada perdida y tenía sangre en la boca. Se me lanzó, quería morderme, intenté quitármelo, pero era demasiado fuerte, MUY FUERTE!!!
De repente se escuchó un disparo y al señor le reventó la cabeza, me quité más por instinto que por otra cosa. Robert le había volado la cabeza, no sabía que pasaba. Pero me dijo que el señor llamó a su puerta y él abrió, el señor se lanzó contra él y le mordió en el brazo. No sé cómo se lo quitó, creo yo fuí el distractor que le dió el tiempo para que Robert tomara su rifle y cobrara venganza. Le expliqué del mensaje y se puso como loco, salió corriendo a su habitación diciendo -NO, NO, NO, estoy condenado, NO!!!
Corrí tras Robert, pero unos niño me cortaron el paso, no tenían la misma mirada que el señor, pero si tenían sangre en su boca.
- Mordisquitos♪♪♪, Mordisquitos♫♫♫ yo se los gané♪♫♫... CANTANDO!!!, al principio no entendí, intenté acercarme a los niños pero la niña me mordió, la perra me mordió!!!
- Mordisquitos♪♪♪, Mordisquitos♫♫♫ yo se los gané♪♫♫ Cantó la niña.
Salí corriendo, no entendía. Cuando llegué a la puerta de mi habitación escuché un disparo, al entrar encontré dos sujetos en el baño forcejeando con la mujer que había levantado en la calle, Arrojé a uno de ellos contra el piso, y al otro lo aventé contra la cama, al caer se enrredó entre las sábanas. Me concentré en el que todavía atacaba a la mujer, pero era muy fuerte, intenté quitárselo pero le alcanzó a morder en el pecho, lo arrojé contra el lavabo, no pareció recibir daño, así que le seguí pateando y a un lado del escusado estaba mi marcadora, la tomé y comencé a dispararle, no se detenía, la mujer tomó el lavabo y se lo quebró en la cabeza, el hombre cayó de cara y ella continuó pegándole y pegándole en la cabeza, hasta que se cansó. Recordé al otro hombre y salí. Seguía peleándose sin poder quitarse las sábanas y chocaba con todo pues le tapaba la cara.
le disparé y disparé, pero pareció no notarlo, la mujer salió y tomó la silla y le dió con ella una y otra vez, en el suelo continuó pegándole hasta que le incrustó una pata en el ojo y el hombre dejó caer los brazos y cayó de espalda.
La mujer agotaba corrió al baño a vomitar, con la adrenalina ni había notado que le habían mordido y ya no tenía un pezón. Intenté ayudarle pero llegaron los niños
- Mordisquitos♪♪♪, Mordisquitos♫♫♫ yo se los gané♪♫♫ se arrojaron contra ella, quién al intentar defenderse resbaló y se golpeó en la cabeza contra la tina del baño, lo único que se me ocurrió fué dispararles y dispararles. A diferencia de los hombres, los niños si reaccionaron ante mis disparos y gritaron, chillaron y salieron corriendo.
- Mordisquitos♪♪♪, Mordisquitos♫♫♫ Tenemos un tramposo♪♫♫
Revisé a la mujer, pero ya estaba muerta. Lo que quedaba era esperar, hice caso a tu mensaje Adrián y cerré la puerta y me escondí en el closet, esperándo tu llegada.
Los tres estuvieron muy atentos la historia que contó Chistian, tanto que no notaron que los zombies habían llegado a la puerta de la habitación y comenzaban a golpearla.
- Tenemos que bloquear esa entrada. dijo Adrián.
- Vamos, ayúdame Thoma, le dijo a Adam.
Movieron la cama y pusieron la mesa y las sillas que se encontraban en la habitación, movieron el tocador que estaba también.
- Esto no durará mucho, afirmó Thomas.
- Tenemos que salir de aquí, pero no por ahí.
- Por la ventana junto a la cama! dijo Christian.
- Mordisquitos♪♪♪, Mordisquitos♫♫♫ yo se los gané otra vez♪♫♫ Se oyó al mismo tiempo que se rompió el cristal de la ventana de la habitación, arrojaba piedras y piedras.
Estaban atrapados, por un lado tenían los zombies y por otro a la niña desquiciada que no se atrevían a enfrentar, pues la confusión y el miedo no permitió que se dieran cuenta que la niña estaba sola y podía ser una ruta de escape.
- Al baño, no queda otra opción, gritó Christian,
Adrián y Christian tomaron unas mochilas que estaban en el piso y corrieron junto a los otros al baño.
- Tenemos un kit de primeros auxilios, sleeping bags y algo de comida en las mochilas. Hay que salir por esa ventila Adrián. Les dijo Christian.
Adam abrió la ventila y se asomó, daba a un callejón vacío. Fué el primero en salir, seguido por Thomas, luego salió Adrián, cuando estaba saliendo Christian, sintió un gran dolor en la pierna, giró, para darse cuenta que la mujer había vuelto, estaba mordiéndole la pantorrilla a Christian. Este pateó con toda su fuerza y derribó a la mujer, al tiempo que salía por la ventila y la puerta del baño cedía ante el embiste de los zombies.
Christián cayó con el hombro, el cual crujió al golpear el piso. Christian gritó de dolor.
Adrián ayudó a Christian a levantarse, cojeando avanzaron por el callejón Thomas se puso una mochila, mientras que Adam la otra. Tres zombies les cortaron el paso.
Adam disparó al primero de ellos, la bala dió en una pierna, lo que hizo que el zombie se cayera.
Adrián disparó a otro y le dió en el cuello, degollando al ser, pero la cabeza no quedó totalmente separada del cuerpo, quedó colgando de un lado. Christian diparó al tercero con su marcadora, pero no causó daño en el zombie quién se lanzó contra este último, pero Thomas fué más rápido y con una patada lo tumbó.
Corrieron por el callejón y por fortuna salieron al estacionamiento del motel.
El auto estaba rodeado por cuatro zombies, no podían pasar, tenían que pensar en algo rápido, pues los zombies del callejón comenzaban a levantarse e ir tras ellos.
Christian observó a Adrián y sin decir nada, le trasmitió un mensaje.
Adrián entendió el mensaje a lo que contestó: - No, no, no...
- Tengo que hacerlo, necesitan una carnada y yo ya no saldré de esta y lo sabes.
Sin dar tiempo a nada Christian salió cojeando y gritando en dirección contraria al carro. El alboroto resultó, los zombies comenzaron a perseguirlo, dejando libre el camino al coche.
Adrián lloraba, de impotencia y coraje.
Adam lo levantó y lo jaló hacia el coche.
- Haz que valga su sacrificio!!! Dijo Adam.
Adrián recuperó el paso y corrió al coche.
Llegaron al auto, se subieron y arrancaron.
Salieron del motel
...
Azmordan- Encargado de las mantas
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Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
Al fin los supervivientes pudieron dejar atrás aquel maldito motel y se pusieron rumbo al hospital. Había que rescatar a la hija de Adam, aunque Adrian y Thomas no estaban muy convencidos de que la niña siguiese con vida.
– Esa niña... - comenzó a decir Thomas – por el amor de Dios, era tan pequeña...Me ha hecho preguntarme cuanta gente como ella habrá en la ciudad. Personas que no hayan sido capaces de aceptar la realidad de la situación y que hayan preferido encerrarse en ellos mismos o abandonarse a la locura. Me pregunto... ¿Habríamos tenido el valor de matarla si hubiese sido necesario?
-No lo sé, y prefiero no pensar en ello – sentenció Adam, concentrándose en la carretera.
Lo cierto es que desde el momento en el que había visto a aquella niña, Adam no paraba de pensar en su hija. Era tan frágil...¿y si ella no pudo soportar la presión y perdió la cabeza o...se quitó la vida? Vívidas imágenes de su hija tirada en el suelo con un disparo en la cabeza no paraban de asaltar la mente de Adam.
Los supervivientes experimentaban una extraña sensación al mirar a través de la ventana. Ahí afuera todo parecía normal. Los adornos navideños ocupaban las calles, todo parecía ir en orden. Era como si la ciudad fuera ajena a la locura que se desarrollaba en sus calles. Doblaron una esquina y se encontraron con una furgoneta volcada. Ésta, estaba a rebosar de adornos navideños y de su interior salía una canción que apenas era audible.
Los supervivientes siguieron con su camino. En ocasiones se encontraban con uno o dos infectados, pero para cuando ellos se enteraban ya se alejaban. Dentro de lo que cabía las cosas no les habían ido tan mal. A excepción de la muerte de Robert y Christian, habían conseguido salir de una pieza. No mucha gente podía decir lo mismo.
Finalmente llegaron al hospital.
-Joder, pues sí que es grande – dijo Adrian al divisar el edificio. - ¿En que planta está tu hija?
-En la séptima...habrá que coger las escaleras.
Permanecieron unos segundos en silencio y finalmente salieron del coche, armados con sus rifles y la esperanza de encontrar a Sandy con vida.
Para desgracia de los supervivientes, ya estaban demasiado alejados del coche para escuchar el click
que hizo el maletero al abrirse y la pequeña risita que salió de él...
---
Chicos, esta misión tenemos que hacerla más lenta. Es decir, más posts y menos largos. Porque si no esto lo vamos a acabar en nada x). Recordad que son siete plantas y no hay ascensor, además de lo concurrido que está un hospital.
Por cierto, no sé si recordareis que allí llevaron varios casos de infección, así que será una aventura movidita
P.D: Jack, tú tienes que escribir alguna participación sobre tu estancia en el bar. Si no das señales de vida no puedo continuarte la historia
– Esa niña... - comenzó a decir Thomas – por el amor de Dios, era tan pequeña...Me ha hecho preguntarme cuanta gente como ella habrá en la ciudad. Personas que no hayan sido capaces de aceptar la realidad de la situación y que hayan preferido encerrarse en ellos mismos o abandonarse a la locura. Me pregunto... ¿Habríamos tenido el valor de matarla si hubiese sido necesario?
-No lo sé, y prefiero no pensar en ello – sentenció Adam, concentrándose en la carretera.
Lo cierto es que desde el momento en el que había visto a aquella niña, Adam no paraba de pensar en su hija. Era tan frágil...¿y si ella no pudo soportar la presión y perdió la cabeza o...se quitó la vida? Vívidas imágenes de su hija tirada en el suelo con un disparo en la cabeza no paraban de asaltar la mente de Adam.
Los supervivientes experimentaban una extraña sensación al mirar a través de la ventana. Ahí afuera todo parecía normal. Los adornos navideños ocupaban las calles, todo parecía ir en orden. Era como si la ciudad fuera ajena a la locura que se desarrollaba en sus calles. Doblaron una esquina y se encontraron con una furgoneta volcada. Ésta, estaba a rebosar de adornos navideños y de su interior salía una canción que apenas era audible.
- Spoiler:
Los supervivientes siguieron con su camino. En ocasiones se encontraban con uno o dos infectados, pero para cuando ellos se enteraban ya se alejaban. Dentro de lo que cabía las cosas no les habían ido tan mal. A excepción de la muerte de Robert y Christian, habían conseguido salir de una pieza. No mucha gente podía decir lo mismo.
Finalmente llegaron al hospital.
-Joder, pues sí que es grande – dijo Adrian al divisar el edificio. - ¿En que planta está tu hija?
-En la séptima...habrá que coger las escaleras.
Permanecieron unos segundos en silencio y finalmente salieron del coche, armados con sus rifles y la esperanza de encontrar a Sandy con vida.
Para desgracia de los supervivientes, ya estaban demasiado alejados del coche para escuchar el click
que hizo el maletero al abrirse y la pequeña risita que salió de él...
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Chicos, esta misión tenemos que hacerla más lenta. Es decir, más posts y menos largos. Porque si no esto lo vamos a acabar en nada x). Recordad que son siete plantas y no hay ascensor, además de lo concurrido que está un hospital.
Por cierto, no sé si recordareis que allí llevaron varios casos de infección, así que será una aventura movidita
P.D: Jack, tú tienes que escribir alguna participación sobre tu estancia en el bar. Si no das señales de vida no puedo continuarte la historia
Skimmer- Cazador mediocre
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Fecha de inscripción : 18/09/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
FICHA
EQUIPO
-Mira, no sé quien eres, ni de donde sales, pero esta es mi ciudad, esta es mi gente, y no pienso morir a manos de ellos. – contestó Charlie con una mirada de rabia. Contuvo la respiración durante un momento- Aparta, yo subo. Puedes aguantar la escalera? Y pásame el candelabro, necesitaré algo para romper el cristal.
Charlie subió a la escalera de 4 peldaños, todavía intentando asimilar lo que estaba ocurriendo a su alrededor. A estas horas, él estaría como siempre, en la radio, en su programa, hablando de su música, haciendo crecer las simpatías entre sus oyentes y, sobretodo, fingiendo que el mundo seguía teniendo sentido. Hacía mucho que para él no lo tenía. Las palabras del pastor le hicieron volver a la realidad.
-Ten cuidado, hijo. Lo único que nos falta es que nos hagamos daño al intentar subir por ahí.
Charlie sólo contestó con un escueto “Apartaos”. Acto seguido propinó un fuerte golpe al cristal. Una pequeña muesca apareció en uno de los laterales. Otro golpe. La muesca se convirtió en grieta. Otro golpe. Otro. Otro. Quizá no hubiera hecho falta tantos, Charlie estaba muy lejos de ahí en ese momento para calcular con precisión lo que estaba haciendo. En su mente, una persona y una pregunta: “estará también ella entre nosotros?”
Una lluvia de cristales golpeó el suelo con dureza. Que el tragaluz resistiera los primeros embites fue la razón de que Leo y el pastor no sufrieran daños: tuvieron el tiempo justo para apartarse.
-Pero que haces, boludo?-preguntó en su idioma natal con rudeza Leo-Casi nos matas!
-Hago lo que tengo que hacer, buscar una salida- Charlie se volvió a girar hacia la escalera. Volvió a mirar a Leo, con una sonrisa:
-Y que sepas que entiendo el español
-Serás bo…
Pero a Charlie no le dio tiempo a escuchar el improperio, la mitad de su cuerpo ya se estaba colando por el agujero practicado en el ventanal.
Lo que vió a continuación le heló la sangre. Cuerpos, muchos cuerpos, parecían personas, pero algo le decía que ya no lo eran. Pero lo que más impactó a Charlie fue ver que muchos de ellos, la mayoría, eran de gente a la que él conocía. A unos 5 metros de él se encontraba el señor Phillips, el dueño del colmado en el que Charlie siempre compraba la fruta. Parecía el mismo. Lo único que había cambiado era su manera de andar, mucho más torpe ahora, y que ahora sólo tenía un brazo..
La señora Dawson, el viejo Perry, la hija de los Donald….sus vecinos. Todos estaban muertos, pero todos se movían de un lado a otro.
A Charlie le flojearon las piernas. Se sentó en el suelo, como pudo. Pasó un buen rato, hasta que una voz le hizo regresar a la realidad, la segunda vez que ocurría en menos de una hora.
-Charlie, estás bien??!! Charlie, contesta- la voz del pastor mostraba miedo y nervios a partes iguales.
