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Segunda prueba
¿Furulas?
Historias de un Soldado
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ithaqua
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Minase
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Historias de un Soldado
Comienzo con un extenso capitulo. Espero les agrade.
Es un poco lento, pero de a poco ire avanzando llegando al climax de la historia.
Acepto criticas constructivas y opiniones.
gracias.
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Jueves 21 de Julio de 2011
16:30 Horas
Base Pase Fronterizo “Los Andes”, Cordillera de Los Andes – Chile
He estado durante 6 meses o mas aquí aburrido en este campamento, lugar supuesto para la protección de unos terrenos que la humanidad aun supone peligrosa, pero la verdad que no me entero de que realmente hablan, no he alcanzado ni a saber lo que ha sucedido cerca de 28 años atrás. "Muertos vivientes" suelen decir algunas personas que dicen haber pasado por ello, pero aun no me imagino posible algo así como las antiguas películas, ahora censuradas, creo que por lo mismo ¿no?. Apenas tengo 24 años, mis padres nunca hablaron de ello, cada ves que yo les consultaba durante las cenas, mi padre molesto me decía "que no sabes hablar de otra cosa que no sea de muertos vivientes ¿eh?", mi mama intentaba controlarlo, pero ella también sentía lo mismo. Claro, yo sin entender nada, más que los cuentos que hablaban en las calles o en el colegio. Pero finalmente nunca me entere muy bien de lo que hubiese sucedido, solo supe que los muertos estilo "zombies" comenzaron una cacería con la humanidad.
Ya estaba pensando demasiado otra vez, estaba haciendo bastante frio, mi boca exhalaba humo debido a mi calor corporal y el frio del exterior. Encendí un cigarrillo, necesitaba dejar de pensar mierda, después de todo era por lo mismo que me había inscrito en la milicia, no era algo que me gustaba, pero era la opción más viable para poder alejarme de casa. La parte mala de esto era que me habian enviado a los recintos de esta maldita Cordillera de los Andes. El frio era bastante fuerte, cuidar las bases y todo el terreno era dificil con el viento aquel. Para joderla más aun, no tenia idea de que supuestamente era lo que protegíamos ni contra que.
En fin, el día avanzaba y comenzaba a aburrirme de mi posición. Comencé a caminar un rato, total una ronda no le hacia mal a mi cuerpo, que con el frio ya ni calor estaba emitiendo. Di un par de vueltas por el sector, bastante aburrido la verdad. Aun recuerdo aquellos tiempos tranquilos en casa de mi mejor amiga, quizás solo por ella me hubiese quedado en casa para escuchar junto a ella música, recostarme en su cama, apoyar mi cabeza en sus piernas y sentir su mano acariciar mi pelo. Varias veces me quede dormido con ello, pero era algo que realmente me relajaba, no entiendo por que nunca pensamos en los dos como algo mas que amigos, pero si se que estaba todo bien mientras ella estuviera contenta y tranquila. Después de todo debía devolverle la paz que ella me entregaba casi todos los días. Así es que apenas yo tenia la oportunidad de ayudarle en algo, pues lo hacia.
Quisiera poder ser acariciado por su mano otras ves, quisiera poder escuchar su vos en mí oído una vez más. Debía llamarla, pero ¿como?, ¿desde donde?, ya pensaría en ello mas tarde. Por ahora creo que lo mejor era terminar mi ronda y volver a mi puesto, ya va siendo hora de prepararme algo caliente para el cuerpo, quizás un chocolate o tan solo un café. Por lo que volví a la base, pedí un café en el Casino y me senté para tomarlo, realmente no tengo mucha comunicación con el resto de soldados, pero mi habilidad con la puntería me daba un rango mayor al del resto y por lo mismo nadie se metía conmigo. Bueno tal ves influía el hecho de que mi mejor amigo fuera Capitán de una Base a kilómetros de aquí, pero fuese como fuese no permitiría que un soldado viniese a hacerme alguna broma o querer tomarme el pelo. Después de todo, paciencia bien poca me quedaba para estar aguantando a un par de niños mal criados. Me pregunto ¿que estará haciendo mi buen amigo Carlos en su base en estos momentos?, el muy bicho debe estar con su típico puro y un buen café. También debo llamarlo, no he sabido nada de el desde que entre a esta base.
Quizás debía ser un poco mas social dentro, quizás si lo fuera conseguiría prestado algún teléfono móvil y podría llamar a mi amiga. En fin, siempre he sido así y no era tiempo para cambiar mi forma de ser ahora. Ya se estaba haciendo tarde, mi turno de guardia en campo abierto había terminado y no me quedaba mucho que hacer por lo que fui a mi cuarto, me recosté en la cama y encendí otro cigarrillo. No pensaba en nada, solo observaba a mí alrededor hasta que me dormí.
Viernes 22 de Julio de 2011
07:00 Horas
Base Pase Fronterizo “Los Andes”, Cordillera de Los Andes – Chile
Debí de haber estado cansado, pero el asunto es que me ha despertado un fuerte golpe en la puerta de mi cuarto:
- ¡¡Soldado!!, ¡¡en pie soldado, lo llama el capitán, en su oficina en 10 minutos!! –
- ¡¡Si señor!! – respondí por instinto al Sub-Capitán quien un poco molesto se alejo de mi cuarto.
Se suponía que hoy día seria mi día libre, que mierda, total no tenia mucho por hacer. Me duche y vestí en no mas de 5 minutos, lustre mis botas y me dirigí a la oficina de mi Capitán. Haber que rayos quería ahora este sujeto. En cuanto llegue, toque a la puerta:
- ¡¿Quien es?! – consulto con voz firme
- ¡Soldado Salazar Señor! – respondí dando mi apellido.
- Adelante soldado – dijo con voz mas calmada.
- ¿Me llamaba señor? –
- Si, Francisco ¿verdad? – dijo con voz suave
- Si, señor, a su disposición señor – dije firme.
- Esta bien, esta bien, descanse soldado – dijo el, agregando – no seamos tan estrictos para esta conversación Francisco –
Lo encontré un poco raro, quizás un poco preocupado, había algo que le molestaba o quizás algo que le llamaba la atención.
- Debo felicitarle Francisco – dijo el tendiéndome la mano
- Gracias señor, pero ¿podría preguntar el por que? – respondí extrañado y respondiendo a su saludo.
- Has sido seleccionado para unirte a la Unidad Especializada Antidisturbios de esta fuerza armada hijo – dijo sentándose y sacando un puro de su cajón.
- Me siento honrado señor y agradecido – realmente no sabia que pensar, no se si me parecía bien o mal.
- Mañana partes en viaje a Santiago, allá te presentaran al resto del equipo y te darán un entrenamiento especial de 3 meses – dijo ofreciéndome un puro.
- Le doy las gracias señor, es un logro que esperaba realizar – lo dije por rutina y cogí el puro que me ofrecía.
- Esta bien, por ahora ve a ordenar tus cosas y despedirte de tus colegas – dijo sonriendo
- Gracias señor, con su permiso – y me retire con un puro en mis manos.
La verdad, que el Capitán tenia la manía de regalar puros por cada logro de sus soldados, es un buen hombre, intentaba siempre buscar el mejor método de solucionar las cosas, claro tenia días malos y tensos, pero por lo general es un buen hombre. Su hijo falleció en batalla y su hija quien estaba embarazada y había sido abandonada por el padre del crio, murió en el parto, por lo que él cuida solo de su nieto. Ha tenido una vida dura, se nota en sus ojos y su mirada más que triste permanece calmada.
Guarde el puro que me dio el Capitán y fui a mi habitación a ordenar mis cosas, realmente estaba contento por un lado, por que volvería a Santiago en donde estaría mi amiga, Marcela, quien espero me extrañe como yo la extraño a ella. También podre llamar a mi amigo Carlos, que bastante me ha ayudado en el asunto de entrar a la Milicia y gracias a él ya tengo dinero ahorrado para poder comprar mi añorado departamento. Luego de unos minutos, ya tenía todas mis cosas listas para llevarlas de regreso a Santiago, pero faltaba mi armamento. Cogí mi Glock 19, la desarme y limpie como corresponde. La guarde en su respectiva funda y la acomode a mi muslo en su como siempre. Me era mas cómodo tenerle allí, me hacia mas facil mi movilidad y a la vez me era mas cómodo cogerla con rapidez.
El resto del día me dedique a dormir.
Sábado 23 de Julio de 2011
06:30 Horas
Base Pase Fronterizo “Los Andes”, Cordillera de Los Andes – Chile
Era hora de partir, decidí no comer nada, ya que no tenía hambre y quizás al llegar invitaría a Marcela a comer algo conmigo.
Subí las cosas al bus y emprendí mi viaje de vuelta a Santiago, un poco depresivo quizás, es que me había alejado de casa por las distintas diferencias de opiniones con mis padres, en fin, ni siquiera son mis verdaderos padres. Así es, soy adoptado, y quizás esto fue lo que rompió mi confianza con ellos, no lo se. Pero desde que se esto, siento que estoy solo en el mundo. Si, quizás es una mentalidad un poco inmadura, pero que le puedo hacer, no me ha gustado saber que no son mis padres sanguíneos. Quizás es por eso mismo que a mi “padre” le sentí distante, en fin no voy a darle mas vueltas a este asunto, ni siquiera he querido cuestionarme quienes serán mis padres biológicos ni donde estarán. Ya va ser que algún día me de la locura por buscarlos ¿no?. Ya daba igual pensar, llevaba solo 30 minutos en el bus y ya estaba pensando estupideces, mejor me duermo y que el viaje sea rápido, el solo echo de pensar que son mas de 12 horas de viaje me estresa.
Lunes 25 de Julio de 2011
07:00 Horas
Base Unidad Especializada Antidisturbios, Santiago – Chile
Hoy será mi primer día en esta unidad, mi entrenamiento debiese comenzar mañana, creo que hoy día solo me presentaran y me mostraran como mas menos funciona esta Unidad. Espero aprender y acostumbrarme rápidamente.
El sábado he llegado a Santiago y no tuve tiempo de visitar a Marcela. No he querido quedarme en casa de mis padres, así que he buscado un departamento y por mientras estoy arrendando. Creo que el fin de semana que viene buscare algún departamento para comprarlo y estar fijo.
El domingo he salido con Marcela, nuestra relación de amistad esta tal cual la dejamos, no ha cambiado nada y eso me da un respiro, tenía cierto temor que ella hubiese cambiado. Hemos ido a comer y luego bailar, realmente extrañaba salir con ella, me da una tranquilidad fuera de lo normal.
Aun no viene mi guía a buscarme, debería estar ya acá. Que perdida de tiempo haberme levantado temprano. Al final ha llegado dos horas después, me ha pillado haciendo ejercicios y he tenido que darme otra ducha. Me ha mostrado el recinto, presentado al Capitán y a los soldados destacados y de mayor rango. Ha explicado el funcionamiento y al parecer pasan el mayor tiempo del día entrenando hasta que los envían a distintas misiones. En fin, debo acostumbrarme rápido, no quiero ser una carga para ninguno de ellos. El resto del día me dedique a observar los distintos entrenamientos.
Me han avisa de una llamada para mi, y cuando he llegado al teléfono me habla Marcela quien me pide que no haga planes para el fin de semana, valla que me ha extrañado al parecer. A Carlos aun no puedo llamarle, pero creo que esta tarde iré a comprar un teléfono móvil para estar un poco más ubicable.
