Supervivencia (Mi primer relato)

Por fin llegó el día de publicar mi relato por capítulos sobre este maravilloso género. Publicaré 2 capítulos cada 3 o 4 días más o menos según del tiempo que disponga. El principio he intentado captar la intriga del lector y antes de pasar a la acción zombie, hablar un poco de como era la vida antes de la expansión del tan famoso virus. ¡Espero que os guste y disfruteis, son capítulos cortos y según valla gustando a la gente iré haciendo muchos o pocos!

SUPERVIVENCIA

CAPITULO 1
Sonó el despertador como cada madrugada, a las seis y media. Me levanté del colchón en el que estaba durmiendo me acerqué al lavabo, que estaba en medio del salón, y me lavé la cara con el poco agua que salía del grifo. Sí, vivo en una mierda de agujero pero mi economía lo requiere, por lo menos tiene techo. Mi nombre es Andrés, aunque todo el mundo me llamaba, Dres, tenía los dieciocho años desde hace poco y llevaba dos de independencia a causa de las malas relaciones con mi familia a la que tuve que abandonar.

Bajé al portal en un par de saltos de escalera, pues vivía en el primero. Miré el reloj eran las siete menos cuarto. Saqué de mis viejos vaqueros las llaves de mi Renault Clio, le busqué e instantes después me monté en él, haciendo un poco de quema ruedas salí a toda ostia dirección los polígonos.

Cuando llegué estaba Víctor o mejor dicho, Vik, esperándome en la puerta de una gran nave en la que ponía ‘Congelados Falla’. Me hizo una seña para que dejara el coche fuera de la nave. Así hice, aparqué el coche y le saludé chocando el puño como todos los días.

- ¿Qué tal cabrón? – me preguntó.

- Aquí andamos tío, ¿hay mucho trabajo? – respondí.

- Un par de entregas que llegaron anoche – me dijo con cara más seria.

Nos dispusimos a entrar en la nave, abrió la gran puerta y dentro estaba la furgoneta blanca de congelados en la que siempre transportábamos nuestros materiales. Para el ojo de la ley y el resto de personas transportábamos el marisco a ciertos restaurantes pero era solo una tapadera, éramos los ‘transporters’ de la droga de Madrid. Nos montábamos en la gran furgo y salimos del polígono de Alcorcón dirección Madrid centro.

Llevábamos poco menos de un año en este trabajo, conocía a Vik desde los doce años, aunque el tuviera dos más era un repetidor nato en la escuela. Nunca nos habían pillado la policía ni habíamos tenido ningún tipo de problemas para las entregas, esta vez debíamos ir al restaurante ‘Los laureles’ situado en el Paseo Imperial, cerca del estadio de fútbol Vicente Calderón.

Cogimos el Paseo de Extremadura que iba directo a la calle que debíamos ir. Todo iba tan normal, discutíamos por la emisora de radio, hablábamos del partido del domingo, lo normal.

- ¿No llevas la pistola encima, verdad? – me preguntó Vik muy serio.

- No, me la dejé en casa, ¿se supone que son entregas sin peligro no? – le pregunté algo asustado.

- Cálmate y deja que hable yo – Me dijo seriamente.



CAPÍTULO 2
Yo no sabía que ocurría hasta que levante la mirada por encima del salpicadero y vi luces azules parpadeantes, asustado miré a Vik.

- La puta policía – grité desesperado.

- Tranquilízate payaso, será un control rutinario – me dijo intentado calmarme.

No era un control normal de los que ya habíamos pasado antes. Había como seis coches de la policía nacional, unos doce agentes armados con ametralladoras estaban esperando a que nos detuviéramos a la derecha.

Como Vik me dijo, mantuve la calma, nos frenamos a la derecha y no nos dejaron abandonar el vehículo. Se acercaron dos policías muy jóvenes, ambos con un M4 colgado al cuello y preparado para disparar.

- ¡Bájense de la furgoneta con todos los papeles del transporte, del vehículo y con sus documentos de identificación y usted, el conductor, el carnet de conducir! – dijo una voz muy aguda que salía de uno de los policías.

Ambos policías comprobaron incluso por radio, que todos los papeles estaban bien y en orden, pero de repente ocurrió algo inesperado. De uno de los vehículos de la policía nacional salió un pastor alemán disparado hacía la puerta trasera del furgón. Miré a Vik y él me miró a mí con el mismo pensamiento, la hemos cagado.