Charlie volvió a bajar a la sacristía. No se si quieren o no quieren ver lo que hay ahí fuera. Pero creo que deben. Es más gordo de lo que pensamos. Dejen a Daniel aquí, sólo será un momento.
No intercambiaron ni una palabra, la escena era demasiado dentesca. Detrás de ellos, una pared que servía de inicio del tejado de la sacristía. A su frente, un pequeño muro. Detrás de él, el infierno.
-Pero como ha podido ocurrir algo así?- se preguntaba en voz alta Ramsey, con lágrimas en los ojos.
-Ni idea, pero tenemos que salir de aquí, ya.-añadió Leo
-Totalmente de acuerdo-añadió Charlie-pero cómo? La acera de enfrente está demasiado lejos, y la calle está plagada de….ellos….
-Por aquí-Leo señaló una pequeña escalera de incendios, que empezaba justo al inicio del muro.
-Sólo tenemos un problema, son demasiados, no podemos esquivarlos a todos…dijo Charli
-Los distraeremos-añadió Leo, más serio que nunca
-Pero cómo haremos eso…?-sollozó Ramsey
- Spoiler:
- Nombre: Charlie Able
Edad: 33
Idioma: Inlgés y español (por una novia de el salvador que tuvo hace muchos años)
Oficio: Locutor de varios programas en la radio local de Wenatchee. Como eso no le da para vivir también hace algunas chapuzas a domicilio.
Apariencia: complexión normal, aunque se nota que nunca obtuvo una beca por ser deportista. 1,77 m. de altura, ojos marrones. Lleva barba y perilla, el pelo despeinado, y varios piercings decoran su cara. Siempre viste con sudaderas de capucha, con pantalones anchos, zapatillas deportivas...aunque tiene un aire que en mi tierra tiene el nombre de "tirao".
Personalidad: Charlie cambia mucho de personalidad dependiendo del contexto en el que se encuentre. Cuando se encuentra en la radio, presentando su espacio musical "A toda tralla", se convierte en alguien muy extrovertido, muy querido por sus oyentes, que incluso tienden a dogmatizar sus opiniones. Es un personaje muy querido, y él se esfuerza en que así sea. Lo mismo ocurre cuando le llaman para hacer algún arreglillo en alguna casa (cosas sencillas de fontanería, electricidad, albañilería...). Los clientes le tienen aprecio y eso le asegura que vuelvan a llamarlo. Eso, y que los arreglillos no se le dan mal.
El Charlie de puertas adentro es muy distinto. Una persona llena de rencor y amargura que espera que los días pasen sin más.
Historia: Nacido en Wenatchee, Charlie es hijo de un granjero y de una ama de casa, oriundos también de Wanatchee. Ya desde muy pequeño le interesó la música, animado siempre por su tío, el organista de la iglesia del pueblo. Pero a Charlie no le atraía demasiado la música que le ofrecía su familiar y mostró mucho más interés por el heavy metal, que compraba con sus ahorros en la capital del condado. Así creció Charlie, rodeado de sus discos, ayudando a su padre en la granja (en donde aprendió el arte de las “chapuzas”), yendo con sus colegas de toda la vida a las afueras del pueblo donde se ponían hasta arriba de cerveza, hasta que a su vida llegó María. De su misma edad, esta chica, hija de unos jornaleros salvadoreños que se afincaron en Wenatchee, y Charlie hicieron buenas migas desde el primer día que se vieron. La amistad se fue transformando en un sentimiento más profundo, y casi sin darse cuenta, se encontraron perdidamente enamorados el uno del otro. Tenían 22 años cuando se casaron. A la boda asistieron todos sus colegas de la juventud, aunque muchos de ellos se habían mudado a ciudades mas grandes, y con mas posibilidades. Pero allí estaban ellos, recordándole todos los buenos momentos pasados.
A los 24 consiguió presentar su primer programa de radio, aunque llevaba muchos años colaborando en todo lo que podía porque el mundo de la radio, de la música...le apasionaba.
Charlie era un tipo feliz, todo le iba viento en popa: trabajaba en un sitio que le encantaba, tenía una mujer a la que amaba (de momento jamás se plantearon tener hijos), seguía reuniéndose todos los viernes con los pocos elementos de la pandilla que aun permanecían en el pueblo....hasta que la desgracia llamó a su puerta. El 27 de febrero de 2007, María se dirigía a ver a sus padres (que vivían en una población cercana) cuando tuvo un terrible accidente de tráfico que acabó con su vida. Las causas del siniestro nunca fueron esclarecidas (sólo se supo que el coche se salió en una curva y se chocó de frente contra un gran árbol) pero causaron un efecto devastador en Charlie. Fue este incidente el que mató una parte de Charlie que jamas volvería a revivir y el que hizo de él una persona con dos caras. La conocida por todos, amable y extrovertida; la que reservaba para él mismo, desmoralizada, e incluso cruel.
EQUIPO
- Spoiler:
-Mira, no sé quien eres, ni de donde sales, pero esta es mi ciudad, esta es mi gente, y no pienso morir a manos de ellos. – contestó Charlie con una mirada de rabia. Contuvo la respiración durante un momento- Aparta, yo subo. Puedes aguantar la escalera? Y pásame el candelabro, necesitaré algo para romper el cristal.
Charlie subió a la escalera de 4 peldaños, todavía intentando asimilar lo que estaba ocurriendo a su alrededor. A estas horas, él estaría como siempre, en la radio, en su programa, hablando de su música, haciendo crecer las simpatías entre sus oyentes y, sobretodo, fingiendo que el mundo seguía teniendo sentido. Hacía mucho que para él no lo tenía. Las palabras del pastor le hicieron volver a la realidad.
-Ten cuidado, hijo. Lo único que nos falta es que nos hagamos daño al intentar subir por ahí.
Charlie sólo contestó con un escueto “Apartaos”. Acto seguido propinó un fuerte golpe al cristal. Una pequeña muesca apareció en uno de los laterales. Otro golpe. La muesca se convirtió en grieta. Otro golpe. Otro. Otro. Quizá no hubiera hecho falta tantos, Charlie estaba muy lejos de ahí en ese momento para calcular con precisión lo que estaba haciendo. En su mente, una persona y una pregunta: “estará también ella entre nosotros?”
Una lluvia de cristales golpeó el suelo con dureza. Que el tragaluz resistiera los primeros embites fue la razón de que Leo y el pastor no sufrieran daños: tuvieron el tiempo justo para apartarse.
-Pero que haces, boludo?-preguntó en su idioma natal con rudeza Leo-Casi nos matas!
-Hago lo que tengo que hacer, buscar una salida- Charlie se volvió a girar hacia la escalera. Volvió a mirar a Leo, con una sonrisa:
-Y que sepas que entiendo el español
-Serás bo…
Pero a Charlie no le dio tiempo a escuchar el improperio, la mitad de su cuerpo ya se estaba colando por el agujero practicado en el ventanal.
Lo que vió a continuación le heló la sangre. Cuerpos, muchos cuerpos, parecían personas, pero algo le decía que ya no lo eran. Pero lo que más impactó a Charlie fue ver que muchos de ellos, la mayoría, eran de gente a la que él conocía. A unos 5 metros de él se encontraba el señor Phillips, el dueño del colmado en el que Charlie siempre compraba la fruta. Parecía el mismo. Lo único que había cambiado era su manera de andar, mucho más torpe ahora, y que ahora sólo tenía un brazo..
La señora Dawson, el viejo Perry, la hija de los Donald….sus vecinos. Todos estaban muertos, pero todos se movían de un lado a otro.
A Charlie le flojearon las piernas. Se sentó en el suelo, como pudo. Pasó un buen rato, hasta que una voz le hizo regresar a la realidad, la segunda vez que ocurría en menos de una hora.
-Charlie, estás bien??!! Charlie, contesta- la voz del pastor mostraba miedo y nervios a partes iguales.
Charlie volvió a bajar a la sacristía. No se si quieren o no quieren ver lo que hay ahí fuera. Pero creo que deben. Es más gordo de lo que pensamos. Dejen a Daniel aquí, sólo será un momento.
No intercambiaron ni una palabra, la escena era demasiado dentesca. Detrás de ellos, una pared que servía de inicio del tejado de la sacristía. A su frente, un pequeño muro. Detrás de él, el infierno.
-Pero como ha podido ocurrir algo así?- se preguntaba en voz alta Ramsey, con lágrimas en los ojos.
-Ni idea, pero tenemos que salir de aquí, ya.-añadió Leo
-Totalmente de acuerdo-añadió Charlie-pero cómo? La acera de enfrente está demasiado lejos, y la calle está plagada de….ellos….
-Por aquí-Leo señaló una pequeña escalera de incendios, que empezaba justo al inicio del muro.
-Sólo tenemos un problema, son demasiados, no podemos esquivarlos a todos…dijo Charli
-Los distraeremos-añadió Leo, más serio que nunca
-Pero cómo haremos eso…?-sollozó Ramsey
Kable- Coleccionista de Zombies
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Fecha de inscripción : 24/11/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
Oleg Herrman
-Bueno,no se,estamos jodidos,estamos muy jodidos,están ahí delante nuestro -Decia Mark mientras señalaba con un dedo la puerta principal que estaba siendo golpeada por un zombie- y también están allí detrás nuestro.
-Cálmate,debemos pensar en algo.-Tranquilizaba Oleg que sujetaba a Arthur de los hombros con cada mano y miraba el cuerpo inconsciente de su viejo compañero de caza.
-Oleg,ven un momento.-Murmuró Rebecca al otro lado de la barra.
-¿Qué?¿Olvidé pagarte algo?
-Ven y déjate de bromas.
-Listo,¿qué pasa?-Preguntaba Oleg al apoyarse a la barra con la ballesta en una mano.
-Creo que deberias subir junto con Mark al piso de arriba y buscar una salida si es que la hay.
-Con gusto pero,creí que estaba fuertemente cerrada.
-Nah,solo está cerrada con llave,creo que un poco de fuerza bastará para comperla.
-Bueno,subiré con Mark...
-Espera,hay algo más.
-¿Ahora qué?
-Jenkins está sudando mucho,parece que cree que no lo he notado.
Oleg volvió la cabeza hacia Jenkins y efectivamente estaba sudando como un animal,al parecer estaba muy nervioso y no paraba de pasarse las manos por el rostro.
-Mantenlo vigilado.-Concluyó Oleg mientras se disponía a colocarse su carcaj con flechas.
-Escuché su conversación Oleg.-Dijo Mark que se paró justo delante de él.
-Genial entonces,entonces subamos las escaleras y abramos esa puerta,Rebecca nosotros te avisaremos.
Ambos se sumergieron entre la oscuridad de uno de los pasillos que daba a las escaleras que llevaban al cuarto bloqueado.
-¿No tienes miedo?-Preguntó Arthur mientras subían las escaleras a paso lento.
-Claro que tengo miedo,pero trato de no pensar en ello.
-Bueno entonces,¿Esta es la puerta?-Murmuró Mark al ver la única puerta delante de ambos.
-Es la única bobo,abrela con una de esas patadas tuyas,yo tengo la ballesta.
-Uno...dos...¡tres!-Gritaron ambos al unísono.
Mark echó la puerta a un lado del campo de disparo de Oleg que apuntaba firmemente su ballesta hacia lo que podría haber al otro lado.
- Spoiler:
- Nombre: Oleg Herrman
Edad: 19
Idioma: Español/Alemán
Oficio: Mecánico y cazador
Apariencia: De 1.96 de alto,ojos azules,tez pálida y cabello rubio morocho.De cuerpo "tosco",mas o menos musculoso Oleg se ha ganado el respeto de varios hombres gracias a su tamaño y a su imprevisible carácter.Siempre viste una chaqueta de motocicleta de Rammstein y unos pantalones de jeans grises claros ajustados con los talones rajados y un par de botas.
Personalidad: Silencioso y casi siempre serio,Oleg sonrie casi siempre ante los chistes negros de sus pocos amigos y también al escuchar su banda favorita,Rammstein.Es bastante duro,sabe aguantar buen par de golpes pero eso no quiere decir que no sienta miedo ante nadie y ante nada.Su carácter serio,callado y agresivo le ha ayudado a ganarse el respeto de muchas personas con las que trabaja en el taller y va de caceria por los bosques y montañas de Wenatchee.
Historia: Su abuelo le enseñó a utilizar arcos,ballestas y rifles a la corta edad de 13 años para conseguir el pan de cada día en los bosques alemanes ya que vivían a cientos de kilometros de civilización alguna,solo en una cabaña desvencijada.Oleg jamás conoció a su padre y su madre murió en el momento del parto por lo cual fué entregado a su abuelo que le enseñó varias lecciones de vida y de caceria.Siempre le solía decir "No importa en que bosque te encuentres,sabrás sobrevivir cada día".También fué lo último que le dijo la mañana en que murió y le hiso la entrega de suficiente dinero para viajar a Estados Unidos y comenzar una nueva vida.
Oleg a la edad de 17 años se estableció en Wenatchee donde le costó bastante aprender el inglés,pero tras varios meses de aprendizaje por fin lo pudo domar.
A los 18 años entró a una escuela de mecánicos donde sacaba calificaciones muy buenas en prácticas y en teorías que le eran dadas,en un año junto con otros chicos de su misma edad Oleg se recibió de mecánico automotor y ciclomotor.
A los 19 años encontró trabajo en un viejo taller en Wenatchee dónde Oleg conoció a varias personas que aparte de arreglar autos y motocicletas también disfrutaban del deporte de la caza.
Un día cuando lo invitaron a cazar una mañana le preguntaron si estaba listo,a lo que Oleg respondió:
"Puedo traspasar el cuello de un venado con solo un arco y una flecha",Oleg cumplió su palabra.
-Bueno,no se,estamos jodidos,estamos muy jodidos,están ahí delante nuestro -Decia Mark mientras señalaba con un dedo la puerta principal que estaba siendo golpeada por un zombie- y también están allí detrás nuestro.
-Cálmate,debemos pensar en algo.-Tranquilizaba Oleg que sujetaba a Arthur de los hombros con cada mano y miraba el cuerpo inconsciente de su viejo compañero de caza.
-Oleg,ven un momento.-Murmuró Rebecca al otro lado de la barra.
-¿Qué?¿Olvidé pagarte algo?
-Ven y déjate de bromas.
-Listo,¿qué pasa?-Preguntaba Oleg al apoyarse a la barra con la ballesta en una mano.
-Creo que deberias subir junto con Mark al piso de arriba y buscar una salida si es que la hay.
-Con gusto pero,creí que estaba fuertemente cerrada.
-Nah,solo está cerrada con llave,creo que un poco de fuerza bastará para comperla.
-Bueno,subiré con Mark...
-Espera,hay algo más.
-¿Ahora qué?
-Jenkins está sudando mucho,parece que cree que no lo he notado.
Oleg volvió la cabeza hacia Jenkins y efectivamente estaba sudando como un animal,al parecer estaba muy nervioso y no paraba de pasarse las manos por el rostro.
-Mantenlo vigilado.-Concluyó Oleg mientras se disponía a colocarse su carcaj con flechas.