Sábado 30 de Julio de 2011
18:00 Horas
Mi Departamento, Santiago – Chile
Hemos estado toda la mañana y el resto de la tarde buscando departamento con Marcela, me ha dado una sorpresa gigante y que no me la esperaba para nada. Se me ha declarado, diciendo que estos 6 meses anteriores sin vernos le ha dado tiempo para pensar y comprender que me ama desde hace mucho tiempo. Yo he quedado casi sin palabras, la verdad que nunca había pensado esto tan detenidamente, pero quizás yo sienta algo parecido por ella, no estamos juntos por ahora, pero nos daremos una oportunidad, hacer cosas de parejas, que pensándolo bien, antes ya hacíamos muchas cosas de parejas. En fin, veremos que resulta ¿no? Creo que esto me tiene contento, al menos me hace bien.
Lunes 15 de Agosto de 2011
09:00 Horas
Base Unidad Especializada Antidisturbios, Santiago – Chile
Hoy al parecer me tocara un día con bastante ejercicio al igual que todo los otros anteriores. La verdad que no llevo ni un mes, pero ya me he acostumbrado bastante bien, el ritmo de los ejercicios es intensivo pero te acostumbras con la práctica. He aprendido bastante sobre armas y técnicas de defensa personal cuerpo a cuerpo, casi todas para casos extremos. Pero si que me he divertido, aun no he ido a ninguna misión, por el echo de ser mi entrenamiento, pero ya me quedan esperar poco mas de dos meses para comenzar ir a mis primeras misiones. Veremos como vamos.
Con Marcela hemos avanzado bastante, ahora ya somos una pareja formal y dentro de 1 mes se vendrá a vivir conmigo al departamento que ya he comprado. El departamento lo hemos elegido entre los dos, es bastante amplio y cómodo. Espero que las cosas siguen avanzando así de bien.
Viernes 21 de Octubre de 2011
20:00 Horas
Base Unidad Especializada Antidisturbios, Santiago – Chile
Voy de camino a mi departamento en mi auto, he logrado comprarme un auto. No es nada grande ni lujoso, pero vamos, me sirve para movilizarme.
Por fin ya he terminado el entrenamiento, fueron 3 meses intensos en los cuales apenas nos hemos visto con Marcela. Siendo que vivimos en el mismo departamento, suena raro que apenas nos veamos ¿no?. En fin, ahora tendré más tiempo para todo.
Hace una semana atrás pude contactarme con Carlos, y hemos salido a tomar un par de cervezas a nuestro bar preferido. Esta como siempre ha estado, es un tipo de 38 años, esta un poco más gordo quizás, pero sigue siendo el tipo genial que yo conocí hace años atrás. Su mirada aun sigue brillante, es un sujeto que a pesar de los años y los diversos escombros que le ha puesto la vida, ha sabido salir adelante. Aun recuerdo su historia, por centímetros fallo un tiro a un terrorista que quiso dar fuga luego de haber intentado abrir la bóveda de un banco en Viña del Mar hace 12 años atrás, el prófugo disparo acertando en la pierna izquierda de Carlos. Carlos reacciono y disparo 3 disparos desde el piso hiriéndole de muerte en el pecho al delincuente. El problema fue, que el primer tiro que realizo Carlos, le dio en el estomago a un niño de 9 años, dándole la muerte camino al hospital. Carlos siempre habla de ello cuando esta un poco tomado, lo recuerda y se le puede notar el arrepentimiento y dolor aun.
Martes 03 de Enero de 2012
15:00 Horas
Base Unidad Especializada Antidisturbios, Santiago – Chile
Ha pasado bastante tiempo ya, sigo mi vida estable. Hemos peleado con Marcela, pero es que no entiende que las vacaciones no las puedo predisponer yo, solo puedo dar una fecha aproximada nada mas. No fue nada grave en si, pero esta un poco molesta por ello. Ya se le quitara, es mi trabajo y me encanta.
He ido a mi primera misión, echo que ocurrió el martes 6 de diciembre, ha salido todo perfecto. Un grupo de narcotraficantes ha sido desbaratado. Me siento un poco realizado, no ha salido nadie herido, pero si nos ha llamado algo la atención. Aquella organización tenia planos sobre bombas químicas, la verdad los planos los están analizando los científicos de la armada. Pero nada que temer, solo mantenían planos.
Estos días las noticias están mas agresivas que nunca, los días lucen un poco mas fríos a pesar de que estamos en Enero y acá en Chile deberíamos tener calor. Gente suicida, que arremete contra policías solo con sus manos. Historias de leyendas que pasan a ser un poco mas ciertas con según “testigos” que han visto todo. Vamos, siempre han existido las personas que agrega mas a las historias y al final terminan mintiendo o exagerando. En fin, hay que seguir viviendo como siempre.
Martes 14 de Febrero de 2012
13:45 Horas
En Mi Automóvil En Dirección A Mi Departamento, Santiago – Chile
El mundo esta de locos, debería explicar de a poco esto. Pero con los nervios que voy no me da como para explicarlo bien. Intentare expresar lo mejor que pueda.
Salí hoy, como todos los días a trabajar. Mi Capitán se le veía pálido, habian noticias, pero no quería contarlas. Lo tome por sorpresa y le consulte. Me explico que había un virus, que estaba llevando a los humanos a la locura, haciendo matarse y comerse. No entendí bien lo que me quería decir.
Me dijo que era lo mismo que había pasado hace 29 años atrás, que se estaba repitiendo, que había sobrevivido esa ves por ser un poco más ágil, que no sabía si podría sobrevivir de nuevo. Tuve que gritarle para que se calmara, luego de ello me dijo que esto era secreto nacional, que solo las fuerzas armadas de cada país sabían, que no lo dijera a nadie. Yo me limite a preguntarle cuanto tiempo se demoraría en llegar aquel virus a nuestro país. Me confirmo que en cosa de horas.
Tome mi auto y sin pensarlo vuelvo a mi departamento, debo buscar a Marcela, es quien mas me preocupa. Aun que sigo sin entender bien esto, en las noticias mencionan casos sobre ciudades con apagones enteros, incendios, gritos, muertes. No me deja de preocupar, pero creo que demorara mas de unas horas en llegar acá. O al menos eso quiero.
Es un poco lento, pero de a poco ire avanzando llegando al climax de la historia.
Acepto criticas constructivas y opiniones.
gracias.
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Capitulo I “Historia de un Soldado”
Jueves 21 de Julio de 2011
16:30 Horas
Base Pase Fronterizo “Los Andes”, Cordillera de Los Andes – Chile
He estado durante 6 meses o mas aquí aburrido en este campamento, lugar supuesto para la protección de unos terrenos que la humanidad aun supone peligrosa, pero la verdad que no me entero de que realmente hablan, no he alcanzado ni a saber lo que ha sucedido cerca de 28 años atrás. "Muertos vivientes" suelen decir algunas personas que dicen haber pasado por ello, pero aun no me imagino posible algo así como las antiguas películas, ahora censuradas, creo que por lo mismo ¿no?. Apenas tengo 24 años, mis padres nunca hablaron de ello, cada ves que yo les consultaba durante las cenas, mi padre molesto me decía "que no sabes hablar de otra cosa que no sea de muertos vivientes ¿eh?", mi mama intentaba controlarlo, pero ella también sentía lo mismo. Claro, yo sin entender nada, más que los cuentos que hablaban en las calles o en el colegio. Pero finalmente nunca me entere muy bien de lo que hubiese sucedido, solo supe que los muertos estilo "zombies" comenzaron una cacería con la humanidad.
Ya estaba pensando demasiado otra vez, estaba haciendo bastante frio, mi boca exhalaba humo debido a mi calor corporal y el frio del exterior. Encendí un cigarrillo, necesitaba dejar de pensar mierda, después de todo era por lo mismo que me había inscrito en la milicia, no era algo que me gustaba, pero era la opción más viable para poder alejarme de casa. La parte mala de esto era que me habian enviado a los recintos de esta maldita Cordillera de los Andes. El frio era bastante fuerte, cuidar las bases y todo el terreno era dificil con el viento aquel. Para joderla más aun, no tenia idea de que supuestamente era lo que protegíamos ni contra que.
En fin, el día avanzaba y comenzaba a aburrirme de mi posición. Comencé a caminar un rato, total una ronda no le hacia mal a mi cuerpo, que con el frio ya ni calor estaba emitiendo. Di un par de vueltas por el sector, bastante aburrido la verdad. Aun recuerdo aquellos tiempos tranquilos en casa de mi mejor amiga, quizás solo por ella me hubiese quedado en casa para escuchar junto a ella música, recostarme en su cama, apoyar mi cabeza en sus piernas y sentir su mano acariciar mi pelo. Varias veces me quede dormido con ello, pero era algo que realmente me relajaba, no entiendo por que nunca pensamos en los dos como algo mas que amigos, pero si se que estaba todo bien mientras ella estuviera contenta y tranquila. Después de todo debía devolverle la paz que ella me entregaba casi todos los días. Así es que apenas yo tenia la oportunidad de ayudarle en algo, pues lo hacia.
Quisiera poder ser acariciado por su mano otras ves, quisiera poder escuchar su vos en mí oído una vez más. Debía llamarla, pero ¿como?, ¿desde donde?, ya pensaría en ello mas tarde. Por ahora creo que lo mejor era terminar mi ronda y volver a mi puesto, ya va siendo hora de prepararme algo caliente para el cuerpo, quizás un chocolate o tan solo un café. Por lo que volví a la base, pedí un café en el Casino y me senté para tomarlo, realmente no tengo mucha comunicación con el resto de soldados, pero mi habilidad con la puntería me daba un rango mayor al del resto y por lo mismo nadie se metía conmigo. Bueno tal ves influía el hecho de que mi mejor amigo fuera Capitán de una Base a kilómetros de aquí, pero fuese como fuese no permitiría que un soldado viniese a hacerme alguna broma o querer tomarme el pelo. Después de todo, paciencia bien poca me quedaba para estar aguantando a un par de niños mal criados. Me pregunto ¿que estará haciendo mi buen amigo Carlos en su base en estos momentos?, el muy bicho debe estar con su típico puro y un buen café. También debo llamarlo, no he sabido nada de el desde que entre a esta base.
Quizás debía ser un poco mas social dentro, quizás si lo fuera conseguiría prestado algún teléfono móvil y podría llamar a mi amiga. En fin, siempre he sido así y no era tiempo para cambiar mi forma de ser ahora. Ya se estaba haciendo tarde, mi turno de guardia en campo abierto había terminado y no me quedaba mucho que hacer por lo que fui a mi cuarto, me recosté en la cama y encendí otro cigarrillo. No pensaba en nada, solo observaba a mí alrededor hasta que me dormí.
Viernes 22 de Julio de 2011
07:00 Horas
Base Pase Fronterizo “Los Andes”, Cordillera de Los Andes – Chile
Debí de haber estado cansado, pero el asunto es que me ha despertado un fuerte golpe en la puerta de mi cuarto:
- ¡¡Soldado!!, ¡¡en pie soldado, lo llama el capitán, en su oficina en 10 minutos!! –
- ¡¡Si señor!! – respondí por instinto al Sub-Capitán quien un poco molesto se alejo de mi cuarto.
Se suponía que hoy día seria mi día libre, que mierda, total no tenia mucho por hacer. Me duche y vestí en no mas de 5 minutos, lustre mis botas y me dirigí a la oficina de mi Capitán. Haber que rayos quería ahora este sujeto. En cuanto llegue, toque a la puerta:
- ¡¿Quien es?! – consulto con voz firme
- ¡Soldado Salazar Señor! – respondí dando mi apellido.
- Adelante soldado – dijo con voz mas calmada.
- ¿Me llamaba señor? –
- Si, Francisco ¿verdad? – dijo con voz suave
- Si, señor, a su disposición señor – dije firme.
- Esta bien, esta bien, descanse soldado – dijo el, agregando – no seamos tan estrictos para esta conversación Francisco –
Lo encontré un poco raro, quizás un poco preocupado, había algo que le molestaba o quizás algo que le llamaba la atención.
