Algo màs que un paseo.

Soraya encontró una chaqueta de cuero negra en mi ropero que le gustó bastante,le estaba un poco grande pero no le sentaba mal del todo.
Antes de bajar a lo loco a la calle echamos una mirada por mi terraza,luego nos miramos a los ojos compartiendo la misma preocupación.Había muchos y demasiado desperdigados,era demasiado riesgo,con que uno solo nos viese nos tendríamos que enfrentar a toda una horda de muertos vivientes,podría decirse que habían más de los que había por la tarde,era como si la cercanía de la noche los atrajese.
Intenté convencer a Soraya de que esperásemos al día siguiente,el plan nos salió bien cuando se trató de ir a por ella.
Pero solo me repetía una y otra vez que en aquella casa había una niña.
-Pues debemos crear una distracción- ,le dije...y recordé el cadáver de mi vecina.
Mi vecina había sido una mujer gorda en vida,y la muerte no había mejorado en forma alguna su línea,a Soraya y a mí nos costó bastante sacarla y arrojarla por su propia terraza,que quedaba justo en la esquina de nuestro bloque.Habíamos decidido rodear el edificio por la parte más alejada,para tener cierto margen de maniobra.
Al caer el cadáver,que dejó un viscoso charco negruzco a su alrededor,todos los cadáveres andantes que se agolpaban bajo mi terraza decidieron que intentar trepar por las paredes ya no les interesaba y caminaron hacia el suculento,y putrefacto,cadáver de mi vecina,al igual que los más cercanos.
Soraya me preguntó si seria suficiente y no supe que contestarle.
Cogimos las mochilas,en las que habíamos cargado algo de comida y otras cosas,yo cogí el bate de baseball,Soraya rebuscando,encontró la pata que utilicé para destrozarle el cráneo a mi vecina zombie.
Bajamos las escaleras a oscuras e intentando hacer el menor ruido posible,no queríamos delatar nuestra posición antes de lo necesario.Cuando llegamos al ultimo descansillo saqué mis llaves y le dí un par de copias a Soraya,que me miró implorante.
-Por si acaso-,le susurré,e inspirándome en tantas y tantas películas le dí un beso en los labios,ella no me rechazó pero se inclinó hacia atrás sorprendida.
-Yo también te deseo suerte- ,susurró.
Abrí la puerta del bloque todo lo silenciosamente que pude,mientras ella vigilaba que no hubiera ningún caminante en los alrededores,pero lamentablemente la cosa pintaba mal desde el principio.
Había uno justo en medio de la plazoleta central,de pié,tambaleándose como un borracho,se limitaba a gemir ruidosamente y a extender sus brazos hacia el aire vacío.Al menos estaba de espaldas a nosotros.
Soraya salió en cuanto pudo,su cuerpo era pequeño y cabía por una rendija,se agazapò y me hizo señales para que saliese,abrí un poco más la puerta que rechinó un poco.
Soraya me hizo una señal para que esperase,y un par de segundos después volvió a darme luz verde,así que abrí un poco más la puerta que volvió a rechinar,y como ya estaba perdiendo la paciencia la abrí del todo.Salí con decisión y con pasos cortos pero rápidos me acerqué al cadáver viviente y lo derribé de un golpe en la cabeza,cuando estuvo en el suelo y antes de que pudiera hacer ningún ruido le volví a golpear,justo en la frente,y por si acaso le pisoteé el cráneo hasta que crujió satisfactoriamente.
Desde la puerta de mi bloque Soraya me susurró algo con gesto desencajado...pero no sé leer los labios.
-Suponìa que esto era una "operaciòn de rescate",no de extermìnio-,me dijo ella al regresar a su lado.
Rodeamos el edificio por la parte norte,hasta llegar a la zona de aparcamientos y de ahí a la calzada propiamente dicha.
Perdón por no decir nombres de calles.
Miramos hacia las calles que iban al norte y al este y vimos que la cosa estaba peor de lo que pensábamos.
Toda la zona este,justo la que estaba detrás del bloque en que vivía Soraya estaba repleta de muertos vivientes,seria inútil intentarlo por ahí,deberíamos tomar un pequeño rodeo...
El pequeño rodeo se convirtió en todo un frustrante tour por los alrededores,cada metro que nos acercaba al este suponía un largo desvío hacia el norte para evitar a las hordas de caminantes,por lo que ya era noche cerrada cuando desde detrás de un autobús siniestrado pudimos ver la que suponìamos era la entrada al bloque de la familia.
A pocos metros de dicha puerta había un pequeño grupo,agazapados todos sobre un bulto caído en el suelo,supongo que sería un cadáver.
Ciertamente podíamos entrar por la puerta antes de que pudieran seguirnos...si es que estaba abierta.
Los dos nos miramos sabiendo que era la hora de la verdad,en una lucha contra aquellos seres podríamos vencer,pero eran muchos y el escándalo atraería a más aún.
Corrimos los dos,intentando por nuestras vidas hacer el menor ruido posible y observando con horror mientras nos acercábamos que la puerta estaba cerrada.
Quisimos gritar para que nos abrieran,pero ver como el grupo de muertos caníbales que habíamos querido evitar nos miraban con curiosidad y se levantaban lentamente nos dejò completamente mudos.
-Estamos muertos- ,le dije a Soraya en aquel momento.
-¿Por qué mierda tuvimos que venir?- exclamó ella para mi sorpresa.
-La idea fue tuya- le reproché.
-¿Y por qué no me hiciste cambiar de idea?.
No quiero que esto parezca una novela,pero he de decir que en aquel momento de terror,en el que Soraya parecía más asustada,sus ojos despidieron una furia que me conmovió enormemente,sentì que algo en mi interior se romperìa si a ella le pasase algo.