-Escuché su conversación Oleg.-Dijo Mark que se paró justo delante de él.
-Genial entonces,entonces subamos las escaleras y abramos esa puerta,Rebecca nosotros te avisaremos.
Ambos se sumergieron entre la oscuridad de uno de los pasillos que daba a las escaleras que llevaban al cuarto bloqueado.
-¿No tienes miedo?-Preguntó Arthur mientras subían las escaleras a paso lento.
-Claro que tengo miedo,pero trato de no pensar en ello.
-Bueno entonces,¿Esta es la puerta?-Murmuró Mark al ver la única puerta delante de ambos.
-Es la única bobo,abrela con una de esas patadas tuyas,yo tengo la ballesta.
-Uno...dos...¡tres!-Gritaron ambos al unísono.
Mark echó la puerta a un lado del campo de disparo de Oleg que apuntaba firmemente su ballesta hacia lo que podría haber al otro lado.
DarkHades- Pirómano
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Edad : 30
Localización : Refugiándome en la estación de bomberos.
Fecha de inscripción : 11/01/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
LEO FALCONE
Ficha
Objetos
Leo se sento un momento para pensar, debian distraerlos el suficiente tiempo para correr a la acera, pero debian de ser unos 30 o mas de esas cosas alli. "Deberia actuar de carnada? Tal vez pueda defenderme de ellos con el.." Leo recordo lo costoso que habia sido usar el candelabro para salvar su vida. "Nah, esa cosa no aguantara mucho hasta partirse en dos.."
- Ellos no parecen darse cuenta que estamos aqui arriba... Sus sentidos deben de estar atrofiados... - Dijo finalmente
- ¿Y eso de que nos ayuda? - Respondio Charlie
- Si queremos distraerlos, debemos llamar su atencion, para eso necesitamos saber a que reaccionan. Recopilemos la informacion que tenemos hasta ahora.
- Ok, son hostiles, comen gente y si te muerden te conviertes en uno de ellos ¿Que no hay peliculas de zombie en tu pais?
Leo le lanzo una mirada soberbia.
- No eso "gil", te digo que como reaccionaron para perseguirte hasta la Iglesia. Yo estaba aqui desde el principio, asi que lo unico que se es gracias a nuestra amiga alli abajo. Que en paz descanse..
Charlie trato de recordar lo que pudo, pero solo vinieron imagenes de esas cosas en frente de la tumba de Maria, luego el choque violento contra aquel arbol, una vez mas, no recordaba demasiado... Todo lo que habia sentido en aquel momento habia sido miedo y desesperacion.
- Esas cosas... Parecen reaccionar a algo de las personas vivas, saben que no eres igual a ellos cuando estas a unos metros.. Por eso debe de ser que no nos tratan de alcanzar aqui y solo deambulan alrededor de la Iglesia.. - Dijo mientras contemplaban a aquellas cosas.
- ¿Estabas herido o sudado en el momento que eso paso? - Dijo una vez mas sin dirigirle la vista
Charlie ahora lo miro intrigado.
- ¿A que diablos viene eso?
Leo no respondio y bajo denuevo al interior de la habitacion. Dio un salto y casi tropieza al caer, se levanto rapidamente y se dirigio a la habitacion donde estaba el cuerpo de la mujer. Tomo el candelabro que habia dejado caer antes como precausion y se agacho a unos centimetros del cuerpo.
- Por dios santo, ¿que haces? - Dijo Charlie.
- Aprendo
Leo uso el vertice del candelabro para levantar el parpado de la mujer, tuvo que aplicar algo de presion para ello. Su pupila era blanca, algo azulada en lo que alguna vez habria sido el iris.
- Estas cosas no pueden ver con claridad, pareciera que despues de muertos sus ojos empezaran a fallar. Pero aun asi, cuando la sacamos del closet se dirigio hacia mi con seguridad de mi posicion. Yo no hice gran ruido como para guiarla de aquel modo, no estableci contacto fisico.
- ¿A que viene eso? - Respondio intrigado Ramsey
- Cuando la golpee no demostro sentir dolor alguno, solo se levanto para poder atacarme denuevo. Mi teoria es que ellos pueden percibir tanto el olor como el ruido de manera superior a la nuestra, al tener los demas sentidos atrofiados, el olfato y la audicion se incrementan.
- Mmm tiene sentido, pero ¿como nos ayudara eso ahora?
- Aun no lo se pero ahora entiendo mas a estos zombies... Supongo que no llegaran muchos mas que estos hasta aqui, debemos de pensar un plan y hacerlo bien. Aun si encontraramos como distraerlos y correr a la siguiente acera, solo nos restaria eso: correr. Y una vez que lo hagamos nos cansaremos y no tendremos refugio seguro...
Charlie se sento en la cama detras de Leo pensativo. Era verdad, mas si corrian con el niño, podria empezar a llorar o gritar en cualquier momento y eso solo atraeria a los zombies hacia ellos.
- ¿Como se llamaba esta mujer? - le pregunto al padre.
- Katherine Potts... Era una mujer buena y trabajadora... Es una lastima que... - El cura callo y vio como Leo se levantaba.
- Apartate - Le dijo a Charlie que estaba en la cama.
El penso en responderle pero vio que no habia agresibilidad en su tono de voz... Mas bien parecia triste.
Se levanto y vio como Leo sacaba las sabanas de la cama y las ponia encima del cuerpo. Se tiñeron de rojo al tocar las zonas heridas. El padre contemplo la escena por unos minutos antes de ver al extranjero levantarse tomando su candelabro nuevamente.
- Vamos, al tejado - Dijo con un tono de voz ahora firme.
Leo no era una persona sensible, pero aun asi... Sentia lastima por aquel ser que habia encontrado un tan doloroso y desgraciado destino... Mas al saber que podria ser tambien el suyo...
Llego al techo primero que los demas y se sento alli, abriendo el relicario. "¿Que debo hacer ahora?" Penso mirado la foto de su padre en blanco y negro...
Ficha
- Spoiler:
- Nombre: Leo Falcone
Edad: 25
Idioma: Español, Ingles, muy poco de Italiano
Oficio: Abogado
Apariencia: Contextura media, pelo castaño claro, ojos oscuros. Por lo general usa trajes, debido a las constantes reuniones. Pero cuando no se encuentra en eso, usa remeras manga largas y chaquetas, una vida de crianza con sus dos hermanas le habian dejado un gusto por la moda.
Personalidad: Es una persona ambiciosa, siempre quiere mejor en si mismo, aunque esto a veces lo lleva mas alla de sus propias limitaciones. Fuerte sentido de la justicia y rapida adaptacion, trata de llevar la cabeza en todo, aun cuando no tiene la mas minima idea sobre ello.
Historia: Leo nacio en la ciudad de Buenos Aires, Argentina en 1985. Comenzo como abogado a la corta edad de 23 años, entusiasmado por querer poner justicia, se vio condenado a un mundo donde gana quien tiene mas dinero e influenciadas, rechazado repetidas veces por su negacion a defender a acusados que el encontraba culpable. Esto rapidamente le enseño que nada era lo que parecia, y que la carrera de justicia e ideales que habia estudiado durante tantos años, no era mas que otra de las formas que la gente de poder tenia para manipular a la ley.
Decidio tomar su dinero que habia hecho en sus cortos años de trabajo honesto y tomarse unas vacaciones en un pueblo que un colega le habia dicho, el cual era famoso por su "Festival de la Manzana", siempre habia querido conocer USA, pero con toda la criminalidad, eligio un pueblo tranquilo donde descansar. "Eso deberia calmar mis nervios" penso mientras leia un folleto.
En eso saco un relicario de su bolsillo, lo abrio, era una foto de su difunto padre, quien le habia inculcado aquellos valores que el defendia con su vida.. "Siento no poder haber sido como tu... no en este mundo, padre" penso en aquel momento, sus ojos se perdieron por un momento en los recuerdos de su infancia.
Objetos
- Spoiler:
- x1
Leo se sento un momento para pensar, debian distraerlos el suficiente tiempo para correr a la acera, pero debian de ser unos 30 o mas de esas cosas alli. "Deberia actuar de carnada? Tal vez pueda defenderme de ellos con el.." Leo recordo lo costoso que habia sido usar el candelabro para salvar su vida. "Nah, esa cosa no aguantara mucho hasta partirse en dos.."
- Ellos no parecen darse cuenta que estamos aqui arriba... Sus sentidos deben de estar atrofiados... - Dijo finalmente
- ¿Y eso de que nos ayuda? - Respondio Charlie
- Si queremos distraerlos, debemos llamar su atencion, para eso necesitamos saber a que reaccionan. Recopilemos la informacion que tenemos hasta ahora.
- Ok, son hostiles, comen gente y si te muerden te conviertes en uno de ellos ¿Que no hay peliculas de zombie en tu pais?
Leo le lanzo una mirada soberbia.
- No eso "gil", te digo que como reaccionaron para perseguirte hasta la Iglesia. Yo estaba aqui desde el principio, asi que lo unico que se es gracias a nuestra amiga alli abajo. Que en paz descanse..
Charlie trato de recordar lo que pudo, pero solo vinieron imagenes de esas cosas en frente de la tumba de Maria, luego el choque violento contra aquel arbol, una vez mas, no recordaba demasiado... Todo lo que habia sentido en aquel momento habia sido miedo y desesperacion.
- Esas cosas... Parecen reaccionar a algo de las personas vivas, saben que no eres igual a ellos cuando estas a unos metros.. Por eso debe de ser que no nos tratan de alcanzar aqui y solo deambulan alrededor de la Iglesia.. - Dijo mientras contemplaban a aquellas cosas.
- ¿Estabas herido o sudado en el momento que eso paso? - Dijo una vez mas sin dirigirle la vista
Charlie ahora lo miro intrigado.
- ¿A que diablos viene eso?
Leo no respondio y bajo denuevo al interior de la habitacion. Dio un salto y casi tropieza al caer, se levanto rapidamente y se dirigio a la habitacion donde estaba el cuerpo de la mujer. Tomo el candelabro que habia dejado caer antes como precausion y se agacho a unos centimetros del cuerpo.
- Por dios santo, ¿que haces? - Dijo Charlie.
- Aprendo
Leo uso el vertice del candelabro para levantar el parpado de la mujer, tuvo que aplicar algo de presion para ello. Su pupila era blanca, algo azulada en lo que alguna vez habria sido el iris.
- Estas cosas no pueden ver con claridad, pareciera que despues de muertos sus ojos empezaran a fallar. Pero aun asi, cuando la sacamos del closet se dirigio hacia mi con seguridad de mi posicion. Yo no hice gran ruido como para guiarla de aquel modo, no estableci contacto fisico.
- ¿A que viene eso? - Respondio intrigado Ramsey
- Cuando la golpee no demostro sentir dolor alguno, solo se levanto para poder atacarme denuevo. Mi teoria es que ellos pueden percibir tanto el olor como el ruido de manera superior a la nuestra, al tener los demas sentidos atrofiados, el olfato y la audicion se incrementan.
- Mmm tiene sentido, pero ¿como nos ayudara eso ahora?
- Aun no lo se pero ahora entiendo mas a estos zombies... Supongo que no llegaran muchos mas que estos hasta aqui, debemos de pensar un plan y hacerlo bien. Aun si encontraramos como distraerlos y correr a la siguiente acera, solo nos restaria eso: correr. Y una vez que lo hagamos nos cansaremos y no tendremos refugio seguro...
Charlie se sento en la cama detras de Leo pensativo. Era verdad, mas si corrian con el niño, podria empezar a llorar o gritar en cualquier momento y eso solo atraeria a los zombies hacia ellos.
- ¿Como se llamaba esta mujer? - le pregunto al padre.
- Katherine Potts... Era una mujer buena y trabajadora... Es una lastima que... - El cura callo y vio como Leo se levantaba.
- Apartate - Le dijo a Charlie que estaba en la cama.
El penso en responderle pero vio que no habia agresibilidad en su tono de voz... Mas bien parecia triste.
Se levanto y vio como Leo sacaba las sabanas de la cama y las ponia encima del cuerpo. Se tiñeron de rojo al tocar las zonas heridas. El padre contemplo la escena por unos minutos antes de ver al extranjero levantarse tomando su candelabro nuevamente.
- Vamos, al tejado - Dijo con un tono de voz ahora firme.
Leo no era una persona sensible, pero aun asi... Sentia lastima por aquel ser que habia encontrado un tan doloroso y desgraciado destino... Mas al saber que podria ser tambien el suyo...
Llego al techo primero que los demas y se sento alli, abriendo el relicario. "¿Que debo hacer ahora?" Penso mirado la foto de su padre en blanco y negro...
SkyFlames- Superviviente
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Fecha de inscripción : 19/06/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
Dr.Zombi escribió: ADAM CONNELL
FICHA
- Spoiler:
NOMBRE: Adam Connell
EDAD: 35
IDIOMAS: Ingles, y algo de Francés (no mucho, puede mantener una conversación básica, pero seguro que se pierde de algo).
OFICIO: Medico
APARIENCIA: Se trata de un hombre alto, de contextura gruesa. De cara cuadrada, cabellos castaños, ojos claros, y una barba de un par de semanas.
HISTORIA: Nació en 1975, en Washington. De padres médicos, decidió seguir el camino de estos. Estudio medicina en la Georgetown University de Washington. Tras graduarse en el 2002, ingreso a trabajar en el hospital general de Wenatchee.
Ahí conoció a Verónica Wood, una enfermera de la que se enamoraría y con la cual se casaría en el 2005, tras casi 3 años de un intenso romance. Un año y medio mas tarde, nacerían Sandy y Diana, las gemelas que se convertirían en sus primeras hijas.
Todo marchaba a la perfección, tenia un buen empleo, una gran casa, una buena esposa y dos hermosas hijas. Adam no podía desear nada mas... pero de un momento a otro, todo se vendría abajo.
Fue el 18 de agosto de 2010, Adam regresaba, junto a su familia, de visitar a sus padres en Washington, conducía a gran velocidad, y al intentar coger el teléfono para contestar una llamada se cambio de carril impactando de frente a un camión de carga que hizo volcar el vehículo de Adam por varios metros. Verónica murió al instante, y la pequeña Diana 3 días después, tras una dolorosa agonía en el hospital de Washington. Sandy, hasta el día de hoy permanece en cuidados intensivos en el hospital de Wenatchee.
Adam quedo destrozado, sintiendo en su interior la culpabilidad por la muerte de dos de las personas a las que mas amaba. Se entrego a las drogas y al alcohol en un intento de olvidar lo sucedido, o de amortiguar el dolor que aquello le causa. Ahora, tres meses después de lo sucedido, es solo una triste sombra de lo que fue, y vive para lamentar lo sucedido, maldecirse y autodestruirse, olvidando que aun le queda alguien por quien luchar.
PERSONALIDAD: tal ves antes era un hombre simpático, y agradable, pero ahora es mas bien una persona triste, y solitaria, enojada consigo mismo y con el mundo, y despreocupado por lo que le sucede a los demás. Solo recibe visitas de sus padres (ocasionalmente), y de Clara Donovan, la medico encargada de los cuidados de Sandy, quien trata de hacerle ver que debe cambiar por ella.