- Debo felicitarle Francisco – dijo el tendiéndome la mano
- Gracias señor, pero ¿podría preguntar el por que? – respondí extrañado y respondiendo a su saludo.
- Has sido seleccionado para unirte a la Unidad Especializada Antidisturbios de esta fuerza armada hijo – dijo sentándose y sacando un puro de su cajón.
- Me siento honrado señor y agradecido – realmente no sabia que pensar, no se si me parecía bien o mal.
- Mañana partes en viaje a Santiago, allá te presentaran al resto del equipo y te darán un entrenamiento especial de 3 meses – dijo ofreciéndome un puro.
- Le doy las gracias señor, es un logro que esperaba realizar – lo dije por rutina y cogí el puro que me ofrecía.
- Esta bien, por ahora ve a ordenar tus cosas y despedirte de tus colegas – dijo sonriendo
- Gracias señor, con su permiso – y me retire con un puro en mis manos.
La verdad, que el Capitán tenia la manía de regalar puros por cada logro de sus soldados, es un buen hombre, intentaba siempre buscar el mejor método de solucionar las cosas, claro tenia días malos y tensos, pero por lo general es un buen hombre. Su hijo falleció en batalla y su hija quien estaba embarazada y había sido abandonada por el padre del crio, murió en el parto, por lo que él cuida solo de su nieto. Ha tenido una vida dura, se nota en sus ojos y su mirada más que triste permanece calmada.
Guarde el puro que me dio el Capitán y fui a mi habitación a ordenar mis cosas, realmente estaba contento por un lado, por que volvería a Santiago en donde estaría mi amiga, Marcela, quien espero me extrañe como yo la extraño a ella. También podre llamar a mi amigo Carlos, que bastante me ha ayudado en el asunto de entrar a la Milicia y gracias a él ya tengo dinero ahorrado para poder comprar mi añorado departamento. Luego de unos minutos, ya tenía todas mis cosas listas para llevarlas de regreso a Santiago, pero faltaba mi armamento. Cogí mi Glock 19, la desarme y limpie como corresponde. La guarde en su respectiva funda y la acomode a mi muslo en su como siempre. Me era mas cómodo tenerle allí, me hacia mas facil mi movilidad y a la vez me era mas cómodo cogerla con rapidez.
El resto del día me dedique a dormir.
Sábado 23 de Julio de 2011
06:30 Horas
Base Pase Fronterizo “Los Andes”, Cordillera de Los Andes – Chile
Era hora de partir, decidí no comer nada, ya que no tenía hambre y quizás al llegar invitaría a Marcela a comer algo conmigo.
Subí las cosas al bus y emprendí mi viaje de vuelta a Santiago, un poco depresivo quizás, es que me había alejado de casa por las distintas diferencias de opiniones con mis padres, en fin, ni siquiera son mis verdaderos padres. Así es, soy adoptado, y quizás esto fue lo que rompió mi confianza con ellos, no lo se. Pero desde que se esto, siento que estoy solo en el mundo. Si, quizás es una mentalidad un poco inmadura, pero que le puedo hacer, no me ha gustado saber que no son mis padres sanguíneos. Quizás es por eso mismo que a mi “padre” le sentí distante, en fin no voy a darle mas vueltas a este asunto, ni siquiera he querido cuestionarme quienes serán mis padres biológicos ni donde estarán. Ya va ser que algún día me de la locura por buscarlos ¿no?. Ya daba igual pensar, llevaba solo 30 minutos en el bus y ya estaba pensando estupideces, mejor me duermo y que el viaje sea rápido, el solo echo de pensar que son mas de 12 horas de viaje me estresa.
Lunes 25 de Julio de 2011
07:00 Horas
Base Unidad Especializada Antidisturbios, Santiago – Chile
Hoy será mi primer día en esta unidad, mi entrenamiento debiese comenzar mañana, creo que hoy día solo me presentaran y me mostraran como mas menos funciona esta Unidad. Espero aprender y acostumbrarme rápidamente.
El sábado he llegado a Santiago y no tuve tiempo de visitar a Marcela. No he querido quedarme en casa de mis padres, así que he buscado un departamento y por mientras estoy arrendando. Creo que el fin de semana que viene buscare algún departamento para comprarlo y estar fijo.
El domingo he salido con Marcela, nuestra relación de amistad esta tal cual la dejamos, no ha cambiado nada y eso me da un respiro, tenía cierto temor que ella hubiese cambiado. Hemos ido a comer y luego bailar, realmente extrañaba salir con ella, me da una tranquilidad fuera de lo normal.
Aun no viene mi guía a buscarme, debería estar ya acá. Que perdida de tiempo haberme levantado temprano. Al final ha llegado dos horas después, me ha pillado haciendo ejercicios y he tenido que darme otra ducha. Me ha mostrado el recinto, presentado al Capitán y a los soldados destacados y de mayor rango. Ha explicado el funcionamiento y al parecer pasan el mayor tiempo del día entrenando hasta que los envían a distintas misiones. En fin, debo acostumbrarme rápido, no quiero ser una carga para ninguno de ellos. El resto del día me dedique a observar los distintos entrenamientos.
Me han avisa de una llamada para mi, y cuando he llegado al teléfono me habla Marcela quien me pide que no haga planes para el fin de semana, valla que me ha extrañado al parecer. A Carlos aun no puedo llamarle, pero creo que esta tarde iré a comprar un teléfono móvil para estar un poco más ubicable.
Sábado 30 de Julio de 2011
18:00 Horas
Mi Departamento, Santiago – Chile
Hemos estado toda la mañana y el resto de la tarde buscando departamento con Marcela, me ha dado una sorpresa gigante y que no me la esperaba para nada. Se me ha declarado, diciendo que estos 6 meses anteriores sin vernos le ha dado tiempo para pensar y comprender que me ama desde hace mucho tiempo. Yo he quedado casi sin palabras, la verdad que nunca había pensado esto tan detenidamente, pero quizás yo sienta algo parecido por ella, no estamos juntos por ahora, pero nos daremos una oportunidad, hacer cosas de parejas, que pensándolo bien, antes ya hacíamos muchas cosas de parejas. En fin, veremos que resulta ¿no? Creo que esto me tiene contento, al menos me hace bien.
Lunes 15 de Agosto de 2011
09:00 Horas
Base Unidad Especializada Antidisturbios, Santiago – Chile
Hoy al parecer me tocara un día con bastante ejercicio al igual que todo los otros anteriores. La verdad que no llevo ni un mes, pero ya me he acostumbrado bastante bien, el ritmo de los ejercicios es intensivo pero te acostumbras con la práctica. He aprendido bastante sobre armas y técnicas de defensa personal cuerpo a cuerpo, casi todas para casos extremos. Pero si que me he divertido, aun no he ido a ninguna misión, por el echo de ser mi entrenamiento, pero ya me quedan esperar poco mas de dos meses para comenzar ir a mis primeras misiones. Veremos como vamos.
Con Marcela hemos avanzado bastante, ahora ya somos una pareja formal y dentro de 1 mes se vendrá a vivir conmigo al departamento que ya he comprado. El departamento lo hemos elegido entre los dos, es bastante amplio y cómodo. Espero que las cosas siguen avanzando así de bien.
Viernes 21 de Octubre de 2011
20:00 Horas
Base Unidad Especializada Antidisturbios, Santiago – Chile
Voy de camino a mi departamento en mi auto, he logrado comprarme un auto. No es nada grande ni lujoso, pero vamos, me sirve para movilizarme.
Por fin ya he terminado el entrenamiento, fueron 3 meses intensos en los cuales apenas nos hemos visto con Marcela. Siendo que vivimos en el mismo departamento, suena raro que apenas nos veamos ¿no?. En fin, ahora tendré más tiempo para todo.
Hace una semana atrás pude contactarme con Carlos, y hemos salido a tomar un par de cervezas a nuestro bar preferido. Esta como siempre ha estado, es un tipo de 38 años, esta un poco más gordo quizás, pero sigue siendo el tipo genial que yo conocí hace años atrás. Su mirada aun sigue brillante, es un sujeto que a pesar de los años y los diversos escombros que le ha puesto la vida, ha sabido salir adelante. Aun recuerdo su historia, por centímetros fallo un tiro a un terrorista que quiso dar fuga luego de haber intentado abrir la bóveda de un banco en Viña del Mar hace 12 años atrás, el prófugo disparo acertando en la pierna izquierda de Carlos. Carlos reacciono y disparo 3 disparos desde el piso hiriéndole de muerte en el pecho al delincuente. El problema fue, que el primer tiro que realizo Carlos, le dio en el estomago a un niño de 9 años, dándole la muerte camino al hospital. Carlos siempre habla de ello cuando esta un poco tomado, lo recuerda y se le puede notar el arrepentimiento y dolor aun.
Martes 03 de Enero de 2012
15:00 Horas
Base Unidad Especializada Antidisturbios, Santiago – Chile
Ha pasado bastante tiempo ya, sigo mi vida estable. Hemos peleado con Marcela, pero es que no entiende que las vacaciones no las puedo predisponer yo, solo puedo dar una fecha aproximada nada mas. No fue nada grave en si, pero esta un poco molesta por ello. Ya se le quitara, es mi trabajo y me encanta.
He ido a mi primera misión, echo que ocurrió el martes 6 de diciembre, ha salido todo perfecto. Un grupo de narcotraficantes ha sido desbaratado. Me siento un poco realizado, no ha salido nadie herido, pero si nos ha llamado algo la atención. Aquella organización tenia planos sobre bombas químicas, la verdad los planos los están analizando los científicos de la armada. Pero nada que temer, solo mantenían planos.
Estos días las noticias están mas agresivas que nunca, los días lucen un poco mas fríos a pesar de que estamos en Enero y acá en Chile deberíamos tener calor. Gente suicida, que arremete contra policías solo con sus manos. Historias de leyendas que pasan a ser un poco mas ciertas con según “testigos” que han visto todo. Vamos, siempre han existido las personas que agrega mas a las historias y al final terminan mintiendo o exagerando. En fin, hay que seguir viviendo como siempre.
Martes 14 de Febrero de 2012
13:45 Horas
En Mi Automóvil En Dirección A Mi Departamento, Santiago – Chile
El mundo esta de locos, debería explicar de a poco esto. Pero con los nervios que voy no me da como para explicarlo bien. Intentare expresar lo mejor que pueda.
Salí hoy, como todos los días a trabajar. Mi Capitán se le veía pálido, habian noticias, pero no quería contarlas. Lo tome por sorpresa y le consulte. Me explico que había un virus, que estaba llevando a los humanos a la locura, haciendo matarse y comerse. No entendí bien lo que me quería decir.
Me dijo que era lo mismo que había pasado hace 29 años atrás, que se estaba repitiendo, que había sobrevivido esa ves por ser un poco más ágil, que no sabía si podría sobrevivir de nuevo. Tuve que gritarle para que se calmara, luego de ello me dijo que esto era secreto nacional, que solo las fuerzas armadas de cada país sabían, que no lo dijera a nadie. Yo me limite a preguntarle cuanto tiempo se demoraría en llegar aquel virus a nuestro país. Me confirmo que en cosa de horas.
Tome mi auto y sin pensarlo vuelvo a mi departamento, debo buscar a Marcela, es quien mas me preocupa. Aun que sigo sin entender bien esto, en las noticias mencionan casos sobre ciudades con apagones enteros, incendios, gritos, muertes. No me deja de preocupar, pero creo que demorara mas de unas horas en llegar acá. O al menos eso quiero.
