Erase una vez en una apocalipsis zombie...

Blood Sáb Sep 19, 2009 12:17 am

"Uff.. Que frio" Pensé, mientras viajaba en aquel remis, de color gris. Tenia que hacer un viaje corto, mas, debido a la gran lluvia, un centimetro parecia un metro. Yo miraba por la ventanilla a la gente que corria hacia sus casas, unos jovenes de aproximadamente 9 o 12 años, corriendo bajo la lluvia, tapandose con sus mochilas y una pareja corria en sentido contrario a ellos. Tan solo 2 o 3 personas poseian un paraguas, ya que la inminente lluvia torrencial aparecio en cuestion de segundos.
-Che, viste que River perdió el ultimo partido contra el sacachispas 3 a 0.- Me dijó aquel remisero de pelo blanco, con voz aguda, debido a su avanzada edad.
-Ya se veia venir, nunca fue un buen equipo, por lo menos, no creo que puedan descender más bajo.-Dije, mientras desviaba mi mirada de aquellas personas corriendo bajo la lluvia, que cada vez se veian más borrosas, debido a las gotas de agua que cegaban cada vez al vidrio más y más; y la dirigia al remisero, que detuvo al auto en el semaforo, que repentinamente cambio de naranja a rojo.
Al revisar mi rolex que habia comprado dias atras en Merlo, comprobe que eran las 14:21. Y entonces suspire aliviado, ya que, a contrario de los pensamientos que afligian mis pensamientos anteriormente, no llegaria tarde al hospital, ya que el remis tenia 15 minutos de espera, no obstante, y al contrario que tal vez pueda pensar, preferia esperar esos 15 minutos, que esperar al colectivo 505, principalmente, debido a
que, desde hace unos meses, la cantidad de coches disponibles para la empresa se disminuyo, provocando un tiempo de espera entre la llegada de un colectivo y el otro, demasiado alto, en contraste con otras empresas.
-Son $8- Comentó el remisero, al llegar a la locacion antes mencionada. Me dispuse a pagar con un billete de $10, mas, el remisero respondio que no tenia cambio.
No obstante, unos terribles gritos distrajeron al remisero, por lo que, aprovechando este echo, abri rapidamente la puerta del auto y me large a toda velocidad. Cuando aquel remisero se dio cuenta de mis acciones, yo ya habia huido. No obstante, pronto sabria que provocaron aquellos gritos de terror, ya que corri hacia un sector en donde sucedió otro incidente parecido al anterior. Unos policias estaban cubriendo la escena, ya que una persona habia intentado comer a otras. Tambien medicos, compañeros mios, estaban en esa escena del crimen, otorgandole tratamientos a las heridas de mordeduras y rasguños que poseian las victimas. No obstante una de ellas, la de aspecto más demacrado, comenzó a vomitar y emitir gemidos. Lo que me alarmó, no obstante, comenzó a alarmarme más, el horario (14:24) ya que tenia que presentarme en el hospital a las 14:30, ya me habia presentado tarde 14 veces en 2 meses y corria riesgo de despido.

Prologo de un desastre inesperado