OBJETOS
- Spoiler:
Cuchillo (1)
Rifle (5)
Encendedor
***************************************
Adam se aparto un poco tomando su móvil y comenzó a buscar en los contactos hasta que dio con el nombre que buscaba: Clara Donovan.
- ¡Vamos contesta! - se decía mientras solo oía el pitido de marcado una y otra vez sin respuesta... -Clara, soy yo Adam - dijo dejando el mensaje de voz una vez no hubo respuesta. - Estoy fuera del Hospital y entrare por Sandy, por favor en tanto puedas comunícate conmigo... - concluyo terminando la llamada.
- Bien, creo que esta vez el guía seré yo - dijo mirando el enorme edificio que ha sido durante ocho años su lugar de trabajo.
Avanzo rifle en mano seguido por Adrian y Thomas, subiendo las escalinatas y cruzando la puerta principal... La recepción del hospital era amplia, todo estaba desordenado, y hasta algunos muebles destrozados, todo sumido en una penumbra verdosa por la luces de emergencia que indicaban las salidas, titilando de cuando en cuando. El silencio era inquietante...
- Hay alguien ahi... - susurro Thomas indicando hacia el meson, donde, detras, efectivamente habia una mujer vestida de blanco, dandoles la espalda...
- Disculpa! - dijo Adam acercandose a ella sin dejar de apuntarla con el Rifle - ¿estas bien? - pregunto sin obtener respuesta mientras se acercaba mas.
¡Lorena! - exclamo cuando al fin la mujer se volteo, mostrando un rostro palido al que le faltaba la mitad de la mandubula, y avalanzandose sobre el que estaba paralizado ante la imagen de una conocida.
Se oyó el sonido de un disparo y la cabeza de la recepcionista estallo junto a este...
- Vas a tener que acostumbrarte a ver a tus conocidos asi - comento Adrian bajando el arma tras el disparo - o en cualquier momento seras uno de ellos...
-Creo que eso no ha sido buena idea - comento Thomas cuando comenzó a oír los gruñidos de otros zombies atraídos por el sonido del disparo. Por los diversos pasillos y puertas que habían comenzaron a aparecer varios muertos vivientes...
-Mierda, vamos las escaleras están por aquí... - dijo Adam dirigiéndose hacia uno de los corredores seguido por Thomas y Adrian, y mas atrás los zombies que los seguian... Frente a ellos venían otros dos... Adam y Adrian levantaron los rifles y el sonido de los disparos resonaron otra vez al tiempo que los cuerpos cayeron al suelo...
Al pasar junto a ellos uno tomo a Adam por el pie haciendolo caer junto a el , intentando morderlo, Adam saco el cuchillo que llevaba en el cinturón y se lo clavo al Zombie en la cabeza dejándolo fuera de combate.
- Rápido, rápido... - lo apuro Thomas ayudándolo a levantarse - que ya vienen... - tras ellos un grupo de 10 o 12 zombies se acercaba...
Dr.Zombi- Recien llegado al refugio
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Fecha de inscripción : 04/12/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
Ficha
Armas:
Derek se sorprendió cuando miró alrededor. Para ser un refugio improvisado lo habían ideado muy bien. Habían apoyado una mesa contra la puerta, a pesar de que no hacía falta ya que era de esas blindadas en la cual solo había un pequeño ojo de buey. La otra puerta, que daba a las escaleras de emergencia estaba totalmente cerrada, como bien le dijo Patty, ya que no tenía la llave. El camino por ahí parecía bastante seguro, ya que era la parte trasera del campus y había poca gente, solo unas 5 de esas abominaciones. Por lo demás, la mayoría de la habitación consistía en paredes duras y en algunos casos cristales, pero como bien pudo comprobar Derek, eran de esos duros. Cuando miró a través de ellos le embargó un poco la desolación, y es que des de ahí se podía apreciar bien la horda de zombies que había en la biblioteca. Había un par o tres aporreando ya la puerta, cosa que ni había notado debido a la adrenalina del momento, pero los demás vagaban sin rumbo por todo el piso, y eran una cantidad considerable. Así pues, al menos por un tiempo, estarían a salvo ahí. Pasó ahora revisión a sus nuevos compañeros. Entre ellos estaban: Patty, la bibliotecaria que ya conocía, el niño pijo que ella había nombrado Johnny, la chica afroamericana llamada Obara que ya había conocido, Robert, un tipo alto, rapado y con aspecto fuerte que posiblemente fuera del equipo de futbol, Mary, el prototipo de universitaria moderna, muy a la moda y con unos tacones altos, y Willy, el encargado de mantenimiento pelirrojo, que estaba tumbado en el suelo y con muy mala cara y una herida en el brazo de aspecto poco halagüeña.
Derek estaba contento y a la vez preocupado por haber encontrado más supervivientes, aunque eso sonara muy egoísta. Por un lado se alegraba de que más gente hubiera sobrevivido, ya que sería más fácil sobrevivir, buscar alimento, más personas, refugio, hacer guardias, etc, pero su instinto primitivo le decía que tanta gente sería un poco problemático también, ya que eso influiría mucho en las decisiones de grupo y podría ocasionar problemas importantes. - Debería centrarme en nuestro cometido ahora, ya habrá tiempo después para filosofía barata - pensó. Antes de salir a por medicinas o lo que encontraran para Willy, Derek pensó primero que era mejor establecer un plan para ir lo más rápido posible, no perderse ni separarse y volver al refugio improvisado lo más tan pronto como pudieran:
- Vamos a ver, Johnny, Obara y yo vamos a ir a por las medicinas. Si no recuerdo mal en esta misma planta está una sala de profesores así como la sala de la limpieza y mantenimiento. Son los únicos sitios que se me ocurre que puede haber algo que nos sirva - empezó Derek.
- A ver, en la sala de mantenimiento no sé yo... - repuso Johnny - Bueno es igual, puede ser. Continúa.
Derek se sorprendió a sí mismo en el papel de líder, marcando lo que se debía hacer y la gente expectante de él. Continuó hablando:
- Johnny, tú tienes tu mochila con libros, Obara no tiene nada y a mí me es incómodo llevar las tijeras y este pesado libro. Cógelo tu entonces, Obara - le tendió el libro y ella lo cogió con ambas manos - y así todos tenemos algo con que defendernos. Iremos primero a la sala de mantenimiento, que es la que está más cerca, dos pasillos arriba a mano izquierda, y a la sala de profesores, que está volviendo al pasillo principal a manos derecha al siguiente y al fondo de todo. Os parece bien?
Ambos asintieron con la cabeza, pero Obara contribuyó al plan con algunas cosas que Derek no había tenido en cuenta:
- Tenemos a dos o tres de esos locos en la puerta, la abrimos rápidamente, la cerráis los que os quedéis dentro y nosotros vamos corriendo. No lo había pensado, pero seguro que alguno de vosotros tiene teléfono móvil - algunos asintieron - y si no están los ordenadores, y mientras dure el suministro eléctrico tendríamos que buscar información. Así pues mientras nosotros vamos a por medicinas estaría bien que aparte de cuidar a Willy mirarais de encontrar toda la información posible para hacernos una idea de qué está pasando, si hay sitios seguros, etc, es decir, cual es la situación en general, no os parece? Cuando volvamos picaremos por el cristal para que nos abráis, empujaremos o algo así otra vez a los locos que estén en la puerta y entramos rápidamente y volvemos a cerrar, de acuerdo?
Ahora sí que hubo un asentimiento general de todo el mundo.
- Bien. Entonces es hora de ponernos en marcha - dijo Derek.
- Tened cuidado, pero daos toda la prisa que podáis - respondió Patty, y volcó toda su atención en Willy.
Abrieron la puerta de forma rápida, empujando a los podridos que habían detrás de ella, y automáticamente uno de los de dentro la volvió a cerrar y pasó la llave.
Empezaron los tres a correr dirección a la sala de mantenimiento, y solo había una cosa que Derek deseaba en ese momento: que esos bichos no pudieran correr.
- Spoiler:
- Nombre:
Derek Morgan
Edad:
20 años
Idioma:
Inglés y español
Oficio:
Estudiante de Psicología en la Wenatchee Valley College y becario en la misma librería de la universidad.
Apariencia:
mide 1’80, pesa 75 kg. Es delgado para su estatura, pero tampoco es muy sano ya que no hace mucho deporte y fuma entre 6 y 10 cigarros al día. Tiene el pelo castaño, corto, y los ojos marrones. Su indumentaria es normalmente de color negro. Viste un pantalón negro y unas botas como de motorista que le llegan hasta la mitad del gemelo, y una camiseta de los Guns N’Roses. Encima de ésta lleva un jersey también negro. Lleva barba de 4 días.
Personalidad:
A pesar del aspecto desaliñado que le confiere cierto aire de “raro” y dejado, es un chico muy afable. Si bien es cierto que es un poco introvertido y le cuesta un poco abrirse a la gente, cuando coge confianza con alguien se le ve leal y amistoso. Sus amigos en la universidad lo consideran un tipo muy majo, muy dado a la fiesta, pero también un hombre serio y adusto cuando es necesario. La gente que no lo conoce normalmente se muestra más distante al principio hasta que se entabla un poco de comunicación y se ve que no es el tipo huraño y mal vestido que se suele pensar, sino un estudiante universitario normal y simpático.
Historia:
Derek nació en Leavenworth, un pequeño pueblo situado a unos 40 kilómetros de Wenatchee siguiendo la carretera 285 y luego la 2 hacia el interior. Su padre era un profesor de la Universidad de Stanford que fue a hacer unas conferencias en la Universidad de Leavenworth, allá por los años 90, dónde conoció a su madre, una camarera hispana, Maria Fernandez, que trabajaba entonces en el Big Y Café.
Una cosa llevó a la otra, ella veía en él un hombre culto y sabio, mientras que él veía un lío magnífico, acabaron enrollándose y ella se quedó embarazada. El hombre no se podía permitir ese tipo de deslices, así que conforme se enteró de que la camarera con la que había estado tuvo un hijo y ante las constantes insistencias de ella para que lo criara el decidió comprar el silencio con una gran cantidad de dinero. Después de eso no se supo nunca nada más de él.
Crió a su hijo, Derek, ella sola, ya que no tenía contacto alguno con su original familia de Cuba (de ahí que haya enseñado a Derek escribir y hablar español), y cuando su hijo tenía 14 años ella enfermó cáncer de pulmón. Estuvo luchando contra la enfermedad hasta que finalmente murió a los 45 años, cuando Derek tenía 18 años y acababa de entrar en la universidad.
Desde entonces el vive por su cuenta, siempre va consiguiendo alguna beca por ahí para sus estudios y su residencia de estudiantes, y para sus pequeños gastos trabaja de becario en la librería de la universidad de Wenatchee y tiene alquilada la casa de su madre en Leavenworth. Siempre que tiene oportunidad o prevé algún gasto extra se coloca de camarero en cualquier bar para tener más solvencia económica.
No tiene ningún medio de transporte a motor, sólo su bicicleta vieja de hace 4 años, la cual utiliza diariamente para ir a la universidad, que está a 1 km más o menos de la residencia. Por lo demás, tiene un buen grupo de amigos y amigas y es un estudiante de notas normales.
Armas:
- Spoiler:
- Libro "Guerra y Paz" de 3kg de Tolstoi (posts restantes 1)
Tijeras (posts restantes 1)
Derek se sorprendió cuando miró alrededor. Para ser un refugio improvisado lo habían ideado muy bien. Habían apoyado una mesa contra la puerta, a pesar de que no hacía falta ya que era de esas blindadas en la cual solo había un pequeño ojo de buey. La otra puerta, que daba a las escaleras de emergencia estaba totalmente cerrada, como bien le dijo Patty, ya que no tenía la llave. El camino por ahí parecía bastante seguro, ya que era la parte trasera del campus y había poca gente, solo unas 5 de esas abominaciones. Por lo demás, la mayoría de la habitación consistía en paredes duras y en algunos casos cristales, pero como bien pudo comprobar Derek, eran de esos duros. Cuando miró a través de ellos le embargó un poco la desolación, y es que des de ahí se podía apreciar bien la horda de zombies que había en la biblioteca. Había un par o tres aporreando ya la puerta, cosa que ni había notado debido a la adrenalina del momento, pero los demás vagaban sin rumbo por todo el piso, y eran una cantidad considerable. Así pues, al menos por un tiempo, estarían a salvo ahí. Pasó ahora revisión a sus nuevos compañeros. Entre ellos estaban: Patty, la bibliotecaria que ya conocía, el niño pijo que ella había nombrado Johnny, la chica afroamericana llamada Obara que ya había conocido, Robert, un tipo alto, rapado y con aspecto fuerte que posiblemente fuera del equipo de futbol, Mary, el prototipo de universitaria moderna, muy a la moda y con unos tacones altos, y Willy, el encargado de mantenimiento pelirrojo, que estaba tumbado en el suelo y con muy mala cara y una herida en el brazo de aspecto poco halagüeña.
Derek estaba contento y a la vez preocupado por haber encontrado más supervivientes, aunque eso sonara muy egoísta. Por un lado se alegraba de que más gente hubiera sobrevivido, ya que sería más fácil sobrevivir, buscar alimento, más personas, refugio, hacer guardias, etc, pero su instinto primitivo le decía que tanta gente sería un poco problemático también, ya que eso influiría mucho en las decisiones de grupo y podría ocasionar problemas importantes. - Debería centrarme en nuestro cometido ahora, ya habrá tiempo después para filosofía barata - pensó. Antes de salir a por medicinas o lo que encontraran para Willy, Derek pensó primero que era mejor establecer un plan para ir lo más rápido posible, no perderse ni separarse y volver al refugio improvisado lo más tan pronto como pudieran:
- Vamos a ver, Johnny, Obara y yo vamos a ir a por las medicinas. Si no recuerdo mal en esta misma planta está una sala de profesores así como la sala de la limpieza y mantenimiento. Son los únicos sitios que se me ocurre que puede haber algo que nos sirva - empezó Derek.
- A ver, en la sala de mantenimiento no sé yo... - repuso Johnny - Bueno es igual, puede ser. Continúa.
Derek se sorprendió a sí mismo en el papel de líder, marcando lo que se debía hacer y la gente expectante de él. Continuó hablando:
- Johnny, tú tienes tu mochila con libros, Obara no tiene nada y a mí me es incómodo llevar las tijeras y este pesado libro. Cógelo tu entonces, Obara - le tendió el libro y ella lo cogió con ambas manos - y así todos tenemos algo con que defendernos. Iremos primero a la sala de mantenimiento, que es la que está más cerca, dos pasillos arriba a mano izquierda, y a la sala de profesores, que está volviendo al pasillo principal a manos derecha al siguiente y al fondo de todo. Os parece bien?