Minase- Asesino de Necromorfos
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Re: Historias de un Soldado
Capitulo II “Historia de un Soldado”
Martes 14 de Febrero de 2012
16:30 Horas
En Mi Departamento, Santiago – Chile
No esta, Marcela no esta. He buscado por más de dos horas a Marcela y no la encuentro por ningún lado, tampoco me responde las llamadas a su teléfono móvil. Mi cabeza cada vez se preocupa más, intento dejar de pensar, de calmarme.
Que idiota, no debo preocuparme tanto aun no pasa nada por estos lados, o al menos eso creo. Es cierto, el vecindario esta bastante vacio y algunos de mis vecinos de los demás departamentos se han marchado en sus camionetas con, al parecer, la mayoría de sus pertenencias. Es como un estado de alerta, pero se suponía que solo sabíamos la gente de la fuerza armada ¿no?
Encendí la televisión, y solo me encontré con malas noticias, daban aviso de que el país estaba en estado de emergencia, que aseguráramos bien las casas y nos dirigiéramos a los refugios cercanos. Claro, supongo que ya tendrían planeado desde muchos años antes algunas medidas de prevención en caso de que esto volviese a suceder, la verdad que aun viendo lo que sucede por la televisión, pues aun no creo. Pero mi instinto me dice que debo buscar a Marcela e ir a aquellos refugios. No tengo tiempo que perder viendo televisión.
Revise la munición de mi Glock 19, no quería que nada me cogiese desprevenido, y por supuesto que nada me detendría de encontrar a Marcela, ni los vivos, ni los muertos. Tire la corredera hacia atrás, subiendo con ello una bala a la recamara, puse el seguro y la enfunde en su respectiva funda amarrada a mi tobillo. Había dejado la bala en la recamara de el arma para solamente desenfundar y disparar, ahorrarme así el tiempo de tomarla y pasar la primera bala.
Con solo mi Glock con 3 cargadores llenos más el que estaba puesto en el arma, mi banano que en su interior portaba mis cigarrillos, mi fiel mechero y mi teléfono móvil; solo con esto me dispuse a buscar a Marcela. Suponía que no me tomaría mucho tiempo y que no necesitaría más de lo que había cogido.
Ya no tenía más tiempo que perder, así que cerré el departamento y me subí a mi auto. Cogí mi teléfono móvil para sorprenderme al ver doce llamadas perdidas de Carlos, ya le llamaría ahora me preocupaba Marcela, así que la llame pero para no sorprenderme escuche el buzón de voz de su móvil. Fue entonces que llame al móvil de Carlos, y gracias a lo que exista en el cielo, él contesto:
- Hola, ¿Fran en donde mierda te has metido?, puto susto que me das – responde preocupado Carlos.
- Nada, nada Carlos, he salido casi volando a penas mi Capitán me ha contado del asunto, tengo que encontrar a Marcela, ¿no la habrás visto verdad? – consulte.
- ¿Estas de loco o que?, si aun no me la presentas – contesta con su típica ironía.
- Demonios, claro que recuerdo que no te la he presentado, pero podría caber la posibilidad ¿no? – dije molesto.
- A veces no se como tienes tanta distinción en Inteligencia Militar – dijo suspirando.
- Vamos Carlos, que mi preocupación no me deja pensar bien – respondí afligido.
- Eso es presión, ahora debes calmarte hombre, ¿Qué tal si vuelves a tu base?, quizás te halla ido a buscar –
- Tienes razón Carlos, gracias – corte sin esperar respuesta.
Me subí a mi vehículo y volví a la base.
Martes 14 de Febrero de 2012
17:45 Horas
Camino a la Base, Santiago – Chile
Mientras me dirigía a la base, en el camino he tenido que detenerme. Claro, no quería frenar, necesitaba buscar a Marcela, pero no podía quedarme solo observando y pasar de largo cuando te encuentras con cosas como estas.
Llegue a una intersección de una avenida, al costado derecho tenia una bencinera y a mi costado izquierdo un minimarket bastante grande.
En el minimarket tres hombres golpean una de las puertas de vidrio del minimarket, mientras un individuo intenta poner más objetos delante de la puerta. No sabia que pensar, quizás se estaban aprovechando del estado de emergencia y querían robarle algo al tipo. Me baje del automóvil y comencé a caminar hacia los tres sujetos:
- Apártense de la puerta – dije con voz firme.
- ¡¡Corre!! No sirve conversarles, ¡¡¿a caso eres estúpido?!! – me grito el sujeto de dentro.
Con lo que intento ayudarle mas encima me critica el puto aquel. No alcancé a terminar de pensar en ello y uno de los tres sujetos se gira para correr hacia mí, desenfunde mi arma apuntándole:
- ¡¡Quieto ahí!! – grite firme.
Pero su apariencia no era la de un humano normal, tenía toda su mandíbula inferior ensangrentada. Entonces recordé lo que dijo el Capitán “Los humanos están volviéndose locos otra vez, se matan y comen entre ellos”. Había quedado incrustado en mi memoria aquella frase. Sabia que no debía dejarlo acercarse a mi, según los cuentos sobre lo que antes había pasado, solo bastaba de un rasguño, mordedura o que alguna herida tuya tuviera contacto con la sangre de ellos y acabarías igual.
Sin darle mas vueltas al asunto di un certero disparo en el pecho del sujeto, lo que solo provoco que inclinara un poco su cuerpo, pero este no freno para nada. Y como siempre he dicho para todo acto “El método mas seguro para eliminar a un sujeto sin dolor, es poner plomo en su cabeza”. Así mismo, apunte a su cabeza y dispare solo un tiro. El sujeto cayó al suelo, pero esto alerto a los otros dos sin darme un respiro corrieron hacia mi.
Ni me moleste en advertirles gastando cuatro tiros para poder eliminarlos a ambos, respire, baje mis brazos, estaba temblando. Nunca antes había matado a alguien, pero gracias a mi entrenamiento no dude, por que al parecer eran ellos o yo.
El sujeto que se encontraba dentro del minimarket, saco las cosas que había puesto en la puerta y abre:
- Entra, rápido – me grita
- No, necesito seguir buscando a mi novia – respondí
- Deberías preocuparte por ti en estos momentos, no eran solo tres los que me seguían y el resto no tardaran en encontrarnos. – dijo. No me había simpatizado lo que me había dicho.
- Pues entonces solo te encontraran a ti, lo que es yo seguiré mi camino en mi vehículo – dije molesto.
- Espera, debiste decirme que tenias un vehículo – dijo saliendo del minimarket.
- No tengo intenciones de llevarte a ningún sitio – respondí, no era buena idea llevarlo conmigo, con lo egoísta que fue en su comentario. Creo que solo seria una molestia para mí.
- A vamos, que lo decía para que te apresuraras en entrar – dijo acertando en lo que estaba pensando.
De todas maneras no podía dejarlo a su suerte.
- Esta bien, te dejo en mi base, después veras que haces tu solo – dije serio.
- Esta bien, gracias, me llamo Diego–
- Francisco y no ha sido un gusto para nada –
- Esta bien, esta bien, entiendo, creo que me he pasado anteriormente, pero tranquilo no se repetirá – dijo riendo
- Así espero – respondí
_______________________________________________________________________________________________
Luego subire el tercer capitulo, espero les sea de su agrado.
Tengo muchas ideas y no se como dejarlas fluir, tengo ese problema. xDD
hahahaha pero relax, ya vere como me las arreglo.
Saludos
Minase- Asesino de Necromorfos
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Re: Historias de un Soldado
He Minase habias dicho que harias un relato pero no crei que lo harias en verdad xD
Esta bastante bueno muy extenso como a mi me gusta y los detalles son fabulosos.Espero tus proximas entregas.
Esta bastante bueno muy extenso como a mi me gusta y los detalles son fabulosos.Espero tus proximas entregas.
DarkHades- Pirómano
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Re: Historias de un Soldado
DarkHades escribió:He Minase habias dicho que harias un relato pero no crei que lo harias en verdad xD
Esta bastante bueno muy extenso como a mi me gusta y los detalles son fabulosos.Espero tus proximas entregas.
Gracias Dark. La verdad que es extenso...hahahaha...pero es que me gusta dar detalles de las cosas. xD
Minase- Asesino de Necromorfos
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Re: Historias de un Soldado
Tardé pero por fin lo leí. Este Darky siempre me gana.. jajajaja!
El relato me ha gustado mucho, tengo ganas de ver que sucede con Marcela, Diego, Carlos y con Francisco... No sé por qué pero los nombres de suenan de algo
Sigue así Minase que resulta interesante!
El relato me ha gustado mucho, tengo ganas de ver que sucede con Marcela, Diego, Carlos y con Francisco... No sé por qué pero los nombres de suenan de algo
Sigue así Minase que resulta interesante!
Kealah- Cazadora con medias de seda
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Re: Historias de un Soldado
Si tan solo no te hubieras demorado horas decidiendote si leerlo o no lo hubieras leido antes que yo...
DarkHades- Pirómano
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Re: Historias de un Soldado
Capitulo III “Historia de un Soldado”
Martes 14 de Febrero de 2012
18:20 Horas
Camino a la Base, Santiago – Chile
De camino a la base la conversación continúo:
- De todas maneras, ¿de donde demonios has sacado esa arma? – me consulto intrigado.
- Pues trabajo en la milicia, en la unidad táctica –
- ¿Y tanto tardaste en dispararle a esos bichos siendo táctico? –
- Bueno, no todos los días se matan personas ¿no? – respondí serio.
- Entiendo, pero al menos ya sabes que no son personas normales ¿no?, no se que demonios son realmente, solo tengo 23 años y los rumores de antes no los imaginaba de esta manera –
- Entiendo lo que dices, yo tampoco voy entendiendo mucho esto, pero mi Glock les dará guerra hasta quedar sin munición – le dije a Diego.
- ¿No tendrás alguna otra de esas? – me consulto.
- No, apenas tengo esta y 3 cargadores, que no creo que me duren mucho. Por eso debo volver a la base a buscar más munición y quizás a encontrar una persona que busco –
- Tu novia ¿no? –
- Si, la misma –
- Debo buscar un arma o solo seré una carga más para ti –
- Si no la sabes ocupar, seria casi lo mismo ¿no? – dije con ironía
- Pero nada te costara darme un curso rápido de 5 minutos ¿no? – me respondió con ironía
- Me estas cayendo bien, chico – reí
- Dificil comprenderte –
Martes 14 de Febrero de 2012
18:40 Horas
Base Unidad Especializada Antidisturbios, Santiago – Chile
Divise la base a un par de metros, no podía creer lo que mis ojos veían. La reja principal estaba a medio abrir, la caseta del puesto de guardia se encontraba con marcas de manos de un color rojizo, facil deducir que seria sangre. Partes de brazos y cuerpos tirados en el suelo la mayoría abiertos como si un animal hubiera mordisqueado sus estómagos y cuellos, adornaban el camino de la entrada de la base. De lejos se podía escuchar una radio walkie talkie chicharreando. No podía entender como en cosa de horas habian arrasado de esa manera la base. Debía revisar en busca de municiones y averiguar que pasaba.
De la reja hasta la entrada de la recepción eran no más de 25 metros, le pedí a Diego que no se separara tanto de mi, ya que me seria mas dificil protegerle. Caminamos tranquilos e intentando no llamar la atención, nuestros ojos no se despegaban de los cuerpos tirados, no podíamos confiarnos en que no se parasen. Se suponía que una vez mordido o rasguñado eras uno más de ellos, y los cuerpos tenían evidentes signos de haber sido mordidos. De igual manera no quería asegurarme disparándoles por dos simples razones, la primera que no tenía municiones de sobra, y la segunda que mi arma no llevaba silenciador puesto y el sonido del disparo podía atraer más infectados.