El policía inmediatamente nos pidió educadamente que le abriésemos el portón de atrás para comprobar la carga. El perro de los cojones estaba cada vez más nervioso, ladraba muchísimo e intentaba arañar el portón.

- Tal vez es el marisco que transportamos lo que haya llamado la atención al perro. – le dijo Vik a uno de los policías intentado evitar que entraran dentro.

- ¡Que abras la puta puerta! – gritó el otro policía, parece que se acabaron las amistades y el buen comportamiento.

- Vale, vale, tranquilo ya voy. Pero… - dijo titubeando Víctor.

- ¿Qué coño pasa? – gritó ahora el policía que estaba a su lado.

- Debo hacerlo desde dentro con una palanca que hay en el interior – respondió Víctor más cortado.

- Adelante, pero tú entraras delatante de mí – dijo el policía señalándome a mí.

Víctor abrió el portón de atrás y yo junto con el policía entramos dentro, encendí la luz y el agente de la ley, por así llamarlo, puedo comprobar que todo eran cajas de congelados. Pero sin querer, al resbalarse, encontró un falso compartimento donde llevábamos la droga.


¡Hasta aquí los dos primeros capítulos de mi relato, nos vemos pronto y comentar si os gustan o no!

Saludos, Killi.

Esta muy bien! Me a gustado bastante.
Solo una observacion y no quiero que te lo tomes a mal ni nada por el estilo, es una pequeña aportacion.
La policia española como Policia Nacional o Guardia Civil usan el fusil G36 aleman, no el M4 americano.

Esta muy bien kill
si cuando hagas muchos, los subes a internet, sere el primero en descargarlo
lo tienes planteado o algo?
un saludo! espero los siguientes capitulos

muy buen comienzo me ha gusto espero que subas pronto los capitulos

Grinko_92 escribió:La policia española como Policia Nacional o Guardia Civil usan el fusil G36 aleman, no el M4 americano.

No por nada iras de los primeros en "Adivina el arma" xDD.

Killi va muy bien, espero proximos capitulos.

RipperNaxza escribió:

Grinko_92 escribió:La policia española como Policia Nacional o Guardia Civil usan el fusil G36 aleman, no el M4 americano.

No por nada iras de los primeros en "Adivina el arma" xDD.

Killi va muy bien, espero proximos capitulos.

Jajajaja, voy tercero. Esperando con ansia que Dark ponha otro arma!

Killi, para cuando el proximo capitulo?

Aquí van otros dos capítulos, espero que os gusten:

Capítulo 3
Sin pensarlo dos veces le dí un puñetazo en la cara, cayó al suelo por el hielo y le empujé de un par de patadas fuera de la furgo, cogiendo su M4.

- Arranca y vámonos Vik, nos han descubierto. – grité con toda mi voz.

Parece que Víctor me escuchó antes que los estupidos policías y arrancó a toda ostia. Cuando se dieron cuenta de que su compañero estaba en el suelo inconsciente empezaron a descargar sus M4 sobre la parte trasera del furgón. Como estaban las puertas abiertas, me puse detrás de un panel y empecé a dispararles a la vez que rezaba por no herir a ninguno.

Era una puta locura, íbamos a 160 km/h por una carretera que marcaba a 90. Ambos sabíamos que nos acabarían pillando pero no de la manera que nos esperábamos. El suelo estaba húmedo de la lluvia de la noche anterior. Se aproximaba una curva, al intentar frenar el furgón resbaló y nos comimos el trasero de un BMW que hizo que diésemos varias vueltas de campana. Me dí un golpe brutal en la cabeza y me desmayé.

4 MESES DESPUÉS

Con mucho esfuerzo abrí los ojos, ya no me acordaba de cómo hacerlo. Por lo poco que podía ver estaba en una habitación casi sin luz, como un sótano. Al intentar incorporarme sufrí un dolor increíble en todo el cuerpo. Una voz familiar me dijo:

- Tranquilízate o te harás daño, bienvenido de nuevo Dres.

Cuando pude abrir los ojos del todo, vi la figura de un hombre sentada en un sillón al fondo de la habitación utilizando un ordenador.