Ambos asintieron con la cabeza, pero Obara contribuyó al plan con algunas cosas que Derek no había tenido en cuenta:
- Tenemos a dos o tres de esos locos en la puerta, la abrimos rápidamente, la cerráis los que os quedéis dentro y nosotros vamos corriendo. No lo había pensado, pero seguro que alguno de vosotros tiene teléfono móvil - algunos asintieron - y si no están los ordenadores, y mientras dure el suministro eléctrico tendríamos que buscar información. Así pues mientras nosotros vamos a por medicinas estaría bien que aparte de cuidar a Willy mirarais de encontrar toda la información posible para hacernos una idea de qué está pasando, si hay sitios seguros, etc, es decir, cual es la situación en general, no os parece? Cuando volvamos picaremos por el cristal para que nos abráis, empujaremos o algo así otra vez a los locos que estén en la puerta y entramos rápidamente y volvemos a cerrar, de acuerdo?
Ahora sí que hubo un asentimiento general de todo el mundo.
- Bien. Entonces es hora de ponernos en marcha - dijo Derek.
- Tened cuidado, pero daos toda la prisa que podáis - respondió Patty, y volcó toda su atención en Willy.
Abrieron la puerta de forma rápida, empujando a los podridos que habían detrás de ella, y automáticamente uno de los de dentro la volvió a cerrar y pasó la llave.
Empezaron los tres a correr dirección a la sala de mantenimiento, y solo había una cosa que Derek deseaba en ese momento: que esos bichos no pudieran correr.
mjolnnir- Aprendiz de cazador
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Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
FICHA
ARMAS
Big Boy conducía por la calle como si lo fueran a prohibir, mas de una vez estuvimos apunto de chocar contra algún muro.
En una de las tantas calles que habíamos atravesado nos encontramos con un embotellamiento de zombies.
Big Boy frenó en seco ya que no podríamos pasar por aquella calle.
-Tenemos que seguir a pie por detrás de las casas, ya estamos muy cerca del bosque. Planteó Dexter.
-Y una mierda, yo no voy a abandonar mi furgoneta, es mía y haré lo que quiera en este infierno con ella. Respondió algo exaltado Big Boy.
-Maldito imbécil, tu haz lo que quieras, pero yo me bajo aquí y ahora. Contesté de manera enfadada.
No hubo mas palabras, a continuación Dexter y yo abandonamos el vehículo y Big Boy cerró la puerta.
-No os deis prisa en morir.... Gritó Big Boy mientras se alejaba con su vehículo por otra calle.
-No te preocupes Dexter, podremos llegar a la cabaña a salvo solo hay medio kilómetro de distancia hasta el bosque.
Ya cuando lleguemos al bosque no creo que tengamos problemas en ir hasta la cabaña. Expliqué a Dexter.
Rápidamente abandonamos la carretera antes de que los zombies nos dieran alcance ya que el ruido del motor los había atraído.
-Rápido, por aquí. Dije señalando hacia un muro de un jardín de metro 1 medio.
Dexter y yo cooperamos para poder superar el obstáculo y continuar hacia los jardines.
Esa parte del trayecto fue mas relajada y pudimos charlar un poco ya que no había zombies en los jardines.
Dexter me contó como había acabado aquí en Wenatchee y los problemas de trabajar en la universidad.
Por primera vez sentía una empatia con alguien ajeno a mi, es como si Dexter hubiera sido mi primer amigo real aparte de mis vecinos Kankuro y Temari.
Al final conseguimos llegar a la casa colindante con el bosque.
Dexter se asomó por el muro para ver si estaba despejado y así era, solo resaltaban un par de zombies a 100 metros.
Esta vez el primero en saltar fue Dexter que ya estaba encaramado al muro.
Segundos mas tarde salté yo pero Dexter no estaba.
Que estaba pasando? Me pregunté.
Avancé algunos metros y de repente alguien me golpeó el codo y dijo -BUH!
Yo me giré lentamente y dije- ahh que susto me has dado
-Veo que eres difícil de asustar. Me dijo Dexter.
-No es eso, es que te había oído acercarte, no tenes mucho sigilo. Expliqué a Dexter.
Continuemos con esto, no me agrada seguir en la calle pudiendo estar a salvo. Dije.
Dexter y yo nos adentramos en el bosque en el que no se oía el mas mínimo ruido.
-Que mala espina me da. Dijo Dexter.
-Pues a mi me gusta. Respondí.
Al poco tiempo divisamos la cabaña en el bosque y nos acercamos con sigilo.
-No es nada personal Dexter pero podría estar habitada en estos momentos... ya me entiendes. Razoné.
Con mi lanza preparada, entramos por la puerta sin hacer ruido y buscamos restos de vida.
Pero solo encontramos una habitación con algún que otro mueble y nada mas.
-Tranquilo Dexter, lo bueno está en el sótano, allí esta todo lo que necesitamos para sobrevivir tan agusto.
Bajamos por las escaleras lentamente ya que no sabíamos lo que podíamos encontrarnos.
Pero la mayor sorpresa fue encontrarnos lo que menos esperábamos encontrarnos, nada.
Alguien había saqueado el sótano y quedaban muy pocas cosas.
-NO! Esto estaba fuera de mis planes, Dexter busca por aquí, seguro que queda algo de valor. Grité sorprendido.
Al menos esperábamos encontrar comida o armas pero visto lo visto la suerte no estaba de nuestro lado.
- Spoiler:
- Nombre: Gaara hooke
Edad: 17
Idioma: español, ingles, francés.
Oficio: Estudiante; ayudante del taller.
Apariencia: mide 1.80, pelo caoba rojizo ni largo ni corto, entre rizado y lacio. Ojos de color verde, con un contorno negro alrededor del ojo. Viste una camisa de manga larga blanca remangada y una sudadera azul también remangada. Debajo lleva un pantalón azul que hace juego con la sudadera. Sus tenis también son azules.
Personalidad: Es un chico huraño que no suele confiar en nadie. Siguiendo una regla que le puso en mente su padre biológico elaboro este pensamiento:
-Solo vivo para mi y solo me amo a mi mismo...mientras siga sintiendo esto...el mundo será sencillamente maravilloso...
Sabiendo ese pensamiento ya sabéis mas omenos como es, una persona que solo piensa en si misma.
No suele echarse para atrás en ninguna situación aunque se meta en grandes lios.
No suele relacionarse con nadie excepto con sus padres adoptivos.
Historia: Nació en España, donde pasó su infancia con su padre ya que su madre había muerto en su parto.
Su padre le enseñó un modelo de vida algo especial junto con la lengua materna de su madre; el francés.
Con el tiempo su padre fue dandose a los malos vicios de este mundo y acabó convirtiéndose en un borrcho.
Un día la situación llegó a tal estado que su padre tuvo que enviarlo a Estados Unidos con unos parientes a una ciudad llamada Wenatchee.
Allí Gaara se vió forzado a aprender Ingles para poder comunicarse con la gentede allí.
No le costaba aprender ya que tenía una gran mente, pero no se relacionaba con nadie y era una especia de marginado. Cuando acabó la educación secundaria sigió estudiando ya que sus padres adoptivos se encargaban de el. En sus tiempos libres trabajaba de ayudante en un taller arreglando averías de coches y demas.
Allí Gaara encontrólo ms parecido a unos amigos que había tenido.
ARMAS
- Spoiler:
- Lanza improvisada
Big Boy conducía por la calle como si lo fueran a prohibir, mas de una vez estuvimos apunto de chocar contra algún muro.
En una de las tantas calles que habíamos atravesado nos encontramos con un embotellamiento de zombies.
Big Boy frenó en seco ya que no podríamos pasar por aquella calle.
-Tenemos que seguir a pie por detrás de las casas, ya estamos muy cerca del bosque. Planteó Dexter.
-Y una mierda, yo no voy a abandonar mi furgoneta, es mía y haré lo que quiera en este infierno con ella. Respondió algo exaltado Big Boy.
-Maldito imbécil, tu haz lo que quieras, pero yo me bajo aquí y ahora. Contesté de manera enfadada.
No hubo mas palabras, a continuación Dexter y yo abandonamos el vehículo y Big Boy cerró la puerta.
-No os deis prisa en morir.... Gritó Big Boy mientras se alejaba con su vehículo por otra calle.
-No te preocupes Dexter, podremos llegar a la cabaña a salvo solo hay medio kilómetro de distancia hasta el bosque.
Ya cuando lleguemos al bosque no creo que tengamos problemas en ir hasta la cabaña. Expliqué a Dexter.
Rápidamente abandonamos la carretera antes de que los zombies nos dieran alcance ya que el ruido del motor los había atraído.
-Rápido, por aquí. Dije señalando hacia un muro de un jardín de metro 1 medio.
Dexter y yo cooperamos para poder superar el obstáculo y continuar hacia los jardines.
Esa parte del trayecto fue mas relajada y pudimos charlar un poco ya que no había zombies en los jardines.
Dexter me contó como había acabado aquí en Wenatchee y los problemas de trabajar en la universidad.
Por primera vez sentía una empatia con alguien ajeno a mi, es como si Dexter hubiera sido mi primer amigo real aparte de mis vecinos Kankuro y Temari.
Al final conseguimos llegar a la casa colindante con el bosque.
Dexter se asomó por el muro para ver si estaba despejado y así era, solo resaltaban un par de zombies a 100 metros.
Esta vez el primero en saltar fue Dexter que ya estaba encaramado al muro.
Segundos mas tarde salté yo pero Dexter no estaba.
Que estaba pasando? Me pregunté.
Avancé algunos metros y de repente alguien me golpeó el codo y dijo -BUH!
Yo me giré lentamente y dije- ahh que susto me has dado
-Veo que eres difícil de asustar. Me dijo Dexter.
-No es eso, es que te había oído acercarte, no tenes mucho sigilo. Expliqué a Dexter.
Continuemos con esto, no me agrada seguir en la calle pudiendo estar a salvo. Dije.
Dexter y yo nos adentramos en el bosque en el que no se oía el mas mínimo ruido.
-Que mala espina me da. Dijo Dexter.
-Pues a mi me gusta. Respondí.
Al poco tiempo divisamos la cabaña en el bosque y nos acercamos con sigilo.
-No es nada personal Dexter pero podría estar habitada en estos momentos... ya me entiendes. Razoné.
Con mi lanza preparada, entramos por la puerta sin hacer ruido y buscamos restos de vida.
Pero solo encontramos una habitación con algún que otro mueble y nada mas.
-Tranquilo Dexter, lo bueno está en el sótano, allí esta todo lo que necesitamos para sobrevivir tan agusto.
Bajamos por las escaleras lentamente ya que no sabíamos lo que podíamos encontrarnos.
Pero la mayor sorpresa fue encontrarnos lo que menos esperábamos encontrarnos, nada.
Alguien había saqueado el sótano y quedaban muy pocas cosas.
-NO! Esto estaba fuera de mis planes, Dexter busca por aquí, seguro que queda algo de valor. Grité sorprendido.
Al menos esperábamos encontrar comida o armas pero visto lo visto la suerte no estaba de nuestro lado.
PeKaDoR- Lich King
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Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
Matt se levantó de la silla, llevaba un par de horas sentado y sentía la necesidad de estirar las piernas.
Tras darse una vuelta por el local, se fijó en que había una tabla de surf colgada en una de las paredes, la cogió por lo que pudiera pasar.
Se acercó a la puerta principal, al otro lado una de esas cosas golpeaba la puerta con insistencia, por suerte, alguien había apilado mesas allí.
Se acercó a Jenkins, que parecía cansado, sudaba, y apoyaba la cabeza contra sus manos.
-¿Ten encuentras bien?- Le preguntó Matt.
-No es nada, me duele la cabeza, creo que tengo fiebre- Le respondió este, con una voz debil, apenas audible.
-Te dije que te abrigaras, y tu ni caso, pero en fin, buscaré calmantes, o antibioticos, de momento no te muevas mucho- Le dijo Matt en tono burlón.
-No creo que pueda- Dijo Jenkins, mostrando algo que bien podía ser una sonrisa, o una mueca de dolor.
Matt observó a dos hombres, parecía que querían subir al piso de arriba, no de ellos derribó la puerta, y el otro apuntó con su ballesta a la oscuridad, parecía que en cualquier momento algo fuese a ocurrir, el que había derribado la puerta se apartó rápidamente, y el otro permaneció en tensión, durante algunos segundos, no parecía decidirse.
-Así no vamos a ningún lado- Dijo Matt mientras avanzaba hacia la puerta, apartaba a un lado al de la ballesta´y se disponía a subir las escaleras, los otros dos, tras una mueca de asombro, lo siguieron.
Arriba, la oscuridad era absoluta, Matt no alcanzaba a ver mas de dos metros por delante suya, y aun así, iba con su brazo libre estirado hacia delante, al fin, palpó algo, una puerta, deslizo su mano a los lados de la puerta, buscando un interruptor.
''Al fin'', pensó, al encontrarlo, lo pulso, la luz parpadeó varias veces en el techo, y al final, se encendió por completo.
Se encontraban en una especie de descansillo, con dos puertas y sin ventanas, y el único mueble era una especie de mesita, donde se amontonaban varios papeles, así como las llaves de un vehículo, y un cenicero.
Matt cogió las llaves, tal vez les servirían mas adelante.
-Deberiamos registrarlo todo- Dijo un muchacho joven, de poca edad.
-Está bien, vosotros id por esa puerta, yo iré a la otra habitación- Dijo Matt mientras abría una de las puertas, se encontró lo que parecía ser una cocina, el fregadero estaba vacío, pero había algunos vasos boca abajo a la derecha, al fondo, se podía distinguir una cocina de gas, y una nevera.
Matt registró todo, encontró algo de comida, que dejó allí. De repente, escuchó algo moverse cerca, venía de detraá de una especie de puerta, debía ser la despensa.
Matt se acercó lentamente, levantó la tabla de surf, listo para atacar, había estado en combate muchas veces, pero eso no evitó que el pulso se le acelerara y las manos le temblasen, estaba asustado, por lo que podía haber tras aquella puerta.
Acercó la mano lentamente al pomo, lo giró lentamente, y abrió con precaución, el corazón estaba a punto de estallarle, sim embargo, se calmo, en cuanto escuchó un sonido:
''Miau''
Tras darse una vuelta por el local, se fijó en que había una tabla de surf colgada en una de las paredes, la cogió por lo que pudiera pasar.
Se acercó a la puerta principal, al otro lado una de esas cosas golpeaba la puerta con insistencia, por suerte, alguien había apilado mesas allí.
Se acercó a Jenkins, que parecía cansado, sudaba, y apoyaba la cabeza contra sus manos.
-¿Ten encuentras bien?- Le preguntó Matt.
-No es nada, me duele la cabeza, creo que tengo fiebre- Le respondió este, con una voz debil, apenas audible.
-Te dije que te abrigaras, y tu ni caso, pero en fin, buscaré calmantes, o antibioticos, de momento no te muevas mucho- Le dijo Matt en tono burlón.
-No creo que pueda- Dijo Jenkins, mostrando algo que bien podía ser una sonrisa, o una mueca de dolor.
Matt observó a dos hombres, parecía que querían subir al piso de arriba, no de ellos derribó la puerta, y el otro apuntó con su ballesta a la oscuridad, parecía que en cualquier momento algo fuese a ocurrir, el que había derribado la puerta se apartó rápidamente, y el otro permaneció en tensión, durante algunos segundos, no parecía decidirse.