Todo parecia estar perdido,Soraya pulsó todos los botones del portero automático que,para nuestra desgracia no funcionaba.
-No puede ser-,exclamaba ella detrás de mí.
-¡Dame una botella!-,grité mientras avanzaba golpeando al que se me pusiese por delante,esa actitud pareció desconcertar a los caminantes,que parecieron confudidos ante mi actitud atacante.
Soraya sacó de su mochila una botella de los cócteles molotov que no llegué a usar aquella misma tarde,ya prendido.
La visión del fuego aunque fuese pequeño,si que tuvo una reacción esperanzadora,aunque por otro lado nos hizo más visibles.
Oí ruidos de golpes,me giré y era Soraya intentando abrir la puerta a empujones...al tercer o cuarto intento lo consiguió,lancé el cóctel a los pies de los muertos andantes que se prendieron fuego con bastante facilidad saliendo en desbandada...pero a velocidad zombie lo que quiere decir que casi no se movieron.
Soraya corrió escaleras arriba sin esperarme a pesar de que le grité que no subiera sola,y en el primer descansillo se diò cuenta de que debía haberme hecho caso.
El bloque de viviendas tenia una altura de unos cuatro pisos,y en cada planta había cuatro apartamentos,nada más subir el primer peldaño Soraya se encontró con al menos seis de esos bichos para ella,tres de las cuatro puertas estaban abiertas y desde su inexpugnable oscuridad salían gemidos y sonidos que nos helaban el alma.
Soraya actuó tan rápidamente que apenas tuve tiempo de improvisar una antorcha con el bate y las vendas que traía en mi mochila.
-¡No corras!-le gritè,pero ella ya había empujado tirando de espaldas al muerto más cercano a ella y subía corriendo las escaleras.
Gritando y maldiciendo prendí fuego a mi pequeña antorcha,que levantó inquietantes sombras por doquier,mostrándome más claramente los cadavéricos rostros que me rodeaban.
Adelantando la antorcha y esquivando los manotazos que intentaban arrebatármela´,conseguí hacer retroceder mìnimamente a aquellos monstruos,pero desde las puertas abiertas parecían salir más,y su número los hacia ser más peligrosos.
Grité el nombre de Soraya mientras intentaba subir las escaleras de espaldas,vigilando a aquel grupo que lentamente parecían ir volviéndose más agresivos.
Me giré con decisión y subí corriendo las escaleras,¡oì un grito de Soraya!,aceleré mi velocidad de ascensión,estando a punto de tropezar un par de veces,escuché otro grito,un golpe...alguien caìa rodando por las escaleras,el corazón me diò un vuelco al pensar que podía ser Soraya,pero al ver aquel cuerpo muerto caer ante mis pies,sonreí satisfecho y apliqué mi antorcha sobre sus ropas,que prendieron haciéndole bufar de rabia,y supongo que de dolor.
Soraya me había sacado un par de plantas de ventaja,ya estaba en la que se suponía debian vivir la gente a la que habíamos venido a buscar.
Llamó a todas las puertas,golpeó y pateó desesperada,yo bloqueaba el paso a los que iban subiendo lentamente,pero de la escalera que iba al piso superior venían más sonidos de pasos arrastrándose,íbamos a morir,yo estaba convencido.

(Esto forma parte de un relato que estoy escribiendo en mi blog,solo llevo unos dias pero ya empieza a tener forma.Espero les guste).