Memorias del guardián Z

Hace dos días comencé a publicar mi primera novela online sobre zombis y quiero compartirla con ustedes, necesito recibir críticas constructivas para mejorar mi tipo de narración y el 'suspenso' que le doy a cada capítulo.
El primer capitulo es algo flojo ya que solo es la 'introducción' , en mi blog podrán encontrar el segundo capítulo.
En fin, aquí va.

Capítulo Uno: "In Memory"


Fueron alrededor de seis horas sentado frente al televisor. Había acabo de trabajar temprano así que dedique todo el tiempo sobrante en realizar mi propio ciclo de películas de horror.
Mucha sangre, mucha carne, muchos gritos, muchos muertos, muchos estúpidos, muchos mediocres, muchos descriteriados. Esa era la vida de mis películas preferidas.
Una vez concluida y cuando el reloj marcaba las 23:17 me levante con el trasero entumido para volver a sentarme en una cómoda silla de mimbre y jugar PS2.

Sentía que el cuerpo se entrelazaba a mi ropa, la transpiración me provocaba comezón, así que detuve mi juego que gracias a estas seis horas más y consecutivas, estaba pronto a terminar.
Llene la tina en agua tibia y me acosté en ella, me dormí. ¿En qué momento? Ni p@ta idea.
Cuando desperté el agua continuaba tibia pero ya había trascurrido otras dos horas, es decir eran aproximadamente las 7:17 AM.

Me cubrí con la toalla y me fui directo a preparar un café. En el momento que se me ocurrió trasnochar había olvidado el cumpleaños de mi madre así que ahora no podía dormir, apenas terminara el café y de vestirme viajaría directo hasta su casa, a unas tres horas de distancia.
Por otro lado puedo mencionar que la mañana estaba fría, algo poco usual para esta época del año. Pero como siempre no preste atención. No moriría de frio así que me daba igual.

Estando vestido solo faltaba comprar el regalo de cumpleaños. Tome el auto y me largue al centro de la ciudad. Otra hora revoloteando por ahí en busca de algo que llamara mi atención, pero nada, asi que solo compre una tetera y unos platillos decorados. Mi madre ya era adulta casi anciana, y los adornos le encantaban.
Volví al auto totalmente cansado e incluso llegue a pensar que sería mejor llamarle y pedir perdón por no asistir, pero ya estaba ahí, en camino hasta el pueblo.
La radio de un momento a otro dejó de tocar. Cambie una en una pero ninguna funcionaba solo percibía ese asqueroso sonido chirriante. La apagué y maldecí por haber olvidado mis Cd’s.

El camino era recto y flojo, puede que para quienes no le conocían le llamaría la atención por los árboles frondosos, el olor a bosque y los riachuelos que rodeaban la carretera. Pero llevaba demasiado tiempo, lo suficiente para que ese paisaje me aburriera.
Sin música, el aburrimiento y el sueño me apagaron el camino.
Abrí mis ojos y un hilera de sangre recorría todo mi rostro. Me había golpeado fuerte, sentía la elevada capa en mi frente, el dolor intenso de cabeza, de cuello, de todo el cuerpo. Mi auto estaba destrozado, una chatarra nada más. ¿A quién m@erda se le ocurre dormir cuando maneja? Solo a mi.
Mi auto estaba incrustado en un alerce y atrapado entre el riachuelo. No imagine ni me importo el como me encontraba, solo pensaba en mi auto y en que el regalo de mamá no se hubiera estropeado. Salí despacio, mareado y tambaleante volví a caer.

─ No es uno de ellos papá. Dejadlo en paz ─Divise sombras y escuche ciertas frases y palabras en un acento distinto al mío. Castellano creo que era.
Bueno, saltare esa parte.

Cuando desperté por completo estaba solo de nuevo, sobre una mesa de madera y atado de muñecas y tobillos. No sé cuánto tiempo estuve así pero casi no sentía mis extremidades.
Intente zafarme pero estaban muy bien atadas así que tuve que dislocar mi pulgar izquierdo para poder sacar una de mis manos y poder desatarme por completo. No hablare del dolor, pero fue algo intenso.
Inspeccione con cuidado la casa-cabaña sin antes tomar un trozo de madera. Ya no estaba mareado pero el dolor de cabeza seguía siendo intenso.
Cuando me aburrí de ver que había me dirige al refrigerador y consumí una gran cantidad de comida. Moría de hambre.

En mi ‘asalto consumista’ una voz gruesa y prepotente llego desde mi espalda.
─ ¿Y tú que carajos haces aquí? ─Preguntó

No me di vuelta hasta tragar el último trozo de pastel que tenia en mi boca

─ Tenía hambre, no se dónde estoy, no se quién eres tu, no sé que hago aquí te agradecería que me explicaras─
Entonces ahí comenzó todo este enredo. ¿Querías saber algo más de mí?

─ Si, pero habrán ya otros momentos ─Dijo Samuel recostándose en el pasto

─ Como digas amigo ─Le dije realizando la misma acción ─¿Me acompañas a buscar las armas?

─ Me acabo de recostar, no he dormido en dos días por culpa de esos hijos de p@ta

─ Por lo mismo así estaremos a salvo ─Insistí

─ Ve tu, yo te espero aquí ─Contestó a mi indirecta pregunta

─ ¿Estás loco? No te dejare solo de nuevo, no pienso volver a buscarte

─ OH! Vamos!, me preguntaste y respondí ─Intentó zafarse de mi pero yo tenía el poder de convencimiento

─ Haz lo que te digo, mueve el trasero ─Puse mi rostro imponente y solo espere ciertos segundos hasta que el realizó lo que pedí.



Para más información de la novela puedes visitar mi blog donde será también publicada.
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(También escribo narraciones y otros tipos de cosas que quizás te interesen)

De antemano gracias por leer