Habíamos llegado a un acuerdo de cómo llamarles durante el viaje, es que llamarles simplemente “bichos” o “zombies”, a ambos nos sonaba demasiado “peliculón”. Así que convenimos en llamarlos “infectados”, nos hacia mas simetría llamarles así.
Logramos llegar a la entrada, con mi brazo extendido empuñando mi arma y mi cuerpo apoyado en la puerta, empuje despacio la puerta. Rezaba en mi interior para que el sistema de alarmas estuviera desconectado. Logre abrir y entramos con Diego, lo que me dejo claro de que el sistema de alarma se encontraba desactivado.
La recepción era una habitación aproximadamente de 6x6 metros, mantenía un escritorio con el computador respectivo, una puerta en un costado la cual llevaba a un baño y un pasillo mediante el cual llegabas a 4 oficinas mas.
Dentro de la recepción se encontraba Alejandra en el piso boca abajo y con su uniforme bañado en sangre, quien fue la tipa con quien mas compartí dentro de la base. Era hermosa y ahora tenia dos grandes agujeros en sus mejillas, sus ojos verdes estaba cerrados y su pelo liso rubio estaba ahora rojizo por la sangre y despeinado. En su mano extendida sujetaba aun su pistola Smith & Wesson calibre 9mm.
- Esa arma podría servirme – dijo Diego susurrando.
- Lo se, pero se podría levantar ¿no? – dije irónicamente susurrando también.
- Tranquilo, tenemos un arma –
- ¿Tenemos?... ¿no será mucha gente? Y si le disparo puede que se alerten otros infectados –
- Vamos, entonces jamás conseguiremos municiones ni nada –
- Esta bien, esta bien. Mantente alerta ¿vale? –
- Dale –
Camine hacia el cuerpo de ella apuntándole con mi Glock, me acerque al cuerpo y no había señales de que estuviera viva, no respiraba al menos. Algo de confianza me dio eso así que puse mi pies en el brazo que tenia extendido con el cual sujetaba su arma. Hice presión para que en el caso de que fuera uno más de esos infectados no tuviera tanta movilidad. Me agaché para coger la pistola cuando sentí un gemido venir de una de las otras cuatro oficinas, el sonido recorrió todo el pasillo, recorrió mi espina dorsal haciendo que mis pelos se erizaran. Era un gemido desgarrador, eso llamo mi atención y quite mi mirada del cadáver. En cuanto el sonido se dejo de oír, volví a mirar a Alejandra, quien ahora había abierto sus ojos, esos ojos que mas de alguna vez admire y que ya no eran los mismos. Esos ojos estaban inyectados en sangre, y su cara enrabiada me miraba sin buenas intensiones. Empuñe mi arma, ella con la mano de su brazo libre, sujeto mi pies. Mire esos ojos que mas de una ves pensé en invitar a salir, sujete fuerte mi Glock y antes de que ella alcanzara mi pies con su boca, le di un tiro en la cabeza que le hizo por fin cerrar sus ojos y descansar de una buena vez. Cogí la pistola y se la deslice por el piso a Diego, para no mas de 2 segundos después sentir un gruñido casi en mi oído, alcance a girarme y poner mi antebrazo en el cuello del infectado, el cual empujándome logro tirarme al piso botando de mi mano mi Glock. El infectado empujaba con fuerza a pesar de la falta de su brazo derecho, mientras que con mi brazo desocupado intentaba alcanzar mi arma. Escuche un resplandezco e iluminante sonido, era Diego que le dio un certero tiro en la cabeza al infectado. El cadáver andante dejo de forzar cayendo su cuerpo a mi lado, mire a Diego quien estaba mirando fijamente el cuerpo del infectado mientras sus manos temblaban.
- No te decía yo que no era tan facil ¿no? – Dije sonriendo – me has salvado, te debo una colega –
- Eso que fue mi primer tiro – sonrió nervioso.
- ¡¡Demonios!!, pensé que lo de antes en el vehículo eran bromas – dije un poco nervioso – bueno de todas maneras, ya no creo que te cueste ¿no?, aun que me siento como un conejillo de india – sonreí
- Jajajajaja, tienes razón, pero aprendo rápido ¿no? – sonrió mas calmado.
Le enseñe lo básico de las armas, como revisar la munición y lo del seguro, que por suerte cuando cogió la Smith & Wesson estaba sin seguro y con una bala en la recamara. Después de una breve y corta clase particular de armamento, continuamos con nuestra expedición.
Diego caminaba despacio detrás de mí, aun se le notaba lo nervioso, intentaba apuntar como le había explicado pero el temblor de sus manos se observaba en la salida del cañón de la pistola que portaba. Yo empuñaba mi Glock y avanzaba lentamente mirando cada detalle de los pasillos que pudiese ser un peligro, y de vez en cuando observaba a Diego. Recorrimos las cuatro habitaciones u oficinas, al parece habrían evacuado.
- Debemos revisar el hangar de armamento y munición – dije
- Te sigo – dijo Diego inquieto.
Salimos por la puerta trasera de la recepción, el sector que seguía era grande y parecía un campo minado de puros cuerpos o posibles infectados. No sabía si seguir avanzando o retirarnos de una vez por todas. Mas la necesidad de saber en donde se encontraría Marcela me mantenía firme.
Martes 14 de Febrero de 2012
18:20 Horas
Camino a la Base, Santiago – Chile
De camino a la base la conversación continúo:
- De todas maneras, ¿de donde demonios has sacado esa arma? – me consulto intrigado.
- Pues trabajo en la milicia, en la unidad táctica –
- ¿Y tanto tardaste en dispararle a esos bichos siendo táctico? –
- Bueno, no todos los días se matan personas ¿no? – respondí serio.
- Entiendo, pero al menos ya sabes que no son personas normales ¿no?, no se que demonios son realmente, solo tengo 23 años y los rumores de antes no los imaginaba de esta manera –
- Entiendo lo que dices, yo tampoco voy entendiendo mucho esto, pero mi Glock les dará guerra hasta quedar sin munición – le dije a Diego.
- ¿No tendrás alguna otra de esas? – me consulto.
- No, apenas tengo esta y 3 cargadores, que no creo que me duren mucho. Por eso debo volver a la base a buscar más munición y quizás a encontrar una persona que busco –
- Tu novia ¿no? –
- Si, la misma –
- Debo buscar un arma o solo seré una carga más para ti –
- Si no la sabes ocupar, seria casi lo mismo ¿no? – dije con ironía
- Pero nada te costara darme un curso rápido de 5 minutos ¿no? – me respondió con ironía
- Me estas cayendo bien, chico – reí
- Dificil comprenderte –
Martes 14 de Febrero de 2012
18:40 Horas
Base Unidad Especializada Antidisturbios, Santiago – Chile
Divise la base a un par de metros, no podía creer lo que mis ojos veían. La reja principal estaba a medio abrir, la caseta del puesto de guardia se encontraba con marcas de manos de un color rojizo, facil deducir que seria sangre. Partes de brazos y cuerpos tirados en el suelo la mayoría abiertos como si un animal hubiera mordisqueado sus estómagos y cuellos, adornaban el camino de la entrada de la base. De lejos se podía escuchar una radio walkie talkie chicharreando. No podía entender como en cosa de horas habian arrasado de esa manera la base. Debía revisar en busca de municiones y averiguar que pasaba.
De la reja hasta la entrada de la recepción eran no más de 25 metros, le pedí a Diego que no se separara tanto de mi, ya que me seria mas dificil protegerle. Caminamos tranquilos e intentando no llamar la atención, nuestros ojos no se despegaban de los cuerpos tirados, no podíamos confiarnos en que no se parasen. Se suponía que una vez mordido o rasguñado eras uno más de ellos, y los cuerpos tenían evidentes signos de haber sido mordidos. De igual manera no quería asegurarme disparándoles por dos simples razones, la primera que no tenía municiones de sobra, y la segunda que mi arma no llevaba silenciador puesto y el sonido del disparo podía atraer más infectados.
Habíamos llegado a un acuerdo de cómo llamarles durante el viaje, es que llamarles simplemente “bichos” o “zombies”, a ambos nos sonaba demasiado “peliculón”. Así que convenimos en llamarlos “infectados”, nos hacia mas simetría llamarles así.
Logramos llegar a la entrada, con mi brazo extendido empuñando mi arma y mi cuerpo apoyado en la puerta, empuje despacio la puerta. Rezaba en mi interior para que el sistema de alarmas estuviera desconectado. Logre abrir y entramos con Diego, lo que me dejo claro de que el sistema de alarma se encontraba desactivado.
La recepción era una habitación aproximadamente de 6x6 metros, mantenía un escritorio con el computador respectivo, una puerta en un costado la cual llevaba a un baño y un pasillo mediante el cual llegabas a 4 oficinas mas.
Dentro de la recepción se encontraba Alejandra en el piso boca abajo y con su uniforme bañado en sangre, quien fue la tipa con quien mas compartí dentro de la base. Era hermosa y ahora tenia dos grandes agujeros en sus mejillas, sus ojos verdes estaba cerrados y su pelo liso rubio estaba ahora rojizo por la sangre y despeinado. En su mano extendida sujetaba aun su pistola Smith & Wesson calibre 9mm.
- Esa arma podría servirme – dijo Diego susurrando.
- Lo se, pero se podría levantar ¿no? – dije irónicamente susurrando también.
- Tranquilo, tenemos un arma –
- ¿Tenemos?... ¿no será mucha gente? Y si le disparo puede que se alerten otros infectados –
- Vamos, entonces jamás conseguiremos municiones ni nada –
- Esta bien, esta bien. Mantente alerta ¿vale? –
- Dale –
Camine hacia el cuerpo de ella apuntándole con mi Glock, me acerque al cuerpo y no había señales de que estuviera viva, no respiraba al menos. Algo de confianza me dio eso así que puse mi pies en el brazo que tenia extendido con el cual sujetaba su arma. Hice presión para que en el caso de que fuera uno más de esos infectados no tuviera tanta movilidad. Me agaché para coger la pistola cuando sentí un gemido venir de una de las otras cuatro oficinas, el sonido recorrió todo el pasillo, recorrió mi espina dorsal haciendo que mis pelos se erizaran. Era un gemido desgarrador, eso llamo mi atención y quite mi mirada del cadáver. En cuanto el sonido se dejo de oír, volví a mirar a Alejandra, quien ahora había abierto sus ojos, esos ojos que mas de alguna vez admire y que ya no eran los mismos. Esos ojos estaban inyectados en sangre, y su cara enrabiada me miraba sin buenas intensiones. Empuñe mi arma, ella con la mano de su brazo libre, sujeto mi pies. Mire esos ojos que mas de una ves pensé en invitar a salir, sujete fuerte mi Glock y antes de que ella alcanzara mi pies con su boca, le di un tiro en la cabeza que le hizo por fin cerrar sus ojos y descansar de una buena vez. Cogí la pistola y se la deslice por el piso a Diego, para no mas de 2 segundos después sentir un gruñido casi en mi oído, alcance a girarme y poner mi antebrazo en el cuello del infectado, el cual empujándome logro tirarme al piso botando de mi mano mi Glock. El infectado empujaba con fuerza a pesar de la falta de su brazo derecho, mientras que con mi brazo desocupado intentaba alcanzar mi arma. Escuche un resplandezco e iluminante sonido, era Diego que le dio un certero tiro en la cabeza al infectado. El cadáver andante dejo de forzar cayendo su cuerpo a mi lado, mire a Diego quien estaba mirando fijamente el cuerpo del infectado mientras sus manos temblaban.
- No te decía yo que no era tan facil ¿no? – Dije sonriendo – me has salvado, te debo una colega –
- Eso que fue mi primer tiro – sonrió nervioso.