-Así no vamos a ningún lado- Dijo Matt mientras avanzaba hacia la puerta, apartaba a un lado al de la ballesta´y se disponía a subir las escaleras, los otros dos, tras una mueca de asombro, lo siguieron.
Arriba, la oscuridad era absoluta, Matt no alcanzaba a ver mas de dos metros por delante suya, y aun así, iba con su brazo libre estirado hacia delante, al fin, palpó algo, una puerta, deslizo su mano a los lados de la puerta, buscando un interruptor.
''Al fin'', pensó, al encontrarlo, lo pulso, la luz parpadeó varias veces en el techo, y al final, se encendió por completo.
Se encontraban en una especie de descansillo, con dos puertas y sin ventanas, y el único mueble era una especie de mesita, donde se amontonaban varios papeles, así como las llaves de un vehículo, y un cenicero.
Matt cogió las llaves, tal vez les servirían mas adelante.
-Deberiamos registrarlo todo- Dijo un muchacho joven, de poca edad.
-Está bien, vosotros id por esa puerta, yo iré a la otra habitación- Dijo Matt mientras abría una de las puertas, se encontró lo que parecía ser una cocina, el fregadero estaba vacío, pero había algunos vasos boca abajo a la derecha, al fondo, se podía distinguir una cocina de gas, y una nevera.
Matt registró todo, encontró algo de comida, que dejó allí. De repente, escuchó algo moverse cerca, venía de detraá de una especie de puerta, debía ser la despensa.
Matt se acercó lentamente, levantó la tabla de surf, listo para atacar, había estado en combate muchas veces, pero eso no evitó que el pulso se le acelerara y las manos le temblasen, estaba asustado, por lo que podía haber tras aquella puerta.
Acercó la mano lentamente al pomo, lo giró lentamente, y abrió con precaución, el corazón estaba a punto de estallarle, sim embargo, se calmo, en cuanto escuchó un sonido:
''Miau''
PauTL- Mano derecha del jefe
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Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
En la Sacristía....
Charlie, Leo y el Padre Ramsey estaban atrapados, solamente una fina puerta de madera mal asegurada les separaba de aquellos seres hambrientos de carne que, en otro tiempo fueron amigos y vecinos de Charlie y feligreses del Pastor Ramsey.
Charlie, con ayuda de Leo, subió por la escalera y miró a través del tragaluz que Leo había descubierto. Aquel joven no imaginaba nunca que aquel agujero tan pequeño les sirviera para escapar en algún momento.
CHarlie miró a su alrededor y pudo comprobar que la zona estaba plagada de zombies pero que, a su vez, estaban dispersos caminando cada uno en una dirección y que, para satisfacción de Leo, no se avistaban saltamontes mutantes por la zona.
- Chicos- Dijo Charlie haciéndose cargo de la situación- Podemos salir por el tragaluz. Hay espacio suficiente para pasar.
- Mmmmm- Interrumpió Leo- ¿Y después qué? Te recuerdo que estamos en una Iglesia y enfrente tenemos el cementerio. No hay edificios a los que se pueda saltar.
- Ahí tienes razón, brother- Dijo Charlie- ¿Alguna idea, Ramsey?
- ¿Por qué no me llamas Pastor?
- Déjese de mierdas de Pastores y Dioses ahora, ¿no ve acaso cómo estamos?
- Soy un siervo de Dios y los hombres de esta comunidad mis feligreses. Deberías tratarme con más respeto.
- Sáqueme de aquí y entonces le respetaré.
- Te tomo la palabra- Dijo Ramsey mientras iba corriendo hacia una de las repìsas de la estantería volcada.
- Bah, dejen ya de discutir pelotudos. Nosotros rodeados de muerte y ustedes discutiendo sobre "quién es nuestro Dios ahora"- Dijo Leo de una forma bastante sarcástica.
- Bueno, Charlie, creo que esto nos sacará de esta- Dijo Ramsey- ¿Recuerdas que hace unos años yo mismo te contraté para que reparases nuestra vieja furgoneta?
- Sí, ¿y qué tiene que ver eso ahora?
- Pues que como dejaste de venir a repararla, hace dos años se estropeó por completo. Yo ya soy un hombre viejo y mis piernas ya no son lo que eran así que compré un coche nuevo... Es un Mercedes. Está aparcado en el garaje, junto a mi casa.
- Joder, ¡cómo se las gastan los curas en su país!- Gritó Leo sorprendido- ¿Y está muy lejos esa casa?
- No, Charlie sabe dónde está. Ha estado muchas veces en ella, está en el otro extremo del jardín. Nosotros mientras tanto iremos haciendo la mochila y cogeremos las cosas que nos puedan resultar útiles.
- Joder, Pastor, ya sabemos que hace con el dinero de sus feligreses.
- EL dinero de mis feligreses... Eso es lo que nos va a salvar la vida, estúpido!
De pronto, Daniel empezó a chillar sin motivo aparente. Los zombies de la iglesia le oyeron y caminaron hacia la pequeña puerta de la sacristía. La puerta empezaba a agrietarse.
- Deja aquí ese candelabro, Charlie. Llévate esto que es más consistente, no hay duda. Y por favor, date prisa, te esperaremos en lo alto del tejado. Subiremos en cuanto hayamos colocado la mochila. Leo rompe las demás patas de la mesa, las necesitaremos si consiguen entrar.
- Por Dios amigo, date prisa. Los zombies ya llegan- Gritó Leo cuando vio que uno de sus podridos brazos había conseguido atravesar la puerta.
Consiguen:
El coche dura hasta nuevo aviso. Charlie conserva la pata un post y las otras patas durarán tres post.
************************************************************************************
En la pizzería....
Matt, Oleg y Mark habían conseguido subir a la parte de arriba de la pizzería. Primero revisaron los dos cuartos que había en la primera parte del piso, se trataban de un pequeño baño, un despacho y el almacén, afortunadamente, ahí tendrían comida de sobra durante un tiempo. Allí no había nadie así que decidieron que ese lugar era más seguro que allí abajo. Nada les hacía sospechar lo que había detrás de la siguiente puerta.
- Chicos- Bajó corriendo Oleg a advertirles- Pueden subir aquella zona es segura. Hemos revisado el despacho y el almacén y parece tranquilo. Esas ventanas no resistirán mucho y si permanecemos en silencio, no se percatarán de nuestra presencia.
Becky y Vince ayudaron a Jenkis a subir. Estaba enfermo y empeoraba por minutos pero ninguno de los presentes podía averigüar qué era lo que estaba pasando. Cuando todos estuvieron arriba, cerraron la puerta trasera, una puerta de madera blindada que los zombies tardarían siglos en atravesar.
Tumbaron a Jenkins en el sofá. Tiritaba y sudaba a partes iguales, estaba ardiendo pero, a la vez, tenía demasiado frío. Matt le trajo algunas medicinas pero no parecía que le fuesen a ayudar.
- Tío, estoy muy mal- Dijo Jenkins a Matt- No sé qué demonios me pasa pero estoy horrible. Me duele todo, siento como que el cuerpo me arde pero tengo frío. Joder, ¿qué me está pasando?
- No lo sé pero tómate esto y esperemos que te haga sentir mejor.- Dijo Matt preocupado, dándole algunas pastillas.
- Debemos revisar toda la casa- Dijo Becky con voz firme- Al otro lado de aquella puerta- Señaló hacia el fondo- está la casa de mi jefe. No sé si estará o no en casa. Tendremos que probar.
Oleg y Matt se adelantaron al resto. Fue Oleg el que abrió la puerta de una patada. Lo que encontraron allí fue horrible. El cuerpo de una niña pequeña mutilado sobre la mesa y devorado parcialmente, sobre la mesa una tarta de cumpleaños y, en la pared, un cartel agujereado y rasgado en el que podía leerse "FELIZ CUMP CHRI"
Matt contuvo las ganas de vomitar ante aquella escena pero Oleg no puedo evitarlo. Una arcada llegó a su boca lo que le hizo expulsar el escaso alimento que había comido aquella tarde.
- Bueno, chaval, pasa en las mejores familias- Dijo Matt- Deberíamos avisar a Mark y a Becky y revisar la casa entre todos, así tardaremos menos. Además, necesito un arma mejor que esta tabla de surf, no veo olas por aquí.
- De acuerdo entonces, prosigamos.
************************************************************************************
En la biblioteca.....
Derek Morgan estaba con demasiada gente en la biblioteca de su Universidad pero había mucha más gente fuera con la que realmente no le gustaría estar. Sus antiguos amigos de la facultad estarían siendo devorados por los zombies en ese preciso instante, si no lo habían sido ya y él estaba buscando medicinas para un desconocido en medio del mismísimo Apocalipsis.
Derek pensó en el grupo que llevaba detrás y se dio cuenta de que no conocía a ninguno de ellos. Eran todos tan diferentes a él que se sorprendió de que estuviese dispuesto a salvarles la vida a pesar de que ni siquiera habían sus amigos. De hecho, su hubiera conocido a Johnny en otras circunstancias, probablemente, se hubiera llevado fatal con él pero ahora las cosas habían cambiado.
Estaba armado únicamente con unas pequeñas tijeras así que tenía que encontrar algo consistente mientras avanzaban por el largo y oscuro pasillo. Todavía había luz pero empezaba a fallar y la luz parpadeaba constantemente. Entonces, entre la penumbra lo vio, un busto del fundador de la Universidad. No era muy gran, una pequeña estatua de mármol, algo pesada pero que podría llevar perfectamente de la mano.
Mientras Derek recorría el pasillo que le separaba de la sala de profesores, se escuchó un grito. Era de Patty... ¿Qué podría hacer él? ¿Recorrer la escasa distancia que le separaba de sala o volver atrás para ayudar a los qu se encontraban en peligro?
Charlie, Leo y el Padre Ramsey estaban atrapados, solamente una fina puerta de madera mal asegurada les separaba de aquellos seres hambrientos de carne que, en otro tiempo fueron amigos y vecinos de Charlie y feligreses del Pastor Ramsey.
Charlie, con ayuda de Leo, subió por la escalera y miró a través del tragaluz que Leo había descubierto. Aquel joven no imaginaba nunca que aquel agujero tan pequeño les sirviera para escapar en algún momento.
CHarlie miró a su alrededor y pudo comprobar que la zona estaba plagada de zombies pero que, a su vez, estaban dispersos caminando cada uno en una dirección y que, para satisfacción de Leo, no se avistaban saltamontes mutantes por la zona.
- Chicos- Dijo Charlie haciéndose cargo de la situación- Podemos salir por el tragaluz. Hay espacio suficiente para pasar.
- Mmmmm- Interrumpió Leo- ¿Y después qué? Te recuerdo que estamos en una Iglesia y enfrente tenemos el cementerio. No hay edificios a los que se pueda saltar.
- Ahí tienes razón, brother- Dijo Charlie- ¿Alguna idea, Ramsey?
- ¿Por qué no me llamas Pastor?
- Déjese de mierdas de Pastores y Dioses ahora, ¿no ve acaso cómo estamos?
- Soy un siervo de Dios y los hombres de esta comunidad mis feligreses. Deberías tratarme con más respeto.
- Sáqueme de aquí y entonces le respetaré.
- Te tomo la palabra- Dijo Ramsey mientras iba corriendo hacia una de las repìsas de la estantería volcada.
- Bah, dejen ya de discutir pelotudos. Nosotros rodeados de muerte y ustedes discutiendo sobre "quién es nuestro Dios ahora"- Dijo Leo de una forma bastante sarcástica.
- Bueno, Charlie, creo que esto nos sacará de esta- Dijo Ramsey- ¿Recuerdas que hace unos años yo mismo te contraté para que reparases nuestra vieja furgoneta?
- Sí, ¿y qué tiene que ver eso ahora?
- Pues que como dejaste de venir a repararla, hace dos años se estropeó por completo. Yo ya soy un hombre viejo y mis piernas ya no son lo que eran así que compré un coche nuevo... Es un Mercedes. Está aparcado en el garaje, junto a mi casa.
- Joder, ¡cómo se las gastan los curas en su país!- Gritó Leo sorprendido- ¿Y está muy lejos esa casa?
- No, Charlie sabe dónde está. Ha estado muchas veces en ella, está en el otro extremo del jardín. Nosotros mientras tanto iremos haciendo la mochila y cogeremos las cosas que nos puedan resultar útiles.
- Joder, Pastor, ya sabemos que hace con el dinero de sus feligreses.
- EL dinero de mis feligreses... Eso es lo que nos va a salvar la vida, estúpido!
De pronto, Daniel empezó a chillar sin motivo aparente. Los zombies de la iglesia le oyeron y caminaron hacia la pequeña puerta de la sacristía. La puerta empezaba a agrietarse.
- Deja aquí ese candelabro, Charlie. Llévate esto que es más consistente, no hay duda. Y por favor, date prisa, te esperaremos en lo alto del tejado. Subiremos en cuanto hayamos colocado la mochila. Leo rompe las demás patas de la mesa, las necesitaremos si consiguen entrar.
- Por Dios amigo, date prisa. Los zombies ya llegan- Gritó Leo cuando vio que uno de sus podridos brazos había conseguido atravesar la puerta.
Consiguen:
El coche dura hasta nuevo aviso. Charlie conserva la pata un post y las otras patas durarán tres post.
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En la pizzería....
Matt, Oleg y Mark habían conseguido subir a la parte de arriba de la pizzería. Primero revisaron los dos cuartos que había en la primera parte del piso, se trataban de un pequeño baño, un despacho y el almacén, afortunadamente, ahí tendrían comida de sobra durante un tiempo. Allí no había nadie así que decidieron que ese lugar era más seguro que allí abajo. Nada les hacía sospechar lo que había detrás de la siguiente puerta.
- Chicos- Bajó corriendo Oleg a advertirles- Pueden subir aquella zona es segura. Hemos revisado el despacho y el almacén y parece tranquilo. Esas ventanas no resistirán mucho y si permanecemos en silencio, no se percatarán de nuestra presencia.
Becky y Vince ayudaron a Jenkis a subir. Estaba enfermo y empeoraba por minutos pero ninguno de los presentes podía averigüar qué era lo que estaba pasando. Cuando todos estuvieron arriba, cerraron la puerta trasera, una puerta de madera blindada que los zombies tardarían siglos en atravesar.
Tumbaron a Jenkins en el sofá. Tiritaba y sudaba a partes iguales, estaba ardiendo pero, a la vez, tenía demasiado frío. Matt le trajo algunas medicinas pero no parecía que le fuesen a ayudar.
- Tío, estoy muy mal- Dijo Jenkins a Matt- No sé qué demonios me pasa pero estoy horrible. Me duele todo, siento como que el cuerpo me arde pero tengo frío. Joder, ¿qué me está pasando?
- No lo sé pero tómate esto y esperemos que te haga sentir mejor.- Dijo Matt preocupado, dándole algunas pastillas.
- Debemos revisar toda la casa- Dijo Becky con voz firme- Al otro lado de aquella puerta- Señaló hacia el fondo- está la casa de mi jefe. No sé si estará o no en casa. Tendremos que probar.
