¡Vendetta a los traidores!

Esto lo escribí hace ya algún tiempo. Trata sobre la traición, la rendición y la pérdida de fe en uno mismo, ambientándolo como una batalla medieval. Espero sea de su agrado. :-P


Despierto desorientado. Demasiada sangre derramada, carne, cuerpos, aves carroñeras se dan un festín gratuito con el odio del hombre... Parece una batalla, o una masacre....

El sabor ferroso de mi boca se mezcla con el de la tierra, produciéndome nauseas. Escupo, solo para darme cuenta del color tan oscuro de mi saliva. No me queda mucho...

Mis manos, agrietadas y sucias, doloridas y cansadas, me piden renunciar. Dejarme llevar por ese dulce cantar que en mi cabeza empieza a sonar, como un sueño profundo que te impide abrir los ojos.

Pero entonces, algo me golpea... Es un compañero, un amigo, un aliado. Mi supor se va como ha venido, produciendo en mi un chorro de vitalidad. Me pregunta por mi estado. Yo, bromeando, le digo que la cosa no pinta mal, pero que con la sangre por el rostro y la ropa, y las heridas y cara hinchada, está mas apuesto. Su leve sonrisa me alivia, no está todo perdido. Se despide, dice que le necesitan en otra parte, al principio del frente, donde pueda ser útil. Admiro su tenacidad y su honor. Es lo que pasa con los jóvenes guerreros, que de ingenuos pasan de niños a héroes. Pero no hay tiempo para reflexionar...

Levantando mas la mirada....

Gente agonizando, gritando de dolor... Algunos los reconozco, pues son mis aliados, mis compañeros, mis hermanos... Otros, el enemigo, vestidos de forma diferente, blasfemando en otra lengua... Todo es caos.

A lo lejos, veo algo en el horizonte. Aliados.. ¿Huyen? ¿Que ocurre? ¿Por que abandonan su puesto en el frente? No solo veo aliados, veo estandartes. Veo generales, líderes, gente importante huyendo, pactando, pidiendo perdón, y riéndose de los que seguimos partiéndonos la cara con el enemigo. Contra ese que ahora estrecha la mano a un magnatario con el mismo tabardo que yo tengo, pero sin salpicaduras de esta sangre, que a juzgar por el ardor que recorre mi cuerpo, no toda ésta es ajena..

Apoyando la punta de mi espada sobre el suelo, levantandome aun con los látigos de dolor restallando en mis músculos, enderezo mi espalda, ajusto mi yelmo, limpio la comisura de mi boca de tierra y sangre... Y ya solo queda hacer una cosa. Llevarme a cuantos enemigos pueda antes de caer y no poder volver a levantar. La traición es una espada de doble filo. A mi me corta primero, pero al traidor, le va a cercenar por completo.

Porque ahora, mis aliados son mas experimentados, mas curtidos, y sabemos a quien nos enfrentamos. A aquellos en quien en un momento depositamos nuestra fe y nuestra esperanza.

La traición, aliados, solo se puede remendar de una manera.

¡¡Con el filo de mi espada!!

¡¡¡VENDETTA A LOS TRAIDORES!!!

Qué poético, recuerdo que hice algo así en el concurso de literatura que se hiso en mi insti y salí primera hace unas semanas atrás, pero sólo que el mio trataba sobre amor, pero el escenario era el mismo, muy bueno.

Ha sido de mi agrado, jajaja.

A ver si vas poniendo más cositas.

Ya te lo dije una vez , eres muy bueno escribiendo

escribes bien mozo recio , sigue así

Postea el 2do capitulo, por favor!! D:

Jorl escribió: escribes bien mozo recio , sigue así

¿Mozo recio? Me has matado. xDD

Y Kov, lo siento, no hay segunda parte. Puedo pensar algo, aunque como digo, no sé como quiedará. ^^

PD: Gracias a todos, si os gusta, me anima a escribir.