- ¡¡Demonios!!, pensé que lo de antes en el vehículo eran bromas – dije un poco nervioso – bueno de todas maneras, ya no creo que te cueste ¿no?, aun que me siento como un conejillo de india – sonreí
- Jajajajaja, tienes razón, pero aprendo rápido ¿no? – sonrió mas calmado.
Le enseñe lo básico de las armas, como revisar la munición y lo del seguro, que por suerte cuando cogió la Smith & Wesson estaba sin seguro y con una bala en la recamara. Después de una breve y corta clase particular de armamento, continuamos con nuestra expedición.
Diego caminaba despacio detrás de mí, aun se le notaba lo nervioso, intentaba apuntar como le había explicado pero el temblor de sus manos se observaba en la salida del cañón de la pistola que portaba. Yo empuñaba mi Glock y avanzaba lentamente mirando cada detalle de los pasillos que pudiese ser un peligro, y de vez en cuando observaba a Diego. Recorrimos las cuatro habitaciones u oficinas, al parece habrían evacuado.
- Debemos revisar el hangar de armamento y munición – dije
- Te sigo – dijo Diego inquieto.
Salimos por la puerta trasera de la recepción, el sector que seguía era grande y parecía un campo minado de puros cuerpos o posibles infectados. No sabía si seguir avanzando o retirarnos de una vez por todas. Mas la necesidad de saber en donde se encontraría Marcela me mantenía firme.
Minase- Asesino de Necromorfos
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Re: Historias de un Soldado
Que buena historiiaaa!!! Me encantó... te agradeceria si tambien leyeras la mia. Sigue así. Esta muy Buena!
Incidente- Superviviente
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Re: Historias de un Soldado
tienes un estilo como el de R.L Stanley con algo de Lovercraft... interesante historia, creas un clima de esperar algo que pasa al correr de la lectura, manejas bien los tiempos cuando ocurre la accion, el exito de una historia no es la lentitud, si no que la lectura te lleve a lo interesante y los detalles ayudan a imaginarse el lugar y el sentido...
lo malo es que el personaje principal es muy heroe, donde esta las situaciones extremas donde se muestra lo humano de toda persona? a lo mejor a mi me gusta ver la decadencia y la relevancia de la etica en el ser humano ... emociones mas al limite atrae a la lectura
lo malo es que el personaje principal es muy heroe, donde esta las situaciones extremas donde se muestra lo humano de toda persona? a lo mejor a mi me gusta ver la decadencia y la relevancia de la etica en el ser humano ... emociones mas al limite atrae a la lectura
ithaqua- Superviviente
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Re: Historias de un Soldado
ithaqua escribió:tienes un estilo como el de R.L Stanley con algo de Lovercraft... interesante historia, creas un clima de esperar algo que pasa al correr de la lectura, manejas bien los tiempos cuando ocurre la accion, el exito de una historia no es la lentitud, si no que la lectura te lleve a lo interesante y los detalles ayudan a imaginarse el lugar y el sentido...
lo malo es que el personaje principal es muy heroe, donde esta las situaciones extremas donde se muestra lo humano de toda persona? a lo mejor a mi me gusta ver la decadencia y la relevancia de la etica en el ser humano ... emociones mas al limite atrae a la lectura
Gracias por la critica .
Y si, quizas es demasiado heroe o como intocable. Lo estube pensando cuando me lo dijiste el fin de semana, y creo que arreglare aquello. Haber si logro darle alguna modificacion para hacerlo mas realista dentro de lo que se puede.
Minase- Asesino de Necromorfos
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Muy chula
Buenas Minase. Me gusta mucho la historia, sobre todo porque hasta ahora todas las que había leído se desarrollaban o bien en Estados Unidos o en España. Es bonito conocer otros escenarios del Apocalipsis Z.
Re: Historias de un Soldado
Es muy buena, sigue asi Minase, aparte de el personaje tipo heroe aunque tampoco una cosa exagerada no le veo ningun fallo mas
Banderworld- Encargado de las mantas
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Localización : Albacete
Fecha de inscripción : 30/03/2009
Re: Historias de un Soldado
Gracias a quienes la leen. Espero actualizarla este fin de semana que estoy un poco mas desocupado.
Saludos
Saludos
Minase- Asesino de Necromorfos
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Re: Historias de un Soldado
Capitulo IV “Historia de un Soldado”
Martes 14 de Febrero de 2012
18:55 Horas
Base Unidad Especializada Antidisturbios, Santiago – Chile
Siempre quise entrar a la milicia, mi mayor anhelo era pertenecer a la Unidad Especializada Antidisturbios, pero jamás se me había pasado por la mente que llegaría a ver aquel escenario. Eran cadáveres, cientos en algunas esquinas amontonados como basura, hilos de sangre que conducían a aquellos montones de cuerpos. Un cadáver aun con vida, o mejor dicho la mitad superior de este, comía de uno de los cientos amontonados, era una imagen fuerte ver sus viseras salir, ver todo su interior desparramado mientras con su boca tragaba y tragaba pedazos de su plato de comida favorito.
No era algo para sentirse bien, no era algo que se pudiera ver sin poner una expresión de desagrado en el rostro. Mi estomago se estremeció volcando algunos fluidos hacia mi boca, mire el piso que se humedecía con la sustancia que mi boca botaba. Intente respirar.
Sorprendentemente Diego no parecía asqueado como yo, quizás estaba algo más acostumbrado o no le afectaba tanto como a mí. Lo mire y note que me miraba sorprendido al notar que mi estomago me estaba jugando un mal rato.
- Si – respondí un poco mareado – no me acostumbro a estas cosas de viseras, no soy de acero ¿vale?
- Tranquilo colega, solo que me sorprendió verlo. Te ves rudo pero no lo eres tanto ¿no? – dijo un poco aliviado.
- No existen los robots ni nada por el estilo aun ¿no? –
- Tienes razón – rió –
-En fin, debemos avanzar con cautela. No queremos terminar en aquel montón de cadáveres – dije con ironía.
- Exacto – dijo Diego – pero algo me extraña con respecto a esos cadáveres
- No es hora de hacer de Sherlock mi querido Diego – dije con ironía – debemos llegar rápido al Hangar.
Caminábamos despacio, intentábamos no llamar la atención de aquella “mitad” de zombie. De por si, no tenia mucha guerra que darnos, pero lo mejor era pasar lo mas desapercibido posible.
Siempre creí ser precavido, siempre creí ser fuerte, pero estas situaciones me demostraban cada vez más que parecía un niño enfrentándome a una manada de leones. Pensaba y vigilaba con cuidado los movimientos de aquel “mitad zombie”, estábamos ya a mitad de camino, en medio del enorme patio central de la Base. A lo lejos podía divisar la entrada al hangar de armamento.
Aquella “mitad” zombie, se volteo. Miro hacia nosotros, nos quedamos paralizados. Mi frente sudaba, levante mi Glock y apunte hacia el zombie. Puse mi dedo suavemente en el disparador.
- Va, es solo la mitad de uno –dije con ironía disparando en la frente del zombie.
El disparo estremeció el lugar, fue un disparo que mato el silencio de aquel lugar.
- ¿Estas demente? – dijo Diego mirándome serio
- Solo he eliminado uno, ¿que más da? No creo que tuviera alguna posibilidad de sobrevivir ¿no? – dije con ironía y un poco molesto.
- Si claro, ¿y que pasara si atraes mas de esas cosas hacia nuestra posición? – Diego estaba serio.
- Pues, aun no se ve nadie…….
Eso fue lo último que alcancé a decir, para cuando el sonido de cientos de pisadas veloces obligo a mi cabeza girar hacia mi propia espalda para poder ver a una manada de cientos de zombies dirigirse a toda maquina hacia nuestra posición. Es como si el disparo hubiera sido la campana de alerta para el almuerzo.
- ¡Corre! ¡Deprisa! – dijo Diego mientras se corría hacia el hangar.
Que estupidez mas grande había echo, pero ya no importaba solo quedaba correr. Mis piernas al parecer tenían mas energía, quizás la dosis de adrenalina mezclada con el miedo que mi cuerpo me inyectaba me daba un poco mas de agilidad. O quizás solo era desesperación.
Estos malditos corren rápido y mi respiración se agita cada vez mas, “debo alcanzar, debo lograr llegar, debo llegar, voy a llegar” mi mente mantenía estas palabras en el momento en que mis piernas se resistían a seguir corriendo. Podía sentir sus gemidos y desagradables balbuceos que hacían los zombies tras de mi. Era como si se les hiciera agua la boca, era como si ya pudiesen saborear su comida.
Diego que había comenzado a correr segundos antes que yo, y que al parecer en eso era bueno, comenzaba a abrir la gran puerta del hangar. En cuanto lo consiguió a mi me faltaban pocos metros para llegar, Diego entro y me espero en la entrada con la puerta casi cerrada gritando - ¡Apúrate! -. Conseguí llegar a tiempo y cientos de golpes se escuchaban desde el otro lado de la puerta, junto con sus gemidos y una grotesca rabia e ira con la que golpeaban.
Al menos estábamos seguros por ahora, o al menos eso pensamos. Aun no revisábamos el resto del hangar.
- Pido perdón por el error, es que tal vez esto me esta afectando mas de lo que pareciera – dije
- Tranquilo……….seguimos con vida es lo importante, pero para otra ocasión piensa las cosas que harás. ¿De acuerdo? – dijo un poco molesto.
- Si, lo se. Pero dejando de lado eso, debemos revisar el hangar en busca de armas y municiones. Con cuidado, ya que no sabemos si este desocupado. –
- Eso lo se, pero necesito que te concentres como lo estabas cuando me salvaste de mis dos amigos que me seguían por primera vez – dijo irónicamente.
- De acuerdo, de acuerdo…….-
____________________________________________________________________________________________________________________
Hace tiempo que no escribia y este capitulo le tenia guardado a medias, espero sea de sus agrados xD.
Creo que esta semana que viene me inspirare en escribir algo, espero tener luego el proximo capitulo.
Salute!
Martes 14 de Febrero de 2012
18:55 Horas
Base Unidad Especializada Antidisturbios, Santiago – Chile
Siempre quise entrar a la milicia, mi mayor anhelo era pertenecer a la Unidad Especializada Antidisturbios, pero jamás se me había pasado por la mente que llegaría a ver aquel escenario. Eran cadáveres, cientos en algunas esquinas amontonados como basura, hilos de sangre que conducían a aquellos montones de cuerpos. Un cadáver aun con vida, o mejor dicho la mitad superior de este, comía de uno de los cientos amontonados, era una imagen fuerte ver sus viseras salir, ver todo su interior desparramado mientras con su boca tragaba y tragaba pedazos de su plato de comida favorito.
No era algo para sentirse bien, no era algo que se pudiera ver sin poner una expresión de desagrado en el rostro. Mi estomago se estremeció volcando algunos fluidos hacia mi boca, mire el piso que se humedecía con la sustancia que mi boca botaba. Intente respirar.
Sorprendentemente Diego no parecía asqueado como yo, quizás estaba algo más acostumbrado o no le afectaba tanto como a mí. Lo mire y note que me miraba sorprendido al notar que mi estomago me estaba jugando un mal rato.
- Si – respondí un poco mareado – no me acostumbro a estas cosas de viseras, no soy de acero ¿vale?
- Tranquilo colega, solo que me sorprendió verlo. Te ves rudo pero no lo eres tanto ¿no? – dijo un poco aliviado.
- No existen los robots ni nada por el estilo aun ¿no? –
- Tienes razón – rió –
-En fin, debemos avanzar con cautela. No queremos terminar en aquel montón de cadáveres – dije con ironía.