Oleg y Matt se adelantaron al resto. Fue Oleg el que abrió la puerta de una patada. Lo que encontraron allí fue horrible. El cuerpo de una niña pequeña mutilado sobre la mesa y devorado parcialmente, sobre la mesa una tarta de cumpleaños y, en la pared, un cartel agujereado y rasgado en el que podía leerse "FELIZ CUMP CHRI"
Matt contuvo las ganas de vomitar ante aquella escena pero Oleg no puedo evitarlo. Una arcada llegó a su boca lo que le hizo expulsar el escaso alimento que había comido aquella tarde.
- Bueno, chaval, pasa en las mejores familias- Dijo Matt- Deberíamos avisar a Mark y a Becky y revisar la casa entre todos, así tardaremos menos. Además, necesito un arma mejor que esta tabla de surf, no veo olas por aquí.
- De acuerdo entonces, prosigamos.
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En la biblioteca.....
Derek Morgan estaba con demasiada gente en la biblioteca de su Universidad pero había mucha más gente fuera con la que realmente no le gustaría estar. Sus antiguos amigos de la facultad estarían siendo devorados por los zombies en ese preciso instante, si no lo habían sido ya y él estaba buscando medicinas para un desconocido en medio del mismísimo Apocalipsis.
Derek pensó en el grupo que llevaba detrás y se dio cuenta de que no conocía a ninguno de ellos. Eran todos tan diferentes a él que se sorprendió de que estuviese dispuesto a salvarles la vida a pesar de que ni siquiera habían sus amigos. De hecho, su hubiera conocido a Johnny en otras circunstancias, probablemente, se hubiera llevado fatal con él pero ahora las cosas habían cambiado.
Estaba armado únicamente con unas pequeñas tijeras así que tenía que encontrar algo consistente mientras avanzaban por el largo y oscuro pasillo. Todavía había luz pero empezaba a fallar y la luz parpadeaba constantemente. Entonces, entre la penumbra lo vio, un busto del fundador de la Universidad. No era muy gran, una pequeña estatua de mármol, algo pesada pero que podría llevar perfectamente de la mano.
Mientras Derek recorría el pasillo que le separaba de la sala de profesores, se escuchó un grito. Era de Patty... ¿Qué podría hacer él? ¿Recorrer la escasa distancia que le separaba de sala o volver atrás para ayudar a los qu se encontraban en peligro?
Kealah- Cazadora con medias de seda
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Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
FICHA
EQUIPO
Era ahora o nunca. El momento había llegado, no podía demorarlo más. En su mano estaba hacer algo por aquellos que le acompañaban. O simplemente no hacer nada. Dejarse llevar. Y, por fín, volver con María.
- Por Dios amigo, date prisa. Los zombies ya llegan.- la demanda de su amigo recién conocido hizo que volviera a la realidad. Y decidió actuar. María tendría que esperar, al menos un poco más.
Miró a su alrededor. Unos cuantos cuerpos, diseminados por todo el parque, se arrastraban en dirección a la puerta de la iglesia, que no podía ver desde su ubicación. Lo que sí podía oir eran los gemidos. Incansables. Inacabables. Charlie calculó sus posibilidades. Nunca había sido un superatleta en el instituto, pero seguro que podría manejarse con soltura. Aquellos seres parecían moverse con lentitud.
- A qué esperas, hijo??! Están a punto de entrar, date prisa!! - gritó angustiado el pastor, mientras intentaba calmar a Daniel entre sus brazos.
Charlie no lo pensó más, se descolgó del muro, y cayó sobre sus dos pies de manera poco ortodoxa. SI hubieran estado en los juegos olímpicos no le hubieran dado un 10, seguramente tampoco un 9. Pero al menos había conseguido no romperse nada. Tal y cómo iban las cosas últimamente, eso ya era un éxito completo.
-Toma, no te olvides de esto – dijo Leo mientras le lanzaba una pata de mesa. Al segundo volvía a desaparecer en el interior de la sacristía.
- Muy bien, ahora sólo queda cruzar el jardín, llegar hasta la casa de Ramsey, abrir el coche, traerlo hasta aquí, y sin que me ataque ninguno de mis vecinos...-se repetía mentalmente Charlie mientras se movía entre las sombras del ardín, balanceando a un lado y a otro la recién estrenada arma.
Llegar hasta el garaje fue más sencillo de lo que creía en un principio. No sabía muy bien porqué, pero parecía que todos los muertos se dirigían a la puerta de la iglesia, que ahora sí que podía ver desde su posición. Quizá el ruido? Quizá nuestra presencia? Por qué irán hacia allí? -pensaba Charlie, en un intento de mantener despierta la mente.
Al llegar a la persiana, Charlie sacó las llaves de su bolsillo, introdujo la mayor en la cerradura de la puerta del garaje. Media vuelta de llave hacia la izquierda. Un clac. Silencio. Charlie no quería respirar. El mundo se detenía en ese instante. Nada, ningún sonido. Charlie empezó a subir la persiana como si ésta pesara una tonelada, a cámara super lenta. Ahora se daba cuenta que, a unos 7 metros de él, un muerto (el señor Longhouse, notario de profesión) daba cuenta de algo que parecía un gato.
-Recuerda que una buena puerta, necesita un buen engrase . -Le solía decir el padre de Charlie a éste - El estado de las puertas habla mucho del estado de sus dueños.
-Maldito Ramsey-pensó Charlie.
Porque si lo que decía su padre era cierto, Ramsey debería estar podrido por dentro. Un intenso chirrido nació de las bisagras de la persiana cuando Charlie las subió de un golpe.
Un segundo despúes, el señor Longhouse dejaba su aperitivo para empezar por el primer plato. Al menos, a intentarlo. Si es que el primer plato no se resistía. Incorporándose como pudo, empezó a acercarse, inexorablemente hacia su víctima.
Charlie dió un paso atrás, lo necesario para que la pata de la mesa le recordara que existía, en forma de golpe en el tobillo. Charlie se agachó, sin perder de vista al notario del pueblo, y blandiendo la pata por encima de su cabeza se dirigió hacia él.
- Qué coño, siempre me había caído como el culo.
De la cabeza de Longhouse no quedó nada reconocible. Charlie tuvo suerte, porque ningún muerto más apareció para unirse al festín de sangre.
Ahora sí, entro al garaje, abrió el coche con la llave electrónica.
Ese fue su segundo error, porque el sonidito de la alarma al apagarse llamó la atención a varios de sus ex-vecinos.
Charlie, no se lo pensó dos veces. Se metió en el coche, arrancó y salió disparado en dirección a la iglesia, llevándose por delante a algun muerto que otro.
Cuando llegó al muro por donde había descendido vió a Ramsey y a Daniel. Detrás de ellos, Leo daba golpes a diestro y siniestro a las manos que salían por el tragaluz.
-Vamos! Ahora o nunca!- gritó Charlie mientras abría la puerta del copiloto.
- Spoiler:
- Nombre: Charlie Able
Edad: 33
Idioma: Inlgés y español (por una novia de el salvador que tuvo hace muchos años)
Oficio: Locutor de varios programas en la radio local de Wenatchee. Como eso no le da para vivir también hace algunas chapuzas a domicilio.
Apariencia: complexión normal, aunque se nota que nunca obtuvo una beca por ser deportista. 1,77 m. de altura, ojos marrones. Lleva barba y perilla, el pelo despeinado, y varios piercings decoran su cara. Siempre viste con sudaderas de capucha, con pantalones anchos, zapatillas deportivas...aunque tiene un aire que en mi tierra tiene el nombre de "tirao".
Personalidad: Charlie cambia mucho de personalidad dependiendo del contexto en el que se encuentre. Cuando se encuentra en la radio, presentando su espacio musical "A toda tralla", se convierte en alguien muy extrovertido, muy querido por sus oyentes, que incluso tienden a dogmatizar sus opiniones. Es un personaje muy querido, y él se esfuerza en que así sea. Lo mismo ocurre cuando le llaman para hacer algún arreglillo en alguna casa (cosas sencillas de fontanería, electricidad, albañilería...). Los clientes le tienen aprecio y eso le asegura que vuelvan a llamarlo. Eso, y que los arreglillos no se le dan mal.
El Charlie de puertas adentro es muy distinto. Una persona llena de rencor y amargura que espera que los días pasen sin más.
Historia: Nacido en Wenatchee, Charlie es hijo de un granjero y de una ama de casa, oriundos también de Wanatchee. Ya desde muy pequeño le interesó la música, animado siempre por su tío, el organista de la iglesia del pueblo. Pero a Charlie no le atraía demasiado la música que le ofrecía su familiar y mostró mucho más interés por el heavy metal, que compraba con sus ahorros en la capital del condado. Así creció Charlie, rodeado de sus discos, ayudando a su padre en la granja (en donde aprendió el arte de las “chapuzas”), yendo con sus colegas de toda la vida a las afueras del pueblo donde se ponían hasta arriba de cerveza, hasta que a su vida llegó María. De su misma edad, esta chica, hija de unos jornaleros salvadoreños que se afincaron en Wenatchee, y Charlie hicieron buenas migas desde el primer día que se vieron. La amistad se fue transformando en un sentimiento más profundo, y casi sin darse cuenta, se encontraron perdidamente enamorados el uno del otro. Tenían 22 años cuando se casaron. A la boda asistieron todos sus colegas de la juventud, aunque muchos de ellos se habían mudado a ciudades mas grandes, y con mas posibilidades. Pero allí estaban ellos, recordándole todos los buenos momentos pasados.
A los 24 consiguió presentar su primer programa de radio, aunque llevaba muchos años colaborando en todo lo que podía porque el mundo de la radio, de la música...le apasionaba.
Charlie era un tipo feliz, todo le iba viento en popa: trabajaba en un sitio que le encantaba, tenía una mujer a la que amaba (de momento jamás se plantearon tener hijos), seguía reuniéndose todos los viernes con los pocos elementos de la pandilla que aun permanecían en el pueblo....hasta que la desgracia llamó a su puerta. El 27 de febrero de 2007, María se dirigía a ver a sus padres (que vivían en una población cercana) cuando tuvo un terrible accidente de tráfico que acabó con su vida. Las causas del siniestro nunca fueron esclarecidas (sólo se supo que el coche se salió en una curva y se chocó de frente contra un gran árbol) pero causaron un efecto devastador en Charlie. Fue este incidente el que mató una parte de Charlie que jamas volvería a revivir y el que hizo de él una persona con dos caras. La conocida por todos, amable y extrovertida; la que reservaba para él mismo, desmoralizada, e incluso cruel.
EQUIPO
- Spoiler:
Pata de mesa (1 post)
Coche (lo cojo en este post por x posts)
Era ahora o nunca. El momento había llegado, no podía demorarlo más. En su mano estaba hacer algo por aquellos que le acompañaban. O simplemente no hacer nada. Dejarse llevar. Y, por fín, volver con María.
- Por Dios amigo, date prisa. Los zombies ya llegan.- la demanda de su amigo recién conocido hizo que volviera a la realidad. Y decidió actuar. María tendría que esperar, al menos un poco más.
Miró a su alrededor. Unos cuantos cuerpos, diseminados por todo el parque, se arrastraban en dirección a la puerta de la iglesia, que no podía ver desde su ubicación. Lo que sí podía oir eran los gemidos. Incansables. Inacabables. Charlie calculó sus posibilidades. Nunca había sido un superatleta en el instituto, pero seguro que podría manejarse con soltura. Aquellos seres parecían moverse con lentitud.
- A qué esperas, hijo??! Están a punto de entrar, date prisa!! - gritó angustiado el pastor, mientras intentaba calmar a Daniel entre sus brazos.
Charlie no lo pensó más, se descolgó del muro, y cayó sobre sus dos pies de manera poco ortodoxa. SI hubieran estado en los juegos olímpicos no le hubieran dado un 10, seguramente tampoco un 9. Pero al menos había conseguido no romperse nada. Tal y cómo iban las cosas últimamente, eso ya era un éxito completo.
-Toma, no te olvides de esto – dijo Leo mientras le lanzaba una pata de mesa. Al segundo volvía a desaparecer en el interior de la sacristía.
- Muy bien, ahora sólo queda cruzar el jardín, llegar hasta la casa de Ramsey, abrir el coche, traerlo hasta aquí, y sin que me ataque ninguno de mis vecinos...-se repetía mentalmente Charlie mientras se movía entre las sombras del ardín, balanceando a un lado y a otro la recién estrenada arma.
Llegar hasta el garaje fue más sencillo de lo que creía en un principio. No sabía muy bien porqué, pero parecía que todos los muertos se dirigían a la puerta de la iglesia, que ahora sí que podía ver desde su posición. Quizá el ruido? Quizá nuestra presencia? Por qué irán hacia allí? -pensaba Charlie, en un intento de mantener despierta la mente.
Al llegar a la persiana, Charlie sacó las llaves de su bolsillo, introdujo la mayor en la cerradura de la puerta del garaje. Media vuelta de llave hacia la izquierda. Un clac. Silencio. Charlie no quería respirar. El mundo se detenía en ese instante. Nada, ningún sonido. Charlie empezó a subir la persiana como si ésta pesara una tonelada, a cámara super lenta. Ahora se daba cuenta que, a unos 7 metros de él, un muerto (el señor Longhouse, notario de profesión) daba cuenta de algo que parecía un gato.
-Recuerda que una buena puerta, necesita un buen engrase . -Le solía decir el padre de Charlie a éste - El estado de las puertas habla mucho del estado de sus dueños.
-Maldito Ramsey-pensó Charlie.
Porque si lo que decía su padre era cierto, Ramsey debería estar podrido por dentro. Un intenso chirrido nació de las bisagras de la persiana cuando Charlie las subió de un golpe.
Un segundo despúes, el señor Longhouse dejaba su aperitivo para empezar por el primer plato. Al menos, a intentarlo. Si es que el primer plato no se resistía. Incorporándose como pudo, empezó a acercarse, inexorablemente hacia su víctima.
Charlie dió un paso atrás, lo necesario para que la pata de la mesa le recordara que existía, en forma de golpe en el tobillo. Charlie se agachó, sin perder de vista al notario del pueblo, y blandiendo la pata por encima de su cabeza se dirigió hacia él.
- Qué coño, siempre me había caído como el culo.
De la cabeza de Longhouse no quedó nada reconocible. Charlie tuvo suerte, porque ningún muerto más apareció para unirse al festín de sangre.
Ahora sí, entro al garaje, abrió el coche con la llave electrónica.
Ese fue su segundo error, porque el sonidito de la alarma al apagarse llamó la atención a varios de sus ex-vecinos.
Charlie, no se lo pensó dos veces. Se metió en el coche, arrancó y salió disparado en dirección a la iglesia, llevándose por delante a algun muerto que otro.
Cuando llegó al muro por donde había descendido vió a Ramsey y a Daniel. Detrás de ellos, Leo daba golpes a diestro y siniestro a las manos que salían por el tragaluz.
-Vamos! Ahora o nunca!- gritó Charlie mientras abría la puerta del copiloto.