- ¡Víctor! ¿eres tú? ¿Dónde estoy? ¿Qué me ha pasado? ¿Cómo estas? ¿y el accidente?– todas estas preguntas las escupí en un momento, como sin darme cuenta.

- Es una historia muy larga, cuando te recuperes te la contaré ahora tranquilízate y duerme. – me dijo Vik con un tono suave.

Creo que dormí unas seis horas, cuando desperté me quite toda clase de ventosas y vías que tenía conectadas al cuerpo y estas a una especie de maquina que controlaba mis constantes vitales. Me costo mucho incorporarme y no aguantaba mi propio peso de pie, tuve que caminar ayudándome de los objetos que encontraba por el camino, llegué a una habitación en cuya ventana se coló un rayo de sol. Me dispuse a mirar por el agujero de la ventana tapiada con maderos. Pude ver la calle totalmente desierta a plena luz del día, que raro pero de algo estaba seguro, estábamos en mi casa, en aquella mierda de agujero, otra vez.

- ¡Víctor! – grité.



Capítulo 4
Víctor vino corriendo hacía a mí como un loco gritándome en un tono bajo:

- ¡Te quieres callar imbécil que ellos pueden estar en cualquier lado!

¿Ellos? Me preguntaba a mi mismo, algo raro había pasado con todo. Me dispuse a averiguar toda la verdad y casi tuve que obligar a Vik para que se sentara a hablar conmigo y me contará lo que pasó y como coño estoy aquí y no en la cárcel o en cualquier otro lado.

- Vale, te lo explicaré. – Me dijo Vik mientras se sentaba en una de las sillas – Cuando chocamos con el furgón nos trasladaron al hospital ‘Ramón y Cajal’. Estuvimos cada uno en una habitación durante dos meses bajo atención policiaca las veinticuatro horas del día. Se disponían a trasladarme a la prisión ‘Alcalá Meco’ en Alcalá de Henares pero los días antes gracias a Paco, un policía simpático, de vez en cuando me echaba algunas monedas en el televisor y pude ver lo que paso.

- ¿Qué pasó? – respondí con ansía de saber más.

- Pues… al principio nadie sabía nada. Se rumoreaba que en una Central Bacteriológica de China se había escapado un virus que mataba a las personas y que una vez muertas por culpa de una gran fiebre se levantaban con los ojos vacíos y se comían a otras personas con furia.

- ¿Qué coño dices? – dije asombrado.

- Cállate y escucha – me contestó Vik mientras limpiaba el cañón de su revolver -. Al principio se creía que estaba controlado, que la OTAN se alió con el gobierno chino para frenar la epidemia que se trasladó a todo el continente asiático. Vinieron devuelta soldados españoles, infectados, igual que en otros países. Poco a poco la enfermedad se fue contagiando en España por todas las ciudades por todos los rincones. Cuando los ‘zombis’ por así llamarlos llegaron a las afueras de Madrid, los hospitales, comisarías, colegios y demás fueron abandonados y la gente que quedaba allí se les dejaba a su suerte. Entonces intenté sacarte de la habitación pero debía llevarme todo los instrumentos necesarios sino morirías, así que encontré una vieja ambulancia.

- ¿Y quien es ese que está durmiendo en mi sofá? – pregunté.

- Escucha idiota. Te subí a la ambulancia con ayuda de José, un chaval joven que había acudido al hospital por una brecha en la cabeza, ja inocente. Tiene dieciséis años y me recordaba a mi cuando era pequeño, es un chico callado pero conoce la soledad y la furia de cerca, se lo noto en los ojos. Nos montamos en la ambulancia y aceleré a todo lo que esa desgraciada maquina daba, nunca había visto a los muertos caminar, pero… yendo a casa nos cruzamos con algunos, aporrearon la ambulancia y desgraciadamente les tuve que atropellar. Vinimos a tu casa ya que encontramos las llaves por suerte y se nos acaban las ideas. Tapiamos el lugar y aquí estamos, almacenando víveres y algún arma.

Excelente! Sigue asi!

jajaja esperaba un poco mas de accion contra los policias.

pero muy bueno los otrs capitulos.

esta muy bueno , por lo menos yo me meti un poco en la trama , sigue con lo tuyo

creo que al amigo se le acabo la idea para los demas capitulos :S

The killing, esperamos el siguiente con muchas ganas!

Tio que bueno. Animate a seguirlo.