- Exacto – dijo Diego – pero algo me extraña con respecto a esos cadáveres
- No es hora de hacer de Sherlock mi querido Diego – dije con ironía – debemos llegar rápido al Hangar.
Caminábamos despacio, intentábamos no llamar la atención de aquella “mitad” de zombie. De por si, no tenia mucha guerra que darnos, pero lo mejor era pasar lo mas desapercibido posible.
Siempre creí ser precavido, siempre creí ser fuerte, pero estas situaciones me demostraban cada vez más que parecía un niño enfrentándome a una manada de leones. Pensaba y vigilaba con cuidado los movimientos de aquel “mitad zombie”, estábamos ya a mitad de camino, en medio del enorme patio central de la Base. A lo lejos podía divisar la entrada al hangar de armamento.
Aquella “mitad” zombie, se volteo. Miro hacia nosotros, nos quedamos paralizados. Mi frente sudaba, levante mi Glock y apunte hacia el zombie. Puse mi dedo suavemente en el disparador.
- Va, es solo la mitad de uno –dije con ironía disparando en la frente del zombie.
El disparo estremeció el lugar, fue un disparo que mato el silencio de aquel lugar.
- ¿Estas demente? – dijo Diego mirándome serio
- Solo he eliminado uno, ¿que más da? No creo que tuviera alguna posibilidad de sobrevivir ¿no? – dije con ironía y un poco molesto.
- Si claro, ¿y que pasara si atraes mas de esas cosas hacia nuestra posición? – Diego estaba serio.
- Pues, aun no se ve nadie…….
Eso fue lo último que alcancé a decir, para cuando el sonido de cientos de pisadas veloces obligo a mi cabeza girar hacia mi propia espalda para poder ver a una manada de cientos de zombies dirigirse a toda maquina hacia nuestra posición. Es como si el disparo hubiera sido la campana de alerta para el almuerzo.
- ¡Corre! ¡Deprisa! – dijo Diego mientras se corría hacia el hangar.
Que estupidez mas grande había echo, pero ya no importaba solo quedaba correr. Mis piernas al parecer tenían mas energía, quizás la dosis de adrenalina mezclada con el miedo que mi cuerpo me inyectaba me daba un poco mas de agilidad. O quizás solo era desesperación.
Estos malditos corren rápido y mi respiración se agita cada vez mas, “debo alcanzar, debo lograr llegar, debo llegar, voy a llegar” mi mente mantenía estas palabras en el momento en que mis piernas se resistían a seguir corriendo. Podía sentir sus gemidos y desagradables balbuceos que hacían los zombies tras de mi. Era como si se les hiciera agua la boca, era como si ya pudiesen saborear su comida.
Diego que había comenzado a correr segundos antes que yo, y que al parecer en eso era bueno, comenzaba a abrir la gran puerta del hangar. En cuanto lo consiguió a mi me faltaban pocos metros para llegar, Diego entro y me espero en la entrada con la puerta casi cerrada gritando - ¡Apúrate! -. Conseguí llegar a tiempo y cientos de golpes se escuchaban desde el otro lado de la puerta, junto con sus gemidos y una grotesca rabia e ira con la que golpeaban.
Al menos estábamos seguros por ahora, o al menos eso pensamos. Aun no revisábamos el resto del hangar.
- Pido perdón por el error, es que tal vez esto me esta afectando mas de lo que pareciera – dije
- Tranquilo……….seguimos con vida es lo importante, pero para otra ocasión piensa las cosas que harás. ¿De acuerdo? – dijo un poco molesto.
- Si, lo se. Pero dejando de lado eso, debemos revisar el hangar en busca de armas y municiones. Con cuidado, ya que no sabemos si este desocupado. –
- Eso lo se, pero necesito que te concentres como lo estabas cuando me salvaste de mis dos amigos que me seguían por primera vez – dijo irónicamente.
- De acuerdo, de acuerdo…….-
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Hace tiempo que no escribia y este capitulo le tenia guardado a medias, espero sea de sus agrados xD.
Creo que esta semana que viene me inspirare en escribir algo, espero tener luego el proximo capitulo.
Salute!
Minase- Asesino de Necromorfos
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Re: Historias de un Soldado
Minase solo decirte dos palabras im-presionante! ejjeje increible desde la priemra liena me enganche como un yonki! Sigue por favor que me esta encatando!
H.R.Tabaco- Mano derecha del jefe
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Re: Historias de un Soldado
Yo también te sigo, y me está gustando, asi que no la dejes po! XD
NicoJ- Encargado de las mantas
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Re: Historias de un Soldado
Gracias, gracias por su apoyo chicos. Intento continuar la historia apenas tengo tiempo e imaginación. xDD
Pero tranquilos, si aun que me demore en avanzar con los capítulos, no la dejare de lado.
Salute!
Pero tranquilos, si aun que me demore en avanzar con los capítulos, no la dejare de lado.
Salute!
Minase- Asesino de Necromorfos
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Re: Historias de un Soldado
Estoy a punto de terminar el proximo capitulo, a ver si me da tiempo este fin de semana para escribir mas de la cuenta y traerles algo largo.
Salute! y gracias por leerme.
Salute! y gracias por leerme.
Minase- Asesino de Necromorfos
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Re: Historias de un Soldado
Se me hizo eterno!!!! por favor traelo yaaaaaaaa
H.R.Tabaco- Mano derecha del jefe
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Localización : Apaga la pantalla y mira el reflejo....
Fecha de inscripción : 24/05/2010
Re: Historias de un Soldado
Bueno, me he demorado bastante y casi le dejo tirado. Pero he aquí el capitulo numero cinco. Espero les guste.
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Martes 14 de Febrero de 2012
23:55 Horas
Base Unidad Especializada Antidisturbios, Santiago – Chile
Si, aun estábamos en aquel hangar, habíamos revisado todo el maldito hangar y no encontramos ni municiones, ni armas, ni sobrevivientes, ni nada. Lo único que nos quedaba era esperar que esos podridos de afuera se aburrieran de seguir su golpeteo molesto y se alejaran del hangar para poder salir. Claro, había un problema, y es que no sabíamos si esas bestias realmente se aburrirían. Llevábamos mas de 4 horas sentados pesando, escuchando aquellas cosas, descansando, intentando darnos ánimos para poder seguir, pensando en nuestras vidas antiguas, en nuestra gente, en miles de cosas.
- ¿Que tal si nunca se aburren? - me preguntó Diego.
- También lo he pensado.....debemos movernos o de lo contrario esa puerta puede caer en algún momento y esas cosas tendrán un festín con nosotros - dije serio.
- Estoy de acuerdo, pero ¿como salimos de aquí? -
Hubo un silencio, estaba claro que solo teníamos dos salidas. Una era esa misma puerta por la cual entramos y que ahora estaba rodeada de esas cosas, y la otra era a través del techo de este hangar. Pero volvíamos a un problema ¿como bajamos y hacia donde?.
- Creo que lo mas fácil es subir. - dijo Diego.
- Claro, pero como bajaremos, saltar de esa altura al suelo es arriesgado, si te tuerces un tobillo serás presa fácil para esas cosas -
- Subamos y pensemos en como bajar, si nos quedamos acá no pensaremos nada - me insistió.
- Esta bien -
Subimos por unas escaleras que llegaban a una especie de escotilla, ya estábamos en el tejado de aquel hangar y esas cosas abajo seguían golpeando la puerta de acceso. Desde aquella altura se podía ver la salida trasera, pero manteníamos aun dos problemas. Uno era el como bajar desde allí y el segundo era que mi vehículo se encontraba en la entrada delantera del recinto. Sin contar el hecho de que la salida trasera quedaba mucho mas alejada que la delantera. Luego de darle vueltas un rato al asunto, decidimos buscar un par de cuerdas y bajar por la parte trasera, darnos la vuelta a toda la manzana y coger el vehículo. Si, sonaba a una mierda de plan, pero era lo que nos quedaba.
Baje nuevamente por las escaleras para ir por un par de cuerdas al almacén, creo haber visto un par cuando revisamos el lugar en busca de armas. Diego se quedo arriba buscando señales de algún sobreviviente o algo que nos pudiese servir, quizás alguna ruta anexa a la que nos fijamos. Aquellos podridos golpeaban aun con bastante fuerza la puerta de acceso, observe el tope de arriba de la puerta que era la que la mantenía segura, y se notaba algo doblada así que debía darme prisa. Los sonidos del golpeteo sonaban algo raro a veces, pareciesen golpes de huesos, mientras buscaba las cuerdas me imaginaba a esas cosas con sus brazos desgastados de tanto golpear.
Aquel almacén era subterráneo, el cual tenía solo una puerta de acceso. Por lo cual mis nervios estaban a tope, no quería imaginarme encerrado en aquel lugar si esas cosas entraban al hangar. Putas cuerdas, es típico que cuando necesitas algo urgente nunca lo encuentras. Podía escuchar los gemidos de esas cosas y el golpeteo imparable en la puerta, mi frente sudaba y mi adrenalina comenzaba a impacientarse. Debajo de un mueble y enrolladas encontré por fin dos cuerdas de un largo bastante aceptable, las tome y en cuanto llegue a la puerta de salida del almacén escuche el sonido que temía. Aquel sonido que no quería escuchar, un sonido fuerte que se escucho por todo el hangar, era la gran puerta que había cedido al golpeteo eterno de esas criaturas. Ahora los podridos tenían libre albedrío dentro del hangar y yo estaba en un muy mal lugar como para ser descubierto.
Diego, que también había escuchado aquel ruidoso sonido, me grito hacia bajo.
- ¡Ey! ¿estas bien? -
Yo no quise responder, no quería hacer luces de mi posición. Abrí la puerta lentamente, sin meter ruido alguno, y mire a través de ella.
El grito de Diego fue una mala idea, los podridos al escucharle se dirigieron a la escalera y comenzaban a subir hacia el techo del hangar, Diego asustado cerro la escotilla, los podridos intentando golpear aquella escotilla caían al suelo para luego pararse y subir de nuevo. Algunos quedaban tirados, posiblemente la altura les había quebrado un par de huesos, pero esto no los limitaba pues seguían mirando hacia la escotilla, estirando sus manos, con sus intensos gemidos, y sus mandíbulas hambrientas de carne humana.
Demonios, ahora si que el plan se nos había ido a la misma mierda. Yo acá abajo con pocas posibilidades de salir de este lugar y Diego arriba con pocas posibilidades de poder bajar. Por mi lado estaba con algo de suerte, los podridos aun no descubrían mi ubicación pero de todas formas debía moverme rápido de allí.
Comencé ha avanzar lentamente y apegado a la pared casi gateando para no ser visto, llegue a la primera esquina y mire al cielo como interrogando a un supuesto Dios sobre mi camino a seguir. Claro, si es que este supuesto Dios existiera ni por un billón de dólares me ayudaría, ya me lo imagino desde el cielo consultándome “oh si claro, no vas a la iglesia nunca, criticas mi existencia, dudas de todo religioso ¿y ahora quieres mi ayuda?, si claro”. Por supuesto que entendería, pero vamos hombre esto es de verdad que te cuesta darme una manito. Va, ya comienzo a pensar idioteces, creo que mas vale actuar de una buena vez.
El hangar está dividido por unos altos estantes que forman varios pasillos. Como si se tratara de una biblioteca, pero los estantes son muy altos casi llegando al techo del hangar. Conseguí llegar a la esquina luego de salir del almacén, pero desde aquí se pone interesante mi camino, el resto de pasillos esta al parecer con alguno que otro podrido. Si lograse salir me verán de todas formas, si lograse llegar a la escalera soy hombre muerto pues me rodearían en unos segundos y pasaría a ser su cena. Esta bastante oscuro afuera, no tengo idea de la hora que será pero de seguro ya es de madrugada. Quizás sería buena idea esperar en el almacén encerrado hasta que amanezca, pero siempre he pensado en lo que me repetía mi padrastro “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”.