Kable- Coleccionista de Zombies
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Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
LEO FALCONE
Ficha
Objetos
Gruñidos. Arañasos. Gemidos. Eso era todo lo que se escuchaba en la sacristia, como una especie de pelicula de terror de segunda o un videoclip de una banda de metal no muy exitosa. Leo estaba entrando en panico.
- ¡Mierda, mierda! - Leo arremetio con su candelabro sobre una de las patas de la mesa que parecio ni sentir el impacto - ¡¿No habia unos candelabros mas baratos, tacaño?!
- ¡Estas llenando el aire de odio, no necesitamos eso ahora!
- ¡Algo se esta llenando y no es el aire! - Dijo con un tono bastante soberbio.
Los zombies parecian estarse agrupando del otro lado, por fin los habian encontrado
- ¡No sere un aperitivo de media noche! - Golpeo nuevamente la pata de la mesa que cedio despues de unos golpes. Tomo aire. Lleno sus pulmones y arremetio contra la segunda pata. El crujido del candelabro rompiendose.
- ¡Carajo! ¡De verdad eres tacaño viejo!
- ¡Soy pastor para usted!
Leo arremetio contra la ultima pata con lo que quedaba del candelabro, ahora en golpes cortos y repetitivos. Parecia ceder pero no del todo.
- ¡Esas cosas estan acabando con la puerta! - El brazo del zombie parecia acercase mas cada vez.
- Ademas de tacaño eres inutil - Leo golpeo la mano varias veces con el candelabro que ahora resultaba un arma punsante. Recibio varios cortes y las gotas de sangre caian en el interior de la sacristia. Los gemidos se incrementaban. Se estaban agrupando.
- ¡Tome al autista y vaya al techo, rapido!
- Su nombre es Daniel
- ¿Eso importa ahora? ¡Muevase!
El padre tomo al niño que no paraba de llorar y subio las escaleras. Leo necesitaba espacio. Guardo las patas dentro de la mochila. Dio una patada a la que aun se mantenia pegada a la mesa callendo torpemente.
- Demonios, no es como en las peliculas - Se reincorporo y dio un pisoton que hizo crujir la madera. La pata cedio. Pero aun asi el crujido seguia. Leo miro la puerta... Nada... Lentamente ladeo su cabeza por la habitacion... Nada... Su temor se hizo realidad: Las madera puestas torpemente con las ventanas estaban cediendo, ¿Como no lo harian sin clavos? Cerro la puerta. Dio un golpe con lo que quedaba de su candelabro al picaporte, si hubiera usado la cabeza sabria que los zombies no saben usarlos. Ya era tarde, el candelabro habia cedido por segunda vez, esta vez donde Leo lo empuñaba. El reflejo le hizo apretarlo en lo que ahora era otro punzante vertice, provocandose un corte. Solto el candelabro de inmediato.
Su cabeza comenzo a dar vueltas denuevo, pensamientos rapidos de apenas segundos."Corte superficial, salpicadura, sangre, infeccion por sangre, zombie, muerte", solo eso le basto para correr al baño y meter su mano en agua. Vio una botella de algo que parecia agua oxigenada, lo vacio sobre su mano.
- ¡La re...! - Resulto ser un medicamento algo mas fuerte de lo que esperaba. Apreto los dientes, al menos eso cerraria la herida.
El ruido de las maderas cediendo en la habitacion. Corrio y metio la ultima pata dentro de la mochila, fue entonces cuando se le ocurrio. Una botella de alcohol medio vacio (o medio lleno, como el lo penso), era momento de otro experimento. Volco la botella sobre la mano que trataba de alcanzarlo, solo lo suficiente y luego saco su encendedor de su bolsillo. Con la primera chispa empezo a arder pero eso no parecia alterar al atacante. El fuego se extinguio en poco tiempo.
- ¡Malditos engendros, ni el fuego los para! - Escucho algo golpeando el suelo en la habitacion.
Abrio la puerta en un acto de curiosidad, no poseia ningun arma y tenia las manos ocupadas. La escena fue perturbante. Un cuerpo arrastandose hacia el, la Sra. Potts, otro mas levantandose, un chico joven de unos 20 años, con una gorra de baseball y un overol, decenas de zombies esperando su turno fuera de la habitacion. Leo arrojo la botella de alcohol en la cama, espero que se volcara por un momento, nervioso y confiando que esas cosas fueran lentas. otro zombie mas cayo, ya eran tres en la habitacion. El que parecio haber sido un trabajador de alguna obra empezo a caminar en direccion a Leo. Este se limito a arrojar el encendedor con la llama prendida al acolchado y cerrar la puerta, sin esperar los resultados.
Tomo la mochila y subio al tejado, un ultimo pensamiento lo lleno: "Supongo que no habra una pitada al final de todo esto"
La oscuridad de la noche lo cego un momento. El crujir de las puertas. Las llamas consumiendo el colchon. Todo aquello se calmo en su cabeza por un momento y solo penso en la brisa nocturna.
Ficha
- Spoiler:
- Nombre: Leo Falcone
Edad: 25
Idioma: Español, Ingles, muy poco de Italiano
Oficio: Abogado
Apariencia: Contextura media, pelo castaño claro, ojos oscuros. Por lo general usa trajes, debido a las constantes reuniones. Pero cuando no se encuentra en eso, usa remeras manga largas y chaquetas, una vida de crianza con sus dos hermanas le habian dejado un gusto por la moda.
Personalidad: Es una persona ambiciosa, siempre quiere mejor en si mismo, aunque esto a veces lo lleva mas alla de sus propias limitaciones. Fuerte sentido de la justicia y rapida adaptacion, trata de llevar la cabeza en todo, aun cuando no tiene la mas minima idea sobre ello.
Historia: Leo nacio en la ciudad de Buenos Aires, Argentina en 1985. Comenzo como abogado a la corta edad de 23 años, entusiasmado por querer poner justicia, se vio condenado a un mundo donde gana quien tiene mas dinero e influenciadas, rechazado repetidas veces por su negacion a defender a acusados que el encontraba culpable. Esto rapidamente le enseño que nada era lo que parecia, y que la carrera de justicia e ideales que habia estudiado durante tantos años, no era mas que otra de las formas que la gente de poder tenia para manipular a la ley.
Decidio tomar su dinero que habia hecho en sus cortos años de trabajo honesto y tomarse unas vacaciones en un pueblo que un colega le habia dicho, el cual era famoso por su "Festival de la Manzana", siempre habia querido conocer USA, pero con toda la criminalidad, eligio un pueblo tranquilo donde descansar. "Eso deberia calmar mis nervios" penso mientras leia un folleto.
En eso saco un relicario de su bolsillo, lo abrio, era una foto de su difunto padre, quien le habia inculcado aquellos valores que el defendia con su vida.. "Siento no poder haber sido como tu... no en este mundo, padre" penso en aquel momento, sus ojos se perdieron por un momento en los recuerdos de su infancia.
Objetos
- Spoiler:
- x1
***********
x3
(3)
Gruñidos. Arañasos. Gemidos. Eso era todo lo que se escuchaba en la sacristia, como una especie de pelicula de terror de segunda o un videoclip de una banda de metal no muy exitosa. Leo estaba entrando en panico.
- ¡Mierda, mierda! - Leo arremetio con su candelabro sobre una de las patas de la mesa que parecio ni sentir el impacto - ¡¿No habia unos candelabros mas baratos, tacaño?!
- ¡Estas llenando el aire de odio, no necesitamos eso ahora!
- ¡Algo se esta llenando y no es el aire! - Dijo con un tono bastante soberbio.
Los zombies parecian estarse agrupando del otro lado, por fin los habian encontrado
- ¡No sere un aperitivo de media noche! - Golpeo nuevamente la pata de la mesa que cedio despues de unos golpes. Tomo aire. Lleno sus pulmones y arremetio contra la segunda pata. El crujido del candelabro rompiendose.
- ¡Carajo! ¡De verdad eres tacaño viejo!
- ¡Soy pastor para usted!
Leo arremetio contra la ultima pata con lo que quedaba del candelabro, ahora en golpes cortos y repetitivos. Parecia ceder pero no del todo.
- ¡Esas cosas estan acabando con la puerta! - El brazo del zombie parecia acercase mas cada vez.
- Ademas de tacaño eres inutil - Leo golpeo la mano varias veces con el candelabro que ahora resultaba un arma punsante. Recibio varios cortes y las gotas de sangre caian en el interior de la sacristia. Los gemidos se incrementaban. Se estaban agrupando.
- ¡Tome al autista y vaya al techo, rapido!
- Su nombre es Daniel
- ¿Eso importa ahora? ¡Muevase!
El padre tomo al niño que no paraba de llorar y subio las escaleras. Leo necesitaba espacio. Guardo las patas dentro de la mochila. Dio una patada a la que aun se mantenia pegada a la mesa callendo torpemente.
- Demonios, no es como en las peliculas - Se reincorporo y dio un pisoton que hizo crujir la madera. La pata cedio. Pero aun asi el crujido seguia. Leo miro la puerta... Nada... Lentamente ladeo su cabeza por la habitacion... Nada... Su temor se hizo realidad: Las madera puestas torpemente con las ventanas estaban cediendo, ¿Como no lo harian sin clavos? Cerro la puerta. Dio un golpe con lo que quedaba de su candelabro al picaporte, si hubiera usado la cabeza sabria que los zombies no saben usarlos. Ya era tarde, el candelabro habia cedido por segunda vez, esta vez donde Leo lo empuñaba. El reflejo le hizo apretarlo en lo que ahora era otro punzante vertice, provocandose un corte. Solto el candelabro de inmediato.
Su cabeza comenzo a dar vueltas denuevo, pensamientos rapidos de apenas segundos."Corte superficial, salpicadura, sangre, infeccion por sangre, zombie, muerte", solo eso le basto para correr al baño y meter su mano en agua. Vio una botella de algo que parecia agua oxigenada, lo vacio sobre su mano.
- ¡La re...! - Resulto ser un medicamento algo mas fuerte de lo que esperaba. Apreto los dientes, al menos eso cerraria la herida.
El ruido de las maderas cediendo en la habitacion. Corrio y metio la ultima pata dentro de la mochila, fue entonces cuando se le ocurrio. Una botella de alcohol medio vacio (o medio lleno, como el lo penso), era momento de otro experimento. Volco la botella sobre la mano que trataba de alcanzarlo, solo lo suficiente y luego saco su encendedor de su bolsillo. Con la primera chispa empezo a arder pero eso no parecia alterar al atacante. El fuego se extinguio en poco tiempo.
- ¡Malditos engendros, ni el fuego los para! - Escucho algo golpeando el suelo en la habitacion.
Abrio la puerta en un acto de curiosidad, no poseia ningun arma y tenia las manos ocupadas. La escena fue perturbante. Un cuerpo arrastandose hacia el, la Sra. Potts, otro mas levantandose, un chico joven de unos 20 años, con una gorra de baseball y un overol, decenas de zombies esperando su turno fuera de la habitacion. Leo arrojo la botella de alcohol en la cama, espero que se volcara por un momento, nervioso y confiando que esas cosas fueran lentas. otro zombie mas cayo, ya eran tres en la habitacion. El que parecio haber sido un trabajador de alguna obra empezo a caminar en direccion a Leo. Este se limito a arrojar el encendedor con la llama prendida al acolchado y cerrar la puerta, sin esperar los resultados.
Tomo la mochila y subio al tejado, un ultimo pensamiento lo lleno: "Supongo que no habra una pitada al final de todo esto"
La oscuridad de la noche lo cego un momento. El crujir de las puertas. Las llamas consumiendo el colchon. Todo aquello se calmo en su cabeza por un momento y solo penso en la brisa nocturna.
SkyFlames- Superviviente
- Cantidad de envíos : 141
Fecha de inscripción : 19/06/2010
Re: CORRE. HUYE. SOBREVIVE.
- Biografía:
Nombre: Adrian Carlson
Idioma: Inglés y Español, en sus ratos de ocio está aprendiendo Japonés.
Edad: 27 años
Ocupación: Ingeniero en Sistemas Computacionales
Apariencia: Es una persona de piel blanca, 1.85m de estatura, pelo lacio castaño claro, ojos color miel/grises (Dependiendo de la ropa que traiga puesta se ven de uno o de otro color) Cuerpo atlético. Viste pantalón cargo café, botas militares cafés, playera negra y chamarra deportiva. Trae consigo unas dog tags (sin ser militar) y un reloj análogo de buceo.
Tiene 2 hobbies, el gotcha y el full contact que practica seguido.
Tiene un caracter sereno, aunque es terco pero tenaz.
Historia: Es Mexicano/Estadounidense, Padre Militar (Teniente Coronel John Carlos) y Madre médica (Neurocirugana Ingrid Aguilar). Sus padres se divorciaron por conflictos laborales, él se quedó en Estados unidos y ella regresó a México Df. Adrian vivió su infancia hasta que terminó el bachillerato con su madre, pero en verano iba a visitar a su padre, donde se la pasaba en campamentos militares, de ahí tomó su afición por el gotcha. Al terminar el bachillerato se mudó con su padre en Portland para realizar sus estudios universitarios. Actualmente trabaja en una compañía que fabrica sistemas de seguridad, pero se encuentra de vacaciones, por lo que decidió ir a acampar a un parque natural cercano con dos amigos por unos días, para después ir a Seattle a un torneo de Gotcha. Pero no pudieron llegar al parque porque se descompuso la camioneta y tuvieron que desviarse a un pueblito llamado Wenatchee, donde radica temporalmente en un hotel cerca de la concesionaria mientras reparan la camioneta.
- Items:
Encendedor, Dos Bombas Molotov, Rifle, backpack
_________________________________________________________________________________________________________________________________
Rápidamente se movieron los tres compañeros, iban disparando mientras Adam se movía rápidamente y los dirigía.
Continuaban disparando. Adrián hizo tres disparos y eliminó a los objetivos, mientras que Thomas tuvo que gastar más munición, gastando dos balas por objetivo.
- Por aquí, vamos!!! Gritó Adam.
Se dirigieron rápidamente a las escaleras, pero otros cuatro zombies les bloquearon el camino.
- Ahora por dónde? Preguntó Thomas angustiado.
Rápidamente observaron a su alrededor, los zombies, aunque lentos, se movían constantemente, ya estaban rodeándolos, y las municiones no durarían mucho.
Adam observó un pequeño almacén al fondo que tenía una puerta de metal.
- Ahí, vamos. corran. Les dijo Adam.
Rápidamente llegaron al pequeño almacén y cerraron la puerta, era un almacén del conserje, ahí se encontraban utensilios de limpieza.
Adrián puso seguro a la puerta y junto con Adam pusieron un locker para bloquear la entrada, la única ventaja era que la puerta era de metal y era por como se veía, muy resistente.
El cuarto era pequeño, 4m x 3m. No tenía ventanas, solo tenía un acceso a los ductos de ventilación.
Los zombies comenzaron a aporrear la puerta.
-Qué haremos... Preguntó Adrián.
Al parecer se habían metido a una ratonera.
¿Tendrían escapatoria?
...
Azmordan- Encargado de las mantas
- Cantidad de envíos : 467
Edad : 45
Localización : Querétaro México
Fecha de inscripción : 19/11/2010
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