Desenfunde mi Glock, revise la cantidad de munición que mantenía, me quedaban solo 7 balas en el cargador mas 3 cargadores completos. El problema era que dichos cargadores se encontraban dentro de mi automóvil, así es que solo contaba con siete balas para movilizarme. Por lo que decidí guardarlas solo para casos de extrema emergencia.
Me detuve a pensar unos minutos, si esas cosas eran atraídas por el ruido del disparo de una arma de fuego, quizás sea cualquier clase de ruido la que los motive a buscar presas. El problema era que si los alertaba ellos podrían comenzar a buscar en todo el hangar y seria algo complicado para mi moverme con todas esas cosas alertas. Pero al parecer era mi mejor opción, tome un fierro y lo lance al final del hangar. Los infectados comenzaron a mirar en esa dirección, pero aun no se movían, uno de ellos comenzó a avanzar hacia el lugar y fue entonces que el resto lo siguió.
Todos los que estaban rodeando la entrada del hangar fueron hacia el lugar donde lance el fierro, era mi oportunidad de salir de allí. Avance gateando hasta la puerta de salida, aun mantenía en mi poder las cuerdas, la idea era lanzárselas a Diego una ves estando yo fuera del hangar. Observaba el lugar donde todos habían ido, podía ver a algunos dándome la espalda. Mi sorpresa fue al salir del hangar y ver a uno de ellos mirándome a no más de 6 o 7 metros de mi, era como si hubiera estado esperándome fuera, como si supiera que yo iba escondido moviéndome como un ladrón.
El infectado corrió velozmente hacia mí, le apunte con mi glock pero recordé el error que había cometido antes así es que la guarde en su funda y corrí alrededor del hangar, la idea era llegar a la parte trasera, pero esos putos infectados son rápidos y esa cosa me dio alcance tomándome de un brazo. Me vi en la obligación de detenerme y poner mi brazo entre su pecho y su cuello para que sus mandíbulas se mantuvieran alejadas de mi pellejo, el maldito comenzó a forcejear con mucha fuerza. Putos cabrones tienen una fuerza de bestia, mis músculos comenzaban a ceder, con mi rodilla derecha intente golpear sus costillas pero en cuanto levante mi pie el infectado hizo más presión y caí, con él encima, al suelo.
________________________________________________CONTINUA EN EL SIGUIENTE CAPITULO_____________________________________________
________________________________________________________________________________________________________________________________
Capitulo V “Historia de un Soldado
Martes 14 de Febrero de 2012
23:55 Horas
Base Unidad Especializada Antidisturbios, Santiago – Chile
Si, aun estábamos en aquel hangar, habíamos revisado todo el maldito hangar y no encontramos ni municiones, ni armas, ni sobrevivientes, ni nada. Lo único que nos quedaba era esperar que esos podridos de afuera se aburrieran de seguir su golpeteo molesto y se alejaran del hangar para poder salir. Claro, había un problema, y es que no sabíamos si esas bestias realmente se aburrirían. Llevábamos mas de 4 horas sentados pesando, escuchando aquellas cosas, descansando, intentando darnos ánimos para poder seguir, pensando en nuestras vidas antiguas, en nuestra gente, en miles de cosas.
- ¿Que tal si nunca se aburren? - me preguntó Diego.
- También lo he pensado.....debemos movernos o de lo contrario esa puerta puede caer en algún momento y esas cosas tendrán un festín con nosotros - dije serio.
- Estoy de acuerdo, pero ¿como salimos de aquí? -
Hubo un silencio, estaba claro que solo teníamos dos salidas. Una era esa misma puerta por la cual entramos y que ahora estaba rodeada de esas cosas, y la otra era a través del techo de este hangar. Pero volvíamos a un problema ¿como bajamos y hacia donde?.
- Creo que lo mas fácil es subir. - dijo Diego.
- Claro, pero como bajaremos, saltar de esa altura al suelo es arriesgado, si te tuerces un tobillo serás presa fácil para esas cosas -
- Subamos y pensemos en como bajar, si nos quedamos acá no pensaremos nada - me insistió.
- Esta bien -
Subimos por unas escaleras que llegaban a una especie de escotilla, ya estábamos en el tejado de aquel hangar y esas cosas abajo seguían golpeando la puerta de acceso. Desde aquella altura se podía ver la salida trasera, pero manteníamos aun dos problemas. Uno era el como bajar desde allí y el segundo era que mi vehículo se encontraba en la entrada delantera del recinto. Sin contar el hecho de que la salida trasera quedaba mucho mas alejada que la delantera. Luego de darle vueltas un rato al asunto, decidimos buscar un par de cuerdas y bajar por la parte trasera, darnos la vuelta a toda la manzana y coger el vehículo. Si, sonaba a una mierda de plan, pero era lo que nos quedaba.
Baje nuevamente por las escaleras para ir por un par de cuerdas al almacén, creo haber visto un par cuando revisamos el lugar en busca de armas. Diego se quedo arriba buscando señales de algún sobreviviente o algo que nos pudiese servir, quizás alguna ruta anexa a la que nos fijamos. Aquellos podridos golpeaban aun con bastante fuerza la puerta de acceso, observe el tope de arriba de la puerta que era la que la mantenía segura, y se notaba algo doblada así que debía darme prisa. Los sonidos del golpeteo sonaban algo raro a veces, pareciesen golpes de huesos, mientras buscaba las cuerdas me imaginaba a esas cosas con sus brazos desgastados de tanto golpear.
Aquel almacén era subterráneo, el cual tenía solo una puerta de acceso. Por lo cual mis nervios estaban a tope, no quería imaginarme encerrado en aquel lugar si esas cosas entraban al hangar. Putas cuerdas, es típico que cuando necesitas algo urgente nunca lo encuentras. Podía escuchar los gemidos de esas cosas y el golpeteo imparable en la puerta, mi frente sudaba y mi adrenalina comenzaba a impacientarse. Debajo de un mueble y enrolladas encontré por fin dos cuerdas de un largo bastante aceptable, las tome y en cuanto llegue a la puerta de salida del almacén escuche el sonido que temía. Aquel sonido que no quería escuchar, un sonido fuerte que se escucho por todo el hangar, era la gran puerta que había cedido al golpeteo eterno de esas criaturas. Ahora los podridos tenían libre albedrío dentro del hangar y yo estaba en un muy mal lugar como para ser descubierto.
Diego, que también había escuchado aquel ruidoso sonido, me grito hacia bajo.
- ¡Ey! ¿estas bien? -
Yo no quise responder, no quería hacer luces de mi posición. Abrí la puerta lentamente, sin meter ruido alguno, y mire a través de ella.
El grito de Diego fue una mala idea, los podridos al escucharle se dirigieron a la escalera y comenzaban a subir hacia el techo del hangar, Diego asustado cerro la escotilla, los podridos intentando golpear aquella escotilla caían al suelo para luego pararse y subir de nuevo. Algunos quedaban tirados, posiblemente la altura les había quebrado un par de huesos, pero esto no los limitaba pues seguían mirando hacia la escotilla, estirando sus manos, con sus intensos gemidos, y sus mandíbulas hambrientas de carne humana.
Demonios, ahora si que el plan se nos había ido a la misma mierda. Yo acá abajo con pocas posibilidades de salir de este lugar y Diego arriba con pocas posibilidades de poder bajar. Por mi lado estaba con algo de suerte, los podridos aun no descubrían mi ubicación pero de todas formas debía moverme rápido de allí.
Comencé ha avanzar lentamente y apegado a la pared casi gateando para no ser visto, llegue a la primera esquina y mire al cielo como interrogando a un supuesto Dios sobre mi camino a seguir. Claro, si es que este supuesto Dios existiera ni por un billón de dólares me ayudaría, ya me lo imagino desde el cielo consultándome “oh si claro, no vas a la iglesia nunca, criticas mi existencia, dudas de todo religioso ¿y ahora quieres mi ayuda?, si claro”. Por supuesto que entendería, pero vamos hombre esto es de verdad que te cuesta darme una manito. Va, ya comienzo a pensar idioteces, creo que mas vale actuar de una buena vez.
El hangar está dividido por unos altos estantes que forman varios pasillos. Como si se tratara de una biblioteca, pero los estantes son muy altos casi llegando al techo del hangar. Conseguí llegar a la esquina luego de salir del almacén, pero desde aquí se pone interesante mi camino, el resto de pasillos esta al parecer con alguno que otro podrido. Si lograse salir me verán de todas formas, si lograse llegar a la escalera soy hombre muerto pues me rodearían en unos segundos y pasaría a ser su cena. Esta bastante oscuro afuera, no tengo idea de la hora que será pero de seguro ya es de madrugada. Quizás sería buena idea esperar en el almacén encerrado hasta que amanezca, pero siempre he pensado en lo que me repetía mi padrastro “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”.
Desenfunde mi Glock, revise la cantidad de munición que mantenía, me quedaban solo 7 balas en el cargador mas 3 cargadores completos. El problema era que dichos cargadores se encontraban dentro de mi automóvil, así es que solo contaba con siete balas para movilizarme. Por lo que decidí guardarlas solo para casos de extrema emergencia.
Me detuve a pensar unos minutos, si esas cosas eran atraídas por el ruido del disparo de una arma de fuego, quizás sea cualquier clase de ruido la que los motive a buscar presas. El problema era que si los alertaba ellos podrían comenzar a buscar en todo el hangar y seria algo complicado para mi moverme con todas esas cosas alertas. Pero al parecer era mi mejor opción, tome un fierro y lo lance al final del hangar. Los infectados comenzaron a mirar en esa dirección, pero aun no se movían, uno de ellos comenzó a avanzar hacia el lugar y fue entonces que el resto lo siguió.
Todos los que estaban rodeando la entrada del hangar fueron hacia el lugar donde lance el fierro, era mi oportunidad de salir de allí. Avance gateando hasta la puerta de salida, aun mantenía en mi poder las cuerdas, la idea era lanzárselas a Diego una ves estando yo fuera del hangar. Observaba el lugar donde todos habían ido, podía ver a algunos dándome la espalda. Mi sorpresa fue al salir del hangar y ver a uno de ellos mirándome a no más de 6 o 7 metros de mi, era como si hubiera estado esperándome fuera, como si supiera que yo iba escondido moviéndome como un ladrón.
El infectado corrió velozmente hacia mí, le apunte con mi glock pero recordé el error que había cometido antes así es que la guarde en su funda y corrí alrededor del hangar, la idea era llegar a la parte trasera, pero esos putos infectados son rápidos y esa cosa me dio alcance tomándome de un brazo. Me vi en la obligación de detenerme y poner mi brazo entre su pecho y su cuello para que sus mandíbulas se mantuvieran alejadas de mi pellejo, el maldito comenzó a forcejear con mucha fuerza. Putos cabrones tienen una fuerza de bestia, mis músculos comenzaban a ceder, con mi rodilla derecha intente golpear sus costillas pero en cuanto levante mi pie el infectado hizo más presión y caí, con él encima, al suelo.
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Minase- Asesino de Necromorfos
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Re: Historias de un Soldado
Ese Diego es un estúpido, mira que hasta a mi me da rabia el grito que pegó atrayendo a los infectados xDDD
Espero el próximo Minase^^
Espero el próximo Minase^^
DarkHades- Pirómano
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Re: Historias de un Soldado
Joder.....lo haces aproposito....cortas en el momento cumbre.....espero que no tardes en poner el siguiente o me vere obligado a torturarte.......tu veras....
H.R.Tabaco- Mano derecha del jefe
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